José Luis García CienMartín llaves Impronta
Impronta
José Luis García Martín
presente continuo (2011-2015)
Impronta
AL SERVICIO DE QUIEN ME QUIERA
Primera edición: julio 2015 © José Luis García Martín © impronta La Merced, 29, 3.o 33201 gijón impronta@telecable.es http://improntaeditorial.wordpress.com www.facebook.com/ImprontaEditorial Tfnu. 985 09 83 42 Diseño y compaginación: Marina Lobo ISBN 978-84-944346-0-0 D.L.: AS 02573-2015 Producción: Estugraf Impresores
Los poemas no están muy a gusto en el libro. Nacieron para ser cantados, memorizados, copiados a mano, fotocopiados, para volar libres por los foros y las páginas de Internet. El libro de poemas no es una jaula, más o menos dorada, sino una alcándara, la percha en la que las aves de cetrería esperan el momento de alzar el vuelo. El libro de poemas no es un panteón de textos más o menos ilustres que deben ser acogidos con silencio y reverencia, sino un almacén, una alacena, un huerto al servicio de cada lector. Porque el poeta propone y el lector dispone. Un poema, por buenos materiales que emplee y bien cortado que esté, no es más que un traje vacío hasta que el lector lo hace suyo. Lector, lectora, sé bienvenido, entra sin compromiso: las puertas de este libro están abiertas para ti a cualquier hora del día o de la noche. Si algo te gusta, es tuyo. Llevátelo y utilízalo con entera libertad. No hace falta que recuerdes el nombre que figura en la portada. 7
Hay versos de amor y desamor, ateologías varias, notas viajeras, apuntes sentenciosos, ropa casual y trajes de ceremonia. Revuélvelo todo sin prisa y ojalá encuentres algo que te siente bien, aunque sea solo un foulard o las mínimas sílabas de un haiku. Y si te apetece puedes añadir, cortar, retocar para que te siente todavía mejor. Tú tienes la última palabra; sin ella, todo son pretenciosas palabras vacías. El poeta es un pequeño dios, decía Vicente Huido bro. ¡Y tan pequeño! Hace muñecos de barro que solo cobran vida con el aliento del lector.
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LUCIDEZ Qué lucidez ahora que has renunciado a ella. Ya sin mentira y sin verdad el mundo te muestra al fin su rostro verdadero. Lo blanco es negro y es lo negro blanco y todo es gris de todos los colores. Qué hermoso es el no ser detrás del ser, la noche que no acaba en la mañana, el big bang repentino que inicia el universo, la danza de neutrones y neutrinos, las tachadas palabras de la Historia, el cisne negro en el silencio claro que la orquesta del cosmos interpreta y que dirige un Dios omnipotente hecho de nada y niebla y amor solo.
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RELÁMPAGO
NO PASA EL TIEMPO
Todas las causas son causas perdidas, todas las ciudades se hunden en el agua del tiempo lentamente sin salvación alguna. Todos los hombres matan lo que aman para luego llorar sobre las ruinas. No tienes más sustancia de la que tengo yo. Tú también eres humo, sombra, niebla y nada, un súbito relámpago que aún no fue y ya ha sido y sin embargo no se termina nunca.
No pasa el tiempo, se detiene a ver cómo desaparezco. Tarde de enero, solos el sol y yo, los dos con frío. Qué cerca siempre. A mi lado sonríes y en otro mundo. Cierro los ojos, se deshace la niebla y estás conmigo. Pasan los años y el niño que no fui sigue conmigo. ¿Sabe acaso a dónde va esa hoja que cae del árbol? Cuántas preguntas. Déjame en paz, esfinge, siempre en silencio.
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MI VIDA ENTERA
NADIE LO SABE
Arde mi vida entera en ese fuego. Amor que fue, amor que nunca ha sido, todo lo que he tenido y he perdido, lo que he mirado hasta quedarme ciego.
¿En qué rincón del mundo está escondida la mano que disipa en la mañana este dolor que a mi dolor se hermana, esta noche en la noche tan perdida?
Ya nada quiero, ya a nadie ruego. Con calmos pasos esta celda mido y del mundo y del tiempo me despido y me encamino a donde nunca llego.
Solo queda la huella tras la huida, los rescoldos de una hoguera vana, el vacío que de la fuente mana, esa nada que algunos llaman vida.
Secreta en el azul me nombra un ave y se borra la estela de esa nave que pasa y nunca acaba de pasar.
El tiempo y yo, el tiempo y nadie más. Por mí mismo en mí mismo sepultado, añoro lo que no tuve jamás.
No sé a dónde vas, de dónde vienes. Mi corazón entre tus manos tienes mientras el fuego arde en el hogar.
Escondida, huida de mi lado… De todo lo que existe eres la clave, pero si existes tú nadie lo sabe.
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DENTRO DE MÍ
ODIO Y AMO
En el ciego recinto amurallado sigue habiendo una puerta, una ventana y un jardín donde espera la mañana y un corazón que late aprisionado.
Llegaste como llega la mañana espantando razones sin sentido. Con tus dedos rosados has venido a traerme el veneno que me sana.
Recorro la ciudad conmigo al lado en busca del veneno que me sana y hay una voz que llama, tan temprana, dentro y no fuera, libre en su cercado.
Yo tuve amor y oí una voz lejana, «Solo se tiene lo que se ha perdido», y todo lo que fue ya nunca ha sido y alegre suena funeral campana.
Dentro de mí un día me he perdido y me he encontrado en el silencio eterno que fresco mana una fontana pura.
Ya no te culpo, amor, de mi tormento, ya no me das la vida con tu aliento. Es el odio que tengo el que me tiene,
Todo es presente ya, todo es olvido, y nunca más mi vida será invierno ni helador vendaval ni noche oscura.
el que impide que caiga en el abismo, el que hace que mi alma se serene y me salve conmigo de mí mismo.
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A ESTA SUERTE
PASEOS POR ROMA
La vida, ya lo sé, es como un río, de la cuna a la tumba hay solo un paso, no acaba amanecer y ya es ocaso, en medio del verano llega el frío.
CITTÀ
Y sin embargo, aunque lo sé, sonrío porque me muero en ti y en ti me abraso, fugaz eternidad, amor al raso que su miedo resguarda con el mío. Al viento que te trae y que te lleva ¿qué le dirías tú, arena o nada que al cielo asciende enamorada y sepultada es luego en ciega cueva? Yo callo y le sonrío a esta suerte de estar en el infierno y poder verte.
No sé qué clase de verdad tú eres, la que se desvanece como un sueño o el sueño que perdura para siempre. DOMENICA
Repican las campanas del Trastevere y en la mañana de domingo busca el que fui al que soy y no lo encuentra. CORSO
Vía del Corso, corren los caballos, más veloces aún corren los siglos y nadie sabe dónde está la meta. TEMPIETTO
¿Cómo puedes tú vivir tan solo, entre cuatro paredes encerrado, príncipe triste, eterno adolescente? 52
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ÍNDICE
Al servicio de quien me quiera . . . . . . . . . . . . . .
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Lucidez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . En algún lugar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La oración del ateo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Con Francisco de Quevedo . . . . . . . . . . . . . . . Deja de lamentarte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El soneto de vivir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Se borra el mundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . New York, New York . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . En medio del camino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Inscripciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ramón de Campoamor relee a Antonio Machado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Relámpago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . No pasa el tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mi vida entera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nadie lo sabe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Antes de todo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La tempestad pasó . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Nuevo en esta plaza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otro soneto de los opuestos . . . . . . . . . . . . . . . París, de dos en dos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Soliloquio del ermitaño . . . . . . . . . . . . . . . . . . Qué poco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Qué importa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Todos mis sueños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Elogio de la nada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dentro de mí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Odio y amo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A esta suerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Paseos por Roma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Inerme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Presente continuo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Un libro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Spiaggia comunale (S. Nicolò) . . . . . . . . . . . . . En el silencio de la biblioteca . . . . . . . . . . . . . . Otra oración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Después . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Miradouro de Santa Luzia . . . . . . . . . . . . . . . . Café «A Brasileira» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A Venezia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . En el jardín aquel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A los espíritus libres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
36 37 38 45 46 47 48 49 50 51 52 53 60 61 62 63 64 66 67 68 68 70 75 76
No . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78 Sinrazones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 Instituto Carreño Miranda (Avilés) . . . . . . . . . 80 Mi patria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 Haikus de Aldeanueva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 Saber que soy mortal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 Luz del mundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 La dulce sombra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92 Duerme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 Amigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94 En breve . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95 Junto a la carretera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 Cuestión de hechicería . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101 Cerrar los ojos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Apéndice Poemas sin fecha de Marilyn Monroe . . . . . . . . 103
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