NOW
Arte en Lapiz John Wick Matthew Carter El Hombre más leído del Mundo James Cameron De barcos e indigenas azules OCTUBRE
2021
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Matthew Carter Paula Scher
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¿Y eto´ qué e´ lo que e´?
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De Barcos e indígenas azules
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Una imagen vale más que mil palabras
23
Variedades
27
Arte en Lapiz
33
El Gigante Ingeen
38
Vendetta
45
Dance like a king
47
Alimentación saludable
51
Still Sucks
55
El eterno Dark Side of the Moon
61
Four Brothers
L-Gante/Nathy Peluso
Axel Kuschevatzky
András Arató
András Arató
John Wick
Dr. Ian Malcom
Ramón Valdéz
Rick Astley
Gordon Shumway
Limp Bizkit
Anakin Skywalker
Kevin Eastman y Peter Laird
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La odisea de Kubrick
66
I´m not Crazy
72
The Rorschach Journal
76
El Dilema 28
80
Copper wool
82
Te lo Dijé
90
Ser Padre Hoy
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El Problema Final
Dave Bowman
Sheldon Cooper
Walter Kovacs
Tetsuo Shima
Rick Deckard
Alfred Pennyworth
Gendo Ikari
John Watson
NOW, es una publicación editada por Editorial Turtles S.L. Investigación, 7 2000 Rosario, Argentina Teléfono (+3476) 593642 NOW.com
Director Ejecutivo Ignacio Sternari nacho@now.es
Director
Dr. Marcelo Leslabay Profesor de la Universidad de Deusto leslabay@now.es Director de Estrategia y Coordinación Editorial Marcelo Ghio mghio@now.es
Dirección de Arte Ignacio Sternari Claudio Márquez Diego Sanguinetti
Diseño
Ignacio Sternari id613studio.com
Directora de Marketing Irene Alonso irene@now.es
Redactor Jefe y Responsable de NOW online Cristóbal Páez redaccion@now.es
Traducciones google traslate
Colaboran en este número
Mariela Rodriguez (Argentina) Conchi Roque (Barcelona) Jazmín Castresana (Barcelona) Juan Mellen (Barcelona) Laura Novo Muñoz (Madrid) Dra. Pilar Mellado (Barcelona) Dra. Chele Esteve (Valencia)
NOW Octubre 2021 Impreso en Argentina por Gráficas Muriel, S.A. graficasmuriel.com
Viendo pasar los momentos que componen un día monótono, desperdicias y consumes las horas de un modo ofensivo, vagando de aquí para allá en alguna parte de tu ciudad, a la espera de alguien o algo que te muestre el camino. Cansado de tumbarte bajo el sol y quedarte en casa mirando la lluvia, eres joven y la vida es larga, y hay tiempo que matar hoy. Y luego, un día te das cuenta: diez años más detrás de ti. Nadie te dijo cuándo correr, te perdiste el disparo de salida. Y tú corres y corres para alcanzar el sol, pero se está poniendo, girando veozmente para elevarse por detrás tuyo. El sol es el mismo de un modo relativo, pero tú eres más viejo, con más corta respiración y un día más cerca de la muerte. Cada año se hace más corto, nunca pareces encontrar el tiempo, planes que se quedan en nada o en media página de líneas garabateadas, esperando en silenciosa desesperación a la manera inglesa. El tiempo se ha acabado, la canción se terminó, pensé que tendría algo más que decir...
EL HOMBRE MÁS LEÍDO DEL MUNDO
MATTHEW CARTER Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada
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por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al peque
«Soy uno del diminuto puñado de personas que se desesperan por la mala separación de la T y la E.»
Type Directors Club
ño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes,
«La tipografía es algo que consumimos en cantidades enormes. En gran parte del mundo, es totalmente ineludible. Pero pocos consumidores están preocupados por saber de dónde proviene un determinado tipo de letra, ni cuándo, ni quién la diseñó, si, de hecho, hubo algún agente humano involucrado en su creación, si no fue que simplemente se materializó del éter del software.»
Por: PAULA SCHER
Diseño
Creador de dos de las tipografías más utilizadas en el ámbito digital; Verdana y Georgia; ha sido testigo de la transición del tipo en metal al tipo digital. Pionero en el arte de las letras, con sus conferencias adoctrina jóvenes y adentrados en este mundo tan cambiante y vertiginoso, como lo es el de las letras y el diseño editorial.
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Foto: Charla TED
Leer o retener, esa es la cuestión. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para di
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Por: PAULA SCHER
«La tecnología ha cambiado varias veces desde que empecé a trabajar: foto, digital, escritorio, pantalla, web. Yo he tenido que sobrevivir a esos cambios.»
Diseño viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado
Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos
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de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado,
pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que
«La distinción entre una restricción y un compromiso es, obviamente, muy sutil, pero es muy central en mi actitud hacia el trabajo.» llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó
Carter & Cone
taban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico,
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Por: PAULA SCHER
todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un
Diseño gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático
en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar.
Linotype
Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas.
Macrotipografía, interacción estática. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para di
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Trap, entre la controversia y el estilo
é u q ´ o t e ¿Y ? ´ e e u q e´lo
Nueva generación, nueva música. Entre el sonido de las «Sessions» de Bizarrap y las extensas e improvisadas letras del trap, se funde y crea un nuevo estilo que despierta todo tipo de comentarios, admiración y controversia. Lo que nadie puede negar es el éxito, plasmado en la masividad de cada puesta en escena: millones y millones de visualizaciones en cada video. Foto: Eminem
Música
a´ v e u o q urio l ´ e eto´ o Dinosa Viej
Foto: Bizarrap
¿EL ORIGEN? Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera
que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo des-
Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicione-
«Este mundo está hecho sólo para una pequeña parte de sus habitantes, los demás están afuera, y contra eso cantamos.»
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Por: L-GANTE y NATHY PELUSO
pués a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal
al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para di
«Hay que despegar la literalidad de nuestras letras, son canciones y listo.»
¿EL FUTURO? para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía
Una estética particular: los tatuajes.
Foto: Duki
Música
ros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole
DEBARCOSINDI
Pionero del cine y los efectos vis momento que te pega al asiento c con Arnold fundiendo al T-1000 o
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Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos simulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir,
Por: AXEL KUSCHEVATZKY
poco ortográfica. un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lo-
r e m
Pero
Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para di-
Personajes
IGENASAZULES
suales, saca sonrisas en el mismo con un gran salto de acción, ya sea o Rose soltándole la mano a Jack. rigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto si-
mulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la copia pudo convencerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos redactores publicitarios lo encontraron y emborracharon con Longe y Parole para llevárselo después a su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. Y si aún no lo han reescrito, lo siguen utilizando hasta ahora. Muy lejos, más allá de las montañas de palabras, alejados de los países de las vocales y las consonantes, viven los textos si-
mulados. Viven aislados en casas de letras, en la costa de la semántica, un gran océano de lenguas. Un riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y los abastece con las normas necesarias. Hablamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir
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al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo
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blamos de un país paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la pala-
bra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a su país, donde estaría mucho más seguro. Pero nada de lo dicho por la codipia pudo convencerlo, de manera que al cabo cho por la copia pudo convencerlo, de mane- de poco tiempo, unos pérfidos redactores pura que al cabo de poco tiempo, unos pérfidos blicitarios lo encontraron y emborracharon redactores publicitarios lo encontraron y em- con Longe y Parole para llevárselo después a borracharon con Longe y Parole para llevárse- su agencia, donde abusaron de él para sus proyectos, una y otra vez. lo después a su agencia, Y si aún no lo han reescridonde abusaron de él «Mi enfoque no está en Avatar to, lo siguen utilizando para sus proyectos, una y hasta ahora. Muy lejos, 2. Mi enfoque está en Avatar otra vez. Y si aún no lo más allá de las montañas 2, 3, 4 y 5. Todas ellas han sido de palabras, alejados de han reescrito, lo siguen los países de las vocales y utilizando hasta ahora. desarrolladas por igual.» las consonantes, viven Muy lejos, más allá de las los textos simulados. Vimontañas de palabras, ven aislados en casas de alejados de los países de las vocales y las con- letras, en la costa de la semántica, un gran sonantes, viven los textos simulados. Viven océano de lenguas. Un riachuelo llamado aislados en casas de letras, en la costa de la Pons fluye por su pueblo y los abastece con semántica, un gran océano de lenguas. Un las normas necesarias. Hablamos de un país riachuelo llamado Pons fluye por su pueblo y paraisomático en el que a uno le caen pedazos de frases asadas en la boca. Ni siquiera los los abastece con las normas necesarias. Ha-
Por: AXEL KUSCHEVATZKY
calle del renglón. Una pregunta retórica se le pasó por la mente y le puso melancólico, pero enseguida reemprendió su marcha. De nuevo en camino, se encontró con una copia. La copia advirtió al pequeño texto simulado de que en el lugar del que ella venía, la habían reescrito miles de veces y que todo lo que había quedado de su original era la palabra “y”, así que más le valía al pequeño texto simulado volver a s u
Personajes
todopoderosos signos de puntuación dominan a los textos simulados; una vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero un buen día, una pequeña línea de texto simulado, llamada Lorem Ipsum, decidió aventurarse y salir al vasto mundo de la gramática. El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya que esas tierras estaban llenas de comas malvadas, signos de interrogación salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el texto simulado no se dejó atemorizar. Empacó sus siete versales, enfundó su inicial en el cinturón y se puso en camino. Cuando ya había escalado las primeras colinas de las montañas cursivas, se dio media vuelta para dirigir su mirada por última vez, hacia su ciudad natal Letralandia, el encabezamiento del pueblo Alfabeto y el subtítulo de su propia calle, la
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país, donde estaría mucho más seguro. Pero texto simulado no se dejó atemorizar. Empanada de lo dicho por la copia pudo conven- có sus siete versales, enfundó su inicial en el cerlo, de manera que al cabo de poco tiempo, cinturón y se puso en camino. Cuando ya haunos pérfidos redactores publicitarios lo en- bía escalado las primeras colinas de las moncontraron y emborracharon con Longe y Pa- tañas cursivas, se dio media vuelta para didos role para llevárselo después a su agencia, de los países de las vocales y las consonantes, donde abusaron de él para sus proyectos, una viven los textos simulados. Vivántica, un gran y otra vez. Y si aún no lo océano de lenguas. Un han reescrito, lo siguen riachuelo llamado Pons utilizando hasta ahora. fluye por su pueblo y los «La magnificencia del gran Muy lejos, más allá de las abastece con las normas barco igualado en escala por montañas de palabras, necesarias. Hablamos de alejados de los países de un país paraisomático en la locura de los hombres que las vocales y las consoel que a uno le caen penantes, viven los textos con empeño lo condujeron a la dazos de frases asadas simulados. Viven aislados en la boca. Ni siquiera los oscuridad.» en casas de letras, en la todopoderosos signos de costa de la semántica, un puntuación dominan a gran océano de lenguas. los textos simulados; una Un riachuelo llamado Pons fluye por su pue- vida, se puede decir, poco ortográfica. Pero blo y los abastece con las normas necesarias. un buen día, una pequeña línea de texto siHablamos de un país paraisomático en el que mulado, llamada Lorem Ipsum, decidió avena uno le caen pedazos de frases asadas en la turarse y salir al vasto mundo de la gramática. boca. Ni siquiera los todopoderosos signos de El gran Oxmox le desanconsejó hacerlo, ya puntuación dominan a los textos simulados; que esas tierras estaban llenas de comas maluna vida, se puede decir, poco ortográfica. vadas, signos de interrogación salvajes y punPero un buen día, una pequeña línea de texto tos y coma traicioneros, pero el texto simulasimulado, llamada Lorem Ipsum, decidió do no se dejó atemorizar. Empacó sus siete aventurarse y salir al vasto mundo de la gra- versales, enfundó su inicial en el cinturón y se mática. El gran Oxmox le desanconsejó ha- puso en camino. Cuando ya había escalado cerlo, ya que esas tierras estaban llenas de co- las primeras colinas de las montañas cursivas, mas malvadas, signos de interrogación se dio media vuelta para di salvajes y puntos y coma traicioneros, pero el
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Emojis, gifs, stickers y memes
Una imagen vale más que mil palabras El avance de la comunicación no verbal sobre el lenguaje escrito en la era de la tecnología.
El nombre meme tiene origen en el concepto concebido por Richard Dawkins, zoólogo y científico. En su libro El gen egoísta (1976) expone la hipótesis memética de la transmisión cultural.
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Desde los primeros emojis compuestos por signos de puntuación hasta “el negro de WhatsApp”, las nuevas generaciones buscan sortear las limitaciones del texto y expresarse a través del humor, el sarcasmo y el doble sentido.
Por: ANDRÁS ARATÓ
Sociedad
¿Cómo termino la revista?
El término meme en internet se usa para describir una idea, concepto, situación, expresión o pensamiento, manifestado en cualquier tipo de medio virtual, cómic, vídeo, audio, textos, imágenes y todo tipo de construcción multimedia, que provoca gracia o sensaciones comunes, se replica mediante internet de persona a persona hasta alcanzar una amplia difusión.
Según el autor, los memes conforman la base mental de nuestra cultura, como los genes conforman la primera base de nuestra vida.
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Behance Utiliza Behance para iOS para descubrir obras y trabajos de los creativos con más talento del mundo estés donde estés.
APPS
Evernote Captura tus ideas cuando te llegue la inspiración. Reúne tus notas, tareas pendientes y agenda para controlar las distracciones de la vida y conseguir hacer mucho más: en el trabajo, en casa y en cualquier lugar.
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No puedo creer que haya GENTE ENOJADA por esto...
Design Matters Design Matters te da un vistazo a los cerebros de los diseñadores. Llegas a conocer lo que sucede en la cabeza de algunos de los mejores diseñadores y artistas del mundo..
PODCAST
Análisis de los enojos más estúpidos de la gente...
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DISEÑO
Dômes de Charlevoix, sistema de cúpulas geodésicas de Bourgeois / Lechasseur Architectes El estudio canadiense, Bourgeois / Lechasseur Architectes, fundado en 2010 por Olivier Bourgeois y Régis Lechasseur, ha desarrollado un sistema de cúpulas geodésicas en un enclave paradisiaco a las orillas Del Río Saint-Laurent, a las afueras de Quebec.
My Cocoon, el hostal boutique de Omniview en el archipelago griego Inspirado por la estética cíclada y combinándola con la funcionalidad de un hotel cápsula japonés, el estudio griego de arquitectura, Omniview, ha concebido My Cocoon, primer hostal boutique de Grecia, ubicado en Míkonos.
Variedades
Dr. House La serie gira alrededor del Dr. Gregory House, un misántropo genio de la medicina, ególatra y de fuerte y marcada personalidad que dirige el departamento de diagnóstico médico del ficticio Hospital Universitario Princeton-Plainsboro de Nueva Jersey, dirigido por la Dra. Lisa Cuddy.
Mr. Robot
SERIES
Elliot es reclutado por un anarquista insurreccional conocido como Mr. Robot, interpretado por Christian Slater, para unirse a un grupo de hacktivistas llamado fsociety.1El grupo tiene como objetivo destruir todos los registros bancarios de créditos mediante el cifrado de los datos financieros del conglomerado más grande del mundo, E Corp.
Alf Alf es un pequeño extraterrestre del planeta Melmac, que ha huido de su planeta antes de que fuera destruido. ... Alf es un ser egoísta, comodón y poco educado que sólo piensa en sí mismo, en comer y en ver la tele. Además, tiene una fijación exagerada con comer gatos.
Es una novela corta de ciencia ficción del subgénero ciberpunk del autor Philip K. ... La novela, uno de los clásicos del autor, trata temas como el impreciso límite entre lo artificial y lo natural, la decadencia de la vida y la sociedad, y aborda diversos problemas éticos sobre los androides.
LIBROS
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? PHILIP K. DICK
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Ignacio Sternari
Diseño Editorial - 3er Año Turno Noche - Prof.: Leandro Gomez
Escuela Superior de Diseño - Año 2021