El tema del gran conflicto está en el ADN de la identidad profética y escatológica de la IASD. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis la Palabra de Dios muestra una guerra permanente entre Dios y Satanás.
Como hemos visto en el SEE, toda la preparación comienza en la primera hora de cada mañana. Ahí decidimos de qué lado estaremos, qué lado defenderemos y en dónde pondremos nuestros recursos. Nadie puede ser neutro.
驴Cu谩ndo y c贸mo comenz贸 el gran conflicto?
Curiosamente este conflicto comenzó en el cielo, y no podemos explicar, en su esencia, cómo esto ocurrió. Lo que sabemos es que Lucifer fue creado perfecto, lleno de sabiduría y de gloria y, misteriosamente se convirtió en Satanás, serpiente, dragón, etc.
No encontramos explicación en la Biblia sobre cómo el orgullo y la soberbia invadieron el corazón de Lucifer, ni cuánto tiempo duró el proceso de concepción, desarrollo y maduración del mal.
Lo que se puede identificar por medio del estudio de las Escrituras son los cuestionamientos básicos del dragón, a los que dio rienda suelta y que resultaron en el conflicto. ¿Cuáles son estos cuestionamientos, y qué nos revelan?
¿Cuáles son los temas del conflicto?
1. Rebeldía contra la Ley de Dios “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley ” (1 Juan 3:4).
2. Cuestionamiento del carácter de Dios “La ley es la gran norma de justicia. Representa el carácter de Dios, y es la prueba de nuestra lealtad hacia su gobierno. Y se nos la revela, en toda su belleza y excelencia, en la vida de Cristo...” (Consejos para los maestros, p. 61).
3. Independencia de Dios “El deseo e intento de ser independiente de Dios es el pecado principal de la criatura, y está en el mismo corazón de la rebelión desafiar al gobierno divino y sacudirse el yugo de la sumisión y la obediencia” (Tratado de teología adventista del séptimo día, p. 1092)
Expulsi贸n del cielo
Con esta situaciรณn insostenible, Satanรกs y sus รกngeles fueron expulsados del ambiente celestial.
“Si estos ángeles malos estuvieran completamente libres para hacer lo que quisieran, destruirían al instante a la humanidad y esta Tierra en su guerra contra el cielo”. (Tratado de teología adventista del séptimo día, p. 1095)
El reino de maldad en la Tierra
Después de llevar su mensaje a los mundos no caídos sin éxito, Satanás decidió intentar en el planeta Tierra. Con astucia y engaño derrotó a Adán y a Eva, conforme a lo que vemos en Génesis 3.
Vino el diluvio, y con ĂŠl la posibilidad de un nuevo comienzo, pero los habitantes de la Tierra se corrompieron nuevamente.
驴C贸mo vencer al Drag贸n?
En la cruz el diablo fue vencido, pero no destruido por completo. Antes de esto, todos deberían saber quién es quien en el conflicto entre el bien y el mal. Jesucristo, el Hijo de Dios, que participó directamente del conflicto en la eternidad, vino para mostrar quien es Dios en su plenitud y lo que Satanás pretende hacer con la humanidad.
Todo odio y envidia que Satanรกs guardรณ en contra del Hijo, en la eternidad, se manifestรณ contra ese mismo Hijo, y el punto mรกs alto de su maldad quedรณ expuesto en el Calvario.
Mientras Cristo vivió aquí, venció al dragón, cada día, con la Palabra de Dios. Desde su juventud hasta el comienzo de su ministerio, el Hijo de Dios era bautizado cada día con el Espíritu Santo (oración, estudio, meditación, alabanza y testimonio. Ver SEE III).
Pablo afirma que la lucha del cristiano no es una lucha contra sangre y carne, sino contra los principados y potestades del mal en los lugares celestiales. Cada persona es disputada ferozmente por esas fuerzas espirituales
Cada persona que sigue al Cordero y lo busca en primer lugar se convierte en enemigo de Satanás. Y tentaciones diarias son planeadas en contra de esta persona. El propio Cristo nos advirtió sobre esto al decir: “Basta a cada día su propio mal” (Mat. 6:34).
El respetar o faltar el respeto a la ley moral de Dios, a su carácter y dependencia de él, desde la primera hasta la última hora de cada día, continúan siendo los factores que determinan de qué lado estamos.