Aitor Retolaza

La faceta menos conocida del alcalde de Alcobendas

Dinos Aitor: ¿eres de los que ayudan en casa o eso lo ves desde la barrera?

La casa es cosa de todos, no exclusiva de la mujer. Pero entiendo la pregunta, y me encanta colaborar en todo, soy una persona muy activa y no veo la televisión, en casa no paro de hacer cosas, soy demasiado inquieto. ¿Cuántos hijos tienes?

Tres. Paula, Luka y Niko. Nos hemos enterado, nos han dicho por ahí y por allá, que eres todo un padrazo... ¿es así?

Hago lo que puedo. Siempre que tengo un hueco le doy el biberón a Niko, o juego al fútbol con Luka.

¿Cómo se puede cumplir con una rutina tan envolvente para sacar adelante proyectos y promesas como alcalde y al mismo tiempo que la figura paterna en tu hogar sea una imagen que valoren positivamente tus hijos?

Madrugando mucho, me despierto muy pronto, leo prensa, y preparo las cuestiones propias del día a día en la gestión de un municipio. De tal manera que cuando se despiertan mis hijos estoy disponible para ellos.

Ya que hablamos de hogar: ¿eres hogareño... ¿Disfrutas de estar con los tuyos?

Si algo he aprendido en estos tres años que llevo en política, es que la familia y los ratos con ellos son indispensables para tomar perspectiva. La política te absorbe mucho y lo que más echo de menos es disponer del fin de semana para estar con ellos.

¿El diálogo es importante en casa? El diálogo es importante siempre. El diálogo es la herramienta que tenemos las personas para comunicarnos, si perdemos eso, perdemos nuestra esencia como seres humanos.

¿Y el deporte qué significa en tu vida?

Ya no solo por todo lo que aporta a la salud, el deporte también transmite valores como la constancia, el respeto y la competitividad.

Una curiosidad Aitor ¿qué es lo que más valoras de la carrera de un político?

En mi caso estoy muy orgulloso de haber cambiado la política basada en la crispación, por una política más humana, honesta y cercana. Me gustaría que esto se mantuviese a lo largo del tiempo. Creo que ese es el camino, confiar siempre en las personas, el talento y los proyectos.

Y en concreto ¿de ser alcalde?

Para mi supone un gran honor que los ciudadanos me hayan elegido para desempeñar un trabajo de tanta responsabilidad. Cada mañana al levantarme pienso en cómo mejorar mi ciudad.

Un matrimonio unido, fiel y digamos... con luz positiva ¿sirve de ejemplo en nuestros hijos?

Sin duda. Valores como la fidelidad, la honradez y el respeto son claves para ser un ejemplo de todos nuestros vecinos. ¿Agradeces la educación que te dieron tus padres?

En esto pienso mucho. Mi madre es mi mayor referente. Conseguir sacar una familia adelante, y además ejercer de madre de una manera impecable, me parece digno de admirar. Mi madre es mi ídolo.

¿Crees que tus hijos harán lo mismo contigo?

Tanto la educación de mis hijos y la mía está basada en el amor y en el respeto. Seguro que siguen el mismo camino. Aitor Retolaza, dueño de un perfil humano que en parte nos ha descubierto hoy. Un hombre con cantidad de ilusiones y proyectos que está deseando poner en marcha.

© Bayres/ALGENTE www algente.com

La historia que se desarrolla en este esperado corto, trata de “un hombre que cruza a caballo el desierto que le separa de Bitter Creek para visitar al Sheriff Jake”.

Para tal fin la productora El Deseo rodó algunos instantes del film en el desierto de Tabernas, en Almería, “contando con el poblado -nos lo recuerdan- que construyó Sergio Leone para rodar su trilogía del dólar con Clint Eastwood” . La historia cuenta con música de Alberto Iglesias y un diseño de vestuario de Saint Laurent by Anthony Vaccarello, que también actúa como productor asociado. “Siempre he admirado a las mujeres que Pedro retrata en sus películas, fuertes y vulnerables a la vez. En ‘Extraña forma de vida’ sus personajes masculinos tienen esa misma complejidad”, ha declarado Vaccarello.

Silva, el ranchero que lo cruza, tiene el propósito de reunirse 25 años después con Jake para rememorar una vieja amistar “ya que los dos trabajaron juntos como pistoleros a sueldo…. Y cabalga con el pretexto de