ANTOLOGIA EL VALOR DE LA PALABRA ORATORIA
ELABORADO POR: HUGO JIMÉNEZ LÁZARO
BLOQUE 5. COMUNICACIÓN ORAL 5.1 Formas o tipos de Expresión oral En la historia del hombre el lenguaje articulado marca el advenimiento del Homo sapiens, pero para ascender a las formas supremas de la comunicación tuvo forzosamente que pasar por las siguientes etapas. A saber: -
Conversar Discutir Debatir Exponer Describir Narrar Recitar Actuar en teatro Dominar el arte de la Oratoria
Hablar bien en público no es un don que la naturaleza otorgue a ciertas personas, es el fruto de la constancia y disciplina de quien desee hacerlo. La comunicación es una tarea de y para toda la vida, el lenguaje es un sistema convencional de símbolos y ha evolucionado con el tiempo, éste es un producto social. Al hablar volcamos personalidad y carácter que son productos de tres fuerzas que se conjugan: la herencia, el medio ambiente y nuestra educación. La palabra hablada tiene su más alta expresión en la oratoria, arte de la elocuencia que transmite ideas, persuade y conmueve por medio de las palabras, gestos o ademanes para contribuir al desarrollo progresivo de la sociedad y la realización plena del hombre (Cabrera, 1999).
5.2 La oratoria En la oratoria intervienen multitud de factores que concretan el pensamiento. Para el rigorismo oral es necesario conocer y dominar las formas o tipos de la expresión oral, el valor de las palabras. Las palabras poseen dos valores: el valor denotativo es el que hallamos textualmente en los diccionarios; y el connotativo, el que empleamos en el lenguaje poético y literario. En la expresión escrita todo texto informa, tiene una estructura lingüística y expresa ideas (Niveles de comprensión): -
Informativo (el qué) Estilístico (el cómo) Ideológico (el por qué o el para qué)
En la expresión oral acontece lo mismo, el discurso informa y comunica, posee una estructura y expresa también un mensaje. La oratoria: -
Da confianza en una mismo Otorga capacidad para conversar Aumenta nuestra influencia personal Vitaliza y ejerce la capacidad de mando y liderazgo
5.2.1 Fines y tipos de oratoria
Los fines de la oratoria básicamente son persuadir, convencer y conmover. La persuasión y la retórica aspiran apoderarse de mente de los oyentes por medio de la palabra. Persuadir es convencer por medio de la verdad; manipular, es prostituir y traficar con las palabras de una manera demagógica. Los principales tipos de oratoria son: -
Militar Religiosa Política Civil Sindical Empresarial (Cabrera, 1999)
5.3 El discurso
5.3.1. Elaboraciรณn del discurso
5.3.2 Estructura del discurso
(Ruelas, 2000)
5.4 El orador Un buen orador debe poseer honestidad, conocimiento, dinamismo y credibilidad. Los romanos solían decir “Orator fit, non nascitur, el orador se hace, no nace. El poeta nace, el orador no. La oratoria da poder y éste se transforma en autoridad; el poder se ejerce, la autoridad se gana. El orador como líder es ejemplo (Cabrera, 1999). Una regla de oro en la oratoria es: hablar únicamente de lo que sabemos, conocemos, entendemos, y de esto decir lo que sentimos y pensamos (Brassel, 2013).
5.5 Técnicas para hablar en público 5.5.1 Presentación y posición
Quien tiene el atrevimiento de pararse al frente de un grupo de personas y dirigirles algún mensaje se convierte en el foco de atención y será escudriñado de pies a cabeza, el orador debe concentrar al público en sus palabras, para eso debe vencer al sentido de la vista para que este no le quite atención. Dado que nuestro arreglo personal provoca la primera impresión, se debe cuidar que no haya desorden alguno en nuestro atuendo, que sea pulcro, acorde al evento y que tenga la “elegancia de la sencillez”. Al hablar de pies debemos asumir una posición firme, pero natural. El orador debe mostrarse dueño de la situación en todo momento, una posición firme demuestra autoridad y se gana el respeto del público. Debe mostrar gallardía en la postura, pero con la cara relajada, sonriente, para indicar el afecto que se siente por lo que lo escuchan. Al iniciar el mensaje, y sobre todo con los principiantes, los brazos deben ir sueltos a los lados del cuerpo con las manos abiertas. El peso del cuerpo debe estar sostenido en ambos pies, separados lo más normal posible. Un tip para evitar el temblor en los pies es empujar las rodillas hacia atrás para quedar bien “anclado” al piso, mostrar seguridad y ganarse la atención del público desde el principio (Brassel, 2013). 5.5.2 El saludo
Son cuatro partes que componen la actuación de un buen orador, estas son: -
El saludo El principio Desarrollo del tema Final
Se debe iniciar cualquier exposición en público con un saludo ordenado y formal, acorde a la ocasión, que incluya, en primer lugar, un agradecimiento a quien haya hecho la presentación del orador; a continuación dirigirnos a quien preside el evento; si existe un presídium hacer un saludo general a sus integrantes y finalizar con una mención al público en general. Cuando los integrantes del presídium han sido presentados previamente, solo se debe saludar al principal y luego hacer un saludo genérico al resto: “Distinguidos integrantes del presídium…”, si se diera el caso que estuvieran dos o tres personas muy distinguidas se podría hacer mención de ellas, procurando no personalizar cada saludo y que esto retrase lo
importante, el mensaje del orador. Es importante mencionar primero el nombre y luego el puesto que ostenta. Se debe cuidar las formas de saludar, por ejemplo “Muy queridos y apreciados amigos”, muestra falsedad hacia el público, a menos que sea una reunión de verdaderos amigos. Lo más recomendable será iniciar por ejemplo “damas y caballeros…”, “distinguido público presente…” Puede ser improcedente saludar con un “buenos días” o “buenas tarde”, el orador se expone a una contestación del público lo que haría que perdiera presencia en el escenario. Al subir al escenario es cuando se genera mayor nerviosismo, este es energía producida por el cuerpo en demasía, para deshacerse de esta, el orador dispone la voz. Se recomienda ampliamente que el saludo se con voz fuerte y firme, esto ayudará en dos sentidos: 1. Desfogará el nerviosismo inicial 2. Atraer la atención del público, una voz firme demuestra que se conoce del tema y muestra seguridad (Brassel, 2013). 5.5.3 El principio
Ésta es la parte más favorable al orador, ya que la mayoría estará poniendo atención a sus palabras. Hay que aprovecharla colocando una frase llamativa, interesante, conmovedora, que capture la atención del público de no ser así seguramente muchos ignorarán el mensaje dado. Para la selección de una frase se tiene que ser cuidadoso, que sea alusiva al tema a desarrollar y mencionar si es de la autoría de alguien más. Algo que también puede funcionar es lanzar una pregunta, la cual sea contestada con el desarrollo del tema, habrá que tener cuidado d que la respuesta no sea un sí o un no, ya que si la pregunta los introduce al tema los presentes seguirán tus razonamientos. Una recomendación es hacer un silencio entre el saludo y la frase de inicio, en la oratoria los silencios anuncian algo importante y atraen la atención. Otra fórmula es iniciar el discurso con la frase y posterior dar los saludos. Se debe tener en cuenta que la frase sea corta, ya que si es demasiada larga, el público puede interpretar que se le olvidó el saludo y está tratando de enmendar el error. Otro aspecto importante es desechar las excusas, tales como: “No soy buen orador, pero…” o “me avisaron apenas, no pude preparar un discurso”. Esto puede caer mal al público pensando que se someterán a algo tedioso y sin sentido, perderán el interés y el orador fracasará (Brassel, 2013). 5.5.4 La construcción del mensaje
El orador al pararse frente al público debe estar seguro de tener algo interesante que decir. Para esto lo primero será seleccionar el tema, para esto debe tener en cuenta tres caminos que seguir:
1. Depende de la ocasión. 2. Ser invitado a una reunión y hablar sobre un tema en particular. 3. Cuando se es invitado a hablar de un tema libre. Lo más deseable es y será hablar de lo que el orador sepa, conozca, domine y entienda ampliamente. Una vez seleccionado el tema sigue establecer la finalidad del mensaje, existen 4 opciones: a) b) c) d)
Informar Convencer Mover a una acción determinada Entretener
En seguida se debe desmenuzar el tema, anotar las preferencias del orador, los intereses de éste, así como los intereses del público, para esto es indispensable saber qué tipo de público tendrá (genero, posición social, ideología, nivel cultural, etc). Si se parte de un tema conocido por el público, se deben buscar aspectos novedosos del tema. Un aspecto a considerar es el de ejemplificar con situaciones reales que sean entendibles, ya que es fundamental en la oratoria ser claros y precisos en lo que se dice, de dos a cinco ideas son suficientes, no extenderse mucho para evitar redundancias y con esto el aburrimiento. En este sentido, se deben evitar palabras técnicas que determinado público desconozca, omitir extranjerismos si es que existe una palabra local que signifique lo mismo, nada de lenguaje vulgar. Para lograr estos cometidos es preciso enriquecer el vocabulario, esto se logra a partir de la lectura constante, así como de la preparación del tema, sin embargo, se deben evitar usar palabras que aún no se domine bien, esas se deben ensayar bastante antes de expresarlas para evitar confusiones o mala pronunciación. Para la preparación del tema, es necesario contar con fuentes fidedignas. Una vez teniendo claras las ideas, es necesario evaluarlas y someterlas a criterios de validez sólida, valiosa e importante. Cuando se logré la construcción del mensaje este debe ser ensayado muchas veces hasta dominarlo completamente. No es recomendable memorizar todo el mensaje, ya que si se nos llega a olvidar una idea podríamos perder la ilación del discurso. Es mejor mantener ideas claves grabadas en la memoria, para esto se recomienda el uso de nemotécnicas (Brassel, 2013). 5.5.5 El final y el contacto visual
El orador debe tener en cuenta la importancia del final de su discurso, ya que lo último que se dice sobre el escenario es lo que el público tendrá más a la mano para juzgar la actuación del locutor. En lugar de un común “gracias” se sugiere colocar una frase de alto impacto, ésta puede ser la misma con la que se inició la participación, dando de conocimiento que se comprueba la tesis expuesta. Esta propuesta se debe dar dejando unos instantes de silencio,
creando expectativa, diciendo la frase y luego el autor de la misma, se puede pronunciar dándole diferente tono de voz, con mayor énfasis. También es básico establecer todo el tiempo contacto visual con los asistentes, con esto se mostrará la sinceridad de las palabras dichas y se logra dar la impresión de un dialogo personalizado con el público. Es recomendable mantener la mirada con cada persona unos instantes, si fueran grandes grupos, se puede tomar por grupos, guiando la mirada hacia cada uno dando la idea que se ve específicamente a alguien (Brassel, 2013). 5.5.6 La respiración y la voz
Saber utilizar la respiración profunda, diafragmática, llenando los pulmones de aire, es primordial para reducir la tensión nerviosa, mejorar el buen uso de la voz y la salud en general. Para el apropiado manejo de la voz, se recomienda cuidar la dicción; pronunciación, darle a cada letra su sonido correcto; puntuación, hacer pausas en los momentos apropiados, y el fraseo, completar las frases y oraciones sin interrupciones intermedias. En cuanto a la modulación de la voz, que incluye tono, volumen y velocidad, su adecuado manejo dependerá primordialmente del uso del gran secreto de la oratoria: la emotividad, que a su vez es el antídoto de la monotonía (Brassel, 2013). 5.5.7 Movimientos del cuerpo y ademanes
No existen movimientos neutros en la tribuna, cualquier desplazamiento servirá para cualquiera de dos posibilidades: atrapar con mayor atención al público en el mensaje o confundirlo y distraerlo. Todo movimiento del expositor deber ser: intencional, congruente con el mensaje, solo cuando sea necesario, sin romper el contacto visual y natural. Los ademanes son casi tan importantes como la voz, ya que alimentan al sentido de la vista, el más dinámico medio de percepción, pero tienen que ser adecuados para reforzar el mensaje, evitando que distraigan o confundan al espectador (Brassel, 2013). 5.5.8 La improvisación
Un reto frecuente para el expositor es la improvisación, y hay que aceptarla cuando no esté fuera de tiempo, circunstancia o autoridad. Ante esta necesidad se debe preparar una frase de inicio, una final y dos o tres ideas intermedias, pudiendo usar la secuencia de tiempo; hablar de causas y sus efectos, o darle tratamiento al problema del tema, donde se analiza el problema, se aporta una solución y se invita al público a seguir la propuesta. Para no ser sorprendidos en cualquier reunión donde sea invitado, se debe pensar en la posibilidad de ser invitados a tomar la palabra y tener que improvisar, así que se debe llegar
preparado. Hay que recordar que la improvisación en una valiosa oportunidad de practicar y de lucirse (Brassel, 2013). 5.5.9 Situaciones desfavorables
Algunas situaciones desfavorables que el orador tiene que enfrentar son el lugar, ya que algunos no están acondicionados para realizar la actividad correctamente, el sobre cupo, las condiciones físicas y climatológicas pueden perturbar la acción del expositor. Previendo tales situaciones, es importante conocer las condiciones en las que se presentará la ponencia. Otra situación es el público distraído o ruidoso, para contra restar esta situación se recomienda subir o bajar el volumen de la voz; mantener inmóvil el contacto visual en las personas causantes del desorden, llegando incluso a guardar silencio con la mirada fija en ellos; hacer algún movimiento inesperado; emplear una frase que resalte la importancia del mensaje para los asistentes. Para el público cansado, una anécdota cómica que los haga reír puede ser de utilidad. Si a pesar de todos los asistentes del evento no responde, precipitar el final es la mejor opción. Ante una laguna mental, la recomendación es encerrar el problema en nosotros, respirar profundo, simular tos, tomar agua, y si no llega la idea improvisar buscando enganchar la idea con el final. Hay que recordar que las lagunas mentales se deben a la falta de preparación del tema y al escaso ensayo que se hace de este (Brassel, 2013).
REFERENCIAS Ruelas, C. (2000). Comunicación oral y escrita. México. Brassel, C. (2013). Las mejores técnicas para hablar en público . México: Random House Mondari SA de CV. Cabrera, J. (1999). Oratoria. En M. López, Semblanza Cívica II (págs. 355-369). Puebla, México: Gil editores.