ANEXO 8 LA CULTURA DE LA LEGALIDAD PALABRAS DE PRESIDENTE JUAN MANUEL SANTOS EN LA PRESENTACIÓN DE LA CAMPAÑA ‘YO LE JUEGO LIMPIO A COLOMBIA’ LugarFechaPublicacion
Bogotá, 5 jun (SIG). “Si ellos lo hacen, ¿por qué yo no?” “Si ellos venden y compran artículos piratas, ¿por qué yo no?” “Si ellos compran celulares y repuestos robados, ¿por qué yo no? “Y si ellos apoyan el contrabando, evaden impuestos y evaden la ley, ¿por qué yo no?” “¡Cuántas veces hemos oído estas palabras de justificación! ¡Acabemos, ojalá de una vez por todas, con esa doble moral!
No se puede exigir a las autoridades que combatan el delito, si al mismo tiempo, en cierta forma, lo estamos fomentando. Quién puede quejarse de la amenaza de las redes criminales mientras sigue comprando artículos robados, artículos pirateados o bienes de contrabando, cuyos recursos van directamente a financiar esas mismas redes criminales. Erradiquemos esa actitud equivocada de hacerle un esguince a la ley, y volvamos a eso que decía Álvaro Gómez Hurtado: a lo fundamental, a la legalidad. Algo tan sencillo pero tan importante como es el respeto por la ley. Y algo que entre los empresarios debería ser norma permanente: la competencia, pero una competencia leal. A eso precisamente es a lo que nos está invitando esta campaña ‘Yo le Juego Limpio a Colombia’. A eso nos convoca esta campaña, promovida por la Alta Consejería, que está a cargo del doctor Francisco Lloreda; por el Ministro Sergio
Diazgranados, Ministro de Comercio, Industria y Turismo; con la colaboración de Microsoft y de muchas otras entidades públicas y de empresas privadas, cuyos testimonios vimos en el video, y que todos dan compromiso de su fe y de su convicción con la legalidad. Esta es una convocatoria a la que ojalá ningún colombiano ni ningún sector pueda sustraerse, porque está en el fondo en favor del bienestar de todos y de cada uno de nosotros, de todos los colombianos, y en contra de algo que le ha hecho mucho daño a nuestro país, que son esos beneficios ilegales e inaceptables de unos cuantos ‘torcidos’. Porque el mejoramiento de la seguridad y de la convivencia parten
afianzar entre todos lo que aquí se ha dicho: una cultura de la legalidad. de una premisa fundamental, que es
Una cultura donde el atajo no pague y sea sancionado socialmente. En eso permítanme que me declare también ‘mockusiano’. Acabo de venir de un evento del Partido Verde, donde les dije: ‘Estoy aquí no porque me pagaron sino porque me invitaron’. Y les decía que cómo era de importante que nos juntáramos todos los partidos en pro de ciertos objetivos, en el caso del tema que estábamos discutiendo ahí en la Universidad Piloto, sobre el medio ambiente, que nos une, y que esa es la política sana, la política buena, la que convoca en torno a ideales y a objetivos. Esto de la cultura de la legalidad –y la verdad es que hay que reconocerle al exalcalde Antanas Mockus su insistencia en este tema, quién no se identifica con ese propósito, y aquí lo estamos haciendo y lo hacemos expresamente–, donde la ley del menor esfuerzo no tenga cabida y no encuentre aceptación y sea rechazada esa actitud de plano. Una cultura donde el cumplimiento de la ley sea motivo de orgullo, y quien la incumpla se sienta avergonzado de jugar sucio al país. Como vemos tantos ejemplos de lo contrario: logré evadir este requisito, logré hacer el esguince, eso es lo que tenemos que terminar, porque la legalidad es una sola y es un asunto de todos. Al fin y al cabo, el Procurador sabe esto mejor que nadie, una Constitución es un acuerdo entre unos ciudadanos, entre una sociedad, para cumplir con unas normas, para que esa sociedad
funcione. En la medida en que se respeten esas normas, esa Constitución, esas leyes, la sociedad funciona. Si no, deja de funcionar, y todos salimos perjudicados. Por eso queremos conformar esa especie de contingente para combatir la ilegalidad. Y hoy contamos con la presencia de un equipo que conforma ese contingente legal, un equipo muy destacado que sabemos nos va a ayudar en ese propósito, un equipo muy importante dentro de la sociedad colombiana, que son los empresarios. Ustedes, los empresarios, conocen mejor que nadie, ustedes lo viven todos los días, los beneficios que podemos conseguir, simple y llanamente, jugando limpio. Cuando se le juega limpio al país, ustedes salen beneficiados, pero todos los colombianos salimos beneficiados. Y ustedes saben muy bien –y así lo han declarado– que si jugamos limpio y respetamos las reglas de una vida digna en la legalidad, no sólo vamos a tener más desarrollo y más desarrollo social, sino que es un círculo virtuoso que genera más crecimiento y por ende más desarrollo. ¡Y qué mejor momento para jugar limpio que ahora, cuando las oportunidades económicas y sociales llaman a la puerta! Hoy –tal vez más que nunca en nuestra historia reciente– tenemos que utilizar las herramientas que nos permitan estar a la par del desarrollo de los países que le han apostado a la legalidad, y que han surgido, que han sido exitosos, y aprovechar este momento favorable que tiene el país. Nuestro llamado urgente desde la Presidencia es a afianzar los valores y las costumbres que nos distinguen como una sociedad decente, honesta y honorable. Y digo afianzar, porque la inmensa mayoría de los colombianos son decentes y cumplen de buena fe con sus obligaciones, con sus deberes ante el país. Y digo afianzar, porque tenemos un sector empresarial sólido y competitivo, que hoy reitera su decisión a apostarle a la legalidad, como una de las bases, uno de los principios fundamentales de la prosperidad. Desde nuestro Gobierno queremos contribuir a que ustedes sean
más competitivos, a que la economía como un todo sea más competitiva. Por eso trabajamos todos los días para facilitarles los trámites. Doctor Silva, estamos en un proceso permanente: nuestra Alta Consejera para el Buen Gobierno ha hecho una labor, con Catalina Crane, muy efectiva, que es una labor permanente de ir desapareciendo trámites innecesarios, que son además uno de los factores que más contribuye a la ilegalidad. Para mejorar nuestro desempeño administrativo todos los días estamos revisando nuestros procedimientos, revisando la toma de decisiones, para ver cómo podemos hacerlo mejor. Todos los días estamos tratando de ver cómo somos más efectivos para combatir a los corruptos. Con el señor Procurador, con la señora Contralora, aquí presentes, hemos tomado una decisión muy de fondo, y es trabajar juntos para, junto con la Fiscalía, poder ser cada vez más efectivos en la lucha contra la corrupción. Y creo que se están logrando resultados muy importantes, y van a ver ustedes resultados cada vez más importantes. Eso es algo de gran trascendencia, porque es el Estado como un todo trabajando en un objetivo concreto. Para proteger la propiedad intelectual, todo lo que estamos haciendo en la Superintendencia, en los Ministerios, para que se sientan cómodos y tranquilos quienes defienden el derecho a su propiedad intelectual, que es un bien muy importante dentro de la economía internacional. Porque con el desarrollo de nuestras empresas ganamos todos los colombianos, porque son además las empresas la razón de ser de esta campaña. Sólo siendo legales vamos a poder sacarle el máximo provecho, por ejemplo, al libre comercio que hoy tenemos con Estados Unidos, con América Latina, con Canadá, con Suiza. Y que tendremos muy próximamente con la Unión Europea si aprueban, como todo parece indicar que van a aprobar, la última fase, en el Parlamento Europeo, en unos meses. Viene el Comisario de Comercio a finales de este mes a firmar ya el acuerdo. Es una última etapa antes de la aprobación definitiva por parte del Parlamento. Esa es una noticia muy importante. Ni qué decir de los tratados de libre comercio con los países
asiáticos. Yo espero, me dice el Ministro de Comercio que lo vamos a cerrar muy pronto con Corea. Esa es una noticia muy importante. Todo eso nos obliga a nosotros a ser cada vez mejores, cada vez más transparentes, cada vez más apegados a las normas y a la legalidad. Si somos legales siempre, vamos a estar más cerca del ingreso a ciertas instituciones, como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD), que, como he dicho tantas veces, no es una organización de países ricos. Es una organización constituida para defender las mejores prácticas. Permanentemente están revisando cuáles son las mejores políticas en todos los frentes de los gobiernos y de los países. Y pertenecer a ese grupo de países de esa organización es una especie de sello de garantía, porque nos van a exigir mantenernos permanentemente en ese proceso de mejoramiento continuo. La mejor forma de lograr esos ingresos, pues es actuando como esas organizaciones actúan y como exigen que sus miembros actúen. Por ejemplo, siguiendo los principios de la campaña ‘Yo le Juego Limpio a Colombia’, que son los principios que tienen en la OECD para las directrices empresariales.
El primero es el principio de emitir facturas, así de sencillo, y exigirlas en todas sus transacciones, y administrar la contabilidad de los negocios de acuerdo con la ley. El segundo, tiene que ver con el cumplimiento –de manera oportuna– con las responsabilidades tributarias. Sus impuestos son los recursos con los que podemos mejorar la calidad de vida de todos los colombianos, empezando por los más pobres, y evadirlos es robarle bienestar a nuestra gente, a todos los colombianos. El tercer principio es el de cumplir las leyes laborales. Es cumplir con el derecho de los trabajadores a condiciones dignas, mínimas, de trabajo, y con el deber de los empleadores y empresarios de promover escenarios que mejoren permanentemente el bienestar de sus empleados, de sus familias, y por consiguiente de la sociedad. El cuarto principio es respetar al consumidor, como decía el doctor De la Calle, entregándoles productos y servicios de excelente
calidad, que sean confiables, con altos estándares. El engaño a los consumidores –y los consumidores somos todos– es una afrenta a la legalidad. El quinto principio, es otro muy sencillo pero muy importante, es la sana competencia. Es competir en franca lid: no hacer a otros lo que no queremos que nos hagan a nosotros mismos, porque lo consideraríamos ilegal o fraudulento, o juego sucio, juego engañoso o falto de ética.
El sexto principio se refiere a rechazar la piratería y otras formas de comercio ilegal. Sin duda, el respeto por la propiedad intelectual es uno de los activos más valiosos de todo país y de todo empresario, y es la única forma de fomentar la creatividad, la innovación y la investigación.
El séptimo, es algo también muy simple pero muy contundente, es el de no permitir, no hacerse el de la vista gorda frente a la corrupción. La corrupción es un cáncer social y cohonestarla, así sea simplemente quedándose callado, es minar gravemente la salud de la sociedad.
No sólo no hay que ser corrupto, sino que hay que denunciar la corrupción e implementar prácticas para evitarla y combatirla en forma permanente. Los corruptos son muy ingeniosos y están cada vez más a la vanguardia. Por eso nosotros no podemos bajar la guardia, y también tenemos que tener esa misma actitud para poderlos perseguir en donde estén y con efectividad.
El octavo principio también es muy sencillo pero a veces la gente piensa que eso no es un deber: colaborar con las autoridades. ¡Tenemos que hacer equipo! El Estado es un aliado de ustedes. Es que nosotros somos servidores públicos, estamos a su servicio, al servicio de la ciudadanía, estamos en el mismo bote, trabajando con los mismos objetivos. Entonces colaborar con las autoridades es un
deber elemental que a mucha gente se le olvida, porque sólo juntos, con la comunidad y el Estado, podemos salir adelante.
El noveno principio también es de una lógica elemental: ser transparente. Es generar un ambiente de confianza con sus empleados, sus socios, sus clientes y con propio el Estado, haciendo de conocimiento público, por los canales apropiados, su estructura y realidad corporativa. La transparencia siempre alimenta la legalidad y el juego limpio. Y el décimo –que yo lo demando a todo inversionista que viene, cuando vienen a invertir al país les digo: yo tengo dos condiciones, ser ambiental y socialmente responsables. Y como lo dijo ese gran empresario Manuel Carvajal Sinisterra, ‘no es posible tener una empresa sana con una sociedad enferma’. Un empresario social y ambientalmente responsable no se contenta con simplemente cumplir con la ley, sino que va más allá, porque entiende e internaliza lo que implican las oportunidades que hay cuando se es social y ambientalmente responsable. Si queremos ingresar a esos clubes, como la OECD, tenemos que aplicar estos 10 principios. Y vamos avanzando bien en esta meta. Como les dije, ya somos parte de muchos de los comités de esta organización. Llevamos cuatro. El objetivo son once. Pero eso es importante y hemos avanzado muchísimo. La idea es tener un programa muy concreto en ese sentido. Estamos en las comisiones de competencia para fomentar la sana competencia; estamos en la comisión de inversiones; estamos en la comisión de la lucha contra la corrupción, y la de Buen Gobierno. Y así como lo hacemos en el Gobierno –donde la transparencia debe ser siempre uno de nuestros principios fundamentales, uno de los principios del Buen Gobierno–, esperamos que lo haga toda la sociedad. Los testimonios que hemos oído aquí hoy nos llenan de optimismo, porque sabemos que los empresarios en su inmensa mayoría comparten esos principios elementales. Pero depende de todos, de ustedes, del Gobierno, de todos los colombianos, que estos buenos
propósitos se irriguen a todo el sector privado, a sus empleados, a sus familias, en toda la sociedad. Porque las cifras en temas como la evasión de impuestos y el contrabando, son unas cifras todavía muy negativas. Según estimaciones del Dane, nos falta muchísimo camino por recorrer, así hayamos recorrido un camino importante. Con la reforma tributaria que estamos socializando y estamos elaborando, buscamos, entre otras cosas, que los evasores de impuestos cumplan con su deber. Ojalá y lo hicieran por las buenas, pero van a tener que hacerlo también por las malas. Si no colaboramos todos, si no contribuimos todos, si no pagamos todos, ¡no se puede aspirar a un verdadero desarrollo, un desarrollo sostenible! Porque, por ejemplo, miren esto: el año pasado la evasión en el IVA y en el impuesto de renta significó para todos los colombianos una pérdida, es decir, menos ingresos, por 35 billones de pesos. ¡Más de 35 billones de pesos que podrían dedicarse a mejorar el bienestar de todos los colombianos, sobre todo de los más necesitados! Cada punto de evasión en el IVA le cuesta al fisco nacional medio billón de pesos por año, y cada punto de evasión en el impuesto de renta representa 580 mil millones de pesos al año.
Y las cifras en cuanto a mercancía de contrabando o la subfacturación, también son alarmantes. Se calcula que el año pasado, por este concepto, entró mercancía al país por 8 mil millones de dólares, que representa el 15 por ciento de las importaciones legales, y hay algunos que dicen que esa cifra es muy superior.
Esto sin contar los problemas de seguridad y todos los efectos colaterales que el contrabando y la piratería generan, porque detrás de la compra de un producto ilegal se esconden siempre redes criminales, todo tipo de organizaciones que lo único que hacen es daño a la sociedad. Toda actividad ilegal, no importa el tamaño, representa un peligro
para nuestra vida. Por eso me gustó tanto, Sebastián Jaramillo, esa actitud suya cuando dice: ‘Lo primero que quisimos hacer fue constituir una empresa que fuera legal’ . Ese es un gran ejemplo. Así es como se empieza. Y es como empieza uno también con la educación de los hijos en el hogar, unos principios, unos valores, y que respeten unas normas. Esa es la actitud. Los empresarios están llamados a redoblar los esfuerzos en cuanto a la legalidad de las empresas, en todas las actividades, de todos los empresarios exitosos y los que no son tan exitosos. Por nuestra parte, en el Gobierno seguiremos trabajando con todo el empeño para brindarles a los ciudadanos, a ustedes, las herramientas para que nos acompañen en esta cruzada contra todo lo ilícito. ¡No podemos permitir que unos cuantos tramposos se queden con recursos que son de todos nosotros! ¡No podemos permitir que los hampones sigan haciendo de las suyas! Por eso hay que perseguirlos en todos los rincones. ¡No podemos permitir que les sigan robando esos hampones el futuro a los jóvenes colombianos! Por eso hoy saludo al primer contingente de ‘empresarios por la legalidad’, y además los felicito por su entusiasmo por unirse a esta campaña. A Ecopetrol, Naturgás, Bancolombia, al Cerrejón, Colombina, Johnson, Smart, Impulsarme.com, Conalvías, Almacenes Éxito, Telefónica, a los gremios de Analdex, a la Asociación Nacional de Petróleos, a todos los que están, de pronto dejé a alguno por fuera, pero quería mencionarlos, bienvenidos a esta cruzada. Los invito a que, además de aplicar esos diez principios que les mencioné, que son los principios de la OECD, podamos divulgar esta campaña por todos los rincones de la patria, y hacer que la gente la internalice, que se vuelva el pan de todos los días. Si todos y cada uno de los colombianos vivimos y reclamamos legalidad, vamos a poder alcanzar realmente ese propósito de la prosperidad. Quiero agradecer a Microsoft ese compromiso con la legalidad; a ustedes muchas gracias por su presencia en el día de hoy. Ustedes
han sido pioneros en esta cruzada a nivel mundial por la legalidad en una alianza público-privada, que así debe ser. Nos complace mucho tener a doña Nancy (Anderson, Vicepresidente Corporativa y Asesora General Adjunta de Asuntos Legales y Corporativos de Microsoft), aquí en el día de hoy. De manera que los invito es más bien a que se pongan el Pin que les dieron. No sabía que decían: ‘No hagan nada hasta que el Presidente haga’. Me muero de la pena. Pero pongámonos ese Pin. Y ese es el compromiso de todos con la legalidad y de su determinación de jugarle limpio a Colombia. A todos, muchas gracias. Realmente su participación aquí ha sido muy importante.