Edición 101

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Año 3

No. 101

Semana del 09 al 15 de enero de 2011

Volver a lo cotidiano

México encomienda a la Virgen de Guadalupe el fin de la violencia En la misa de fin de año en la Basílica de Guadalupe, el representante de Benedicto XVI para México, el Nuncio Apostólico Christophe Pierre, pidió un esfuerzo renovado de todos los mexicanos a favor de la paz. Tras un año particularmente violento en la República, el Nuncio encomendó el país a la paz de su patrona, Santa María de Guadalupe. En la homilía de la tradicional misa de Acción de Gracias y de inicio de año, el nuncio apostólico dijo: “Queremos iniciar el año nuevo bajo la bendición de Santa María de Guadalupe, invocando para el pueblo mexicano abundantes bendiciones como el don de la paz”. Monseñor Pierre pidió a las fieles católicos intensificar la oración. Expresó que, orar por la paz es el camino necesario para que Dios “nos conceda esa paz que es el bien más valioso y construirla todos los hombres y mujeres de buena voluntad, la paz es necesaria para superar el año lastimado por la inseguridad”.

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CUARTO REY MAGO

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MIEDO A MAÑANA

Aunado al mensaje del Papa Benedicto XVI para este 1 de enero de 2011, sobre la paz como resultado del respeto a la libertad religiosa, Monseñor Christophe Pierre subrayó que se trata de un derecho humano fundamental, que debe ser protegido por todas las naciones, en un ambiente de laicismo positivo. “Lamentablemente --expresó Monseñor Pierre-- hoy son muchas las partes del mundo en donde se sufren las formas de discriminación en todos los planos, es inconcebible que los creyentes tengan que suprimir su fe para ser ciudadanos, nunca debe ser necesario renegar de Dios para gozar de los propios derechos”. El tema de la libertad religiosa y su adecuación dentro de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha sido uno de los puntales de la acción del actual nuncio de Su Santidad en México, quien ha expresado, en mucho foros, que para que este derecho humano fundamental, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas como uno de los derechos esenciales del hombre sea vivido en plenitud, los estados deben garantizarlo de forma positiva, tal y como reconoce el Papa Benedicto XVI con su mensaje para la Jornada Mundial por la Paz.

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EXPLÍCAME A LA PERSONA


ENERO 09 DE 2011

Los árboles del futuro

E

Editorial

l hecho de dejar atrás un año e iniciar un nuevo ciclo, es siempre una buena ocasión para reflexionar acerca del tiempo, el significado que tiene en nuestra vida, el uso que le damos, cómo lo vivimos, etc. A propósito de esta ocasión para “pensar el tiempo”, pudiéramos hacer un ejercicio mental, y con nuestra imaginación trasladarnos algunas décadas al futuro, y una vez estando en el año 2061, buscar información histórica, en los periódicos y otros documentos que nos hablen del inicio del año 2011. Sería muy interesante volver nuestra mirada hacia atrás y extrañarnos al pensar en la vida de aquel tiempo: apenas iniciaba el siglo y ya se hablaba de una nueva época. Quizá pudiéramos leer con curiosidad cómo la gente de aquella época aparentemente se alegraba con la llegada de un nuevo año. Pero sus acciones eran muy contradictorias, pues a pesar de que se felicitaban por estar con vida, su propia existencia la desgastaban inútilmente; voluntariamente le causaban daño a su salud, especialmente con el exceso de bebidas alcohólicas, con el cigarro y con algunas drogas; todo parece indicar que se podían conseguir fácilmente y sin res-tricción de las autoridades. La información que encontramos nos indica que eran muy comunes las reuniones festivas de amigos y familiares; pero es curioso como algunas reuniones pacíficas y fraternas, se convertían en algo totalmente distinto: violencia, accidentes a causa del alcohol, “pleitos” entre integrantes de las mismas familias, etc. Parece ser que en esa época del año se acuñó un término que con el paso de los años entró en desuso, se fue olvidando y ahora nos parece incomprensible: “la cuesta de enero”. Con esta expresión se hacía referencia a los muchos factores que hacían difícil el primer mes del año, anímica y moralmente; se hablaba de desempleo, inflación, familias que en las fiestas gastaban mucho más de sus posibilidades materiales; el costo de los servicios básicos para los hogares era sumamente elevado y se menciona un raro impuesto para quienes poseían un automóvil, llamado: “pago de la tenencia”. En fin, la información que podemos obtener de aquel tiempo es sumamente interesante… algunas tristes situaciones las pudiéramos rastrear en la historia y descubrir la época en la que afortunadamente desaparecieron. Pero por el momento regresemos al presente y cada uno de nosotros con nuestro grano de arena, de grava o con nuestro ladrillo, construyamos ese futuro distinto, en el que podamos ver orgullosos hacia atrás las cosas que hemos superado. Exactamente ahora es tiempo apropiado para plantar los árboles que dentro de veinte años serán los árboles grandes.

Por Pacco Magaña

Clara de Asís Queridos hermanos y hermanas: Después de pasar algunos meses en otras comunidades monásticas, resistiendo a las presiones de sus familiares, que inicialmente no aprobaron su elección, Clara se estableció con sus primeras compañeras en la iglesia de san Damián, donde los frailes menores habían arreglado un pequeño convento para ellas. En aquel monasterio vivió más de cuarenta años, hasta su muerte, acontecida en 1253. Nos ha llegado una descripción de primera mano de cómo vivían estas mujeres en aquellos años, en los inicios del movimiento franciscano. Se trata de la relación admirada de un obispo flamenco de visita a Italia, Jaime de Vitry, el cual afirma que encontró a un gran número de hombres y mujeres, de todas las clases sociales, que «dejándolo todo por Cristo, huían del mundo. Se llamaban Frailes Menores y Hermanas Menores, y el Papa y los cardenales los tienen en gran consideración… Las mujeres… viven juntas en varias casas, no lejos de las ciudades. No reciben nada, sino que viven del trabajo de sus propias manos. Y se sienten profundamente afligidas y turbadas, porque clérigos y laicos las honran más de lo que quisieran» (Carta de octubre de 1216: FF, 2205.2207). Jaime de Vitry captó con perspicacia un rasgo característico de la espiritualidad franciscana al que Clara fue muy sensible: la radicalidad de la pobreza, unida a la confianza total en la Providencia divina. Por este motivo, ella actuó con gran determinación, obteniendo del Papa Gregorio IX o, probablemente, ya del Papa Inocencio III, el llamado Privilegium paupertatis (cf. FF, 3279). De acuerdo con este privilegio, Clara y sus compañeras de san Damián no podían poseer ninguna

(Segunda parte de tres) propiedad material. Se trataba de una excepción verdaderamente extraordinaria respecto al derecho canónico vigente y las autoridades eclesiásticas de aquel tiempo lo concedieron apreciando los frutos de santidad evangélica que reconocían en el modo de vivir de Clara y de sus hermanas. Esto demuestra que en los siglos de la Edad Media el papel de las mujeres no era secundario, sino considerable. Al respecto, conviene recordar que Clara fue la primera mujer en la historia de la Iglesia que compuso una Regla escrita, sometida a la aprobación del Papa, para que el carisma de Francisco de Asís se conservara en todas las comunidades femeninas que ya se iban fundando en gran número en su tiempo y que deseaban inspirarse en el ejemplo de Francisco y de Clara.

En el convento de san Damián Clara practicó de modo heroico las virtudes que deberían distinguir a todo cristiano: la humildad, el espíritu de piedad y de penitencia, y la caridad. Aunque era la superiora, ella quería servir personalmente a las hermanas enfermas, dedicándose incluso a tareas muy humildes, pues la caridad supera toda resistencia y quien ama hace todos los sacrificios con alegría. Su fe en la presencia real de la Eucaristía era tan grande que, en dos ocasiones, se verificó un hecho prodigioso. Sólo con la ostensión del Santísimo Sacramento, alejó a los soldados mercenarios sarracenos, que estaban a punto de atacar el convento de san Damián y de devastar la ciudad de Asís.


ENERO 09 DE 2011

4 EL MANDATO MISIONERO Por Pbro. Lic. Juan José Torres Galván

“Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Noticia a toda creatura…” (Mc 16, 15ss) El Papa Juan Pablo II, de grata memoria, nos invitaba a entrar en el tercer milenio con renovado ardor en cuanto a nuestra dedicación evangelizadora: “El mandato misionero nos invita a tener el entusiasmo de los primeros cristianos” (NMI 58). Podemos entender fácilmente que la tarea de anunciar el Reino de Dios es apremiante para toda la Iglesia y por tanto, lo es también para nuestra Iglesia de San Luis Potosí. La Iglesia potosina está llamada a ser una comunidad eclesial con un gran ímpetu y audacia evangelizadora. Nos inspira la espiritualidad del camino, esa misma que nos anima a caminar con Cristo, a caminar juntos, como discípulos y misioneros. Porque sabemos que el Camino es Cristo, que nos invita a descubrirlo y a encontrarnos con Él y en Él como Camino: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. El peregrino misionero experimenta que la felicidad no está sólo en la meta, sino que el Camino es la felicidad misma. El que camina debe ir ligero de equipaje. Sin anclarse a sus posesiones materiales, a sus comodidades y a sus privilegios. El verdadero misionero es un testigo de que el verdadero tesoro en la vida es tener a Dios y compartirlo con los demás. El caminante descubre a los demás como compañeros de camino en actitud solidaria y amigable. Es de todos conocida la frase: “Recomenzar desde Cristo”. El que camina con Cristo, siempre está recomenzando, pues la esperanza lo anima a seguir adelante, buscando el horizonte del Reino, pero disfrutando al máximo de la belleza del camino, de la aventura del andar, del desgastarse en la vida, del servicio alegre y discreto de quien sabe que quien entrega la vida, la salva para la vida eterna. Este caminar de la Iglesia potosina queremos hacerlo bajo el dinamismo del Espíritu Santo que ilumina nuestras decisiones e inspira nuestros pasos. Descubrimos a la Virgen María como compañera que nos fortalece pues ella es la perfecta discípula y la primera misionera. Dios nos ha regalado una gran bendición con nuestro Cuarto Plan Diocesano de Pastoral. Llevémoslo a cabo con entusiasmo y fidelidad, con alegría y entrega generosa. ¡Caminemos juntos, en misión permanente!

Apreciados lectores y lectoras: EL CUARTO REY MAGO. Hace unos días celebramos la fiesta de la Epifanía, popularmente llamada de Los Santos Reyes Magos. Creo que todavía puede interesarles lo que hoy les comparto. Es una hermosa y estimulante parábola sobre el amor fraterno. Cuenta una leyenda rusa que fueron cuatro los Reyes Magos. Luego de haber visto la estrella en el oriente, partieron juntos llevando cada uno sus regalos de oro, incienso y mirra. El cuarto llevaba vino y aceite en gran cantidad, cargando todo en los lomos de sus burritos. Luego de varios días de camino se internaron en el desierto. Una noche los agarró una tormenta. El cuarto Rey buscó amparo junto a la choza de un pastor metiendo sus animalitos en el corral. Por la mañana, todos se prepararon para recomenzar la marcha. Pero la tormenta había desparramado todas las ovejitas del pobre pastor. Nuestro cuarto Rey se encontró frente a un dilema. Si ayudaba al buen pastor a recoger las ovejas, se retrasaría de la caravana y no podría ya seguir a sus camaradas. Él no conocía el camino, y la estrella no daba tiempo que perder. Pero, por otro lado, su buen corazón le decía que no podía dejar así a aquel anciano pastor. ¿Con qué cara se presentaría ante el Rey Mesías si no ayudaba a uno de sus hermanos? Finalmente, se decidió a quedarse y gastó casi una semana. Cuando lo logró, se dio cuenta de que sus compañeros ya estaban lejos, y que además había tenido que consumir parte de su aceite y de su vino compartiéndolo con el viejo. Pero no se puso triste. Se despidió y poniéndose nuevamente en camino aceleró el paso de sus burritos para acortar la distancia. Luego de mucho vagar sin rumbo, llegó finalmente a un lugar donde vivía una madre con sus hijos pequeños, y que tenía a su esposo enfermo. Había que levantar la cebada lo antes posible. De esta manera se le fueron varias semanas hasta que logró poner todo el grano a salvo. Y otra vez tuvo que abrir sus alforjas para compartir su vino y su aceite. Mientras tanto la estrella ya se había perdido. Le quedaba sólo el recuerdo de la dirección, y las huellas medio borrosas de sus compañeros. Siguiéndolas rehizo la marcha, y tuvo que detenerse muchas otras veces para auxiliar a nuevos hermanos necesitados. Así se fueron casi dos años hasta que llegó a Belén que había quedado desolada por la matanza de los niños inocentes. Ahí supo que al Rey Mesías se lo habían llevado a Egipto. Se detuvo en Belén mucho tiempo gastando su aceite y su vino. Hasta tuvo que regalar alguno de sus burritos, porque la carga ya era mucho menor, y porque aquellas pobres gentes lo necesitaban más que él. Cuando se puso en camino hacia Egipto, había pasado mucho tiempo y había gastado mucho de su tesoro. Pero se dijo que seguramente el Rey Mesías sería comprensivo con él, porque lo había hecho por sus hermanos. En el camino, tuvo que detener muchas veces su marcha. Siempre se encontraba con un necesitado

de su tiempo, de su vino o de su aceite. Cuando llegó a Egipto se encontró con que Jesús ya no estaba allí. Había regresado a Nazaret. Este nuevo desencuentro le causó mucha pena a nuestro Rey Mago, pero no lo desanimó. Se había puesto en camino para encontrarse con el Mesías, y estaba dispuesto a continuar su búsqueda a pesar de sus fracasos. Ya le quedaban menos burros, y menos tesoros. Y éstos los fue gastando en el largo camino que tuvo que recorrer, porque siempre las necesidades de los demás lo retenían por largo tiempo en su marcha. Así pasaron otros treinta años, siguiendo siempre las huellas del que nunca había visto pero que le había hecho gastar su vida en buscarlo. Finalmente, se enteró de que había subido a Jerusalén y que allí tendría que morir. Esta vez estaba decidido a encontrarlo. Por eso, ensilló el último burro que le quedaba, llevándose la última carguita de vino y aceite, con las dos monedas de plata que era cuanto aún tenía de todos sus tesoros iniciales. Partió de Jericó subiendo hacía Jerusalén. En medio de la noche, sintió unos quejidos a la orilla del camino. Detuvo su burro, se bajó y descubrió que se trataba de un hombre herido y golpeado. Sin pensarlo dos veces, sacó el último resto de vino para limpiar las heridas. Con el aceite que le quedaba untó también las heridas y las vendó con su propia ropa hecha jirones. Lo cargó en su animalito y lo llevó hasta una posada. Allí gastó la noche en cuidarlo. A la mañana siguiente, sacó las dos últimas monedas y se las dio al dueño del albergue diciéndole que pagara los gastos del hombre herido. Allí le dejaba también su burrito por lo que fuera necesario. Lo que se gastara de más él lo pagaría al regresar. Y siguió a pie, solo, viejo y cansado. Cuando llegó a Jerusalén ya casi no le quedaban fuerzas. Era el mediodía de un Viernes antes de la Gran Fiesta de Pascua. La gente estaba excitada. Algunos regresaban del Gólgota y comentaban que allá estaba agonizando el Rey Mesías, colgado de una cruz. Nuestro Rey Mago gastando sus últimas fuerzas se dirigió hacia allá, casi arrastrándose, como si él también llevara sobre sus hombros una pesada cruz hecha de años de cansancio y de caminos. Y llegó. Dirigió su mirada hacia el agonizante, y en tono de súplica le dijo: “PERDÓNAME. LLEGUÉ DEMASIADO TARDE”. Pero desde la cruz se escuchó una voz que le decía: “HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO”.

EN EL CAMINO DE LA VIDA, TODOS NOSOTROS ESTAMOS LLAMADOS A SER EL CUARTO REY MAGO. ¿LO SEREMOS DE VERDAD? AL FINAL, ESCUCHAREMOS LA MISMA VOZ QUE NOS DIRÁ: “TUVE HAMBRE… TUVE SED… Y ME SOCORRISTE… VEN, TOMA POSESIÓN DEL REINO PREPARADO PARA TI”.

+Luis, Arzobispo de S. Luis P.


Nuestra historia

Montes de Oca

en el tercer Centenario del Quijote (1905) Comentarios al “Elogio fúnebre de Miguel de Cervantes Saavedra”, que pronunció en Madrid en las solemnes exequias de 1905, con motivo del tercer centenario del Quijote, las cuales fueron presididas por S.M. el Rey D. Alfonso XIII, en la Iglesia de San Jerónimo en Madrid por el Excmo Sr. Obispo Dr. Don Ignacio Montes de Oca y Obregón IV obispo de San Luis Potosí.

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adie podrá negar, después de todo lo expuesto, el grande prestigio que revistió al pastor potosino en el campo de la oratoria. Desde lugares humildes en lo más remoto de su diócesis, hasta predicaciones delante del Papa, Reyes, Académicos y hombres de Letras. Como orador, dice Juan B. Tijerina, es el Sr. Montes de Oca «delicioso por lo inesperado y original de sus ocurrencias; tiene un tacto exquisito, una habilidad suma para salirse del asunto de que se trata: esta es una de las especialidades de su talento oratorio» (Tijerina, Juan: El Sr. Obispo de San Luis Potosí y la aparición de la Virgen de Guadalupe, Colección Miscelánea, I, Ed. J. Guerra, Cd. Victoria, Tamaulipas 1910, pág. 47). Por su parte, así lo define Monseñor Peñalosa: «Huye de toda hinchazón oratoria y de toda afección verbalista para conservar, al modo de Bossuet, la claridad severa, la robusta argumentación, la certera lógica, la difícil elegancia sin alardes» (Peñalosa, Joaquín Antonio: Epistolario de Ipandro Acaico, pág. 13). Se destacan entre los óptimos discursos el “Elogio fúnebre de Miguel de Cervantes Saavedra”, que pronunció en Madrid en las solemnes exequias de 1905, con motivo del tercer centenario del Quijote, las cuales fueron presididas por S.M. el Rey D. Alfonso XIII, en la Iglesia de San Jerónimo en Madrid. Comienza el obispo potosino su argumento destacando la importancia que han tenido para el pueblo de Israel los Libros Sagrados: «Ni en la prosperidad ni en la desgracia caían de sus manos, dictados por Dios y escritos por sus caudillos, sus profetas y sus monarcas. Ellos encerraban su historia, sus leyes, las promesas divinas a favor de aquella raza escogida; en ellos cifraba, por tanto, su orgullo, su consuelo y su dicha». -De manera particular, comenta el libro de los Macabeos que necesitando del apoyo de las naciones vecinas ante las constantes luchas que enfrentan les envían emisarios que aún sin su apoyo-, «nos basta y nos sobra con nuestros Libros Santos que hojeamos de noche y de día, y son nuestro sostén y nuestra esperanza» (Montes de Oca, Ignacio: Elogio fúnebre de Miguel de Cervantes Saavedra, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid 1905, pág. 5-6).

Continúa su argumento el obispo-orador, que «pecaría de profano, si pretendiera establecer un paralelo entre los libros inspirados y nuestros libros clásicos», aunque entre sus autores se encuentren Teresa de Jesús y los Luises de Granada y de León. Pero que si en el Concilio de Trento junto a la Biblia Sacrosanta se concedió un

lugar de honor a la Summa de Tomás de Aquino; si es axioma aceptado entre los eruditos que después del Volumen por excelencia, la Iliada de Homero es el libro más sublime; si del Quijote ha dicho alguno que es una obra divina, divinamente escrita «¿No me será dado apellidar santos, siquiera por un momento, los libros incomparables que forman nuestro orgullo, nuestra delicia y nuestro tesoro?», que si el epíteto santo tiene en Latín un significado más lato que en castellano y, «lo aplico a las elucubraciones de nuestros ingenios, en el sentido en que Cicerón llama santo hasta el nombre de un poeta: sanctus poetae nomen»(Montes de Oca, Ignacio: Elogio fúnebre de Miguel de Cervantes Saavedra, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid 1905, pág. 6).

fue quijotismo dar leyes que rigieran a esa multitud de reinos heterogéneos formados en el Nuevo Mundo?, enuncia la obra de Gasca en Perú, Jiménez de Cisneros y Juan de Palafox, los doce primeros franciscanos que fueron a plantar con la cruz en la Nueva España la civilización española»(Montes de Oca, Ignacio: Elogio fúnebre de Miguel de Cervantes Saavedra, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid 1905, pág. 16-17).

Continúa con su discurso, exponiendo la vida de Miguel de Cervantes Saavedra, la época en la que nació y, la modesta posición que ocupó Cervantes hasta su muerte. Sin excusar el abandono en que se dejó a Cervantes en sus últimos años, y a las inicuas persecuciones que más de alguna vez lo arrojaron a la cárcel. Pero que en un momento como estos, salió el Quijote. Y cómo todos sus razonamientos están impregnados de máximas cristianas, dignas de un Padre de la Iglesia.

En la parte última del tomo VII de las Obras Pastorales y Oratorias, se encuentra el Acta de la Real Academia Española sobre las exequias de Cervantes, describe el desarrollo de la celebración, los invitados de honor presentes y los socios de la Academia. Y da una breve semblanza de cómo se le asigna la prédica a Monseñor Montes de Oca:

Explica, el obispo orador, de cómo se aplica el término “quijotesco”, al arrojo y valentía de los hombres de bien. « ¿No fue Quijote Hernán Cortés, al lanzarse a conquistar un reino, y un reino que se figuraba en un extremo del Asia, con un puñado de aventureros? Lo mismo Pizarro, Orellana, Liniers, Suero de Quiñones, -explica sus hazañas-, y pasando a la toga ¿No

Termina su discurso el obispo letrado, haciendo un análisis semántico y sintáctico de la obra de Cervantes y que si el Quijote es vínculo de unión de cuantos hablan el idioma español, en la cruz de Jesucristo, encontremos la única salvación de la raza latina.

«Grandes dificultades tenía la Academia para encontrar persona de condiciones extraordinarias a quien encargar la oración fúnebre, que por el alma de Miguel de Cervantes, y de cuantos cultivaron gloriosamente las letras españolas, había de pronunciarse en la solemne fiesta religiosa, que esta Corporación celebra cada cinco años. En ésta coincidía la conmemoración del tercer centenario de la publicación del Quijote; y era preciso esforzar más nuestra inteligencia para dar mayor esplendor posible a tal solemnidad. Todos recordábamos que en nuestro seno teníamos un respetable compañero, ilustre Prelado y sabio y elocuente orador, que por ende era obispo en una de las naciones Hispano-Americanas más poderosas y amantes de la madre patria» (Citado en Montes de Oca, Ignacio: Obras Pastorales y Oratorias, págs. 473-476).

Es de esta forma, como la Academia superan los obstáculos de la distancia, y encontrándose en Roma el prelado potosino, acepta bondadoso; y así expresan su experiencia: «Mucho esperábamos del autor de las oraciones fúnebres de Pío IX, Ruiz de Alarcón, Canovas, Icazbalceta y otros, pero la realidad ha superado a nuestras esperanzas. Con encantadora sencillez, con sobriedad discretísima en la palabra y en el concepto, correcto y castizo en la forma, austero y muchas veces profundo en el fondo, el Sr. Obispo de Potosí hizo a Cervantes una oración modelo, y que puede figurar al lado de las mejores que se conocen en la lengua castellana» .


ENERO 09 DE 2011

Ahí viene la coloreteada, bailando muy suavecito

Aplicación de la musicoterapia en la vida pastoral Por P. Kino

Musicoterapia” incluye dos campos: obviamente, la música y la terapia. Existen muchas definiciones de esta palabra, algunas recalcan las funciones regresivas, comunicativas e integradoras que tiene la música, otras ponen el acento en la prioridad del procedimiento respecto al producto musical. Por lo tanto, la musicoterapia es una disciplina múltiple que forma parte de las terapias artísticas. Es arte y ciencia, contempla planos teóricos y prácticos. Sonido, música, movimiento en los ámbitos de la prevención, la cura, la rehabilitación del ser humano. Un musicoterapeuta es una persona o un equipo que utiliza sus competencias musicales y terapéuticas en diferentes campos que le son encomendados y en referencia a los ámbitos en los que se mueve la musicoterapia, por ende tendrá que elegir la música, el sonido acorde a la situación. No pondrá una cumbia colombiana, o “la coloreteada” a alguien que se encuentra en un momento de agonía. La musicoterapia tiene muchos campos de acción. En la educación prenatal; En el momento del parto; en la primera infancia; en la edad escolar; con personas sanas para una evolución armónica; con personas enfermas como una forma de terapia; en la psicoterapia para resolver problemas emotivos intra o inter personales; en la pastoral para el desarrollo espiritual; en la medicina para influir en el estado físico, mental y emotivo del paciente; en la cirugía como apoyo a la anestesia e incluso sustituyéndola; para controlar el estrés tan extendido en nuestra sociedad. La musicoterapia nos ayuda a estar mejor mental y espiritualmente. Me atrevo a decir, que la musicoterapia también nos ayuda a crear un ambiente de “catarsis”, es decir, de purificación, liberación o transformación interior suscitados por una experien-

cia vital profunda, que hace que liberemos recuerdos que nos perturban y no nos dejan vivir en paz.

Dios nos ha dado la capacidad de crear música, la música y el canto nos acerca a Dios y al prójimo. En todas las religiones el canto y la música nos acercan al ser infinito, produciendo en nuestro ser finito una tranquilidad de que Dios está entre nosotros, para fortalecernos ante las adversidades. ¿Cómo aplicar la musicoterapia en la vida pastoral? Partimos de que el Pastor, ministro, o psicoterapeuta, cuenta con el conocimiento mínimo necesario de esta materia, además debe garantizarse un buen sonido, grabadora, estéreo etc., para que no existan interferencias aledañas como: “ahí viene el gas”, o “ya llegó don Lalito vendiendo empanadas a pobres y a ricos” o “Compre la pomada quita callos” (que quita el dedo y deja el callo), que perturbaría el ambiente propicio que requiere este tipo de terapia. Una vez teniendo esto controlado, podemos decir que la musicoterapia en la vida pastoral la podemos utilizar en varios contextos: • Momentos de meditación, donde lo básico de la técnica es la escucha. • Momentos de oración, favoreciendo lo evocativo. • Momento de culto, distinguiendo expresiones sonoras y de movimiento acorde al grupo social o étnico. • Momento de relación de ayuda psíquico – espiritual. • Momentos de psicoterapia pastoral: sonido – música – movimiento. • Momentos de asistencia a enfermos terminales.

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Jornada Mundial del enfermo 2011

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n su mensaje para la 19° Jornada Mundial del Enfermo 2011 dado a conocer en vísperas de Navidad, el Papa Benedicto XVI señaló que una sociedad que “no logra aceptar a los sufrientes y no es capaz de contribuir mediante la compasión a hacer que el sufrimiento sea compartido y llevado también interiormente es una sociedad cruel e inhumana”. En el texto para la celebración de esta jornada el próximo 11 de febrero de 2011, fiesta de la Virgen de Lourdes, el Papa señala que “si todo hombre es nuestro hermano, entonces el más débil, el sufriente y el necesitado de cura deben ser el centro de nuestra atención, para que ninguno de ellos se sienta olvidado o marginado, de hecho ‘la medida de la humanidad se determina esencialmente en relación con el sufrimiento del sufriente’”. El Santo Padre recuerda luego su visita a Turín en mayo de este año, donde veneró la Sábana Santa, y donde pudo reflexionar sobre la entrega de Cristo en la Cruz, para poder exclamar como San Pedro “¡por sus llagas han sido curados!” En el mensaje con fecha 21 de noviembre, fiesta de Cristo Rey del Universo, Benedicto XVI afirma que “el Hijo de Dios ha sufrido, ha muerto, pero ha resucitado y por ello esas llagas se convierten en signo de nuestra redención, del perdón y la reconciliación con el Padre; pero también se convierten en prueba para la fe de los discípulos y la nuestra: cada vez que el Señor habla de su pasión y muerte, ellos no comprenden, refutan, se oponen. Para ellos, como para nosotros, el sufrimiento sigue estando cargado de misterio, difícil de aceptar y cargar”. El Papa se dirige a los enfermos y sufrientes. A ellos les dice que “a través de las llagas de Cristo es que podemos ver, con ojos de esperanza, todos los males que afligen a la humanidad. Con su Resurrección, no ha eliminado el sufrimiento y el mal del mundo, pero lo ha vencido hasta la raíz. A la prepotencia del mal ha opuesto la omnipotencia del amor. Nos ha mostrado entonces que el camino de la paz es de la alegría y el Amor”. “Dios, la Verdad y el Amor en persona, ha querido sufrir por nosotros y con nosotros, se ha hecho hombre para poder compartir, con el hombre, en modo real, en carne y sangre. En todo sufrimiento humano, entonces, ha entrado uno que comparte el sufrimiento y la resistencia; en todo sufrimiento se difunde la consolatio, el consuelo del amor partícipe de Dios para hacer surgir la estrella de la esperanza”. “A ustedes, queridos hermanos y hermanas, repito este mensaje, para que sean testimonio de él a través de su sufrimiento, su vida y su fe”. Ante la realización de la Jornada Mundial de la Juventud en agosto de 2011 en Madrid, el Santo Padre se dirige también a los jóvenes, especialmente a los enfermos. “Con frecuencia la Pasión, la Cruz de Jesús dan miedo, porque parecen ser la negación de la vida. ¡En realidad, es exactamente lo contrario! La Cruz es el ‘sí’ de Dios al hombre, la expresión más alta y más intensa de su amor y la fuente de la que surge la vida eterna. Del corazón traspasado de Jesús nace esta vida divina”. “Queridos jóvenes, aprendan a ‘ver’ y a ‘encontrar’ a Jesús en la Eucaristía, donde está presente de modo real por nosotros, hasta hacer alimento para el camino, pero sépanlo reconocer y servir también en los pobres, los enfermos, en los hermanos sufrientes y en dificultad, que necesitan vuestra ayuda. A todos los jóvenes enfermos y sanos, repito la invitación a crear puentes de amor y solidaridad, para que ninguno se sienta solo, sino cercano a Dios y parte de la gran familia de sus hijos”. Benedicto XVI se refirió luego al constante acompañamiento de la Virgen María en la vida cotidiana y en los sufrimientos diarios. La Madre de Dios, dijo, es la salud de los enfermos y el consuelo de quienes sufren. Al pie de la Cruz, con el corazón traspasado, Ella asume la misión de ser Madre de todos los miembros de la Iglesia. Finalmente el Papa alentó a las “autoridades para que inviertan siempre más energías en estructuras sanitarias que sean de ayuda y sostenimiento a los sufrientes, sobre todo los más pobres y necesitados” y saludó a todos los que en la Iglesia Católica sirven con amor y esmero a los hermanos enfermos: “que vean siempre en ellos el rostro de Cristo”.


Cuidado con las sectas:

¿Mi mamá influyó en mi separación?

LOS PENTECOSTALES L Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz.

os pentecostales son un grupo o secta que se identifica con todo lo relacionado a la experiencia de recibir al Espíritu Santo, y éste es la razón específica de su surgimiento. Por ello, declaran que viven una experiencia personal con Dios, y esto les da el poder para ser sanados o liberados de vicios; que obtienen una paz que sobrepasa el entendimiento, y dicen poseer un conocimiento pleno de la doctrina apostólica.

Muy estimados y queridos lectores: Antes que nada, quiero agradecer a todos aquellos que son asiduos a la lectura de este medio y en particular de estos sencillos artículos.

El movimiento pentecostal es el más grande e importante movimiento religioso que se haya originado en los Estados Unidos, en su sentido más amplio, se inicia a finales del siglo XIX, en el contexto de los “despertares” religiosos americanos, y con influencias metodistas de los seguidores de John Wesley. Hacia 1900, el pastor bautista Charles F. Parham funda en Topeka una congregación que pone especial énfasis en el bautismo del espíritu acompañado de los signos que se manifestaron en el primer Pentecostés. En 1906, el predicador negro de los ángeles, J. Seymour, inicia quizá la primera comunidad propiamente pentecostal que se extiende rápidamente por los estados sureños. La secta pentecostal es una herejía, inclusive desde sus orígenes, promueven entre otras cosas y aunque jamás se haga mención clara de ello, la proliferación de los llamados “neófitos”, supuestos creyentes cuya fe en lugar de cimiento bíblico encuentra su plenitud a través de la recurrente doctrina de la descarga emocional frecuentemente llamada “ ORACIÓN DE PODER AL ESPÍRITU SANTO “ en donde siempre, según la semántica de ellos, Dios se manifiesta en medio del desorden, lo cual da la pauta de por qué no es una religión cristiana sino un sincretismo entre otras sectas evangélicas, basadas en supuestas revelaciones personales y no en el estudio de la santa Biblia , aunque hagan referencias continuas a ella torciendo la verdad para su propio beneficio. Y ¿cuáles son los defectos? 1. Neófitos espirituales que asumen la función de fundadores de iglesias. Y por esta razón hay muchas sectas pentecostales particulares. 2. Líderes espirituales que ignoran la sana enseñanza del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento. 3. Entusiasmo y fervor religioso mal canalizados. 4. Manipulación psicológica de las masas que desconocen las Sagradas Escrituras 5. Un muy particular y redituable principio es la enseñanza de que ofrendando grandes cantidades de dinero a cualquiera de estos grupos, se promete que Dios lo devolverá, en forma sobrenatural, multiplicado. 6. Todas las ramas pentecostales aceptan la infalibilidad literal de la Biblia, rechazando la hermenéutica y las investigaciones exegéticas modernas, sobre este tema el apóstol Pablo nos advierte claramente: “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia” 2Tim 3,16. 7. Dan gran importancia a la santificación, que es

Ya he comentado anteriormente sobre la intromisión de las familias en el matrimonio y más particularmente de los papás y en concreto de la mamá.

resultado final de un proceso de conversión en el que el adulto llega a sentirse limpio de pecado. El bautismo del espíritu, es como la condición indispensable para una vida cristiana auténtica, que se manifiesta en varios carismas: siendo el principal para ellos el don de las lenguas. Es importante notar que el don de lenguas mencionado en Hechos capítulo 2, es diferente al de los pentecostales y los carismáticos. En Hechos, todos entendían la predicación de los apóstoles porque hablaban en su propio idioma. Es erróneo pensar que es la única señal de haber recibido al Espíritu Santo: San Pablo dice que “todos” los corintios fueron “bautizados en el Espíritu” pero no todos hablaban en lenguas (ver 1 Co 12,13. 30). El Espíritu Santo es el que edifica la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y la mantiene en la unidad (Ef 4,1-16; 1 Cor 12,1-13). Por tanto, todos los que decimos tener el Espíritu Santo, debemos dejarnos llevar por Él para buscar la unidad que Cristo quiere de nosotros (Jn 17,21). El divisionismo de las sectas protestantes está mostrando que rechazan al Espíritu Santo. San Pablo nos enseña que las enemistades, pleitos, contiendas, disensiones y herejías no son obra de Espíritu, sino de la carne (Gal 5, 16-26). Hay que recuperar el sentido de que los carismas son para todos, porque son herramientas para la edificación de la Iglesia, no para el lucimiento personal.

La pregunta inicial hubiera sido si la suegra influyó en el fracaso del matrimonio, pero quiero hacer más bien la reflexión desde el punto de vista del hijo. Para empezar, el hijo nunca va a reconocer la injerencia o intervención de la mamá, al contrario. Lo considera una necesidad; su mamá es su paño de lágrimas, su ayuda, su consuelo, su banco de préstamos sin intereses y deudas eternas fáciles de renovar y nunca pagar; ella es la que lo saca de los problemas. Cualquier cosa que suceda, antes de ir con su esposa, ya está en las faldas de su mamá, para decirle que le preste dinero, para pagar tal o cual cosa, o para comprarse algo que le guste. “Mami, nunca te mueras, porque cuando faltes, no sé qué voy a hacer”. Como mi mamá es la que me ayuda económicamente, por supuesto que estoy con ella, en las buenas y en las malas, bueno, así debería de ser, porque hay hijos que todo le sacan a su madre incluso dejándolas en la calle, y cuando ella tiene una necesidad, no son para preguntar qué se le ofrece ni para estar al pendiente. Este tipo de situaciones, sí hace que los matrimonios se desintegren, porque por más necesidad que haya, con quien tenemos y debemos de contar primero es con la esposa (o); en un dado caso que no haya otro remedio, los papás tienen que ser el último recurso. A ese esposo que se la pasa más tiempo con su mamá que con su esposa y sus hijos, en su casa lo siguen viendo como hijo de familia; compara muchas veces a su esposa con su madre, despreciando a la primera y elogiando a la segunda; “no hay mejor comida que la de mi mamá; mi mamá si sabe lavar y planchar”. Y sin exagerar, a veces pudiera haber cierto atractivo por la mamá que por su esposa, “llamado complejo de Edipo”. Ante las discusiones o desavenencias que surjan en el matrimonio, el hijo se adelanta a dar su versión y a poner en contra a la suegra con la nuera y cuando llega ésta, se encuentra con una “leona” que va a defender a su crío a toda costa, e incluso a solaparlo y serle tapadera de sus fechorías y acciones malsanas. Así, que si usted se identificó con este artículo, póngale remedio y aún, cuando ciertamente conoció primero a su madre que a su esposa, en el momento del matrimonio la debe dejar para unirse con su mujer y ser con ella un nuevo ser. Hasta la próxima.


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Los libros y sus autores

En busca del tiempo perdido Marcel Proust ALBERTINE DESAPARECIDA. Traducción de Carlos Manzano Barcelona, Lumen 2007 Por Luis Marino Moreno

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exto y penúltimo volumen de En busca del tiempo perdido, en Albertine desaparecida. Proust muestra su detallada y obsesiva narración de los delirios amorosos, de la angustia del deseo y, en especial, de los celos, el sentimiento que aliente con mayor fuerza en estas páginas, protagonizadas por Albertine, una de las amantes más perdurables de la

literatura universal. En esta ocasión, Proust sigue su tour de forcé en torno a la figura de la amante ausente, del dolor por el cuerpo perdido. Sin duda estamos ante una de las reflexiones más hondas y más elaboradas sobre el amor, el deseo y el paso del tiempo. Carlos Manzano, a punto de culminar su labor titánica proustiana, tiene la confianza de nuevo que estamos ante la mejor versión castellana de una de las grandes obras de todos los tiempos. Sobre el autor. Marcel Proust (1871-1922) nació en el seno de una familia de la alta burguesía francesa, a la que años más tarde deseccionaría en su obra maestra: En busca del tiempo perdido. Enfermo toda la vida de asma, a partir de 1914 se encerró en su famosa habitación forrada de corcho a escribir su monumental novela y recrear los avatares del tiempo que había vivido. En busca del tiempo perdido, con cada una de sus secciones: 1. Por la parte de Swann; 2. A la sombra de las muchachas en flor; 3. La parte de Guermantes; 4. Sodoma y Gomorra; 5. La prisionera; 6. Albertine desparecida y 7 El tiempo recobrado.

Iglesia Universal VATICANO.- En un mundo en el que los cristianos siguen siendo víctimas de ataques sangrientos, el Papa Benedicto XVI ha pedido un “auténtico espíritu de paz” y el valor para afrontar las dificultades. “Es bueno comenzar una nueva etapa del camino poniéndose con decisión en el camino de la paz”, afirmó el Papa, queriendo recoger “el grito de tantos hombres, mujeres, niños y ancianos víctimas de la guerra, que es el rostro más horrendo y violento de la historia”. “Ante los trágicos acontecimientos que marcan la historia, ante las lógicas de guerra que por desgracia aún no están superadas del todo, sólo Dios puede tocar en lo profundo el alma humana y asegurar esperanza y paz a la humanidad”, constató el Papa. VATICANO.- El Papa Benedicto XVI se dirigió a los asistentes congregados en la Plaza de San Pedro a quienes les recordó que las familias deben ser santuarios de caridad y esperanza en donde se defienda y acoja siempre la vida. “Les invito a ser fuertes en el amor y a con-templar con humildad el Misterio de la Navidad, que continúa hablando al corazón y se convierte en escuela de vida familiar y fraterna”, dijo desde la Plaza de San Pedro. “La mirada maternal de la Virgen María, la amorosa protección de San José y la dulce presencia del Niño Jesús son una imagen nítida de lo que ha de ser cada una de las familias cristianas, auténticos santuarios de fidelidad, respeto y comprensión, en los que también se transmite la fe, se fortalece la esperanza y se enardece la caridad”. VATICANO.- En la festividad de la Sagrada Familia, Benedicto XVI dijo: “¡Qué importante, es que cada niño que viene al mundo, sea acogido en el calor de una familia! No importan las comodidades exteriores: Jesús nació en un establo y su primera cuna fue un pesebre, pero el amor de María y José le hizo sentir la ternura y la belleza de ser amado. Lo que necesitan los niños es el amor del padre y de la madre. Es lo que les da seguridad y lo que cuando crecen les lleva a descubrir el significado de la vida. La Sagrada Familia de Nazaret atravesó muchas pruebas, pero, confiando en la divina Providencia, encontraron su estabilidad y dieron a Jesús una infancia serena y una educación sólida”.

Iglesia en México MEXICO.- Se llevarán a cabo Jornadas de Educación en las Tecnologías de Información y Comunicación al servicio de la Misión Continental, como auténticos comunicadores discípulos misioneros de Jesucristo, para que nuestro pueblo en Él tenga vida digna. Al impulsar esta formación se busca ser respuesta en apoyo a los Obispos a través de sus colaboradores para emprender un proceso educativo y evangelizador en la formación para la construcción, desarrollo y mantenimiento de los sitios de Internet diocesanos al servicio de la acción pastoral de la Iglesia en el anuncio de la Buena Nueva, con el uso de las nuevas tecnologías. La formación se realizará del 24 al 29 de enero de 2011 en Casa Lago-Sede CEM. CIUDAD VICTORIA.- En éste mes de enero, la Diócesis de Cd. Victoria, reinicia su publicación “El Peregrino”. Esta publicación de la diócesis, lleva a cabo su formación e información de los acontecimientos de ésta Iglesia en particular. Nos congratulamos con su equipo de comunicación deseando que tenga mucho futuro. “Quien predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, corrige, reprende y exhorta; házlo con mucha paciencia y conforme a la enseñanza… Tú, sin embargo, procura ser siempre prudente, soporta el sufrimiento, predica el Evangelio y dedícate plenamente a tu ministerio”. (2Tim 4,2.5)


Esta historia es una fotografía elocuente del hombre en tránsito, del hombre de ayer y del hombre de hoy, y del Dios-con-nosotros que lo acompaña.

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a vida del niño rey se ve amenazada. Apenas nacido hay un plan para eliminarlo. El rey Herodes se siente inseguro y quiere deshacerse del infante. La fiel obediencia de José a los mensajes divinos garantizan que el niño se salve. La geografía es importante a partir del capítulo segundo de San Mateo. Desde la historia de los magos todo comienza a ubicarse en lugares concretos. Después de haber destacado en el capítulo primero los grandes nombres de la historia de la salvación, los cuales darían identidad al que estaba por nacer, ahora se destaca la geografía: “Belén”, aún siendo pequeña, destaca por ser la cuna del que gobernará como pastor a Israel. “Jerusalén” es una ciudad que se sobresalta junto con Herodes cuando los magos de oriente se presentaron en ella preguntando por el niño rey que acaba de nacer. Representa a los judíos que rechazaron a Jesús. “El oriente” es el origen de los magos, representa a las naciones gentiles, y sirve para darle un lugar en la historia a los pueblos extranjeros. Tengamos en cuenta que los pueblos extranjeros son señalados frecuentemente en contextos escatológicos o mesiánicos.

Ahora, con la amenaza al niño, se introduce “Egipto”. A un lector ordinario Egipto le recuerda la opresión de Israel pero, a un lector más familiarizado con la historia bíblica, también le recuerda que en tiempos de riesgo en ese país encontraron refugio los patriarcas, no sólo Jacob y sus hijos, sino también Abraham. Egipto sirve también para un propósito teológico, pues permite que se cumpla la profecía de Oseas: “de Egipto llamé a mi hijo”, así se revela la verdadera filiación de Jesús. Con la historia de la huída a Egipto, el Emmanuel manifiesta que efectivamente es “Dioscon-nosotros”, pues desde su infancia asume la historia del pueblo, no sólo por su estrecho vínculo con la genealogía de los hombres bíblicos, sino porque prueba la experiencia histórica del destierro. Prueba la dureza de la geografía, pero ante todo el riesgo de ser aniquilado. Jesús es migrante y extranjero desde su pequeñez. Esta historia es una fotografía elocuente del hombre en tránsito, del hombre de ayer y del hombre de hoy, y del Dios-con-nosotros que lo acompaña.

Herodes, al intentar eliminar al niño rey que

acaba de nacer, justamente quiere eliminar al Dios con nosotros. Esa experiencia la probaron los primeros cristianos con la persecución imperial. Sin embargo, no sabemos qué porcentaje de los miembros de la comunidad de Mateo probó esta experiencia y, si la tuvieron, también desconocemos la intensidad de la misma. Al final, San Mateo señala a “Nazaret” como el lugar de residencia de Jesús. Lo cual es interpretado también teológicamente, pues el gentilicio que le aplica a Jesús, por residir en Nazareth, es nazoreo; es decir, nazir o consagrado. Entre los nazarítas de la historia bíblica podemos recordar a Sansón. Posteriormente, San Mateo también destacará la región de “Galilea” (de los gentiles), donde Jesús realiza su ministerio, interpretando dicho fenómeno como el cumplimiento de la profecía que anuncia que los que caminaban en tiniebla vieron una gran luz.


C

Cabe señalar que en el marco de las celebraciones, los fieles de la Parroquia de San Juan de Guadalupe, encabezados por su Párroco el Pbro. Cenobio Miranda Esparza y el Diácono Juan Castillo Cuevas, realizaron el pasado lunes 27 de diciembre del 2010 un desfile de carros alegóricos en los que se mostraban momentos de la vida y obra de San Juan Evangelista.

Días antes del día de la fiesta, nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, acudió a esta Parroquia para Confirmar a varios niños y jóvenes.

Felicitamos a esta entusiasta comunidad parroquial por su vivificante fiesta patronal . Seguiremos pidiendo por la salud del Padre Cenobio Miranda Esparza, quien se encuentra enfermo.

on gran alegría, la comunidad parroquial de San Juan de Guadalupe, celebró la fiesta patronal en honor a San Juan Apóstol y Evangelista con diversas actividades religiosas, pero además con actividades culturales y artísticas que hicieron que la festividad en este tradicional Barrio, uniera a las familias vecinas.

L

a Comisión de Pastoral Social y Cáritas San Luis Potosí, agradece a todos los presbíteros y laicos que solidariamente apoyaron su campaña de procuración de fondos, mediante la adquisición de un bono donativo de $50.00 pesos. Con su donativo se hacen partícipes de la obra de la Iglesia que tiende su mano hacia el más pobre y alejado, dándole oportunidad de vestido, medicinas, alimento y albergue. EL NÚMERO GANADOR FUE EL 4082 VENDIDO A LA SRA. MARTHA CASTILLO GUZMÁN, DE LA PARROQUIA DE TEQUIS. Ella recibió un automóvil Pontiac Matiz 2011, el 26 de diciembre en la Santa Iglesia Catedral.

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l 12 de diciembre, se llevó a cabo en Villa de Zaragoza, la bendición y peregrinación de los Choferes Guadalupanos y la Antorcha Guadalupana.


Monaguillos, un encuentro con Cristo en cada Eucaristía E

l pasado 28 de diciembre teniendo como marco la fiesta de los Santos Inocentes, la Dimensión de Pastoral Vocacional llevó a cabo el Encuentro Diocesano de Monaguillos en el Seminario Mayor; en el cual estuvieron representadas más de 30 de parroquias de nuestra diócesis y más de 350 niños y niñas que participaron de manera activa en este encuentro. Desde las 10 de la mañana comenzamos nuestras actividades, un equipo de seminaristas del seminario mayor y menor les recibían conforme iban llegando. El P. Erasmo Valero, rector del Seminario nos dio una cálida bienvenida en la capilla, acto seguido realizamos una oración para dar paso a las actividades en cuatro módulos: Proyección de un cortometraje, rally, manualidad y tema sobre la misión. Todos los participantes tuvieron la oportunidad de enriquecerse con las cuatro actividades. Posteriormente compartimos una riquísima comida, para concluir con la Eucaristía con la cual dimos gracias a Dios por permitirnos vivir esta grata experiencia, en este mismo momento se dio lectura al mensaje que el Sr. Arzobispo envío a los monaguillos, para saludarles y para invitarles a imitar el ejemplo de San Tarsicio. Por último se dio un reconocimiento a cada grupo parroquial por su participación. No cabe duda que este encuentro nos permite contemplar que Dios ha llamado a buenos servidores del altar, niños y niñas sencillos y humildes de corazón, capaces de reconocer la grandeza de Cristo presente en cada Eucaristía.

En el encuentro llevaron cabo manualidades.

Felicidades a nuestros acólitos y gracias por su servicio en el Altar.

Hubo también juegos de competencia.

Monaguillos, tanto niños como niñas

Fiesta Patronal en la Sagrada Familia de Nazareth

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Por LCC Angélica Maldonado Morales

on espíritu de fe y amor a Jesús, María y José, las Parroquias que están bajo el patronazgo de la Sagrada Familia de Nazareth de Las Lomas y de la colonia General I. Martínez, celebraron su fiesta patronal.

En la Sagrada Familia de Nazareth de las Lomas, el encargado de presidir la Misa solemne celebrada el pasado domingo 26 de diciembre, fue el Párroco, Pbro. Francisco Salazar Valdéz, acompañado de su Vicario, el Pbro. Elías Rangel Salazar, mientras que en la colonia General I. Martínez celebró el Pbro. Erasmo Valero Sánchez, dado que el Párroco, Pbro. Darío Pedroza Martínez, se encuentra recuperándose de salud. En esta festividad, los fieles llenaron las parroquias de la Sagrada Familia para encomendarse a Ella, la cual es PROTOTIPO DE TODAS LAS FAMILIAS, MODELO A SEGUIR DE LAS FAMILIAS CRISTIANAS.


ENERO 09 DE 2011

Nuestros acólitos, semillero vocacional para sacerdotes y vida consagrada.

El Padre Erasmo dando su mensaje a los acólitos.

Mucho entusiasmo se notó entre los participantes.

Este encuentro nos permite contemplar que Dios ha llamado a buenos servidores del altar, niños y niñas sencillos y humildes de corazón.

Todos convivieron con gran entusiasmo.

En ambas festividades se hizo claro énfasis sobre lo importante que debe ser la Familia para todos y cada uno de nosotros, pues hasta Dios quiso nacer en el seno de una familia, por lo que se exhortó a los fieles a VELAR, TRABAJAR, AMAR Y CRECER EN UNA FAMILIA, luchando para que permanezca unida en el amor de Cristo. La familia está llamada a ser un ESPACIO DE DIÁLOGO, aunque cada integrante sea diferente; en la Familia se APRENDE A CONOCER Y HABLAR CON DIOS, SE APRENDEN LOS VALORES HUMANOS Y CRISTIANOS QUE NOS ACERCAN A JESÚS. Es en la familia donde se hace silencio para escuchar a los demás, donde los pequeños aprenden a escuchar LA PALABRA Y LA VOZ DE DIOS A TRAVÉS DE SUS PADRES Y A RESPONDERLE CON LA ORACIÓN. En la familia se aprende a amar, respetar y dialogar con Dios; se aprenden los VALORES FUNDAMENTALES DE LAS PERSONAS. Pueden pasar los siglos, y avanzar la ciencia y la tecnología, pero aunque haya todos los avances científicos habidos y por haber, nada podrá destruir a la familia, nada ni nadie debe atentar contra ella, aunque ahora desgraciadamente muchos factores la pongan en peligro.

No sólo compartieron experiencias, también ricos alimentos.

TODOS DEBEMOS DEFENDER LA ESENCIA DE LA FAMILIA, porque todo ser tiene el derecho de nacer en el seno de una familia, donde LOS PADRES DE FAMILIA sean los pilares de la fe, de la Evangelización y los responsables de que se cumplan los mandamientos de la Ley de Dios. La pregunta que todos nos deberíamos de hacer y meditar profundamente sería: ¿DE VERDAD CONSIDERO A MI FAMILIA UN TESORO Y LA CUIDO COMO TAL?. Pregunta que nos pide hacer una pausa urgente para respondernos muy seriamente.


Parroquia de San Segunda y última parte

Pío X

L

a Parroquia de San Pío X está ubicada al sur de la ciudad en la colonia Himno Nacional, primera sección. Pertenece al Decanato San Luis Rey y su Párroco actual es el Pbro. Fortino Pérez Blanco.

CONJUNTO ARQUITECTÓNICO El conjunto arquitectónico muestra un estilo moderno, es de los primeros en su estilo que se construyeron en nuestra ciudad. El interior muestra gran amplitud al tener un espacio abierto que se eleva de la parte de los accesos hacia la parte del presbiterio, sin duda un concepto innovador al estar toda la asamblea dispuesta en torno al Altar en semicírculo lo que induce a la participación y a la unidad de los fieles ya que hay también un contacto visual que permite conocernos e identificarnos como parroquia. En el presbiterio sobresale la excelente escultura de Cristo crucificado de gran tamaño, realizada en bronce y a sus pies, el Sagrario. Del lado izquierdo la imagen de la Virgen de Guadalupe. El recinto muestra en sus blancos muros algunas imágenes religiosas y esculturas entre las que sobresale la del Divino Niño, Santa Martha, la Divina Providencia y San Judas Tadeo. La iluminación natural del recinto es a través de una serie de ventanas corridas con vidrio en color ámbar. El piso de todo el recinto es de piedra de sangre de pichón. Cuenta con dos accesos de doble entrada, uno de ellos con rampa pensado para las personas con capacidades diferentes. Al frente del conjunto arquitectónico, justo por la rampa, se tienen acceso a la capilla de la Resurección.


ENERO 09 DE 2011

H

ace ya varias décadas –en 1942, para ser exactos- el famoso escritor irlandés C.S. Lewis (1898-1963) escribió un libro ingeniosísimo y lleno de antisabiduría cuyo título era Cartas del diablo a su sobrino. En él hacía hablar al príncipe de los demonios para aconsejar a un tal Orugario, pariente suyo, acerca de las tácticas que debía seguir para alejar a los hombres de Dios y hacerlos profundamente desdichados. Le decía el diablo a su pariente en una de esas cartas: «Nada hay como el suspense para atrincherar el alma de un humano contra el Enemigo. Él quiere que los hombres se preocupen por lo que hacen; nuestro trabajo consiste en tenerles pensando qué les pasará».

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«No anden preocupados». Pero casi nadie se toma en serio esto que no es precisamente un consejo, sino un mandamiento, es decir, una orden.

Lanzada por Lewis o por el mismo diablo, la flecha ha dado en el blanco: en efecto, hay un sentimiento que, llevado hasta el extremo, nos separa de Dios y nos vuelve ansiosos y tristes: la desconfianza, el miedo al mañana. «¿Qué me va a pasar? Tengo que hacer este viaje; ahora bien, ¿y si se descarrila el tren?». «Dios mío, ¿qué le sucederá a mi hijo ahora que parte para estudiar a esa ciudad que me causa tanto horror?». «¿Qué pasará si... si... si...?». Los adivinos de todos los tiempos se han hecho ricos con esta sola pregunta que a veces cobra en nuestras almas rasgos de verdadera obsesión. Al diablo le gustan estos miedos porque nos paralizan. «Tuve miedo y me escondí» (Génesis 3,10), dice Adán tras haberse dejado seducir por la serpiente en el jardín del Edén. Allí donde el diablo mete el rabo, allí surge la inseguridad, el temor y la parálisis. Por eso Dante, sin tentarse el corazón, manda a los pusilánimes al infierno: porque «nada hicieron en la vida» (La divina comedia, canto III). ¿Y si Abraham hubiera tenido miedo de emprender ese largo y penoso viaje que le ordenó el Señor? ¿Y si María hubiera tenido miedo al qué dirán? La verdad es que hubiera podido decir: «¿Por qué no te buscas otra, Dios Altísimo? Yo tengo mucho miedo. Estoy segura que no me creerán mis amigas cuando les diga que ese niño que me ofreces es del Espíritu Santo. Sí –me dirán-, del Espíritu Santo. ¿Y qué más? ¡Ya me las imagino! Además, tú, que todo lo sabes, no desconoces este dicho tan popular entre nosotros: pueblo chico, infierno grande. Eso que me propones es muy bonito, y agradezco de todo corazón el que te hayas fijado en mí para llevarlo a cabo. Pero, ya que tengo que decirlo, te lo diré: no me interesa meterme en problemas que no son míos. Acaso la vecina de al lado, si insistieras un poco... Ella es huérfana, y eso facilitaría las cosas enormemente. Yo, en cambio, ¿qué explicaciones voy a dar a mis papás cuando me hagan las preguntas que ya te imaginas?». ¡No! María no tuvo miedo, y, si por un momento lo tuvo, fue lo suficientemente audaz como para hacerlo pronto a un lado. Es claro que las amigas iban a hablar, que las vecinas iban a cuchichear; es más, hasta era posible que le aplicaran el castigo que la sociedad de su tiempo reservaba a las mujeres poco honorables: la muerte por lapidación. Todo esto era más que probable. Y, pese a todo, su respuesta fue un sí. Un sí decidido, con acento en la i. «¿Qué me va a pasar?». Conozco a una persona a quien esta pregunta le deshizo todos los planes y le frustró todos los proyectos. Nunca aprendió a nadar por miedo a ahogarse; nunca quiso conducir por miedo a atropellar a alguien; nunca se subió a un avión pensando en que podría caerse a medio océano; jamás tuvo amigos por miedo a verse traicionado... ¡A cuántas cosas no renunció a causa de sus miedos! Y, sin embargo, Jesús dijo: «No vivan preocupados... Fíjense en los pájaros que ni siembran, ni cosechan, ni guardan en bodegas y, sin embargo, su Padre celestial los alimenta. ¿No

valen ustedes mucho más que ellos? ¿Y quién de ustedes, a fuerza de preocuparse, podrá añadir una sola hora al tiempo de su vida?» (Mateo 6, 26-27). «No anden preocupados». Pero casi nadie se toma en serio esto que no es precisamente un consejo, sino un mandamiento, es decir, una orden. ¿Por qué vivir en la angustia si el Padre cuida de nosotros? ¿Por qué andar ansiosos todo el tiempo si Él cuida hasta de las aves del cielo? ¿Y por qué todo tendrá siempre que acabar mal? ¿No es verdad que Él es Padre? ¿Por qué, entonces, el día de mañana tendrá que estar siempre sembrado de desgracias? En una bellísima carta fechada el 30 de abril de 1616, escribía así San Francisco de Sales a una señora tan piadosa como asustadiza: «No temáis demasiado los acontecimientos de esta vida, ni queráis prevenirlos si no es con una perfecta esperanza de que, a medida que se presenten, Dios, de quien dependemos absolutamente, os librará... El os asistirá, y en cada ocasión en que sea imposible caminar, Él os cargará en sus brazos... No penséis en lo que vendrá mañana, porque el mismo Padre que la cuida hoy, la cuidará mañana y siempre» Y a una religiosa angustiada: «La desconfianza que tiene de usted misma es buena con tal de que sirva de fundamento a la confianza que debe tener en Dios; pero si la lleva a la inquietud, al descorazonamiento, al fastidio y a la melancolía, la conjuro a que la rechace como una tentación del demonio». Sí, Dios quiere que los hombres se preocupen por lo que hacen, pero el trabajo del demonio consiste en tenerlos preocupados pensando en qué les pasará.


Contrapunto

“Luz del mundo”

A propósito de algunas lecturas Por Congregación para la Doctrina de la Fe

C

on ocasión de la publicación del libro-entrevista de Benedicto XVI, Luz del mundo, se han difundido diversas interpretaciones incorrectas, que han creado confusión sobre la postura de la Iglesia Católica acerca de algunas cuestiones de moral sexual. El pensamiento del Papa se ha instrumentalizado frecuentemente con fines e intereses ajenos al sentido de sus palabras, que resulta evidente si se leen por entero los capítulos en donde se trata de la sexualidad humana. El interés del Santo Padre es claro: reencontrar la grandeza del plan de Dios sobre la sexualidad, evitando su banalización, hoy tan extendida.

Algunas interpretaciones han presentado las palabras del Papa como afirmaciones contrarias a la tradición moral de la Iglesia, hipótesis que algunos han acogido como un cambio positivo y otros han recibido con preocupación, como si se tratara de una ruptura con la doctrina sobre la anticoncepción y la actitud de la Iglesia en la lucha contra el sida. En realidad, las palabras del Papa, que se refieren de modo particular a un comportamiento gravemente desordenado como el de la prostitución (cfr. Luz del mundo, p. 131-132), no modifican ni la doctrina moral ni la praxis pastoral de la Iglesia. Como se desprende de la lectura del texto en cuestión, el Santo Padre no habla de la moral conyugal, ni tampoco de la norma moral sobre la anticoncepción. Dicha norma, tradicional en la Iglesia, fue reafirmada con términos muy precisos por Pablo VI en el n. 14 de la encíclica Humanae vitae, cuando escribió que «queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación». Pensar que de las palabras de Benedicto XVI se pueda deducir que en algunos casos es legítimo recurrir al uso del preservativo para evitar embarazos no deseados es totalmente arbitrario y no responde ni a sus palabras ni a su pensamiento. En este sentido, el Papa propone en cambio caminos que sean humana y éticamente viables, que los pastores han de potenciar «más y mejor» (cf. Luz del mundo, p. 156), e s d e c i r ,

caminos que respeten plenamente el nexo inseparable del significado unitivo y procreador de cada acto conyugal, mediante el eventual recurso a métodos de regulación natural de la fertilidad con vistas a la procreación responsable. En cuanto al texto en cuestión, el Santo Padre se refería al caso completamente diferente de la prostitución, comportamiento que la doctrina cristiana ha considerado siempre gravemente inmoral (cf. Concilio Vaticano II, Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 27; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2355). Con relación a la prostitución, la recomendación de toda la tradición cristiana -y no sólo de ella- se puede resumir en las palabras de san Pablo: «Huid de la fornicación» (J Co 6,18). Por tanto, hay que luchar contra la prostitución; y las organizaciones asistenciales de la Iglesia, de la sociedad civil y del Estado han de trabajar para librar a las personas que están involucradas en ella. En este sentido, es necesario poner de relieve que la situación que en muchas áreas del mundo se ha creado por la actual difusión del sida, ha hecho que el problema de la prostitución sea aún más dramático. Quien es consciente de estar infectado con el VIH y que por tanto puede contagiar a otros, además del pecado grave contra el sexto mandamiento comete uno contra el quinto, porque conscientemente pone en serio peligro la vida de otra persona, con repercusiones también para la salud pública. A este respecto, el Santo Padre afirma claramente que los profilácticos no son «una solución real y moral» del problema del sida, y también que la «mera fijación en el preservativo significa una banalización de la sexualidad», porque no se quiere afrontar el extravío humano que está en el origen de la transmisión de la pandemia. Por otra parte, es innegable que quien recurre al profiláctico para disminuir el peligro para la vida de otra persona, intenta reducir el mal vinculado a su conducta errónea. En este sentido, el Santo Padre pone de relieve que recurrir al profiláctico con «la intención de reducir el peligro de contagio, es un primer paso en el camino hacia una sexualidad vivida en forma diferente, hacia una sexualidad más humana».

Se trata de una observación completamente compatible con la otra afirmación del Santo Padre: «Ésta no es la auténtica modalidad para abordar el mal de la infección con el VIH». Algunos han interpretado las palabras de Benedicto XVI valiéndose de la teoría del llamado “mal menor”. Esta teoría, sin embargo, es susceptible de interpretaciones desviadas de tipo proporcionalista (cf. Juan Pablo II, Encíclica Veritatis splendor, nn. 75-77). No es lícito querer una acción que es mala por su objeto, aunque se trate de un mal menor. El Santo Padre no ha dicho, como alguno ha sostenido, que la prostitución con el recurso al profiláctico pueda ser una opción lícita en cuanto mal menor. La Iglesia enseña que la prostitución es inmoral y hay que luchar contra ella. Sin embargo, si alguien, practicando la prostitución y estando además infectado por el VIH, se esfuerza por disminuir el peligro de contagio, a través incluso del uso del profiláctico, esto puede constituir un primer paso en el respeto de la vida de los demás, si bien el mal de la prostitución siga conservando toda su gravedad. Dichas apreciaciones concuerdan con lo que la tradición teológico moral ha sostenido también en el pasado. En conclusión, los miembros y las instituciones de la Iglesia Católica deben saber que en la lucha contra el sida hay que estar cerca de las personas, curando a los enfermos y formando a todos para que puedan vivir la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad dentro del pacto conyugal. En este sentido, hay que denunciar también aquellos comportamientos que banalizan la sexualidad, porque, como dice el Papa, representan precisamente la peligrosa razón por la que muchos ya no ven en la sexualidad una expresión de su amor. «Por eso la lucha contra la banalización de la sexualidad forma parte de la lucha para que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda desplegar su acción positiva en la totalidad de la condición humana» (Luz del Mundo, p. 131).


ENERO 09 DE 2011

“Explícame la persona”, nuevo lenguaje para responder a preguntas de siempre Libro del filósofo Ramón Lucas Lucas

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Por Javier Algara

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o más probable es que cuando Juan Diego escuchó que la Señora del Tepeyac le decía que ella era la Madre del verdadero Dios, por quien se vive, nunca le pasó por la mente que estaba escuchando la versión autentificada directamente por el Cielo de lo que casi todos los cristianos han creído desde los inicios de la Iglesia respecto al parentesco entre María y Jesús, hombre y Dios. Tampoco pensó que lo que la Virgen le decía constituía la formulación de un dogma de fe, ni tenía idea que eso hubiera alguna vez sido la causa de serias disputas entre los obispos de los primeros siglos. Ese dogma queda confirmado una vez más, en el siglo XX, por la constitución Lumen Gentium (no. 52) del Concilio Vaticano II, y en el número 963 del Catecismo de la Iglesia Católica, tal como lo había sido por varios otros concilios anteriores, pero estoy seguro que los padres conciliares reunidos en Efeso, en el siglo V, en el que se definió el dogma de la maternidad divina de María, se hubieran ahorrado muchos penosos debates, y hubieran prevenido algunos cismas, si la Virgen les hubiera dicho a san Cirilo de Alejandría y a sus hermanos obispos lo que le dijo, y como se lo dijo, a nuestro Cuahutlatoatzin en el siglo XVI. El evangelio de Lucas (inspirado por Dios y escrito según lo que el hagiógrafo había escuchado de la misma María y de las enseñanzas de los Apóstoles), narra cómo el arcángel Gabriel le aseguró explícitamente a la doncella de Nazareth que su hijo –todo él y no solamente su cuerpo- sería engendrado por el Espíritu Santo – Dios- y que sería llamado Hijo del Altísimo – Dios-. Ello indudablemente era el reflejo de lo que las primeras comunidades cristianas creían firmemente: que la madre de Jesús era también, y precisamente por eso, madre de Dios. Esa fe nunca menguó. Al contrario, creció y se afirmó por todo el mundo cristiano, y ya en el siglo III los padres griegos, siguiendo supuestamente el ejemplo de Orígenes, empezaron a llamar a María “Theotokos” (La que dio a luz a Dios, en griego). Pero siempre hubo personas a las que creer que una simple muchacha, un ser humano, pudiera ser madre de Dios, se les hacía imposible. En parte porque simplemente parece ilógico que un ser humano engendre a Dios. Y en parte porque esas personas no acababan de creer que en la persona de Jesús pudiera haberse dado simultáneamente la presencia de dos naturalezas tan distintas: la humana y la divina. Para ellos, o Jesús era Dios habitando de prestado un cuerpo humano, o era un humano al que se le habían prestado algunos poderes divinos. Y consecuentemente María sería simplemente madre de la humanidad de

Jesús, sin tener que ver nada con la presencia divina en él. Estas dudas duraron siglos y entre sus proponentes destacaron personajes como Arrio (siglo IV) y Nestorio (siglo V). Este último decía que María no era Theotokos, sino Christotokos: madre de Cristo, pero no de Dios. Esto claramente contradice la naturaleza y misión de la Encarnación. La segunda Persona de la Santísima Trinidad, de naturaleza divina, se hace verdaderamente hombre para responder perfectamente como ser humano, en la obediencia, al amor al que Dios nos había invitado al crearnos a su imagen y semejanza (y al que el pecado, por la desobediencia de Adán, nos había incapacitado a responder). El Hijo, el Verbo de Dios, es al mismo tiempo la palabra de amor más perfecta que nos dirige el Padre, y la respuesta más perfecta de amor que el hombre puede dirigir a Dios. En Cristo el hombre puede responder a su apertura radical hacia Dios. Y todo ello, realizado en el vientre generoso y al cuidado maternal de María, Madre de verdadero Dios, por quien se vive.

l autor del famoso libro “Bioética para todos”, traducido en siete idiomas, aparece de nuevo ante el público con otro volumen que es un verdadero desafío: presentar un tema de filosofía con ilustraciones y diagramas a todo color. El resultado es “Explícame la persona” (Edizioni ART, Roma 2010, 288 páginas). Ramón Lucas Lucas L.C., catedrático de Antropología Filosófica y Bioética de la Universidad Pontificia Gregoriana, responde con un lenguaje cercano a las preguntas más comunes sobre quién es la persona humana, cuál es su sentido, qué es el amor, por qué el sufrimiento, etc. Sus respuestas ilustradas con diagramas y dibujos no están en las nubes de la filosofía abstracta, sino que tocan la vida diaria de cada persona. En declaraciones, el filósofo reconoce que este libro, al igual que su obra precedente, busca llegar al gran público: “La comunicación tiene su importancia; no escribo para que el libro se quede empolvado en un almacén, sino para que llegue a la mente y al corazón de las personas”. En su caso, la filosofía no compite con el mercado de la publicidad, aclara. “Se sirve de él para transmitir contenidos, a veces abstractos”. Y se explica: “Nosotros hacemos las cosas porque tenemos motivos para ello. Pero estos motivos tiene que ser percibidos como válidos y actuales. El niño de cinco años no percibe el valor de cerrar la puerta con cuidado para que no se estropee, pero sí percibe el valor de tener ‘playstation’ para jugar”. El autor aclara con este ejemplo su objetivo: “Por mucho tiempo no pude conseguir que mi hijo de cinco años dejase de dar portazos. No comprendía el motivo: el ruido que a otros molestaba a él le agradaba. Pero un día le di otra razón que él comprendió: ‘La puerta se va a romper y habrá que gastar en componerla el dinero para tus juguetes’. Y desde entonces ni da portazos él, ni consiente que otros los den, repitiéndoles el motivo tal como él lo entendió” Además de las viñetas, el texto es ilustrado por fotografías, dibujos, diagramas. Según Lucas Lucas, “el dinamismo de las imágenes es decisivo en la comunicación de las ideas. Plasmar un concepto en una foto o en un dibujo permite involucrar de ma-nera más plena en la comprensión a los sentidos, haciéndola asequible a todos. Además, se trata también de una cuestión de educación”. Ante la sorpresa de su oyente, el profesor añade: “el famoso filósofo español Ortega y Gasset decía que la claridad en la expresión del propio pensamiento es la cortesía del filósofo. Es necesario hacer ‘superficiales’, en el sentido etimológico del término, las cosas profundas. Es decir, es necesario que salgan a la luz, a la superficie, sin que pierdan su importancia o seriedad”. El libro afronta el viejo tema de quién es la persona y cuál es su sentido en el mundo. “Pregunta siempre antigua y siempre nueva porque la respuesta la da cada uno con su vida --aclara el autor--; todas las personas de todo tiempo y lugar se la ponen y tratan de responderla con su vida”. “En realidad es una cuestión de valores --asegura--. Para quien ama la vida no es ‘demasiado’; para quien busca el sentido del sufrimiento todo es nuevo y siempre poco”. “Con este libro no se va a conocer cómo se formaron las células, ni en qué año se descubrió América. En las manos hay instrumento para conocerse a sí mismo que ayudará a pensar, a poseer una visión objetiva del mundo, del hombre y de Dios, que permita dar respuesta a los interrogantes que forman parte de la vida humana: el sentido de la vida y de la muerte, el sentido del bien y del mal, el fundamento de los valores, el sentido del dolor y la injusticia, etc.”. El libro, concluye, “está pensado para todos aquellos que no teniendo una formación filosófica específica, quieran conocer mejor quién es la persona humana. Creo que ‘Explícame la persona’ puede ayudar en los institutos de enseñanza media a que los muchachos afronten estos temas; en las universidades, para profundizar y sintetizar los conceptos fundamentales”.


16 creen que la salvación se gana con el constante cumplimiento de las normas religiosas, pero en realidad, en su interior, están vacíos. Toda su religiosidad no sirve para nada. ¡Qué pena! Al menos cuentan con el consuelo de que se están ganando el paraíso y la propia convicción de su bondad. Los que no son como ellos en cuanto a la práctica religiosa pueden no ser tan buenos o no ser tan malos; o pueden ser muy buenos o muy malos. Son tanto buenos o malos como ellos se creen o como los consideran los demás. Finalmente, lo que viene a decir el grado de bondad o maldad que hay en ellos, no es otra cosa que la actitud interna que los conduce a actuar como lo hacen. El valor interno es lo que importa porque de éste se originan los actos.

loable, heroica. Otros pueden pensar que esta actitud es reprobable, inhumana, patética, funesta.

U

nos son buenos otros son malos. Así parece. En realidad no hay hombres buenos ni malos. Hay hombres o mujeres. Y hay maldad y bondad. Hay personas que se apegan a las leyes o costumbres. Hay leyes y costumbres que marcan excesos y límites que pretenden regular la conducta de los individuos. Y, en la medida en que uno se acerca o aleja de las normas o costumbres, corre el riesgo de ser calificado como el bueno, el malo o el feo. Cierto que la bondad o maldad pueden ser reales o pueden atribuirse a un individuo pero en realidad la maldad o bondad también pueden ser subjetivas. Uno puede sentirse o creerse bueno o malo según se apegue o no, al cúmulo de normas o costumbres establecidas por la sociedad en la que está formado. Vamos a ver. Algunos países se creen los dueños del mundo, y, si un país de estos, decide ir a bombardear a otro país, presumiblemente enemigo por haberle pisoteado sus castillos de arena, lo hace con el pretexto de despedazar cierto te-rrorismo internacional, y, con esto, considera que está haciendo un bien a la humanidad; por lo tanto, su sanguinaria actitud, es muy buena,

Una secta religiosa de algún lugar del mundo puede tener la idea de que, cualquier grupo de gentes o países que no comulguen con su credo o manera de vivir, vienen a considerarse enemigos; además, cualquier agresión al interno es motivo suficiente para establecer una guerra noble, honrada, redentora, santa, lo cual hablaría mucho de su bondad. ¡Bravo! ¡Qué buenos son! ¡Aleluya! ¡Cuánto amor, cuánta bondad! Unos quieren salvar al mundo. Otros redimirlo. Tanta bondad me conmueve. Mentira. Si fueran buenos se querrían entre sí. Se amarían. Porque ningún tipo de bondad sería capaz de atentar contra la vida de una sola persona por mala que ésta pareciera. En materia de fe también puede ocurrir esto de sentirse malo o bueno. Los que rezan mucho o acuden con puntualidad al culto o a cumplir el código legal o moral que su religión les prescribe se creen los buenos de la historia, los cumplidos, responsables; los santos. Llegan incluso a considerar que los que no son como ellos están perdidos, los consideran más pequeños, inferiores, pecadores, apestados, indeseables; sin salvación. Pero, en el fondo, son nefastos. El cumplimiento de sus normas y la práctica continua de actos religiosos los ha hecho perder conciencia del valor fundamental que tales prácticas tienen de fondo: el encuentro personal con Dios. Son personas tristes

Necesitamos orientar nuestro modo de vivir a partir de valores profundamente humanos, de manera que cualquier hombre o mujer aparezca ante nosotros como un ser valioso; para no menospreciar actitudes ajenas. Necesitamos también ser fieles a nuestro credo y aprender que lo que verdaderamente vale ante Dios y ante el mundo es el origen de nuestros actos, es decir, los valores internos y espirituales mediante los cuales nosotros nos situamos en nuestro bello mundo. Podemos sentirnos buenos por apegarnos a la norma. Pero podemos serlo efectivamente si nuestros valores son más grandes que ella. Las normas a veces pueden empequeñecernos hasta la humillación. Los valores siempre enaltecen. Entienda el que pueda.


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Palabra de Dios

La paz no llega sola, se construye Por Josué A. Balderas Díaz de León 1° Teología

Yo soy quien debe ser bautizado por ti Evangelio según San Mateo: 3, 13-17: En aquel tiempo, Jesús llegó de Galilea al río Jordán y le pidió a Juan que lo bautizara. Pero Juan se resistía, diciendo: “Yo soy quien debe ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a que yo te bautice?” Jesús le respondió: “Haz ahora lo que te digo, porque es necesario que así cumplamos todo lo que Dios quiere”. Entonces Juan accedió a bautizarlo. Al salir Jesús del agua, una vez bautizado, se le abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios, que descendía sobre él en forma de paloma y se oyó una voz que decía, desde el cielo: “Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo mis complacencias”. Palabra del Señor.

LA CARTA DE PRESENTACIÓN

H

oy vivimos tiempos difíciles en todos los ámbitos, incluso, algunos lamentan haber nacido en ésta época, porque piensan que si hubieran nacido en otro tiempo, estarían mejor. Eso es falso, pues siempre ha habido conflictos, guerras, problemas sociales, etc. Pues ¿En qué etapa de la historia, no se ha tenido que luchar por la paz? ¿Cuál de las antiguas culturas, ha vivido en completa armonía y tranquilidad? Estos tiempos no son la excepción, vivimos enfrentando grandes retos, como la inseguridad, las extorciones, el terrorismo, el concepto de género, los ataques contra la iglesia, etc… pero no por ello debemos aterrorizarnos y vivir en medio del miedo y la desesperación. Recordemos en medio de estos hechos, siempre ha habido hombres y mujeres que luchen por la vida, la paz, el bienestar, fomentando el apoyo, la ayuda mutua, la solidaridad. Estas son las personas que han encontrado el sentido de la vida, luchando hasta el heroísmo, no buscando ser galardonados, ni reconocidos y para ello tenemos muchos ejemplos, como: La madre Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi, Juan Pablo II, etc. Tal vez se nos haga difícil ser parte de esta lista, pero yo creo que no es así, pues todos podemos estar en ella, es cuestión de hacer que nuestro entorno sea mejor, buscando el bien común y ayudando a nuestro prójimo. A lo mejor tú, puedes estar ya en esta lista y no te des cuenta, pues hasta los más mínimos detalles cuentan. Permítanme compartirles una anécdota que me hace reafirmar lo que estoy diciendo: Recuerdo muy bien un día, yo he de haber andado como por los 17 años, en que un amigo me acompañaba hacia el centro de la ciudad, llevábamos mucha prisa y estábamos muy apurados porque el tiempo no nos iba a rendir. De esas veces en que todo te pasa: se

Llegó el final de la Navidad pero, lo importante, comienza ahora. Con el bautismo del Señor se inicia también su ministerio, su misión. ¡Qué carta de presentación por parte de Dios hacia su Hijo! “Mi predilecto…escúchenlo” te descompone el cierre de la chamarra, dejaste el celular, todos se te atraviesan… hasta parece hecho adrede. En el camino, yo le iba comentando a mi amigo todo lo que teníamos que hacer, para que no se nos fuera a olvidar nada, cuando de repente me dice: “acompáñame, tengo que saludar a un amigo”, él giro y entró a la iglesia. Como siempre habíamos andado en los grupos juveniles, supuse que había visto a alguien conocido, o que iba a saludar al sacristán, o incluso, al mismo Padre. Yo me saqué de onda, porque realmente era tarde. Pero aún más sorprendido quedé cuando al entrar, lo único que hizo fue arrodillarse en un reclinatorio y quedarse en silencio… En ese momento mi mente se puso totalmente en blanco, fue como si alguien me echara un balde de agua fría y empezara a acomodar mis ideas de nuevo una por una. Yo mientras tanto, aún atónito, me fui a sentar en una banquita y también me quedé en silencio… Creo que cuando perdemos u olvidamos que Jesús es el centro de nuestra vida, todo se nos complica, y es cuando nos sentimos intranquilos, inseguros, con miedos, y hasta llegamos a olvidar como se siente, eso que llamamos “Paz”. En los salmos encontramos claramente esta expresión: “El señor es mi pastor nada me falta, en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia aguas tranquilas y renueva mis fuerzas. Me guía por la senda del bien, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú estás conmigo; tu vara y tu callado me dan seguridad” (Sal 23). Por eso, más que esperar la paz, tenemos que ser promotores de ella, no sólo de palabras, sino de acciones, no es tan difícil, sólo hay que tener siempre presente a Jesús e imitar su ejemplo, haciendo vida su evangelio; así, seremos día a día “Constructores de la paz”.

Hoy, al celebrar el bautismo de Jesús, vemos como Dios –nuevamentese manifiesta poderosamente sobre Él. Qué buena ocasión, por otro lado, para refrescar nuestras promesas del bautismo. Para dar gracias a Dios por aquellos padres que –acercándonos al “Río Jordán” de la pila bautismal, quisieron que Dios se manifestara, se hiciera presente por la fuerza del Espíritu Santo en nuestras almas para que fuésemos gente de bien y para hacer el bien. Hoy, de nuevo, podemos recodar: Dios, en el bautismo de Cristo, vuelve a derramar su gracia, a llenar con su poder toda la persona de Jesús. Con el bautismo expresamos nuestra fe y, como Jesús, nuestra íntima comunión con Dios. ¿Seremos capaces de reavivar, actualizar y revivir todo esto? El Bautismo del Señor es su “carta de presentación”. En Belén, escasamente unos pastores, los magos, José y María, se percataron de un gran misterio: Dios hecho hombre. Ahora, Jesús, desciende con el resto de los hombres, por obediencia, cumpliendo la voluntad del Padre, y venciendo la resistencia de Juan Bautista, al bautismo de penitencia. A partir de este momento, Jesús, todo lo que haga y diga lo realizará y lo proclamará como Hijo de Dios: la Palabra del Padre lo ha acreditado. En cuántos momentos quisiéramos que, alguien, certificara y defendiera nuestra sabiduría, o nuestras capacidades para un determinado puesto profesional o para mil intereses nobles o personales. En el Bautismo del Señor contemplamos el testimonio que da el Padre sobre su Hijo cuando descendiendo al Río Jordán, sin necesidad y sin pecado, humildemente cumple con el rito marcado. ¿Cómo puede ser que Jesús, el hombre sin mancha se mezcle entre los pe-cadores? ¿Quién es ese que, hasta el mismo precursor, lo señala como Cordero definitivo que extermina todo pecado de la humanidad? ¿Quién es? ¡Es Cristo! Quiso compartir con nosotros, desde el pesebre, nuestra fragilidad, lo hace ahora con el Bautismo, continuará repitiéndolo con enfermos pecadores, tristes, hambrientos y afligidos y…..con otro bautismo de sangre nos redimirá y nos salvará. ¿Y todavía nos preguntamos “quién es ese”? Queridos hermanos; sigamos a Jesús. Le acompañemos en su causa, en la promoción de la justicia, la verdad; en su intento de llevar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo a descubrir el rostro del Dios vivo. Renovemos nuestro propio bautismo “somos otros cristos” y no olvidemos que, también nosotros, hemos sido ungidos por el Espíritu Santo. Nunca nos faltará su auxilio. Ojalá que, esta fiesta del bautismo de Jesús nos ayude a sentirnos más hijos de Dios, mejores hijos de Dios y a dar lo mejor de nosotros mismos. Por Javier Leoz


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DIPAJ

actividades de cierre de año 2010

El 19 de diciembre tuvim os un encuentro en la casa de cursillos.para adolescentes,

El 13 de

diciembr ¡gracias e despedimos a l padre po r su entuPadre Edmundo , siasmo!

vo

iris tu el grupo Arco , re b m ie ic d El 20 de navideño. su encuentro

rnada tarán en la Joir s e e u q s e n e n para recib mbre, los jóv El 28 de noviede la Juventud, se reuniero Mundial bre la misma. formación so

El 5 de d

iciembre en Pana , se reunió el gru lillo, Villa p de Pozo o KAIRÓS, s.

grupo ALFA El 19 de diciembre, integrantes del ividades. se reunieron para planear sus act

El 4 de d juveniles iciembre, divers , asistie os gru jóvenes ron al foro Alianpos por la vid za, a.


ENERO 09 DE 2011

Recorta las figuras del rompecabezas.

Puedes armar la imagen pegando las piezas en un cuaderno.


ENERO 09 DE 2011

Retornar a lo cotidiano

D

espués de haber contemplado el glorioso nacimiento de nuestro Salvador, habiendo sido alentados por la trascendente noticia, de que Dios se ha hecho hombre, para que nosotros recibiéramos los dones divinos, así como los pastores que después de ver a María, a José y al Niño, quedaron maravillados y retornaron llenos de entusiasmo a sus campos, así también nosotros, con gozo en el corazón y ánimo decidido, volvamos a nuestras ocupaciones habituales y vivamos cada día del nuevo año 2011 con intensidad y actitud positiva, siendo en nuestros hogares constructores laboriosos de armonía y unidad, sabiendo que no hay mayor alegría que “vivir los hermanos unidos”. Que los esposos hagan el esfuerzo de que medie entre ellos la comprensión, la aceptación, la ayuda mutua, que perseveren cotidianamente consolidando su alianza matrimonial; y que sean padres educadores de sus hijos, que los orienten a permanecer en el amor a Dios, en el respeto y bondad hacia los demás, así como a cultivar el amor al trabajo, a la honradez y a la generosidad. Que agradezcamos cada día al Señor nuestras capacidades y habilidades para el trabajo y que laboremos con responsabilidad, siendo conscientes de que el trabajo asumido con plenitud y rectitud, es fuente de santidad y que procediendo así prolongamos el dinamismo creador de Dios.

Felicitamos a Mons.

JOSÉ PESQUERA LIZARDI que cumplirá

60 AÑOS DE ORDENACIÓN SACERDOTAL, el próximo 14 de enero. Acompañémoslo a la Celebración Eucarística, en la Parroquia de Tequis, a las 19:00 hrs.

Invito también a todos ustedes a hacer realidad nuestro lema de “conocer, amar y seguir a Cristo”, siendo conscientes de que a medida que nos identifiquemos más con el Señor, nuestra existencia tendrá con más transparencia un motivante sentido de la vida, y nuestro corazón será colmando de honda satisfacción y mayor serenidad; para ello participemos activamente en la Misión Permanente, preocupándonos por profundizar en el Evangelio, por vivir la oración y especialmente la Eucaristía dominical. Pedimos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, para que sea una realidad para todos, lo que nos dice la Palabra divina “Que el Señor te bendiga y proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz” (Núm 24-22) Y que Santa María Madre de Dios, nos alcance siempre la gracia y la misericordia. ¡Que todos tengamos un venturoso Año 2011!

LA RED

¡MUCHAS FELICIDADES Monseñor, esperamos que Dios siga llenando sus manos de bendiciones!

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¿Le duelen mucho las rodillas?

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