La ofrenda especial de Escuela Sabática está dedicada para Bangalore, India
Apocalipsis 1:1 Santiago 1:5 La Educación, pág. 171
LA PROFECÍA, EL FUNDAMENTO DE LA FE
1. ¿Cuál es la importancia de la profecía para aquellos que viven al fin del tiempo?
Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. Los predicadores deben presentar la segura palabra profética como fundamento de la fe de los adventistas del séptimo día. Deben estudiarse detenidamente las profecías de Daniel y del Apocalipsis, y en relación con ellas las palabras: ‘He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. El capítulo 24 de Mateo me ha sido presentado repetidas veces como algo a que debe ser atraída la atención de todos. Vivimos hoy en el tiempo en que las predicciones de este capítulo se están cumpliendo. Expliquen nuestros predicadores y maestros estas profecías a aquellos a quienes instruyen.
Amós 3:7, 1 Corintios 14:22, 2 Pedro 1:19; Obreros Evangélicos, pág. 154 [1915])
SEGURIDAD DE LA PROFECÍA
2. ¿Cómo podemos estar seguros de que las profecías dadas para los últimos días serán cumplidas?
Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Se ha cumplido todo lo que Dios ha especificado en la historia profética, y se cumplirá todo lo que aún deba cumplirse. Daniel, el profeta de Dios, permanece firme en su lugar. Juan también lo está. En el Apocalipsis, el León de la tribu de Judá ha abierto el libro de Daniel a los estudiosos de la profecía. Mediante la historia y la profecía, la Palabra de Dios describe el prolongado conflicto entre la verdad y el error. Las cosas que han acontecido volverán a repetirse. Revivirán antiguas controversias, y continuamente surgirán teorías nuevas. Pero el pueblo de Dios, el cual mediante sus creencias y su cumplimiento de la profecía, sabe dónde se encuentra. Tiene una experiencia que es más preciosa que el oro refinado.
Habacuc 2:3, Hebreos 10:36, 37; Mensajes Selectos, tomo 2, pág. 124
EL PELIGRO DE IGNORAR LA HISTORIA PASADA 3. ¿Podemos estar satisfechos con el conocimiento de profecía que ya tenemos? ¿Será suficiente un simple conocimiento de profecía para atravesar con seguridad los peligros finales?
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. Toda experiencia genuina en materia de doctrinas religiosas llevará la impronta (huella) de Jehová. Todos deben ver la necesidad de comprender la verdad por sí mismos, individualmente. Debemos comprender las doctrinas que hemos estado estudiando cuidadosamente y con oración… Existe una gran necesidad de investigar el libro de Daniel y el Apocalipsis, y aprender los textos cuidadosamente, para que sepamos lo que está escrito. El Señor desea que toda alma que pretende creer la verdad tenga un conocimiento inteligente de lo que es esa verdad. Se levantarán falsos profetas y engañarán a muchos… ¿No debe toda persona, pues, llegar a comprender las razones de nuestra fe? En lugar de tener tantos sermones, debe haber un escudriñamiento más profundo de la Palabra de Dios, abriendo las Escrituras, texto por texto, e investigando.
Apocalipsis 1:3; Manuscrito 148; El Evangelismo, págs. 266, 267
4. Haciendo frente el peligro de falsos cristos y falsos profetas, ÂżquĂŠ es particularmente importante?
Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo. Están por sobrecogernos tiempos que probarán las almas de los hombres; los que son débiles en la fe no resistirán la prueba de aquellos días de peligro. Las grandes verdades de la revelación deben ser estudiadas cuidadosamente, porque todos necesitaremos un conocimiento inteligente de la Palabra de Dios. El estudio de la Biblia y la comunión diaria con Jesús nos darán nociones bien definidas de responsabilidad personal y fuerza para subsistir en el día de fuego y tentación. Se requiere del cristiano que sea diligente en escudriñar las Escrituras, en leer una y otra vez las verdades de la Palabra de Dios. La ignorancia voluntaria con respecto a ellas hace peligrar la vida cristiana y el carácter.
Efesios 4:13-15; Testimonios para la Iglesia, tomo 5, págs. 253, 254
5. ¿Qué tendrán que enfrentar los fieles, aquellos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús?
Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución. Se hará oposición y se ridiculizará a los que traten de obedecer a todos los mandamientos de Dios. Ellos no podrán subsistir sino en Dios. Para poder soportar la prueba que les espera deben comprender la voluntad de Dios tal cual está revelada en su Palabra, pues no pueden honrarle sino en la medida del conocimiento que tengan de su carácter, gobierno y propósitos divinos. Solo los que hayan fortalecido su espíritu con las verdades de la Biblia podrán resistir en el último gran conflicto. Toda alma ha de pasar por la prueba decisiva: ¿Obedeceré a Dios antes que a los hombres? La hora crítica se acerca. ¿Hemos asentado los pies en la roca de la inmutable Palabra de Dios? ¿Estamos preparados para defender firmemente los mandamientos de Dios y la fe de Jesús?
Hechos 14:22, 2 Timoteo 3:12; El Conflicto de los Siglos, pág. 580
EL LIBRO PROFÉTICO DE DANIEL 6. ¿Está el libro de Daniel todavía sellado? ¿Estuvo el librito que el ángel de Apocalipsis 10 tuvo en su mano, cerrado o abierto?
Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra. Después de que estos siete truenos emitieron sus voces, se le ordena a Juan como a Daniel en cuanto al librito: ‘Sella las cosas que los siete truenos han dicho’. Éstas se refieren a los eventos futuros que serán reveladas en su orden. Daniel permanecerá en su destino al final de los días. Juan ve el librito no sellado. Entonces las profecías de Daniel tienen su propio lugar en el primer, segundo, y tercer mensaje angélico que han de ser dados al mundo. El no sellamiento del librito era el mensaje en relación al tiempo.
Daniel 12:4, Apocalipsis 10:2; Manuscript 59, 1900; CBA, tomo 7, pág. 971
EL APOCALIPSIS ES UN LIBRO ABIERTO 7. Ya que el libro de Apocalipsis es para nuestro tiempo, ¿cómo deberíamos estudiarlo? ¿Quiénes serán especialmente bendecidos al estudiarlo?
No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca… Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. El libro del Apocalipsis revela al mundo lo que ha sido, lo que es y lo que ha de venir; es para nuestra instrucción, para quienes han alcanzado los fines de los siglos. Debe estudiarse con temor reverente. Tenemos el privilegio de conocer lo que es para nuestra instrucción…”. “El Señor mismo reveló a su siervo Juan los misterios del libro del Apocalipsis, y su propósito es que sean manifestados para el estudio de todos. En este libro se describen escenas que ahora están en el pasado, y algunas de interés eterno que están sucediendo alrededor de nosotros; otras de sus profecías no se cumplirán plenamente sino en el fin del tiempo, cuando tenga lugar el último gran conflicto entre los poderes de las tinieblas y el Príncipe del cielo.
Apocalipsis 22:10, 6, 7; Review and Herald, 31 de agosto, 1897; CBA, tomo 7, pág. 954