EJERCICIOS RESUELTOS DE COMENTARIO DE TEXTO

Page 1

EJERCICIOS RESUELTOS DE COMENTARIO DE TEXTO: RESUMEN, ESQUEMA ORGANIZATIVO, MODALIZACIÓN, COHESIÓN LÉXICA Y COHESIÓN GRAMATICAL.


“A los periodistas” Rafael Reig www.eldiario.es

30-03-2015

Por supuesto que ignoro si el copiloto, de cuyo nombre no quiero acordarme, causó el terrible accidente de avión. De ser así, ¿por qué querría nadie suicidarse de esa forma, pudiendo hacerlo a solas en su domicilio? Sólo se me ocurre una razón: el deseo de convertir su muerte en algo de fama mundial. Siempre habrá quien, una vez decidido a liquidarse, prefiera hacerlo convertido en acontecimiento universal, antes que hacerlo en discreta soledad. ¿Aunque para ello tenga que causar la muerte de más de cien personas? En ese caso nos encontramos ante un caso extremo de una patología conocida como erostratismo, que la Academia define como “manía que lleva a cometer actos delictivos para conseguir renombre”. Como se sabe, Eróstrato fue un efesio que en el 356 a. de C. incendió el templo de Artemisa (o Diana) sólo para hacerse famoso, como él mismo admitió. Con muy buen juicio, Artajerjes prohibió, bajo pena de la vida, repetir su nombre, lo que no impidió que haya quedado registrado en la historia. Hasta Cervantes le recordó en el Quijote: “lo que cuentan de aquel pastor, que puso fuego y abrasó el templo famoso de Diana, contado por una de las siete maravillas del mundo, sólo porque quedase vivo su nombre en los siglos venideros; y aunque se mandó que nadie le nombrase ni hiciese por palabra o por escrito mención de su nombre, porque no consiguiese el fin de su deseo, todavía se supo que se llamaba Eróstrato”. Por lo menos la intención fue buena, a mi parecer. Puede que el copiloto no sea culpable de lo que se presume que hizo, pero mientras se averigua, ¿es necesario que todos conozcamos su cara, su vida y milagros, sus aficiones, el balcón de su casa, la opinión que de él tenían sus vecinos y hasta la ropa que se ponía para correr? Si cualquier asesino, siempre que dé una buena campanada, tiene garantizada la fama mundial, ¿cómo nos va a extrañar que haya tantos Charles Manson o tantos asesinos en serie que sólo quieren, como Eróstrato, alcanzar la sórdida pero para algunos igual de embriagadora popularidad de la infamia? ¿Se merece toda nuestra atención y nuestra curiosidad un presunto o probado asesino? Si en lugar de matarse en un lavabo o en su propia cama, con las persianas bajadas, en un triste y solitario final, le garantizamos a cualquiera la posibilidad de protagonizar un suicidio brutal que ocupe todas las portadas, ¿de qué nos sorprendemos? Aunque quizá el problema sea más grave. Si ya en Éfeso había alguien capaz de cometer un delito para ser famoso, ¿de qué no serán algunos capaces en esta cultura nuestra en que la fama, con merecimientos o sin ellos, la fama incluso infame, es el único anhelo de la mayoría de la población? Habrá que pensar en medidas de seguridad, aunque sin olvidar que fueron otras medidas de seguridad las que hicieron imposible al piloto abrir la puerta e impedir la acción que la prensa atribuye al copiloto. Nuestra obsesión por la seguridad no va a librarnos de las más funestas consecuencias de nuestra obsesión enfermiza por la fama. Mi pregunta a los periodistas es: contra los Eróstratos del mundo, ¿no podíamos cerrar la boca?

TEMA (lo enuncio como un sintagma nominal) Reflexión sobre el papel de los medios en la obtención de fama de los asesinos. RESUMEN (el texto tiene 28 líneas, mi resumen no supera el 25%)


Rafael Reig nos comenta que desconoce qué sucedió en realidad en la tragedia aérea de los Alpes pero añade que, si fue un suicidio, debió de tratarse de alguien afectado de erostratismo. Explica en qué consiste, el origen de su nombre y citas literarias sobre ese mal. Seguidamente, pasa a dirigirse directamente a los periodistas para mostrar su rechazo a la exposición total de la intimidad del copiloto antes de saber siquiera si es culpable. Y en caso afirmativo, se pregunta si con ese comportamiento de la prensa no están asegurando esa gloria tan inmerecida pero deseada por él. ESQUEMA ORGANIZATIVO (os recuerdo que yo hago esquema y comentario. La Universidad acepta que solo se haga comentario, pero RECOMIENDA que se hagan las dos cosas) 1. Introducción (líneas 1-6): El copiloto del avión estrellado pudo causar la tragedia para suicidarse. 1.1.

Con esa acción alcanzaría la fama.

1.2.

Esa conducta es propia de una enfermedad: erostratismo.

2.

Cuerpo de la argumentación (líneas 7-27)

2.1.

Explicación de quién era Eróstrato y cita del Quijote donde se menciona.

2.2. Sin tener la confirmación de la autoría del siniestro, los medios nos desvelan toda la vida del copiloto. 2.2.1. Se le está asegurando el renombre internacional. 2.3. Es muy serio que en esta sociedad la popularidad se haya convertido en la máxima aspiración. 2.3.1. Ni siquiera extremar la seguridad puede evitar que vuelva a suceder. 3. Conclusión y tesis (línea 28): Los periodistas deberían silenciar estos asuntos para que los asesinos no alcanzaran su objetivo. Nos encontramos con un texto expositivo-argumentativo de ámbito periodístico, es un artículo de opinión. Su estructura externa consiste en seis párrafos de diferente extensión que coinciden con su estructura interna: introducción (primer párrafo), desarrollo (del segundo al quinto párrafo) y conclusión (último párrafo). En esta última, leemos la tesis; eso nos permite decir que se trata de un texto de estructura inductiva. A continuación, explicaremos los distintos argumentos que se aportan. Rafael Reig inicia el texto con dos preguntas retóricas que él mismo responde y que le permiten aportar su punto de vista. Este consiste en que el autor de la catástrofe lo hizo por erostratismo y nos ofrece la definición del término que da la RAE. Es en ese punto del texto donde comienza un fragmento estrictamente expositivo, lo cual le aporta objetividad. El segundo párrafo continúa con la exposición, pero para enfatizar el carácter objetivo de lo que escribe lo inicia con “como se sabe” y comienza a aportar los datos históricos. No son datos conocidos por un lector medio en general. Sin embargo, el autor nos los presenta como de todos conocidos. Termina el párrafo con una cita de El Quijote y con ella se acaba la exposición y retoma la argumentación. Introduce una valoración personal en primera persona en la línea 13.


El tercer párrafo vuelve a ser una sucesión de preguntas retóricas que muestran un argumento causa-efecto: si garantizamos la fama mundial a los asesinos que cometen estas atrocidades, no debemos extrañarnos de que las cometan. Además, también aporta el nombre de Charles Manson como ejemplo que se ha generalizado. El cuarto párrafo es un argumento de analogía. Reig compara la sociedad griega clásica con la nuestra para exponer la idea de que si ya en el mundo clásico existían ese tipo de personas, mucho más las habrá ahora que se persigue la popularidad a toda costa. El quinto párrafo redunda en esta idea: el ansia de fama podrá con todo, incluso con nuevas medidas de seguridad. Por último y de forma muy breve, el autor enuncia la tesis que aparece como conclusión del texto. También se enuncia en forma de interrogación retórica, siguiendo la línea que ha marcado todo el artículo. Pero, además, lo hace con una expresión coloquial dirigida a sus colegas de profesión. Les pide silencio, que no posibiliten la notoriedad de los asesinos.


A las armas Las armas no obedecen a los mandos militares. Solo combaten entre ellas con voluntad propia en bandos contrarios, aunque hayan sido engendradas como hermanas en la misma fábrica. A inicios de 1990, después de un enfrentamiento con centenares de muertos entre el Ejército peruano y los rebeldes de Sendero Luminoso se pudo constatar que las fuerzas reaccionarias de Fujimori usaban armamento todavía soviético y los revolucionarios iban armados con material norteamericano. Las armas solo se buscan entre ellas en cualquier lugar del planeta donde haya un conflicto y entran en combate hasta aniquilarse mutuamente. El representante de la fábrica de armamento explica a un consejo de generales las ventajas catastróficas de un nuevo misil inteligente, las prestaciones mortíferas de la bomba de racimo o la perversa imaginación de la mina antipersonas diseñada no para matar sino para colapsar los hospitales del enemigo con niños sin piernas ni brazos. Cuanto más diabólicos sean estos engendros más admiración reciben de los altos mandos militares. A continuación los ministros del ramo realizan grandes pedidos, que serán usados, revendidos legalmente o de contrabando a quien quiera comprarlos. Los pilotos se levantan, desayunan leche con avena, se duchan, arropan con ternura a su niño que duerme abrazado a un peluche y se despiden de su mujer con un beso: ¡adiós, querida!, ¡adiós, amor mío, que tengas un buen día! Los pilotos suben a los bombarderos y despegan en estado de erección. Gloria a Dios en las alturas. Las armas no tienen ideología, pero necesitan carne humana para alimentarse. Las bombas caen sobre una madre que está guisando para la familia, sobre una pareja de enamorados en la cama, sobre unos niños que juegan en la calle. Los pilotos creen cumplir una alta misión, pero solo obedecen como esclavos el designio de las armas. Manuel Vicent (13-12-2015) www.elpais.com Tema Antibelicismo Resumen Las armas no se someten a los hombres; luchan respetando su propio afán. En la contienda peruana en 1990 se comprobó que ambos bandos luchaban con artefactos todavía de la Guerra fría. Por ello, Vicent afirma que las armas se buscan para llevar a cabo su fin: matar. El productor las fabrica, los políticos las compran y los militares las usan. Estos últimos lo hacen como parte de su cotidianidad, creyendo cumplir altas misiones. Pero son sumisos del deseo de las armas.

Esquema organizativo 1.

Introducción (líneas 1-3): las armas se crean para el combate.

2.

Cuerpo de la argumentación (líneas 3-19):

2.1. En 1990 en el conflicto entre el Ejército peruano y Sendero Luminoso se comprobó que luchaban con material soviético y estadounidense. 2.2. Las armas se buscan. 2.3. Proceso de venta y distribución de armamento: 2.3.1. El fabricante explica el producto a los altos militares.


2.3.2. Los ministros las compran. 2.3.3. Los pilotos militares las usan.

3.

Conclusión (líneas 19-23): Las armas no tienen ideología.

3.1.

Los militares no cumplen misiones patrióticas sino que obedecen a las armas.

El texto consta de tres partes. En la introducción, el autor hace una afirmación de la que partirá todo el texto y es que las armas se crean para la lucha y terminarán luchando. El desarrollo comienza con un ejemplo como argumento que apoya lo dicho anteriormente. Vicent expone un conflicto bélico peruano en el que se combatió con armas de los dos bando de la Guerra fría, que hacía más de una década que se había terminado. Pero como en esa tensión no se utilizaron las armas, estas terminaron matando en otro combate. Continúa el desarrollo con un fragmento narrativo sobre el proceso de creación, venta, distribución y uso del armamento. Se presenta como un argumento causa-efecto, pues las armas se crean para matar y es lo que terminan haciendo. La conclusión la leemos en las últimas cuatro líneas y en ella, el autor nos resume su posición de un modo casi literario. Estamos sometidos a la voluntad de las armas.

Modalización. La adecuación es la propiedad textual por la que el texto se adapta a la situación para la que ha sido creado, en este caso concreto fue escrito para publicarse en el diario El País. Una de las partes más importantes que se debe analizar cuando se está tratando la adecuación textual es la constituida por los factores de modalización del texto, que son los que permiten observar la opinión y la actitud del autor acerca del tema tratado y el grado de subjetividad del lenguaje. Esta columna presenta un grado de subjetivización muy alto. Está tan modalizada que, en determinados fragmentos, parece un texto de género literario, más que periodístico. Vicent nos muestra una gran destreza para realizar esto, pues lo consigue con una ausencia total de deixis personal y social. Por tanto, desde el principio somos muy conscientes de cuál es su postura sobre el tema, sin haber rastros ni pronominales ni verbales de su presencia. Son los recursos estilísticos los que le dan ese carácter literario al texto y lo modalizan. La columna comienza con una personificación (l.1-2): “las armas no obedecen... solo combaten entre ellas con voluntad...” Manuel Vicent habla de las armas no solo como si tuvieran vida propia, sino como seres humanos, con su propio criterio y determinación. Sigue con un símil en la misma línea: “engendradas como hermanas”; con el que se refiere a armas iguales construidas en el mismo lugar. En la última parte del texto, emplea una metáfora que tiene el mismo término real que las figuras comentadas: “necesitan carne humana para alimentarse.” Nos sigue presentando el armamento como un monstruo horrible con vida propia. Y la última línea termina con otro símil que tiene como término real a esos militares sin albedrío: “solo obedecen como esclavos”.


Además de estos tropos, vemos otros recursos estilísticos morfosintácticos muy relevantes. En la línea 15, el autor emplea una enumeración narrativa: “los pilotos se levantan... y se despiden...”. Aparecen los pilotos como personajes de la historia que nos relata. Tanto es así, que termina la enumeración con un acto de habla indirecto. Pero este tiene un sentido irónico; recoge una cita en estilo directo de lo que él imagina que dicen los pilotos a sus esposas antes de partir (“¡adiós, querida!...”). Y en la conclusión vuelve a emplear una enumeración con asíndeton y estructura paralelística (l.20-22): “sobre una madre que..., sobre una pareja..., sobre unos niños que...”. Otro elemento con presencia importante es el léxico valorativo. Vemos ejemplos de diversas categorías gramaticales: sustantivos (engendros, admiración, estado de erección), adjetivos (catastróficas, perversa, diabólicos) y verbos (aniquilarse, colapsar). También podemos observar algunos verbos en modo subjuntivo (hayan sido engendradas, haya, quiera, tengas, sea), que el autor emplea, sobre todo, cuando realiza suposiciones. Únicamente utiliza un ejemplo de perífrasis verbal modal de posibilidad (“pudo constatar”). La mayor parte de las oraciones de la columna son enunciativas, pero observamos una exclamativa desiderativa en el acto de habla indirecto (“¡adiós. Amor mío, que tengas un buen día!). Ya hemos tratado el sentido irónico de la oración, que queda enfatizado por la modalidad, pues parece un diálogo cursi en medio de un texto que trata un tema muy serio. Por todo lo expuesto, podemos afirmar que nos encontramos ante un texto perfectamente adecuado a su situación comunicativa, la columna de un diario, para un público general y no especializado. Está totalmente modalizado, de modo que el lector percibe el antibelicismo del autor desde la primera línea.


COLUMNA Emoción ROSA MONTERO 21 SEP 2010 Ya sé que hoy en España la cosa de votar parece poco menos que una nadería. La falta de veracidad y de contenido del juego político nos mueve a la desgana, y para muchos los días de elecciones son una responsabilidad tediosa y poco sustanciosa. Pero yo, a pesar de todo, sigo sintiendo una emoción especial cada vez que puedo depositar mi voto. Supongo que es algo que nos pasa a todos los que vivimos un tiempo bajo Franco anhelando ese derecho básico. Ahora he sentido algo parecido ante las elecciones en Afganistán. La democracia en esa tierra trágica no es más que un ínfimo brote; los comicios presidenciales de hace un año fueron un fraude, Karzai es un impresentable, el país está en guerra, su sistema electoral no permite partidos políticos... Y aun así, ¡cuántas esperanzas! Y cuánta valentía. Ya saben que esos feroces locos criminales de los talibanes decretaron un boicot a las urnas, y que el día de las elecciones se dedicaron a asaltar colegios electorales y a matar gente. Al menos 389 colegios sufrieron ataques graves o cierres forzosos, murieron 21 civiles, hubo decenas de heridos. Y, sin embargo, parece ser que el 40% de los afganos acudieron a votar (en las europeas de 2004, por ejemplo, solo participamos el 45% de los españoles). ¿No es una cifra asombrosa? Aunque les podían rebanar el cuello, pegar un tiro, partir las piernas a bastonazos, ellos siguieron saliendo de sus casas para construir el futuro con su voto. Sé que las elecciones afganas han estado llenas de irregularidades y manipulaciones fraudulentas. Pero, aun así, conmueve ver a esas mujeres envueltas en el burka que acudieron a las urnas desobedeciendo el boicot talibán, quizá con la esperanza de un mañana más libre para sus hijas. Solo es una pequeña semilla protodemocrática en mitad del caos, pero ese 40% de afganos tiene razón. Así se cambia el mundo.

RESUMEN Rosa Montero opina que en España la población está desencantada con la política y que aquellos que votan lo hacen sin ilusión; exceptuando a los que como ella vivieron el franquismo. Sin embargo, la autora admira a todos los afganos que, pese a saber que podían ser heridos o asesinados por los talibanes, han acudido a votar. Pues ella piensa que así es como se cambia el mundo.

ESQUEMA Introducción: 1.

En España existe un descontento con la clase política que se refleja en la falta de voto.

1.1.

La autora sigue teniendo ilusión democrática porque vivió la dictadura.

Argumentación: 1.

Siente emoción al ver la situación en la que votan los afganos.

2.

En Afganistán hay guerra, precariedad, falta de garantías democráticas.

2.1. Y los afganos votan.


3.

Se produce amenaza del grupo talibán a aquellos que ejerzan su derecho al voto.

3.1. El 40% de la población afgana vota, casi la misma cifra que en las europeas, 45%. 4.

Las elecciones afganas están llenas de acciones fraudulentas.

4.1. Incluso las mujeres con burka han acudido a las urnas. Conclusión y tesis: Así se cambia el mundo (explícita). COMENTARIO La estructura del artículo de opinión que acabamos de leer es sintetizante puesto que la autora no expresa la tesis hasta la última línea. Nos ha ido ofreciendo a lo largo de todo el texto razones que podían funcionar de contraargumentos para la los afganos y disuadirlos de votar y, a continuación, siempre nos ha dicho lo contrario. Y pese a todo, ellos votan, que es por lo que siente admiración la autora. La modalidad textual fundamental del texto es la argumentación. La autora da directamente su opinión desde la primera línea, no lo hace de manera velada. Podemos observar verbos en primera persona (sé, supongo); el tiempo verbal más utilizado es el presente, lo que nos aclara que estamos ante la opinión actual de Montero sobre un hecho. También vemos que el léxico es completamente valorativo (tediosa, emoción, trágica, feroces locos, valentía). Además, encontramos ejemplos de exclamaciones y preguntas retóricas (¡cuántas esperanzas!, ¿no es una cifra asombrosa?). Aunque el texto es completamente subjetivo, la autora pretende en alguno de los argumentos ofrecer datos objetivos. Es por ello que podríamos decir que esos pequeños fragmentos son expositivos, pues tienen cifras exactas, tiempos verbales en pretérito e información que podríamos contrastar (“389 colegios sufrieron ataques graves, murieron 21 civiles, hubo decenas de heridos).


“Buenos o malos” La cohesión hace referencia a los mecanismos que sirven para articular las diferentes unidades lingüísticas (sintagmas, oraciones, párrafos) que integran el texto. La podemos definir como la propiedad que agrupa todos los mecanismos que manifiestan explícitamente las relaciones que se establecen entre las diferentes partes del texto. Estas relaciones se producen a nivel léxico-semántico y a nivel gramatical. A continuación, las analizaremos empezando por las relaciones léxicas. Es importante tener en cuenta que el texto es un fragmento extraído de un libro de consulta sobre Ética, Manual de civismo, ya que eso va a condicionar el léxico y su cohesión. El fragmento es bastante breve por lo que la reiteración léxica, aunque se produce, es de pocos vocablos y se trata de un par de apariciones cada uno: “tradición”, “orden”, “seres” y “existe”. Del mismo modo ocurre con los términos de la misma familia léxica como “sociedad”, “social” y “sociales” o “ser” y su plural “seres”. Estas palabras forman parte del eje temático fundamental del texto, que ya hemos dicho que trata sobre Ética e intenta discernir si el ser humano es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo corrompe. Los autores evitan la repetición de sintagmas con los procedimientos de elipsis y sustitución pronominal. En el primer caso, vemos en la línea 3 la elipsis del verbo copulativo “(seríamos) seres capaces de hacer daño” y en la línea 13 la elipsis del sujeto de la oración yuxtapuesta “(tal orden) no existe aún”. En cuanto a la sustitución pronominal, vemos que en las líneas 3, 6 y 7 se emplean los pronombres personales “ella” y “la” para sustituir a “tradición de pensamiento” y en la línea 10, “ellas” sustituye a “causas”. Es muy lógico que no aparezca ningún pronombre ni posesivo ni demostrativo debido a la atemporalidad y universalidad que los autores pretenden dar a su texto. Son muy significativos los ejemplos de sustitución sinonímica del texto. Aparecen “seres humanos” y “hombres” como sinónimos perfectos y “congéneres” como sinónimo contextual de ambos. Además, también emplea “idea” y “noción”, “malicias” y “perversidades”. A lo largo de todo el texto se trazan dos campos asociativos polarizados, uno incluye vocablos positivos relacionados con la moral y el otro, negativos. Ambos van oponiendo las dos posturas de pensamiento que se tratan de explicar: “maldad”, “hipocresías”, “perversidades”, “malicias”, “daño”, “egoístas”, “corrompidos”, “conflictos”… y el otro, “buenos”, “altruistas”, “inocencia”, “virtud”, “feliz”… En muchos casos, se pueden establecer relaciones de antonimia. Esto proporciona mucha cohesión al texto, el léxico está muy bien relacionado. A continuación, vamos a analizar los conectores textuales, que son las piezas lingüísticas que enlazan las oraciones y los párrafos de los textos. El fragmento se abre con un ordenador de comienzo de discurso, “para empezar”, que es propio de este tipo de textos en los cuales van a tratar de explicarnos una serie de conceptos. Y no vamos a encontrar más ejemplos de ordenadores debido a que tenemos una pequeña parte de un manual mucho más extenso. El resto de conectores responden perfectamente a las intenciones del texto, esto es, oponer dos teorías filosóficas. Por ello, aparecen conectores opositivos de distintos tipos: “sin embargo” (líneas 5 y16) y “pero” (l. 12) para marcar la restricción, “por el contrario” (l. 7) para marcar la exclusión de ideas y “aunque” (l. 8) y “en todo caso” (l.13) para señalar concesión. Además, podemos observar un conector aditivo con matiz intensificativo en la tercera línea “no solo… sino también” que quiere hacer hincapié en lo malo que puede llegar a ser el hombre. Por


último, comentaremos que los autores emplean un conector reformulativo de ejemplificación, “por ejemplo” (l.6), para introducir un argumento de autoridad que sostenga su teoría. Se apoyan en la opinión de dos importantes filósofos, Rousseau y Freud. Para finalizar, podemos concluir afirmando que hemos comentado un texto bien cohesionado mediante muy diversos mecanismos que hace que tanto el léxico como la gramática respondan a una intención temática clara, exponer dos tesis filosóficas enfrentadas.


COHESIÓN – “Clinio Malabar” La cohesión hace referencia a los mecanismos que sirven para articular las diferentes unidades lingüísticas (sintagmas, oraciones, párrafos) que integran el texto. La podemos definir como la propiedad que agrupa todos los mecanismos que manifiestan explícitamente las relaciones que se establecen entre las diferentes partes del texto. Estas relaciones se producen a nivel léxico-semántico y a nivel gramatical. A continuación, vamos a analizar la cohesión léxica del texto Descubrimiento de la circunferencia de Leopoldo Lugones. El texto está muy bien cohesionado y lo podemos observar claramente en la reiteración léxica, ya que las palabras más relevantes del texto aparecen todas más de una vez (Clinio Malabar y locura 3 veces; loco, tiza, círculo, circunferencia, manicomio y fin, 2 veces). Además, vemos cómo estas palabras se relacionan entre sí mediante distintas relaciones léxicas. Pertenecen a la misma familia léxica “loco” y “locura”, “círculo” y “circunferencia” “fin” e “infinito” así como “mortal” e “inmortal”. Los ejemplos que acabamos de explicar trazan a lo largo de todo el texto un gran campo asociativo sobre la enfermedad mental (loco, locura, manicomio, doctor, médico, enfermaba, manía, sugestión) que da al lector la sensación de eje temático. Los elementos textuales que más se eliden son los sujetos (llevaba siempre una tiza, era un individuo apacible, era geómetra, mientras conversaba distraído, llegó fácilmente a la convicción… en todos los casos Clinio Malabar). Con mucha menos frecuencia encontramos elipsis verbales (y con un palo cuando… [reemplazaba]). En cuanto a los mecanismos de sustitución, observamos ejemplos de sinonimia (doctor – médico, individuo – sujeto, infinito – sin fin) y también sinonimia contextual (círculo – circunferencia, manía – locura). En el primer párrafo vemos un ejemplo de hiperónimo con tres cohipónimos (posición: sentado, de pie, acostado) y más adelante las palabras individuo o sujeto sustituyen a Clinio Malabar. El mecanismo de sustitución más empleado por el autor son los pronombres. Los que le permiten repetir menos fragmentos del texto son los demostrativos neutros, que reemplazan ideas completas (aquello sucedía [lo que le hacían sus compañeros de manicomio]; fuera de esto [la broma explicada anteriormente]). El nombre del protagonista es sustituido por pronombres personales de tercera persona en varias ocasiones (se líneas 5, 6 y 23; le líneas 7 y 16), así como también otros sustantivos (tiza por la, línea 5; línea por la, línea 18).


COHESIÓN – “El imitador de voces” La cohesión hace referencia a los mecanismos que sirven para articular las diferentes unidades lingüísticas (sintagmas, oraciones, párrafos) que integran el texto. La podemos definir como la propiedad que agrupa todos los mecanismos que manifiestan explícitamente las relaciones que se establecen entre las diferentes partes del texto. Estas relaciones se producen a nivel léxico-semántico y a nivel gramatical. A continuación, vamos a analizar la cohesión léxica del texto El imitador de voces de Thomas Bernhard. Observamos con claridad una pretendida falta de cohesión en este microrrelato. El autor consigue esa sensación gracias a una incesante reiteración léxica de los sustantivos propios y del sintagma que da nombre al protagonista (cuatro veces, imitador de voces y Asociación de Cirujanos; tres veces, Palais Pallavicini y Kahlenberg). Es notable también la excesiva repetición del verbo imitar, que aparece de tres formas distintas. Bernhard, para conseguir ese efecto, no elide ni pronombres completamente innecesarios, “nos prometió a nosotros”. Aparecen también ejemplos de familias léxicas de términos muy relevantes en el texto, “artistas” y “arte”, “representara” y “representación”. Comprobamos que todo lo expuesto anteriormente es un rasgo de estilo del autor y no un desconocimiento de los mecanismos de cohesión porque podemos extraer de este texto tan breve preciosos ejemplos de sustitución sinonímica. Para el espectáculo que ofrecía el artista, el autor emplea “exhibirnos”, “representara” y “presentó” y para las peticiones que le hacía el público escribe “rogamos”, “formular deseos” y “propusimos”. Esta representación ternaria de un mismo concepto exhibe un dominio absoluto de la lengua y hace manifiesta la voluntariedad de la reiteración. Tanto es así, que utiliza la elipsis o la sustitución pronominal en el momento en el que lo considera necesario, sobre todo al final del relato. En el momento en el que va a introducir lo sorprendente del texto es cuando sustituye por primera vez al imitador de voces por un pronombre (le, línea 17) y la acción de imitar por pronombres neutros (eso y lo, línea 18). En las mismas líneas aparece la elipsis dos veces del imitador de voces como sujeto (que, para terminar, imitase su propia voz, nos dijo…). Por todo lo explicado, podemos concluir que este texto tiene una voluntaria falta de cohesión que le da un estilo propio y que es perfectamente comprensible dentro de los textos literarios del siglo XX.


CHULERÍA - cohesión La cohesión es una propiedad de todo texto bien construido en el que cada enunciado se relaciona con los demás mediante procedimientos léxico-semánticos, gramaticales y lógicosintácticos. Este hecho permite su correcta interpretación y, al mismo tiempo, al señalar el tipo de relación que existe entre ese enunciado y los demás, aporta unidad a todo el texto. Los mecanismos léxico-semánticos garantizan la precisión y la claridad necesarias para la comprensión del texto. Centrándonos en los elementos cohesivos de esta columna, lo que salta a la vista y marca todo el carácter del texto es la recurrencia léxica. Son muchos los vocablos que se reiteran y no solo como meras unidades léxicas sino que se repiten sintagmas completos e incluso estructuras oracionales. Vamos a empezar con aquellos ejemplos más visibles y que vertebran toda la columna. En primer lugar, observamos la repetición de “No solo…, sino que...” a lo que responde “Se llama chulería. La chulería de...”. Estos enunciados se repiten tres veces cada uno, siempre inician párrafo y aportan un efecto de estructura reiterativa al texto, cuyo único párrafo diferente a estos seis es el último, donde se encuentra la tesis. El lector percibe la reiteración léxica como algo pesado, cansado, que es lo que pretende el autor al hablar de los hombres que lo protagonizan. Otros términos que se repiten son: “dar la mano” (2 veces), “chulería” (7), “gusta” (2), “genio” (2), “llama” (3), “se dedica” (2), “puta” (4), “pagar” (2), “decir” (3) y “voy” (6). De ellos, el término “puta” aparece empleado siempre como adjetivo en los dos géneros. Los verbos “pagar” y “decir” aparecen conjugados en distintas personas y tiempos: “pagan”, “pagarán”, “dije”, “digo”. Así como las primeras repeticiones que hemos comentado sí que transmitían claramente una intención fácilmente perceptible, en estas últimas lo que percibimos es un tanto de pobreza léxica en el artículo, pues son términos que se pueden sustituir sin dificultad. Con las familias léxicas, ocurre todo lo contrario de lo que acabamos de ver, podemos encontrar un ejemplo testimonial, pero el texto se caracteriza por su ausencia (“cocinero”, “cocinar”). Debido a la brevedad de la columna, los ejemplos de relaciones semánticas no son demasiado numerosos. Podemos observar los siguientes términos funcionando como sinónimos contextuales: “hoy-ahora”, “chulería-bravatas”, “quedar como el culo-poner en ridículo” y “pregonar-decir”. Podemos observar en esos ejemplos que pertenecen a diversas categorías gramaticales (adverbios, sustantivos, locuciones verbales y verbos).Ninguno de todos es sinónimo perfecto del otro y esto lo podemos justificar con lo que hemos expuesto en el párrafo anterior; si Borja Hermoso no hubiese repetido tantos vocablos, seguramente habría empleado más sinónimos. En cuanto a los antónimos también vamos a incluir tres ejemplos: “amigo-enemigo”, “eludoconfieso” y “debilita-estructura”. En los tres casos, tanto en el primero que son sustantivos, como en los otros dos casos, que son verbos, vemos que la relación de antonimia es de complementarios, el significado de uno de los términos es incompatible con el otro. No podemos decir que en esta columna seamos capaces de señalar campos semánticos, porque son tan poquitos los términos que resultan muy poco significativos. Sin embargo, sí que vamos a señalar algunos casos de hiperónimos con al menos un hipónimo: “los medios-Cuatro” y “tacos:puta-puto”. En este último caso, no hemos incluido el verbo “acojona” debido a que no tiene la misma categoría gramatical que el resto de los hipónimos y, por tanto, no podría


establecer ni un campo semántico ni una relación de cohiponimia. Pero tampoco podemos dejar de advertir su relación de significado. Analizamos el tipo de términos que escoge para hablar de algunas personas y estos están claramente relacionados con sus profesiones. Pertenecen a diversas categorías gramaticales por lo que la relación que se establece entre ellos es de campo léxico. Para Dabiz Muñoz: “cocinero”, “cocinar”, “gamba” y “pollo”; para Luis Enrique: “analizar partidos”, “entrenador”, “Barça”. Es por todo lo expuesto por lo que podemos concluir que este texto está perfectamente cohesionado mediante mecanismos léxico-semánticos, que lo hacen claro y fácilmente legible.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.