Puntuación

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La puntuación Dice Gonzalo Martín Vivaldi que "(...) la puntuación es la respiración de la frase. No hay reglas absolutas de puntuación, pero una frase mal puntuada no queda nunca clara". Efectivamente la puntuación es flexible, aunque hasta cierto punto. Ve estas oraciones: Perdón, prohibido ahorcarlo.

Perdón prohibido, ahorcarlo.

De la colocación de un signo depende una vida; sin duda ambas versiones son correctas, pero no dicen lo mismo. La máxima que debes recordar para progresar en este tema es: "La puntuación es la respiración de la frase". Hay quienes nunca captan el sentido figurado de este aforismo y cuando sospechan que un texto les quedó extenso y con pocos signos deciden añadirle, por ejemplo, algunas comas con la intención de fijar pausas para la lectura en voz alta. Esto es un error. La RAE define así el verbo puntuar: PUNTUAR (del latín punctum, punto) tr. Poner en la escritura los signos gráficos necesarios para distinguir el valor prosódico de las palabras y el sentido de las oraciones y de cada uno de sus miembros. Como se ve, la puntuación tiene por objeto precisar tono y sentido de lo escrito, nada más. En su Curso superior de sintaxis española, dice Samuel Gili Gaya sobre las pausas y la entonación: "No parecerá paradójico decir que las pausas separan y unen. Hay pausas puramente respiratorias, pausas lógicas y pausas expresivas, de naturaleza artística. La duración relativa de las pausas significa el grado de continuidad o discontinuidad que atribuimos a los grupos fónicos o a las oraciones que con ellas enlazamos o separamos a la vez. Las diferentes pausas ortográficas tratan de señalar aproximadamente estas gradaciones de valores sintácticos y estéticos. Por ello se ha dicho que saber puntuar es saber escribir. Con mayor motivo podría decirse que saber dar a las pausas y a los descensos terminales de voz el matiz adecuado, es la cualidad principal del arte de la lectura". Una oración mal puntuada no queda nunca clara y se corre el riesgo de decir lo que no se quiere decir.

Punto Es el más simple de los signos ortográficos. Se divide en varias categorías según su uso: * Punto y seguido. Se usa para dividir un párrafo en unidades menores; es decir, en oraciones, cuando éstas expresan una idea completa; cada una de estas ideas debe separarse utilizando un punto y seguido: Me aburro,. Mejor me voy. * Punto y aparte. Se usa cuando un párrafo termina porque nos vamos a referir a otro asunto, o cuando consideramos el mismo desde otro ángulo: Don Marcial pulsó un teclado invisible y abrió los ojos. Confusas y revueltas, las vigas del techo se iban colocando en su lugar. * Punto final. Se utiliza para terminar un texto cuando se ha finalizado el asunto del que trata: Yo fallecí en aquel entonces, hace ya dieciocho años. Lee el siguiente fragmento y fíjate cómo se usó el punto: La comunidad internacional tiene que tomar iniciativas serias para detener una carrera de armamentos nucleares en Asia. El último episodio ha puesto de manifiesto que se trata de una


necesidad urgente. La sexta prueba atómica realizada ayer por Pakistán, un país necesitado de ayuda económica internacional que ha hecho caso omiso de las sanciones anunciadas, ha provocado un escalofrío de Tokio a Washington, pasando por Pekín y Bruselas. La espiral en que se han metido India y Pakistán puede tener graves consecuencias para el conjunto de Asia y para el resto del mundo. Que la India y Pakistán habían desarrollado el arma nuclear era de dominio público, aunque ninguno de los dos países lo hubiera reconocido de forma oficial. El principal motivo de alarma es que ambos países hayan decidido realizar las pruebas desoyendo todas las presiones internacionales en una marea nacionalista que les ha llevado a festejar el arma atómica en las calles como si se tratara de un éxito colectivo. Tras el júbilo inicial, sin embargo, comienzan a valorarse los riesgos de una escalada entre dos países que en medio siglo han protagonizado ya dos guerras. — Diario El País, 31 de mayo de 1998. (Cfr. Marina Arjona) Aquí tienes otro ejemplo: Antes de la guerra europea no había cabarets en Madrid ni parecía que pudiese nunca llegar a haberlos. Cuando varios hombres coincidían de madrugada en un mismo restorán solían lanzarse

unos contra otros en batallas más o menos descomunales. La juerga tenía entonces entre nosotros un sentido heroico que la ennoblecía., El juerguista madrileño tenía que atrincherarse con la elegida de su corazón. ¿Cómo concebir, en aquellos tiempos belicosos, que llegase un día en que los madrileños pudieran mezclarse en una sala bien iluminada donde hubiese vino, mujeres y canciones? Pero estalló la guerra, y a medida que se cerraban cabarets en Europa, comenzaron a abrirse cabarets en Madrid. Es decir, que los españoles dejamos de pelearnos precisamente cuando empezaba a pelearse todo el resto de la Humanidad. Julio Camba, Mis mejores páginas.

Coma Signo ortográfico que señala una pausa en el interior de una oración; pausa que obedece a una necesidad lógica de ésta. Se usa coma:

* Para indicar la inclusión del vocativo: Julián, óyeme; óyeme, Julián; repito, Julián, que oigas... * Cuando se emplean seguidas dos o más palabras de la misma categoría en una enumeración: Compré papas, zanahorias, betabeles y (ni, o) jícamas.

* Cuando se separan los miembros de una cláusula: Todos mataban, todos se compadecían, ninguno sabía detenerse. Al despuntar el alba cantan las aves y el campo se alegra, y el ambiente cobra movimiento y frescura. * Cuando frases u oraciones se cortan o interrumpen momentáneamente la oración (entre dos comas): La verdad, escribe un político, se ha de sustentar... * Cuando se invierte el orden de la oración y se comienza con el predicado: Cuan- do el patrullero tal oyó, túvole por hombre falto de seso. ~

* Cuando se separan por medio de comas los adverbios y locuciones adverbiales: pues, por tanto, por consiguiente, así pues, pues bien, ahora bien, antes bien, sin embargo, no obstante, con todo, por el contrario. Por ejemplo:

Estamos, pues, a la espera; muchos, sin embargo, votaron a favor; no están satisfechos, antes bien, piden mucho más. Ahora bien, hay que tener en cuenta la objeción. * Cuando la palabra etcétera se intercala en la oración: Los parientes, amigos, compañeros , etcétera, llenaban la iglesia.


Observa en el siguiente ejemplo cómo se ha usado la coma.

Al finalizar el siglo XIX España estaba sumida en una profunda crisis. El asunto venía muy de atrás, pues una monarquía centralista y conservadora se había visto en posesión de uno de los más vastos imperios hasta entonces conocidos desde California hasta Río de la Plata, de las Filipinas hasta Flandes, la monarquía de los Habsburgo fue incapaz de administrar y explotar con eficiencia sus enormes recursos. Encerrado sobre sí mismo, el Estado Español no tuvo nunca, a pesar de los intentos modernizadores de los Borbones, una verdadera Ilustración que criticara y "laicizara" los órganos de decisión , los poderes administrativos^ las comunicaciones y la tecnología. — Pío Baroja, Desde la última vuelta del camino.

Punto y coma Se utiliza: * Para separar oraciones que tienen proximidad por el sentido de lo expresado. Ejemplo: El señor que escribe la presente es caballero; su abuelo fue duque; su bisabuelo estuvo a las órdenes del mismo Cid Campeador. * Para separar oraciones largas que son parecidas y están escritas en serie. Por ejemplo: El cielo está oscuro; la niebla asciende de los valles a la cumbre; el castillo del Conde no es más que una mancha oscura. * Para sustituir un verbo y lograr un efecto llamado elipsis. Por ejemplo, en lugar de escribir: Tere usa Safan; Aralia usa Cristian Dior y Ana Rosa usa Chanel,, podemos escribir: Tere usa Safari; Aralia, Cristian Dior; Ana Rosa, Chanel. * Para cambiar el sentido de una oración, generalmente antes de expresiones adversativas como: mas, pero, sin embargo, no obstante, a pesar de, pese a ello, aunque y otras parecidas. Por ejemplo: Todos hacemos planes; pero el destino ya está escrito. Por favor, JAMÁS uses dos de estas expresiones juntas: "mas sin embargo..."; usa una u otra, con eso es más que suficiente, créelo. Fíjate muy bien cómo el autor ha colocado el punto y coma a lo largo del texto: Tiene que abordar de inmediato dos o tres textos críticos escogidos entre los más generales, a fin de tener una idea del telón de fondo sobre el que se mueve; a continuación se enfrentará directamente al autor original intentando comprender lo que dice; luego verificará el resto de la literatura crítica existente; y por fin volverá a examinar al autor a la luz de las nuevas ideas adquiridas. — Umberto Eco, Cómo se hace una tesis.

Dos puntos Este signo ortográfico posee un sentido consecutivo, es decir, indica que delante sigue algo importante. Se emplea en los siguientes casos: * Al citar fragmentos literales de otro autor, por ejemplo: El principio de la inmensa novela de Cervantes reza así: "En algún lugar de la Mancha de cuyo nombre


no quiero acordarme..." * Antes de expresiones que amplían o explican lo que se está diciendo, por ejemplo: Cuando llegaron a la sala Lord Graystoke estaba muerto: se había matado al rodar por las costosas escaleras de mármol de su mansión. * Después de expresiones que nos indican una lista o enumeración, como son las siguientes: A saber, los siguientes, son entre otros... y cualquier otra expresión semejante, por ejemplo: En el mundo del pulp hubo unos cuantos personajes que sostuvieron la industria, a saber: Conan de Cimeria, La sombra, e Indiana Jones. * Antes de citar un ejemplo de lo explicado anteriormente, por ejemplo: Muchos libros han sido llevados al cine con éxito, por ejemplo: El señor de los anillos, El último mohicano, Drácula, etc. * Antes de escribir un procedimiento, después de expresiones como "de la siguien-te manera" o "como sigue", por ejemplo: La masa del pastel Inolvidable se adereza de la siguiente manera: se añade un tanto de azufre, otro tanto de carbón finamente molido y un tanto de salitre pulverizado, y por ninguna razón se coloca en el horno. * En las cartas, después de frases de saludo o de cortesía como pueden ser: Muy señor mío:,, Querida Elsa:, Amiga mía:, A quien corresponda:, Distinguido señor: Fíjate muy bien cómo el autor ha colocado este signo gráfico a lo largo del texto: A la llamada novela histórica antes de Walter Scott le faltaba precisamente lo específico histórico: derivar de la singularidad histórica de su época la excepcionalidad de la actuación de cada personaje. En este proceso influyen dos corrientes: el romanticismo liberal, que tiene original-mente, tanto en su concepción del mundo como en sus principios literarios, mucho en común con el romanticismo, con la lucha ideológica contra la Revolución francesa, pero que sobre esta base vacilante y contradictoria defiende, no obstante, la ideología de un progreso moderado; por el otro tenemos aquellos escritores importantes que, como Goethe y Stendhal, han conservado incólume una buena parte de la herencia cosmovisual del siglo XVIII, y cuyo humanismo contiene hasta el fin vigorosos elementos de la Ilustración. Se dice, refiriéndose al padre de este subgénero literario: La novela histórica de Scott es una continuación en línea recta de la gran novela social realista del siglo XVIII. Los estudios que Scott escribió sobre estos escritores, generalmente sin profundizar mucho en el aspecto teórico, muestran un cabal conocimiento y una intensa comunicación. Pero sus propias creaciones significan algo enteramente nuevo si las comparamos con esa literatura. — Manuel Esquivel, En tomo a la novela histórica (fragmento). Puntos suspensivos Los puntos suspensivos señalan que una frase queda incompleta o su sentido inacabado. Son siempre tres, colocados uno detrás de otro, y se utilizan: * Cuando se citan párrafos, para indicar que falta un fragmento que consideramos prescindible. Por ejemplo: Ya lo decía mi compadre: " A las mujeres ni todo el amor..." * Para dar a una narración un tono entrecortado y ansioso. Por ejemplo: ¡Fue horrible...!


Cadáveres por aquí y por allá... ¡Todos muertos...! * Para indicar que en una enumeración faltan elementos y se dejan a la imaginación del lector, o cuando el lector puede suponerlos. Por ejemplo: De ella me gustan sus ojos, sus labios, su cabello, su cuello... * Para sorprender al lector con algo inesperado, como en aquel relato de Jardiel Poncela: Ayer vi algo realmente inusual: una mujer con el pelo cayéndole hasta debajo de la cintura... de las axilas. * En trabajos escolares. Por ejemplo, entre corchetes, para indicar que falta un fragmento de la cita en cuestión: Es muy típico de la filmografía de Disney, aquello de: "Había una vez [...]" y "Viyieron felices para siempre".

"

Observa en el siguiente texto cómo se usaron los puntos suspensivos. Mujer 1. No... y hay otras zonas arqueológicas fabulosas en México. Mujer 2. Como... Mujer 1. Tula. Mujer 2. ¿Más o menos a... Mujer 1. Dos horas y media, creo... Mujer 2. ¿Y cerca de qué ciudades están hay que .... Mujer 1. Tula, por el estado de... ¡Ay!, ¿cómo se llama? ¡Ah sí!, de Hidalgo; es cerca... Mujer 2. ¿Y si mejor vamos a la selva lacandona? Mujer 1. ¿Dónde queda eso? Mujer 2. Pues por... Mujer 7. Guatemala, creo... Mujer 2. ¡No seas bruta!, queda en Chiapas, ¿no? Mujer 7. Ah ¡sí!, y hay unas ruinas mixtecas increíbles. Mujer 2. ¿Mixtecas...? ¿...Ahí? Mujer 1. ¡Ah no!, creo que son mayas, ¿o... quechuas? — UNAM, El habla de la Ciudad de México, materiales para su estudio.

Paréntesis Los paréntesis son signos dobles; deben usarse necesariamente uno para la apertura y otro para el cierre, y se emplean para introducir frases intercaladas de carácter explicativo, así como para separar elementos incidentales en la oración, es decir, aquellos que equivalen a una aclaración. En este caso, cumplen una función semejante a la de los guiones largos o las comas parentéticas, como ocurre en el siguiente ejemplo: Esta literatura surge a partir de un momento histórico preciso marcado por la angustia existencialista de la posguerra. Por una parte la Guerra Civil (1936-1939) había devastado el panorama cultural español; (casi la totalidad de la generación literaria anterior había muerto en la lucha o se 'había exiliado) y por la otra, la imposición del franquismo comenzaba a consolidarse (represión a cualquier ideología distinta a la oficial). Sin embargo, poco a poco la literatura española resucita y, aunque aparecen algunas crónicas sobre la guerra, los textos literarios no toman esa temática; (el conflicto armado estaba aún demasiado presente para convertirse en material de novelas o cuentos) más bien, ante el exterior devastado, los autores vuelven sus ojos hacia el interior humano. — Marina Arjona, Juegos literarios y lingüísticos para preparatorianos.


Guión largo Se emplea en los siguientes casos: Para introducir frases intercaladas de carácter explicativo y para separar elementos incidentales en la oración; es decir, aquellos que equivalen a una aclaración. En este caso cumplen una función semejante a la de los paréntesis o las comas parentéticas, como ocurre en el siguiente ejemplo: "Los trolls —que no son idénticos en las distintas tradiciones del Viejo Mundo— son personajes muy secundarios en El señor de los anillos", o en éste: La escuela Estos primeros tiempos de mi infancia aparecen entre mis recuerdos un poco confusos, caóticos, como cosas vividas en otra existencia, en un le/ano planeta. ¿Cómo iba yo a la escuela?, ¿por dónde iba?, ¿qué emociones experimentaba al entrar? El maestro que me inculcó las primeras letras era un hombre seco, alto, huesudo, áspero de condición, brusco de palabras, con unos bigotes cerdosos lacios, que yo imaginaba rasposos cuando se inclinaba a mi lado para adoctrinarme con más ahínco. Y digo ahínco porque yo —como hijo del alcalde— recibía del maestro todos los días una lección especial. Es ya tarde Muchas veces, cuando yo volvía a casa —una hora, media hora después de haber cenado todos—, se me amonestaba porque volvía tarde. ¿Por qué tarde?; —qué empresa tan importante vamos a realizar que exige de nosotros esa rigurosa contabilidad de los minutos...— Yo no lo sé, pero esta idea de que siempre es tarde es la idea fundamental de mi vida. No sonrían. — Azorín, Las confesiones de un pequeño filósofo (fragmentos).

Para indicar dónde comienza el diálogo en una obra literaria, como en el siguiente ejemplo: —Recuerdo que te vi por primera vez cuando ibas a pelear por el campeonato. Entonces te empezaron a entrevistar en la televisión y todo eso, ¿no? —Sí, mi presentación ante los medios fue antes de que peleara contra Christy Martín en Las Vegas. En esa función participaron Julio César Chávez y Ricardo Finito López. La gente decía que me esperaba una pelea muy dura, prácticamente era carne de cañón: no tenía peleas profesionales y ella llevaba treinta con tres nocauts y tres campeonatos mundiales. — ¡Estaba difícil! —Era el diablo arriba del ring. Yo tenía confianza en mi preparación, en mi trabajo. — ¿En tu pegue? —Fíjese que no tengo mucho pegue, tengo más técnica. Y esa niña pega como hombre, durísimo. — ¿Y sí te alcanzó a dar? —Hubo un golpe que me conectó en la mandíbula... —Te pescó... —...que hasta las piernas se me doblaron. Fue rápido: la abracé, llegó el referí y nos separó. Para ese instante ya me había recuperado. Pega durísimo. -- ¿Y le ganaste la pelea? —Se la gané, maestro, pero dieron empate. ¡Cómo la estrella iba a perder con la debutante y, para colmo, mexicana! En los periódicos me presentaban como "La mexicanita"... —Un racismo espantoso... —Sí, terrible. Lo bueno fue que con el empate me clasificaron para pelear por el título mundial. No tuve que


pelear con todas las demás porque me enfrenté a la mejor. El Universal, Sec. Deportiva. 16 y 17 de enero de 1997. (Texto adaptado por Alejandro Toledo. Cfr. Marina Arjona)

Corchetes Este peculiar y geométrico signo se utiliza de manera doble, a la apertura y al cierre de cierta información textual, exactamente como ocurre con su pariente, el paréntesis, al cual, se parece en su forma, pero no en sus usos, los cuales son: En las citas textuales, para encerrar tres puntos suspensivos que indican que parte del texto se ha omitido, y pueden estar al principio, a la mitad o al final de la cita, según la parte que se ha omitido del original, como en los siguientes ejemplos: a) "[...] y vivieron felices para siempre." b) "Había una vez [...] y vivieron felices para siempre" c) "Había una vez [...]" En ciertas disciplinas este signo tiene usos muy concretos, tal es el caso de las matemáticas; sirven, para aislar y distinguir distintos rangos de operación, donde ya existen paréntesis que indican, por sí mismos, multiplicación, como ocurre en el siguiente ejemplo:

[(8 X 6) + (4 - 2)] + [(3 X 4) - (9 x. 5)= Sin embargo, dejaremos que los expertos de cada disciplina establezcan sus criterios particulares sobre el uso específico de cada caso. En ciertas formas de texto argumentativo, en la recopilación de materiales de naturaleza oral, donde se respetan fielmente todos los giros del lenguaje de la fuente, y algunas editoriales (el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, entre otras) utilizan los corchetes para intercalar las observaciones del entrevistador o testigo a lo largo del discurso literario oral de los entrevistados, o para acotar los giros de lenguaje no verbal (gestos, señas, cambios en el tono de voz, posturas corporales, etc.), como en el siguiente ejemplo: "Pus la llorona llegó por allá [señala hacia la esquina de la Profesa] y entonces se me pararon los pelos de punta, porque vi que venía haciendo ansina [hace el ademán de corlar con una guadaña], entonces me eché a correr por allá [ahora apunta hacia el callejón del indio triste] y no supe más." En ciertas ediciones de poesía se coloca un solo corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso para indicar que no corresponde a la forma en que lo pensó el autor, sino porque no caben tipográficamente en la línea anterior. Ejemplo: Esta noche ha llovido mañana hay barro pobre carreterito se habrá mojado quítate niña de los balcones que no te vean llorar los [hombres — Anónimo popular español


Cuando en un texto incompleto, el copista o el editor quieren incorporar la parte que falta, o alguna aclaración, nota, desarrollo de una abreviatura o cualquier interpelación ajena al texto original, por ejemplo: La del alba sería [en el manuscrito original hay una tachadura, quizá Cervantes quiso decir, "La hora del alba sería"] cuando salió don Quijote.

Comillas Las comillas son signos dobles; deben usarse necesariamente uno para la apertura y otro para el cierre y se emplean en los siguientes casos: * Para introducir textualmente las palabras de un autor distinto al del resto del trabajo, a manera de citas. Por ejemplo: Podemos recordar la célebre sentencia de Hobbes: "Homo hominis lupus”, que en correcto español quieren decir: "El hombre es el lobo del hombre". * Para encerrar una palabra usada en un sentido distinto del habitual, como puede ser la connotación irónica o sarcástica. Por ejemplo: No cabe duda que Otelo era un "blanco" perfecto para, las maquinaciones de Yago. * Suelen ir entre comillas los apodos y sobrenombres: A Lola la conocían todos por "La Gitanilla”. * Al hacer una ficha o una nota a pie de página, para encerrar el título de un artículo dentro de una publicación mayor. Por ejemplo: Cortázar, julio, “Camello declarado indeseable”, en Historias de cronopios y de famas. Alfaguara, México, 1998. * Cuando dentro de nuestra cita se hace a su vez otra cita o se emplea una palabra en un sentido especial, la cita mayor abre y Cierra con las comillas normales, y la cita interna o la palabra destacable se encierra entre comillas simples o apóstrofos, de la siguiente manera: Al ver que el ejército francés se retiraba, el almirante Nelson comentó: "No cabe duda que el corso es un 'gran’ enemigo, pero nadie puede ganar para siempre..." Fíjate muy bien cómo el autor ha colocado este signo gráfico a lo largo del texto: /\parece en escena Odiseo, un ser violento de fuerte personalidad; es el elemento extraño, el personaje fatalmente vestido de negro que llega desde el desconocido pasado de Andrés para reivindicarse de nuevo como presencia inminente de su vida. Conforme transcurre la obra, nos damos cuenta de que Odiseo no es tan sólo el amigo perdido y entrañable que Andrés pretende que sea ante los ojos de Gloria, sino “algo más”. — Manuel Esquive!, Parafraseando a Oliverio Girondo, "He dicho 'me parece', yo no aseguro nada" (fragmento).

Signos de exclamación e interrogación * Se emplean para indicar duda, asombro o énfasis, para decir con fuerza o sorpresa una frase: ¡Qué barbaridad! ¡Ya no se puede seguir así!


* Y cuando se hace una pregunta: ¿Qué es una barbaridad? ¿Por qué ya no se puede seguir así? IMPORTANTE:

En español, tanto los signos de interrogación como los de exclamación deben ponerse al principio y al final de la oración exclamativa o inquisitiva. Se podrá colocar un signo de interrogación entre paréntesis para denotar duda o sentido irónico: Vino tu querido (?) amigo Raúl". También un signo de exclamación entre paréntesis sirve para expresar asombro o incredulidad: "Me dijo que era amiguísimo (!) del gerente.

La diéresis Se usa sobre la u de las sílabas -gue, -gui para indicar que debe pronunciarse: lingüística

güero

pingüino

El asterisco Es una llamada que avisa al lector que al pie de página, o al final del capítulo o del libro, hay una nota acerca de lo que se está diciendo: *. Ejemplo: * La cita textual amplia —mayor de cuatro renglones— se escribe como un párrafo aparte, con una sangría mayor que la usual y no lleva comillas.** ** Cuando en una misma página se hacen varias notas, se va aumentando el número de asteriscos: * , ** , *** hasta tres; si hay más, es preferible emplear números (1) (2) (3), según la cantidad de notas. La voz popular dice que la ortografía (incluyendo los signos de puntuación) se trae de nacimiento o se adquiere leyendo. En realidad, la ortografía parte del conocimiento de lo que se puede y se debe hacer, sin olvidar que la práctica continua y la atención son instrumentos para formar el hábito de la ortografía.


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