ASÍ FUE LA PRIMERA VEZ

LA SEDE fue en el propio San Juan de Puerto Rico, donde un lustro atrás la Obra había sido fundada por el hermano Luis M. Ortiz quien, como era previsto, fue el gran organizador de este primer Congreso Mundial.

El cónclave se llevó a cabo entre el 4 y 9 de junio de 1968 y hubo cultos en las mañanas, las tardes y las noches en el enorme campo deportivo olímpico del Country Club Río Piedras de la capital portorriqueña, ciudad que, en esos tiempos, tenía solo 634 mil habitantes.

Hubo delegaciones de Estados Unidos, Colombia, República Dominicana, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Haití que le dieron un carácter especialísimo a esta reunión de fe que se realizó prácticamente durante seis días.

Aquel congreso mundial fue la comprobación

ESTEBAN GUERRA

cabal de que la Obra de Dios iniciada en la urbanización Santa Juanita, en Bayamón, estaba alcanzando una dimensión internacional.

La revista Impacto Evangelistico que apareció pocos dias después del Congreso, le dedicó una edición extraordinaria de 16 páginas. El hermano Luis M. Ortiz hace un relato detallado de la manera en que se efectuó el congreso que, en esta oportunidad, fue denominado como Internacional.

“Aunque lo llamamos Congreso, no fue para legislar, para discutir, para luchar ni para rivalizar. Fue una Santa Convocatoria al estilo de Joel 12:4 para tocar la trompeta de Sión para orar, para ayunar, para interceder, para llorar, para buscar a Dios”, escribió el fundador del MMM.

El hermano Rubén Rosas, que entonces pastoreaba en Caparra Terrace, Puerto Rico, dijo que “el miércoles en la mañana, al llegar aquí esto era la gloria de Dios. No transcurría media hora cuando ya el Señor, por labios de un hermano, me trajo un mensaje en inglés el cual no entendía, pero yo si entendí y era un llamado para un campo misionero”.

“Comprendemos el secreto del avance, del adelanto, de la victoria, de la conquista de este Movimiento humilde que, sin dinero, sin riqueza, sin comodidades, sin fondos en el banco, avanza por todas partes poderosamente”.

El hermano Enrique Centeno testificó que el congreso internacional “fue una gran derrota para Satanás”. “Esto ha sido glorioso porque la Palabra de Dios dice que no es con espada, ni con ejército sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los Ejércitos. Esto ha sido maravilloso”, describió.

Los testimonios están acompañados de numerosas fotos en blanco y negro que revelan detalles impresionantes de la fe que se vivió en este cónclave. Hay una fotografía de la oración de apertura del Congreso y otra de las primeras palabras de bienvenida de Luis M. Ortiz.

Más adelante están las imágenes de la banda de música del Congreso compuesto por una veintena de personas que participaron en todos los musicales y acompañaron los himnos en honor a Dios.

El pastor Juan Gualberto Montalvo, pastor del centro evangélico Elim de Miami, Estados Unidos, a propósito del Congreso, escribió un artículo en el que afirma: “Comprendemos el secreto del avance, del adelanto, de la victoria, de la conquista de este Movimiento humilde que, sin dinero, sin riqueza, sin comodidades, sin fondos en el banco, avanza por todas partes poderosamente”.

Ser cristiano en la India significa un riesgo enorme. A pesar de que el régimen es democrático y la libertad religiosa está consagrada por ley, el gobierno reprime a los cristianos. En algunos estados del país, han llegado a asesinarlos por defender su fe en Jesucristo.