INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN – ACCIÓN María del Pilar Domingo Mateo Universidad Autónoma de Santo Domingo
Desde la Investigación Acción (IA), se actúa en la realidad conforme a un compromiso con la adopción de nuevas actitudes y la incorporación de mejoras en la comunidad. Consecuente con ello, la investigación acción centra su atención en el sujeto y su entorno cercano, ya que se procura incidir en la propia práctica del individuo a partir de reflexiones y autorreflexiones que promuevan una conciencia crítica en virtud de la cual las mejoras se dimensionan, sistematizan y se hacen parte de la vida cotidiana. Por otro lado, en toda IA se enfatiza el compromiso social, la práctica auto-reflexiva, la búsqueda de mejoras en la práctica social y el compartir experiencias, historias de vida y expectativas. Este modelo de investigación, que iguala teoría y práctica, fundamenta su esencia en la participación y en mirar la sociedad desde el sujeto, a partir de reflexiones alimentadas por las propias experiencias de los actores. Además, la IA requiere de una alta dosis de disciplina y sistematización, ya que debe validarse desde la práctica misma y desde su sentido etnológico, es decir, mediante la recuperación de saberes sobre el entorno cercano y los modos de intervención para introducir mejoras en el quehacer educativo. Contrario a otras experiencias de auscultación de la realidad, la investigación acción funciona sobre el terreno, poniendo en juego todos los saberes del grupo, compartiendo y aprendiendo de los demás y de la práctica misma, y actuando sobre ella para introducir mejoras en lo individual, en lo colectivo y en lo social. En fin, podríamos puntualizar que las características más importantes de la IA son:
Actividad de grupo para cambiar las circunstancias de su accionar, a partir de procesos dialógicos. Práctica social reflexiva, integradora de la praxis y el proceso (Lewin, 1946). Actúa sobre problemáticas concretas, susceptibles de cambio, detectadas por los mismos participantes. Profundiza en la comprensión y diagnóstico de problemas. Crea un espacio para la reflexión y la teoría experiencial. Posibilita la reflexión crítica y la acción sobre la realidad. Integra teoría y práctica, docencia e investigación. Privilegia el valor de la práctica. Parte de un nuevo paradigma de investigación. Posibilita la investigación en profundidad mediante un proceso flexible y holístico. Potencia la conformación de valores entre los integrantes del grupo de investigación. Es una investigación desde dentro, parte desde lo particular. Fundamenta y valida los resultados de manera dinámica, organizada, sistemática, sucesiva y rigurosa.
Es una práctica colaborativa, participativa y democratizadora, en la que los investigadores se involucran como prácticos y los prácticos como investigadores. Valora la comunicación como una herramienta integradora, es decir, dialógica. Promueve el cambio social desde la formación y la práctica educativa. Es una acción procesual que privilegia la reflexión sistemática y desarrolla competencias y actitudes en los agentes de grupos pequeños. Indaga sobre la práctica social para conocerla y mejorarla. Es un proceso de auto-reflexión, y su acción se orienta a la transformación de la práctica y la innovación. Procura soluciones a problemas particulares de carácter social y educativo. Asume el estudio de caso como un escenario propio para la reflexión acción, partiendo de las percepciones y creencias de los actores. Privilegia el uso del lenguaje cotidiano de los participantes. Valora el rol de los diferentes actores.
1.- Antecedentes históricos. A pesar de que la IA es relativamente reciente (años 40), y de que durante algún tiempo estuvo reducida en su fase de difusión y relegada por los paradigmas tradicionales, el impulso que ha alcanzado en años recientes ha posibilitado la aparición y divulgación de diversos modelos y prácticas, adaptados a las necesidades históricas, etnográficas y sociales de varios campos, entre ellos la educación, la comunicación y el desarrollo sociopersonal y comunitario. Los orígenes de la investigación acción aparecen situados fundamentalmente en Estados Unidos. Probablemente la búsqueda de respuestas sociales a las demandas de la época, en que la guerra era siempre o una realidad o una amenaza, produjo propuestas innovadoras, en contraste con los viejos paradigmas teóricos. Así, surgen muchos nombres alrededor de una nueva práctica científica de investigación, que se contrapone, en esencia, con el modelo dominante funcionalista, si nos ubicamos en la década de 1940. Vinculada con las prácticas comunitarias, y con las necesidades de justicia social, equidad y democratización de la participación ciudadana en sus propios problemas, la IA ha recibido un impulso desde las reformas educativas y desde las bases sociales relegadas por las esferas más poderosas del poder político y social. Entre un modelo hegemónico para generar saberes, de indagación y de control de información y de las herramientas para el adecuado procesamiento de información y toma de decisiones, y un nuevo modelo más acorde con la naturaleza expresiva del ser humano, dialógico en su esencia, se ha constituido una alternativa que ofrece respuestas a varias problemáticas sociales, como la mundialización, la pérdida de rasgos fundamentales de identidad colectiva y la búsqueda de soluciones a problemas cercanos con base en la reflexión y una conciencia crítica. Todo modelo refleja alguna carga ideológica. Y es bien sabido que la desigualdad social se expresa también en el modo de acceder a los saberes y a los estadios de poder. El poder hegemónico suele disfrazar su naturaleza y aparenta ofertar “igualdad para todos”, aunque lo cierto es que sólo unos cuantos tienen posibilidades reales en un universo sesgado y ajeno. La investigación acción se corresponde con un paradigma que se distancia de lo hegemónico para reconocer el valor de la participación en igualdad de condición, la equidad, la colaboración y la integración en colectivos que atienden sus realidades cercanas, desde el sujeto como centro de su propia realidad y de la puesta en práctica de sus habilidades comunicativas. Así, la dinámica de descubrimiento activo que promueve la
investigación acción ha posibilitado experiencias valiosas que dan cuenta de herramientas apropiadas para el conocimiento de la realidad propia y para la adopción de estrategias destinadas a solucionar problemas reales en espacios cercanos de los sujetos sociales. La construcción de saberes desde lo experiencial, la acción sobre la propia realidad, valorar la perspectiva humana desde el sujeto en relación con el escenario en que actúa, desarrollar competencias comunicativas y de reflexión crítica, el aprovechamiento de los recursos de la comunicación dialógica como base de aprendizajes, y la intervención positiva en el modo de interactuar con los otros sujetos sociales y la realidad misma, son algunas de las ganancias derivadas de la investigación acción. La IA aporta sujetos críticos y reflexivos que pueden contribuir de modo significativo con las mejoras necesarias en su realidad social, educativa y comunicacional. Y una sociedad reflexiva y crítica garantiza vínculos sociales de igualdad, equidad y de transformación de la vida cotidiana en espacios colaborativos y dialógicos, lo que sería un estadio superior de existencia social. Los modelos teóricos también se corresponden con un modelo cultural. En un mundo globalizado la interculturalidad, es decir, la interacción social entre pares críticos y reflexivos, garantiza el fin de las hegemonías. Por lo tanto, la búsqueda de respuestas inteligentes a necesidades reales de conformidad con el bienestar social, y no el de un sector privilegiado, promueve relaciones de igualdad, equidad, solidaridad. Desde su perspectiva filosófica, Dewey (1997) contribuyó a la búsqueda de vías científicas para lograr mejoras en la vida social y procuraba una práctica de libertad a través de la democratización del conocimiento y de los recursos de investigación al alcance de todos, es decir, como un recurso social. Lewin (1946) es considerado padre de la investigación acción y de la comunicación social por ser quien propició su impacto dentro del marco social y en la práctica educativa como una expresión del ser social, agente de cambio de sí mismo y de la sociedad. La investigación debe ser parte de la vida cotidiana, con especial atención a las relaciones humanas y los cambios de comportamiento, actitudes y prejuicios. Para Lewin, la investigación acción es participativa, democrática y centrada en el ser humano; se basa en la reflexión autocrítica; reivindica el carácter psicosociológico de la práctica social; contribuye al cambio social y a la ciencia social; y en ella, la teoría y la práctica están en constante interacción. Resitúa al investigador y el uso de la investigación, privilegiando una nueva metodología frente a la práctica científica experimental, subrayando la acción como nuevo elemento que, integrado a la investigación, promueve mejoras en el ámbito intergrupal y social. Subraya la participación del grupo como base esencial de la investigación acción. Se le reconoce como un científico empírico-racional. Lewin presentó su modelo de investigaciónacción como una "espiral de ciclos" en la que el ciclo básico de actividades incluye la identificación de una idea general, el reconocimiento de la situación, planificación y desarrollo de la primera fase de acción, implementación y evaluación de la acción y revisión del plan general. Todo este ciclo básico se repite en la segunda fase de la acción y así sucesivamente. En su propuesta de este proceso democrático en espiral de ciclos o bucles repetidos se parte de la clarificación y diagnóstico de una situación problemática de la praxis para formular estrategias de acción que nos conduzcan a resolver el problema, luego la puesta en práctica y evaluación de las estrategias de acción y, finalmente, la aclaración y replanteamiento. Estos pasos constituyen la base
principal de la concepción de Lewin sobre la investigación acción, donde el investigador toma conciencia social y tiene la oportunidad de vincular la teoría con la práctica para darle respuesta a una situación problemática a fin de contribuir con el cambio social. También el proceso le facilita al investigador la formulación de nuevas teorías y nuevas prácticas congruentes con los valores propios y del entorno. El modelo lewinniano ha alimentado numerosas interpretaciones y experiencias en diversos ámbitos y disciplinas. Muchas propuestas han enriquecido el modelo inicial con nuevos elementos, pero manteniendo su esencia. La evolución de la investigación acción está marcada por numerosos aportes y por variaciones naturales a partir de la propuesta fundamental de Lewin. La incidencia que ha tenido esta perspectiva en las ciencias sociales es muy importante, aunque no generalizada todavía. La investigación acción ha tenido fuerte incidencia en disciplinas como la antropología, psicología, educación, comunicación, artes y en múltiples procesos socioculturales. La investigación acción ha incidido de manera significativa en el campo educativo, promoviendo cambios de la escuela a partir de la innovación y renovación. Esto ha sido parte de un lento proceso de adopción de diferentes corrientes, entre ellas la animación pedagógica, donde se toma en cuenta al profesor como animador, se valora la parte afectiva y la comunicación grupal. Desde la investigación acción se han generado diferentes experiencias y enfoques que parten de un punto común que es la mejora de la práctica. Al mismo, las perspectivas filosóficas y paradigmáticas han encontrado una rica fuente de indagación y fundamentación de este modo de hacer investigación. En correspondencia con eso, se puede citar, por ejemplo, tendencias regionales de investigación acción, que aunque parten de un tronco común mantienen su particularidad enriqueciendo el acervo sobre esta práctica. En Francia la investigación se centra en el análisis vinculado a enfoques de animación sociocultural, educación popular, análisis psicosociológicos y el compromiso político de la investigación acción. Nombres importantes de esas perspectivas son Delorme y Barbier. Desde el enfoque psicosociológico la investigación acción se centra en lo psicosocial, la comunicación y la mejora de las relaciones humanas, con una fuerte orientación hacia la educación. Otros diversos enfoques apuntan hacia un nuevo modelo de educación en democracia social, la escuela para todos, la educación permanente, la descolarización, las teorías del desarrollo del currículo, los pre-requisitos escolares, la diferenciación y la individualización, la pedagogía diferencial y la evaluación formativa. Igualmente, una neo tendencia propugna, desde la investigación educativa, por el práctico investigador, a la búsqueda de mejoras desde un paradigma comprensivo y la apuntalación de la investigación cualitativa frente a otros modos tradicionales cualitativos, y una pedagogía diferenciadora que profesa una diferenciación de la observación, de la evaluación, de la acción y de la relación pedagógica. (Pérez-Serrano, 1990). La investigación-acción es un tipo de indagación que pone el mayor énfasis en combinar la teoría con la acción práctica. Surge y se desarrolla a través de la propia acción y sus resultados redundan directamente en la modificación de la práctica. Por lo tanto, la investigación-acción dedica su atención a problemas prácticos, cotidianos, cuya resolución aborda mediante la misma práctica y la reflexión.
Elliott (1993) define la IA como el estudio de una situación social para tratar de mejorar la calidad de la acción en la misma, precisando que las teorías se validan a través de la práctica, facilitando al sujeto elementos pertinentes que le ayuden a alcanzar "juicios prácticos" y modos más "inteligentes" de acción. Este docente curriculista ha partido fundamentalmente del modelo de Kemmis (1980), desde el cual formula su propio esquema de investigación acción e introduce otros elementos tales como la exploración, al principio de cada ciclo. Divide la investigación acción en tres ciclos (1986), en los que consigna una relación procesual que abarca desde la identificación de la idea inicial y la exploración, hasta la revisión del plan general y su re-planificación. Elliott (1991) señala que la investigación y la acción son parte de un mismo proceso, es una estrategia que contribuye con el desarrollo profesional de los educadores y facilita innovaciones educativas y le reconoce al docente un papel protagónico como investigador de su propia práctica y auspiciador de la reflexión para la práctica, como consecuencia de las reformas curriculares. Pensaba que la enseñanza era una actividad fundamentalmente teórico y que para el ejercicio dichos profesionales deberían interpretar su práctica en la búsqueda de su autodesarrollo reflexivo, que permite mejoras en la calidad de vida ante una situación social. Vincula la investigación educativa con la adopción de valores, y resalta el aprendizaje por investigación, que se corresponde con una acción autoreflexiva. Postula que existen dos tipos del desarrollo reflexivo de los profesores, uno cuando el profesor inicia una investigación sobre su práctica e introduce mejoras en la misma partiendo de su reflexión previa; en la otra dimensión introduce mejoras y luego reflexiona sobre ellas. En el primer caso la reflexión inicia la acción y, en el segundo, caso la acción inicia la reflexión. Elliott privilegia el segundo modelo al considerar que representa con mayor exactitud la lógica natural del pensamiento práctico. Insiste en que el objetivo fundamental de la investigación acción busca mejorar la práctica en vez de generar conocimientos.
2.- Conceptualización.La investigación-acción es un método que procura introducir cambios planificados en la práctica, mediante la participación activa de los actores del proceso, quienes intervienen como sujetos de cambio en su propio entorno. A partir del re-conocimiento de su contexto y la identificación de necesidades, los participantes adoptan, desde un análisis reflexivo, las estrategias de cambio para el mejoramiento de su práctica social y/o educativa. Es la reflexión sobre la práctica relacionada con el diagnóstico. Analiza acciones humanas y situaciones sociales como problemáticas o inaceptables, contingentes o susceptibles de cambio, y prescriptivas, las que requieren de una respuesta práctica. McKernan (1999) define la Investigación Acción como “el proceso de reflexión por el cual, en un área-problema determinada, donde se desea mejorar la práctica o la comprensión personal, el profesional en ejercicio lleva a cabo un estudio en primer lugar para definir con claridad el problema; en segundo lugar para especificar un plan de acción –que incluye el examen de hipótesis por la aplicación de la acción al problema. Luego se emprende una evaluación para comprobar y establecer la efectividad de la acción tomada. Por último, los participantes reflexionan, explican los progresos y comunican esto resultados a la comunidad de investigadores de la acción. La investigación acción es un estudio científico autorreflexivo de los profesionales para mejorar la práctica”. En el ámbito educativo, Mckernan considera la investigación acción como una dinámica práctica, técnica y críticamente reflexiva, donde se
involucran los actores educativos interesados en el proceso de la investigación (1999). Se trata de un modelo para la resolución problemas, y se procura la mejora del curriculum, considerando el carácter dialéctico que se genera entre la teoría y la acción. Propone diferentes ciclos en el marco de la pesquisa, un básico y otros que se articulan a partir de las experiencias del primero:
Identificación del problema (que requiere mejora) Evaluación de necesidades (en orden de prioridad) Diseño de un plan global de acción Puesta en práctica del programa Evaluación de las medidas tomadas Reflexión intragrupal (toma de decisión)
Un segundo ciclo contempla unas acciones reflexivas destinadas a repensar las mejoras, a partir de la siguiente estructura:
Definición revisada de la situación Redefinición del problema de investigación original Plan de acción revisado
Un tercer ciclo se ocuparía de la implementación de nuevas pruebas y experimentación que darían pie a un nuevo plan reconstruido. Kemmis y McTaggart (1988) definen la investigación acción como una forma de indagación introspectiva colectiva emprendida por participantes en situaciones sociales con objeto de mejorar la racionalidad y la justicia de sus prácticas sociales o educativas, así como su comprensión de esas prácticas y de las situaciones en que éstas tienen lugar. La IA, como uno de los modelos de investigación del paradigma cualitativo, que observa y reflexiona sobre una situación social mediante la participación activa de las personas involucradas en esa realidad específica para mejorarla, tiene claramente definidos unos objetivos que presentamos en el siguiente apartado. 3.- Objetivos La investigación acción requiere precisar sus objetivos, como factor fundamental, a fin de poder dar respuestas a numerosos requerimientos individuales de la práctica profesional y de la realización del individuo, su autoestima, autovaloración, autodiagnóstico, co-responsabilidad y clarificación de destrezas y competencias. Como parte de la fundamentación teórica, se ha considerado pertinente señalar varios objetivos de la investigación acción, que permiten un adecuado nivel de claridad sobre este nuevo modo de conocer y actuar. Los objetivos de la IA más relevantes son:
Introducir mejoras en la práctica social y educativa, a partir de las experiencias personales. Desarrollar destrezas en la práctica para alcanzar niveles de conciencia crítica sobre la propia práctica. Vincular la teoría con la práctica en una dimensión integral. Proporcionar herramientas para desarrollar un pensamiento reflexivo y sistemático. Propiciar la reflexión y la participación crítica, y autocrítica, de cada miembro del grupo.
Facilitar la adopción de paradigmas y una fundamentación conceptual referidas a la valoración de la práctica activa y transformadora. Propiciar aprendizajes desde la propia experiencia individual y a compartirla de manera activa, en interacción, con otros. Auspiciar el cambio individual a través de la actividad grupal, que es el centro de la investigación acción. Fomentar el trabajo cooperativo. Propiciar procesos de comunicación dialógica en la acción grupal. Facilitar herramientas para diagnosticar, planificar, intervenir y reflexionar sobre la práctica educativa. Ayudar a la recuperación de la memoria colectiva a partir de las experiencias individuales. Facilitar que las personas teoricen acerca de sus propias prácticas. Facilitar aprendizajes de valores tales como compartir, equidad, solidaridad, libertad, respeto, tolerancia, honestidad, sinceridad, democracia y co-responsabilidad.
4.- Etapas.Según Kemmis (1989), citado por Latorre (2003), la investigación acción se lleva a cabo mediante ciclos sucesivos, espirales o bucles, cada uno de los cuales está constituido por cuatro fases o momentos: 1. Planificación
2. Acción 3. Observación
4. Reflexión
La fase de planificación de cada ciclo es aquella en la que se diseña el plan de acción. La fase de acción es aquella en la que se implementa el plan de acción. La fase de observación es la recogida y análisis de información. Y, por último, en la fase de reflexión se hacen conclusiones y se elaboran propuestas y sugerencias para ser reformuladas en el nuevo plan de acción para el ciclo siguiente. Como podemos ver, cada plan surge como consecuencia de las necesidades emergentes durante el ciclo anterior. La cantidad de ciclos de una investigación acción y la duración de cada uno dependerán de los objetivos y actividades propuestas en el plan. Por lo tanto, la investigación acción no se puede planificar completamente de manera global en toda su totalidad, sino que se va planificando por etapas o ciclos y el diseño del siguiente dependerá de lo que suceda en el anterior. En la IA nos ponemos a actuar de acuerdo a un plan y así irán surgiendo otras necesidades que se intentarán solventar en el siguiente ciclo a través de las acciones propuestas y reformuladas del nuevo plan. Es decir, a la luz de lo que va surgiendo, se irán creando nuevas acciones y estrategias que se llevarán a cabo en el próximo ciclo. 5.- Modelos.Cook (1984) describe cuatro modelos de investigación acción hasta finales de los 50: 1. Investigación acción diagnóstica.Centrada en la recogida de datos y el análisis interpretativo de los mismos para sugerir respuestas a las necesidades.
2. Investigación acción participante.Tiene dos modalidades. Una, que da a conocer a los participantes los datos recogidos enseguida y la otra, que propone la participación activa de los mismos en todas las etapas de la investigación. 3. Investigación acción empírica.Parte de un problema concreto para producir cambios. 4. Investigación acción experimental.La evaluación de los cambios en un programa tiene forma de trabajo experimental. Morin (1984), citado por Bartolomé (1993), reconoce varios modelos de investigación acción entre los cuales se encuentran: La IA relacionada con el desarrollo del currículo en Gran Bretaña La investigación acción crítica o emancipatoria de Carr Kemmis La investigación acción cooperativa o colaborativa La investigación acción participativa La investigación acción relacionada con el desarrollo del currículo nace en el marco del movimiento de profesores como investigadores que surgió en Inglaterra durante la década de los sesenta dentro del contexto de una reforma curricular del sistema educativo. Para Elliott (1993), las prácticas educativas se convirtieron en un medio adecuado para elaborar y comprobar las hipótesis y teorías del currículo. La investigación acción crítica o emancipatoria es aquella que incorpora las ideas de la teoría crítica, se centra en la práctica o praxis para profundizar en la emancipación del profesorado en cuanto a sus creencias, propósitos y prácticas rutinarias educativas, a la vez que trata de vincular su acción a las coordenadas socioculturales en las que se desenvuelven, así como la ampliación del cambio a ámbitos sociales. (Latorre, 1999) Bartolomé (1994) define la investigación acción cooperativa o colaborativa como aquella que se da cuando algunos miembros del personal de dos o más instituciones (generalmente una de ellas está orientada a la producción de investigación científica o a la formación de profesionales y la otra es una escuela o una institución en la que trabajan esos profesionales a los que se pretende formar) deciden agruparse para resolver juntos problemas que atañen a la práctica profesional de estos últimos, vinculando los procesos de investigación con los procesos de innovación y con el desarrollo y formación profesional. La investigación acción participativa. Antecedentes históricos. Surgió inicialmente en América Latina, muy relacionada con procesos de concientización y lucha de grupos populares que se planteaban en los años 60 la necesidad urgente de realizar transformaciones sociales y políticas en países como Brasil, lugar de nacimiento de Paulo Freire. Las escuelas críticas de investigación social y de Pedagogía Social fundamentadas en la educación popular latinoamericana, las Teorías de Freire sobre la Pedagogía de la liberación y la Educación de Adultos, unidas a las teorías europeas sobre Sociología Práctica, sociopraxis, sociología dialéctica, entre otras, constituyeron el marco que dio origen a la IAP.
En 1977, se fundó la Red Internacional de Investigación Participativa con seis grupos de trabajo autónomo pertenecientes a Africa, Asia, Europa, América Latina, El Caribe y Norteamérica, y se realizó el Simposio Mundial de Cartagena, primer encuentro internacional sobre IAP, en el cual se recogieron importantes reflexiones sobre múltiples trabajos de Investigación Participativa. Bartolomé (1994) indica que la IAP también era llamada investigación militante, participante, participatoria, encuesta concientizante, autodiagnóstico comunitario, investigación activa o, simplemente, investigación acción en aquellos tiempos en que se producía el momento de la ruptura epistemológica, de la afirmación de un nuevo paradigma de investigación frente al pensamiento y a la investigación científica tradicional. Señala, que bajo el nombre de investigación acción se descubren en el Simposio de Cartagena, interpretaciones radicalmente diferentes. Una es la vertiente teórica basada en el marxismo que busca la relación entre ciencia y política a partir de un compromiso activo de transformación social de los intelectuales en la lucha política a favor de los oprimidos; y otra es la metodológico-instrumental aplicada en los trabajos de investigación. Esos intelectuales abandonaron la universidad para trabajar con campesinos y obreros en los procesos de concientización de su realidad social y para despertar en ellos/as el espíritu de lucha para realizar los cambios a favor de lograr un mundo mejor y más justo. En 1980, se celebró el primer Seminario Latinoamericano sobre Investigación participativa bajo el nombre de “Investigación Participativa y Praxis Rural”, donde Hall (1988) denunciaba la falta de atención de las universidades y gobiernos para mejorar los problemas sociales en las diversas naciones del mundo. Defendía el derecho que tienen todos los seres humanos para crear y producir conocimientos sociales, siendo, precisamente, la IAP un medio estratégico excelente para llevar a cabo esos fines dentro de un clima de compromiso social y de solidaridad entre los diferentes grupos sociales. En 1987, De Souza (1987), en un taller sobre IAP celebrado en Nicaragua, confirma la importancia de este modelo emergente de investigación de las Ciencias Sociales fundamentado en el compromiso para la transformación social y que surge por la confrontación de las ideas y formas tradicionales de hacer ciencia con la realidad vivida por los grupos marginados. En 1988, en el IV Seminario de IAP, Rahman y Borda (1988), citados por Bartolomé (1993), siguen promoviendo en nuevo paradigma social. En 1990, en el encuentro Educación de Adultos y Democracia, De Souza (1987) enfatiza la importancia de la IAP en la construcción de los procesos democráticos, cooperativos y humanizantes para la transformación. Bartolomé (1991) participó durante dos años en proyectos de IAP en la República Dominicana. En 1997, se celebró otro Congreso Mundial sobre Investigación acción participativa en Cartagena, Colombia. Conceptualización. Grossi (1988), citado por Bartolomé (1993), define la IAP como un enfoque en la investigación social mediante el cual se busca la plena participación de la comunidad en el análisis de la propia realidad, con el objeto de promover la transformación social para el beneficio de los participantes de la investigación. Goyette y Lessard-Hebert (1988), citado por Bartolomé (1993) señalan que la IAP aquella que tiene como fin “transformar los comportamientos, las costumbres y las actitudes de los individuos o de las poblaciones, mejorar las relaciones sociales e incluso las reglas institucionales de una organización”.
Alberich (2000) , citado por Villasante (2000),dice que la IAP es un método de estudio y acción que busca obtener resultados fiables y útiles para mejorar situaciones colectivas, basando la investigación en la participación de los propios colectivos a investigar. Características. Las características más relevantes de la IAP son: 1. Está dirigida hacia la transformación social. 2. Las personas de la comunidad dejan de ser objetos de investigación para participar activamente como investigadores y sujetos protagonistas de la investigación en todas las etapas del proceso. El investigador externo necesita implicarse y convivir más en la comunidad a estudiar. Todo lo contrario, del paradigma positivista, en la que el investigador tenía que mantenerse al margen de lo investigado para no influir ni verse influido. 3. La construcción del conocimiento se da desde una perspectiva crítica sobre la realidad mediante procesos de diálogo y de reflexión-acción que incorporan el lenguaje y otros aspectos de la cultura popular. 4. Busca el aprendizaje mutuo mediante técnicas novedosas como los debates, observación participante y dinámicas de grupo, además de otras tradicionales como los grupos de discusión y entrevistas. 5. Reconoce la no neutralidad de la ciencia y se plantea la dimensión sociopolítica del conocimiento y la acción social para construir procesos democráticos desde la comunidad. 6. Se plantea el para qué y el para quién de la investigación como primer problema a resolver. 7. Los resultados de la investigación deben ser devueltos a la comunidad y quedarse exclusivamente en el dominio del investigador “externo”. 8. Se busca la mayor participación posible de las comunidades, organizaciones y sectores sociales de la población en la que se lleva a cabo. 9. Parte de un diagnóstico comunitario que recoge la información en el contexto de la acción y en donde se evidencian las necesidades y problemas que afectan a la población participante. 10. El proceso de investigación se lleva a cabo dentro de una espiral permanente de diagnóstico-reflexión-planificación-acción-nueva evaluación diagnóstica.
Etapas Bartolomé (1994) indica que autores como Grossi, Pinto, Brandao y Le Boterf han elaborado diversos diseños para sistematizar el proceso de la IAP, especialmente en su modalidad diagnóstica. El modelo de IAP de Le Boterf (1988) tiene cuatro fases, tres de las cuales están orientadas al diagnóstico y solamente una a la programación y ejecución de la acción propuesta para el cambio.
Diseño de Investigación Acción Participativa Primera Fase: Montaje institucional y Metodológico de la IAP Segunda Fase: Estudio Preliminar y provisorio de la población: Estructura socioeconómica Punto de vista de los implicados Datos socioeconómicos
Autor: Le Boterf (1988)
Feed-back: Promover entre los participantes un conocimiento más objetivo
Tercera fase: Feed-back: Análisis crítico de los problemas considerados Cada grupo de estudio comunica los como prioritarios resultados de su trabajo. Cuarta Fase: Programación y realización de un Plan de Acción
Bartolomé (1994) indica que las tres etapas del proceso de la IAP que con mayor frecuencia han propuesto diferentes autores son: 1. Diagnóstico comunitario inicial, donde se recoge información en el contexto de la acción. 2. Discusión y profundización de la información, que comienza con el análisis de datos con participación comunitaria y exige la iluminación de los problemas locales desde perspectivas más amplias, que ayuden a descubrir las causas estructurales de los mismos. 3. Planificación y realización de la acción, que supone la organización de grupos instrumentales que asuman la acción así como la revisión crítica permanente de la validez de los cambios propuestos; lo que da lugar a la vuelta a la fase diagnóstica de un nuevo ciclo. El rigor científico de una IAP se establece con la descripción densa y profunda de la muestra de la población con la que estamos trabajando, de las expectativas del equipo investigador participante y del contexto, a través de la observación persistente, los procesos de triangulación entre diversas fuentes de datos, perspectivas, métodos e investigadores. En este trabajo de investigación, trataremos de abordar, adaptadas a nuestra realidad, las diez primeras fases, del modelo de IAP planteado por Villasante (2000), que presentamos en el siguiente cuadro.
Etapas y fases de una Investigación Acción Participativa (IAP) según Villasante, Martí y Alberich (2000) Etapa de pre-investigación: Síntomas, demanda y elaboración del proyecto 0. Detección de unos síntomas y realización de una demanda (desde alguna institución, generalmente administración local) de intervención. 1. Planteamiento de la investigación (negociación y delimitación de la demanda, elaboración del proyecto. Primera etapa: Diagnóstico Conocimiento contextual del territorio y acercamiento a la problemática a partir de la documentación existente y de entrevistas a representantes institucionales y asociativos. 2. Recogida de información. 3. Constitución de la Comisión de Seguimiento. 4. Constitución del Grupo de IAP. 5. Introducción de elementos analizadores. 6. Inicio del trabajo de campo (entrevistas individuales a representantes institucionales y asociativos). 7. Entrega y discusión del primer informe. Segunda etapa: Programación. Proceso de apertura a todos los conocimientos y puntos de vista existentes, utilizando métodos cualitativos y participativos. 8. Trabajo de campo (entrevistas grupales a la base social). 9. Análisis de textos y discursos. 10. Entrega y discusión del segundo informe. 11. Realización de talleres. Tercera etapa: Conclusiones y propuestas. Negociación y elaboración de propuestas concretas. 12. Construcción del programa de Acción Integral (PAI) 13. Elaboración y entrega del informe final. Etapa post-investigación: Puesta en práctica del PAI y evaluación. Nuevos síntomas