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SE PONE YA NUESTRO SOL

ES UNA de las mejores y más distintivas canciones cristianas de los tiempos modernos. El himno: “Nuestro sol se pone ya”, fue compuesto para ser empleado en los cultos vespertinos. Escrito por la poetisa Mary Artemisia Lathbury, es una alabanza llena de temor a Dios y agradecimiento al Señor por su creación.

El tema, creado en principio como un poema de dos estrofas a pedido del obispo metodista

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John Heyl Vincent, fue entonado por primera vez el 6 de agosto de 1877, en el estado de Nueva York, a orillas del lago Chautauqua. En aquella ocasión, tocó los corazones de más de dos mil seguidores de Jesucristo.

Publicado en 1878, en un himnario editado por los pastores Charles Seymour Robinson y Robert Stuart MacArthur, el cántico creció a cuatro estrofas en 1890 por encargo del reverendo Charles Schwartz Harrower. ¿La razón? Se había vuelto muy popular entre los creyentes norteamericanos.

Musicalizado por el compositor evangélico

William Fisk Sherwin, el himno hace referencia, entre otros pasajes de las Sagradas Escrituras, a Salmos 42:1-2, Salmos 55:17, Salmos 55:22, Salmos 69:34, Salmos 92:1-2, Salmos 104:1-5, Isaías 6:1-8, Jeremías 23:24 y Lucas 24:29.

Hija de un ministro del Creador y una incansable defensora de la sana doctrina, la sierva Mary Artemisia fue una reconocida portavoz del Evangelio que anunció las buenas nuevas a través de una serie de textos, composiciones y poesías de fe cuya esencia reposó en el mensaje de Dios para la humanidad.

De acuerdo con su testimonio, se involucró

Nuestro Sol Se Pone Ya

1 Nuestro sol se pone ya, todo en calma quedará; la plegaria levantad que bendiga la bondad de nuestro Dios.

2

¡Oh Señor!, tu protección dale hoy al corazón; dale aquella dulce paz que a los tuyos siempre das con plenitud.

3

¡Oh Señor! que al descansar pueda en ti seguro estar, y mañana, mi deber pueda siempre fiel hacer en tu loor.

CORO en la difusión de la doctrina de Cristo por petición expresa del Señor. Al respecto, en alguna ocasión, reveló que el Altísimo le dijo que: “Recuerda, hija mía, que tienes el don de tejer historias en verso y el don para reproducir las visiones que llegan a tu corazón. Conságrate a mí”. Nacida el 10 de agosto de 1841, en la localidad de Manchester, escribió con bastante frecuencia para diversos medios de comunicación evangélicos de los Estados Unidos. Desde 1874 se desempeñó como editora general de las publicaciones para niños y jóvenes de la Unión de Escuelas Dominicales Metodistas.

¡Santo, santo, santo, Señor Jehová! Cielo y tierra, de tu amor llenos hoy están, Señor; ¡loor a ti!

Fallecida el 20 de octubre de 1913, en la ciudad de East Orange, la compositora Mary Artemisia Lathbury plasmó en el himno ““Nuestro sol se pone ya” una oración de reconocimiento para la bondad, protección y el amor de Dios. Una alabanza que, además, se puede cantar cuando el día está terminando.

El reverendo estadounidense George Dana Boardman es un ejemplo de compromiso y lealtad con el Señor. Entre abril de 1827 y febrero de 1831, batalló por la conversión de las almas en Birmania y emprendió viajes misioneros por alejadas aldeas del territorio asiático.

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