Revista
Educación y Sociedad
Edición Nº1 - Junio - Julio - 2011
a s n e i P e u Palabra q
“Brechas Sociales”
Índice Editorial
3
Opiniones discrepantes sobre la calidad de la instrucción
4
Representando Brechas Simbólicas
5-8
El rol del Estado en la enseñanza superior
9-14
Bullying...
15-16
Sistema educacional
17-20
Educar la sexualidad humana acortando brechas
21-26
El racismo es un virus que no tiene condición social
27-32
La Mano de Gus Educación Permanente
34-37
Desde el fondo y arrodillado, un niño triste, como tantos, nos mira…
38-47
Diez desafíos, Diez ideas para una America rica, pero empobrecida
48-50
Pare de Bromear
2
33
51
Rever: GoodBye Machuca
52-54
La Penúltima Página W.
55
Editorial Al pensar en la Revista ES se nos llenó la mesa de preguntas. Estuvimos a punto de zozobrar, antes de partir. Hoy cortamos amarras y nos internamos en el mundo educativo asumiendo un eje esencial para la vida humana: Educación y Sociedad. Iniciamos el viaje cargados de interrogantes, ellas serán el combustible que impulsará a nuestro equipo: ¿Cómo provocar en la escuela una conciencia activa de que existe un nexo profundo entre escuela y sociedad? ¿Cómo entender, de una vez, que tenemos la sociedad que la educación ha logrado formar (o deformar) en el país, en el continente? ¿Podremos superar la idea de que la relación entre escuela democracia, va mucho más allá de los “eventos” de participación de la escuela tradicional: Centro de Alumnos, elecciones de directivas, Consejo Escolar, Sindicatos? ¿Vemos la urgencia de vincular los contenidos de los sectores de aprendizaje con la realidad social, la vida pública, la política, la construcción de nuestra ciudadanía y democracia, la pobreza, la injusta distribución de la riqueza, la codicia de los malos empresarios, el uso de la violencia como medio de solución de las diferencias? ¿Existe un socio-educador, capaz de descubrir junto a sus alumnos la crítica a los modelos sociales injustos, a las brechas escandalosas entre micro sociedades ricas y macro sociedades pobres? ¿Es acaso la pasividad nuestra consejera o nos anima un espíritu despierto, rebelde, comprometido, constructivo de una sociedad distinta, más humana, fraterna, justa desde una escuela? ¿Estamos desarrollando programas de trabajo con las familias, las comunidades del entorno, las organizaciones ciudadanas? ¿Estamos “paveando” o estamos construyendo democracia? En fin, esas y muchas más nos animan a emprender este rumbo, sabemos que somos muchos los que creemos en otra escuela, los que soñamos otra sociedad. Entre todos podremos ir respondiendo. Estás invitado.
Winston Elphick w@educacionysociedad.org Representante Legal: Winston Elphick Debia Comité Editorial Winston Elphick D. Exequiel Garay S. Barbra Reyes S. Jorge Olivo Bernardo Aedo Paula Duran Jaime Labra Gestor Global: Winston Elphick Debia Gestor Editorial: Exequiel Garay Silva Columnistas: Ernesto Schiefelbein Olivillo
Periodistas: Alejandro Luna V. Constanza Pérez V. Gustavo Carrasco A. Mario Rodríguez O.
Corrección: Winston Elphick D.
Arte y Diseño: Paulina Hurtado B. Barbra Reyes S.
Colaboradores: Rosita Garrido L. José Luis Rozas R. Paula Duran Viola Soto Mario Leyton S.
Diseño Web: Iglesia.cl
Gestor de Marketing y Finanzas Felipe Hurtado B.
Fotografía: Exequiel Garay S. Felipe Hurtado B. Barbra Reyes S. Paulina Hurtado B.
e-mails: felipe@educacionysociedad.org exequiel@educacionysociedad.org barbra@educacionysociedad.org Diseño:paulina_hb11@hotmail.com
Ilustraciones: Gustavo Donoso Digitalización de Imágenes: Paulina Hurtado B.
Distribución: www.educacionysociedad.org Descarga y Suscripción sin costo. Fono: 02-519 38 22 / 519 38 21
3
Columna
Por Ernesto Schiefelbein
Opiniones discrepantes sobre la calidad de la instrucción Cuando se habla de calidad o aprendizaje, el análisis se suele reducir a los logros en instrucción o conocimientos, es decir, al almacenar, recuperar, reconocer, comprender, organizar y usar la información recibida a través de los sentidos (para los que se dispone de indicadores, medidas o definiciones). Si bien se reconoce que es fundamental el desarrollo de la persona mediante la formación de los sentimientos, valores, motivaciones y otros aprendizajes no cognitivos, no se suele contar con medidas de estos logros (www.nwlink. com/~donclark/hrd/bloom.html). Es por esta limitación que, en este número, sólo examinaremos las diferencias entre distintos indicadores del aprendizaje cognitivo generado en el sistema escolar del país Un primer indicador del nivel de calidad de la instrucción es la comprensión de lectura en la educación básica. Según los puntajes del Simce –Sistema de Medición de la Educación Chilena, la mitad de los niños de cuarto grado no entiende mensajes literales, es decir, no responde correctamente preguntas que implican reconocer y recordar nombres, personajes, colores, lugares y otras características descritas explícitamente en el texto. Este primer nivel de comprensión no exige reconocer o recordar ideas principales o secundarias, ni relaciones causa-efecto o generar otros tipos de inferencias. En un cuarto grado de educación básica se puede esperar que el 90% de los niños entienda mensajes literales en textos simples de 100 a 150 palabras (el otro 10% podría necesitar atención especial que no se puede ofrecer en cualquier sala de clases). La brecha que existe con respecto a los resultados del Simce, en este nivel mínimo de aprendizaje, constituye una referencia para apreciar los demás indicadores que se ven a continuación. Profesores y alumnos discrepan sobre la calidad de los procesos que desarrollan en la sala de clases y sería bueno precisar las causas de las diferencias. .
4
Ex Director de la Oficina Regional de Educación de Unesco para América Latina. Doctor en Educación de la Universidad de Harvard (Ed.D.1969)
En la encuesta de Fundación Santillana, realizada en 2007, más del 95% de los profesores de nivel medio considera que: saben explicar los temas a los alumnos; les gusta lo que enseñan; instruyen a sus alumnos a ser buenas personas; los motivan y los tratan a todos por igual.Sin embargo, sólo el 66% de sus alumnos está de acuerdo con la primera afirmación y la cifra se reduce para cada una de las otras. Solo un 40% opina que “tratan a todos los alumnos por igual”. Sin embargo, cuando se trata de evaluar la calidad de todo el sistema de educación, cambia la percepción y coinciden ambos actores. El 80% de los profesores y el 81% de los alumnos consideran que “la calidad de la educación en Chile” es regular o mala, en la encuesta realizada por la UAH-CIDE en 2010. Sólo 62 y 64% tenían similar percepción en 2000, cuando respondieron una pregunta similar. ¿Ha empeorado la calidad o es solo que, actualmente, se exige más (similar a la de países más desarrollados)? ¿Saber explicar, sería equivalente a realizar las aburridas clases frontales? ¿Tratar a todos los alumnos por igual implicaría que no se atienden las diferencias individuales? ¿Cambian de opinión los profesores cuando opinan sobre los “colegas”, que cuando se autoevalúan? ¿Les pasa lo mismo a los alumnos cuando opinan sobre los “otros” establecimientos? ¿Cómo se explican las diferencias entre estas cifras y los resultados de la evaluación a los docentes? Comentaremos algunas de estas interrogantes en los próximos números de la revista.
Representando Brechas Simb贸licas
Ilustraci贸n:http://www.hectorjorquera.cl
5
Artículo
Por Paula Duran
Siempre había pensado que las brechas eran distancias; pero no había reparado en su calidad abierta y dolorida. Las características de las brechas las hacen ser espacios muy particulares, porque, para denominarse como tal, deben tener al menos tres partes: dos iguales, separadas por una tercera que viene a romper el equilibrio original. Las brechas son como heridas temporales: un pasado seguro, un futuro inconmovible… y un presente inestable.
Las brechas son construidas por hombres que son amigos de lo inmediato.
6
Ilustración:http://www.pirineosordesa.com
Si las montañas son símbolo de la grandeza del hombre, las brechas son símbolo de su pequeñez. El simbolismo de la brecha es contrario al de la montaña. Si la montaña es elevada y nos aproxima al cielo; la brecha es profunda y nos conduce al infierno. La mayor parte de los pueblos tienen montañas sagradas. Esos mismos pueblos y ciudades también tienen moradas profanas. Y así como el hombre busca el conocimiento en la cima de las montañas, se encuentra con las tinieblas al descender, perdiendo en esa caída algo de su dignidad humana. En el camino a los infiernos, siempre estará presente algún descenso, alguna inferioridad, alguna caída del alma. Las brechas son montañas inversas, que nada tienen de sagradas. Las brechas, como montañas inversas, son el descenso a la ignorancia. Si las montañas son símbolo de la grandeza del hombre, las brechas son símbolo de su pequeñez. La morada de los dioses siempre se la ubicó en lugares altos, al contrario de los monstruos, los terrores y los pecados, que siempre cayeron en lo bajo, en el suburbio, en los subterráneos.
7
Artículo
Por Paula Duran
Las brechas son construídas por hombres que son amigos de lo inmediato. Las brechas llaman al abismo y al hundimiento; pero también evocan descanso, intimidad y refugio. Las brechas son también limitación, ofrenda y receptáculo; son promesa de regeneración y cambio. Promesa de un mañana libre de miedos y renacimiento a una vida mejor. Retornar al seno de la tierra marca, como toda muerte, el preludio a un nuevo nacimiento. La brecha tiene un hueco en el que también se simboliza a la caverna y, por lo tanto, a lo pasivo, lo negativo y lo contrario a la vida. En ese seno es donde reside la muerte, el pasado y lo inconsciente. El simbolismo no es sólo cósmico y psicológico, es también ético y moral, porque se trata de una caverna desde la cual los hombres y las almas desean salir para contemplar el mundo verdadero y así poder construir una vida y un yo armonioso. DecíaIlustración:http://suenosdelarazon.com/2007/11/02/ esa-brecha-que-digital-no-es/
mos que las brechas son heridas y, como tal, aperturas o escisiones que no tienen contenido o que están vacías
de lo que deben contener; están vacías de lo que carecen y de lo que deben ir a buscar. Esas heridas son los síntomas sociales, que nos indican qué hacer para completar lo que nos falta y qué hacer para no dañarnos más. La brecha representa la búsqueda simbólica de felicidad hecha por la sociedad. La brecha es nuestro espejo social. El llamado que hace la vida a todos los hombres de buena voluntad es a no construir más brechas y a eliminar aquellas que hemos cavado, porque, como dijo alguien, que debe haber sido muy sabio, la espiritualidad debe ser hecha desde abajo.
El simbolismo no es sólo cósmico y psicológico, es también ético y moral. 8