Taller de Lectura
Lectura Conjetural - Rapunzel
Cuentos Maravillosos
1
– Lee la historia de “Rapunzel” y cuando las letras y flechas te lo
indiquen, responde las preguntas en el formato.
H
abía en una ocasión un matrimonio que deseaba hacía mucho tiempo tener un hijo, hasta que al fin se cumplieron sus deseos. Un día estaba la mujer a la ventana mirando al huerto en el cual vió un cuadro plantado de ruiponches, y le parecieron tan verdes y tan frescos, que sintió antojo por comerlos. El marido que la quería mucho, pensó para sí. -Antes de consentir en que muera mi mujer, le traeré el ruiponche, y sea lo que Dios quiera. Al anochecer el marido saltó las paredes del huerto de la hechicera, cogió en un momento un puñado de ruiponche, y se lo llevó a su mujer... Pero le supo tan bien, tan bien, que al día siguiente tenía más ganas todavía de volverlo a comer, no podía tener descanso si su marido no iba otra vez al huerto. Fue por lo tanto al anochecer, pero se asustó mucho, porque allí estaba la hechicera. -¡Ah! le contestó, perdonad mi atrevimiento, pues lo he hecho por necesidad. La hechicera le dijo entonces deponiendo su enojo -Si es así como dices, coge cuanto ruiponche quieras, pero con una condición: tienes que entregarme el hijo que dé a luz tu mujer. Nada le faltará, y le cuidaré como si fuera su madre. A El marido se comprometió con pena, y en cuanto vió la luz su hija se la entregó a la hechicera, quién le puso el nombre de Rapunzel (que significa ruiponche). Rapunzel era la criatura más hermosa que ha habido bajo el sol. B
A Detalles: 1.
2.
Predicción:
B Contrastación: ¿Pasó lo que pensabas?
Al cumplir doce años la hechicera la encerró en una torre que había en un bosque, la cual no tenía escalera ni puerta, sino únicamente una ventana muy pequeña y alta.
1•28
Prima
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Taller de Lectura
Lectura Conjerutal - Rapunzel C Detalles: 1.
2.
Nueva predicción:
D Contrastación: ¿Pasó lo que pensabas?
Cuentos Maravillosos
Al cumplir doce años la hechicera la encerró en una torre que había en un bosque, la cual no tenía escalera ni puerta, sino únicamente una ventana muy pequeña y alta. Cuando la hechicera quería entrar se ponía debajo de ella y decía: -”Rapunzel, Rapunzel, echa tus cabellos subiré por ellos”. Pues Rapunzel tenía unos cabellos muy largos y hermosos y tan finos como el oro hilado. Apenas oía la voz de la hechicera, desataba su trenza, la dejaba caer desde lo alto de su ventana, a más de veinte varas del suelo, para que subiera por ellos. Trascurridos un par de años, pasó por el bosque el hijo del rey y se acercó a la torre al escuchar un cántico tan dulce y suave. Era Rapunzel que pasaba el tiempo en su soledad entreteniéndose en repetir con su dulce voz las más agradables canciones. El hijo del rey quizo entrar, y buscó la puerta de la torre, pero no pudo encontrarla. Marchose a su casa, pero el cántico había penetrado de tal manera en su corazón, que iba todos los días al bosque a escucharle. C Estando uno de esos días bajo un árbol, vió que llegaba una hechicera, y la oyó decir: -“Rapunzel, Rapunzel, echa tus cabellos subiré por ellos”. Rapunzel dejó entonces caer su cabellera y la hechicera subió por ella. -”Si es esa la escalera por la que sube, quiero yo también probar fortuna“, dijo el príncipe. Y al día siguiente, cuando empezaba a anochecer se acercó a la torre y dijo: -”Rapunzel, Rapunzel, echa tus cabellos subiré por ellos”. Enseguida cayeron los cabellos y subió. D Al principio Rapunzel se asustó, pues sus ojos no habían visto todavía nungún hombre, pero él comenzó a hablar con la mayor amabilidad, y le dijo que su cántico había conmovido tanto su corazón, que desde entonces se había propuesto verla y hablarle.
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1•29
Taller de Lectura
Lectura Conjetural - Rapunzel
Cuentos Maravillosos
Desapareció con esto el miedo de Rapunzel y cuando le preguntó si quería casarse con él, y vio que era joven y buen mozo, Le dijo que sí, y estrechó su mano con la suya, diciendo: -”Me marcharía contigo, pero ignoro cómo he de bajar; siempre que vengas tráeme cordones de seda con los cuales iré haciendo una escalera, y cuando sea suficientemente larga, bajaré, y me llevarás en tu caballo”. Convinieron en que iría todas las noches, pues la hechicera iba por el día, la cual no notó nada hasta que Rapunzel le preguntó una vez: -”Dime, abuelita ¿cómo es que tardas tanto tiempo en subir, mientras el hijo del rey llega en un momento a mi lado?”, -”¡Ah, pícara! ¡Qué es lo que oigo! ¡Yo que creía haberte ocultado a todo el mundo, y me has engañado!”, dijo la hechicera. Cogió encolerizada los hermosos cabellos de Rapunzel, tomó unas tijeras y tris, tras, los cortó, y llegó a tal extremo que llevó a Rapunzel a un desierto, donde la condenó a vivir entre lágrimas y dolores. E El mismo día en que descubrió la hechicera el secreto de Rapunzel, tomó por la noche los cabellos que la había cortado, los aseguró a la ventana, y cuando vino el príncipe, subió, pero no encontró a su querida Rapunzel, sino a la hechicera, que le recibió con la peor cara del mundo y le dijo: -”¡Hola!, vienes a buscar a tu queridita, pero el pájaro no está ya en su nido y no volverá a cantar, no la encontrarás nunca”. El príncipe sintió el dolor más profundo y en su desesperación saltó de la torre; no perdió la vida, pero las zarzas en que cayó le atravesaron los ojos. Comenzó a andar a ciegas por el bosque lamentándose y llorando la pérdida de su esposa. Vagó así por años, hasta que llegó al desierto donde vivía Rapunzel en angustia. Oyó su voz y la reconoció; fue hacia ella, se arrojó a su cuello y lloró. Las lágrimas en sus ojos, les devolvieron su claridad y volvió a ver. La llevó a su reino donde fueron recibidos con grande alegría, y vivieron muchos años dichosos y contentos. F
1•30
Prima
E Detalles: 1.
2.
Predicción final:
F Contrastación: ¿Terminó como pensabas?
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Cuentos Maravillosos
1
É
– Lee la historia de “La Sirenita” y cuando las letras y flechas te lo
indiquen, responde las preguntas en el formato.
rase una vez en el fondo del más azul de los océanos, un maravilloso palacio en el cual habitaba el Rey del Mar, un viejo y sabio tritón que tenía una abundante barba blanca. Vivía en esta espléndida mansión de coral multicolor y de conchas preciosas, junto a sus hijas, cinco bellísimas sirenas. Sirenita, la más joven (…) casi siempre estaba cantando, y cada vez que lo hacía levantaba la vista buscando la débil luz del sol, que a duras penas se filtraba a través de las aguas profundas. -“¡Oh!, ¡Cuánto me gustaría salir a la superficie para ver por fin el cielo que todos dicen que es tan bonito, y escuchar la voz de los hombres y oler el perfume de las flores!” -“Todavía eres demasiado joven... dentro de unos años, cuando tengas quince, el rey te dará permiso para salir a la superficie, como a tus hermanas”, respondió la madre (…). Por fin llegó aquel cumpleaños tan esperado y, durante toda esa noche precedente, no consiguió dormir. En la mañana el padre la llamó y, al acariciarle sus largos y rubios cabellos, vio esculpida en su hombro una hermosísima flor. A -“¡Bien, ya puedes salir a respirar el aire y ver el cielo! ¡Pero recuerda que el mundo de arriba no es el nuestro, sólo podemos admirarlo! Somos hijos del mar y no tenemos alma como los hombres. Sé prudente y no te acerques a ellos. ¡Sólo te traerían desgracias!”. Apenas su padre terminó de hablar, Sirenita le dio un beso y se dirigió hacia la superficie, deslizándose ligera. Se sentía tan velóz que ni siquiera los peces conseguían alcanzarla. B
A Detalles: 1.
2.
Predicción:
B Contrastación: ¿Pasó lo que pensabas?
De repente emergió del agua. Veía por primera vez el cielo azul y las primeras estrellas centelleantes al anochecer (…). Pero su asombro y admiración aumentaron: una nave se acercaba despacio al escollo donde estaba Sirenita.
2•28
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Taller de Lectura Lectura Conjetural
Cuentos Maravillosos
C Detalles: 1.
2.
Nueva predicción:
Los marinos echaron el ancla, y la nave, así amarrada, se balanceó sobre la superficie del mar en calma. Sirenita escuchaba sus voces y comentarios. -“¡Cómo me gustaría hablar con ellos!”, pensó. Pero al decirlo, miró su larga cola cimbreante, que tenía en lugar de piernas, y se sintió acongojada. A bordo parecía que todos estuviesen poseídos por una extraña animación y, al cabo de poco, la noche se llenó de vítores: -“¡Viva nuestro capitán! ¡Vivan sus veinte años!”. La pequeña sirena, atónita y extasiada, había descubierto mientras tanto al joven al que iba dirigido todo aquel alborozo. C Alto, moreno, de porte real. Sirenita no podía dejar de mirarlo y una extraña sensación de alegría y sufrimiento al mismo tiempo, que nunca había sentido, le oprimió el corazón. La fiesta seguía, pero el mar se encrespaba cada vez más. Sirenita se dio cuentadel peligro que corrían aquellos hombres: un viento helado y repentino agitó las olas, el cielo entintado de negro se desgarró con relámpagos amenazantes y una terrible borrasca. Sirenita gritó y gritó, pero sus gritos, eran silenciados por el rumor del viento, y las olas, sacudieron con fuerza la nave. Después, la arboladura y las velas se abatieron sobre cubierta, y el barco se hundió. D
D Contrastación: ¿Pasó lo que pensabas?
Sirenita, que momentos antes había visto cómo el joven capitán caía al mar, se puso a nadar para socorrerlo. Lo buscó inútilmente durante mucho rato entre las olas gigantescas.
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1•29
Taller de Lectura Lectura Conjetural
Cuentos Maravillosos
Había casi renunciado, cuando de improviso, milagrosamente, lo vio sobre la cresta blanca de una ola cercana y, de golpe lo tuvo en sus brazos. El joven estaba inconsciente, mientras Sirenita, nadando con todas sus fuerzas, lo sostenía para rescatarlo de una muerte segura. Lo sostuvo hasta que la tempestad amainó. Al alba, que despuntaba sobre un mar todavía lívido, Sirenita se sintió feliz al acercarse a tierra y poder depositar el cuerpo del joven sobre la arena de la playa. Al no poder andar, permaneció mucho tiempo a su lado con la cola lamiendo el agua, frotando las manos del joven y dándole calor con su cuerpo. Hasta que un murmullo de voces que se aproximaban la obligaron a buscar refugio en el mar. “¡Corred! ¡Corred!” gritaba una dama de forma atolondrada. “¡Hay un hombre en la playa!” “¡Está vivo! ¡Pobrecito! ¡Ha sido la tormenta...! ¡ Llevémosle al castillo!” “¡No!¡No! Es mejor pedir ayuda...” La primera cosa que vio el joven al recobrar el conocimiento, fue el hermoso semblante de la más joven de las tres damas. “¡Gracias por haberme salvado!” Le susurró a la bella desconocida. Sirenita, desde el agua, vio que el hombre al que había salvado se dirigía hacia el castillo, ignorante de que fuese ella y no la otra, quién lo había salvado. (…) Cuando llegó a la mansión paterna, Sirenita empezó su relato, pero de pronto sintió un nudo en su garganta y, echándose a llorar, se refugió en su habitación. ======
E
E Detalles: 1.
2.
Predicción final:
F Contrastación: ¿Terminó como pensabas?
F
2•30
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Taller de Lectura Análisis Textual
Cuentos Maravillosos
1
H
– Lee la historia de “La princesa y el guisante” y cuando las letras y
flechas te lo indiquen, responde las preguntas en el formato.
Había una vez un príncipe que quería casarse con una princesa; pero había de ser princesa de verdad. Atravesó, pues, el mundo entero para encontrar una; pero siempre había algún inconveniente.
A
Verdad es que princesas había bastantes, pero no podía averiguar nunca si eran verdaderas princesas, siempre había algo sospechoso en ellas. Volvió muy afligido porque le hubiera gustado tanto tener una verdadera princesa... A
Función:
Una noche levantóse una terrible tempestad, relampagueaba y tronaba, la lluvia caía a torrentes, era verdaderamente espantoso. Llamaron entonces a la puerta del castillo, y el anciano rey fue a abrirla. Era una princesa,
B Función:
-¡Pero, Dios mío, cómo la habían puesto la lluvia y la tormenta!, se dijo. El agua chorreaba por sus cabellos y vestidos y le entraba por la punta de los zapatos y le salía por los talones. A pesar de eso, ella decía que era una verdadera princesa. B - ¡Bueno, eso pronto lo sabremos! , pensó la vieja reina. Sin decir nada, la reina fue al dormitorio, sacó todos los colchones de la cama y puso un guisante sobre el tablado. Luego tomó veinte colchones y los colocó sobre el guisante. y además veinte edredones encima de los colchones. Era esta la cama en que debía dormir la princesa.
3•28
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Análisis Textual
Cuentos Maravillosos
A la mañana siguiente la preguntaron cómo había pasado la noche.
C Función:
-”¡0h. malísimamente¡”, dijo la princesa. -”¡Apenas he podido cerrar los ojos en toda la noche!..¡Solo Dios sabe lo que había en mi cama!. ¡He estado acostada sobre una cosa dura y ahora tengo todo el cuerpo lleno de cardenales! ¡Es verdaderamente toda una desdicha!”, continuó. C Eso probaba que era una verdadera princesa, puesto que a través de veinte colchones y de veinte edredones había sentido el guisante. Solo una verdadera princesa podía ser tan delicada.
D Función:
Entonces el príncipe la tomó por esposa, porque sabía ahora que tenía una princesa de verdad. Y, en cuanto al guisante, lo llevaron al museo, en donde se puede ver todavía, a no ser que alguien se lo haya llevado. D He aquí una historia verdadera...
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3•29
Taller de Lectura Cuentos Maravillosos
2
3•30
– Ubica en cada raya una de las funciones y arme el esquema.
Prima
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Taller de Lectura
Lectura Conjetural - La Sirenita
Cuentos Maravillosos
1
H
– Lee la historia de “La Bella Durmienta” y cuando las letras y flechas
te lo indiquen, responde las preguntas en el formato.
Hace muchos años vivía un rey y una reina, que querían tener un hijo y su sueño no se cumplía, pero una vez, estando la reina bañándose, saltó una rana en el agua, diciéndole: -”Antes de un año verás cumplido tu deseo, y tendrás una hija”. Se verificó lo que había predicho la rana, la reina dio a luz una niña tan hermosa, que el rey, lleno de alegría dispuso un gran festín, al cual invitó, a sus parientes, amigos y conocidos, y a las hadas para que la niña fuese amable y de buenas costumbres. Había trece hadas en su reino, pero como sólo tenía doce cubiertos de oro, que son los únicos con que comen, una de ellas no podía ser invitada. Celebrose éste con gran magnificencia, y al terminarse, regaló a la niña cada una de las hadas un don especial: la virtud, la hermosura, la tercera las riquezas, y así le concedieron todo cuanto puede desearse. En cuanto habló la undécima, entró de repente la decimotercera, deseosa de vengarse porque no la habían convidado, y dijo en alta voz: -”La princesa se herirá con un huso al cumplir los quince años y quedará muerta en el acto”, y salió de la sala sin decir otra palabra. Pero entró enseguida la duodécima que no había hecho aún su regalo; no pudiendo evitar el mal que había predicho su compañera, procuró modificarle y dijo: -”La princesa no morirá, pero estará sumergida en un profundo sueño por espacio de un siglo, del cual volverá, trascurrido este tiempo”. El rey, que quería evitar a su querida hija desgracias, dio la orden de que se quemasen todos los husos del reino, más al llegar el día en que cumplió los quince años, hallase sola en palacio por haber salido el rey y la reina y comenzó a recorrer aquella vasta morada, deseosa de saber lo que contenía. Vio una tras otra todas las habitaciones hasta que llegó a una torre muy elevada; subió una estrecha escalera y llegó a una puerta, la cual no tardó en abrirse, dejándola ver una pequeña habitación, donde se hallaba una anciana con su huso hilando con la mayor laboriosidad.Buenos días, abuelita, dijo la princesa, ¿qué haces? -Estoy hilando, contestó la anciana haciendo una cortesía con la cabeza.
4•20
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Taller de Lectura Cuentos Maravillosos
-¿Qué es eso que se mueve con tanta ligereza? continuó diciendo la niña; y fue a coger el huso para ponerse a hilar; pero apenas le había tocado, se realizó el encanto y se hirió en el dedo, cayó en un profundo sueño, el cual se extendió a todo el palacio. El rey y la reina, que habían entrado en aquel mismo momento se quedaron dormidos, igualmente que toda la corte; también se durmieron los caballos en la cuadra, los perros en el patio, las palomas en el techo, las moscas en la pared, y hasta el fuego que ardía en el fogón dejó de arder, y la comida cesó de cocer, y el cocinero y los pinches se durmieron por último, para que no quedase nadie despierto. No tardó mucho en nacer y crecer un zarzal en torno de aquel edificio, hasta que le cercó por completo, de manera que ni aún su techo se veía, y solo los ancianos del país podían dar alguna noticia de la princesa dormida, conocida como “Rosa con espinas“. De tiempo en tiempo venían algunos príncipes que querían penetrar a través de la zarza en el palacio, más les era imposible. Trascurridos muchos años, fue un príncipe a aquel país y oyó lo que refería un anciano de aquella zarza, detrás de la cual había un palacio, en el que dormía desde el siglo anterior una hermosa princesa, llamada “Rosa con espinas”, y con ella estaban dormidos el rey y la reina y toda la corte. Añadió haber oído decir a su abuelo que muchos príncipes habían tratado de atravesar por el zarzal, pero que no lo habían logrado. Entonces dijo el doncel: -”Yo no tengo miedo y he de ver a la bella Rosa con espinas”. Pero precisamente entonces habían trascurrido los cien años y llegado el día, en el cual debía despertar la princesa. Cuando se acercó el príncipe a la zarza, la halló convertida en un hermoso rosal, que abriéndose por sí mismo le dejó pasar cerrándose después. Llegó a la cuadra y vio dormidos a los perros y caballos, miró el techo y vio a las palomas con la cabeza debajo de las alas, y cuando entró en el edificio, notó que las moscas estaban dormidas en las paredes, el cocinero se hallaba en la cocina en actitud de llamar a los pinches, y la criada estaba cerca de un gallo que parecía dispuesto a cantar. Fue un poco mas allá y todo se encontraba tranquilo, sin que se oyese el menor ruido, hasta que al fin llegó a la torre y abrió la puerta del cuarto en que dormía “Rosa con espinas”. Método Negret de Construcción Inicial de la Lengua Escrita®
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Taller de Lectura Cuentos Maravillosos
Quedose mirándola, y era tan hermosa que no pudo separar sus ojos de ella; se inclinó y le dio un beso, pero apenas le habían tocado sus labios, abrió los ojos la princesa, despertó y le miró con la mayor amabilidad. Bajaron entonces juntos. Despertó el rey y la reina y toda la corte y se miraron unos a otros llenos de admiración; despertaron los caballos en la cuadra y comenzaron a relinchar, y los perros ladraron al levantarse y las palomas que se hallaban en el techo sacaron sus cabecitas de debajo de sus alas, miraron a su alrededor y echaron a volar; las moscas se separaron de las paredes, el fuego se reanimó y se puso a chisporrotear en la cocina y se coció la comida, y la criada despertó al canto del gallo. Celebrose entonces con grande magnificencia la boda del príncipe con “Rosa con espinas” y vivieron felices hasta el fin de sus días.
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