A tierra el material

Page 1

A TIERRA EL MATERIAL ! Humberto Eliash Díaz 1° edición: diciembre de 2007 2° edición: abril de 2011

1


A TIERRA EL MATERIAL! (ESTOS CUENTOS ME SON FAMILIARES…)

El titulo que lleva esta publicación “A tierra el material!” está sacado de la frase típica de mi padre cuando llegábamos a algún lugar y había que bajarse del auto o de la micro. “A tierra el material” es un homenaje al oso que falleció el año 2007 para gran pena de toda la familia. El libro se origina en la celebración de los noventa años (7 de agosto de 2007) cuando a mi hermano Hugo se le ocurrió la feliz idea que cada uno de nosotros escribiera algo relativo a la historia de esta familia para leer en la fiesta de celebración del oso. Ahí me animé a escribir los primeros tres cuentos, uno relativo a mis abuelos, otro a mis padres y otro a mis hermanos. Luego me entusiasmé y escribí los otros. Las historias son 100% reales aunque pueda haber alguna licencia literaria “sin querer queriendo”. Los cuentos están dedicados a los más jóvenes de la familia porque los recuerdos son el mejor (y el más barato, seamos sinceros…) patrimonio que les podemos dejar. Es un testimonio antes que el doctor Alzheimer nos haga polvo y nos olvidemos de que los buenos recuerdos finalmente es lo que importa. Lo demás se olvida. Estos son los cuentos: 1 La ruta de los cementerios 2 Cesante por culpa los sombreros 3. El corte de pelo al estilo del oso 4. Lo importante es comer 5 Busco mi destino en una Vespa 6. Camioneros de verano 7. Los nombres 8. Lost 9. La casa azul 2


1. LA RUTA DE LOS CEMENTERIOS

3


LA RUTA DE LOS CEMENTERIOS Uno de los recuerdos que más atesoro de mi niñez como algo poco común y en cierto modo bizarro es la visita sagrada a los cementerios. En Tocopilla, en Antofagasta y en Santiago eran rituales cargados de contenidos familiares y de significados trascendentes y profundos… Yo no conocí a ninguno de mis cuatro abuelos pues tuvieron la mala idea de morirse antes que yo naciera. Esto se explica en parte, porque mis padres se casaron viejos y en parte, porque a la gente de antes le gustaba morirse temprano para no tener que vivir los cambios del mundo que ellos amaron y que les daba pena ver destruirse. De esta forma se exponían menos a la muerte por soledad, abandono o demencia senil. La forma de expresar afecto a estos abuelos desconocidos era a través de unas flores y unos rezos que depositábamos junto a mis padres religiosamente en sus respectivas tumbas cada aniversario de sus muertes. De haber conocido al aventurero Alexander fundador de esta dinastía le hubiera otorgado el merecido título de “Mi personaje inolvidable” del Reader¨s Digest porque le conozco más cuentos que a Pedro Urdemales, El Zorro o Joaquin Murieta. Mientras más pasa el tiempo más se redime, se le van perdonando sus pecados y poco a poco se va convirtiendo en mito… A mi abuela Maria Mardonia o María Cruz la conocí sólo por un dibujo a carboncillo que hizo el tío Benjamín. Sospecho que utilizó carboncillo fue porque ella era muy morena, ya que de haber sido rubia habría usado acuarelas de colores que también dominaba muy bien. Murió a los 36 años. Mi madre nunca habló de Roberto Díaz, su padre, y sí hablaba de su madre, Rosa Elvira, quien murió de un ataque de tos a los 33 años dejándola huérfana junto a la tía Dina y al tío Angel tempranamente como la abuela Mardonia a sus hijos. La osa falleció a los 88 años y el oso a los 90 lo cual demuestra los avances de la medicina y la evolución de la calidad de vida familiar. De paso alcanzaron a ejercer de abuelos de los 15 nietos que les dieron sus 3 hijos. Mi abuelo de carne y hueso, no los imaginarios que nunca conocí, aunque prestado, fue en realidad mi tío abuelo Segundo Alburquenque que no solo por su edad y pinta de abuelo de cuentos, sino por su cariño y su amor 4


infinito hacia sus nietos reales y postizos. Agradezco a mi tia Rosa, a la Maruja, la Wallis y el Wito por habernos prestado un abuelo tan inigualable que nos entregó calor humano del bueno con olor a puerto y a madera recién cortada… Recuerdo un día que mi padre nos llevó a visitar un pequeño mausoleo de la comunidad china donde estaba sepultado el abuelo. Era una calle arbolada en un sector muy hermoso del cementerio general de Santiago. Le llevamos flores y nos contó que ya estaba reconciliado con él pese a que los habia abandonado cuando mi padre tenia 14 años y tuvo que hacerse cargo junto a su hermana, la tia Rosa, de mantener y educar a sus cuatro hermanos menores. La verdad nunca nos contó demasiados detalles de la vida de su padre no sé si porque no los sabia o porque prefería olvidarlos. También recuerdo un día que fuimos a visitar con María Elena, Elisa y Olivia al abuelo Valentín al cementerio de Valparaíso frente a la vieja cárcel. Después de dar varias vueltas buscándolo, encontramos la tumba y les dijimos aquí está el abuelo. Concluida la visita Olivia de ocho años miró la tumba y nos dijo: - Ya pues llevemos al abuelo a la casa..a eso vinimos o no? - Silencio….todos nos miramos sin saber que decirle… Este cementerio al igual que el de Tocopilla y el de Antofagasta donde están la mayoría de nuestros antepasados están frente al mar y siempre pensé que los muertos igual deben apreciar estar descansando con vista al mar! Conclusiones: 1) es mejor tener un abuelo prestado que no tener ninguno… 2) el ritual de los cementerios es un poco macabro pero ha servido para que los vivos nos sigamos encontrando y viendo cómo envejecemos. 3) La alternativa de la cremación ha llegado a nuestra familia, ojala que no termine matando el ritual de los cementerios.

5


2. CESANTE POR CULPA DE LOS SOMBREROS

6


CESANTE POR CULPA DE LOS SOMBREROS Como todo el mundo sabrá desde el comienzo de la “belle epoque” en los años 20 se comenzó a usar sombreros en las cabezas de hombres y mujeres. Eran símbolo de funcionalidad y de elegancia. El oso trabajó como contador en la más grande fábrica de sombreros de la ciudad ubicada en Copiapó 770 de los hermanos Chahuán. Hace poco me encontré con el abogado Sabas Chahuán – hoy flamante Fiscal Nacional - en la inauguración del nuevo edificio de la Facultad de derecho de la Universidad de Chile y me contó que él conoció y admiró mucho a mi padre, cuando él de niño también visitaba la fábrica. El era el hijo del dueño, yo el hijo del contador pero ambos compartimos la fascinación por las máquinas, los ruidos y los olores de la vieja fábrica. La máquina Underwood que usaba mi padre en aquella fábrica aún la conservo pues en ella aprendí a teclear y en ella escribí mis primeros trabajos universitarios. Está en mi oficina junto a mi primer Mac, donde Marielena, Elisa y Olivia aprendieron a teclear sus primeros trabajos escolares. En los años 50 los sombreros lentamente salieron de las vitrinas y de las cabezas de la gente quedando relegados a ocasiones tan especiales que prácticamente no se usaron más. Recuerdo que en casa había muchas cajas cilíndricas de cartón que contenían los sombreros del oso. Poco a poco fueron despareciendo y hoy no queda uno ni de muestra. Esta situación, pese que nuestra casa estaba poblada de grandes cajas de sombreros, no presagiaba nada bueno… el negocio llegaba a su fin. Hoy es más fácil comprar una peluca que un buen sombrero. El punto es que un buen día -malo para el oso - se quedó sin pega. Pero, para no preocupar a nadie, sin contarnos nada, sin alterar el ritmo familiar, continuó saliendo a la misma hora de siempre cada mañana vestido de traje, sombrero y corbata, como si fuera a la fábrica a trabajar. En realidad salía a la ciudad pero sin rumbo fijo a dejar su Curriculum Vitae y concertar entrevistas para un nuevo trabajo. En esa época no era tan fácil como colgar un Curriculum Vitae en la página web o buscar en internet. Caminaba todo el dia y volvía agotado pero con el sombrero y la corbata bien 7


puestos. La mayoría de las veces regresaba sin conseguir nada pero disimulaba su desánimo para no preocupar a mi madre y a nosotros. Recuerdo esto con pena y orgullo. Pena por imaginar al viejo saliendo sin rumbo fijo a buscar un laburo digno que era difícil encontrar en una ciudad hostil, grande, sin amigos, ni parientes, ni pitutos a quien recurrir. Y con orgullo de saber que mi viejo era capaz de hacer tremendo sacrificio por su familia que éramos su objeto de culto y de sostener una mentirilla para trasmitirnos seguridad y confianza… Conclusiones: 1) Hay que estar siempre bien informado y cambiarse de pega antes que pase de moda la actividad donde uno trabaja…. 2) No boten su primer notebook. Tal vez algún día sus nietos lo conserven junto a una nueva máquina que será como la tatara tatara nieta de la vieja Underwood del oso.

8


3. EL CORTE DE PELO AL ESTILO DEL OSO

9


EL CORTE DE PELO AL ESTILO DEL OSO Mi madre, la “Raquelita”, la “Osa” o la “Raka” no completó su educación pero era como si tuviera un master en ahorro energético. Viniendo de una familia que vivió con estrecheces económicas eso le salía muy natural. Ahorraba en el jabón para lavar, en el aprovechamiento del agua, en la reutilización de la ropa etc. Mi padre, “el tio Humberto”, el “Oso” o “ Chumbe” quien también venía de una familia que tuvo que vivir con muchas apreturas económicas, tenía un Ph D en “Tecnologías de reciclaje y eficiencia energética” y era aún más experto que mi madre en prácticas para ahorrar. Andaba por la casa cerrando llaves de agua que goteaban y apagando luces detrás de nosotros. Cuando por las noches estábamos jugando en una habitación y salíamos a otra, al volver a la primera mi padre ya había apagado la luz y estaba en la puerta preguntando quien la había dejado prendida. Otro ejemplo es lo que hacía con las gallinas que él mismo criaba. Las mataba y las aprovechaba al 100%: nos comíamos todo lo que un ser normal se come de una gallina, pero también con los “contres” hacía saltado, con el hígado hacía paté, con las patas hacia sopa y además guardaba las plumas por si acaso servían para algo. Sin embargo todo ello no bastaba para sacar adelante a una familia de clase media provinciana emergente y por tanto tenía que discurrir nuevas fórmulas de ahorro. La más clásica era hacernos subir a una micro haciéndonos agachar al entrar para hacerle creer al conductor que éramos trillizos de la edad del Bubu y asi pagar solo por los adultos. A veces salíamos con mis primos la Rosy, la Pachi y el Tavi y ahí era más difícil hacernos pasar por sextillizos pero siempre se las arregló para pagar menos. A mí, que era el mayor y por tanto un poco más alto que mis hermanos, me costaba más llegar a ponerme a la altura del menor. Entonces me hacia practicar en la semana una forma de caminar agachado manteniendo la espalda recta, caminando como pingüino. Era bastante ridículo pero muy eficaz para el ahorro: ahorraba como 10 centavos al mes.

10


Una tarde de fin de mes mientras, ya estrujado el bolsillo, estrujaba su imaginación para ahorrar más dinero nos miró todos chascones y… Eureka!!! dijo les cortaré yo mismo el pelo, con una máquina manual (no había eléctricas entonces) y me ahorraré al peluquero y también ahorrare agua, shampoo y gomina... “de paso tengo entretención gratis porque cacho que falta mucho tiempo para que llegue la tele …” Se compró una máquina infernal que era igual a una máquina de cortar pasto pero en miniatura. La diferencia es que el pasto recién cortado no tiene que enfrentarse a sus compañeros el día lunes. Su impericia peluquera y su falta de conocimiento de la moda de entonces nos convertía en nerds o perfectos idiotas que éramos el hazmerreír de los chascones y melenudos de nuestros compañeros del Colegio Murialdo. Yo era un fanático de los Beatles pero mi pinta y mi corte de pelo jamás dieron cuenta de ello. Ninguno de nosotros, ni siquiera mis primos, podía escapar de tal suplicio excepto cuando estábamos de vacaciones en Antofagasta y mis tías nos mandaban a cortar el pelo con Ignacio, el japonés apodado el “erizo” que era un artista del cabello hasta que un mal día se le ocurrió ahogarse en La Portada. Ahí volvimos a las manos del oso, ahora con el Tuqui como la cuarta víctima del asesinato en serie. Una vez el tio Tuco nos llevó a nosotros tres más su hijo, el Tuqui a cortarnos el pelo en la galería Mónaco en Santiago. Al Tuqui lo cortaban al rape con un mechón en la frente. Primero me cortaron a mí, luego al Hugo y luego al Tuqui. Cuando le tocó al Bubu el peluquero le preguntó al tio Tuco..¿Igual? refiriéndose a si le cortaba igual como lo tenia es decir con la partidura al lado izquierdo. Y el tio le dijo si, pero el peluquero en realidad preguntaba si le cortaba igual que al niño anterior y como recibió un contundente sí le cortó igual que al Tuqui es decir rapado con un mechón en la punta…!!!! El bubu estuvo sin hablar al tio Tuco varias semanas. El Wito que ya estaba en la universidad era el que más se reia de nosotros. Nos decia: -Le dijeron al peluquero córteme regular y les entendió tíreme a cagar Ja..Ja..Ja…Ja… Nuestra “venganza” vino años después cuando llegó al barrio Recoleta un vecino de nuestra edad llamado el Tito de quien nos hicimos amigos. Para congraciarnos con él le ofrecimos los servicios gratuitos de mi padre para su 11


corte de pelo….Je je je je la venganza tarda pero llega… Después del primer corte …no lo podía creer… en la calle donde vivíamos le gritaban de todo …Pelao ahueonao!! Cabeza de milico!! Quién te cortó el pelo tonto hueón! El mal agradecido no quería salir a la calle…al final su madre le tejió un gorro de lana y pudo ir al colegio. Por supuesto, le prohibió vernos a nosotros por un buen tiempo pero al final, cuando ya le creció el pelo se le pasó … Ahí comprendimos la magnitud del “look” que nos estaban inflingiendo. Fue horrible para nosotros pues era el periodo en que pasábamos de ser niños a adolescentes, y cada detalle de esos era muy importante para nuestra autoestima, virilidad y seguridad.

Conclusiones: 1) Ahorrar es más importante que andar a la moda (según el oso) pero no hay que exagerar. 2) Estoy cotizando máquinas de cortar pelo para las mellizas y así ahorrarme unas cuantas lucas…

12


4. LO IMPORTANTE ES COMER …

13


LO IMPORTANTE ES COMER … Que en esta familia el amor se expresa con comida es una verdad del porte de un buque. No hay mejor forma de expresar el cariño que preparando una buena comida como lo demuestran las fotos que ilustran este texto. En la foto blanco y negro aparecen mis padres junto a los tios Lleco y Olga y Hugo Lobos e Irma Madariaga. En la foto color aparece el oso comiendo en casa del Bubu. Recuerdo que cuando llegaban a instalar el teléfono en casa, cosa que era extraordinariamente difícil y demorosa en aquellos tiempos, mis padres le ofrecían a los maestros bebida y algún queque preparado por mi madre en señal de agradecimiento. Los tipos no lo podían creer y se quedaban fascinados. Lo mismo a los del gas, los que llevaban el refrigerador nuevo o los de la mudanza cuando nos cambiábamos de casa. El oso y la osa siempre nos prodigaron amor a través de la comida. Podía ser un simple queque para llevar al colegio o un exquisito manjar para algún cumpleaños o celebración especial pero siempre había un cariño especial donde el rito del comer y compartir superaba ampliamente la función alimenticia. La expresión del amor a través de la comida implica el desarrollo de ciertos códigos que no son fáciles de aprender, por ejemplo: Dejar comida en el plato significa un desaire para el dueño o dueña de casa que puede ser voluntario, para el que conoce el código, o involuntarios, en cambio, para los que no lo conocen. Llegar a la casa y decir que no tienes hambre cuando te ofrecen de comer significa que algo malo te ocurrió y no quieres contar. Si no has visto a alguien hace mucho tiempo y quieres decirle que lo extrañas mucho no se le dice –“te quiero mucho y de extrañe todo este tiempo que estuvimos alejados…” sino que le preparas una comida bien elaborada que tú sepas que le guste mucho o lo invitas a un buen restaurant sino sabes cocinar. Dejar el plato vacío es señal de profundo agradecimiento por el cariño recibido. Pedir repetición es decir: ¡te quiero muuuuuucho! Botar comida es pecado mortal.

14


En esta familia se evalúa la calidad de una línea aérea no por la seguridad de los aviones ni por la puntualidad de los vuelos sino por la comida que sirven. Yo ostento el titulo de ser unos de los peores para cocinar. Creo que solo me superan el tio Tuco y el Bubu. Puedo hacer un plato de tallarines sólo si leo cuidadosamente las instrucciones del envase. Ellos, ni con eso. Sin embargo ante nuestra incapacidad para expresar amor a través de la comida hemos debido desarrollar otras expresiones de cariño como ofrecer un buen cigarrillo (el Bubu) o escribir estos cuentos por ejemplo. Quizás algún día se concrete el anhelado recetario familiar que hace años prepara Mey en Los Ángeles con los mejores platos del arte culinario familiar. Será un aporte a la cultura de occidente y un justo homenaje a nuestro abuelo fundador de la dinastía que al parecer cocinaba como los dioses. Para la Wallis el mejor plato es el pejesapo con salsa de zanahorias hecho por su madre. Para el Hugo es la carne al vapor con arroz blanco preparado por el oso Para el tio Tuco el saltado de huevo con tocino y los saltados de lechuga y de contres de pollo. Para Elisa las empanadas de queso de la osa. Para el tio Lleco las empanadas de caracoles sacados a mano. Para la Lleca todos los saltados hechos por mi tía Rosa, su madrina. Para la Mey el saltado de choclo y tocino. Para mí las jaivas con salsa verde de la mamma y el saltado de choclo con tocino del oso igual que la Mey.

Conclusiones: 1) si usted quiere entrar a la familia, vaya aprendiendo a cocinar…y apréndase los códigos milenarios que rigen sus comportamientos. 2) Solo un milagro de la biología hizo que nosotros, que fuimos colmados de cariño, no seamos obesos mórbidos.

15


5. BUSCO MI DESTINO EN UNA VESPA

16


BUSCO MI DESTINO EN UNA VESPA Un buen día mi padre y su hermano Alejandro se aburrieron de ser peatones y, como comprar un auto era prácticamente imposible para ellos en aquella época, decidieron comprarse una motoneta. Así apareció una tarde en casa una flamante motoneta Vespa color gris plata. Para nosotros fue el juguete del año, nos subíamos a ella y en nuestra imaginación recorríamos el barrio, la ciudad y el mundo cual protagonistas de la película “easy rider”. Uno “manejaba” y el resto- que incluía a toda la pandilla de amigos del barrioiban atrás. Le pegábamos dibujos, subíamos nuestros bolsos, subíamos al perro con un casco que le hicimos con medio melón tuna, etc. Mi prima Ayleen recuerda que la motoneta llevaba una calcomanía que decía: “más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto”. Pasaban y pasaban las semanas y la motoneta seguía en su lugar sin que nadie la usara salvo nosotros para subirnos a ella pero con prohibición absoluta de moverla. Antes de ese día solíamos hacer micros usando las tapas de ollas como volante y las sillas del comedor alineadas atrás donde mis hermanos y primos hacían de obedientes pasajeros. Pero tener una motoneta de verdad en el antejardín era lo máximo que nos podía ocurrir. Escuchábamos decir a los adultos que ellos estaban haciendo un curso para manejar motos pero como siempre fueron muy reservados no había certeza de nada pues no afirmaban ni desmentían nada. Pero un domingo de primavera la inamovilidad de la Vespa llegó a su fin. Temprano en la mañana llegó el tío Lleco vestido deportivamente a buscar a mi papá. Se prepararon muy bien cual si se tratara de hacer una expedición a conquistar el Everest. Se arroparon bien, cubrieron sus cabezas con jockeysaún no era obligatorio el uso de casco- cargaron un bolso con sandwiches de pernil con palta, jugo de naranja hecho por la osa y se fueron en la motoneta con rumbo desconocido. La tarde pasó volando para nosotros que ese día teníamos una pichanga en la calle Nicolás de Gárnica contra los de la calle de atrás. Para los motoristas sin embargo había sido una tarde muy pero muy larga.

17


Cuando la noche cayó sobre Santiago y mi madre ya no daba más con su angustia por la tardanza de los motoristas sentimos un ruido en la puerta. Eran ellos, los “hermanos sin dolor” que llegaron en silencio y sin decir esta boca es mía se fueron al dormitorio. Nosotros estábamos acostados y escuchábamos desde abajo de las sábanas que mi madre les preguntaba: -Y qué les pasó que llegaron en esta forma? -Silencio -Por que llegaron tan tarde? -Silencio -Quieren ducharse? - Silencio -Quieren comer? -Silencio El problema es que venían más machucados que membrillo de colegial…machucones que sangraban por todas partes. Y más encima llegaron sin la motoneta….¿Qué había pasado? Habían hecho una mala maniobra se habían caído y rodado en el Cajón del Maipo. La motoneta la dejaron en un taller mecánico que apareció milagrosamente en el camino. Nunca me expliqué porque fueron tan lejos a practicar cuando podrían haber ido al parque Cousiño o la Quinta normal que quedaban más cerca de casa. Los primeros días nos reíamos en silencio con la complicidad de mi madre. Después de un tiempo nos reíamos en sus caras y se lo contamos a medio mundo. El problema más grave fue que no escarmentaron. La escena se repitió semana tras semana dando pruebas de su inconmensurable y masoquística capacidad de resistir los golpes de una moto que, cual potro salvaje, se negaba a ser domada. Un anónimo vecino que suspiraba por la motoneta estacionada en el antejardín al fin cumplió su sueño cuando mi padre accedió a vendérsela y quitarse un problema y un mal recuerdo de encima. Ese día Dennis Hopper y Peter Fonda pusieron fin a su etapa de búsqueda de un destino… El destino, por ahora, era volver a ser peatones…

18


6. CAMIONEROS DE VERANO

19


CAMIONEROS DE VERANO Durante muchos años las vacaciones de verano nos reuníamos todos los primos Eliash, Alburquenque en Tocopilla primero y luego en Antofagasta. El mejor aliciente para aprobar el curso durante el año era pasar las vacaciones en el norte. Dos meses completos de vacaciones! Según anduvieran las finanzas de la familia las opciones eran viajar en avión, en bus y.. cosa inédita hasta entonces… en camión. A dedo nos tenían terminantemente prohibido por eso mi primer viaje a dedo fue en Europa cuando recién titulado me fui desde España a Suecia haciendo autostop. El viaje en cuestión comenzó el 1 de enero con un bocinazo del camión que nos pasaba a buscar por el departamento de Arturo Prat. Huguito, Titín y Betito estaban preparados y peinaditos con gomina Brancatto por la Osa desde muy temprano. A las 9 de la mañana sonó el citófono: -Hola!!! están listos los hermanitos Eliash???? -Los hermanos Encina los estamos esperando!!! -Ya… dije yo -estamos…dijo Hugo -listos…dijo Titín Por algo en el colegio nos decían que hablábamos como los sobrinos de Pato Donald. El tío Benjamín les había pedido a sus amigos, los hermanos Encina, dueños de un par de camiones de carga que viajaban normalmente de Santiago al norte que nos llevaran ese verano a Antofagasta. Mi madre nos despidió como si fuéramos los soldados Ryan que van a la guerra y que no nos iba a ver nunca más. Nos hizo los bolsos el día antes con harta ropa, libros, termos, revistas lápices de colores, block de dibujo, cortauñas, linterna, etc, etc. Nos preparó tremendos sandwiches, postres y jugos naturales. - No te preocupes, dije yo - mamita, dijo Hugo

20


- si no tenemos hambre, dijo Titín - Está bien pero llévenlos igual y le convidan a los Encina que son tan buenos con ustedes…, dijo la Osa besándonos a cada uno en la mejilla. Por supuesto a la altura de Quilicura ya no quedaba ningún sandwich con vida. Mi padre aprovechó que no le iban a cobrar sobrepeso de equipaje como en los aviones o los buses, para enviarles un par de sandías de Paine a cada una sus hermanas aparte del consabido saco de maní, una docena de alcachofas, dos garrafas de chicha de Curacaví y un par de cajas de tomates y paltas verdes para que maduraran en el camino. Que quede claro: en esta familia el cariño se expresa con comida. Afuera un enorme camión Ford nos esperaba para iniciar la aventura del año. Pasamos primero a cargar madera a una barraca en la Gran Avenida. Para los hermanos Encina este era un viaje de rutina que hacían todas las semanas desde hacía años. Para nosotros todo era nuevo: nos sentíamos como Aldrin, Armstrong y Collins entrando a la nave espacial que los llevaría a la luna. Descubrir todos los comandos de la cabina, ver el mundo desde más arriba de lo normal… compartir historias con los camioneros…todo era especial. La primera parada fue en Los Vilos para darle de comer a la tripulación y darle de comer al camión. Entramos a un restaurant de camioneros con bar para camioneros, baños para camioneros, etcétera para camioneros. Los hermanos Encina pidieron churrascos para todos. Unos pidieron churrasco completo, otros con palta y tomate, otros con lechuga, mayonesa y ají. Hugo se quedó pensativo pues no sabía lo que era un churrasco. En casa, aunque éramos muy carnívoros, no se usaba esa palabra. Por su cabeza, que ya en esa época llamaba la atención por su significativo tamaño, pasaron muchas y variadas ideas: -“ churrasco”… debe ser algo achurrascado pensó…mmmmmh no me tinca…..o algo que ver con churros mmmmhhh na que ver a esta hora... chuta qué hago..entonces dijo: - No, no quiero churrascos! Qué otra cosa puede ser? -Quedan porotos con rienda de almuerzo de ayer, dijo el mozo

21


Cuando llegaron los platos (de camioneros) se quería morir. Todos disfrutamos de un enorme pedazo de carne jugosa que se caía del plato y él resignado y cabizbajo frente a un plato de porotos con riendas. Nunca más olvidó lo que eran los churrascos. Seguimos el viaje hasta que el sueño venció a los choferes y decidieron dormir arriba del camión en medio de la nada. Para ellos una noche cualquiera, para nosotros fue mejor que dormir en un hotel cinco estrellas con vista al mar. Al día siguiente seguimos el viaje felices y contentos hasta llegar al puerto de Coquimbo donde nos bañamos en la Playa La Herradura y comimos pescados y mariscos frescos. La segunda noche nos pilló entre Chañaral y Tal tal. Era una noche ventosa y estrellada. Encina n° 3 estacionó el camión a un costado del camino para que pudiésemos contemplar la noche en el salar y de paso orinar. El cielo estrellado y el silencio del desierto nos conmovieron. - Cañeríademilicoelquenomeanotienepico!!! gritó dando un salto hacia la berma del camino. Y todos salimos muy obedientes a orinar cerca del camión. Ahí aprendimos que hay que orinar de modo que te de el viento en la espalda, sino … se pueden imaginar el resultado. Estábamos en plena operación sacudida cuando nos llamó la atención una placa blanca con flores secas en medio del desierto: - qué es, dijo Titín - esa cosa, dijo Hugo - blanca, dije yo - La tumba de unos compañeros muertos, dijo Encina n°2. Nos acercamos llenos de curiosidad y escuchamos asombrados la historia: Varios años atrás un camión se quedó en pana eléctrica y como llego la noche sin poder arreglar la batería el chofer y su ayudante decidieron dormir fuera del camión. La razón era que el camión sin luces era blanco de un posible choque y ellos se sentían más tranquilos durmiendo en sacos de dormir unos cuantos metros alejados del camión. Total era verano, en esa zona nunca llueve y hacia bastante calor. Durante la noche otro camión, que viajaba a Arica, estuvo a punto de chocar al camión que se le apareció detenido y sin luces. Sin embargo a último momento el chofer advirtió su 22


presencia y alcanzó a maniobrar para no chocar al camión estacionado, lo esquivó y tiró el suyo hacia la berma cayendo hacia la zanja del costado. En su caída aplastó al chofer y su ayudante que dormían ahí creyendo que era el lugar más seguro. La placa blanca era una lápida de cemento que pusieron sus compañeros camioneros en recuerdo de los fallecidos. - Cuando te llega la hora de morir la muerte te pilla donde estés, nadie puede escapar a eso, dijo Encina n°1. - Uuuuffff que historia tan trágica! dijo Encina n° 2 - Mejor nos vamos a dormir adentro del camión, dijo Encina n° 3. Y todos nos subimos entre asombrados y aterrados al camión. - Mañana será otro día, dije yo. Esa noche no pegue un ojo. Miraba la lápida a lo lejos y pensaba en los muertos del accidente. A cada rato miraba si nuestro camión tenía las luces encendidas, me llamaba la atención cualquier mancha blanca que veía a la distancia. En medio de la noche quise mear porque fui incapaz de bajarme del camión y tampoco quise despertar a nadie. Fue una noche eterna y terrorífica que no se la deseo a nadie. Llegamos a Antofagasta en la madrugada donde las tías y los tíos nos esperaban con desayuno de MILO caliente, huevos fritos, frutas y pan amasado. Estaban el Tuqui y la Mey. Nosotros descendimos del gigante camión y los miramos hacia abajo como un elefante mira a un gato. No recuerdo bien qué hicimos esas vacaciones seguramente fuimos con todos nuestros primos a acampar a la playa Juan López y a visitar a nuestros parientes a los cementerios de Antofagasta y Tocopillla. Creo que también viajé a Arica con mi amigo Chago Raby. Pero, lejos, lo que mejor recuerdo fue el viaje de ida y vuelta en camión. Al regreso la historia comenzó en forma similar a como había empezado. Nos pasaron a buscar al departamento de la Gran vía donde mis tíos nos habían preparado todo desde el día anterior. Tenían listas las cajas con alfajores, guayabas, mangos, 4 botellas de pajarete, 4 de pisco y 24 botellas de Ginger ale Lautaro, todo para traer a mis padres en Santiago como si la capital estuviera sitiada y no hubiera alimentos ni bebidas. Ya lo dije: en esta familia el amor se expresa con comida…

23


Esta vez el camión traía un cargamento de azufre desde Antofagasta al puerto de San Antonio. El olor a azufre era insoportable, cuando abríamos las ventanas. Si las cerrábamos nos moríamos de calor. El viaje no tuvo mayores inconvenientes. En Vallenar nos jugamos una pichanga en una improvisada cancha al lado del camino con otros camioneros. Nos dejamos ganar 6-2 porque tenían una mala pinta increíble y desconfiamos de su sentido deportivo para aceptar una derrota.“Sí mijito, si le creo…“ diría mi mamá…en su infinita sabiduría. Llegamos al puerto de San Antonio donde el camión descargó y empezamos el regreso definitivo a la capital en medio de un exquisito olor a eucaliptos. Ya relajados porque estábamos en la ruta 78 enfilando a casa, Encina n° 1 me dice a mí, el hermano mayor de los Eliash, que venía sentado a su lado: -Has manejado alguna vez? - No nunca… por qué? Yo tenía entonces 15 años -Bueno poh… llegó el momento de hacerlo. Siempre hay una primera vez para todo… así es la vida cabrito. Frenó bruscamente el camión y me puso al volante. Apenas me alcanzaban los pies. Ahora sí que me sentía como Neil Armstrong rumbo a la luna. Era una mezcla de nerviosismo paralizante y sublime felicidad. No alcancé a disfrutar mucho el paseo espacial y menos a alunizar cuando escuché un grito del Titín que venia sentado atrás y grita: - Los pacos…los pacos…frena y retrocede hueón!!! mientras se tomaba la cabeza y se hundía en el asiento para no mirar. - No.. no frenes…mejor acelera y escapemos, dijo el Encina n° 2 - Tai más hueón, dije yo, sintiendo que me corría un liquido caliente por entre mis temblorosas piernas. Efectivamente unos cuantos metros más adelante un par de carabineros nos hacía señas para que nos detuviéramos. - Hasta aquí no más llegamos!!! pensamos todos - Cagaste nos mandó saludos! dijimos todos al unísono. Cómo le explicaríamos a los pacos qué hacia un niño de 15 años manejando un camión de varias toneladas de peso. Con una habilidad increíble Encina se pasó al lugar del chofer mientras yo me pasaba por debajo de él al lugar del copiloto. Todo esto mientras el enorme

24


camión frenaba al costado del camino donde se encontraban los policías ya que con el ángulo ellos no podían ver que nos cambiábamos de chofer. El paco mayor se paró del lado del chofer y le dijo: -Sus documentos! Los revisó y también revisó lentamente el camión por todos lados hasta por debajo. Nosotros pensábamos… se habrán dado cuenta? Luego volvió y le preguntó con voz firme al chofer: - Adonde van? - A Santiago mi teniente! - Silencio - Nos llevai? -Uf!!! Respiramos todos aliviados. Eso era todo! - Bueno… súbanse atrás !!!! Sin la carga de madera, sin olor a azufre, sin sandías pero cargando a dos pacos desconocidos, los hermanos Eliash y los Encina llegamos a Santiago cuando el día domingo estaba muriendo y agonizaba el verano. Algunos árboles comenzaban a desprenderse de sus hojas muertas. Asi terminaban unas vacaciones inolvidables.

25


7. LOS NOMBRES

26


LOS NOMBRES La Onomancia (Conocimiento del destino de una persona según el significado del nombre, por el valor numérico y anagramático de las letras que lo integran) supone una relación entre el nombre de una persona y su sino. Los romanos decían “Nomen est omen” el destino está en el nombre. En algunas culturas ancestrales se pensaba que conocer el nombre de algo otorgaba poder sobre ello. O que pronunciar el nombre de una persona fallecida o ausente podía invocarla y traerla al presente. Sea que uno crea o no crea en estas cosas, lo cierto es que hay situaciones sorprendentes: ¿Sabía usted, querido lector, que Humberto es de origen germánico y significa Oso gigante? Sabía usted que Raquel es de origen hebreo y significa Oveja de Dios? Increíble no? Los nombres de esta familia tienen cuento, es decir tienen significados mas allá de su propia etimología y algunos tienen historias interesantes que con toda probabilidad los más jóvenes desconocen . Curiosamente en el libro “The Eliash name in history” encargado este año para indagar los orígenes difusos de esta difusa familia, encontré similitudes entre los nombres más frecuentes de los primeros inmigrantes Eliash venidos de Europa, Israel y Rusia y los de nuestra familia: Alexander, Benjamin, Rachel. Esto es una coincidencia no más pues ya sabemos que nuestro origen es chino y no judío. El ranking familiar de nombres es así: Los más chinos: Ayleen (que significa Ai- Lien: Amor y Flor de loto) Meyling (que significa Mey: Bella, Ling: sonido de campana) Los más gringos (ingles-norteamericano): Alexander (el abuelo) Wallis (por Wallis Simpson) Winston (por Winston Churchill) Los más italianos: Antonella Francesca GianCarlo Oriana

27


Marina (que viene del mar) Lucia (que viene de la luz) Los más judíos: Paz (Paz Eliash suena más judio que Paz Froimovich) Raquel (Rachel, uno de los nombres más frecuentes entre los inmigrantes rusos llegado a EEUU) Los más árabes: Kourosh: que nadie sabe qué significa Azita: que significa princesa Los nombres más comunes en la familia: María Los más raros: Dina, Rudecinda, Denton, Mardonia. Sobre el significado de los nombres la situación en esta familia es muy interesante. Por ejemplo Elisa significa La que Dios ayuda. Características: Se destaca tanto en su vida personal como en sus actividades, estudios o trabajo. Le gusta tomar decisiones y es de personalidad inquieta. Cuando desea llegar a sus objetivos sabe saltar los obstáculos del camino y llega a realizarse plenamente. Indica pragmatismo y necesidad de acción. Es propio de personas que resuelven por sí mismas sus asuntos, y que tienen a gala comportarse en todo momento de forma autónoma y libre de prejuicios.significa Emprendedora, realizadora la que siempre tiene la razón…. Además se llama Valentina, la valentía de Elisa es pública y notoria. El nombre Hugo está asociado a una persona emotiva y protectora. Mente impaciente, receptivo y sensitivo. Alejandro: Indica superioridad, fuerza y protección. Es propio de personas que necesitan salir de su ambiente cotidiano, buscar nuevas experiencias y cambiar de lugar de trabajo con relativa frecuencia, pues así se lo exige su ánimo inquieto y creativo. Catalina es de origen griego que significa de linaje puro. Son personas de naturaleza emotiva que todo lo aprovecha. Se expresan por medio del método, la ejecución y la jerarquía. Aman lo sólido, lo que crece y lo protege. Les gusta sentirse seguras.

28


Antonio: Nombre que indica cierta necesidad de consideración, sobre todo en el campo profesional, por parte de sus colaboradores. Es propio de personas que prefieren elaborar sus proyectos en grupo, pues valoran el punto de vista de los demás. El trabajo es lo más importante en la vida de estas personas. Raquel: Nombre de personas que con frecuencia pueden llegar a sentirse víctimas de una situación familiar o social. Aunque su deseo por aclarar cualesquiera mal entendidos hace que siempre logren restablecer la armonía. Yolanda: Naturaleza emotiva, amable y condescendiente. Suave, cordial, sagaz. Ama la armonía de las formas y los métodos persuasivos. Le gusta sentirse alabado. Segundo: Indica apartamiento y necesidad de huir, en determinadas ocasiones, de ambientes que cercenan su libertad y aplastan las iniciativas que pretende llevar a cabo, y que ha proyectado durante largo tiempo. Oriana: Es sensible, bondadosa y honesta. Le gusta reflexionar sobre la vida y siempre está dispuesta a ayudar cuando la necesitan. Es sociable, amena y muy querida por sus amistades. Yo no sé si Onías sabia todos esto al elegir el nombre de Oriana pero le achuntó medio a medio. Como en todo, hay excepciones: Olivia (su nombre deriva de olivas) odia las aceitunas… Héctor denota a una persona muy comunicativa…Plop! Otra volada, todas mis hijas aluden en sus nombres a sus antepasados para que recuerden sus orígenes. Maria Elena a su bisabuela materna la muy querida Granny, madre de Belela. Elisa Valentina por su bisabuelo Valentín Délano, Olivia Alejandra por su padre Humberto Alejandro y su bisabuelo Alexander Eliash. Las mellizas que llegaron más tarde obtuvieron como segundos nombres los de sus padres que por la edad más parecen abuelos: Lucia Betina y Marina Adriana. Las malas lenguas dicen que mi fanatismo por la arquitectura me llevo a ponerle Lucia por Lucio Costa y Marina por Marina Waisman pero son puras habladurías. Todas mis cinco hijas además tienen en sus nombres una vocal abierta y una cerrada porque rima mejor con el apellido y nos parece que suena más lindo que aquellos que solo tienen abiertas como Ana o Sara o solo cerradas como Iris o Inés.

29


Rosa Maria Urquhart se llama asi en honor a sus abuelas Rosa Eliash y Maria Matheu. Benjamin, por el querido tio Benjamin que fue el menor entre sus hermanas Ester y Rudecinda. Mis sobrinos O’ Shee no tienen segundo nombre pues ya con llamarse Eliash O’ Shee es imposible que los confundan. Otro tema interesante son las secuencias de nombre similares. El oso fue uno de los pioneros en esta tendencia dentro de la familia. Como su nombre empezaba con “H” no encontró nada mejor que vacunar a todos los que pudo con su ilustre letra muda: Humberto, Hugo, Héctor y la tia Herminia (la Mina) que cuando nació ya sus hermanos mayores Humberto y Rosa oficiaban de padres. Menos mal que no se llamaba Xavier. A veces lamento mi mala suerte de llamarme Humberto pero a la vez pienso que pude haberme llamado Hilario, Hermenegildo o Hermógenes entonces me quedo bien callado, me conformo con mi nombre y hasta me gusta. Además todo el mundo me llama Beto que es más simple y más cómodo. Hay gente que cree que me llamo Beto o Betto. Me gusta ser Beto y más me gusta Umberto Eliash ya que suena como Umberto Eco. Creo que una gran desilusión que le provoqué a mi padre fue no haber tenido un hijo hombre que se llamara Humberto como él y como yo. También pienso que quizás el destino me dio puras hijas mujeres para no enfrentarme a ese conflicto con él. En esa tendencia el más volado de todos ha sido el papá de nuestra querida Yani. Su padre llamado Onías O’Shee tenía la obsesión con la letra “O” tal como se la trasmitió su padre Orwell. Sus hermanos se llaman Orietta, Omar, Octavio y Orviet. Se rumorea en la familia que lo que más sedujo de su futura esposa Sonia no fueron ni sus ojos, ni su sonrisa ni su sentido del humor sino que se apellidara Oyarce. Parece que en su primera salida como pololos le preguntó: -Como te llamai? -Sonia, y tú? - Onias -Onias que raro ese nombre! -y tu apellido cual es? - Oyarce - Oyarce, en serio? qué maravilla!!!! -Porqué? 30


-No… por nada Y ahí mismo se enamoró perdidamente de ella, no sin antes tener un titubeo existencial y lleno de dudas le lanzó la pregunta: - estás segura que no tienes una hermana que se llame Ofelia o quizás Olga…? - no… porqué - no… por nada! En ese mismo instante le propuso noviazgo y al tiempo se casó con ella, asi pudo cumplir su sueño de tener hijos con la triple O: La Yani que en realidad se llama Oriana O’ Shee Oyarce y su único hijo hombre “El tabo” en quien quiso manifestar su orgullo con la osadía de obsequiarle tres nombres: Oswell, Onias, Octavio O’Shee Oyarce. Que tal? Olímpico no? Conclusión: Oh! Una noche que comí algo muy pesado soñé que mis hijas llevaban otros nombres: Soñé que María Elena se llamaba Elena, que Elisa se llamaba Lucia, que Olivia se llamaba Ignacia, que Lucia se llamaba Adriana y que Marina se llamaba Sofía y que por fin tenía el varoncito el cual obviamente se llamaba Humberto, como su padre y su abuelo. Juntos y puestos en el orden que nacieron formaban la palabra E-L-I-A-S-H. Delirios de medianoche… Hasta hace poco todos estábamos convencidos que el apellido “Eliash” provenía del hebreo y que el abuelo por alguna razón desconocida se lo había cambiado al salir de los Estados Unidos. Al morir la tía Rosa el año 2008 reapareció la libreta de familia en que todo se aclaró. Qué había ocurrido?: El segundo nombre de mi abuelo Alexander era Elias, su apellido era Kang y su apellido materno Herrinsen. Al inscribir a sus hijos el oficial del registro civil escribió “hijo de Alexander Elias K.”con pluma y tinta. En la siguiente anotación otro gil- seguro fue el mismo que cambió en nombre de mi abuela Mardonia en apellido Mardones- juntó la s con la k que parecía h y ahí se formó el Eliash que se fue transmitiendo de hijo en hijo hasta llegar a nosotros. O sea de judíos no tenemos nada. Somos auténticamente chinos. El apellido Kang es bien común en China y tiene la misma raíz etimológica que Chang y Ziang según me lo explicó un arquitecto surcoreano que conocí en Buenos Aires el año 2010. Por cierto él se llama Byeong Joon Kang!

31


Conclusiones: 1) Yo espero que las nuevas generaciones tengan en cuenta estas consideraciones para ponerle los nombres a sus críos. 2) Si usted tiene una parejita de hijos no le ponga el nombre de la mama y del papa…hay posibilidades bastante mejores que esas. 3) Con razón yo me siento más cerca de Gengis Kan que del profeta Eliash.

32


8. LOST

33


LOST (basado en testimonios de Tuco y Mey) Perderse cada tanto es parte de la locura de esta familia. No me refiero a la pérdida como un estado de escape mental voluntario o involuntario, tema que en esta familia daría para un libro entero, sino para la pérdida física o la desaparición material momentánea. El tío Segundo llevaba el concepto de alejarse, de borrarse, de perderse escrito a fuego en su destino. De hecho la etimología del nombre Segundo significa “apartamiento y necesidad de huir, en determinadas ocasiones, de ambientes que cercenan su libertad y aplastan las iniciativas que pretende llevar a cabo, y que ha proyectado durante largo tiempo”. Tío Segundo – alias El abuelo para nosotros- se perdía en los laberintos del puerto de Antofagasta donde estaban sus amigos, los barcos, el copete. Mis primos Juanito Alburquenque y Winston Alburquenque son también maestros de la perdición. Sus películas favoritas son Missing, Perdidos en acción, ¿Dónde está el piloto? y Atrápame si puedes. Una de las más clásicas perdidas fue la del Tío Alejandro la Navidad del año 1970. Faltaba una semana para el día de Navidad y la cosa empezó así: Escenario: Calle Herrera n° 433 cerca de la Quinta Normal, barrio Santiago poniente. -Olga qué vamos a hacer para la Pascua? -Queeeé? dijo la tía Cholga que para ese entonces ya denotaba su precoz sordera. Entonces el tío se le acerca al oído y de repite dulcemente: - Dije que qué vamos a hacer para la Pascua? Vamos donde Humberto como el año pasado o nos quedamos aquí? - Quedémonos aquí mejor, hacemos una rica comida y lo celebramos en familia con las tres niñas, dijo la tía siempre tan sociable. - Bueno tú compra la comida para la cena de nochebuena que yo iré a comprar el árbol de navidad para las niñitas ya que tu sabes que para ellas sin árbol… no hay navidad, ja,ja,ja.

34


Alejandrita, Catita y Aylecita, que en esa época eran unas dulces e inocentes criaturas, le describieron a su padre cómo querían el árbol de navidad y qué tipo de adornos querían ponerle. El tío se afeitó, se arregló bien arreglado y salió, sin prestar demasiada atención a los detalles de árbol que querían las nenas, con rumbo desconocido. Tardó siete días y siete noches. Se sospecha que fue directamente al Polo Norte a negociar con Papa Noel en persona el tipo de árbol que buscaba. Y que además volvió en micro y caminando…. porque volvió con unas ramas todas desarmadas. La tía Olga le preguntó: - donde fuiste? - Silencio - Por qué te demoraste tanto? - Silencio - No te diste cuenta que estábamos preocupados por ti’? - Silencio Cuando un Eliash decide guardar silencio la cosa va en serio. Pero la mejor historia de pérdidas es la del tío Tuco y el grupo familiar. Era un fin de semana largo por la Semana Santa de 1978 y la familia aprovechó de salir con Tuquito, Meycita y la prima Becha. La idea era llegar hasta San Pedro de Atacama. La noche anterior cargaron bien la citroneta y al amanecer del viernes partieron rumbo a Calama. El plan estratégico: que los niños conocieran el salar de Atacama. La táctica: viajar a San Pedro de Atacama por el fin de semana. La excusa: visitar a su amigo Alfredo Lilayu quien vivía en Calama. El instrumento: la fiel citroneta modelo “Papá de Mafalda”. Salieron de Antofagasta el viernes santo en una mañana luminosa rumbo a Calama. Llegaron a la hermosa ciudad de Calama (es un chiste por si no se dieron cuenta) donde Alfredo los esperaba con un rico asado de carne de vacuno que para los católicos observantes sería la causa de todo el desaguisado posterior. Descansaron, luego re-acomodaron la carga en la citroneta y enfilaron rumbo a las alturas del altiplano. Al salir de Calama, el cielo se nubló pero igual decidieron seguir porque unas nubes locas no iban a interferir con un viaje largamente planificado. Al llegar a la cordillera de 35


Domeyko donde el paisaje cambia debido a la altura del salar de Atacama y los vientos se arremolinan, la citrola se comenzó a “apunar”. La pobre avanzaba con dificultad y su inseguridad se traslucía en frecuentes estornudos y mareos de altura. Pero como las citronetas no hablan, al menos en esa época, y por lo tanto era difícil darse cuenta de la situación. Los autos no sólo no hablaban entonces sino que carecían de GPS, brújula, altímetro u otros instrumentos. Tampoco había teléfonos celulares. Los niños se quedaron dormidos y Antonio y Yolanda no sabían si seguir, detenerse o regresar. La noche de Atacama los fue envolviendo hasta hacerlos desaparecer. Alfredo, quien era radioaficionado, se comunicó con un amigo de San Pedro de Atacama quien los esperaba al fin de la tarde. El amigo al ver que no aparecían se comenzó a poner nervioso y en un momento de la noche comunicó a Carabineros de San Pedro que una familia entera había desaparecido en el desierto. Ahí se encendieron las luces de alarma en una secuencia de acontecimientos noticiosos que fue desde las radios locales hasta los diarios de Antofagasta, Santiago y el noticiero de TV “El reporter Esso” a nivel nacional. Por ser Semana Santa los noticieros eran particularmente aburridos, entonces aprovecharon la ocasión para ponerle color a la noticia, mandar reporteros al lugar y echar a andar la imaginación: Familia entera se la traga el desierto… ¿Cuantos días sobrevivirán?…Profesor universitario y su familia desparecen sin dejar rastros… Lugareños vieron ovnis esa misma noche…etc. La familia entera se estremeció con la noticia. Entre los rescatistas voluntarios de la familia estaban el tío Benja, el Flaco Urquhart y el negro Correa. En la búsqueda oficial participaban Carabineros de Chile, Investigaciones , la Fuerza Aérea con sus helicópteros y una unidad del ejército experta en rescates. Así sencillito. A las 5,30 de la mañana del día siguiente una pareja de carabineros irrumpe en un hotel en el centro de Calama y se produce el siguiente diálogo: Paco n° 1: nos informan que aquí podría estar la familia desaparecida Encargado del hotel (despertándose): Perdón no sé de qué me está hablando…

36


Paco n° 2 (golpeando el mesón) :no te hagai el huevón si esta custión está en todas las noticias!!!! hay una familia que está desaparecida en el desierto que andamos buscando y vos te hacís el huevón! Paco n°1: lo que pasa es que afuera hay una citroneta que se parece a la descrita por quienes los vieron anoche. Encargado: Ahhhh…. se refiere a la familia de Don Antonio Eliash…espere que los llamo por citófono a la pieza n° 5. Ahí se aclaró todo. Al emprender el rumbo al altiplano y ver las condiciones atmosféricas adversas y que la citrola no podía más, los tíos decidieron regresar a Calama sin avisarle a nadie. El problema es que el buen amigo Alfredo no se dio por enterado de esa situación y en consecuencia avisó a su amigo de San Pedro quien- como era lógico- puso el grito en el cielo y en todos los noticieros. Después de una buena puteada que recibieron de los pacos por la cagada que se había armado, los tíos volvieron a subirse a la fiel citroneta rumbo a Antofagasta donde fueron recibidos en el pasaje Millarelmo como verdaderos héroes nacionales. La temporada Lost había terminado por ahora.

37


9. LA CASA AZUL

38


LA CASA AZUL El domingo 24 de abril de 2011 murió Hipólito Muñoz, mi compadre Poli. A mi memoria acuden múltiples imágenes: el nacimiento de Pedrito, Rodrigo, luego los mellizos (soy padrino de Marcelo), La Polla Gol donde trabajó, la remodelación de su casa en Gran Avenida, etc. Pero una de ellas ocupa mi mente en estas circunstancias. Poli me encargó mi primera obra de arquitectura. Corría el año 1971. Yo tenía 21 años y estudiaba en la Facultad de arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile cuando nos encontramos en el edificio Coliseo donde vivían nuestros padres. Poli me dijo: -Compadre, me compré un terreno en la playa. Está en un balneario llamado Consistorial al lado de El Tabo y quiero que me hagas una casa. -Estai loco, le dije yo, si nunca he hecho una casa…ni siquiera he construido una casa para el perro! Ubícate si recién estoy en tercer año! -Da lo mismo, siempre hay una primera vez y estoy seguro que lo vas a hacer bien! Efectivamente yo nunca había hecho una casa y tenía claro que aún con bajo presupuesto tenía que hacer una casa que no fuera una mediagua ni una casa convencional con techo a dos aguas. Fuimos en su citroneta a ver el terreno. Era un paisaje ondulante de dunas de arena y manchones verdes con vista lejana al mar. Estaba convencido que la arquitectura no tiene que ver tanto con recursos económicos como con recursos de la imaginación. Se trata de un prisma de sección triangular que deja una doble altura sobre el living y que permite ganar altura mediante la ubicación de dos pequeños dormitorios en la parte alta de modo de justificar un balcón y tener vista al mar. Es una casa estructurada en base a rollizos de eucaliptos y revestimiento de tablas verticales. El único elemento de hormigón armado es la chimenea que está al centro de la composición y actúa como el corazón estructural de la casa que arriostra los planos de madera. Siempre la imaginamos de madera a la vista pero la porfiada humedad nos obligó a pintarla y ahí decidimos el color azul. No se si era por el mar, por el cielo o por la U. de Chile.

39


Cuando estuve en Barcelona el año 1985 di una conferencia en la UPC de Barcelona, mi amigo Armando Oyarzún diseñó el afiche y en él puso como único motivo una imagen isométrica de esta casa. Esa modesta casa azul me abrió el apetito por hacer obras de arquitectura y verlas construidas. Poli, quizás sin proponérselo, me abrió el camino a ser un arquitecto de verdad. Gracias compadre por tu confianza, tu cariño y tu generosidad. El Poli, a quien llamaban el loco, murió un domingo de resurrección. Estoy seguro que no es casualidad: es un aviso de que planea resucitar!

40


Este libro de termina de imprimir cada vez que alguien lo pide. Est谩 terminantemente prohibida su venta para mantener la tradici贸n familiar de que somos malos para los negocios. Solo se puede regalar y preferentemente a amigos y parientes.

41


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.