PDFs%DE%LOS%TEXTOS%DE%FLORA.%
POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS FACULTAD DE CIENCIAS ESTUDIO ECOFISIOLOGICO DE Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae) EN EL VALLE DE ZAPOTITLAN PUEBLA TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO ACADEMICO DE
DOCTORA EN CIENCIAS (Biología) PRESENTA MA. DOLORES GARCIA SUAREZ
DIRECTORES DE TESIS: DR. GUILLERMO LAGUNA HERNANDEZ DR. VICTOR RICO GRAY MEXICO, D.F. FEBRERO 2007
Héctor, mi compañero y esposo. Con todo mi amor agradezco tu constante apoyo y compañía
Héctor Daniel y Fernanda María, mis queridos hijos. Ustedes son mi alegría que me acompañan en todo momento.
A mis padres Gloria y Jorge que con su ejemplo de vida, han influido grandemente en la mía, gracias por todo.
AGRADECIMIENTOS Al Dr. Guillermo Laguna y Dr. Víctor Rico Gray por la dirección del presente trabajo de tesis, por su apoyo académico y personal, por el trabajo de campo y en el laboratorio y sobre todo por su gran paciencia. A todo el personal del Departamento de Biología de la UAM Iztapalapa quienes de alguna manera han contribuido día a día en mi formación como Bióloga, en especial Maru Fraile, Angélica Martínez. A mis compañeros y amigos por simplemente ser. Al Personal Académico que conformo el jurado Dra. Margarita Collazo Ortega, Dr. Guillermo Laguna Hernández, Dr. Víctor Rico Gray, Dr. José Guadalupe García Franco, Dr. Víctor Barradas, Dra. Alma Orozco, Dr. Marco Soto Hernández por la revisión crítica y sugerencias favorables para este escrito. A mis alumnos con cariño. A la Dra. María Flores y Dr. Ernesto Aguirre por la identificación de las Tillandsia. Al Dr. J. Utley y M. en C. Patricia Magaña, por sus comentarios alentadores respecto al trabajo en sus inicios y la identificación de las Tillandsia. Al Dr. Alfonso Larqué Saavedra, a Rubén San Miguel, a Nidia Molina, A Max alias Jorge a Eduardo Martínez, a Iris Morgado y Maria Elena García por su ayuda, muchas gracias. A Ale, Jorge Alberto y Oso por su compañía en el campo. Al Dr. Bennett por la revisión del artículo In vitro germination … así como a los revisores anónimos que contribuyeron a la publicación de los artículos muchas gracias.
A Doña Eufrosina, Don Pedro y pobladores del Valle de Zapotitlán, Muchas gracias.
CONTENIDO Resumen Summary Descripción de la Tesis
1 3 5
INTRODUCCIÓN Introducción General Especies de Tillandsia en el Valle de Zapotitlán, Puebla Objetivos Metodología
10 25 29 30
CAPITULO I Sitio de Estudio
48
CAPITULO II Distribución y abundancia de Tillandsia spp (Bromeliaceae) en el Valle de Zapotitlán Puebla
56
CAPITULO III Germinación y establecimiento de Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae) en el Valle de Zapotitlán, Puebla, México Germinación in vitro y propagación clonal de la especie endémica Tillandsia califanii Rauh (Bromeliaceae) México
79
101
CAPITULO IV Morfología y anatomía de tres especies de Tillandsia (Bromeliaceae) en el Valle de Zapotitlán, Puebla, México.
120
Ecofisiología de Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae).Patrón Fotosintético
140
CAPITULO V Discusión y consideraciones finales
163
RESUMEN Este estudio contribuye al conocimiento de algunos aspectos de la ecofisiología de las poblaciones de Tillandsia dasyliriifolia que permite entender el papel que desempeña como epífita en la estructura de dos comunidades vegetales: el Izotal y el Cardonal en donde se establece en dos diferentes árboles hospederos: Beaucarnea gracilis y Cephalocereus columna trajani en el Valle de Zapotitlán, Puebla. En esta obra, se describen las estrategias reproductivas, adaptaciones fenológicas, morfológicas, anatómicas y fisiológicas de T. dasyliriifolia y se compara con las otras dos especies de epífitas con las que coexiste en el mismo ambiente: T. califanii y T. recurvata, que les han permitido sobrevivir en un ambiente semiárido. Se determinó la abundancia y distribución de las poblaciones de T. dasyliriifolia dentro del área de estudio, siendo el principal hospedero el árbol Beaucarnea gracilis, que llega a medir 7 m de altura con un diámetro mayor de copa de 5 m de longitud y en segundo lugar el cacto columnar gigante Cephalocereus columna trajani con una altura máxima que varía entre 10 y 16 m como segunda opción, el establecimiento de la epífita se ve limitado a la morfología del cacto no ramificado. Se realizó un censo poblacional en el que se cuantificaron las especies de epífitas encontradas, se midieron en base y altura, se hicieron registros de: i) la altura a la que se encontró en el hospedero, ii) la orientación respecto al forofito; para el hospedero Beaucarnea gracilis el dosel se dividió en cinco estratos. Las poblaciones de T. dasylirrifolia así como de las otras dos especies de Tillandsia encontradas tanto en el Izotal como en el Cardonal, se agruparon en cuatro categorías: plantas madres, individuos jóvenes, plántulas provenientes de propagación vegetativa y plántulas provenientes de la germinación in situ. Las tres especies de Tillandsia se establecen verticalmente en diferentes estratos del árbol Beaucarnea gracilis siendo los tres niveles inferiores: muy baja, baja y mediana los que comprenden el 93% de las poblaciones de Tillandsia dasyliriifolia y Tillandsia califanii tiene pocos individuos en los dos estratos superiores y para T. recurvata, se encontró en los dos niveles inferiores, nunca en los superiores y localizada principalmente hacia el centro del forofito. Así mismo, las tres especies exhibieron una orientación espacial diferente: Tillandsia dasyliriifolia se orienta en un 53% hacia el sur (SW y SE); Tillandsia califanii en un 58% hacia el norte (NW y NE) y Tillandsia recurvata en un 68% hacia el oeste (NW y SW) esta última al ocupar los sitios más bajos del árbol de Beaucarnea gracilis no afecta la distribución de las otras dos especies. En el cardonal T. dasyliriifolia aparentemente se encuentra más expuesta a la radiación solar por la falta de hojas del forofito que la protejan, su distribución preferencial se orienta hacia el NW donde las condiciones de luz son menores coincidiendo con la misma orientación donde se encuentra el pseudocefalio lanoso del cacto columnar. Se determinó el estatus reproductivo de T. dasyliriifolia que como especie monocárpica, semélpara, produce una espiga que contiene miles de semillas cuya morfología externa presenta apéndices plumosos que miden 4 mm de longitud y que permiten su dispersión por el viento. La energía de la planta se dedica a este esfuerzo reproductivo y a la producción de brotes asexuales en la base de las plantas, plántulas que permanecen en el árbol al morir la planta madre. Se describe la fenología de T. dasyliriifolia. Su
6
producción floral es en mayo, sus cápsulas tardan en madurar nueve meses, las semillas se liberan en febrero y la época de lluvias más cercana llega 4 meses después. Los estudios de germinación determinaron que sus semillas son fotoblásticas positivas, para ello requieren de humedad relativa abundante, sin necesidad de adicionar nutrimentos, exceso de sales puede inhibir la germinación y posterior sobrevivencia. La germinación in situ no se observó, pero sí la presencia de plántulas de 0.3 a 1.5 cm, creciendo en las espigas de la infrutescencia. Paralelo a este estudio, se comparó con el estatus reproductivo de T. califanii especie simpátrica, endémica y cuya viabilidad de sus semillas es baja, baja tasa de germinación, con semillas fotoblásticas indistintas y se determinó un estado vulnerable para esta especie. Se estudió la anatomía de T. dasyliriifolia, resaltando diferentes estructuras consideradas como adaptaciones para sobrevivir en un medio ambiente xérico, como son: la presencia de tricomas y escamas en su epidermis cutinizada, presencia de una hipodermis esclerificada, los estomas hundidos poco evidentes; el mesófilo formado por células de parénquima, con vacuolas que ocupan casi todo el lumen celular y cloroplastos periféricos; éste tejido, así mismo presenta aerénquima interfascicular que aunado con las células de parénquima sugieren un mecanismo fotosintético tipo metabolismo del ácido crasuláceo (CAM ) y los haces vasculares rodeados por fibras perivasculares que evitan la pérdida de agua y la presencia de células de la vaina, característica del mecanismo fotosintético C4. El estudio realizado para determinar la toma de CO2, mostró que ésta es diurna y nocturna lo que sugiere un mecanismo fotosintético híbrido entre el metabolismo CAM y el C4. El presente estudio contribuye al conocimiento de algunos aspectos de la ecofisiología que permitan entender el establecimiento, la sobrevivencia y la estructura de las poblaciones de Tillandsia dasylirifolia en el Valle de Zapotitlán y remarca que la conservación de las epífitas depende de la sobrevivencia de sus forofitos; estas se pueden conservar mientras se mantengan en pie los forofitos seleccionados a través de su historia de vida, evento que no es fortuito y cuya relación ha sido poco estudiada. De esta forma se resalta la importancia de las plantas epífitas como forma de vida que en muchas ocasiones no son consideradas dentro de las comunidades vegetales.
SUMMARY This work contributes to the knowledge of some ecophysiological aspects of the plant population structure of Tillandsia dasyliriifolia, in two different plant communities: the Izotal and the Cardonal where it established in two very different host trees: Beaucarnea gracilis and Cephalocerues columna trajani at the Valley of Zapotitlán, Puebla. In this work, the reproductive and adaptive strategies for T. dasyliriifolia are described; considering its
7
phenology, morphology, anatomy and physiology and comparing it with two other Tillandsia species with which it coexists: Tillandsia califanii and Tillandsia recurvata characteristics that have allowed this epiphyte to inhabit a semiarid environment . The distribution and abundance of the populations of T. dasyliriifolia was determined in two plant communities; at the Izotal, Beaucarnea gracilis trees are the main host, this tree has branches and can measure up to 7 m high and a 5 m wide, and at Cardonal plant community, epiphytes were located at the columnar cacti Cephalocereus columna trajani, where epiphytes were restricted to the un-branched columnar morphology of the cactus, which measure 10-15 m in height. A plant population census was obtained all epiphytes were registered, measured in its base and height, location in height according to the host as well as their orientation, particularly for Beaucarnea gracilis tree the canopy was divided in five strata to enable work. Plant population individuals of Tillandsia dasyliriifolia as well as the other two Tillandsia species found, in both plant communities Izotal and Cardonal, were classified in the following categories: mother plants, young individuals, plantlets from vegetative propagation and seedlings from in situ germination. At the Beaucarnea gracilis trees, the three Tillandsia species are established on preferential strata Tillandsia dasyliriifolia and Tillandsia califanii are located in the lower three strata with 93% of its populations with few individuals in the upper two strata; Tillandsia recurvata in the two lower strata never in the superior strata and located mainly at the centre of the phorophyte. Similarly these species showed an evident spatial orientations: 53% of Tillandsia dasyliriifolia is oriented to the south (SW , SE); Tillandsia califanii in a 58% oriented to the north (NW, NE) and 68% of Tillandsia recurvata to the west: (NW, SW) nevertheless it occupies the lower strata on Beaucarnea gracilis, not affecting the distribution of the other two species. At the Cardonal Tillandsia dasyliriifolia, is located apparently more exposed to solar radiation, there are no phorophyte leaves to protect them; its establishment is oriented preferentially to the lesser light irradiance, where the woolly pseudocephalio of the columnar cactus grows, to the NW. Tillandsia dasyliriifolia is a monocarpic, semelparous plant, which has a spike that contains thousands of seeds dispersed by wind. The plant energy is advocated to this effort, but also produces asexual shoots within its base, just before the reproductive event, such plantlets are maintained after the death of the mother plant. The seeds present coma hairs, that measure 4 mm. Flowers are produced and pollinated during May, and its capsules maturate nine months later, in order to be liberated in February, the nearest rainy season is 4 months later. Germination bioassays determine that seeds are positive photoblastic, light promotes its germination in a higher percentage, the relative humidity must be abundant without the necessity to consider additional nutritional elements that might enhance its germination, the presence of salts might inhibit its germination and seedling survival. All of these aspects were observed in laboratory conditions, germination in situ was not observed, although seedlings measuring 0.3 - 1.5 cm, were growing within the infruitescence spike. A comparative study was done with T. califanii a sympatric endemic species which has a low seed viability, indistintive photoblastic seeds, a highly damaged embryo, which contributed to low germination and survival, thus resulting a vulnerable specie.
8
The histological study of T. dasyliriifolia, shows different adaptations of this specie to the harsh semiarid environment where it grows: scaly trychomes, cutinized epidermis, esclerenchymatous hypodermis, sunken stomata; the mesophyll formed by parenchima cells with large vacuole that occupy most of the cellular lumen and peripherical chloroplasts; interfascicular aerenchyma which suggest a physiological behaviour of photosynthetic CAM metabolism; the presence of a vascular bundle surrounded by perivascular fibers, a water control and the vaina and mesophyll cells a C4 photosynthetic mechanism .These last anatomical characteristics together with the diurnal and nocturnal take of CO2 clearly suggest a hybrid photosynthetic mechanism CAM-C4. The present work show the relevance of the epiphytes as an important form of life which generally are not considered within the plant communities. It contributes as well with knowledge about the ecophysiology of this species which allow to understand the establishment and survival of the plant population of Tillandsia dasyliriifolia within the Zapotitlán Valley and remark that the conservation of epiphytes depend on the survival of its phorophytes. Epiphytes can be conserved while their selected phorophytes through its life history are maintained standing up, an event that its not casual and its relationship yet, little studied.
9
INTRODUCCION Existen alrededor de 20,000 a 25,000 especies de epífitas vasculares (Benzing, 1990), las cuales se encuentran principalmente en los trópicos y pueden encontrarse en muchas familias tanto de helechos, como de gimnospermas y angiospermas. Sin embargo es en el grupo de las monocotiledóneas donde se concentra el 80% de éstas (Kress, 1989). Su característica principal es que crecen sobre otras plantas, y esto puede ocurrir desde el dosel inferior hasta la periferia de las puntas de las copas de los árboles dando como resultado el que las epífitas pueden habitar en sitios donde las características ambientales son muy variadas desde el punto de vista de la ecología fisiológica (Zotz y Hietz , 2001). A pesar de que en años recientes se han hecho una gran cantidad de estudios sobre aspectos generales de la fisiología ecológica de las epífitas vasculares (Zotz y Andrade 1998; Zotz y Thomas, 1999; Zotz y Hietz, 2001; Zotz et al., 2001; Crayn et al., 2004) aún falta mucho por estudiar, entre ellos los aspectos de su demografía que permitan llegar a un entendimiento de los factores que limitan el crecimiento, desarrollo y sobrevivencia de éstas y de las comunidades donde crecen. Los estudios sobre la ecofisiología de las epífitas, se han basado principalmente en aspectos relacionados con la pérdida de agua, debido a que su posibilidad de desarrollo y sobrevivencia dependen de las características relacionadas con el estrés hídrico, así como de condiciones consideradas como de mayor exposición a las condiciones medio ambientales como de luz y temperatura (Martin, 1994; Lüttge, 1997; Zotz y Andrade 1998; Benzing 2000). Otros dos aspectos que
10
se han estudiado son la baja disponibilidad de nutrimentos e irradiación solar (Benzing 1990, 2000; Nadkarni y Matelson, 1992). Algunos campos que falta ampliar son la inestabilidad de los sustratos, las limitaciones de la dispersión, la competencia, la herbivoría y la variabilidad inter e intra-específica (Zotz et al., 2001; Zotz y Hietz, 2001; Winkler et al., 2005) así como los aspectos de la demografía donde se trate de correlacionar la ecofisiología con el tamaño de las plantas (Schmidt y Zotz, 2001; Zotz et al., 2001). La familia Bromeliaceae. Las Bromeliaceae constituyen una familia de monocotiledóneas principalmente Americanas con una sola especie en África (Pitcairnia feliciana). Su distribución es Neotropical, representan una de las familias más grandes, constituida por 2,885 especies en 56 géneros (Luther, 2002). Debido a sus relaciones evolutivas entre la flor, estructuras reproductivas y cuerpo vegetativo se encuentra dividida en tres subfamilias: Pitcairnioideae, Tillandsioideae y Bromelioideae. También existen algunas diferencias en cuanto a su forma de crecimiento, la primera es generalmente terrestre, mientras que las Tillandsioideae son generalmente epífitas y las Bromelioideae presentan ambas formas biológicas (Dahlgre et al., 1985) La familia Bromeliaceae presenta un excelente ejemplo de radiación adaptativa ya que contiene tanto formas de vida epífitas como terrestres que se encuentran adaptadas a muy diversos habitats (Benzing, 2000). Estas plantas Pueden vivir tanto en ambientes húmedos, como son los bosques lluviosos hasta en las zonas semiáridas y áridas, y se pueden encontrar desde el nivel del mar hasta más de 4,000 msnm, donde quedan completamente expuestas a la radiación solar o por debajo del dosel en los bosques húmedos, secos o templados (Kress, 1986). A diferencia de lo que ocurre en los bosques y selvas húmedas, donde el número de epífitas por área es impresionante (del orden de los cientos) así como su variabilidad, en las zonas áridas el número de especies, va de una a tres y se 11
considera como una regla el que donde hay baja abundancia de epífitas, el número de especies es bajo (Nieder et al., 1999). Las Bromeliaceae tienen un amplio rango de distribución, se encuentran principalmente en hábitat montañoso en un número de árboles tan amplio como la misma flora arbórea e incluso pueden encontrarse en objetos como los cables de luz y teléfono. Sin embargo, dentro de este grupo, puede llegar a haber una alta especificidad entre la planta y su forofito, siendo así su distribución específica. Un mismo árbol puede albergar hasta 107 diferentes especies de epífitas (Benzing, 2000) variando así mismo su abundancia (Nieder et al., 1999); también puede existir una distribución no aleatoria en diferentes partes del árbol (Benzing, 2000) o bien específica (García Suárez et al., 2003). Esta abundancia depende en gran parte de la disponibilidad de un sustrato y espacio adecuado, además de una altura determinada. Así mismo, la variabilidad de diferentes familias cambia dependiendo del hábitat, el árbol o forofito, la estratificación vertical, la distribución horizontal e incluso el grosor de las ramas sobre las que se establecen (Benzing, 1990; Chase, 1987; Johansson, 1974). También puede ocurrir un traslape del nicho, aunque pueden existir preferencias como resultado de aspectos ecofisiológicos existentes (Hietz y Hietz-Seifert, 1995 a,b). La altura preferencial puede estar basada en aspectos de fisiología y adaptaciones mecánicas propias de las especies como en el género Tillandsia, tanto en sus formas de tanque o atmosféricas (García Suárez et al., 2003). Es así que la diversificación en la familia Bromeliaceae ha estado relacionada con diferentes aspectos que se han considerado innovadores, como son: las formas “rosetófilas” cuyos tanques pueden almacenar agua y nutrimentos; las características de su epidermis con tricomas absorbentes; la forma de conservación del agua en sus tejidos, así como la presencia de un metabolismo fotosintético, el metabolismo del ácido crasuláceo (CAM) (Crayn et al., 2004). Dentro de la familia existe otro grupo de especies consideradas como “atmosféricas” que no forman tanque pero que también absorben los nutrimentos
12
con tricomas multicelulares obteniendo los nutrimentos provenientes del agua de lluvia y de la lixiviación de ramas y de hojas de los forofitos donde habitan (Benzing, 1980). Las especies epífitas dentro de las Bromeliaceae presentan una historia de vida sometida a fuerzas de selección particulares, como su distribución asociada a los forofitos, donde intervienen rasgos tales como la arquitectura del árbol, grosor de las ramas, el tipo de sustrato y la estabilidad de las cortezas, entre otros ((Hietz y Hietz Siefert, 1995a; Johansson, 1974). Los parches que pueden llegar a formar varían desde hiper-dispersión en los árboles tropicales hasta una discontinuidad y arreglos en los árboles hospederos. Los factores tanto bióticos como abióticos determinan sus posibilidades de sobrevivencia; las poblaciones pueden ser afectadas por una alta mortalidad durante su establecimiento, o bien por la presencia de disturbios como la caída de ramas y fragmentos de corteza, que pueden ser causados por exceso de carga de epífitas, o en ocasiones desastres naturales ( Benzing, 1979;1981;1990; Castro et al., 1999; Nadkarni, 1986; Nadkarni y Matelson, 1992). Los aspectos abióticos importantes que afectan su establecimiento, crecimiento y desarrollo son la falta de agua (sequía) y los recursos de nutrimentos, que también pueden afectar su fecundidad (Benzing, 1978). En la copa de los árboles las epifitas deben tener la capacidad de dispersión aérea de sus semillas, de sostén, de poder realizar la fijación del carbono y mantener humedad y nutrimentos que les permita mantenerse; factores que cada especie de epífita ha resuelto de diferente manera. Ejemplos de ello, en particular en la familia Bromeliaceae, son la presencia de órganos de almacenamiento, raíces o estructuras especializadas en la captura de nutrimentos, que también ayudan a evitar la sequía (Zotz y Andrade, 1998; Zotz y Thomas, 1999). Son raras las especies epífitas carnívoras pero si abundantes las mirmecófilas (Benzing, 1970; 1986). La tasa de crecimiento para la familia Bromeliaceae es lenta como sucede para otras especies tolerantes al estrés (Benzing, 1990;
13
Zotz et al., 2001). Cerca del 50 % de las especies pertenecientes a la familia Bromeliaceae son epífitas, y parece ser que la transición evolutiva de sus formas terrestres a epífitas se debe a la presencia de los tricomas absorbentes que presentan en la epidermis y que son característica principal de la familia (Benzing, 2000). Las adaptaciones de las Bromeliaceae epífitas- xerófitas (captura de agua, nutrición, fotosíntesis y xeromorfología). Las Bromeliaceae epífitas como otras epífitas, han tenido que adaptar diferentes mecanismos estructurales y fisiológicos (Gentry y Dodson 1987) Los hospederos fueron previamente definidos por Benzing (1981), como un microhabitat carente de agua y nutrientes que llevaron a las epífitas a tener una serie de adaptaciones que promuevan el uso eficiente de agua y de nutrientes. Así dentro de las adaptaciones se incluyen estrategias para la captura de agua y nutrimentos, fotosíntesis y en particular en las zonas áridas, la xeromorfología. El agua En el ambiente epífito, la escasez de agua es el factor abiótico considerado como recurso limitante, tanto de especies que habitan ambientes mésicos como xéricos. Benzing (1986), clasificó a las epífitas en base a la disponibilidad del agua en dos grupos, las consideradas como continuamente abastecidas y las abastecidas por pulso. Las primeras comprenden a las Bromeliaceae con tanques o bien especies que presentan raíces que pueden abastecerse de humedad. Las segundas se denominan como las especies de corteza, y donde la escasez de agua por períodos cortos puede causar un estrés hídrico, dentro de este grupo se contemplan Bromeliaceae xeromórficas en particular especies del género Tillandsia.
14
Los estudios sobre la relación hídrica en epífitas se han hecho en especies abastecidas por pulso, es decir que son abastecidas por lluvias esporádicas a lo largo del año o por el rocío de la mañana y que carecen de alguna estructura de almacenado del agua; en ellas se han medido las causas y efectos de la pérdida de agua sin tratar los mecanismos de captura de agua (Benzing 2000). Diez años antes, Benzing (1990), observaba que para estas plantas la captura de agua después de una lluvia ocasional puede ser de relevancia para su balance hídrico. Por otro lado, estudios en plantas continuamente abastecidas, donde el agua no es limitante tanto por factores ambientales o por la presencia de alguna estructura de almacenaje de agua, prueban la eficiencia de los tanques para la conservación del agua y reservorio de nutrimentos en especies de Bromeliaceae epífitas donde se demuestra la relación directa e indirecta entre la eficiencia de uso de agua y el tamaño de la planta (Zotz y Thomas, 1999; Schmidt y Zotz, 2001). Aspectos morfo-anatómicos (xeromorfología). Las epífitas que se consideran como formas abastecidas por pulsos presentan reducciones muy particulares sobre todo en las familias Bromeliaceae (Benzing y Ott, 1981). Para los géneros Tillandsia y Vriesea (Bromeliaceae), el desarrollo de la raíz esta prácticamente suprimido; paralelo a esto existe una modificación en sus tallos, los cuales disminuyen su capacidad de almacenamiento y desarrollan derivados epidérmicos en sus hojas (Benzing, 1976). Así, con la presencia de tricomas, no requieren de otro órgano para la absorción de agua y al mismo tiempo incrementa la reflexión de la luz. Particularmente, las formas atmosféricas de Tillandsia se encuentran totalmente cubiertas de escamas, con escudo amplio y ala flexible (Benzing, 1976). En cambio, las Tillandsia con tanques, cuyas hojas son aplanadas y delgadas presentan más esparcidos sus tricomas foliares con sus escudos adelgazados. La pérdida de diferenciación axial se observa exclusivamente en las epífitas abastecidas por pulso, este tipo de plantas no realizan una división entre las funciones metabólicas de los órganos de tallo y raíz
15
como ocurre habitualmente para las plantas habitantes del suelo sino que el almacenamiento, absorción de nutrimentos y la fotosíntesis se realizan todas en las hojas y la raíz funciona de anclaje (Benzing y Ott, 1981; Benzing et al., 1983). Algunos aspectos anatómicos de relevancia para la conservación del agua en especies de Tillandsia son que la epidermis de sus hojas es lignificada, puede presentar cutícula gruesa, estomas hundidos y por debajo de la epidermis una hipodermis que puede estar constituida de varias capas celulares; en el tejido del mesófilo se presentan tejido de aerénquima en contacto con sus estomas (Tomilson, 1969; Benzing, 1976; Souza y Neves, 1996). Nutrición Las Bromeliaceae epífitas poseen raíces que sirven de anclaje y no de absorción de agua y nutrimentos, dependen para su nutrición de la absorción a través sus hojas y/o tanques de almacenamiento siendo las especies atmosféricas las especies que se consideran que poseen las estructuras más avanzadas en la absorción a través de sus tricomas, estas especies han demostrado que dependen de los nutrimentos inorgánicos disueltos en la lluvia y en la neblina y no de minerales provenientes de suelo y representan la adaptación más extrema de anatomía y fisiología al biotopo epifítico ( Benzing, 1986; Benzing y Renfrow, 1980). A diferencia de esto, las especies mésicas pueden ser al menos parcialmente independientes de la toma de minerales, además de que son especies con tanque de almacenamiento que les permite capturar y tener acceso a los nutrimentos almacenados, provenientes de la lixiviación, y de minerales y materia orgánicas que queden dentro de ellos (Nadkarni y Primack, 1989; Benzing, 1990). Fotosíntesis Además de sus especializaciones morfológicas, parte del éxito de las epífitas de la familia Bromeliaceae que habitan ambientes áridos es la toma de CO2 nocturna,
16
conocido como el mecanismo fotosintético del metabolismo del ácido crasuláceo (CAM), el mecanismo más común entre las epífitas (Crayn et al., 2004). Los reportes que se tienen sobre la fotosíntesis en Bromeliaceae indican que presentan una fotosíntesis CAM, C3-CAM y C3, no se conoce reportes con respecto al mecanismo fotosintético C4 (Griffiths y Smith, 1983; Martin, 1994; Maxwell et al., 1994; Benzing, 2000; Lüttge, 2004). Las plantas más resistentes a la sequía operan generalmente con ciclo CAM, por lo general son plantas perennes, suculentas o coriáceas (Benzing, 1990). Los primeros estudios en fotosíntesis realizados en la familia Bromeliaceae se iniciaron con Medina (1974); Medina y Throughton (1974), Medina et al. (1977) y con Tillandsia fueron los trabajos de Martin et al. (1981), Martin y Siedow (1981), Martin y Adams (1987), Lüttge (1987), Martin y Schmitt (1989). El mecanismo fotosintético CAM es considerado como una modificación ecofisiológica de la adquisición del carbón el cual ha sido recientemente revisado dentro del grupo de las Bromeliaceae (Crayn et al., 2004; Lüttge, 2004). En una planta CAM típica, el CO2 es fijado durante la noche y temporalmente almacenado vía la fijación por la fosfoenolpiruvato carboxilasa (PEPC), en forma de ácido málico en las vacuolas de las células del mesófilo. Durante el período de luz, el ácido málico es liberado de la vacuola y decarboxilado y el CO2 liberado es incorporado a la vía fotosintética del ciclo Calvin-Benson; separando así, fisiológicamente la fijación del CO2 con respecto de las plantas C3 y C4 (Kluge y Ting, 1978; Osmond, 1978; Winter y Smith, 1996). La reproducción en Bromeliaceae epífitas. El epifitismo es una forma de vida que requiere sistemas especializados en la reproducción tanto vegetativa como germinativa. La propagación vegetativa para las especies de Bromeliaceae es produciendo brotes que generalmente tienen un crecimiento acelerado y maduran en pocos años (Benzing, 1980; 2000) Se considera que Tillandsia presenta semelparidad, florecen sólo una vez. Como grupo tienden a ser alógamas, algunas son autocompatibles como el caso de T. recurvata, pero otras requieren forzosamente el entrecuzamiento para poder 17
producir cápsulas como T. usneoides (Isley, 1987). El estudio de Soltis et al., (1987) revela la existencia de homocigosis en las poblaciones de T. recurvata y T. ionantha. La polinización en el género puede darse por diferentes vectores, el grupo presenta una variedad de adaptaciones apropiadas para diferentes polinizadores que pueden ser por vertebrados como aves ó murciélagos e insectos como abejas, palomillas o mariposas nocturnas, que son los vectores comunes (Ackerman, 1986; Gardner, 1986a; Isley, 1987). Los sistemas reproductivos que involucran las estrategias de polinización y compatibilidad genética señalan que para Tillandsia varían siendo el entrecruzamiento por ruta de forrageo la principal estrategia (Siquiera y Machado, 2001) y dentro de la compatibilidad genética puede haber autogamía en T. paucifolia (Benzing, 1990) cleistogamia para T, capillaris (Gilmartin y Brown, 1985) geitonogamia como ocurre para T. recurvata, T. biflora (Isley 1987). Las flores presentan largas corolas tubulares, con néctar, estambres y estigma extendidos fuera de la corola. Algunos ejemplos de estas observaciones son: las características florales podrían ser utilizadas por aves como colibríes (Benzing, 1980) así como de otras especies de aves como en T. ionantha, T. brachycaulos, T. bulbosa ( Isley, 1987; Siquiera y Machado, 2001). Sin embargo se ha documentado que los visitantes más frecuentes en Tillandsia son las palomillas como ocurre para T. straminea, T. duratii y T. xiphioides y polinizadas por palomillas nocturnas especies con grandes flores blancas y fragancia como T. dodsoni y T. nartheocoides (Isley, 1987) y por abejas en T. deppeana (Gardner, 1986a); para otras especies de Tillandsioideae como en Vriesea, cuyas flores presentan olor desagradable y abundante néctar, son visitada por murciélagos (Sazima et al., 1995). En el género, la mayoría de las especies florecen en invierno, permitiendo su crecimiento cuando los días son claros y cálidos. La hibridación puede ocurrir entre especies simpátricas a pesar de la diferencia en el color de su flor y la fenología de las especies (Gardner, 1984).
18
Los frutos para las bromélias epífitas pueden ser capsulares dehiscentes, con semillas pequeñas y plumosas que son dispersadas por el viento, es decir por anemocoría (Benzing, 1987) o bien bayas, frutos no dehiscentes cuyas semillas son dispersadas por aves (Gentry y Dodson, 1987) así como también por mamíferos e invertebrados (Benzing, 1990). La germinación y el establecimiento en el hospedero. La fisiología de semillas en epífitas no ha sido estudiada intensamente excepto para algunas bromelias muy conocidas (Benzing, 1980) lo cual representa un reto en nuestra investigación. La germinación in vitro surge como una posibilidad para la rápida propagación no sólo de especies con valor comercial, sino también como un recurso para la preservación y conservación de especies que son parte de la riqueza florística de México, además de ser un instrumento para facilitar el estudio de los procesos ecológicos y fisiológicos relacionados con dichas especies. La mayoría de las Bromeliaceae requieren de luz para su germinación (Smith y Downs, 1974; Benzing, 1990). La sombra de las hojas del forofito pueden hacer que la luz emitida a través de ellas sea de 700 –750 nm de longitud de onda, permaneciendo las semillas fotoblásticas positivas en estado latente debido a ello (Mayer y Poljakoff-Mayber, 1975). Las semillas de las Bromeliaceae como las de otras epífitas, requieren encontrar sustratos y microclimas adecuados para germinar y que las plántulas resultantes puedan sobrevivir en estos sitios. Son escasos los estudios sobre el contenido de sus semillas, se ha reportado un alto contenido nutritivo almacenado en semillas provenientes de especies de bromélias atmosféricas (Benzing y Davidson, 1979). La estabilidad de la corteza y su textura son factores determinantes en la selección del hospedero. Los árboles con superficies lisas, pero estables pueden fallar como hospederos, simplemente porque los pelos coma de las semillas encuentran muy pocas irregularidades que permitan su fijación y establecimiento.
19
Esto es de importancia ya que una vez que germinan las semillas de Tillandsia permanecen sin raíz durante cuatro o seis meses (Benzing, 1973). La lixiviación es otro determinante del hospedero. Las epífitas sin tanques dependen de los nutrientes provenientes de la lixiviación, de lo que logran interceptar que escurre de las hojas, ramas y tronco del forofito. Hay árboles que son susceptibles a la pérdida de minerales por lixiviación y enriquecen el agua que les llega a las epífitas habitantes del dosel, otros retienen sus nutrientes foliares más fuertemente, cuando se retienen las sales de este modo, el árbol se convierte en menos habitable para las epífitas, como ocurre en T. usenoides con su hospedero Taxodium distichum (Schelsinger y Marks, 1977). La contribución de las comunidades epífitas a la transferencia de nutrientes es poco entendida. Los nutrientes provenientes de epífitas muertas son liberadas a los ciclos nutricionales de la vegetación terrestre mediante tres mecanismos ya que los grupos de epífitas sobre las ramas y troncos de los árboles no permiten la llegada de los nutrimentos hacia las raíces del hospedero (Nadkarni, 1986; Nadkarni y Matelson, 1992) i) las epífitas son lixiviadas por la precipitación , ii) los nutrimentos son transferidos al suelo del bosque vía escurrimiento de tronco y caída directa y iii) la captación directa del hospedero mediante la absorción de los nutrientes atmosféricos o cercanos a las epífitas por medio de raíces adventicias denominadas “raíces del dosel” que se encuentran debajo o cercanas a las epífitas (Nadkarni, 1981). Es así que en el árbol, las epífitas localizadas en la parte superior del dosel, reciben sales minerales disueltas provenientes de la precipitación pluvial y de las partículas aéreas; más abajo también se acumula epiflora que acumula nutrientes minerales que previamente sirvieron al hospedero y todos estos minerales pueden ser lixiviados de la vegetación adyacente o bien cuando las bromeliáceas tienen tanque, se presenta también material en descomposición atrapado entre las hojas de sus tanques y los nutrientes secuestrados de esta manera no estarán disponibles para el reciclamiento y uso del hospedero (Benzing, 1979). Las causas por las que las epífitas pueden caer
20
al suelo del bosque son: senescencia, viento, la presencia de aves y mamíferos y la ruptura de las ramas que las soportan (Nadkarni y Primak, 1989). Las epífitas vasculares han sido consideradas como no específicas en cuanto a preferencia de hospedero y con poco o nulo impacto en ellos, sin embargo en algunos casos los árboles son afectados por su carga de epifitas. Benzing (1978) considera que las epífitas pueden ser capaces de producir sombra y causar incluso la ruptura de las ramas de sus forofitos. Los árboles considerados como “infestados” pueden sufrir o estar en stress nutricional debido a las epífitas sobre ellos. Benzing y Seeman (1978) han sugerido la terminología de parasitismo convencional, epi-parasitismo, inductor de estrés nutricional o piratería nutricional (Benzing, 1978; 1979) en la supuesta relación comensal de la relación epifitahospedero. El papel que las epifitas juegan en la ecología en el contexto de parasitismo o nutrición pirata, han motivado su estudio o al menos la consideración de la posibilidad de que las bromélias reducen el vigor del árbol hospedero, conforme su número aumenta. Siendo entonces factible que árboles que habitan suelos pobres pueden ser afectados con el tiempo debido a su excesiva carga de epífitas (Benzing y Davidson 1979). La relación entre la epifita y su hospedero es mucho más estrecha que la de un simple soporte. En realidad se han hecho observaciones de la preferencia de hospedero en bromélias en donde algunas especies maderables son más adecuadas como soporte que otras. Incluso si se toma como indicador la presencia preferencial, en ocasiones algunos sitios de los árboles hospederos son más adecuados que otras para ciertas epifitas Así la selección de hospedero y la distribución de las epífitas en la copa del árbol pueden ser altamente específicas (García-Suárez et al., 2003). Una vez que las semillas germinan, su establecimiento y posterior crecimiento es una empresa difícil. Hay observaciones en campo del establecimiento y sobrevivencia de algunas plántulas observadas in situ. Benzing (1978) observó que la mortalidad de las plántulas de Tillandsia circinnata es prácticamente total, a 21
pesar de que las semillas fueron germinadas bajo condiciones de laboratorio y alcanzando sólo entre tres a seis meses de edad en el campo, mueren en unas semanas. En el mismo estudio, demostró que para su establecimiento y posterior sobrevivencia las plántulas requieren de humedad, entre otros factores. Mientras algunos árboles presentan gran cantidad de epífitas en sus ramas, otros carecen totalmente de ellas. Probablemente, presiones de selección han llevado a respuestas adaptativas en algunos casos, como la alelopatía. Algunos árboles producen en su corteza sustancias con fenoles que son capaces de inhibir la germinación y establecimiento de epífitas. Las epífitas son potencialmente más vulnerables a la alelopatía que las plantas terrestres (Benzing, 1978). En los sitios terrestres, la dilución la absorción física y la degradación microbiana disminuyen grandemente el posible daño que pudiesen causar los químicos orgánicos producidos por un hospedero. No ocurre así para una epífita que puede recibir directo los efectos de las sustancias producidas en el hospedero. El género Tillandsia en zonas áridas. El género Tillandsia prácticamente pertenece a América Latina, la mayoría de sus especies se encuentran principalmente en ambientes mésicos, aunque las especies mas conocidas se encuentran en ambientes xéricos (Isley, 1987). Son consideradas como las verdaderas plantas de aire, ya que toman el agua, el CO2 y el material orgánico prácticamente de éste. México no sólo es un centro evolutivo de cactáceas y otras especies suculentas sino también del género Tillandsia. La gran diversidad de especies epífitas adaptadas a la sequía en México parece ser el resultado de un extensivo aislamiento de los bosques secos y semi-secos que ha causado la radiación de estos grupos (Hietz y Hietz-Seifert, 1995b).
22
Las Tillandsia que habitan en zonas áridas, son especies consideradas como Bromeliaceae tolerantes de luz y xeromórficas, resistentes a la sequía; los árboles que llegasen a tener un denso follaje interceptarían el sol o la lluvia que permitiesen su establecimiento (Benzing, 1986). Son especies consideradas como las más tolerantes al estrés de todas las plantas vasculares. Tienen una alta eficiencia de economía del agua, estructuras de sostén bien desarrolladas y la capacidad de obtener nutrientes minerales de recursos muy diluidos como es el agua de lluvia. Para colonizar nuevos hospederos utilizan las corrientes de aire o bien aves como agentes dispersantes (Benzing y Renfrow, 1980). Como otras epífitas Tillandsia habita ambientes cuyas condiciones pueden ser estresantes, ya que soportan severas condiciones externas tanto para su germinación como para su establecimiento. Compiten por el espacio, fuerza de gravedad, con eventos climáticos: exposición a cortezas que se deshidratan más que los suelos, que se enfrían o se calientan muy rápido, los efectos del aire alrededor de ellas, la altura del dosel donde ocurren cambios y fluctuaciones rápidas de temperatura así como también cualquier evento que le suceda a su hospedero. La presencia de minerales es escasa y su absorción se lleva cuando los brotes están húmedos o inmediatamente después de las lluvias (Benzing, 1973; Benzing y Renfrow, 1974). Especies de Tillandsia en el Valle de Zapotitlán, Puebla. El Valle de Zapotitlán, se sitúa en la región florística de Tehuacán Cuicatlán, en el estado de Puebla, es considerado como uno de los centros importantes de diversidad en México por la International Union for the Conservation Nature (IUCN), formando parte de la región xerofítica mexicana (Rzedowski, 1978; Dávila et al., 1993; 1995). En el Valle de Zapotitlán existen varias especies del género Tillandsia como bromélias epífitas: T. atroviridipetala, T. circinatoides, T. dasyliriifolia, T.
23
makoyana, T. califanni asociadas a cierto tipos de forofitos, algunas con selección altamente específicas y otras como T. recurvata que puede establecerse en diferentes forofitos (García Suárez et al., 2003). Meyran (1973) por su parte incluye en su guía de cactus y suculentas del Valle de Tehuacán a: T. recurvata y T. atroviridipetala. Dávila et al. (1993) considera 11 especies para el Valle y 25 especies para el área de Tehuacán- Cuicatlán, Tillandsia aff. macdougalii es considerada por Osorio- Beristain et al. (1996), siendo de todas ellas T. califanii la única especie endémica (Dávila et al., 1995). Gardner (1986b) describió las especies de Tillandsia provenientes de un ambiente semiárido como el del Valle de Zapotitlán, en varios grupos como plantas xerófitas epífitas o saxícolas caulescentes o acaulescentes basada en caracteres florales siendo Tillandsia califanii, T, circinnatoides, T. pueblensis, T. schatzlii, pertenecientes al subgrupo 7 del grupo I y dentro del grupo II especies como T. dasyliriifolia y T. makoyana. De todas estas particularmente nos interesamos en Tillandsia dasyliriifolia (Fig. 1) a fin de estudiar algunos aspectos de su ecofisiología y sobrevivencia, considerando los patrones de distribución que presentan en la República Mexicana: T. dasyliriifolia Baker puede habitar tanto ambientes xéricos como mésicos y desde el Sur de los Estados Unidos hasta Suramérica (Zimmerman y Olmsted, 1992); ya en el estudio se observaron dos especies más que comparten los mismo forofitos que esta especie . T. califanii (Fig. 2) y T. recurvata (Fig. 3). T. califanii Rauh es una especie endémica para el Valle de Zapotitlán en el sistema Tehuacán-Cuicatlán (Smith y Downs, 1977) y T. recurvata (L) L exhibe un patrón de distribución cosmopolita (Smith y Downs, 1977). Para estas tres especies de epífitas se analizaron tanto aspectos de su biología como de su anatomía y fisiología, además de considerar algunos aspectos de su ecología fisiológica y visualizar su estado poblacional en el Valle.
24
La situación que presentan las epífitas estudiadas en el Valle muestra que mientras se mantengan en pie los forofitos seleccionados a través de su historia de vida pueden conservarse estas especies, sin embargo, se hace necesario resaltar la importancia que esta forma de vida brinda a la comunidad vegetal.
25
Figura 1. Inflorescencia de Tillandsia dasyliriifolia.
Figura 2.Tillandsia califanii desarrollando inflorescencias
Figura 3. Tillandsia recurvata en floración en el Valle de Zapotitlán
26
DESCRIPCION DE LA TESIS 1B
En el presente trabajo se examinó la abundancia de la especie en estudio Tillandsia dasyliriifolia, la composición de las comunidades donde habita, la estructura poblacional en dos comunidades del Valle de Zapotitlán, Puebla: el Cardonal y el Izotal. Se registraron los patrones fenológicos de los forofitos y de la especie en estudio T. dasyliriifolia, y se compara con dos epifitas con las que coexiste T. califanii y T. recurvata, y se determinaron los patrones espaciales de las especies involucradas., las estrategias reproductivas de la especie., las estrategias de adaptación al medio árido y se aportó la descripción de la anatomía y mecanismo fotosintético utilizado por Tillandsia dasyliriifolia. Esta Tesis, esta basada en dos artículos y tres manuscritos, en los que se 0B
abarcan diferentes aspectos de la ecofisiología de Tillandsia dasyliriifolia así como también de dos especies de Tillandsia: T. califanii y T. recurvata y de sus forofitos en el Valle de Zapotitlán de las Salinas, Puebla. x
García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V., and H. Serrano.2003. Distribution and Abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Plant Ecology 166: 207-215.
x
García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V, Laguna Hernández, G, Collazo Ortega, M. and H. Serrano. Germination and establishment of Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, Mexico. (Manuscrito).
x
García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V, Molina-Aceves, N. and H. Serrano. 2006. In vitro Germination and clonal propagation of the endemic Tillandsia califanii Rauh (Bromeliaceae) from Mexico. Selbyana 27(1): 54-59. García-Suárez, M.D., Fraile-Ortega, M.E., Laguna-Hernández, G., Collazo Ortega, M. y H. Serrano.. Morfología y anatomía de tres especies de Tillandsia (Bromeliaceae) en el valle de Zapotitlán, Puebla, México. (Manuscrito).
x
x García Súarez, M.D., Collazo Ortega M., Laguna Hernández, G., Rico Gray, V. San Miguel , R., Larqué Saavedra, A. and H. Serrano. Ecophysiology of Tillandsia dasyliriifolia Baker. (Bromeliaceae) Photosynthesinthetic pattern. (Manuscrito).
27
Contenido de esta tésis Introducción Se describe al grupo de las epífitas, importancia de las bromeliaceae epífitas, algunas de las adaptaciones que éstas presentan, así como, algunos aspectos sobre su ecofisiología particularmente para especies xéricas como nutrición, factores que evitan la desecación, mecanismos fotosintéticos, biología reproductiva, germinación y establecimiento de sus plántulas. Finalmente se enlista las especies de Tillandsia que hay en el Valle de Zapotitlán. Se señalan los objetivos: general y particulares del presente estudio y se describe la metodología empleada para cubrirlos. Se enlistan los capítulos que conforman esta tesis. Capítulo I. Describe el sitio de estudio, el Valle de Zapotitlán, Puebla, cuyas características son las que existen en las zonas áridas y semiáridas, las cuales se caracterizan por su elevada temperatura del aire, marcadas fluctuaciones de ésta durante el día y la noche, baja precipitación y humedad, evaporación rápida y suelos con bajo contenido de nutrimentos orgánicos (Evenari, 1981). La epífita seleccionada para este estudio, Tilllandsia dasyliriifolia Baker es una especie de amplia distribución. Se localiza desde el centro de la República Mexicana hasta el norte de El Salvador. Habita generalmente zonas áridas y semiáridas. Existen estudios sobre su taxonomía y distribución (Smith y Downs, 1977) que han contribuido a su conocimiento. Sin embargo sobre su ecofisiología se conoce poco. En particular el sitio de estudio de las epífitas se dirige hacia las condiciones donde habitan sus hospederos la conservación de éstos les permite mantener sus sobrevivencia ya que les brindan un ambiente particular que afecta su crecimiento y desarrollo.
28
Capítulo II 2B
Distribución y abundancia de Tillandsia spp (Bromeliaceae) en el Valle de 3B
Zapotitlán Puebla, publicado como: Distribution and abundance of Tillandsia spp (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Plant Ecology 166:207215 (2003). Describe el estado poblacional de tres especies de Tillandsia (Bromeliaceae) que comparten dos diferentes tipos de comunidades vegetales en el Valle de Zapotitlán, considerando la distribución vertical y orientación espacial en los hospederos y hace una descripción de la estructura de edades para Tillandsia dasyliriifolia.
Capítulo III En este capítulo se presentan un artículo y un manuscrito relacionados con la propagación germinativa y vegetativa de Tillandsia dasyliriifolia y Tillandsia califanii: Germinación y establecimiento de Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae) en el Valle de Zapotitlán, Puebla, México. (manuscrito). El manuscrito describe la germinación y establecimiento de Tillandsia dasyliriifolia. La producción de semillas, su germinación en distintas condiciones de luz y escarificación, el crecimiento de las plántulas bajo diferentes medios de cultivo con distintos nutrimentos y en el campo la presencia de plántulas que crecen sobre las espigas de la inflorescencia.
Germinación in vitro y propagación clonal de la especie endémica Tillandsia califanii Rauh. (Bromeliaceae) México, publicado como: In vitro germination and
29
clonal propagation of the endemic species Tillandsia califanii Rauh. (Bromeliaceae) México. Selbyana 27 (1):54-59. (2006). Se aprecian algunos aspectos relevantes de la propagación clonal y germinativa de
Tillandsia califanii
especie
endémica, que presenta disminución en la
viabilidad de sus semillas y se describe la posibilidad de permanecer en las comunidades vegetales donde crecen.
Capitulo IV En este capítulo se presentan dos manuscritos que abordan las estrategias de mecanismos estructurales y fisiológicos que las epífitas en general han tenido que adaptar cuando habitan en un ambiente árido, además de la altura de los árboles hospederos; esto incluye estrategias para la toma de agua y nutrición, fotosíntesis.
Morfología y anatomía de tres especies de Tillandsia (Bromeliaceae) en el Valle de Zapotitlán, Puebla, México. (manuscrito) Se hace la descripción de las adaptaciones anatómicas y morfológicas de tres Bromeliaceae epífitas pertenecientes al género Tillandsia.
Estas epífitas
sobreviven en un ambiente aéreo, arbóreo semiárido, sin la presencia de raíces funcionales, presentan dos morfologías externas: de tanque y atmosféricas. Se describen los diferentes tejidos que constituyen la hoja y la raíz. Ecofisiología de Tillandsia dasyliriifolia Baker. (Bromeliaceae). 4B
Patrón
fotosintético: Ecophysiology of Tillandsia dasyliriifolia Baker. (Bromeliaceae). Photosynthetic pattern. (manuscrito).
La investigación explora la adaptación de Tillandsia dasyliriifolia a un ambiente estresante xérico. Las adaptaciones incluyen respuestas bioquímicas, fisiológicas, anatómicas y morfológicas.
La ecofisiología de esta planta presenta un
mecanismo fotosintético aparentemente híbrido entre una planta C4-CAM. 30
Capitulo V
Conclusión y consideraciones finales. Se integra sobre los resultados y conclusiones parciales y se da una conclusión general sobre la ecofisiología de Tillandsia dasyliriifolia en el Valle de Zapotitlán, Puebla.
Referencias
Se reportan las citas en cada capítulo.
31
OBJETIVO GENERAL Contribuir al conocimiento de algunos aspectos de la ecofisiología de Tillandsia
dasyliriifolia,
que
permitan
entender
su
estructura
poblacional en dos comunidades vegetales: Cardonal e Izotal en el Valle de Zapotitlán, Puebla. OBJETIVOS PARTICULARES: Registrar los patrones fenológicos del forofito y/o forofitos y de las especies en estudio, así como sus patrones espaciales. Determinar la distribución y abundancia de las poblaciones de Tillandsia dasyliriifolia así como de las especies epífitas con las que comparta forofito. Determinar estrategias reproductivas de la Tillandsia dasyliriifolia y estudiar las características de su germinación en el laboratorio y en el campo, así como las del establecimiento de sus plántulas. Determinar las estrategias de adaptación al medio árido de Tillandsia dasyliriifolia. Aportar información sobre la anatomía, nutrición, eficiencia de uso de agua y mecanismo fotosintético utilizado porTillandsia dasyliriifolia.
29
METODOLOGIA En cada uno de los capítulos presentados en ésta tesis, se describe la metodología particular, tratando de dar la forma requerida por las revistas científicas especializadas a las que se someterán ó en las que ya han sido publicados. Se presenta un cuadro sinóptico de la obtención general de datos y un resumen de la metodología de los capítulos II a VI.
30
Mediciones de las Tillandsia en dos comunidades vegetales en el Valle de Zapotitlán, Puebla
Capitútlo II Distribution and Abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México.
Obtención de semillas Tillandsia dasyliriifolia y T. califanii
Capìtulo III Germination and Establishment of Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae).at the Zapotitlán Valley Puebla Mexico.
Capìtulo IV In Vitro Germination and clonal propagation of the endemic Tillandsia califaniii RAUH. . (BROMELIACEAE) FROM MEXICO
Capítulo V Morfología y anatómico de tres especies de Tillandsia (Bromeliaceae) en el Valle de Zapotitlán, Puebla, México.
Obtención de plantas adultas de T. dasyliriifolia T.califanii y T. recurvata
Registro de toma de CO2 en plantas de T. dasylriifolia
Capítulo VI Ecofisiología de Tillandsia dasyliriifolia Baker. (Bromeliaceae). Patrón fotosintético.
Capítulo II Distribution and Abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Distribución y Abundancia de Tillandsia spp (Bromeliaceae) en el Valle de Zapotitlán, Puebla, México. Se seleccionaron al azar cinco cuadrantes de 50 m x 50 m en el tipo de comunidad denominado 'Izotal' y se determinó la composición de la vegetación así como los patrones de distribución de todas las plantas perennes. En cada cuadrante, se registraron todas las Bromeliaceae epífitas sobre los árboles de
31
Beaucarnea gracilis, y aún y cuando algunos individuos de Bromeliaceae se encontraron en otros hospederos, este árbol es su principal forofito. Los árboles de B. gracilis se marcaron y se midió el diámetro del tronco de cada árbol y su altura y se dividió el dosel en cinco zonas. Las observaciones se registraron con una persona en el árbol B. gracilis y otra en el suelo. A fin de determinar la distribución espacial y la abundancia de las especies de Tillandsia seleccionadas se observaron tres aspectos principales: (i) la distancia del centro del hospedero al sitio en la rama donde los individuos de Tillandsia se establecieron; (ii) la altura desde el nivel del suelo hasta donde se localizaron las Tillandsia en el árbol de B. gracilis ; y (iii) la orientación de cada Tillandsia en relación al hospedero (utilizando brújula Brunton). Se estimó el tamaño de los individuos de Tillandsia , midiendo la altura y el diámetro basal (y cuando estuvieron presentes en ramets también se midieron). Las mismas mediciones y observaciones se realizaron el la comunidad denominada como "Cardonal", aunque sólo se realizaron cuatro cuadrantes, y los individuos de Tillandsia se localizaron en los cactos columnares Cephalocereus columna trajani, Neobuxbaumia tetetzo, y sus probables híbridos en esta comunidad no hay individuos presente de B.gracilis . Finalmente, se consideró el estatus reproductivo (p.ej. floración, fructificación y el principal modo de reproducción (p.ej., sexual, vegetativo) de las Tillandsia estudiadas. A fin de explorar la posibilidad de que las epífitas pueden tener una distribución preferencial en los árboles de Beaucarnea, se tomaron los datos de la localización específica de la altura desde el suelo, distancia al centro del árbol y su orientación relativa. Se analizó la distribución y abundancia de las Tillandsia después de transformarlas a arco-seno, y se compararon con prueba de X 2. Las características morfo/métricas (altura, diámetro basal) se compararon utilizando un análisis de regresión linear. La estructura de edad y la abundancia de Tillandsia dasyliriifolia se comparó en ambas comunidades vegetales. Todos los análisis estadísticos se hicieron utilizando el paquete estadístico SAS (SAS, 1987). CAPITULO III
Germinación y establecimiento de Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae) en el Valle de Zapotitlán, Puebla, México 32
Germination and establishment of Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae) at the Zapotitlán Valley, Puebla, Mexico. .
Registro de plantas. En la comunidad vegetal del Izotal, todas las Tillandsia que habitan en el árbol hospedero de Beucarnea gracilis fueron marcadas, medidas en tamaño, cuantificadas en número y registradas. A lo largo del año se registró la fenología: período de floración y dispersión de semillas. Las semillas se obtuvieron de cápsulas maduras de diferentes especímenes de T. dasyliriifolia colectadas al azar en su población natural, después de la maduración y antes de su dispersión, que se realiza durante el mes de Febrero, en el Valle de Zapotitlán. Las espigas se midieron, las cápsulas se contaron y las semillas fueron medidas así como calculada su producción total por espiga. Las semillas se almacenaron a temperatura ambiente en bolsas negras en el laboratorio durante un año antes de iniciar las pruebas de germinación. Las semillas se desinfectaron por inmersión en 10% de hipoclorito comercial (60 gl-1 activo de Cl2) y posteriormente se lavaron tres veces en agua destilada esterilizada.
Bioensayos de germinación. Germinación in vitro. Los bio-ensayos de germinación en el laboratorio se realizaron en cajas de Petri de 9 cm con 15 ml de Agargel al 6% (Sigma Chemical, Co.) en agua destilada con cinco replicas y 50 semillas para germinar colocadas en cámara de crecimiento con un termo-período de 29/15º C y un foto-período de 16/8 horas luz/oscuridad. Se realizó un diseño factorial 2 x 2 para probar la escarificación/no- escarificación ácida de las semillas bajo dos condiciones de luz. Para la escarificación se probaron diez lotes de 50 semillas que estuvieron inmersas durante 1 min en ácido sulfúrico, posteriormente se lavaron vigorosamente con agua destilada. Las semillas fueron desinfectadas por inmersión en cloro comercial al 10% durante 1 min y lavadas nuevamente con
33
agua destilada. Cinco lotes se expusieron a luz completa y cinco envueltos en papel aluminio se mantuvieron en oscuridad. Los lotes de semillas noescarificadas fueron tratados como el grupo de escarificadas bajo condiciones de foto-período de luz/oscuridad y completa oscuridad. Otro bio-ensayo de germinación probó diferente calidad de luz, utilizando filtros verde, azul, rojo, rojo lejano, luz completa, oscuridad con adición de ácido giberélico (GA) 500 ppm y oscuridad. La germinación se considero cuando el epicotilo alcanzó 1 mm de longitud y el porcentual de germinación se registro cada semana.
Bio-ensayo ex vitro. A fin de evaluar la corteza del árbol de B. gracilis como sustrato en la germinación de T. dasyliriifolia, se colectaron trozos de corteza del campo y se llevaron al laboratorio se sembraron 50 semillas escarificadas y se compararon con las sembradas en el medio de agar-gel. Los porcentajes de la germinación se obtuvieron después de 150 días, con tres réplicas. Los datos se analizaron con pruebas de X 2 (SAS, 1987).
Bioensayo de germinación in situ. Durante la estación de lluvias del 2003, dos lotes de 1200 semillas listas para dispersar fueron escarificadas o no escarificadas, se sembraron 50 semillas en cajas de Petri con agar-gel 6%, y se colocaron directamente en los árboles de Beaucarnea gracilis en la comunidad del Izotal siendo cuarenta y ocho cajas de Petri con agargel en cuatro orientaciones N, S, E, O a 2 m de altura donde inician las ramas del árbol, (previamente reportado como altura preferencia para el crecimiento de Tillandsia (García-Suárez et al., 2003). Se registró la germinación un mes después. Bioensayo de establecimiento de plántulas. Bio-ensayos in vitro
34
A fin de evaluar las necesidades de la nutrición mineral de las plántulas de T. dasyliriifolia, se mantuvieron 250 plántulas en cinco medios de cultivo distintos con agar-gel : agua corriente (control), solución completa de Hoagland (HM); HM sin calcio; HM sin fierro o HM sin fósforo. Las plántulas se mantuvieron en una cámara de crecimiento durante seis meses con las condiciones ambientales arriba mencionadas. Bioensayos in situ. Un bio-ensayo similar a la germinación in situ fue realizado utilizando plántulas en lugar de semillas. Las plántulas se obtuvieron bajo las condiciones de laboratorio más favorables y llevadas y al Valle de Zapotitlán, donde se colocaron en discos de agar-gel (a fin de mantener humedad) en cinco árboles de Beaucarnea en cuatro orientaciones, N, S, E, O a 2 m de altura. Los resultados fueron evaluados después de 80 100, 130 y 155 días de la implantación en los árboles. Las observaciones de la germinación y del crecimiento de plántulas en el campo se registraron, midieron y clasificaron. Germinación in vitro y propagación clonal de la especie endémica Tillandsia calfifanii Rauh (Bromeliaceae) de México. In-Vitro Germination and Clonal Propagation of Endemic Tillandsia calfifanii Rauh (Bromeliaceae) from Mexico. En el laboratorio, las semillas se separaron y lavaron vigorosamente con agua corriente y dos lavados más de agua destilada estéril, se sumergen en hipoclorito de sodio 5% con Tween 20 como surfactante durante 5 minutos, posteriormente, se lavaron con agua destilada estéril. La germinación se probó con semillas escarificadas y no escarificadas La escarificación consistió en sumergir las semillas en ácido sulfúrico concentrado seguido de lavados inmediatos con agua destilada abundante, las semillas se sembraron en medio de cultivo apropiado. A fin de identificar un medio adecuado para la germinación se compararon medios líquidos y sólidos utilizando agar-gel con medio Murashige-Skoog en diferentes concentraciones
(Murashige y Skoog, 1962; Sigma Chemical Co. St. Louis,
Missouri) y medio Knudson C (Sigma Chemical Co.) y contrastando con medio 35
sin nutrimentos como testigo. Las semillas se sembraron posteriormente en medio Murashige-Skoog (M-S) sólido con o sin ácido giberélico a (0.5 g/l) más 3% (w/v) de sacarosa y posteriormente se expusieron a condiciones de luz ó oscuridad. Se probó la germinación de las semillas con un medio M-S sólido suplementado o no con carbón activado y carbón activado adicionado con agua de coco más 3% (w/v) de sacarosa. Finalmente la germinación se probó con un medio sólido de M-S suplementado o no con sacarosa (1.5% o 3%). Para cada tratamiento se utilizaron 50 semillas para germinar por caja y con cinco replicas. Todos los tratamientos fueron colocados en una cámara de crecimiento con ciclo de luz de 16/8 horas, de luz/oscuridad, con iluminación de 45 µmol m² s-1 y 29 ±1ºC de temperatura. La viabilidad de las semillas se probó con el 2,3,5 cloruro de trifenil tetrazolio al 1% (TTC) suplementado con gotas de Tween 20, una solución incolora utilizada como un indicador de la actividad metabólica del embrión (van Waes y Debergh, 1986). La viabilidad del embrión fue determinada por el TTC y clasificada de acuerdo a Kuo et al. (1996); y sólo la categoría I (semillas viables) fueron utilizadas. CAPITULO IV
Morfología y anatomía de tres especies de Tillandsia (Bromeliaceae) en el valle de Zapotitlán, Puebla, México. Se colectaron plantas adultas de las especies T. dasyliriifolia, T. califanii y T. recurvata y se transportaron al laboratorio para su posterior procesamiento. En el campo, se realizaron observaciones de las dos comunidades donde crecen éstas especies: el Izotal dominado por Beaucarnea gracilis Lem, y en el Cardonal mixto o Cardonal-tetechera, dominado por las cactáceas columnares Cephalocereus columna-trajani (Karw) Schum, Neobuxbaumia tetetzo (J M Coult) Backeb y sus posibles híbridos. Se revisaron las poblaciones homogéneas de Cephalocereus columna-trajani y de Neobuxbaumia tetetzo. En cada comunidad se marcaron dos cuadrantes de 50 m x 50 m en los que se realizaron registros de la ubicación del (los) forofito(s) así como de las especies de bromeliáceas que coexisten en el mismo hospedero, para cada tipo de comunidad vegetal. 36
Se contó el número de individuos de cada especie y se midieron en la parte más ancha de la planta (base de la roseta) así como su altura total (sin inflorescencia), denominándolas respectivamente base y altura. Estudios anatómicos. El material colectado fue fijado en FAA 10% y para el análisis anatómico de las tres especies de Tillandsia, se realizaron cortes transversales a 7 micrómetros con un microtomo rotatorio de hoja y de raíz, cortes longitudinales a la superficie de la epidermis y levantamiento de la misma. Las muestras se tiñeron con azul de toluidina, rojo neutro y Sudán III; se realizó la técnica tradicional de montaje en resina sintética (Johansen, 1940). El análisis de los cortes se realizó en microscopio compuesto Zeiss. Ecofisiología de Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae). Patrón fotosintético. Ecophysiology of Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae). Photosynthetic pattern. Observaciones anatómicas Se colectaron plantas adultas en fase vegetativa in situ y se llevaron al laboratorio a fin de realizar las observaciones anatómicas. Se utilizaron microscopios óptico y estereoscópico para una descripción anatómica general. Se cortaron transversalmente hojas de T. dasyliriifolia a 7µ y se tiñeron con solución de azul de toluidina 0.1% (w/v). Se examinaron laminillas de material fresco con un microscopio Zeiss Axiomat, se fotografiaron con cámara Cannon y rollo de color ASA100 Fujichrome. Contenido relativo de agua (RWC) Ya que éste método requiere la determinación de turgencia, peso fresco y seco, se colectaron plantas adultas en fase vegetativa en el campo y se llevaron al laboratorio. El peso fresco de las hojas se calculo como el cociente del peso seco dividido entre el peso turgente menos el peso seco. El peso turgente se determinó con la rehidratación de las hojas al colocarlas durante seis días en medio
37
Hoagland con concentración de 0.25X a fin de saturar el contenido de agua celular. El peso seco se obtuvo midiendo después de un secado a 60oC hasta que no hubo cambios en el peso del tejido (Barcikowski y Nobel, 1984). El índice cuantitativo de suculencia (S) se estimó con el método de expansión de superficie sugerido por Kluge y Ting (1978) y el índice de Delf (1912, descrito en Kluge y Ting, 1978). El primero es una correlación del peso fresco y de superficie asumiendo que 1 g = 1 mL de equivalencia, mientras que el segundo es un cociente del contenido saturada de agua en el tejido relacionado con la superficie del tejido (Larcher, 1973). Un índice específico de suculencia del mesófilo de la hoja (Sm) se determinó de acuerdo con Kluge yTing (1978) y Osmond et al., (1989). La suculencia de la hoja (LSI) se definió con el peso fresco de la hoja sobre el peso seco mientras que el índice de suculencia del mesófilo (Sm) se determinó después del contenido de agua y el contenido de clorofila. La determinación de clorofila se obtuvo con la extracción de un gramo de hojas limpias inmersas en 5ml N,N dimetil-formamida (DMF Sigma Chemical, St. Louis, Mo, grado espectrofotómetro) después de tres días en oscuridad y se leyeron en absorbancias de 664.5 y 647 nm en un espectrofotómetro Lambda2 (Perkin Elmer, Piscattaway, NJ). El tipo de clorofila y contenido se determina según las fórmulas de Inskeep y Bloom (1985). El peso seco de las hojas se obtuvo con el secado en horno a 60oC y se expresó en porcentaje del peso total de cada planta (Radoglous y Jarvis, 1992). El intercambio de gas (toma neta de CO2 y promedio de transpiración) se determinó en el mes de abril (primavera) y en junio (verano) con un analizador de gases infrarrojo portátil IRGA LCA 3 ADC (Li-Cor, Lincon, Ne). Se seleccionaron al azar plantas adultas de T. dasyliriifolia en el Izotal creciendo sobre el árbol hospedero Beaucarnea gracilis. Las medidas se hicieron prensando con clip del IRGA la superficie abaxial de la hoja de T. dasyliriifolia donde hay más estomas presentes. El intercambio de gas se midió cada 4 h durante un período de 24 h y
38
las mismas medidas se repitieron para tres plantas. En cada planta se seleccionaron cuatro hojas y el monitoreo del intercambio gaseosos se hizo en éstas. Se registraron las temperaturas máximas y mínimas del aire. Para la determinación del ácido málico se titularon muestras de 5 gr de hojas enteras cada 4 h en un período de 24 h. Las muestras se congelaron y almacenaron antes de ser procesadas. Las hojas fueron maceradas en mortero frío, se retiró la suspensión celular y se coló la muestra con filtro, retirando detritos y se tituló a pH 7.0 con 0.01 N de NaOH (Martin et al., 1981). Metodología que se utilizó para estudiar diferentes aspectos de la ecofisiología de Tillandsia dasyliriifolia y de las especies vegetales que comparten la distribución espacial y temporal de ésta epífita en dos comunidades vegetales, el Izotal y el Cardonal, dentro del Valle de Zapotitlán de las Salinas, Puebla.
REFERENCIAS Ackermman, J.D. 1986. Coping with the epiphytic existence: pollination strategies. Selbyana 9: 52-60. Barcikowski, W. y P.S. Nobel. 1984. Water relations of cacti during dessication: distribution of water in tissue. Botanical Gazette 145:110-115. Benzing, D.H. 1970. An investigation of two bromeliad myrmecophytes: Tillandsia butzzi Mez, T. caput-medusae E. Morren and their ants. Bull. Torrey Bot. Club 97:109-115. Benzing, D.H. 1973. The monocotyledons: their evolution and comparative biology. I. Mineral nutrition and related phenomena in Bromeliaceae and Orchidaceae. Quarterly Review of Biology 48: 277-290. Benzing, D.H. 1976. Bromeliad trichomes:structure, function and ecological significance. Selbyana 1 :330-348. Benzing, D.H. 1978. The life history profile of Tillandsia circinnata (Bromeliaceae) and the rarity of extreme epiphytism among the angiosperms. Selbyana 2:325-337. 39
Benzing, D.H. 1979. Alternative interpretations for the evidence that certain orchids and bromeliads act as shoot parasites. Selbyana 5:135-144. Benzing, DH. 1980. The biology of the bromeliads. Mad. River Press, Inc. Eureka Ca. 305 p. Benzing, DH. 1981. Mineral nutrition of epiphytes: an appraisal of adaptive features Selbyana 5: 219-223. Benzing, DH. 1986. The vegetative basis of vascular epiphytism. Selbyana 9:2343. Benzing, D.H. 1987. Vascular epiphytism: taxonomic participation and adaptive diversity. Annals of the Missouri Botanical Gardens. 74:183-204. Benzing, D.H. 1990. Vascular epiphytes. Cambridge University Press, Cambridge Mass. 354p. Benzing, D.H. 2000. Bromealiaceae: Profile of an adaptive radiation . Cambridge: Cambridge Univ. Press. Benzing, D.H. y J. Seeman. 1978. Nutritional piracy and host tree decline: a new perspective on the epiphyte-host relationship. Selbyana 2:133-148. Benzing, D.H. y E. A. Davidson. 1979. Oligotrophic Tillandsia circinnata Schlecht. (Bromeliaceae): an assessment of its patterns of mineral allocation and reproduction. American Journal of Botany. 66:386 –397. Benzing, D.H. y D.W., Ott. 1981. Vegetative reduction in epiphytic Bromeliaceae and Orchidaceae: its origin and significance. Biotropica 13: 131-140. Benzing, D.H. y A. Renfrow. 1974. The mineral nutrition in Bromeliaceae. Botanical Gazzette. 135:281-288. Benzing, D.H. y A. Renfrow. 1980. The nutritional dynamics of Tillandsia circinnata in southern Florida and the origin of the “air plant” strategy. Botanical Gazzette. 141:165-172. Benzing, D.H. Friedman, W.E., Peterson, G. y A. Renfrow. 1983. Shootlesness, velamentous roots and the pre-eminence of Orchidaceae in the epiphytic biotope. Am. J. Bot. 70-121-133. Castro-Hernández, J.C., Wolf, J.H.D., García-Franco, J.G. y M. GonzálezEspinosa. 1999. The influence of humidity, nutrients and light on the establishment of the epiphytic bromeliad Tillandsia guatemalensis in the highlands of Chiapas, México. Revista Biología Tropical 47: 763-773. 40
Cardel, Y., Rico Gray, V., García-Franco, J.G, y L.B. Thien. 1996. Ecological status of Beaucarnea gracilis Lem. (Nolinaceae): and endemic species of the semiarid Tehuacán Valley, Mexico. Conservation Biology 11: 367-374. Chase, M.W. 1987. Obligate twig epihytes in the Oncidiinae and other neotropical orchids. Selbyana 10: 24-30. Crayn, D.M., Winter, K. y J.A.C. Smith. 2004. Multiple origins of crassulacean acid metabolism and the epiphytic habit in the Neotropical family Bromeliaceae. Proceeding of the National Academy of Sciences 101: 37033708. Dahlgre, R.M.T., Clifford, H.T. y P.F. Yeo. 1985. The families of the monocotyledons: Structure, Evolution and Taxonomy. Springer Verlag, Berlin. 520 pp. Dávila, A.P., Villaseñor J.L., Medina L.R., Ramírez R.A., Salinas, T., SánchezKen, J. y P. Tenorio L. 1993. Flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán. Listados Floristicos de Mexico X. Instituto de Biología. Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F. 195 pp. Dávila, A. P., Medina L. R., Ramírez R. A., Salinas, T. A. y P. Tenorio L. 1995. Análisis de la Flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán endemismo y diversidad. En: Conservación de plantas en peligro de extinción: Diferentes enfoques. Eds. Edelmira Linares, Patricia Daviala, Fernando Chiang, Robert Bye Thomas S. Elias. Universidad Nacional Autónoma de México. 33-41 pp. Delf, E.M. 1912. Transpiration in succulent plants. Annals of Botany 26:409-440. Evenari, M. 1981. Ecology of the Negev desert, a critical review of our knowlege. En: Shuval H (ed) Development in Arid Zone Ecology and Environment Quality. Balaban ISS Rehovot, 1-33pp. García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V. y H. Serrano. 2003. Distribution and abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Plant Ecology 166:207-215. García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V, Molina-Aceves, N. y H. Serrano. 2006. In vitro Germination and clonal propagation of the endemic Tillandsia califanii Rauh (Bromeliaceae) from Mexico. Selbyana 27:54-59. Gardner, C.S. 1984. Natural hybridization in Tillandsia subgenus Tillandsia. Selbyana 7:380-393.
41
Gardner, C.S. 1986a. Inferences about pollination in Tillandsia (Bromeliaceae). Selbyana 9:76-87. Gardner, C.S. 1986b. Preliminary classification of Tillandsia based on Floral characters. Selbyana 9:130-146. Gilmartin, A.J. y G.K.Brown. 1985. Cleistogamy in Tillandsia capillaris (Bromeliaceae) Biotropica 17:256-259. Gentry, A.H. y C.H. Dodson. 1987. Diversity and biogeography of neotropical vascular epiphytes. Annals of the Missouri Botanical Gardens. 74:205-233. Griffiths, H y J.A.C. Smith. 1983. Photosynthetic pathways in the Bromeliaceae of Trinidad: relations between life form habitat preference and preference and the occurrence of CAM. Oecologia 60:176-184. Hietz, P. y U. Hietz Steifer. 1995a. Composition and ecology of vascular epiphyte communities along an altitudinal gradient in central Veracruz, Mexico. Journal Vegetation Science. 6:487-498. Hietz, P. y U. Hietz-Seifert. 1995b. Structure and ecology of epiphyte communities of cloud forest in central Veracruz, Mexico. Journal of Vegetation Science. 6:719-728. Inskeep, W.P. and Bloom, P.R. 1985. Extinction coefficients of cholorophyll a and b in N, N- Dimethylforamamide and 80% of acetone. Plant Physiology 77:483-485 Isley III, P.T. 1987. Tillandsia . The World´s most unusual air plants. Botanical Press. Gardena, Ca. 209 pp. Jaramillo, L.V. y F. González-Medrano. 1983. Análisis de la vegetación arbórea de la Provincia Florística de Tehuacán-Cuicatlán. Boletín de la Sociedad Botánica de México 45:49-64. Johansen, D.A. 1940. Plant microtechnique. MacGraw Hill. Nueva York. Johansson, D. 1974. Ecology of vascular epiphytes in West African rain forest. Acta Phytogeogr. Suec. 59:1-136. Kluge, M. y I.P. Ting. 1978. Crassulacean acid metabolism: analysis of an ecological adaptation. Berlin: Springer-Verlag. 209 pp Kress, W.J. 1986. A symposium: The biology of tropical epiphytes.The systematic distribution of vascular epiphytes. Selbyana 9:2-22.
42
Kress, W.J. 1989. The systematic occurrence of vascular epiphytes. In: Vascular plants as epiphytes: evolution and ecophysiology. Ecological Studies. Luttge, U. ed. Heidelberg: Springer Verlag. 234-261. Kuo, W.H, Yan A.C. y N. Leist. 1996. Tetrazolium test for the seeds of Salvia splendens S. farinaceae. Seed Sci. & Technol. 24:17-21 Larcher, W. 1973. Oekologie der Planzen. Sttutgart: Verlag Eugen Ulmer. Luther, H.E. 2000. An alphabetical list of Bromeliad binomials. The Bromeliad Society International. Sarasota Fl. 82 pp. Lüttge, U. 1987. Carbon dioxide and water demand: crassulacean acid metabolism (CAM), a versatile ecological adaptation exemplifying the need for integration in ecophysiological work. New Phytol. 106:593-629. Lüttge, U. 1997. Physiological ecology of tropical plants. Berlin, Heidelberg, New York: Springer Verlag. Lüttge, U. 2004. Ecophysiology of Crassulacean Acid Metabolism (CAM). Annals of Botany 93: 629-652. Martin, C.E. 1994. Physiological ecology of the Bromeliaceae. Botanical Review 60:1-82. Martin, C. E. y J.N. Siedow. 1981. Crassulacean acid metabolism in the epiphyte Tillandsia usneoides L. (Spanish moss). Plant Physiol. 68:335-339. Martin, C.E. y Adams, III W.W. 1987. Crassulacean acid metabolism, CO2recycling, and tissue desiccation in the Mexican epiphyte Tillandsia schiedeana Steud. (Bromeliaceae). Photosynthesis Research 11:237-244. Martin, C.E. y Schmitt A.K. 1989. Unusual water relations in the CAM atmospheric epiphyte Tillandsia usneoides L. (Bromeliaceae). Botanical Gazette 150:1– 8. Martin, C.E., Christensen, N.I. y B.R. Strain. 1981. Seasonal patterns of growth, tissue acid fluctuations and CO2 uptake in the crassulacean acid metabolism epiphyte Tillandsia usneoides L. (Spanish Moss). Oecologia 49:322-328. Maxwell, C, Griffiths H. y A.J. Young . 1994. Photosynthetic acclimation to light regime and water stress by the C3-CAM epiphyte Guzmania monostachia: gas-exchange characteristics, photochemical efficiency and the xanthophyll cycle. Functional Ecology 8:746–754. 43
Mayer, A.M. y A. Poljakoff-Mayber. 1975. Germination of Seeds . Pergamon Press. New York. Medina, E., Delgado, M. Troughton, J.H. y J.D. Medina. 1977. Physiological ecology of CO2 fixation in Bromeliaceae. Flora 166:137-152. Meyran, G. J. 1973. Guía botánica de cactáceas y otras suculentas del valle de Tehuacán. Sociedad Mexicana de Cactología. A. C. México. 50 pp. Montaña, C., Dirzo, R. y A. Flores. 1997. Structural parasitism of an epiphytic bromeliad upon Cercidium praecox in an intertropical semiarid ecosystem. Biotropica 29: 517-521. Murashige,T. y F. Skoog. 1962. A revised medium for rapid growth and bioassays with Tobacco tissue culture. Physiol. Plant.. 15:473-479. Nadkarni, N.M. 1981. Canopy roots: convergent evolution in rainforest nutrient cycles. Science 214:1024-1025. Nadkarni, N.M. 1986. The nutritional effects of epiphytes on host trees with special reference to alteration of precipitation chemistry. Selbyana 9:44-51. Nadkarni, N.M. y R.B. Primack. 1989. The use of gamma spectromety to measure within plant nutrient allocation of a tank bromeliad, Guzmania lingulata. Selbyana 11:22-25. Nadkarni, N.M. y T.J. Matelson. 1992. Biomass and Nutrient Dynamics of Epiphytic Litterfall in a Neotropical Montane Forest, Costa Rica. Biotropica 24: 24-30. Nieder, J., S. Engwald y W. Barthlott. 1999. Patterns of Neotropical Epiphyte Diversity. Selbyana 20:66-75. Norton, D.A., Hobbs, R. J. y L. Atkins. 1995. Fragmentation, disturbance and plant distribution:mistletoes in woodland remnants in the western Australian wheatbelt. Conservation Biology 9: 426-438. Osmond, C.B. 1978. Crassulacean acid metabolism: a curiosity in context. Annual Review of Plant Physiology 29:379-414. Osmond, C.B., Williams, W.A. y Smith, S.D. 1989. Crassulacean acid metabolism In: Pearcy, R.W., Ehlerinnger, J.R., Mooney, H.A. & Rundel, P.W. (Eds), Plant Physiological Ecology Chapman & Hall. London. 255-280 pp.
44
Osorio- Beristain, O., Valiente-Banuet, A. Davila A, P. y R. Medina. 1996. Tipos de vegetación y diversidad ß, en el Valle de Zapotitlán, de las Salinas, Puebla, México. Boletín de la Sociedad Botánica de México 59:35-58. Radoglous, K.M. y Jarvis P.G. 1992 . Effects of CO2 enrichment and nutrient supply on growth and leaf anatomy of Phaseolus vulgaris L. seedlings. Annals of Botany 90:245-246. Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Ed. Limusa, México. 432 pp. SAS, 1987. SAS guide for personal computers. Verstion 6 SAS Institute Inc. Cary, North Carolina. Sazima, M., Buzato, S. y I. Sazima. 1995. Bat pollination of Vriessea in Southeastern Brazil. Bromelia 2:29-37. Schlesinger, W.H. y P.L Marks. 1977. Mineral cycling and the niche of Spanish moss, Tillandsia usneoides L. American Journal of Botany 64:1254-1262. Schmidt , G. y G. Zotz . 2001. Ecophysiological consequence of differences in plant size- in situ carbon gain and water relations of the epiphytic bromeliad Vriesea sanguinolenta. Plant Cell and Environment 24:101-112. Siqueira, F., Alves de, J. y I.C. Machado. 2001. Reproductive biology of Canistrum aurantiacum E. Morren (Bromeliaceae in Atlantic rain Forest Northeastern Brazil. Acta Bot. Bras. 15:427-443. Smith, L.B. y R.J. Downs. 1974. Pitcairnioideae (Bromeliaceae). Flora Neotropica Monograph 14. Part 2. Hafner Press, New York. 40-55 pp. Smith, L.B. y R.J. Downs. 1977. Tillandsioideae (Bromeliaceae). Flora Neotropica Monograph 14. Part 2. Hafner Press, New York. 1492 pp. Soltis, D.E., Gilmartin, A.J. Rieseberg, L. y S. Gardner. 1987. Photosynthesis in epiphytic and rooted Clusia rosea Jacq. Oecologia 72:457-460. Souza, R.C.O.S. y L.J. Neves. 1996. Anatomía foliar de cuatro especies de Tillandsia. Bromélia 3:28-39. Tomilson, P.B. 1969. Anatomy of the monocotyledons:III. CommelinalesZingiberales. Oxford Oxford: University Press. 446pp.
Winkler, M., Hülber, K., Mehltreter, K.V., García Franco, J.G., y P. Hietz. 2005. Herbivory in epiphytic bromeliads, orchids and ferns in a Mexican montane forest. Journal of Tropical Ecology. 21:147-154. 45
Winter K., y J.A.C. Smith. 1996. Crassulacean acid metabolism. Biochemical principles in ecological diversity. In: Winter K.& Smith JAC. (Eds). 1996 Crassulacean acid metabolism. Biochemistry, ecophysiology and evolution. Ecological studies Springer, Berlin Heidelberg. 1-13 pp. Zavala-Hurtado, J.A. 1982. Estudios ecológicos en el Valle semiárido de Zapotitlán, Puebla I. Clasificación numérica de la vegetación basada en atributos binarios de presencia o ausencia de las especies. Biotica 7:99120. Zimmerman J. K. y I.C. Olmsted. 1992. Host tree utilization by vascular epiphytes in a seasonally inundated forest (tintal) in Mexico. Biotropica 24:405-407. Zotz, G. y J.L.Andrade. 1998. Water relations of two co-occuring epiphytic bromeliads. Journal of Plant Physiology 152:545-554. Zotz, G. y V. Thomas. 1999. How much water is the tank? Model calculations for two epiphytic bromeliads. Annals of Botany 83:183-192. Zotz, G. y P. Hietz. 2001. The physiological ecology of vascular epiphytes: current knowledge, open questions. Journal of Experimental Botany 52:2067-2078. Zotz, G., Hietz P. y G. Schmidt. 2001. Small plants, large plants: the importance of plant size for the physiological ecology of vascular epiphytes. Journal of Experimental Botany 52: 2051-2056.
46
CAPITULO I. SITIO DE ESTUDIO Las zonas áridas y semiáridas se caracterizan por su elevada temperatura del aire, marcadas fluctuaciones de ésta durante el día y la noche, baja precipitación y humedad, evaporación rápida y suelos con bajo contenido de nutrimentos orgánicos (Evenari, 1981). El sitio de estudio de las epífitas se dirige hacia las condiciones donde habitan sus hospederos los cuales brindan un ambiente particular que afectan su crecimiento y desarrollo.
DESCRIPCION DEL AREA DE ESTUDIO El estudio se realizó en el Valle de Zapotitlán de las Salinas, Puebla. Un área en la porción sudeste del estado de Puebla, cercano a los límites noroeste del estado de Oaxaca (18º20’N 97º28’W; elevación 1,400-1,600 m). El clima es seco con estación de lluvias durante los meses de Mayo y Agosto (en ocasiones Septiembre). La precipitación anual es de 300-350 mm, y la temperatura media anual es de 20ºC (Zavala Hurtado, 1982). Los tipos principales de asociación vegetal, con ecotonos no claros son: “Matorral espinoso” compuesto por Acacia cochliata, Cercidium praecox, Ipomoea pauciflora, Mimosa luisana, Prosopis laevigata; “cardonal-tetechera” con Cephalocereus columna trajani, Neobuxbaumia tetetzo, Agave karwinskii, Mimosa luisana, Caesalpinia melanadenia, Calliandra capillata, Gymnosperma glutinosa, Mamillaria hageana, Mammilaria sphacelata, Mammillaria carnea; “izotal” con Yucca periculosa, Agave marmorata,Beaucarnea gracilis, Echinocactus
48
platyacanthus, Castela tortuosa, Caesalpinia melanadenia, Hechtia podantha, y bosque tropical caducifolio con Bursera biflora, Ceiba parvifolia, Sennna holwayana, Plumeria rubra. El Valle ha sido considerado como una región única en términos de su riqueza florística, con un endemismo del 30% y es un importante núcleo que debe ser conservado (Dávila et al., 1993; Jaramillo y González de Medrano, 1983; Rzedowski, 1978; Villaseñor et al., 1990; Vite et al., 1992). En el Valle podemos encontrar varias especies de Tillandsia (Bromeliaceae), las cuales presentan diferentes mecanismos adaptativos al medio árido (Meyran, 1973; Smith y Downs, 1977) como se mencionó en la introducción de este trabajo.
Descripción de las Tillandsia que se encuentran en las comunidades del Izotal y Cardonal. Tillandsia pertenece a la subfamilia Tillandsioideae, son principalmente epífitas de distribución limitada al continente Americano. Se han identificado más de cuatrocientas especies del género, cuya taxonomía ha sido basada según caracteres vegetativos (Gardner, 1982). Tilllandsia dasyliriifolia Baker (J. Bot. 25:304. 1887) Plantas epífitas acaulescentes, solitarias o coloniales 30-120 cm, hojas coriáceas finamente cinéro-lepidotas, más cortas que la inflorescencia con nervación prominente, las externas verdes, las internas rojizas en floración, vainas, ovadas; láminas angostamente triangulares. Escapo alargado, delgado o robusto: brácteas del escapo remotas, finamente cinéreo-lepidotas, las inferiores foliáceas, las superiores reducidas a una vaina rojizas. Inflorescencia compuesta, rara vez simple, paniculada, raquis flexuoso, erecta: brácteas florales ovadas, remotas más cortas que los sépalos encarinados pero engrosados en la región media longitudinal, glabras, con nervación escasamente prominente, verdes con el margen guinda o guinda verdoso. Sépalos encarinados adnatos ¼ al ovario, glabros, lustrosos con nervación finamente prominente, verdes pero con el margen y el ápice guinda o guinda con verde. Pétalos oblongos, blancos ½ hacia la base,
49
morados ½ hacia el ápice. Estambres excertos de igual longitud, filamentos amarillo verdosos, anteras negras. Pistilo más largo que los estambres; estilo amarillo verdoso, estigma verde. Es una especie de amplia distribución, se localiza desde el centro de la República Mexicana hasta el norte de El Salvador; Belice ,Guatemala, Honduras y Colombia. Su habitat: bosque de Quercus con elementos de bosque tropical caducifolio, bosque de Quercus y Pinus, Bosque de Pinus, Bosque claro, vegetación secundaria y bosque tropical caducifolio; 1300-2100 msnm. Flores (1998) comenta sobre T. dasyliriifolia que se conoce con el nombre de tecolomen, presenta caracteres muy similares a T. makoyana ambas presentan el raquis de la inflorescencia flexuoso, brácteas florales ovadas, más cortas que los sépalos, corola violeta y estambres expertos (Baker, 1989) describe a ambas especies y la diferencia por la posición de las flores ascendentes en T. dasyliriifolia y flores adpresas en T. makoyana.; este carácter es variable y requiere de observaciones de campo. Existen estudios sobre su taxonomía y distribución (Smith y Downs, 1977) que han contribuido a su conocimiento. Sin embargo sobre su ecofisiología se conoce poco.
Tillandsia califanii Rauh. (Monograph 14 p2. Hafner Press. N.Y. 1977). Es una planta sin tallo, con inflorescencia que alcanza unos 80 cm de altura, sus hojas son de 35 cm y forman una roseta funeliforme de 40 cm de longitud, las vainas son indistintas, de 6 cm de largo y 4 cm de ancho en su base, es densamente lepidotada con láminas de forma triangular, de 30 cm de largo y 35 mm de ancho, largas y atenuadas, se secan pronto y presentan márgenes involutos. Escapo erecto y firme de 20 a 30 cm de largo más corto que las hojas, brácteas erectas imbricadas y las más bajas subfoliáceas con una lámina corta
50
lineal, la parte superior ovada, apiculada color carmín pálido, inflorescencia simple de 50 cm de largo y de 2 a 3 cm de ancho. Las brácteas florales densamente imbricadas convexas y brevemente apiculadas de color carmín pálido y escamas de color blanquecino; las brácteas son delgadas con nervaduras subprominentes. Los sépalos son ampliamente lanceolados igualmente cortos conados de 30 mm de largo y 9 mm de ancho, membranosos blancos a verde pálido, glabros y la parte posterior carinados, pétalos erectos lineares de 6 cm de largo, 6 mm de ancho, color azul-violeta oscuro, estambres y estilo excerto, anteveas verdeamarillo pálido, estilo y estigmas violeta. Habita en zona semiárida en matorral crassicaule. Su distribución es únicamente conocida para la zona de Teotitlán-Tehuacán Puebla y sólo se ha descrito su taxonomía (Smith y Downs, 1977), por ello es considerada como una especie endémica del Valle semiárido de Tehuacán, localizándose a 1200-1700 msnm. Gardner (1984) realiza un trabajo donde demuestra el 96% de viabilidad de su polen, descartando la posibilidad de que T. califanii sea un híbrido,
Tillandsia recurvata( L.) L., (Sp. Pl. ed. 2. 410. 1762). Plantas epífitas saxícolas, caulescentes coloniales, 3-18 cm que presenta raíces. Hojas dísticas subcarnosas 3 a 17 cm de longitud, densamente cinéreo-lepidotas, más cortas que la inflorescencia sin nervación prominente, con escamas verdecenicientas, vainas ovadas amplexicaules; láminas lineares. Escapo alargado, filiforme, brácteas del escapo dos por debajo de la inflorescencia, remotas, densamente cinéreo lepidotas foliáceas, guinda-verdosos, verde cenizo. Inflorescencia simple, raquis recto erecta con 1-2 flores sésiles o pediceladas, bracteas florales ovadas, remotas mas cortas que los sépalos ecarinadas, densamente cinéreo- lepidotas, sin nervación prominente, verdes -guinda oscuro. Sépalos encarinados connatos y glabros, con nervación prominente, verdes y guinda oscuro. Pétalos oblongos, blancos- morados. Estambres insertos, de igual
51
longitud, filamentos filiformes, blancos; antera filiformes. Pistilo más corto que los estambres; estilo más corto que el ovario, blanco; estigma blanco. Su distribución es cosmopolita: México, Estados Unidos, Argentina, Cuba, Jamaica, Haiti República Dominicana Puerto Rico, Islas Vírgenes Islas Leeward, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Venezuela Colombia, Ecuador, Perú Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay. Su habitat: bosque de Quercus Bosque de Quercus y Pinus , bosque tropical caducifolio, matorral xerófilo, ruderal, vegetación riparia 1500-2600 msnm.
REFERENCIAS Baker, J.G. 1989. Bromeliaceae. In: Handb. Bromel. London Plant monograph reprints (1972). Lehre: J. Cramer. 243p. Dávila, A.P., Villaseñor, J.L., Medina, L.R., Ramírez, R., Salinas, T.A., y J. Sánchez-Ken. 1993. Flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán. Listados Florísticos de México, no. 10 Instituto de Biología. Universidad Nacional Autónoma de México. D.F. México. Evenari, M. 1981. Ecology of the Negev desert, a critical review of our knowlege. En: Shuval H (ed) Development in Arid Zone Ecology and Environment Quality. Balaban ISS Rehovot 1-33 pp. Flores Cruz, M. 1998. Flora Genérica de la Familia Bromeliaceae en el Estado de México. Manual para la identificación de las especies de la familia Bromeliaceae presentes en el estado de México. Tesis de Maestría. Facultad de Ciencias. Ciudad Universitaria. UNAM. México, D.F. México 186 pp. García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V., y H. Serrano. Distribution and Abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Plant Ecology 166: 207-215, 2003. Gardner, C.S. 1982. A systematic study of Tillandsia subgenus Tillandsia Ph D. Thesis, Texas A & M University College Station, Texas 305 p.
52
Gardner, C.S. 1984. Natural hybridization in Tillandsia subgenus Tillandsia. Selbyana 7:380-393. Jaramillo, L.V. y F. González-Medrano. 1983. Análisis de la vegetación arbórea de la Provincia Florística de Tehuacán-Cuicatlán. Boletín de la Sociedad Botánica de México 45:49-64. Meyran, G.J. 1973. Guía botánica de cactáceas y otras suculentas del valle de Tehuacán. Sociedad Mexicana de Cactología A.C. México. Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Editorial LIMUSA. México. Smith, L.B. y R.J. Downs. 1977. Flora Neotropica. Monograph 14 Part 2 Tillandsioideae (Bromeliaceae). Hafner Press, New York. Villaseñor, J.L., Dávila, P. y F. Chiang. 1990. Fitogeografía del valle de Tehuacán, Cuicatlán. Boletín de la Sociedad Botánica de México 50:135149. Vite, F., Zavala-Hurtado, J.A., Armella, M.A. y M.D.García-Suárez. 1992. Regionalización y caracterización macroclimática del matorral xerófilo . Section IV 8-3. In: Gutiérrez de MacGregor, M.T., Cell-Hurtado, A. y García Fuentes, A.(eds). Atlas Nacional de México, 2: tópicos fitogeográficos (provincias, matorral xerófilo y cactáceas). Instituto de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México, D.F., México. Zavala-Hurtado, J.A. 1982. Estudios ecológicos en el Valle de Zapotitlán, Puebla I. Clasificación numérica de la vegetación basada en atributos binarios de presencia ausencias de las especies. Biótica 7: 99-119.
53
CAPITULO II
Distribución y abundancia de Tillandsia spp. (Bromeliaceae) en el Valle de Zapotitlán, Puebla, México. Plant Ecology 166:207-215 (2003).
55
Plant Ecology 166: 207-215. 2003
DISTRIBUTION AND ABUNDANCE OF TILLANDSIA SPP. (BROMELIACEAE) IN THE ZAPOTITLAN VALLEY, PUEBLA MÉXICO. MA. DOLORES GARCIA-SUAREZ* VICTOR. RICO-GRAY†, AND, HÉCTOR SERRANO**. * Departamento de Biología**Departamento de Ciencias de la SaludUniversidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, Ave. Michoacán y Purísima, México, D.F. 09340, México † Departamento de Ecología Vegetal, Instituto de Ecología A.C., Apdo. 63, Xalapa, Ver. 91000 México
Abstract We studied the distribution and abundance of three epiphytic Bromeliaceae (Tillandsia dasyliriifolia, T. califanii, and T. recurvata), in two different vegetation associations (‘izotal’, ‘cardonal’) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. We quantified all bromeliads considering their size (height and basal diameter), as well as their spatial orientation considering height from the ground, the distance to the center of the tree, and orientation on the host tree. At the ‘Izotal’, the epiphytes on Beaucarnea gracilis (Nolinaceae) exhibited a clumped distribution pattern. Whereas in the ‘Cardonal’, epiphytes use columnar cacti (Cephalocereus columna trajani) for support, are more scarce, exhibit smaller size (height), and fewer number of clumps. The distribution of T. dasyliriifolia and T. califanii is influenced by the distribution of their two main hosts, while T. recurvata might be randomly distributed. The distribution of Tillandsia individuals on Beaucarnea plants was quite characteristic: (i) T. recurvata was mostly SW oriented, on the lower strata (2.50-3.59 m) and very close (0-0.59 cm) to the center of the phorophyte; (ii) T. dasyliriifolia was mostly SE oriented, on the low strata, and close to the center of the phorophyte (0.60-1.19 m); and (iii) T. califanii was mostly NE oriented, on low strata, and very close to the center of the phorophyte. The spatial distribution among species depends on different ecological aspects and/or their preferences for humidity, temperature and light that enable their establishment.
Key Words Bromeliads, Epiphytes, Age structure, Zapotitlan Valley.
56
Introduction Studies on conservation of plant communities seldom address the conservation of epiphytes (e.g., bromeliads, orchids, cacti, ferns); although some may reach a considerable economic value. Epiphytes are usually forgotten and considered as inconspicuous small plants inhabiting the canopy of economically important trees (Holbrook, 1991). However, their geographic distribution, their patchy distribution within habitats, and the destruction of their natural habitats, represent a threat to this life form. Moreover, the study of epiphytes posses methodological problems, e.g., their quantification or accessibility. As many bromeliads, species in the genus Tillandsia (Bromeliaceae) are a good example of plants exhibiting natural patchy distribution patterns. The most specialized genera of bromeliads are strictly epiphytic, e.g., roots are only present in their juvenile stage, sometimes they do not have deposits at their leafy bases, and are capable of absorbing water directly from the air through their multicellular scally trichomes (Benzing, 1980). Thus, being epiphytes, their abundance and distribution depends on the spatial distribution pattern of host plants, as well as on the germination sites on their hosts (Benzing, 1990). Most epiphytes share host plants or phorophytes, usually with different frequencies; however, in a few exceptional cases their distribution is restricted to only one phorophyte. Bromeliads are not randomly distributed, they form patches according to the distribution of the phorophyte, and their within-habitat orientation follows temperature and light gradients (Bennet, 1987). Moreover, the morphology of a phorophyte and both the physical and chemical characteristics of its bark are factors which determine the distribution and the number of species and individuals of colonizing epiphytes (Johansson, 1974; Schlesinger and Marks, 1977; Bennet, 1987). For example, their establishment may be affected by the texture, porosity and
57
chemical composition of the bark; being relatively easier on rough rather than smooth trunks. Vascular epiphytes are an important component of tropical biodiversity, particularly in the neotropics (Gentry and Dodson, 1987). The semiarid regions of México are notorious because they are the evolutionary center for cacti and many desert succulent species, but they are also highly rich in atmospheric-habit species of Tillandsia (Rzedowski, 1978). Xerophytic bromeliads are able to exploit dry and hot stressful habitats, however, little is known on their establishment patterns, if there are specific characteristics of hosts more suitable for establishment, and which is their distribution pattern. Here we examine the distribution and abundance of three species of Tillandsia (Bromeliaceae:Tillandsioideae) inhabiting a fragmented population of the “Izotal” plant association (Cardel et al. 1996) in the Zapotitlán valley, Puebla, México. The distribution of T. califanii, T. dasyliriifolia, and T. recurvata were analyzed in two plant associations. The first association is ‘izotal’ (Fig. 1a), where the main host for the three Tillandsia species is the monocotyledon Beaucarnea gracilis (Nolinaceae). B. gracilis attains heights of 6-8 m, and is endemic to the Zapotitlán valley. It is the main component of the 'izotal'. The second association is the ‘cardonal’ (Fig. 1b), where the alternative host plants are the columnar cacti Cephalocereus columna trajani and Neobuxbaumia tetetzo (Cactaceae) as well as their putative hybrids. The study area posses rather interesting challenges for conservation programs and strategies, because the bromeliads (except for T. recurvata) and their host plants (B. gracilis, C. columna trajani and N. tetetzo) are endemic of the Tehuacán-Cuicatlán-Zapotitlán valley system (e.g., Cardel et al. (1996), present patchy distributions patterns and are
58
restricted to a particular type of habitat. A first approach to meet this challenge is to study their population status.
Study Area The study was carried out at valley of Zapotitlán de las Salinas, Puebla, México, a mountainous area in the southeast portion of the state of Puebla, close to the northeastern limits of the state of Oaxaca (18o 20' N, 97o 28' W; elevation 1,400-1,600 m). The climate is dry with a rainy season occurring between May and August (sometimes September). Total annual precipitation is ca. 300-350 mm, and mean annual temperature is ca. 20oC (Zavala-Hurtado, 1982). The major vegetation associations, with no clear ecotones in many parts, are: thorny scrub or 'matorral espinoso' (with Acacia cochliacantha, Cercidium praecox, Ipomoea pauciflora, Mimosa luisiana, Prosopis laevigata), 'cardonal tetechera' (with Cephalocereus columna trajani, Neobuxbaumia tetetzo, Agave karwinskii, Mimosa luisana, Caesalpinia melanadenia, Calliandra capillata, Gymnosperma glutinosa, Mammillaria haageana, Mammilaria sphacelata, Mammillaria carnea), 'izotal' (with Yucca periculosa, Agave marmorata, Beaucarnea gracilis, Echinocactus platyacanthus, Castela tortuosa, Caesalpinia melanadenia, Hechtia podantha), and tropical dry forest (with Bursera biflora, Ceiba parvifolia, Senna holwayana, Plumeria rubra). The valley has been considered as a unique region in terms of its floristic richness, with a 30% level of endemism and as an important nuclei to be preserved (Dávila et al., 1993; Jaramillo and GonzálezMedrano, 1983; Rzedowski, 1978; Villaseñor et al., 1990; Vite et al., 1992). Several species of Tillandsia (Bromeliaceae), all of which present different adaptive strategies to arid environments (Meyran, 1973; Smith and Downs, 1977) are found within the valley: T. atroviridipetala, T. circinnatoides, T. makoyana, T. pueblensis, T. califanii, T. dasyliriifolia and T. recurvata. T. califanii Rauh is an endemic species of the
59
Tehuacán-Cuicatlán-Zapotitlán valley system (Smith and Downs 1977), T. dasyliriifolia Baker is a species that can inhabit both mesic and xeric habitats (Flores-Cruz 1998), and T. recurvata (L.) L. a cosmopolitan species (Smith and Downs 1977). The three Tillandsia species exhibit morphological characteristics which enable them to withstand the stressful conditions posed by the semiarid environments: T. dasyliriifolia and T. califanii are epiphytes with impounding, absorbing trichomes and expanded sheath, and T. recurvata is an atmospheric epiphyte with absorbing trichomes (Pittendright, 1948).
Methods We randomly selected five 50 m x 50 m study plots within the 'izotal' and determined the composition of the vegetation and the distribution patterns of all perennial plants. In each plot, we recorded all epiphytic bromeliads on Beaucarnea gracilis, and even when some individuals were on another hosts, this tree is by large their main phorophyte. B. gracilis individuals were marked and trunk diameter and height were measured; canopies were then divided into five zones. The individuals of B. gracilis were climbed and all observations were made by one person on the tree and supervised by one on the ground. Of the many factors that may contribute to determine the spatial distribution and abundance of the selected Tillandsia species, we only considered three: (i) the distance from the center of the host plant to the site on the branch where the Tillandsia individual was established; (ii) the height from the ground to where the Tillandsia was located on the B. gracilis individual; and (iii) the orientation (using a pocket compass) of each bromeliad relative to the host. We also estimated the size of the Tillandsia individuals, by means of their height and basal diameter (when present in clumps, they were also measured). The same measurements and observations were done in the "Cardonal", although in only four plots, and Tillandsia individuals
60
were located on the columnar cacti Cephalocereus columna trajani, Neobuxbaumia tetetzo, and their probable hybrids since there were no B.gracilis individuals present in this community, as stated above. Finally, we also noted the reproductive status (e.g., in flower, in fruit) and the main type of reproduction (i.e., sexual, vegetative) of the studied Tillandsia. To explore the possibility that the epiphytes could have a preferential distribution on the Beaucarnea trees, data on specific location of height from soil and distance to the center of the tree and their relative orientation, after arcsine transformation were analyzed and compared with a X 2– test. Morphometric characteristics (height, basal diameter) were compared using a linear regression analysis. Age structure and abundance of Tillandsia dasyliriifolia were compared for both plant communities. All statistical analysis were done using the SAS statistical software package (SAS, 1987).
Results
Phorophytes Ninety-two percent of the Beaucarnea gracilis trees at the “izotal” hosted Tillandsia individuals. According to Cardel et al. (1996) the discontinuous size class distribution of B. gracilis, suggest that these trees may have occupied a larger area in the past. In the 'tetechera-cardonal' the three Tillandsia species coexist mainly on Cephalocereus columna trajani, and scarcely on Neoubuxbaumia tetetzo and their hybrids. Although columnar cacti inhabit a wider area than B.
61
gracilis, only 47 percent had Tillandsia individuals, and almost all (83%) were on C. columna trajani. The N. tetetzo that hosted Tillandsia were on the south facing slopes of hills, where more humidity and taller columnar cacti occur, due to the orographic effect of rain-shadow, which retains a higher humidity (Rzedowsky 1978). Seventy-three per cent of the three Tillandsia species were on the northwest section of their phorophyte, thus decreasing exposure to the sun, especially during the hotter months of the year. The latter being similar to the orientation of the pseudocephalium of C. columna trajani and the columnar cacti hybrids. Interestingly, the size and the number of clumps of T. dasyliriifolia was smaller on C. columna trajani than those inhabiting Beaucarnea individuals (Fig. 2), independently of the hosts distribution. This can be attributed to both the small numbers of plants that can be supported on the column of columnar cacti, and to the smooth surface of the column which does not allow an easy establishment. Thus, Tillandsia individuals establish preferentially on damaged individuals showing reiterations, or where bird nest hollows are present. The number of individuals per Tillandsia species differed between sites. In the ‘izotal’, T. dasyliriifolia exhibited the highest number of individuals per Beaucarnea gracilis (50; 18 + 13.5 T. dasyliriifolia individuals per tree, mean ± std deviation), followed by T. califanii (40; 14.56 + 13.62 individuals), and the less abundant T. recurvata (10; 2.71 + 3.4 individuals). The coefficient of dispersion (>1 for the three species) was indicative of a clumped distribution pattern due to the clonal reproduction of these species. In the ‘cardonal’, on the contrary, there were less Tillandsia individuals. We registered up to 16 T. dasyliriifolia individuals (7.2 + 6.18) per C. columna trajani, up to 19 (5 + 6.4) per N. tetetzo, and less than one individual (0.94 + 0.24) on the putative hybrids of these
62
columnar cacti. Both T califanii (0.41 + 0.58) and T. recurvata were very scarce. Similarly, the size of the two most abundant Tillandsia species differed between sites. T. dasyliriifolia was larger in ‘izotal’ (33.88 + 17.14 cm tall, 9.24 + 4.27 cm at the base, n = 138) and relatively smaller in the ‘cardonal’ (25.56 + 18.02 tall, 6.22 + 2.59 cm at the base, n = 9), whereas T. califanii was larger in the ‘cardonal’ (31.2 + 27.3 cm tall, 5.6 + 4.62 cm at the base, n = 5) and smaller in the ‘izotal’ (21.06 + 12.98 cm tall, 5.16 + 2.99 cm at the base, n = 216). The differences in sample size, due to the number of plants available per site does not allow for a sound statistical analysis. However, we suggest that the smaller size of T. dasyliriifolia in the ‘cardonal’ is the result of increased exposure to the sun due to the lack of leaves in the phorophyte, and thus, decreasing growth and development rates.
The epiphytes, their vertical distribution and spatial orientation Each Tillandsia species showed a significant allometric association (diameter at the base/height), and while T. califanii (n = 383, r2 = 0.7061, p < 0.001) and T. dasyliriifolia (n = 564, r2 = 0.8169, p < 0.001) were quite similar in size and tank morphology, T. recurvata was relatively smaller (n = 124, r2 = 0.9277, p < 0.001). Tillandsia in the study site The Tillandsia on Beaucarnea gracilis exhibited differences in vertical distribution (Table 1). Most T. recurvata individuals (96.72%) were located on the lowest two levels (X2 = 202.24, df = 4, p < 0.001), whereas the bulk of T. dasyliriifolia and T. califanii individuals (93%) were found on the lower three levels (X2 = 413.11, df =4, p < 0.001 and X2 = 307.97, df = 4, p < 0.001, respectively), with a few individuals on the highest levels.
63
Furthermore, they were usually found close to the main vertical axis of Beaucarnea individuals (Table 2). Most T. recurvata (49.57%) were closest to the center of the phorophyte (X2 = 111.78, df = 4, p < 0.001), followed by T. califanii (48.95%) (X2 = 408.98, df = 4, p < 0.001), whereas most of T. dasyliriifolia (44.56%) are slightly far from the center (X2 = 427.82, df = 4, p < 0.001). The latter is the only species using the outer branches of B. gracilis (Table 2). Similarly, these epiphytes exhibited a preferential spatial orientation with respect to the center of Beaucarnea plants (Table 3). Two-thirds (66%) of the individuals of T. recurvata were on the west portion (NW, SW) of the phorophyte (X2 = 12.06, df = 3, p < 0.001), whereas half (53.7%) of T. dasyliriifolia individuals faced south (SW, SE) (X2 = 4.5, df = 3, p < 0.01) and almost two thirds (59.5%) of T. califanii individuals faced north (NE, NW) (X2 = 22.04, df = 3, p < 0.001).
Age structure of Tillandsia dasyliriifolia Age structure (estimated as plant height) in Tillandsia dasyliriifolia differs both between communities and orientation (Fig. 2). The population of T. dasyliriifolia in the ‘izotal’ is relatively homogeneous, we can find individuals of all sizes. On the contrary, in the ‘cardonal’, the population of T. dasyliriifolia is not homogeneous, most being individuals in the smallest size classes.
Discussion The Phorophytes Low host-epiphyte specificity has been suggested for tropical forests (Zimmerman and Olmsted, 1992). However, epiphytes exhibit a certain degree of host preference, often shared by co-occurring epiphytes, indicating the suitability of a host plant for epiphyte colonization (Benzing,
64
1990; Hietz and Hietz-Seifert, 1995; Huidobro-Salas, 1988). The morphology of B. gracilis may explain the abundance of Tillandsia, its multiple branching pattern and rough bark suggest optimal sites for seed germination and seedling establishment, and also protection of direct light with the aciculated leaves. As mentioned above, there are several Tillandsia species in the study site (Meyran, 1973; Smith and Downs, 1977), and the extremes in phorophyte specificity are the endemic T. califanii, which was only observed on B. gracilis and C. columna trajani, and T. dasyliriifolia, which uses a variety of phorophytes throughout its distribution in Mexico. In the study site, T. dasyliriifolia and T. califanii were found exclusively on Beaucarnea and columnar cacti, whereas T. recurvata was also observed on Cercidium praecox (Leguminosae) located in the thorn scrub plant community and previously studied by Montaña et al. (1997) who considered it as a structural parasite. On this host, the three Tillandsia do not co-occurred, so we did not compare data regarding this host. The epiphytes, their vertical distribution and spatial orientation Despite their size, the Tillandsia plants are well supported by Beaucarnea and Cephalocereus. However, T. dasyliriifolia has been reported growing as adult plants on the soil of the tropical flooded forest (‘tintal’) of southeastern México (Zimmerman and Olmsted, 1992). Even though T. recurvata has been regarded as an structural parasite of C. praecox (Leguminosae) (Montaña et al., 1997), the phorophyte-Tillandsia interaction does not seem to exert apparent damage to the studied phorophytes, as suggested by Benzing (1990). The preferential height and spatial orientation might be based on physiological aspects or mechanical adaptations of these species, the morphology of their tank forms or the atmospheric adaptations of these Tillandsia, might have played a role in habitat selection, particularly T.
65
dasyliriifolia present a redish color in its leaves when inhabiting this semiarid land and present a greener color when inhabiting a more shaded and humid habitat (Huidobro-Salas, 1988). Although an overlap may exist among the Tillandsia species we found a certain preference in their distributions. T. recurvata occurs mostly on SW side on the lower strata, and close to de center of the host plant. T. dasyliriifolia occurs mostly at the SE quadrant on the lower strata, and T. califanii occurs mostly at the NE quadrant on the lower strata. Thus, the vertical distribution of these epiphytes coincides with the differential and relatively constant distribution within the phorophyte (Johansson, 1974; Bennet, 1987) and is an indicative of spatial exclusion among them, which may help to decrease interspecific competition (Campbell, 1995). Age structure of Tillandsia dasyliriifolia The higher numbers of individuals of these Tillandsia species is formed by young plantlets, as judged by the allometric estimations. Size distributions with gaps in the smaller classes are commonly found for perennial plants growing in arid and semiarid regions (e.g., Barbour (1969); Fonteyn and Marhall (1981)). In our example, the small sizes are highly represented due to asexual reproduction. As only a few isolated, large T. dasyliriifolia are present (supposedly originated from seed), our results suggest that clonal growth is the dominant form of reproduction in these species, as happens with other species of arid land environments (Midgley et al., 1997; Price and Marshall, 1999). The architecture and surface characteristics of host plants is probably the determinant factor in the survival of T. dasyliriifolia. Columnar cacti are very smooth and practically lack horizontal structures, whereas Beaucarnea gracilis exhibits a rough bark and a conspicuous branching pattern. Thus, it would be difficult for large, heavy T. dasyliriifolia individuals to remain attached to columnar cacti, only reiterated branches
66
or bird nest-holes would provide the adequate surface for the survival for large individuals. The Tillandsia species and their host relationship Studies related on the distribution and abundance of epiphytes on tropical areas have been made, despite the difficulties it has represented e.g. the height of tropical trees, the abundance of several species of epiphytes on one type of phorophyte, ( Bennet, 1987; Benzing, 1990; Hietz and Hietz-Seifert, 1995a). Nevertheless, advances have been made observing different aspects in the establishment and relationship within its host, that in some cases may be contradictory . A positive phorophyte-epiphyte relationship is found ( Johanson, 1974; Schlesinger and Marks, 1977; Bennet, 1987 ) whereas Hietz and HietzSeifert (1995a) found no evidence of specific host preference; sometimes the size of branches allow their establishment (Benzing and Seeman, 1978; Zimmerman and Olmsted, 1992; Kernan and Fowler, 1995); or microclimatic gradients influence the epiphytic vegetation on the host trees (Hietz and Hietz-Seifert, 1995b) a selection due to bark texture or chemical composition may (Johanson, 1974) or may not (Kernan and Fowler, 1995) make a significant difference. Another set of studies have shown a probable effect on nutritional pyracy and host decline ( Benzig and Seeman, 1978) or seen as structural parasites (Montaña et al., 1997). Regarding the reproductive status, Zimmerman and Olmsted (1992) reported that the establishment of epiphyte seeds may start on a phorophyte but their latter growth ends on the ground. Such observations might indicate that several characteristics of the Tillandsia species must be taken into account such as their mechanical adaptations and physiology that have enable this genera to adapt to different environments.
67
Studies focused on the particular conditions of a semiarid environment regarding the spatial distribution of epiphytes are needed.
Conclusions The spatial distribution of populations depend on different ecological aspects that enable their establishment. Tillandsia califanii and T. dasyliriifolia were species-specific in host selection (B. gracilis) within the ‘izotal’. However, these Tillandsia preferentially used columnar cacti as hosts in the ‘cardonal’, which is probably the result of the relative abundance of the latter and the transformation (e.g., intense plant extraction for commerce, constant grazing by goats, land clearing for cultivation) of areas formerly occupied by B. gracilis (Cardel et al., 1996). The patchy distribution of these epiphytes, particularly T. dasyliriifolia and T. califanii, reflects the distribution of preferred hosts. Tillandsia recurvata was the only bromeliad studied that occupied another host (Cercidium praecox), studied previously by Montaña et al. (1997). On the other hand, the endemic status of T. califanii and its hosts deserves special attention in order to preserve them in situ. These represent particular problems for conservation, as changes in host demography, which can help to predict their future distribution and conservation status, will indeed affect epiphyte demography and survival (Norton et al., 1995); although the wind-dispersed seeds of the Tillandsia studied may allow their survival in a fragmented environment if their host plants are present. Considering that in mesic environments, species abundance is high and diverse and less variable on arid and semiarid environments (Johanson, 1974; Benzing, 1990; Neider et al., 1999). It has been interesting to observe co-occuring epiphytes sharing two particular phorophytes in
68
such a harsh environment and their abundance due to the availability of space in their host.
Acknowledgments We thank M. Flores (UAM) and E. Aguirre (UNAM) for bromeliad identification, and B. Murga, E. Martínez, H. Moya and J. Altamira for their help during field work. The study was supported by Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (143.03.24 to MDGS), CONACYT (1259-N9204 to VRG), and Instituto de Ecología, A.C. (902-16). We would also like to thank two anonymous reviewers for their helpful comments on the manuscript.
References Barbour, M. G. 1969. Age and space distribution of the desert shrub Larrea divaricata. Ecology 50:679-685. Bennet, B. C. 1987. Spatial distribution of Catopsis and Guzmania (Bromeliaceae) in southern Florida. Bulletin of the Torrey Botanical Club 114: 265-271. Benzing, D. H. 1980. The biology of bromeliads. Mad River Press, California. Benzing, D. H. 1990. Vascular epiphytes. Cambridge University Press, New York. Benzing, D.H. and Seeman, J. 1978. Nutritional piracy and host decline: a new perspective on the epiphyte-host relationship. Selbyana 2: 133-148. Campbell, D. J. 1995. Detecting regular spacing in patchy environments and estimating its density using nearest neighbour graphical analysis. Oecologia 102:133-137. Cardel, Y., Rico-Gray, V., García-Franco, J. G. and Thien, L. B. 1996. Ecological status of Beaucarnea gracilis Lem. (Nolinaceae):
69
an endemic species of the semiarid Tehuacán Valley, Mexico. Conservation Biology 11:367-374. Dávila, P., Villaseñor, J. L. , Medina, L. R., Ramírez, R., Salinas, T. A., Sánchez-Ken , J. and Tenorio. L. P. 1993. Flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán. Listados Florísticos de México, no. 10. Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. Flores-Cruz, M. 1998. Flora genérica de la familia Bromeliaceae en el estado de México. M. Sc. Thesis, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. Fonteyn, P. J. and Marhall, B. E. 1981. An experimental analysis of structure in a desert plant community. Journal of Ecology 79:1073-1084. Gentry, A. H. and Dodson, C. H. 1987. Diversity and biogreography of neotropical vascular epiphytes. Annals of the Missouri Botanical Garden 74:205-233. Hietz, P. and Hietz-Seifert, U. 1995a. Composition and ecology o f vascular epiphyte communities along an altitudinal gradient in central Veracruz, Mexico. Journal of Vegetation Science 6:487498. Hietz, P. and Hietz-Seifert, U. 1995b. Structure and ecology of epihyte communities of a cloud forest in central Veracruz., Mexico. Journal of Vegetation Science 6:719 -728. Holbrook, N. M. 1991. Small plants in hight places: the conservation and biology of epiphytes. Trends in Ecology and Evolution 6:314-315. Huidobro-Salas, M. E. 1988. El género Tillandsia (Bromeliaceae) en el estado de México. B.Sc. thesis, ENEP-Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México, México. Jaramillo, L. V. and González-Medrano, F. 1983. Análisis de la vegetación arbórea de la Provincia Florística de TehuacánCuicatlán. Boletín de la Sociedad Botánica de México 45:49-64. Johansson, D. 1974. Ecology of vascular epiphytes in western African rain forest. Acta Phytogeographica (Uppsala) 59:1-129. Kernan, C. and Fowler, N. 1995. Differential substrate use by epiphytes in Corcovado National Park, Costa Rica: a source of guild structure. Journal of Ecology. 83:65-73.
70
Meyran, G. J. 1973. Guía botánica de cactáceas y otras suculentas del valle de Tehuacán. Sociedad Mexicana de Cactología, A. C., México. Midgley, J.J., Cowling, R.M., Hendricks, H., Desmet, P.G., Esler, K. and Rundel, P. 1997. Population ecology of three succulents (Aloe and Pachypodium) in the arid western cape decline key stone species. Biodiversity and Conservation 6:869-876. Montaña, C., Dirzo, R. and Flores, A. 1997. Structural parasitism of an epiphytic bromeliad upon Cercidium praecox in an intertropical semiarid ecosystem. Biotropica 29:517-521. Nieder, J., Enwald, S. and Barthlott, W. 1999. Patterns of Neotropical epiphyte diversity. Selbyana 20: 66-75. Norton, D. A., Hobbs, R. J. and Atkins, L. 1995. Fragmentation, disturbance and plant distribution: mistletoes in woodland remnants in the western Australian wheatbelt. Conservation Biology 9:426-438. Pittendrigh, C. S. 1948. The bromeliad-Anopheles-malaria complex in Trinidad. I. The bromeliad flora. Evolution 2:58-89. Price, E.A.C. and Marshall,C. 1999. Clonal plants and environmental heterogeneity. Plant Ecology 141:3-7. Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Editorial LIMUSA, México. SAS. 1987. SAS guide for personal computers. Version 6, SAS Institute, Inc. Cary, North Carolina. Schlesinger, W. H. and Marks, P. L. 1977. Mineral cycling and niche of Spanish moss Tillandsia usneoides L. American Journal of Botany 64:1254-1262. Smith, L. B. and Downs, R. J. 1977. Flora Neotropica. Monograph 14 Part 2. Tillandsioideae (Bromeliaceae). Hafner Press, New York. Vite, F., Zavala-Hurtado, J. A., Armella, M. A. and García-Suárez, M. D.1992. Regionalización y caracterización macroclimática del matorral xerófilo. Section IV-8-3. In: Gutiérrez de Mac Gregor, M. T., Cell-Hurtado, A.and García Fuentes, A. (eds.), Atlas Nacional de México, 2: tópicos fitogeográficos (provincias, matorral xerófilo y cactáceas). Instituto de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F.
71
Villaseñor, J. I., Dávila, P. and Chiang, F. 1990. Fitogeografía del valle de Tehuacán, Cuicatlán. Boletín de la Sociedad Botánica de México 50:135-149. Zavala-Hurtado, J. A. 1982. Estudios ecológicos en el Valle de Zapotitlán, Puebla I. Clasificación numérica de la vegetación basada en atributos binarios de presencia ausencias de las especies. Biótica 7:99-119. Zimmerman J. K. and Olmsted, I. C. 1992. Host tree utilization by vascular epiphytes in a seasonally inundated forest (tintal) in Mexico. Biotropica 24:405-407.
72
Table 1. Height distribution of the three Tillandsia species on Beaucarnea gracilis individuals.
Height on the tree (m)
Frequency / % T. califanii
T. dasylirifolia
T. recurvata
Very low (1.40-2.49)
123 / 32.37
166 / 30.68
46 / 37.20
Low (2.50-3.59)
158 / 41.58
225 / 41.59
72 / 59.02
Medium (3.60-4.69)
78 / 20.53
111 / 20.52
4 / 3.28
High (4.70-5.79)
18 / 4.74
31 / 5.73
0/0
Very high (5.80-6.89)
3 / 0.79
8 / 1.48
0/0
73
Table 2. Spatial distribution of the three Tillandsia species, based on their location from the axis of Beaucarnea gracilis individuals.
Distance (m) from the tree axis
Frequency / % T. califanii
T. dasylirifolia
T. recurvata
Very close (0-0.59)
187 / 48.95
152 / 27.09
57 / 49.57
Close (0.60-1.19)
130 / 34.03
250 / 44.56
21 / 18.26
Medium (1.20-1.79)
50 / 13.09
99 / 17.65
31 / 26.96
Far (1.80-2.39)
15 / 3.93
54 / 9.63
6 / 5.22
0/0
6 / 1.07
0/0
Very far (2.49-2.99)
74
Table 3. Spatial distribution (orientation) of the three Tillandsia species on Beaucarnea gracilis.
Orientation
Frequency / % T. califanii
T. dasylirifolia
T. recurvata
NE
117 / 31
134 / 24
21 / 17
NW
111 / 29
127 / 22
38 / 31
SE
97 / 25
161/ 29
22 / 18
SW
58 / 15
142 / 25
43/ 34
Total
383 / 100
564/ 100
124 / 100
75
B A
Figure 1. Two different plant associations at the Zapotitlán Valley, Puebla Mexico. A) The “Izotal” where Beaucarnea gracilis trees are the principal component. B) The “Cardonal” plant community where Cephaloceures columna trajani is observed.
76
100
100
A
80
80
60
60
40
40
20
Percent Individuals
20 0
0
15
30
45
60
5
20
4
15
3
10
2
5
1 1
2
3
4
30
45
60
75
90
15
20
25
75
25
0
15
5
0
5
10
C
D
Size class (plant height, cm) Figure 2. Age structure of Tillandsia dasyliriifolia growing at the Izotal of Beaucarnea gracilis (upper row) and at the Cardonal of Cephalocereus columna trajani (lower row). Plants facing north (A and C) or south (B and D) were recorded as individuals (open bars), mother plants (solid bars) or juveniles growing at the base of mother plants (dashed bars). All graphics have the same axis parameters as indicated on the outer labels.
77
CAPITULO III.
Germinación y establecimiento de Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae) en el Valle Zapotitlán, Puebla México. (manuscrito)
Germinación in vitro y propagación clonal de la especie endémica Tillandsia califanii Rauh. (Bromeliaceae) México. Selbyana 27:54-59. (2006)
78
SEED GERMINATION AND ESTABLISHMENT OF TILLANDSIA DASYLIRIIFOLIA BAKER (BROMELIACEAE) AT THE SEMIARID ZAPOTITLAN VALLEY, PUEBLA MEXICO. M.D. GARCIA-SUAREZ1* V. RICO-GRAY2, GUILLERMO LAGUNA ƒ . MARGARITA COLLAZO ƒ ƒ AND, HÉCTOR SERRANO3.
1
3
Departamentos de *Biología y Ciencias de la Salud, Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, Ave. Atlixco 186. México, D.F. 09340, México 2 Departamento de Ecología Vegetal, Instituto de Ecología A.C., Apdo. 63, Xalapa, Ver. 91000 México. ƒ, Laboratorio de Estructura y Fisiología de Plantas. Facultad de Ciencias, Ciudad Universitaria. Universidad Nacional Autónoma de México. ƒ ƒ Laboratorio de Desarrollo en Plantas, Facultad de Ciencias, Ciudad Universitaria. Universidad Nacional Autónoma de México.
Abstract We studied reproductive strategies of the epiphyte Tillandsia dasyliriifolia, its seed germination, seedling establishment and evaluated the production of offsets. The field study was carried out at the Zapotitlán Valley, in the central semiarid zone of Mexico. Evaluations of sexual and asexual propagation were done at the field. The percentage of seed germination was obtained in response to dark and light conditions, scarification treatment, light quality and giberellic acid. The establishment of the seedlings under different nutrient conditions was quantified. In the field, germination and seedling establishment were observed under the natural harsh conditions of the semiarid environment of the Zapotitlán Valley in two different plant communities, the Izotal and Cardonal, in order to understand how this epiphyte, has been able to establish within this semiarid land. Tillandsia dasyliriifolia prove to exhibit a successful clonal growth and sexual reproduction, produces abundant seeds, it germinates as a positive photoblastic and their seedling growth and establishment are restricted by environmental and physiological factors.
79
Introduction Tillandsia dasyliriifolia Baker is an epiphyte bromeliad, distributed from Florida, United States of America down to South America and has been established on different hosts depending on the type of vegetation where it occurs, showing a certain preference within the type of vegetation for establishment. It has been observed in the pine-oak forest on Quercus, Juniperus and leguminous trees in the state of Mexico (Rzedowski, 1978; Huidobro, 1988; Flores, 1998) whereas in tropical deciduous forest it grows on the Tintales trees when young and in the floor at adult stage at Quintana Roo, Mexico (Zimmerman and Olmsted, 1992). Tillandsia dasyliriifolia can survive under harsh environments in the arid tropical scrub as is the case of the Zapotitlán Valley in Puebla, Mexico. Here it grows at the Beaucarnea gracilis (Nolinaceae) trees as their main host due to its multiple branches as well as on the columnar cacti Cephalocereus columna trajani, as a second alternative host, where it co-occur with T. califani Rauh and T. recurvata Linnaeus (Linnaeus). (García Suárez et al., 2003). Several species of Tillandsia can be found within the valley: T. atroviridipetala Matuda, T. circinnatoides Matuda, T. makoyana Baker, T. pueblensis L.B. Sm., T. califanii Rauh, T. dasyliriifolia Baker and T. recurvata (L.) L, but only T. califanii is an endemic species of the Tehuacán-Cuicatlán-Zapotitlán valley system (Smith and Downs, 1977). Rzedowski (1978) classified the region as the Tehuacán-Cuicatlán floristic province, part of the Mexican erophitic phytogeographic region and, in terms of its floristic richness, is considered as a unique region and one of the most important centers of plant diversity in Mexico (IUCN 1990). This area presents a 30% endemism and has been considered as an important nuclei to be preserved
80
(Dávila et al., 1993; 1995; Jaramillo and González-Medrano, 1983; Rzedowski, 1978; Villaseñor et al., 1990; Vite et al., 1992). The distribution and abundance of epiphytic bromeliads have been described as clumped and patchy (e.g. Benzing, 1981; Bennet, 1986; Neider et al., 2000; García Suárez, et.al. 2003). Such patterns migh be due to environmental factors: humidity, temperature, light, orientation and altitude (e.g. Bennett 1987; Hietz and Hietz-Seiffert, 1995a,b; Zotz and Vollrath, 2002; García-Suarez et al., 2003); or their germination and establishment on the hosts crown due to a more hospitable conditions to specific epiphytes ( Johanson, 1974; Benzing, 1978; Bennett, 1987). Within the Valley of Zapotitlán, T. dasyliriifolia shows a clumped distribution with certain habitat preference in SE, SW orientation at the Beaucarnea tree or NW at the columnar cacti Cephalocereus columna trajani (García-Suárez et al., 2003). Here we examined the reproduction of T. dasyliriifola at the valley of Zapotitlán de las Salinas, Puebla, considering its sexual and asexual reproductive strategies. We also evualated its seed germination and seedling establishment under natural conditions. Laboratory bioassays evaluated the effect of acid scarification, light conditions, giberellic acid on seed germination and nutrient effects on seedling establishment which enable its survival, growth and development for a later establishment in their natural environment.
Study site. The study was carried out at the valley of Zapotitlán de las Salinas, Puebla, México, 18º20´N, 97º28”W, close to the limits of the state of Oaxca. This valley is located within the Tehuacán-Cuicatlán Valley in central Mexico, with a surface of ca. 10,000 km2. The climate is dry (García, 1987), with an annual rainfall average of 380 mm and has two rain periods the first during the summer months of June through August (sometimes September) the second period is later during the
81
winter with scarce rains on December. Temperature changes throughout the year being the hottest during April-May at 40º C, with a mean annual temperature 20º C. (Zavala-Hurtado, 1982). The vegetation association where samples were taken was from the 'izotal' plant community (with Yucca periculosa, Agave marmorta, Beaucarnea gacilis, Echinocactus platyacanthus, Castela tortuosa, Caesalpinia melanadeneia and Hechtia podantha (Zavala-Hurtado, 1982). Here T. dasyliriifolia are hosted by Beaucarnea gracilis trees, was also observed in the “cardonal” living on the phorophyte Cephalocereus columna trajani, a columnar cactus as described by García-Suárez et al. (2003).
Materials and Methods Plant registration In two permanent 50 X 50 m2 quadrants at the Izotal community, all Tillandsia inhabiting at Beucarnea gracilis host trees were marked, measured in size, and quantified in number. Throughout a year phenology aspects of flowering and seed production periods were registered. Seeds Seeds were obtained from ripe capsules of different T. dasyliriifolia specimens randomly collected from their natural populations, after seed maturation just before wind dispersal, on of February during 1996. The spikes were measured, capsules were counted, seeds were measured and its production was calculated. Seeds were stored at room temperature on black air tight bags in the laboratory during one year before germination assays started. Seeds were disinfested by immersion in 10% commercial hypocloride (60 gL-1 active Cl2) then washed three times in sterile distilled water.
82
Germination assays In vitro germination assays. Germination assays at laboratory were performed with seeds sown in 9 cm Petri dishes with 15 mL sterilized 6% agar-gel (Sigma Chemical Co.) in distilled water, with five replicates of 50 seeds for germination, placed on a growth chamber with 29/15º C thermoperiod and16/8 hours light/ dark photoperiod. A 2 x 2 factorial design testing acid scarificated /non scarificated seeds and two light conditions was used. For scarification, 10 lots of 50 seeds each one were immersed in concentrated sulphuric acid for 1 min and then washed thoroughly in distilled water. Seeds were disinfested by immersion in 10% commercial bleach for 1 min then washed again with distilled water. Five seed lots were exposed to complete light and the other five were wrapped on alluminium foil and maintained in darkness. Non scarified lots were treated as the scarified group under light/darkness photoperiod and complete darkness. Another germination experiment proved different light quality using filters for green, blue, red, far red light, complete light, darkness and a last lot in media containing 500 ppm giberellic acid (GA) and maintained under darkness, (3 lots of 50 seeds each were used). Germination was assumed when the epicotyle reached 1 mm long; percentage of seed germination was registered weekly. Ex vitro germination assay In order to evaluate the effect of substrate on germination of T. dasyliriifolia, bark pieces from the natural phorophytes B. gracilis were taken to the laboratory and 50 disinfested scarified seeds were sown on it and compared with those germinated on agar-gel medium. Seed germination percentages were obtained and followed up to 150 days, with three replicates.
83
In situ germination assay During the 2003 rainy season, two lots of 1200 disperse-ready seeds were either sulphuric acid scarified or non scarified, sown on 48 Petri dishes with 6% agar-gel, then placed on to the Beaucarnea gracilis trees directly at the Izotal community, on four different orientations N, E S, W at aproximately at 2 m high where branches initiate, the previously reported preferential height for Tillandsia growth (GarcíaSuárez et al., 2003). Germination was recorded one month later. Seeedlings establishment assays In vitro seedlings assays. In order to evaluate the mineral nutrition requirements of T. dasyliriifolia seedlings, 250 of them were maintained on five different agar-gel media: tap water with agar as control (A), complete Hoagland’s solution Medium (AH); Hoagland calcium free (Ca-free); Hougland iron free (Fe-free) or Hougland phosphorous free (P-free). Seedlings were maintained on a growing chamber during six months with environmental conditions as described above, here a germination percentage was first obtained and later growth as seedling survival was registered as well as percentage. In situ seedlings assays This bioassay was done at the field, with seedlings that were obtained under the most favorable conditions in the laboratory and then taken to the Zapotitlán Valley, where 30 seedlings were placed on agar-gel dishes (to maintain humidity) on five B. gracilis trees on four orientations, N, E, S, W at 2 m high. Results were evaluated at 80, 100, 130 and 155 days after implantation on the trees.
84
In situ germination and seedlings observations and quantification Observation of germination and seedlings growth in the field were registered after implantation on the trees, counted at the described times, measured in number and percentage of germinated seeds, the seedlings were measured in size and number of leaves and then classified in categories, at the laboratory they were established on in vitro conditions with agar-gel medium for further growth and development observations.
Statistical analysis Data from in vitro and ex vitro germination assays were analyzed statistically by chi square test facility of Microstat II software (Microsoft, ver. 3.0). Those from in vitro and in situ establishment assays were analyzed by the ANOVA array as described in SAS (1987).
Results Plant propagation status germinative and vegetative T. dasyliriifolia, capable to inhabit a harsh environment as the Valley of Zapotitlan, presents a successful asexual reproduction producing ramets from 7 to 11 plants at the base of the mother plant. It produces a branched spike 80 cm in hight with 20 to 40 sclerified capsules. A total of 12,500 seeds per inflorescence can be produced, which are predominantly dispersed by wind due to its long coma hairs (Fig. 1a). Phenology: flowering Flowers initiate their growth on October-November, and take six months to mature, open during late April-May when pollination occurs and capsules are formed with their seeds, since this period, they do not open until nine months later on FebruaryMarch of the next year, when they are dispersed.
85
Seeds Seeds measured 1.5 mm and with coma hairs up to 4 mm in length (Fig. 1b). They can anchor on B. gracilis trees and C. columna trajani columnar cacti as their principal hosts in the Valley, but have also eventually been observed at Bursera aloexylon Engelm trees. Germination in vitro and ex vitro As can be seen in Fig. 2, T. dasyliriifolia proves to be a positive photoblastic species. When compared to dark exposed seeds, light exposed treatment give more than twice the germination percentage (p<0.05). Scarification treatment increased germination of in vitro light germinated seeds up to 90% ; non scarified light exposed seeds reached a 63% p < 0.005. Some scariefied seeds germinated on darkness, acid scarification in some way increased germination capacity either in light or darkness treatments. The use of a different sustrate as the natural B. gracilis tree-bark show that germination of scarified seeds do not significantly increases the germination percentage of as happened in the in vitro scarified seed treatments (p>0.05). In this case, a gross 60% germination was obtained, resembling the effect of agar-gel in non- scarified-light treatment. Seed germination without scarification under different light conditions (Fig. 3), demonstrated that T. dasyliriifolia is a positive photoblastic species where red light induced 90% germination (p<0.05), complete light treatment reached 60%, and darkness plus 500 ppm of gibberelic acid (GA) induced up to 56% germination after 150 days.
86
In order to obtain the most important variable on in vitro seed germination, we performed an ANOVA analysis. Both treatments: light and scarification have a direct effect on the germination response of T. dasyliriifolia but neither have a priority. Even though there was no significative impact of scarification or light on the germination of T.dasyliriifolia partial F analysis indicated that light had a preferential role on germination( 4.176 vs 5.14 for light effect, 2.12 vs 4.76 for scarification and 0.53 vs 3.09 for interaction of critical values), maily when red light is used.
In situ germination and seedlings At the field, no seed germination on in the B. gracilis trees was observed, probably due to the excessive heat climate on the different orientations proven. The seedlings that were carried from laboratory to the field were almost lost except for those oriented NW. Due to the low survival, we could not obtain representative results. Natural seed germination at the field was not observed, and when seedllings were observed, they were hardly distinguishable, as they resemble to those of T. califanii species (García Suárez et al., 2006). Seedling growth on the capsules of T. dasyliriifolia infructescence occurs in the field, each spike has 20-40 capsules and found up to two seedlings per capsule. (Fig. 4a). The plantlets were measured and classified in five ranks, the seedling population here growing, showed a normal size distribution (Fig. 4b). Seedlings at the laboratory Seed germination in T. dasyliriifolia has been considered as a nutrient independent process, although seedling survival percentage might be affected by different culture media (Fig. 5). Seedlings grow well under artificial conditions if humidity is maintained. Growth is very slow or diminished by culture medium; after six months oxidation of seedlings tissue was observed. Seedlings appearance varied notably with different nutrient media (Fig. 5).
87
Complete Hoagland medium (AH), maintains almost half of seedlings after germination and almost 30% when compared with control (A), 72%. These data indicate an inhibitory effect of some component(s) of the complete Hoagland medium. Iron can be concluded as a determinant component on the inhibition of germination and seedling mantainance since a 70% of germination and seedling survival (p<0.05) is obtained in iron free Hoagland medium (Fe-free). On the other hand, Ca2+ is a required nutrient element since its absence drastically affects germination and seedling maintenance, the media lacking this component (Cafree) has the lowest germination percentage and seedling maintenance (p<0.001). Seedlings and plantlets growth, after the appearance of leaves and 3 mm in height, were consistently maintained in vitro under agar-gel medium growing conditions. They were observed measured in plant size and number of leaves through 155 days, until plantlets reached the 8 leaf state. Plantlets grew well with no further needs except for humidity supplemented by agar-gel (Fig. 6).
Discussion Tillandsia dasyliriifolia is a tank bromeliad, well adapted to different environmental conditions (Rzedowski, 1978; Huidobro, 1988; Flores, 1998; Zimmerman and Olmsted, 1992). At the Valley of Zapotitlán, has a large production of young individuals producing ramets of 7 to 11 plants in their base; clonal growth enables the maintenance of the population in their hosts. Floral growth and capsule maturation in this Tillandsia, as well as in other species, takes a period of several months, although it has been proven that blooming can be accelerated under artificial conditions (Isley, 1987), and has been reported floration for this species in a mesic environment at pine-oak forest from January-April instead of April-May (Flores, 1998).
88
The seed production, as for other bromeliads is high, 12,500 seeds per inflorescence which coincides with the seed production of other Tillandsia species (Bezing, 1990). Their tiny seeds, have long coma hairs 4 mm in length, that enable them to be carried by wind after maturation (Benzing, 1990; van der Pijl, 1982) which might allow their later establishment within a preferential height and orientation, as seeds anchor with its coma hairs in the crown of the B. gracilis trees or at the C. columna trajani columnar cacti at the Zapotitlán Valley (García Suárez et al., 2003). Seeds do not germinate immediately after maturation of the capsules; they seem to be ready to germinate after wind dispersed with the first rains which will provide the necessary humidity (Evenary et al., 1982; Christensen et al., 1996; Gutterman et al., 1998). It is rare to have an appropriate combination of humidity and light for a period long enough to allow the establishment of the seeds of Tillandsia species. At the Zapotitlán valley the amount and number of rain days may vary between years. Seeds need water in order to germinate, as shown in the bioassays with agar-gel (Fig. 2). This data must be corroborated in situ in an appropriate assay since we were unable to do it in a simple observational strategy. In the field, germination of undispersed seeds on the spikes of the T. dasyliriifolia occurred, as the sclerified capsules might retain humidity together with the coma hairs of the seeds, just after the rains start; such seedlings do not guarantee their posterior establishment as far as it has been observed. In the Negev Desert, approximately 40 plant species retain their seeds in their lignified pods, capsules or inflorescence to protect them from seed predation (Gutterman, 1993). An extension of this prospection could be applied to Tillandsia dasyliriifolia although the Tillandsia seeds seem to avoid predation by ants and other granivorous species due to the morphology and the presence of coma hairs in their seeds, as is the case of other seeds described by Gutterman (1993), nevertheless, seed loss occurs, not evaluated in this study, and as suggested by Nadkarni and Matelson
89
(1989) herbivores and birds might use them as nesting material or seed loss simply is due to their easy removal by wind and rain. Seed retention and their germination within the capsule allow their dispersion by rain in small numbers year after year (Evenary et al., 1982; Gutterman, 1993). This germination within the same plant is not exclusive of T. dasyliriifolia, Flores (1998) observed it for other Tillandsia species from Mexico like T. achyrostachys and T. recurvata at the State of Mexico and at the Zapotitlán Valley, small plantlets were observed as well within the ball morphology for T. recurvata (García-Suárez, pers obs.). Most xeric epiphytes are high light demanding plants (Benzing, 1978), they require light for germination (Smith and Downs 1974) and remain dormant when irradiated with 700-750 nm light (Mayer and Poljakoff-Mayber, 1975; Benzing, 1978). A suitable host might turn to be inhospitable where sun or rain shadows or levels near infrared radiation inhibit germination or growth. T. dasyliriifolia proved to be a positive photoblastic species, germinating positive at laboratory conditions under complete light, red light and darkness with giberellic acid, and can be considered as well adapted to xeric environment where there is high light. These data coincide with the observations of Smith and Downs (1977) indicating that most bromeliads require light for germination. Scarification treatment improved up to 90% germination and enabled to germinate seeds in 10% under darkness. However, when data were analyzed for major effect, apparently scarification has a minor facilitating role. At the B. gracilis host T. dasyliriifolia occupies all vertical and axial strata suggested by García Suárez et al. (2003) thus, being the most abundant species in these trees, proving its success in their colonization process. T. califanii a cooccuring species within the same host has a photoblastic indistinctive germination with certain viability damage on their embryo and is represented with lesser abundance and either in vertical or axial strata (García Suárez et al., 2003; 2006).
90
Bennet (1987) considers that bark texture, porosity, chemical composition and stability are some of the characterisrics that influence the presence and abundance of epiphytes on a host tree. Here we demonstrated that the use of B. gracilis bark under laboratory conditions allowed seed germination in a 60% after a scarification treatment, which previously proved to improve germination;and although humidity is maintained by the suberized peridermis of this woody monocotyledon a decrease in percentage germination was registered with respect to the agar-gel sustrate (where germination could reach 90%)., suggesting that the moisture retained by bark might be lower than the agar-gel substrate. Our field attempts clearly indicated that seed germination is a rather rare event even though there is a high seed number produced and their rapid response to moisture conditions as happens for other species (Bewley and Black, 1994). In order to germinate, water availability is an important factor for epiphytic bromeliads (Benzing, 2000), the seed coat of Tillandsia species although not thick, is sclerified, thus avoiding excessive dehydratation (Benzing, 1990). In semiarid lands, water is a limiting factor, sporadical rains and morning dew at the Zapotitlán Valley provided the necessary humidity to allow germination and to maintain seedlings on the inflorescense spikes and on the bark of the phorophytes.There are no bryophytes nor lichens present that might facilitate germination and establishment as happens in mature forests (Nadkarni, 2000). At the Izotal plant community, dispersed seeds attach and grow independently from their mother plant at Beaucarnea gracilis tree. Even when seed germination was not directly detected, seedlings might be confused at first sight with those of Tillandsia califanii, a sympatric species, due to its resemblance at this stage (García Suárez et al., 2006). Seedlings can be maintained growing under laboratory conditions if enough humidity is provided. Under most of the experimental conditions tested, seedling growth is slow and continuous, seedlings were observed for a period of six months, and their appearance varied notably at different nutrient medium (Fig. 5) Here we
91
demonstrated that ordinary constituents of basic media could actually inhibit seedling growth, as is the case of presence of iron or the lack of calcium. When seedlings have reach 3 mm in size they can continue their growth as can be seen on (Fig. 6) where with the supply of humidity with agar-gel is enough to observe their growth until the eight leaf appeared. Germination and seedling stages are the most critical periods in the life cycle of desert plants. A study of environmental factors affecting these phases may throw some light on our understanding of the adaptive features of these species (Solbrig and Cantino, 1975 ; Villagra, 1997). We were unable to maintain seeds or seedlings in the field directly on their host, at the Beaucarnea trees. Similar results were found with Tillandsia circinnata by Benzing (1978). As in our study, water might play the principal role for their maintainance. As indicated by Gutterman (1997), in the arid environment it is difficult to have a combination of light and moist surface for periods long enough to allow seed germination. T. dasyliriifolia seeds proved to germinate well under light and with the presence of humidity at the laboratory. Under the natural desert conditions where water content decreases rapidly, the levels of germination in light could be even lower than those obtained in Petri dishes (Gutterman (1994; 1997). Seed germination and seedling growth are restricted by environmental aspects like the presence of a substrate capable of maintaining humidity, type of light and temperature. At the Zapotitlán Valley, in B. gracilis trees, bark roughness is quite evident, besides the shadow proportioned by their leaves all year round that allowed bromeliads to established around the tree and on the C. columna trajani cacti tree where orientation seems to have an important environmental factor in their establishment and growth related with the pseudocephalio structure of the columnar cacti (García Suárez et al., 2003; Zavala-Hurtado and Díaz-Solis, 1995; Zavala-Hurtado et al., 1998; Valverde et al., 2007).
92
This Tillandsia species exhibit a successful clonal growth and sexual reproduction. It produces ramets that remain attached throughout the life of the mother plant, 1% of the population reproduces sexually, produces wind-dispersed seeds which might germinate within the spike, the growing seedlings reach upto 1.5 cm in height (probably 5 months old) however, their future survival is unknown. The reproductive status and recruitment in the species studied posses no direct, apparent threats to their survival. As in the case of many other species inhabiting arid and semiarid environments, seed germination and seedling establishment in Tillandsia are sporadic and can be considered as seldom-observed events (Barbour, 1969). Thus, their real survival is indirectly and strongly affected by their host survival. Both the columnar cacti (Cephalocereus columna trajani and Neobuxbaumia tetetzo) and Beaucarnea gracilis tree, which are endemic to theTehuacán-Cuicatlán-Zapotitlán valley system and where this Tillandsia species grows (Cardel et al., 1996; García Suárez et al., 2003, Zavala-Hurtado and DíazSolis, 1995), are threatened by human activities and have a discontinual, isle-like distribution.
Acknowledgements We specially thank Dr. María Flores and Dr. Ernesto Aguirre for the identification of the plant material and E. Martínez, M.E. García-Sahagún and I. Morgado for their help in the field. Research was partially supported by UAMI (143.03.24) to MDGS; Instituto de Ecología, A.C. (902-16) and CONACYT (1259) both to VRG.
References Barbour, M.G. 1969. Age and space distribution of the desert shrub Larrea divaricata. Ecology 50:679-685. Bennett. B.C. 1986. Patchiness, diversity and abundance relationships of vascular epiphytes. Selbyana 9:70-75.
93
Bennett, B.C. 1987. Spatial distributions of Catopsis and Guzmania (Bromeliaceae) in southern Florida. Bulletin of the Torrey Botanical Club 114:265-271. Benzing, D.H. 1978. Germination and early establishment of Tillandsia circinnata Schlecht. (Bromeliaceae) on some of its hosts and other supports in Southern Florida. Selbyana 5(1):95-106. Benzing, D.H. 1981. Bark surfaces and the origin and maintenance of diversity among angiosperm epiphytes: a hypothesis. Selbyana 5:248-255. Benzing, D.H. 1990. Vascular epiphytes. General biology and related biota. Cambridge University Press. Cambridge, Mass. 324pp. Bewley, J.D. and M. Black. 1994. Seeds: physiology of development and germination. Second edition. Plenum Press: New York. Cardel, Y., V. Rico-Gray, J.G. García Franco, and L.B. Thien. 1996. Ecological status of Beaucarnea gracilis Lem. (Nolinaceae):an endemic species of the semiarid Tehuacán Valley, México. Conservation Biology 11: 367-374. Christensen, M.I., Meyer, S.E. and P.S. Allen. 1996. A hydrothermal time model of seed after-ripening in Bromus tectorum L. Seed Science Research 6: 155-163. Dávila, P., Villasenor, R. J.L. Medina, L.R., Ramirez, R. A., Salinas, T. A. Sanchez Ken, J. and P.Tenorio. 1993. Flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán, Listados Florísticos de México X. Instituto de Biología. Universidad Nacional Autónoma de México. México, 195 pp. Dávila, P., Medina, R., Ramirez, A., SalinasT. A., and P. Tenorio. 1995. Análisis de la Flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán, endemismo y diversidad. In: Conservación de plantas en peligro de extinción. Diferentes enfoques. E. Linares, P. Dávila, F. Chiang, R. Bye & T. Elias (Eds.). Instituto de Biología, UNAM. 33-41 pp. Evenary, M., Shanan, L. and N.Tadmor. 1982 The Negev. The challenge of a desert (2nd Ed.). Cambridge, Harvard University Press. 438 pp. Flores Cruz, M. 1998. Flora Genérica de la Familia Bromeliaceae en el Estado de México. Manual para la identificación de las especies de la famlia Bromeliacea presentes en el estado de México. Facultad de Ciencias. Tesis de Maestría. UNAM. 186 pp.
94
García, E. 1987. Modificaciones al sitema de clasificación numérica de Koeppen (para adaptarlo a las condiciones climáticas de la República Mexicana) 4th ed. Instituto de Geografía. Universidad Nacional Autónoma de México. México D.F. México. García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V., and H. Serrano. 2003 Distribution and Abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Plant Ecology 166: 207-215. García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V, Molina-Aceves, N. and H. Serrano. 2006. In vitro Germination and clonal propagation of the endemic Tillandsia califanii Rauh (Bromeliaceae) from Mexico. Selbyana 27:54-59. Gutterman, Y. 1993. Seed Germination in Desert Plants. Adaptation of desert organisms. Berlin, Heidelberg, New York: Springer Verlag. 253pp. Gutterman Y. 1994. Strategies of seed dispersal and germination in plants inhabiting deserts. Botanical Review 60: 373-425. Gutterman, Y. 1997. Effect of day length on flowering and seed morphology of Spergularia diandra occurring in the Negev Desert Israel. Jnl. Arid Environ. 36:611-622. Gutterman, Y., Shen Tov, S. and S. Gozlan. 1998. The effect of post-maturation temperatures and duration of seed germinability of Plantago coronopus occurring in natural populations in the Negev Desert highlands, Israel. Journal of Arid Environments 38:451-463. Hietz, P. and Hietz-Seifert, U. 1995a. Composition and ecology of vascular epiphyte communities along an altitudinal gradient in central Veracruz, Mexico. Journal of Vegetation Science 6:487-498. Hietz, P. and Hietz-Seifert, U. 1995b. Structure and ecology of epihyte communities of a cloud forest in central Veracruz., Mexico. Journal of Vegetation Science 6:719 -728. Huidobro Salas, M.E. 1988. El género Tillandsia (Bromeliaceae) en el Estado de México. Universidad Nacional Autónoma de México. Tesis de Licenciatura. ENEP Iztacala. UNAM. 103 pp. Isley, P.T. III. 1987. Tillandsia. The World´s most unusual air plants. Botanical Press. Gardena, California. 210 pp. Jaramillo, L.V. and F. González-Medrano. 1983. Análisis de la vegetación arbórea de la provincia florística de Tehuacán-Cuicatlán. Boletín de la Sociedad Botánica de México 45: 49-64.
95
Johansson, D. 1974. Ecology of vascular epiphytes in western African rain forest. Acta Phytogeographica (Uppsala) 59:1-129. Mayer, A.M. and A. Poljakoff-Mayber. 1975. Germination of Seeds . Pergamon Press. New York. Nadkarni, N.M. 2000. Colonization of stripped branch surfaces by epiphytes in a Lower Montane Cloud Forest. Monteverde. Costa Rica. Biotropica 32: 358363. Nadkarni, N.M. and T.J. Matelson. 1989. Bird use of epiphyte resources in neotropical trees. The Condor 91:891-907. Neider, J., Engwald, S., Klawun, M. and W. Barthlott. 2000. Spatial distribution of vascular epiphytes (including hemiepiphtes) in a lowland Amazonian rain forest (Suronomi Crane Plot) of Southern Venezuela. Biotropica 32:385396. Rzedowski, J. 1978. La vegetación de México. Limusa. México.431 pp. SAS, 1987. SAS guide for personal computers. Verstion 6 SAS Institute Inc. Cary, North Carolina. Smith, L.B. and R.J. Downs. 1977. Tillandsioideae (Bromeliaceae). Flora Neotropica Monograph 14. Part 2. Hafner Press, New York. 1492 pp. Solbrig, O.T. and P.D. Cantino. 1975. Reproductive adaptations in Prosopis (Leguminosae, Mimmosoideae). Journal of the Arnold Arboretum 5692:185210. Valverde, P.L., Vite, F., Pérez Hernández, M.A. and J.A. Zavala-Hurtado. 2007. Stem tilting pseudocephalium orientation, and ítem allometry in Cephalocereus columna trajani along a short latitudinal gradient. Plant Ecology 188:17-27. van der Pijl, L. 1982. Principles of Dispersal in Higher Plants (3rd Edn). Berlin, Heidelberg New York., Springer Verlag. 215 pp. Villagra, P.E. 1997. Germination of Prosopis argentina and P. alpataco seeds under saline conditions. Journal of Arid Environments 37:261-267. Villaseñor, J.L., Dávila, P. and F. Chiang. 1990. Fitogeografía del Valle de Tehuacán-Cuicatlán. Boletín de la Sociedad Botánica de México. 50: 135149. Vite, F. Zavala-Hurtado, J.A., Armella, M.A. and M.D.García-Suárez. 1992. Regionalización y caracterización macroclimática del matorral xerófilo. 96
Superficies de respuesta a variabls climáticas de once géneros de plantas características de este tipo de vegetación Carta escala:1:8,000,000 Section IV-8-3. Atlas Nacional de México 2: Tópicos fitogeográficos (provincias, matorral xerófilo, cactáceas). Instituto de Geografía. Universidad Nacional Autónoma de México. México D.F. Zavala-Hurtado, J.A. 1982. Estudios ecológicos en el valle semiárido de Zapotitlán, Puebla. I Clasificación numérica de la vegetación basada en atributos binarios de presencia o ausencia de las especies. Biotica 7:99120. Zavala-Hurtado, J.A. and A. Díaz-Solis. 1995. Repair growth age and reproduction in the giant columnar cactus (Cephalocereus columna-trajani Karwinski ex. Pfeiffer) Schumann (Cactaceae). J. Arid Environ 31:21-31. Zavala-Hurtado, J.A., Vite F. and E. Ezcurra. 1998. Stem tilting and pseudocephalium orientation in Cephalocereus columna-trajani (Cactaceae): a functional interpretation. Ecology 79:340-348. Zimmerman, J. K. and I.C. Olmsted. 1992. Host tree utilization by vascular epiphytes in a seasonally inundated forest (Tintal) in Mexico. Biotropica 24: 405-407.
97
Figure 1a. Seeds of T. dasyliirifolia dispersed by wind during de month of February in the Zapotitlán area. 1b. Seeds in the infrutesence of T. dasyliriifolia.
Germination (%)
125 100 75 50 25
a
a
0 Scarified
Non- scarified Acid treatment
Figure 2. Germination capacity of T. dasyliriifolia seeds in response to light (open bars) or darkness(dark bars) conditions with seeds that were not scarified or scarified with sulphuric acid. Data are the mean and standard deviation of at least three independent experiments measured after 90 days. Letters above bars indicate no significant differences (t test, p<0.05)
98
Variation respect to control (=1)
2.00
a
1.50 1.00 0.50 0.00
Darkness Darkness + GA
Blue
Green
Red
Far red
Light treatment (nm)
. Figure 3. Germination response of T. dasyliriifolia seeds under different light conditions. Seeds were maintained under the indicated ligth condition for 150 days (see methods for details). Variations in germination percentages were compared to bright light group used as control (horizontal line at 1.00). Data are the mean and standard deviation of at least 3 independent experiments. Letter above bar indicat statistical differences above control (t Test, p<0.05)
Frequency (%)
60 40 20 0
10-19
20-29
30-39
40-49
50-59
Length (m m )
a
b
Figure 4. Seedlings of T. dasyliirifolia observed growing within the capsules of the infructescense (a) in the Zapotitlán area. All seedlings were counted, sized and classified into the five length categories shown (b).
99
Survival (%)
75
50
25
0 A
A-H
P free
Ca-Free
Fe-free
Treatment
Figure 5. Percentage of T. dasyliriifolia seedlings survival under different nutritional conditions. Seedlings were maintained for six months on agar (A), complete Hoagland solution (AH), or Hoagland media with no phosphorous (P-free), no calcium (Ca-free) or no iron (Fe-free). Data are the mean and standard deviation of three individual experiments
10
10
5
5
0
0 80
100
130
135
Ti m e i n c u l t ur e ( da y s)
155
80
100
130
135
155
Ti m e i n c ul t ur e ( da y s)
Figure 6. T. dasyliriifolia seedlings growth and development under laboratory conditions. Seedlings were maintained under in vitro under agar-gel medium growing conditions up to 155 days, measured and leaf counted at the described times. Data are mean and standard deviation of three independent experiments.
100
Selbyana 27(1): 54-59. 2006. In-Vitro Germination and Clonal Propagation of Endemic
TILLANDSIA CALIFANII RAUH. (BROMELIACEAE) FROM MEXICO. 1
2
1
3
M.D. GARCIA-SUAREZ * V. RICO-GRAY , N. MOLINA-ACEVES , H. SERRANO . 1
Departamento de Biología, Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. Apartado Postal 55-.535, Mexico City, DF, 09340, México. Email: loli@xanum.uam.mx 2 Instituto de Ecología, A.C., Apartado Postal 63, Xalapa, 91000,VER, México. 3 Departamento de Ciencias de la Salud, Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. Apartado Postal 55-535, México City, DF, 09340, México. *Corresponding author
ABSTRACT Tillandsia califanii is an endemic epiphytic bromeliad from the Tehuacán-Zapotitlán-Cuicatlán region, Puebla, México. Its basic reproductive patterns and distribution are poorly documented. The authors studied its distribution in two natural populations in the Zapotitlán Valley and performed a series of laboratory experiments to determine the basic culture conditions to determine a propagation strategy. In nature, T. califanii commonly propagates asexually producing up to four plantlets per mother plant. Most T. califanii individuals (90%) use Beaucarnea gracilis as phorophyte, and only 2% live on the columnar cacti Cephalocereus columnatrajani. Almost 50% of the T. califanii populations include individuals measuring 20–40 cm in height, considered as adult individuals in reproductive stage. Flowering occurs August– October. Inflorescence, formed by a spike, reaches 60 cm in height and produces an average of 20 capsules and up to 2000 seeds per spike. Seeds disperse late February–May. Viability tests show that most seeds contained a highly damaged embryo, which contributed to low survival. The low germination and survival observed in the field may be associated to the endemism of T. califanii, thus resulting in a genetically vulnerable species. Key words: micropropagation, in-vitro seed germination, Tillandsia, epiphyte
101
Introduction Tillandsia califanii Rauh (Bromeliaceae) is an endemic species of the seTmiarid Tehuacán-Zapotitlán-Cuicatlán region, Puebla, México. This epiphytic monocot mainly grows in the crowns of the succulent endemic tree Beaucarnea gracilis Lem. (Nolinaceae), which is the main component of the Izotal plant community. At the Cardonal plant community, smaller populations are established on the columnar cacti Cephalocereus columna-trajani (Karw.) K.Schum. and Neobuxbaumia tetetzo (JM.Coult.) Backeb. (Cactaceae). Thus their abundance and distribution depend on the spatial arrangement and distribution pattern of their hosts as well as germination within the sites on their hosts (Bennet 1986, 1987, Benzing 1990, García Suárez et al. 2003). Anatomical features of Tillandsia califanii allow its growth and development in this arid environment as a drought-resistant tank bromeliad. Xerophytic adaptations include water-absorbing scaly trichomes on the epidermis of its leaves and sclerified roots that work mainly as holdfasts. Rauh described T. califanii in 1971 (Smith and Downs 1977), and Gardner (1984) demonstrated the viability of its pollen. Tillandsia califanii is the only endemic bromeliad among the 600 endemic plant species growing within the Zapotitlán Valley (Dávila et al. 1995). The distribution and abundance of these endemics has been described by García Suárez et al. (2003). The physiology of epiphyte seeds has not been studied intensively, except for some well known orchids and bromeliads (Benzing 1980). In-vitro germination can be used for rapid propagation, not only of epiphytic species with commercial value, but also as an alternative for the conservation of species that are part of the rich flora of Mexico. This method of micropropagation also might help in studies of ecological and physiological processes characteristic of such species.
102
The study was carried out in the Zapotitlán de las Salinas valley of Puebla, México, a mountainous area in the southeast portion of the state of Puebla (18o20'N, 97o28'W at 1400–1600 m), close to the northeastern limits of the state of Oaxaca. The climate is dry with a rainy season May–August (occasionally September). Total annual precipitation is ca. 350–400 mm, and mean annual temperature is ca. 20oC (Zavala-Hurtado 1982). Many parts of the following major vegetation associations or communities in the valley lack clear ecotones. Thorny scrub. In the “matorral espinoso,” as thorny scrub also is known, can be found Acacia cochliacantha Humb. & Bonpl. ex Wild., Cercidium praecox (Ruiz & Pav. ex Hook) Harms, Ipomoea pauciflora M.Martens & Galeotti, Mimosa luisiana Brandegee, and Prosopis laevigata (Humb. & Bonpl. ex Wild.) M.C.Johnst. Cardonal. In this plant association are Cephalocereus columna-trajani, Neobuxbaumia tetetzo, Agave karwinskii Zucc., Mimosa luisana, Caesalpinia melanadenia (Rose) Standl., Calliandra capillata Benth., Gymnosperma glutinosum (Spreng) Less., Mammillaria haageana Pfeiff, M. sphacelata Mart., and M. carnea Zucc. ex Pfeiff. Izotal. Among the Izotal plants are Yucca periculosa Baker, Agave marmorata Roezl, Beaucarnea gracilis Lem, Echinocactus platyacanthus Link & Otto, Castela tortuosa Liebm., Caesalpinia melanadenia, and Hechtia podantha Mez. Tropical dry forest. This plant community has Bursera biflora (Rose) Standl, Ceiba parvifolia Rose, Senna holwayana (Rose) H.S.Irwin & Barneby, and Plumeria rubra L. The valley has been considered as a unique region in terms of its floristic richness, as one of the major centers of plant diversity in Mexico (IUCN 1990) with a 30% level of endemism, and as an important nuclei to be preserved (Dávila et al. 1993; Dávila et al. 1995; Jaramillo & González-Medrano 1983; Rzedowski 1978; Villaseñor et al. 1990, Vite et al. 1992). Several species of Tillandsia (Bromeliaceae) are found within the valley: T. atroviridipetala Matuda, T. circinnatoides Matuda, T. makoyana Baker, T. pueblensis L.B.Sm., T. califanii, T.
103
dasyliriifolia Baker. and T. recurvata (L.) L. Tillandsia califanii Rauh is an endemic species of the Tehuacán-Cuicatlán-Zapotitlán valley system (Smith and Downs 1977).
MATERIAL AND METHODS Field work was accomplished at the Valley of Zapotitlán within the Valley of Tehuacán, where we established four 50 m x 50 m quadrants (as demonstrated by Zavala- Hurtado 1982). Two quadrants were in the Cardonal plant community, and two in the Izotal. We marked the estimated plant size of the Tillandsia califanii plants, measuring length and diameter and plant orientation (using a pocket compass). The numbers of offshoots at the base of mother plants were recorded for such use as evaluating clonal propagation. Phenology of T. califanii was observed year round. Seeds were collected from closed and open capsules in the Izotal during February–May 1998 and 1999. Seeds were counted per capsule, and the infruitescence spike was measured. In-Situ Seed Germination The few seedlings observed at 1–2.5 cm in height were often confused with plantlets coming from Tillandsia species. Larger plantlets 3–10 cm in height were not observed. A failure may occur in their later establishment; or as we observed, goat and squirrel depredation may prevent further growth.
Laboratory Work Seeds were separated, washed thoroughly with tap water followed by two washes with distilled sterile water; immersed in sodium hypochlorite 5% and Tween 20 as surfactant for 5 min, and again washed with sterile distilled water. Seed germination was tested with scarified and non-scarified seeds. The scarification treatment consisted of immersing seeds in concentrated sulfuric acid, followed by
104
an immediate and thorough washing with distilled water; seeds were then sown in appropriate media.
Our first approach to identifying an appropriate germination medium was to compare two liquid or agar-gel solidified media at different strengths, using distilled water as control. The basic media were Murashige-Skoog (Murashige and Skoog 1962, Sigma Chemical Co. St. Louis, Missouri) and Knudson C media (Sigma Chemical Co.). Seeds were sown later on Murashige-Skoog (M-S) solid media with or without giberellic acid (0.5 g/l) plus 3% (w/v) sucrose in all media, which was then exposed to either light or dark conditions. Seeds were tested on M-S solid media supplemented or not with activated charcoal and activated charcoal plus coconut milk, plus 3% (w/v) sucrose in all media. Finally germination was tested on M-S solid media supplemented or not with sucrose (1.5% or 3%). For each treatment, 50 seeds were sown with five replicates. All seed treatments were placed in a chamber for 16/8 hours of a light/dark cycle, with 45 µmol m² s illumination and 29 ±1ºC temperature. Seed viability was tested using 2,3,5 triphenyl tetrazolium chloride 1% (TTC) supplemented with drops of Tween 20, a colorless solution used as an indicator of metabolic activity within the embryo (van Waes & Debergh 1986). Embryo viability was assessed by TTC and classified according to Kuo et al. (1996); only category I (fully viable seeds) were used.
RESULTS Plant Population and Clonal Propagation The population density of Tillandsia califanii changes depending on the phorophyte. At the Izotal, T. califanii is present on 90% of the Beaucarnea gracilis trees, which thus are considered the bromeliad’s main phorophyte. At the Cardonal, only 2% of the columnar cacti Cephalocereus columna-trajani had T. califanii, yet it is the main host in this plant community. These populations of T. califanii are mainly ramets distributed in clumps. Each clump arises from vegetative
105
shoots of the mother plant, which produces up to four plants on the host side of its base. These offsets have a high probability of reaching adult phase. Most individuals within the 20–40 cm height range are practically in reproductive stage and account for nearly 50% of the population at the Izotal. Younger individuals produced by asexual reproduction are oriented mainly to the north (FIG. 1). At the Cardonal, the T. califanii population consists of only seven clumps in one quadrant and six in the other, with a preferred orientation to the NE, on the opposite side of the characteristic woolly cephalio of its phorophyte, C. columna-trajani. At the Izotal community, 353 Tillandsia califanii individuals were found living on 24 Beaucarnea gracilis trees, giving a 14.7±13.62 individuals occupancy for the phorophyte. At the Cardonal, this number was less than one individual 0.41±0.58 per Cephalocereus columna-trajani cacti.
Seed Production Tillandsia califanii flowers August–October. Inflorescences reach 20.38± 5.22 cm in height (60 cm total plant plus inflorescence); each produces 21±6.9 capsules and up to 2000 seeds/spike. Seeds, compressed within the capsule, are liberated 14 months later, when the capsule opens. Ripening and seed dispersal occurs late February–May. Viability tests showed that 90% of embryos had white patches, mainly in their apical region. This metabolic capacity enabled them to germinate (FIG. 2).
In-Vitro Germination Seeds of Tillandsia califanii started germinating under in-vitro conditions, not before 15 days when the seeds increased in size, turned green, and remained rootless, as do other Tillandsia species (Benzing 1978b). At this stage, growth and development halted and rarely continued to form a seedling with leaves and roots. After 15 days, seeds germinated under distilled water with roots; 45 days later 106
68% of the seeds grew into swollen greenish seedlings. Sudden death, however, occurred after just 5 more days because of tissue oxidation.
Artificial Media and Sterile Techniques In-vitro germination was obtained using either liquid or solid media. The former yielded a germination rate of 72% of planted seeds after 45 days (FIG. 3). Again, seedlings stopped growing and started a secondary latent phase, in which tissues oxidized, leading to whole tissue and seedling death. These seeds were photoblastic-indifferent (initiating germination in the presence or absence of light). Seedlings germinated in the dark were etiolated; but, when exposed to light, turned green. Bromeliads are able to produce chlorophyllic seedlings that synthesize sugars required for plantlet growth (Slack 1992). Giberellic acid neither increased seed germination nor diminished the apparent secondary latent state (FIG. 4). The addition of coconut milk and activated charcoal with 3% sucrose to solid M-S media had a negative effect on germination capacity; the control behaved the same way with both additives (FIG. 5). The use of lower sugar concentrations increased seed germination to 79% (FIG. 6), but as in other media, seedling growth and development stopped. Scarified seeds did not germinate at all. Only 12 out of the 3000 seeds tested developed to full plantlets. Survival and vigor of this species thus are difficult to evaluate.
DISCUSSION Similar to other bromeliads, propagation of Tillandsia califanii is based on clonal growth. This reproductive strategy may have genetic consequences for the population. Sexual reproduction in the field was difficult to evaluate, because of the morphological similarity between the plantlets of T. califanii and T. dasyliriifolia that was a sympatric bromeliad sharing the same phorophytes (García Suárez et 107
al. 2003). Although nearly 50% of its individuals are in reproductive stage, T. califanii may exhibit a population decrease similar to that of T. brachycaulus, another monocarpic species, in which the population decreases every time an individual reproduces sexually (Mondragón et al. 1999). Low seed viability (no embryo or non-viable ones) of T. califanii is similar to other endemic plants in arid environments (Clark and Molina 2003). Furthermore, autogamy has not been observed, and outcrossing is probable among genetically closely related individuals (sibling crosses). Sufficient surface for establishment is a critical factor for epiphytes, where competition may play a major role in constraining distribution (Bazzaz 1991). Competition, however, is not a factor where establishment is low and disturbance, high (Bennett 1987, Benzing 2000). Tillandsia califanii in the Izotal may solve this problem by using the rough-barked and multi-branched Beaucarnea gracilis trees, as principal phorophyte with a preferential orientation to the north (FIG. 1), rather than other phorophytes such as Cephalocereus columna-trajani, where T. califanii uses the few spaces available. Seedling establishment did occur, but low survival was not evaluated in the study. The accomplishment of the sexual reproductive phase suggests similarity to T. circinnata (Benzing 1978a, 1981). Even with low germination and embryo viability, the population of Tillandsia califanii, has been sustained in the Valley. Crossing between close relatives may occur and needs to be further evaluated. Gardner (1984) demonstrated that 96% of the T. califanii pollen is viable, suggesting it is not of recent hybrid origin. As can be seen in (FIG. 5), no difference exists between the media employed for inducing seed germination, with the exception of liquid Murashige-Skoog ½ strength where no germination was registered. As expected, the use of a sterile technique diminished seed loss by fungi and bacteria contamination. The artificial media tested proved that 1) availability of water is important for germination, 2) liquid media permit a good germination but also allow a later fast tissue oxidation,
108
3) use of 1.5% sucrose obtains more favorable results than higher concentrations, and 4) seeds appear to be photoblastic-indifferent. The media additives used did not enhance seed germination nor promote the growth and development of seedlings. One possible explanation for this low germination may be a low correlation between the metabolic state of the embryo and its developmental potential. Further studies are needed to explore this hypothesis. At the Valley of Tehuacán, aridity plays a crucial role. Low precipitation is characteristic during the dry season, as is high solar irradiation year round. In-situ seed germination occurs. Scarce seedlings on the Beaucarnea trees had the capacity to reflect the sunrays with epidermic scales and developed the morphology of adult plants, including a tank impoundment that allowed water maintenance over long periods. The genetic diversity of Tillandsia califanii populations needs to be evaluated, and research is needed to determine if asexual propagation has affected species diversity. The reproductive strategies of this species, sexual and asexual, have allowed its survival in a harsh environment. Even though seed germination and seedling establishment in Tillandsia are sporadic, seldom-observed events, the reproductive status and recruitment in the species studied poses no direct, apparent threat to its survival. Epiphyte survival, however, is indirectly and strongly affected by host survival; and both the columnar cacti (Cephalocereus columnatrajani) and Beaucarnea gracilis are slow-growing and low-recruitment species (Cardel et al. 1997).
ACKNOWLEDGMENTS The authors thank Eduardo Martínez and inhabitants of Zapotitllán, Puebla, for help in the field. Financial support was provided partially by Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa (143.03.24 to the corresponding author) and by Instituto de Ecología, A.C. (902-16) and CONACYT (1259-N9204) to the second author.
109
Special thanks go to Prof. Bradley C. Bennett for his comments that improved this paper and to an anonymous reviewer. LITERATURE CITED Bazzaz, F.A. 1991. Habitat selection in plants. Am. Nat. 137: S116–130. Bennett, B.C. 1986. Patchiness, diversity, and abundance relationships of vascular epiphytes. Selbyana 9:70–75. Bennett, B.C. 1987. Spatial distribution of Catopsis and Guzmania (Bromeliaceae) in southern Florida. Bull. Torr. Bot. Club 114: 265–271. Benzing, D.H. 1978a. The life history profile of Tillandsia circinnata (Bromeliaceae) and the rarity of extreme epiphytism among angiosperms. Selbyana 2:325– 337. Benzing, D.H. 1978b. Germination and early establishment of Tillandsia circinnata Schlecht. (Bromeliaceae) on some of its hosts and other supports in southern Florida. Selbyana 5:95–106. Benzing, D.H. 1980. The Biology of Bromeliads. Mad Rivers Press, Eureka Calif. Benzing, D.H. 1981. The population dynamics of Tillandsia circinnata (Bromeliaceae): cypress crown colonies in southern Florida. Selbyana 5:256–263. Benzing, D.H. 1990. Vascular Epiphytes: General Biology and Related Biota. Cambridge University Press, Cambridge Mass. Benzing, D.H. 2000. Bromeliaceae: Profile of an Adaptive Radiation (B. Bennett, G. Brown, M. Dimmitt, H. Luther, I. Ramírez, R. Terry, W. Till). Cambridge Cambridge, U.K. Benzing, D.H. and A. Renfrow. 1974. The mineral nutrition of Bromeliaceae. Bot. Gaz. 135:281–288. Cardel, Y., V. Rico-Gray, J.G. García-Franco, and L.B. Thien. 1997. Ecological status of Beaucarnea gracilis, an endemic species of the semiarid Tehuacán Valley, México. Conserv. Biol. 11:367–374. Clark-Tapia, R. and F. Molina-Freaner. 2003. The genetic structure of a columnar cactus with a disjunct distribution: Stenocereus gummosus in the Sonoran Desert. Heredity 90:443–450.
110
Dávila, P., J.L.R. Villasenor, L.R. Medina, R.A. Ramirez, T.A. Salinas, J. Sanchez Ken, and P. Tenorio. 1993. Flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán, Listados Florísticos de México X. Instituto de Biología. Universidad Nacional Autónoma de México. México. Dávila Aranda, P., R. Medina Lemos, A. Ramírez Roa, A. Salinas Tovar, and P. Tenorio Lezama. 1995. Análisis de la Flora del Valle de Tehuacán, Cuicatlán, Endemismo y Diversidad. Pp. 33–41 in E. Linares, P. Davila, F. Chiang, R. Bye, and T. Elías, eds. Conservación de Plantas en Peligro de Extinción. Diferentes Enfoques. Instituto de Biología, UNAM, México. Gardner, C.S. 1984. Natural hybridization in Tillandsia subgenus Tillandsia. Selbyana 7:380–393. García-Suárez, M.D., V. Rico-Gray, and H. Serrano. 2003. Distribution and abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Plant Ecol. 166: 207-215. IUCN (International Union for the Conservation of Nature). 1990. Centers of Plant Diversity . An Introduction to the Project with Guidelines for Collaborators. Parchment. Ltd., Kew, UK. 31p. Jaramillo, L.V. and F. González-Medrano. 1983. Análisis de la vegetación arbórea de la provincia florística de Tehuacán-Cuicatlán. Bol. Soc.Bot. Méx. 45:49– 64. Kuo, W.H., A.C. Yan, and N. Leist. 1996. Tetrazolium test for the seeds of Salvia splendens and S. farinaceae. Seed Sci & Technol. 24:17–21. Mercier, H. and G. Kerbauy. 1994. In vitro culture of Vriesca hieroglyphyca, an endangered bromeliad from the Brazilian Atlantic Forest. J. Bro. Soc. 44: 120–124. Murashige, T. and F. Skoog. 1962. A revised medium for rapid growth and bioassays with Tobacco tissue culture. Physiol. Plant. 15:473–479. Mondragón, D., R. Durán, I. Ramírez, and I. Olmsted. 1999. Population dynamics of Tillandsia brachycaulos Schltdl. (Bromeliaceae) in Dzibilchaltun National Park, Yucatán. Selbyana 20: 250–255. Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Limusa, México. Slack, G. 1992. Growing Tillandsia seed using artificial media and sterile techniques. J. Brom. Soc. 42:155–159. Smith, L.B. and R.J. Downs. 1977. Tillandsioidea. Flora Neotropica. Monograph 14(2). Hafner Press, NewYork. 111
Van Waes, J.M. and P.C. Debergh. 1986. Adaptation of the Tetrazolium Method for testing the seed viability and scanning electron microscopy study of some Western European orchids. Physiol. Plant 66:435–442. Villaseñor, J.L., P. Dávila, and F. Chiang. 1990. Fitogeografía del Valle de Tehuacán-Cuicatlán. Bol. Soc. Bot. Méx. 50:135–149. Vite, F., J.A. Zavala-Hurtado, M.A. Armella, and M.D. García-Suárez. 1992. Regionalización y caracterización macroclimática del matorral xerófilo. Section IV-8-3 in M.T. Gutiérrez de MacGregor, A. Cell-Hurtado, and A. García Fuentes, eds. Atlas Nacional de México 2: Tópicos Fitogeográficos (Provincias, Matorral Xerófilo, Cactáceas). Instituto de Geografía. Universidad Nacional Autónoma de México. IV.8.3 Zavala Hurtado, J.A. 1982. Estudios ecológicos en el valle semiárido de Zapotitlán, Puebla. I clasificación numérica de la vegetación basada en atributos binarios de presencia o ausencia de las especies. Biotica 7: 99–120.
112
60
40
20
40
20
0
0 17
34
51
68
P l a n t h e i g h t (c m)
B
60
Frequency
Frequency
A
85
17
34
51
68
85
Pl a nt he i g ht (c m)
FIGURE 1. Age structure of Tillandsia califanii estimated by plant height. Plant orientations were determined with a pocket compass, and they were grouped in size classes: A. Plants facing to the north. B. Plants facing to the south. More individuals were observed on the northern side, and 50% of individuals were 20–40 cm in height. Solid bars indicate mother plants; open bars indicate plantlets growing at the base of mother plants; and dashed bars indicate individual plants.
113
A
B
FIGURE 2. Microscopic determination of seed viability. A. Tillandsia califanii embryo showing an apical with white patches (Light microscope 10X). B. Close detail of embryo cells of Tillandsia califanii (Light microscope 40X).
114
Germination (%)
80 60 40 20 0 Control
KnC 1/4
KnC 1/2 Media
M-S 1/2
FIGURE 3. Effect of different media on the germinative capacity of Tillandsia califanii seeds. Seeds were sown in liquid (open bars) or solid (solid bars) conditions. The media culture used was Knudson C (KnC) at quarter or half strength and Murashige-Skoog (M-S) at half strength. Lines above bars indicate standard error.
115
Germination (%)
80
60
40
20
0 Dark
Light
Dark+GA
Light + GA
Conditions
FIGURE 4. Effect of light and giberellic acid on the germinative capacity of Tillandsia califanii seeds. Seeds were sown on Murashige-Skoog solid media with or without giberellic acid (0.5 g/l). Some seeds were then exposed to light, and others to dark conditions. Lines above bars indicate standard error
116
Germination (%)
80
60
40
20
0 Control
CM
AC
CM-AC
FIGURE 5. Effect of coconut milk (CM) and activated charcoal (AC) on the germinative capacity of Tillandsia califanii seeds. Seeds were sown on solid Murashige-Skoog media with CM, AC, or both added; they were maintained under standard conditions as described under Materials and Methods. Lines above bars indicate standard error
117
Germination (%)
120 100 80 60 40 20 0 Control
1,50%
3%
FIGURE 6. Effect of sucrose on the germinative capacity of Tillandsia califanii seeds. After being sown on solidified Murashige-Skoog medium with sucrose added at 1.5% (W/V) or 3% (W/V), seeds were incubated as described under Materials and Methods. Lines above bars indicate standard error.
118
CAPITULO IV
Morfología y anatomía de tres especies de Tillandsia (Bromeliaceae) en el valle de Zapotitlán, Puebla, México. (Manuscrito).
Ecophysiology of Tillandsia dasyliriifolia Baker. (Bromeliaceae) Photosynthesinthetic pattern. (Manuscrito).
119
.
MORFOLOGÍA Y ANATOMÍA DE TRES ESPECIES DE TILLANDSIA (BROMELIACEAE) EN EL VALLE DE ZAPOTITLÁN, PUEBLA MEXICO. M.D. GARCIA-SUAREZ1* M.E. FRAILE ORTEGA 1, G. LAGUNA HERNANDEZ 2 M. COLLAZO ORTEGA 3 Y H. SERRANO4. 1
4
Deptos. Biología y Ciencias de la Salud, Universidad Autónoma MetropolitanaIztapalapa, Av. San Rafael Atlixco 186. México, 09340, D.F., México. 2 3 Laboratorio de Estructura y Fisiologia de Plantas Laboratorio deDesarrollo de Plantas, Facultad de Ciencias, Ciudad Universitaria. Universidad Nacional Autónoma de México. México, 04360, DF, México.
Resumen El Valle de Zapotitlán, Puebla, es una zona de clima semiárido localizada hacia el Centro- Suroeste de México, su vegetación es diversa formando diferentes asociaciones vegetales, las plantas que las conforman se caracterizan por ser tolerantes a temperaturas por arriba de los 40ºC. En esta región, coexisten tres especies de plantas epífitas de la subfamilia Tillandsioideae en el “Izotal” y el “Cardonal”, dos comunidades vegetales con características microambientales diferentes. En la primera su forofito es Beaucarnea gracilis Lem. y en el segunda los cactus columnares Cephalocereus columna-trajani (Kart) K Schum y Neobuxbamia tetetso (J M Coult) Backeb, así como también sus posibles híbridos. Se estudiaron las características morfo-anatómicas que permiten a Tillandsia dasyliriifolia Baker, Tillandsia califanii Rauh y Tillandsia recurvata (L.)L., adaptarse a un medio ambiente semiárido. En el campo se cuantificaron las especies de epífitas que se encontraron por forofito y se analizó la población global de las tres especies en dos cuadrantes en cada una de las comunidades vegetales. Cada planta se midió en altura y en base. Se colectaron individuos adultos de cada una de las tres especies de Tillandsia y en el laboratorio se fijaron hojas y raíz en FAA 10% y se hicieron los estudios en cortes semi-delgados sometidos a tinción diferencial. Los resultados muestran la distribución diferencial de las Tillandsia en las comunidades vegetales. La morfo-anatomía de las tres especies muestran características que les han permitido crecer y desarrollarse en condiciones de alta intensidad luminosa, tasa transpiratoria y temperatura altas. Particularmente la presencia de vacuolas que ocupan el lúmen celular en el parénquima de las tres especies sugiere que pueden estar realizando fotosíntesis del Mecanismo del Ácido Crasuláceo (CAM ) y la presencia de células de la vaina alrededor de los haces vasculares de Tillandsia dasyliriifolia, sugiere un mecanismo fotosintético C4 que trabaja alternativamente para esta especie.
120
Abstract The Zapotitlán Valley, Puebla is a semiarid region located in the Central southwest part of Mexico; the plants inhabiting this valley are diverse and conformed different plant community associations, here plants have developed several adaptations to this harsh environment, where temperatures are above 40ºC. Within the valley, three species of the Tillandsoideae family coexist in two plant communities whose environments are slightly different., the “Izotal” and the “Cardonal”, in the first their phorophyte is Beaucarnea gracilis Lem and in the second plant community the columnar cacti Cephalocereus columna-trajani (Karw) K Schum, Neobuxbaumia tetetzo (J M Coult) Backeb and their putative hybrids. Here we also studied the morpho-anatomy that has allowed Tillandsia dasyliriifolia Baker, Tillandsia califanii Rauh and Tillandsia recurvata (L) to inhabit in a semiarid land. Plant population study of the three epiphytes was analyzed in two quadrants in the two plant communities. Adult plants of the three Tillandsia epiphytes were taken out for anatomical studies. Leaves and roots were fixed in FAA 10% for transversal semi-thin cuts and a differential dye was used. All three species were capable to grow and coexist on the same phorophyte B. gracilis, at the Izotal plant community and at the Cardonal, on the Cephalocereus columna trajai columnar cacti as support. The morpho-anatomical studies show the characteristics that have allowed these species to grow and develop in a high light, temperature and transpiration environment. The anatomy of the three Tilllandsia indicate that they may be using the CAM photosynthetic mechanism and the presence of a bundle sheath around the vascular tissue of Tillandsia dasyliriifolia suggest it may be as well using a C4 phothosynthetic pathway as an alternative pathway.
Introducción La familia Bromeliaceae está constituida por más de 2885 especies con 56 géneros, que se encuentran ampliamente distribuidas en el geotrópico. En el Continente Americano se localizan desde el sur de Chile hasta el sudeste de los Estados Unidos. De ellas, Tillandsia es el género más representativo (Medina et al., 1977; Smith y Downs, 1977; Benzing, 1980; Gilmartin, 1983; Luther, 2002). Su amplia distribución se debe a sus estructuras especializadas y adaptadas a hábitats extremos y tolerantes a restricciones o excesos físicos como luz, agua, nutrientes minerales o la combinación de algunos de éstos. Presentan hojas en roseta con capacidad de almacenamiento de agua y diferente grado de
121
suculencia. Las especies que son epífitas utilizan sus raíces como modo de sujetarse a sus forofitos y la toma de nutrientes lo realiza a través de sus hojas (Tomlinson, 1969; Benzing, 1980; Adams y Martin, 1986). De la subfamilia Tillandsioideae por lo menos 14 géneros y cerca de 50 especies han sido reportadas como plantas con fotosíntesis de metabolismo del ácido crasuláceo (CAM) (Crayn et al., 2004; Luttge, 2004). El género más estudiado es Tillandsia con 35 especies con este mecanismo ( Kluge y Ting, 1978). El Valle de Zapotitlán de las Salinas, Puebla es un área natural protegida, forma parte de la región fitogeográfica Mexicana xerófita (Rzedowski, 1978), y se encuentra dentro de la Reserva de la Biósfera desde 1998, cuya flora presenta afinidades Neotropicales una alta diversidad de especies (aprox. 3,000) de las cuales el 30% se estiman como endémicas (Villaseñor et al., 1990). Dentro del Valle existen diferentes tipos de vegetación (Zavala-Hurtado, 1982) y se pueden encontrar, varias especies de Tillandsia epífitas, las cuales presentan diferentes mecanismos adaptativos al medio árido (Meyran, 1973; Smith y Downs, 1977). Dentro de estas se encuentran: T. atroviridipetala, T. circinatoides, T. makoyana, T. pueblensis, T. califanii, T. dasyliriifolia y T. recurvata. En el presente estudio se trabajaron con las siguientes epífitas: Tillandsia dasyliriifolia Baker, es una especie que puede habitar tanto en ambientes mésicos como xéricos (Flores-Cruz, 1998), Tillandsia califanii Rauh, especie endémica del Valle de Tehuacán-CuicatlánZapotitlán (Smith, 1965; Smith y Downs, 1977) y Tillandsia recurvata (L.) L., una especie cosmopolita (Smith y Downs, 1977). Estas epífitas crecen sobre otras plantas en el interior del dosel hasta la periferia de las copas de los árboles, por lo que las epífitas habitan una gran variedad de sitios donde las características ambientales pueden ser diversas y variadas desde el punto de vista de la ecología fisiológica (Zotz y Hietz, 2001). Específicamente para estas tres especies, existen estudios enfocados principalmente a su taxonomía y distribución trabajos que han contribuido a su conocimiento (Smith y Downs, 1977) y en general para las Tillandsia. Los
122
estudios realizados sobre su ecofisiología se han basado principalmente en aspectos relacionados con la pérdida de agua y tolerancia a condiciones medioambientales extremas, mecanismos fotosintéticos, baja disponibilidad de nutrimentos e irradiación solar (Pittendrigh, 1948; Benzing, 1990; 2000; Craig, 1994; Zotz y Andrade, 1998; Zotz. y Thomas, 1999; Crayn et al., 2004; Luttge, 2004). En el presente estudio se describen algunas estrategias adaptativas de T. dasyliriifolia, T. califanii y T. recurvata, para habitar en un ambiente semiárido, relacionadas a su nutrición, eficiencia de uso de agua y mecanismo fotosintético basándonos en el criterio anatómico y se señalan los tipos de vegetación que ocupan así como el forofito donde crecen.
Descripción del área de Estudio El estudio se realizó en el Valle de Zapotitlán de las Salinas, Puebla. Área en la porción sudeste del estado de Puebla, cercano a los límites noroeste del estado de Oaxaca 18º20’N 97º28’W; elevación 1,400-1,600 m.s.n.m., (Zavala-Hurtado, 1982). Los tipos principales de asociación vegetal, con ecotonos no claros son: “Matorral espinoso” compuesto por Acacia cochliata, Cercidium praecox, Ipomoea pauciflora, Mimosa luisana, Prosopis laevigata. “Cardonal-tetechera” con Cephalocereus columna trajani, Neobuxbaumia tetetzo, Agave karwinskii, Mimosa luisana, Caesalpinia melanadenia, Calliandra capillata, Gymnosperma glutinosa, Mamillaria hageana, Mammilaria sphacelata, Mammillaria carnea. “Izotal” con Yucca periculosa, Agave marmorata, Beaucarnea gracilis, Echinocactus platyacanthus, Castela tortuosa, Caesalpinia melanadenia, Hechtia podantha, y bosque tropical caducifolio con Bursera biflora, Ceiba parvifolia, Sennna holwayana y Plumeria rubra. El Valle ha sido considerado como una región única en términos de su riqueza florística con un nivel del 30% de endemismo y es un importante sitio que debe ser conservado (Rzedowski, 1978; Jaramillo y González, de Medrano 1983; Villaseñor et al., 1990; Vite et al., 1992; Dávila et al., 1993; García-Suárez et al., 2003). 123
En el Valle se tienen temperaturas superiores a los 40 oC al mediodía e inferiores a los 15 o C durante la noche. El clima es seco con estación de lluvias durante los meses de Junio a Agosto (en ocasiones Septiembre), por lo que la mayoría del tiempo los componentes de la comunidad están expuestos a una alta irradiación. La precipitación anual es de 300-350 mm, y la temperatura media anual es de 20º C (Zavala-Hurtado, 1982).
Metodología Datos de campo Forofitos y morfología En el campo, se realizaron observaciones de las dos comunidades donde crecen éstas especies: el Izotal dominado por Beaucarnea gracilis Lem, y en el Cardonal mixto o Cardonal-tetechera, dominado por las cactáceas columnares Cephalocereus columna-trajani (Karw) Schum, Neobuxbaumia tetetzo (J M Coult) Backeb y sus posibles híbridos. Se revisaron las poblaciones homogéneas de Cephalocereus columna-trajani y de Neobuxbaumia tetetzo. En cada comunidad se marcaron dos cuadrantes de 50 m x 50 m en los que se realizaron registros de la ubicación del (los) forofito(s) así como de las especies de bromeliáceas que coexisten en el mismo hospedero, para cada tipo de comunidad vegetal. Se contó el número de individuos de cada especie y se midieron en la parte más ancha de la planta (base de la roseta) así como su altura total (sin inflorescencia), denominándolas respectivamente base y altura. Colecta del Material Biológico Se colectaron plantas adultas de las especies T. dasyliriifolia, T. califanii y T. recurvata y se transportaron al laboratorio para su posterior procesamiento.
124
Estudio anatómico. El material colectado fue fijado en FAA 10% y para el análisis anatómico de las tres especies de Tillandsia, con un microtomo rotatorio se realizaron cortes transversales a 7 micrómetros de hoja y de raíz, cortes longitudinales a la superficie de la epidermis y levantamiento de la misma. Las muestras se tiñeron con azul de toluidina, rojo neutro y Sudán III; se realizó la técnica tradicional de montaje en resina sintética (Johansen, 1940). El análisis de los cortes se realizó en microscopio compuesto Zeiss.
Resultados Forofitos En los cuadrantes marcados en el presente estudio no se encontraron especies de Tillandsia en las poblaciones homogéneas de Cephalocereus columna-trajanii ni de Neobuxbamia tetetso. Las especies de bromeliáceas epífitas que habitan principalmente en el Cardonal son T. dasyliriifolia y T. califanii, y escasamente T. recurvata. En el Izotal T. dasyliriifolia, T. recurvata y T. califanii, coexisten ocupando las ramas en el árbol. En el cardonal, T. dasyliriifolia es la bromeliácea más abundante observándose más frecuentemente en Cephalocereus. columnatrajanii. En el Izotal, todos los individuos de B. gracilis registrados tuvieron bromeliáceas epífitas (Tablas 1 y 2). Morfología de Tillandsia T. dasyliriifolia y T. califanii poseen vainas expandidas con tricomas absorbentes y presentan una roseta en forma de tanque, en la Tabla 2 se muestran las mediciones de base y altura para estas especies. T. recurvata es una epífita atmosférica con tricomas absorbentes y cuya morfología semeja una pelota y carece de tanque que almacene agua y otros detritos.
125
Anatomía de las Tillandsia Las especies estudiadas con hábito epífito, presentan características anatómicas muy semejantes entre sí, salvo algunas variantes que se señalan para cada especie. Las tres especies de Tillandsia presentan hojas equifaciadas (Fig. 1 a,c,e). En T. dasyliriifolia la epidermis de ambas caras es uniestratificada, cutinizada en las paredes externas y laterales; los estomas son hundidos, formados por células hipodermales. El complejo estomático está constituido por dos células oclusivas, de menor tamaño que las acompañantes y de 4 a 6 células subsidiarias de mayor tamaño. Las células epidérmicas se encuentran en un nivel por encima de las estomáticas. Los derivados epidérmicos que se presentan son escamas peltadas (Fig. 2 a, c), que constan de un escudo de 4 células de igual tamaño y en cruz, engrosadas en sus paredes, rodeadas por dos capas de células, de las cuales la más externa es con mayor celularidad. Por fuera de éste escudo se forma un ala amplia, sus células son elongadas y con paredes delgadas que le permiten el movimiento. El pedicelo se encuentra constituido por 4 células de transferencia en hilera; con un par de células basales hundido en la epidermis. En T. califanii , la hoja equifaciada (Fig. 1c) está constituída por tejidos con una distribución y estructura semejante a la hoja de T. dasyliriifolia , excepto por presentar por debajo de la epidermis un menor número de capas de fibras en el mesófilo. En T. recurvata la hoja equifaciada presenta una superficie mayor en el envés (cara abaxial) y una superficie restringida a una porción que equivale al haz (cara adaxial) debido a su forma cilíndrica (Fig. 1 e). La epidermis es monoestratificada, cutinizada y escamosa (Fig. 2 c, d). Las escamas presentan las mismas características que en las otras especies. El mesófilo de T. dasyliriifolia, está constituido por fibras que se localizan por debajo de la epidermis de ambas caras; por un clorénquima de células más o menos isodiamétricas, con gran cantidad de cloroplastos y cavidades intracelulares amplias debido a la presencia de vacuolas donde se almacena agua (figura 3a). Este clorénquima ocupa casi la totalidad del ancho de las hojas,
126
excepto en las porciones ocupadas por los haces vasculares y el aerénquima interfascicular (Fig. 1 a, c, e). Este último tejido en T. dasyliriifolia se caracteriza por presentar células en forma de estrella, con 4 a 5 brazos; la unión de estas células a través de cada brazo ocasiona la formación de amplios espacios intercelulares que facilitan la difusión de gas entre las células (Fig. 3 c). En las células del clorénquima se observaron maclas (conjunto de rafidios) como material ergástico (Fig. 3 b). El sistema vascular está constituido por haces vasculares colaterales y cerrados. Cada haz está constituido por un paquete de floema localizado hacia la cara abaxial de la hoja y un paquete de xilema hacia la cara adaxial de la misma. Las fibras perivasculares se encuentran rodeando al haz.(Fig. 1 a, b) Por fuera de estas fibras en T. dasyliriifolia se encuentra una vaina de naturaleza parenquimática que constituye la vaina del haz (Fig. 1 b). En T. recurvata, el mesófilo está constituido por un parénquima clorofílico, homogéneo, de células más o menos isodiamétricas con muchas de ellas conteniendo rafidios, que constituyen grandes maclas que llegan a ocupar la cavidad celular. El sistema vascular está formado por haces vasculares colaterales, cerrados y se presentan en menor número y son más pequeños que en las otras dos especies. Cada haz está formado por un paquete de floema orientado hacia el envés de la hoja y un paquete de xilema hacia el haz de la misma. Los haces se encuentran rodeados por fibras perivasculares (Fig. 1 e). La raíz consta anatómicamente de una rizodermis pluriestratificada constituyendo un velamen. La corteza está constituida por una exodermis pluriestratificada con células de transferencia y células con paredes engrosadas; estas últimas se observaron en mayor proporción que las de transferencia. Por debajo de la exodermis hay un anillo masivo y continuó de fibras corticales como tejido de resistencia. A continuación se presenta parénquima interno con amplios espacios intercelulares a manera de un aerénquima. La última capa de la corteza es la
127
endodermis, caracterizada por sus células con bandas de Casppari en forma de 0 y por sus células de paso que no presentan ningún engrosamiento en sus paredes celulares (Fig. 4 a, b). El primer tejido del cilindro vascular es el periciclo, monoestratificado y localizado por debajo de la endodermis, para T. califanii y T. dasyliriifolia y multiestratificado para T. recurvata. El sistema vascular está constituido por brazos de xilema, con maduración de tipo exarco, que alternan con paquetes de floema. La médula en raíces maduras se presenta esclerificada. El tipo de estela es políarca.
Discusión y Conclusiones En el Izotal dominado por B. gracilis, las tres especies son capaces de crecer coexistiendo en el mismo tipo de forofito. En el Cardonal se localizan en el cactus columnar, Cephalocereus columna-trajani donde el crecimiento y desarrollo de las epífitas se restringe al espacio de la columna del cacto con cierta preferencia hacia donde se encuentra su pseudocefalio lanoso, orientación norte-.noroeste del mismo (García Suárez et al., 2003; Valverde et al., 2007). En el árbol de Beaucarnea gracilis debido a su morfología con varias ramas y la presencia de hojas permite el establecimiento de las epífitas con una mayor abundancia y distribución debido a la disponibilidad de sitios apropiados para su crecimiento y desarrollo (García Suárez et al. 2003). Observaciones posteriores mostraron que al cambiar la latitud geográfica puede mostrar cambios como la presencia de epífitas en las cactáceas columnares que se encuentran ubicadas en las laderas sur de las montañas que forman el Valle de Zapotitlán.
Sólo algunas epífitas excepcionales tienen un forofito específico (Bennet, 1987, Benzing 2000), en la mayoría de los casos existen distintos soportes aunque no con la misma frecuencia, la distribución no es al azar sino en forma de parches de acuerdo con la distribución del forofito y se orientan en gradientes de luz y temperatura. Así la selección de forofitos para una especie varía según el tipo de ambiente donde se encuentre, la textura del árbol, la distribución de éste.
128
T. dasyliriifolia se distribuye en una amplia zona de la República Mexicana en ambientes áridos, semiáridos y húmedos, ha sido reportada como habitante de encinos en los bosques mesófilos del Estado de México (Huidobro, 1988; Flores, l998) y en los tintales de Quintana Roo (Zimmerman y Olmsted, 1992). Las epífitas aunque puedan encontrarse en ambientes mésicos, se considera que siempre están sometidas a condiciones de estrés hídrico (Benzing, 1990). T. califanii como planta endémica del estado de Puebla es habitante de un ambiente xérico y restringida a ocupar B. gracilis y C. columna trajani como hospederos, T. recurvata abarca sitios más húmedos en su distribución y no presenta exclusividad de selección de un forofito en particular. En el Valle de Zapotitlán se presenta sobre otras especies arbóreas como Cercidium praecox donde crece sin competencia de otras epífitas siendo su población muy abundante (Montaña et al., 1997), así como también en árboles de Prosopis laevigata (obs. pers. D. GarcíaSuárez) cuyas ramas son delgadas, sustrato que parece preferir esta especie de Tillandsia posiblemente debido a su morfología en forma de pelota, cubriendo por completo las ramas y quedando expuesta a la radiación solar. Según Pittendrigh (1948), T. recurvata es una especie considerada de demanda lumínica extrema, pueden tener una exposición al sol directa. Por poseer un denso estrato de tricomas foliares, es considerada como una planta atmosférica suculenta desde el punto de vista fisiológico. El mismo autor, considera en un tipo III a las bromeliáceas de tanque, que se caracterizan por tener hojas gruesas y anchas con tricomas esparcidos. T. califanii y T. dasyliriifolia pertenecen a este grupo, donde las epífitas toleran condiciones soleadas moderadas; y cuando habitan en sombra moderada las hojas que presentan son más delgadas (Huidobro, 1988). Las hojas y raíz de estas especies muestran diferentes adaptaciones anatómicas que presentan para sobrevivir en este tipo de ambiente. En las hojas, la radiación solar es reflejada por los tricomas y escamas, disminuyendo la temperatura hacia el interior del mesófilo. La presencia de una epidermis cutinizada, estomas hundidos y el esclerénquima evitan la excesiva pérdida de agua por transpiración. Los estomas en contacto con el aerénquima interfascicular incrementan la
129
eficiencia del intercambio gaseoso. La presencia de fibras alrededor de los haces vasculares, contribuyen a disminuir la pérdida de agua. El mesófilo es considerado como suculento, debido a la presencia de amplias vacuolas que abarcan prácticamente el lumen celular y de los cloroplastos periféricos y como sugieren Kluge y Ting (1978), se consideran como un índice de capacidad del mecanismo fotosintético CAM (metabolismo del ácido crasuláceo). En Tillandsia dasyliriifolia, la presencia de las células de la vaina alrededor de los haces vasculares sugieren también la posibilidad de un mecanismo fotosintético C4 que pudiese trabajar en paralelo según los requerimientos del uso de la economía del agua en esta planta. Esta vaina suberizada ha sido reportada para otros miembros de la familia Bromeliaceae por Tomilson (1969) y actualmente, no existen reportes de fotosíntesis C4 en la familia. Más sin embargo, hay varios reportes sobre diferencias en la fijación del CO2, ya sea por mecanismo CAM, C3, o vía C3 –CAM que se encuentran relacionadas con la adquisición de agua y de nutrimentos, así como con una relación referente a la morfología de las hojas: hojas gruesas cubiertas con tricomas exhiben fotosíntesis CAM mientras que hojas delgadas con escasos tricomas presentan fotosíntesis C3 . Guzmania monostachia bajo condiciones de estrés hídrico cambia de mecanismo C3 a CAM (Pittendrigh, 1948; Kluge y Ting, 1978; Griffiths y Smith, 1983; Luttge et al., 1986; Martin1994, Crayn et al., 2004). La distribución de estomas, tricomas y tejido clorofílico en las hojas de las tres especies sugiere que la toma de agua y nutrición ocurre a través de su superficie foliar (Adams y Martin, 1986; Nyman et al., 1987; Reinert y Meirelles, 1993). La raíz es un órgano que se encuentra reforzado tanto por una exodermis pluriestratificada así como por el anillo masivo de fibras corticales que contribuyen a evitar la pérdida de agua. El velamen cumple con la función de almacenamiento de agua y nutrimentos con lo que pueden tolerar el estrés hídrico causado por el ambiente xérico, en Tillandsia dasylirrifolia y Tillandsia califanii; no así para Tillandsia recurvata donde en esta epífita prácticamente no se observa su raíz y
130
su sostén se realiza por sus angostas hojas curvilíneas que abrazan preferentemente ramas delgadas; en T. dasyliriifolia y T. califanii, las características que presentan su raíz son específicas para proporcionar el anclaje, las absorción y almacenamiento de agua y de nutrimentos provenientes de la tierra que se acumula entre éstas y el forofito, como sucede en Tillandsia deppeana (Adams y Martin, 1986). Estos resultados evidencian algunas de las adaptaciones morfológicas que presentan las tres especies de Tillandsia en el Izotal y Cardonal-tetechera en el Valle de Zapotitlán, Se hace necesario realizar más estudios que permitan correlacionar las adaptaciones que presentan con la optimización funcional fisiológica de éstas plantas así como también la relación que mantienen con sus hospederos.
Referencias Adams III, W.W. y C.E. Martin. 1986. Morphologycal changes accompanying the transition from juvenile (atmospheric) to adult (tank) forms in the Mexican epiphyte Tillandsia deppeana (Bromeliaceae). Amer. J. Bot. 73:1297-1214. Bennett, B.C. 1987. Spatial distribution of Catopsis and Guzmania (Bromeliaceae) in Southern Florida. Bull. Torrey Bot. Club 114:265-271. Benzing, D.H. 1980. The Biology of Bromeliads. Mad River Press, Eureka, California. 305 pp. Benzing, D.H. 1990. Vascular epiphytes. General biology and related biota. Cambridge University Press. Nueva York. 354 pp. Benzing, D.H. 2000. Bromealiaceae: Profile of an adaptive radiation . Cambridge: Cambridge Univ. Press. Crayn, D. M. Winter, K. y J.A.C. Smith. 2004. Multiple origins of crassulacean acid metabolism and the epiphytic habit in the Neotropical family Bromeliaceae. Proceeding of the National Academy of Sciences 101:37033708. Dávila, P., Villasenor, R.J.L., Medina, L.T., Ramírez, R. A., Salinas, T.A., Sánchez-Ken, J. y P.Tenorio. 1993. Flora del valle de Tehuacan-Cuicatlán. 131
Listados Florísticos de México X. Instituto de Biología Universidad Nacional Autónoma de México. México. Flores Cruz, M. 1998. “Flora Genérica de la Familia Bromeliaceae en el Estado de México. Manual para la identificación de las especies de la familia Bromeliaceae presentes en el estado". Tesis de Maestría en Ciencias. Facultad de Ciencias. UNAM. 186 pp. García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V., y H. Serrano. 2003. Distribution and Abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Plant Ecology 166:207-215. Gilmartin, A. J. 1983. Evolution of mesic and xeric habitat in Tillandsia and Vriesia (Bromeliaceae). Syst. Bot. 8:233-242. Griffiths, H. y J.A.C. Smith. 1983. Photosynthetic pathways in the Bromeliaceae of Trinidad relations between life forms, habitat preference and the occurrence of CAM. Oecología 60:176-184. Huidobro Salas, M.E. 1988. El género Tillandsia (Bromeliaceae) en el Estado de México. Tesis de Licenciatura. ENEP. Iztacala, UNAM. Edo. de México. 103 pp. Jaramillo, L.V. y F. González-Medrano. 1983. Análisis de la vegetación arbórea de la provincia florística de Tehuacán-Cuicatlán. Bol. Soc. Bot. Méx. 45:49-64. Johansen, D.A. 1940. Plant microtechnique. MacGraw Hill. Nueva York. Kluge, M. y I.P. Ting. 1978. Crassulacean acid metabolism. Sprínger Verlag, Nueva York. Luther, H.E. 2002. An alphabetical list of Bromeliad binomials. The Bromeliad Society International. Sarasota, Fl. Luttge, U. 2004. Ecophysiology of Crassulacean Acid Metabolism (CAM). Annals of Botany 93:629-652. Luttge, U., K.-H. Stimmel, J.A.C. Smith y H.Griffiths. 1986. Comparative ecophysiology of CAM and C3 bromeliads. II. Field measurements of gas exchange of CAM bromeliads in the humid tropics. Pl. Cell Environm. 9:377383. Martin, C.E. 1994. Physiological Ecology of the Bromeliaceae. The Botanical Review 60:1-82.
132
Medina, E., Delgado, M. Troughton, J.H. y J.D. Medina. 1977. Physiological ecology of CO2 fixation in Bromeliaceae. Flora 166:137-152. Meyran, G. J. 1973. Guía botánica de cactáceas y otras suculentas del Valle de Tehuacán. Sociedad Mexicana de Cactología. A.C. México. Montaña, C., R. Dirzo, y A. Flores. 1997. Structural parasitism of an epiphytic bromeliad upon Cercidium praecox in an intertropical semiarid ecosystem. Biotropica 29:517-521. Nyman, L.P., Davis, J.P, O’Dell S.J., Arditti, J., Stephens G.C. y D.H. Benzing. 1987. Active uptake of amino acids by leaves of an epiphytic vascular plant, Tillandsia pausifolia (Bromeliaceae). Plant Physiol. 83:681-684. Pittendrigh, C. 1948. The Bromeliaceae anopheles malaria complex in Trinidad. The Bromeliad Flora. Evolution 2:58-89. Reinert F. y S.T. Meirelles. 1993. Water acquisition strategy shifts in the heterophylous saxicolous bromeliad. Vriesia geniculata (Wawra) Wawra. Selbyana 14:80-88. Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Limusa, México. Smith, C.E. 1965. Flora of the Tehuacán Valley. Feldiana Bot. 31:101-143. Smith, L.B. y R.J. Downs. 1977. Tillandsioideae (Bromeliaceae). Flora Neotropica. Monograph 14. Part 2. Hafner Press, Nueva York. Tomilson, P.R. 1969. Anatomy of the monocotyledons II Commelinales – Zingiberales. C.R. Metcalfe ed. Oxford University Press. Valverde, P.L, Vite, F., Pérez-Hernández, M.A. y J.A. Zavala-Hurtado. 2007. Stem tilting pseudcephalium orientation, and stem allometry in Cephalocereus columna trajani along a short latitudinal gradient. Plant Ecology 188: 17-27. Villaseñor, J. L., Dávila, P. y F. Chiang. 1990. Fitogeografía del Valle de Tehuacán-Cuicatlán. Bol. Soc. Bot. Méx. 50:135-149. Vite, F. Zavala-Hurtado, J.A., Armella, M.A. y M.D. García-Suárez. 1992. Regionalización y caracterización macroclimática del matorral xerófilo. Superficies de respuestas a variables climáticas de once géneros de plantas característicos de este tipo de vegetación. Section IV-8-3. Carta escala 1:8,000,000. En: Gutiérrez de MacGregor M.T., Cell-Hurtado A. y García Fuentes, A. (eds). Atlas Nacional de México 2: Tópicos fitogeográficos (provincias, matorral xerófilo, cactáceas). Instituto de Geografía. Universidad Nacional Autónoma de México. México D.F.
133
Zavala Hurtado, J.A. 1982. Estudios ecológicos en el valle semiárido de Zapotitlán, Puebla. I Clasificación numérica de la vegetación basada en atributos binarios de presencia o ausencia de las especies. Biotica 7:99120. Zimmerman, J. K. y I.C., Olmsted. 1992. Host tree utilization by vascular epiphytes in a seasonally inundated forest (Tintal) in Mexico. Biotropica 24: 405-407. Zotz, G. y J-L. Andrade. 1998. Water relations of two co-occuring epiphytic bromeliads. Journal of plant Physiology 152:545-554. Zotz, G. y V. Thomas. 1999. How much water is the tank? Model calculations for two epiphytic bromeliads. Annals of Botany 83: 183-192. Zotz, G. y P. Hietz. 2001. The physiological ecology of vascular epiphytes: current knowledge, open questions. Journal of Experimental Botany 52:2067-2078.
134
Tabla 1. Número de individuos de bromelias: Tillandsia dasyliriifolia, T. califanii y T. recurvata encontrados en dos hospederos: Beaucarnea gracilis en el Izotal y en el cacto columnar Cephalocereus columna trajani en el Cardonal. Epífita/ Hospedero
Beaucarnea gracilis
Cephalocereus columna trajani
árboles
bromélias
árboles
bromélias
Tillandsia dasyliriifolia
14
304
3
16
Tillandsia califanii
14
201
3
3
Tillandsia recurvata
14
49
3
1
Tabla 2. Estructura poblacional con base en las dimensiones de individuos adultos, juveniles y plántulas de Tillandsia dasyliriifolia y T. califani. Todas las mediciones son el promedio y la desviación estándar N = .
Altura (cm)
Base (cm)
T. dasyliriifolia Plántulas (<9.9 cm) Juveniles (10-24.9 cm) Adultos (>25 cm)
4.57 ± 2.25 15.22 ± 4.15 43.85 ± 14.27
1.53 ± 0.67 4.19 ± 2.26 11.46 ± 3.77
4.44 ± 2,90 16.07 ± 3.89 30.88 ± 5.39
1.53 ± 0.91 4.50 ± 1.25 7.37 ± 2.32
T. califani Plántulas (<9.9 cm) Juveniles (10-24 cm) Adultos ( > 25 cm)
a)
b) 135
células de la vaina y mesófilo c)
d)
e)
Figura 1. Anatomía de la hoja de Tillandsia dasyliriifolia (10X a,16X b), de T, califanii (10X c, 16X d) y de T, recurvata (10X e) .Corte transversal de hojas equifaciadas (a, c, e) muestra las características y arreglo de las células del mesófilo de las tres especies.(b, d) Acercamiento del haz vascular, muestra el xilema y floema rodeado por fibras perivasculares y en (b) células de la vaina que rodea al haz. La barra en las figuras b y d indica 50 ȝ, las restantes son de 150 ȝ.
a) 136
b)
c)
d)
Figura 2. Anatomía de la hoja de Tillandsia dasyliriifolia 10X (a, c), y de T, califanii 10X y 16X (b, d). La epidermis (a, b) muestra corte longitudinal de tejido epidérmico y (c,d)la estructura de las escamas. La barra de las figuras a - c corresponden a 100 µ; la de la figura d es de 150µ.
137
a)
b)
c)
Figura 3. Especializaciones anatómicas de Tillandsia dasyliriifolia (a,b,c,) 10X a) Corte transversal de hoja que muestra el clorenquíma, esclerénquima y fibras por debajo de la epidermis b) rafidios en el mesófilo, c) aumento del tejido de aerénquima interfascicular en hoja. Las barras corresponden a 50µ.
138
a)
b)
periciclo velámen
endodermis
Figura 4. (a) Corte transversal de raíz de Tillandsia dasyliriifolia donde se puede apreciarse las células del velámen 10X y (b) el cilindro central esclerificado, periciclo y endodermos. Las barras corresponden a 50 µ
139
ECOPHYSIOLOGY OF TILLANDSIA DASYLIRIIFOLIA BAKER. (BROMELIACEAE). PHOTOSYNTHETIC PATTERN. 1
2
3
4
M.D. GARCIA-SUAREZ * , M. COLLAZO ORTEGA , G. LAGUNA-HERNANDEZ , R. SAN MIGUEL , A. LARQUE 4 5 6 SAAVEDRA , V. RICO-GRAY , Y H. SERRANO . 1
Depto. Biología, Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. ApartadoPostal 55-535, Mexico City, DF,09340, 2 Laboratoro de Desarrollo de Plantas, Facultad de Ciencias. Universidad Nacional . Autónoma de México 3 Laboratoro de Estructura y Fisiología de Plantas Facultad de Ciencias Universidad Nacional Autónoma de México. 4 Laboratorio de Fisiología Vegetal, Colegio de Postgraduados, Chapingo, Edo. de México. 5 Instituto de Ecología, A.C. Apartado Postal 63, Xalapa, 91000, Ver., México. 5 Departamento de Ciencias de la Salud. Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. Apartado Postal 55-535, México City, DF, 09340, México
Abstract Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae), an epiphyte which present impounding tank, has been reported to inhabit arid and mesic environments. Within the Valley of Zapotitlán, Puebla, Mexico, where harsh conditions of an arid land prevail and are evident, it has adapted to inhabit. Some aspects of its ecophysiology considering environmental, phenological, physiological and morphological adaptations to water storage are shown. As a CAM plant it has mesophyll succulence of 17 mg.mL-1 and as a C4 plant, present bundle sheath cells around vascular tissue. Other adaptive morphology to arid environments are the presence of scales in epidermis, perivascular fibers for its water economy, sunken stomata and stomatal conductance related to aerenchyma tissue; besides all these characteristics, the proportion of diurnal, nocturnal and total CO2 uptake contribute to its possible C4 -CAM type of photosynthetic pattern, characteristics that have allowed the maintenance of this epiphyte bromeliad in a semiarid land as is the Zapotitlán Valley , Puebla.
Introduction Tillandsia dasyliriifolia Baker (Bromeliaceae) is a monocarpic semelparous epiphyte that coexist with other two epiphytes T.califanii and T. recurvata in the Zapotitlán Valley in two different
140
xerophitic plant communities: the Izotal and the Cardonal. It is widely distributed throughout Mexico, and adapted to different environments e.g. tropical scrubs, thorn scrub and cloud forest (García Suárez et al., 2003). Epiphytes are generally associated to mesic environments where they profusely grow, creating microclimates not considered as stressful for them, yet, they have to suffer drought and high light incidence, being water availability probably the most important environmental factor limiting their growth and survival (Benzing, 1990). In the desert, plants are exposed to drought, high irradiance, hot air, and water stress. Adaptations of desert plants have enabled them to successfully survive in such a harsh environment (Crawford, 1989). Many succulent plants like cacti and agave inhabiting this habitat are examples where phenological, morphological and physiological adaptations are relevant (Elheringer, 1985; Nobel, 1984: 1988; Nobel and Barrera, 2003). Two different strategies have been adopted by epiphytes: one is morphological forming water storage organs, like impounding tanks, and the other is physiological in such a way that some species can be considered as atmospheric plants which lack such impoundments; they both grow on the bark of host trees, and have to rely entirely on the stored water in their tissues (Benzing 1990; 2000). The adaptive growth, phenological rhythms and reproductive development, related with its temporal variations have been previously described for Tillandsia dasyliriifolia (García Suárez et al., 2003). Succulent plants exhibit different CO2 fixation mechanisms, including C3, C4 and CAM pathways (Sayed, 1998). Although high water use efficiency is related with both C4 and CAM, the first is characterized by midday stomatal closure and diurnal CO2 uptake whereas the second show nocturnal CO2 uptake (Szarek and Ting, 1975; Ting, 1985). Physiologically, CAM plants exhibit a temporal separation from C3 and C4 plants. CO2 fixation is used for malic acid synthesis by CAM plants during its nocturnal
141
stomata opening and its release in decarboxylation during the day when stomata are closed. C4 photosynthetic mechanism separates this by using two different kinds of cells. Malic acid is produced within the mesophyll cells, transported to bundle sheath cells where it is decarboxylated and released CO2 is then re-fixed via C3 pathway (Kluge and Ting, 1978; Osmond, 1978). As stomata close, internal CO2 pressure must be maintained (Burcschka et al., 1985). In the Neotropical family Bromeliaceae, photosynthetic capacities have been found to be variable showing C3, C3-CAM and CAM CO2 fixation strategies (Medina et al., 1977; Martin and Siedow, 1981; Griffiths and Smith,1983; Adams and Martin, 1986; Griffiths et al., 1986; Smith et al., 1986; Martin and Adams, 1987; Lüttge, 1987; Martin and Schmitt; 1989; Martin, 1994; Maxwell et al., 1994; Nowak and Martin,1997; Zotz and Andrade, 1998; Zotz and Hietz, 2001; Lüttge, 2004). Particularly CAM within the Bromeliaceae has been considered to have a multiple origin and as an ecophysiological modification of photosynthetic carbon acquisition which has been reviewed extensively before (Crayn et al., 2004; Lüttge, 2004). Here we examined some aspects of the photosynthetic ecophysiology of Tillandsia dasyliriifolia considering its adaptive morphology to a semiarid environment with an evaluation of its relative water content, grade of succulence, stomatal conductance, proportion of diurnal, nocturnal and total CO2 uptake and tritrable acidity; that have allowed its maintenance in the canopy of trees in the semiarid environment at the Valley of Zapotitlán, Puebla.
Material and methods Study area The research was carried out in the Zapotitllán Valley, Puebla, México, a semi-arid ecosistem. Rainfall in the valley occurs during the months of June-September. Mean annual temperature ranges between 18 and 22 oC; maximal/minimal
142
temperatures for spring months (March-April) are 43/14 oC and 35/10 oC for summer (June-July) months, respectively. Total amount of annual rainfall is 380 mm. (García, 1987; Arizaga and Escurra, 2002). The Tillandsia dasyliirifolia plants were studied in the Izotal plant community, having Beaucarnea gracilis as host trees as described elsewhere (García Suárez et al., 2003).
Anatomical observations Adult plants in vegetative fase were collected in situ and taken back to laboratory to make anatomical observations. Stereoscopic and light microscopes were used for general anatomical description. Leaves were cut transversally (7µ) and stained with 0.1% (w/v) toluidine blue solution. Slides of fresh material were examined with a Zeiss Axiomat microscope and photographed with a Fujichrome color film ASA100 with a Cannon camera. Relative water content (RWC) RWC was determined according to Barcikowski and Nobel (1984). Since this method requires the determination of turgid, fresh and dry weights, adult plants in vegetative fase were collected in the field and taken to the laboratory. Turgid weight was determined upon re-hydratation of leaves by placing them for six days in 0.25X strength Hoagland´s solution, to saturate water content. Dry weight was measured after oven drying at 60oC until no further weight changes occurred. Fresh weight of leaves was obtained as the quotient of dry weight divided by turgid weight minus dry weight. Quantitative Index of succulence (S) was estimated with the surface expansion method as suggested by Kluge and Ting (1978) and the Delf index (1912), described in Kluge and Ting (1978). The first is a correlation of leaf surface and fresh weight assuming a 1 g = 1 mL equivalence whereas the second is the quotient of saturating water content related to the two dimensional surface (Larcher, 1973).
143
A specific mesophyll succulence index (Sm) was determined according to Kluge and Ting (1978) and Osmond et al., (1989). Mesophyll succulence index was determined after leaf water content and leaf chlorophyll content was obtained. Leaf water content was defined after leaf succulence where the leaf fresh over dry weight ratio were measured. For chlorophyll determination, chlorophylls were extracted from 1 g fresh clean leaves immersed in cold 5ml N,N dimethylformamide (DMF Sigma Chemical, St. Louis, Mo, spectrophotometrical grade) for 3 days in the darkness. Absorbances at 664.5 and 647 nm was determined in a Perkin Elmer Lambda2 spectrophotometer (Perkin Elmer, Piscattaway, NJ). Chlorophyll type and content was determined after Inskeep and Bloom (1985) formulas. For dry matter allocated to leaves determination, plants were oven dried (60oC) and dry weight of leaves was then expressed as percentage of the total dry weight of each plant (Radogluos and Jarvis, 1992). Gas exchange (Net CO2 uptake and transpiration rate) was determined in April (spring) and June (summer) with an IRGA analyzer LCA 3 ADC portable infrared analyser open gas exchange system (Li-Cor, Lincon, Ne). Adult plants of T. dasyliriifolia were chosen randomly at the Izotal plant community growing in the Beaucarnea gracilis trees. Measurements were made with clapped leaves using abaxial surface area where more stomata are present. Gas exchange was measured every 4 h for a 24 h period and the same measurements were repeated for three plants. On each plant four leaves were selected, and gas exchange monitored on these leaves. Maximum and minimum air temperatures were recorded. For malic acid determination of titrable acidity, 5 gr samples of entire leaves were taken every 4 h in a 24 h period. The samples were frozen and stored until processed. Leaves were thawed and macerated directly on a cold mortar, cell suspension was cleared from cells and debris by mesh-clothing filtration, and extracts were titrated to pH 7.0 with 0.01 N NaOH. (Craig et al., 1981).
144
Results Epidermal peels showed rectangular cells with sinuous walls arranged in longitudinal files. An hypodermis is present just below the epidermis. Sunken stomata and stomatal chambers are present, along the longitudinal files, as well as the presence of peltate scales. Below hypodermis on the adaxial side there is chlorenchyma and below water storage tissue near abaxial side. Aerenchyma tissue is present in between vascular tissue (Fig.1), connected to stomata chambers. Vascular bundles are equidistant surrounded by vascular fibers and particularly of Tillandsia dasyliriifollia surrounded as well by a bundle sheath consisting of gross parenchyma cells with thin walls and chloroplasts (Fig. 2). These features of T. dasyliriifolia are similar to those described for the whole Bromeliaceae family (Tomilson, 1969; Smith and Downs, 1977; Reinert and Meirelles 1993). The relative water content (RWC) was 232 ±0.2 mg g-1. This data correlate to the anatomical finding that leaf consist principally of chlorenchymatous tissue specialized as a water storage tissue; however, it is possible that air in the storage tissue might also be present (Table 1).
Surface expansion was 7± 0.1 cm2 g-1 tissue and succulence degree of only 0.6 g dm-2.
The mesophyll succulence of T. dasyliriifolia, was Sm = 1.6; an index for
succulence at cellular level typical for CAM plants (Kluge, and Ting, 1978). Chlorophyll content was close to 17 µg g-1 dry weight (Table 1). T. dasyliriifolia CO2 uptake was mainly during the night especially in spring time when temperature is higher than in summer time, a phenomenon found in most CAM plants, but also during light periods (Fig. 3). Stomata are closed at midday hours as for other C4 photosynthetic plants although some C3 species also show
145
this stomatal behaviour, stomata open at day time during morning, at eight o’clock, avoiding water loss the rest of the day (Fig. 4). As can be seen in Fig. 5, titrable acidity data nicely correlate with the activity of C4 enzymes and dark CO2 fixation. Samples of entire leaves showed differences in malic acid content near to 25000meq/g during spring (warmer period) whereas this amount is only 1200 meq/g in summer. Environmental and leaf temperatures from T. dasyliriifolia evaluated by IRGA during the spring, show that the leaf maintains a lower temperature specially at midday (Fig.6).
Discussion Plant survival in harsh arid environments requires the development of both anatomical and physiological adaptations. For most CAM plants a predominantly physiological adaptation has been taken as the presence of succulent mesophyll with large vacuoles (Kluge and Ting, 1978; Zotz and Hietz, 2001), whereas a two compartment CO 2
fixation strategy has been adopted by C4 plants (Hatch and
Slack, 1970). In the case of T. dasyliriifolia, contradictory anatomical characteristics were found. From a strictly morphological view T. dasyliriifolia mesophyll cells have a relative large vacuole and few chloroplasts, where water and malic acid can be stored resembling the assimilatory cells of typical CAM plants (Osmond, 1978; Guralnick and Jackson, 2001). Also, the presence of large intercellular spaces that facilitate gas diffusion within the voluminous water storing tissue, contribute to describe the architecture of a CAM performing plant. On the other side, the presence of a vascular bundle sheath has been taken as a distinctive characteristic of C4 plants. Since morphology can not indicated clearly the kind of photosynthetic adaptations that T. dasyliriifolia has developed in order to adapt to the harsh semiarid conditions of the Zapotitlán Valley, physiological indicators were explored.
146
One indicator of the photosynthetic physiology is the succulence index, mainly for those plants with mesophyll cells containing prominent vacuoles and large air spaces that could facilitate gas diffusion since the vacuoles can storage both water and malic acid (Osmod, 1978). The mesophyill succulence of T. dasyliriifolia is 1.6 a very similar value to the 1.52 obtained for Tillandsia usneoides (Medina et al. 1977), 1.34 and 2.45 for Kalanchoe daigremontana and Kalanchoe blossfeldiana ( Kluge and Ting,1978) which are considered as a low grade succulence (Medina et al., 1977; Sayed, 1998). This data strongly indicate that succulence indeed is one of the relevant adaptations for plant survival in semiarid ecosystem. A second aspect of the photosynthetic physiology is the CO2 fixation mechanism. Tillandsia dasyliriifolia has a main CO2 uptake during the dark hours specially during the summer. However there is a significant CO2 incorporation during spring light diurnal hours. Taking this behaviour along with the presence of a spongy mesophyll could be indicative of a CAM performing plant. However, the diurnal CO2 incorporation indicative of a partial stomata opening and the presence of a bundle sheath with cloroplasts around the vascular tissue again indicates a C4 plant. High night CO2 uptake, when temperatures are not high have been found in many CAM species, including several Agavaceae (Nobel, 1984; 1985; Nobel and Quero, 1986 ) According to Osmond s classification (1978), CO2 uptake in T. dasyliriifolia is made in Phase II and IV indicating that T. dasyliriifolia presents the four phases of CAM metabolism (Ting, 1985). Carbon dioxide losses during phase III is related with high midday temperatures, as has been reported for Agave lechuguilla (Nobel and Quero, 1986). In T. dasyliriifolia the cost of succulence might result in an increase in their radiate load on the leaves, due to stomata closure at midday, during dry season, as happens for other CAM species (Nobel, 1984) or other arido-active C4 species (von Willert et al., 1992).
147
Although there is a variation in the photoperiodic response among different CAM species (Ting, 1985), a possible mechanism has not yet been proposed. Changes in activity of phosphoenolpyruvate carboxylase (PEPc) has been noted in some species subjected to short day treatments, and it have been associated to a switch from C3 to CAM in CAM facultative plants (Winter et al., 1978). A C4 plant that slightly opens their stomata has an advantage in CO2 fixiation, that has been associated with an increase in water use efficiency (Edwards and Walker, 1983). A plant that can shift from C4 to CAM or viceversa, show a higher survival rate when exposed to a water stress similar to that of a C3-CAM shifting plant (Winter, 1985, Edwards et al., 1996). Metabolically, this shift brings an increase in PEPc use and activity within the tissue (Koch and Kennedy, 1980; Nishio and Ting, 1987). Photosynthetic shift has been reported not only as an adaptive faculty in semiarid plants but also to plants exposed to extreme dryness. It has been reported that Portulaca oleracea shift from a C4 metabolism during the wet season to a CAM CO2 fixation during the dry season allowing a better control of water economy than using a single photosynthetic mechanism (Koch and Kennedy, 1980; Sayed, 1988; Lara et al., 2004). This finding can not be taken as the general rule since it has been reported that there is some diurnal CO2 fixation for some CAM plants, depending their class (Ting, 1985). Up to now, the studies dealing with some true C4-CAM intermediate species have been restricted to three succulent dicotyledons e.g. Peperomia camptotricha (Nishio and Ting, 1987; 1993), Portulaca oleracea (Koch and Kennedy, 1980;1982; Mazen, 1996) and Portulaca grandiflora (Ku et al., 1981; Kraybill and Martin, 1996; Guralnick and Jackson, 2001; Guralnick et al., 2002; Lüttge, 2004). In Portulaca species, Sage (2002) concludes that C4–CAM coupling is not accomplished and that both pathways only occur side by side in this C4-CAM intermediate species. This strategy might be adopted as well in T. dasyliriifolia.
148
It has been reported that CO2 uptake can be related to photoperiod. In Hesperaloe funifera, photoperiod and phenology influences CO2 uptake, as indicated by leaf emerging and biomass increase that can also be related to monthly changes in titrable acidity (Ravetta and McLaughlin, 1996). In T. dasyliriifolia, a slight but significant increase in titrable acidity was obtained two to four hours after the maximal stomata conductance, indicating the increase in malic an other oganic acids. This increase also correlates to those hours where environmental temperature was lower. Crayn and co-workers (2004), reported that among Tillandsioideae, 233 out of 788 species sampled, most of them from the genus Tilllandsia, were CAM plants whereas others were C3 plants. However, Maxwell et al. (1994) reported a C3-CAM bromeliad epiphyte Guzmania monostachia, but no C4 or C4-hybrid in this group has been reported before. For Biernertia cycloptera (Chenopodiaceae) growing in salty semi-desert depressions of Central Asia, exhibits an unusual chlorenchyma and lacks the usual Kranz anatomy but has photosynthetic features of C4 plants (Voznesenskaya et al., 2002). Sage and Monson (1999) have particularly demonstrated that most species of the Chenopodiaceae family are C4 and has provided valuable information dealing with the evolution of the C4 anatomy. All of these works suggest the adaptive versatility of plants under harsh stressing environments. It has been considered that CAM plants have an ecophysiological success to inhabit arid environments mainly because their water loss is minimized during daytime; C4 plants are less efficient in water loss control but tolerate more stressful light and temperature conditions along with restricted water availability. The anatomical, stomatal closure, titrable acids and CO2 fixation characteristics strongly indicates that Tillandsia dasyliriifolia is a CAM-C4 plant whose adaptations made them optimal to tolerate the extremely harsh conditions for an
149
epiphyte growing in a semiarid region, like the Zapotitlán Valley. Further studies are needed to search for biochemical enzyme activities and molecular adaptations present in T. dasyliriifolia for a better understanding of the processes involved.
References Adams III, W.W. and C.E. Martin. 1986. Physiological consequences of changes in life form of the Mexican epiphyte Tillandsia deppeana (Bromeliaceae). Oecologia 70:298–304. Arizaga, S. and E. Escurra. 2002. Propagation mechanisms in Agave macroacantha (Agavaceae), a tropical arid-land succulent rosette. American Journal of Botany 89:639=641. Barcikowski, W. and P.S. Nobel. 1984. Water relations of cacti during dessication: distribution of water in tissue. Botanical Gazette 145:110-115. Benzing, D.H. 1990. Vascular epiphytes. General biology and related biota. Cambridge University Press. Cambridge 354 pp. Benzing, D.H. 2000. Bromeliaceae: Profile of an adaptive radiation ( G.Bennett, G. Brown, M.Dimmit, H.Luther, I.Ramírez, R. Terry, W. Till) Cambridge University Press. Cambridge. 690 pp. Burcschka, C., Lange, O.L. and W. Hartung. 1985. Effects of abscisic acid on stomatal conductance and photosynthesis in leaves of intact Arbutus unedo plants under natural conditions. Oecologia 67:593-595. Crawford, R.M.M. 1989. Studies in Plant Survival. Publications. Oxford. 296 pp.
Blackwell Scientific
Crayn, D.M., Winter, K. and J.A.C. Smith. 2004. Multiple origins of crassulacean acid metabolism and the epiphytic habit in the Neotropical family Bromeliaceae. Proceeding of the National Academy of Sciences 101: 3703-3708. Delf, E.M. 1912. Transpiration in succulent plants. Annals of Botany 26:409-440. Edwards, G. and D.A. Walker. 1983. C3; C4 Mechanisms and Cellular and environmental regulation of photosynthesis. Blackwell Scientific Publications. Oxford. 542 pp.
150
Edwards G.E., Dia, Z., Cheng, S.H. and M.S.B. Ku. 1996.. Factors affecting the induction of crassulacean acid metabolism in Mesembryanthenum crystallinum. In Winter, K & Smith J.A.C. (Eds.) Crassulacean acid metabolism Springer Verlag Berlin. 449 pp. Elheringer, J. R. 1985. Annuals and perennials of warm deserts. In B. F. Chabot and D. A. Mooney [eds.], Physiological ecology of north plant communities, 162–180. Chapman & Hall, New York, New York, USAGarcía, E. 1987 Modificaciones al sistema de clasificación climática de Köppen (para adaptarlo a las condiciones climáticas de la República Mexicana), 4th ed. Instituto de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F., México García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V. and H. Serrano. Distribution and Abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Plant Ecology 166:207-215. Griffiths, H. and J.A.C. Smith. 1983. Photosynthetic pathways in the Bromeliaceae of Trinidad: relations between life-forms, habitat preference and the occurrence of CAM. Oecologia 60:176–184.
Griffiths, H., Lüttge, U., Stimmel, K.H., Crook, C.E., Griffiths, N.M. and J.A.C. Smith. 1986. Comparative ecophysiology of CAM and C3 bromeliads. III. Environmental influences on CO2 assimilation and transpiration. Plant Cell and Environment 9:385-393.
Guralnick, L.J., Edwards, G., Ku, M.S.B., Hockema, B. and V.R. Franceschi. 2002. Photosynthetic and anatomical characteristics in the C4-crassulacean acid metabolism-cycling plant, Portulaca grandiflora. Functional Plant Biology 29:763–773. Guralnick, L.J. and M.D. Jackson. 2001. The occurrence and phylogenetics of Crassulacean acid metabolism in the Portulacaceae. International Journal of Plant Science 162:257–262
Hatch, M.D. and C.R. Slack. 1970. The C4 carboxylic acid pathway of photosynthesis. pp.35-106. In Reinhold L and Liwschitz Y, eds., Progress in Phytochemistry. Wiley-lnterscience, New York.
151
Inskeep, W.P. and P.R. Bloom. 1985. Extinction coefficients of cholorophyll a and b in N, N- Dimethylforamamide and 80% of acetone. Plant Physiology 77:483-485. Koch , K.E. and R.A. Kennedy. 1980. Characteristics of crassulacean acid metabolism in the succulent C4 dicot Portulaca oleraceae L. Plant Physiology 65: 193-197. Koch, K.E. and R.A. Kennedy. 1982. Crassulacean acid metabolism in the succulent C4 dicot, Portulaca oleracea L. under natural environmental conditions. Plant Physiology 69:757–761. Kluge, M. and I.P.Ting. 1978. Crassulacean acid metabolism: analysis of an ecological adaptation. Berlin: Springer-Verlag. 209 pp Kraybill, A. A. and C.E.Martin. 1996. Crassulacean acid metabolism in three species of the C4 genus Portulaca. International Journal of Plant Science 157:103–109. Ku, M.S.B., Shieh, Y.J., Reger, B.J. and C.C. Black. 1981. Photosynthetic characteristics of Portulaca grandiflora a succulent C4 dicot. Cellular compartmentation of enzymes and acid metabolism. Plant Physiology 68:1073–1080. Lara, M.V., Drincovich, M.F., and C.S. Andreo. 2004. Induction of a crassulacean acid like the C4 succulent plant, Portulaca oleracea L. a study of enzymes involved in carbon carbohydrate metabolism. Plant Cell Physiol. 45:618626. Larcher, W. 1973. Oekologie der Planzen. Sttutgart: Verlag Eugen Ulmer. Lüttge, U. 1987. Carbon dioxide and water demand: crassulacean acid metabolism (CAM) a versatile ecological adaptation exemplifying the need for integration in ecophysiological work. New Phytol. 106:593-629. Lüttge, U. 2004. Ecophysiology of Crassulacean Acid Metabolism (CAM). Annals of Botany 93:629-652. Martin, C. E. 1994. Physiological ecology of the Bromeliaceae. The Botanical Review 60: 1-82. Martin, C.E. and J.N.Siedow. 1981. Crassulacean acid metabolism in the epiphyte Tillandsia usneoides (Spanish moss). Plant Physiol 68:335-339.
152
Martin, C.E. and W.W. Adams, III. 1987. Crassulacean acid metabolism, CO2recycling, and tissue desiccation in the Mexican epiphyte Tillandsia schiedeana Steud. (Bromeliaceae). Photosynthesis Research 11:237-244. Martin C.E. and A.K.Schmitt. 1989. Unusual water relations in the CAM atmospheric epiphyte Tillandsia usneoides L. (Bromeliaceae). Botanical Gazette 150:1–8. Martin, C.E., Christensen, N.I. and B.R. Strain. 1981. Seasonal patterns of growth, tissue acid fluctuations and CO2 uptake in the crassulacean acid metabolism epiphyte Tillandsia usneoides L. (Spanish Moss). Oecologia 49:322-328. Maxwell C, Griffiths H, and A.J. Young.1994. Photosynthetic acclimation to light regime and water stress by the C3-CAM epiphyte Guzmania monostachia: gas-exchange characteristics, photochemical efficiency and the xanthophyll cycle. Functional Ecology 8:746–754. Medina, E., Delgado, M. Troughton, J.H. and J.D. Medina. 1977. Physiological ecology of CO2 fixation in Bromeliaceae. Flora 166:137-152. Mazen, A.M.A. 1996. Changes in levels of phosphoenolpyruvate carboxylase with induction of crassulacean acid metabolism (CAM)-like behavior in the C4 plant Portulaca oleracea. Physiologia Plantarum 98:111–116. Nishio J.N. and I.P. Ting. 1987. Carbon flow and metabolic specialization in the tissue layers of the crassulacean acid metabolism plant, Peperomia campotricha. Plant Physiology 84:600-604. Nishio, J.N. and I.P. Ting. 1993. Photosynthetic characteristics of the palisade mesophyll and spongy mesophyll in the CAM/C4 intermediate plant Peperomia camptotricha. Botanica Acta 106:120–125. Nobel, P. S.1984. Productivity of Agave deserti; measurement by dry weight and monthly prediction using physiological responses to environmental parameters. Oecologia 64:1-7. Nobel, P.S. 1985. PAR, water and temperature limitations on the productivity of cultivated Agave fourcroydes (henequen). Journal of Applied Ecology 22:157-173. Nobel, P.S. 1988. Environmental biology of agaves and cacti. Cambridge University Press, New York. 270 pp
153
Nobel, P.S. and E. Quero. 1986. Environmental productivity indices for Chihuahuan desert CAM plant Agave lechugilla. Ecology 67:1-11. Nobel, P.S. and E. Barrera, de la. 2003. Tolerances and acclimation to low and high temperatures for cladodes, fruits and roots of a widely cultivated cactus, Opuntia ficus- indica. New Phytologist 157:271–279. Nowak, E.J. and C.E. Martin. 1997. Physiological and anatomical responses to water deficits in the CAM epiphyte Tillandsia ionantha (Bromeliaceae). International Journal of Plant Sciences 158:818–826. Osmond, C.B. 1978. Crassulacean acid metabolism: a curiosity in context. Annual Review of Plant Physiology 29:379-414. Osmond ,C.B., Williams, W.A. and S.D. Smith. 1989. Crassulacean acid metabolism In: Pearcy, R.W., Ehlerinnger, J.R., Mooney, H.A. & Rundel, P.W. (Eds), Plant Physiological Ecology Chapman & Hall. London. 255-280 pp. Radoglous , K.M. and P.G. Jarvis. 1992 . Effects of CO2 enrichment and nutrient supply on growth and leaf anatomy of Phaseolus vulgaris L. seedlings. Annals of Botany 90:245-246. Ravetta D.A. and S.P. McLaughlin. 1996. Ecophysiological studies in Hesperaloe funifera (Agavaceae): a potential new CAM crop. Seasonal patterns of photosynthesis. Journal of Arid Environment 33:211-223. Reinert, F. and S.T. Meirelles. 1993. Water acquisition strategy shifts in the hetrophylous saxiolous bromeliad, Vriesia geniculata (Wawra) Wawra. Selbyana 14:80-88. Sage, R.F. and R.K. Monson. 1999. C4 Plant Biology. Academic Press. New York. 596 pp. Sage, R.F. 2002. Are crassulacean acid metabolism and C4 photosynthesis incompatible? Functional Plant Biology 29: 775–785 Sayed, O.H. 1998. Phenomorphology and ecophysiology of desert succulents in eastern Arabia. Journal of Arid Environment 40:177-189. Smith, L.B: and R.J. Downs. 1977. Tillandsioideae (Bromeliaceae). Flora Neotropica. Monograph 14, Part 2 Hafner press, New York.1492pp.
154
Smith, J. A. C.,Griffiths H. and U. Lüttge. 1986. Comparative ecophysiology of CAM and C3 bromeliads. I. The ecology of the Bromeliaceae in Trinidad. Plant Cell and Environment 9:359-376. Szarek, S.R. and I.P. Ting. 1975. Photosynthetic efficiency of CAM plants in relation to C3 and C4 plants. In: Marcelle, R. (Ed.) Environmental and Biological Control of Photosynthesis pp. 289-297. The Hague. W. Junk. 408 pp. Ting, I.P. 1985. Crassulacean acid metabolism. Annual Review of Plant Physiology 36:595-622. Tomilson, P.R. 1969. Anatomy of the monocotyledons III. CommelinalesZingiberales. (CC.R. Metcalfe, ed.) Oxford University Press. Oxford 446 pp. von Willert, D.J., Eller, B.M., Werger, M.J.A., Brickmann, E. and H-D. Ehlernfeldt. 1992. Life Strategies of Succulents in Deserts. Cambridge : Cambridge University Press. 350 p. Voznesenskaya, E.V., Franceshi, V.R., Kiirats O., Artyusheva, E.G. Freitag H. and E.G. Edwards. 2002. Proof of C4 photosynthesis without Kranz anatomy in Bienertia cyclopter (Chenopodiacae). The Plant Journal. 31: 649-662. Winter, K. 1985. crassulacean acid metabolism. In: Barber J. Baker NR (eds) Photosynthetic mechanism and the environment. Elsevier, Amsterdam, pp. 329-387. Winter, K., Lüttge, U., Winter, E. and J. Troughton. 1978. Seasonal shift from C3 photosynthesis to crassulacean acid metabolism in Mesembrianthenum cristallinum growing in its natural environment. Oecologia 34:225-237. Zotz, G. and J-L. Andrade. 1998. Water relations of two co-occurring epiphytic bromeliads. Journal of Plant Physiology 152:545–554. Zotz G. and P. Hietz. 2001. The physiological ecology of vascular epiphytes: current knowledge, open questions. Journal of Experimental Botany 52:2067-2078.
155
Table 1. SUCCULENCE STATUS AND CHLOROPHYLL CONTENT OF Tillandsia dasyliriifolia. Characteristic Surface expansion (SEI)
7 cm2g-1
Succulence index (S)
0.6 g dm-2
Mesophyl succulence Index (Sm)
1.6
Total chlorophyll
16.902 ± 0.2 µg g-1
Chlorophyll a
0.496 ± 0.035 µg g-1
Chlorophyll b
7.41 ± 0.6 µg g-1
Relative Water Content (RWC)
232 ± 12 mg g-1
156
b
c b
c
a
Figure. 1. Transversal leaf cut of T. dasyliriifolia (a) aerenchyma tissue between (b) vascular tissue with perivascular fibers, surrounded by bundle sheath and meshophill cells (c).
157
c
a
b
d
Figure 2. Vascular bundle of Tillandsia dasyliriifolia (a) enclosed in fibers( b) bundle sheath with thin walls and chloroplasts(c) mesophill cells (d) clorenchyma tissue.
158
1 0 0 0
[CO2] (ppm)
8 0 0
6 0 0 S u m m e r S p r in g 4 0 0
2 0 0
0 4
8
1 2
1 6
2 0
2 4
T im e o f d a y (h )
Figure 3. CO2 fixation in T. dasyliriifolia. Photosynthetic activity was measured by IRGA as described under Material and Methods. Data are the mean ± sd of at least 5 individual measurements on the same plants along a 24 h period during spring (filled dots) or summer (empty diamonds).
159
Conductance (milimoles)
80 70 60 50
Summer Spring
40 30 20 10 0 4
8
12
16
20
24
time of day (h)
Figure 4. Stomatal conductance. Electrical conductance from Tillandsia dasyliriifolia was measured as described under Material and Methods. Data from at least five individuals were recorded during a 24 hr period during the sunniest year periods. Data are mean ± sd.
160
Acidity (Eq/gr fresh tissue)
100
75
Spring Summer
50
25
0 4
8
12
16
20
24
Time of day (h)
Figure 5. Titrable acidity from Tillandsia dasyliriifolia. Leaves from two different year periods were extracted as described in Material and Methods. Data from spring and summer evaluations are given on organic (malic acid) equivalents. Data are mean ± sd from at least five independent extractions.
161
40
Temp (ºC)
30 Environment
20
Leaf
10 0 4
8
12
16
20
24
Time of day (h)
Figure 6. Environmental and leaf temperatures from T. dasyliriifolia were evaluated by IRGA during the summer. Data are mean ± sd of at least three independent determinations
162
CAPITULO V
CONCLUSIONES CONSIDERACIONES FINALES. La vegetación del Valle de Zapotitlán, ha sido considerada como un relicto del matorral xerófilo que imperó en todo el Valle de Tehuacán, sin embargo la estabilidad de este ecosistema se ve afectada día a día debido al crecimiento de la población humana y a la satisfacción de sus necesidades primarias por lo que el efecto de destrucción del hábitat ha traído cambios en la estructura y distribución de las poblaciones de especies que conforman los diferentes tipos de comunidades vegetales existentes en el Valle. Las epífitas presentadas en este estudio, no son la excepción y han sufrido los efectos de la destrucción de sus hábitats frecuentemente restringidos en cuanto a su distribución geográfica en forma de parches junto con las especies que les brindan hospedaje, sus forofitos, constituyéndolas como formas de vida amenazadas. El estatus endémico de T. califanii, así como el de sus hospederos, aspecto que en general para el Valle tiene relevancia pues el 30% de las especies vegetales que se encuentran ahí, presentan esta característica y su conservación in situ, es prácticamente el mejor método para mantener estas especies, siendo entonces la deforestación el método principal que contribuye a su pérdida. Así, los cambios en la demografía de los hospederos, podrían predecir el futuro de su distribución y conservación y afectarían indudablemente la demografía de las epífitas y su sobrevivencia (Norton et al., 1995; García Suárez et al., 2003; García Suárez et al., 2006).
163
La distribución espacial de las poblaciones de Tillandsia dasyliriifolia y de las especies epífitas con las que coexiste Tillandsia califanii y Tillandsia recurvata, dependen de diferentes aspectos ecológicos y fisiológicos que han permitido su establecimiento en el ambiente árido del Valle de Zapotitlán. Los sitios donde se han establecido han sido seleccionados por aspectos tanto bióticos como abióticos dando una distribución particular dentro del Valle. En este estudio se observó que Tillandsia califanii y T. dasyliriifolia resultaron ser especies específicas en la selección del hospedero (Beaucarnea gracilis) en el ‘Izotal’ y Cephalochereus columna trajanii en el” Cardonal” no así para T. recurvata que se observa en otros hospederos. Sin embargo, estas Tillandsia pareciera que utilizan los cactos columnares como hospederos en el ‘Cardonal’, posiblemente debido a una reducción de la abundancia de la vegetación del Izotal y a la transformación del área debido a la eliminación de la vegetación original por extracción para comercio, pastoreo en el área por chivos y/o la necesidad de transformar la tierra para cultivo de áreas previamente ocupadas por B. gracilis (Cardel et al., 1996). El tipo de crecimiento de las epífitas encontradas en estas dos comunidades vegetales se pueden considerar como semejante a lo que ocurre en bosques secundarios y muy distantes de lo que ocurre en bosques considerados como primario o maduros (Barthlot et al., 2001; Krömer y Gradstein, 2003). La semejanza consiste en la baja abundancia y diversidad de epifitas, siendo un ambiente menos heterogéneo formado por una estructura de árboles con poca diversidad como ocurre tanto en el Izotal como en el Cardonal (García Suárez et al., 2003; Zavala-Hurtado, 1982). La distribución y abundancia de las Bromeliaceae en esta zona árida se da principalmente a la disponibilidad de sustratos hospederos adecuados para su establecimiento y está en relación con la posibilidad de retener condiciones de humedad adecuada y una menor cantidad de luz que les favorezcan. La dispersión de sus semillas y su establecimiento en las zonas áridas se encuentran relacionadas principalmente con la disponibilidad de los vientos que se presentan durante la época de maduración de sus semillas
164
así como la presencia de humedad relativa y disponibilidad de agua para su desarrollo, siendo entonces estos factores abióticos como los que contribuyen con la capacidad de movimiento de las semillas: de su dispersión y finalmente de su posible establecimiento.
Las tres especies de Tillandsia observadas en este estudio presentan semillas con testa con pelos coma (Smith y Downs, 1977) que permiten su transporte hacia sitios aparentemente alejados de su origen, indicando tal vez que aún en ausencia de los árboles de Beucarnea gracilis donde se encuentran más abundantemente puedan colonizar sitios como los árboles que conforman el cardonal que se encuentran más alejados, aspectos que debe ser probado, aunque las observaciones de presencia de plantas de menor talla podrían indicar que las poblaciones son más recientes que las encontradas en las Beaucarnea o bien indicar que factores ambientales influyen en la morfología de las Tillandsia que habitan una comunidad vegetal u otra.
La distribución en parches de estas epífitas, particularmente T. dasyliriifolia y T. califanii, reflejan la distribución de los hospederos preferenciales. De las tres especies de Bromeliaceae de este estudio se observó que Tillandsia recurvata fue la única bromélia con características que le permitieron ocupar otro hospedero (Cercidium praecox), estudiado previamente por Montaña et al. (1997). La conservación de las especies se basan en tres aspectos: su distribución, abundancia y la especificidad de su habitat particular La inestabilidad del hábitat, parches y estrés físico inducen una mortalidad independientemente de la densidad de las poblaciones, no teniendo el mismo efecto en cada una de las edades siendo para Tillandsia dasyliriifolia la mortalidad de adultos menor a la de los juveniles (García Suárez et al., 2003). Zotz et al. (2001) puntualizan que se hace necesario evaluar con mayor detenimiento y desde el punto de vista fisiológico el
165
efecto de la edad en Tillandsia el a fin de poder conocer con mayor profundidad los aspectos relacionados con su dinámica poblacional. El realizar el estudio poblacional de T. dasyliriifolia y compararla con las otras dos especies de epífitas con la que co-occurre compartiendo los dos forofitos particulares donde se encuentra en un ambiente semiárido, permitió evaluar su abundancia en relación a la disponibilidad de espacio en sus hospederos, así como realizar algunos estudios comparativos de otros aspectos de su ecofisiología.
Germinación La germinación de las especies probadas Tillandsia dasyliriifolia y Tillandsia califanii, especies simpátricas y cuya morfología de tanque es bastante similar, principalmente en los primeros estados de crecimiento, ambas especies se comportan de manera distinta: Tillandsia dasyliriifolia es una planta cuya inflorescencia ramificada produce varios miles de semillas. Su germinación es exitosa, después de elaborar diferente pruebas en el laboratorio se demostró su alta capacidad germinativa. Sin embargo, bajo condiciones de campo fue difícil observar la capacidad germinativa, en las pruebas de germinación in situ que permitiesen observar bajo condiciones experimentales su germinación y su posterior establecimiento tanto de plántulas provenientes de la germinación in situ como in vitro. Al igual que para otras especies semélparas, la energía de la planta se dedica principalmente al evento reproductivo sexual y a su vez contempla la formación de brotes asexuales en la base de plantas adultas, previo al esfuerzo reproductivo. No existen estudios relacionados con la reproducción clonal de las epífitas, más sin embargo, como ocurre para otras especies, es muy probable que los hijuelos contribuyan aportando energía para el evento reproductivo sexual conformando un genet como lo describen Harper y White (1974).
166
T. califanii presenta diferentes problemas en su sobrevivencia dada la baja viabilidad de sus plántulas a pesar de haber obtenido un 60% de germinación, se oxidan y mueren, representando un reto dentro de la investigación a fin de favorecer e incrementar el porcentaje de germinación y la sobrevivencia de las plántulas, lo que invita a realizar diferentes pruebas que puedan favorecerlas (García Suárez et al., 2006). Para T. dasyliriifolia cuya germinación se da bajo diferentes condiciones, su sobrevivencia y establecimiento se basa principalmente en la disponibilidad del agua, factor limitante en un ambiente semiárido como el Valle de Zapotitlán, y un reto a salvar principalmente durante estas primeras etapas de su ciclo de vida. Las semillas germinadas en las cápsulas como ocurre también para otras especies, representan una incognita de cómo pueden establecerse ya dentro de la población o si éstas perecen al no tener un sitio adecuado de anclaje para su posterior crecimiento. Otro punto de vista sería que el establecimiento de sus plántulas se puede dar de manera muy cercana a la planta madre coincidiendo con lo observado para bosques tropicales primarios y secundarios (Benzing, 1978; Hietz y Hietz-Zeifert, 1995 a,b; Bader et al., 2000; Barthlott et al., 2001) aunque un aspecto importante en el área de Zapotitlán, es la presencia de buenos vientos durante la temporada de dispersión (febrero-marzo). Si se contempla el aspecto micro-climático las posibilidades de sobrevivencia de las plántulas para las especies de T. califanii y T. dasyliriifolia son las mismas aunque de alguna manera la cantidad de luz además de la humedad puede estar influyendo para su final establecimiento ya que existe cierta preferencia con respecto a su orientación ya dentro del forofito y finalmente la luz, influir en la talla alcanzada por los individuos adultos en cada comunidad (García Suárez et al., 2003).
167
Al igual que en un estudio previo (Benzing, 1978), observar la germinación en el campo fue imposible evaluarla, con lo que se apoya la hipótesis de que la presencia del agua es un factor limitante para que ésta se realice así como su posterior crecimiento y desarrollo, la presencia de una corteza porosa y capaz de retener agua puede contribuir favorablemente al establecimiento más abundante de las especies de Tillandsia en el Izotal, aunado a esto hay un mayor número de sitios probables por las ramas que presenta Beucarnea gracilis como hospedero. En el Cardonal la restricción principal se da debido a la morfología propia del cacto columnar así como también a la exposición más directa al sol debido a la ausencia de hojas que contribuyan a un sombreado parcial como ocurre en el Izotal. La fase posterior al establecimiento, una vez pasada la etapa crítica de plántula, también ha sido poco explorada. Se tiene poca información sobre el momento en el que comienzan la relación entre el huésped y el hospedero, ni de los costos, en términos de competencia por recursos y reducción de la radiación por la copa del árbol, que las plantas epífitas experimentan por permanecer por debajo o dentro de la copa de los árboles hospederos. La sobrevivencia de las plántulas y su posterior desarrollo es desconocido hasta ahora para especies de zonas áridas y semiáridas, vislumbramos algunos aspectos con las pruebas realizadas con diferentes medios de cultivo con ausencia de algunos minerales como P, K, N, Fe., pero esto no indica como puede seleccionarse un sitio seguro, con adecuada luz, temperatura, humedad y recursos minerales que permitan su posterior crecimiento. Para entender la dispersión de las semillas, su establecimiento, sobrevivencia y posterior desarrollo hacia los estados juveniles y adultos debe hacerse un estudio más exhaustivo respecto a su dispersión, evaluando la dirección de los vientos, considerar algunos aspectos de la orientación topográfica, cantidad de semilla producida por especie y abundancia de plantas en edad reproductiva en la población así como también considerar la distribución de los forofitos en el
168
diferentes localidades del Valle de Zapotitlán, Puebla. Al respecto, Zotz y Hietz, (2001), sugieren la necesidad de realizar estudios integrales sobre la biología de las epífitas desde los aspectos fisiológicos relacionados con la inestabilidad de los sustratos y aspectos de su dispersión, herbivoría y competencia (Winkler et al., 2005). Morfoanatomía y fijación del CO2 Contemplando otros aspectos de la ecofisiología de estas Tillandsia, las características morfo-anatómicas de Tillandsia dasyliriifolia permiten describirla como una epífita extrema, con capacidad de explotar un hábitat difícil, árido o semiárido ya que ha desarrollado interesantes mecanismos adaptativos, como son los tricomas absorbentes, capas celulares de tejido de almacenamiento de agua y capacidad de almacenamiento de nutrimentos.
Tillandsia dasyliriifolia puede tolerar exposiciones directas de sol, la morfoanatomía de sus hojas gruesas, cutinizadas y con tricomas impiden que mucha de la luz captada llegue a las células fotosintetizadoras posiblemente debido a que es absorbida en gran parte por el tejido especializado en el almacenamiento de agua que se encuentra por debajo de la epidermis. Los tricomas reflejantes que se encuentran en la epidermis pueden contribuir con la disminución de la temperatura hacia el interior del mesófilo. Una excesiva pérdida de agua por transpiración puede ser controlada con la presencia de una epidermis cutinizada, estomas hundidos y la presencia de esclerénquima. A su vez los estomas en contacto con el aerénquima interfascicular pueden incrementar la eficiencia del intercambio gaseoso. Todos estos aspectos requieren un estudio más profundo que compruebe las posibilidades sugeridas.
En Tillandsia dasyliriifolia, el mesófilo es considerado como suculento, debido a la presencia de amplias vacuolas que abarcan prácticamente el lumen celular y de los cloroplastos periféricos, considerándose como un índice de capacidad del
169
mecanismo fotosintético CAM. Al mismo tiempo, la presencia de las células de la vaina alrededor de los haces vasculares, sugieren el mecanismo C4. Sin embargo, como se encontró en el presente estudio la toma de CO2 tanto nocturna como diurna finalmente sugiere que esta planta tenga un metabolismo híbrido CAM-C4, que no necesariamente tenga la capacidad de actuar al unísono, sino que pueda complementarse en respuesta a las variaciones ambientales. La raíz de T. dasyliriifolia es un órgano que se encuentra reforzado tanto por una exodermis pluriestratificada, así como el anillo masivo de fibras corticales que contribuyen a evitar la pérdida de agua, el velamen cumple con la función de almacenamiento de agua y nutrimentos con lo que puede tolerar el estrés hídrico causado por el ambiente xérico a la vez que sirve de sostén de la propia planta. Es importante continuar con las investigaciones en la familia Bromeliaceae epífitas, y se debe tomar en cuenta los avances y sugerencias que para el grupo son pertinentes a fin de poder realizar investigación comparativa que dé mayores respuestas relacionadas con las interacciones de estas formas de vida y de los forofitos que las hospedan. Los avances que hasta ahora se han realizado respecto a los estudios en bromélias epífitas se encuentran relacionados con la investigación en el campo de la taxonomía (Luther, 2000); y en menor grado respecto a la fisiología y ecología, siendo los primeros realizados hasta ahora en unas cuantas especies (Lüttge, 2004) y los estudios en ecología se han realizado con especies de fácil acceso, por el sitio que ocupan en los árboles evitando las especies que ocupan los estratos arbóreos en árboles de gran envergadura. Finalmente los estudios sobre la ecofisiología hasta ahora realizados en especies epífitas, se encuentran relacionados con aspectos de pérdida de agua y fotosíntesis en un sólo órgano, como las hojas (Zotz, 1995; Zotz y Thomas, 1999; Zotz y Hietz, 2001; Zotz et al., 2001) Faltan por hacer estudios básicos de la biología reproductiva de estas especies, si bien se sabe que para las especies de Tillandsioideae su polinización es principalmente por palomillas, colibríes y murciélagos en ambientes mésicos
170
(Isley, 1987; Sazima et al.,1995) realmente se desconoce para los ambientes áridos. El tipo de síndrome de polinización puede sugerir que para estas especies es el entrecruzamiento, sin embargo se desconoce una estimación apropiada de los requerimientos reproductivos para especies de zonas áridas y semiáridas. Faltan realizar estudios contemplando el factor de competencia tanto intraespecífica como interespecífica, que no fueron abordados en el presente estudio. Por otro lado, debe contemplarse estudios sobre la fragmentación de sus forofitos y por ende su aislamiento poblacional que de manera directa e indirecta pueden estar afectando su genética poblacional, pudiéndose formar poblaciones aisladas o sub-poblaciones que se presenten con morfologías en cuanto a tamaño como se observa ya en ambos tipos de comunidades en este estudio. Así mismo, se hace necesario realizar una evaluación adecuada de su genética poblacional a nivel molecular. En particular Tillandsia califanii como especie endémica, cuya distribución geográfica se ve limitada al área del Valle y cuya variación genética se encuentra limitada a sus mecanismos reproductivos y a su dispersión. La conservación de estas especies en el Valle de Zapotitlán, se ve afectada también por la fragmentación de sus comunidades vegetales y el estado genético en que se encuentren las poblaciones de las Tillandsia. El asilamiento geográfico puede compararse para Tillandsia dasyliriifolia y Tillandsia recurvata ya que ocupan una mayor distribución en México, y así evaluar el pool genético existente en el Valle. La pérdida de sus forofitos por causas naturales como vientos es un evento fortuito, principalmente en el caso de Beaucarnea gracilis, y es conocido que las especies epífitas que caen al suelo tienen pocas probabilidades de sobrevivencia (Matelson et al., 1993). El lento crecimiento de estas especies como plantas suculentas y epífitas (Zotz, 1995) hace que la posibilidad de establecimiento y formación de poblaciones
171
estables conlleve mucho tiempo además de que particularmente en las zonas semiáridas la dispersión y establecimiento bajo condiciones naturales parece ser un evento difícil de evaluar, esto puede cambiar año con año, la sobrevivencia de sus plántulas debe ser una estrategia que se dé durante una época de lluvias abundante que permita el desarrollo de las plántulas y permita un buen establecimiento en un sitio adecuado o seguro, estudios relacionados con este punto son también necesarios. El presente estudio de la ecofisiología de Tillandsia dasyliriifolia permite concluir que es una planta que puede tolerar al estrés de un ambiente semiárido, presenta diferentes adaptaciones morfo-anatómicas y fisiológicas que le han permitido establecerse en ambientes que no son adecuados para otras epífitas. Su estudio contribuye al entendimiento de la dinámica poblacional de esta especie en las comunidades del Valle de Zapotitlán, Puebla, donde hay poca variabilidad de especies epífitas. Sin embargo, falta entender aspectos importantes de la biología reproductiva, de la polinización, tasa de crecimiento, cómo la dispersión de semillas conforma la composición de las poblaciones de esta bromélia en distintas comunidades, que tan lejos dispersan las semillas y las plántulas los vientos, como se afecta su establecimiento y distribución, y finalmente como cambiarán con el tiempo sus poblaciones.
172
REFERENCIAS Bader, M., van Dunné, H.J.F., y H.J. Stuiver. 2000. Epiphyte distribution in a secondary cloud forest vegetation: a case study of the application of GIS in epiphyte ecology. Ecotropica 15: 181-195. Barthlott, W., Schmit-Neuerburg V., Nieder, J. y S. Engwald. 2001. Diversity and abundance of vascular epiphytes: a comparison of secondary vegetation and primary montane rain forest in the Venezuelan Andes. Plant Ecology 152:145-156. Cardel, Y., Rico Gray, V., García-Franco, J.G, y L.B. Thien. 1996. Ecological status of Beaucarnea gracilis Lem. (Nolinaceae): and endemic species of the semiarid Tehuacán Valley, Mexico. Conservation Biology 11: 367-374. García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V. y H. Serrano. 2003. Distribution and abundance of Tillandsia spp. (Bromeliaceae) in the Zapotitlán Valley, Puebla, México. Plant Ecology 166:207-215. García-Suárez, M.D., Rico-Gray, V, Molina-Aceves, N. y H. Serrano. 2006. In vitro Germination and clonal propagation of the endemic Tillandsia califanii Rauh (Bromeliaceae) from Mexico. Selbyana 27:54-59. Harper, J.L. y J. White. 1974. The demography of plants. Annual Review of Ecology and Systematics 5: 419-463. Hietz, P. y U. Hietz Steifer. 1995a. Composition and ecology of vascular epiphyte communities along an altitudinal gradient in central Veracruz, Mexico. Journal Vegetation Science. 6:487-498. Hietz, P. y U. Hietz-Seifert. 1995b. Structure and ecology of epiphyte communities of cloud forest in central Veracruz, Mexico. Journal of Vegetation Science. 6:719-728. Isley III, P.T. 1987. Tillandsia . The World´s most unusual air plants. Botanical Press. Gardena, Ca. 209 pp. Krömer, T. y S.R. Gradstein. 2003. Species richness of vascular epiphytes in two primary forests and fallow in the Bolivian Andes. Selbyana 24:190-195.
173
Luther, H.E. 2000. An alphabetical list of Bromeliad binomials. The Bromeliad Society International. Sarasota Fl. 82 pp. Lüttge, U. 2004. Ecophysiology of Crassulacean Acid Metabolism (CAM). Annals of Botany 93: 629-652. Matelson, T.J., Nadkarni, N.M. y J.T. Longino. 1993. Longevity of fallen epiphytes in a Neotropical montane forest. Ecology 74: 265-269. Norton, D.A., Hobbs, R. J. y L. Atkins. 1995. Fragmentation, disturbance and plant distribution:mistletoes in woodland remnants in the western Australian wheat belt. Conservation Biology 9: 426-438. Sazima, M. Buzato, S. y I. Sazima. 1995. Bat pollination of Vriessea in Southeastern Brazil. Bromelia 2:29-37. Smith ,L.B. y R.J. Downs. 1977. Tillandsioideae (Bromeliaceae). Flora Neotropica Monograph 14. Part 2. Hafner Press, New York. 1492 pp. Winkler, M., Hülber, K., Mehltreter, K.V., García Franco, J.G., y P. Hietz. 2005. Herbivory in epiphytic bromeliads, orchids and ferns in a Mexican montane forest. Journal of Tropical Ecology. 21:147-154. Zavala-Hurtado, J.A. 1982. Estudios ecológicos en el Valle semiárido de Zapotitlán, Puebla I. Clasificación numérica de la vegetación basada en atributos binarios de presencia o ausencia de las especies. Biotica 7:99120. Zotz, G. 1995. How fast does an epiphyte grow? Selbyana 16:150-154. Zotz, G. y J.L.Andrade. 1998. Water relations of two co-occuring epiphytic bromeliads. Journal of Plant Physiology 152:545-554. Zotz, G. y V. Thomas. 1999. How much water is the tank? Model calculations for two epiphytic bromeliads. Annals of Botany 83:183-192. Zotz, G. y P. Hietz. 2001. The physiological ecology of vascular epiphytes: current knowledge, open questions. Journal of Experimental Botany 52:2067-2078. Zotz, G., Hietz P. y G. Schmidt. 2001. Small plants, large plants: the importance of plant size for the physiological ecology of vascular epiphytes. Journal of Experimental Botany 52: 2051-2056.
174
plantas suculentas y ambientes xerófitos de la península de yucatán Conferencia de Jorge Carlos Trejo
Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas [ASYCS]
Plantas suculentas y ambientes xerófitos de la península de Yucatán Cactáceas y Agavaceas
Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas [ASYCS]
INFORMACIÓN GEOCLIMÁTICA DE LA PENÍNSULA DE YUCATÁN Precipitación Pluvial
Tipos Climáticos
Sistemas Ecológicos
La Selvas y Matorrales Xerófitos del norte de Yucatán, son las comunidades naturales más importante para las plantas suculentas: Las Cactáceas conforman un grupo fisonómicamente distintivo. Las especies columnares son elementos aparentes en el estrato arbóreo, en tanto que las especies tipo “nopal” son muy evidentes en el sotobosque. Es el tipo de ambiente con mayor número de especies de Cactáceas en la Península de Yucatán, con 13 de las 17 regionales. Igualmente, las Agaváceas conforman un grupo fisonómicamente distintivo. Agave angustifolia ssp. angustifolia es un elemento aparentes en el sotobosque.
CACTÁCEAS
CACTÁCEAS DE LA PENÍNSULA DE YUCATÁN Seis de los 17 taxones (especies, subespecies, variedades) de cactáceas nativas de la Peninsula de Yucatán son endémicas regionales, algunas con rangos de distribución amplios (Selenicereus donkelaari) o muy limitados (Mammillaria gaumeri). Algunas especies son abundantes, como Opuntia stricta, en tanto que otras son escasas, como es el caso de Pterocereus gaumeri. Trece especies de Cactáceas, sobre todo las cuatro columnares (Pilosocereus gaumeri, Pterocereus gaumeri y Stenocereus eichlamii y Stenocereus laevigatus) y las dos de Mammillaria tienen uso, al menos potencial, ornamental. Tres especies están protegidas legalmente, por la NOM-059-ECOL2001: Mammillaria gaumeri Mammillaria yucatanensis Pachycereus gaumeri = Pterocereus gaumeri
Cactáceas de la Península de Yucatán Clasificación Taxonómica de la Familia Cactaceae Cuatro Subfamilias: 1. Cactoideae 2. Opuntioideae 3. Malhuenioideae 4. Pereskioideae
Opuntia stricta [= Opuntia dillenii] Nombre común: Tsakam, Pak’ am
Nopalea gaumeri Nombre común: Tsakam, Pak’ am
Nopalea inaperta Nombre común: Tsakam soots´
Stenocereus laevigatus Sin nombre común
Stenocereus eichchlamii [‘Marshallocereus eichlamii’] Sin nombre común
Pilosocereus gaumeri Nombre común: K’ulub
Pterocereus gaumeri
Nombre común: Nej kisin, Tso’ots’ pak’am, K’an chooch
Mammillaria gaumeri Nombre común: K’iix pak’ am, Pool miis
Mammillaria gaumeri Población de Río Lagartos
Mammillaria columbiana spp. Yucatanensis [= Mammillaria yucatanensis] Sin nombre común
Selenicereus grandiflorus ssp. donkelaari [= Selenicereus donkelaari] Nombre común: Koj kaan, Pool tsutsuy, Sak baakel kaan, Aak’il pak’am
Selenicereus pteranthus Sin nombre común
Strophocactus testudo [= Selenicereus testudo] Nombre común: Pitaya de tortuga
Hylocereus undatus Nombre común: Pitaya, Pitajaya
Hylocereus undatus spp. luteolus Sin nombre común
Acanthocereus tetragonus [= Acanthocereus pentagonus] Nombre común: Tsakam, Nuum tsutsuy
Epiphyllum hookeri [= Epiphyllum phyllanthus] Nombre común: Pitajaya ku’uk
Pereskiopsis kellermani [= Pereskiopsis scandens] Sin nombre común
Rhipsalis baccifera Sin nombre común
AGAVES
AGAVES DE LA PENÍNSULA DE YUCATÁN Tres de los cinco taxones (especies, subespecies, variedades) de Agaváceas de la Peninsula de Yucatán son endémicas regionales, algunas con rangos de distribución amplios (Furcraea cahum) o limitados (Manfreda). Las cinco especies de Agaváceas tienen uso, al menos potencial, ornamental. Algunas especies son abundantes, como Agave angustifolia var. angustifolia en tanto que otras son escasas (Manfreda). Ninguna especie está protegida legalmente, por la NOM-059-ECOL-2001.
Agaves de la Península de Yucatán
Agave fourcroydes Nombre común: Henequén, Sak kij
Furcreae cahum Nombre común: Cajum, Cajum kij
Agave angustifolia var. angustifolia Nombre común: Kij, Ch’elem, Ch’elem kij, Xix kij
Manfreda maculata
[≠ Manfreda maculata] [≠ Manfredabrachystachya] Nombre común: Kabal ch’elem, Junpets’ k’iinil
Fuentes gráficas: Contraportada: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/7/7f/Henequen.jpg Selenicereus grandiflorus ssp. donkelaari: http://chalk.richmond.edu/flora-kaxil-kiuic/s/selenicereus_grandiflorus_ssp_donkelaarii_07s.JPG Hylocereus undatus: http://www.fourlangwebprogram.com/fourlang/afbeeldingen/Hylocereus_undatus_1.jpg http://www.theamateursdigest.com/40261.jpg Henequen: http://www.excentricaonline.com/wp-content/uploads/2010/10/henequen-plant.jpg http://www.esacademic.com/pictures/eswiki/89/Yaxcopoil-Campo-de-Henequen.jpg http://lh3.ggpht.com/_eGnelVax_pI/S02J0nRrw5I/AAAAAAAAHHg/7MXx2vpTrgI/CIMG2587.JPG
Plantas Suculentas y Ambientes Xerófitos de la Península de Yucatán / Conferencia de Jorge Carlos Trejo Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas (ASYCS) Mérida, Yucatán, México, 2011 info.asycs@gmail.com asycs.weebly.com www.facebook.com/ASYCS
Presidente: Nydia Palma nydiapalmasilva@yahoo.com.mx
ASYCS: Tesorera: Débora Carnevali deboracarnevali@gmail.com
Secretario: Julian Parra j_parraescamilla@hotmail.com
Diseño: Débora Carnevali Ramírez deboracarnevali@gmail.com
Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas [ASYCS]
Plantas Suculentas y Ambientes Xerófitos de la Península de Yucatán [Mérida, Yucatán, México / 2011]
Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas [ASYCS]
Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
TAXONOMÍA Y FLORÍSTICA
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO1,4, MARÍA DEL ROSARIO DOMÍNGUEZ-CARRASCO1, PASCALE VILLEGAS1, CELSO GUTIÉRREZ-BÁEZ1, LUIS ARIEL MANZANERO-ACEVEDO2, JUAN JOSÉ ORTEGA-HAAS3, SARAÍ HERNÁNDEZ-MUNDO3, ELDA CELEDONIA PUC-GARRIDO3 Y ROSALÍA PUCH-CHÁVEZ3 1
Centro de Investigaciones Históricas y Sociales, Universidad Autónoma de Campeche Centro de Estudios en Desarrollo Sustentable y Aprovechamiento de la Vida Silvestre, Universidad Autónoma de Campeche 3 Facultad de Ciencias Químico Biológicas, Universidad Autónoma de Campeche 4 Autor para la correspondencia: yecver@hotmail.com
2
Resumen: Se estudió la composición y la estructura de la vegetación secundaria de diez años de edad en el área de Tepakán, Campeche, México. Se delimitaron 20 parcelas de 5 × 10 m2 (1,000 m2 en total), midiendo todos los individuos de v 2 cm de DAP. El análisis estructural de la vegetación se basó en los valores de importancia de las especies. La diversidad se estimó con el índice de Shannon-Wiener (H’). Se encontraron 1,150 individuos leñosos de 43 especies, agrupadas en 35 géneros y 21 familias. El valor de H’ fue de 1.59. La familia con mayor número de especies fue Fabaceae (14 especies). Cordia alliodora fue la más importante con base en su elevado valor de densidad y dominancia relativa, seguida en importancia por Piscidia piscipula y Acacia gaumeri, las que aglutinaron 33.9% del total del valor de importancia. Estas especies son las más importantes en la estructura y fisonomía de la comunidad vegetal. Palabras claves: composición, estructura, florística, Tepakán, vegetación secundaria. Abstract: We studied species composition and structure of a ten year-old secondary forest in Tepakán, Campeche, Mexico. We marked 20 plots of 5 × 10 m2 (1,000 m2 in total), where all individuals with a DBH v 2 cm were measured. Vegetation structure was characterized using the importance values of the species, and species diversity was estimated with the Shannon-Wiener (H’) Index. We recorded 1,150 woody individuals in 43 species, 35 genera, and 21 families. Diversity was H’= 1.59. The Fabaceae was the family with the highest number of species (14). Cordia alliodora was the most important species according to its large stem density, followed by Piscidia piscipula and Acacia gaumeri. Together they account for 33.9% of total importance value. These species are the most important in the structure and physiognomy of the community. Key words: composition, floristic, secondary vegetation, structure, Tepakán.
L
as selvas tropicales son un recurso natural importante, ya que regulan la atmósfera a nivel global, proporcionan hábitats para numerosas especies vegetales y animales, regulan el sistema hidrológico a nivel local y regional y con el reciclaje de sus nutrimentos permiten la fertilidad natural del suelo. Además brindan a las poblaciones rurales y urbanas, maderas útiles en la construcción de viviendas, forraje, plantas alimenticias, combustible y medicinales, entre otras (Granielo-Vásquez, 1985; Sánchez-Aguilar y Rebollar-Domínguez, 1999; Martínez-Ramos y García-Orth, 2007).
La demanda del recurso vegetal para la industria y el sustento de la población humana en las regiones con selvas tropicales han causado la pérdida, además de una fuerte conversión de estas comunidades vegetales en áreas agrícolas, pecuarias y asentamientos humanos (Gehring et al., 1999; Arias-Escobar y Barrera-Cataño, 2007). Como resultado se han perdido dos terceras partes de las selvas tropicales del planeta (Wilson, 1988). Este cambio en el uso del suelo ha provocado cambios en la estructura y composición florística de los remanentes de selva y el confinamiento de la ve27
PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO ET AL.
getación primaria a pequeños manchones y la creación de grandes áreas de vegetación secundaria (Ramírez-Marcial et al., 1998; Trejo y Dirzo, 2000; Orians, 2000; Guariguata y Ostertag, 2002; Herrerías-Diego y Benítez-Malvido, 2005; Montenegro-S. et al., 2006; González-Castillo et al., 2007). Estas áreas están rápidamente incrementando en extensión (Chazdon y Coe, 1999; Chazdon et al., 2010). La vegetación secundaria es una comunidad compuesta por una composición florística variable en función del tiempo de abandono (Giraldo-Cañas, 2000; Castillo-Campos y Laborde-D, 2004), que se manifiesta después de que una selva tropical primaria ha sido perturbada por factores como: incendios naturales, caída de árboles por vientos fuertes, extracción selectiva de árboles, actividad agropecuaria, entre otros (Gómez-Pompa y Vázquez-Yanes, 1985). La vegetación primaria de la Península de Yucatán ha sido transformada y sustituida por diferentes usos de la tierra, fuego y huracanes (Allen et al., 2003). Los pocos sitios donde existe vegetación madura muestra signos de perturbación humana (Rico-Gray y García-Franco, 1992) y casi en su totalidad, la Península es vegetación secundaria (Rico-Gray y García-Franco, 1991). Estos cambios han provocado modificaciones en la estructura de la vegetación, composición florística (Carnevali et al., 2003), diversidad, abundancia y frecuencia de las especies (Ramírez-Marcial et al., 1998; Sánchez-Aguilar y Rebollar-Domínguez, 1999, Von-Gadow et al., 2004). Estudios realizados sobre vegetación secundaria de bosques húmedos y selvas secas tropicales han documentado cambios en su estructura y composición florística (Lott et al., 1987; Guariguata et al., 1997; Gehring et al., 1999; Giraldo-Cañas, 2000, 2001; Guariguata y Ostertag, 2001; Balvanera et al., 2002; Peña-Claros, 2003; Segura et al., 2003; Ruprecht, 2005; Sagar y Singh, 2005; Balvanera y Aguirre, 2006; Toledo y Salick, 2006; Durán et al., 2006; Lebrija-Trejos et al., 2008; Chazdon et al., 2010). Desafortunadamente, el conocimiento básico de la estructura y la diversidad de especies leñosas de la vegetación secundaria en la Península de Yucatán, han recibido poca atención (Rico-Gray y García-Franco, 1992; Mizrahi et al., 1997; González-Iturbe et al., 2002). En Campeche existen trabajos en los que se aporta información cualitativa sobre vegetación y flora (Rico-Gray, 1982; Flores y Espejel, 1994; ZamoraCrescencio, 1999, 2003) y algunos estudios cuantitativos de la vegetación (Durán-García, 1987, 1995; Martínez y Galindo-Leal, 2002; Díaz-Gallegos et al., 2002). Sin embargo, no hay estudios que evalúen aspectos cuantitativos sobre la estructura de la vegetación secundaria derivada de la selva baja caducifolia. Para la Península de Yucatán la selva baja caducifolia se caracteriza porque los árboles que la conforman (75% o más) pierden las hojas en tiempo de sequía; por la abundancia de leguminosas y por las especies endémicas (Flores y Espejel, 1994). La altura de sus árboles oscila entre seis y 12 28
metros (Miranda y Hernández-X., 1963) y sus diámetros entre diez y 30 cm (Flores y Espejel, 1994). Las especies que caracterizan a la selva baja caducifolia son: Acacia gaumeri, Alvaradoa amorphoides, Bursera simaruba, Caesalpinia gaumeri, C. yucatanensis, Ceiba aesculifolia, Diospyros cuneata, Gymnopodium floribundum, Hampea trilobata, Jatropha gaumeri, Neomillspaughia emarginata, Parmentiera aculeata, Piscidia piscipula, Randia longiloba, Sideroxylon americanum, entre otras (Miranda, 1978; Flores y Espejel, 1994). Para la parte norte del estado de Campeche (zona de estudio), esta comunidad vegetal ha sido afectada por las actividades humanas principalmente para cultivar maíz, y extracción de algunas especies como el kitimche’ (Caesalpinia gaumeri) usado como horcones de casas y el sak iitsa’ (Neomillspaughia emarginata) para mangos de escobas (com. pers. Gilberto Cobo), en donde prácticamente la selva baja caducifolia se encuentra en fases secundarias de regeneración. El objetivo de este trabajo fue proporcionar información básica sobre la estructura, la composición florística y la diversidad de una etapa sucesional con diez años de abandono en el norte del estado de Campeche.
Sitio de estudio. El sitio de estudio se localiza a 2 km al este de la carretera federal Campeche-Mérida, en el ejido de Tepakán, municipio de Calkini, estado de Campeche (20º 24’ 00’’ N y 90º 01’ 00’’ O, Figura 1). La topografía del terreno es básicamente plana, con algunos lomeríos suaves no muy prominentes. Las rocas son sedimentarias del Cenozoico y los afloramientos en extensión son rocas calizas, margas, lutitas y areniscas de edad Eocénica del Terciario Inferior. Entre las calizas se encuentran sedimentos calcáreos de aspecto crestoso, microcristalinos, pulverulentos o sacaroides de color blanco (Flores y Espejel, 1994; INEGI, 1985a). El
Figura 1. Localización del área de estudio. Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO
suelo es de tipo luvisol combinado con litosol, presenta un horizonte ócrico, sin reacción al HCl; la estructura es granular de tamaño fino y con moderado desarrollo. Este tipo de suelo es de fertilidad moderada, de textura fina arcillosa, color rojo o pardo rojizo (INEGI, 1985b). El clima se clasifica como Awo, cálido subhúmedo con régimen de lluvias en verano. La temperatura media anual es de 25.8 ºC y la precipitación total anual es 1,229.4 mm; marzo es el mes de mínima precipitación y septiembre tiene los valores más altos (CONAGUA, 2007). Método. El sitio de muestreo se seleccionó al azar y, con la ayuda de un guía local, se determinó que se trataba de una comunidad con diez años de abandono, derivada de selva baja caducifolia. El muestreo de la vegetación se realizó en dos periodos: mayo del 2008 (750 m2) y en junio del 2010 (250 m2), cubriendo una superficie de 1,000 m2 (0.1 ha), usando parcelas de 5 × 10 m (50 m2), dando un total de 20 parcelas. En cada parcela se midieron todos los árboles y arbustos con diámetro a la altura del pecho (DAP) v 2 cm. Para la identificación taxonómica de las especies se recolectaron especímenes tanto fértiles como estériles para ser cotejados con los ejemplares de la colección del herbario UCAM del Centro de Investigaciones Históricas y Sociales de la Universidad Autónoma de Campeche. Análisis de los datos. La estructura de la vegetación se analizó en términos de área basal, usando la distribución de frecuencias agrupadas por clases diamétricas. La estructura vertical se analizó usando un histograma de frecuencias de alturas para todos los individuos censados. Las distintas clases de diámetro y altura fueron definidas considerando los valores de los datos y el número total de individuos. Para determinar el valor de importancia de las especies, se calcularon y sumaron la densidad relativa (número de individuos por especie/total de individuos de las especies × 100), la frecuencia relativa (número de unidades de muestra en el que se encontró una especie/el número total de unidades de muestra × 100) y la dominancia relativa (área basal de cada especie/total del área basal de todas las especies × 100) (Mueller-Dombois y Ellenberg, 2002). La diversidad de especies se estimó usando el índice de Shannon-Wiener (H’) (Magurran, 1988): H’= – (pi) (ln pi) donde pi = proporción de la muestra que corresponde a la especie i
La descripción de la composición y estructura se realiza agrupando los resultados de los dos periodos debido a que no fueron parcelas permanentes. Composición florística. Se registraron 43 especies leñosas en 35 géneros y 21 familias en 0.1 ha (Cuadro 1, ApéndiBol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
Cuadro 1. Características de las especies leñosas en dos periodos de muestreo. Variables
Periodo 2008
Periodo 2010 Total en los dos periodos
Área muestreada
750 m2
250 m2
1000 m2 (0.1 ha)
Número de individuos
837
313
1,150
Familias
21
11
21
Géneros
36
17
35
Especies
42
21
43
Índice Shannon-Weaner
1.29
0.55
1.59
Equitatividad
0.79
0.34
0.98
Área basal (m2/ha)
14.87
27.43
18.0
ce). Con base en las 20 parcelas de muestreo, las familias con mayor riqueza de especies fueron Fabaceae (14) y Ebenaceae (3), que concentraron 39.53% del total de las especies encontradas. Las especies con las mayores densidades fueron Acacia gaumeri (179 individuos), Cordia alliodora (177), Lonchocarpus xuul (107), Piscidia piscipula (87), Sideroxylon obtusifolium (86) y Lysiloma latisiliquum (54). Éstas representan 60.09% del total de los individuos registrados. Entre las especies raras (aquellas con menos de 50 individuos) estuvieron Sideroxylon americanum (47 individuos), Acacia sp. (36), Diospyros anisandra (34), Hippocratea excelsa (34), Colubrina sp. (32) y Caesalpinia gaumeri (27). La diversidad y equitatividad fueron de 1.59 y 0.98, respectivamente, valores que indican que la comunidad vegetal tiene una diversidad baja. Análisis estructural. En el área de 1,000 m2 se registraron 1,150 individuos con DAP v de 2 cm (Cuadro 1). La densidad de individuos de dos a 3.9 cm fue de 8,280 ind/ha (70%), mientras que la densidad de 2,940 ind/ha corresponde a las clases dos, tres y cuatro (25.57%) y en el resto de las clases la densidad fue de 280 ind/ha (2.4%) (Figura 2). Acacia gaumeri fue la que tuvo mayor densidad (1,790 ind/ ha), seguida de Cordia alliodora (1,770 ind/ha) y Lonchocarpus xuul (1,070 ind/ha), mientras que Piscidia piscipula y Sideroxylon obtusifolium tuvieron bajas densidades (870 ind/ha). Estas cinco especies constituyen el 55.5% (637) del total de individuos, el resto se distribuye entre 38 especies. En la figura 2 se muestra que la distribución de los individuos en las diferentes clases diamétricas presenta la forma característica de una J-invertida, lo que indica que la mayoría de los individuos están en la clase de tamaño pequeño. Las especies que aportaron mayor número (> 100) de individuos en las dos primeras clases diamétricas fueron Acacia gaumeri (168 individuos), Cordia alliodora (163) y Lonchocarpus xuul (106), mientras que las especies que alcanzaron la última clase diamétrica (> 16 cm) fueron Caesalpinia gaumeri, Havardia albicans, Lysiloma latisiliquum, Piscidia piscipula y las que aportaron más indivi29
PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO ET AL.
900
Número de individuos
800 700 600 500 400 300 200 100 0 1
2
3
4
5
6
7
8
Clases diamétricas
Figura 2. Distribución de las clases diamétricas de los individuos con DAP v 2.0 cm de las 20 parcelas de muestreo de la vegetación secundaria de diez años de abandono en Tepakán, Campeche, México. Clases de diámetros: 1 = 2-3.9 cm; 2 = 4-5.9 cm; 3 = 6-7.9 cm; 4 = 8-9.9 cm; 5 = 10-11.9 cm; 6 = 12-13.9 cm; 7 = 14-15.9 cm; 8 = > 16 cm.
duos en esta clase fueron Lysiloma latisiliquum y Piscidia piscipula. En relación con la distribución vertical por clases de altura, el mayor número de individuos (511) se concentró en la segunda clase (2.6-3.5 m), y se muestra un decremento progresivo hacia las tres últimas clases (Figura 3). Las especies representativas que tuvieron mayor proporción de individuos en esta clase (2.6-3.5 m) de altura fueron Acacia gaumeri (103 individuos), Cordia alliodora (73), Sideroxylon obtusifolium (43), Lonchocarpus xuul (37) y Lysiloma latisiliquum (33). Cordia alliodora fue una especie común en las primeras tres clases de altura. La última clase (5.66.5 m) la componen individuos de las especies Acacia sp., Caesalpinia gaumeri, Cordia alliodora, Havardia albicans y Piscidia piscipula. En el apéndice se señalan los componentes y el valor de
Número de individuos
600 500 400 300 200 100 0 1
2
3
4
5
Clases de altura
Figura 3. Distribución de las clases de altura de los individuos con DAP v 2.0 m de las 20 parcelas de vegetación secundaria con diez años de abandono en Tepalkan, Campeche, México. Clases de altura: 1 = 2-2.5 cm; 2 = 2.6-3.5 cm; 3 = 3.6-4.5 cm; 4 = 4.6-5.5 cm; 5 = 5.6-6.5 cm.
30
importancia de las especies que conforman la estructura de la vegetación secundaria. Entre las especies más importantes se encuentran Acacia gaumeri, Cordia alliodora y Piscidia piscipula que concentran 33.9% del total del valor de importancia relativa y que son los componentes florísticos más sobresalientes de esta comunidad vegetal. Cordia alliodora fue la especie más importante por su valor de importancia en la composición de la comunidad, destacando por su alta densidad relativa más que por su área basal. Acacia gaumeri ocupó el tercer lugar, a pesar de ocupar el segundo lugar en densidad relativa; esto se debe a que sus áreas basales fueron bajas, mientras que Piscidia piscipula ocupó el segundo lugar, su posición está determinado por el área basal.
Los resultados muestran que la riqueza específica (43 especies) difiere cuando se la compara con otras comunidades sucesionales [Rico-Gray et al., 1988 (54 especies); Mizrahi et al., 1997 (41 especies); González-Iturbe et al., 2002 (66 especies), Ceccon et al., 2002 (33 especies)]. Es posible que las diferencias se deban al tipo de vegetación original, al tamaño de la parcela, el uso al que estuvo dedicada antes del abandono y a la aplicación de criterios del tamaño de los diámetros utilizados. Por otra parte, las condiciones topográficas y geológicas son similares, a excepción de las comunidades estudiadas por Rico-Gray et al. (1988), que derivan de una selva mediana subcaducifolia y con un poco más de humedad en esos sitios, que en la parte norte de la propia Península. La familia Fabaceae fue la que tuvo mayor número de especies, lo cual coincide con los reportes de muchos otros estudios florísticos realizados de selva baja caducifolia (Lott et al., 1987; Gentry, 1995; Gillespie et al., 2000; GallardoCruz et al., 2005; Durán et al., 2006; Pineda-García et al., 2007; Alanís-Rodríguez et al., 2010) y, particularmente, de la península de Yucatán (Ceccon et al., 2002; González-Iturbe et al., 2002). La familia Fabaceae es la mejor representada debido a que es una de las más diversas en el mundo y ampliamente distribuida en las regiones tropicales (Rzedowski, 1978; Gentry, 1988; Sousa-S. y Delgado-S., 1998; Lavin et al., 2005). Si comparamos las distintas especies que han sido reportadas en éste y otros estudios con el mismo tipo de hábitat (Flores, 1989; Mizrahi et al., 1997; Ceccon et al., 2002; González-Iturbe et al., 2002), encontramos que hay tres especies comunes: Havardia albicans, Mimosa bahamensis y Piscidia piscipula. Estas son las especies características desde las primeras etapas hasta las fases más avanzadas de regeneración natural (Flores, 1989; Mizrahi et al., 1997; González-Iturbe et al., 2002). Por otro lado, las densidades encontradas para Acacia gaumeri y Cordia alliodora, coinciden con los reportes de las comunidades secundarias estudiadas por Marín-Chávez (1997) y Mizrahi et al. (1997). Es posible aventurar dos posiBol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO
bles explicaciones para esto, una que son especies de rápido crecimiento (Flores, 1989; Mizrahi et al., 1997; GonzálezIturbe et al., 2002) y la otra podría ser su adaptación a condiciones de disturbio por actividades humanas en el pasado (Rzedowski, 1978; Thompson et al., 2002). Con respecto a las áreas basales, Cordia alliodora, Lysiloma latisiliquum y Piscidia piscipula presentaron densidades abundantes en las primeras clases diamétricas, lo cual es un ejemplo de regeneración de estas especies en la comunidad. Las tres especies tienen alta capacidad de rebrote después de una perturbación y son de rápido crecimiento (Mizrahi et al., 1997; Durán et al., 2002; González-Iturbe et al., 2002). Por otra parte, sólo tres especies (Cordia alliodora, Lonchocarpus xuul y Sideroxylon obtusifolium) estuvieron representadas en las cuatro clases diamétricas con una mayor densidad, en particular la primera, lo cual sugiere que forman parte importante de la composición y estructura de la vegetación secundaria en el área de estudio. Es probable, que estas especies tengan la capacidad de sobrevivir a medida que se incrementa la competencia entre especies, y que su establecimiento sea favorecido por la perturbación frecuente donde se ha desmontado y la acción del hombre ha sido persistente (Collins et al., 1995; Martínez y Galindo-Leal, 2002; Pennington y Sarukhán, 2005). Los individuos de altura (6 m) y diámetro (39 cm) mayor corresponden a especies como Caesalpinia gaumeri, Cordia alliodora, Havardia albicans y Piscidia piscipula, su presencia posiblemente se deba a que fueron toleradas al tumbar la vegetación para fines agrícolas. Las familias Boraginaceae y Fabaceae fueron estructuralmente dominantes en la comunidad sucesional estudiada, lo cual coincide con otros trabajos (Flores, 1989; Mizrahi et al., 1997; Ceccon et al., 2002; González-Iturbe et al., 2002), pero su importancia parece disminuir en comunidades sucesionales más avanzadas (Rico-Gray et al., 1988). El índice de diversidad encontrada en este estudio (H’ 1.59, 43 spp.) comparado con otros estados sucesionales secundarios en Yucatán muestra que la diversidad fue ligeramente alta [Ceccon et al. (2002) (H’ 1.23, 33 spp.), Mizrahi et al. (1997) (H’1.16, 41 spp.) y de González-Iturbe et al. (2002) (H’ 1.39, 66 spp.)]. Estas diferencias podrían estar relacionadas con la abundancia y riqueza de especies, con las condiciones ecológicas del hábitat y con los cambio en el uso del suelo de cada sitio de estudio (Segura et al., 2003; Alanís-Rodríguez et al., 2008).
Se agradece a los doctores Victor Rico-Gray, William J. Folan H. y Jorge Meave del Castillo por la revisión del manuscrito y el resumen en inglés. Las sugerencias de cambios que hicieron dos árbitros anónimos para una mejor versión del manuscrito. Al Lic. Juan José Cosgaya Medina por la elaboración de la figura 1, al Sr. Gilberto Cobo, guía local y Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
a la Biól. Gisela Aguayo Dionet por el apoyo de campo. Este trabajo fue apoyado por el proyecto “Cultivo de especies de uso artesanal en Tepakán, Calkiní, Campeche’’ financiado por Fundación Produce 2005 (Clave 1337) y el proyecto FOMIX CAMPECHE-CONACYT (Clave CAMP-200893419) en la segunda salida de campo.
Alanís-Rodríguez E., Jiménez-Pérez J., Aguirre-Calderón O., Treviño-Garza E, Jurado-Ybarra E. y González-Tagle M. 2008. Efecto del uso del suelo en la fitodiversidad del matorral espinoso Tamaulipeco. Ciencia UANL :56-62. Alanís-Rodríguez E., Aranda-Ramos R., Mata-Balderas J.M., Canizales-Velázquez P.A., Jiménez-Pérez J., Uvalle-Sauceda J.I., Valdecantos-Dema A. y Ruiz-Bautista M.G. 2010. Riqueza y diversidad de especies leñosas del bosque tropical caducifolio en San Luis Potosí, México. Ciencia UANL :287-293. Allen E.B., Allen M.F., Violi H.A. y Gómez-Pompa A. 2003. Restoration of tropical seasonal forest in Quintana Roo. En: Gómez-Pompa A., Allen M.F., Fedick S.L. y Jiménez-Osornio J.J. Eds. The Lowland Maya Area: Three Millennia at the HumanWildland Interface, pp. 587-598, Food Products, Nueva York. Arias-Escobar M.A. y Barrera-Cataño J.I. 2007. Caracterización florística y estructural de la vegetación vascular en áreas con diferente condición de abandono en la cantera soratama, localidad de Usaquén, Bogotá. Universitas Scientiarum. Edición especial II, :25-45. Balvanera P., Lott E., Segura G., Siebe C. y Islas A. 2002. Patterns of -diversity in a Mexican tropical dry forest. Journal of Vegetation Science :145-158. Balvanera P. y Aguirre E. 2006. Tree diversity, environmental heterogeneity, and productivity in a Mexican tropical dry forest. Biotropica :479-491. Carnevali G., Ramírez I.M. y González-Iturbe J.A. 2003. Flora y vegetación de la Península de Yucatán. En: Colunga-GarcíaMarín P. y Larqué-Saavedra A. Eds. Naturaleza y Sociedad en el Área Maya, Pasado, Presente y Futuro, pp. 53-68, Academia Mexicana de Ciencias y Centro de Investigación Científica de Yucatán, México, D. F. Castillo-Campos G. y Laborde-D J. 2004. La vegetación. En: Guevara-S S., Laborde-D J. y Sánchez-Ríos G. Eds. Los Tuxtlas. El Paisaje de la Sierra, pp. 231-265, Instituto de Ecología, A.C. y Unión Europea, Xalapa. Ceccon E., Olmsted I., Vázquez-Yanes C. y Campos-Alves J. 2002. Vegetation and soil properties in two tropical dry forests of differing regeneration status in Yucatan. Agrociencia :621631. Chazdon R.L. y Coe F.G. 1999. Ethnobotany of woody species in second growth, old-growth, and selectively logged forests of Northeastern Costa Rica. Conservation Biology :1312-1322. Chazdon R.L., Finegan B., Capers R.S., Salgado-Negret B., Casanoves F., Boukili V. y Norden N. 2010. Composition and dynamics of functional groups of trees during tropical forest succession in northeastern Costa Rica. Biotropica :31-40. CONAGUA [Comisión Nacional del Agua] 2007. Base de datos mensuales climatológicos correspondientes a la estación de Calkiní, Camp. México. Residencia Técnica Jefatura de Aguas Superficiales. Organización de Cuenca Península de Yucatán,
31
PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO ET AL.
Mérida. Collins S.L., Glenn S.M. y Gibson D.J. 1995. Experimental analysis of intermediate disturbance and initial floristic composition decoupling cause and effect. Ecology :486-492. Díaz-Gallegos J.R., Castillo-Acosta O. y García-Gil G. 2002. Distribución espacial y estructura arbórea de la selva baja subperennifolia en un ejido de la Reserva de la Biosfera Calakmul, Campeche, México. Universidad y Ciencia :11-28. Durán-García R. 1987. Descripción y análisis de la estructura y composición de la vegetación de los petenes del noroeste de Campeche, México. Biótica :181-198. Durán-García R. 1995. Diversidad florística de los petenes de Campeche. Acta Botanica Mexicana :73-84. Durán E., Balvanera P., Lott E., Segura G., Pérez-Jiménez A., Islas A. y Franco M. 2002. Estructura, composición y dinámica de la vegetación. En: Noguera F.A., Vega-Rivera J.H., GarcíaAldrete A.N. y Quesada-Avendaño M. Eds. Historia Natural de Chamela, pp. 443-472, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Biología, México, D.F. Durán E., Meave J.A., Lott E.J. y Segura G. 2006. Structure and tree diversity patterns at the landscape level in a mexican tropical deciduous forest. Boletín de la Sociedad Botánica de México :43-60. Flores J.S. 1989. Importancia de las leguminosas en la vegetación secundaria del Estado de Yucatán. Revista Universidad Autónoma de Yucatán :68-80. Flores J.S. y Espejel I. 1994. Tipos de vegetación de la Península de Yucatán. Etnoflora Yucatanense, Fascículo 3. Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida. Gallardo-Cruz J.A., Meave J.A. y Pérez-García E.A. 2005. Estructura, composición y diversidad de la selva baja caducifolia del Cerro Verde, Nizanda (Oaxaca), México. Boletín de la Sociedad Botánica de México :19-35. Gehring C., Denich M., Kanashiro M. y Vlek P.L.G. 1999. Response of secondary vegetation in eastern Amazonia to relaxed nutrient availability constraints. Biogeochemistry :223-241. Gentry A.H. 1988. Changes in plant community diversity and floristic composition on environmental and geographical gradients. Annals of the Missouri Botanical Garden :1-34. Gentry A.H. 1995. Diversity and floristic composition of neotropical dry forest. En: Bullock S.H., Mooney H.A. y Medina E. Eds. Seasonally Dry Tropical Forest, pp. 146-190, Cambridge University Press, Cambridge. Gillespie T.W., Grijalva A. y Farris C.N. 2000. Diversity, composition, and structure of tropical dry forest in Central America. Plant Ecology :37-47. Giraldo-Cañas D. 2000. Variación de la diversidad florística en un mosaico sucesional en la cordillera central andina (Antioquia, Colombia). Darwiniana :33-42. Giraldo-Cañas D. 2001. Análisis florístico y fitogeográfico de un bosque secundario pluvial andino, cordillera central (Antioquia, Colombia). Darwiniana :187-199. Gómez-Pompa A. y Vázquez-Yanes C. 1985. Estudios sobre la regeneración de selvas en regiones cálido-húmedas de México. En: Gómez-Pompa A y del Amo S. Eds. Investigaciones sobre la Regeneración de Selvas Altas en Veracruz, México, Vol. II, pp 1-25, Instituto Nacional de Investigaciones sobre los Recursos Bioticos y Editorial Alhambra Mexicana, México, D.F. González-Castillo O., Jiménez-de Azcárate J., García-Pérez J. y Aguirre-Rivera J.R. 2007. Flórula vascular de la Sierra de Ca-
32
torce y territorios adyacentes, San Luis Potosí, México. Acta Botanica Mexicana :1-38. González-Iturbe J.A., Olmsted I. y Tun-Dzul F. 2002. Tropical dry forest recovery after long term Henequen (sisal, Agave fourcroydes Lem.) plantation in northern Yucatan, Mexico. Forest Ecology and Management :67-82. Granielo-Vásquez S. 1985. Uso y abuso de la selva. Los recursos del trópico húmedo. Información Científica y Tecnológica :3538. Guariguata M.R., Chazdon R.L., Denslow J.S., Dupuy J.M. y Anderson L. 1997. Structure and floristic of secondary and oldgrowth stands in lowland Costa Rica. Plant Ecology :107-120. Guariguata M.R. y Ostertag R. 2002. Sucesión secundaria. En: Guariguata M.R. y Kattan G.H. Eds. Ecología y Conservación de Bosques Neotropicales, pp. 591-623, Libro Universitario Regional, Cartago. Guariguata M.R. y Ostertag R. 2001. Neotropical secondary forest succession: changes in structure and functional characteristics. Forest Ecology and Management :185-206. Herrerías-Diego Y. y Benítez-Malvido J. 2005. Consecuencias de la fragmentación de ecosistemas. En: Sánchez O., Peters E., Márquez-Huitzil R., Vega E., Portales G., Valdéz M. y Azuara D. Eds. Temas sobre la Restauración Ecológica, pp. 113-126, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales-Instituto Nacional de Ecología, U.S. Fish & Wildlife Services-Unidos para la Conservación A.C., México, D.F. INEGI [Instituto Nacional de Estadística y Geografía]. 1985a. Carta geológica. Calkiní F15-9-12. Escala 1:250 000, México, D.F. INEGI. 1985b. Carta edafológica. Calkiní F15-9-12. Escala 1:250 000, México, D.F. Lavin M., Herendeen P.S. y Wojciechowski M.F. 2005. Evolutionary rates analysis of Leguminosae implicates a rapid diversification of lineages during the Tertiary. Systematic Biology :575-594. Lebrija-Trejos E., Brongers F., Pérez-García E.A y Meave J.A. 2008. Successional change and resilience of a very dry tropical deciduous forest following shifting agriculture. Biotropica :422-431. Lott E.J., Bullock S.H. y Solís-Magallanes J.A. 1987. Floristic diversity and structure of Upland and Arroyo Forest of Coastal Jalisco. Biotropica :228-235. Magurran A.E. 1988. Ecological Diversity and its Measurement. Princeton University Press, Princeton. Marín-Chávez J. 1997. Composición y estructura de la vegetación y sus relaciones con el banco de semillas en tres sitios de la selva baja caducifolia de la Península de Yucatán. Tesis de Maestría. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, 105 pp. Martínez E. y Galindo-Leal C. 2002. La vegetación de Calakmul, Campeche, México: clasificación, descripción y distribución. Boletín de la Sociedad Botánica de México :7-32. Martínez-Ramos M. y García-Orth X. 2007. Sucesión ecológica y restauración de las selvas húmedas. Boletín de la Sociedad Botánica de México :69-84. Miranda F. 1978. Vegetación de la Península Yucateca. Colegio de Postgraduados-Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Chapingo. Miranda F. y Hernández-X. E. 1963. Los tipos de vegetación de México y su clasificación. Boletín de la Sociedad Botánica de Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO
México :29-179. Mizrahi A., Ramos-Prado J.M. y Jiménez-Osornio J. 1997. Composition, structure and management potential of secondary dry tropical vegetation in two abandoned plantations of Yucatan, Mexico. Forest Ecology and Management :273-282. Montenegro-S. A.L., Ávila-Parra Y.A., Mendivelso-Ch H.A. y Vargas O. 2006. Potencial del banco de semillas en la regeneración de la vegetación del humedal Jaboque, Bogotá, Colombia. Caldasia :285-306. Mueller-Dombois D. y Ellenberg H. 2002. Aims and Methods of Vegetation Ecology. The Blackburn Press, Nueva York. Orians G.H. 2000. Biodiversity and ecosystem processes in tropical ecosystems. Revista de Biología Tropical :297-303. Peña-Claros M. 2003. Changes in forest structure and species composition during secondary forest succession in the Bolivian Amazon. Biotropica :450-461. Pineda-García F., Arredondo-Amezcua L. e Ibarra-Manríquez G. 2007. Riqueza y diversidad de especies leñosas del bosque tropical caducifolio El Tarimo, Cuenca del Balsas, Guerrero. Revista Mexicana de Biodiversidad :129-139. Pennington T.D. y Sarukhán J. 2005. Árboles Tropicales de México. Manual para la Identificación de las Principales Especies. Universidad Nacional Autónoma de México-Fondo de Cultura Económica, México, D.F. Ramírez-Marcial N., Ochoa-Gaona S., González-Espinosa M. y Quintana-Ascencio P.F. 1998. Análisis florístico y sucesional en la estación biológica Cerro Huitepec, Chiapas, México. Acta Botanica Mexicana :59-85. Rico-Gray V. 1982. Estudio de la vegetación de la zona costera inundable del noroeste del estado de Campeche, México: Los Petenes. Biótica :171-190. Rico-Gray V. y García-Franco J.G. 1991. The maya and the vegetation of the Yucatan Peninsula. Journal of Ethnobiology :135142. Rico-Gray V. y García-Franco J.G. 1992. Vegetation and soil seed bank of successional stages in tropical lowland deciduous forest. Journal of Vegetation Science :617-624. Rico-Gray V., García-Franco J.G., Puch A. y Sima P. 1988. Composition and structure of a tropical dry forest in Yucatan, Mexico. International Journal Ecology Environmental Science :2129.
Ruprecht E. 2005. Secondary succession in old-fields in the Transylvanian Lowland (Romania). Preslia, Praha :145-157. Rzedowski J. 1978. Vegetación de México. Limusa, México, D.F. Sánchez-Aguilar R.L. y Rebollar-Domínguez S. 1999. Deforestación en la Península de Yucatán, los retos que enfrenta. Madera y Bosques :3-17. Sagar R. y Singh J.S. 2005. Structure, diversity, and regeneration of tropical dry deciduous forest of northern India. Biodiversity and Conservation :935-959. Segura G., Balvanera P., Durán E. y Pérez A. 2003. Tree community structure and stem mortality along a water availability gradient in a Mexican tropical dry forest. Plant Ecology :259-271. Sousa-S. M. y Delgado-S. A. 1998. Leguminosas mexicanas: fitogeografía, endemismo y orígenes. In: Ramamoorthy T.P., Bye R., Lot A. y Fa J. Eds. Diversidad Biológica de México: Orígenes y Distribución, pp. 449-500, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. Thompson J., Brokaw N., Zimmerman J.K., Waide R.B., Everham III E.M., Lodge D.J., Taylor C.M., García-Montiel D. y Fluet M. 2002. Land use history, environment, and tree composition in a tropical forest. Ecological Applications :1344-1363. Toledo M. y Salick J. 2006. Secondary succession and indigenous management in semideciduous forest fallows of the Amazon Basin. Biotropica :161-170. Trejo I. y Dirzo R. 2000. Deforestation of seasonally dry tropical forest: a national and local analysis in Mexico. Biological Conservation :133-142. Von-Gadow K., Sánchez Orois S. y Aguirre Calderón O.A. 2004. Manejo forestal con bases científicas. Madera y Bosques :316. Wilson E.O. 1988. The current state of biological diversity. En: Wilson E.O. and Peters F.M. Eds. Biodiversity, pp. 3-18, National Academy Press, Washington, D.C. Zamora-Crescencio P. 1999. Vegetación y flora de la Unidad de Evaluación y Monitoreo de la Biodiversidad de Hampolol, Campeche, México. Ciencia y el Hombre :27-73. Zamora-Crescencio P. 2003. Contribución al estudio florístico y descripción de la vegetación del municipio de Tenabo, Campeche, México. Polibotánica :1-40.
Recibido: 29 de octubre de 2010 Aceptado: 24 de agosto de 2011
Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
33
PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO ET AL.
Apéndice. Componentes y valor de importancia de las especies presentes en las parcelas estudiadas en Tepakán, Calkini, Campeche. Familia
Especie
Densidad relativa
Frecuencia relativa
Dominancia relativa
Valor de Importancia
Boraginaceae Fabaceae
Cordia alliodora (Ruiz & Pav.) Oken
15.39
8.47
10.49
34.35
Piscidia piscipula (L.) Sarg.
7.57
7.63
18.72
33.91
Fabaceae
Acacia gaumeri S.F.Blake
15.57
7.63
10.06
33.25
Fabaceae
Lonchocarpus xuul Lundell
9.30
7.20
3.88
20.38
Fabaceae
Lysiloma latisiliquum (L.) Benth.
4.70
3.81
11.28
19.79
Sapotaceae
Sideroxylon obtusifolium
7.57
5.08
3.96
16.61 16.06
(Roemer & Schultes) T.D. Penn. Fabaceae
Caesalpinia gaumeri Greenm.
2.35
4.24
9.48
Fabaceae
Acacia sp.
3.13
4.66
3.86
11.65
Fabaceae
Havardia albicans
1.48
2.97
6.50
10.95
(Kunth) Britton & Rose Burseraceae
Bursera simaruba (L.) Sarg.
2.09
3.81
3.44
9.34
Celastraceae
Hippocratea excelsa Kunth
2.96
3.39
2.44
8.79
Sapotaceae
Sideroxylon americanum
4.09
2.12
1.76
7.97
(Mill.) T.D. Penn. Ebenaceae
Diospyros anisandra S.F. Blake
2.96
3.39
0.84
7.19
Rhamnaceae
Colubrina sp.
2.78
0.85
1.43
5.06
Rubiaceae
Guettarda elliptica Sw.
1.57
2.97
0.49
5.02
Ebenaceae
Diospyros cuneata Standl.
1.48
2.97
0.45
4.89
Erythroxylaceae
Erythroxylum rotundifolium Lunan
1.65
1.69
1.42
4.77
Nyctaginaceae
Neea choriophylla Standl.
1.13
2.12
1.29
4.54
Polygonaceae
Gymnopodium floribundum Rolfe
1.65
1.27
1.23
4.15
Fabaceae
Diphysa carthagenensis Jacq.
1.13
2.12
0.69
3.94
Sapindaceae
Thouinia paucidentata Radlk.
1.04
2.12
0.55
3.71
Fabaceae
Arbusto (Fabaceae)
0.52
1.27
1.70
3.49
Malvaceae
Helicteres baruensis Jacq.
0.70
2.54
0.21
3.45
Fabaceae
Lonchocarpus rugosus Benth.
1.13
1.27
0.64
3.04
Ebenaceae
Diospyros verae-crucis (Standl.) Standl.
0.61
1.69
0.22
2.53
Euphorbiaceae
Cnidoscolus multilobus
0.35
1.69
0.29
2.33
(Pax.) I.M. Johnston Brassicaceae
Capparis indica (L.) Druce
0.43
1.69
0.20
2.33
Boraginaceae
Cordia sp.
0.61
0.85
0.63
2.08
Anacardiaceae
Spondias sp.
0.78
0.85
0.24
1.87
Fabaceae
Pithecellobium lanceolatum (Humb. &
0.52
0.85
0.44
1.81
Bonpl. Ex Willd.) Benth. Malpighiaceae
Malpighia glabra L.
0.43
0.85
0.19
1.47
Fabaceae
Mimosa bahamensis Benth.
0.26
0.85
0.13
1.24
Myrtaceae
Eugenia sp.
0.52
0.42
0.16
1.11
Fabaceae
Bauhinia divaricata L.
0.17
0.85
0.03
1.06
34
Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO
Apéndice. Continuación Familia
Especie
Polygonaceae
Neomillspaughia emarginata
Densidad relativa
Frecuencia relativa
Dominancia relativa
Valor de Importancia
0.26
0.42
0.29
0.98
(H. Gross) Blake Bignoniaceae
Parmentiera sp.
0.26
0.42
0.05
0.74
Salicaceae
Xylosma sp.
0.26
0.42
0.05
0.74
Nyctaginaceae
Pisonia aculeata L.
0.17
0.42
0.03
0.63
Myrtaceae
Psidium sp.
0.09
0.42
0.11
0.62
Fabaceae
Acacia cornigera (L.) Willd.
0.09
0.42
0.05
0.56
Rhamnaceae
Karwinskia humboldtiana (Willd. ex
0.09
0.42
0.05
0.56
Roem. & Schult.) Zucc. Rubiaceae
Randia longiloba Hemsl.
0.09
0.42
0.03
0.54
Theophrastaceae
Jacquinia sp.
0.09
0.42
0.02
0.53
100
100
100
300
Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
35
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Research Article
Distribución espacial de la riqueza de especies leñosas raras de la Península de Yucatán y su relación con las áreas naturales protegidas. Erika Tetetla-Rangel*1, Rafael Durán1**, José Luis HernándezStefanoni1*** y Juan Manuel Dupuy1**** 1
Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), Calle 43 No. 130, Colonia Chuburná de Hidalgo, CP 97200 Mérida, Yucatán, México. *tetetla@cicy.mx, rduran@cicy.mx**, jl_stefanoni@cicy.mx***, jmdupuy@cicy.mx **** *Autor de correspondencia
Resumen. Las especies de plantas raras de las selvas en la Península de Yucatán aún no han sido evaluadas como un grupo particular. Se seleccionó un conjunto de especies leñosas raras (ELR) de las selvas tropicales de la Península de Yucatán. Se estimó la riqueza de especies, sumando los mapas de distribución potencial de cada especie, y se evaluó su relación con las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de la península. Se identificaron 3 niveles de rareza -bajo, medio y alto-, de acuerdo a la frecuencia, la especificidad de hábitat y el rango de distribución potencial de las especies seleccionadas. Se identificaron 4 regiones de mayor riqueza de ELR. Todas las regiones incluyeron especies del nivel de rareza bajo, 3 regiones incluyeron especies de nivel medio y sólo una región incluyó especies extremadamente raras (nivel alto); esta región está fuera de las ANP establecidas. La riqueza de ELR se asoció positivamente con el tamaño de las ANP. Este estudio representa el primer esfuerzo para conocer a las especies leñosas raras de la Península de Yucatán, sus patrones de distribución potencial y evaluar su estado de protección actual. Nuestros resultados sugieren que las ANP actuales podrían estar preservando la riqueza de ELR del nivel bajo y medio de rareza, pero no la riqueza de las especies extremadamente raras. Por lo tanto, es prioritario el establecimiento de ANP en la región en la que podría concentrarse la más alta riqueza de estas especies, que son particularmente vulnerables a la extinción. Palabras clave: conservación, distribución potencial, niveles de rareza, selvas tropicales, vulnerabilidad. Abstract. Rare plant species of the tropical forests in the Yucatan Peninsula have not been evaluated as a group. We selected a set of rare woody plant species (RWPS) and we estimated rare species richness by using the species distribution maps of each species. In addition, we evaluated the relationship between rare species richness and Natural Protected Areas (NPA's) of the Peninsula. We identified 3 levels of rarity —low, medium and high— in terms of the species frequency, habitat specificity and range of distribution of the selected species. We also, identified 4 regions with a greater number of rare species. All the regions included species with the lowest level of rarity, 3 regions included species with the medium level and only one region contained extremely rare woody species (high level). This last region was unprotected. Number of RWPS was positively associated with the area of NPA's. This study represents the first effort for identifying the RWPS of the Peninsula, estimating patterns of distribution of rare species richness and evaluating the current protection status of such species. Our results suggest that the current NPA’s may preserve the richness of RWPS of the low and medium levels of rarity, but not that of the rarest woody species. Therefore, it is a priority to establish a protected area in the region that could harbor the highest richness of the rarest species, which are particularly vulnerable to extinction. Key words: conservation, levels of rarity, potential distribution, tropical forests, vulnerability.
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 320
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Received: 10 May 2012; Accepted: 9 July 2012; Published: 17 September 2012. Copyright: © Erika Tetetla-Rangel, Rafael Durán, José Luis Hernández-Stefanoni y Juan Manuel Dupuy. This is an open access paper. We use the Creative Commons Attribution 3.0 license http://creativecommons.org/licenses/by/3.0/ - The license permits any user to download, print out, extract, archive, and distribute the article, so long as appropriate credit is given to the authors and source of the work. The license ensures that the published article will be as widely available as possible and that the article can be included in any scientific archive. Open Access authors retain the copyrights of their papers. Open access is a property of individual works, not necessarily journals or publishers. Cite this paper as: Tetetla-Rangel, E., Durán, R., Hernández-Stefanoni, J. L. and Dupuy, J. M. 2012. Distribución espacial de la riqueza de especies leñosas raras de la Península de Yucatán y su relación con las áreas naturales protegidas. Tropical Conservation Science Vol. 5(3):320-339. Available online: www.tropicalconservationscience.org
Introducción Las especies raras son particularmente importantes porque además de ser el componente principal de la diversidad, muchas de ellas son vulnerables a la extinción [1-3]. El tamaño poblacional, la especificidad de hábitat y el rango de distribución geográfico definen la rareza de una especie y en conjunto o por separado, estos tres criterios forman diferentes tipos o niveles de rareza [1, 3]. Por ejemplo, especies con poblaciones pequeñas son raras; si adicionalmente estas especies se encuentran restringidas a ciertos hábitats, su nivel de rareza se incrementará y si su rango de distribución se restringe a áreas geográficas pequeñas, su nivel de rareza incrementará aún más, alcanzando el nivel de rareza más restrictivo. La comprensión de la rareza es fundamental para el establecimiento de estrategias adecuadas para la preservación de este grupo de especies, ya que diferentes niveles de rareza conllevan a diferentes niveles de vulnerabilidad a la extinción [4, 5]. Las estrategias de conservación en general han sido dirigidas a áreas que son evaluadas en términos de la estructura y composición de las comunidades o de los hábitats que contienen [6]. Es decir, la conservación de las especies no sería a través del manejo directo de sus poblaciones, sino a través de la preservación de los hábitats donde éstas ocurren [1]. Asimismo, las regiones de alta riqueza de especies raras son consideradas de alto valor biológico y por ello, han sido usadas para establecer estrategias de conservación [7-9]. Sin embargo, debido a que la vulnerabilidad a la extinción de las especies raras puede variar de acuerdo a su nivel de rareza [4, 5], para el diseño y establecimiento de Áreas Naturales Protegidas (ANP) se deben considerar no solamente las áreas de mayor concentración de especies raras, sino además áreas ricas en los distintos niveles de rareza de las especies. Aunque numerosas investigaciones se han enfocado en la descripción de la flora de la porción mexicana de la Península de Yucatán [10-14], el conocimiento de las especies de plantas raras de esta región es aún limitado. Durán y Trejo [15], estimaron que el número de plantas raras en el estado de Yucatán está entre 280 y 350 especies. Por su parte, Carnevali et al. [16] citan algunos ejemplos de plantas raras para el mismo estado. Ambas contribuciones, más que describir a estas especies como un grupo particular, destacan su importancia como componente de la flora peninsular y resaltan la necesidad de llenar vacíos sobre su conocimiento en la región. De igual manera señalan la necesidad de realizar estudios específicos para evaluarlas, ya que probablemente existan numerosas especies raras en riesgo [15]. Considerando que numerosas especies raras de la península podrían estarse perdiendo, incluso antes de poder ser protegidas, debido a su vulnerabilidad a la extinción y al acelerado proceso de cambio en el uso del suelo en la región [15, 17], los objetivos de este estudio fueron 3: (1)
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 321
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Identificar niveles de rareza de las especies de plantas leñosas de las selvas tropicales de la Península de Yucatán. La selección de plantas leñosas como modelo de estudio se debe a que es un grupo de especies taxonómicamente bien conocido y uno de los más recolectados en la región en comparación con otros grupos de plantas. (2) Identificar y generar mapas de las regiones de mayor riqueza de especies leñosas raras (ELR) de distintos niveles de rareza. (3) Explorar las relaciones entre la riqueza de ELR y las Áreas Naturales Protegidas (ANP) establecidas en la península, con el objeto de identificar vacíos en cuanto a la protección de estas especies, además de dilucidar las características de las ANP que favorecen la protección de un mayor número de ELR. Este estudio ofrece un nuevo método para establecer áreas prioritarias para la conservación en función de los niveles de rareza de las especies.
Métodos Área de estudio Este estudio se circunscribe a las selvas tropicales de la Península de Yucatán, que incluye a los estados de Quintana Roo, Yucatán y Campeche (Fig. 1). La península, es catalogada como una gran extensión eocénica constituida casi totalmente de calizas de topografía kárstica [17]. El clima es tropical cálido subhúmedo con lluvias en verano, presentándose un aumento de la precipitación y una disminución de la temperatura del noreste hacia el suroeste. Cerca del 95% del territorio está representado por tierras bajas y planas con alturas inferiores a los 100 m. Hacia el sur de la península las elevaciones oscilan por debajo de los 250 m, mientras que en el límite con Guatemala alcanzan los 400 m [18]. En la península se reconocen diferentes tipos de selvas tropicales [19, 20], cuyos patrones de distribución están determinados por la precipitación y el tipo de suelo [21, 22]. La selva mediana subperennifolia (SMSP) es la más importante por su extensión, seguida de la selva mediana subcaducifolia (SMSC), la selva alta perennifolia (SAP), la selva alta subperennifolia (SASP) y la selva baja caducifolia (SBC), siendo la selva baja inundable (SBI) o subperennifolia el tipo de vegetación menos representado en la región. Además, se presentan formaciones vegetales denominadas Petenes, que son ecosistemas en forma de islas donde se entremezclan árboles característicos de la SMSP y de la SBI con algunas especies de manglar [23].
Áreas Naturales Protegidas De las reservas que existen en la península, algunas tales como Yum Balam [24], Laguna de Términos [25] y Ría Celestún [26], protegen principalmente los humedales costeros y los ambientes marinos [27], en tanto que Bala'an K'aax [28], Calakmul [29], Balam-Kin [30] y BalamKú son reservas que protegen una unidad forestal de más de un millón de hectáreas [31], formando un corredor biológico que permite la continuidad ambiental hacia la Reserva de la Biosfera Maya en el Petén Guatemalteco y la reserva Milpas-Río Bravo en Belice [31]. Otras reservas además de proteger la vida silvestre de las selvas tropicales, también protegen el legado histórico y arqueológico maya, como: Kabah [32] y Dzibilchaltún [33], entre otras. En este estudio se consideraron las reservas ubicadas en la porción terrestre de la península, y también aquellas de la línea de costa que por su ubicación abarcan importantes extensiones de selvas tropicales (Tabla 1).
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 322
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Fig. 1. Ubicación del área de estudio y de los registros de herbario de las especies leñosas raras de las selvas tropicales de la Península de Yucatán.
Información de las especies leñosas raras Esta información se obtuvo de la base de datos del herbario CICY, que cuenta con la colección más grande de la flora de la Península de Yucatán en el país, con un número aproximado de 60,000 ejemplares [11, 44], y es uno de los más importantes del sureste de México. Mediante una búsqueda y depuración minuciosa de la información del herbario, se extrajeron los registros de todas las especies leñosas colectadas en el área de estudio entre los años de 1976 y 2002. Para corroborar la identidad taxonómica de cada especie e identificar sus formas de crecimiento, cada ejemplar fue verificado por especialistas en la flora de la península y ratificado en las bases de datos del Jardín Botánico de Missouri y la flora digital de la Península de Yucatán [11, 45]. Frecuentemente se ha destacado la dificultad para obtener información sobre las especies raras [46-48]. Una ventaja en este estudio, fue que la identificación de estas especies se basó en el conocimiento botánico y taxonómico de especialistas en la flora del área de estudio vinculados al herbario CICY (ver [11, 15]), quienes tienen un amplio conocimiento de la flora de la península y
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 323
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
en especial de las plantas leñosas comunes, factor que permitió identificar de manera más fácil y segura a las plantas leñosas raras. Tabla 1. ANP en la porción mexicana terrestre de la Península de Yucatán. Yucatán (Y), Quintana Roo (QR), Campeche (C). Selva Alta Perennifolia (SAP), Selva Alta Subperennifolia (SASP), Selva Mediana Subcaducifolia (SMSC), Selva Mediana Subperennifolia (SMSP), Selva Baja Inundable (SBI), Petenes (P). Superficie Selvas *Superficie de Identificador Áreas Naturales Protegidas Ubicación total (ha) presentes selvas (ha) 1 Parque nacional Dzibilchaltún Y 539.00 SBC 83.50 2 Parque nacional Tulum QR 664.00 SMSP 599.48 3 Parque estatal Kabah Y 949.76 SMSC 946.78 4 Área natural protegida de valor Y 1365.00 SBC, SMSP 1329.92 escénico San Juan Bautista Tabi 5 Área natural rotegida El Zapotal Y 2358.00 SBI,SMSP 1863.05 6 Estación experimental San Felipe QR 3665.87 SASP, SMSP, 2743.46 Bacalar SBI 7 Área de protección de flora y fauna Y 5367.00 SMSP, SBI 4617.08 Otoch Ma'Ax Yetel Kooh 8 Parque estatal Lagunas de Yalahau Y 5683.00 SBC con spp. de 3086.99 SM, SBI 9 Reserva ecológica municipal Cuxtal Y 10757.00 SBC 6447.08 10 Reserva estatal El Palmar Y 50177.00 SBC, SBI 14864.50 11 Reserva de la Biósfera Ría Lagartos Y 60347.82 SBC, SBI, 13002.12 SMSP, P 12 Reserva estatal Dzilam Y 61706.00 SBI, SBC, P 9961.56 13 Reserva de la Biósfera Ría Celestún Y 81482.00 SBC, SBI, P 21403.04 14 Área de protección de flora y fauna QR 89118.00 SMSP, SMSC, 60222.91 Uaymil SBI 15 Zona sujeta a conservación ecológica C 110990.00 SMSP, SMSC 99333.68 Balam-Kin 16 Área de protección de flora y fauna QR 128394.00 SMSP, SMSC , 140313.49 Bala'an K'aax SBI 17 Área de protección de flora y fauna QR 154052.00 SASP, SMSP, 25864.36 Yum-Balam SMSC, SBC 18 Zona sujeta a conservación ecológica QR 277733.67 SBC, SMSP, P 84011.33 Santuario del Manatí 19 Reserva de la Biósfera Los Petenes C 282857.00 SBI, SBC, SBC, 40193.18 P 20 Zona sujeta a conservación ecológica C 409200.00 SASP, SMSP, 397783.67 Balam-Kú SBC, SBI 21 Reserva de la Biósfera Sian ka´an QR 528147.00 SMSP, SMSC, 150018.06 SBC, SBI 22 Área de protección de flora y fauna C 706148 SMSP, SASP, 29647.20 Laguna de Terminos SBC, SBI 23 Reserva de la Biósfera Calakmul C 723185.12 SAP, SASP, 696283.84 SMSP, SBC, SBI Fuente: [19, 24, 27-42] *La superficie de selvas dentro de cada ANP fue obtenida del mapa de vegetación de García y Secaira [43].
Criterios de rareza Siguiendo el método de proporción de suma de Gaston [1], en este estudio se seleccionó el primer cuartil del número de colectas de todas las especies leñosas (árboles, arbustos y lianas) del área de estudio. De esta manera, todas aquellas especies leñosas dentro del 25% de la distribución de frecuencia fueron consideradas como raras, mientras que el resto de las especies fueron consideradas como comunes. Sin embargo, debido a que el número de registros de herbario no necesariamente reflejaba el tamaño de sus poblaciones, cada especie fue analizada por diversos expertos en la flora de la región para garantizar la correcta inclusión ó exclusión de las especies evaluadas en el estudio. Además y para tener una estimación gruesa de la validez de este método, para las especies raras que también fueron registradas en la porción del Inventario
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 324
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Nacional Forestal y de Suelos correspondiente a la Península de Yucatán (3,285 muestras) [49], se correlacionó la frecuencia de registros de herbario con el número de muestras de dicho inventario en las que fueron registradas. Caiafa y Martins [50], determinaron la especificidad de hábitat en función del número de tipos de vegetación (hábitats) dónde las especies ocurrían. Para los autores, las especies con especificidad de hábitat alta fueron aquellas presentes en un solo tipo de vegetación, mientras que las especies con especificidad baja estarían presentes en más de un tipo de vegetación. En el presente estudio la especificidad de hábitat también se determinó contando el número de tipos de vegetación donde las especies estaban presentes y con la finalidad de reducir posibles sesgos debidos a la selección arbitraria entre alta ó baja especificidad, se aplicó el método de Gaston [1]. De esta forma, las especies con especificidad de hábitat alta fueron aquellas incluidas dentro del 25% de la distribución de frecuencias, es decir, aquellas que fueron registradas en un bajo número de hábitats (tipos de vegetación), mientras que las demás especies tenían especificidad de hábitat baja, puesto que podían ser halladas en un mayor número de hábitats. La distribución potencial de aquellas especies que tenían registros suficientes (2 registros como mínimo) se modeló empleando el método DOMAIN [51]. Para incluir variables discretas en el modelo se utilizó la aplicación BIOMAIN, que convierte la escala categórica a una escala ordinal [52]. El método DOMAIN, ha tenido buen desempeño con un número reducido de registros y ha sido utilizado con éxito para modelar la distribución potencial de las especies endémicas de la península [53], además de la distribución de especies con rangos de distribución restringidos [5456]. Para estimar la distribución potencial se utilizó el conjunto de mapas ambientales proporcionados por García y Secaira [43], con información del tipo de suelo, geología, geomorfología, precipitación total anual, temperatura promedio mensual, altitud y tipo de vegetación. Todos estos mapas están a una escala 1:250,000. Los modelos de distribución potencial obtenidos en DOMAIN, fueron proyectados en mapas digitales utilizando un umbral de 0.95 de similitud mediante el programa ArcGis 9. Las distribuciones potenciales obtenidas se validaron calculando el porcentaje de coincidencia entre el área de distribución potencial modelada a partir de los registros del herbario CICY y los registros de presencia de 10 especies registradas en el Inventario Nacional Forestal y de Suelos [49]. A partir de los mapas de distribución potencial obtenidos se calculó la superficie que cada especie ocupó en el área de estudio. Finalmente, se consideró que las especies con rangos de distribución restringida fueron las que se encontraban en el primer cuartil de distribución de frecuencias de la superficie potencial ocupada por cada especie, es decir el 25% de las especies que ocuparon la menor área. El resto de las especies tuvieron rangos de distribución geográfica amplia.
Asignación del nivel de rareza Mediante la combinación de los tres criterios de rareza descritos, se distinguieron tres niveles de rareza. Las especies que cumplían con los tres criterios de rareza fueron clasificadas en el nivel de rareza alto, mientras que aquellas que tenían dos y un criterios de rareza fueron clasificadas en los niveles de rareza medio y bajo, respectivamente.
Distribución espacial de la riqueza de especies leñosas raras Para identificar las regiones de mayor riqueza de especies leñosas raras, se sobrepusieron y sumaron los mapas de distribución potencial de cada una las especies después de considerar el punto de corte de 0.95. De este modo se identificaron regiones de mayor riqueza de todas las especies y por cada nivel de rareza. Las regiones fueron conformadas seleccionando un conjunto
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 325
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
de pixeles adyacentes de al menos 10,000 hectáreas con el mayor número de especies leñosas raras. La selección de la extensión se hizo de manera arbitraria, procurando abarcar una extensión mínima suficientemente grande para ser cartografiada a la escala de este estudio (basado en cartografía a escala 1:250,000). Usando el listado florístico de la Península de Yucatán [11], se indagó cuáles de las especies leñosas modeladas en este estudio eran endémicas de la península o de alguno de los estados mexicanos que la conforman. Finalmente, se identificó cuáles de estas especies presentan alguna categoría de riesgo en la NOM 059 [57] y en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza [58].
Análisis estadísticos Para explorar la relación entre la riqueza de ELR y las ANP de la península se utilizó un modelo de regresión lineal múltiple. Las variables dependientes fueron la riqueza de todas las ELR y por nivel de rareza dentro de cada ANP, mientras que las variables explicativas fueron la superficie y la heterogeneidad de hábitats de las ANP. Esta última variable fue calculada como el número de tipos de selva presente dentro de cada ANP [43]. Las variables dependientes fueron transformadas usando una función logaritmo para cumplir con el supuesto de normalidad cuando fue necesario [59]. Finalmente, para calcular la importancia relativa de cada una de las variables explicativas (área y heterogeneidad de hábitats de las ANP) sobre la riqueza de ELR, se realizaron correlaciones parciales múltiples [59].
Resultados Especies leñosas raras y niveles de rareza Se distinguieron 195 especies leñosas raras (97 árboles, 70 arbustos, 24 lianas y 4 arbustos trepadores) de las selvas tropicales de la Península de Yucatán, con 11 especies endémicas y 4 bajo alguna categoría de riesgo (Anexo 1) [11, 57, 58]. De estas especies, 65 tenían un registro único, por lo que fue imposible modelar su distribución potencial con DOMAIN, aparte de que no fue posible clasificarlas en niveles de rareza debido a la falta de información disponible. Las 130 especies restantes (71 árboles, 41 arbustos, 15 lianas y 3 arbustos trepadores) fueron clasificadas en tres niveles de rareza (Anexo 1, Tabla 2). De estas 130 especies, 34 también fueron registradas en el Inventario Nacional Forestal y de Suelos en la Península de Yucatán y se obtuvo una correlación de Pearson de R = 0.624 (P < 0.0001) entre el número de registros en el herbario CICY y el número de muestras del inventario en las que fueron registradas. Por otro lado, el 70% de las observaciones de 10 especies registradas en el Inventario Nacional Forestal y de Suelos coincidieron con las áreas de distribución potencial modeladas a partir de registros del herbario CICY. Tabla 2. Criterios y niveles de rareza Frecuencia
Especificidad
Distribución
Nivel de rareza
No. Spp
Baja (< 5 registros)
Baja (3 - 6 tipos hábitat)
Amplia (> 9886.25 km )
Bajo
18
Baja (< 5 registros)
Alta (1 - 2 tipos hábitat)
Amplia (> 9886.25 km )
Medio
16
Baja (< 5 registros)
Baja (3 - 6 tipos hábitat)
Restringida (< 9886.25 km²)
Medio
17
Baja (< 5 registros) Alta (1 - 2 tipos hábitat) Restringida (< 9886.25 km²) Nota. En negritas se resalta el número de criterios que conformaron cada nivel de rareza.
Alto
79
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 326
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Regiones de mayor riqueza de especies leñosas raras Se obtuvieron 4 mapas de la distribución espacial de la riqueza de ELR. El primer mapa representa la distribución de la riqueza de todas las ELR, mientras que los 3 restantes muestran la riqueza de las especies del nivel bajo, medio y alto de rareza (Fig. 2a, b, c, d). Cuatro áreas cubrieron los criterios (conjunto de pixeles adyacentes con la mayor riqueza de especies >10,000 ha) para ser seleccionadas como Regiones de Mayor Riqueza de especies leñosas raras (RMR): Calakmul (C), Escárcega-Champotón (E-Ch), Quintana Roo-Oeste (QR-O) y Panabá-Tizimín (P-T).
Fig. 2. Distribución espacial de la riqueza de especies leñosas raras y las ANP de la Península de Yucatán. (a) Todas las especies, (b) nivel bajo, (c) nivel medio, (d) nivel alto. Regiones de mayor riqueza (RMR): (C) Calakmul, (E-Ch) Escarcega-Champotón, (QR-O) Quintana Roo-Oeste, (P-T) Panabá-Tizimín. Los números dentro de cada ANP representan el identificador de su nombre que corresponden con el orden en que se presentan las ANP en la Tabla 1.
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 327
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
La región C, ubicada en el sureste de Campeche, fue la más importante en cuanto a superficie (582,516 y 597,699 ha para los niveles de rareza bajo y medio respectivamente), abarcando el municipio de Calakmul en su totalidad y parte de otros municipios en Campeche y Quintana Roo. Esta región se ubicó en la porción más húmeda y de mayor altitud de la península, con suelos autóctonos y profundos de relieves ondulados y con ligera inclinación, formados por valles y colinas sobre calizas, donde se desarrollan 5 tipos de selvas tropicales (SAP, SASP, SBC, SBI, SMSP). Las reservas Calakmul, Balam-Kú y Balam-Kin, cubren casi totalmente la región C (Fig. 2). La región QR-O (149,475 y 191,545 ha para los niveles de rareza bajo y medio respectivamente) se caracterizó por una confluencia de selvas altas, medianas e inundables, con clima cálido subhúmedo y lluvias en verano. La porción centro de esta región se ubicó dentro de la reserva de Bala'an K'aax, mientras que las partes norte y sur se localizan fuera de las ANP, pero colindando con la Reserva de la Biosfera de Calakmul y el Área de protección de Flora y Fauna de Bala'an K'aax (Fig. 2b). En el centro del estado de Campeche se localizó la región E-Ch (21,525 y 108,830 ha para los niveles de rareza bajo y medio respectivamente), con clima cálido subhúmedo y una vegetación compuesta principalmente por selvas altas, medianas e inundables. Aunque esta región se ubicó entre importantes reservas de la península (Laguna de Términos y Balam-Kin y Balam-Kú), está totalmente fuera de las ANP (Fig. 2b, c). La región P-T (18,726 y 17,976 ha para los niveles de rareza bajo y alto respectivamente) está ubicada entre los municipios Panabá y Tizímin, en el noreste del estado de Yucatán, donde la precipitación es más baja que en el sur y los suelos son poco evolucionados, formados sobre roca caliza. La vegetación de P-T está representada por un mosaico de SMSB y SMSC con vegetación secundaria y cultivos anuales, esta región no abarca ninguna de las ANP evaluadas (Fig. 2d).
Niveles de rareza Las regiones de mayor riqueza de especies variaron de acuerdo al nivel de rareza (Fig. 2). Al definir dichas regiones usando todo el conjunto de especies leñosas raras, los resultados sugirieron la existencia de sólo 2 regiones (C, P-T). Sin embargo, al separar a las especies por nivel de rareza, se identificaron 4 regiones para las especies del nivel de rareza bajo, 3 regiones (C, E-Ch, QR-O) para especies del nivel medio y sólo una región (P-T) para las especies extremadamente raras (nivel alto). Cabe resaltar que esta última región no contiene ninguna de las ANP evaluadas. Entre las especies del nivel de rareza bajo, se espera que Tabebuia chrysantha, que es un árbol de amplia distribución y que actualmente se encuentra bajo la categoría de amenazado en la NOM 059, se encuentre en las 4 regiones. Bonellia albiflora podría encontrase en 3 regiones (C, E-Ch, QR-O) y Pilosocereus gaumeri sólo en la región P-T; ambas especies son árboles endémicos de la porción mexicana de la Península de Yucatán. Entre las especies del nivel de rareza medio destacan Croton mayarum, que es un árbol endémico de la porción mexicana de la Península de Yucatán y Agonandra macrocarpa (árbol), siendo ambas especies vulnerables a la extinción. Entre las especies más raras (nivel alto), destacan Acacia cedilloi y Citharexylum calvum, ambas endémicas de la península (Anexo 1).
Riqueza de especies leñosas raras y las Áreas Naturales Protegidas Se encontraron asociaciones significativas entre la riqueza de ELR y el área de las ANP. Ésta y la heterogeneidad de hábitats en conjunto explicaron entre el 59 y 80% de la variación total de la riqueza de especies leñosas raras (Tabla 3). El área de las ANP se relacionó de manera positiva con la riqueza de especies raras total y en cada uno de los niveles de rareza. Esto significa que existe un incremento en el número de ELR
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 328
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
conforme aumenta la superficie de las ANP. Además, el área de las ANP fue la variable que explicó el mayor porcentaje de variabilidad en el número de especies raras con 59, 69, 46 y 57%, respectivamente para la riqueza total de especies raras de los niveles de rareza bajo, medio y alto. La heterogeneidad del hábitat se asoció sólo de manera marginal y negativa con el número de ELR del nivel bajo (P < 0.1), pero explicó un bajo porcentaje de la variabilidad (4%). Para todas las especies raras y los niveles medio y bajo de rareza, la heterogeneidad del hábitat no presentó una asociación significativa. Tabla 3. Coeficientes de regresión no estandarizados para predecir la relación especies-área y la heterogeneidad de acuerdo la riqueza de hábitats. Riqueza de especies
Variable
Coeficiente
leñosas raras
Explicativa
no estandarizado
Sr2
R²
Todas las especies
Superficie de selvas en ANP Riqueza de hábitats
9.16* -1.92 Variabilidad compartida
0.59 0.02 0.10
0.71
Nivel bajo
Superficie de selvas en ANP Riqueza de hábitats
2.49* -0.62** Variabilidad compartida
0.69 0.04 0.07
0.80
Nivel medio
Superficie de selvas en ANP Riqueza de hábitats
2.90* -0.44 Variabilidad compartida
0.46 0.01 0.12
0.59
Nivel alto
Superficie de selvas en ANP Riqueza de hábitats
3.76* 0.57 -0.86 0.02 Variabilidad compartida 0.09 * Variables incluidas en el modelo con P < 0.05; ** Variables incluidas en el modelo con P < 0.1
0.68
Discusión Este estudio propone un nuevo método para establecer áreas prioritarias para la conservación en función de los niveles de rareza de las especies. Aunque no se evaluó detalladamente el nivel de incertidumbre de este método, la correlación positiva y altamente significativa encontrada entre la frecuencia de registros de herbario y la presencia de 34 especies en más de 3,000 muestras del Inventario Nacional Forestal y de Suelos de la Península de Yucatán, así como la precisión estimada en la validación parcial de la modelación de la distribución potencial de 10 especies con datos del mismo inventario sugieren que el método propuesto proporciona una aproximación aceptable, especialmente si se consideran los errores y problemas de identificación de un inventario a nivel nacional, enfocado además principalmente en especies arbóreas.
Patrones de distribución de las especies raras El número de regiones de mayor riqueza de ELR disminuyó conforme el nivel de rareza aumentó (Fig. 2). Este patrón podría ser explicado por las diferencias en cuanto a los rangos de distribución y la especificidad de hábitat de las especies que conforman cada nivel de rareza. En este estudio, los rangos geográficos y ecológicos más amplios correspondieron a las especies menos raras (nivel
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 329
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
bajo), lo que favorece la presencia de estas especies en toda la península y, en particular, en las 4 regiones de mayor riqueza de ELR. Una situación inversa acontece con las especies más raras (nivel alto), que presentaron las distribuciones geográficas y ecológicas más estrechas. De acuerdo con Gaston [1], las especies con rangos geográficos restringidos suelen presentar limitaciones en su capacidad de dispersión, establecimiento y/o tolerancia. Para las especies del nivel de rareza alto, estas limitaciones podrían resultar en distribuciones agregadas, restringidas y dispersas en la península, por lo que sería más difícil que sus distribuciones coincidan en una misma región mayor a 10,000 ha. Tres de las 4 regiones de mayor riqueza de ELR (C, E-Ch, QR-O), se ubicaron geográficamente en el Sur, donde se alcanzan las precipitaciones más elevadas de la península. Este resultado sugiere que la riqueza de especies raras está positivamente asociada con la precipitación [1, 60-62]. En este sentido, se sabe que los patrones de distribución de la vegetación en general están determinados por la precipitación y el tipo de suelo en la península y que la diversidad florística total tiende a incrementar junto con el gradiente de precipitación de noroeste a sureste, por lo que cabe esperar que suceda lo mismo con la diversidad de especies leñosas raras [16, 22]. Adicionalmente, el mayor número de regiones de especies raras en el sur de la península podría ser un indicador del buen estado de conservación de las selvas que allí se ubican, esto debido a que en esta región converge un importante sistema de reservas (Fig. 2). Por otro lado, la región P-T corresponde fisiográficamente a la denominada Provincia Biótica Yucatanense [63], donde el clima es más seco comparado con la Provincia del Petén [64]. Algunas de las especies de esta región, como Stenostomum lucidum y Citharexylum calvum pueden hallarse en la SMSC y SMSP del noreste de Quintana Roo, mientras que Mimosa guatemalensis puede ser hallada en la SBC de Yucatán. El traslape de la distribución de estas especies en P-T, sugiere que esta región podría representar uno de los pocos sitios en el norte de la península, cuyas características ambientales favorecen la presencia de especies de ambientes más húmedos. Relación entre las ANP y las especies raras La riqueza de ELR se relacionó positivamente con la superficie de las reservas, en concordancia con la conocida relación positiva entre la diversidad y el área [65]. Esta asociación podría atribuirse a una mayor disponibilidad de recursos, mayor heterogeneidad ambiental y por lo tanto una mayor diversidad de hábitats en áreas más grandes, lo cual favorece la co-existencia de un mayor número de especies [66, 67]. Aunque la heterogeneidad no explicó la riqueza de especies raras, esto podría deberse a la manera limitada como se definió la heterogeneidad en este estudio, la cual no considera variables relevantes, tales como el tipo de suelo o la estructura del paisaje. Otras variables que podrían influir sobre la riqueza de ELR además del área, son el grado de aislamiento y la distancia entre las ANP. De esta manera, el número de especies en cada reserva podría ser resultado de un equilibrio dinámico entre la tasa de inmigración y de extinción local, esperando encontrar una mayor diversidad de especies en ANP grandes y cercanas entre sí, que en ANP pequeñas y alejadas, como postula la teoría de equilibrio de biogeografía de islas [68]. Sin embargo, en algunos casos esta relación también está sujeta al grado de contraste entre las ANP y la matriz circundante. En este sentido, Calakmul y Balam-Kú, que son reservas grandes y espacialmente adyacentes, presentaron valores de riqueza altos y similares, al igual que las reservas Balam-Kin y Bala'an K'aax. Sin embargo, El Santuario del Manatí y Bala'an K'aax, que son reservas con superficies similares pero lejanas entre sí, el número de especies es similar, lo que podría deberse a que la matriz circundante no es muy contrastante. De este modo, la riqueza de
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 330
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
ELR en estas reservas, podría ser explicada por el efecto que tiene la matriz que las rodea, la cual forma una importante unidad forestal en el Sur de Campeche y Quintana Roo, que se extiende hacia el Petén Guatemalteco y Belice. Adicionalmente, los patrones de distribución encontrados sugieren que la riqueza de especies está espacialmente estructurada, esto probablemente a que las especies responden a factores ambientales que se encuentran autocorrelacionados, dado que existe cierta similitud ambiental en las áreas dónde se ubican estas ANP [30]. Por otro lado y contrario a la hipótesis general de que mayor heterogeneidad permite la coexistencia de un mayor número de especies [69, 70], en este estudio no se encontró una relación significativa entre la riqueza de ELR y la heterogeneidad del hábitat. Este resultado inesperado podría ser atribuido en parte a que la heterogeneidad del hábitat se midió considerando exclusivamente el número de selvas (riqueza de tipos de parches), sin tomar en cuenta otras características de la estructura del paisaje, que se han asociado con la riqueza de especies vegetales en general [72]. Por otro lado, la diversidad tiende a decaer en las áreas sujetas a perturbaciones frecuentes o de gran magnitud, puesto que en estas áreas sólo podrán establecerse las especies capaces de soportar la perturbación o de colonizar, madurar y reproducirse antes de que ocurra la siguiente perturbación [71]. La débil relación negativa encontrada entre la heterogeneidad y la riqueza de especies con nivel de rareza bajo, podría deberse en parte a la frecuencia y magnitud de las perturbaciones a las cuales están sujetas las diferentes ANP. Por otro lado, las regiones E-Ch y P-T carecen de ANP establecidas, mientras que la región QR-O está protegida sólo parcialmente (Fig. 2). De acuerdo a la definición de rareza de este estudio, la región P-T podría albergar una alta riqueza de las especies leñosas más raras (nivel alto) de la península; mientras que las regiones E-Ch y QR-O, tienen el potencial de albergar especies relativamente menos raras (niveles bajo y medio). Considerando que las especies poco frecuentes, de distribución restringida y con alta especificidad de hábitat presentan una alta vulnerabilidad a la extinción por la fragmentación y la pérdida de hábitat [50, 73], la región P-T debería tener una alta prioridad para la conservación, dado que además se encuentra en una zona sujeta a una alta presión agrícola.
Implicaciones para la conservación Los resultados de este estudio indican que Calakmul, Balam-Kú, Balam-Kin y Bala'an K'aax, representan un importante sistema de reservas para la protección de las ELR de las de selvas tropicales de la Península de Yucatán. Sin embargo, algunas reservas ubicadas en la línea de costa también podrían mantener altos porcentajes de ELR, lo cual resalta su importancia para la protección de estas especies, en especial de aquellas con nivel de rareza bajo. Tal es el caso de Sian Ka´an (78%), Uaymil (61%), Santuario del Manatí (78%) y Yum-Balam (61%). Las reservas de Calakmul, Balam-Kú, Balam-Kin, Bala'an K'aax, Santuario el Manatí, además de Uaymil y Sian Ka´an, forman un corredor que conecta a la biota con el sistema de reservas naturales de la denominada Selva Maya en Guatemala y Belice, manteniendo una continuidad forestal entre las selvas peninsulares y las de otras regiones [30]. Por lo tanto, estas reservas podrían ser consideradas como un elemento importante para la conservación de las selvas tropicales en el área de estudio y las ELR que éstas albergan [30]. Las asociaciones positivas entre la riqueza de ELR y la superficie de las ANP encontradas en los modelos de regresión, sugieren que se requieren superficies muy grandes para proteger niveles altos de riqueza local de ELR (diversidad alfa). Además, se requiere un diseño y un manejo integrado del sistema de ANP para mantener una alta diversidad regional (gamma). Por ello, es
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 331
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
necesario evaluar la eficacia del sistema de reservas analizadas no sólo en términos de la diversidad local y regional, sino de otros factores, como su representatividad y complementariedad, así como su adecuado manejo y la participación del sector social en su protección [30]. Finalmente, estos resultados representan una aproximación valiosa para tratar de entender los patrones de distribución de la riqueza de especies con diferentes niveles de rareza y su asociación con las ANP. Estos resultados además sugieren que las áreas naturales actuales podrían estar preservando la riqueza de ELR del nivel bajo y medio de rareza, pero no la riqueza de las especies más raras. En este sentido resulta prioritario el establecimiento de ANP en la región P-T, en donde podría concentrarse la más alta riqueza de estas especies, que son justamente las más vulnerables a la extinción local como resultado de la pérdida, degradación y fragmentación del hábitat asociadas a las actividades humanas.
Agradecimientos Agradecemos a Paulino Simá, Filogonío May Pat, José Luis Tapia Muñoz, Jorge Carlos Trejo, Germán Carnevali y Rodrigo Duno de Stefano, quienes con su amplio conocimiento y experiencia, así como con sus atinadas observaciones, facilitaron la identificación de las especies evaluadas y su correcta nomenclatura. A Gerardo García Contreras por su apoyo en la elaboración de los modelos de distribución potencial. A Paul Hoekstra por sus atinadas observaciones en la nomenclatura de los ejemplares y otras observaciones. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la beca proporcionada a ETR. Finalmente a tres revisores anónimos por sus atinadas observaciones, las cuales contribuyeron a mejorar la claridad y calidad del manuscrito.
Referencias [1] Gaston, K.J. 1994. Rarity. Vol. 13. Chapman and Hall, London, UK. [2] Harper, J.L. 1981. The meanings of rarity. In: The biological aspects of rare plant conservation. Synge, H. (Ed.), pp.189-203. John Wiley & Sons, New York. [3] Rabinowitz, D. 1981. Seven forms of rarity. In: The biological aspects of rare plant conservation. Synge, H. (Ed.), pp.205-217. John Wiley & Sons. [4] Goerck, J.M. 1997. Patterns of rarity in the birds of the Atlantic forest of Brazil. Conservation Biology 11:112-118. [5] Manne, L.L. and Pimm, S.L. 2001. Beyond eight forms of rarity: which species are threatened and which will be next? Animal Conservation 4:221-229. [6] Kershaw, M., Mace, G.M. and Williams, P. 1995. Threatened status, rarity, and diversity as alternative selection measures for protected areas: a test using Afrotropical antelopes. Conservation Biology 9:324-334. [7] Jackson, S.F., Walker, K. and Gaston, K.J. 2009. Relationship between distributions of threatened plants and protected areas in Britain. Biological Conservation 142:1515-1522. [8] Lawler, J.J., White, D., Sifneos, J.C. and Master, L.L. 2003. Rare species and the use of indicator groups for conservation planning. Conservation Biology 17:875-882. [9] Primack, R.B. and Ros, J. 2002. Introducción a la biología de la conservación. Editorial Ariel, Barcelona, España. [10] Durán, G.R., Campos, G., Trejo, J., Simá, P., May-Pat, F. and Juan-Qui, M. 2000. Listado florístico de la Península de Yucatán. Centro de Investigación Científica de Yucatán, Mérida, Yucatán.
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 332
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
[11] Flora digital de la Península de Yucatán. 2010. 2011 Información del herbario del CICY. http://www.cicy.mx/sitios/flora%20digital/ [12] Ibarra-Manríquez, G., Villaseñor, J.L. and Durán, G.R. 1995. Riqueza de especies y endemismo del componente arbóreo de la Península de Yucatán, México. Boletín de la Sociedad Botánica de México 57:49-77. [13] Carnevali, G., Tapia-Muñoz, J.L., Duno de Stefano, R. and Ramírez Morillo, I. 2010. Flora Ilustrada de la Península de Yucatán: Listado Florístico. Centro de Investigación Científica de Yucatán, Mérida, México. [14] Martínez, E., Sousa, M.S. and Ramos, A.C.H. 2001. Listados florísticos de México XXII. Región de Calakmul, Campeche. Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, D.F., México. [15] Durán, G.R. and Trejo, J. 2010. Plantas vasculares prioritarias para la conservación. In: Biodiversidad y desarrollo humano en Yucatán. Durán, G.R. and Méndez, M. (Eds.), pp.194-196. CICY, PPD-FMAM, CONABIO, SEDUMA, Mérida, Yucatán. [16] Carnevali, G., Duno de Stefano, R., Ramírez Morillo, I. and Tapía-Muños, J.L. 2010. Diversidad de la flora. In: Biodiversidad y desarrollo humano en Yucatán. Durán, R. and Méndez, M. (Eds.), pp.175-178. CICY, PPD-FMAM, CONABIO, SEDUMA, Mérida, Yucatán. [17] Bautista, F., Palacio, G., Ortíz-Pérez, M., Batllori-Sampedro, E. and Castillo-González, M. 2005. El origen y el manejo maya de las geoformas, suelos y aguas en la Península de Yucatán. In: Caracterización y manejo de suelos en la Península de Yucatán: Implicaciones agropecuarias, forestales y ambientales. Bautista, F. and Palacio, G. (Eds.), pp.21-32. UACAM-UADY-INE, DF, México. [18] Ferrusquia-Villafranca, I. 1993. Geology of Mexico: a synopsis. In: Biological diversity of Mexico: origins and distribution. Ramamoorthy, T.P., Bye, R., Lot, A. and Fa, J. (Eds.), pp.107. Oxford University Press. [19] Flores, J.S. and Espejel, I.C. 1994. Tipos de Vegetación en la Península de Yucatán. Etnoflora Yucatanense, fascículo 3. Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Mexico. [20] Olmsted, I., Duran, G.R., González-Iturbe, J.A., Granados, J. and Tun, F. 1999. Vegetación. In: Atlas de procesos territoriales de Yucatán. García, A. and Córdoba, J. (Eds.). Universidad Autónoma de Yucatán, Yucatán, México. [21] Flores, J.S., Durán, G.R. and Ortiz, D.J.J. 2010. Comunidades vegetales terrestres. In: Biodiversidad y desarrollo humano en Yucatán. Durán, G.R. and Méndez, M. (Eds.), pp.125-129. Centro de Investigación Científica de Yucatán, PPD-FMAM, CONABIO, SEDUMA, Yucatán, México. [22] Miranda, F. 1978. Vegetación de la península yucateca. Colegio de Post Graduados, Chapingo, México. [23] Durán, R. 1987. Descripción y análisis de la estructura y composición de la vegetación de los petenes del noroeste de Campeche, México. Biótica 12:181-198. [24] Instituto Nacional de Ecología (INE). 1995. Reservas de la Biósfera y otras áreas naturales protegidas de México. [25] Instituto Nacional de Ecología (INE). 1997. Programa de manejo del Área de Protección de Flora y Fauna Laguna de Términos., México, D. F. [26] Instituto Nacional de Ecología (INE). 1996. Programa de manejo de la Reserva de la Biósfera Ría Celestún., D. F., México. [27] Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). 2007. Programa de Conservación y Manejo Reserva de la Biósfera Sian Ka’an, Reserva de da Biósfera Arrecifes de Sian Ka’an y Área de Protección de Flora y Fauna Uaymil., México.
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 333
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
[28] Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). 2007. Programa de Conservación y Manejo Área de Protección de Flora y Fauna Bala´An K´Aax., México. [29] Instituto Nacional de Ecología (INE). 2000. Programa de manejo de la Reserva de la Biósfera de Calakmul. D.F., México. [30]Secretaría de Ecología. 2009. Programa de conservación y manejo de la zona sujeta a conservación ecológica Balam-Kin. Gobierno del Estado de Yucatán. [31]Secretaría de Ecología. 2009. Programa de conservación y manejo de la zona sujeta a conservación ecológica Balam-Kú. Gobierno del Estado de Yucatán. [32]Diario Oficial del Estado de Yucatán. 2007. El Área Protegida denominada Parque Estatal de Kabah, México., Gobierno del Estado de Yucatán. p. 33. [33] Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA). 2002. Dirección de Conservación de la Biodiversidad. Parque Nacional Dzibilchaltún. Ficha Técnica. Gobierno del Estado de Yucatán. [34] Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). 2006. Programa de Conservación y Manejo Área de Protección de Flora y Fauna Otoch Ma’ax Yetel Kooh. México. [35] Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). 2006. Programa de Conservación y Manejo Reserva de la Biósfera los Petenes. México. [36] Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). 2007. Programa de Conservación y Manejo Parque Nacional Tulum., México. [37] Echeverría, G.A.W. and Piña, H.G.A. 2003. Ficha Informativa de los Humedales de Ramsar (FIR), Gland, S., Editor. [38] Faller-Menéndez, J.C. 2007. El Área Natural Protegida el Zapotal Conservación Privada en Yucatán. BIODIVERSITAS. Boletín Bimestral de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad 75:1-7. [39] Hernández-Cardona, A., Lago-Torres, L.A., Ibarra-González, L., Faller-Menéndez, J.C. and Pereyra-Arellano, Y.Y. 2007. Registro del Tlacuachín (Tlacuatzin canescens) En el área de conservación El Zapotal, en el noreste del estado de Yucatán. Revista Mexicana de Mastozoología 11:85-90. [40] Secretaría de Ecología. 2004. Programa de manejo Área Natural Protegida de valor escénico, histórico y cultural San Juan Bautista Tabi y anexa Sacnicté. Gobierno del Estado de Yucatán. [41] Secretaría de Ecología. 2004. Programa de Manejo Área Natural Protegida Parque Estatal Lagunas de Yalahau. Gobierno del Estado de Yucatán. [42] Secretaría de Ecología. 2006. Programa de Manejo Reserva Estatal de Dzilam. Gobierno del Estado de Yucatán. [43] García, G. and Secaira, F. 2006. Una visión para el futuro: Cartografía de las Selvas Maya Zoque y Olmeca: Plan Ecorregional de las selvas Maya, Zoque y Olmeca. San José, CR Pronatura Península de Yucatán-The Nature Conservancy. [44] Carnevali, G. 2004. Herbario CICY U Najil Tikin Xiw. In: Colecciones Biológicas. Carnevali, G., Sosa, V., Léon, G.L. and Cortés, J.L. (Eds.), pp.38-39. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), D.F., México. [45] TROPICOS. 2009. 2011 Missouri Botanical Garden. http://www.tropicos.org [46] Edwards Jr, T.C., Cutler, D.R., Zimmermann, N.E., Geiser, L. and Alegria, J. 2005. Model-based stratifications for enhancing the detection of rare ecological events. Ecology 86:1081-1090. [47] MacKenzie, D.I., Nichols, J.D., Sutton, N., Kawanishi, K. and Bailey, L.L. 2005. Improving inferences in population studies of rare species that are detected imperfectly. Ecology 86:11011113.
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 334
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
[48] Philippi, T. 2005. Adaptive cluster sampling for estimation of abundances within local populations of low-abundance plants. Ecology 86:1091-1100. [49] Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). 2009. El Inventario Nacional Forestal y de Suelos México 2004-2009. Una herramienta que da certeza a la planeación, evaluación y el desarrollo forestal de México, México. [50] Caiafa, A.N. and Martins, F.R. 2010. Forms of rarity of tree species in the southern Brazilian Atlantic rainforest. Biodiversity and conservation 19:2597-2618. [51] Carpenter, G., Gillison, A. and Winter, J. 1993. DOMAIN: a flexible modelling procedure for mapping potential distributions of plants and animals. Biodiversity and conservation 2:667-680. [52] Argáez S.J. A 1996. Mapeo de distribuciones potenciales de plantas y animales. Facultad de Matemáticas. Maestría. Guanajuato: Universidad de Guanajuato. 55. [53] Espadas-Manrique, C.M. 2004. Estudio fitogeográfico de las especies endémicas de la península de Yucatán. Tesis doctorado. Mérida, México: Centro de Investigación Científica de Yucatán. 155. [54] Hernandez, P.A., Graham, C.H., Master, L.L. and Albert, D.L. 2006. The effect of sample size and species characteristics on performance of different species distribution modeling methods. Ecography 29:773-785. [55] Naoki, K., Gómez, M.I., López, R.P., Meneses, I.R. and Vargas, J. 2006. Comparación de modelos de distribución de especies para predecir la distribución potencial de vida silvestre en Bolivia. Ecología en Bolivia 41:65-78. [56] Tsoar, A., Allouche, O., Steinitz, O., Rotem, D. and Kadmon, R. 2007. A comparative evaluation of presence-only methods for modelling species distribution. Diversity and Distributions 13:397-405. [57] Diario Oficial de la Federación. 2010. Modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-059SEMARNAT-2010. Protección ambiental-Especies nativas de México de flora y fauna silvestresCategorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio-Lista de especies en riesgo.México. [58] IUCN. 2010. 2012 IUCN Red List of Threatened Species. www.iucnredlist.org [59] Zar, J.H. 1999. Biostatistical analysis. Vol. 4. Prentice Hall, New Jersey. [60] Begon, M., Townsend, C.R. and Harper, J.L. 2006. Ecology: from individuals to ecosystems. Wiley-Blackwell. [61] Mittelbach, G.G., Steiner, C.F., Scheiner, S.M., Gross, K.L., Reynolds, H.L., Waide, R.B., Willig, M.R., Dodson, S.I. and Gough, L. 2001. What is the observed relationship between species richness and productivity? Ecology 82:2381-2396. [62] O'Brien, E. 1998. Water-energy dynamics, climate, and prediction of woody plant species richness: an interim general model. Journal of Biogeography 25:379-398. [63] Miranda, F. 1958. Rasgos fisiográficos de la península de Yucatán. In: Los recursos naturales del sureste y su aprovechamiento. Beltrán, E. (Ed.), pp.161-171. Instituto mexicano de recursos naturales no renovables, D.F., México. [64] Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Limusa, México. [65] Rosenzweig, M.L. 1995. Species diversity in space and time. Cambridge Univ Pr, Cambridge, Reino Unido. [66] Connor, E.F. and McCoy, E.D. 1979. The statistics and biology of the species-area relationship. The American Naturalist 113:791-833. [67] Williams, C.B. 1943. Area and number of species. Nature 152:264-267. [68] MacArthur, R.H. and Wilson, E.O. 1967. The theory of island biogeography. Princeton Univ Pr. [69] Huggett, R.J. 1995. Geoecology: an evolutionary approach. Psychology Press, New York.
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 335
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
[70] Wilson, S. 2000. Heterogeneity, diversity and scale in plant communities. The ecological consequences of environmental heterogeneity, (ed.) Hutchings, M.J., John, E.A. and Stewart, A.J.A. Blackwell Science, Oxford. [71] Connell, J.H. 1978. Diversity in tropical rain forests and coral reefs. Science 199:1302-1310. [72] Hernández-Stefanoni, J.L., Dupuy, J.M., Tun-Dzul, F. and May-Pat, F. 2011. Influence of landscape structure and stand age on species density and biomass of a tropical dry forest across spatial scales. Landscape Ecology 26:355-370. [73] Williams, P., Gibbons, D., Margules, C., Rebelo, A., Humphries, C. and Pressey, R. 1996. A comparison of richness hotspots, rarity hotspots, and complementary areas for conserving diversity of British birds. Conservation Biology 10:155-174.
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 336
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Anexo 1. Plantas leñosas raras de las selvas tropicales de la Península de Yucatán. Incluye las formas de crecimiento (Crec): (A) árbol, (a) arbusto, (l) liana, (at) arbusto trepador, (ct) cacto trepador. Categorías de riesgo, endemismo y rareza (Cat): (*) vulnerable, (**) amenazada, (***) en peligro de extinción, (E) endémica, nivel de rareza (B) bajo, (M) medio, (A) alto, (D) desconocido. Familia, género y especie Anacardiaceae Spondias radlkoferi Donn. Sm. Apocynaceae
Crec. Cat.
Familia, género y especie Crossopetalum parviflorum (Hemsl.) Lundell. Elaeodendron trichotomum (Turcz.) Lundell. Hippocratea volubilis L.
a A l
M M A
A at
A A
A A
D M
l A
D A
A
A
A
M
l
M
A A
E, M A
A
A
a
A
Acalypha macrostachya Jacq. Acalypha poiretii Spreng. Adelia oaxacana (Müll. Arg.) Hemsl. Bernardia dichotoma (Willd.) Müll. Arg.
a a A a
D D M D
Bernardia mexicana (Hook. & Arn.) Müll. Arg. Croton axillaris Müll. Arg. Croton mayarum B. L. León & Vester.
a a A A A A A
D D E, M A E, A A D
A
E, A
A A A A A a a
**A D A A D D A
A
D
Aspidosperma megalocarpon Müll. Arg. Araliaceae Dendropanax schippii (A. C. Sm.) A. C. Sm. Arecaceae Bactris mexicana Mart. Roystonea dunlapiana P. H. Allen Asteraceae Chromolaena laevigata (Lam.) R. M. King & H. Rob Critonia morifolia (Mill.) R. M. King & H. Rob
A
D
a
A
A A
D D
a
D
a
A
Lepidaploa canescens (Kunth) H. Rob. Lepidaploa tortuosa (L.) H. Rob. Salmea scandens (L.) DC. Bignoniaceae Arrabidaea patellifera (Schltdl.) Sandwith. Clytostoma binatum (Thunb.) Sandwith
a at a
B D A
l l
M M
Dilleniaceae Curatella americana L. Dioscoreaceae Dioscorea densiflora Hemsl. Ebenaceae Diospyros bumelioides Standl.
Lundia puberula Pittier. Mansoa hymenaea (DC.) A. H. Gentry. Paragonia pyramidata (Rich.) Bureau. Tabebuia chrysantha (Jacq.) Nicholson. Xylophragma seemannianum (Kuntze) Sandwith. Boraginaceae Cordia alliodora (Ruiz & Pav.) Oken. Cordia stenoclada I. M. Johnst. Lepidocordia williamsii (I.M. Johnst.) J. S. Mill.
l l l A l
D M A **B D
Diospyros campechiana Lundell. Erythroxylaceae Erythroxylum areolatum L. Euphorbiaceae Acalypha apodanthes Standl. & L. O Williams.
A a A
B D D
Tournefortia densiflora M. Martens & Galeotti. Tournefortia elongata D. N. Gibson. Varronia inermis (Mill.) Borhidi.
a a a
A D A
Varronia spinescens (L.) Borhidi. Burseraceae Protium confusum (Rose) Pittier Cactaceae Pereskiopsis kellermannii Rose. Pilosocereus gaumeri (Britton & Rose) Backeb.
a
M
A
D
at A
A E, B
Canellaceae Canella winterana (L.) Gaertn. Capparaceae Capparis quiriguensis Standl. Capparis verrucosa Jacq. Quadrella lundellii (Standl.) Iltis & Cornejo Celastraceae
A
B
a A A
D A A
Crec. Cat.
Maytenus schippii Lundell. Schaefferia frutescens Jacq. Clusiaceae Clusia chanekiana Lundell. Clusia rosea Jacq. Combretaceae Combretum laxum Jacq. Terminalia amazonia (J. F. Gmel.) Exell. Terminalia molinetii M. Gómez.
Croton niveus Jacq. Croton sutup Lundell. Hippomane mancinella L. Sapium glandulosum (L.) Morog. Fabaceae Acacia cedilloi L. Rico. Acosmium panamense (Benth.) Yakovlev. Albizia niopoides (Spruce ex Benth.) Burkart. Andira inermis (W. Wright) Kunth ex DC. Ateleia pterocarpa Moc. & Sessé ex D. Dietr. Calliandra caeciliae Harms. Crotalaria longirostrata Hook. & Arn. Crotalaria vitellina Ker Gawl.
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 337
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Continuación
Continuación
Dalbergia ecastaphyllum (L.) Taub. Dioclea wilsonii Standl. Diphysa paucifoliata R. Antonio & M. Sousa Harpalyce arborescens A. Gray Harpalyce rupicula Donn. Sm. Havardia pallens (Benth.) Britton & Rose. Indigofera thibaudiana DC. Lennea melanocarpa (Schltdl.) Vatke ex Harms.
a l a A A A a A
B M D D B A A A
Trichilia havanensis Jacq. Trichilia pallida Sw. Trichilia trifolia L. Moraceae Castilla elastica Sessé ex Cerv. Ficus citrifolia Mill. Pseudolmedia glabrata (Liebm.) C. C. Berg. Myrtaceae
A A A
B A A
A A A
B D B
Lonchocarpus castilloi Standl. Lysiloma acapulcense (Kunth) Benth. Machaerium biovulatum Micheli. Machaerium cirrhiferum Pittier. Machaerium kegelii Meisn. Mimosa distachya var. oligacantha (DC.) Barneby. Mimosa guatemalensis (Hook. & Arn.) Benth. Mimosa somnians Humb. & Bonpl. ex Willd. Pithecellobium oblongum Benth. Pterocarpus rohrii Vahl.
A A A l A a
A D A D A A
Calyptranthes millspaughii Urb. Eugenia aeruginea DC. Eugenia bumelioides Standl. Eugenia gaumeri Standl. Eugenia laevis O. Berg Eugenia rhombea (O. Berg) Krug & Urb.
A a a A a A
M D D A D A
a a a A
A A A D
a A A a
A M D M
Senegalia hayesii (Benth.) Britton & Rose. Senegalia polyphylla (DC.) Britton & Rose. Senna fruticosa (Mill.) H. S. Irwin & Barneby. Senna mollissima (Humb. & Bonpl. ex Willd.) H. S. Irwin & Barneby. Senna papillosa (Britton & Rose) H.S. Irwin & Barneby. Senna pendula (Humb. & Bonpl. ex Willd.) H. S. Irwin & Barneby. Senna quinquangulata (Rich.) H.S. Irwin & Barneby. Lauraceae Licaria caudata (Lundell) Kosterm. Nectandra hihua (Ruiz & Pav.) Rohwer. Lamiaceae Clerodendrum aculeatum (L.) Schltdl. Malpighiaceae Bunchosia canescens (W.T. Aiton) DC. Bunchosia lindeniana A. Juss. Carolus sinemariensis (Aubl.) W. R. Anderson Malvaceae
at A a a
A M A A
Eugenia tikalana Lundell. Eugenia trikii Lundell. Mosiera contrerasii (Lundell) Landrum. Myrciaria floribunda (H. West ex Willd.) O. Berg. Psidium guineense Sw. Oleaceae Forestiera rhamnifolia Griseb. Opiliaceae
A
A
a
D
A
A
Agonandra macrocarpa L. O. Williams.
A
*M
a
A
a
A
a
A
A A
D D
a
M
a
M
a a
D M
A A l
M A M
A
M
a A
A E, B
Hampea rovirosae Standl.
A
A
Bonellia longifolia (Standl.) B. Ståhl & Källersjö
A
E, D
Pavonia schiedeana Steud.
a
D
a
E, A
A
M
Bonellia sak-lol Carnevali, Hernández-Aguil. & Tapia-Muñoz Jacquinia arborea Vahl.
a
M M
D A D D
A A
D B
A
A
Myrsine cubana A. DC. Putranjivaceae Drypetes brownii Standl. Drypetes lateriflora (Sw.) Krug. & Urb. Rhamnaceae Colubrina heteroneura (Griseb.) Standl. Gouania polygama (Jacq.) Urb.
A
a A A a
A l
A A
Trichospermum grewiifolium (A. Rich.) Kosterm. Melastomataceae Henriettea succosa (Aubl.) DC. Miconia argentea (Sw.) DC. Miconia laevigata (L.) D. Don. Miconia prasina (Sw.) DC. Meliaceae Guarea petenensis Coronado.
Phyllanthaceae Phyllanthus graveolens Kunth. Picramniaceae Picramnia teapensis Tul. Polygalaceae Bredemeyera lucida (Benth.) Klotzsch ex Hassk. Polygala jamaicensis Chodat. Polygonaceae Coccoloba belizensis Standl. Primulaceae Ardisia revoluta Kunth. Bonellia albiflora (Lundell) B. Ståhl & Källersjö
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 338
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Continuación Rubiaceae Alibertia edulis (Rich.) A. Rich. ex DC. Blepharidium guatemalense Standl. Calycophyllum candidissimum (Vahl) DC. Guettarda filipes Standl. Guettarda macrosperma Donn. Sm. Hamelia rovirosae Wernham. Machaonia acuminata Bonpl. Margaritopsis microdon (DC.) C. M. Taylor. Palicourea crocea (Sw.) Roem. & Schult. Psychotria aguilarii Standl. & Steyerm. Psychotria costivenia var. costivenia Griseb. Psychotria erythrocarpa Schltdl. Psychotria graciliflora Benth. Psychotria quinqueradiara Pol. Rachicallis americana (Jacq.) Hitchc. Randia monantha Benth. Simira salvadorensis (Standl.) Steyerm. Stenostomum lucidum (Sw.) C. F. Gaertn. Rutaceae Amyris sylvatica Jacq. Zanthoxylum juniperinum Poepp. Salicaceae Casearia aculeata Jacq. Sapindaceae Blomia prisca (Standl.) Lundell. Cupania spectabilis Radlk. Exothea diphylla (Standl.) Lundell. Exothea paniculata (Juss.) Radlk. Paullinia costaricensis Radlk. Serjania atrolineata C. Wright. Serjania flaviflora Radlk. Serjania mexicana (L.) Willd. Serjania triquetra Radlk.
A a A A A a A a a a a a a a a a A A
A M D D D D A M D A A D D A A D M A
a A
D ***A
A
A
A A A A l l l l l
B D B A D A A D D
Continuación Thinouia tomocarpa Standl. Thouinidium decandrum (Bonpl.) Radlk. Sapotaceae Pouteria amygdalina (Standl.) Baehni. Pouteria reticulata (Engl.) Eyma. Sideroxylon celastrinum (Kunth) T. D. Penn. Sideroxylon persimile (Hemsley) Pennington Solanaceae Cestrum alternifolium (Jacq.) O. E. Schulz. Lycianthes hypoleuca Standl. Lycianthes virgata (Lam.) Bitter Solanum adhaerens Willd. ex Roem. & Schult. Solanum asperum Rich. Solanum candidum Lindl. Solanum diphyllum L. Theaceae Ternstroemia tepezapote Schltdl. & Cham. Thymelaeaceae Daphnopsis americana ssp. americana (Mill.) J. R. Johnst. Urticaceae Coussapoa oligocephala Donn. Sm. Verbenaceae Citharexylum calvum Moldenke Citharexylum caudatum L. Citharexylum hirtellum Standl. Lantana dwyeriana Moldenke Lippia yucatana Loes. Violaceae Corynostylis arborea (L.) S. F. Blake Orthion subsessile (Standl.) Steyerm. & Standl. Rinorea hummelii Sprague. Vitaceae Ampelocissus erdwendbergiana Planch. Cissus biformifolia Standl.
l A
M A
A A A A
D B B D
a a l l a a a
A A D A A M D
A
B
A
A
a
M
a a A a a
E, A D A E, D E, D
l A A
D A A
l l
B A
Nota. Las categorías de riesgo y endemismo se obtuvieron de las siguientes fuentes: IUCN [58] y Diario oficial de la federación [57].
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 339
plantas suculentas y ambientes xerófitos de la península de yucatán Conferencia de Jorge Carlos Trejo
Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas [ASYCS]
Plantas suculentas y ambientes xerófitos de la península de Yucatán Cactáceas y Agavaceas
Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas [ASYCS]
INFORMACIÓN GEOCLIMÁTICA DE LA PENÍNSULA DE YUCATÁN Precipitación Pluvial
Tipos Climáticos
Sistemas Ecológicos
La Selvas y Matorrales Xerófitos del norte de Yucatán, son las comunidades naturales más importante para las plantas suculentas: Las Cactáceas conforman un grupo fisonómicamente distintivo. Las especies columnares son elementos aparentes en el estrato arbóreo, en tanto que las especies tipo “nopal” son muy evidentes en el sotobosque. Es el tipo de ambiente con mayor número de especies de Cactáceas en la Península de Yucatán, con 13 de las 17 regionales. Igualmente, las Agaváceas conforman un grupo fisonómicamente distintivo. Agave angustifolia ssp. angustifolia es un elemento aparentes en el sotobosque.
CACTÁCEAS
CACTÁCEAS DE LA PENÍNSULA DE YUCATÁN Seis de los 17 taxones (especies, subespecies, variedades) de cactáceas nativas de la Peninsula de Yucatán son endémicas regionales, algunas con rangos de distribución amplios (Selenicereus donkelaari) o muy limitados (Mammillaria gaumeri). Algunas especies son abundantes, como Opuntia stricta, en tanto que otras son escasas, como es el caso de Pterocereus gaumeri. Trece especies de Cactáceas, sobre todo las cuatro columnares (Pilosocereus gaumeri, Pterocereus gaumeri y Stenocereus eichlamii y Stenocereus laevigatus) y las dos de Mammillaria tienen uso, al menos potencial, ornamental. Tres especies están protegidas legalmente, por la NOM-059-ECOL2001: Mammillaria gaumeri Mammillaria yucatanensis Pachycereus gaumeri = Pterocereus gaumeri
Cactáceas de la Península de Yucatán Clasificación Taxonómica de la Familia Cactaceae Cuatro Subfamilias: 1. Cactoideae 2. Opuntioideae 3. Malhuenioideae 4. Pereskioideae
Opuntia stricta [= Opuntia dillenii] Nombre común: Tsakam, Pak’ am
Nopalea gaumeri Nombre común: Tsakam, Pak’ am
Nopalea inaperta Nombre común: Tsakam soots´
Stenocereus laevigatus Sin nombre común
Stenocereus eichchlamii [‘Marshallocereus eichlamii’] Sin nombre común
Pilosocereus gaumeri Nombre común: K’ulub
Pterocereus gaumeri
Nombre común: Nej kisin, Tso’ots’ pak’am, K’an chooch
Mammillaria gaumeri Nombre común: K’iix pak’ am, Pool miis
Mammillaria gaumeri Población de Río Lagartos
Mammillaria columbiana spp. Yucatanensis [= Mammillaria yucatanensis] Sin nombre común
Selenicereus grandiflorus ssp. donkelaari [= Selenicereus donkelaari] Nombre común: Koj kaan, Pool tsutsuy, Sak baakel kaan, Aak’il pak’am
Selenicereus pteranthus Sin nombre común
Strophocactus testudo [= Selenicereus testudo] Nombre común: Pitaya de tortuga
Hylocereus undatus Nombre común: Pitaya, Pitajaya
Hylocereus undatus spp. luteolus Sin nombre común
Acanthocereus tetragonus [= Acanthocereus pentagonus] Nombre común: Tsakam, Nuum tsutsuy
Epiphyllum hookeri [= Epiphyllum phyllanthus] Nombre común: Pitajaya ku’uk
Pereskiopsis kellermani [= Pereskiopsis scandens] Sin nombre común
Rhipsalis baccifera Sin nombre común
AGAVES
AGAVES DE LA PENÍNSULA DE YUCATÁN Tres de los cinco taxones (especies, subespecies, variedades) de Agaváceas de la Peninsula de Yucatán son endémicas regionales, algunas con rangos de distribución amplios (Furcraea cahum) o limitados (Manfreda). Las cinco especies de Agaváceas tienen uso, al menos potencial, ornamental. Algunas especies son abundantes, como Agave angustifolia var. angustifolia en tanto que otras son escasas (Manfreda). Ninguna especie está protegida legalmente, por la NOM-059-ECOL-2001.
Agaves de la Península de Yucatán
Agave fourcroydes Nombre común: Henequén, Sak kij
Furcreae cahum Nombre común: Cajum, Cajum kij
Agave angustifolia var. angustifolia Nombre común: Kij, Ch’elem, Ch’elem kij, Xix kij
Manfreda maculata
[≠ Manfreda maculata] [≠ Manfredabrachystachya] Nombre común: Kabal ch’elem, Junpets’ k’iinil
Fuentes gráficas: Contraportada: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/7/7f/Henequen.jpg Selenicereus grandiflorus ssp. donkelaari: http://chalk.richmond.edu/flora-kaxil-kiuic/s/selenicereus_grandiflorus_ssp_donkelaarii_07s.JPG Hylocereus undatus: http://www.fourlangwebprogram.com/fourlang/afbeeldingen/Hylocereus_undatus_1.jpg http://www.theamateursdigest.com/40261.jpg Henequen: http://www.excentricaonline.com/wp-content/uploads/2010/10/henequen-plant.jpg http://www.esacademic.com/pictures/eswiki/89/Yaxcopoil-Campo-de-Henequen.jpg http://lh3.ggpht.com/_eGnelVax_pI/S02J0nRrw5I/AAAAAAAAHHg/7MXx2vpTrgI/CIMG2587.JPG
Plantas Suculentas y Ambientes Xerófitos de la Península de Yucatán / Conferencia de Jorge Carlos Trejo Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas (ASYCS) Mérida, Yucatán, México, 2011 info.asycs@gmail.com asycs.weebly.com www.facebook.com/ASYCS
Presidente: Nydia Palma nydiapalmasilva@yahoo.com.mx
ASYCS: Tesorera: Débora Carnevali deboracarnevali@gmail.com
Secretario: Julian Parra j_parraescamilla@hotmail.com
Diseño: Débora Carnevali Ramírez deboracarnevali@gmail.com
Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas [ASYCS]
Plantas Suculentas y Ambientes Xerófitos de la Península de Yucatán [Mérida, Yucatán, México / 2011]
Asociación Yucateca de Cactáceas y Suculentas [ASYCS]
Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
TAXONOMÍA Y FLORÍSTICA
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO1,4, MARÍA DEL ROSARIO DOMÍNGUEZ-CARRASCO1, PASCALE VILLEGAS1, CELSO GUTIÉRREZ-BÁEZ1, LUIS ARIEL MANZANERO-ACEVEDO2, JUAN JOSÉ ORTEGA-HAAS3, SARAÍ HERNÁNDEZ-MUNDO3, ELDA CELEDONIA PUC-GARRIDO3 Y ROSALÍA PUCH-CHÁVEZ3 1
Centro de Investigaciones Históricas y Sociales, Universidad Autónoma de Campeche Centro de Estudios en Desarrollo Sustentable y Aprovechamiento de la Vida Silvestre, Universidad Autónoma de Campeche 3 Facultad de Ciencias Químico Biológicas, Universidad Autónoma de Campeche 4 Autor para la correspondencia: yecver@hotmail.com
2
Resumen: Se estudió la composición y la estructura de la vegetación secundaria de diez años de edad en el área de Tepakán, Campeche, México. Se delimitaron 20 parcelas de 5 × 10 m2 (1,000 m2 en total), midiendo todos los individuos de v 2 cm de DAP. El análisis estructural de la vegetación se basó en los valores de importancia de las especies. La diversidad se estimó con el índice de Shannon-Wiener (H’). Se encontraron 1,150 individuos leñosos de 43 especies, agrupadas en 35 géneros y 21 familias. El valor de H’ fue de 1.59. La familia con mayor número de especies fue Fabaceae (14 especies). Cordia alliodora fue la más importante con base en su elevado valor de densidad y dominancia relativa, seguida en importancia por Piscidia piscipula y Acacia gaumeri, las que aglutinaron 33.9% del total del valor de importancia. Estas especies son las más importantes en la estructura y fisonomía de la comunidad vegetal. Palabras claves: composición, estructura, florística, Tepakán, vegetación secundaria. Abstract: We studied species composition and structure of a ten year-old secondary forest in Tepakán, Campeche, Mexico. We marked 20 plots of 5 × 10 m2 (1,000 m2 in total), where all individuals with a DBH v 2 cm were measured. Vegetation structure was characterized using the importance values of the species, and species diversity was estimated with the Shannon-Wiener (H’) Index. We recorded 1,150 woody individuals in 43 species, 35 genera, and 21 families. Diversity was H’= 1.59. The Fabaceae was the family with the highest number of species (14). Cordia alliodora was the most important species according to its large stem density, followed by Piscidia piscipula and Acacia gaumeri. Together they account for 33.9% of total importance value. These species are the most important in the structure and physiognomy of the community. Key words: composition, floristic, secondary vegetation, structure, Tepakán.
L
as selvas tropicales son un recurso natural importante, ya que regulan la atmósfera a nivel global, proporcionan hábitats para numerosas especies vegetales y animales, regulan el sistema hidrológico a nivel local y regional y con el reciclaje de sus nutrimentos permiten la fertilidad natural del suelo. Además brindan a las poblaciones rurales y urbanas, maderas útiles en la construcción de viviendas, forraje, plantas alimenticias, combustible y medicinales, entre otras (Granielo-Vásquez, 1985; Sánchez-Aguilar y Rebollar-Domínguez, 1999; Martínez-Ramos y García-Orth, 2007).
La demanda del recurso vegetal para la industria y el sustento de la población humana en las regiones con selvas tropicales han causado la pérdida, además de una fuerte conversión de estas comunidades vegetales en áreas agrícolas, pecuarias y asentamientos humanos (Gehring et al., 1999; Arias-Escobar y Barrera-Cataño, 2007). Como resultado se han perdido dos terceras partes de las selvas tropicales del planeta (Wilson, 1988). Este cambio en el uso del suelo ha provocado cambios en la estructura y composición florística de los remanentes de selva y el confinamiento de la ve27
PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO ET AL.
getación primaria a pequeños manchones y la creación de grandes áreas de vegetación secundaria (Ramírez-Marcial et al., 1998; Trejo y Dirzo, 2000; Orians, 2000; Guariguata y Ostertag, 2002; Herrerías-Diego y Benítez-Malvido, 2005; Montenegro-S. et al., 2006; González-Castillo et al., 2007). Estas áreas están rápidamente incrementando en extensión (Chazdon y Coe, 1999; Chazdon et al., 2010). La vegetación secundaria es una comunidad compuesta por una composición florística variable en función del tiempo de abandono (Giraldo-Cañas, 2000; Castillo-Campos y Laborde-D, 2004), que se manifiesta después de que una selva tropical primaria ha sido perturbada por factores como: incendios naturales, caída de árboles por vientos fuertes, extracción selectiva de árboles, actividad agropecuaria, entre otros (Gómez-Pompa y Vázquez-Yanes, 1985). La vegetación primaria de la Península de Yucatán ha sido transformada y sustituida por diferentes usos de la tierra, fuego y huracanes (Allen et al., 2003). Los pocos sitios donde existe vegetación madura muestra signos de perturbación humana (Rico-Gray y García-Franco, 1992) y casi en su totalidad, la Península es vegetación secundaria (Rico-Gray y García-Franco, 1991). Estos cambios han provocado modificaciones en la estructura de la vegetación, composición florística (Carnevali et al., 2003), diversidad, abundancia y frecuencia de las especies (Ramírez-Marcial et al., 1998; Sánchez-Aguilar y Rebollar-Domínguez, 1999, Von-Gadow et al., 2004). Estudios realizados sobre vegetación secundaria de bosques húmedos y selvas secas tropicales han documentado cambios en su estructura y composición florística (Lott et al., 1987; Guariguata et al., 1997; Gehring et al., 1999; Giraldo-Cañas, 2000, 2001; Guariguata y Ostertag, 2001; Balvanera et al., 2002; Peña-Claros, 2003; Segura et al., 2003; Ruprecht, 2005; Sagar y Singh, 2005; Balvanera y Aguirre, 2006; Toledo y Salick, 2006; Durán et al., 2006; Lebrija-Trejos et al., 2008; Chazdon et al., 2010). Desafortunadamente, el conocimiento básico de la estructura y la diversidad de especies leñosas de la vegetación secundaria en la Península de Yucatán, han recibido poca atención (Rico-Gray y García-Franco, 1992; Mizrahi et al., 1997; González-Iturbe et al., 2002). En Campeche existen trabajos en los que se aporta información cualitativa sobre vegetación y flora (Rico-Gray, 1982; Flores y Espejel, 1994; ZamoraCrescencio, 1999, 2003) y algunos estudios cuantitativos de la vegetación (Durán-García, 1987, 1995; Martínez y Galindo-Leal, 2002; Díaz-Gallegos et al., 2002). Sin embargo, no hay estudios que evalúen aspectos cuantitativos sobre la estructura de la vegetación secundaria derivada de la selva baja caducifolia. Para la Península de Yucatán la selva baja caducifolia se caracteriza porque los árboles que la conforman (75% o más) pierden las hojas en tiempo de sequía; por la abundancia de leguminosas y por las especies endémicas (Flores y Espejel, 1994). La altura de sus árboles oscila entre seis y 12 28
metros (Miranda y Hernández-X., 1963) y sus diámetros entre diez y 30 cm (Flores y Espejel, 1994). Las especies que caracterizan a la selva baja caducifolia son: Acacia gaumeri, Alvaradoa amorphoides, Bursera simaruba, Caesalpinia gaumeri, C. yucatanensis, Ceiba aesculifolia, Diospyros cuneata, Gymnopodium floribundum, Hampea trilobata, Jatropha gaumeri, Neomillspaughia emarginata, Parmentiera aculeata, Piscidia piscipula, Randia longiloba, Sideroxylon americanum, entre otras (Miranda, 1978; Flores y Espejel, 1994). Para la parte norte del estado de Campeche (zona de estudio), esta comunidad vegetal ha sido afectada por las actividades humanas principalmente para cultivar maíz, y extracción de algunas especies como el kitimche’ (Caesalpinia gaumeri) usado como horcones de casas y el sak iitsa’ (Neomillspaughia emarginata) para mangos de escobas (com. pers. Gilberto Cobo), en donde prácticamente la selva baja caducifolia se encuentra en fases secundarias de regeneración. El objetivo de este trabajo fue proporcionar información básica sobre la estructura, la composición florística y la diversidad de una etapa sucesional con diez años de abandono en el norte del estado de Campeche.
Sitio de estudio. El sitio de estudio se localiza a 2 km al este de la carretera federal Campeche-Mérida, en el ejido de Tepakán, municipio de Calkini, estado de Campeche (20º 24’ 00’’ N y 90º 01’ 00’’ O, Figura 1). La topografía del terreno es básicamente plana, con algunos lomeríos suaves no muy prominentes. Las rocas son sedimentarias del Cenozoico y los afloramientos en extensión son rocas calizas, margas, lutitas y areniscas de edad Eocénica del Terciario Inferior. Entre las calizas se encuentran sedimentos calcáreos de aspecto crestoso, microcristalinos, pulverulentos o sacaroides de color blanco (Flores y Espejel, 1994; INEGI, 1985a). El
Figura 1. Localización del área de estudio. Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO
suelo es de tipo luvisol combinado con litosol, presenta un horizonte ócrico, sin reacción al HCl; la estructura es granular de tamaño fino y con moderado desarrollo. Este tipo de suelo es de fertilidad moderada, de textura fina arcillosa, color rojo o pardo rojizo (INEGI, 1985b). El clima se clasifica como Awo, cálido subhúmedo con régimen de lluvias en verano. La temperatura media anual es de 25.8 ºC y la precipitación total anual es 1,229.4 mm; marzo es el mes de mínima precipitación y septiembre tiene los valores más altos (CONAGUA, 2007). Método. El sitio de muestreo se seleccionó al azar y, con la ayuda de un guía local, se determinó que se trataba de una comunidad con diez años de abandono, derivada de selva baja caducifolia. El muestreo de la vegetación se realizó en dos periodos: mayo del 2008 (750 m2) y en junio del 2010 (250 m2), cubriendo una superficie de 1,000 m2 (0.1 ha), usando parcelas de 5 × 10 m (50 m2), dando un total de 20 parcelas. En cada parcela se midieron todos los árboles y arbustos con diámetro a la altura del pecho (DAP) v 2 cm. Para la identificación taxonómica de las especies se recolectaron especímenes tanto fértiles como estériles para ser cotejados con los ejemplares de la colección del herbario UCAM del Centro de Investigaciones Históricas y Sociales de la Universidad Autónoma de Campeche. Análisis de los datos. La estructura de la vegetación se analizó en términos de área basal, usando la distribución de frecuencias agrupadas por clases diamétricas. La estructura vertical se analizó usando un histograma de frecuencias de alturas para todos los individuos censados. Las distintas clases de diámetro y altura fueron definidas considerando los valores de los datos y el número total de individuos. Para determinar el valor de importancia de las especies, se calcularon y sumaron la densidad relativa (número de individuos por especie/total de individuos de las especies × 100), la frecuencia relativa (número de unidades de muestra en el que se encontró una especie/el número total de unidades de muestra × 100) y la dominancia relativa (área basal de cada especie/total del área basal de todas las especies × 100) (Mueller-Dombois y Ellenberg, 2002). La diversidad de especies se estimó usando el índice de Shannon-Wiener (H’) (Magurran, 1988): H’= – (pi) (ln pi) donde pi = proporción de la muestra que corresponde a la especie i
La descripción de la composición y estructura se realiza agrupando los resultados de los dos periodos debido a que no fueron parcelas permanentes. Composición florística. Se registraron 43 especies leñosas en 35 géneros y 21 familias en 0.1 ha (Cuadro 1, ApéndiBol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
Cuadro 1. Características de las especies leñosas en dos periodos de muestreo. Variables
Periodo 2008
Periodo 2010 Total en los dos periodos
Área muestreada
750 m2
250 m2
1000 m2 (0.1 ha)
Número de individuos
837
313
1,150
Familias
21
11
21
Géneros
36
17
35
Especies
42
21
43
Índice Shannon-Weaner
1.29
0.55
1.59
Equitatividad
0.79
0.34
0.98
14.87
27.43
18.0
Área basal (m /ha) 2
ce). Con base en las 20 parcelas de muestreo, las familias con mayor riqueza de especies fueron Fabaceae (14) y Ebenaceae (3), que concentraron 39.53% del total de las especies encontradas. Las especies con las mayores densidades fueron Acacia gaumeri (179 individuos), Cordia alliodora (177), Lonchocarpus xuul (107), Piscidia piscipula (87), Sideroxylon obtusifolium (86) y Lysiloma latisiliquum (54). Éstas representan 60.09% del total de los individuos registrados. Entre las especies raras (aquellas con menos de 50 individuos) estuvieron Sideroxylon americanum (47 individuos), Acacia sp. (36), Diospyros anisandra (34), Hippocratea excelsa (34), Colubrina sp. (32) y Caesalpinia gaumeri (27). La diversidad y equitatividad fueron de 1.59 y 0.98, respectivamente, valores que indican que la comunidad vegetal tiene una diversidad baja. Análisis estructural. En el área de 1,000 m2 se registraron 1,150 individuos con DAP v de 2 cm (Cuadro 1). La densidad de individuos de dos a 3.9 cm fue de 8,280 ind/ha (70%), mientras que la densidad de 2,940 ind/ha corresponde a las clases dos, tres y cuatro (25.57%) y en el resto de las clases la densidad fue de 280 ind/ha (2.4%) (Figura 2). Acacia gaumeri fue la que tuvo mayor densidad (1,790 ind/ ha), seguida de Cordia alliodora (1,770 ind/ha) y Lonchocarpus xuul (1,070 ind/ha), mientras que Piscidia piscipula y Sideroxylon obtusifolium tuvieron bajas densidades (870 ind/ha). Estas cinco especies constituyen el 55.5% (637) del total de individuos, el resto se distribuye entre 38 especies. En la figura 2 se muestra que la distribución de los individuos en las diferentes clases diamétricas presenta la forma característica de una J-invertida, lo que indica que la mayoría de los individuos están en la clase de tamaño pequeño. Las especies que aportaron mayor número (> 100) de individuos en las dos primeras clases diamétricas fueron Acacia gaumeri (168 individuos), Cordia alliodora (163) y Lonchocarpus xuul (106), mientras que las especies que alcanzaron la última clase diamétrica (> 16 cm) fueron Caesalpinia gaumeri, Havardia albicans, Lysiloma latisiliquum, Piscidia piscipula y las que aportaron más indivi29
PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO ET AL.
900
Número de individuos
800 700 600 500 400 300 200 100 0 1
2
3
4
5
6
7
8
Clases diamétricas
Figura 2. Distribución de las clases diamétricas de los individuos con DAP v 2.0 cm de las 20 parcelas de muestreo de la vegetación secundaria de diez años de abandono en Tepakán, Campeche, México. Clases de diámetros: 1 = 2-3.9 cm; 2 = 4-5.9 cm; 3 = 6-7.9 cm; 4 = 8-9.9 cm; 5 = 10-11.9 cm; 6 = 12-13.9 cm; 7 = 14-15.9 cm; 8 = > 16 cm.
duos en esta clase fueron Lysiloma latisiliquum y Piscidia piscipula. En relación con la distribución vertical por clases de altura, el mayor número de individuos (511) se concentró en la segunda clase (2.6-3.5 m), y se muestra un decremento progresivo hacia las tres últimas clases (Figura 3). Las especies representativas que tuvieron mayor proporción de individuos en esta clase (2.6-3.5 m) de altura fueron Acacia gaumeri (103 individuos), Cordia alliodora (73), Sideroxylon obtusifolium (43), Lonchocarpus xuul (37) y Lysiloma latisiliquum (33). Cordia alliodora fue una especie común en las primeras tres clases de altura. La última clase (5.66.5 m) la componen individuos de las especies Acacia sp., Caesalpinia gaumeri, Cordia alliodora, Havardia albicans y Piscidia piscipula. En el apéndice se señalan los componentes y el valor de
Número de individuos
600 500 400 300 200 100 0 1
2
3
4
5
Clases de altura
Figura 3. Distribución de las clases de altura de los individuos con DAP v 2.0 m de las 20 parcelas de vegetación secundaria con diez años de abandono en Tepalkan, Campeche, México. Clases de altura: 1 = 2-2.5 cm; 2 = 2.6-3.5 cm; 3 = 3.6-4.5 cm; 4 = 4.6-5.5 cm; 5 = 5.6-6.5 cm.
30
importancia de las especies que conforman la estructura de la vegetación secundaria. Entre las especies más importantes se encuentran Acacia gaumeri, Cordia alliodora y Piscidia piscipula que concentran 33.9% del total del valor de importancia relativa y que son los componentes florísticos más sobresalientes de esta comunidad vegetal. Cordia alliodora fue la especie más importante por su valor de importancia en la composición de la comunidad, destacando por su alta densidad relativa más que por su área basal. Acacia gaumeri ocupó el tercer lugar, a pesar de ocupar el segundo lugar en densidad relativa; esto se debe a que sus áreas basales fueron bajas, mientras que Piscidia piscipula ocupó el segundo lugar, su posición está determinado por el área basal.
Los resultados muestran que la riqueza específica (43 especies) difiere cuando se la compara con otras comunidades sucesionales [Rico-Gray et al., 1988 (54 especies); Mizrahi et al., 1997 (41 especies); González-Iturbe et al., 2002 (66 especies), Ceccon et al., 2002 (33 especies)]. Es posible que las diferencias se deban al tipo de vegetación original, al tamaño de la parcela, el uso al que estuvo dedicada antes del abandono y a la aplicación de criterios del tamaño de los diámetros utilizados. Por otra parte, las condiciones topográficas y geológicas son similares, a excepción de las comunidades estudiadas por Rico-Gray et al. (1988), que derivan de una selva mediana subcaducifolia y con un poco más de humedad en esos sitios, que en la parte norte de la propia Península. La familia Fabaceae fue la que tuvo mayor número de especies, lo cual coincide con los reportes de muchos otros estudios florísticos realizados de selva baja caducifolia (Lott et al., 1987; Gentry, 1995; Gillespie et al., 2000; GallardoCruz et al., 2005; Durán et al., 2006; Pineda-García et al., 2007; Alanís-Rodríguez et al., 2010) y, particularmente, de la península de Yucatán (Ceccon et al., 2002; González-Iturbe et al., 2002). La familia Fabaceae es la mejor representada debido a que es una de las más diversas en el mundo y ampliamente distribuida en las regiones tropicales (Rzedowski, 1978; Gentry, 1988; Sousa-S. y Delgado-S., 1998; Lavin et al., 2005). Si comparamos las distintas especies que han sido reportadas en éste y otros estudios con el mismo tipo de hábitat (Flores, 1989; Mizrahi et al., 1997; Ceccon et al., 2002; González-Iturbe et al., 2002), encontramos que hay tres especies comunes: Havardia albicans, Mimosa bahamensis y Piscidia piscipula. Estas son las especies características desde las primeras etapas hasta las fases más avanzadas de regeneración natural (Flores, 1989; Mizrahi et al., 1997; González-Iturbe et al., 2002). Por otro lado, las densidades encontradas para Acacia gaumeri y Cordia alliodora, coinciden con los reportes de las comunidades secundarias estudiadas por Marín-Chávez (1997) y Mizrahi et al. (1997). Es posible aventurar dos posiBol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO
bles explicaciones para esto, una que son especies de rápido crecimiento (Flores, 1989; Mizrahi et al., 1997; GonzálezIturbe et al., 2002) y la otra podría ser su adaptación a condiciones de disturbio por actividades humanas en el pasado (Rzedowski, 1978; Thompson et al., 2002). Con respecto a las áreas basales, Cordia alliodora, Lysiloma latisiliquum y Piscidia piscipula presentaron densidades abundantes en las primeras clases diamétricas, lo cual es un ejemplo de regeneración de estas especies en la comunidad. Las tres especies tienen alta capacidad de rebrote después de una perturbación y son de rápido crecimiento (Mizrahi et al., 1997; Durán et al., 2002; González-Iturbe et al., 2002). Por otra parte, sólo tres especies (Cordia alliodora, Lonchocarpus xuul y Sideroxylon obtusifolium) estuvieron representadas en las cuatro clases diamétricas con una mayor densidad, en particular la primera, lo cual sugiere que forman parte importante de la composición y estructura de la vegetación secundaria en el área de estudio. Es probable, que estas especies tengan la capacidad de sobrevivir a medida que se incrementa la competencia entre especies, y que su establecimiento sea favorecido por la perturbación frecuente donde se ha desmontado y la acción del hombre ha sido persistente (Collins et al., 1995; Martínez y Galindo-Leal, 2002; Pennington y Sarukhán, 2005). Los individuos de altura (6 m) y diámetro (39 cm) mayor corresponden a especies como Caesalpinia gaumeri, Cordia alliodora, Havardia albicans y Piscidia piscipula, su presencia posiblemente se deba a que fueron toleradas al tumbar la vegetación para fines agrícolas. Las familias Boraginaceae y Fabaceae fueron estructuralmente dominantes en la comunidad sucesional estudiada, lo cual coincide con otros trabajos (Flores, 1989; Mizrahi et al., 1997; Ceccon et al., 2002; González-Iturbe et al., 2002), pero su importancia parece disminuir en comunidades sucesionales más avanzadas (Rico-Gray et al., 1988). El índice de diversidad encontrada en este estudio (H’ 1.59, 43 spp.) comparado con otros estados sucesionales secundarios en Yucatán muestra que la diversidad fue ligeramente alta [Ceccon et al. (2002) (H’ 1.23, 33 spp.), Mizrahi et al. (1997) (H’1.16, 41 spp.) y de González-Iturbe et al. (2002) (H’ 1.39, 66 spp.)]. Estas diferencias podrían estar relacionadas con la abundancia y riqueza de especies, con las condiciones ecológicas del hábitat y con los cambio en el uso del suelo de cada sitio de estudio (Segura et al., 2003; Alanís-Rodríguez et al., 2008).
Se agradece a los doctores Victor Rico-Gray, William J. Folan H. y Jorge Meave del Castillo por la revisión del manuscrito y el resumen en inglés. Las sugerencias de cambios que hicieron dos árbitros anónimos para una mejor versión del manuscrito. Al Lic. Juan José Cosgaya Medina por la elaboración de la figura 1, al Sr. Gilberto Cobo, guía local y Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
a la Biól. Gisela Aguayo Dionet por el apoyo de campo. Este trabajo fue apoyado por el proyecto “Cultivo de especies de uso artesanal en Tepakán, Calkiní, Campeche’’ financiado por Fundación Produce 2005 (Clave 1337) y el proyecto FOMIX CAMPECHE-CONACYT (Clave CAMP-200893419) en la segunda salida de campo.
Alanís-Rodríguez E., Jiménez-Pérez J., Aguirre-Calderón O., Treviño-Garza E, Jurado-Ybarra E. y González-Tagle M. 2008. Efecto del uso del suelo en la fitodiversidad del matorral espinoso Tamaulipeco. Ciencia UANL :56-62. Alanís-Rodríguez E., Aranda-Ramos R., Mata-Balderas J.M., Canizales-Velázquez P.A., Jiménez-Pérez J., Uvalle-Sauceda J.I., Valdecantos-Dema A. y Ruiz-Bautista M.G. 2010. Riqueza y diversidad de especies leñosas del bosque tropical caducifolio en San Luis Potosí, México. Ciencia UANL :287-293. Allen E.B., Allen M.F., Violi H.A. y Gómez-Pompa A. 2003. Restoration of tropical seasonal forest in Quintana Roo. En: Gómez-Pompa A., Allen M.F., Fedick S.L. y Jiménez-Osornio J.J. Eds. The Lowland Maya Area: Three Millennia at the HumanWildland Interface, pp. 587-598, Food Products, Nueva York. Arias-Escobar M.A. y Barrera-Cataño J.I. 2007. Caracterización florística y estructural de la vegetación vascular en áreas con diferente condición de abandono en la cantera soratama, localidad de Usaquén, Bogotá. Universitas Scientiarum. Edición especial II, :25-45. Balvanera P., Lott E., Segura G., Siebe C. y Islas A. 2002. Patterns of -diversity in a Mexican tropical dry forest. Journal of Vegetation Science :145-158. Balvanera P. y Aguirre E. 2006. Tree diversity, environmental heterogeneity, and productivity in a Mexican tropical dry forest. Biotropica :479-491. Carnevali G., Ramírez I.M. y González-Iturbe J.A. 2003. Flora y vegetación de la Península de Yucatán. En: Colunga-GarcíaMarín P. y Larqué-Saavedra A. Eds. Naturaleza y Sociedad en el Área Maya, Pasado, Presente y Futuro, pp. 53-68, Academia Mexicana de Ciencias y Centro de Investigación Científica de Yucatán, México, D. F. Castillo-Campos G. y Laborde-D J. 2004. La vegetación. En: Guevara-S S., Laborde-D J. y Sánchez-Ríos G. Eds. Los Tuxtlas. El Paisaje de la Sierra, pp. 231-265, Instituto de Ecología, A.C. y Unión Europea, Xalapa. Ceccon E., Olmsted I., Vázquez-Yanes C. y Campos-Alves J. 2002. Vegetation and soil properties in two tropical dry forests of differing regeneration status in Yucatan. Agrociencia :621631. Chazdon R.L. y Coe F.G. 1999. Ethnobotany of woody species in second growth, old-growth, and selectively logged forests of Northeastern Costa Rica. Conservation Biology :1312-1322. Chazdon R.L., Finegan B., Capers R.S., Salgado-Negret B., Casanoves F., Boukili V. y Norden N. 2010. Composition and dynamics of functional groups of trees during tropical forest succession in northeastern Costa Rica. Biotropica :31-40. CONAGUA [Comisión Nacional del Agua] 2007. Base de datos mensuales climatológicos correspondientes a la estación de Calkiní, Camp. México. Residencia Técnica Jefatura de Aguas Superficiales. Organización de Cuenca Península de Yucatán,
31
PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO ET AL.
Mérida. Collins S.L., Glenn S.M. y Gibson D.J. 1995. Experimental analysis of intermediate disturbance and initial floristic composition decoupling cause and effect. Ecology :486-492. Díaz-Gallegos J.R., Castillo-Acosta O. y García-Gil G. 2002. Distribución espacial y estructura arbórea de la selva baja subperennifolia en un ejido de la Reserva de la Biosfera Calakmul, Campeche, México. Universidad y Ciencia :11-28. Durán-García R. 1987. Descripción y análisis de la estructura y composición de la vegetación de los petenes del noroeste de Campeche, México. Biótica :181-198. Durán-García R. 1995. Diversidad florística de los petenes de Campeche. Acta Botanica Mexicana :73-84. Durán E., Balvanera P., Lott E., Segura G., Pérez-Jiménez A., Islas A. y Franco M. 2002. Estructura, composición y dinámica de la vegetación. En: Noguera F.A., Vega-Rivera J.H., GarcíaAldrete A.N. y Quesada-Avendaño M. Eds. Historia Natural de Chamela, pp. 443-472, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Biología, México, D.F. Durán E., Meave J.A., Lott E.J. y Segura G. 2006. Structure and tree diversity patterns at the landscape level in a mexican tropical deciduous forest. Boletín de la Sociedad Botánica de México :43-60. Flores J.S. 1989. Importancia de las leguminosas en la vegetación secundaria del Estado de Yucatán. Revista Universidad Autónoma de Yucatán :68-80. Flores J.S. y Espejel I. 1994. Tipos de vegetación de la Península de Yucatán. Etnoflora Yucatanense, Fascículo 3. Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida. Gallardo-Cruz J.A., Meave J.A. y Pérez-García E.A. 2005. Estructura, composición y diversidad de la selva baja caducifolia del Cerro Verde, Nizanda (Oaxaca), México. Boletín de la Sociedad Botánica de México :19-35. Gehring C., Denich M., Kanashiro M. y Vlek P.L.G. 1999. Response of secondary vegetation in eastern Amazonia to relaxed nutrient availability constraints. Biogeochemistry :223-241. Gentry A.H. 1988. Changes in plant community diversity and floristic composition on environmental and geographical gradients. Annals of the Missouri Botanical Garden :1-34. Gentry A.H. 1995. Diversity and floristic composition of neotropical dry forest. En: Bullock S.H., Mooney H.A. y Medina E. Eds. Seasonally Dry Tropical Forest, pp. 146-190, Cambridge University Press, Cambridge. Gillespie T.W., Grijalva A. y Farris C.N. 2000. Diversity, composition, and structure of tropical dry forest in Central America. Plant Ecology :37-47. Giraldo-Cañas D. 2000. Variación de la diversidad florística en un mosaico sucesional en la cordillera central andina (Antioquia, Colombia). Darwiniana :33-42. Giraldo-Cañas D. 2001. Análisis florístico y fitogeográfico de un bosque secundario pluvial andino, cordillera central (Antioquia, Colombia). Darwiniana :187-199. Gómez-Pompa A. y Vázquez-Yanes C. 1985. Estudios sobre la regeneración de selvas en regiones cálido-húmedas de México. En: Gómez-Pompa A y del Amo S. Eds. Investigaciones sobre la Regeneración de Selvas Altas en Veracruz, México, Vol. II, pp 1-25, Instituto Nacional de Investigaciones sobre los Recursos Bioticos y Editorial Alhambra Mexicana, México, D.F. González-Castillo O., Jiménez-de Azcárate J., García-Pérez J. y Aguirre-Rivera J.R. 2007. Flórula vascular de la Sierra de Ca-
32
torce y territorios adyacentes, San Luis Potosí, México. Acta Botanica Mexicana :1-38. González-Iturbe J.A., Olmsted I. y Tun-Dzul F. 2002. Tropical dry forest recovery after long term Henequen (sisal, Agave fourcroydes Lem.) plantation in northern Yucatan, Mexico. Forest Ecology and Management :67-82. Granielo-Vásquez S. 1985. Uso y abuso de la selva. Los recursos del trópico húmedo. Información Científica y Tecnológica :3538. Guariguata M.R., Chazdon R.L., Denslow J.S., Dupuy J.M. y Anderson L. 1997. Structure and floristic of secondary and oldgrowth stands in lowland Costa Rica. Plant Ecology :107-120. Guariguata M.R. y Ostertag R. 2002. Sucesión secundaria. En: Guariguata M.R. y Kattan G.H. Eds. Ecología y Conservación de Bosques Neotropicales, pp. 591-623, Libro Universitario Regional, Cartago. Guariguata M.R. y Ostertag R. 2001. Neotropical secondary forest succession: changes in structure and functional characteristics. Forest Ecology and Management :185-206. Herrerías-Diego Y. y Benítez-Malvido J. 2005. Consecuencias de la fragmentación de ecosistemas. En: Sánchez O., Peters E., Márquez-Huitzil R., Vega E., Portales G., Valdéz M. y Azuara D. Eds. Temas sobre la Restauración Ecológica, pp. 113-126, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales-Instituto Nacional de Ecología, U.S. Fish & Wildlife Services-Unidos para la Conservación A.C., México, D.F. INEGI [Instituto Nacional de Estadística y Geografía]. 1985a. Carta geológica. Calkiní F15-9-12. Escala 1:250 000, México, D.F. INEGI. 1985b. Carta edafológica. Calkiní F15-9-12. Escala 1:250 000, México, D.F. Lavin M., Herendeen P.S. y Wojciechowski M.F. 2005. Evolutionary rates analysis of Leguminosae implicates a rapid diversification of lineages during the Tertiary. Systematic Biology :575-594. Lebrija-Trejos E., Brongers F., Pérez-García E.A y Meave J.A. 2008. Successional change and resilience of a very dry tropical deciduous forest following shifting agriculture. Biotropica :422-431. Lott E.J., Bullock S.H. y Solís-Magallanes J.A. 1987. Floristic diversity and structure of Upland and Arroyo Forest of Coastal Jalisco. Biotropica :228-235. Magurran A.E. 1988. Ecological Diversity and its Measurement. Princeton University Press, Princeton. Marín-Chávez J. 1997. Composición y estructura de la vegetación y sus relaciones con el banco de semillas en tres sitios de la selva baja caducifolia de la Península de Yucatán. Tesis de Maestría. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, 105 pp. Martínez E. y Galindo-Leal C. 2002. La vegetación de Calakmul, Campeche, México: clasificación, descripción y distribución. Boletín de la Sociedad Botánica de México :7-32. Martínez-Ramos M. y García-Orth X. 2007. Sucesión ecológica y restauración de las selvas húmedas. Boletín de la Sociedad Botánica de México :69-84. Miranda F. 1978. Vegetación de la Península Yucateca. Colegio de Postgraduados-Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Chapingo. Miranda F. y Hernández-X. E. 1963. Los tipos de vegetación de México y su clasificación. Boletín de la Sociedad Botánica de Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO
México :29-179. Mizrahi A., Ramos-Prado J.M. y Jiménez-Osornio J. 1997. Composition, structure and management potential of secondary dry tropical vegetation in two abandoned plantations of Yucatan, Mexico. Forest Ecology and Management :273-282. Montenegro-S. A.L., Ávila-Parra Y.A., Mendivelso-Ch H.A. y Vargas O. 2006. Potencial del banco de semillas en la regeneración de la vegetación del humedal Jaboque, Bogotá, Colombia. Caldasia :285-306. Mueller-Dombois D. y Ellenberg H. 2002. Aims and Methods of Vegetation Ecology. The Blackburn Press, Nueva York. Orians G.H. 2000. Biodiversity and ecosystem processes in tropical ecosystems. Revista de Biología Tropical :297-303. Peña-Claros M. 2003. Changes in forest structure and species composition during secondary forest succession in the Bolivian Amazon. Biotropica :450-461. Pineda-García F., Arredondo-Amezcua L. e Ibarra-Manríquez G. 2007. Riqueza y diversidad de especies leñosas del bosque tropical caducifolio El Tarimo, Cuenca del Balsas, Guerrero. Revista Mexicana de Biodiversidad :129-139. Pennington T.D. y Sarukhán J. 2005. Árboles Tropicales de México. Manual para la Identificación de las Principales Especies. Universidad Nacional Autónoma de México-Fondo de Cultura Económica, México, D.F. Ramírez-Marcial N., Ochoa-Gaona S., González-Espinosa M. y Quintana-Ascencio P.F. 1998. Análisis florístico y sucesional en la estación biológica Cerro Huitepec, Chiapas, México. Acta Botanica Mexicana :59-85. Rico-Gray V. 1982. Estudio de la vegetación de la zona costera inundable del noroeste del estado de Campeche, México: Los Petenes. Biótica :171-190. Rico-Gray V. y García-Franco J.G. 1991. The maya and the vegetation of the Yucatan Peninsula. Journal of Ethnobiology :135142. Rico-Gray V. y García-Franco J.G. 1992. Vegetation and soil seed bank of successional stages in tropical lowland deciduous forest. Journal of Vegetation Science :617-624. Rico-Gray V., García-Franco J.G., Puch A. y Sima P. 1988. Composition and structure of a tropical dry forest in Yucatan, Mexico. International Journal Ecology Environmental Science :2129.
Ruprecht E. 2005. Secondary succession in old-fields in the Transylvanian Lowland (Romania). Preslia, Praha :145-157. Rzedowski J. 1978. Vegetación de México. Limusa, México, D.F. Sánchez-Aguilar R.L. y Rebollar-Domínguez S. 1999. Deforestación en la Península de Yucatán, los retos que enfrenta. Madera y Bosques :3-17. Sagar R. y Singh J.S. 2005. Structure, diversity, and regeneration of tropical dry deciduous forest of northern India. Biodiversity and Conservation :935-959. Segura G., Balvanera P., Durán E. y Pérez A. 2003. Tree community structure and stem mortality along a water availability gradient in a Mexican tropical dry forest. Plant Ecology :259-271. Sousa-S. M. y Delgado-S. A. 1998. Leguminosas mexicanas: fitogeografía, endemismo y orígenes. In: Ramamoorthy T.P., Bye R., Lot A. y Fa J. Eds. Diversidad Biológica de México: Orígenes y Distribución, pp. 449-500, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. Thompson J., Brokaw N., Zimmerman J.K., Waide R.B., Everham III E.M., Lodge D.J., Taylor C.M., García-Montiel D. y Fluet M. 2002. Land use history, environment, and tree composition in a tropical forest. Ecological Applications :1344-1363. Toledo M. y Salick J. 2006. Secondary succession and indigenous management in semideciduous forest fallows of the Amazon Basin. Biotropica :161-170. Trejo I. y Dirzo R. 2000. Deforestation of seasonally dry tropical forest: a national and local analysis in Mexico. Biological Conservation :133-142. Von-Gadow K., Sánchez Orois S. y Aguirre Calderón O.A. 2004. Manejo forestal con bases científicas. Madera y Bosques :316. Wilson E.O. 1988. The current state of biological diversity. En: Wilson E.O. and Peters F.M. Eds. Biodiversity, pp. 3-18, National Academy Press, Washington, D.C. Zamora-Crescencio P. 1999. Vegetación y flora de la Unidad de Evaluación y Monitoreo de la Biodiversidad de Hampolol, Campeche, México. Ciencia y el Hombre :27-73. Zamora-Crescencio P. 2003. Contribución al estudio florístico y descripción de la vegetación del municipio de Tenabo, Campeche, México. Polibotánica :1-40.
Recibido: 29 de octubre de 2010 Aceptado: 24 de agosto de 2011
Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
33
PEDRO ZAMORA-CRESCENCIO ET AL.
Apéndice. Componentes y valor de importancia de las especies presentes en las parcelas estudiadas en Tepakán, Calkini, Campeche. Familia
Especie
Densidad relativa
Frecuencia relativa
Dominancia relativa
Valor de Importancia
Boraginaceae
Cordia alliodora (Ruiz & Pav.) Oken
15.39
8.47
10.49
34.35
Fabaceae Fabaceae
Piscidia piscipula (L.) Sarg.
7.57
7.63
18.72
33.91
Acacia gaumeri S.F.Blake
15.57
7.63
10.06
33.25
Fabaceae
Lonchocarpus xuul Lundell
9.30
7.20
3.88
20.38
Fabaceae
Lysiloma latisiliquum (L.) Benth.
4.70
3.81
11.28
19.79
Sapotaceae
Sideroxylon obtusifolium
7.57
5.08
3.96
16.61 16.06
(Roemer & Schultes) T.D. Penn. Fabaceae
Caesalpinia gaumeri Greenm.
2.35
4.24
9.48
Fabaceae
Acacia sp.
3.13
4.66
3.86
11.65
Fabaceae
Havardia albicans
1.48
2.97
6.50
10.95
(Kunth) Britton & Rose Burseraceae
Bursera simaruba (L.) Sarg.
2.09
3.81
3.44
9.34
Celastraceae
Hippocratea excelsa Kunth
2.96
3.39
2.44
8.79
Sapotaceae
Sideroxylon americanum
4.09
2.12
1.76
7.97
(Mill.) T.D. Penn. Ebenaceae
Diospyros anisandra S.F. Blake
2.96
3.39
0.84
7.19
Rhamnaceae
Colubrina sp.
2.78
0.85
1.43
5.06
Rubiaceae
Guettarda elliptica Sw.
1.57
2.97
0.49
5.02
Ebenaceae
Diospyros cuneata Standl.
1.48
2.97
0.45
4.89
Erythroxylaceae
Erythroxylum rotundifolium Lunan
1.65
1.69
1.42
4.77
Nyctaginaceae
Neea choriophylla Standl.
1.13
2.12
1.29
4.54
Polygonaceae
Gymnopodium floribundum Rolfe
1.65
1.27
1.23
4.15
Fabaceae
Diphysa carthagenensis Jacq.
1.13
2.12
0.69
3.94
Sapindaceae
Thouinia paucidentata Radlk.
1.04
2.12
0.55
3.71
Fabaceae
Arbusto (Fabaceae)
0.52
1.27
1.70
3.49
Malvaceae
Helicteres baruensis Jacq.
0.70
2.54
0.21
3.45
Fabaceae
Lonchocarpus rugosus Benth.
1.13
1.27
0.64
3.04
Ebenaceae
Diospyros verae-crucis (Standl.) Standl.
0.61
1.69
0.22
2.53
Euphorbiaceae
Cnidoscolus multilobus
0.35
1.69
0.29
2.33
(Pax.) I.M. Johnston Brassicaceae
Capparis indica (L.) Druce
0.43
1.69
0.20
2.33
Boraginaceae
Cordia sp.
0.61
0.85
0.63
2.08
Anacardiaceae
Spondias sp.
0.78
0.85
0.24
1.87
Fabaceae
Pithecellobium lanceolatum (Humb. &
0.52
0.85
0.44
1.81
Bonpl. Ex Willd.) Benth. Malpighiaceae
Malpighia glabra L.
0.43
0.85
0.19
1.47
Fabaceae
Mimosa bahamensis Benth.
0.26
0.85
0.13
1.24
Myrtaceae
Eugenia sp.
0.52
0.42
0.16
1.11
Fabaceae
Bauhinia divaricata L.
0.17
0.85
0.03
1.06
34
Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Y ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN EL NORTE DEL ESTADO DE CAMPECHE, MÉXICO
Apéndice. Continuación Familia
Especie
Polygonaceae
Neomillspaughia emarginata
Densidad relativa
Frecuencia relativa
Dominancia relativa
Valor de Importancia
0.26
0.42
0.29
0.98
(H. Gross) Blake Bignoniaceae
Parmentiera sp.
0.26
0.42
0.05
0.74
Salicaceae
Xylosma sp.
0.26
0.42
0.05
0.74
Nyctaginaceae
Pisonia aculeata L.
0.17
0.42
0.03
0.63
Myrtaceae
Psidium sp.
0.09
0.42
0.11
0.62
Fabaceae
Acacia cornigera (L.) Willd.
0.09
0.42
0.05
0.56
Rhamnaceae
Karwinskia humboldtiana (Willd. ex
0.09
0.42
0.05
0.56
Roem. & Schult.) Zucc. Rubiaceae
Randia longiloba Hemsl.
0.09
0.42
0.03
0.54
Theophrastaceae
Jacquinia sp.
0.09
0.42
0.02
0.53
100
100
100
300
Bol.Soc.Bot.Méx. 89: 27-35 (2011)
35
Mongabay.com Open Access Journal - Tropical Conservation Science Vol.5 (3):320-339, 2012
Research Article
Distribución espacial de la riqueza de especies leñosas raras de la Península de Yucatán y su relación con las áreas naturales protegidas. Erika Tetetla-Rangel*1, Rafael Durán1**, José Luis HernándezStefanoni1*** y Juan Manuel Dupuy1**** 1
Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), Calle 43 No. 130, Colonia Chuburná de Hidalgo, CP 97200 Mérida, Yucatán, México. *tetetla@cicy.mx, rduran@cicy.mx**, jl_stefanoni@cicy.mx***, jmdupuy@cicy.mx **** *Autor de correspondencia
Resumen. Las especies de plantas raras de las selvas en la Península de Yucatán aún no han sido evaluadas como un grupo particular. Se seleccionó un conjunto de especies leñosas raras (ELR) de las selvas tropicales de la Península de Yucatán. Se estimó la riqueza de especies, sumando los mapas de distribución potencial de cada especie, y se evaluó su relación con las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de la península. Se identificaron 3 niveles de rareza -bajo, medio y alto-, de acuerdo a la frecuencia, la especificidad de hábitat y el rango de distribución potencial de las especies seleccionadas. Se identificaron 4 regiones de mayor riqueza de ELR. Todas las regiones incluyeron especies del nivel de rareza bajo, 3 regiones incluyeron especies de nivel medio y sólo una región incluyó especies extremadamente raras (nivel alto); esta región está fuera de las ANP establecidas. La riqueza de ELR se asoció positivamente con el tamaño de las ANP. Este estudio representa el primer esfuerzo para conocer a las especies leñosas raras de la Península de Yucatán, sus patrones de distribución potencial y evaluar su estado de protección actual. Nuestros resultados sugieren que las ANP actuales podrían estar preservando la riqueza de ELR del nivel bajo y medio de rareza, pero no la riqueza de las especies extremadamente raras. Por lo tanto, es prioritario el establecimiento de ANP en la región en la que podría concentrarse la más alta riqueza de estas especies, que son particularmente vulnerables a la extinción. Palabras clave: conservación, distribución potencial, niveles de rareza, selvas tropicales, vulnerabilidad. Abstract. Rare plant species of the tropical forests in the Yucatan Peninsula have not been evaluated as a group. We selected a set of rare woody plant species (RWPS) and we estimated rare species richness by using the species distribution maps of each species. In addition, we evaluated the relationship between rare species richness and Natural Protected Areas (NPA's) of the Peninsula. We identified 3 levels of rarity —low, medium and high— in terms of the species frequency, habitat specificity and range of distribution of the selected species. We also, identified 4 regions with a greater number of rare species. All the regions included species with the lowest level of rarity, 3 regions included species with the medium level and only one region contained extremely rare woody species (high level). This last region was unprotected. Number of RWPS was positively associated with the area of NPA's. This study represents the first effort for identifying the RWPS of the Peninsula, estimating patterns of distribution of rare species richness and evaluating the current protection status of such species. Our results suggest that the current NPA’s may preserve the richness of RWPS of the low and medium levels of rarity, but not that of the rarest woody species. Therefore, it is a priority to establish a protected area in the region that could harbor the highest richness of the rarest species, which are particularly vulnerable to extinction. Key words: conservation, levels of rarity, potential distribution, tropical forests, vulnerability.
Tropical Conservation Science | ISSN 1940-0829 | Tropicalconservationscience.org 320