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Horrorsapiens Jorge Flores

Los desastres de la guerra

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La guerra tiene muchos rostros, en México nos besuqueamos con uno de de ellos todo los días. El rostro violento, impune y corrupto del narcotráfico, un cáncer que nos ha convertido en un país ensangrentado, el terror de la destrucción bélica es algo cotidiano aquí, y entre las miles de trágicas historias que podemos contar, la de Allende, Coahuila en el 2011, es una llena de horror y tristeza.

“Empezaron a suceder cosas en la tarde. Llegaron hombres armados. Fueron casa por casa buscando a las familias de quienes los habían traicionado.

A las 11:00 de la noche ya no había movimiento de autos en la calle. No había movimiento de ningún tipo.

Dos amigos míos se dedicaban a recolectar y vender chatarra. Se dieron

cuenta de que el rancho estaba en llamas y los dueños ya se habían ido. Así que fueron — el papá y su hijo — para ver si había algo de valor para cargar. Vieron una freeza [un congelador] al lado de la carretera, una freeza grande. Y la quisieron mover. Pero estaba muy pesada. Y el padre dijo: ‘Ven ayúdame, vamos a echarla pa’rriba.’ La abrieron y había dos cuerpos ahí adentro. Huyeron”.

Martín Márquez - Vendedor de hot dogs

En marzo del 2011, un pequeño pueblo en Coahuila fue masacrado por el narco, los Zetas, desaparecieron y asesinaron a civiles que simplemente tuvieron la mala fortuna de haber vivido en esa tierra; un acto de venganza que destruyó a decenas de familias y desHorrorsapiens garró aún más la herida

Allende,las pesadillas pueden ser reales Por: Jorge Flores

las pesadillas pueden ser reales de dolor que México tiene marcada desde hace muchos años.

Sarah Angelita Lira - Farmacéutica y esposa de la víctima Rodolfo Garza, Jr.

“Unos minutos más tarde, llamó otra vez. Hablaba tan bajo que casi no podía oírlo. Me dijo: ‘Sálganse de Allende. Dile a tu prima que te lleve a Eagle Pass. No hagas maletas. Váyanse nomás”. Esta tragedia dolió en el olvido durante muchos años, arropada por la impunidad y la corrupción de un narcoestado, las víctimas sufrieron en silencio y los muertos se volvieron innombrables. Hasta años después la información se volvió pública, y aunque la justicia nunca llegó, el menos creció la indignación.

“Gerardo entró y me preguntó si podía ir con sus amigos. Le contesté: ‘No, Gerardo. Tenemos que empacar.’ Lo siguiente que supe fue que Gerardo traía puesta la ropa que le habíamos comprado por su cumpleaños. Acababa de cumplir 15. Su camisa era

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azul y hacía juego con sus ojos. Me dijo: ‘Anda, mamá. No me tardo.’ Alrededor de las 10 de aquella noche, mi marido llamó al celular de Gerardo para saber a qué hora volvería a casa. Gerardo no respondió. Mi marido llamó otra vez. Nada. Poco después tocaron a la puerta. Eran amigos de Gerardo, de la escuela. Parecían aterrorizados. Les pregunté: ‘¿Qué pasa? ¿Dónde está Gerardo?’ Los muchachos dijeron: ‘Se lo llevaron.’ Me dijeron que un testigo les había dicho que entre las víctimas había una familia con tres niños, y uno de los niños era mi hijo.

Me dijeron que había empezado a llorar.

Llore y llore. Esto los estaba estresando, así que lo mataron. Híjole. Ahí sí perdí los estribos. ¿Cómo podía haber alguien que mata a un niño de 15 años, que está asustado y llorando?”.

Claudia Sánchez -

Directora de asuntos culturales y madre de la víctima Gerardo

Heath

En el 2017 la periodista Ginger Thompson realizó un desconsolador reportaje sobre esta masacre en donde recopila testimonios de víctimas, autoridades y victimarios involucrados en esta monstruosidad que convirtió a Allende en un pueblo fantasma. El reportaje sirvió de base para que en el 2021, Netflix creara Somos, una serie en la cual participó como escritora Fernanda Melchor, actualmente una de las autoras más potentes de la literatura latinoamericana.

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