Carta del Director
Antonio Garrido de la Torre vicariodecomunicacion@diocesisdejaen.es
UN NÚMERO ESPECIAL Con el mes de marzo viene la celebración del día de San José y ocupan un papel destacado en el devenir del curso pastoral nuestros Seminarios y lo que estamos haciendo o dejando de hacer en el complejo campo de la promoción de las vocaciones. Que nos dejamos influenciar por los números es algo evidente. Y esta influencia nos provoca inquietud. Porque los números, lejos de conducir a la complacencia, nos derivan hacia a la preocupación. Los alumnos de nuestro Seminario mayor en este curso son tan solo once. Y observando la evolución de las últimas décadas es un dato objetivo que nuestra diócesis de Jaén, desde que vinieron los seminaristas de Granada, no había estado con un número tan escaso de candidatos al sacerdocio. La diócesis de Jaén puede tener y de hecho tiene variedad de problemas y dificultades pero puestos a priorizar, en mi opinión, este es su mayor problema: la ausencia de vocaciones. Sabemos de sobra que no es un hecho que nos afecte solo a nosotros. Por desgracia, la escasez de vocaciones afecta a muchas diócesis y congregaciones religiosas. Comprendemos que hay muchos argumentos para explicar este dato. Día a día vemos los valores que abundan entre nuestros jóvenes y no son precisamente valores que ayuden a dar el paso de entregar la vida por el Señor al servicio de la Iglesia. Conocemos que la evolución demográfica de nuestro país influye en este y en otros muchos temas que configuran nuestra sociedad. Y es una tentación en la que no debemos caer comparar la época actual con otras pasadas que eran mucho más florecientes en este tema vocacional. Podemos mirar este fenómeno de escasez vocacional desde los prismas que queramos, pero el dato inapelable sigue estando ahí y tal vez sea el momento de pasar de las sesudas reuniones de re-
flexión en las que nos encanta perder el tiempo a un paso decidido, pueblo a pueblo, parroquia a parroquia y colegio a colegio, viendo que es lo que hacemos o dejamos de hacer en este ámbito en el que nos jugamos buena parte de nuestro futuro eclesial. Este número de nuestra revista «Iglesia en Jaén» que tienes en tus manos es un número especial. La revista diocesana se transforma en un monográfico sobre nuestros Seminarios. Siempre estamos abiertos a comunicar todo lo relacionado con la vida de los futuros sacerdotes de nuestra Iglesia de Jaén. Y en este número lo hacemos de forma especial. Acogemos la publicación «Mi Seminario» que a mí personalmente y a otros hermanos sacerdotes tan buenos recuerdos nos trae de nuestra época de seminaristas. En estas páginas, amigos lectores, os vais a asomar a la realidad de las comunidades de nuestros Seminarios menor y mayor y a estos dos grupos de adolescentes y jóvenes que se encaminan hacia el sacerdocio. Quiero dar las gracias a los formadores y a los jóvenes que han elaborado los artículos en donde reflejan sus vivencias y sus reflexiones. Y un último apunte, queridos seminaristas: ánimo en vuestro camino hacia el sacerdocio. El Señor os ha elegido para que a través de la oración, el estudio y la convivencia os unáis íntimamente con Él. Cristo os ha llamado a una tarea apasionante. No os dejéis vencer por las dificultades, porque el que os ha elegido nunca os abandonará. Confiad plenamente en Él y vivid cada día con la alegría de sentiros escogidos por el Señor para ser sus amigos en medio del mundo.
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NUESTRA HISTORIA Me habéis pedido unas breves palabras para vuestra publicación anual y quiero que sean, ante todo, de apoyo y de ánimo, queridos amigos seminaristas. El título va por vosotros. Es un verdadero privilegio ser los llamados por el Señor para caminar al frente de vuestra generación. En realidad, sois los primeros invitados, también por el Santo Padre Benedicto XVI, a la próxima JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD, que celebraremos en Madrid el mes de agosto. Los primeros en cargar con la cruz y el icono mariano que recorrerá la geografía diocesana desde el 30 de mayo al 4 de junio. Los primeros voluntarios incondicionales de esas jornadas, para todo. Preparad ya vuestras mochilas y sacos de dormir antes que nadie, pero sobre todo vuestros corazones para contagiar a vuestros amigos los jóvenes diocesanos. Poned muy clara vuestra agenda, porque «sois los primeros». Precisamente en la preciosa Carta que Su Santidad os ha dirigido recientemente os recordaba que también hoy los jóvenes, en la época del dominio tecnológico y de la globalización, siguen teniendo necesidad de Dios, del Dios manifestado en Jesucristo y que nos reúne en la Iglesia universal. Añade el Papa, en esa misma línea, que «donde el hombre ya no percibe a Dios, la vida se queda vacía, todo es insuficiente.» Tengo que felicitaros porque, junto con vuestro Rector y Formadores, habéis dirigido al Santo Padre unas palabras de agradecimiento y felicitación por tan precioso documento
que habéis leído y releído. Ello conlleva, sin embargo, el compromiso especial de responde a sus contenidos, como me consta estáis haciendo. Me permito resaltar y recordaros la frase de «estudiad con tesón». Así os lo dice Benedicto XVI. Se trata, matiza perfectamente, «de aprender, no solamente, las cosas meramente prácticas, sino de conocer y comprender la estructura interna de la fe en su totalidad, de manera que se convierta en una respuesta a las preguntas de los hombres, que aunque aparentemente cambian en cada generación, en el fondo son los mismos.» Quiero también animaros a que no echéis en saco roto, sé que no será así, otros dos acontecimientos de vital importancia para todo el Pueblo de Dios, pero muy especiales también para vosotros. Van unidos en realidad. Me refiero a la reciente exhortación apostólica VERBUM DOMINI y a la reciente publicación de la SAGRADA BIBLIA, en su versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. Permitidme únicamente recordaros unas breves palabras, invitación en realidad que os hace Su Santidad en la Exhortación: «Es importante conocer a fondo la Sagrada Escritura en su totalidad, en su unidad entre Antiguo y Nuevo Testamento: la formación de los textos, su peculiaridad literaria, la composición gradual de los mismos hasta formar el canon de los libros sagrados, la unidad de la dinámica interna que no se aprecia a primera vista, pero que es la única que da su sentido pleno a cada uno de los textos.» Tendréis que familiarizaros también con la versión oficial de la Biblia de la Conferencia Episcopal Española. Ha sido un magno trabajo que se pone en vuestras manos, y en el que ha tenido mucho que ver el sacerdote del presbiterio de Jaén Mons. D. Domingo Muñoz León. Mucho espera el Señor de vosotros. Mucho espera esta Iglesia de Jaén, particularmente vuestra generación a la que tenéis que conocer de cerca y caminar a su lado. Marcad bien las fechas y programas. Vuestros nombres encabezan las listas de la JMJ. Contad siempre con nuestra oración y apoyo. Os saluda y anima en el Señor.
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