Robert Schuman, la prueba de que se puede ser político y cristiano
Semanario de la Arquidiócesis de San Luis Potosí Año 6
No. 255
Semana del 12 al 18 de enero de 2014
Enfrentemos los retos con alegría y buena disposición para trabajar por el bien de nuestra sociedad Le pido al buen Dios rico en misericordia, nos esforcemos por dar un firme testimonio de ser seguidores de Cristo y de Su Evangelio, si así lo hacemos nuestra sociedad será cada vez más justa, solidaria, fraterna, comprometida con los pobres y afligidos”. “Invito a todos: creyentes o no creyentes, católicos y cristianos a empezar un año tomados de la mano de Dios. Y no olvidemos que somos instrumentos del Señor, Quien nos da la oportunidad de vivir en plenitud cada día de nuestra vida, por eso hemos de ser agradecidos con Él y darle abundantes frutos a través de nuestras obras de amor. Perseveremos en el bien para que nuestras tierras potosinas tengan un semblante de paz, de unidad, de fe, de justicia y amor que proyecten evidentemente el amor de Jesús, y que Su Evangelio sea nuestro punto de apoyo y nuestro centro de vida, que Él se inserte en todas las circunstancias de nuestro existir”.
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Por qué el hombre se hace daño a sí mismo Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
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Cumplamos todo lo que es justo
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
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Es posible dedicarse a la vida pública y ser un buen cristiano, aunque parezca difícil en los tiempos que corren. Prueba de ello es Robert Schuman. Se cumplen 50 años del fallecimiento de este político luxemburgués, uno de los llamados “padres de Europa”. Defendió la reconciliación y la solidaridad tras la II Guerra Mundial. Su ejemplo envía un mensaje claro. “Su figura nos invita a todos los que luchan políticamente por los valores cristianos y también por los valores de Europa en estos momentos difíciles y a todos los que quieren demostrar que se puede ser cristianos en la vida pública”, ha dicho Luca Volontè, presidente honorario del Consejo de Europa. Sufrió en carne propia las dos guerras mundiales. Por eso, Robert Schuman tenía una visión clara de lo que no podía volver a suceder en el viejo continente. Junto a otros tres políticos, el francés Jean Monnet, el alemán Konrad Ade-nauer y el italiano Alcide De Gasperi, creó la Comunidad Económica del Carbón y del Acero. Los países europeos compartirían estas materias primas y, en base a los intereses comunes, no volverían a luchar entre ellos sino a colaborar. Este fue el germen de la Unión Europea. A la vez que buscaba la paz en una región herida por la guerra, nunca descuidó su vida de fe. Fue declarado “siervo de Dios” en 2006 y su proceso de beatificación sigue en marcha. “Están trabajando desde hace más de diez años. Por eso esperamos que el fin del proceso de canonización concluya pronto. Este año podría ser un buen año para el final del proceso. Junto a Schuman también está otro de los grandes exponentes de ese período extraordinario que trajo la paz y el desarrollo a la Europa que conocemos hoy. Es De Gasperi, que también está en proceso de canonización” ha dicho Luca Volontè Política y santidad no son un matrimonio imposible. Schuman y De Gasperi, tan preocupados por ser buenos cristianos como por dejar una huella política de honradez y dignidad más allá del beneficio personal, son la prueba de que no es sólo un buen deseo.
Higueras estériles Por Pacco Magaña
Domingo 05 de enero de 2014
Adaptación Por Pacco Magaña
El anuncio de la alegría del evangelio
E
l Papa Pablo VI expresó el 29 de junio de 1972: “por alguna rendija se ha introducido el humo de Satanás en el Templo de Dios”. Como Vicario de Cristo, Pablo VI estaba viendo acontecimientos que dañaban la fe de la Iglesia. El maligno estaba dentro. En carne propia vivía, por ejemplo, el rechazo dentro y fuera de la Iglesia sobre su postura en cuanto a “la regulación de la natalidad” que había expresado en la encíclica Humanae vitae (la vida humana, 1968), los frutos del Concilio no eran los esperados, en algunos lugares se había ido a tal extremo de rechazar el aspecto mistérico de la vida sacramental, etc. La frase de los “humos del infierno se introducirán en la Iglesia” la había expresado la Santísima Virgen a los pastorcitos Melania y Maximino en la Salette (Francia 1846). Unas de las apariciones de la Virgen aprobadas por la Iglesia. Ante los hechos que atentaban contra “la fe y las costumbres”, el Papa Pablo VI convoca a un Año Santo. Lo inaugura el 1º de enero de 1975. La Evangelización sería el tema a tratar. Proclamar el Evangelio sería el núcleo y el hilo conductor de este año. Al final del mismo, 8 de diciembre, el Papa nos ofrecería la encíclica, de trascendental importancia, Evangelii Nuntiandi (el anuncio del Evangelio). En este documento el Papa recogía las reflexiones de los Padres sinodales de la III Asamblea General del Sínodo de los Obispos (1974), cuya reunión trató sobre la Evangelización. Afirmaba el Papa entre otras muchas cosas: el “dar una respuesta válida a las exigencias del Concilio” (n. 2). El Papa Benedicto XVI convocaba “el Año de la Fe” para iniciarse del 12 de octubre de 2012. El lema como sabemos fue: “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”. También se convocaba a este tiempo recordando los 50 años de la apertura del Concilio. El Papa, al inicio de este año, cargaba sobre sí pecados de la Iglesia que fueron debilitando sus fuerzas. Los “humos de Satanás” brotaban por todas partes. El caso de los sacerdotes pederastas, la falta de transparencia del IOR (Banco del Vaticano) y las filtraciones de documentos reservados del Santo Padre lo desgastó demasiado. Las traiciones venían desde dentro. Los “nuevos judas” aparecían con mucha fuerza y desvergonzadamente. Por eso, en el Año de la Fe, se pedía retomar y vivir nuestro Credo, volver a las primeras comunidades cristianas para aprender de ellas y así poder enfrentar la “crisis de fe” que golpea fuertemente a la Viña del Señor. Uno de los frutos de este Año fue la renuncia del Papa Benedicto XVI. Su valentía y su sinceridad nos sorprendió a todos. Su calidad moral se reflejaba en su “recta conciencia” al tomar esta decisión. Para enfrentar los males dentro de la Iglesia era necesario nuevas fuerzas, nuevas pers-pectivas y claro una manera diferente de ser Pastor. Dentro de esta mano Providencial se nos dio la elección del Papa Francisco. Que en los pocos meses al frente de la Iglesia nos ha contagiado por su humildad, su cercanía con la gente y los cambios que poco a poco se van dando en torno al gobierno de la Iglesia. Dentro del año de la fe nos ha dado dos documentos: la Lumen fidei (luz de la fe) y la Exhortación Apostólica, que mejor sería definirla como Encíclica, Evangelii gaudium (la alegría del Evangelio). En este último documento vemos al Papa más Pastor que teólogo. Ha puesto en todo el escrito, el espíritu y el magisterio de Aparecida. Utiliza el ver, juzgar y actuar, el método de la pastoral latinoamericana. Nos recuerda la primacía de la caridad por encima de la ley, que debe reflejarse en la alegría del anuncio evangélico y del cambio de las estructuras eclesiales que no favorezcan lo absoluto de la misión. Lo mismo que el Papa Pablo VI que entregó la encíclica Evangelli nuntiandi como fruto del Año Santo, también el Papa Francisco nos regaló Evangelii gaudium, en la clausura del Año de la fe. Los dos preocupados por la Santidad de la Iglesia, los dos preocupados porque se salgan de la Iglesia los “humos del infierno”.
El grito de la paz Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, queridos hermanos y hermanas, quisiera hacerme intérprete del grito que sube de todas partes de la tierra, de todo pueblo, del corazón de cada uno, de la única gran familia que es la humanidad, con angustia creciente: ¡es el grito de la paz! El grito que dice con fuerza: ¡queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz, queremos que en nuestra sociedad, destrozada por divisiones y por conflictos, que estalle de paz; nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra! La paz es un don demasiado precioso, que debe ser promovido y tutelado. Vivo con particular sufrimiento y preocupación las tantas situaciones de conflicto que hay en nuestra tierra. Dirijo un fuerte llamamiento por la paz, ¡un llamamiento que nace de lo íntimo de mí mismo! ¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor ha traído y trae el uso de las armas. ¡Pensemos en cuántos niños no podrán ver la luz del futuro! ¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones al que no se puede escapar! Jamás el uso de la violencia lleva a la paz. ¡Guerra llama guerra, violencia llama violencia! Exhorto también a la Comunidad Internacional a hacer todo esfuerzo para promover, sin ulterior demora, iniciativas claras por la paz, basadas en el diálogo y en la negociación. ¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo? Como decía el Papa Juan (XXIII): “a todos nos corresponde la tarea de recomponer las
relaciones de convivencia en la justicia y en el amor”. ¡Que una cadena de empeño por la paz una a todos los hombres y a las mujeres de buena voluntad! Es una invitación fuerte y urgente que dirijo a la entera Iglesia Católica, pero que extiendo a todos los cristianos de las demás Confesiones, a los hombres y mujeres de toda religión y también a aquellos hermanos y hermanas que no creen: la paz es un bien que supera toda barrera, porque es un bien de toda la humanidad. No es la cultura del enfrentamiento, la cultura del conflicto, la que construye la convivencia en los pueblos y entre los pueblos, sino la cultura del encuentro, la cultura del diálogo: éste es el único camino hacia la paz.
Que el grito de la paz se eleve alto para que llegue al corazón de todos y todos dejen las armas y se dejen guiar por el anhelo de paz. Pido a la Virgen María que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, de la reconciliación y del amor. Ella es Madre: que Ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros somos sus hijos. Ayúdanos, María, a superar también cualquier momento difícil y a empeñarnos a cons-truir cada día y en todo ambiente una auténtica cultura del encuentro y de la paz.
Edición Pbro. Antonio Torres Moreno Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes
Luz Elena González Luis Enrique López Vázquez La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.
Concilio Vaticano II
Domingo 05 de enero de 2014
La libertad religiosa ¡F Por P. Juan José Torres Galván
eliz año a todos los lectores de LA RED! Con este artículo iniciamos la lectura comentada de los tres últimos documentos del Concilio Vaticano II: las Declaraciones. Estas Declaraciones manifiestan el pensamiento de la Iglesia acerca de determinados problemas. Abordaremos ahora el tema de la libertad religiosa. La dignidad de la persona humana es un concepto claro en la conciencia de los hombres de nuestro tiempo, puesto que todos deben gozar y usar su criterio propio y su libertad responsable, guiados por la conciencia del deber. Esta libertad se refiere sobre todo a los bienes del espíritu humano. Todos los hombres están llamados a buscar la verdad, para que una vez conocida, la abracen y la practiquen. La libertad religiosa consiste en que todos los hombres, en materia religiosa, actúen de acuerdo a su conciencia, sin presiones de ninguna clase. Igualmente debe ser respetado su derecho de actuar conforme a su conciencia en privado y en público, dentro de los límites que marca el bien común. Este derecho a la libertad religiosa está fundado en la dignidad de la persona humana, y ha de ser reconocido jurídicamente por la sociedad. La norma suprema de la vida humana es la ley divina, eterna, objetiva y universal, por la que Dios gobierna al mundo y a la comunidad humana. En materia religiosa, cada persona humana tiene el deber y el derecho de buscar la verdad, a fin de que lleguen a formarse juicios de conciencia rectos y verdaderos. El ser humano, a través de su conciencia, percibe y reconoce los dictámenes de la ley divina y tiene obligación de seguir a su conciencia para llegar a su fin, que es Dios. Por tanto, no se le puede forzar a obrar en contra de su conciencia, ni impedirle que obre de acuerdo a ella. El ejercicio de la religión consiste en actos internos, voluntarios y libres, por los que el ser humano se ordena a Dios. Así como la libertad religiosa de las personas nace de la dignidad humana, la dimensión social del hombre hace que sea igualmente digna de respeto la libertad de los grupos y comunidades para expresar sus propias convicciones religiosas. Dichas comunidades tienen el derecho de regirse por sus propias normas, honrar a Dios con culto público, ayudar a sus miembros e instruirlos mediante la doctrina y promover instituciones en donde sus miembros colaboren, con el fin de ordenar su propia vida según sus principios religiosos. A los grupos religiosos les compete igualmente el derecho de elegir, formar, nombrar y trasladar a sus propios ministros, comunicarse con otras comunidades religiosas en otras partes del mundo, erigir edificios religiosos y adquirir y usar los bienes convenientes a su actividad. Tienen también derecho a que no se les impida enseñar su fe, de palabra y por escrito, y a profesarla públicamente. Hay que evitar siempre cualquier clase de actos que puedan tener sabor a imposición o a persuasión deshonesta (amenazas, promesas, recompensas), sobre todo cuando se trata de personas necesitadas o poco preparadas. Dichos comportamientos lesionan el derecho de la persona. Las comunidades religiosas tienen también derecho de manifestar sus convicciones religiosas en relación al recto ordenamiento de la sociedad. (Referencia de lectura: Dignitatis humanae, 1-4)
¡No tengan miedo!
Hay mucho bien por hacer I
niciamos el año con la bendición de Jesucristo, Quien nos ayuda a mantener en nuestros corazones la Fe, la Espe-ranza y la Caridad, y aunque son tiempos difíciles, tenemos que luchar por rescatar estas grandes Virtudes Teologales y los grandes valores humanos y cristianos, como el amor, el respeto, la tolerancia, la unidad, la comprensión, que nos pueden ayudar a caminar en el ser portadores de bien, porque a veces nada más queremos que Dios nos bendiga y nos haga bien, cuando también nosotros debemos hacerlo, pues somos sus instrumentos, sus signos y sus medios; hay mucho bien por hacer. Empecemos un año con mucho entusiasmo para trabajar por el bien de nuestra sociedad, siriviendo a los demás desde cualquier ámbito en que nos desarrollemos, véamos este año con mucha esperanza, pues sé que vendrán tiempos mejores, óptimos y prósperos para todos, y enfrentemos los retos con alegría, buena disposición y entereza.
Es importante iniciar el Año con muchas ganas de trabajar por un México mejor para que avance y sea próspero, no renunciemos a nuestros grandes objetivos, ideales, metas y proyectos que tenemos en mente y que queremos se hagan una realidad y no sólo se queden en un sueño, un simple anhelo o buen propósito, es importante trabajar con ahínco, constancia, perseverancia y gran esfuerzo para lograr lo que nos hemos propuesto, sea en el aspecto que sea. Les deseo un Feliz Año Nuevo lleno de abundantes bendiciones y frutos celestiales y pido al buen Dios rico en misericordia, nos esforcemos por dar un firme testimonio de ser seguidores de Cristo y de Su Evangelio, si así lo hacemos, nuestra sociedad será cada vez más justa, solidaria, fraterna, comprometida con los pobres y afligidos. Invito a todos: creyentes o no creyentes, católicos y cristianos a empezar un año tomados de la mano de Dios. Y no olvidemos que somos instrumentos del Señor, Quien nos dá la oportunidad de vivir en plenitud cada día de nuestra vida, hemos de
ser agradecidos con Él y darle abundantes frutos a través de nuestras obras de amor. Perseveremos en el bien para que nuestras tierras potosinas tengan un semblante de paz, de unidad, de fe, de justicia y amor que proyecten evidentemente el amor de Jesús y que Su Evangelio sea nuestro punto de apoyo y nuestro centro de vida, que Él se inserte en todas las circunstancias de nuestro existir. Les pido a todos mis hermanos Sacerdotes, a la Vida Consagrada, tanto religiosos como religiosas, y a nuestros seminaristas: lanzarse al bien y promover las vocaciones con su propia vida y testimonio en su estado de vida, que ya de por sí es una gran bendición y un gran compromiso. Las vocaciones son una de las grandes preocupaciones de mi vida. Las pocas vocaciones que tenemos en el Seminario es un problema que tenemos que afrontar todos como Iglesia Potosina. Les invito a todos ustedes que nos comprometamos en la promoción vocacional y en la tarea evangelizadora, ustedes saben que no alcanzamos a cubrir todas las necesidades espirituales y pastorales con los 237 sacerdotes que tiene la Arquidiócesis, y a veces no es cuestión de números, sino de testimonio, por lo que les pido a los que ya tienen el Sacramento del Sacerdocio, sean decididos, generosos en la entrega, valientes, diligentes, que ofrezcan su vida entera por Dios y la Iglesia. Queridos hermanos, no dejen de hacer oración por este hermano, servidor y Obispo, no dejen de hacer oración por nuestros sacerdotes, roguemos a Dios por que el buen testimonio sea una prioridad en sus vidas y que sea un gran instrumento para relanzar la Evangelización y la Misión permanente para que Cristo sea conocido, amado y seguido.
+Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
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Nuestra historia
Por qué el hombre se hace daño a sí mismo
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Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
a vida del hombre encierra muchos misterios, hay infinidad de cosas a las que no encontramos explicación. Y una de esas raras cuestiones, es el daño cometido contra uno mismo. El hombre es el único animal que vive para destruirse. Porque lo natural, es activar el instinto de conservación, pero hay ocasiones, en que lejos de buscar la protección acabamos dañándonos.
San Antonio Abad y el cuidado por los animales (+Tebaida 17 de enero de 356)
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Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortiz
ue San Atanasio (c.360) quien escribió los primeros datos biográficos de San Antonio del cual nos da el lugar preciso de su nacimiento el cual en Comas, cerca de Heraclea, en el Alto Egipto. Al escuchar Antonio la máxima evangélica: “Vende cuanto tienes, repártelo a los pobres y sígueme” (Lc. 18,22) y de él se afirma que alrededor de los veinte años de edad vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir en una comunidad local haciendo vida ascética, durmiendo en un sepulcro vacío. Luego pasó muchos años ayudando a otros ermitaños a encaminar su vida espiritual en el desierto. Más tarde se fue internando mucho más en él, para vivir en absoluta soledad. Es el patrón de los animales ya que le agradaban mucho y siempre los cuidaba. Los grandes pintores como como Breughel, Teniers, Tintoreto y Veronese representaron al santo junto a un puerco recordando la leyenda según la cual se decía que se le había unido a su nueva vida pero según el cual hacía ruido cuando oraba, que le mostraba mujeres deseables, que se empeñaba en descorazonarlo y empujándolo a volver a su antigua vida, quizá una imagen de las tentaciones que constantemente pudieron llegar a la vida del santo. De acuerdo con los relatos de San Atanasio y de San Jerónimo, popularizados en el libro de vidas de santos La leyenda dorada que compiló el dominico genovés Santiago de la Vorágine en el siglo XIII, San Antonio fue reiteradamente tentado por el demonio en el desierto. La tentación de san Antonio se volvió un tema favorito de la iconografía cristiana. Después de un periodo, su fama de hombre santo y austero atrajo a numerosos discípulos, a los que organizó en un grupo de ermitaños junto a Pispir y otro en Arsínoe. Por ello, se le considera el fundador de la tradición monacal cristiana. Sin embargo, y pese al atractivo que su carisma ejercía, nunca optó por la vida en comunidad y se retiró al monte Colzim, cerca del Mar Rojo como ermitaño. Abandonó su retiro en 311 para visitar Alejandría y predicar contra el arrianismo. Se cuenta en otra leyenda que también que en una ocasión se le acercó una jabalina con sus jabatos (que estaban ciegos), en actitud de súplica. Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que se acercara. Pero con el tiempo y por la idea de que el cerdo era un animal impuro se hizo costumbre de representarlo dominando la impureza y por esto le colocaba un cerdo domado a los pies, porque era vencedor de la impureza. Además, en la Edad Media para mantener los hospitales soltaban a los animales y para que la gente no se los apropiara los pusieron bajo el patrocinio del famoso San Antonio, por lo que corría su fama. En la teología, colocar los animales junto a la figura de un cristiano era decir que esa persona había entrado en la vida bienaventurada, esto es, en el Cielo, puesto que dominaba la creación. De San Antonio se afirma en todas las biografías que lo han abordado que vivió una larga vida, que fueron 105 años los que Dios le concedió vivir. Murió el santo en el 356 en el Monte Colzim cerca del mar rojo, así mismo se dice que dio orden de que sus restos reposaran a su muerte en una tumba anónima. Sin embargo, alrededor de 561 sus reliquias fueron llevadas a Alejandría, donde fueron veneradas hasta alrededor del siglo XII, cuando fueron trasladadas a Constantinopla. La Orden de los Caballeros del Hospital de San Antonio, conocidos como Hospitalarios, fundada por esas fechas, se puso bajo su advocación. La iconografía lo refleja, representando con frecuencia a Antonio con el hábito negro de los Hospitalarios y la tau o la cruz egipcia que vino a ser el emblema como era conocido. Tras la caída de Constantinopla, las reliquias de Antonio fueron llevadas a la provincia francesa del Delfinado, a una abadía que años después se hizo célebre bajo el nombre de Saint-Antoine-en-Viennois. La devoción por este santo llegó también a tierras valencianas, difundida por el obispo de Tortosa a principios del siglo XIV. A lo largo de los siglos se ha popularizado mucho la imagen del santo como patrono de los animales y con ello se busca recordarnos que todos los seres de la creación podemos vivir en armonía respetando cuanto existe y evitando toda crueldad irracional que nos deshumaniza y no construye.
No podemos olvidar que cada persona es única, y por eso inex-plicable. Es imposible, tratar de entender al otro con mis perso-nales criterios. El hombre esta envuelto en el misterio, porque cada quien tiene sus propias razones; y a eso, hay que añadir las razones del corazón, esas que la razón lógica no logra entender. Pascal decía que el corazón tiene sus razones. Y con eso, podemos concluir que cada quien tiene una razón para actuar de cierto modo; aunque hay momentos en que ni uno mismo entiende sus razones. La humillación del científico, es toparse con las cosas que no tienen explicación; el médico analiza el daño que provocó la bala, pero jamás descubrirá lo que hay en el corazón del que se atrevió a dispararla. Aún así, hay quienes niegan la existencia de lo absurdo, pero la vida se presenta llena de irracionalidad por todas partes, esto ya lo afirmaba Ortega y Gasset. Sabemos que lo natural es la conservación, y es absurdo que el hombre se autodestruya; nunca hemos visto a un perro golpearse contra la pared, pero hemos mirado a muchos hombres golpearse contra el muro. Ningún animal se suicida, sólo el hombre es capaz de acabar con su vida.
La autodestrucción humana es algo tan evidente, que es imposible que alguien se atreva a negarlo.
Estos sucesos, nos hacen pensar que en el hombre hay algo más que la pura naturaleza física; si el hombre fuera pura naturaleza, no existiría la maldad. Partiendo de lo negativo, podemos afirmar que existe el mal y que es del orden sobrenatural, es decir, que esta por encima de la naturaleza. Pero si existe el mal, también está lo divino -lo bueno-, y también es algo sobrenatural. Existen misterios que se esconden en el hombre -o quizá fuera de él-, y que no tienen una explicación científica. Pero para no sentirnos desamparados ni perdidos en el mar de lo incomprensible, es indispensable la fe, ésta es fundamental para poder vivir. Hay que confiar en el dueño de la vida, en aquel que reconstruye lo que el hombre destruye. Si existe el bien, entonces confiemos en él.
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Construyendo un hogar 1 parte
Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com.
“Monseñor”, especie en peligro de extinción
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Por P. Kino
uiero en este espacio simplemente transcribir textualmente la noticia por la cual el Papa Francisco simplifica y restringe el título de monseñor. Esta información la dio a conocer vatican insider, con fecha del 4 de enero del 2014. Cfr. (http://vaticaninsider.lastampa.it/vaticano/dettaglio-articolo/ articolo/francesco-francis-francisco-31036/). Con un nuevo movimiento para reformar el clero y eliminar el carrerismo en la Iglesia católica, el Papa Francisco ha abolido la concesión del título honorífico de “Monseñor” para los sacerdotes seculares con una edad inferior a los 65 años. De ahora en más, el único título hono-rífico pontificio que será concedido a los sacerdotes seculares será el de Capellán de Su Santidad, título que será eventualmente concedido sólo a sacerdotes con más de 65 años de edad. La Secretaría de Estado ha comunicado esta noticia a los Nuncios Apostólicos en todo el mundo y les ha pedido que informen a todos los obispos de los respectivos países. El Nuncio Apostólico en Gran Bretaña, el arzobispo Antonio Mennini, ha escrito, por ejemplo, a todos los obispos de Gran Bretaña informándoles de la de-
cisión del Papa. Decisión que, por lo tanto, no sería retroactiva: aquellos que tienen el título de Monseñor no lo perderán. Al tomar su decisión, el Papa se ha inspirado en las reformas introducidas por Pablo VI en 1968, tras el Concilio Vaticano II. Hasta enton-ces había 14 “grados” de Monseñor. Con Pablo VI han sido reducidos a tres: Protonotario Apostólico, Prelado de Honor de Su Santidad, y Capellán de Su Santidad. Tres reconocimientos que son concedidos por el Papa, por pedido de los obispos locales, a sacerdotes que han desarrollado un servicio particularmente precioso para la Iglesia. Muchos obispos, sin embargo, han tenido la tendencia a utilizar este título como un modo de premiar a los sacerdotes fieles a su persona. Con la decisión de Francisco, las cosas cambian. (Hasta aquí lo publicado en el periódico). No faltará aquel sacerdote que añoraba vestirse de monseñor, y que por obvia razón no le guste la decisión del Papa Francisco, y tal vez hasta diga con molestia: “como él ya fue”. Lo que ahora ahoga la duda de un servidor, ¿cómo van a premiar a los sacerdotes que han hecho algo por la iglesia? Ah, ya se, el premio lo dará Dios con la felicidad eterna.
Queridos lectores: Le pedí al director de este medio, que mi sección se llame Derecho Canónico y la familia; porque mis temas abarcan problemas o situaciones familiares, como la que voy a presentar a continuación. Desde hace diez años que inicié como capellán de un asilo de ancianos, me surgió la inquietud de formar por mi propia cuenta un hogar para los adultos mayores. Quiero algo diferente, que se sientan en casa, que reciban cariño, que se consideren personas útiles con todos sus derechos y prerrogativas. Me he encontrado con cinco realidades: por un lado, hay hijos que por sus trabajos o circunstancias de la vida, no pueden cuidar de sus padres, cuando éstos ya son de edad avanzada y enfermos y tienen aunque no quieran, buscar una casa hogar para ellos. El problema de esta situación, es que a veces los hijos lo desean pero los padres no, porque su casa es un baúl lleno de recuerdos, es su espacio, su vida y su mundo. Por otro lado, hay abuelos que tienen todo en su casa, son bien atendidos por su hijos, pero quieren irse a una casa hogar porque no quieren dar molestias. También, hay personas, que no merecen llamarse hijos de familia, que con engaños hacen que sus padres vayan a una casa hogar, les dicen que luego regresan por ellos y jamás se sabe de su paradero. Una viejecita me contaba que su hijo le dijo: “Mamá ahorita vengo, voy a la Cruz Roja, al rato vuelvo por ti”, él jamás regresó y ella murió esperándolo. Además, hay adultos mayores que viven en total soledad, que no tienen quien los vea, ya sea porque toda su parentela ha muerto, o quizá vivan en otra ciudad y no se pueden desplazar, o simplemente no quieren hacerlo, sabiendo que su familiar cercano o lejano vive en total abandono. Y por último, hay padres de familia que en vida les dan la herencia a sus hijos, y muy concretamente su casa la ponen a nombre del hijo que más ha visto por ellos; el diablo mete su “cuchara” y ese hijo empieza a maquinar y logra que sus padres se vayan de la que ahora es su casa, y los pobres ancianos, andan buscando un hogar porque fueron despojados del suyo. Por eso, para poder cubrir las necesidades de cada una de las personas de avanzada edad, he formando con un grupo de amigos una Asociación Civil denominada “Grupo Fraternidad Héctor Colunga Rodríguez”. Aclaro que el nombre fue propuesto y aprobado por la Secretaría de Relaciones Exteriores. En la próxima semana les explico los proyectos que tenemos y los invitamos a que se unan a esta noble labor.
Hagámonos de palabras
El Espíritu Santo y la Iglesia Por: José Antonio Martínez Ortiz
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n el Credo, después de haber profesado la fe en el Espíritu Santo, decimos: “Creo en la Iglesia una, santa, católica y apostólica”. Hay una conexión profunda entre estas dos realidades de la fe: es el Espíritu Santo, de hecho, quién da vida a la Iglesia y guía sus pasos. Sin la presencia y la acción incesante del Espíritu Santo, la Iglesia no podría vivir y no podría cumplir con la tarea que Jesús resucitado le ha confiado de ir y hacer discípulos a todas las naciones (cf. Mt 28,18). Evangelizar es la misión de la Iglesia, no sólo de algunos, sino la mía, la tuya, nuestra misión. El apóstol Pablo exclamaba: “¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!” (1 Cor 9,16). Cada uno de nosotros debe ser evangelizador, sobre todo con la vida! Pablo VI subrayaba que “... evangelizar es la gracia y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar” ( Evangelii nuntiandi, 14). Este es un primer efecto importante de la acción del Espíritu Santo que guía y anima el anuncio del Evangelio: la unidad, la comunión. En Babel, según la Biblia, había comenzado la dispersión de los pueblos y la confusión de las lenguas, como resultado del acto de soberbia y de orgullo del hombre que quería construir con sus propias fuerzas, sin Dios, “una ciudad y una torre cuya cúspide llegara hasta el cielo “(Génesis 11,4). En Pentecostés, estas divisiones se superan. Ya no hay orgullo con Dios, ni cerrazón entre unos y otros, sino apertura hacia Dios: el salir para anunciar su Palabra: una nueva lengua, la del amor que el Espíritu Santo derrama en los corazones (cf. Ro 5,5), una lengua que todos pueden entender y que, una vez acogida, puede expresarse en cualquier vida y en todas las culturas. La lengua del Espíritu, la lengua del Evangelio es la lengua de la comunión, que invita a superar la cerrazón y la indiferencia, divisiones y conflictos. Todos debemos preguntarnos ¿cómo me dejo guiar por el Espíritu Santo, para que mi testimonio de fe sea de unidad y de comunión? ¿Llevo la palabra de reconciliación y de amor, que es el Evangelio, en los lugares donde yo vivo? A veces parece que se repite hoy lo que sucedió en Babel: divisiones, incapacidad para entenderse entre sí, rivalidad, envidia, egoísmo. ¿Yo que hago con mi vida? Creo unidad a mí alrededor, o divido con las críticas, la envidia. ¿Qué hago? Pensemos en ello. Llevar el Evangelio es proclamar y vivir, nosotros en primer lugar, la reconciliación, el perdón, la paz, la unidad, el amor que el Espíritu Santo nos da. Recordemos las palabras de Jesús: “En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros “ (Jn 13,34-35).
Hay elenco, pero no habrá escena
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“La escena muda y sombría de la novia de Corinto se renueva literalmente entre el siglo XIII y el XV”. Jules Michelet
s muy común ―no por ello normal― que existan palabras que se asocian de forma casi natural con algún aspecto de la vida social, es decir, la escuchar: giga, mega byte, puntero, mouse, pensamos en computadoras; si oímos: marchanta, ¡bara bara!, ¡paséle güera!; nos remitimos al mercado con o sin ruedas; también al atender a palabras como: tercer acto, personajes, anfitrión, protagonista, telón, elenco, nos trasladamos al teatro. Aunque varias de estas palabras fueron un préstamo o barbarismo, no es muy fácil desligarlas de su hábitat (utilizo hábitat con premeditación a lo que he escrito). Ya me imagino, capturar algunas palabras por peligro de extinción, ponerlas en cautiverio, o destinarlas a un fuero distinto para que sean utilizadas con mayor frecuencia, debido a que otras han tenido más notoriedad. Es el caso de elenco, que fue desplazada con la punta del dedo índice, puesto que, como sabemos los nombres de los dedos, son los siguientes, ―gracias al valioso aporte de Topollillo―, “el meñique, se llama Enrique, el anular Julián, el mayor, Melchor, el índice, se llama índice y el pulgar, Omar”. Esto tiene bastante que ver con la suma de las seis letras de elenco. Muchos cielos atrás, en la mayoría de los casos en que algo era señalado, cuando el hombre comenzó a nombrar, utilizó su dedo como una suerte de definición ostensiva, en latín index, que significaba lista. Así aún era su uso en tiempos de la Santa Inquisición, en donde se nombró un Índices de Libros Prohibidos, teatro, oraciones ―de los también indiciados―, tratados de alquimia, grimorios, y más según Herradón Ameal, estaban enlistados. O sea, estos títulos fueron el elenco del oprobioso Index Librorum Prohibitorum, y la palabra ελεγκος; elegkos˃ elenkos˃ elencos˃ elenco, significaba: índice. Obviamente, la mencionada palabra fue incorporándose en el lenguaje del dramaturgo ya que éste, señala al elegir sus personajes para que puedan mostrar su obra, de tal modo el elenco es la lista de los histriones. Hoy somos el elenco del mundo, mañana habrá otra cartelera.
La fiesta de hoy San Antonio Abad Etim. Antonio: Floreciente
Fiesta 17 de enero
San Antonio es un modelo de espiritualidad ascética. Nace en Egipto hacia el año 250, hijo de acaudalados campesinos. Durante una celebración Eucarística escuchó las Palabras de Jesús: “Si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres”. Al morir sus padres, San Antonio entregó su hermana al cuidado de las vírgenes consagradas , distribuyó sus bienes entre los pobres y se retiró al desierto, donde comenzó a llevar una vida de penitencia. Hizo vida eremítica en el desierto, junto a un cierto experto llamado Pablo. Después vivió junto a un cementerio, siendo testigo de la vida de Jesús que vence el temor a la muerte.
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San Antonio Aba
Organizó comunidades de oración y trabajo. Pero prefirió retirarse de nuevo al desierto. Allí logró conciliar la vida solitaria con la dirección de un monasterio. Viajó a Alejandría para apoyar la fe católica ante la herejía arriana. Tuvo muchos discípulos; trabajó en favor de la Iglesia, confortando a los confesores de la fe durante la persecución de Diocleciano, y apoyando a san Atanasio en sus luchas contra los arrianos. Una colección de anécdotas, conocida como “apotegmas” demuestra su espiritualidad evangélica clara e incisiva. Murió hacia el año 356, en el monte Colzim, próximo al mar Rojo. Se dice que de avanzada edad pero no se conoce su fecha de nacimiento. Patrón de tejedores de cestos, fabricantes de pinceles, cementerios, carniceros, animales domésticos.
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El abrazo
Por Luis Marino Moreno
David grossman Sexto piso 2013 40 páginas
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na madre y un niño pasean por el campo al atardecer. «No hay otro como tú en el mundo entero», dice la madre. «Pero ¿por qué no hay otro como yo en el mundo entero?», pregunta el niño. David Grossman nos cuenta en El abrazo la historia de Ben, un niño que empieza a descubrir la singularidad del individuo y, por primera vez, siente un profundo temor a la soledad que implica que no haya dos seres humanos iguales y que seamos únicos. La madre intenta explicarle a Ben que, aunque estemos solos, podemos sentirnos acompañados por los demás. Afortunadamente, las personas tienen un recurso infalible contra ese sentimiento de soledad: el abrazo. Este texto poético para lectores de todas las edades es también una explicación de por qué se inventaron los abrazos, ese gesto en el que se encuentran la soledad del individuo y la necesidad de afecto y compañía. Delicadamente ilustrado con dibujos de la artista Michal Rovner, esta historia conmovedora nos adentra hasta lo más íntimo del carácter complejo de las relaciones humanas. DAVID GROSSMAN Nació en Jerusalén el 25 de enero de 1954. Estudió filosofía y teatro en la Universidad Hebrea. Trabajó como corresponsal y actor en la radio Kol Israel, donde fue uno de los presentadores del programa infantil Gato en el sacao (1970-1984). Su libro infantil Duelo fue transmitido como un programa en esa emisora. Comenzó escribiendo literatura para niños y jóvenes y su primera novela para adultos fue La sonrisa del cordero, publicada en 1983. Grossman es considerado uno de los más importantes escritores de la literatura contemporánea israelí y sus obras, traducidas a muchos idiomas, han sido distinguidas con numerosos premios.
Para leer bien, y escribir mejor
Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- Tras presidir el rezo del Ángelus, el Papa Francisco anunció que del 24 al 26 de mayo de este año realizará una pere-grinación a Tierra Santa. El Santo Padre señaló que “en el ambiente de alegría, deseo anunciar que del 24 al 26 de mayo, si Dios quiere , haré una peregrinación a Tierra Santa”. “El propósito principal es para conmemorar el histórico encuentro entre el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras, que sucedió un 5 de enero, como hoy, hace 50 años”. CIUDAD DEL VATICANO.- Pidamos la alegría de evangelizar y que los corazones se abran para recibir el anuncio cristiano. «Me gustaría decir a aquellos que se sienten lejos de Dios y de la Iglesia, a los que son temerosos o a los indiferentes: ¡El Señor también te llama a ser parte de su pueblo y lo hace con gran respeto y amor!» (EG 113). «¡Que María nos ayude a ser discípulos y misioneros, pequeñas estrellas que reflejan su luz!» dijo el Papa Francisco, en la solemnidad de la Epifanía ROMA.- En la conversación entre Papa Francisco y la Unión de Superiores Generales, los tantos temas tratados fueron: el ser profetas en nuestro mundo, la fraternidad, la denuncia de la “trata de novicias” y de actitudes de hipocresía y fundamentalismo, el elogio de las grandes decisiones de Benedicto XVI al afrontar los casos de abuso, la importancia de los carismas, los desafíos más urgentes, la relación entre los religiosos y los obispos, la necesidad de la ternura, de saber “acariciar los conflictos”, es de un impacto capaz de despertar nuestro mundo entorpecido. Fue largo diálogo sobre los desafíos que la vida religiosa y toda la Iglesia deben afrontar. ROMA.- El pasado miércoles 8 de enero comenzó una etapa decisiva para los Legionarios de Cristo. Después de tres años de revisión de su carisma, han aprobado sus nuevas constituciones y elegido un nuevo gobierno para pasar definitivamente página a la época de Marcial Maciel. El Capítulo fue convocado en octubre por el delegado papal Velasio de Paolis, que supervisa la Legión desde julio de 2010, tras conocerse la escandalosa doble vida de Maciel. NUEVA ZELANDA.- Al empezar este siglo, en 2001 las personas que se declaraban católicas en el Censo de Nueva Zelanda eran el 14% (485.000), frente a las que se declaraban anglicanas, que eran un 16,7% (585.000). Doce años después, el censo de 2013 muestra el bajón del sentimiento de pertenencia anglicano, que cuenta ya sólo con un 10,6% de adherentes (460.000), mientras que el catolicismo le supera por primera vez en la historia del país, con un 11% (492.000). Es la primera vez en la historia neo-zelandesa que el catolicismo es la religión con más adherentes.
Iglesia de México MÉXICO.- Durante el mes de diciembre se celebró el “Día Internacional del Migrante”. El Episcopado Mexicano confió en que habrá avances en la comprensión, respeto, promoción y defensa de la vida y derechos, de los que migran y que tanto las autoridades como los ciudadanos contribuirán a crear esas condiciones de vida para que nadie se vea obligado a dejar su país.
Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- Por segunda ocasión el presbiterio llevará a cabo su peregrinación hacia el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Todos los sacerdotes realizarán el tradicional recorrido por la Calzada de Guadalupe desde el distintivo signo de la Caja del Agua hasta el Templo Guadalupano rezando el Santo Rosario para concluir con la celebración de la Eucaristía presidida por el Sr. Arz. Don Jesús Carlos Cabrero. La cita es este martes 14 de enero.
Cumplamos todo lo que es justo Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
13 Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él. 14 Juan se resistía, diciéndole: «Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!». 15 Pero Jesús le respondió: «Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo». Y Juan se lo permitió. 16 Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él. 17 Y se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección»” (Mt 3,13-17).
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a presencia de Jesús en el área del ministerio de Juan el Bautista no es casual. El Evangelio señala una peregrinación deliberada de Jesús desde Galilea hasta el Jordán, donde Juan bautizaba.
Este es el primer “movimiento” que san Mateo le conoce al Jesús adulto. En san Mateo parece una búsqueda lo que Jesús realiza. De hecho dice que “se presenta” ante Juan. Esto subraya “todo lo que hace” Jesús para ser bautizado. Destacando naturalmente su humildad, pues previamente, en los dos capítulos anteriores, ya se había señalado que era hijo de Dios. San Marcos y san Lucas serán mucho más austeros en esta escena. Es san Mateo quien le da mayor colorido a lo acontecido. En su peregrinación y búsqueda del Bautista, Jesús lleva a la práctica la justicia de Dios, es decir, su voluntad, su plan y proyecto de salvación. Mientras que al acudir a bautizarse todos lo hacían en señal de arrepentimiento y buscando el perdón de sus pecados, Jesús se bautiza para cumplir “toda justicia”. Es especial el diálogo entre Jesús y el Bautista, no encontrado en los otros evangelistas. Dicho diálogo forma parte de la importancia que san Mateo le da al relato, proporcionándole mayor fuerza para cautivar. La breve conversación aborda una duda que debió haber inquietado a los cristianos de la antigüedad, tanto como a nosotros, cristianos modernos: ¿por qué se tuvo que bautizar Jesús? ¿Por qué se somete a Juan sí Él era más fuerte que Juan? La respuesta de Jesús es sintética y precisa: “es necesario que cumplamos toda justicia”. Pareciera su respuesta un programa de vida para la comunidad. Nos puede ilustrar un texto que aparece más adelante, justo cuando al introducir su primera enseñanza, su sermón en el monte, Jesús les dice a sus discípulos que para entrar al Reino de los Cielos deberán superar la justicia de los escribas y fariseos; y comienza a desentrañar la auténtica voluntad de Dios en seis preceptos tradicionales, que habían perdido fuerza por capricho humano. Así, cumplir toda justicia, es dar prioridad al pensamiento de Dios antes que a las costumbres humanas. Es cumplir su misterio de abajamiento, yendo por el camino del servicio y la humildad, en el cual se manifiesta su grandeza. Pues es justo cuando Jesús “hace fila” con los pecadores que iban a bautizarse, cuando Dios lo presenta como su hijo amado en quien se goza.
Señor Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero, celebro Misa en Fiesta Patronal en San Juan de Guadalupe, y Mons. Luis Morales Reyes, impartió el Sacramento de la Confirmación “Reciban al Espíritu Santo, al Consolador de sus vidas” Por LCC Angélica Maldonado Morales
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l pasado 27 de diciembre, el Señor Arz., celebró la sagrada Eucaristía en la pararroquia de San Juan de Guadalupe, con motivo de la fiesta patronal. Ese mismo día se impartió por el Arzobispo Emérito de San Luis Potosí, Monseñor Luis Morales Reyes el Sacramento de la Confirmación a más de 70 niños y niñas. La feligresía de la Parroquia de San Juan de Guadalupe, encabezada por su Párroco actual, el Pbro. Lic. Darío Martín Torres Sánchez, recibió con evidente júbilo espititual y desbordante contento al Arz. Carlos Cabrero y a Mons. Luis Morales Reyes, a quienes saludaron con profundo cariño, admiración y respeto. En las confirmaciones el Mons. Luis Morales logró despertar la atención de los niños y niñas, quienes fueron presentados ante el Señor Arzobispo, por el Párroco, Pbro. Darío Martín Torres Sánchez. Mons. Luis Morales Reyes, les habló a los infantes sobre la importancia de recibir el Sacramento de la Confirmación, les habló del Espíritu Santo que iban a recibir ese día al ser Confirmados en la Fe y les
preguntó a los infantes Quién es “El Consolador”. Les explicó que Jesús, antes de irse de este mundo quiso dejarnos algunos medios que nos ayudaran a salvarnos. Estos medios se llaman Sacramentos, los cuales nos ayudan a estar en Gracia de Dios. El Arzobispo Emérito, los exhortó a vivir una niñez llena de Dios, siendo buenos en la casa donde viven, obedeciendo a sus Papás, a sus maestros y siendo buenos con sus compañeritos de la escuela, ya que a Jesús no le gusta que se estén peleando o se estén envidiando. Él quiere que sean niños buenos. Cabe señalar que a todos repartió hermosas meda-llitas de la Virgen Milagrosa, primero, les regaló una a los niños Confirmados, después a sus padrinos y madrinas, para terminar dándoles una a todos y cada uno de los fieles que asistieron a esta Santa Misa, quienes gustosos la recibieron, le agradecie-ron con una sonrisa. Al final de la Eucaristía, el Párroco, les impuso en el cuello a los Confirmados, una Cruz, símbolo de que ya son Apóstoles y militantes de Cristo.
Se bendijo e inauguró la Casa-Hogar San Patricio Gracias a la labor del Gpo. Fraternidad “Héctor Colunga Rdz”. A.C
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ías pasados, se inauguró y se bendijo la Casa-Hogar “San Patricio”, también llamada Asilo “Domus Caritatus”. Fue el Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez, quien impartió la bendición de las instalaciones, no sin antes, celebrar la Eucaristía con un gran número de ancianitos que se dieron cita, y que están en otros asilos que él mismo fundó, a través del Grupo Fraternidad “Héctor Colunga Rodríguez”, A.C. Este Asilo, también llamado Casa de la Caridad o Casa-Hogar San Patricio, está ubicado en la calle Carlos Diez Gutiérrez # 1395. Barrio de San Miguelito, con teléfono: 815-46-74. Se compró a través de la Pastoral Social “Cáritas” y con el apoyo de la Fraternidad que lleva el nombre del Padre Héctor Colunga, gran iniciador, forjador, fundador y consolidador de este gran proyecto altruista.
Indicó el Padre Héctor Colunga, que en este asilo hay espacio para 20 ancianitos, y que admiten a hombres y mujeres, sanos o enfermos, a diferencia que en muchos asilos no se les admite enfermos. Por el momento ya hay 20 camas colocadas en este espacio, pero le caben hasta 30. Se cuenta con el apoyo de un doctor y 2 enfermeras. Sostuvo que no se cobra a los ancianitos que son de escasos recursos, sin embargo, quienes cuentan con alguna pensión cooperan con alguna cantidad simbólica para su propio mantenimiento. Para cualquier apoyo, ya sea en especie, económico, o por apostolado, favor de dirigirse con el Pbro. Héctor Colunga Rodríguez al teléfono 812-45-55, en el Arzobispado o bien acudir a Madero No. 300, de 10 AM a 2 PM.
Fiel Portavoz de la Iglesia Potosina por más de 27 años 50 Aniversario Sacerdotal del P. Darío Pedroza Mtz.
Por LCC Angélica Maldonado Morales
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racias por ser peregrino de paz, de amor y de fideliad a Tu Sacerdocio, sirviendo a la Iglesia Potosina y a los fieles, convirtiéndote en un modelo de evangelizador incansable y de gran misio-nero de Cristo con espíritu alegre y diligente. Con estas palabras el Obispo de la Arquidiócesis de México, Mons. Andrés Vargas Peña, le felicitó al Pbro. Darío Pedroza Martínez, quien celebró con desbordante alegría y evidente contento reflejado en su rostro, sus Bodas de Oro Sacerdotales, en la Parroquia de la Sagrada Familia, donde estuvo gratamente acompañado de los Arzobispos Eméritos de San Luis Potosí, Mons. Luis Morales Reyes y Mons. Arturo Antonio Szymanski Ramírez; Mons. Lucas Martínez Lara, de la Diócesis de Matehuala y desde luego, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, quien presidió la Misa de Acción de Gracias, para luego delegarle al Padre Darío, la presentación de los dones y la consagración de los mismos, quien se vio feliz de arribar a sus 50 años de entrega plena a Dios y a Su Iglesia. En esta concelebración Eucarística no podía faltar la presencia de Mons. Andrés Vargas Peña, quien tuvo a su cargo la homilía en la que le agradeció al Padre Darío, su incansable esfuerzo por entregarse en plenitud a Cristo a través de su Sacerdocio, predicando cada día la Palabra de Dios, haciéndola “llama viva”, “fuerza de vida” para todo el que lo escuchara. Le agradeció el que predicara el Evangelio, y que lo hiciera vida en los diversos cargos eclesiásticos que ha tenido durante 50 años de su caminar Sacerdotal, en los que deja una huella imborrable de fiel seguidor de Jesucristo.
El Padre Darío Pedroza quien nació el 03 de Noviembre de 1938 y fue Ordenado Sacerdote el 30 de Diciembre del 1963, renovó sus votos Sacerdotales, ante el Altar de Dios y ante la Asamblea que lo acompañó gustosa de verle lleno de alegría espiritual y entereza en esta fecha tan especial e inolvidable de su vida, a pesar de su penosa enfermedad, que enfrenta con fortaleza y sin quejarse, sino siempre, con una llana sonrisa de amigo. Mons. Andrés Vargas Peña, le dijo: “Gracias Padre Darío, porque compartiste con todos nosotros los proyectos pastorales de la Diócesis haciendo un excelente papel protagónico, ayudándonos a discernir los signos de los tiempos”. “Eres peregrino de caminos, a pesar de los obstáculos que se te han presentado, corriste muchos riesgos e incomprensión, pero eso a tí no te importó y seguiste anunciando el Evangelio y denunciando el mal”.
El Pbro. Darío Pedroza Martínez, festejó con una solemne concelebración Eucarística sus Bodas de Oro Sacerdotales.
“Nunca quisiste el protagonismo, sin embargo fuiste protagonista de muchos episodios de nuestra Iglesia Potosina, como lo fue Abraham y Moisés, que dejaron todo por Cristo y no titubearon para seguirlo”. “Gracias por ser un camino de fe y de amor bien definido para la Iglesia Católica; gracias por entregarte sin medida a Cristo a través del Sacramento del Presbiterado, desde que te Ordenaste Sacerdote de manos de Mons. Don Luis Cabrera Cruz”. “Ahora con un corazón alegre le dices al Señor: “Mi suerte está está en Tus manos”, y así le has dicho siempre, porque eres peregrino de la fe, del amor, de la paz, de la unidad entre los fieles, pues nunca te gustaron las rivalidades y siempre estuviste del lado del justo”. Gracias por ser un profeta de nuestro tiempo ante los medios de comunicación y ante los presos, a quienes les llevaste el gran regalo del Evangelio y quienes sin duda están muy agradecidos contigo”. Cabe señalar que la Parroquia de la Sagrada Familia, lució a su máxima capacidad, en esta Misa de Acción de Gracias, que se torna una gran fiesta para la Iglesia Potosina.
Mons. Carlos Cabrero Romero, Mons. Luis Morales Reyes, Mons. Arturo A. Szymanski Ramírez, Mons. Lucas Martínez Lara y Mons. Andrés Vargas Peña, presentes con el P. Darío Pedroza, felicitándole con evidente alegría y gratitud por todo lo que ha hecho en pro de nuestra Iglesia Potosina.
Domingo 05 de enero de 2014
Se celebró la Solemnidad de la Virgen María como Madre de Dios La Festividad Mariana más importante de la Iglesia Católica Por LCC Angélica Maldonado Morales
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l pasado 01 de Enero del 2014, se celebró la solemnidad de la Santísima Virgen María como Madre de Dios, la Festividad Mariana más importante y transcendente de la Iglesia Católica Universal. Nuestro Pastor, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, presidió la concelebración Eucarística, en la S.I. Catedral Metropolitana Potosina, la cual lució a su máxima capacidad, para celebrar con evidente devoción a la Santísima Virgen María como Madre de Dios y por ende Madre Nuestra, pues al ser Madre de Jesucristo, pasa a ser nuestra Madre. La mujer siempre pura, inmaculada, sin mancha, siempre humilde, sencilla, diligente y caritativa con los demás, quiso con su SÍ, “Fiat”, ser nuestra CORREDENTORA. Es así como nuestro Pastor, nos exhortó a empezar un Año más estando llenos de fe, esperanza y caridad tomados de la mano de la siempre
Virgen María, Madre de Dios y Madre Nuestra, a quien debemos invocar todos los días de nuestra vida y en todo momento en que más la necesitemos, sobre todo en los instantes de tentación, de duda o de renuncia. Nada mejor, que honrar a nuestra Madre Santísima en esta advocación COMO MADRE DE DIOS, Quien nunca deja nuestras peticiones sin escuchar. La mujer ORANTE Y TRABAJADORA, LA MUJER DEL SILENCIO, DEL AMOR Y DEL PERDÓN, es y será siempre nuestro consuelo en las adversidades, nuestras tristezas, amarguras y congojas. La siempre inmaculada, antes, durante y después del Parto, es a Quien debemos imitar en Su pureza de alma, cuerpo, pensamiento y pureza de corazón, la Virgen, Madre de Dios que quiso llevar en su vientre, Nuestro Señor Jesucristo. ¡¡¡Vida la Madre de Dios, María Santísima!!!.
Viva el “Dulce nombre de Jesús”
Por Luz Elena González.
“Bendito sea tu Nombre, santo y glorioso, gloria y alabanza a Ti, por los siglos de los siglos.”
niciando el Año civil 2014, celebramos la primera fiesta de la Arquidiócesis, honrando al Dulce Nombre de Jesús en la Parroquia de Ciudad Fernández, S.L.P.
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que pasamos de largo y no como el samaritano que se detuvo a ayudar, pero no, nosotros pasamos de largo y eso no quiere de nosotros el Dulce Nombre de Jesús; honremos su Santo Nombre.
En punto de las doce horas se reunieron los fieles en el templo parroquial para participar de la Eucaristía concelebrada y presidida por el Sr. Arz. Don Jesús Carlos Cabrero Romero, quien con su característica amabilidad y sonrisa saludaba a los feligreses ahí reunidos, así como los sacerdotes que acompañaron al Sr. Cura Francisco Correa en esta especial ocasión.
Esta parroquia tiene mucho que hacer, hay que trabajar, evangelizar, trabajar en los Sacramentos, en su Palabra, en la reconciliación. Debemos honrar su nombre, dejar de temer en el que dirán; digamos al Señor tu Nombre es Santo; actualicemos en nosotros la presencia salvadora y santificadora de Jesús.
Don Jesús Carlos Cabrero dirigió emotivas palabras al pueblo de Cd. Fernández al decir que esta pa-rroquia encomendada al Santo y Dulce Nombre de Jesús que significa DIOS SALVA, este nombre nos dice que Jesús nos da salud y bendición. Dios me consuela, Dios me alivia y eso es lo que nosotros debemos dar a los hermanos, ya que hay muchos a la orilla del camino que sufren y se preguntan: ¿A quién voy? Y tal vez nosotros seamos como el levita
Tienen un gran tesoro y Dios un día les va a preguntar: ¿Qué has hecho con este tesoro? Te di a mi Hijo, pero, ¿te dejaste tocar por El? ¿Has hecho lo que El haría en tu lugar? Y nosotros, ¿qué vamos a contestar? Vaya si tenemos trabajo, vayamos por los caminos reconciliando a los hermanos, honremos y demos a conocer dando gloria al Santo y Dulce Nombre de Jesús.
Yo CREO...y vivo mi FE
La Navidad y la Epifanía como misterio de fe Por P. Memo Gil
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(2ª. Parte)
abíamos dicho en el artículo anterior, cómo la Navidad y la Epifanía son dos perspectivas de un mismo acontecimiento: Dios que se revela en su Hijo encarnándose y manifestándose a la humanidad. Lo que constituye un misterio al que tenemos acceso gracias a la fe. Descubriendo así cómo Dios colma nuestra esperanza cristiana al decir su palabra definitiva en Jesús. Y es que el misterio de la venida de Jesús, supera en sí mismo las expectativas de toda la humanidad. Dios en su infinita libertad viene hasta nosotros porque nos ama.
Confirmaciones
en la Delegación de Bocas, SLP Por: Luis Enrique López Vázquez
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l pasado 26 de diciembre del 2013 se ungieron cerca de 150 jóvenes con el sacramento de la Confirmación de manos de nuestro pastor Jesús Carlos Cabrero Romero acompañado del párroco Alfredo Sánchez Escareño. Nuestro pastor don Jesús Carlos dijo sentirse alegre de celebrar la navidad con las familias, y resaltando la festividad de san Esteban protomártir dirigió a los presentes una reflexión acerca de un joven que, viéndose rechazado por la sociedad por tener la enfermedad del VIH SIDA, fue rescatado de las calles por unas religiosas que lo atendieron con amor a pesar de su du-
reza de corazón y malos tratos, siendo ellas pacientes para que Dios entrará en su corazón. Invitó a los presentes a imitar a san Esteban en su perdón a sus verdugos, perdonando nosotros a los que nos ofenden en la vida cotidiana. Felicitó a los jóvenes recién confirmados y dio ánimos para que se apoyarán en la Virgen Santísima para continuar con su vida Cristiana. Muchas Felicidades a lo jóvenes, por confirmar su vida en Jesucristo.
Ahora, a los seres humanos no nos bastan las palabras, ni las ideas por muy significativas que sean, tenemos necesidad de palpar, de experimentar, de sentirnos ganados por lo que creemos y esperamos. Debemos vivenciar, es decir, hacer vida y carne propia lo que se nos ofrece como novedoso. Entonces el misterio que estamos celebrando en Navidad y Epifanía, debemos llevarlo a la vida, interpretarlo, hacerlo actual, comunicarle aliento vital y fuerza testimonial. Los actores “invisibles” que representan los acontecimientos del nacimiento del Señor y su manifestación a la humanidad, necesitan de los actores “visibles” para comunicarse, para dejar traslucir su presencia y acción. Esta es nuestra tarea. Todas las lecturas proféticas que se nos proponen en éste tiempo han sido ricas en su mensaje de preparación y anuncio. Deberían ayudarnos no sólo a hacernos esperar, sino motivarnos a encarnar en nuestra realidad al Dios-Amor añorado por el mundo. Por eso la celebración festiva de la Navidad no debe ser entonces algo que llega a una meta, más bien debe ser punto de partida. Desde el misterio que la liturgia nos ayuda a hacer vida y nos trae la presencia gozosa del Emmanuel, debemos lanzarnos a compartir ese gozo que los ángeles comunicaron a los pastores: “hoy les ha nacido el Salvador”. Los evangelios de la Navidad nos presentan las raíces humanas del Mesías. Y cómo en la historia concreta de un pueblo y sus habitantes Dios irrumpió con todo su poder y ternura, a la vez. Así, debemos ir dejando que se hagan en nosotros como encarnaciones del Verbo, que nos lleven a regenerar en nosotros la imagen y semejanza que Dios un día quiso plasmar en nuestro ser. Pues Aquel que fue enviado como luz y vida para la humanidad es manifestación gozosa de todo lo que creemos y esperamos de Dios. Desde éste misterio vivido en la fe, podemos ser discípulos misioneros partiendo de la vivencia plena de la Navidad y la Epifanía que nos ayudan con más profundidad a saber dar razones de nuestra fe. Compartimos en un testimonio vivo y de amor “lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos y palpado con nuestras manos” (1Jn 1,1). Los contenidos, vivencias y sentimientos, inherentes al misterio de Navidad y Epifanía, que hemos reflexionado, debemos acogerlos en la mente y el corazón. Es el mismo Padre por el Hijo en el Espíritu Santo, quien nos conduce a la profundización del misterio. Así la ternura y la paz de Dios se hará extensiva a todos aquellos con quienes compartamos este alegre aconte-cimiento que hoy llena de luz nuestra vida.
La mirada como problema ENERO 12 DE 2014
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ijo una vez Juan Goytisolo que el mejor lugar para hacer filosofía era la estación de trenes. Estoy de acuerdo con él, siempre y cuando el tren nos lleve lo suficientemente lejos como para producir en nosotros esa tristeza un tanto metafísica que conocemos con el altisonante nombre de nostalgia, pues sólo en la lejanía solemos hacernos las preguntas verdaderas: «¿Se acordarán siempre de mí los que dicen quererme, o me olvidarán pronto?, ¿qué es la memoria, qué es el olvido, qué es la muerte?».
Según François Mauriac (1885-1970), el famoso novelista francés, «un viaje en ferrocarril es un retiro forzado que nos obliga a meditar sobre nuestro destino» (Fuego oculto). Antes de nuestra partida no nos hacíamos estas preguntas porque creíamos -¡oh insensatos!- conocer las respuestas. ¡Todo era antes tan natural, tan obvio! Pero ahora es diferente: ahora es el momento de la ausencia.
La mirada de Dios, dice Guardini, es profundamente creadora: existimos sólo porque Dios nos mira: vivimos de su mirada; si Dios dejara de vernos aunque sólo fuera un segundo, caeríamos irremediablemente a la nada de la que hemos salido.
Sí, hay un tiempo para cada cosa: un tiempo para abrazar, y un tiempo para soltar; un tiempo para estar juntos, y un tiempo para separarse; un tiempo para danzar, y un tiempo para sentarse… Y bien, sí, hay que sellar el pasaporte, pues se hace tarde. Una señorita amable vestida de azul, porque se queda donde está, nos conmina a entregarle nuestras valijas. «¿Nos volveremos a ver?». Nadie lo sabe, pero ésta es una pregunta que debe hacerse uno de todos modos. En todo viajero hay un filósofo escondido, es decir, un hombre que se ha convertido en un serio problema para sí mismo. A mí, por ejemplo, cuando tuve que vivir tres años lejos y solo en un país europeo, la pregunta que más inquietó mi espíritu fue el de la mirada. Por decir así, la mirada de los otros fue para mí durante todo ese tiempo un problema filosófico verdaderamente serio. Lo diré de otra manera: lo que me preocupó no fue tanto la mirada, cuanto la casi total ausencia de ella. Por un momento llegué a pensar que en Roma, ciudad en la que viví, no se veía a los extranjeros, y que Italia, en general, estaba habitada por personas más o menos xenófobas. Pero hoy me doy cuenta que al pensar aquello fui demasiado injusto con Italia y los italianos. En realidad, no es que en Roma no se vea a los extranjeros; es que en cualquier ciudad del mundo, ya sea italiana, inglesa, portuguesa o me-xicana, las personas casi no se ven las unas a las otras. Todos caminan de prisa, mirando hacia otra parte e ignorando a los demás.
Recientemente se han escrito centenares de libros para denunciar la extrema vigilancia que es ejercida por el poder económico sobre los ciudadanos del mundo entero; todo lo que éstos realizan deja un rastro que los vendedores de productos y servicios hacen todo por seguir. Los sitios web que visitamos, los productos que compramos con nuestras tarjetas de crédito, los movimientos que ejecutamos en los bancos y en los grandes establecimientos: todo es registrado, almacenado y utilizado por espías cibernéticos con una precisión casi diabólica. Todo un mundo de comer-ciantes nos vigila para vendernos algo y hacerse luego con nuestro dinero. ¿Por qué recibió usted ayer, por ejemplo, esa llamada telefónica de la empresa X, si usted nunca ha tenido nada que ver con ella? Ah, porque otra empresa –con la que usted sí tuvo algo que ver hace dos años- le compró la información a aquélla… Sí, estamos más vigilados de lo que creemos; somos menos anónimos de lo que parecemos… Sin embargo, pocos, muy pocos gritos se escuchan para denunciar la situación de que cada vez nos miremos menos los unos a los otros y de que el mundo se esté convirtiendo en un desierto en el que la mirada está a punto de desaparecer. Paul Virilio, el filósofo francés, habla de «la muerte de la mirada» para referirse a este desinterés por el otro que consiste llanamente en no reparar en él. En uno de sus libros más profundos (Mundo y persona, 1939) Romano Guardini dejó escrita esta frase digna de reposada meditación: «Cuando Dios me ve no es como cuando un hombre mira a otro hombre, es decir, como un ser concluso ve a otro ser concluso, sino que el ver de Dios me crea a mí».
«¿Qué hay en el mirar humano que disipa la angustia? –se preguntaba asombrado Eugenio d’Ors (1881-1954)-. Cualquier cambio de mirada entre los hombres es ya un principio de pacto. El lento paseo de unos ojos sobre un objeto, define ya el objeto y, en cierto sentido, lo enraíza». En un cierto sentido también, el otro –el prójimo-, al igual que Dios, cuando me ve, me crea, me enraíza en el ser. Existir es ocupar un lugar en el espacio de una pupila. Y, así, cuando alguien pasa a nuestro lado sin vernos es como si no existiéramos para él. Desde este punto de vista, ignorar es matar; es rea-lizar lo contrario de Dios: una labor de satanismo. «Tú, además –hace decir François Mauriac a uno de los personajes de Nudo de víboras, esa novela imprescindible-, tenías la insolencia de no mirar a los otros, que es una forma elegante de suprimirlos». ¡Qué diferencia, en cambio, cuando el otro –cuyo destino se unió al mío aunque sólo fuera por unos momentos- nos mira con atención y simpatía! Entonces nos sentimos vivir, experimentamos la solidez existencial, pues es como si hubiéramos sido rescatados de una lejanía, de un olvido. Mirar al otro, detener en él nuestra mirada es hacer como Dios; es, en cierto modo, parecerse a Él y rea-lizar una acción de dimensiones casi divinas.
Un buen propósito cristiano para el año nuevo Por Lic. Javier Algara
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s costumbre en casi todo el mundo que, en cuanto amanece el día primero de enero, nos sentamos un ratito a escribir nuestros propósitos para el año que inicia. Muy en serio tomamos pluma y papel y, luego de madura reflexión, anotamos las dos o tres cosillas que pensamos que necesitan mejorar en nuestra vida: que la dieta para desinflar las michelines, que el ahorrito para las vacaciones, que levantarse más temprano, y cosas parecidas. Todas, claro, de una bondad innegable. Todas van encaminadas al mejoramiento propio o de la familia y sociedad. Pero, no se han fijado ustedes que los laicos cristianos raramente hacemos propósitos que provengan de o estén orientados a nuestra fe? Quizás haya unos pocos a quienes, durante la misa de acción de gracias por el fin de año, o en la del primero de enero, y a partir quizás de una buena homilía, les nace el deseo de hacer esfuerzos especiales por mejorar su vida cristiana, pero lo más seguro es que el entusiasmo les va a durar lo mismo que nos duran generalmente los demás propósitos de año nuevo: unos días solamente. Los mil y un quehaceres de la vida diaria acaban ahogando cual-quier proyecto de ese tipo. Y, obviamente, los aspectos de la vida cristiana que se pensaba desarro-llar pasan a segundo plano o se extinguen del todo.
Estoy seguro que quienes han optado por consagrarse a Dios en la vida religiosa o en el presbiterado sí hacen propósitos de año nuevo -y en otras épocas también- con vistas a crecer en la fe. Y tienen tiempos predestinados en su agendas diarias para revisar su cumplimiento. También se preocupan de acercarse a sacerdotes o religiosas de experiencia probada en cuestiones de vivencia de la fe para que les ayuden en el discernimiento de los retos que el cumplimiento de tales propósitos conlleva. Pero ¿se trata entonces de un lujo reservado a los elegidos? ¿La superación personal en materia de fe solamente es posible en conventos, monasterios y seminarios? ¿La llamada a la perfección que hace Jesús en el Sermón de la Montaña esta dirigida exclusivamente
a esos pocos? ¿O basta con no decir muchas mentiras, ni matar a algún prójimo, o no robar ni hacer este tipo de maldades para ser buen cristiano, o mejor, perfecto cristiano? Parece que no es así ¿verdad? La llamada a la perfección cristiana es universal, según entiendo. Debe existir, entonces, algún método que ayude al cristiano normal, al que esté metido de lleno en la vida social, laboral y familiar, a mantenerse en forma cristianamente hablando, y a crecer en aquellos aspectos de su fe que requieren atención especial. Y evidentemente debe haber condiciones para que esos métodos funcionen. Lo primero, obviamente, es darle a la fe la importancia que merece. Y esto no sucede si la fe no tiene oportunidad de madurar, de desarrollarse, a partir del encuentro de cada cristiano con Cristo vivo. De ahí la necesidad de que todos escuchen el kerygma. Enseguida, hay que volver al catecumenado. Y pertenecer a alguna comunidad cristiana. La mejoría en la vida cristiana no se da individualmente. La Palabra de Dios, ese motivador por excelencia para la vida de fe, se escucha mejor en la comunidad. La liturgia, esa maravillosa respuesta de la fe, únicamente se da en comunidad. Y la caridad cristiana, la expresión concreta de la vivencia de la fe, ¿qué mejor camino tiene que la vida en comunidad? La vida cristiana sólo puede crecer cuando quien quiere verla crecer en sí mismo acepta pertenecer a la Iglesia, en forma concreta, en alguna comunidad cristiana, empezando por la familia, si se decide hacer de ella una genuina pequeña Iglesia en la que la Palabra de Dios realmente ocupe el centro, donde la oración y los sacramentos sean una necesidad vital, y donde el amor mutuo resplandezca ante todos. Cuando todo eso sucede, el cristiano empieza cada año, y cada día del año, haciendo el mejor de los propósitos cristianos: que en su vida no haya ningún momento ni circunstancia en que no se cumpla la voluntad de Dios.
Sólo un paso para comenzar el 2014 Adaptación sobre reflexión de J.L. Martín Descalzo. Por Angélica Fernández
Inspira el poema-oración del cardenal Newman: Guíame Luz bondadosalas tinieblas me rodean, guíame hacía adelante. La noche es densa, me encuentro lejos del hogar, guíame hacía adelante. Protégeme al caminar. No te pido ver claro el futuro, sólo un paso aquí y ahora.
“S
teatro en este comienzo de año nuevo, según las tantas supersticiones a fin de lograr tener abundancia en el año que comienza?
Cuando Jesús les instruye a sus discípulos en cómo dirigirse al Padre, “sólo pide el pan para hoy”, el texto original, no pide que les resuelva para siempre sus problemas, no pide que les llene sus graneros. Sólo y estrictamente el pan para hoy, ¿cuántos de nosotros acabamos de hacer circo, maroma y
Y no es como decía el humorista, que no pedimos el pan para más días porque se nos pondría duro. Dios quiere que nos acostumbremos a vivir en sus manos, dejados a su providencia, con una confianza de abandono a su sabiduría y poder, de tal modo que no soñemos con almacenar seguridad, virtud, perfección, sino que pidamos sólo
ólo un paso” ¿qué tiene de semejante este poema para recordarnos una de las enseñanzas con la oración del Padre Nuestro que Jesús nos enseñó?
la ración para HOY. Basta el pan para hoy, como basta un poco de luz para dar el paso que hoy tenemos que dar y no esperar a que se disipe la densa neblina. La mayoría de las personas vive en tinieblas ¿qué sentido tiene su vida? Si Dios nos aclarará que tan feliz y duradero será nuestro matrimonio, que será de nuestros hijos, cuánto duraré en el trabajo o de qué moriré, etc., pero como no hay respuesta segura; muchos entonces se acobardan, se enroscan en su propia alma, paralizándose para caminar, pero ahí en su propio vacío, en su mismo bache… sin avanzar. Desafortunadamente muchos temen al futuro, que quienes viven con pasión el presente. A la gente nos encanta “sufrir por hipótesis”. Nos angustiamos al punto de enfermarnos por tantas situaciones que la mayoría no llegan o cuando ocurren suceden de formas tan distintas.
Con mucho pesar pero, con la certeza de que ya está en la casa del Padre gozando de su presencia, comunicamos que el viernes 3 por la tarde falleció
Sr. Pbro. Cngo. Ramón Méndez Ramírez a la edad de 80 años
Actualmente el P. Méndez realizaba su ministerio como Vicario Adscrito a la Parroquia de San Pío X, entre las comunidades parroquiales en las que había colaborado en su vida están las Tres Ave Marías, Fátima, como vicario en el Santuario de Guadalupe y miembro del Venerable Cabildo de la Catedral Potosina Su Misa exequial se celebró el lunes 6 de enero en la Iglesia Catedral, lugar en el que reposan sus restos. Descanse en Paz P. Ramón Méndez
Se tiene que proyectar y planear el futuro, sino difícilmente se conduce y construye; más una vez que se sienta y define qué hacer y cómo hacer, ha de ir dando con enjundia los pasos de cada día, disfrutando del SER AL HACER como decía San Benito “ora y labora” o San Ignacio de Loyola “contemplativos en la acción” respetando los tiempos de oración, convivencia y descanso, confiando en que mañana se tendrá la fuerza para seguir luchando. No se construye una catedral de un golpe, ni siquiera con la tecnología mo-derna. Tampoco se llega a la decisión de amar de inmediato, se pasa antes por el enamoramiento. Como dice la Sagrada Escritura: “Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa”. Eclesiastés 3,1 y nuestro Señor Jesús agregó “Bástele a cada día su propio afán” Mateo 6,34.
Fe y Política
2013: Presencia de la Iglesia en los medios
T
P. Luis-Fernando Valdés, (CEM)
ermina un año en el que las noticias religiosas estuvieron muy presentes en los medios. La Iglesia estuvo en primera plana, pero ahora con un enfoque muy favorable. ¿Fue sólo el “efecto Francisco”, o hay algo más? El 2013 inició con una noticia totalmente inusitada. Benedicto XVI anunció su renuncia el 11 de febrero, durante el tradicional Consistorio de Cardenales. El 28 de febrero, el Papa Ratzinger hizo efectiva su dimisión y se fue a vivir a Castelgandolfo. Fueron inolvidables las continuas manifestaciones de apoyo de la gente. Los medios transmitieron las últimas apariciones públicas del Pontífice, eventos en los que los fieles llenaron siempre la plaza de San Pedro. Durante el tiempo de Sede vacante, los periodistas también cubrie-ron las reuniones de Cardenales previas al Cónclave, y no faltaron los análisis sobre las posibles causas de la renuncia de Benedicto XVI, haciendo más hincapié en las posibles intrigas vaticanas que en la mala salud del Papa. El 13 de marzo, al segundo día del Cónclave, salió la “fumata” blanca. Desde el balcón de la basílica de San Pedro se escuchó el “Habemus Papam!” E inmediatamente vino la noticia más increíble del año: fue elegido el primer Papa latinoamericano, el primer Papa jesuita, el primero en llamarse Francisco. El “efecto Francisco” fue instantáneo: la cercanía que manifestó el nuevo Pontífice hacia Benedicto XVI, sus gestos de austeridad, lavar los pies a unos jóvenes reclusos, saludar con detenimiento a los peregrinos en la Plaza de San Pedro fueron hechos que rápidamente se ganaron el afecto de la opinión pública. Desde entonces, todos los gestos y declaraciones del Papa Bergoglio han sido bien recibidos por los medios. Y así ocurrió un fenómeno interesante: Francisco ha seguido la misma línea que Benedicto en lo referente a la reforma del Banco Vaticano y a la disciplina sobre los clérigos pedófilos… pero sólo el Papa argentino ha sido alabado por los periodistas, mientras que las medidas que tomó el Pontífice alemán tuvieron poca resonancia mediática. Otra novedad del nuevo Papa han sido las frecuentes entrevistas que ha concedido a los periodistas: al director del diario laico “La Repubblica” de Italia, a la revista católica de los jesuitas “La Civiltà Cattolica”, la conferencia de prensa en el vuelo a Brasil, y la entre-vista al vaticanista Andrea Tornielli antes de la Navidad. En todas ellas, se manifestó espontáneo y muy comprensivo con los divorciados y con los homosexuales. El eco en los medios fue muy grande. No faltaron quienes anunciaron un cambio en la doctrina católica. Pero en la Exhortación “Evangelii Gaudium” (24 noviembre), Francisco dejó muy claro que su postura sobre esos temas idéntica a la de todos los Papas. El viaje de Francisco a Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud, a finales de julio, fue la apoteosis del nuevo Papa. En el último evento, Bergoglio reunió a más de tres millones de jóvenes. Además el Pontífice tiene ya 11 millones de seguidores en Twitter. Por todo esto, el Santo Padre fue nombre “hombre del año” por la revista “Time” (EUA), “Le Monde” (Francia), la revista gay “Advocate” (EUA) y la edición italiana de “Vanity Fair”. El estilo abierto del Papa Francisco le ha dado una bocanada de oxígeno a los fieles católicos, pues el Pontífice explica la fe de una manera cercana a la gente. Y ahí encontramos la causa profunda de este fenómeno de medios: la gente de hoy está necesitada de esperanza, y la ha encontrado en este Papa, que con sus gestos les ha hecho presente a Cristo, al Dios-hombre lleno de comprensión y misericordia.
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Vaticano
Tres pequeñas resoluciones para este año
N
por Mons. José H. Gómez, Arz. de los Ángeles
o cabe duda que, a todos nos gusta mucho la temporada de Navidad, porque todo el mundo parece tener un nuevo sentido de que Dios nos ha dado grandes posibilidades para nuestras vidas. ¡Y esto es verdad! Ésta es la hermosa realidad de la Navidad. Jesús viene a estar con nosotros por su profundo y personal amor por cada uno de nosotros. Ahora ya hemos comenzado el Año 2014, y esta es una oportunidad de llevar a cabo un hábito profundamente cristiano. Refleja un hermoso deseo de crecer en la amistad con Jesucristo. Y refleja nuestra conciencia de que no somos todavía el pueblo que Dios quiere que seamos.
Mejorar la vida de los demás
El plan de Dios para nuestras vidas es sencillo y hermoso. Él quiere que reciba-mos su amor en Jesús y que compartamos ese amor con los demás. Por medio de nuestro amor cambiamos el mundo. Lo hacemos parecerse más al cielo. Y nuestro propio camino al cielo está empedrado de nuestros pequeños actos de amor, caridad y bondad.
Hemos de tener diariamente una intención positiva de servir, de mejorar la vida de alguien. El amor empieza con aquellos que nos exigen más cosas, con los que representan un reto para nuestro egoísmo. Eso significa que el amor empieza con aquellos que están más cercanos a nosotros, en nuestros hogares, en los lugares en los que Sabemos que con la gracia y ayuda de trabajamos o a donde vamos a la escuela. Dios, todas las cosas son posibles. En este espíritu, quiero sugerir tres resolu- En términos prácticos, tenemos que tener ciones para todos nosotros, para este año más paciencia, más comprensión con las que ya hemos comenzado. personas que forman parte de nuestras vidas. Concedámosle a los demás el beneColocar a Jesús en el centro ficio de la duda, aceptemos a las personas de nuestras vidas tal como son, dejemos de ser tan tendientes Hagámoslo verdaderamente este año. Des- a juzgar a los demás. Démosle un tono pospertemos cada mañana con nuestra men- itivo a nuestra conversación y evitemos las te puesta en Jesús y vayámonos a dormir críticas negativas. cada noche con nuestra mente puesta en Jesús. Hemos de tratarnos unos a otros con ternura y amor. Algunas veces podemos cambiJesús quiere ser nuestro amigo, nuestro ar todo el curso del día de las personas tan hermano. Empecemos realmente a rela- sólo sonriéndoles, tan sólo con escuchar lo cionarnos con él como nuestro hermano. que ellas tienen qué decir. Él comparte nuestra naturaleza humana. Él es como nosotros en todo, menos en Perdonar a los demás como Dios el pecado. Tenemos que aprender de sus nos perdona a nosotros palabras y de su ejemplo. Tenemos que abrir nuestros corazones y abrir nuestras vidas, y mostrarle a la genUna manera práctica de crecer en nuestra te el amor de Cristo que nosotros conamistad con Jesús es tratar de encontrar oce-mos. Eso es lo que significa comparel tiempo de leer los Evangelios, es decir, tir nuestra fe. Significa amar a la gente, la vida de Jesús. Aparten unos cuantos cuidar de ella, mostrarle misericordia y, sominutos cada día para leer un pasaje de bre todo, perdón. No perdonamos lo sufilos Evangelios. Usen tal vez la lectura del ciente. Esto daña a nuestras familias. Esto Evangelio que la Iglesia propone para la perjudica nuestras relaciones. La gente nos Misa diaria. Empiecen siempre haciendo va a hacer daño y nos va a ofender todos los una sencilla oración de corazón que los días. Pero permanecer enojados o resentiponga en la presencia de Dios. dos no cura nada. Sólo hace que las cosas nos lastimen por más tiempo. Pídanle a Jesús que abra su Palabra para ustedes. No se pregunten lo que el pa- Nuestro Santo Padre Francisco ha dicho: sa-je del Evangelio dice “en general”, o “Jesús nos llama a todos a seguir este lo que podría significar para otras perso- camino: ‘Sean misericordiosos, como su nas. Pregúntenle personalmente a Jesús: Padre celestial es misericordioso’… En si“Señor, ¿qué me estás diciendo a mí? lencio, pensemos… en alguna persona con ¿Qué quieres que yo haga? “¿Qué debo la que estemos molestos, con los que estecambiar en mi vida si quiero seguirte más mos enojados, en alguien que no nos guste. de cerca?”. Pensemos en esa persona y… oremos por esta persona y volvámonos misericordiosos Traten de llevar ese pasaje del Evan- con esta persona”.Esto es un hermoso congelio con ustedes durante todo el día, sejo para nosotros. Entonces, hagamos una refle-xionando acerca de él. Éste es el resolución, la resolución de perdonar a los comienzo de nuestro caminar con Jesús demás como Dios nos perdona. ¡Cada vez! en la vida cotidiana. De este modo, empe- ¡Todo el tiempo! zamos a ver nuestras vidas como él las ve desde su perspectiva.
Higueras estériles
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Al día siguiente, saliendo ellos de Betania, sintió hambre. Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella; acercándose a ella, no encontró más que hojas; es que no era tiempo de higos. Entonces le dijo: “¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!” Y sus discípulos oían esto (Mc 11, 12-14).
J
esús tiene hambre. Jesús se acerca a una higuera estéril. No le encuentra frutos y la maldice para que nadie coma frutos de ella en el futuro. Recordemos que está Jesús en Jerusalén, la prestigiosa ciudad israelita en donde se creían que habitaba el Santo. Tal vez esa higuera represente a aquella ciudad tan seca de fe. Hermosa ciudad, con su hermoso templo, pero vacía de frutos de vida. Ciudad que vio a Jesús entrar glorioso y que le dio muerte alguna vez; ciudad donde mueren los profetas, los emisarios de Dios. Ciudad en que morirá el Hijo de Dios hecho hombre.
y san Agustín; tenemos grandes avances en materia de interpretación de la fe, una Teología más depurada, métodos catequísticos más sofisticados, tenemos el Concilio Vaticano II, los planes de pastoral de las diversas diócesis, tenemos infinidad de actas, exhortaciones, encíclicas, decretos, documentos diversos que, a la vez que aclaran puntos importantes de la fe y costumbres, nos invitan a la conversión, al cambio, pero sobre todo a la evangelización, a la transmisión de la fe; y nosotros seguimos a veces como vacíos, como si nos faltara aprender, comprender más la fe.
Esta maldición a la higuera me recuerda ahora aquella ocasión, como nos lo narra san Mateo, en que Jesús llora por Jerusalén (cf. 23, 37-39), se lamenta hasta el alma por aquella ciudad que no cree, que no acepta la voluntad de Dios, que es feliz con sus costumbres, pero que no tiene fe, y si tiene fe le faltan obras, esa ciudad es como una higuera estéril, que tiene muchas hojas, que luce bellísima, frondosa, pero que no da frutos, ocupa el terreno, pero no alimenta al hambriento.
Se seguirá avanzando en el conocimiento, afortu-nadamente nuestro bien Jesús continuamente da a los hombres sabiduría para transmitir o entender la vida de fe, las escrituras, las teologías, la verdad. Sin embargo, hay que insistir más en la práctica, en la puesta en marcha de la fe católica; creo que había más santos cuando la Iglesia era perseguida, cuando había solamente el testimonio de los apóstoles o de sus sucesores, que ahora cuando abundamos en conocimiento; y es que la fe es algo práctico, es un don que exige compromiso sincero y total con la causa del reino de los cielos. Saber mucho es importante, pero saber vivir la fe lo es todavía más.
Este texto también me recuerda aquel otro en que Jesús, mirando cómo todo mundo ponderaba la so-lidez del templo de Jerusalén, les dice: “días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando, todo será destruido” (Mt 24, 1-2) la destrucción del templo es también simbólica, ya que el templo es el centro de Israel, el corazón del pueblo, esto quiere decir que el pueblo entero será hecho pedazos. Los judíos se creían que ese templo enorme, inmenso, sólido, con sus atrios grandiosos, con sus cimientos profundos sólo se caería en el fin del mundo, por eso en aquella ocasión en que Jesús manifestó esto a los discípulos, ellos le preguntaron cuando sería eso (Mt 24, 3), ya que se imaginaban que en el fin del mundo era la única manera en que ese poderoso templo sería destruido. Sin embargo, el templo, lo mismo que la ciudad y que todo Israel fueron hechos añicos en el año 70 de nuestra era, cuando la fe cristiana estaba cundiendo en todas partes, menos en Israel.
La fe es algo práctico, recordemos algunos eventos bíblicos que así lo hacen ver: san Juan Bautista: él decía: “conviértanse porque ya llegó el reino de los cielos”(Mt 3, 2); “conviértanse” esto es cambio de vida, de actitudes, de valores; los que lo escuchaban preguntaban: “¿y qué debemos hacer?” y él les indicaba que dieran a los pobres, que compartieran, que practicaran la justicia (Lc 3, 10-14). Felipe, el apóstol enseñó al eunuco la escritura, se la interpretó, y aquel le dijo también; “¿qué hay que hacer?” bautizarse; enseguida preguntó si había algún impedimento para recibir el bautismo en aquel
mismo lugar (cf. Act 8, 26-36). El mismo Jesús envía a sus discípulos a todo el mundo a anunciar la buena nueva y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado (Mt 28, 19-20). La fe es algo práctico, no se trata solamente de saber verdades, de conocer o entender; la verdadera comprensión de la fe debe llevar necesariamente a una vida digna de un discípulo de Cristo. La Iglesia en ocasiones parece no avanzar porque a veces somos parecidos a higueras estériles, llenas de hojas, pero sin frutos, porque nos llenamos de conocimientos o de prácticas religiosas, pero no de fe; o bien, de una fe solamente teórica, pero sin obras. Y el reino de los cielos incluye ambas cosas: conocimiento de las verdades de la fe y obras de la fe. Los santos no son aquellos que solamente saben y son maestros de la fe, sino que viven en gracia y en solidaridad con el prójimo. Recuerdo un par de movimientos reformadores de la Iglesia en la antigüedad, como a San Francisco, el cual se da cuenta de que la fe necesita algo más, que el amor, siendo lo más importante, está siendo echado de lado, lo mismo que la paz y la oración; entonces se siente llamado a restaurar la Iglesia y lo hace con una sencilla comunidad de hermanos que se tengan amor, que anuncien el evangelio y que hagan ver con sus obras que el reino de los cielos es un hecho, es decir, es algo que se vive cada día y se vive con fe y obras; los franciscanos anunciaban el evangelio a cambio de un trozo de pan. Lo mismo la reforma de santo Domingo, la famosa orden de predicadores o cualquier otra reforma, como la de los carmelitas con san Juan de la Cruz o santa Teresa; o la del Císter con san Bernardo; las reformas en la Iglesia han ocurrido porque ha habido quienes se dan cuenta de que el camino de la Iglesia o por lo menos de alguna entidad no van por donde deben ir.
Considero que la maldición de la higuera representa al pueblo de Israel que es grande, fuerte y bello, pero que no tiene fe. Pero considero también que puede representar además a cualquier persona, comunidad o pueblo que se sienta grande y esté vacío de fe. Como enseñaba Juan el Bautista: se acerca el tiempo y todo árbol que no de fruto será cortado (Mt 3, 10). Ahora, pensemos: ¿qué nos dejó el año de la fe que hemos vivido y además clausurado hace poco? Todos estos siglos de vida en la Iglesia ¿A dónde nos han conducido? ¿Tenemos más fe que nuestros antepasados? Lo cierto es que cada día deberíamos ser más perfectos, debería haber cada vez mejores creyentes, cristianos plus. Es verdad, tenemos una herencia inmensa en la Iglesia, una comprensión de la fe cada vez más grande. Tenemos el legado de grandes hombres de Iglesia: san Ambrosio, santo Tomas de Aquino, san Cirilo de Jerusalén y el de Alejandría, san Anselmo, san Gregorio Magno, san Bernardo de Claraval, santa Teresa, San Juan de la Cruz
Y ahora no se trata de reformar, sino de, como desean los obispos en Aparecida y nosotros declaramos en nuestro Plan de Pastoral: recomenzar desde Cristo. Es que la fe está bien, el tesoro cultural de la Iglesia también, lo que necesita unos ajustes es la puesta en práctica de las verdades de fe, necesitamos retomar el camino, volver a empezar, pero desde Cristo, inspirados por Cristo, acompañados por Cristo. De lo contrario somos parecidos a esa higuera sin frutos, frondosa, pero vacía.
Palabra de Dios
Apenas se bautizó Jesús, vio que el Espíritu Santo descendía sobre Él Del santo Evangelio según san Mateo 3, 13-17 En aquel tiempo, Jesús llegó de Galilea al río Jordán y le pidió a Juan que lo bautizara. Pero Juan se resistía, diciendo: “Yo soy quien debe ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a que yo te bautice?” Jesús le respondió: “Haz ahora lo que te digo, porque es necesario que así cumplamos todo lo que Dios quiere”. Entonces Juan accedió a bautizarlo. Al salir Jesús del agua, una vez bautizado, se le abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios, que descendía sobre él en forma de paloma, y se oyó una voz que decía desde el cielo: “Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo mis complacencias”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El bautismo del Señor
El Señor Jesús se acerca a Juan Bautista para ser bautizado. Quiere hacerse solidario con los pecadores y dar comienzo a la “obra de Dios”. Es el momento adecuado para “que se abra el cielo y la voz del Padre testifique que Jesús es el Hijo, el Predilecto, y que sobre Él estará el Espíritu”. La misión que ha de realizar el Señor Jesús es tan importante, que está rubricada por la misma voz de Dios al decir. “Este es mi Hijo el predilecto”. Dios se manifestó a María y a los pastores por medio de los ángeles. A los Magos, por medio de la estrella. Sin embargo, ahora lo hace directamente en el bautismo de Jesús por su propia voz y la presencia del Espíritu en el signo de la paloma. Y en nosotros sucede algo semejante. En nuestro bautismo hemos sido consagrados, sellados, para Dios. Se abre el cielo para decirnos que somos hijos predilectos del Señor. El bautismo no es un título meramente honorífico, ni una carga o peso que se nos impone, sino una elección que Dios nos hace y una misión que nos ofrece realizar, como a Jesús. Y se resume, como lo hizo el Señor Jesús, en “pasar haciendo el bien, porque Dios está con nosotros”. A veces se oye decir “me bautizaron sin mi consentimiento”; y también: “no hay que bautizar hasta que lo elijan ellos”. Es verdad que nos han bautizado “sin nuestro consentimiento”. Pero también es verdad que la fe no se hereda por testamento ni se impone por la fuerza, sino que se ofrece y se acepta o se rechaza. Así , el bautismo, te lo han dado como: un regalo, como un don, un bien, como te han dado la vida, la educación, la profesión o la herencia. Pero tienes que aceptarlo y aceptarlo como regalo, como Don de Dios, como elección que el Señor Jesús te ha hecho. De no ser así, ¡siempre será una carga y no una liberación! Hoy se nos ofrece la oportunidad para recordar el bautismo del Señor Jesús y celebrarlo como signo y manifestación del Salvador. También como una oportunidad para reflexionar sobre nuestra actitud frente al bautismo que hemos recibido. Tenemos que pensar si nuestro bautismo es motivo de alegría al sentirnos elegidos por Dios, ver si es motivo de gozo al sabernos perdonados por el Señor Jesús y templos del Espíritu de Dios. Si no es así es que no hemos llegado a: *Comprender lo que es estar bautizados en el nombre del Señor Jesús. * Ni podemos saborear con gozo lo que significa ser hijos de Dios y miembros de su Iglesia. Hemos de vivir con alegría nuestra condición de bautizados y no colguemos en la pared nuestro título de bautismo, sino que pasemos haciendo el bien y construyendo la paz, como el Señor Jesús lo hizo.
Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez
La alegría de sentirse amados
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José Ángel Loredo Mata, 1º de Teología Sé nuestro amigo en facebook: Seminario Guadalupano Josefino Comentarios: ecos_seminarioslp@hotmail.com
«E
l amor es paciente, es amable; el amor no es envidioso, no es jactancioso, no se engríe; es decoroso; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta» (1Cor 13,4-7), con estas palabras, San Pablo se dirige en su primera carta a la comunidad de Corinto, haciendo referencia al valor del amor que nos reconoce como cristianos. En nuestros tiempos, el significado de amor ha ido abaratándose en gran medida, cuántas veces no hemos escuchado que se dice, en particular por los jóvenes, “hicimos el amor”, refiriéndose al acto del placer, con un significado equívoco de amor, desconociendo totalmente el verdadero sentido que para nosotros los cristianos es lo más grande que tenemos y que nos reconoce como tales. Hablar de amor, es hablar de la alegría más hermosa, amar y ser amado, como nos dice el segundo mandamiento de la ley de Dios: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 22,39). El tema del amor es muy complejo, y no podríamos darle una definición real porque estaríamos limitando a tan grande extensión axiológica y espiritual. Sin embargo, parece ser que para muchos de nosotros es un tema muy común y conocido, pero si nos detenemos a reflexionar verdaderamente qué es el amor, podemos darnos cuenta que nuestro concepto de este excelso valor es muy pobre, tal vez porque no nos interesa conocerlo o porque nadie nos habla de amor, no sentimos que nos lo demuestran o no nos conviene darle su verdadero significado, y creemos que el escaso conocimiento que tenemos sobre él es suficiente para satisfacernos.
encontramos ante una situación de un hermano con alguna necesidad, cuando ocurren desastres naturales que afectan a muchas personas, tal vez los ayudamos, quizá nos solidarizamos con ellos, pero muchas veces lo hacemos con el fin de quedar bien, de esperar algo a cambio o simplemente lo hacemos sin tener el mínimo sentimiento de amor. El Papa Benedicto XVI, en la encíclica «Deus caritas est» nos dice que existen tres niveles de amor, el primero es el “eros”, que es el amor placentero; “la filia”, que es el segundo nivel, es un empleo del amor más concientizado de su significado, más razonado; y el tercer, nivel que es “el ágape”, es la máxima expresión del amor, cuando el hombre se encuentra cara a cara con Dios y, por lo tanto, transmite esa maravillosa experiencia a sus hermanos los hombres, por distintos medios o signos.
Todos estamos llamados a vivir en el amor, que nos lleva a la felicidad plena. La sociedad, al verse influida por distintos medios, se va desviando de sus valores, los hombres se convierten en seres dependientes, no saben a qué o a quién recurrir y con facilidad tienden a tomar caminos equivocados. Muchas veces, perder el sentido del amor hacia el otro nos lleva al odio, a la La sociedad misma ha influido fuertemente en el venganza, e incluso podemos llegar al extremo de prientendimiento equivocado de lo que es el amor, var de la vida a alguien o al mismo suicidio. Todo esto ya que ha ido deformando el concepto, mostrán- sucede por desconocer el significado del amor. donos una realidad muy distinta a lo que realmente es su esencia. Así, por ejemplo, los medios de co- De acuerdo con la reflexión realizada sobre el tema del municación, en especial en la televisión, vemos que amor, podemos darnos cuenta que el amor tiene un este valor se encuentra muy afectado por el em- significado totalmente religioso, que es la manera en pleo tergiversado de su significado correcto, nos la que podemos acercarnos a su verdadera esencia, presenta al amor como una mera satisfacción de para ir recuperando su verdadero valor. La palabra de necesidades pasajeras, que nos conduce a las con- Dios es sabia, y se puede afirmar con toda seguridad cupiscencias, y nos da significados erróneos que que está resumida precisamente en el amor, como corrompen nuestros pensamientos, perdiendo su aparece al principio de este texto, en la cita de San verdadero valor, su esencia y lo que realmente es, Pablo, quien nos dice claramente qué es y qué no es el llevándonos a una actitud hedonista. amor. Si entendiéramos correctamente esas palabras y las pusiéramos en práctica, al servicio de los demás Hoy en día podemos darnos cuenta de lo anteri- y de nosotros mismos, sin lugar a dudas estaríamos or porque el concepto de la palabra “amor” difiere alcanzando el nivel del ágape que nos explica el Papa mucho en las personas. Por ejemplo: para un niño Benedicto XVI y, en consecuencia, nos llevaría a aparla palabra amor puede ser el cariño, el aprecio con tarnos de las malas influencias que interfieren en nuesque se le trata, una caricia; para un joven puede ser tra vida de amor como cristianos que somos. una necesidad, el placer del sexo; para un adulto tal vez sea la ayuda mutua; y para una persona mayor Por eso es importante retomar nuestros valores crispuede ser la compañía de sus seres queridos, un tianos, los cuales nos indican el camino correc-to que buen gesto hacia ellos, etc. Todo esto se da por debemos seguir. La Biblia nos enseña por lo menos la concepción que cada uno de nosotros tomamos cinco facetas, que podemos considerar para encontrar de distintas fuentes, que quizá no son de confian- un verdadero sentido del amor, que nos lleve a enconza, o de ideologías distintas que no buscan el bien trar un estado de vida más pleno y digno, recordancomún sino el interés propio, y que nos alejan de un do aquellas palabras con las cuales se refirieron a los significado verdadero. primeros cristianos de nuestra Iglesia incipiente y que los identificaba como tales: «Miren como se aman…» Nosotros los cristianos sabemos claramente que (Hch 2,47). para Dios el amor es sinónimo de caridad y lo demuestra con sus obras, pero nosotros en realidad vemos la caridad como “lástima”. Así, cuando nos
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Matehuala
Nuevo Sacerdote para la Iglesia de Matehuala
E
n solemne ceremonia religiosa en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Matehuala, Monseñor Don Lucas Martínez Lara, ordenó al nuevo sacerdote Ciro de la Rosa Ruiz el 14 de diciembre del 2013. Hace algunos días, el P. Ciro celebró su primer Misa en la comunidad de origen: Buenaventura Municipio de Guadalcázar. En ese lugar reunido con familiares y amigos presidió la Eucaristía con la presencia del Sr. Obispo Don Lucas Martínez Lara y un grupo de sacerdotes amigos que le acompañaron. Felicidades P. Ciro, gran amigo y muy cercano al presbiterio de San Luis Potosí en el que tienes muchos amigos y compañeros de formación. Felicidades Dios ilumine y bendiga su ministerio.
Domingo 05 de enero de 2014
Ser verdaderamente la iglesia de los pobres Por David Grimaldo
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l 12 de mayo de 1990, el Papa Juan Pablo II, dirigió un mensaje a los campesinos, mineros y emigrantes en la ciudad de Zacatecas. Meditando sobre el texto: “¿No es este el carpintero, el hijo de María?” (Mc 6,3) el Santo Padre expresaba: “El Hijo de Dios, ocupándose durante la mayor parte de su vida terrena, día tras día, en un trabajo manual, pone de manifiesto la gran dignidad del trabajo humano. Puede decirse, de algún modo, que este es el primer evangelio que Cristo predica. El Papa desea dirigirse hoy en particular a los trabajadores: a los campesinos, a los mineros, a todos los que con su actividad laboral son la base y el fundamento de la vida social del Estado de Zacatecas y a todos los que con su sudor cooperan cada día en la construcción de la República Mexicana”. Sigue diciendo: “En una época como la nuestra, marcada profundamente por el dinamismo del trabajo humano, la Iglesia siente la urgente necesidad de proclamar la Palabra de Dios, el Evangelio, de modo particular a los hombres de trabajo y precisamente sobre el tema del trabajo. Los tiempos actuales reclaman de manera apremiante que siga anunciándose el evangelio del trabajo”.
Momento previo a la celebración de la Eucaristía
P. Ciro presidiendo su primer Misa en su lugar de origen
El Padre Ciro acompañado de sus papás
...Lo de Dios a Dios
Recordando los signos de los tiempos prosigue: “Como Pastor de la Iglesia universal vengo a visitaros, queridos hermanos y hermanas, para traerlos un mensaje de esperanza, un llamado a construir una sociedad fundada en el amor, en la solidaridad, en la justicia. Vosotros, campesinos, cumplís cabalmente el mandato del Señor de cultivar la tierra para que produzca los alimentos necesarios al sustento de todos. ¡Cuántos de vosotros pasáis toda la vida sometidos al duro trabajo del campo, recibiendo quizás salarios insuficientes, sin la esperanza de conseguir un día un pedazo de tierra en propiedad, con problemas de vivienda, de inseguridad social, preocupados por el porvenir de sus hijos! Y los que sois pequeños propietarios, ¡cuántas dificultades debéis de afrontar para obtener créditos suficientes con intereses moderados, cuántos riesgos hasta llevar la cosecha a buen término, cuántas dificultades para conseguir una mejor capacitación
agrícola!”. Refiriéndose a los mineros les dice: “Vosotros, mineros, lleváis las marcas de la dureza de la mina de donde extraéis los minerales que durante siglos han sido fuente de riqueza para México. En vuestros semblantes dejan traslucir las señales de la soledad, de la fatiga, de las privaciones propias de una vida austera que ha forjado en ustedes un temple recio, capaz de resistir al cansancio, al sufrimiento y a la adversidad”. Luego hablando de manera general dice: “Conozco las dificultades de vuestra situación actual y quiero aseguraros que la Iglesia, como Madre solicita de todos, os acompaña en vuestras legítimas aspiraciones. Como ya indique en mi encíclica sobre el trabajo humano ‘la Iglesia está vivamente comprometida en esta causa, porque la considera como su misión, su servicio, como la verificación de su fidelidad a Cristo, para ser verdaderamente la Iglesia de los pobres (Laborem exercens, 8)”. Al final de su mensaje el Papa recuerda la labor profética de la Iglesia: “Especialmente a lo largo de este último siglo, cuando más acuciantes se han hecho los problemas sociales, la Iglesia ha dejado oír su voz con insistencia, bien para denunciar la injusta degradación a la que en tantas ocasiones se ven sometidos los trabajadores, bien para proclamar la dignidad y el valor de todo trabajo humano. La Iglesia, también cuando habla sobre el trabajo humano, no cesa de proclamar la Palabra de Dios”. Respecto a la Palabra de Dios termina di-ciendo: “¡Haceos imitadores de Cristo! Él es la luz para las naciones (Cfr. Hech 13,47). Jesús de Nazaret, el carpintero, ilumina con su vida de trabajo vuestra vida de trabajadores cristianos. Vosotros, hombres y mujeres del mundo laboral, iluminad también vuestro ambiente de trabajo con la luz de Cristo y divulgad con vuestras vidas la Palabra de Dios”. Con este artículo, carísimos lectores, terminamos los mensajes del Papa Juan Pablo II en México. La próxima semana reiniciaremos con sus encíclicas sociales.
Domingo 05 de enero de 2014
Rifa de Cáritas
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l pasado 17 de Diciembre del 2013, se llevó a cabo el sorteo anual de Cáritas, con la rifa de un Automóvil Nissan Tiida 2014 con el sorteo de la Lotería Nacional, el boleto ganador fue el numero 5354 el cual está a nombre de la Sra. GABRIELA ANGELINA INCHAUSTEGUI PEIMBERT. El vehículo fue entregado el pasado domingo 22 de diciembre de manos del Arzobispo Don Jesús Carlos Cabrero Romero en la Santa Iglesia Catedral al final de la misa de 12:00. Además se hará entrega de los premios entre colaboradores como vendedores de talonarios: 1er. Premio el Sr. Cura Juan López Medina con $5,000.00; el 2do. Premio a Leticia Martínez de Muñoz con $3,000.00 y el 3er. Premio a Maestra Conchita con $1,000.00. Dios bendiga la generosidad de todos los colaboradores para continuar realizando la caridad en nombre de nuestra Iglesia Potosina.
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