PELOTITAS DE COLORES La revoluci贸n de las pelotas virtuales
SIX FEET UNDER The new drama series
arren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio.
EDITORIAL
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DREAM Rediscovery of senses
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The rediscovery of senses Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño. Por Grazie Miller arren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época enThe Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “PramTown”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de destacaron la oscura pero no menos po-
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pera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de DavidTattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó conThe Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su
debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo
mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto.
Cantando a pulso el nuevo repertorio Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época enThe Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
Pese a la variedad de estilos el problema no es la urgencia aparente”
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Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “PramTown”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de DavidTattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin ur-
gencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó conThe Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto.
Aires desgarbados en Madrid Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época enThe Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras es-
cenificaba la historia que estaba cantando.
Lo mejor del comienzo Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “PramTown”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a
Lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto lejos de centrar el repertorio”
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toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de DavidTattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó conThe Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. 11 REVISTA LIKE DREAM
Rompiendo el hielo Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “PramTown”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de DavidTattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el 12 REVISTA LIKE DREAM
FOTO DE INTERIORES
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escenario mientras los músicos miraban sonrojados.
Las nuevas composiciones En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó conThe Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am
becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sor-
FOTO DEL PASEO
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prendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época enThe Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “PramTown”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de DavidTattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish”.
EL COMIENZO EN IMÁGENES NOAPTAS PARA NIÑOS
Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza. Inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones
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entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época enThe Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
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CLOUDSPOTTING CLOUDSPOTTING UNA INVITACIÓNA PERMANECER CON LA MIRADA HACIAARRIBA ¿Qué es más hermoso que un cielo azul? ¡Un cielo repleto de nubes! Para Pretor-Pinney no hay ninguna duda porque las nubes son movimiento y teatralidad, constituyen un universo cambiante de formas y colores en continua evolución, pero también un refugio y un objeto de fantasías infantiles
arren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época enThe Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de destacaron la oscura pero no
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menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó conThe Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolu-
ción estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio
cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y
El olor de las nubes Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época enThe Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “PramTown”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de DavidTattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el
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The rediscovery of senses Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño. Por Grazie Miller
arren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am beco-
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ming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio.
Cena de navidad Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pul-
món y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba
“Pese a la variedad de estilos el problema no es la urgencia aparente” la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big
fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio.
Romper el hielo Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones 23 REVISTA LIKE DREAM
oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento prin-
“Pese a la variedad de estilos el problema aparente” cipal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le
caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución
estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire des-
garbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados.
En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos
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RO OYAL
BLOOD
DIÁLOGO SOBRE LA LIBERTAD CON EL ÚNICO HOMBRE EN EL MUNDO CAPAZ DE CAMBIAR EL ROSTRO EN MENOS DE DOS SEGUNDOSY DE INTERPRETAR A 80 PERSONAJES DIFERENTES EN DOS HORAS
iálogo sobre la libertad con el único hombre en el mundo capaz de cambiar el rostro en menos de dos segundos y de interpretar a 80 personajes diferentes en dos horas. El único hombre en el mundo capaz de cambiar el rostro en menos de dos segundos y de interpretar a 80 personajes diferentes en dos horas. El único hombre en el mundo capaz de
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arren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. FEEL: ¿Y a quién tiene unos cuántos años más? Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. FEEL: ¿Y a quién tiene unos cuántos años más? En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. FEEL: ¿Y a quién tiene unos cuántos años más? La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. FEEL: ¿Y a quién tiene unos cuántos años más? Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. FEEL: ¿Y a quién tiene unos cuántos años más? Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos
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como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. FEEL: ¿Y a quién tiene unos cuántos años más? Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. FEEL: ¿Y a quién tiene unos cuántos años más? Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo 29 REVISTA LIKE DREAM
LA HISTORIA DE ALI LMRABET, PERIODISTA MARROQUÍ ENCERRADO EN LA CÁRCEL SIMPLEMENTE POR HABER EJERCIDO EL DERECHO DE EXPRESAR SUS PROPIAS IDEAS
arren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados.
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Pajaritos a bailar En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que 32 REVISTA LIKE DREAM
tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
Aprendiendo a volar Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el
PÁJAROS CANTANDO
ANDRE RAU / GRAZIE MILLER
Black Chain Link en 21 días y 500 noches bajo el sol problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la
que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio can33 REVISTA LIKE DREAM
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tando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
The trees, the sun Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto.
Two silver trees Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum
machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P.
El sistema normativo de los bocadillos es peculiarmente llamativo en ciertas ocasiones”
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Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. 35 REVISTA LIKE DREAM
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Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto
Elle Fashion Book 09 Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
Tokio Blues Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
El olor de las nubes Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
LLEGAN LAS BOLITAS DE COLORES
UNA INVITACIÓN A PERMANECER CON LA MIRADA HACIA ARRIBA ¿Qué es más hermoso que un cielo azul? ¡Un cielo repleto de nubes! Para Pretor-Pinney no hay ninguna duda porque las nubes son movimiento y teatralidad, constituyen un universo cambiante de formas y colores en continua evolución, pero también un refugio y un objeto de fantasías el Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Lo-
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sing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio.
Sorprendió con composiciones Aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan
hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto.
Lejos de centrar el repertorio En las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya 41 REVISTA LIKE DREAM
Descubren pelotitas en varios discos de ordenador Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño. Por Grazie Miller arren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su
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debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio.
Rompiendo el hielo Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de
Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto paro-
diándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
La popera China crisis Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los
músicos miraban sonrojados. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el
BOUTIQUE TENDENCIAS EL COMIENZO CONTRA LAS TENDENCIAS PARA NIÑOS REBELDES
FLORES ONÍRICAS, MEZCLAS IMPOSIBLESY EL AURA DE LAS GRANDES ESTRELLAS DE LOS SETENTA. SON ALGUNAS DE LAS CAPRICHOSAS IDEAS DE UNA PRIMAVERA CONVULSAY ATREVIDA
Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza. Inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
Novedades con lupa Batería de claves e ideas para actualizar los fundamentos de cualquier armario: los básicos. Pequeños, pero poderosos cambios en camisetas o pantalones, para sintonizar con la audacia de la temporada. Por Anna Vallès VOLANTES. La seda el soporte básico para llenar de vida cualquier paleta de color. Por su caída y movimiento dibuja bien las asimetrías, los vestidos y las túnicas tricolores, en función de la dirección del
EL TEJIDO. La seda el soporte básico para llenar de vida cualquier paleta de color. Por su caída y movimiento dibuja bien las asimetrías, los vestidos y las
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AMBER VALLETTA FUE UNA DE LAS GRANDES MODELOS DE LOS NOVENTA,Y AUNQUE SIGUETRABAJANDO A LOS 34 AÑOS, ESTÁ EN PLENA TRANSICCIÓN AL CINE. SU SUEÑO, RODAR CON PEDRO ALMODÓVAR Está a la última.Vota por Obama, defiende el medio ambiente, y en cine, sus favoritos son los hermanos Coen. Decidida y a la última moda top
ANDRE RAU / GRAZIE MILLER
Lo que hago. Darren Hayman salió al escenario del Círculo de Bellas Artes madrileño con ese aire desgarbado que tanto le caracteriza e inmediatamente comenzó su repertorio cantando a pulmón y con la única compañía de su ukelele dos maravillosas canciones entre la que se encontraba la extraordinaria “Porn shoes” de su época en The Fruit. Bajo su atenta mirada Hayman dio muestras de su carácter extrovertido, auto parodiándose, mientras escenificaba la historia que estaba cantando.
Llamadme Jet-Man. Posiblemente, no sólo fue un gran comienzo, sino, lo mejor de la hora y cuarto que duró el concierto. Lejos de centrar el repertorio en las canciones de “Pram Town”(Aucarela, 2009) el británico prefirió hacer un repaso a toda su discografía entre las que se incluyeron algunas canciones de Hefner. Destacaron la oscura pero no menos popera “China crisis”, “When the angels play their drum machines” y ya en los bises, “The Greedy Ugly People”. Se echaron de menos los coros de David Tattersal (The Wave Pictures) en “Losing my glue” y “Big fish” sonó anodina por culpa de un apagón de corriente en el bajo, dejando muy en entredicho a los responsables de solucionar el problema ya que, sin urgencia aparente se pasearon por el escenario mientras los músicos miraban sonrojados.
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Mis predecentes. En definitiva, no quedó la menor duda de que Darren Hayman tiene mucho carisma y excelentes canciones pero aquella noche le faltó hacer más uso de ambas cosas. Correcto cuando pudo haber sido brillante.
Cómo nació mi pasión. La noche comenzó con The Secret Society, proyecto del madrileño Pepo Márquez. Siéndole fiel a la evolución estilística que ha adoptado desde su debut “Sad Boys dance when no one’s watching” a su reciente “I am becoming what I hate the most”, Márquez decidió desglosar su concierto en dos bloques: Primero sólo con su guitarra repasó las canciones más folk de su repertorio.
Lo que siento. Sorprendió con composiciones aún por grabar y hasta se atrevió con una versión de Elliott Smith que fue con la que rompió el hielo. Cuando llevaba media hora sobre la tarima, recibió a Andrés Perruca, Javi Vicente y Jorge P. Zaera que se encargaron de finiquitar el repertorio folkie que previamente Pepo nos había mostrado para dar comienzo a las composiciones oscuras, que apuntan hacia el slow-core con las que tanto nos sorprendió el año pasado cuando publicó su segundo álbum.
Libre como el viento. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto.Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo mantuvo la oscuridad como argumento principal y que sirvió para que los escépticos como yo, nos creyéramos esta nueva faceta que Pepo ha defendido en su nuevo trabajo. Un buen concierto. Pese a la variedad de estilos, fue un concierto que de cabo a rabo man-