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PROCRASTINACIÓN… ¿CON QUÉ SE COME?

“Procrastinar, en lo personal y lo laboral, es el camino directo al fracaso” Imagen Óptica a primera vez en mi vida que escuché el verbo “procrastinar”, lo único que se me ocurrió pensar fue, ¿y eso con qué se come?

Por cierto, se trató de un psicólogo quien me dio la respuesta: “Dejar las cosas para mañana”; lo que no me explicó fue que, si se convierte en hábito, nuestra vida equivaldría a un tren que, sin darse cuenta, se sale de la vía.

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Cabe hacer la aclaración de que, si bien hay consenso en cuanto a su significado, la palabra procrastinación no aparece en los distintos diccionarios en español existentes.

Solo el diccionario inglés Oxford –de la universidad del mismo nombre– explica el significado: “Aplazar una obligación o trabajo”

Seg N Diversos Enfoques

 Es algo común a todos: Estamos seguros que en no menos de una ocasión nos ha dado por dejar para después algo que pudimos haber hecho hoy.

 Es algo cultural: Si analizamos los bajos índices de productividad del país (en general), no es atrevido decir que los mexicanos tendemos a procrastinar, con los resultados negativos que ello conlleva.

 Es un antivalor: Todo aquello que retrase nuestro avance es un antivalor. El valor consiste en aplicar aquello que reza: “No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy”.

 Es un mal hábito: En la práctica, todos podemos procrastinar en alguna ocasión, el problema es cuando se vuelve costumbre. La experiencia nos demuestra que cualquier mal hábito se puede convertir en virtud.

 Es una barrera: En atletismo observamos que una carrera con obstáculos es más lenta que cuando es libre, lo mismo sucede en la vida real.

 Es una enemiga: Va en contra de la eficacia (hacer lo que se debe hacer), la eficiencia (hacer bien las cosas) y la efectividad (hacer bien lo que se debe hacer).

 La negligencia. Mirar el trabajo con indiferencia.

 La flojera. Flojedad o tardanza en nuestras acciones o movimientos.

 El abandono. Aflojar en el rendimiento laboral. Renunciar al esfuerzo.

 La dejadez. Soltar una cosa. Cortar, no continuar lo empezado. La dejadez conduce a la mediocridad.

 La indolencia. Pereza.

 El disgusto en el trabajo. Se refiere a quien realiza un trabajo pero que no es de su agrado.

 La irresponsabilidad. Falta de educación. Carencia de madurez.

 El descuido. Se provoca por falta de concentración.

 Es un cronófago: Toda pérdida de tiempo es considerada como un cronófago –algo que se come nuestro tiempo–, esto es un lapso desperdiciado que pudo utilizarse para algo positivo.

 Es causa de alteraciones mentales: Está comprobado que el aplazar las cosas es causa de conflictos y desdichas. Los llamados “pendientes” son motivo de ansiedad.

 Es un paradigma disfuncional: Se trata de una arraigada idea, de seguro aprendida desde la niñez, y que forma parte de la naturaleza de algunas (¿muchas?) personas.

 Es producido –en ocasiones– por el perfeccionismo: Ya que se trata de una manera inconsciente de aplazar la tarea.

 Es una de las diferencias entre el fracaso y el éxito: Por lo regular, quienes tienen el hábito de la procrastinación se inclinan al fracaso. El éxito, tanto en la vida privada como en el trabajo, es de aquellos que son enemigos de posponer lo que tienen que hacer… individuos responsables acostumbrados a hacer las cosas “en tiempo y forma”, lo que equivale a “de manera oportuna y de calidad”.

12 Familiares De La Procrastinaci N

 La desidia. Falta de atención a lo que se hace.

 El olvido. Podría surgir por la falta de planeación (por escrito) y la ausencia de supervisión (chequeo de actividades).

 La falta de motivación. Carencia de estímulos que provocan ausencia de entusiasmo por el trabajo.

 La ignorancia. Por falta de experiencia o conocimiento; nula capacitación. Comentario sobre la desidia: “La desidia tiene muchas máscaras. Es engañosa, astuta y hábil. Este enemigo cruel y falaz es muy peligroso: nos hace creer que es nuestro amigo y benefactor cuando lo cierto es que nos arrebata nuestro mejor tesoro: ¡Nuestra vida! Una de las razones de que nos engañe tan fácilmente es que todas sus máscaras son seductoras, tentadoras y atractivas” (V. M. Granger).

UN PECADO: PROCRASTINAR CON EL CLIENTE

En un sentido más amplio, la procrastinación no es solo “dejar para mañana”. Por asociación, también incluye: “dejar para al rato” o “dejar para mucho después”. Como es obvio, en la industria óptica la procrastinación es un grave pecado, porque impacta en forma directa a Su Majestad el Cliente.

Ejemplos:

 Tardanza en la recepción del prospecto que entra a nuestro establecimiento.

 Exceso de tiempo antes de pedirle que nos diga sus necesidades.

 Demasiada espera para que el cliente pase al gabinete del optometrista.

 Tardanza al atender al prospecto para que seleccione un armazón a su gusto.

 Pérdida de tiempo a la hora del cobro.

 Promesa incumplida de entrega del producto adquirido.

 No atender las quejas de inmediato.

 Composturas que requieren ser reparadas cuanto antes: un vidrio o espejo rotos, problemas en los baños, reparaciones eléctricas de urgencia, pintura de la fachada, reparación de algún equipo, compra de un equipo mejor, revisión de la publicidad, etc.

Está comprobado que cuando surgen los pequeños problemas y/o conflictos, es más fácil manejarlos, que cuando no actuamos de inmediato y permitimos que crezcan.

Ejemplo de procrastinación en una óptica: Demasiado tiempo de espera para que el cliente pase al gabinete del optometrista.

La solución para no caer en la trampa de la procrastinación se resume en solo dos palabras: ¡acción inmediata! O como diría un afamado expresidente de México: ¡Hoy, hoy, hoy!

Lo Que Se Ha Dicho De La Acci N

 Diccionario Anaya de la Lengua: Acción, hecho y resultado de hacer.

 Maeterlinck: Un pensamiento puede ser cosa excelente, pero la realidad comienza en la acción.

 Sófocles: El cielo nunca le ayudará a aquellas personas que no actúan.

 Julia Woodruff: De la tirantez de lo que hay por hacer llega la paz de lo hecho.

 Thomas Henry Huxley: El gran objetivo de la vida no es el conocimiento, sino la acción.

 José Vasconcelos: La acción humana es la que da vida al planeta.

 H. Noguera: Si no hay acción, no hay avance; si no hay avance, no hay logros.

 Alexis Carrel: Escrito está que el fin del hombre es la acción y no el pensamiento.

 Miguel de Cervantes Saavedra: No es un hombre más que otro, si no hace más que otro.

 Hesíodo: El hombre que difiere la acción –el que procrastina–, siempre estará luchando contra su propia desgracia.

Sófocles: El cielo nunca le ayudará a aquellas personas que no actúan.

Diez Conceptos De Virginia

M. GRANGER

Se trata de la autora del libro –que he leído tres veces– No deje su vida para después. Es lo mejor que conozco para vacunarse contra la procrastinación (todas son citas textuales):

(1) ¿Alguna vez se ha preguntado por qué algunas personas parecen moverse en la vida con facilidad y pasan de un éxito a otro, mientras otras no? Lo cierto es que la mayoría de las veces la razón es que la gente deja las cosas para después.

(2) ¿Seguido se deprime? Puede suceder que usted no se dé cuenta de que la verdadera causa de su depresión es el incumplimiento de sus metas.

(3) ¿Sabía usted que no alcanzar los propios objetivos suele provocar más cansancio que el conseguirlos?... Posponer un proyecto nos quita más energía que el conseguirlo.

(4) Hay personas que nunca emprenden nada porque le temen al cambio. Prefieren seguir viviendo con las mismas costumbres de siempre y llevar una existencia segura.

Cuando somos incapaces de decirle adiós a algo, estamos incurriendo en el error de posponer nuestros proyectos.

(5) El daño que nos causa dejar algo a medias, significa que hemos adoptado un modo de vida que nos provoca grandes trastornos.

(6) Casi siempre esperamos que las cosas cambien sin ninguna acción de nuestra parte. Damos por sentado que, con el tiempo, las cosas se arreglarán por sí solas o que alguien más, que nosotros, se ocupará de ellas.

(7) Creemos que lo que más abunda es tiempo y por eso no nos preocupa hacer las cosas en el momento.

(8) Cuando somos incapaces de decirle “adiós” a algo, estamos incurriendo en el error de posponer nuestros proyectos.

(9) Hay dos tipos personas: los perseguidores de hormigas y los cazadores de elefantes. Tenemos que reconocer que la mayoría de nosotros nos la pasamos persiguiendo hormigas. Preferimos los deberes fáciles, que rinden escasos beneficios, a los difíciles, que son los que nos ayudan a abrirnos paso hacia el éxito.

(10) Su éxito es resultado de las acciones que emprende para alcanzar sus metas…Ya es hora de dejar de leer historias y hacer historia.

Consejos De Una Capacitadora De Personal

Con respecto a la procrastinación y como evitarla, la maestra Alejandra Ursúa –experta en el tema– nos ofrece un práctico ramillete de 6 consejos al respecto (los comentarios son del articulista):

(1) Encuéntrale sentido a tu trabajo. Todo parece indicar que esto no es algo fácil de lograr. Varias encuestas demuestran que más del 60% de los trabajadores mexicanos está a disgusto en su trabajo y, aunque parezca exagerado: “En una encuesta realizada a escala nacional quedó demostrado que el 95% de los estadounidenses no disfrutan lo que hacen”. (Granger)

(2) Prioriza.

Esto se relaciona con la famosa frase de Stephen R. Covey: ¡Primero, lo primero!

Hay que comenzar por lo importante y urgente, para seguir con lo importante no urgente y continuar con lo no urgente y poco importante (pero que es necesario hacer). Se trata de una fórmula de tres etapas, que funciona igual para la vida personal que para el ámbito laboral. En lo privado, cada quien decide si se pone a leer un buen libro o se pega al televisor para ver La rosa de Guadalupe; en lo laboral, o se hace lo que se tiene que hacer y bien o se hace como si se trabajara.

Su éxito es resultado de las acciones que emprende para alcanzar sus metas… Ya es hora de dejar de leer historias y hacer historia.

(3) Adelanta lo que sea posible adelantar. México parece ser un gigantesco cuartel de bomberos, dado que los mexicanos somos expertos en “apagar fuegos”. Los estudiantes acostumbran estudiar solo la noche previa al examen; es frecuente pagar el recibo de energía eléctrica el mero día de su vencimiento y en el trabajo solemos adoptar el mismo patrón. ¿Por qué esa manía de dejar todo para después?, pudiendo hacer las cosas con la anticipación necesaria.

(4) Huye de los cronófagos. Desde la cuna hasta el sepulcro, nos persiguen esos distractores inútiles que se comen lo más valioso que tenemos: nuestro tiempo. Ejemplos los hay al por mayor. En casa: la televisión, el ocio, las tareas improductivas, etc. En el trabajo: la charla excesiva con los compañeros, la tardanza en iniciar lo que se debe hacer, el iniciar varias tareas al mismo tiempo, etc. Por si fuera poco, en ambos casos, surgió lo que yo llamo “el cronófago universal” (que llegó para quedarse): el celular, que se ha convertido en una pandemia cronofágica, no sólo para los jóvenes sino para todas las edades.

(5) Planea.

Existe una fórmula para alcanzar el éxito que está al alcance de todos: la planeación. No importa si usamos una agenda tradicional o una electrónica, lo importante es contar con una especie de memoria organizada que nos recuerde qué es lo que debemos hacer, no solo para hoy, sino para los días o meses siguientes. Por fortuna, en algunas universidades se comienza a impartir una materia titulada “Planeación de vida y trabajo”…Obvio, no es necesario cursar estudios superiores para utilizar de la mejor manera posible la materia prima de nuestra vida: el tiempo (ese valioso recurso no renovable).

De repente, surgió el “cronófago universal”: el celular, que se ha convertido en una pandemia cronofágica.

Por razón lógica, algunas tareas, debido a su extensión, complejidad e importancia, es imposible hacerlas en un solo día, ¿qué hacer? Utilizar la técnica del “queso gruyère”: ir minimizando el gran queso a base de pequeñas “mordidas”. No es necesario concentrarse en el todo, significa ir haciendo pequeñas partes que vayan debilitando la gran tarea. Ejemplo: escribir un libro. Muchos, aunque lo deseen, imaginan el libro en su totalidad y les espanta la gran tarea… y renuncian a ella. ¿Cómo se escribe un libro?: a pequeñas “mordidas”, se unen varias palabras, hasta lograr un párrafo; se juntan varios párrafos hasta alcanzar un capítulo; se reúnen varios capítulos… y listo.

Los Diez Mandamientos De La Procrastinaci N

(Tomado de “Los 600 mandamientos del desarrollo humano”, de H. Noguera T.)

(1) No procrastinarás: Aceptarás que la procrastinación conduce al fracaso. Sus sinónimos son: desidia, negligencia, pereza, abandono, dejadez, indolencia, descuido, morosidad y lentitud.

(2) No desconocerás su significado: Aceptarás que la procrastinación conlleva aspectos negativos, como la evasión y el autoengaño, que conducen a desperdiciar la vida y las oportunidades.

(3) No ignorarás sus desventajas: Aceptarás que la procrastinación tiene graves desventajas, gasto inútil de energía, depresión, angustia, estrés, etc.

(4) No adquirirás la manía: Aceptarás que la procrastinación es un mal hábito y como conoces lo perjudicial que es, lo cambiarás por el hábito de la diligencia, “Cuidado o agilidad con que se ejecuta algo”.

(5) No te aferrarás a una idea equivocada: Aceptarás que la procrastinación es una idea equivocada, una especie de obsesión inconsciente, que consiste en dejar las cosas para después.

6) No creerás que lo que sobra es tiempo: Aceptarás que tu tiempo de vida es limitado. Si procrastinas, corres el riesgo de tirar tu existencia a un precipicio.

(7) No pensarás que los asuntos se solucionan solos: Aceptarás que tus asuntos debes solucionarlos tú y nadie más. Es una quimera esperar que las cosas se hagan solas, y una tontería esperar a que las hagan los demás.

(8) No olvidarás la diligencia: Las personas diligentes son aquellas que actúan con prontitud, exactitud y cuidado.

(9) No practicarás el “activismo”: Aceptarás que el activismo, al igual que el perfeccionismo, es otro mito. El problema del activista es “mucho ruido y pocas nueces”.

(10) No pospondrás tu vida: Aceptarás que la procrastinación es un paradigma equivocado. Dejar las cosas para después equivale a desperdiciar, infructuosamente, tu propia existencia. ¡Y solo tienes una!

El autor es escritor, conferenciante y capacitador, especializado en Desarrollo Humano y Oratoria. E-mail: escritorhnt@outlook.com (Este colaborador acostumbra dar respuesta a todos los correos que recibe).

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