Revista de la Peña 2017

Page 1


Contenidos Saludas

3

Programa de actos

6

Entrevista a la pregonera de las Fiestas en Honor a Ntra. Sra. de la Peña 2017

12

Pregón de las Fiestas en Honor a Ntra. Sra. de la Peña 2016

16

Las salinas de Fuerteventura

22

Una ermita en Fuerteventura - Ermita de Santa Inés

32

Diálogo histórico en el que se describe la maravillosa tradición y aparecimiento de la Santísima imagen de Nuestra Señora de la Peña en la más afortunada isla de Fuerteventura

36

Iglesia y zona conventual de San Buenaventura Análisis desde una perspectiva arqueológica

38

Coplas a la Virgen de la Peña

44

2


Los caminos de La Peña La Vega de Río Palmas vuelve a reunir al pueblo majorero en torno a Nuestra Señora la Virgen de La Peña. Como cada mes de septiembre, un amplio programa de actividades congrega con la Patrona a vecinos y vecinas procedentes de todos los municipios de Fuerteventura y de otras islas. Dando símbolos e impulso a ese sentimiento de identidad colectiva, el Cabildo de Fuerteventura pone en marcha, en coordinación con el Ayuntamiento de Betancuria, ‘los caminos de La Peña’, un proyecto que pondrá en valor la peregrinación que miles de personas protagonizan cada año hasta La Vega. Como referente, la imagen de ese ‘camino’, obra del artista Silvestre Chacón, singularizará cada tramo de la Red insular de Senderos en su recorrido final. A modo de ‘puerta de entrada’, el encuentro de cada uno de los demás municipios de la isla con el de Betancuria estará presidido por una escultura alusiva a nuestra fiesta grande. Un simposio de esculturas, que protagonizarán seis artistas de renombre internacional, acompañará la celebración de La Peña en este año y dará como resultado esas piezas escultóricas, elaboradas con basalto de Betancuria, que, junto a otras herramientas audiovisuales, facilitarán a miles de residentes y visitantes el disfrute de unos caminos y paisajes privilegiados, vinculados estrechamente a la tradición que representan la Villa de Betancuria, Capital Histórica de Canarias, y La Vega de Río Palmas, precioso núcleo rural que alberga a nuestra Patrona. Desde el 8 hasta el 25 de septiembre, un amplio programa de actividades lúdico-festivas, religiosas y con una gran tradición entre el pueblo majorero se desarrollarán en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Peña. Serán más de dos semanas en las que todos los caminos nos llevarán hasta el Santuario de la Patrona de Fuerteventura. Un momento que, además, abre un nuevo curso de actividad en toda la isla. Que este ‘año’ que empieza con la fiesta de la isla sea un tiempo de bienestar para toda la gente de Fuerteventura, en especial para aquellas personas y familias que sufren carencias que les impiden disfrutar de nuestro bienestar colectivo. Nos vemos en la Vega de Río Palmas. ¡Feliz Fiesta de la Virgen De la Peña! Marcial Morales Martín Presidente del Cabildo de Fuerteventura

3


Un año más desde el municipio de Betancuria nos preparamos para la celebración de la fiesta patronal de Fuerteventura, la Romería a la Peña, que cada mes de septiembre nos convoca en Vega de Río Palmas para disfrutar del principal acontecimiento festivo y religioso de la isla. Este año, como en los anteriores, se han realizado esfuerzos desde el Ayuntamiento de Betancuria, anfitrión de la fiesta patronal, para poner a punto y mejorar los espacios en los que se desarrolla la fiesta, con obras de ampliación de accesos, actuaciones de mejora de los espacios destinados a feriantes y cuerpos de seguridad, e incorporación de nuevos servicios en las celdas de los peregrinos, que en su conjunto harían más cómoda la estancia en la Vega de Río Palmas durante la celebración de la fiesta. Todo no ha sido posible, pero continuaremos en nuestro empeño de ganar espacios y mejoras para que la Fiesta de la Isla se pueda celebrar cada año mejor. También, en el ámbito cultural, hemos querido recuperar una obra de teatro de carácter histórico de gran importancia para la cultura generada en torno a la Virgen de la Peña, el Diálogo Histórico sobre la aparición de la imagen de la Peña, que en 2011 se representó en la plaza de Vega de Río Palmas. En aquella ocasión se representó la pieza teatral dirigida por Dña. Marylola Calero e interpretada por varios vecinos y vecinas del municipio y de otros pueblos de la isla. Este año la representación de esta obra formará parte del pregón que anunciará y abrirá la fiesta y asimismo será dirigida por Marylola Calero y el grupo de personas que junto con ella trabajan desde hace tiempo preparando la representación. Desde aquí queremos reconocer su esfuerzo y agradecerles que una vez más su colaboración que aporta un enorme valor cultural a nuestra fiesta patronal. A este evento cultural se unirá un año más la revista que cada año se edita con motivo de la celebración de la fiesta de la Peña, que como es ya tradicional aportará estudios y artículos de diferentes especialistas que contribuirán a enriquecer nuestro conocimiento de la historia y cultura de la isla, del municipio de Betancuria y de la tradición de la Romería a la Peña. A todo ello se unirá la programación habitual de actos y celebraciones de carácter religioso, entre los que tiene especial relevancia la solemne función religiosa en honor de la Patrona, concelebrada por el Obispo de la Diócesis y los párrocos de la isla y la procesión de la imagen en torno a su santuario. Los actos festivos programados como ya es costumbre incluyen elementos tradicionales como la ofrenda solidaria a la Virgen de la Peña, el mercadillo de productos de la tierra, la muestra de ganado, la música, parrandas y bailes tradicionales, los ventorrillos, verbenas, en fin, un amplio programa que nos da la oportunidad de encontrarnos con vecinos, amigos, familiares y visitantes en un ambiente cordial, alegre y festivo. Desde el municipio de Betancuria les damos la bienvenida a la fiesta de la Peña, a la Vega de Río Palmas, al municipio de Betancuria y deseamos que disfruten de la fiesta patronal y de este bonito rincón de Fuerteventura. ¡Felices fiestas! Marcelino Cerdeña Ruiz Alcalde de Betancuria

4


Más allá de la evidente transcendencia social de la Peña en nuestra isla, a través de su influjo intergeneracional, estamos ante un icono que asciende a una cima que supera su fijado ámbito religioso. La Peña es un eterno retorno para quien se inició en su conocimiento y en las entrañas y vericuetos de las sendas que llevan a su santuario en Vega de Río Palma. Del mismo modo que en otros puntos del planeta podemos reconocer experiencias similares, en torno a una referencia clara que marcó la historia de esas latitudes, también en la Peña encontramos unos reconocibles surcos en la memoria colectiva de un pueblo, el majorero, que se ancla en la costumbre de volver continuamente a un espacio al que se llega tras los pasos del recuerdo. Ya ni siquiera importa, ni importó, de manera sesgada, la hondura de una veneración ni la limpieza de una profesión de fe; la Peña era y es la encarnadura de una singular manera de sentirse parte de una colectividad, del ungimiento de una roca mojada por la espuma de nuestra historia, de las páginas de vidasabsorbidas por la reseca tierra que pisamos bajo la eterna noche que observa cómo avanzamos, lenta, inexorablemente, una vez más, hacia el eco de las artesanas manos que le dieron forma hace siglos. Si tuviéramos que despojarnos de las cargas cotidianas que, con frecuencia, nos impiden obtener una mayor amplitud de miras, mayor serenidad en el juicio, es probable que acabáramos atraídos por la claridad de un reducto donde obtener lo que se hubiera perdido en algún trayecto vital. Es posible, efectivamente, que en ese caso nos amparáramos en un faro como el que se encuentra en Vega de Río Palma. Vamos a ver a la Peña. Disfrutemos del camino. Juan Jiménez González Consejero de Cultura del Cabildo de Fuerteventura

5


Programa de las Fiestas en Honor a Ntra. Sra. de la PeĂąa 2017


Actos religiosos Viernes 8 de septiembre Parroquia de Ntra. Sra. del Rosario (Puerto del Rosario)

Martes 12 de septiembre Parroquias de Santa María de la Antigua (Antigua) y Ntra. Sra. de la Concepción (Betancuria)

19:00 horas Rezo del Santo Rosario.

19:00 horas Rezo del Santo Rosario.

19:30 horas Celebración de la Eucaristía.

19:30 horas Celebración de la Eucaristía.

Lunes 11 de septiembre

Miércoles 13 de septiembre

Parroquias de Ntra. Sra. de Candelaria (La Oliva), Ntra. Sra. del Carmen (Corralejo), Sto. Domingo de Guzmán (Tetir) y Santa Ana (Casillas del Ángel) 19:00 horas Rezo del Santo Rosario. 19:30 horas Celebración de la Eucaristía.

Parroquias de San Miguel Arcángel (Tuineje), San Diego de Alcalá (Gran Tarajal), Ntra. Sra. de Regla (Pájara), Ntra. Sra. del Carmen (Morro Jable) 19:00 horas Rezo del Santo Rosario. 19:30 horas Celebración de la Eucaristía.

7


20:00 horas Celebración de la Eucaristía. 22:00 horas Celebración de la Eucaristía. 00:00 horas Celebración de la Eucaristía. Al finalizar la imagen de la Virgen será colocada en el pórtico del santuario desde donde acogerá a los peregrinos.

Sábado 16 de septiembre Fiesta Solemne de Nuestra Señora de la Peña, Patrona de Fuerteventura 09:00 horas Apertura del santuario. 10:00 horas Celebración de la Eucaristía.

Jueves 14 de septiembre Día de la Vida Religiosa y Consagrada 19:00 horas Oración. 19:30 horas Celebración de la Eucaristía.

ta la plaza.

11:45 horas Traslado de la imagen de la Virgen has-

12:00 horas Solemne Eucaristía concelebrada, presidida por el Obispo de la Diócesis de Canarias, D. Francisco Cases Andreu. Plaza de la Vega de Río Palma. 18:00 horas Celebración de la Eucaristía.

Viernes 15 de septiembre Día del peregrino 12:00 horas Celebración de la Eucaristía. 18:00 horas Romería-ofrenda en honor a Nuestra Señora de la Peña

8

Domingo 17 de septiembre 11:30 horas Celebración de la Eucaristía. 13:00 horas Celebración de la Eucaristía. Traslado de la imagen de Ntra. Sra. de la Peña hasta su hornacina.


Actos populares Sábado 09 de septiembre 10:00 a 17:00 horas Mercadillo (venta de productos y artesanía tradicional). Aledaños de la iglesia. 10:00 a 17:00 horas Primera Muestra de Ganado La Peña 2017 y muestra de tradiciones. Lugar: Plaza de la Vega de Río Palmas. 12:00 horas Verbena con las orquestas El Bernegal y Jacomar.

Domingo 10 de septiembre 17:00 horas Peregrinación desde la ermita de Vega de Rio Palmas hasta la ermita de Malpaso. Realización de la Ofrenda floral.

Jueves 14 de septiembre 20:00 horas Pregón de las Fiestas en honor a Nuestra Señora de la Peña Pronunciado por Dña. María Dolores Calero Pérez, con la participación el grupo de teatro del municipio de Betancuria y la Agrupación Folklórica Mafasca, representando la obra “Diálogo Histórico sobre la aparición de Nuestra Señora de la Peña en la más afortunada Isla de Fuerteventura”. Lugar: Plaza Nuestra Señora de La Peña.

Viernes 15 de septiembre 10:00 horas Cuarta Concentración de Mountain Bike, Nuestra Señora de la Peña, en los aledaños de la iglesia de La Peña. 16:30 horas Concentración de los romeros y las Agrupaciones Folklóricas y rondallas en la Majada de la Vieja (frente al pinar de Betancuria).

9


17:30 horas Salida de la romería-ofrenda en honor a Nuestra Señora de la Peña en dirección al santuario de la Vega de Río Palmas, por el barranco de Betancuria, acompañada por las agrupaciones folclóricas de la isla y por la Agrupación Folclórica Guanapay de Lanzarote.

05:00 horas Pasacalles con la Banda de Agaete.

Sábado 16 de septiembre 10:00 a 20:00 horas Exposición y venta de artesanía y productos de la tierra en los aledaños de la Plaza de Nuestra Señora de la Peña. 12:00 horas Solemne Eucaristía concelebrada, presidida por el Obispo de la Diócesis de Canarias, D. Francisco Cases Andreu. Plaza de la Vega de Río Palma.

21:30 a 23:00 horas Parrandas en los aledaños de la iglesia. 23:00 horas Verbena Canaria, con la actuación de las parrandas Tababaire y El Bernegal. 01:00 horas Quema de fuegos artificiales. 01:00 horas Gran Verbena con las orquestas Grupo Arena y Nuevo Klan.

10

19:00 horas Encuentro con los Centros de Mayores de Fuerteventura.


Actuación de Mariachi Peleón. Grupo formado en 2008 con la intención de dar a conocer la música mexicana, siendo uno de los mariachis más solicitados de Canarias. 22:30 horas Concierto de Escuela de Calor. Escuela de Calor es una banda de rock de Tenerife creada en 2010 cuyo repertorio está basado en los mejores temas de la historia de habla hispana. A estos temas de rock latino se le ha sumado un poco de rock anglosajón para completar un repertorio con los mayores éxitos de la historia más reciente de la música.

Domingo 24 de septiembre Encuentro Insular de Moteros de La Peña Ofrenda Floral Lugar: Mirador de Fenduca, en la Degollada de los Granadillos.

Domingo 17 de septiembre 11:15 horas Exhibición de juegos tradicionales. 12:00 horas Gran luchada Canaria en honor a la Virgen de la Peña, entre los equipos C.L Saladar de Jandia y Rosario C.L.

11


Entrevista a la pregonera MarĂ­a Dolores Calero PĂŠrez


¿Cómo ha recibido que le hayan elegido como pregonera de las Fiestas de Nuestra Señora de La Peña 2017? Hace unos años, cuando viví en Fuerteventura, Marcelino, alcalde de Betancuria, me preguntó si quería ser la pregonera de la fiesta de La Peña. ¡Por supuesto que quería! Pero después de digerir la sorpresa, mi reacción fue: mi currículum no lo considero lo bastante importante para tal honor. Ahora, me llamaron para ver si estaba dispuesta a representar de nuevo, el “Diálogo Histórico”, les dije que sí, y pensamos que considerarlo como el pregón de la fiesta, haciendo yo una breve introducción, sería una buena idea, ya que el trabajo realizado en el año 2.011 por el colectivo, fue magnífico. La aportación de todo este potencial humano al pregón, lo enriquece, lo hace único, o por lo menos, diferente. ¿Asistía a las fiestas en su niñez?, ¿qué recuerdos le trae y cómo valora el desarrollo de las fiestas en la actualidad? Viví en Puerto del Rosario toda mi primera infancia. Al cumplir nueve años, nuestros padres decidieron mandarnos a Las Palmas internos a los cuatro hijos. Todos los veranos veníamos a Fuerteventura, donde disfrutábamos en julio de la fiesta de San Buenaventura y en septiembre de La Peña. Eran días de alegres emociones, algarabía, jaleo en la casa y encuentros familiares, todo bajo la supervisión de mi abuela, mamá Lola. La fiesta de La Peña duraba varios días con enorme asistencia de personas de toda la isla, pero con muchos menos coches que ahora. El programa de actividades era muy extenso: lucha canaria, feria de ganado, concurso de arrastre, peleas de carneros, romería, verbena, piñatas, ventorrillos, agrupaciones folclóricas, juegos infantiles, y toda la parte religiosa, con muchos peregrinos que se acercaban a pagar sus promesas, con las misas y la procesión el último día. Actualmente se puede disfrutar la fiesta de La Peña, con un programa casi idéntico que antaño, pero percibo un gran cambio en la gente que acude a La Vega. Veo menos participación en las actividades. La figura del “turista” sentado que viene a curiosear, antiguamente no se veía. No hay zona de juegos para los niños, que es muy necesaria. La juventud no la veo representada en ninguna actividad. Igual que se contempla el día

de la 3ª edad, también debería existir el día de la juventud. Usted ha estado siempre vinculada a la educación y al magisterio. ¿Qué le motivó a estudiar esa carrera? Sin duda los genes heredados. Soy hija y nieta, por ambas partes, de maestras. Las tres majoreras de pura cepa, nacidas en Betancuria. La influencia mayor la tuve de mi abuela paterna, mamá Lola, que siempre vivió con nosotros. Mujer fuerte, luchadora, valiente y dominante, amante del teatro, la poesía y la pintura y de enseñar y formar niños en su escuela. Ella insistía para que siguiera yo sus pasos y olvidara mis preferencias por los estudios de enfermería. Con sabiduría y buena psicología me iba dando consejos: “Si tienes alumnos que no estudian o se portan mal, ponlos a “hacer comedias”, verás como cambian”. Dos años interna en la clínica del Pino fueron suficientes para darle la razón a mi abuela y cambiar de profesión. Sin embargo, la vida me regaló unir las dos profesiones. Durante 5 años fui la maestra del Hospital Materno Infantil. Experiencia piloto muy gratificante y triste al mismo tiempo, ya que perdí a varios alumnos, pacientes, por enfermedades todavía poco investigadas en aquella época.

13


¿Qué ha aportado a su vida, la profesión de maestra? Podría resumir mis sentimientos a lo largo de estos 30 años de profesión en unos versos mal rimados pero llenos de emoción: Maestra, una palabra mágica, que te capacita para demostrar que los hechos de toda tu vida te los podrán cuestionar. Pues ellos son el reflejo de lo que pudiste dar. Caritas que no engañan y que buscan conectar, en el aula, cada día, cuando entras, de forma incondicional, para bien o para mal. Tú sabes, que si de corazón te das, siempre estarán de tu parte. ¡Qué enorme responsabilidad! Treinta años aprendiendo, que enseñar, más que educar, a aprendices de personas, te permite constatar que tú no les enseñas nada, que ellos no quieran asimilar. Por eso sobran muchas veces, las palabras repetidas. Vale más, un gesto, una sonrisa, un talante positivo, comprensión, una frase divertida, acercarles tu mirada a la altura de sus ojos y decirles la verdad. Nunca fue la posición, el estatus o el poder, lo mejor para demostrar lo que es ser buen profesor, pues todos valemos lo mismo. Te engrandece el buen hacer y el respeto a los demás. He sido feliz compartiendo mi vida con tantos niños y niñas. Me hice una promesa, que considero cumplida. ¡Nunca les defraudaré aunque no haya contrapartida! El teatro ha sido una de sus pasiones, ¿Trabajaba las artes escénicas en el aula? ¿Qué impor-

14

tancia le da a la música, el teatro, la pintura y a la cultural en la formación del alumno? Siempre desarrollé proyectos referentes al área artística. Creo que las tres disciplinas; música, teatro y plástica, deben ir unidas. Siempre habrá un alumno que destaque en una de ellas y disfrute aprendiendo las demás. Lo conseguí con el teatro. Escribí varias pequeñas obras, para ser representadas por alumnos de 4 a 12 años. Englobé la plástica para los decorados y la música para el canto y los bailes. Pedí la plaza en una zona de “difícil desempeño” como Jinámar al comienzo de los años 80. Con más entusiasmo que certeza, presenté a la dirección del colegio Néstor Álamo un proyecto para llevarlo a cabo con un grupo de alumnos “conflictivos”. Con el teatro como excusa y herramientas fui consiguiendo a lo largo del curso cambios de actitud. La autoestima, la tolerancia. La convivencia y solidaridad eran los valores a conseguir. Pasados dos años,


participamos en el concurso de teatro escolar del Ayuntamiento de Las Palmas de GC. Conseguimos el 1º premio. Un gran estímulo para el centro y los alumnos. Como consecuencia de este trabajo, el colegio Néstor Álamo fue elegido para una experiencia piloto en la provincia. Desarrollar el proyecto “MUS-E” (Música Europa). Su objetivo era acercar las artes a los colegios con los niños menos favorecidos. Los últimos tres años, antes de jubilarme, los pasé en Fuerteventura, en el CEO Antigua. ¡Qué trabajo más relajante, satisfactorio, agradable, y fructífero pude realizar en ese centro! Sin duda la confirmación de que la profesión de maestra es la más gratificante del mundo laboral. También me siguió el proyecto MUS-E a Fuerteventura, donde con la colaboración de padres, alumnos, profesores y los recursos de la Consejería de Cultura del Cabildo pudimos continuar con la representación de pequeñas obras de teatro. Siempre vinculada al teatro, ha recuperado para Fuerteventura dos representaciones teatrales que habían pasado al olvido: el “Auto de los Reyes Magos” y “Diálogo Histórico”. ¿Cuáles fueron las razones para impulsar estos proyectos? La primera, el respeto y la admiración que sentía por el trabajo realizado por los vecinos de Betancuria y que guardaba en mi memoria de las representaciones de mi abuela. La segunda razón es que la vida en los pueblos del interior y de una isla tan austera y con pocos recursos para dinamizar actividades culturales en los municipios, era lógico que yo me acordara y me ilusionara con la recuperación de aquella tradición navideña. Al mismo tiempo, el impulso, el entusiasmo y el apoyo económico que mostraron, tanto el alcalde de Betancuria como la Consejería de Cultura del Cabildo a la idea, lo puso todo en marcha rápidamente. ¿Cómo ha sido el trabajo previo para llevar a cabo estas representaciones teatrales? ¿Qué destacaría del trabajo social que implica movilizar al pueblo de Betancuria para conseguir el éxito que caracterizó dichas funciones teatrales?

Para las dos obras hubo una respuesta similar. Primero con reservas y cierta timidez por parte de los vecinos, y luego con interés y entusiasmo. Referente al Auto de los RR MM muchos hombres recordaban sus últimas representaciones en época de Amparito, la alcaldesa. Yo les planteé que mi trabajo contemplaba algunos cambios, no en el texto (aunque lo reduje un poco) sino en la puesta en escena. A la hora de repartir los personajes, todos querían ser soldados, porque no requería memorizar. Poco a poco fueron cogiendo confianza y seguridad. Para algunos ya era la 3ª generación que participaba, lo que me llenó de admiración. Realmente, en ambos casos, no fue un trabajo. Cumplieron con los ensayos y disfrutamos con el progreso que entre todos se iba consiguiendo. Se retrocedió en el tiempo, buscando la tradición perdida y pudimos recuperarla con el entusiasmo y satisfacción de todo un pueblo. En el año 2.013 el colectivo vecinal del Auto de Reyes recibió el Premio Insular de Fuerteventura al Mérito Cultural, en reconocimiento al trabajo realizado por todo el grupo para recuperar esta tradición. Lamento la frustración causada en todo el municipio y a sus vecinos por la prohibición para representar éste año, en enero, el Auto de los Reyes Magos, después de cinco meses de trabajo y haciéndonos creer que se podía llevar a cabo. Muy triste, lamentable y totalmente incomprensible. Aunque actualmente reside en Gran Canaria, ¿Siempre ha mantenido un contacto directo con Fuerteventura? No he faltado ningún año a mi cita con Betancuria desde que me fui con 9 años a Gran Canaria. Siempre vengo buscando el descanso y el encuentro con familia y amigos. No me acerco mucho a las zonas turísticas, porque eso ya lo tengo en Gran Canaria y es más de lo mismo. La convivencia con hijos, nietos, sobrinos, amigos, en la intimidad de nuestra casa, es lo que nos mantiene el interés por venir cada año a Betancuria. El organizar esta nueva representación del Dialogo Histórico, me pone en contacto de nuevo con amigos y conocidos y me entusiasma su colaboración, incondicional, y dispuesta. Gracias a todos por ser como son, generosas y participativas.

15


Pregón de las Fiestas en Honor a Ntra. Sra. de la Peña 2016 José Regidor García


“Tradición, Innovación y Futuro” Pregón impartido por José Regidor García, Rector de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria. Sr. Alcalde del Ilustre Ayuntamiento de Betancuria, Sr. Presidente del Excmo. Cabildo Insular de Fuerteventura, Sr. Obispo de la Diocesis Canariensis, Autoridades civiles, militares y eclesiásticas, Señoras y señores, majoreros y amigos todos, buenas noches. Constituye para mí un gran honor haber recibido el encargo del Sr. Alcalde de Betancuria de pregonar la celebración más importante de la isla de Fuerteventura en la que se celebra y se venera a Nuestra Señora de la Peña. Virgen de la Peña, reina y soberana, dadme vuestro auxilio, no se pierda mi alma

Estimo y acepto que este honor no es sólo a mi persona, sino a la institución a la que represento, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que progresivamente estrecha su arraigo a esta tierra dura y hermosa. Acepté este honor entre la sorpresa de lo inesperado y el pudor con el que debe sentirse un hombre de otra isla pregonando la fiesta mayor de los majoreros. Por eso, debo confesar que la sorpresa se ha transformado en respetuosa ocasión inolvidable, cuando se nos pide ser parte del sentir más profundo de la tradición de un pueblo, del pueblo majorero. Por tanto, mi más sincero agradecimiento a todo el pueblo de Fuerteventura por haberme acogido hoy entre los suyos para disfrutar de sus fiestas. Virgen de la Peña, reina y soberana, dadme vuestro auxilio, no se pierda mi alma Como Rector de la ULPGC, puedo también expresar públicamente mi satisfacción por el papel

17


que jugó nuestra universidad en la declaración de Bien de Interés Cultural, a la Romería de la Virgen de la Peña, aprobado por decreto 80/2007, en el que se cita expresamente el informe favorable emitido por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Tampoco puedo olvidarme que en el año 2011 se nos concedió a la Universidades Públicas Canarias el premio “Capital Histórica de Canarias” que recibí de manos de nuestro alcalde aquí presente y que engalana nuestra casa de estudios e investigación. Pero de lo que no me olvido en ningún caso es de las mujeres y hombres de esta tierra que me honran con su amistad desde hace muchos años y que han conseguido que en el cerebro de un palmense-canarión, se haya establecido un hermoso nicho majorero. Me gustaría poder hablar de la Virgen de la Peña, de la devoción que los majoreros tienen desde que se encontrara casi en los albores de la conquista y como ha ido arraigando y evolucionando hasta nuestros días. Pero con trabajos tan completos y bien hechos como el de Rosario Cerdeña publicado

18

por el Cabildo en 2008, poco más podemos añadir, en todo caso recordar alguna estrofa de las coplas Quisiera, señora, que el mundo supiera fuiste aparecida dentro de una peña, para que de todos fueras alabada En todo caso, lo importante es reconocer el valor del significado de unos hechos, de una historia que ha ido construyendo el pueblo a lo largo de los siglos para convertirse en tradición, en la que lo religioso y lo civil se entremezclan conformando un acto profundamente humano, profundamente divino, magnífica expresión de la cultura del pueblo majorero. Me gusta pensar que cuidar las tradiciones es una buena forma de amar el legado de los que nos antecedieron en esta tierra. Pero, valorar nuestro pasado y amarlo, no solo es importante para re-


conocer nuestra canariedad, nuestra pertenencia a estas amadas Islas Canarias, sino que también es indispensable para que, trascendiendo a nuestra individualidad y sustentado en el respeto a todos los seres humanos, nos anime a sentirnos ciudadanos del mundo. Nunca como ahora los seres humanos habíamos estado tan cerca los unos de los otros. Los avances en las tecnologías de la información y la comunicación están convirtiendo nuestro planeta en una verdadera “aldea global”, con todas sus ventajas e inconvenientes. Lo que hasta hace poco tiempo eran sociedades y culturas exóticas, lejanas o simplemente desconocidas, se están volviendo familiares rápidamente. Efectivamente, las tradiciones destacan por mostrar el valor identitario de los pueblos. Por eso es hoy tan urgente cuidar las tradiciones y sus legados tangibles e intangibles, tan amenazados por los modernos afanes que, despreciando su valor histórico y humano, despreciando la tradición, destruyen el paisaje y a los paisanos, sacrificando todo en el altar del beneficio económico. Si las tradiciones pueden ser consideradas como el identificador de la cultura de un pueblo, no cabe

duda que su estudio y conocimiento nos muestra la extraordinaria capacidad de la mente que ha hecho posible que los seres humanos hayamos desarrollado una inmensa complejidad de tradiciones, una increíble diversidad de culturas, una extraordinaria variedad de pueblos. Sin embargo y, a pesar de los avances en la educación y la tecnología, los seres humanos somos unos grandes desconocidos entre nosotros mismos, probablemente porque seguimos considerando que nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestra religión son las únicas posibles, las únicas “verdaderas”. El hecho es que, a lo largo de la historia de la humanidad, la destrucción de las culturas ha sido una tarea sistemática que, en ocasiones, han buscado acabar con el pueblo entero, en genocidios que avergüenzan a las personas de bien. En realidad, poco hacemos por conocer la tradición y la cultura de “los otros” y mucho menos nos esforzamos por conocer a los seres humanos que la están viviendo y construyendo día a día, como nosotros… Sin ningún género de dudas, el desconocimiento del “otro” produce el miedo al “otro”, de la misma manera que el desconocimiento del “otro” produce el desprecio al “otro” y a su cultura. Lamentablemente

19


la ignorancia, el miedo y el desprecio han generado y siguen generando marginación, esclavitud, pobreza, guerra y muerte. Hoy estamos viviendo una de las mayores crisis humanitaria de la historia en donde, no solo nos matamos unos a otros con los más diversos motivos, sino que los emigrantes viejos no aceptan a los emigrantes nuevos y donde la tragedia de los refugiados la vemos como una fugaz instantánea dolorosa y conmovedora, apartando los ojos de la verdadera tragedia humana de la que queremos creer que somos espectadores ajenos. Qué tenemos que decir de emigración a los majoreros, a los canarios en general, qué tenemos que explicarles de la necesidad de emigrar para no morir cuando la sequía quemaba las cosechas y hasta la cal perdía valor. En realidad, el ser humano a lo largo de su historia ha sido un emigrante perpetuo, por lo que tenemos que considerar los movimientos poblacionales como una actividad históricamente normal de la humanidad para conseguir sostener la vida de la familia y del pueblo, para sobrevivir. Si observamos la realidad con objetividad, tenemos que reconocer

20

que todos somos hijos de emigrantes, que todos somos emigrantes. Lo fueron los guanches que llegaron a nuestras islas emigrando de las montañas norte-africanas, lo eran los conquistadores, mercenarios normandos, lo eran los castellanos que vinieron a nuestras islas… Todos somos emigrantes, todos somos mestizos, como el “bardino”, ejemplo de que tanto en el perro como en el ser humano como en todos los seres vivos, el mestizaje produce individuos especiales que lideran la evolución de la vida. Virgen de la Peña, reina y soberana, dadme vuestro auxilio, no se pierda mi alma Es nuestro deseo que las mujeres y hombres jóvenes que se está formando en la universidad lo hagan con la mejor formación científica, técnica y humanística posible pero, y esto es muy importante, con conocimiento de su realidad próxima y lejana, con conciencia del papel que deben jugar en la sociedad, sabiendo que son ellos los llamados a


cambiar el actual estado de cosas. Es necesario que el respeto a las personas consiga superar la idolatría a la riqueza y que la razón, la vieja razón, la que es patrimonio de los seres humanos, prevalezca en la nueva sociedad que necesariamente hemos de construir entre todos. Por eso es tan importante la educación, la formación, para permitir que nuestra sociedad esté constituida por mujeres y hombres con mayores y mejores conocimientos, con más capacidades, conscientes de su “humanidad”, capaces de cambiar el rumbo de la historia. Pero para cambiar el futuro es imprescindible diseñar una estrategia que nos permita crecer, ser más competitivos, apostando por la innovación basada en el conocimiento generado en la Universidad en la Investigación y el Desarrollo. Tengamos las agallas y valor para cambiar, de apostar por ser libres, libres de terceros extraños que deciden sobre el turismo desde sus torres financieras en Europa, libre de subsidios que son pan para hoy y hambre para mañana y ciegan nuestra mirada, libre para desarrollar nuestra economía con el apoyo de nuestra tradición sublimada por la innovación y con la fuerza de las manos y las mentes de nuestros jóvenes, bien formados y sobradamente capacitados, el mayor valor al que puede aspirar un pueblo libre. Porque los seres humanos libres respetan y son respetados.

Hoy, más que nunca, nuestro pequeño planeta azul se comporta como si de un ser vivo se tratara -algunos los llaman Gaia- y como tal lo podemos observar. Por eso lo que ocurre en cualquier lugar de la Tierra, nos afecta a todos, ya se trate de asuntos financieros, de enfermedades, de catástrofes naturales, de movimientos sociales, etc. Pienso que en este siglo XXI del que ya hemos consumido su primera década, la mejor manera de vivir en la globalidad es, paradójicamente, amando, cuidando y profundizando en nuestras tradiciones, no para recrearnos en su contemplación nihilista, sino antes al contrario para actuar positivamente, para que, reconociendo nuestro pasado podamos enriquecer el acervo cultural de la humanidad sustentado en el respeto a la diversidad. Al fin y al cabo, la humanidad es grande por la inmensa riqueza de sus culturas, soportadas en el cuidadoso respeto a su Patrimonio que, en su singularidad, confecciona el extraordinario tapiz sinfónico de las Culturas. Virgen de la Peña, que la tradición crezca y sirva para ir más allá de hacer solo lo que sabemos, sino que nos sirva para Innovar, para avanzar hacia el futuro y para que nuestras hijas y nuestros hijos, tus hijos, luchen por la libertad y por un mundo mejor para Fuerteventura y para todos los Canarios. Virgen de la Peña, reina y soberana, dadme vuestro auxilio, no se pierda mi alma Majoreros, Conejeros, Canariones, Palmeros, Gomeros, Herreños, Tinerfeños, gente del mundo entero, sepan que el Sr. Alcalde de la Betancuria y con él todos los majoreros, me han encomendado el alto honor de anunciar que, como marca la tradición, el tercer viernes de septiembre dará comienzo “La Fiesta en honor a Nuestra Señora de La Peña” a la que estamos todos invitados a disfrutarla con devoción y alegría, para compartir generosamente con este pueblo, la mejor y más querida expresión de su tradición. Muchas gracias Buenas noches

21


Las salinas de Fuerteventura Carmelo Torres Torres


A lo largo de la historia de nuestra isla sus habitantes han aprovechado, prácticamente, cualquier recurso que la naturaleza les ofreciera. En ello la sal no fue una excepción habida cuenta de las fundamentales cualidades de la misma tanto como condimento alimenticio, como materia preservadora de la carne, el pescado, queso,… empleándose incluso de modo habitual para curtir pieles, un artículo este último que llegó a alcanzar peso significativo en la economía insular. Si bien se ha intentado conocer si los majos –aborígenes de Fuerteventura- la recogían y la empleaban de algún modo, ya en la etapa previa a la conquista y colonización, hasta el presente no se puede concretar este punto, tampoco descartarlo, dada la parquedad de las fuentes escritas de la época del primer contacto con los europeos y por la propia naturaleza deleznable y poco duradera de la materia que centra nuestra atención. No obstante, debe apuntarse que en el momento de la conquista los propios normandos -en Le Canarien- ya se hacían eco de las señaladas posibilidades de producción de sal que presentaba Fuerteventura, habida cuenta de su extenso y bajo litoral. Lo expresaban en los siguientes términos: “Por el lado del océano (oeste) hay gran abundancia de sal, y por el otro (este) hay unos emplazamientos muy buenos para poner eras de sal”. Sin embargo, con el transcurrir de las décadas y siglos se pudo constatar como esas magníficas características de nuestra costa, unido a un clima y régimen de vientos realmente muy favorables para la producción de este mineral, no fue aprovechado, no así en la vecina Lanzarote, que siempre ha sabido beneficiarse en mayor grado de lo que posee y puede favorecer su prosperidad y desarrollo. Sirvan de ejemplo Las Salinas de El Río (Famara) y las de Janubio, pudiendo contarse a la largo de su historia con un total de 27 explotaciones industriales de este tipo, frente a las cuatro de Fuerteventura que al presente se conocen de modo cierto. Esta aplastante comparativa habla por sí misma. Para el caso majorero debe apuntarse que durante varios siglos no se menciona ni una sola estructura que promoviera la producción “industrial” de

Foto aérea del barrio de El Charco y Las Salinas de El Viejo, hacia 1960.

este blanco mineral a partir del agua marina. Tal es así que a lo largo de la Edad Moderna las fuentes únicamente nos hablan de cómo se recogía la sal que de modo natural se cuajaba en los charcos más pequeños y retirados del batir del agua, coincidiendo precisamente con los meses en los que la temperatura era más elevada. El propio antiguo Cabildo de Fuerteventura se encargaba, al tratarse de un bien necesario y “común”, de hacer que se cumpliera lo preestablecido, impidiendo que se recogiera para destinarla a la venta –ya fuera en la isla o para el exterior- y que algunas personas se pasaran más de un día trabajando en ello, ya que lo establecido era que cada vecino pudiera estar solo una jornada recogiendo la que le hiciera falta y menester, entendiéndose que fuese para su propio hogar. Al respecto, la documentación histórica localizada hasta el presente en los archivos no hace sino avalar la idea de que durante todo el siglo XVII Fuerteventura no contó con instalaciones para producir sal en grandes cantidades. Ello se aprecia en la constitución del Mayorazgo de Fuerteventura

23


Las salinas de El Matorral de Morro Jable (c. 1970).

Canaria, las más importantes de toda la región durante siglos. Especialmente señalada fue la producción desde la segunda mitad del siglo XVIII en adelante, cuando se recurrió de modo sistemático a la pesca en el cercano banco Canario-sahariano para poder abastecer a la creciente demanda de una población canaria que se incrementaba año tras año. Aquí la sal como materia preservadora se hizo esencial, y sin embargo, a pesar de ser la isla más cercana al continente africano no contaba con salina que abasteciera a la flota pesquera que se ocupaba de faenar en el señalado caladero, … esa función fue asumida de modo señalado por la isla hermana de Lanzarote. Así pues, se evidencia que en Fuerteventura la producción salina siempre fue mucho más limitada, sin que se haya podido encontrar ninguna señalada exportación de este bien, aunque siempre cabe la posibilidad de que quizás el estado y escasez de las fuentes lo hallan ocultado hasta la actualidad. Resulta muy significativo que tampoco se localizaran muchas referencias que informen de su

–fechado en 1610-, en el que se relacionan los bienes y derechos que le pertenecían al Señorío, sin hacer alusión alguna a la sal. El testamento de Dª. Luisa de Bravo de Laguna, marquesa de Lanzarote y Fuerteventura, de 25 de noviembre de 1671, es otro de los documentos que ratifican la no existencia de explotaciones de este tipo. Ello se comprueba al citar las salinas de Lanzarote pero ninguna en territorio majorero, aunque si se entretiene en relacionar la Dehesa de Jandía, el ganado existente, la orchilla que se recogía o el derecho de quintos, entre otras cuestiones. Todo esto permite afirmar de modo contundente que la industria salinera no existía, ni había existido, hasta ese entonces en el territorio majorero. Ello encuentra respaldo en la constancia de que a lo largo de todo el Antiguo Régimen los puntos de abastecimiento para la población de las islas –y la de paso hacia otros continentes- fueron recurrentes, acudiendo principalmente a las salinas de El Río, en Lanzarote, o a las de Amoreto Restos de las salinas de la marisma de Gran Tarajal (fines del siglo XVII). Foto del autor o El Castillo del Romeral, en Gran

24


importación, confirmándose con ello que al menos el mercado interno habitualmente se encontraba abastecido, no dependiendo por tanto de la introducción masiva de este artículo. Con ello se evidencia el aprovechamiento de los cocederos naturales y los distintos charcos que lo posibilitaban, cobrando peso las órdenes expresas del Cabildo de prohibir su exportación por la creciente necesidad de los propios vecinos, tal y como acontecía en 1641. No obstante lo dicho, existe otra posibilidad muy plausible: que se trajera la sal desde Lanzarote, ya que al ser una actividad comercial entre islas señoriales no se percibía el derecho de quintos, ni ningún otro, de tal modo que no quedaría constancia documental acerca del intercambio comercial por no haberse practicado asiento alguno en el registro del libro de quintos ni dejar rastro en los fondos de protocolos notariales. Al presente esto es una auténtica incógnita, si bien lo único cierto es que asociado a la evolución demográfica de Fuerteventura y a su actividad comercial, y económica en general, el consumo de este producto debió incrementarse sobremanera con el transcurrir del tiempo. Ejemplo de la existencia de enclaves denominados de modo genérico como “salinas” en la Fuerteventura de los siglos XVI y XVII es que las mismas se mencionan ya en el Mayorazgo de Lanzarote y Fuerteventura en un momento tan temprano como 1639. Ello merece puntualizarse, señalando que se refieren a simples cocederos naturales, de escaso poder de producción y de amplia dispersión por la costa majorera. Si bien puede pensarse que existieron puntos en los que por la propia morfología del litoral, unido a otros factores ambientales propiciarían, con unas pequeñas adaptaciones, la creación de unas auténticas salinas. Fruto de la ascendente demanda de este producto resultaría el proyecto y las obras desarrolladas para crear las primeras salinas industriales de Fuerteventura aprovechando la marisma natural de la entonces desierta Bahía de Gran Tarajal, en la década de 1680 -de las que desconocemos si alguna vez estuvieron en funcionamiento-, y las actuales Salinas del Carmen, construidas sobre otras preexistentes que se erigieron en el tránsito del siglo XVIII al XIX en una zona cercana a Caleta de Fustes –nominadas como de La Torre o de La

Hondurilla-, y que tras varias ampliaciones, reformas, adaptaciones y diversas vicisitudes funcionan hasta el presente. De este modo, si bien Lanzarote ya contaba con salinas desde época muy temprana, para el caso de Fuerteventura siempre se ha especulado acerca de si la infraestructura salinera de Gran Tarajal realmente llegó a existir o si las referencias localizadas se trataban en realidad de un simple eufemismo del término. Lo único cierto del caso es que existen restos arqueológicos en la zona que atestiguan que se trabajó en la construcción de unas salinas, pero sin conocer realmente si alguna vez estuvieron en explotación. Sea como fuere debe destacarse la concreción que se hace en las actas del Cabildo majorero, toda vez que a comienzos del siglo XVIII aún se hablaba de charcos donde se recogía dicho mineral, haciéndose alusión en 1727 a “salinas”; pero dado el empleo del término “salinas” para referirse a simples cocederos naturales, una vez más, la duda reaparece acerca de si se hace mención a una producción industrial o a la tradicional. Esta circunstancia no debería extrañar, dado que el 4 de diciembre de 1570 Agustín de Herrera, señor de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, había dado permiso para hacer en ambas las salinas que se quisieran; y si bien no tenemos constancia de la creación de nuevas infraestructuras de este tipo en las mismas, si lo hay de algunos proyectos de mejora en las ya mencionadas de El Río (Lanzarote), no así en Fuerteventura. Dinámica esta que parece se prolongó en el tiempo hasta el siglo XX. Como se hace evidente, la producción de sal tenía marcadas alternancias estacionales, siendo el invierno y la primavera los meses en los que menos producto se obtenía, hallándose ello directamente relacionado con las condiciones meteorológicas predominantes en cada tramo del año en Canarias. Aparte del ya referido aprovechamiento de la sal recogida de los charcos o “cocederos” donde se producía de modo natural y espontáneo, debe citarse que en la zona en la que parece que más sal se recogía durante el Antiguo Régimen -la costa oeste de la isla-, también se hizo alguna mejora en su producción. La misma consistía en adecuar para la producción salinera un área concreta de charcos, tomando uno como cocedero -donde se daba una

25


Mapa levantado por ingenieros militares, circa 1745.

primera evaporación- y un tajo que llevaba el “concentrado” a un charco menos profundo y a inferior altura, conllevando una casi total evaporación del agua, quedando la sal solidificada como costra en la parte superior. De este tipo son -según la publicación “El Jardín de la Sal”- las denominadas Salinas de La Imagen y de La Vieja Pescadora, o Aguas Verdes, entre otras. Como ya se avanzó, las primeras obras de unas auténticas salinas en Fuerteventura habrían de ser las creadas en la marisma de Gran Tarajal, datables entorno a 1681, pues se sabe que en ese año algún trabajo al respecto se realizaba en la zona. De este modo, es posible concretar que ya en esa fecha el entonces señor de la isla –D. Fernando Mathías Arias y Saavedra- se encontraba construyendo unas salinas en la orilla de la Bahía de Gran Tarajal, para lo cual se le había otorgado facultad real en 1677. Acerca de las mismas cabe señalar que es muy plausible que las mismas nunca llegaran a entrar en producción o que lo estuvieran en un brevísimo lapso de tiempo, habida cuenta de no quedar constancia alguna de las mismas -ni de su sal- en ningún documento localizado hasta el día de hoy. Incluso

26

en la sesión del 1 de septiembre de 1700 el Cabildo majorero apuntaba la inexistencia de auténticas salinas en Fuerteventura: “Por ser muchos los vecinos y no haber en la isla salinas sino algún charco que poca sal recoge, habiendo falta de ella, acordaron cerrar la saca de sal, y lo mismo de viejas saladas ...”. Ello pone a las claras que, o bien nunca se concluyó la obra, o bien que al poco se abandonó su explotación, pudiendo considerarse como más plausible la primera opción, ya que la sal siempre fue demandada desde las islas vecinas que eran deficitarias, … quizás únicamente excavando en sus restos, descubiertos por el Doctor en Ciencias Biológicas D. Juan Miguel Torres en la marisma de Gran Tarajal –en 2004-, o localizando nueva documentación se pueda llegar a descubrir el porqué esta interesante iniciativa no tuvo continuidad en el tiempo, o no se llegó siquiera a finalizar. Tendría que llegar el año 1779 para conocer la siguiente iniciativa relativa a esta industria en la isla. La misma vendría de la mano del grancanario D. Juan Evaristo del Castillo Olivares, que solicitaba la pertinente autorización para crear unas salinas en el lugar conocido como La Hondurilla. La pretensión fue impugnada por el entonces Señor de Fuerteventura D. Francisco Bautista de Lugo y Saavedra, que intentaba demostrar que el derecho exclusivo sobre la producción salinera le correspondía a él, argumentando el Privilegio Real otorgado a uno de sus antepasados, concretamente a D. Fernando Mathías Arias y Saavedra en 1677. Si bien tras el litigio entre ambas partes –que se prolongó entre 1779 y 1786- se dio la razón al Señor se sabe que en 1789 las mismas aún no estaban en explotación Con todo, finalmente las primeras salinas que se puede demostrar que funcionaron de modo fehaciente en Fuerteventura iniciaron su andadura: las de La Hondurilla o La Torre. Estas salinas, de tipología antigua de barro se habrían finalizado con un trazado similar al actual ya en el tránsito del siglo XVIII al XIX, teniendo continuidad a lo largo del siglo XIX, tal y como demuestra el hecho del volumen de su producción constar en la estadística recogida por Escolar y Serrano, que aporta datos de 1793-1802, si bien parece que para Canarias se empleó datos de 1799, y que ya entonces refieren una producción de 2.000 fanegas/año -estimadas en un


valor de 40.000 reales-, del total de 22.560 fanegas que se obtenían en todo el Archipiélago. Estas son las cifras, no obstante algunas informaciones señalar que la primera cosecha de sal de este enclave se produjo en el año 1800. Acerca de este producto y su industria, Viera y Clavijo en su Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias –datable en los primeros años del siglo XIX- ofrecía más detalles de los enclaves en los que ya en ese entonces se obtenía el preciado mineral: “Así, toda la sal de nuestro gasto lo debemos, o a la que se cuaja por evaporación en las concavidades de las peñas, bañadas por el mar, o a la que se cristaliza en las salinas artificiales de Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y Hierro ...”. Esta importante referencia nos informa de cómo durante los primeros lustros del siglo decimonónico la producción se mantuvo estable, con unos valores elevados, pudiendo solo entonces hablar de las primeras auténticas salinas majoreras de las que tenemos constancia que estuvieran en explotación. Sabemos que tiempo después continuaban en marcha, tanto en base a la información aportada por Pascual Madoz en su Diccionario Geográfi-

co-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar (1846-1850), concretando en 2.240 fanegas su producción, como por de soslayo nombrarse en las actas del Cabildo. Así, en la sesión del 11 de febrero de 1828 de esta institución se deja constancia de que por Real Orden la Real Audiencia estaba llevando a cabo medidas para cortar con “los males que ocacionan las mugeres prostistutas, se arvitre acerca de medios con que sobstenerlas en una casa de recojidas ...”; en atención a ello se acordó, entre otras cosas, la obligación de pagar un cuarto de cada fanega de sal, pasando a señalar que fuese de la que se exportase, apuntando con ello a la entonces única producción industrial de sal en Fuerteventura. A pesar de todo lo dicho, lo cierto es que para el año 1800 ya se conoce que la isla era sobradamente excedentaria, tal y como lo demuestra el hecho de haberse exportado 500 fanegas de sal a Tenerife. Estas mismas salinas fueron conocidas como de La Torre, y aunque eran más reducidas que las actuales Salinas del Carmen, suponen el origen de las mismas, cuyas mejoras finales parece que se realizaron en 1910. Entre 1910 y 1930 se produce una gran eclosión de la industria salinera, a nivel de toda Canarias, fundamentándose en la enorme demanda debido a una creciente industria conservera, que iba de

Posible emplazamiento de la toma de agua de las supuestas salinas de La Muley. Foto del autor

27


la mano de la cada vez más importante actividad pesquera. Aunque el caso más representativo es el de Lanzarote Fuerteventura también vivió esta experiencia, aunque a menor escala. Cabe aquí aportar algunos datos acerca de las cuatro salinas que estuvieron activas en Fuerteventura a lo largo del siglo XX: Salinas del Carmen. La actual explotación se erigió sobre otras preexistentes, las denominadas de La Hondurilla o La Torre. Su tipología a partir de 1910 es la denominada “de barro con forro de piedra”, evolucionando a partir de la anterior tipología predominante: “Salina de barro”. Una de las características más peculiares de todo el conjunto es el modo en como se provee del agua del océano. El sistema empleado es el denominado de rebosadero, que consiste en que cuando la ola golpea en la pleamar sobre un punto concreto la cresta de la misma salta hacia el canal que lleva el agua acumulada hacia los cocederos, conocido por “saltadero”. Este sistema da lugar a una sal de enorme calidad denominada “de espuma”, por razones obvias. Vinculadas a esta explotación industrial se erigieron varias estructuras pudiendo señalarse las siguientes: una casa de dos plantas, un aljibe, un horno de cal y un almacén para la sal. Todo apunta a que en sus orígenes se contó con un sistema de vagonetas metálicas con rieles para trasladar la sal

Salinas de El Carmen en la actualidad. Foto del autor

28

al Muellito de la Punta, desde donde se procedería a su embarque. Al respecto puede apuntarse que este es el único sistema de este tipo que se conoce para todo el Archipiélago asociado a esta industria. La superficie total de esta explotación es de 24.300 m2, señalándose para las mismas una producción óptima anual de 480 toneladas. A pesar de que en los años noventa se dejó de explotar, el Cabildo de Fuerteventura las rescató mediante compra en 1994, cuando todo presagiaba su total desaparición, pasando a restaurarlas, beneficiándose en ello del programa Regis. Los trabajos realizados concluyeron a mediados de la primera década del presente siglo –se inauguraron el 11 de mayo de 2005, con la presencia de Los Sabandeños e iluminando la noche con fuegos artificiales-, y suponen que al presente sean visitadas por miles de turistas cada año, y que incluso puedan adquirir sal de alta calidad en las únicas salinas que a día de hoy permanecen activas en Fuerteventura. En la explotación se construyó el Museo de La Sal, que aparte de las labores propias de un centro museístico también facilita la venta de parte de los 70.000 kilos de sal que se produce anualmente. Ello supone una producción muy reducida en comparación con otras explotaciones, pero que cumple perfectamente con la aspiración de mantener la actividad viva del modo tradicional, preservando con ello un paisaje característico y ejemplo de cómo el pasado y el presente pueden convivir en armonía, y de que la cultura también tiene cabida dentro de la actividad turística. La sal obtenida de esta explotación se caracteriza, por lo tanto, por su altísima calidad y reducida producción. Cabe señalar asimismo como la actual denominación se encuentra vinculada a la figura de un insigne majorero: D. Manuel Velázquez Cabrera, en el que recayó la propiedad de una décima parte de las mismas tras en primera instancia ser vendidas a los hermanos Simeón y Sebastián Velázquez Cabrera –sus tíos- por los


descendientes de los Señores de Fuerteventura, para a continuación -1904- estos últimos donarles su parte a un sobrino: el eminente abogado de Tiscamanita. El referido se encargó de adquirir en 1905 –por 10.000 ptas- la totalidad de la explotación, pasando a restaurarlas y mejorarlas, entre otras acciones, todas ellas encaminadas a ponerlas en marcha y a dar beneficios. Otra de sus determinantes actuaciones le llevó a cambiar la denominación de la explotación, pasando a nomSalinas del Carmen. Década de 1960. Cedida por D. Agustín Cabello. brarse como de “El Carmen” en honor a su mujer, y que a la postre supuso que la localidad creada en el entorno se es la denominada de “forro de piedra”. Presenta una llame Salinas de El Carmen. Cabe indicar que los superficie total de 18.300 m2. El sistema de impulencargados en ponerlas en funcionamiento y a plesión del agua marina era por medio de un molino. no rendimiento fueron dos salineros de Lanzarote Su producción anual se estimaba en unas 300 toneque vinieron desde Haría. Resulta curioso como ladas. Cabe señalar que en los últimos tiempos se D. Manuel en su afán por controlar, e incrementar, han realizado trabajos de acondicionamiento, entre toda la producción salinera de la isla, a inicios del los que cabe apuntar la restauración del molino de siglo XX alcanzó incluso a adquirir –eso se creetipo “Chicago” que en el pasado bombeaba el agua unos terrenos de la marisma de Gran Tarajal, aquesalada desde un pozo hacia los cocederos. llos mismos donde se han descubierto los restos de Salinas del Viejo. Las mismas se construyeron las salinas de fines del siglo XVII y cuya existencia al norte del capitalino barrio de El Charco alcanconocía Don Manuel, sin que al presente podamos zando hacia el año de 1940 a producir más de 1.000 profundizar más en esta cuestión. toneladas al año, destinándose casi plenamente a Las mismas fueron declaras como Bien de Intecubrir las necesidades de la flota pesquera y la incirés Cultural en el año 2002. piente industria conservera. Al parecer las mismas Salinas del Marrajo. Ubicadas al sur de la Isla dejaron de funcionar definitivamente en el tránsito de Lobos, se construyeron entorno a 1935, siendo de la década de 1960 a 1970 –a pesar de haber paexplotadas durante muy pocos años, aunque hay decido una enorme crisis en los años 50-, muy poco quién señala que nunca estuvieron en marcha deantes de que sus terrenos fueran vendidos y pasara bido al enorme desnivel de las mismas con respecto a instalarse sobre ellas la actual central eléctrica, la al nivel del mar. En estas salinas se pueden apreciar potabilizadora y el faro de Punta Gavioto. Las misseis cocederos y varias decenas de tajos donde debía mas fueron adquiridas por el Cabildo en 1967, por cuajarse la sal. El empleo de molinos y pozos supuso 200.000 pesetas, un total de 40.000 m2 que vendió no tener que estar sometido el emplazamiento de Fuerteventura SL, al señalar un ingeniero del Mila industria salinera a la orilla del mar, si bien a nisterio de Obras Públicas este lugar –denominada pesar de la presencia del molino aquí el abasto de la Rosa del Viejo- como el único emplazamiento los cocederos también se realizaría a través de un posible para la potabilizadora. Ello conllevó la destomadero. Al presente se ha restaurado el entorno, aparición física de parte de las mismas, la posterior el molino y parte de las estructuras, si bien no se construcción de naves industriales y otras infraeshan puesto en producción. La técnica constructiva tructuras le han dado la puntilla haciendo inviable

29


Salinas de La Torre, 1807. Tomada del blog de Francisco Cerdeña “Cuaderno de Puerto de Cabras”.

su recuperación. El sistema de impulsión del agua era a través de una tubería por medio de un motor. La técnica constructiva empleada aquí fue la de “forro de piedra”, siendo la superficie total de la explotación de 73.200 m2, señalándose como producción óptima de las mismas unas 1.200 toneladas/año. Salinas de El Matorral. Situadas en la Península de Jandía, más concretamente en el Saladar de El Matorral, se pueden datar entorno a 1935, conociéndose que estuvieron activas hasta 1950, cuando, al parecer, las adquirió el alemán D. Gustav Winter Klingele. Se crearon bajo la dirección de salineros conejeros –concretamente de Las Breñas-, que introdujeron en Fuerteventura una nueva manera de construirlas denominada “Salinas de barro con forro de piedra” que ofrecía mayor rentabilidad. En este caso concreto el sistema de captar el agua era mediante un gran molino multipala de torre metálica y con un motor, llevándose a un depósito de

30

presión, trasladándose el agua marina mediante una tubería. Dadas las particulares características del sur majorero esta explotación producía sal todo el año, alcanzando las 300 toneladas anuales, en una superficie de 15.000 m2. En su práctica totalidad la sal producida era exportada para Tenerife y Gran Canaria por el Puerto o Playa de La Cebada. En estas salinas los cuatro cocederos y múltiples tajos se veían complementados con la presencia de la casa del salinero y tres grandes almacenes para la sal. En la actualidad la práctica totalidad del trazado ha desaparecido debido tanto a la ampliación de la carretera que llega hasta Morro Jable como por la progresiva urbanización turística de la zona, siendo el único resto apreciable de las salinas el depósito de presión, que se alza dentro del humedal del Matorral como último superviviente de esta explotación. Se ha llegado a decir que D. Gustav Winter comentaba en su época que tenía la pretensión de


poner en marcha unas salinas en pleno Morro Jable, junto a una factoría de conservas y harina de pescado. Para ello se afirmaba que disponía de un total de once pesqueros que había adquirido en Francia, punto este más difícil de averiguar. Al presente se plantea la incógnita de si todas las salinas que han existido en el solar majorero ya se conocen y se han localizado. A la vista de la documentación que emplea el término “salinas” y a la presencia de un mapa elaborado entorno a 1745 por ingenieros militares vinculados a la misión de Antonio de Riviere de levantar nuevas fortificaciones en Canarias se plantea una enorme duda: ¿Las salinas de la Hondurilla o La Torre fueron las únicas del siglo XVIII?. En el referido mapa se localizan unas “salinas” en la desembocadura del Barranco de La Muley (El Matorral), precisamente en una zona especialmente apta para ello, asemejándose mucho al entorno de las Salinas de El Río (Lanzarote), las más antiguas del Archipiélago. El dato llama la atención por varias circunstancias: no se referencia ningún otro enclave como tal, se adelanta en más de tres décadas

a la construcción de las hoy conocidas como de El Carmen, sirviendo como posible punto intermedio para asegurar el abasto entre la época de las salinas de Gran Tarajal y la de La Hondurilla, de la que quizás sirvió como precedente directo. Sin embargo, esta tesis de partida no podrá comprobarse de modo fehaciente en tanto en cuanto no se trabaje sobre la zona o se localicen nuevas referencias en la documentación referente a la isla o en otra documentación, caso de los protocolos notariales de Tenerife o Gran Canaria. Con todo, el devenir histórico de la margen derecha de la desembocadura del señalado barranco ha borrado cualquier vestigio de un pasado tan remoto, ello se debe a que las estructuras de la zona se vieron modificadas en las últimas décadas por diversas circunstancias: construcción de un nido de ametralladora en plena II Guerra Mundial, relleno de tierra y arena de barranco -de entre 1 y 1,5 metros de espesor- para cultivar tomates –amén de hacer varias paredes de piedra-, construcción de un circuito de moto cross, uso de la zona como lugar de acampada, etc.

Salinas de El Marrajo (Isla de Lobos).

31


Una ermita en Fuerteventura Ermita de Santa Inés Loren Mateo Castañeyra


Sobre el Lomo de santa Inés, en el termino municipal de Betancuria, en el centro de la isla de Fuerteventura, antaño solitaria y aislada, se alza una pequeña, pero encantadora ermita, bajo la advocación de la santa Inés, patrona de las adolescentes. El nombre de Inés nos evoca tambien a Doña Inés de Peraza, la que se hizo, por un tiempo, llamar reina de Canarias y que junto con su marido, Diego de Herrera, fueron señores de Fuerteventura y Lanzarote.

Ya desde poco después de mediados del siglo XVI se tienen noticias de la existencia de esta ermita, en la que en el trascursos de los años se han realizado diversas ampliaciones y modificaciones, hasta llegar a la visión que hoy en día tenemos de ella. En este templo, se llevaron a cabo hasta el s. XVII, las elecciones de los regidores cadañeros del antiguo cabildo, como así consta en una inscripción sobre una placa de mármol que se encuentra en su fachada.

33


La ermita de santa Inés se encuentra constituida por una sola nave y está cubierta a dos aguas; posee una sacristía adosada en el lado correspondiente a la epístola. Dos puertas de accesos comunican con su interior; la principal a los pies de su única nave, y otra lateral que se abre en el muro correspondiente al lado del evangelio. Ambas puestas se rematan en su parte superior por un arco de medio. En el hastial, y en el muro correspondiente a lado del evangelio, se encuentra la sencilla espadaña de un solo hueco donde se haya instalada la campana cuyo tañido se esparcía por los valles cercanos, el valle de la Marichala, el barranco del Campo viejo o el Gran Barranco... Si el exterior de la ermita nos llama la atención y nos deslumbra por su austeridad franciscana de blancos encalados, el interior es todo un estallido de color. Una vez traspasado el umbral de su puerta, nuestros pies estarán caminando sobre un pavimento formado por antiguas baldosas de cantería blanca y nuestra imaginación vuela a tiempos pasados, a sonidos lejanos y a pasos perdidos. Nuestra mirada se dirige inmediatamente hacia testero, casi totalmente ocupado por un retablo de

34

estilo barroco chinesco. Este encantador retablo, de fondo color blanco con policroma vegetal de alegres colores, está configurado por un solo cuerpo y tres calles. Un gran gran ático, en donde se encuentra la escultura del crucificado, remata su zona superior. En su hornacina central de su único cuerpo, se expone la pequeña escultura de candelero de la patrona de la ermita, santa Inés de gran devoción y antigüedad. En las hornacinas laterales nos encontramos las representaciones esculturas en bulto redondeo de san Bartolomé y de san Juan Bautista, ambas talladas en madera de factura popular. En los laterales del retablo descubrimos unas singulares pintura murales, que en negativo y positivo, y con representaciones vegetales, lo cobijan, enmarcan y engrandecen. Nada mas traspasar la puerta de entrada y a nuestra izquierda, en el muro correspondiente al lado del evangelio, nos encontraremos con una muy rica colección de pinturas de caballete sobre soporte de tela. El primer cuadro que hallamos es la representación pictórica de gran dimensiones que representa la Piedad; tal vez el tema mas humano de La Pasión de Cristo. La Virgen, en posición sentada,


sostiene sobre sus rodillas el cuerpo sin vida de Jesucristo tras ser desclavado de la cruz. El siguiente cuadro se localiza sobre una mesa de altar de mampostería. Este cuadro, también de grandes dimensiones como el anterior, representa de una manera diferente a los que solemos encontrar en las iglesias y ermitas de la isla, el tradicional Cuadro de Animas. Seguidamente descubrimos el púlpito, tallado en madera, ricamente dorado y policromado con la representación de los evangelistas en sus casetones. Sobre el púlpito otra representación pictórica, esta de pequeñas proporciones, de san Antonio. A continuación, y en el espacio que existente entre el púlpito y el testero, la representación pictórica, en grandes dimensiones de la Última Cena. Junto a este cuadro se muestra las andas procesionales, talladas en madera dorada y policromada. Si el mismo recorrido lo hacemos contemplando el muro opuesto, el correspondiente a lado de epístola, hallaremos primeramente la pintura que representa la Misa de San Gregorio de regulares dimensiones. Seguidamente y sobre una mesa de altar,

el gran cuadro con la representación de la Asunción de la Virgen. Cuatro obras mas, de regulares dimensiones, representando san Pedro y san Pablo, la Evangelización de los indígenas por san Francisco Javier, el Bautismo de Cristo y la Virgen entregando el rosario a santo Domingo cuelgan en los vetustos muros de esta singular ermita. Una puerta de madera policromada, magnífico ejemplo de esta técnica y única en la isla en cuanto a su calidad, da acceso desde la nave a la pequeña sacristía. En el interior de esta sacristía hay que destacar una preciosa cajonera en madera y policromada. El cuidado, mantenimiento y conservación de los elementos, tanto materiales como inmateriales, que configuran nuestro patrimonio cultural es un deber que nos atañe a todos, pues es nuestra obligación legar a las generaciones venideras un patrimonio en las mejores condiciones posibles. La ermita de santa Inés es una parte muy importante de nuestro legado cultural, tanto el inmueble como los bienes muebles que cobija, cuidémosla y conservémosla como se merece.

35


Diálogo histórico

en el que se describe la maravillosa tradición y aparecimiento de la

Santísima imagen de Nuestra Señora de la Peña en la más afortunada isla de Fuerteventura

María Dolores Calero Pérez


¿Cómo conoció la existencia de esta obra? En marzo de 2.011, después de la buena acogida que dio el público de la isla a la representación del Auto de los Reyes, me llamó Rosario Cerdeña, de patrimonio histórico, y presidenta de la asociación Amigos de Betancuria, La Gavilla, para proponerme representar el diálogo histórico. ¿Con qué motivo se representó en 1.675? El diálogo es un canto a la Virgen de la Peña, exaltado por la devoción y espiritualidad que en aquellos tiempos se manifestaba por todo lo divino. Este diálogo fue escrito para engrandecer y conmemorar un acontecimiento promovido por el Señor de la Isla, D. Fernando Mathias Arias y Saavedra, muy devoto y benefactor de la Virgen de la Peña. En sesión del Cabildo, abierta, se reunieron las autoridades más relevantes del momento con el fin de declarar a la Virgen de la Peña, patrona de Fuerteventura, y al mismo tiempo, promulgar y dar a conocer el decreto en todas las islas e islotes de los dominios del Señor de la Isla. ¿Qué personalidades asistieron al acto de 1.675? Según los datos extraídos de los documentos históricos, estos notables pudieron ser: • Señor de la Isla: D. Fernando Mathias Arias y Saavedra. • Los miembros del Cabildo: El Alcalde Mayor y Juez real ordinario, D. Pedro de Vetancurt Cabrera y Medina, el Sargento Mayor D. Sebastián Trujillo, El Personero D. Pedro Cabrera Dumpierrez, y el Vicario General, D.Sebastián Yánez Ortega.

¿Qué cambios ha introducido en la obra original y por qué? En primer lugar, el texto. Muy largo, con versos en castellano antiguo. Muchos vocablos en latín y con temática muy religiosa, lógico, por el motivo para el que se escribió. Interesante para conocerlo, pero muy difícil para memorizarlo, por lo que lo reduje y actualicé pero sin cambiar el significado. En segundo lugar, en el texto original aparecen cortes para la intervención de un coro. Yo incorporé la música del folklore canario a los versos existentes a cargo de la Agrupación Folclórica Mafasca, como un personaje más, por lo que se agilizó, se le dio musicalidad y ritmo. En tercer lugar, la participación presencial del séquito. Con toda seguridad, las personalidades acudieron al acto acompañadas de sus familiares, por lo que añadí un toque social y cercano a la fiesta. En cuarto lugar, al Señor de la Isla le dí protagonismo como personaje relevante en la obra, compartiendo el papel de la Noticia que tenía un texto muy extenso. Todos los cambios los hice con el mayor respeto y fidelidad a la obra original, sin alterar el sentido religioso y civil de la misma. La puesta en escena y el apoyo audiovisual fueron clave para el resultado tan positivo que cosechó. Darle la categoría de pregón de las fiestas este año, la engrandece aún más. Pondremos el máximo cuidado todos los que colaboramos para igualar o mejorar el éxito de 2.011. Gracias a la Consejería de Cultura del Cabildo Insular, al Sr. Alcalde de Betancuria y a todos los que directa o indirectamente participan en este maravilloso trabajo.

37


Iglesia y zona conventual de San Buenaventura

Análisis desde una perspectiva arqueológica

Rosa López Guerrero

Arenisca. Arqueología y Patrimonio


La arqueología constituye a día de hoy una disciplina indispensable en el estudio y rehabilitación de los edificios históricos. Gracias a la Arqueología de la Arquitectura arqueólogos, arquitectos y restauradores trabajan de la mano para descifrar qué huellas quedaron en los paramentos y cómo fueron cambiando a través de los siglos hasta su estado actual. Además, las excavaciones del subsuelo permiten documentar los muros y espacios que formaban parte de los distintos momentos constructivos, desgranando una historia enterrada que nos ayuda a conocer la evolución diacrónica de los edificios de un modo mucho más global. El estudio del convento franciscano de Betancuria ha sido tratado hasta ahora por diferentes autores que lo han abordado desde el punto de vista de las fuentes escritas (LAVANDERA 2015, TORRES, 2013) y la Historia del Arte (GALANTE, 2016), gracias a lo cual poseemos a día de hoy una visión bastante amplia de cómo el convento fue evolucionando desde sus orígenes hasta la actualidad. Sin embargo, hasta el momento no se ha realizado una valoración arqueológica que nos acerque a los posibles restos paramentales o soterrados que puedan pervivir de las distintas fases constructivas de la iglesia y la zona conventual. El primer convento levantado por los franciscanos Fr. Pedro de Pernia y Fr. Juan de Baeza en 1416, sería un edificio pequeño y muy modesto, para cuya construcción se emplearon los materiales de la zona como tarajales y palmas. “Entre todos, para acudir con más comodidad a la conversión de los infieles, determinaron de edificar un Convento pequeño; más para recogimiento, y celebrar en él Divinos oficios, y otras observancias regulares, que para ostentación. Pasaron en esto muchos trabajos, por la falta que en la Isla hay de materiales: especialmente de madera, por no tener montañas. Y así

la obra de él es grosera, a lo antiguo, de palmas, y otros árboles pequeños, llamados taharales; que no se labran sino en rajas muy pequeñas...” (QUIRÓS,1612:35-36). Esta primera obra fue reedificada con la llegada de don Diego de Herrera en 1450, modificando la planta primigenia y dotándola de una iglesia mayor, de claustro y más celdas para una comunidad religiosa que seguía creciendo. “Deste Convento rehedificado o ampliado, por haverle fabricado mui pequeño San Diego como diximos; nada quedo en la forma que fue de primero, el Claustro que es oi fue la Yglesita; la Sacristia fue Capilla Maior...” (MARÍN Y CUBAS, 1986:148). Sin embargo, estas obras del siglo XV desaparecieron en 1593 cuando se produjo el ataque pirático de Xaban Arraez, quien protagoniza uno de los acontecimientos que mayor destrucción trajo a Betancuria, dañando gravemente a los edificios religiosos de la villa. Parece que el convento se destruyó por completo y fue reedificado en 1674, según se relata en los manuscritos lulianos. Tanto de la edificación primigenia como de su ampliación y reforma no queda a día de hoy nada a la vista. El primer convento fue realizado con

Zona este

Fachada Claustro

Planta de la iglesia y zona conventual marcada con sombreado

39


materiales poco persistentes que no favorecen su conservación, con lo que consideramos que éste se encuentra hoy totalmente desaparecido. En cuanto a la reforma llevada a cabo con la llegada de don Diego de Herrera a mediados del siglo XV no contamos con ninguna descripción sobre cómo quedó este convento tras su incendio y destrucción por los ataques piráticos. Según describen los textos lulianos la nueva iglesia del siglo XVII fue construida desde los cimientos: “Por el mismo ynconueniente de ser demasiadamente corta la iglesia antigua deste convent, el dicho reverendo padre frai Pedro Carmonasiendo ya guardian deste dicho conuento el ao 1674 comenso desde simientos y yglecia nueua; apartándola del risco, que tanto daño hacia a la antigua, y poniéndola en la forma que esta oy, para que la pueda tener el claustro que se ua fauricando...”(LAVANDERA, 2015: 26-27). No obstante, no sabemos si la zona conventual también fue construida desde cero o se reaprovecharon cimientos o estructuras preexistentes que aún pudieran quedar en buen estado, como es la tónica habitual para este tipo de edificios que presentan diferentes fases constructivas. Todo esto es por el momento difícil de concretar a falta de una intervención arqueológica que investigue el subsue-

llegado hasta nuestros días. Se trataría de una obra de entidad con una iglesia de mayores dimensiones que la anterior con arcos, capillas, coro, tribuna de órgano y una zona conventual dotada de claustro, portería, campanario y escaleras para una segunda planta, según se relata en los textos lulianos. Contaría además, según las referencias posteriores del siglo XIX1 con una fanega de huerta cercada de paredes de piedra y barro encaladas. Durante los siglos XVIII y XIX no existen apenas referencias sobre el edificio y las únicas actuaciones llevadas a cabo fue una restauración de la que no tenemos constancia escrita y que parece realizó la diócesis entre 1868 y 1878 (TORRES, 2013: 47). Hasta 18952 el convento de San Buenaventura conservó su techo y es a partir de su retirada y venta cuando entre en una fase de abandono, desmantelamiento y reformas que han desvirtuado la imagen que pudiera aún quedar del siglo XVII. Los muros de la iglesia comenzaron a desplomarse y a desaparecer poco a poco tomando un aspecto ruinoso del que se hacían eco administraciones y prensa (TORRES, 2013). Buena muestra de ello son las imágenes que desde los años 30 hasta la década de los sesenta se conservan en fondos de Tenerife y Fuerteventura3. Fueron las restauraciones realizadas por Roberto Roldán Verdejo en los años sesenta las que marcarían un punto de inflexión en lo que conocemos hoy

Restos de vasijas cerámicas para mejorar la acústica de la iglesia.

lo de la zona conventual y nos permita corroborar tanto la existencia como la ausencia de posibles muros más antiguos. El nuevo convento de 1674 es realmente el precedente, sobre todo en lo que a la planta se refiere, del convento e iglesia que ha

40

1  Estos datos quedan recogidos en los inventarios de 1820 y 1821 tras la primera Desamortización del Trienio Liberal (TORRES, 2013: 47). 2  Según la imagen conservada en la FEDAC. 3  Nos referimos al Fondo de Miguel Tarquis quien visitó la isla en la década de los 50 y recopiló y realizó fotografías y planos sobre el Convento de San Buenaventura. Así mismo, el Archivo Insular de Fuerteventura conserva también un buen número de instantáneas realizadas entre los años 30 a 60.


como convento de San Buenaventura. De los trabajos realizados no queda apenas información por escrito4 ni se conserva ningún informe de los mismos, aunque si se han documentado testimonios orales de personas que trabajaron en las obras e imágenes aéreas que nos permiten ver como evolucionaron los mismos5. Una vez que analizamos cómo debió ser el convento e iglesia de San Buenaventura, las reformas que se han llevado a cabo y los restos que actualmente se conservan podemos decir que la iglesia parece presentar una planta similar a la que tuvo en el siglo XVII. Sin embargo, a ambos lados de la cabecera se han perdido muros que hoy están semienterrados cuyo análisis podría modificar lo conocido hasta ahora de este sector. En los paramentos, y a pesar de estas obras y otras llevadas a cabo en la década de los 90, consideramos que aún quedan restos de la iglesia y el convento. Sobre todo a los pies existen muestras de donde se levantaba el coro y se hallaban piezas cerámicas embutidas en la pared para mejorar la sonoridad del templo. Estas ánforas de resonancia, de las cuales solo se conserva una, proporcionarían un sonido más adecuado a la música y al canto, tan importante en la liturgia. Esta solución arquitectónica está documentada en las bóvedas de otras iglesias medievales peninsulares. También a los pies perviven restos de ventanas y accesos que comunicarían el propio convento con la iglesia, concretamente con el coro, creando un espacio de separación entre el clero y los fieles. El subsuelo de la iglesia también fue muy alterado durante las obras de los años 60, que provocaron la remoción de los restos que se encontraban enterrados. Durante los trabajos se realizó la primera excavación arqueológica en la iglesia conventual, sin embargo, la metodología del momento y la pérdida de los informes o notas de campo no permite un estudio en profundidad de los resultados obtenidos. En ella se hallaron restos de huesos revueltos y algunas sepulturas que aparecieron inesperadamente y que como es habitual en las iglesias se locali-

zaban en la nave principal y el altar. Estos huesos fueron analizados y estudiados por el director de la excavación D. Roberto Roldán Verdejo y el médico D. Arístides Hernández aunque a día de hoy no tenemos informes de los mismos (LÓPEZ, 2015). En 1965 concluyó la restauración de la iglesia y aún no habían comenzado los trabajos en el claustro, que se llevarían a cabo entre 1966 y 19736. En este momento se realizarían más excavaciones que sacaron a la luz algunos muros y pavimentos que a falta de una excavación que lo corrobore pudieran pertenecer a una fase más antigua. En los sondeos que se abrieron podemos aún ver restos de muros y escalones que comunicarían las estancias de los franciscanos con el claustro. Éste podría estar cubierto con una galería perimetral que serviría de suelo a una segunda planta de la que se conservan restos de madera y los huecos de las vigas que la sustentaban.

Entrada desde el claustro hacia otras dependencias del convento 4  Las Actas del Cabildo de Fuerteventura recogen durante el año 1965 diferentes referencias en los meses de junio, julio y agosto al transcurso de las obras, sin que se ofrezcan muchos detalles de las mismas. 5  El trabajo de documentación al que nos referimos aún se encuentra inédito y fue realizado en 2015 por el Cabildo de Fuerteventura (LOPEZ, 2015).

6  Según los testimonios orales en 1965 no habían comenzado aún los trabajos de restauración del claustro. Esto queda corroborado en las imágenes aéreas ya que en 1966 aún no se aprecian estas obras que ya aparecen en la ortofoto de 1973.

41


Vista general de la zona conventual y restos de maderas y huecos para las vigas de una segunda planta.

Así el suelo que pisamos hoy en día parece que fue construido sobre el antiguo que debería encontrarse a un nivel más bajo. Poco más sabemos por el momento de la planta que tendría el convento ya que algunas zonas se encuentran muy colmatadas de tierra y la mayoría de los muros que hoy vemos fueron levantados durante la restauración de los años sesenta. En este sentido llama la atención la zona situada al este del convento, a la cual se accedería a través de al menos tres entradas conservadas desde el claustro. Este sector se encuentra a más de 1,50 metros de diferencia de cota respecto a la zona más baja que podría pertenecer al suelo original de dicho claustro. La altura es fruto de la colmatación continuada de tierra en cuya superficie aún se observan restos de cerámica bajomedieval. Parece que en tiempos recientes esta área no fue excavada ni alterada, por lo que algunas de las estancias que los franciscanos habitaron en el siglo XVII podrían mantenerse aquí mejor conservadas. De ser así, no podríamos descartar también la existencia de muros de las fases más antiguas del convento del siglo XVI. Así mismo, sigue siendo una incógnita cómo sería la fachada y la entrada principal del convento situadas en su lado oeste. Es habitual en los conventos la existencia de una portería que situada junto a la entrada comunicara el exterior con el interior. No obstante, esta zona es difícil de reconstruir ya que, aunque afloran restos de muros o la cal que aglutinaba sus piedras no poseemos en la actualidad datos suficientes como para reproducir el frontis del edificio. Como vemos, son aún muchas las incógnitas que guarda el Convento de San Buenaventura. No

42

sabemos hasta dónde llegaría la zona conventual y sus muros de cierre y dónde estarían la portería, la cocina, el refectorio o comedor, los almacenes y habitaciones de los franciscanos. La investigación arqueológica ha sido casi inexistente en el convento de San Buenaventura y a día de hoy se hace necesaria una intervención rigurosa y desde los métodos actuales, donde un equipo multidisciplinar pueda dar respuesta a los numerosos interrogantes que aún existen sobre cómo era y cómo vivieron los franciscanos del primer convento de Canarias. BIBLIOGRAFÍA GALANTE GÓMEZ, F. (2016): “ La conquista del Espacio en los orígenes de la expansión Atlántica. Arte y Espiritualidad en el Cenobio Franciscano de Betancuria”, Anuario de Estudios Atlánticos nº 64, pp. 1-25. QUIRÓS, F.L. (1612): Los milagros del santísimo Cristo de La Laguna. Zaragoza. MARÍN Y CUBAS, T. (1986): Historia de las siete Islas Canarias. Las Palmas de Gran Canaria. TORRES, C. (2013): “La iglesia conventual de San Francisco desde su desamortización hasta finales del siglo XX”, Revista de la Peña. Fuerteventura, pp. 46-65. LAVANDERA LÓPEZ, J. (2015): Los manuscritos Lulianos. Catalogo de la exposición. Cabildo de Fuerteventura. LÓPEZ GUERRERO, R. (2015): Estudio de la Evolución constructiva del Convento de San Buenaventura. Betancuria. Fuerteventura. Cabildo de Fuerteventura. Inédito.



Coplas a la Virgen de la PeĂąa Cedidas en 1994 por DĂąa. Amparo Torres


Virgen de la Peña, Reina y Soberana, dadme vuestro auxilio, no se pierda mi alma.

Todo es de una pieza vuestro cuerpo y Niño, tan blanco uno y otro que es más que un armiño: hechura del Cielo, que el mundo lo aclama.

Quisiera, Señora, que el mundo supiera fuiste aparecida dentro de una peña, para que de todos fueras alabada.

Es vuestro vestido fábrica del Cielo, hábito y sandalia, cordón, mojivelo es tocado manto que os hace agraciada:

Cuando considero vuestra aparición, mi alma se rebosa de gozo interior. Recibe mi amor, Reina y Soberana.

Por vuesto vestido en la religión se dice que hubieron malas pretensiones: venció con razones nuestra franciscana.

Virgen de la Peña, reliquia divina, es vuestra hechura de piedra tan fina, que el alma que os mira se queda elevada.

Su cuerpo es chiquito, como todos vemos, que tendrá una tercia poco más o menos, con venas azules, si bien se separa.

Ningun lapidario pudo definir si eres de alabastro o eres de marfíl: yo puedo decir que eres mi abogada.

Estemos atentos, devotos cristianos, al mayor prodigio, al mayor milagro, de la virgen Peña, del Cielo envidiada.

¿Quién sería, Señora, tan buen escultor? Sin duda que fue Dios Nuestro Señor, pues os dibujó tan bien dibujada:

Estemos atentos, con toda atención, a las circunstancias de su aparición, por ser sobre todas la más celebrada.

45


46

Fue tan milagrosa esta aparición, no hay otra en el mundo en comparación: daré la razón porque está bien clara

El Padre Torcaz salió del convento, al barranco abajo con mucho contento, sin llevar intento de hacer escala.

Mi padre San Diego, por nuestra fortuna, vino de España a Fuerteventura, y otro religioso trajo en su compaña.

Saliendo otro día al barranco abajo, buscando unas yerbas con mucho trabajo, pasando más bajo del Río de Palmas.

Fue su compañero el Padre Torcaz, varón santo y justo, y en todo capaz: los dos descubrieron tan bella zagala.

Bajóse a las Peñas puesto divertido, donde se divierte el alma y sentido, con los pajarillos, palomas y el agua.

Dentro de un barranco fundó su convento: para el Cielo, Santo; para el mundo, lego. Fue el Guardián primero que hubo en las Canarias.

Con las avenidas del mismo barranco, de bastante hondón formó Dios un charco, donde se aposenta el agua encharcada.

Fue la primera casa y el templo primero; fue el primer altar, que el mismo Cordero fue sacrificado sobre piedra de ara.

El Padre Torcaz en un charco hondo, pues, sin esperarlo, cayó y fue al fondo, quedando el buen hombre encima del agua.

Por humilde, el Santo, también fue el primero que arboló en las Islas el sagrado leño de la cruz de Cristo santa y venerada.

Pasó el varón santo, sin ningún recelo, resbaló y fue al charco: todo fue un misterio, dejando el sombrero para que nadara.


Pasose la noche leyendo en su libro, sin que le ofendiera ni el agua ni el frío; tuvo luz del Cielo que allí le alumbrara.

Fue tantas las llamas y los resplandores que vimos las cabras y los garañones; y nuestros bardinos de miedo temblaban.

Estando afligido mi padre San Diego, por la gran tardanza de su compañero, rogábale al Cielo que rompiera el alba.

Era tanto el fuego y el temor tan alto, que todas las peñas saltamos de un salto, cogiendo el barranco sin hablar palabra.

Después de Maitines salió del convento, al barranco abajo con mucho contento, por ver el portento que Dios le enviaba.

San Diego les dice: -Pues, no tengáis miedo, que ese fuego es santo, que baja del Cielo: tendréis gran consuelo y en mi compaña.

Cerca de una peña encontró a unos hombres, y, hablando con ellos, les dice -Pastores, ¿visteis a Torcaz ayer de mañana?

San Diego les dice: -¡Ánimo, pastores, que eso son anuncios de nuestros favores! ¡No tengáis temores que Dios es quien paga!

-No le vimos, Padre, porque madrugamos, que somos pastores de nuestros ganados, y aquí en estas peñas les damos majadas.

Ellos les responden: - Si el valle está ardiendo los dejamos solos: vámonos huyendo y le volveremos al Padre la espalda.

Lo que vimos, Padre fue anoche en Las Peñas, llamas que subían hasta las estrellas: el valle encendido de una viva llama.

San Diego les dice: - Seguidme, pastores: veréis una Niña que es flor de las Flores: rinde corazones por enamorados.

47


48

Los pastores dicen: - Vámonos enhorabuena a ver esa Niña, que es bonita o fea, y nos volveremos a ordeñar las cabras.

San Diego le pone pena de obediencia, que declare y dé del milagro ciencia, y la providencia que le sustentaba.

Con bastante susto vuelven para abajo, dejan el camino, cogen el atajo. Hallan el sombrero que nadando estaba.

Humilde responde con mucha prudencia: - La primera causa es la Omnipotencia: segunda, una luz que a mí me alumbraba.

San Diego les dice: - Este es el sombrero del Padre Torcaz, mi fiel compañero: no hay otro remedio que arrojarse al agua.

Una palomita veía revolando: yo no sé, señores, qué vendrá buscando: y estando mirando la ví coronada.

Con gran devoción sacaréis el cuerpo, que es de un hombre justo, aunque él no está muerto: yo espero con él del Cielo embajada.

Esta palomita, si es que tiene nido, aquí en esta peña lo tiene escondido: Avisó mi Niño; la oí con voz clara.

Bajaron al fondo, todo registrando, hallan a Torcaz aún arrodillado, rezando en su libro como en una sala.

La luz que yo ví salía de esta peña; si hay algún tesoro, está dentro de ella: dudo lo pusiera criatura humana.

Sacáronlo a tierra, ¡Milagro, milagro!, el brevario, enjuto, y el hábito, santo: todos de rodillas le rezan la Salve.

San Diego responde: - Yo siempre he tenido que aquí en esta peña hay oro escondido: Vamos a la peña a desbaratarla.


Lo pastores dicen: - Si hay algún tesoro, nos dan nuestra parte en plata o en oro, para que compremos calzón y zamarra.

San Diego les dice: - Hermano Torcaz: El romper la peña sería por demás: señale por dónde la luz asomara.

San Diego les dice: -¡Ánimo, pastores, que yo es daré chupas y calzones, medias y zapatos, casaca y espada.

Obedeció, y dijo, haciendo una cruz: - Por aquí salía la divina luz, y para mí solo me fue revelada.

Ellos se conforman con estas razones -Vamos a buscar picos y marrones, escalas y escoplos; también una barra.

Luego, a pocos golpes se rindió la peña; hallan en su centro una imagen bella, sentada en su silla, muy aderezada.

Con grandes alientos pegan a la peña, tan ancha y cumplida como una ballena, distintas de aquella que Juana guardaba.

¿Cómo quedarían estos corazones? Sin duda, tendrían gozos interiores, rendidos de amores por su dicha tanta.

Ésta tenía dentro una hermosa concha que, a rigor del golpe, abre y desabrocha: Una hermosa perla del mundo estimada.

Luego, se pusieron todos de rodillas, teniendo en su manos hachas encendidas: con grandes sollozos le rezan la Salve.

Trabajaron mucho, pero no pudieron descubrir la virgen porque se rindieron los finos aceros, las fuerzas humanas.

Le amemos, devotos y consideremos que para nosotros se abrieron los Cielos: y aquí tenemos de hacer escala.

49


50

Una vara tercia tiene de apertura; no rompieron más porque estaba dura: y el Niño en la cuna, que llorando estaba.

Por algunas noches, según tradición, vieron a la virgen ir en procesión de ángeles y luces bien acompañada.

El Padre Torcaz fue el que entró la mano, y sacó la virgen de su relicario: sus ojos, abiertos, con que nos miraba.

Estas procesiones bajan a la Peña que algunos devotos dieron ciencia de ello, por coger la cera que se derramaba.

Corrió la noticia por toda la tierra; no quedó ninguno sin venir a verla: cada uno le ofrece su casa y rebaño.

Fabián y Saavedra fueron los primeros de esta santa imagen sus primeros dueños, siempre se conserva su buena prosapia.

Sacaron la virgen con gran devoción, al barranco arriba va de procesión, para que en la Villa quede colocada.

Tienen los señores un hermoso huerto, de árboles y flores, están bien cubiertos, cerca de este puerto que Buen Paso llaman.

Llévenla al Convento con flautas, tambores; mi Padre San Diego fue su fiador, con obligación de siempre entregarla.

Estos dispusieron de hacerle su ermita, quedando inmediata su santa cuevita, donde muchas veces fuese visitada.

Pero, allí la virgen no estaba gustosa, que todas las noches cogía su carroza, y a su cuevecita ligera marchaba.

Virgen de la Peña Reina y Soberana, dadme vuestro auxilio, no se pierda mi alma.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.