Precios cuidados
El poder en manos de los consumidores Pág.03
Buitres
¿Quiénes son? ¿Qué quieren? ¿Cómo operan? El riesgo de entregar nuestra soberanía. Pág.02
AGENDA POPULAR
Septiembre del 2014 Argentina, Buenos Aires. Año - 1 numero 1
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38 años sin Clara Anahí
Te seguimos buscando
EDITORIAL
Foto: Matías Adhemar
Chicha Mariani busca a Clara Anahí desde el momento en que los militares asesinaron a su madre y la secuestraron de su hogar, en 1976. Luchadora como pocas, no se toma descanso, y a sus 90 años solo le asusta morirse sin llegar a abrazar a su nieta. pág.
Agenda Popular llega a sus manos como una propuesta nueva y diferente. Una opción que busca ir más allá del aluvión de información con el que diariamente nos vemos desbordados y que provoca mayor grado de confusión que de esclarecimiento. La única verdad es la realidad. La emblemática frase acuñada por Juan Domingo Perón hace más de medio siglo sigue teniendo intacta vigencia, sin que por eso no debamos reconocer que las interpretaciones que se hacen sobre esa única realidad son muchas y muy diversas. Con humildad y respeto, desde estas páginas nos proponemos encontrarnos en cada edición para intentar profundizar un poco más en esa única realidad y desnudar la intencionalidad con que se hacen muchas de las interpretaciones sobre ella. Creemos que hay temas que afectan nuestra vida en forma cotidiana, pero que tienen un impacto profundo y sin que lo notemos claramente determinan nuestro futuro y el de nuestros seres queridos. Por eso, Agenda Popular intentará ser una herramienta más, en sus manos, para escarbar en los temas y con el exclusivo propósito de que sea usted, lector, quien saque sus propias conclusiones.
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La madre de las batallas pág.
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¿Seguridad o delito?, el debate pendiente pág.
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Ellas Hacen... porque tienen derechos pág.
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Agenda Popular
Domesticando a los buitres
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Agenda Popular
Un paso más
Cuál es el impacto del conflicto que los fondos especulativos de inversión mantienen con Argentina y por qué es tan importante decidir hacer frente a su reclamo y defender la postura adoptada por el Gobierno Nacional. Federico Sequeira De pronto, nuestra vida se llenó de buitres. Los nombran los economistas, Susana Giménez, diputados de la oposición y Mirtha Legrand. Son tema de debate en el living de los programas de la tarde, Santiago Del Moro y sus panelistas intercalan un buitre y un chisme de María Eugenia Ritó con el mismo nivel de preocupación. Entonces, como acto reflejo, esperamos la llegada del colectivo y una señora de edad avanzada habla de los buitres con otra. Un chico de guardapolvo pasa de la mano de la madre rumbo a la escuela y le pregunta por los buitres que están en la tapa del diario: y la madre explica. Todos nos volvimos expertos en esas aves de rapiña que son los buitres, pero no los verdaderos, los de plumaje y vuelo rasante sobre animales muertos, los que se alimentan de carroña. En los buitres que para saciar su voraz apetito quieren engullir dinero sin parar. En realidad se trata de grupos de capital, fondos de inversión, o sea, señores que no quieren trabajar, que tienen el dinero suficiente para comprar bonos y esperar que les paguen lo que ellos quieren, juicio mediante.
Pasando en limpio Para entender el problema, primero hay que saber que todos los países del mundo (sí, Estados Unidos incluido), piden plata prestada a otros. Esa plata que luego tienen que devolver se convierte en la deuda externa. Cuando un país pide plata es lo mismo que cuando la pide una tía en un banco. Si le dan 10, va a tener que devolver 15, 16, o lo que sea que le pidan en función de los intereses. Es decir, la plata extra que quiere ganar el banco por su generosidad. A los países les pasa lo mismo. Piden algo, pero deben devolver bastante más. Y algunos son, además, como ciertas tías que piden y piden porque al momento de gastar lo que nos prestaron todo es alegría, pero al día siguiente de la fiesta se dan cuenta de que no pueden pagar. Cuando esto pasa, los bancos amenazan a las tías, ponen abogados, quieren cobrar todavía más intereses, y en ciertos casos deciden llevarse algo que se haya comprado con la plata que prestaron o quedarse con la casa de las tías. Cuando un país es el que no paga porque no puede, a sus habitantes no pueden decirles que se vayan y dejen el territorio vacío. Los que prestaron tienen la opción de joderse, cosa que no les gusta mucho, o de ser generosos a la fuerza, que tampoco les gusta, pero lo aceptan un poco más.
Todo es historia ¿Querés saber cómo empezó el conflicto? Acá, un resumen breve y claro: -23 de diciembre de 2001: Adolfo Rodríguez Saá, presidente tras la renuncia de Fernando De la Rúa, declara que Argentina entra en cesación de pagos. Es decir, estamos quebrados y no podemos devolver lo que nos prestaron. -Diciembre de 2002: Eduardo Duhalde, su sucesor en forma también interina, anuncia que retomará los pagos, pero solo de intereses. -22 de septiembre de 2003: Roberto Lavagna, ministro del presidente electo Néstor Kirchner, propone una reestructuración de la deuda, con una quita del 75%. Es rechazada. -Entre el 14 de enero y el 15 de abril de 2005, Argentina abre el canje de deuda. Adhieren el 76,15% de los acreedores y se acuerdan las quitas propuestas en junio de 2004 (entre el 45% y el 63%, de acuerdo a los distintos casos). El resto mantiene sus reclamos. -Enero de 2006: Néstor Kirchner anuncia la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, realizando un pago adelantado de los vencimientos que debían extenderse hasta 2009. Se abonan 9.530 millones de dólares, y el FMI deja de tener injerencia directa en la política de nuestro país. -Entre el 15 de abril de 2010 y el 23 de junio de 2010 se realiza un nuevo canje de deuda para los acreedores que no habían ingresado en el de 2005. La quita es del 66,3% en algunos casos, y del 50% en otros. En ambas operaciones, aceptan la propuesta el 92,4% de los tenedores de bonos argentinos. -Noviembre de 2012: El juez de Nueva York, Thomas Griesa, determina que Argentina debe pagar a los “fondos buitre” el 100% de lo que reclaman. -Febrero de 2014: Argentina apela ante la Corte Suprema de Estados Unidos el fallo de Griesa. -Junio de 2014: El máximo tribunal norteamericano ratifica la decisión del magistrado de primera instancia. Desde entonces, Argentina siguió pagando vencimientos de los canjes de deuda anteriores, como se anunció que seguirá haciendo con los que vencerán en los meses sucesivos. Griesa frenó el pago de todos, pero debió liberar el dinero correspondiente a aquellos que tenían a sus acreedores fuera de Estados Unidos, dado que excedía su jurisdicción. -Agosto de 2014: La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anuncia la presentación de un proyecto, a debatir por el Congreso, para reabrir el canje y cambiar la jurisdicción de los acuerdos con los acreedores reestructurados, de modo que puedan realizarse los pagos en Buenos Aires, bajo la ley argentina, y no en Estados Unidos.
Es común ver góndolas vacías cuando se trata de Precios Cuidados, por lo que hay que reclamar su reposición.
Herramientas para defender el bolsillo Ahí es cuando se producen las reestructuraciones de deuda. El país dice: “Si te debía 100, te puedo pagar 60”; y los que quieren plata aceptan eso para no quedarse con las manos vacías. Pero ¿qué son los fondos buitre? Son gente que, cuando un país deja de pagar su deuda, decide proponerle a los que esperan cobrar que les vendan sus bonos (algo así como un pagaré que hizo la tía). Estos señores que no pueden cobrar nada al país en crisis aceptan vender sus bonos por mucho menos de lo que se supone que deberían cobrar. Los buitres pagan 20 por lo que en realidad vale 100, pero tienen la capacidad de ser pacientes. Cuando el país que estaba en crisis se recupera (porque siempre a los países los dejan recuperarse cada tanto), estos señores emplumados van y dicen: “No me interesa que reestructuraste tu deuda y vas a pagar 60 en lugar de 100. Yo quiero todo eso, y un poco más”. Los países, que no son tontos, les contestan: “Si todos los demás aceptaron mi oferta, a vos no te puedo pagar más. No es justo, y además los otros, cuando se enteren, van a querer lo mismo”. Los buitres, entonces, van a ver a un juez. Es muy raro que pese a que en el mundo casi nadie los quiere, ellos siempre encuentran un juez que les dice que tienen razón. Entonces, consiguen un papel que dice que pueden pedir lo que quieran, y los buitres vuelan al país que ahora está mejor, que paga sus deudas porque es como una tía que se dio cuenta de que se había metido en muchos problemas y ahora quiere vivir tranquila. El país los ve llegar y les dice que puede ver la manera de pagarles alguito y que todos se queden contentos, pero ellos no, tan buitres, quieren que les paguen todo y más. Quieren que todo sea ganancia, sin haber ni siquiera sido generosos por interés en el pasado habiendo prestado plata. Ellos solo se aprovecharon de la situación. Buitres sí, buitres no Cuando hablan Mirtha Legrand, Del Moro, Luis Ventura y Mariana Fabbiani de
los buitres y opinan, lo mismo que muchos economistas, asegurando que hay que pagar lo que los fondos especulativos pidan, en realidad están siendo funcionales a intereses que no son los de la mayoría de los argentinos. Si bien Argentina cuenta con el dinero necesario para cumplir con lo que los buitres reclaman, lo cierto es que hacerlo implicaría que más del 92 por ciento de los acreedores de nuestro país que aceptaron una reducción del dinero que iba a pagárseles decidan reclamarlo todo. Aún así, es probable que fijando plazos y metas de aquí a unos cuantos años el país pudiera cumplir con esos compromisos. Sin embargo, qué es lo que pasaría en el corto plazo. Una serie de políticas que se vienen llevando adelante en la última década automáticamente dejarían de ser posibles: desde las netbooks que reciben los estudiantes secundarios hasta la ayuda del programa PROG.R.ES.AR. para que chicos y chicas de entre 18 y 24 años puedan terminar sus estudios. Los dos aumentos de jubilaciones que reciben automáticamente por año nuestros abuelos no serían posibles, como tampoco la Asignación Universal por Hijo o la de Embarazadas, y el FinEs, entre muchos otros. Los buitres dicen, entonces: “Páguennos con recursos naturales”, como los yacimientos de petróleo que encuentra YPF ahora que es mayoritariamente estatal y que no podía encontrar cuando estaba privatizada, y que por eso generan ganancias para todos los argentinos. O pretenden, como casi pasa antes de la crisis de 2001, que les paguemos con nuestro territorio, cediéndoles una parte de nuestro riquísimo suelo. Por todo esto, es importante tener en cuenta que detrás del reclamo de los buitres no hay señores pobres a los que si Argentina no les paga, no llegan a fin de mes. Hay grupos económicos que esperan ganar millones y millones de dólares sin hacer ningún esfuerzo, y que si para convencernos de que tienen razón deben invertir apenas un puñado de billetes en caritas conocidas que nos digan sin parar que ellos son los buenos, lo van a hacer. Eso sí, perder nunca van a perder.
Una proyectada nueva medida para defender a los argentinos frente a las empresas o programas como el de Precios Cuidados constituyen recursos fundamentales para acompañar y proteger a los más débiles del engranaje del económico. Los defensores más acérrimos del liberalismo económico aseguran hasta el cansancio que los precios se ubicarán siempre en un lugar naturalmente justo en función de la saludable puja entre la oferta y la demanda. Recurren, así, a los postulados del padre del sistema capitalista, Adam Smith. Pero Smith vivió en Inglaterra entre 1723 y 1790, y desde entonces muchas cosas han cambiado. En los años 90 se permitió que los grupos económicos hicieran y deshicieran a su antojo, y los resultados para el país fueron más que claros: Argentina quedó al borde de la disolución.
Es por eso que, con todos los aspectos que puedan criticársele y los pasos que aún sea necesario dar, la transformación económica operada desde 2003 no deja de ser uno de los hechos más importantes del último medio siglo. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner marcó, en repetidas ocasiones, la diferencia entre un sistema capitalista moderado o racional y el anarcocapitalismo al que hizo referencia en Bolivia, durante la Cumbre del G-77 en julio último. Hoy, no solo Argentina, sino también el mundo se encuentran atravesando un proceso en el que se conformaron grandes monopolios u oligopolios que reúnen la generación de alimentos en pocas manos. Así, una minoría capaz de fijar los precios somete a inmensas mayorías a pagar cifras enormes por productos básicos para su subsistencia. Es por eso que hay que comprender cuál
es el real impacto de algunas de las herramientas que se vienen desarrollando para defender a todos los argentinos, no solo desde su lugar como consumidores, sino de modo que se puedan garantizar derechos humanos tan básicos como la alimentación, la salud y una vida digna. Sin embargo, está claro que ninguna política de Estado puede sostenerse a partir del esfuerzo de su clase dirigente y nada más, sin sumar el acompañamiento de la población. Especialmente en un contexto en el que durante muchos años se flexibilizaron los mecanismos de control que permitían poner límites a la especulación y a la voracidad de los grandes productores, así como frenar su concentración. Cada persona, en su rol de consumidor, tiene la posibilidad de decidir. Y la aglutinación de las decisiones en un mismo sentido es el único instrumento para modificar el actual orden de cosas.
El poder en manos de cada uno
Hasta el momento, son las grandes cadenas las que adhirieron al programa Precios Cuidados en el ámbito del Gran Buenos Aires. Carrefour, Jumbo, Coto, Día % son algunas de las que tienen locales en la zona, junto a aquellas que en cada distrito se sumaron en forma voluntaria. Sin embargo, no cumplen con lo acordado. En muchos casos se detectaron faltantes de los productos a precio convenido; en otros, errores en la ubicación de las indicaciones en las góndolas. Al-
gunas filiales tampoco cuentan con el listado de precios publicado para que pueda ser retirado durante la compra por los clientes. Como usuarios y consumidores, todos nosotros tenemos la posibilidad de hacer que se cumpla con las leyes que existen y que nos protegen. De lo contrario, seremos víctimas de nuestra propia indiferencia. En el lugar donde vivas, tenés una oficina municipal de Defensa del Consumidor que puede asesorarte.
El sitio: www.consumidor.gov.ar te permite dejar tu reclamo. Y tenés la opción de comunicarte en forma gratuita al 0800-666-1518. Además, en el sitio www.precioscuidados.com tenés la oportunidad de aprender y divertirte jugando en familia. Ingresá al apartado “Precios Cruzados” y encontrarás un juego muy parecido al Preguntados, pero que te consultará sobre el valor de distintos productos que un simpático asesor irá recogiendo de la góndola.
Durante el mes de agosto el Gobierno Nacional instaló el debate en torno a dos leyes que comenzaron a tratarse en el Congreso, y que están orientadas a regular la defensa de la competencia y las relaciones de consumo. Una de las “reglas” básicas del sistema capitalista que defienden con uñas y dientes muchos economistas, dentro y fuera de nuestro país, asegura que el precio de los productos se establecerá de manera natural sin que sea necesaria otra intervención más que la de los compradores y los vendedores. Está claro que esto no sucede así, y mucho menos cuando casi todos los bienes de un determinado rubro son elaborados por unas pocas empresas. Esta realidad es la que se vive en el sector alimentario. La concentración en pocas manos es lo que hace posible que los costos de los alimentos suban casi de forma caprichosa y sin responder a factores estacionales o de incremento de la demanda. Comida no es lo que falta. Lo que sí es necesario es poner un freno al apetito desmedido de las empresas que se encuentran detrás de lo que consumimos, y a las que sin importarles otra cosa que sus ganancias, detrás de un escritorio definen cuánto tenemos que pagar si queremos sus productos.
El 1º de enero de este año, el Estado Nacional puso en marcha el programa Precios Cuidados, destinado a garantizar la estabilidad de valores de una serie de productos de la canasta básica de alimentos y bebidas que consumimos los argentinos. El compromiso, alcanzado con grandes cadenas, fue sumando a supermercados que decidieron integrarse en forma voluntaria, y con el correr de los meses incorporó mayor cantidad de productos, llegando a los 320 hasta el 1º de septiembre, cuando se realice una nueva revisión. Las dos primeras se dieron el 1º de abril y el 1º de julio, y en ambos casos, además de agregar artículos y puntos de venta, se permitieron ajustes en los valores de los productos. Claro que hasta el 31 de agosto el promedio de reajuste había sido del 7,5%, un índice que se ubicó muy por detrás del Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu), medido por el INDEC, que en los primeros seis meses del año registró una suba del 15 por ciento del costo de vida.
Derechos de los consumidores Los ocho meses que el programa lleva en marcha demostraron que a las grandes cadenas comerciales no les interesa cumplir con lo convenido, aun cuando lo hayan firmado. Por eso, es habitual encontrar faltantes de la mayoría de los 320 productos que, hasta el 1º de septiembre, integraban la nómina. Sin embargo, debemos saber que: -Si en la góndola no encontramos el producto que integra el programa Precios Cuidados, debemos preguntar por qué no está y reclamar a los repositores que lo coloquen. -Si nos dicen que no tienen más de ese producto, sin importar cuál sea el argumento, el acuerdo establece claramente que podemos llevar otro de iguales características, pero que deberán respetarnos el valor que tendría en Precios Cuidados.
-En el ingreso a los locales comerciales adheridos debe estar en exposición, claramente visible, la lista total de los productos de Precios Cuidados con sus valores. -También debe estar disponible para llevar la revista que contiene todos esos productos y sus precios. Si no la vemos, tenemos el derecho a exigir que la repongan. -Cualquier irregularidad puede y debe ser denunciada en la Oficina de Defensa del Consumidor del municipio en que vivamos. No dejemos que avasallen nuestro derecho como consumidores, y seamos agentes multiplicadores. Cada vez que mostremos que estamos cuidando nuestro bolsillo, estaremos permitiéndoles a otros ver que esto es posible y que deben hacerlo también.
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Luchar a los 90: 38 años buscando a Clara Anahí
María Isabel Chorobik de Mariani, más conocida como Chicha, dedica cada hora de su vida a buscar a su nieta. Así lo viene haciendo desde aquel 24 de noviembre de 1976 cuando las balas y las bombas atacaron la casa que su hijo compartía con su mujer, Diana Teruggi, y su hija de tres meses, Clara Anahí, en la ciudad de La Plata. “Es una herida viva que te sigue hasta la muerte”, expresó.
Luciana Rodríguez Sacco Chicha apuraba el taxi, era más de la una de la tarde cuando salió de dar clases del Liceo Victor Mercante, rumbo a su casa en 44 y 22, en La Plata. Era miércoles, ese era su día favorito, el momento de la semana en que su nuera, Diana, le dejaba toda la tarde a su nieta, Clara Anahí. Abrió rápido la puerta y puso a calentar el agua para darle un baño, eso era casi un ritual, después vendrían los juegos, las miradas, las risas, hasta lograr hacerla dormir en sus brazos. Era un día de fiesta. Cuando el agua estuvo lista, Chicha se sentó en su sillón, el mismo que tiene hoy en una esquina de su living, a tejer una batita amarilla; no le gustaba ni el rosa ni el celeste, ella hacía todo en amarillo. De repente escuchó un tiroteo, con un nudo en el pecho intentó seguir tejiendo; los militares ya habían matado a varios de sus alumnos del colegio. Igualmente, su mayor miedo era que les pasará algo a Diana y Clara Anahí por la calle, no eran épocas para andar deambulando. Se asomó por la ventana, vio pasar al ejército y un helicóptero, los soldados y policías habían copado la calle. La angustia se hacía más grande, a medida que los ruidos extraños no cesaban. Chicha dejó de tejer y decidió ir a la casa de su amiga de la infancia, una mendocina que vivía a dos cuadras de allí, estuvo un rato con ella y volvió a su hogar para ver si Diana y Clara ya estaban ahí, pero para su sorpresa la casa seguía vacía. Sonó el teléfono, era su madre para avisarle que su papá estaba mal, que por favor fuera a ayudarle. Chicha se negó, todavía no había llegado Diana con su nieta, pero ante la insistencia de la madre cedió. Tomó un papel y escribió: “Chicos, vuelvo mañana. Papá está enfermo”, lo colocó sobre la chimenea y se fue rumbo a la casa de sus padres en City Bell. Finalmente su papá estaba sano, nunca se supo qué le pasó, Chicha cree que fue la manera de salvarla a ella de la muerte, porque de no haber ido, la hubieran matado esa noche.
Cuando se levantó en la mañana, lo primero que hizo fue encender la radio y ahí escuchó lo que había pasado: durante tres horas habían bombardeado la casa que su hijo compartía con su mujer, la bebé y otros compañeros que trabajaban en el periódico clandestino “Evita Montonera”, cuya imprenta funcionaba en la parte trasera del domicilio. La desesperación la invadió y corrió a tomarse un colectivo hacia La Plata, en ese momento no era común el uso de taxis, por lo que el trayecto demoró más de cuarenta
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Unos decían que Clara Anahí había muerto; otros, que estaba viva. Hubo dos versiones que dijeron que la nena salió viva con la mano lastimada, pero la mayoría dijo que la habían sacado carbonizada, porque esa fue la voz que hicieron correr ellos
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minutos, seguramente los más difíciles de su vida. Cuando estaba llegando a su casa, notó un tumulto de gente frente a su puerta, se asustó, no podía enfrentar eso sola, por lo que fue a buscar a su amiga mendocina, quien con su hijo la acompañó hasta allí. Todo estaba des-
trozado: la puerta abierta y llena de balazos, el baúl del auto también. Adentro, todo estaba en el piso, roto; solo dos cosas estaban en orden, y ambas sobre el sofá que ella usaba para hacer dormir a Clara Anahí: su seguro de vida y una partitura que su marido había tocado en el Teatro Colón. Chicha sintió que se moría al entrar, cuando logró calmarse llamó a sus consuegros y ellos le dijeron que todos habían muerto en la casa. A partir de ahí todo fue confuso, se descompensó y la llevaron a una clínica, estuvo internada un día, conviviendo con el dolor y la desesperación de creer que habían asesinado a las tres personas más importantes de su vida. Días después Chicha se enteraría que su hijo estaba vivo, es que aquel día no se encontraba en la casa, sino trabajando en Capital Federal. Pese a esto, pudo verlo poco, ya que vivió en la clandestinidad hasta agosto de 1977 cuando fue asesinado. La noticia de que su nieta había salido ilesa de aquel tiroteo llegaría un tiempo después, Diana la había resguardado en la bañera cubriéndola con unos cuantos colchones. Hoy, encontrar a Clara Anahí es su motor de vida, esta búsqueda es su bandera inclaudicable que ya lleva 38 años. –¿Vos nunca te dejaste vencer, nunca dijiste “hasta acá llegué”? –Esas cosas nunca se olvidan, es una herida viva que te sigue hasta la muerte. Nunca te podés olvidar de una nuera como Diana, de una nieta tan esperada y tan querida, de un hijo. Lo pensás de día de noche, lo sentís en todo momento. Podés distraerte un minuto, pero siempre está con vos. Esa es la mayor crueldad que tuvieron estos militares y esta dictadura. Tramaron bien las cosas, mataron una juventud valiosa, quisieron destruir la memoria, pero no lo lograron; y a las madres y a las abuelas nos condenaron a no saber. Yo creo que lo peor que te puede pasar es no saber, estás buscando, esperando, cada persona que pasa pensás que es tu hijo, pero sabés que está muerto, pero no tenés el cadáver y adentro te queda una llama
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Buscándola sola estuve por dos años, hasta noviembre del 77, no me había enterado de que existían las Madres. No leía el diario, no me importaba nada, solo buscar a Clara Anahí
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Agenda Popular Este les mandó a decir que todos habían muerto, incluida la nena. En esa desesperación llegó una chica, que nunca supe quién era, a decirnos que no nos desesperáramos, que la nena estaba viva, que la había visto la abuela que vivía en el barrio. Que había visto cémo la sacaban llorando, con la manito lastimada y se la llevaban. Le dijimos que estaba equivocada, que seguramente era otro niño. El rector, en quien creíamos en ese momento, nos había dicho que Ramón Camps le había asegurado que la nena había muerto. Pobre chica, me imagino el shock que le debe haber producido la negativa nuestra. Daríamos cualquier cosa por volverla a ver, pero nunca supimos quién era. La busqué por el barrio, pero ya se había mudado y nunca la pude ubicar. Seguimos pensando que la nena había muerto, al tiempo me llamó una muy amiga, que era profesora del Liceo también, y me avisó que tenían noticias. Fui a un sótano, con muchísimo miedo ella y su jefe me dijeron que eran amigos del comisario de la Quinta. Este hombre, quien me llamó, lo había ayudado mucho y le preguntó al policía qué había sido de la nena y le dijo que había vivido, pero que no lo dijera. Ahí me volvió el alma al cuerpo y ahí empecé a buscarla. Cuando llegué a la Quinta, yo para ese entonces no sabía que había campos de concentración ni nada, pasé a un metro del campo de concentración. El comisario me recibió porque llevé una carta de este señor, sino él mismo me dijo que no me hubiera re cibido porque yo no era nada ni nadie. Me dijo que la nena estaba viva, que la buscara, que ya no iba a tener el mismo nombre, y que estaba con otra persona, que la iban a criar mejor que yo. Me dijo que fuera a la Regional, que ellos sabían más que él. Yo ni si quiera sabía qué era eso. Me fui a la casa de mis padres, en City Bell y una semana después fui a la Regional y me sacaron corriendo: que me fuera ya, que no tenía nada que preguntar o me pasaría algo. –Después de tantas puertas que se cerraban, ¿cómo decidís seguir? –Estaba sola, mi marido en Italia, yo no me atrevía a llamar a alguien, nadie venía a mi casa, salvo una familia amiga. Este hombre lo negó siempre, hasta el día en que
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–¿Cómo fueron esos tres meses que compartiste con Clara Anahí? –Mi nieta tenía unas enormes ganas de vivir. Saltaba, jugaba, lloraba, se reía, siempre estaba vivaz. Perseguía todo lo que tenía anteojos, pensando que era el padre. Veía unos anteojos y creía que era el padre, nos reíamos mucho con eso. De repente desaparecieron todos y hubo que empezar a buscar. A mí me llegó justo la jubilación que había pedido para poder estar más con ella, a pedido de mis hijos, digo así porque los considero a los dos por igual. Yo creo que me salió la jubilación en ese momento para dedicarme a buscarla.
Yo creo que lo peor que te puede pasar es no saber, estás buscando, esperando, cada persona que pasa pensás que es tu hijo, pero sabés que está muerto, pero no tenés el cadáver y adentro te queda una llama viva que te alienta
–¿Cómo te enteraste de que Clara Anahí estaba con vida? –Como todos trabajábamos en la universidad, los Teruggi le pidieron al rector, el doctor Guillermo Gallo si podía averiguar lo que había pasado con cada uno de ellos.
lo llamaron al Juicio por la Verdad, mirándome a mí me dijo que me admiraba por mi trabajo, que lamentaba mucho no poder darme ninguna información, pero que esa conversación conmigo no había existido,
viva que te alienta. A mí me pasaba esto: aquel es alto, flaco, entonces puede ser; lo mirás, lo seguís, crees que es, pero nunca va a ser. Pasan los años y uno sigue con esa carga terrible, te dormís pensando, te levantás pensando.
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que era una ilusión mía en la que necesitaba creer. También dijo que nunca estuve en la Comisaría Quinta y que él no había hablado conmigo, ese fue uno de los días más fuertes. Todo era muy confuso, unos decían que Clara Anahí había muerto; otros, que estaba viva. Hubo dos versiones que dijeron que la nena salió viva con la mano lastimada, pero la mayoría dijo que la habían sacado carbonizada, porque esa fue la voz que hicieron correr ellos. –Imagino que dar con los testimonios que probaran para la justicia que la niña estaba viva no debe haber sido una tarea sencilla. –Un tiempo después supe que habían entrado seis o siete soldados a la casa de 30, y que uno de ellos había visto cómo la sacaban viva. Busqué a ese soldado casi 28 años,
hasta que pudimos ubicarlo en Bolivia, hicimos todo un operativo, en ese momento ya estaban los Juicios por la Verdad. Yo le prometí que si venía nadie le iba a preguntar quién sacó a la nena. Finalmente logramos ese testimonio, donde dijo que la sacaron por la puerta del garaje, y ahí vio venir un hombre grande, con cara dura, con un jean muy gastado. La llevaba en brazos envuelta en una manta fucsia con bordados verdes, y ahí pasó a quince centímetros de él. La subieron a una camioneta, pero antes, en la puerta del garaje, se la entregó a un hombre bajito, muy soberbio, que yo pienso que era el jefe del regimiento. El hombre la puso en un jeep azul y salieron para el lado del Hospital Italiano. Hasta ahí contó el muchacho. Otra persona contó que en la esquina del hospital vio corriendo a un policía alto, con un bulto en los brazos y una ametralladora. Como el jeep era azul pensé que era del regimiento, pero el joven soldado volvió a Argentina y preocupado me contó que había algo que yo había interpretado mal, que no era del Ejército, sino de la Marina. –Ahí empezó tu búsqueda. ¿Cómo fue este proceso? –Fue buscar una aguja en un pajar, sin tener datos, con mentiras por todos lados. Fue un infierno, yo no sé cómo mi cerebro resistió sin volverme loca durante tantos años. Buscándola sola estuve por dos años, hasta noviembre del 77, no me había enterado que existían las Madres. No leía el diario, no me importaba nada, solo buscar a Clara Anahí. Un día alguien me sugirió que fuera al
Juzgado de Menores, entonces fui y conté lo que me pasaba. Ahí me dijeron que había otra señora que iba allí buscando su nieta. Al principio no entendí lo que me querían decir, me asombré mucho cuando super que no era la única que no encontraba a su nieta. Finalmente un día pedí el teléfono de esta señora y me fui a lo de Alicia Zubasnabar de De la Cuadra (Licha), a pedirle que trabajáramos juntas. Con gran sorpresa me dijo que había otras señoras en el grupo de Madres (luego madres de Plaza de Mayo) y otros grupos de militancia que buscaban a hijas embarazadas, cuyos hijos ya habrían nacido. –¿Ese es el inicio de Abuelas de Plaza de Mayo? –Sí, así empezamos a tramar todo lo que podíamos hacer, ni comimos, ni supimos más del mundo. Quedamos en que íbamos a ir a Plaza de Mayo, pero en realidad fui-
mos a la Plaza San Martín porque venía un enviado de Cyrus Vance por parte de Jimmy Carter, porque estaban preocupados por lo que pasaba acá con los desaparecidos. Allí iba a poner una ofrenda a San Martín y nosotras podíamos llevar testimonios sobre la desaparición de nuestros hijos y nietos. Cuando empezó el acto todas las mujeres allí se pusieron el pañuelo blanco en la cabeza, empezaron a gritar por sus hijos y entregaron su testimonio. Yo me quedé inmóvil, entonces vi venir una mujer corriendo, era Azucena Villaflor, ella entregó mi testimonio. Empezaron a llegar más abuelas y nos pusimos de acuerdo para encontrarnos en una casa a escondidas y empezar a trabajar, ya veríamos cómo. Empezamos a llamarnos Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos, pero después como la gente nos decía Abuelas de Plaza de Mayo, nos quedamos con ese nombre. Las Madres nos dijeron de unirnos, pero dijimos que no porque era distinta la búsqueda. Nosotras teníamos que trabajar con la justicia, estar en contacto con jueces, y no nos podíamos quedar a reclamar porque no íbamos a encontrar a nadie. Lo entendieron, pero tomamos el nombre, porque todos nos decían así. Ahí empezamos, crecimos, se hizo una entidad muy respetable, ajena totalmente a la política, fue el 21 de noviembre del 77. Yo seguí allí, pero ya buscando a todos, no solo a Clara Anahí. En un momento tuvimos que hacer la primera comisión directiva, pero yo no quería saber nada de ser presidenta, porque ese cargo es un adorno y los que trabajan son los de más abajo, entonces yo quedé como secretaria y Licha como presi-
denta. Un par de años después Licha fue a visitar sus hijos exiliados en Europa, y como necesitábamos hacer trámites yo asumí como presidenta, y de ahí estuve hasta el 89 cuando renuncié, y me retiré totalmente, y sigo totalmente apartada. –¿Por qué decidiste apartate de Abuelas? –Eso es algo que nunca conté, pero cuando uno deja su vida haciendo algo y se va, es porque algo muy fuerte pasó. Yo ya no podía trabajar, yo siempre he sido muy rígida y habíamos dicho no intervenir en política, una discusión, otra discusión y el ambiente ya era irrespirable. Deshecha me retiré, pero si no me hubiera ido me hubiera muerto, estaba muy mal del corazón. Pasaron cinco años más, yo buscaba sola a Clara Anahí, y todos me decían por qué no creaba otro organismo. Me convencieron y creamos la asociación Anahí. Desde allí recuperé la casa de calle 30, porque la habían tomado desde la agrupación Quebracho. –¿Cómo ves a la fundación hoy? –Abuelas la creamos con Licha y entre las dos le dimos marcha, no quiero juzgar. Cuando yo me fui habíamos recuperado 59 chicos. Había chicos recuperados que confiaban absolutamente en nosotras, yo no podía decir ni mu, porque los chicos iban a entrar en conflicto; por supuesto que no me gustó callarme, pero eran los chicos primero. Todas hemos sufrido mucho, todas hemos trabajado muchísimo, entonces no puedo menos que alegrarme cada vez que aparece un chico. Hasta yo misma me sorprendí de la alegría que sentí cuando apareció el chico de la familia Carlotto. Por los padres, por el chico, por los demás. Lo que no me imaginé es que tuviera tanta repercusión, pero ha sido necesario porque ha habido un vuelco importante de la gente. Hay personas que nunca dijeron nada porque sabían pequeñas cosas, y creyeron que no valía la pena, se está acercando gente que por ahí tienen una pequeñita noticia y por ahí era lo que le faltaba a uno para llenar un casillero. Por lo que ha sido muy positiva. Con esta base yo puedo tener esperanza de que nunca más pase esto. También me han llegado centenares de e- mails deseando que encuentre a Clara Anahí. Hay un despertar, en buena hora. –¿Cómo te imaginás el reencuentro con Clara Anahí? –Acá han venido 20 o más chicas, pensando que son Clara Anahí. Pobrecitas, algunas se llevan un disgusto muy grande cuando sale que no y yo tengo que tragarme esa tremenda pena. Hace unos días llegó la última chica, de la que todavía no tengo el resultado. Lo primero que les miro es la oreja, porque la de Clara Anahí es como la mía, y no son orejas comunes. Trato de mirarla al sol, que ahí veo los rasgos. Una de las veces que la bañé, unos quince días antes de que se la llevaran, la habían vacunado y yo no sabía. La bañé y sin querer le rocé la vacuna con la toalla, yo pienso que de eso debe haber quedado una cicatriz, así que con cada chica que viene a buscar su identidad lo primero que miro es la vacuna y a veces la tienen de esa manera. Ellas tienen mucha confianza en lo que están contando, pero yo pongo paños fríos con la experiencia que tengo, porque es muy duro el golpe. Pero generalmente, vienen con alguna prueba: lunares típicos de la familia Teruggi, alguna cosa de nuestra familia. Vino hasta una chica con una herida en la mano, tal como suponemos que debe tener Clara Anahí, pero yo tapo mi ansiedad tratando de que ellas no sufran si es no.
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La madre de las batallas
El debate por el proyecto político desde la educación y a través de ella. Ignacio Borgogno La aparición del Plan FinEs en la provincia de Buenos Aires se corresponde con una obligación que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner asume para sí mismo con el pueblo. Y es que la existencia del FinEs se relaciona estrechamente con un derecho de carácter constitucional insatisfecho a lo largo de la historia de nuestro país. Se trata del derecho a aprender, del derecho a la educación que se extiende a todos los habitantes de nuestro territorio, pero del que no todos gozan. De igual modo, la necesidad, la demanda y el deseo de la sociedad por acceder plenamente a este derecho han sido silenciados, invisibilizados por las diferentes administraciones que hundieron a nuestro pueblo en la crisis económica, política y social que llegó a su punto máximo en el 2001. El Gobierno Nacional, a través de la articulación del Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio de Educación y la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, ha puesto en acción esta política pública de restitución del derecho a aprender. Pero que es mucho más que esto. Pues, en primer término, otorga las herramientas básicas y necesarias para la participación del pueblo en la vida política del país. Configura espacios de encuentro y reflexión. Y promueve el desarrollo individual y colectivo. La respuesta al ataque El Plan FinEs se ha vuelto, desde hace algunos meses atrás, centro de críticas y ataques, ataques que también se han dirigido a los estudiantes con formas despectivas y denigratorias. Pero por qué un plan que propone que las personas adultas cursen sus estudios secundarios genera tanta atención. El FinEs pone en discusión una serie de ejes conceptuales, metodológicos y ontológicos acerca del sentido de la educación en nuestro país y la región. Esta discusión es la que el sistema educativo no logra darse hacia su interior. Se trata de un cuestionamiento que es de carácter político, ideológico y, por lo tanto, de proyección. El primer eje de discusión es el relativo a lo funcional, es decir, la función social de la educación en un sentido profundo. La pregunta es acerca de la formación. O
continuamos generando una formación de fuerza de trabajo operativa al sistema capitalista financiero, o generamos una formación para el desarrollo humano, individual y colectivo. Así, se pone en debate cuáles son los núcleos de aprendizaje que esta sociedad considera prioritarios, y se desnaturaliza la idea de Núcleo de Aprendizaje Prioritario impuesto en el imaginario social. Esto lleva consecuentemente a rever el currículo explícito (los contenidos planificados) y el currículo oculto (los aprendizajes que devienen de los contenidos enseñados y de los métodos de enseñanza). Pero, por sobre todo, el hecho de cuestionar la funcionalidad de la educación implica cuestionar y reflexionar acerca de las ideas y conceptos de desarrollo social, como así también reflexionar respecto de qué significa desarrollo para el pueblo, qué tipo de desarrollo social se busca, cómo se lo alcanza y cómo se lo hace sustentable en sentido amplio. Cultura de la participación La propuesta educativa del Plan FinEs aborda también el eje organizacional. Por esto, en lo que se refiere a lo formativo, pone en debate dos enfoques culturales: una cultura de la delegación y una cultura de la participación. El modelo de educación tradicional, hegemónico, dominante, forma a un ciudadano acostumbrado a delegar en otros responsabilidades políticas y sociales. Pero el FinEs interpela a los estudiantes para que puedan darse una organización participativa y democrática desde el interior de las comisiones. Ya que esta propuesta educativa se sustenta en una propuesta de formación política para la participación democrática y ciudadana. En el aspecto territorial, integra diversos actores sociales para dar mayor profundidad y alcance a la política pública, ya que se parte de la premisa de que los únicos dueños de aquella son los estudiantes. Los actores son estudiantes, referentes educativos, docentes, familias, vecinos, organizaciones sociales, instituciones y el Estado en sus distintos niveles: nacional, provincial, municipal. El proceso educativo Otro eje que esta política pública pone en debate es lo histórico-cultural. Esto es continuar aprehendiendo conocimientos desde
la mirada de las culturas dominantes, una mirada eurocéntrica, o comenzar una construcción de conocimientos de los procesos culturales, históricos, y las experiencias locales, nacionales y regionales. Este enfoque implica, además, una construcción en diálogo y disputa con los puntos de vista de las culturas dominantes. Se trata entonces de un giro ideológico, que propone estructurar el conocimiento desde los procesos dados en la región haciendo énfasis en lo nacional y lo popular, haciendo conciente y manifiesto que todo proyecto pedagógico habita en un proyecto político, cultural y económico. Un eje de importancia vital es el que aborda el posicionamiento de la escuela en tanto institución educativa. Hasta ahora las escuelas se constituyen como instituciones cerradas, inmóviles, inmodificables, de pretensión ilustrada, ascéticas, asépticas, deshistorizadas y descontextualizadas. Pero los espacios educativos pueden y deben repensarse. Es decir, que en el otro polo se encuentra una institución educativa abierta, dinámica, en diálogo con las problemáticas coyunturales, capaz de aceptar la postergación y exclusión ocasionadas por las propias relaciones que genera el sistema de educación, historizada, contextualizada (más allá de los contenidos básicos, que sea capaz de responder a las necesidades de cada comunidad de aprendizaje) y que pueda desarrollarse en permanente transformación. La postura y posicionamiento que adopta el docente es también de importancia capital para la transformación de la educación. Tradicionalmente, los profesores han constituido su rol en tanto poseedores, y por tanto transmisores, de conocimiento. Han adoptado un lugar de iluminado, dueño de su cátedra y atomizado por esto. Pero los docentes pueden adoptar un rol diferente. El educador puede ser un constructor de conocimientos, en permanente proceso de aprendizaje con los educandos, y en diálogo con el otro. Docentes que sean capaces de asumir una función de integración cultural a partir del reconocimiento de las diversidades, y capaces de desarrollar una labor de inclusión social. Docentes que desarrollen junto a las comunidades de aprendizaje un conocimiento de sí mismas, de su pasado histórico y su contexto político-económico que les permita ser libres e integradas a la región.
Un enfoque en debate En este enfoque es necesario poner en debate el modo en que se considera y se posiciona a los estudiantes. Desde el pensamiento hegemónico se los ha infantilizado, puesto en lugar de pacientes enfermos que hay que curar, se los pretende en un lugar de inconciencia de la desigualdad de la brecha material y simbólica que existe entre los distintos sectores de la sociedad. Pero, en realidad, se trata de poder entender al estudiante desde un enfoque pluridimensional; entenderlo como un adulto, trabajador sostén o cosostén familiar, padre o madre, desocupado, investido y entramado por diversas problemáticas sociales, y que además es estudiante. Estas problemáticas son la exclusión, la postergación, la denigración, y encarnan distintas formas materiales como el desempleo, el hacinamiento y otras formas de precariedad habitacional e infraestructural, analfabetismo, estudios incompletos, etc. Comprender al ciudadano adulto que es estudiante en todas sus dimensiones sociales devuelve a la educación el carácter de lo humano y al conocimiento, el carácter de lo significativo. Proyecto cultural Todo proyecto pedagógico implica un proyecto cultural, y por eso político y económico, y viceversa. Es así; el Plan FinEs (alfabetización, primaria, secundaria) pone en debate todas estas cuestiones por las que hemos pasado revista, pero es parte estructural de la llamada batalla cultural, donde el poder hegemónico y sus sentidos e imaginarios se encuentran instituidos y legitimados, pero en disputa con lo subalterno en una lucha que se da en el plano material y en el plano simbólico. Por lo material entendemos los medios, las formas y las relaciones de producción y reproducción social. Y por lo simbólico, toda construcción significativa, productora de sentidos y, por tanto, de cultura. FinEs es parte de esa lucha por la hegemonía, es decir, de esa lucha por establecer, sostener y hacer sustentable un proyecto político, económico y cultural de raigambre nacional y popular. No quedan dudas, FinEs, desde la educación, pone de manifiesto la batalla cultural que implica la lucha por el poder y la posibilidad de seguir confirmando y desarrollando un proyecto político, económico y cultural que nos incluya a todos y a todas.
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¿Seguridad o delito?, el debate pendiente
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El discurso de la inseguridad se instaló de forma contundente en una sociedad que, a fuerza de erosión política y mediática, corrió el eje del debate y naturalizó como factor de seguridad la no existencia de delitos.
mil personas. Otro de los aspectos cuestionados es la convocatoria realizada a exagentes de la Policía Bonaerense, en el marco de una acción que volverá a incluir a aquellos que fueron separados de sus funciones por hechos de corrupción o por diferentes irregularidades. En tercer término, cabe considerar que el Estado provincial se endeudó en 600 millones con el Banco Provincia para sostener la emergencia. La medida no fue discutida por la Legislatura.
Endurecimiento A través de una prédica constante y sostenida a lo largo de los últimos veinte años ,se ha logrado erosionar en muchos argentinos la idea que había quedado clara al terminar la última y sangrienta dictadura: que la mano dura no es la respuesta a los problemas de una sociedad. En términos verbales, Daniel Scioli está lejos de uno de sus antecesores recientes, Carlos Ruckauf, quien durante su paso por la gobernación (1999-2001) había asegurado muy suelto de cuerpo: “A los delincuentes hay que meterles bala”. El actual mandatario bonaerense es más cauto a la hora de recurrir a las palabras, y trata de ajustarse –a veces con visible incomodidad– al modelo político del que forma parte. Decisiones como el nombramiento de Alejandro Granados al frente del Ministerio de Seguridad, sin embargo, marcan en los hechos que el rumbo no difiere demasiado del elegido por Ruckauf. De esa manera, en los siete años que lleva de mandato, Scioli fue tomando medidas que pretendieron dar respuestas simples y a la vez directas a los reclamos de mayor seguridad: un incremento en el reclutamiento, el desdoblamiento de los Ministerios de Justicia y Seguridad que él mismo había unificado, más recientemente el nombramiento de un “duro” como Granados, y a principios de julio último, la firma del decreto para la creación de policías locales en los municipios con más de 70 mil habitantes. En un contexto en el que la única respuesta gubernamental en territorio bonaerense es más efectivos, más armas y más móviles, la pregunta central que debería impulsar un debate profundo sigue todavía sin ser respondida.
Ese texto, sin embargo, parece no haber caído bien entre los intendentes, no ya los de la oposición, sino también los propios. A punto tal llegó el recelo de los jefes comunales que, poco más de dos semanas después de su decreto, el gobernador salió a pedir a los oficialistas que adhirieran. Por el contrario, lo único que parece preocupar a muchos intendentes es cuál será el costo, no ya político sino económico, de avanzar. La provincia prometió financiar los salarios de los 15 mil nuevos agentes de la Policía Local en territorio bonaerense, su capacitación, formación y equipamiento. Los jefes comunales saben que gratis no les saldrá, y por ahora esperan. ¿Alcanza con incrementar el número de
policías para garantizar la reducción del delito?¿Cuál será el límite?: En la década de los 90 el primer paso se dio con el boom de las agencias de seguridad, que florecieron como hongos en un escenario donde la delincuencia llegaba de la mano de la exclusión. Con el cambio de época operado en los últimos años, en los que se reactivaron industrias y fábricas, se redujeron los índices de desempleo, de pobreza e indigencia, el fenómeno comenzó a revertirse en la percepción real de los argentinos, para ganar cada vez más protagonismo en las pantallas de los grandes medios. Toda esa campaña destinada a hablar de la inseguridad tiene su otro lado: los que venden la seguridad en todas sus formas, algo que en el ámbito del Gran Buenos Aires parece estar exacerbado al máximo.
La Real Academia Española (RAE), que es la que regula el uso de la lengua castellana, es decir, del idioma que hablamos, cuenta con una serie de definiciones para la palabra seguridad que en ningún caso remiten al concepto con que lo entendemos hoy los argentinos. Un proceso que comenzó hace más de 20 años logró erosionar el imaginario social y naturalizar la idea de que inseguridad (es decir, la falta de seguridad) es equivalente a delito en cualquiera de sus formas. Hoy este significado no está en discusión. Por el contrario, cada vez que se comunica un hecho policial se habla de inseguridad a través de los diarios, la televisión o las radios; y la clase política repite el mismo esquema sin importar si ideológicamente se ubican en la derecha, la izquierda o el centro. Se hace indispensable, entonces, desandar el camino y poner cada término en su lugar. Confundidos Delito es para la RAE la violación de una ley o un crimen. Por lo tanto, desde un robo hasta un homicidio entrarían en esta categoría, ya que se trata de transgresiones a las leyes que existen en nuestro país. Seguridad, en cambio, se aplica a un amplio abanico de cosas que incluyen desde aspectos jurídicos hasta sociales. Sin embargo, el 5 de abril último, el gobernador Daniel Scioli dispuso la emergencia en seguridad para la provincia de Buenos Aires por espacio de un año; y lo hizo cediendo a las presiones mediáticas que vienen haciendo de este concepto, además mal aplicado, una herramienta con la que ejercer presión política. La situación de excepcionalidad decretada por el gobernador Daniel Scioli tiene una
El bombardeo mediático, una constante. vigencia de un año, por lo que se extenderá hasta la primera mitad de 2015. En el marco de un año electoral, no se descarta que el mandatario pueda extenderla. En lo discursivo el objetivo central es “acorralar el delito”, y para hacerlo la norma implica “agilizar la llegada de recursos humanos y materiales”. Una de las medidas más cuestionadas es la construcción de ocho alcaidías, una instancia en la que se aloja a los detenidos mientras se realiza la investigación, y que en este caso, tendrán capacidad para unas
Más policías, la única estrategia Frente a la demanda de la sociedad que exige respuestas para combatir el delito y con el agregado del fuerte impacto que causa la rotación permanente de noticias sobre criminalidad en los medios, el gobernador Daniel Scioli dispuso la creación de nueva fuerza de seguridad. La “Policía local” dirá presente a partir del año que viene (una vez que termine la capacitación de sus integrantes) en aquellos distritos que decidan adherir a ella, pero que deberán contar con una población superior a los 70 mil habitantes. De crear una policía de carácter distrital se venía hablando desde hace tiempo. E incluso se habían presentado algunas iniciativas en la Legislatura bonaerense que no habían logrado avanzar. Durante su campaña, en el año 2013, el actual diputado provincial Juan José
Mussi había hecho de la conformación de esta fuerza su principal eje discursivo en el ámbito de la Tercera Sección Electoral, por la que encabezaba la lista del Frente para la Victoria. Sorprendió, y mucho, que fuera entonces el propio Mussi uno de los que se opuso al proyecto cuando este fue debatido en la Cámara Baja bonaerense. El exintendente de Berazategui levantó la mano para aprobar la iniciativa “en general”, pero rechazó varios de los artículos, casi en consonancia con diputados opositores. La creación de la nueva fuerza salió airosa de ese primer examen y pasó luego al Senado provincial, donde no logró el apoyo necesario. Fue entonces el gobernador Daniel Scioli decidió firmar el decreto para dar vida a la policía local.
Agenda cultural 6 y 7 de septiembre
Propuesta saludable
Llega a Berazategui el BioMercado Itinerante, una propuesta de c onsumo responsable que acercará a cada vecino frutas, verduras y hortalizas produci das en forma orgánica en las quintas de la zona. Se darán cita más de 50 expositores y, además, para quienes quieran aprovecharlo habrá un espacio gastronómico para comer sano y naturales, así como actividades al aire libre para toda la familia. Acercate a la Plaza San Martín, Mitre y Calle 6, de 10 a 18. 15 de septiembre
Hacete oír
Si tenés una banda, no te pierdas la oportu nidad de que todos te escuchen. Hasta el 15 de septiembre tenés tiempo de inscribirte para formar parte del festival anual Varela Rock 2014. La convocatoria está abierta a quienes hagan rock and roll, blues, hard rock, punk, hard core, reggae, ska, rock alternativo, garaje, heavy metal, y rock pop. Este año el certamen celebrará su décima edición desde que se puso en marcha en 2004. Sumarse es muy fácil: acercate a la Subse cretaría de Cultura y Educación, calle Mitre Nº 149, de Florencio Varela. Enterate más y descargarte la planilla on-line en el sitio w ww.varela.gov.ar. 21 y 28 de septiembre
El rock suena fuerte
Otra propuesta para disfrutar de la música en el sur del Gran Buenos Aires llega con el Berazategui Rock, que tendrá lugar en el Centro de Actividades Roberto De Vicenzo (Calle 148 y 18A) entre el 21 y 28 de septiembre. Al igual que cada año, será la vidriera para que nuevos talentos de la zona puedan llegar al público masivo, y como ya es un clásico, grupos con trascendencia nacional también dirán presente en esta oportunidad. 11 y 19 de octubre
Un universo de palabras
Andá agendando porque en octubre vuelve LibrArte, la Feria del Libro de Berazategui, que en su edición 2014 propone superar todas las expectativas. Reconocidos autores nacionales, nuevos talentos de la región, los más importantes sellos editoriales, y propuestas para chicos y grandes son algunas de las características que distinguen a esta propuesta que ya se encuentra entre las más importantes del país y la que más concurrencia logra en el ámbito de la provincia de Buenos Aires. En el 2014 se desarrollará entre el sábado 11 y el domingo 19 de octubre, en el Centro de Actividades Roberto De Vicenzo, de calle 148 y 18A, de lunes a viernes en el horario de 14 a 21, los sábados de 15 a 22 y los domingos de 15 a 21. Las visitas incluyeron nombres de la talla de Orlando Barone, Juan Curuchet, Jaime Torres, Luisa Kuliok, Sandra Russo, Aníbal Fernández, Estela de Carlotto, Osvaldo Bayer, Felipe Pigna, Pacho O’Donnell, Daniel Filmus, Gabriel Rolón, Ana María Shua, Gabriel Mariotto, Martiniano Molina y Pipo Lernoud, entre muchos otros.
Ellas Hacen… porque tienen derechos Ignacio Borgogno y Omar Millalonco Las mujeres en Argentina, a lo largo de la historia, han sido sistemáticamente excluidas de la dinámica política, económica y cultural de la sociedad. Solo a través de la lucha política y acciones de Estado han logrado el reconocimiento de derechos individuales y sociales. Los mismos derechos que los hombres han conquistado, en apariencia, por el simple hecho de su naturaleza masculina, dejando en el olvido la naturaleza humana bajo la cual se expresa cualquier diferencia, incluida la de género. El programa Ellas Hacen permite la recuperación de derechos que un amplio grupo de mujeres en nuestro país no veía garantizado por su condición de mujer, madre y desempleada. Suma que daba como resultado un marco de exclusión social. Sobre todo en los barrios que constituyen los núcleos duros de desigualdad en la población. El programa llevado a cabo por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación tiene en su origen la ampliación de derechos de la mujer en el Código Civil e incorporación de la figura de femicidio en el Código Penal. Pero, además, es el reconocimiento de la mujer como actor fundamental en la estructura del desarrollo productivo de la nación y en el sostenimiento de la familia como célula de la sociedad. Esto lo configura en una política activa del Gobierno Nacional que constantemente trasciende de la palabra a la acción material. Las destinatarias del programa han accedido a través de mismo a diferentes derechos. En principio se han conformado en cooperativas de trabajo y, para ser parte de estas, han recibido capacitaciones en oficios diversos tales como herrería, electricidad, albañilería, entre otros. La incorporación a la cooperativa implicó que se transformaran en monotributistas sociales y, de este modo, accediendo a un empleo en blanco también a una obra social para ellas y sus hijos, y la posibilidad de realizar los correspondientes aportes jubilatorios. Por otra parte, se han conformado equipos de promotoras de salud y de alfabetización popular.
Otra arista del programa que se impulsa desde el Ministerio que conduce Alicia Kirchner es la realización y finalización obligatoria de estudios primarios y secundarios para aquellas destinatarias que no hubieran accedido al derecho a la educación en otra etapa de sus vidas. Esto ha sido columna fundamental en la articulación y formación de los equipos de trabajo. Muchas mujeres que son parte de esta política pública han sido víctimas de situaciones de violencia de género. Estando dentro del programa han encontrado ayuda a través del Consejo Nacional de la Mujer, y un fuerte apoyo desde el interior de los grupos de trabajo y estudio, como también desde los equipos de promotoras de salud. Esto ha permitido que estas mujeres pudieran enfrentar la situación de violencia de género de otro modo, al encontrarse dentro de un colectivo de contención y poseer un ingreso económico propio. Por último, es importante destacar que el establecimiento de este programa ha implicado acciones articuladas de los ministerios de Desarrollo Social y de Educación de la Nación, de ANSES, de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense y sus secretarias de inspección, de los municipios, de las instituciones de bien público y organizaciones sociales que han puesto de manifiesto su voluntad de trabajo para seguir generando condiciones de transformación e inclusión social. Cumpliendo los objetivos básicos A lo largo de un año, las mujeres que conforman el programa Ellas Hacen vienen tra-
¿Quiénes somos?
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Agenda Popular es una publicación del IBAP. Av. Hipólito Yrigoyen Nº 2249, 1º Piso, Florencio Varela.
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bajando y realizando diversas capacitaciones orientadas a distintos ámbitos, con el objetivo de aprovechar al máximo un cronograma de trabajo y estudio. Aproximadamente 8 mil personas son las protagonistas de distintas tareas que se llevan adelante en el conurbano bonaerense, donde las mujeres se capacitaron hasta el momento, en plomería, en construcción, en metalúrgica y en tareas inherentes al Enhosa (Ente Nacional de Obras Hìdricas de Saneamiento). Una de las capacitaciones clave del programa es el grupo de mujeres que participan del plan de alfabetización, donde un centenar de destinatarias se encuentran realizando diversas tareas en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires. En los barrios, las mujeres realizan un relevamiento con el fin de averiguar y obtener los números de personas que necesitan ser alfabetizadas y, de esta manera, tener una estadística de los datos que se necesitan para comenzar a llevar adelante la tarea de alfabetización. Entre las personas que aprenden a leer y escribir se encuentra un grupo heterogéneo donde conviven hombre y mujeres menores de edad, de mediana edad y adultos mayores que en su momento no pudieron acceder a la educación básica. El Plan Nacional de Alfabetización nace con el objetivo de transformar la realidad de una parte del tejido social que apuesta nuevamente a acceder a la educación, manteniendo un nuevo vínculo entre el pueblo y la educación. Llegando de esta manera a los sectores más vulnerables en los barrios bonaerenses. Borgogno, Omar Millalonco. Diseño: Rebeca Urbanovich Marangoni. Corrección: Roxana Carbone.
y
Lorena