Gobierno Bolivariano de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores
Embajada de la Rep煤blica Bolivariana de Venezuela en la Federaci贸n de Rusia
Promoviendo el proceso de integraci贸n de Am茅rica Latina y el Caribe
Prólogo CELAC: Uno de los mayores esfuerzos de integración de América Latina y El Caribe
E
s en America Latina donde se vienen realizando hoy los mayores esfuerzos en materia de integracion y cooperacion, para superar los grandes retos que tiene la humanidad de erradicar la pobreza, la desigualdad social, alcanzar el desarrollo y la independencia. Asi se desprende del documento de conclusiones que fue aprobado en la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados de America Latina y el Caribe (CELAC), realizada durante los dias 27 y 28 de enero del presente ano en Santiago de Chile. Sobre la importancia que tienen los avances integracionistas recientemente discutidos por las 33 naciones que conforman la CELAC, el Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chavez Frias, considerado como uno de los artifices de la union Latinoamericana, destaco en la misiva que envio a los Jefes de Estado y de Gobierno participantes en esa Cumbre que ‘’la CELAC es el proyecto de union politica, economica, cultural y social mas importante de nuestra historia contemporanea’’, para agregar seguidamente que “todo cuanto hagamos por la unidad no solo estara justificado por la historia sino ademas se convertira en el mas luminoso legado que podamos dejarles a las nuevas generaciones. Igualmente, estaremos honrando activamente la memoria de nuestros Libertadores y Libertadoras. En la CELAC, como queria Bolivar, hemos vuelto a ser una sola Patria’’. Nunca antes se habia observado en la region
una disposicion unanime de las naciones latinoamericanas y caribenas, para enfrentar de manera unida los problemas que aquejan a nuestros pueblos, los cuales exigen que se les tome en cuenta, que se les de respuesta a todas aquellas dificultades que se presentan en el camino que conduce a una mayor prosperidad. La decision que han tomado nuestros gobiernos de llevar adelante poli ticas independientes de cualquier centro de poder, ha permitido que esta alianza no cuente entre sus miembros a paises como Estados Unidos y Canada, que se incluya a Cuba, aislada durante anos de la Organizacion de Estados Americanos (OEA) y que se llame a conversaciones sobre la situacion de las Islas Malvinas. A nivel de los paises latinoamericanos en la Federacion de Rusia, tambien se puede palpar ese espiritu de integracion que recorre nuestra region desde el Rio Grande hasta la Patagonia. Las misiones diplomaticas de los paises que integran la CELAC, trabajan mancomunadamente en esta nacion euroasiatica, testigo de lo cual es este proyecto editorial a traves del cual se dan a conocer destacados temas relacionados con diversos aspectos de la vida politica, social, economica y cultural de los pueblos latinoamericanos y caribenos.
En este número:
La contribución de la Universidad al logro de la Integración de América Latina Autor: Dr. C. Jorge Juan Domínguez Menéndez
Génesis y perspectivas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) Por: Juan Eduardo Eguiguren
Febrero 2013
La contribución de la Universidad al logro de la Integración de América Latina Autor: Dr. C. Jorge Juan Domínguez Menéndez Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior (CEPES), Universidad de La Habana, Cuba. Correo: jorge@cepes.uh.cu
INTRODUCCIÓN:
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a historia recoge con creces cómo en el pensamiento de los padres fundadores de nuestras naciones estaba presente, pese a las contradicciones que afloraron, el pensamiento de integración. Sin embargo “… se olvida con frecuencia, la larga tradición que, desde el período independentista, comprueba la existencia de ininterrumpidos empeños de solidaridad y unificación” (Soler/1981). Contra ese pensamiento y deseo de los pueblos latinoamericanos estuvo desde temprana fecha el naciente imperialismo norteamericano, que tomó nuestro nombre “América” para sí mismo. De eso tuvo una visión preclara José Martí, cuando expresó “Desde la cuna soñó en estos dominios el pueblo del Norte, con el nada será más conveniente de Jefferson; con los trece gobiernos destinados de Adams; con la visión profética de Clay; con la gran luz del Norte de Webster; con el fin es cierto, y el comercio tributario de Summer; con el verso de Sewall, que va de boca en boca, vuestro es el continente entero y sin límites; con la unificación continental de Everett; con la unión comercial de Douglas; con el resultado inevitable de Ingalls, hasta el istmo y el polo; con la necesidad de extirpar en Cuba, de Blaine, el foco de la fiebre amarilla” (Martí/1975) Lo cierto es que “Olvidado el ideal bolivariano por el lapso de siglo y medio, período en el cual nadie entre los gobernantes o pensadores latinoamericanos se atrevió a formular un proyecto integracionista…”
(Jiménez/1968 pp. 30), vuelve y con más fuerza la idea de lograr hacer realidad dicho ideal. En el contexto unipolar y de globalización neoliberal mundial, en el que se desenvuelve y debate la región, se nos propuso una opción de bloque a través del ALCA, solución nada esperanzadora para América Latina, lo que fue demostrado en la práctica; razón por la cual, fue rechazada por los pueblos latinoamericanos y por la mayoría de los gobiernos de la región. Frente al ALCA, surgió una nueva alternativa, la que va tomando cada vez más fuerza, la idea originaria bolivariana de la unidad latinoamericana, de esa “América Nuestra” como la llamó Martí “... del Río Bravo a la Patagonia”. Ahora ya no como una sola nación, sino como un conjunto de naciones con las mismas raíces y los mismos objetivos, al cual se suman, por derecho propio, los pueblos no hispanos del Caribe. En ese empeño de hoy, las Universidades tienen el deber social de coadyuvar al logro de la integración latinoamericana, utilizando para ello sus propios mecanismos académicos y su saber.
La idea de que la integración existe desde los propios inicios, y aun antes de las luchas por la independencia, aparece recogido en el epígrafe No. 1, documento final de la III Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (2011), que dio lugar a la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, al recordar que este evento se daba “En el Bicentenario de la Lucha por la Independencia Hacia el Camino de Nuestros Libertadores”; así como en el epígrafe No. 13, cuando señala que “De la misma manera recordamos que la República de Haití, liderada por su Presidente Alexandre Pétion, con la ayuda prestada a Simón Bolívar para la Independencia de los territorios que en el presente conocemos como América Latina y el Caribe inició las bases para la solidaridad e integración entre los pueblos de la región” Los esfuerzos por la integración de las economías de un grupo de países latinoamericanos y caribeños se “…iniciaron en los años sesenta con la creación de asociaciones macro o subregionales en América Central, en la región Andina y en el Caribe. Los acuerdos de Cartagena y el Pacto Andino fueron firmados por Bolivia, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador; mientras entre los socios del Mercado Común del Cono Sur (MERCOSUR), se contaban Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile” (Didou/1998).
DESARROLLLO 1.- Estado actual del proceso de integración
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Hoy más que antes, la integración latinoamericana es una necesidad imperiosa en la garantía del presente y el futuro de nuestros pueblos, pues como expresara el
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Dr. Gabriel Betancourt Mejía, en la clausura del XIII Congreso de la Asociación Panamericana de Instituciones de Crédito Educativo (APICE), de la que fue fundador, “En este mundo de los grandes bloques, si seguimos divididos, estamos condenados a la absorción o a la desaparición…” (Colectivo autores/1993, pág. 146). La integración de América Latina y el Caribe, tiene que prever que la “… etapa de transición entre una identidad nacional históricamente constituida a una identidad extravertida” (Didou/1998), sea expresión de un sentido de pertenencia construido por todos sus pueblos y que no sea sólo resultado de una “política fomentada” como sucedió en la Comunidad Económica Europea, lo que dio lugar a profundizar intolerancias y viejos diferendos en vez de eliminarlos. Por ello, se requiere de un mayor contacto para juntos construir el ideal de la internacionalización, máxime que “… no nos conocemos los latinoamericanos y tenemos que hacer un esfuerzo para conocernos más y más y más; porque no se puede amar sino lo que se conoce y el futuro nuestro está en eso; nosotros tenemos que hacer que en nuestros países, el idioma portugués, sea parte esencial de nuestra cultura, y lo mismo que en Brasil lo sea el español” (Colectivo autores/1993, pág. 146). Por otra parte, la integración de la región debe basarse en el “… aprovechamiento de los recursos humanos para crear sinergias a escala regional”, superar las “brechas en la disponibilidad de conocimientos y capacidades profesionales y técnicas” y desarrollar competencias y conocimientos comprometidos con el bienestar colectivo, conectados con “el mundo de la producción, el trabajo y la vida social, con actitud humanista y responsabilidad intelectual” (Carvalho/2009). La integración no es una utopía no alcanzable, por el contrario es una necesidad incuestionable para garantizar el futuro de la región, aspecto que queda bien precisado en el epígrafe No 7 de la Declaración de Caracas (2011): “Convencidos de que la unidad e integración política, económica, social y cultural de América Latina y el Caribe constituye, además de una aspiración fundamental de los pueblos aquí representados, una necesidad para enfrentar con éxito los desafíos que se nos presentan como región”. 2.- Las universidades latinoamericanas ante la integración. El interés de las universidades latinoamericanas por la integración de nuestra América, data de los momentos mismos en que comenzaron a expresarse nuestros empeños libertadores. Y con posterioridad, con ejemplos como la propuesta del político liberal chileno Francisco Bilbao, en 1856, de propiciar la unión de las universidades como paso previo a la integración; en los postulados de la Reforma de Córdoba (1918), que tuvo como escenario los países de nuestra región, el estudiantado retomaba el pensamiento Bolivariano expresando “… estamos viviendo una hora americana”; lo cual desató un movimiento político y cultural hacia la integración universitaria. Desde la segunda década del siglo XX
hasta mediados de la misma centuria, se produjeron considerables procesos orientados a la transformación científica, educativa y cultural, en la mayoría de los países en los cuales la universidad fue considerada como el lugar para la integración y el cambio y, especialmente, para la consagración de la autonomía universitaria. Otro momento significativo está asociado con la idea de crear la Universidad de la Cultura Americana, propuesta en Montevideo, en 1930; así como la invitación a crear La Universidad Latinoamericana de Postgrado, por los participantes en el Primer Congreso de Universidades Latinoamericanas, en Guatemala, en 1950. Estas acciones y otras que se produjeron en la primera mitad del siglo XX, crearon las bases, pero no es menos cierto que “Las propuestas de integración regional que surgieron en el siglo XX no abordaron el tema de la educación hasta el año 1992, cuando MERCOSUR crea el grupo temático de Educación en su estructura operativa” (Carvalho/2009). En tal sentido Julio César Theiler (2005), Coordinador de la Red Latinoamericana de Relaciones Internacionales de la Educación Superior (RELARIES), señalaba que “MERCOSUR está incluido en un proceso que si bien está lleno de obstáculos para su implementación y con logros limitados, ha estimulado a las universidades a atender la situación y seguir programas y relaciones para promover la integración regional, inclusive fuera de MERCOSUR”. La Asociación de Universidades del Grupo Montevideo (AUGM), surgida paralelamente con las acciones de MERCOSUR, es una expresión de la intención de ir promoviendo la integración al agrupar a las IES Río Platenses y de zonas próximas de Brasil, con similitudes históricas, logrando aunar esfuerzos de unidad regional. Es aceptado por todos los académicos, la importancia que tiene el vínculo entre las IES de la región en el logro de la excelencia universitaria pero, además, “es evidente que lograr una mayor relación entre las Universidades latinoamericanas y caribeñas, además de facilitar el conocimiento mutuo de éstas e intercambiar experiencias sobre las buenas prácticas y los logros en los procesos sustantivos, favorecería la conformación de una identidad regional; lo que facilitaría la integración de los sistemas de educación superior” (Didriksson y otros/1996). Profundizando en esto, hay que agregar que “un contacto cada vez mayor entre los sistemas educativos de los países latinoamericanos y caribeños, permitirá el acercamiento a las raíces culturales e históricas, lo que facilitará y coadyuvará al logro del proceso de integración regional” (Didou/1998). Un referente importante a tener en cuenta, salvando las distancias y diferencias, es el europeo. Inicialmente, en el marco de la Comunidad Económica
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Europea, posteriormente de la Unión Europea, y hoy de la casi totalidad de los países europeos, se impulsa el mayor proceso de convergencia universitaria del mundo, concebido hacia la construcción del espacio europeo de la educación superior, cuya red universitaria institucional más reconocida es la Asociación Europea de Universidades. De manera simultánea, se impulsan los programas Erasmus, Sócrates, ECTS, para impulsar la movilidad y facilitar la integración. El papel de reproductoras del “estatus quo” que tienen las instituciones de educación, y en particular, la educación superior, juega un papel de primer orden en los procesos de integración, tanto de los sistemas educativos, como de las naciones; esto está dado en que “Estas, por formar las élites, son estratégicas tanto para el presente de las sociedades nacionales como para el futuro de los bloques integrados” (Didou/1998). Por otro lado, “… a mayor grado de educación de las poblaciones, mayor productividad y mayor tolerancia al cambio” (Didou/1998); elementos que favorecen los procesos de integración regional. Lo anterior está en concordancia con La Declaración de la Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y el Caribe-CRES (Cartagena de Indias, junio 2008) que “… concluye planteando la integración y la cooperación académica regional como estrategias básica para la construcción de una Educación Superior de calidad, inclusiva y pertinente en los países de América Latina y el Caribe” (Carvalho/2009). Si no se pudiera prever, por lo menos es necesario dar seguimiento a los procesos de integración educacional de la región, a fin de minimizar los efectos negativos que ésta pueda provocar en la organización del campus universitario “… tomando en cuenta la heterogeneidad tanto de las situaciones iniciales del desarrollo como de los mismos procesos de negociados de integración de las políticas universitarias derivadas en cada uno de ellos” (Didou/1998); lo que demandará que “… hagamos énfasis no tanto en las coincidencias como en las peculiaridades de cada caso” (Didou/1998). Para ello, será necesario compensar el peso de las instancias que se creen a nivel regional y la participación de las IES en la definición de políticas y la toma de decisiones; lo cual implicará el seguimiento y control de éstas y de sus efectos nacionales. Se trata de lograr políticas y estrategias regionales que afecten lo menos posible a las particularidades de las IES en cada nación. A tenor de esto último, la Declaración de Caracas (2011) en su epígrafe No. 11 señala: “Conscientes de la aspiración común de construir sociedades justas, democráticas y libres y, convencidos de que cada uno de nuestros pueblos escogerá las vías y medios que, basados en el pleno respeto de los valores democráticos de la región, del Estado de derecho, sus instituciones y procedimientos y de los derechos humanos, les permita perseguir dichos ideales”. En esa misma dirección, la Declaración de Caracas (2011) en el epígrafe No. 21 declara: “Que conforme al mandato
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originario de nuestros libertadores, la CELAC avance en el proceso de integración política, económica, social y cultural haciendo un sabio equilibrio entre la unidad y la diversidad de nuestros pueblos, para que el mecanismo regional de integración sea el espacio idóneo para la expresión de nuestra rica diversidad cultural y, a su vez, sea el espacio adecuado para reafirmar la identidad de América Latina y El Caribe su historia común y sus continuas luchas por la justicia y la libertad”. Es indudable que las universidades pudieran tener una mayor incidencia en la integración de la región, si existiera una estrategia de cooperación para la integración por parte de los gobiernos (Jaworski/1989), en un marco en el que: 1.
La cooperación se asimile como política de Estado, en la que participen todas las instituciones públicas y privadas de la sociedad, actuando el gobierno como coordinador y estimulador.
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Se de amplia cobertura por los medios para sensibilizar a la opinión pública de la importancia de la cooperación en el logro del desarrollo humano en América Latina y el Caribe, y por tanto, contribuyendo con ello a la integración.
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Los gobiernos hagan visible cómo la integración y la cooperación, por ellos desarrolladas, impactan en el desarrollo humano del país.
Un paso importante en el acercamiento de las IES latinoamericanas, lo constituye la propuesta de la Comisión Regional de Educación Superior (CRES) de proponer la creación del Espacio de Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior (ENLACES), por constituir un importante paso para lograr una mayor incidencia de las IES en el logro de la integración de la región; aspecto logrado, en parte, por la educación superior europea. Sin embargo, “Obviamente, América Latina y el Caribe presenta un contexto institucional distinto al europeo. Los procesos de integración regional aún son tímidos y reducidos, no existe una organización supranacional capaz de movilizar y asegurar la adhesión de países a programas de carácter regional, faltan recursos y prevalecen además, enormes deficiencias entre los sistemas de educación superior en la región, caracterizado por una extrema diversidad de las estructuras institucionales de los sistemas nacionales de Educación Superior en América Latina y el Caribe” (Carvalho/2009); aspectos que deben tenerse en cuenta y trazar acciones específicas, bien pensadas, para lograr superarlos. La propia propuesta de creación de ENLACES, recoge la necesidad de tener en cuenta tal diversidad al plantearse “…la creación de una plataforma de diálogo para articular acciones concretas de cooperación para la reforma de los sistemas e instituciones de Educación Superior; para crear condiciones que permitan avanzar con proyectos concretos de cooperación y desarrollo académico, basados en los principios y recomendaciones de una agenda de consenso, con miras a la superación de nuestras deficiencias y brechas” (Carvalho/2009).
la lógica de que es imprescindible “… una estrategia de implantación de cambios, que lleven progresivamente a la creación de una cultura de integración y cooperación académica y a la transformación de la Educación Superior en América Latina y el Caribe” (Carvalho/2009). Tres elementos constituyen los pilares de dicha estrategia: la solidaridad, la aceptación de la diversidad y la participación de la comunidad universitaria de la región en todo lo que se haga. Por ello. “… los procesos de cooperación e integración académica regional deben ser implementados a partir de una perspectiva solidaria, participativa y transparente, respetando las características e intereses de cada participante, aprovechando de manera eficiente la complementariedad, con un “modo equitativo de funcionamiento” (CMES/98); evitando la cooperación asimétrica, que se caracteriza cuando “una de las partes tiene un problema y la otra la solución”, y la migración temática, refiriéndose a la transferencia directa de las estrategias a las temáticas y enfoques de un ambiente académico para otro” (Carvalho/2009). Coincidimos con los especialistas que señalan que “Apoyar la creación de una cultura académica integrada regionalmente es, en última instancia, el propósito del Espacio de Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior…” (Carvalho/2009), así como que “… la construcción de ENLACES y su consolidación constituirá un espacio que sentará las bases sólidas para fortalecer la integración latinoamericana y caribeña como un bloque regional intercultural con gravitación internacional en todas las áreas del desarrollo humano” (Asueta/2009). Por supuesto, tal propósito requerirá de esfuerzos, perseverancia y un gran sentido de la negociación para hacerlo realidad. En tal sentido, el Dr. Iván Rodríguez, Presidente de la Asamblea de Rectores de Perú, en el momento en que fue entrevistado por el “Boletín IESALC Informa” (Edición Especial 200), al responder sobre los posibles desafíos y barreras que tendría que enfrentar ENLACES expresó: “El primer desafío a atacar es el del aislamiento institucional en el cual se han acostumbrado a trabajar, desde mucho tiempo atrás, nuestras universidades. El otro es el vencer la resistencia al cambio; que aparece como el más fuerte y de atención muy urgente”. Por su parte, el Dr. Gustavo García de Paredes, en su condición de Presidente de la UDUAL, consideró que “Sin dudas una de las principales barreras que deberá superar ENLACES es su tipificación como una iniciativa más de integración regional de educación superior y el escepticismo con respecto a su trascendencia, para lo cual deberá generar confianza interinstitucional” (IESALC-UNESCO/2009).
La idea de la integración se sustenta en
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3.- La movilidad académica entre las IES latinoamericanas. Una de las mayores trabas para la movilidad académica, es el dominio del idioma que se exige por la institución receptora, sin embargo en el caso de la movilidad académica entre IES latinoamericanas, “A pesar de las pocas barreras de idioma, no se ha tratado de establecer sistemas de transferencia entre naciones, como ocurre en el sistema europeo de transferencia de créditos (Holm-Nielsen, y otros/2005). Es indudable, la necesidad de que los profesionales y los estudiantes talentosos intercambien experiencias en las IES de excelencia a nivel mundial pero “… la permanente migración erosiona la base de capital humano y drena los escasos recursos. Cada año, la migración de América Latina a Estados Unidos, se lleva mucha población educada de la región…” (Holm-Nielsen, y otros/2005); por ello, incrementar el vínculo, y por tanto, el intercambio académico entre nuestros países, precisando las áreas en que cada Universidad es fuerte, además de una necesidad y una vía para frenar el drenaje de la masa crítica formada, constituye un importante vía que fortalece los lazos entre las IES, nuestros pueblos y países latinoamericanos. Una de las trabas que presenta la movilidad académica, es el reconocimiento a los estudios que se realizan en otros países, por lo que resulta importante el paso en el logro de la doble titulación y reconocimiento de títulos, lo cual está presente en el plan de MERCOSUR, que pretende promover el reconocimiento de “… programas y conocimientos basados en evaluación de programas comunes y estructuras de acreditación” (Theiler/2005). 4.- Las redes universitarias y los procesos de integración en América Latina. Los procesos de integración en América Latina, planteados desde la primera mitad del siglo XX, han estado acompañados de algunos desarrollos universitarios. No obstante las particularidades, nuestras redes institucionales responden a una serie de motivaciones generales con sentido regional, subregional o nacional: el intercambio de información, la promoción de la movilidad de estudiantes y profesores, la potenciación de las fortalezas de cada universidad, el mejoramiento de la calidad, la internacionalización de los currículos, la socialización de la investigación y la formación continuada. Las redes universitarias han estado relacionadas con los procesos de integración de América Latina y el Caribe, no solamente en los de orden económico, sino especialmente en los de orden cultural y educativo; ello explica el por que “Los sistemas de redes se han convertido en un promotor clave, y medio para que los gobiernos latinoamericanos y sus universidades estimulen el proceso de la internacionalización” (Colectivo de Autores/2005). En la segunda mitad del siglo XX, surgen y se desarrollan redes universitarias institucionales, cuya misión y objetivos tienen como mira la integración de la región, como
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es el caso de la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL), a la cual, se ha sumado el Caribe o de la subregión centroamericana con el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), y un ejemplo más reciente es la Asociación de Universidades del Grupo de Montevideo (AUGM), concebida como una red para propiciar la cooperación universitaria en la perspectiva de la integración económica de los países del MERCOSUR. Como está ocurriendo a nivel internacional, en América Latina y el Caribe, la cooperación exterior deja de ser un mero apéndice de la vida académica, restringido en la mayoría de casos a redes científicas entre investigadores o a una movilidad limitada de estudiantes y profesores, y se está convirtiendo en una dimensión básica de la estrategia global de la universidad y de los procesos de reforma curricular y administrativa. Se están multiplicando los campos de colaboración interuniversitaria, las redes académicas y existe una creciente valoración de las relaciones internacionales de la universidad. La Red Iberoamericana para la Acreditación y Calidad de la Educación Superior (RIACES), creada en el 2002, trata de dar más oportunidades de intercambio de conocimientos, cooperación técnica y recursos humanos en todos los sistemas universitarios, reforzando los objetivos comunes que rigen en las agencias de evaluación y acreditación y unidades en cada país miembro. En cierta medida, sirve como medio para la integración educativa de los países latinoamericanos. La mayoría de los países latinoamericanos tienen incipientes sistemas de ciencia, tecnología e innovación, siendo de muy limitada presencia e impacto nacional y de presencia casi nula internacionalmente. Lo anterior, explica la baja presencia que tiene la región en la producción científica, la cual es de alrededor del 3% de la que se produce en el mundo, estando concentrado más del 90% en seis países. Las principales causas de estos resultados, están dadas por los pocos investigadores con que cuentan y el reducido número de ellos con grado científico de doctores, así como, por el reducido porcentaje del PIB que se les asigna.
5.- Acciones de la Universidad en función de la integración latinoamericana. Las universidades, pudieran ser importantes actores de la integración latinoamericana por ser portadoras y enriquecedoras de la cultura nacional, por su capacidad de convocatoria y porque las diferencias político-ideológicas y también científicas, tienen un cauce pacífico en el marco de la discusión académica. Junto a propuestas como la de la CEPAL y la de la IV Cumbre Iberoamericana, en el terreno económico y comercial, las universidades latinoamericanas se han pronunciado también por la integración, de lo cual es muy elocuente el criterio expresado al respecto por la UDUAL: “Las universidades deberían plantearse el problema de la integración de América Latina como uno de sus grandes temas de investigación multidisciplinaria e interdisciplinaria, en el contexto de una reflexión más amplia sobre lo
que debería ser un Proyecto Latinoamericano de Desarrollo Humano, Endógeno y Sostenible”.
•
Es indudable que las universidades se encuentran entre las instituciones sociales con más capacidad para trabajar por la integración latinoamericana, dado que en ellas se dan las condiciones para ello, como son:
Ejercer la diplomacia académica en apoyo a las relaciones políticas internacionales de los estados y gobiernos de la región: La comunidad universitaria en su quehacer, tanto en el país como en el extranjero, puede ser un elemento catalizador a favor de la integración.
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Ser un espacio crítico: La posición académica que se asume ante la problemática a analizar, permite llevar a cabo una crítica apartada de los compromisos políticos que lastran y pervierten los resultados; ello facilita hallar las mejores propuestas de integración.
Definir prioridades y acompañar críticamente las nuevas realidades que están emergiendo: El abordaje multidisciplinario de las IES permite un mejor análisis del entorno y tanto coyuntural como prospectivamente, es posible determinar las urgencias y respuestas.
•
Propiciar una mayor internacionalización de las universidades y la cooperación entre los países de Latinoamérica y del Caribe:
Poseer capacidad de concertación: Por ser un espacio de construcción del conocimiento, la posibilidad de llegar a consensos es mayor que en cualquier otra institución. Poder de motivación hacia la sociedad: El reconocido prestigio que tiene la Universidad en la sociedad, permite que sus manifestaciones no sólo sean escuchadas, sino también propicie que sean meditadas, con lo cual se facilita la creación de una conciencia unificadora en torno a la integración. Posibilidad de acercamiento cultural: La Universidad es ante todo portadora, creadora y custodia de la cultura, en su más amplio espectro. Ello favorece la comprensión del otro y el intercambio tanto personal como organizacional. Existencia de instituciones multinacionales: En la región, se han desarrollado innumerables instituciones universitarias que agrupan a los académicos de los países latinoamericanos, constituyéndose en espacios de confraternización, conocimiento del otro, y de los parecidos históricos y actuales que favorecen el desarrollo de una cultura unitaria a favor de la integración.
Entre las acciones que las Universidades pueden llevar a cabo en el logro de la integración, están: ·
Asumir el estudio de la integración como uno de sus principales temas de investigación interdisciplinaria.
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Contribuir a la definición de políticas regionales y subregionales de desarrollo cultural, educativo, científico y tecnológico.
·
Definir prioridades, a partir de las áreas del conocimiento que desarrolle cada IES, determinar cuáles actividades económicas y sociales pueden contribuir a la integración y, por otro lado, acompañar críticamente las nuevas realidades que están emergiendo en el terreno político, económico, científico técnico y social.
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Participar en la creación de una conciencia latinoamericana. En este sentido es valido tener presente el enfoque que nuestros próceres cuando “… expresaron las más lúcidas formulaciones ideológicas de aquella identidad, para sus respectivos países, y para la totalidad de nuestra América, ellos asumieron, en la acción y pensamiento, la representación general de la racionalidad nacional latinoamericana” (Soler/1981). Por ello, profundizar en el estudio de nuestras raíces comunes y su socialización en la población, constituye un importante factor en la concientización social.
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Promover el análisis histórico del pensamiento de nuestros próceres y personalidades en cuanto a la necesidad de la integración.
·
Esclarecer las raíces de los diferendos entre nuestros países, evidenciando las causas que los propiciaron, dejando demostrado que éstos son, sobre todo, el resultado del apetito insaciable de expansión del capital foráneo.
·
Forjar un estilo integracionista que no privilegie en forma distorsionada los aspectos comerciales, en contra de estrategias activas de especialización y
El intercambio académico: Permite un vínculo sistematizado entre los profesores y estudiantes, manteniéndose un nivel de actualización de los respectivos entornos y problemáticas que facilitan la búsqueda de soluciones. La similitud de problemas y de sueños: En las universidades, se realizan los debates sobre la base de posiciones nacionales que tienen las mismas raíces históricas por haber sido colonia de España y luego controladas por potencias extranjeras; de una identidad y una cultura emparentada por la mezcla del africano, el europeo y de otras naciones en una mezcla de culturas a las que calificó de “Ajiaco”, en alusión al alimento confeccionado con diferentes productos; de una educación que tiene como raíces el patriarcado español, pero, sobre todo, en puntos de contacto del imaginario popular.
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complementación productiva y tecnológica. ·
La Universidad latinoamericana debe asumir “La necesidad de avanzar, sobre la base de nuestros principios, en el fortalecimiento y consolidación de la cooperación latinoamericana y caribeña, en el desenvolvimiento de nuestras complementariedades económicas y la cooperación Sur-Sur, como eje integrador de nuestro espacio común y como instrumento de reducción de nuestras asimetrías” (CELAC/2011 epíg. 27)
·
P r o p i c i a r u n a m a y o r internacionalización de las universidades Latinoamericanas y Caribeñas, con la creación de redes de estudio e investigación.
·
Avanzar en la estructuración armónica de una educación superior latinoamericana, considerando las diferencias puntuales.
Evidentemente este proceso de las universidades para coadyuvar la integración latinoamericana tiene ante sí varios desafíos, entre ellos: · · · · ·
Lograr elaborarse desde una concepción propia y moderna. Que se conciba como una estrategia sensata y coherente. Lograr la voluntad política de los gobiernos y de los pueblos. Superar la larga etapa retórica de proyectos. Que la hagamos realidad.
existentes, lo cual contribuirá a fortalecer la unidad latinoamericana. De igual manera, sus análisis económicos deben estar dirigidos a redimir a los pueblos originarios y al logro del desarrollo humano de todos, a partir de la complementación de las economías nacionales. Las tendencias actuales y futuras de la educación superior, como la cooperación universitaria, la movilidad académica, la constitución de redes y de otras acciones r e l a c i o n a d a s c o n l a internacionalización, deben dirigirse fundamentalmente hacia las IES de la región, compartiendo conocimientos y creando las bases para una educación superior latinoamericana. BIBLIOGRAFÍA 1. 2.
3.
4.
CONCLUSIONES
5.
La idea de la integración latinoamericana ha estado presente en los padres fundadores de América Latina, en sus intelectuales y en sus pueblos, como también en sus instituciones, y entre ellas, en la universidad latinoamericana.
6.
Como bien se señala en el epígrafe No 10 de la Declaración de Caracas (2011), hay que “Reconocer que nuestros países han avanzado en procesos de Integración regional y subregional y en la conformación de diversos mecanismos a lo largo de las últimas décadas, reflejo de su vocación de unidad y su naturaleza diversa y plural, que constituyen un sólido cimiento a partir del cual edificamos la Comunidad que agrupa a todos los Estados latinoamericanos y caribeños”. Las universidades de la región están convocadas y tiene el deber social de participar activamente en el logro de la integración latinoamericana, a través de sus mecanismos y saberes. Para ello, deben realizar investigación interdisciplinaria, contribuir a definir políticas y prioridades en función del contexto, respetando siempre la diversidad presente en la similitud de historia y aspiraciones. La educación superior de la región debe profundizar el estudio de los diferendos entre nuestros países, evidenciando las causas, contribuyendo de esta forma a subsanar las diferencias
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9.
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Génesis y perspectivas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) Por: Juan Eduardo Eguiguren
INTRODUCCIÓN La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), fue constituida el 23 de febrero de 2010, durante la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, celebrada en Riviera Maya, Cancún, México. Allí, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países de la región adoptaron la Declaración de la Unidad de América Latina y el Caribe, que es el documento fundacional de la CELAC.
del Grupo de Río entre 2008 y 2010, México promovió la idea de iniciar un proceso de convergencia entre el Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), para conseguir un mecanismo que incluya a todos los países de la región, y que a la vez, evite la multiplicidad de foros para el mismo espacio regional.
Es importante señalar que la CELAC, constituye el único mecanismo de diálogo y concertación que reúne a los 33 Estados de la región y refleja la aspiración de sus miembros hacia la unidad, conformando un espacio común con el propósito de profundizar la integración política, económica, social y cultural de nuestra región. Busca posicionarse en un mundo multipolar, como la contraparte latinoamericana frente a terceros países y regiones. Entre sus objetivos están el impulsar la concertación política, fomentar los procesos de diálogo con otros Estados, grupos de países y organizaciones regionales, promover la coordinación y la sinergia entre los organismos e instituciones subregionales y promover la implementación de los mecanismos propios de solución pacífica de controversias.
Teniendo como telón de fondo que en el año 2010 se celebraba el Bicentenario de la Independencia de varios países de América, hubo acuerdo entre las delegaciones del Grupo de Río sobre que resultaba fundamental constituir un espacio de toda nuestra región, basándose en el legado del Grupo de Río, principalmente en lo que concierne a la experiencia acumulada en el diálogo y la concertación política. Asimismo, los criterios generales que se impusieron para dar paso a esta nueva institucionalidad regional, incluyeron el interés de que esté abierta a todos los países de América Latina y el Caribe, que tenga una estructura ligera y flexible que no genere burocracias y que no duplique esfuerzos.
La CALC, aportó la idea de la profundización de la integración regional y el establecimiento de compromisos para la promoción del desarrollo sustentable. Por su parte, el Grupo de Río traspasó la experiencia de la concertación política regional, el diálogo con otros países y su comisión de trabajo en defensa de la democracia y en la promoción y respeto de los derechos humanos. Es el “legado del Grupo de Río”, que los miembros de la CELAC se han comprometido a preservar.
Génesis Bajo su condición de Secretaría Pro Témpore
Contándose con una opinión favorable de los países miembros del
Se acordó que mientras no culminase el proceso de constitución de la CELAC, se
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Grupo de Río, durante 2009 y principios de 2010, se desarrolló un proceso de negociaciones, abierto a todos los Estados de la región, para definir las características básica que tendría esta nueva instancia y preparar un proyecto de declaración que finalmente sería aprobado el 23 de febrero de 2010, por los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la Cumbre de la Unidad. Dicha Cumbre, tuvo por particularidad que congregó por primera vez, en una sola reunión, a la XXI Cumbre del Grupo de Río y a la II CALC. Este último mecanismo había iniciado su existencia en 2008, aprovechándose la realización de la anterior Cumbre del Grupo de Río realizada en Bahía, Brasil.
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mantendría un foro unificado en el que participen todos los países de la región que preservara al Grupo de Río y la CALC con sus respectivos métodos de trabajo, prácticas y procedimientos, a fin de asegurar el cumplimiento de sus mandatos, así como, la capacidad de concertación política que les permita pronunciarse o actuar ante acontecimientos internacionales. A partir de la Cumbre de la Unidad, Chile y Venezuela, el primero en su condición de Secretaría Pro Témpore del Grupo de Río, y el segundo, porque sería el país anfitrión de la CALC en 2011, copresidieron los trabajos necesarios para complementar el proceso constitutivo de la CELAC. Puesta en marcha Cabe hacer notar, que la primera actividad de la CELAC como tal, tuvo lugar con motivo del 25 Aniversario del Grupo de Río, el 21 de diciembre de 2011, ocasión en que se emitió la primera declaración especial consensuada, como un testimonio del nuevo foro regional al mecanismo de concertación política creado en 1986, sobre cuyas bases fue establecido. En la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Caracas, Venezuela, el 3 de diciembre de 2011, se puso en funcionamiento la comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Los documentos relacionados con el modo de operar de la CELAC allí adoptados fueron la Declaración de Caracas, el Documento de Procedimientos para el Funcionamiento Orgánico de la CELAC y el Plan de Acción de Caracas. A partir de esa fecha, la Presidencia de la CELAC quedó en manos de Chile, la que dirige sus trabajos con base en una Troika compartida por el país que lo antecedió (Venezuela) y el que lo sucede actualmente (Cuba). La Primera Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC, fue celebrarada en Santiago de Chile, los días 27 y 28 de enero de 2013. Culminada dicha Cumbre, Chile pasó la Presidencia Pro Témpore a Cuba, conformándose una nueva Troika compuesta por Cuba, Chile y Costa Rica (que sucederá a Cuba en 2014). Durante el primer y segundo período (que corresponden a Chile y a Cuba, respectivamente), las Presidencia Pro Témpore se ejercerán por lapsos de un año cada una. Órganos de la CELAC Es bueno tener presente que todas las decisiones en los distintos órganos de la
CELAC, se adoptarán por consenso. El órgano supremo de la CELAC es la Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, la que se reunirá ordinariamente en el país que ostente la Presidencia Pro Témpore (PPT), y en forma extraordinaria cuando la PPT lo determine en consulta con la Troika. En estas reuniones, se definirán las directrices y lineamientos políticos, el establecimiento de prioridades, estrategias y planes de acción para alcanzar los objetivos de la CELAC. Asimismo, se adoptarán decisiones respecto a las relaciones con terceros Estados u otras organizaciones intergubernamentales. Aprobarán cualquier modificación de la estructura o funcionamiento de la CELAC. A continuación se ubica la Reunión de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores, que tendrá lugar dos veces al año o de manera extraordinaria si un Estado miembro lo solicita. Entre sus atribuciones, están la adopción de resoluciones y pronunciamientos sobre temas de carácter regional o internacional; adoptar resoluciones que implementen las decisiones de las Cumbres; adoptar los proyectos de declaraciones y decisiones a ser aprobadas en las Cumbres; coordinar posiciones comunes en foros multilaterales; decidir la conformación de grupos de trabajo; realizar el seguimiento del proceso de unidad e integración, de las decisiones de las Cumbres y del cumplimiento de los planes de acción; fomentar la coordinación y complementariedad entre los mecanismos subregionales. La Presidencia Pro Tempore, es el órgano de apoyo institucional, técnico y administrativo de la CELAC. Entre sus tareas están la de preparar, convocar y presidir las Cumbres, las reuniones de Ministros, de los Coordinadores Nacionales, y coordinar todas las actividades permanentes de la CELAC. Debe instrumentar las decisiones de las Cumbres y de las Reuniones de Ministros de Relaciones Exteriores, hacer su seguimiento, presentar a la Cumbre, a la reunión de Ministros y a la de Coordinadores Nacionales, sus respectivos programas, y preparar los correspondientes documentos de trabajo. Uno de los legados del Grupo de Río es la existencia de una secretaría pro témpore, que queda a cargo del país que ejerce la presidencia de la CELAC, evitando con ello generar burocracias y
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secretarías estables. Como se ha expuesto, la PPT será asistida por una Troika. Los Estados miembros se vincularán con la Presidencia Pro Témpore, por medio de los Coordinadores Nacionales. Éstos se reunirán al menos dos veces al año, normalmente en el país que ostente la PPT. La reunión de Coordinadores Nacionales prepara las reuniones de Ministros, elabora proyectos de declaración y de decisión, etc. Los Coordinadores Nacionales, deben coordinar los temas de interés de la CELAC y preocuparse de la implementación a nivel interno de las decisiones de los órganos de la CELAC. Para que la CELAC pueda emitir con celeridad un pronunciamiento en casos que merecen una urgente atención, de motu proprio o a solicitud de un Estado miembro, la Presidencia Pro Témpore puede proponer un proyecto de declaración o comunidad a los miembros de la Troika. De contar con su opinión favorable, el proyecto debe ser consensuado por todos los Estados miembros, por medio de los Coordinadores Nacionales, dándose un plazo para ello. También se consideran Reuniones Especializadas, que serán convocadas por la Presidencia Pro Témpore, de acuerdo con lo establecido en el programa de Trabajo Bienal de la CELAC. Vinculación con otras regiones Como el mecanismo representativo de América Latina y el Caribe, y a modo de comenzar con una coordinación más armónica en el relacionamiento con otras regiones, la CELAC ha asumido atribuciones que antes estaban dispersas en la región. Cada dos años, se realizaba la Cumbre de América Latina y el Caribe con la Unión Europea (ALC/UE). A partir de su puesta en marcha, la CELAC asume la responsabilidad de ese importante encuentro. De ese modo, la Cumbre CELAC/UE tuvo lugar el 26 de enero de 2012, en Santiago de Chile, aprovechando que la I Cumbre de la CELAC, se realizaría en la capital Chilena. La CELAC continuará con el mecanismo de diálogos que llevaba a cabo con otros países y grupos de países, con motivo de la Asamblea General de Naciones Unidas. Relación con mecanismos subregionales Como se ha afirmado, entre las atribuciones de la CELAC, está el promover la coordinación y la sinergia entre los organismos e instituciones subregionales. Se trata de un punto importante, por la cantidad
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de mecanismos subregionales existentes, respecto de los cuales no todos tienen claro sus funciones ni si se sobreponen en sus objetivos y actividad. Debe tenerse presente, que la CELAC es el único mecanismo que cubre a toda la región y solo a la región. A un nivel subregional, observamos diversos organismos que van de un mayor a menor nivel de complejidad: la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), que cubre a todos los países de América del Sur; el Sistema de Integración Centroamérica (SICA), que une a los países centroamericanos; la Asociación de Estados del Caribe (AEC), que incluye a países del Caribe y del continente americano; la Comunidad del Caribe (CARICOM), donde se vinculan estrechamente los Estados caribeños anglófonos, más Haití y Surinam. Está el Mercado Común del Sur (MECOSUR), conformado inicialmente por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, a los que se ha unido recientemente Venezuela, en el que varios países sudamericanos tienen la condición de Estados asociados. Asimismo, existe la Comunidad Andina (CAN), conformada por cuatro países sudamericanos. Luego encontramos agrupaciones de países que se han relacionado en virtud de diversas razones, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), la Alianza del Pacífico, e instituciones y agrupaciones de diversa índole y conformación. La CELAC – como mecanismo regional principal y único –, debe promover la coordinación, la cooperación, la articulación, la complementariedad y la sinergia entre ellos. Perspectivas En el año 2012, la CELAC comenzó a dar sus primeros pasos bajo la conducción de Chile y sus socios de la Troika (Venezuela y Cuba) y con el apoyo de todos los Estados miembros. Este organismo está guiado por sus objetivos prioritarios, sus principios, modalidades de procedimiento, y se regirá asimismo por las decisiones que pueda adoptar la Cumbre de Jefas y Jefes de Estado. La intención es colocar a la CELAC como interlocutor válido en el marco multilateral y frente a otros países, grupos de países y organizaciones internacionales y regionales, en todos aquellos temas que sus miembros así lo decidan. La CELAC podrá hacer declaraciones –bajo la regla del consenso-, en el tratamiento de diversos tópicos de interés multilateral, coordinadas y expuestas por la PPT. La CELAC, es el único organismo regional que puede hablar por todos los países de la región. Esta atribución es muy importante, la que se recoge del Grupo de Río, cuyo país
que ejercía la Secretaría Pro Témpore hacía declaraciones políticas – consensuadas –, en nombre del grupo en diversos temas de relevancia internacional que se examinan en el sistema de Naciones Unidas. El peso de la región se muestra así, de modo importante, en los foros multilaterales. Asimismo, ha sido una tradición del Grupo de Río que se continua, el emitir declaraciones de la CELAC frente a situaciones regionales o internacionales sobre las que se estime conveniente que la región se pronuncie, bajo el procedimiento acordado. Además de los documentos que regulan el funcionamiento de la CELAC, en Caracas los Jefes de Estado y de Gobierno adoptaron una serie de declaraciones y comunicados especiales sobre diversos temas contingentes, entre los que cabe destacar la Declaraciones Especial sobre la Defensa de la Democracia y el Orden Constitucional; el Comunicado Especial sobre las Malvinas, y el Comunicado Especial sobre el Bloqueo contra Cuba. Como se expresaba previamente, otra característica del Grupo de Río que la CELAC mantiene, es la reunión de las Troikas con cancilleres de otros países o grupo de países en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas. De hecho, la primera de ellas se realizó durante el 67 Período de Sesiones de la Asamblea General, en septiembre de 2012. Se trata de reuniones abiertas a todos los ministros de relaciones exteriores de los miembros de la CELAC que deseen asistir. En cuanto a evitar la duplicidad e ineficacia de los organismos regionales, la CELAC misma dio el ejemplo al hacer converger en uno solo dos mecanismos regionales (Grupo de Río y CALC), y asumir a la vez una tarea que América Latina y el Caribe manejaba por otro canal, como era la Cumbre ALC/UE, ahora CELAC/UE. Por estar iniciándose la vida de este nuevo organismo regional, la PPT de la CELAC ha buscado ir vinculando a esta comunidad con países relevantes en otras áreas del mundo. La I Cumbre CELAC/UE, es una muestra de ello. Las visitas de trabajo que ha realizado la Troika de la CELAC a India y a China en agosto pasado, donde se desarrollaron, respectivamente, el Primer Diálogo Ministerial entre la Troika de la CELAC e India –en el que se aprobó una Declaración Conjunta- y la Primera
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Reunión de Ministros de RREE de China y de la Troika de la CELAC – donde se emitió un comunicado conjunto –, constituyen en una demostración del interés que tiene por acercarse de modo efectivo a países emergentes y de peso para nuestra región. Por otro lado, además del primer encuentro que tuvo la Troika de la CELAC con el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia el 28 de septiembre de 2012, en Nueva York –donde se aprobó una Declaración Conjunta -, la invitación que hiciera el Presidente de Chile al Presidente de la Federación de Rusia para sostener una reunión cumbre con los líderes de la CELAC en Santiago de Chile en 2013, destaca la importancia que nuestra región le otorga a su relación con este país euroasiático. Con la puesta en marcha de la CELAC se subraya, como lo expresa uno de sus postulados, la necesidad de contar con un espacio regional propio que consolide y proyecte la identidad latinoamericana y caribeña, con base en principios y valores comunes, entre los que se cuentan el respeto al derecho internacional, la igualdad soberana de los Estados, el no uso ni la amenaza del uso de la fuerza, la democracia, el respeto a los derechos humanos, el respeto al medio ambiente, la cooperación internacional, y un diálogo permanente que promueva la paz y la seguridad regionales. Se hace camino al andar. Y la CELAC deberá ir avanzando en este sentido, teniendo como bagaje histórico todo lo positivo obrado por el Grupo de Río y, como desafío, el constituirse en un mecanismo que pueda reflejar con claridad las realidades y los intereses de los países que lo conforman en el concierto internacional. La CELAC, es la más alta expresión de voluntad de unidad en la diversidad, donde en lo sucesivo se fortalecerán los vínculos políticos, económicos, sociales y culturales de América Latina y el Caribe, basándose en una agenda común de bienestar, paz y seguridad para sus pueblos, a objeto de consolidarse como una comunidad regional en toda su dimensión.
Gobierno Bolivariano de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores
Embajada de la Rep煤blica Bolivariana de Venezuela en la Federaci贸n de Rusia