SESIÓN DE APRENDIZAJE Nº 8 I. Datos informativos: Fecha: Para el 20/08/2011 Tema: “NO CONFIÉIS EN PALABRAS ENGAÑOSAS”: LOS PROFETAS Y LA ADORACIÓN II. Aprendizaje esperado: Reconoce que su adoración requiere de una vida de relación con Dios y su prójimo a través de Jesús como su modelo personal
SABER Lo que Dios pide al adorarle
SENTIR Convicción de genuina indignidad y necesidad de gracia
HACER Decidir aprender a hacer el bien
III. Desarrollo de las actividades Secuencia metodológica INICIO • Motivación
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• Saberes Previos
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Estrategias Metodológicas
• • • Conflicto Cognitivo
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Tienes a tu cargo un orfanato y encuentras dificultades en llegar a fin de mes. Un concesionario de automóviles te ofrece gratis un vehículo nuevo que vale 15 mil dólares si firma un documento que indica que el concesionario te donó un vehículo que vale 30 mil dólares. Realmente necesitas ese vehículo, y te dará una oportunidad de hacer felices a los niños. ¿Lo aceptas? Explica tu respuesta ¿Qué significa “no confiéis en palabras engañosas”? Muchos son laodicenses que viven en un estado de autoengaño espiritual. Se visten con las vestiduras de su propia justicia, imaginándose que son ricos y están enriquecidos y no necesitan nada, cuando [lo que] necesitan [es] aprender de Jesús diariamente, de su humildad y mansedumbre; de lo contrario se encontrarán en quiebra y toda su vida habrá sido una mentira (Carta 66, 1894). Aquellos a quienes Cristo amonesta, tienen algunas cualidades excelentes; pero son neutralizadas por todos los que tienen un amor al yo enfermizo, autoengaño y autojustificación debido a un gran descuido en ayudar a los hermanos en el servicio de Dios mediante palabras y hechos animadores. (Manuscrito 108, 1899). La iglesia necesita beber profundamente de la espiritualidad de la Palabra. Su servicio a Dios necesita ser muy diferente de la experiencia religiosa insípida, sin vida, apática que hace que muchos creyentes sean muy poco diferentes de los que no creen, muy similares en espíritu a los inconversos (Manuscrito 117, 1902). ¿Existe un pasaje bíblico que nos prohíba bailar?
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PROCESO • Se declara el tema • Construcción • Se comunica el aprendizaje esperado del nuevo I. LO QUE DIOS PIDE AL ADORARLE aprendizaje. a. Ser bondadoso • ¿Cómo le pidió Dios al pueblo de Israel que manifestara su bondad hacia los demás? “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Miqueas 6:8). Los antiguos rabíes descubrían 613 preceptos en la ley de Dios. Esos 613 preceptos están reducidos a once principios en el Salmo 15, y en Isaías 33:15 disminuyen a seis mandatos. En Miqueas 6:8, Dios resume los 613 preceptos en tres breves demandas: sé justo en todo lo que hagas; sé bondadoso, compasivo y fiel; vive una vida de humildad y sumisión a Dios. El desarrollo de una íntima relación con Dios es el propósito de la verdadera religión: Las ceremonias externas sólo tienen valor si contribuyen a ese desarrollo. Pero debido a que con frecuencia es más fácil practicar un culto externo que cambiar las malas tendencias del corazón, los hombres siempre han estado más dispuestos al culto de ceremonias que al cultivo de las gracias del espíritu. Tal fue el caso de los escribas y fariseos a quienes reprochó Jesús. Eran muy minuciosos para calcular su diezmo, pero descuidaban “lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe” (Mateo 23:23). ”Hacer justicia, y amar misericordia” es proceder con rectitud y bondad. Estas virtudes afectan nuestra relación con nuestros prójimos y resumen el propósito de la segunda tabla del Decálogo (Mateo 22:39-40). “Humillarte ante tu Dios” es vivir en armonía con los principios de la primera tabla del Decálogo (Mateo 22:37-38). Esto atañe a nuestra relación con Dios. El amor expresado en acción respecto a Dios y a nuestros prójimos es “bueno”. Es todo lo que Dios requiere, pues “el cumplimiento de la ley es el amor” (Romanos 13:10). b. No tener dioses paralelos • ¿Cómo manifestaban dioses paralelos la nación Israelita? “¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?” (Isaías 44:10). Isaías fundamenta que Dios es el Creador; nuestro único Redentor; y que solo él puede salvarnos y, por eso, solo él es digno de nuestra adoración y nuestra alabanza. (Isaías 44:6). Luego explica como los hombres crean ídolos con sus propias manos, y luego se inclinan y adoran a algo que “para nada es de provecho”. (Isaías 44:10). Este peligro hoy es de mayor connotación, “Dios nos ha dado muchas cosas en esta vida sobre las que podemos derramar nuestros afectos; pero cuando llevamos hasta el exceso lo que en sí mismo es bueno, nos convertimos en idólatras... Cualquier cosa que separe nuestros afectos de Dios, y disminuye nuestro interés en las cosas eternas, es un ídolo. Los que emplean el tiempo precioso que Dios les ha dado tiempo que ha sido comprado a un precio Infinito- en embellecer sus hogares para ostentación, en seguir las modas y las costumbres del mundo, no sólo están privando a sus almas de alimentos espiritual, sino que también están dejando de darles a Dios lo suyo. El tiempo así gastado en la complacencia de los deseos egoístas podría emplearse en obtener conocimiento de la palabra de Dios, en cultivar nuestros talentos, para prestar un servicio inteligente a nuestro Creador... Dios no compartirá un corazón dividido. Si el mundo absorbe nuestra atención, él no puede reinar supremo. Si esto disminuye nuestra dedicación a Dios, es idolatría ante sus ojos. Dios no excusará al transgresor en este sentido” (A fin de conocerle, p. 323). c. Desechar el culto formalista • ¿Cómo manifestaban su formalismo religioso la población judía?
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“No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este” (Jeremías 7:4). ¡Templo de Jehová! Era una frase que el pueblo judío expresaba con orgullo por la grandeza de la institución religiosa representada por el templo. Sentían un apego supersticioso por ese edificio y pensaban que nunca nadie los destruiría por solo tener el templo. Su vida espiritual era vil, pretendían servir a Dios manteniendo una vida de inmoralidad, abuso e injusticia. Asimismo hay muchos miembros de la iglesia actual que confían que serán salvos porque mantienen una relación formal con la iglesia. Están más dispuestos a participar en las actividades religiosas visibles que en ocuparse en la preparación interior del corazón. Isaías insiste en que el pueblo debía mejorar (Jeremías 7:5) como lo dijo en Jeremías 7:3. No bastaba una reforma parcial, hecha de mala gana. Era necesario un cabal arrepentimiento, seguido de una vida de estricta honradez e integridad en las relaciones con el prójimo. No obstante conocer el relato del pecado de Saúl y sus resultados, ¿cuántos siguen una conducta parecida? Mientras se niegan a creer y obedecer algún mandamiento del Señor, perseveran en ofrecer a Dios sus servicios religiosos formales. No responde el Espíritu de Dios a tal servicio. Por celosos que sean los hombres en su observancia de las ceremonias religiosas, el Señor no las puede aceptar si ellos persisten en violar deliberadamente uno de sus mandamientos (Patriarcas y profetas, p. 688) II. CONVICCION DE GENUINA INDIGNIDAD a. Sentimiento de pecaminosidad y necesidad de gracia • ¿Cómo reaccionó Isaías frente a la visión del trono de Dios? “Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos” (Isaías 6:5). Esta visión de la santidad y gloria de Dios proporcionó a Isaías una idea de la pecaminosidad e insignificancia del hombre. “Isaías había condenado los pecados de otros; pero ahora se vio a sí mismo expuesto a la misma condenación que había pronunciado contra ellos. En su culto a Dios se había contentado con una ceremonia fría y sin vida. No se había dado cuenta de esto hasta que recibió la visión del Señor. Cuán pequeños le parecieron entonces sus talentos y su sabiduría al contemplar la santidad y majestad del santuario [celestial]. ¡Cuán indigno era! ¡Cuán incapaz para el servicio sagrado!” (Review and Herald, 4 de junio de 1889) “Cuando nuestros ojos miren por fe dentro del santuario y admitan la realidad, la importancia y la santidad de la obra que allí se está haciendo, aborreceremos todo lo que sea de naturaleza egoísta. El pecado aparecerá tal como es: la transgresión de la santa ley de Dios. Se entenderá mejor la expiación, y mediante una fe viviente y activa veremos que cualquier virtud que posea la humanidad sólo existe en Jesucristo, el Redentor del mundo” (Review and Herald, 22 de diciembre de 1896). III. APRENDER A HACER EL BIEN a. Cada día de nuestra vida • ¿Qué pidió Dios cómo practica de su adoración a la nación judía? “aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda” (Isaías 1:17). Los que sirvan a Dios aborrecerán el mal y amarán el bien (Amós 5:15). El ser pasivamente “buenos” -es decir abstenerse de malas acciones- no basta para el cristiano. La piedad es un principio activo, y el cultivo de la rectitud es la más segura garantía contra la iniquidad. No importa cuáles puedan haber sido sus inclinaciones anteriores, la persona se propondrá no sólo dejar de hacer lo malo, sino que también se esforzará cada día sinceramente para hacer lo mejor que pueda. Para alcanzar esta meta, necesitará tanto firmeza de propósito como ayuda del cielo. Los hombres no nacen a la vida cristiana con un carácter perfecto, sino que deben aprender, lentamente y con dificultad, a marchar por el camino de Dios. Mediante estudio, y diligencia, paciencia y perseverancia, determinación y práctica, con el tiempo podrán 3
adquirir hábitos de vida correcta. Todo aquel que ahora hace el bien ya ha pasado por el lento y difícil proceso de aprender a hacer el bien. Nadie ha aprendido verdaderamente a hacer el bien hasta que la rectitud se haya hecho habitual en él. Sistematización
• Se construye el organizador gráfico con los alumnos (En un papel, cartulina, pizarrín, etc.) “NO CONFIÉIS EN PALABRAS ENGAÑOSAS”: LOS PROFETAS Y LA ADORACIÓN
Es… Ser justos y misericordiosos
Es saber lo que…
Es sentir…
Es…
Dios pide al adorarle
Convicción de indignidad
Aprender hacer el bien
Es…
Es…
De…
Cada…
No tener dioses paralelos
Desechar el formalismo
De pecado y necesidad de gracia
Día de nuestra vida
En conclusión… • La adoración a Dios requiere vivir una vida de servicio al prójimo • La adoración a Dios es convicción de indignidad y necesidad de gracia • La adoración a Dios es hacer el bien cada día de nuestra vida
SALIDA • Evaluación • Meta cognición • Extensión
• ¿Qué nos pide Dios vivir en forma práctica al adorarlo cada día? • ¿Qué hemos aprendido hoy? ¿Para qué nos servirá lo aprendido? • Piensa en dos aspectos de tu vida personal que nadie conoce que impiden tu adoración a Dios. Esta semana ponlo en oración en las manos de Dios y vive una vida de victoria… Oremos
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Alfredo Padilla Chávez
Universidad Peruana Unión LIMA - PERÚ https://gramadal.wordpress.com www.escuelasabaticavirtual.tk
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