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INAUGURAN EL PRIMER EDIFICIO DE HORMIGÓN IMPRESO SISMORRESISTENTE DEL MUNDO

Los avances que se aprecian en la construcción con hormigón impreso 3D son evidentes. En el transcurso de pocos años, se paso de “imprimir” pequeñas piezas experimentales a, por ejemplo, planificar y ejecutar la construcción de un conjunto habitacional completo, construir edificios de dos pisos o, ya en el caso de los equipos, tener impresoras capaces de fabricar grandes elementos para, por ejemplo, torres eólicas.

Si bien se destaca que la construcción con hormigón impreso 3D posee grandes beneficios, entre los que destacan la productividad y el factor ambiental al generar menos residuos, uno de los grandes desafíos que aún debe enfrentar es la factibilidad de proyectos en lugares con riesgo sísmico, ya que la mayoría de las obras que se ejecutan con esta tecnología, se hacen en terrenos con muy baja sismicidad, lo que favorece su uso en términos de diseño y códigos constructivos.

La constructora Obayashi, una de las más importantes de la isla, inauguró hace unas semanas el pabellón “3dpod”, un edificio de dos pisos fabricado con hormigón impreso 3D cuya característica principal es que, para su construcción, contó con los permisos de edificación de la autoridad nipona en la materia, transformándose así en la primera estructura de este tipo en el mundo resistente a sismos.

Esta realidad, sin embargo, podría cambiar drásticamente ya que la Obayashi Corporation, una de las constructoras líderes en Japón, presentó hace unas semanas en Tokio la edificación “3dpod”, un proyecto de carácter experimental que, gracias a los permisos de construcción otorgados por la autoridad nipona, se transformó en la primera edificación 3D del mundo que es sismorresistente.

Aprobados por la autoridad

La estructura recibió la aprobación del Ministerio de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo bajo la Ley de Estándares de Construcción que tiene Japón, lo transformó a “3dpod” en el “primer edificio construido con tecnología de hormigón impreso 3D del país en tener certificación ministerial y permisos para su construcción”, comentaron los arquitectos a cargo del proyecto.

“La arquitectura con tecnología de hormigón impreso 3D es particularmente desafiante en un país tan propenso a los terremotos como Japón y, debido a las regulaciones constructivas en este aspecto, esta metodología sólo se había empleado hasta ahora en pequeñas obras no habitables vinculadas con la ingeniería civil. Por ello, el principal objetivo de este proyecto fue cumplir con nuestra estricta regulación sin depender del refuerzo convencional”, agregaron. El pabellón, que se inauguró recientemente, estará abierto al público y servirá para evaluar la durabilidad, el desempeño estructural y medioambiental de la construcción con hormigón impreso 3D, además de “promover e impulsar el desarrollo de esta tecnología”, subrayaron los arquitectos en la descripción del proyecto.

Diseño y proceso constructivo

Para la construcción de “3dpod”, se instaló una impresora en el sitio de la obra que comenzó a extruir el encofrado de mortero directamente a los cimientos de la estructura. El mortero, que se desarrolló especialmente para esta obra, actúa también como terminación interna y externa, además de molde. El material en cuestión es un hormigón de alta resistencia reforzado con fibras de acero y, según los encargados del proyecto, “no requiere de barras ni marcos de refuerzo, para no limitar el potencial estético de la impresión 3D”.

Los muros de la edificación poseen múltiples capas, combinando la capacidad de carga de la estructura y las cavidades para el material aislante, el enrutamiento de equipos y un sistema radiante de control de temperatura para así, “conseguir los niveles de habitabilidad de un edificio convencional”, explicaron los arquitectos.

Asimismo, comentaron que “el diseño de losas presenta costillas de refuerzo que siguen a las líneas de esfuerzo principales, un medio para conseguir economía de materiales y lograr, al mismo tiempo, cualidades estéticas y espaciales, lo que hubiese sido imposible con métodos de construcción tradicionales”.

De esta manera, una vez impresos los encofrados directamente sobre los cimientos, se procedió a rellenarlos con este hormigón especial. La losa de piso, en cambio, se “imprimió” como un elemento prefabricado en una instalación cercana, instalándola sobre los muros ya impresos y recubriéndola con el hormigón desarrollado para la obra. Luego, la misma impresora se colocó sobre la losa de piso para finalizar el parapeto transitable, demostrando la viabilidad técnica de un edificio impreso de varios pisos.

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