Edición 112

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Año 3

No. 112

Semana del 27 de marzo al 02 de abril de 2011

“El ayuno que yo quiero es éste: que sueltes las cadenas injustas” Is 58,6ss

Acaba de fallecer el que fue conocido como “rey del aborto”. Él, no sólo porque practicó varios miles sino porque fue el que promovió y consiguió el cambio en la legislación de los Estados Unidos. Ahora lloran su muerte todos los líderes mundiales pro-vida. Se trata del famoso doctor Bernard Nathanson. Él mismo

ha descrito el itinerario de su vida como abortista y como defensor de la vida. Como las leyes norteamericanas prohibían el aborto, se decidió a cambiar esa legislación y fundó, con algunos más, la Asociación Nacional para Revocar las Leyes sobre el Aborto en los EEUU, en 1968. A los cinco años, lo había conseguido, pues el Tribunal Superior legalizó el aborto en 1973. En 1973 fue nombrado Director de Obstetricia de un gran Hospital de Nueva York. Allí inició una nueva tecnología que ahora se usa diariamente para estudiar el feto en el útero materno. Gracias a ella, pudo tomar por ultrasonido una muestra de un bebé nonato, mediante un aparato aspirador para la práctica del aborto, antes de que fuera absorbido del vientre de su madre. Esas imágenes cambiaron su vida, al comprobar que allí había vida y que lo que allí ocurría era, ni más ni menos, el asesinato de un niño indefenso. «Como científi-

co, no es que simplemente lo crea, sino que sé y conozco que la vida humana comienza en la concepción y requiere toda la protección que gozamos cualquiera de nosotros». Cuando alguien le preguntó cómo, siendo las cosas científicamente tan claras, no todos los doctores siguen su ejemplo sino que algunos practican el aborto, contestó: «Es cuestión de aritmética. A 300 dólares cada uno, un millón y medio de abortos en Estados Unidos implican una industria que produce quinientos millones de dólares anuales, y la mayor parte van a los bolsillos de los médicos que los practican». Dios ha premiado su honestidad, pues el doctor Nathanson, que era ateo, fue bautizado en la Iglesia en 1996 y desde entonces fue un fervoroso católico. De su mano salieron vídeos tan famosos como «El grito silencioso».


MARZO 27 DE 2011

Palpitante el espíritu de la cuaresma en Egipto y Libia Editorial “El ayuno que yo quiero es éste: que sueltes las cadenas injustas”... Is 58,6ss.

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l Papa Benedicto, en su Mensaje Cuaresmal del presente año, entre los pasos que somos invitados a dar para que mediante una conversión sincera nos acerquemos a la talla adulta de Cristo, nos presenta el milagro de la curación del ciego de nacimiento. Con ello, además de presentarnos a Cristo como luz del mundo, nos exhorta a contemplar a Cristo que quiere abrir nuestra mirada interior para que nuestra fe sea más profunda y podamos reconocer en Él a nuestro único Salvador que ilumina las oscuridades de nuestra vida y nos lleve a vivir como “hijos de la luz”. Te presento dos hechos de actualidad contemplados a distancia, pero que traídos a nuestra realidad nos ayudan a entender lo dicho por el Papa Benedicto (Mens. Cuar., No. 2.5). Comencemos: Histórico fue el once de febrero del presente año por la culminación de “una revolución popular” que desembocó en un final feliz: la libertad política para el pueblo egipcio. Ese júbilo posee un matiz en este hecho deslumbrante: bastaron 18 días de movilizaciones en ese País para que cayera una tiranía que ya duraba 30 años. Este triunfo fue amasado con el sufrimiento que padeció un pueblo que conoció la persecución y la tortura por parte de un régimen autoritario y cruel. El grito final del triunfo fue también madurado por el amor a su País por parte de sus habitantes. Ese amor surgido desde lo hondo de sus entrañas ya no quería más sufrimiento y opresión para las nuevas generaciones: fusionó todas las voluntades, arrastrando en sus manifestaciones por calles y plazas a los vacilantes y robusteció los corazones agobiados que tal vez en otras ocasiones se habían acobardado. ¿Por qué callaron y por qué no hicieron nada las generaciones de esas 3 décadas ya idas, testigos de esa tiranía? ¡Se conformaron con el único propósito de sobrevivir! Pero el mundo de los jóvenes, sin tanques de guerra aplastantes, sin lanzar misiles mortíferos, de una manera pacífica, con el arma y la fuerza de la palabra el mundo de los jóvenes, con el Twitter y el Facebook, consiguieron una movilización social que puso en marcha a todo ese País que hizo caer “estrepitosamente” el monstruo de la opresión política, y ello en tan sólo 18 días. Otro hecho que se vive tan cercano a Egipto es lo acontecido en Libia, pero con un resultado hasta ahora contrastante con el primero. El pueblo Libio, por el “criminal” intento de querer sacudirse también una prolongada tiranía y brutal explotación, está sufriendo una violenta y sangrienta represión por parte del gobierno de Muamar el Gadafi, quien se comprometió a aplastar ese levantamiento sin que le importara el costo de vidas humanas. Franco Frattini, Ministro de Asuntos Exteriores italiano, dijo que eran “creíbles” los informes de que al menos 1,000 personas murieron en la represión. Pero ni las balas ni las bombas han parado ese movimiento que como rayo está barriendo el País de este a oeste. Y todo porque los pocos que ahora usufructúan el poder, todavía no se hartan con las pingues ganancias de un subsuelo rico en petróleo. He aquí una actitud vergonzante que exhibe a los tiranos que creíamos ya desaparecidos en las páginas de la historia y que se mantienen operantes en la vida de hoy. Si la conversión es la característica de la Cuaresma, descubramos a la luz de esos dos acontecimientos las actitudes tanto positivas como negativas que nos ayudan, en nuestra realidad, a iluminar las oscuridades de nuestra vida y nos llevan a vivir como hijos de la luz (Jn 1,12).

Por Pacco Magaña

Matilde de Hackebornn Queridos hermanos y hermanas:

Iluminada por el don divino de la contemplación mística, Matilde compuso numerosas plegarias. Fue maestra de doctrina fiel y de gran humildad, consejera, consoladora y guía en el discernimiento: «Ella enseñaba —se lee— la doctrina con tanta abundancia como jamás se había visto en el monasterio, y ¡ay!, tenemos gran temor de que no se verá nunca más algo semejante. Las monjas se reunían en torno a ella para escuchar la Palabra de Dios como alrededor de un predicador. Era el refugio y la consoladora de todos, y tenía, por don singular de Dios, la gracia de revelar libremente los secretos del corazón de cada uno. Muchas personas, no sólo en el monasterio sino también extraños, religiosos y seglares, llegados desde lejos, testimoniaban que esta santa virgen los había liberado de sus penas y que jamás habían experimentado tanto consuelo como cuando estaban junto a ella. Además, compuso y enseñó tantas plegarias que, si se recopilaran, excederían el volumen de un salterio» (ib., VI, 1). En 1261 llegó al convento una niña de cinco años, de nombre Gertrudis; se la e n c o m e n d a ro n a Matilde, apenas veinteañera, que la educó y la guió en la vida espiritual hasta hacer de ella no sólo una discípula excelente sino también su confidente. En 1271 ó 1272 también ingresó en el monasterio Matilde de Magdeburgo. Así, el lugar acogía a cuatro grandes mujeres —dos Gertrudis y dos Matildes—, gloria del monaquismo germánico. Durante su larga vida pasada en el monasterio, Matilde soportó continuos e intensos - sufrimientos, a los que sumaba las durísimas

Segunda parte

penitencias elegidas por la conversión de los pecadores. De este modo, participó en la pasión del Señor hasta el final de su vida (cf. ib., vi, 2). La oración y la contemplación fueron el humus vital de su existencia: las revelaciones, sus enseñanzas, su servicio al prójimo y su camino en la fe y en el amor tienen aquí sus raíces y su contexto. En el primer libro de la obra Liber specialis gratiae, las redactoras recogen las confidencias de Matilde articuladas a lo largo de las fiestas del Señor, de los santos y, de modo especial, de la bienaventurada Virgen. Es impresionante la capacidad que tiene esta santa de vivir la liturgia en sus varios componentes, incluso en los más simples, llevándola a la vida cotidiana monástica. Algunas imágenes, expresiones y aplicaciones a veces resultan ajenas a nuestra sensibilidad, pero, si se considera la vida monástica y su tarea de maestra y directora del coro, se capta su singular capacidad de educadora y formadora, que ayuda a sus hermanas de comunidad a vivir intensamente, partiendo de la liturgia, cada momento de la vida monástica.

En la oración litúrgica, Matilde da particular relieve a las horas canónicas y a la celebración de la santa misa, sobre todo a la santa Comunión. Aquí se extasiaba a menudo en una intimidad profunda con el Señor en su ardentísimo y dulcísimo Corazón, mediante un diálogo estupendo, en el que pedía la iluminación interior, mientras intercedía de modo especial por su comunidad y sus hermanas. En el centro están los misterios de Cristo, a los cuales la Virgen María remite constantemente para avanzar por el camino de la santidad: «Si deseas la verdadera santidad, está cerca de mi Hijo; él es la santidad misma que santifica todas las cosas» (ib., I, 40). En esta intimidad con Dios está presente el mundo entero, la Iglesia, los bienhechores, los pecadores. Para ella, el cielo y la tierra se unen.


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IGLESIA: LUCES Y SOMBRAS

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n la V Conferencia del Episcopado latinoamericano y caribeño nuestros Obispos constatan que, a pesar de las deficiencias y limitaciones, la Iglesia ha sabido dar testimonio de Cristo a través del anuncio del Evangelio y el servicio de la caridad, especialmente a favor de los más pobres. Esto ha logrado que la Iglesia sea considerada como una instancia de gran credibilidad y confianza. Reconoce el testimonio de muchas personas que han sido perseguidas e incluso han ofrendado la vida por su compromiso cristiano. Pero también hay SOMBRAS: • El crecimiento porcentual de la Iglesia no ha ido a la par con el crecimiento poblacional. • El aumento del clero, y sobre todo de las religiosas, se aleja cada vez más del crecimiento poblacional en nuestra región. • Escaso acompañamiento a los fieles laicos en sus tareas de servicio a la sociedad. • Percibimos una evangelización con poco ardor y sin nuevos métodos y expresiones. • Ritualismo sin el conveniente itinerario formativo. • Una mentalidad relativista en lo ético y religioso. • Limitada comprensión del carácter secular que constituye la identidad propia y específica de los fieles laicos. • En la pastoral, persisten también lenguajes poco significativos para la cultura actual, y en particular, para los jóvenes. • No se ve una presencia importante de la Iglesia en la generación de cultura, de modo especial en el mundo universitario. • El insuficiente número de sacerdotes y su no equitativa distribución, imposibilitan que muchas comunidades puedan participar regularmente en la celebración de la Eucaristía. • Falta espíritu misionero en miembros del clero, incluso en su formación. • Falta solidaridad en la comunión de bienes al interior de las Diócesis y entre ellas. • No se asume suficientemente la pastoral penitenciaria, ni la pastoral de menores infractores y en situaciones de riesgo. • Es insuficiente el acompañamiento pastoral para los migrantes e itinerantes. • Algunos movimientos eclesiales no siempre se integran adecuadamente en la pastoral parroquial y diocesana. • Numerosas personas abandonan las prácticas religiosas, y un número significativo de católicos están abandonando la Iglesia. • Nos ha faltado valentía, persistencia y docilidad a la gracia para proseguir, fiel a la Iglesia de siempre, la renovación iniciada por el Concilio Vaticano II. Y concluyen nuestros Obispos diciendo: Nos reconocemos como comunidad de pobres pecadores, mendicantes de la misericordia de Dios, congregada, reconciliada, unida y enviada por la fuerza de la Resurrección de su Hijo y la gracia de conversión del Espíritu Santo.

Apreciados lectores y lectoras: SUBAMOS LA SEGUNDA CUMBRE de la cordillera cuaresmal hacia la altísima y bella cima de la Santa Pascua. Se trata del BAUTISMO. Se trata de repensar el sacramento del Bautismo, de reflexionar en el Bautismo, de actualizarlo en nuestra vida, de vivir como bautizados, de renovar los compromisos bautismales, de cantar con más alegría el canto del bautizado: “El Señor es mi pastor, nada me faltará; … me guía por el sendero recto; así, aunque camine por parajes oscuros, nada temo…” (Sal 22). Ustedes saben que la Cuaresma, desde tiempo inmemorial, tiene un marcado carácter bautismal. Las lecturas bíblicas hablan de los grandes signos bautismales: agua, luz, vida. Es necesario que, cuantos hemos perdido a Dios como norte y como referencia esencial de nuestra vida, seamos reconducidos a Él. ¿Qué significa ser bautizado? ¿El sacramento del bautismo es un acontecimiento pasado o una realidad viva y operante en el creyente católico? ¿Qué recibimos y a qué nos compromete? Recuerdo que el Venerable Juan Pablo II nos pidió que 1997 fuera el año del Bautismo, como preparación al Gran Jubileo del 2000. En ese año, hice mía una su-gerencia de un sacerdote jesuita que recomendaba poner en un lugar visible el acta del Bautismo para no perder la memoria de ese momento primordial de nuestra vida de hijos de Dios. Desde entonces, la conservo en la cabecera de mi cama. De esa manera no olvido el día que nací para Dios. Todos ustedes saben mucho sobre el Bautismo. Déjenme recordarles unos cuantos pensamientos, dado lo reducido de este espacio. Para un mayor conocimiento, ustedes pueden consultar el Catecismo de la Iglesia Católica, desde el número 1213 hasta el 1284. Sólo les cito estas frases: “El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión… El Bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios” (nn. 1213 y 1216). El hombre entra en la Iglesia por un nuevo nacimiento. Traigamos a la memoria las palabras de Jesús a Nicodemo que le habla de la necesidad de nacer de arriba, nacer de lo alto, nacer de Dios: “Yo te aseguro que nadie puede entrar en el reino de Dios, si no nace del agua y del Espíritu” (Jn 3,5). El que se bautiza, recibe una vida nueva, que procede del agua y del Espíritu. Por eso, bautizarse es mucho más que inscri-

birse, por tradición, en una asociación; es muchísimo más que una fiesta familiar. El Espíritu Santo nos hace nacer, nos renueva en la Iglesia y por ella. Por obra del Espíritu santificante, estamos nosotros en Cristo y Cristo está en nosotros, y nos hace hijos de Dios, casa de Dios, habitación de Dios: “Haremos en él nuestra morada”, dice el Señor. En quien ha sido incorporado a Cristo por el Bautismo, no hay, no debe haber, lugar para el pecado. El agua que fluye, significa, además de nacimiento, lavatorio. Somos hijos de Dios, somos amigos de Dios. Comienza una vida de pureza. La luz ha vencido. Por eso, el Bautismo se llama también iluminación. El Bautismo no se puede repetir porque imprime un sello espiritual indeleble, imborrable, de la pertenencia a Cristo; es el sello de la vida eterna. Fijémonos, por último, en el agua bautismal. Como todos los grandes símbolos de la humanidad, y en la Biblia, el agua tiene doble significado: de salvación y de destrucción: pensemos en los lamentables tsunamis… El agua no significa sólo vida, sino también diluvio y muerte, no sólo beber, lavar y nadar sino también ahogarse. En el Bautismo, muere el hombre viejo, el hombre cautivo del egoísmo, de la inmoralidad, de la pereza, de las tinieblas, de la soberbia. Nace el hombre nuevo; nace el hombre que es propiedad de Cristo, en comunión con su vida que es: servicio, humildad y obediencia hasta la muerte. Por el agua bautismal, aceptamos a Cristo, aceptamos su muerte, aceptamos morir al pecado. ¿No es un pensamiento sombrío el ser consagrados para muerte el día gozoso del Bautismo? No, porque nuestra vida mortal se torna, juntamente con Cristo, de estéril en fecunda. Si el agua a la que descendemos es un signo de muerte, al subir de ella se hace signo de resurrección y regeneración. Así llegamos, por un sendero estrecho y áspero, a veces oscuro, a la segunda cumbre de nuestra grande y bella cordillera cuaresmal: el Bautismo. ¡Recuperemos nuestra integridad bautismal! Es la recuperación personal para cuantos en la Vigilia Pascual renovaremos nuestro compromiso bautismal. En esa noche santísima, llena de gozo y de luz, seremos rociados con agua, en señal de nuestro Bautismo.

“Y hasta que nos volvamos a encontrar, que el Señor los guarde en la palma de su mano”. +Luis, Arzobispo de S. Luis P.

Queremos conocer su opinión, escríbanos a: semanariolared@iglesiapotosina.org ó semanariolared@hotmail.com

Monseñor Don Luis Morales Reyes, felicidades por los 12 años de su responsabilidad al frente de la arquidiócesis y por que próximamente cumplirá 35 años de consagración episcopal ya que es usted un hombre de fe dedicado a transmitir la luz del evangelio de cristo.

Felicidades Dios lo cuide y lo proteja sinceramente (Beba) Villa Hidalgo SLP


Nuestra historia Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz

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n una casona ubicada en Pascual M. Hernández frente al jardín Colón, que hoy en día es ocupada por Cáritas, me encontré una Bendición papal firmada por S.S. Juan Pablo II, autógrafa, de las pocas que existen en San Luis Potosí, la cual es un homenaje al muy recordado Padre Juvenal, quien cumplía 50 años de fecunda y fiel vida sacerdotal el 10 de febrero de 1996. En esta casa propiedad del P. Juvenal –la cual donó a la Arquidiócesis-, fue su último descanso en la ciudad episcopal, ya que quiso morir y ser sepultado en su querida parroquia de Santa Catarina Mártir en Rioverde a la cual sirvió durante tantos años. Pero, ¿Quién no conoció al P. Juvenal en Rioverde? Pequeño, simpático, sencillo, ocurrente, siempre de prisa, de paciencia interminable y sonrisa franca. Un sacerdote alegre que vivía felizmente el sacerdocio de Cristo. Todo un capítulo para la historia regional de la Zona Media. Era, un servidor, el acólito del P. Huerta, entonces párroco de El Refugio, hoy párroco de Tequisquiapan, cuando en algunas ocasiones me pidió que lo acompañara a alguna de tantas reuniones a la parroquia de Rioverde, toda una experiencia conocer de cerca a tan distinguido grupo de sacerdotes. Lo recuerdo bromeando con el Dr. Gabriel Martínez al que le decía el gordo de la Lotería y, Él a su vez, le decía el reintegro o cachito. Llegaba saludando a todo aquel que se encontraba con la mano y con el claxon, conducía un jeep un poco maltrecho de las largas jornadas que tenía que recorrer en su vasto territorio parroquial que le habían confiado, era en ese tiempo la parroquia de Rioverde una de las más grandes territorialmente hablando, sus límites llegaban hasta la Sierra de Bagres, hoy varias parroquias son hijas de tan bella madre.

Nació el P. Juvenal en Alaquines, SLP, el 7 de octubre de 1917. Ingresó siendo un adolescente al Seminario Guadalupano Josefino. Recibió el subdiaconado el 2 de diciembre de 1945 en la hoy parroquia de Santiago Apóstol; el diaconado el 6 de enero de 1946 en la S.I. Catedral; y el presbiterado, el 10 de febrero de 1946, conferido por el Sr. Obispo Don Gerardo Anaya y Díez de Bonilla. Sirvió 25 años, la mitad de su Mi-nisterio, en la parroquia de Rioverde; fue párroco también de Matehuala, Villa de la Paz, Cedral y San Sebastián. Nombrado Segundo Vicario General por Mons. Szymanski y miembro del Colegio de Consultores y Canónigo de la Catedral Metropolitana, desempeñando el cargo de Presidente del Cabildo. Su Santidad Juan Pablo II lo designó Protonotario Apostólico. Al cumplir sus Bodas de Oro Sacerdotales quiso llegar a Roma para celebrar ante la tumba del Apóstol Pedro y saludar de mano al Santo Padre. En su viaje le acompañó el P. Silvino González, quien fue testigo ocular de una de sus múltiples bromas: al ser presentado ante el Papa Juan Pablo II le dijo que había querido regalarse este viaje para saludarlo al celebrar sus 50 años de vida sacerdotal a lo que el Papa le felicitó llamándolo «Monseñor», a lo que el P. Juvenal le respondió que él no era Monseñor sino «Monseñorito», por ser pequeñito; el Papa sonrió con su singular carisma y atentamente escuchó las anécdotas y algunos albos chistes que en sus ocurrencias le prodigó Monseñor Juvenal. Así era Él. Sin protocolos, abierto, sencillo y de cristiana alegría. Perdió paulatinamente la vista y así vivió los últimos años, contemplando con los ojos del alma, muchos lazarillos rioverdenses fueron su callado de este viejo y venerable pastor que murió apacentando su rebaño.

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l peso en exceso, es problema de muchos. Porque la obesidad afecta a la salud, ya que todos los extremos son malos. El sobrepeso se debe a la mala alimentación, y porque le damos al cuerpo más de lo que necesita, y eso termina por afectar la salud. Pero no queremos tratar el tema de la obesidad. Vamos a pensar en los excesos que hacen pesada la existencia, y acaban por dañar la salud del alma y del cuerpo. Lo mismo que hacemos con la alimentación, lo hacemos con los problemas de la vida. Le hacemos frente a dificultades, que no son para nosotros. Preocuparnos de conflictos ajenos, y ocuparnos en exceso de los nuestros, nos roba la paz y también la salud. Nos agobian las penas por el sobrepeso, al tratar de soportar las cargas, que no son para llevarlas a cuestas. Y así como nos alimentamos en exceso, también comemos problemas de más, cuya solución no depende de nosotros y al final terminamos por dañarnos. Debido a lo anterior, hay momentos en que llegamos a sentir que el peso de la vida nos agobia. Percibimos que la existencia es muy difícil, porque tantos problemas nos sobrepasan. Nos sentimos debilitados, porque estamos sobrepasados, es decir los problemas nos superan. Porque esas dificultades están por encima de nosotros, y no nos toca cargar con ellas. Hay que reconocer, que el peso de la vida, está hecho en proporción a la capacidad del que le toca llevarlo. Para liberarnos del exceso, necesitamos hacer a un lado el sentido de autosuficiencia. Dejemos de pensar, que la solución al problema de nuestra vida y de la vida de los demás, depende de nosotros. No queramos cambiar el mundo a nuestro modo. El sentido de autosuficiencia, es ya una carga extra. Porque nadie puede por si solo con el peso de su existencia. Es necesario, dejar a Dios la parte que le toca, – la más importante- aceptar que no podemos mover el ritmo de nuestra vida y la de otros, a nuestra ma-nera. Hay que voltear a ver a Dios, y entrar en diálogo con Él. Para descubrir que no estamos solos, que no nos toca llevar toda la carga, y que Dios nos ayuda con el peso de nuestro vivir. “Por que mi yugo es suave y mi carga ligera”. Vivamos cada día con alegría, haciendo solo aquello que nos toca. Y de aquello que nos sobrepasa, ponerlo en manos de quien todo lo puede.


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Mamá, ya no recibirás de la escuela quejas de mi…

YA ME CORRIERON

PERDÓNAME Queridos lectores: Voy a externar mi sentir sobre la palabra más difícil del mundo. Cuesta mucho trabajo reconocer que nos equivocamos, pero más, otorgar un perdón rotundo y radical que borre por completo aquello que nos hizo daño y marcó una herida que difícilmente se puede cerrar y que además, jamás se quitará. El perdón borra lo que el tiempo no borró. Pedir disculpas debe ser tan fácil, pero puede convertirse en una pesada carga, que no cualquiera la solicita y que no es tan simple conceder. Ciertamente, nunca es tarde para rectificar errores y pedir perdón, para cambiar el rumbo del camino equivocado, para levantarse después de haber caído y nunca, pero nunca volver a cometer las mismas faltas. Es tan duro para una persona, aceptar que el otro no valoró ni reconoció un detalle, una carta escrita con cariño, una flor, o un te quiero. Que no tomó en cuenta el esfuerzo ni el tiempo que se llevó en la elaboración de algo, que por más insignificante que sea, fue hecho con amor.

Entrad por la puerta angosta

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amentablemente muchos en lugar de corregir ciertas actitudes negativas optamos por lo más sencillo o menos comprometedor. Pongo algunos ejemplos:

Por P. Kino

parte con los que menos tienen”… “Tienes razón hijo, de ahora en adelante ya no voy a decir nada”, esta última respuesta no es la que quiere escuchar el feligrés, más bien quiere escuchar un cambio de conLa esposa le dice a su marido: “Viejo, ducta radical de su pastor. tu le dices al niño que no diga maldiciones y a ti es al primero que es- Bueno, basta de ejemplos. Es triste cucha decirlas”; la respuesta que re- que las personas busquen el desencibe aquella mujer es: “tienes razón lace de sus problemas por el camino vieja, ya no le vuelvo a decir que no fácil, por la puerta ancha: divorcio; diga maldiciones”. No es lo que la renuncia; alejamiento; silencio etc., mujer pensaba escuchar, no es que y no por la conversión a la que el ella no quisiera que el padre corri- Señor Jesús nos llama. Mt 7,13s giera al hijo, sino que él también se nos dice: “Entrad por la puerta corrigiera. Va otro par de ejemplos estrecha; porque ancha es la para que quede con mayor claridad puerta, y espacioso el camilo que externaré posteriormente. no que lleva a la perdición, y Igualmente un matrimonio que trabaja en una Iglesia dando pláticas muchos son los que entran presacramentales: “puchurungo, tú por ella; porque estrecha es dices a los que se van a casar que el la puerta, y angosto el camihombre debe independizarse de la no que lleva a la vida, y pocos mamá para formar bien el nuevo ma- son los que la hallan”. trimonio, y tú sigues con el cordón umbilical pegado a tu mamá…” Concluyendo: No se trata de que no La respuesta del hombre que no ha corrijas al hijo, sino que le des ejemsuperado el complejo de Edipo es: plo; no se trata que no des platicas “Tienes razón puchurunga, mejor presacramentales, sino que tu tamya no voy a dar pláticas a los que bién seas coherente con lo que dise vayan a casar”, esta respuesta ces; no se trata que como sacerdote no satisface a la mujer que lo que no hablemos de la caridad sino que quiere no es que deje de dar pláticas, la practiquemos; no se trata de que sino que ya se corte la “mamitis” te corran de la escuela para que en que tiene su esposo. Y finalmente un tu casa no reciban quejas, sino que tercer ejemplo, de padrecitos: “Pa- cambies tu conducta y seas buen dre, usted dice que la ambición a los estudiante: en una palabra buscar bienes materiales nos aleja de Dios llegar a Dios por la puerta angosta y usted es muy presumido, sober- que lleva a la salvación. bio, egoísta, ambicioso, y no com-

Qué difícil es decir “te perdono”, cuando no se cumplen los acuerdos y se nos olvida que en toda relación, llámese de matrimonio o de amigos, el yo, ya no existe. Y no se diga el haber faltado a la fidelidad, el haber roto un plan de amor y todo un proyecto de vida. Es como tomar un jarro de barro y aventarlo al piso y después quererlo pegar y tratar de resanarlo, sin que se le note que está roto. Y pensar que ante todo lo anterior, tenemos que ser valientes y decir sinceramente, “no te preocupes, no pasó nada, lo que importa eres tú”. Y que el otro acepte una reconciliación perenne y haga que la otra parte sea feliz. Sí así fuera, muchas parejas estarían unidas y no sufriríamos el terrible embate del divorcio contra la unidad del matrimonio. Y qué decir de la palabra perdón a nuestros padres. Cuántas veces somos groseros, majaderos, y egoístas, que no somos capaces de respetarlos ni quererlos; que no apreciamos todo el sacrificio que les costó mantenernos y educarnos, para que al crecer, en lugar de agradecerles lo que somos, no les tengamos ninguna consideración. Y sin embargo, así les causemos alguna pena o dolor, ellos están dispuestos a perdonarnos, y ojalá que de parte nuestra, reconozcamos que nuestro comportamiento no ha sido el adecuado, pero les recomiendo que sea en vida, porque después será demasiado tarde. Así que al leer este artículo, algunos dirán que PERDÓN es la palabra más difícil de aplicar, pero que nos dejará una gran satisfacción. Hasta la próxima.


Un llanto piadoso

Las partes de la Eucaristía y su fundamento:

LITURGIA DE LA PALABRA Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz.

Por Cango. José Ma. Ortega R.

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as lecturas tomadas de la Sagrada Escritura, con los cantos que se intercalan, constituyen la parte principal de la Liturgia de la Palabra; la homilía, la profesión de fe y la oración universal u oración de los fieles, la desarrollan y la concluyen. En las lecturas, que luego desarrolla la homilía, Dios habla a su pueblo, le descubre el misterio de la Redención y salvación, y le ofrece el alimento espiritual; y el mismo Cristo, por su Palabra, se hace presente en medio de los fieles. ¿Dicen que no se lee la Palabra de Dios en la Eucaristía? Se ha distribuido la liturgia de la Palabra en tres ciclos -años- (A, B, C), de tal modo que si vas todos los días a misa durante tres años, escucharás la proclamación de los evangelios casi íntegros, buena parte de las epístolas y una cantidad notable del Antiguo Testamento. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, toda la Escritura. Lo más importante es que se pone en conexión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, aunque la segunda lectura no siempre encaja con el tema… Vivimos por tanto de la Palabra que “sale de la boca de Dios”, por eso no se “lee” la Palabra, sino que se proclama, cuando se lee la Escritura en la Eucaristía es Dios quien habla y el pueblo escucha, es Cristo quien habla… por eso no llevamos la Biblia bajo el brazo a la Eucaristía, porque no se trata de estudiar la Palabra, sino de vivir de la Palabra que sale de la Boca de Dios. Mt 4, 3-4; Dt 8, 3; Jn 6, 68; Hb 1, 1-2, y así es como profetizó Isaías: Is 55, 10-11, como semilla Mt 13, 18-23; Hb 4, 12. Ya Joel también profetizaba que la Palabra saldría del templo como Manantial Joel 4, 18. Ahora bien, al igual que la Escritura nos muestra, la palabra está entretejida de gestos. Del mismo modo nosotros hacemos entrada procesional, inclinaciones, genuflexiones, sentados, de pie, manos juntas, alzadas… Por lo tanto la fe viene no del estudio de la Palabra, sino de la escucha de la Palabra, Jn 6, 39; Rom 10, 17. Es lo que San Pablo en Gál 3, 2-5 la fe en la predicación o auditus fidei. También en Rom 1, 5 se nos habla de la obediencia de la fe (ob-audire). Es un encuentro por tanto con la Persona de Cristo, con su Palabra viva, una comunión con su Palabra Jn 6, 32-36. Esta liturgia es muy bíblica: se realizaba estando el que proclamaba la palabra de pie sobre un estrado de madera levantado más alto que todo el pueblo… el pueblo se ponía en pie, se empieza con una bendición y una aclamación el pueblo. Neh 8, 4-7 incluso con su homilía o aclaración e interpretación del sentido para que todos comprendieran la lectura Neh 8, 8.

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l Evangelio nos relata la tristeza de aquellas mujeres, que lloran cuando ven pasar a Jesús condenado a muerte, ya maltrecho y coronado de espinas. No es un llanto pasional; es un llanto que nace del corazón, de la fe y de un amor santo y espiritual. Al verlas Cristo les dice: No lloren por mí, lloren por sus hijos y por sus pecados. Es la voz del amor misericordioso de Cristo, el señor del perdón. Estas palabras de Cristo, a pesar de sus padecimientos que lo torturan, deben hacernos pensar en la necesidad que tenemos de arrepentirnos de nuestros pecados, de pedir perdón de los mismos y de contemplar la misericordia de Dios, que sigue amándonos. Y nosotros ¿Cómo nos comportamos? Cuando en este mundo llegamos a ofender a una persona respetable, nuestra conciencia y nuestra razón nos impiden pedirle una disculpa. Si pensamos en lo que ofendemos a Dios, su majestad, el más respetable de todos los seres, con nuestros pecados, seguramente que luego nos arrepentiremos y le pedimos perdón. Pedir perdón, no es una humillación, al contrario, es un signo de nobleza reconocer nuestros errores. Y si pensamos en el amor de Dios, su nobleza, seguramente que luego lloraríamos por lo que le hemos ofendido. ¡Cómo nos hace falta meditar en el amor y misericordia de Dios y en la gravedad de nuestras ofensas! Esto nos invitaría también a pensar en nuestra eternidad y a temer las penas del infierno. En verdad que estamos muy lejos de vivir nuestra fe. Mucho nos puede servir la práctica del Santo Viacrucis, no sólo en el tiempo de cuaresma sino también durante el año, para acompañar a Cristo en el camino del calvario.


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Los libros y sus autores

Cautivado por la Alegría C.S. Lewis Editorial Encuentro 2008, 189 páginas

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Por Luis Marino Moreno

n este libro C.S. Lewis se decide contar su conversión del ateísmo al teísmo y de ahí al cristianismo. Crítica y ficción, los vericuetos de su conversión se leen sin apenas darse cuenta de que se está acompañado al autor en un largo camino de profundos recuerdos: desde juegos y las primeras letras de la infancia hasta las emociones de adolescencia, hasta el comienzo de la madurez.

¿De qué se valió Dios para hacernos encontrar con Lewis? De la alegría y la belleza. Y como tantas veces sucede en e l encuentro con Dios, desde Jacob hasta hoy, el camino hasta llegar a Él estuvo jalonado por una serie de luchas y de desmontajes de concepciones erróneas y despistantes de Dios, de las que el autor tuvo que librarse hasta poder “ser cautivos” por el Dios de Jesús, pues no puede ser sino el Dios de la Alegría. C. Lewis mismo declara, se trata de una obra insoportablemente personal, y es cierto, porque como sucede con toda historia que sale directamente del corazón, cuando se ha comenzado a leerla, cuesta trabajo interrumpir su lectura. Sobre el autor C. S. Lewis, nació en Irlanda el 2 de noviembre de 1896, fue profesor y enseñó literatura medieval y renacentista, amigo de J.R.R. Tolkien. Algunos de sus libros: El problema del dolor, mero cristianismo en la lectura de estos, Lewis demostró que la teología no es aburrida, sino amena. Alcanzó la celebridad en el campo de la ciencia-ficción por su trilogía: Más allá del planeta silencioso, Perelandias y Esa fuerza maligna. A través de sus obras explica de una manera simple los temas religiosos y éticos. Falleció el 22 de noviembre de 1963.

Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- Reflexionando sobre el Evangelio de la Transfiguración del Señor, Benedicto XVI dijo que: “según los sentidos, la luz del sol es la más intensa que se conoce en la naturaleza, pero según el espíritu, los discípulos vieron, por un breve tiempo, un esplendor aún más intenso, el de la gloria divina de Jesús, que ilumina toda la historia de la salvación”. “La transfiguración -continuó- no es un cambio de Jesús, sino la revelación de su divinidad, ‘la íntima compenetración de su ser con Dios, que se vuelve pura luz. En su ser uno con el Padre, Jesús mismo es Luz de Luz”. “Jesús manifiesta el esplendor de su gloria, para testimoniar que la pasión es el camino de la Resurrección. Les aliento, en este tiempo, a escuchar al Hijo predilecto del Padre, a alimentar el espíritu con su Palabra y, así renovar con gozo en la noche de Pascua los compromisos bautismales”. ESTRASBURGO.- La Corte Europea de Derechos Humanos resolvió, en una sentencia inapelable, que los crucifijos pueden permanecer en las escuelas públicas. “No existe violación del artículo 2 del protocolo N° 1 (derecho a la educación) de la Convención Europea de Derechos Humanos”. El fallo de la Corte indica que “si bien el crucifijo es por encima de todo un símbolo religioso, no hay evidencia para la Corte de que su exposición en una pared de un aula influencie en los alumnos”. El fallo también recuerda que el gobierno italiano explicó en su apelación que “la presencia de los crucifijos en las escuelas públicas corresponde a una tradición que consideran importante perpetuar”. Asimismo, las autoridades de Italia resaltaron que el crucifijo no es sólo un símbolo religioso sino que “representa los principios y valores que formaron los cimientos de la democracia y la civilización occidental, y que su presencia en las clases es justificable a este respecto”. MEDELLÍN.- Con el objetivo de “retomar aspectos de la Misión Continental, asumir la Exhortación Apostólica Verbum Domini y preparar la próxima Asamblea Ordinaria de Montevideo”, se instaló el encuentro anual de Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, organizado por la Secretaría General del CELAM. Cuatro grandes bloques serán desarrollados durante la reunión en la que se recuerda la importancia que “todos los bautizados renueven su fe” y la urgencia de tomar conciencia sobre vivir la Misión como el gran desafío que planteó Aparecida. De ahí que se vislumbra un nuevo amanecer, por lo que se propone realizar encuentros regionales para conocer cómo va la Misión Continental.

Iglesia en México CULIACÁN.- Monseñor Jonás Guerrero, obispo auxiliar de la VI Vicaría Episcopal “San José” de la Arquidiócesis de México, fue designado por el Papa Benedicto XVI como nuevo obispo de la diócesis de Culiacán, en el norteño estado de Sinaloa, en sustitución de Mons. Benjamín Jiménez Hernández. El nombramiento de Mons. Guerrero se da luego de que la Santa Sede aceptara la renuncia de su antecesor por de conformidad al can.401.2 del Código Canónico, luego de dirigir esa diócesis desde octubre de 1993. El nuevo responsable del gobierno pastoral de Culiacán, Mons. Guerrero, de 64 años de edad, es originario de Guadalajara, Jalisco, se ordenó sacerdote en El Chante, Jalisco, Diócesis de Autlán, el 6 de julio de 1974. GUADALAJARA.- El sábado 26 de febrero, el Centro Católico de Comunicaciones, de Gudalajara, celebró 14 años de la fundación de su Órgano de formación e información: Semanario. El orden del día dio inicio con una Eucaristía que presidió el Padre Director del periódico, Padre Pedro Rodríguez González, quien durante la homilía recordó a los presentes aquel febrero de 1997, cuando el Cardenal Juan Sandoval bendijo las primeras instalaciones del Semanario, diciendo: “Éste es un sueño largamente acariciado”, frase que apareció en la primera edición y que resaltaba la satisfacción de que la Arquidiócesis de Guadalajara pudiera contar con su propio Medio de Comunicación impreso. Además, el Padre Pedro resaltó el avance y crecimiento que ha tenido este órgano de formación e información a través de este tiempo. FELICIDADES AL “SEMANARIO”, DE GUADALAJARA.


L

a petición de Jesús a la samaritana: «Dame de beber» (Jn 4, 7), que se lee en la liturgia del tercer domingo, expresa la pasión de Dios por todo hombre y quiere suscitar en nuestro corazón el deseo del don del «agua que brota para vida eterna» (v. 14): es el don del Espíritu Santo, que hace de los cristianos «adoradores verdaderos» capaces de orar al Padre «en espíritu y en verdad» (v. 23). ¡Sólo esta agua puede apagar nuestra sed de bien, de verdad y de belleza! Sólo esta agua, que nos da el Hijo, irriga los desiertos del alma inquieta e insatisfecha, «hasta que descanse en Dios», según las célebres palabras de san Agustín (Benedicto XVI, Mensaje para la Cuaresma 2011). San Marcos los ignora, San Mateo prohíbe ir a su territorio, únicamente San Lucas y San Juan se ocupan de ellos de modo positivo; se trata de los samaritanos, quienes también creyeron en Je-

sucristo. Se resisten a lo judío pero no a Jesús. Aún así, sólo San Juan presenta una incursión misionera de Jesús entre ellos, pues aunque San Lucas los menciona, sólo toca los confines de su territorio. Así, el testimonio del cuarto evangelio que, además de relatar una misión entre ellos, transmite también el bello del diálogo que sostuvo con la samaritana, es único. La profunda cristología del evangelio del discípulo amado, según los estudiosos, fue preservada y transmitida justamente por los samaritanos, pues teológicamente estaban mejor preparados para percibir un mensaje que iba más allá de un mesianismo davídico y esperaban ante todo un taheb mosaico, es decir, un revelador, uno que les explicaría todo lo de arriba, de donde él vendría, es decir, todo lo referente a Dios, pues sólo Él lo ha visto. “El nos lo explicará todo”, dice.

En la escena con la samaritana parece desarrollarse ya fuertemente la dinámica del reemplazo, en la que todo lo antiguo viene sustituido por Jesucristo. Así, Jesús no sólo es mayor que el pozo de Jacob, sino también superior a los patriarcas que heredaron el pozo, pues Él es quien da el agua viva; supera y reemplaza incluso el monte del Templo de Jerusalén y el monte Guerizím, pues en Jesús se da el auténtico culto al Padre.

el brocal del pozo; incluso invita a buscar en la iconografía cristiana para descubrir cómo se ha representado en el arte cristiano esta escena, antes de la llegada de la samaritana.

El contexto geográfico es sugestivo: “la heredad que Jacob dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob.” Con él se tocan las notas de un amor de predilección, pues José fue el predilecto de Jacob, por lo tanto algo muy positivo deberá suceder ahí; además el pozo sugiere una escena de persuasión y enamoramiento.

La hora es un poco extraña, pues parece poco común que una mujer vaya al pozo por agua a mediodía; sin descartar el elemento histórico, también podría referirse a la intensidad de la escena y lo que ahí se revela, pues Jesús se identifica como el Mesías Taheb y es reconocido como Salvator Mundi.

El primer cuadro impresiona por sus elementos humanos. Jesús aparece fatigado sentándose en

Las primeras palabras de Jesús: “dame de beber”, nos llevan inmediatamente al calvario, donde agotado pidió de beber con un “tengo sed” y más tarde brotaría de su costado sangre y agua.

Inicialmente la mujer se resiste y desprecia la oferta de Jesús porque no percibe más que las cosas de abajo: Jesús es judío y no tiene con qué sacar agua del pozo; más Él la conducirá a las cosas de arriba en un diálogo que parte de las cosas de la tierra: el agua que saca del pozo todos los días y que le implica fatiga, y su tormentosa realidad conyugal. Ella queda así al descubierto, pero preparada para buscar las cosas de arriba, e impulsada a que otros vengan al pozo abandona su cántaro para ir a llamarlos y beban, no ya del pozo sino de la fuente de vida eterna. El evangelio, con este drama invita al lector a desear el don de Jesucristo como suplicó la samaritana: “dame de esa agua”, pero no sólo eso, sino a llevar su mensaje con pasión como lo hizo la mujer: “vengan a ver a alguien que me ha dicho todo lo que soy, ¿no será el Cristo?” y constatar, como lo hicieron los habitantes de Sicar, para acabar confesando: este es verdaderamente el salvador del mundo. Ella lo hizo pasando por una larga, tirante y profunda conversación con Él; ellos, después de experimentar directamente a


El Carillón de nuestra Catedral Potosina repicó nuevamente en vibrante concierto

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l pasado viernes 18 de marzo en punto de las 19 horas, la arquitectónica Catedral Metropolitana Potosina en coordinación con la Secretaría de Cultura de Gobierno del Estado, la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí y la Secretaría de Tu-rismo, ofrecieron en el atrio de este suntuoso recinto, un atractivo y magno concierto de música mexicana en donde nuestro Carillón potosino, la OSSLP y el Carillonista Wilye Crawford fueron los protagonistas principales de esta singular e inolvidable velada musical. Sin duda se tornó un concierto que tuvo como premisa desmitificar la música clásica como una expresión cultural de naturaleza clasista. El programa seleccionado para este nuevo concierto, incluyó piezas muy mexicanas que hicieron vibrar a los asistentes, como el Huapango de Pablo Moncayo, el Danzón no. 2 de Arturo Márquez, Conga del fuego nuevo, la Sinfonieta de Pablo Moncayo, Suite de Lara y Carlota de Arturo Rodríguez, además de otras obras que a lo largo de los años han formado parte del folklore nacional y que eventualmente han sido materia obligada dentro del amplio repertorio musical a cargo de la ya reconocida orquesta local. Parte de esa reacción del respetable público que se dio cita en gran número, fue provocada en buena medida por la selección mexicana del programa interpretado esa noche y otras piezas que las 36 campanas del Carillón entonaron con la característica sensibilidad que el Mtro. José Miramontes Zapata y el Carillonista W. Crawford saben imprimirle.

Se sabe que hace 100 años atrás el Obispo de la ciudad, Ignacio Montes de Oca, gestionó la fabricación y traslado de un Carillón menor de 15 campanas, el cual sería colocado en la torre norte del templo, sin embargo la llegada del instrumento se vería interrumpida por el estallido de la Revolución Mexicana, que dicho sea de paso en esos momentos ya obstaculizaba el trayecto natural hacia la capital potosina, razón por la cual el Patronato Pro Catedral encabezado actualmente por el Presbítero Efraín Moreno Aguirre y apoyado en gran medida por Mons. Luis Morales Reyes, tuvieron a bien retomar la iniciativa pero con la variante de instalar un carillón de 36 campanas que pudiera escucharse con toda claridad en un radio de 2 kilómetros a la redonda, y con la ventaja de contar con un mecanismo manual y automático para su funcionamiento. Cabe señalar que una de las bondades con las que cuenta este peculiar instrumento de percusión, es el de propiciar actitudes reflexivas y de confort en las personas que deambulan por el centro histórico, ya que está comprobado científicamente, que la sonoridad que le caracteriza propicia paz y armonía interior, tan necesarias en estos días de crisis e incertidumbre social. Este segundo concierto que la OSSLP y el Carillón de Catedral ofrecieron al público potosino en las afueras de la suntuosa Catedral Potosina, no sólo se equipara en calidad al celebrado el pasado mes de noviembre, sino que para muchos de los ahí presentes superó con creces al concierto inaugural de este singular instrumento de percusión que forma

Felicitaciones al Cngo. Carlos Medina López

parte ya de la peculiar atmósfera provincial que caracteriza a nuestra ciudad. De igual forma no podemos dejar de reconocer que durante el desarrollo del concierto, los ahí presentes pudieron sustraerse al menos de los momentos de tensión social que vive nuestra entidad, lo que sin duda es un acierto de las instancias involucradas en su organización, por buscar implementar actividades culturales que permitan en parte recuperar la confianza e integración de nuestra sociedad. El pasado 3 de noviembre de 2010, dentro del marco de la celebración del 418 aniversario de la fundación de esta ciudad, el novedoso campanario musical hizo las delicias de los potosinos que acudieron en gran número a la explanada de la Plaza de Armas, atestiguando las primeras notas musicales a cargo del virtuoso Carillonista norteamericano Wilye Crawford, Presidente de la Asociación Mundial de Carillonistas y Carillonista Titular del Carillón de la ciudad de Chicago, quien durante el primer trimestre del año se ha dado a la tarea de capacitar a futuros Carillonistas oriundos de esta región. Con esta presentación el Carillonista norteamericano se despide del público potosino momentáneamente, ya que su valioso trabajo culminó de manera satisfactoria con la capacitación de jóvenes Carillonistas que tendrán que demostrar su aprendizaje al momento de ejecutar el peculiar campanario musical que anida permanente en la torre norte de la Catedral Metroplitana.

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l Canónigo Carlos Medina López dio gracias a Dios por un año más de vida, y precisamente con motivo de su cumpleaños número 65, los fieles de la Basílica-Parroquia Santuario de Ntra. Sra. de Guadalupe lo acompañaron en una Misa de Acción de Gracias que él mismo presidió. Sin duda un gran Sacerdote que ha destacado en todos los recintos donde ha prestado sus servicios eclesiásticos, por lo que los fieles lo felicitaron con mucho cariño, admiración y profundo respeto, sobre todo porque siempre les aconseja sabiamente que no se dejen arrastrar por el consumismo, por la publicidad, por las modas inmorales, por los medios de comunicación que generan antivalores, y para que el dinero no sea el eje central de nuestra vida sino Jesucristo nuestro Redentor. Fue así como los fieles después de elevar sus oraciones al Omnipotente, convivieron con él y compartieron el pan y la sal a su salud, rodeándolo de cariño.

¡Dios le bendiga por todos sus consejos evangélicos Padre Carlos Medina López!


“Fiel en el trabajo y en la prueba”

Por LCC Angélica Maldonado Morales

En el caminar pastoral

12 años

de ministerio Episcopal de Don Luis, en San Luis

Fiesta patronal en el Santuario de San José

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n el Santuario de San José y del Señor de los Trabajos, se festejó a nuestro Señor San José, en una solemne Concelebración Eucarística, presidida por nuestro Arzobispo, Mons. Luis Morales Reyes, acompañado del Rector de este recinto, Pbro. Armando Oliva Varela, de sus Vicarios y de varios Sacerdotes invitados. En esta fiesta patronal que tuvo como preámbulo los 7 domingos en honor al santo patriarca, se pudo constatar de forma evidente el profundo y arraigado fervor que cientos de fieles le tributan al Padre adoptivo de Jesús y al esposo castísimo de la Santísima Virgen María. En el Santuario que lució bellamente adornado de hermosas flores en color blanco con amarillo, nuestro Pastor dijo: “San José fue un hombre JUSTO, PRUDENTE Y FIEL, fue custodio providente y jefe de la Sagrada Familia de Nazareth. José es PROTOTIPO DE OBEDIENCIA, hombre del SILENCIO, el más escondido entre los Santos, sin duda un humilde santo y trabajador, que fue encontrado digno de ser el CUSTODIO DEL REDENTOR Y DE LA IGLESIA UNIVERSAL”. “Fue fiel en el trabajo y en la prueba; hizo las veces de Padre de Nuestro Señor Jesucristo y fue verdadero esposo de la reina del mundo y Señora de los Ángeles, fiel cuidador y guardián de los más

preciados tesoros de Dios Padre: Jesús y María”. “Educó a Jesús como un padre lo hace por su hijo, lo trató con familiaridad, amor, respeto y altísima dignidad. Si toda la Iglesia está en deuda con la Virgen Madre, ya que por medio de Ella recibió a Cristo, de modo semejante le debe a San José, después de ella, una especial GRATITUD Y REVERENCIA”. “¿Qué debemos aprender de San José? 1.- Ante todo su fe firme y perseverante, invencible, inquebrantable, se confió a Dios plenamente. 2.- Su silencio para escuchar la Palabra de Dios, vivió sumergido en la Palabra Divina. 3.- Su responsabilidad en el trabajo, por lo que todos debemos ser responsables en la tarea que Dios nos confía. 4.- Debemos tenerle recuerdo y gratitud a nuestros antepasados que nos formaron en la Fe, a nuestros papás, abuelitos, etc., porque somos fruto de ellos. 5.- Nos enseña a centrar nuestra vida en Cristo, pues él fue todo de Cristo y para Cristo, quien debe ser lo más importante de nuestra vida en todos los aspectos. “Que en el trance de nuestra muerte nos acompañe con su favor y ayude a México a caminar con ánimo en la vida, confiados a su cuidado y protección en las dificultades, lágrimas y tentaciones, porque San José está para ayudarnos como lo hizo con la Sagrada Familia de Nazareth”.

Muchas Gracias Sr. Arzobispo, Mons. Luis Morales Reyes, por ser un digno representante de Cristo en la tierra y un sucesor de los Apóstoles que ama a su grey en gran medida.

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uestro Semanario Católico LA RED felicita a nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes por su doceavo aniversario de haber llegado a tierra potosina, para convertirse en nuestro segundo Arzobispo de nuestra querida Arquidiócesis. Monseñor Luis Morales Reyes, un 20 de enero de 1999 fue nombrado por el Santo Padre, Juan Pablo II, Arzobispo de San Luis Potosí, tomando posesión el 18 de marzo del mismo año. Es así como le agradecemos el invaluable e incansable trabajo pastoral que ha ejercido durante estos 12 años dando frutos abundantes de amor, paz, unidad y fraternidad para nuestra Iglesia potosina, los cuales han sido evidentes en el caminar de nuestra sociedad, en la que ha sido un PILAR DE LA EVANGELIZACIÓN, sobre todo al haber fundado este Semanario Católico con el firme objetivo de que nuestros Pueblos tengan en Cristo Vida Eterna. Sin duda todo un gran reto, el atreverse a fundar un medio de comunicación en estos tiempos en los que sobra la pérdida de valores y en los que urgen medios para generar la conversión, así lo vio, lo planeó y logró hacer realidad un anhelo que lo consolida aún más como representante de Cristo en la tierra. Agradecemos sinceramente a nuestro estimado, respetado y admirado Arzobispo todo el valioso trabajo que ha realizado en favor de nuestra Arquidiócesis de San Luis Potosí. ¡DIOS LE BENDIGA POR EL GRAN BIEN QUE HA HECHO EN PRO DE NUESTRA IGLESIA POTOSINA!


MARZO 27 DE 2011

Fiesta Patronal en

San José de Gómez

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e una forma muy especial la Parroquia de San José de Gómez Perteneciente al Decanato Beato Juan XXIII, vivió su fiesta patronal el pasado 19 de marzo celebrando a su Santo Patrono: aquel hombre humilde, y trabajador, ejemplo de responsabilidad, serenidad y patrono de los carpinteros: San José. A San José, Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia. Es por eso que es el santo que más cerca esta de Jesús y de la Stma. Virgen María. Durante los días vecinos a esta fiesta, Peregrinaciones acudieron en todo momento a visitar a su santo protector que se encontraba en un templo comple-

Por Carlos Cuéllar

tamente reluciente en belleza, las personas dejaban sus intenciones y agradecimientos de una forma muy especial y notoria, todos llegaban con una inmensa fe que era evidente en todos los fieles. El Párroco Juventino Tapia Molina fue el encargado de la difusión y espiritualidad de esta fiesta, y con mucho ánimo recibió al Arzobispo Luis Morales Reyes. Afuera del templo la fiesta continuó con las tradicionales Bandas que alegraban a todas las familias con nuestra típica música Mexicana, así como las diferentes atracciones y platillos que simplemente fueron un destello más de esta reluciente fiesta.

Fiesta Patronal en la

Parroquia de Villa Hidalgo S an José es llamado el “Santo del silencio” No conocemos palabras expresadas por él, tan sólo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue “santo” desde antes de los desposorios. Un “escogido” de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor. Celebrando a San José, buen

ejemplo para nuestra fe católica, la parroquia de Villa Hidalgo encabezada por el párroco y decano el Sr. Cura Oscar Rocha Velázquez, vivió su fiesta patronal el pasado 19 de marzo. Absolutamente todas las comunidades pertenecientes a esta parroquia fueron participes de esta fiesta, por medio de entradas de ceras, peregrinaciones y danzas, los fieles demostraron su cariño por su santo patrono y el padre Oscar siempre animó a las personas

a que se acercaran con un corazón convertido a que recibiera el cuerpo y Sangre de Jesús.

D. Luis Morales Reyes presidió la Solemene Eucaristía la mañana del sábado 20 de marzo. Este día comenzó con una peregrinación por toda la comunidad, Don Luis se acercó a familias, casas, ancianos y niños para dar una muestra de aprecio y la bendición de Dios. Cabe Señalar que durante la solemne Eucaristía un gran número

Por Carlos Cuéllar

de niños y adolescentes recibieron los sacramentos de comunión y confirmación, el Santo Crisma fue untado por el Arzobispo Luis Morales y presentado como un regalo del Espíritu Santo. Finalmente la comunidad completa despidió al Arzobispo y a los otros sacerdotes presentes miembros del decanato que vivieron esta fiesta, todos unidos en alegría y con cantos elevados hasta el cielo clausuraron este día totalmente llenos de bendiciones.


Parroquia de

Nuestra Señora de las Tres Avemarías E

ste amplio templo parroquial está ubicado en la Avenida Fray Diego de la Magdalena, esquina con Avenida SCOP en la colonia Jardín. Pertenece al Decanato San Luis Rey y su Párroco actual es el Canónigo Álvaro Rivera de León, quien junto con su Vicario, Pbro. Guillermo Gil Torres, han venido trabajando de manera fraternal en esta comunidad. Su fiesta patronal se celebra cada 15 de agosto y su fecha de erección fue el 24 de abril de 1987. CONJUNTO ARQUITECTÓNICO EXTERIOR El conjunto arquitectónico está rodeado de amplios y bien cuidados jardines que lucen árboles frondosos que le dan un toque de atracción a las 3 entradas. Su campanario con espejo de agua en su base, tiene una estructura moderna estilizada que resguarda tres campanas de diferente tamaño. La planta arquitectónica del conjunto es en forma de “T”, con muros y cubiertas en diferentes planos, donde predomina la forma del triángulo, que a decir de algunos es la forma indeformable por naturaleza. Los muros muestran ventanales con vitrales de formas curvas y vivos colores. Al recinto se accesa a través de tres entradas, antecedidas por un portal con escalinatas. Del conjunto arquitectónico de su interior y de la representación de la Patrona titular del templo: Ntra. Sra. de las Tres Avemarías, hablaremos en nuestro próximo número, donde podremos comprender mejor su simbología.


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MARZO 27 DE 2011

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l control remoto es una noble invención. De hecho, según ha afirmado alguien, es el único recurso de que puede echar mano el telespectador para defenderse de la terca insistencia de los comerciantes. Nadie enciende la televisión para dedicarse a ver anuncios; nadie los pide ni los quiere, pero éstos se cuelan e invaden, despedazando nuestros programas y robándonos tiempo. Ya a principios de siglo, Paul Valéry (1871-1945), el poeta francés, había dicho categóricamente: «La publicidad es uno de los mayores males de nuestra época». Pues bien, cuando la publicidad se hace excesiva, el televidente puede ejecutar una sencilla maniobra: cambiar de canal desde su asiento oprimiendo suavemente un botón. ¿Hay algo más sencillo que esto? Sin embargo, como podrá imaginarse, la invención de este pequeño artefacto (que tuvo lugar hacia 1950 gracias a “Zenith”, la famosa casa productora de electrodomésticos) no hizo a las agencias de publicidad ninguna gracia, pues era como darle al preso la llave que le facilitaría la huida. Cuando el control remoto se difundió por todo el mundo, muchas empresas patrocinadoras de programas televisivos gritaron, se rasgaron las vestiduras e hicieron marchas en pro de su desaparición, aunque en vano, pues, como es bien sabido, en el mundo de la tecnología impera un axioma que dice así: «Lo que se ha inventado, no puede desinventarse». Qué remedio, a partir de entonces el público estaba armado y para conquistar su atención había que valerse de cuanto recurso se hallara al alcance. Así, si hoy la publicidad es mucho más seductora que antes, y mucho más espectacular y mucho más divertida, ha sido gra-

la resistencia al cambio.

cias a ese sencillo aparato llamado control remoto, que incitó a los publicistas a ganar la batalla a toda costa. Pero las cosas no acabaron allí, pues por lo que se refiere a los artefactos tecnológicos nadie sabe, ni siquiera su inventor, para qué servirán exactamente, ni los usos a los que los destinarán los futuros consumidores. («El mercado casi nunca está donde el inventor cree», dice categóricamente Peter F. Drucker, un hombre que en cuestiones de negocios sabe lo que dice). El walkman, por ejemplo, que había

Cambiar, cambiar

constantemente, pasar por todo y no detenerse en nada: he aquí, dicen los que han estudiado el fenómeno del zapping

sido inventado para hacer menos tediosos los viajes transoceánicos de los empresarios japoneses, acabó convirtiéndose en el símbolo del desapego juvenil. De esta manera tenemos que, con el paso del tiempo, el control remoto, además de para atemperar la intrusión de la publicidad, sirvió también para otra cosa: para engañar al telespectador haciéndolo creer que ve algo cuando en realidad no ve nada. Apenas se sienta, empieza a cambiar canales; no dura en ninguno de ellos sino unos cuantos segundos, pues tan pronto como ve la primera imagen, juzga, y con la misma despreocupación sigue adelante. Uno, dos, diez canales recorridos en pequeñísimos lapsos de tiempo. Robert Levine, un famoso psicólogo social, habla de «dedos veloces» capaces de cambiar a razón de 22 canales por minuto. A esta actividad de picar botones sin ton ni son en el control remoto, los norteamericanos la llaman zapping. Se trata de un mirar ansioso, lleno de impaciencia, saltos, interrupciones y tensión. Según algunos psicólogos,

es gracias al control remoto que la juventud de la era televisiva es mucho más distraída y desatenta que la juventud que la precedió. Pues si la atención es la capacidad de ocuparse de una sola cosa a la vez, entregándose de lleno a ella, el joven de la era televisiva no es capaz de semejante esfuerzo; acostumbrado como está a ver dos o tres programas al mismo tiempo, aprovechándose de los cortes comerciales, ver uno solo lo pone sumamente nervioso, de manera que no profundiza, sino que sólo se desliza. ¿Será por eso, se preguntaba hace poco un intelectual italiano, que el surf es el deporte de moda entre los muchachos posmodernos? El ideal es no zambullirse, no meterse, sino únicamente deslizarse, pasar por encima de todo como un surfista pasa por las olas. Cambiar, cambiar constantemente, pasar por todo y no detenerse en nada: he aquí, dicen los que han estudiado el fenómeno del zapping, la filosofía de la vida de la que es símbolo esa cajita de plástico llamada control remoto, una filosofía a la que no le gusta demasiado la fidelidad, pues la fidelidad es precisamente

«Debéis verlo todo, sentirlo todo y, después, olvidarlo todo», aconsejaba Napoleón a sus oficiales a principios del siglo XIX. Hoy, una gran cantidad de estrategas (o mercenarios) del supuesto arte de vivir, dicen completando a Napoleón: «Debéis verlo todo, sentirlo todo, olvidarlo todo, y después pasar a otra cosa; enamorarse es peligroso: además que se en-tretiene uno demasiado con una sola persona, podrían romperte el corazón. Cuando te comprometes con alguien, echas por la borda un millón de relaciones posibles con otras personas mucho más bellas e interesantes», etcétera. Margaret Oldham, una psicoterapeuta estadounidense entrevistada por Robert N. Bellah para el libro Hábitos del corazón, lo dijo francamente: «Cuando las otras personas no satisfacen nuestras ambiciones, hay que estar dispuesto a abandonarlas, ya que probablemente es el único modo de proteger nuestros intereses». En el fondo tal es el principio al que se ajustan muchos hombres y mujeres en la era de la televisión. Hay que aprender el arte del cambio –dicen-, pero no hablan del cambio de uno mismo (eso que los hombres religiosos han llamado siempre conversión), sino el cambio de los demás, su sustitución definitiva cuando ya no satisfacen nuestras ambiciones, pues según ellos yendo solos se camina más aprisa. Lo que no dicen –porque no lo saben- es a dónde hay que llegar. ¡Ah, si cambiar canales fuese solamente un ejercicio de los dedos! Pero, como muy bien lo ha advertido Joan Ferrés, «el zapping ha dejado se ser una actitud ante el televisor para convertirse en una actitud ante la vida» (Joan Ferrés, Educar en una cul-


Fray Benito Jerónimo Feijóo recomienda compadecerse de los envidiosos más que de los envidiados segunda parte

Por Lic. Ricardo García

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aca uno de estos autorcillos, (con este diminutivo nombra el poeta Racine en el prólogo de un libro de sus tragedias, a aquellos que no tienen habilidad más que para escribir objeciones y reparos sobre escritos ajenos), saca digo, a la luz un libelo, criticando la obra de un autor famoso. ¡Qué satisfecho está el pobre de que con él se ha de hacer nombre en el mundo, y ha de borrar el del autor famoso que impugna! Esta satisfacción se fomenta con la experiencia de que, por algún tiempo, no faltan quienes lo compren y lo lean. Mas ya en esto mismo, padece el error de pensar que el despacho que tiene, es efecto del mérito de su obra, no siéndolo en realidad, sino del mérito del autor impugnado; compran el librejo unos, porque de los hombres sobresalientes, incita la curiosidad, no sólo a saber lo que escriben ellos, mas también lo que se escribe de ellos; otros, porque envidiosos de la obra del autor, contra quien se escribió, quieren lograr la maligna complacencia de ver como se le muerde. Pero todo esto dura poco. Aquella curiosidad, como es de tan corto deleite, presto se sacia. Con un ejemplar solo, hay para satisfacer la de un gran pueblo. Como el que lo compró, lo desestima luego que lo lee, fácilmente le deja correr por toda la vecindad, sin pensar, por lo común, en recobrarlo. La envidia, cuando mucho permanece hasta que expira el envidiado, y con él se sepulta. Desde entonces, el mismo que antes le envidiaba, empieza a aplaudirle, y el libelista cae primero en el desprecio, y luego en el olvido de todo el mundo; de modo que, cada hoja de su libelo, viene a ser una hoja que arranca el viento; y al contrario, los trabajos del envidiado, parece, que se han escrito en una lámina de plomo o esculpido en una piedra pedernal. Confieso, que el anticipado conocimiento de la distinción que entre unos y otros escritores hará la posteridad, es un leve consuelo para el autor de mérito que se ve inicuamente mordido de la envidia. No mitiga el dolor al enfermo la

previsión de que algún tiempo ha de cesar; mucho menos, si sólo de la muerte espera el remedio. Los aplausos que recibirá de los venideros, son honores funerales, de que solo gozarán sus deudos, amigos, o aficionados, mientras el está en otra región donde no dan pena ni gloria las opiniones del mundo. ¿Pero, no tienen por otra parte algunos sólidos motivos de consuelo? Sin duda.

buir el aplauso. ¿Y que es la fortuna? Si sabe responder cristiana y filosóficamente, dirá, que la causa de los sucesos humanos, a quien llamamos fortuna, no es otra cosa que la disposición de la Divina Providencia. Luego, a buena cuenta de la soberana disposición del Altísimo se queja, y contra ella se irrita en los furores, que concibe contra aquel no merecido aplauso.

Si el autor zaherido, tuviera la aviesa índole de los que lo zahieren, podría lograr un insensibilísimo deleite en la contemplación de que es mucho más lo que padecen éstos, viendo inútiles todos los conatos, con que procuran denigrar su fama que lo que a él pueden doler esos mismos conatos.

Responderá tal vez en primer lugar, que no se queja de la primera causa, o sea, que no se queja de la primera por ser una disposición soberana sino de las segundas porque libremente intervienen. ¿Y quienes son esas? Los muchos individuos que sin razón alaban las obras del autor. Pero repare aquí, que si lo hacen sin razón, es porque les falta la capacidad necesaria para hacer de ellas el debido juicio; ¿y tienen alguna culpa los pobres de que Dios no les haya dado más entendimiento? Claro está que no. Luego no debe irritarse, antes lastimarse de la falta de capacidad de sus prójimos, y dar a Dios muchas gracias por que le ha dado más entendimiento que a toda esa ignorante multitud; pero, ¡mucho cuidado! No sea que en esa acción de gracias se deslice al vicio del fariseo: Gracias te doy Dios mío porque no soy como los demás hombres.

Los tiranos no encuentran mayor tormento que su propia envidia. La misma pasión villana del ofensor venga la injuria al ofendido. Mas como no puedo suponer en éste un apetito de venganza porque no caben en entendimientos nobles inclinaciones bastardas; sin inmutar lo material del objeto, propondré a su complacencia más honesto motivo; y lo será, el que mire el tormento del envidioso libelista, no como venganza sino como satisfacción de la injuria, o por proceder con afecto más desinteresado, y más puro, ni aún como sa-tisfacción de la ofensa, pero sí solo como castigo del delito; pues es lícito complacerse en lo que es justo desear. Será ese un afecto tan ajeno a la fealdad de la venganza, como dista de ésta la hermosura de la justicia. Pero, sería mejor, si fuera posible, curar al envidioso, que consolar al envidiado, propondré para su dolencia, un remedio, que ojala sea de alguna eficacia. Este consiste en darle a conocer que su vicioso afecto es más irracional, y bárbaro de lo que se puede imaginar; para este fin le preguntaré, si juzga al autor a quien persigue, merecedor, o no del aplauso que logra. Si lo primero, que considere cuan brutal es la queja de que el público le de lo que merece. Si lo segundo, sólo a su fortuna se debe atri-

O tal vez responda lo segundo, es decir, que su enfado no es contra los que le aplauden, sino contra el aplaudido; cosa que es muy creíble, porque los dicterios que publica, no van contra aquellos, sino contra éste. ¿Pero, qué culpa tiene el autor de que le aplaudan? ¿Puede él solo acallar, o cerrar las bocas de toda una multitud? ¿O tal vez de muchas multitudes? Y aunque pudiera, ¿sería culpable por no hacerlo? Pienso, que no. En primer lugar porque puede creer, de buena fe, que estos aplausos no le son indebidos, además de que muchísimos hombres, que se tienen por inteligentes, se los tributan como justos. En segundo lugar, porque aunque los juzgue no merecidos, ¿hay alguna ley que le obligue a reprobar la liberalidad de los que, le dan lo que no merece? De manera que por más que

el impugnador envidioso de vueltas y revueltas a todas partes, no hallará objeto digno de su cólera; y si él llega a este conocimiento, pienso que habremos adelantado mucho en la cura de esa pasión, si es que es la única que lo consume. Si toma usted en consideración la condición que pongo o limitación que hago: si es que es la única que lo consume; con lo cual quiero decir que la curación, muy pocas veces sucede. Comúnmente la envidia en los impugnadores de escritos muy exitosos, entra como accesoria de otro vicio, que a su vez es síntoma de otros achaques, hija de otra pasión. ¿De cuál? De la ambición de gloria: quieren hacerse nombre en el mundo, y no pudiendo adquirirlo a costa propia, procuran negociarlo a cuenta ajena. En una palabra: quieren ser autores, y no hay para ello otro modo de serlo. Tienen bien calculadas sus posibilidades. No los engaña, ni siquiera, el amor propio. Obran prudentemente en no atreverse a más empeño que el correspondiente a su caudal. Saben que el formar una obra, que sea producción propiamente tal y subsistente por sí misma no es para ellos: al contrario, po-ner reparitos entreverados de dicterios en obra ajena, para el más ignorante es negocio de una pluma irrespon-sable. Del mismo modo que sólo un sabio arquitecto puede construir un noble edificio; pero para tirar piedras a sus ventanas y tejados no es necesaria ninguna ciencia, sino travesura. ¿Qué han d e hacer, pues, para ser autores, sino determinarse a morder lo que no pueden imitar? A este desordenado apetito de gloria, es preciso acompañe algo de envidia; pero entra en la empresa solo como pasión, y aún me atrevo a decir, tibia.

¡Ha señor mío! En quienes considero yo que arde la envidia como pasión furiosa, no es en estos pocos, que hablan en público, sino en infinitos que murmuran en secreto; aunque es verdad, que a cuenta de estos rompen aquellos, porque estos son los que compran los libelos, estos los que los aplauden, estos los que con notable deleite los leen en corrillos atribuyendo como conceptos muy elevados las más despreciables estupideces, y dando mayor carcajada donde encuentran el más asqueroso dicterio. Pero su complacencia tiene la infelicidad de ser muy transitoria. Se lee el libelo, se publica, se celebra ¿y qué sacamos de ahí? Dentro de muy poco tiempo ya no hay quien se acuerde del libelo, ni de su artífice, y la fama del autor impugnado sigue el vuelo que tomó, sin que esas ofensas le estorben más que al curso de un río impetuoso los guijarros que se le atraviesan. Por otro lado, la carcoma de la envidia prosigue haciendo su efecto en los corazones de estos idólatras de libelos. Dejémoslos pues, señor mío, a su mala suerte. O para hablar y pensar más cristianamente, compadezcámonos de ellos, y pidamos a Dios que les inspire más sanos afectos, con su poder infinito, con su divina gracia y deseo que a usted lo conserve con muchos años de vida.


MARZO 27 DE 2011

Corte europea:

Crucifijos se quedan en escuelas públicas (Tercera parte) Por Rafael Gómez

D

ecíamos en nuestros comentarios anteriores que la violencia que padecemos se expresa en el exterior pero nace en el interior de los individuos: es por daños en su alma y en su corazón y en donde sólo se espera el abrazo íntimo desde el espíritu. Y esto casi siempre consecuencia de matrimonios y familias disfuncionales, familias que lo tienen todo, familias que no tienen nada y de leyes que facilitan todo, así como el divorcio express y el exterminio de la vida humana naciente a nombre del criterio del estorbo. Hoy nos ocupamos de otra etapa del desarrollo de los niños y su duelo por una paternidad que ya se acostumbró a deshacerse de lo que le estorba: si le estorba un embarazo se deshace de él, si le estorba el cónyuge, ya hay juicios y leyes que precipitan el trámite para deshacerse de él, si le estorba algún hijo en desarrollo, lo conduce a vivir la violencia de no haber sido ni esperado ni bienvenido, y que se lleva la propia violencia interior, a su ambiente social. Estamos presenciando un fenómeno relativamente nuevo que se conoce como hostigamiento o acoso escolar (en inglés: bullying) y que consiste en cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico, entre niños y niñas en el proceso de entrada a la adolescencia. Un estudio serio sobre este fenómeno revela que los niños victimarios tienen el siguiente perfil (cito textual): “TRASTORNO GRAVE DE LA PERSONALIDAD QUE PRESENTA NORMALMENTE UN TIPO DE PSICOPATOLOGÍA, FUNDAMENTALMENTE AUSENCIA DE EMPATÍA, QUE EXPLICA SU IN-

CAPACIDAD PARA PONERSE EN EL LUGAR DEL ACOSADO Y SER INSENSIBLE AL SUFRIMIENTO DE ESTE. UN EGO QUE CRECE A COSTA DE LOS DEMÁS, MEROS INSTRUMENTOS A SU SERVICIO, QUE TIENE UN UMBRAL DE FRUSTRACIÓN MUY BAJO Y QUE ALGUNOS AUTORES DENOMINAN COMO NIÑO TIRANO, MAL EDUCADO EN LA FAMILIA, QUE REPRODUCE EN LA ESCUELA LOS HÁBITOS ADQUIRIDOS”. Mi nieto me contó que en su salón hay un niño que molesta a todos y que no pueden ponerse de acuerdo entre todos para enfrentarlo, porque le estarían aplicando el bullying, “y de inmediato se apresuró a pedirme ya no hablar de eso”; y es que la sola idea en su cabecita no sólo le lastima, sino deja herida en su corazón. Es una lástima que a sus sólo seis añitos, apenas si sabe unas cuantas palabras en inglés pero ya sabe hasta la expresión y el contenido del “bullying”. Encuestas recientes aseguran que muchos niños que padecen este fenómeno tratan de quitarse la vida. Es obvio que los niños que han nacido de quienes solo buscan el goce individual y relaciones fáciles por su ausencia de compromisos que da lugar a embarazos, iniciarán su propia vida despreciándola y despreciando la de los demás y, luego, acabarán cayendo en una conducta que les permita disfrutar de lo fácil y “DEL EGO QUE CRECE A COSTA DE LOS DEMÁS PORQUE LOS CONSIDERA MEROS INSTRUMENTOS A SU SERVICIO”. A qué compasión nos deben mover, porque tienen tan frágil el corazón, que buscan con sus ojos, llenitos de esperanza,

encontrarse con la mirada de sus adultos que abrace, que acaricie, que proteja, porque están en el tiempo de recibir, en el tiempo en el que su vida toda, con sus alegrías y sus problemas, están en manos sus mayores. Qué temprana edad para que nuestros niñosadolescentes estén ya enfrascados en las presiones que no son propias ni de los mayores. “La prisa de los humanos no es parte del tiempo que Dios diseñó para nuestros hijos”. El hombre y la mujer, que a su tiempo y bajo el cielo, echan hondo sus raíces en la sociedad y se preparan a sí mismos el lugar del propio encuentro, eligen un sitio único: “la familia” que es en donde pueden brotar las semillas de la vida verdadera, porque “toda vida verdadera es un encuentro” (Martín Buber). Aunque los seres humanos con frecuencia nos cruzamos, pero pocas veces nos encontramos, es un hecho que todos, y desde luego nuestros niños-adolescentes, nacimos para estar en la comunidad de una familia que es testigo fiel del amor de Dios y que, de inmediato, “todos quedamos invitados a vivirla”. Es el lugar en donde, no solo no se crece a costa de los demás, sino en donde “se le ayuda al otro a realizar su ser y su esencia, a vivir su vida sin torcerla por cauces impropios o distintos a los que uno sueña para sí” (M. García Morente). Sin duda que, buscando en la eternidad de Dios, encontramos en el tiempo del hombre, al Hombre que nació para los demás, al de la mirada compasiva, al que murió y resucitó para ser el fuego de amor que no consume pero que abraza y que busca encontrarse con la mirada de todos y abrazarlos a todos de parte del Padre que nos asegura: “Yo te he amado con amor eterno” (Jer. 31, 3).

Aciprensa a Corte Europea de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo el pasado viernes 18 de marzo, en una sentencia inapelable, que los crucifijos pueden permanecer en las escuelas públicas. Este fallo se da luego de la posición favorable a los crucifijos en Italia y Austria, luego de los fallos de la Corte Suprema de Casación, en el primer caso, y de la Corte Constitucional, en el segundo. Con esta resolución la Corte Europea establece que “no existe violación del artículo 2 del protocolo N° 1 (derecho a la educación) de la Convención Europea de Derechos Humanos”. Este artículo se refiere a la obligación del estado, “en el ejercicio de sus funciones en relación a la educación, a respetar el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones religiosas y filosóficas”. El fallo de la Corte indica que “si bien el crucifijo es por encima de todo un símbolo religioso, no hay evidencia para la Corte de que su exposición en una pared de un aula influencie en los alumnos”. “Además -dice la resolución- si bien se comprende que la demandante haya visto que esta exposición del crucifijo en las aulas a la que asistían sus hijas como una falta de respeto del Estado a su derecho de educar en conformidad a sus propias convicciones filosóficas, su percepción subjetiva no ha sido suficiente para establecer una violación al artículo 2 del protocolo 1”. El fallo también recuerda que el gobierno italiano explicó en su apelación que “la presencia de los crucifijos en las escuelas públicas corresponde a una tradición que consideran importante perpetuar”. Asimismo, las autoridades de Italia resaltaron que el crucifijo no es sólo un símbolo religioso sino que “representa los principios y valores que formaron los cimientos de la democracia y la civilización occidental, y que su presencia en las clases es justificable a este respecto”. La Corte Europea de Derechos Humanos aceptó la apelación presentada por el gobierno de Italia el pasado 28 de enero de 2010, luego de que en noviembre de 2009 decidiera que los crucifijos no debían estar en las aulas de las escuelas. La resolución de noviembre de 2009 le daba la razón a una madre de familia de dos alumnas que alegaba que los crucifijos “no correspondían” a la forma que sus hijas deberían ser educadas. Ante esta decisión, el gobierno de Italia defendió la presencia de los crucifijos en las aulas de los colegios públicos, como un símbolo que representa las raíces cristianas del país.

L


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Si nosotros no nos unimos, nos ganan los que sí se reúnen para hacer el mal (Mons. Lucas Martínez)

H

ay quienes prefieren estar solos. Terriblemente solos. Y, por solos, perdidos. Hay también los que se unen a otra persona y empeñan su vida con ella, perdiendo su libertad. Los hay que se reúnen en grupos, a veces nada sanos. Estos hombres no son diferentes de los primeros. Sencillamente son hombres; pequeños hombres solos y perdidos que se encuentran con otros solos. Es un encuentro de soledades. No son grupos sanos porque no son ayudados a crecer entre sí. A ninguno de ellos le interesan los otros en realidad. Estar solos es su seguridad. Tienen miedo de creer en algo, en los otros, en sí mismos. Miedo de comprometer la vida en algo o con alguien. No se busca el bien para ninguno. Y eso es fatal. El grupo está amenazado. Va camino a la destrucción, al fracaso, a la muerte, a la locura, a la cárcel. Siempre soledad. Hay quienes se reúnen para beber o consumir drogas, o para agredir. ¡Mira, esa bolita es para robar! ¡Huye, huye, buuu! En bola todo es fácil. Esto es verdad, nada es difícil en bolita. Hasta ganar elecciones es fácil. Junta unos miles o millones de solos o extraviados que participen fácilmente de la psicosis colectiva; que griten al mismo tiempo, aunque no juntos un ¡sí se puede! o algún monosílabo, o dos o tres letras escritas en banderines de uno, dos o tres colores. Verás que ganas, o, al menos, te den algún puesto mejor. Y así es como los grupos o bolitas ganan, o al menos lo intentan. Se reúnen los malos, los que se drogan, las brujas, la banda, los intelectuales, los políticos. Se reúnen los buitres.

Pero, también hay unos que se reúnen para vivir, soñar, creer; se reúnen para lo bello. Por ejemplo, es bello ver que los niños se unen para jugar canicas o volar papalotes; o los jóvenes para estudiar, hacer deporte y a veces hasta protestar. Protestar es reprender públicamente un estado de cosas en desorden con una propu-

esta nueva y en beneficio de más. Esto es bello cuando brota de ellos mismos y no de otros que ni son jóvenes ni buscan futuro común, sino que son sólo oportunistas. Otros son los obreros inconformes que se unen en búsqueda de salarios justos y derechos parejos. También están los pobres que se juntan en cooperativas para beneficios comunes de los que compran y de los que venden. Los que oran, los perseguidos, los que luchan unidos por la paz y la vida digna y justa. Los que creen en el pueblo, en la familia en la comunidad, en la verdadera patria o la verdadera fe. Me gustan todos estos porque son los que se enfrentan a los líos y logran desatar y liberar; y, si no lo logran, cuando menos no se anudan a las injusticias. Me gustan, porque, aunque no lo sepan todos, allí, en medio de ellos, está siempre uno más y siempre: un joven nazareno que sí tiene poder de convocación, y, a cuyo nombre, toda lucha de más de dos es escuchada y atendida por Alguien aquí, allá, más allá y más acá ¿Alguno quiere afiliarse al partido de los libres? Bienvenido para siempre.


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Palabra de Dios “El que bebe de esta agua no volverá a tener sed”

Evangelio según San Juan 4, 5-42

Por Pbro. Jorge Aurelio Ramírez Torres Dir. Espiritual de Teología

E

l tema del día era el resentimiento y el maestro había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase elegimos una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento. Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas. El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos a todos lados esa bolsa con papas. Obviamente las papas se iban deteriorando con el tiempo. El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y cómo por concentrarme en dicha bolsa y su contenido me distraía de cosas que eran más importantes para mi. También caí en la cuenta del precio que pagaba a diario por alimentar el resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse. Me llenaba de ira, aumentaba mi estrés , no dormía bien y mi atención se dispersaba. Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra mochila. Esta narración nos ayuda a comprender el peso que representan en nuestra vida todos aquellos resentimientos, emociones, experiencias que no hemos podido o querido procesar y que son verdaderos obstáculos para perdonar, tal vez el más común sea recordar con dolor las heridas que llevamos en el corazón a consecuencia del maltrato emocional, físico o psicológico. El resentimiento es el disgusto acumulado ante una expectativa no cumplida. Intoxicación, repetición mental del acontecimiento que puede llegar a convertirse en algo obsesivo, a manera de latigazos de electricidad que devastan los escenarios

en

mentales y producen un incendio de fuegos que piden abrirse paso y destruir a esa persona que nos hizo tanto mal. Fragmentos dispersos de tragedias ocasionadas por las ofensas que entran al corazón y terminan por inutilizarlo para una vida digna y creativa. Sin embargo resulta más ofensiva la propia interpretación de un suceso enojoso que el suceso en si. La herida es revivida por nosotros mismos que somos los que evaluamos las circunstancias. El suceso en si mismo objetivamente puede ser considerado insignificante pero la magnitud del daño la agregamos nosotros. No es la experiencia sino la forma de vivir la experiencia la que nos ha ofendido. El Psic. Martin Saligman afirma que quien se ve como víctima perpetua del destino cree ser el único que sufre: “siempre me pasa a mi”, se considera causa total, única y permanente de un acontecimiento desgraciado, se condena a subestimarse y a no ser capaz de reaccionar, navegar con bandera de víctima sólo sirve para mermar las energías. El resentimiento se implanta

el corazón humano como un cáncer y camufla un enojo persistente que sólo se aplaca cuando el ofensor es castigado o humillado y se manifiesta en forma de agresividad, sarcasmo, odio duradero, actitudes despectivas, hostilidad sistemática, crítica reprobatoria y pasividad agresiva que mata cualquier posible alegría en las relaciones. La ira reprimida puede desplazarse y atacar a seres inocentes con ataques incontrolables de violencia o también puede llevarnos a querer atribuir a los demás el propio sentimiento de irritación o volverla contra uno mismo, pues hay quienes se prohíben el menor impulso colérico y se culpabilizan cuando se produce la más mínima manifestación de éste. Se ha demostrado que el fondo del resentimiento es el amor, pues generalmente nos resentimos con quien amamos. * Artículo basado en el libro: Cómo Perdonar, de Jean Monbourquette, Sal Térrae, Madrid, 1995 Si te interesa ahondar en el tema escribe a:

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria, llamando Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José. Ahí estaba el pozo de Jacob. Jesús, que venía cansado del camino, se sentó sin más en el brocal del pozo. Era cerca del mediodía. Entonces llegó una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo: “Dame de beber”. (Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida). La samaritana le contestó: “¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”. (Porque los judíos no tratan a los samaritanos). Jesús le dijo: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva”. La mujer le respondió: “Señor, ni siquiera tienes con qué sacar el agua y el pozo es profundo, ¿cómo vas a darme agua viva? ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del que bebieron él, sus hijos y sus ganados?”. Jesús le contestó: “El que bebe de esta agua vuelve a tener sed. Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed; el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un manantial capaz de dar la vida eterna”. La mujer le dijo: “Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni tenga que venir hasta aquí a sacarla”. Él le dijo: “Ve a llamar a tu marido y vuelve”. La mujer le

contestó: “No tengo marido”. Jesús le dijo: “Tienes razón en decir: ‘No tengo marido’. Has tenido cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad”. La mujer le dijo. “Señor, ya veo que eres profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte y ustedes dicen que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén”. Jesús le dijo: “Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos. Porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, y ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así es como el Padre quiere que se le dé culto. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad”. La mujer le dijo: “Ya sé que va a venir el Mesías (es decir, Cristo). Cuando venga, Él nos dará razón de todo”. Jesús le dijo: “Soy yo, el que habla contigo”. En esto llegaron los discípulos y se sorprendieron de que estuviera conversando con una mujer; sin embargo, ninguno le dijo: ´¿Qué le preguntas o de qué hablas con ella?´. Entonces la mujer dejó su cántaro, se fue al pueblo y comenzó a decir a la gente: “Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Mesías?”. Salieron del pue-blo y se pusieron en

La samaritana

Todo encuentro verdadero con Jesús, cambia profundamente la vida; quien verdaderamente se ha encontrado con el Señor Jesús no puede seguir igual, está llamado a trascender, a darle un giro total y definitivo a su vida. Así tenemos en el evangelio muchos ejemplos: Pedro, Zaqueo, la Magdalena, Pablo… El encuentro que hoy nos narra el evangelio, es uno de los encuentros más impresionantes con el Señor Jesús: se encuentra primero con una mujer, extranjera, enemiga ideológica de su pueblo, y le pide de beber. Los estudiosos dicen que es el diálogo más grande que tenemos en el evangelio, y es una hermosa catequesis de Jesús que sabe acompañar la vida y las historia de aquella mujer. La mujer samaritana cambia el rumbo de su vida al encontrarse con Jesús; cuando buscamos otras fuentes de felicidad es porque no nos hemos encontrado con el Señor. Jesús le ofrece un agua de valor eterno, ella no solamente la acepta sino que se hace apóstol de Cristo compartiendo con sus vecinos la paz y la luz que ella encontró en Jesús. Si nuestro corazón se halla inquieto o esta intranquilo acerquémonos al Señor Jesús: nos dará su paz y la gracia de la vida eterna; solamente el que tiene sed, se alegra de haber encontrado la fuente, el que no esta sediento, pasa de largo sin hacer caso del manantial. La mujer samaritana se detiene ante la fuente de vida y el agua que busca se convierte en signo de la presencia gozosa y secunda de Dios, encontrar a Dios es encontrar el manantial de agua viva que hace reverdecer el desierto de nuestras vidas humanas. Ante este encuentro no tenemos que dejar de largo la invitación de Jesús a reconocerle, amarle en espíritu y en verdad y llevar la buena nueva de su presencia entre nosotros. Por José de Jesús Cruz Rodríguez


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“La Vocación Sacerdotal nace del testimonio del sacerdote”

PBRO. NOÉ FCO. ESTRADA HERNÁNDEZ Promotor vocacional diocesano

E

ste fue el lema que marcó la Semana Vocacional Diocesana, que se llevó a cabo en días pasados en las parroquias de nuestra diócesis, con la presencia de los seminaristas de las etapas de Filosofía y Teología, quienes se encargaron de llevar el mensaje vocacional a los fieles e invitarles a convertirse en promotores vocacionales desde su papel que desempeñan dentro de su comunidad parroquial y desde su propia familia. Nuestra Jornada dio inicio con la Eucaristía de envío, que presidió nuestro Sr. Arzobispo en las instalaciones del Seminario Mayor, quien invitó a los seminaristas a realizar esta jornada desde su propia experiencia vocacional, promover vocaciones desde su propia vocación, a dar testimonio del llamado que han recibido de parte del Señor. Mientras esta jornada transcurría en las parroquias,

al mismo tiempo nuestro presbiterio vivía sus ejercicios espirituales con los cuales también estaban en sintonía con lo que transcurría en las comunidades, con la Hora Santa Vocacional, el jueves, oramos para pedir abundantes vocaciones, de modo particular por las sacerdotales. Las actividades que se desarrollaron en las parroquias, fueron distintas: comenzando con la oración, el rosario, temas para niños, jóvenes y adultos, visitas a escuelas y/o colegios, visitas a domicilios y por supuesto la celebración de la palabra. No cabe duda que ha sido una gran experiencia esta semana que es una puerta que se abre a una cultura vocacional. Sólo pedimos a Nuestro Buen Padre Dios que nos permita recoger abundantes frutos de esta jornada. Nuestra Gratitud a la comunidad del Seminario Mayor, al equipo formador, a los párrocos que nos recibieron en sus parroquias y todos aquellos que se tomaron el tiempo para vivir esta semana.

Pastoral Social-Cáritas

Agradece a las personas que asistieron a la mañana de reflexión “Deténte ante el Señor”, organizada en este tiempo de Cuaresma, en el marco de la CAMPAÑA DE LA CARIDAD 2011. Asimismo nuestra gratitud a las parroquias, organismos laicales, instituciones educativas y todas las personas que de manera entusiasta y generosa, participaron el pasado día 20, en Día Diocesano de la Caridad. ¡Ayudando construimos la paz!

1,2,3 de abril Viernes 25 de marzo


MARZO 27 DE 2011

Dios es el principio y el fin, el primero y el último, Él es el que lo llena todo, en todos.


MARZO 27 DE 2011

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