Entrevista

Por la gracia de Dios, la Obra del MMM está a punto de ser reconocido por el Gobierno de Cuba. Solo falta la resolución oficial. El futuro de la Obra del Movimiento Misionero Mundial a este país es alentador y se abren nuevas puertas para la evangelización.

EL PANORAMA PROMISORIO EN CUBA

ELISEO AQUINO

EL PASTOR LUIS M. ORTIZ llegó a Cuba en el año 1956, fundó una obra llamada la Iglesia Cristiana Pentecostal de Cuba y en 1960 por presiones del gobierno se retiró, todavía no se había fundado la obra del Movimiento Misionero Mundial en Puerto Rico. A pesar de las restricciones en la isla siempre quedó un remanente que recuerda al pastor Ortiz, sobre todo cuando se llenaban los estadios en las campañas evangelísticas. Después de varias décadas, en el año 2016 algunos hermanos de Europa, encabezados por el pastor David Echalar, empezaron a visitar Cuba. Se contactaron con algunos hermanos de la zona que escucharon el testimonio del Pastor Luis M. Ortiz y empezaron hacer confraternidades. En el 2018, el reverendo David Viscay visitó la isla caribeña y a fines de ese mismo año por encargo de los oficiales internacionales, se hizo cargo de la supervisión en Cuba. ¿Cómo encontró la obra al llegar a su país? Cuando salí de mi país, dije en mi corazón yo no regresó más a Cuba, porque me dolía ver en mi tierra muchas restricciones para predicar, pero, 30 años después, el Señor despertó mi espíritu, un hermano cubano me llamó para ir y empezó arder en mi corazón el deseo de volver y predicar. Cuando llegué empezamos a trabajar con los hermanos y pastores que se habían unido a la obra. Había solo seis iglesias, empezamos a capacitar a los pastores con seminarios; lamentablemente los libros de estudios bíblicos escasean mucho por aquí. También comenzamos a hacer confraternidades y la noticia de que la obra del MMM había llegado a Cuba empezó a correr, vinieron pastores de otras provincias a visitarnos; ver todo eso fue algo muy precioso. A pesar de las restricciones, ¿cómo se lleva a cabo la evangelización en Cuba? La evangelización en Cuba es un reto. Aquí no se pueden hacer anuncios televisivos o repartir folletos; todo el trabajo evangelístico se hace de persona a persona, así se predica el Evangelio. Aquí no hay mucho internet y, a pesar de ello, los hermanos se descargan las prédicas y, de esa manera, se enteran de que la obra del MMM ha llegado y vienen para unirse a nuestra congregación. Cuando llega la hora de congregarse, se reúnen en las salas de sus casas y hacen los cultos; en la medida que va creciendo el grupo se van ampliando el lugar. Hay pastores que tuvieron sueños en los que Dios les dijo que tenían que venir a la obra del MMM y, de esa manera, hemos estado haciendo esta labor. En la actualidad tenemos nueve iglesia establecidas. ¿Qué expectativas tienen los hermanos de Cuba al ver que la Obra va creciendo? Los hermanos están con una fe, con un anhelo de predicar y no se detienen a pesar de las dificultades. Como hay poco transporte público les ha tocado caminar varias horas para llegar de un lugar a otro, enfrentando peligros; a pesar de ello están felices de servir a la causa de Jesucristo. Creemos que Dios tiene un propósito con Cuba y que Él va a visitarnos de manera especial. Los cubanos que están en Estados Unidos también están asombrados que la bandera de esta bendita Obra se haya levantado en Cuba. Nos dan las direcciones de sus familiares para que nosotros tratemos de ubicarlos y así abrir nuevas obras; existe un despertar y esperamos que Dios siga dando el impulso que la Obra necesita. ¿Qué proyectos, planes y metas vienen para Cuba? Por la gracia de Dios, la Obra del MMM está a punto de ser reconocido por el gobierno de Cuba. Solo falta la resolución; con el reconocimiento tenemos la opción de construir templos. Por eso tenemos como meta duplicar el número de iglesias, que se añadan nuevos obreros; aunque no tenemos muchos recursos sabemos que el Señor puede proveernos todo lo necesario para que la Obra pueda avanzar. ¿Cómo ve la aceptación del evangelio de parte del pueblo cubano? Hay una necesidad de Dios muy grande en este lugar. Aquí existe bastante hechicería, idolatría; el problema más grande que tenemos es la apostasía; existen muchas iglesias con doctrinas erradas. En medio todo esto hay gente que quiere buscar de Dios y con ellos estamos trabajando, esperando que Dios salve las almas.