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1.4.3 Grasas y aceites

Las combinaciones de las dos clases de jabones tienen las deseables características de los jabones duros mas la rápida solubilidad y la facilidad de formar gran cantidad de espuma, característica peculiar de los jabones blandos.

1.4.3 Grasas y aceites

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Casi cualquier grasa o aceite se puede utilizar para hacer jabón. Las grasas para la fabricación de jabón incluyen las grasas animales tales como sebo (de la carne vacuna), manteca de cerdo (grasa de cerdo), y los aceites derivados de diferentes plantas como son (oliva, maíz, girasol, etc.) y las grasas hidrogenadas.

Las grasas animales tienen diferente dureza, el sebo de vaca es duro, la manteca de cerdo de dureza media y la grasa de pollo más blanda. Se acepta generalmente que las grasas más duras hacen un mejor jabón, por lo tanto, hay que tener en cuenta que uno de los ácidos grasos más convenientes en los jabones son el láurico, el mirístico, el palmítico y el oleico, que contienen de 12 a 18 átomos de carbono.

Los ácidos mencionados anteriormente son saturados, excepto el oleico, forman la mayor parte de la materia del sebo y del aceite de coco. Este aceite y el sebo, en relaciones de 3:1 y 4:1, se utilizan en la mayoría de los jabones fabricados para lavanderías y para el tocador. Las fórmulas dependen de la calidad deseada sobre el producto terminado.

Es evidente que los carácteres de los jabones están directamente relacionados con los ácidos grasos de las materias primas utilizadas, por lo que es conveniente saber lo que hará una grasa particular para la porducción de calidad, así que es recomendable que haga una producción pequeña solamente usando la grasa en cuestión y vea qué resultados consigue.

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