Tarea de sistema de mercado

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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA FACULTAD DE HUMANIDADES CURSO: INTRODUCCIÓN A LA ECONOMIA TERCER SEMESTRE, SECCIÓN “B” CATEDRÁTICO: Lic. RONALD MARTINEZ

EL SISTEMA DE MERCADO Estudiante: Ingrid Dinora Hernández López Carne: 5971-13-11443

Jutiapa, septiembre de 2014


TABLA DE CONTENIDOS INTRODUCCIÓN JUSTIFICACIÓN EL SISTEMA DE MERCADO ESPECIALIZACION E INTERCAMBIO EL SIGNIFICADO DE LOS PRECIOS EN EL MERCADO EL SISTEMA ECONÓMICO IMPERANTE EN EL MUNDO Y QUE INFLUYE EN NUESTRA ECONOMIA LAS FUNCIONES DEL ESTADO Y LA ECONOMIA MIXTA EL SISTEMA IMPOSITIVO EN NUESTRO PAIS CONCLUSION BIBLIOGRAFIAS

INTRODUCCIÓN Es muy importante conocer sobre el sistema de mercado, no todas las sociedades adoptan o contienen un sistema de mercado, todas las sociedades existentes hacen uso de los mercados, un sistema de mercado es un sistema de coordinación de las actividades humanas a escala de toda una sociedad que procede no mediante un sistema de órdenes centralizadas sino vía las interacciones mutuas en forma de transacciones. En los sistemas de mercado los individuos no siguen sus propios y particulares caminos, sino que se encuentran ligados mutuamente en la persecución de sus objetivos a través de sus interacciones en los mercados, El sistema de mercado es, al igual que el Estado, un método para controlar y coordinar el comportamiento de la gente. También es muy importante conocer el significado de los precios en el mercado. El precio es el valor en dinero en que se estima el costo de algo, sea un producto, bien o


servicio, Dependiendo de la demanda de un producto, el precio que se le ha asignado puede bajar o subir, entre los precios se encuentran : el precio de un monopolio es

en cada ocasión el más alto que se puede conseguir. El precio natural, o el precio de la libre competencia, por el contrario, es el más bajo que se puede tomar. La economía mixta se sitúa a medio camino entre los sistemas de economía de mercado y de planificación centralizada, tratando de aprovechar las ventajas de ambos sistemas, aunque en la práctica ha sido inevitable heredar sus defectos. En la actualidad, las funciones fundamentales del Estado en un sistema de economía mixta son las siguientes: -Establecer el marco jurídico-institucional: Sin la existencia de unas reglas y normativas básicas no sería posible que las familias y las empresas pudieran desarrollar sus actividades sin que nadie se viera perjudicado. -Suministrar bienes públicos: La sociedad considera que bienes como la sanidad o la educación deberían estar al alcance de todos. -Redistribuir la renta: ya que todas las personas no nacen con las mismas oportunidades o capacidades.

JUSTIFICACIÓN Esta investigación fue realizada con el fin de conocer más sobre los sistemas de mercado y otros temas relacionados con el mismo, como por ejemplo el significado de los precios y las funciones del Estado en la economía mixta. El propósito es que de esta forma conozcamos más sobre la economía del país y como todo está relacionado siempre con el sistema económico. Si conocemos a fondo los diferentes temas del mercado se nos hará más fácil saber cómo está la economía del país.


EL SISTEMA DE MERCADO Los cambios sociales de escala masiva con los que el siglo XX ha dado paso al XXI han escrito por sí solos el prefacio de este libro. A ellos se debe que buena parte del mundo haya empezado una inesperada transformación. Al menos durante ciento cincuenta años, muchas sociedades se han visto atrapadas en un malhumorado debate acerca de los sistemas de mercado. Hoy tenemos la oportunidad de pensar en esos sistemas de una forma más clara y desapasionada, lo cual se debe a que los ideólogos del mercado se han dado cuenta de que hay poco que temer del comunismo, por lo que, consecuentemente, pueden permitirse abandonar sus barricadas ideológicas y hablar seriamente del mercado y sus problemas. Por otra parte, los ideólogos socialistas se han dado cuenta de que aspirar a una sociedad mejor no es suficiente: han de enfrentarse a las complejidades de construirla. Ahora bien, incluso con esos datos a favor, no será fácil debatir coherentemente sobre el mercado … Por ello, uno no encuentra un amplio intercambio intelectual acerca del sistema de mercado entre los economistas, quienes en su mayoría lo admiran, y aquellos otros académicos de campos como la historia, la literatura y la filosofía que, como el filósofo y sociólogo Jürgen Habermas, enjuician con dureza las consecuencias de un sistema de mercado para valores como la libertad, la racionalidad y la moralidad. ¿Qué es un sistema de mercado? En primer lugar, necesitamos trazar una distinción entre sistema de mercado y mercado. Si bien no todas las sociedades adoptan o contienen un sistema de mercado, todas las sociedades existentes hacen uso de los mercados. Paseando por una calle ya fuera en la China maoísta o en la Unión Soviética, cualquier distraído visitante habría visto mercados de bienes de consumo y de servicios como los de peluquería o de reparación de bicicletas. Y es que, efectivamente, dondequiera que la gente paga de modo usual a otra gente para que haga algo —sea cantar una canción o cavar para extraer carbón— esos intercambios constituye mercados. Y sin embargo, pese a lo común de esos intercambios en la China maoísta o en la Unión Soviética, de ninguna de esas sociedades podía decirse que fuesen sistemas de mercado, puesto que un sistema de mercado existe solamente cuando los mercados proliferan y se interrelacionan unos con otros de una forma muy particular. El sistema de mercado organiza y coordina las actividades humanas no a través de la planificación estatal sino mediante las interacciones mutuas de los compradores y vendedores. No basta que la gente compre y venda para que exista un sistema de mercado, se requiere asimismo que sean sus compras y ventas las que coordinen la


sociedad y no una autoridad central. Y esto nos permite dar una definición del sistema de mercado suficientemente útil para nuestros propósitos inmediatos: un sistema de mercado es un sistema de coordinación de las actividades humanas a escala de toda una sociedad que procede no mediante un sistema de órdenes centralizadas sino vía las interacciones mutuas en forma de transacciones. Tres son los tipos de mercados más habituales: los mercados de trabajo, los mercados agrícolas, y los mercados para los bienes y servicios que la industria ofrece a los consumidores. Pero para que un sistema de mercado funcione son necesarios dos tipos de mercado menos evidentes. Son, por un lado, los mercados de bienes y servicios intermedios producidos para el uso de otros productores; y por otro, los mercados de capital, y específicamente, los mercados de préstamos, acciones y otros tipos de activos de inversión. En estos dos tipos de mercados, los participantes ya no son gente común y corriente sino empresarios, empresas o instituciones financieras. Las dimensiones del sistema de mercado El sistema de mercado es, al igual que el Estado, un método para controlar y coordinar el comportamiento de la gente … Cuando un centenar de trabajadores aparecen en la puerta de una fábrica cada mañana a las 8 de modo enteramente previsible, su aparición no está ordenada por el Estado. Si están allí es porque la promesa de unos pagos monetarios los controla y coordina. ¿Puede ser cierto que el desorden aparente de las actividades de compraventa sea realmente capaz de lograr algo tan profundo y complicado como el control y la coordinación de toda una sociedad? Cualquiera puede percatarse de que el Estado consigue cierta coordinación de una sociedad a escala nacional, pero es mucho más difícil ver como el sistema de mercado hace lo mismo, como en efecto lo hace, tanto a nivel nacional como a escala internacional. En los sistemas de mercado los individuos no siguen sus propios y particulares caminos, sino que se encuentran ligados mutuamente en la persecución de sus objetivos a través de sus interacciones en los mercados. Si realmente les hubiese sido permitido hacer lo que les viniese en gana no habrían conseguido las prodigiosas hazañas productivas que caracterizan a los sistemas de mercado. El que los participantes en los mercados se vean a sí mismos haciendo elecciones libres y voluntarias no niega en absoluto que estén controlados por los procesos de compra y venta. El sistema de mercado de nuestros días no es el laissez-faire de Adam Smith ni tampoco un sistema de mercado ligado a un Estado mínimo. Hoy, el sistema de mercado es un sistema dirigido en el que el Estado es el comprador más importante. De todos los agentes es el que tiene la lista de la compra más larga, incluyendo en ella al ejército, las obras públicas y los servicios de policía y de los funcionarios. También es un oferente a gran escala, aunque muchos servicios — por ejemplo, la educación elemental— no los venda sino que los "proporciona"


así sin más, de modo que en vez de dejar que las fuerzas de la oferta y la demanda fijen los precios, a menudo lo hace él mismo, manteniendo por ejemplo los precios de los productos agrarios altos para ayudar a los campesinos o, por contra, bajando esos mismos precios para combatir el malestar social entre los pobres de las ciudades. De una forma u otra, el Estado subvenciona la mayoría de las industrias… Recoge ingentes fondos para repartirlos a través de los programas de bienestar social. Y, finalmente, es un poderoso y activo agente en la oferta de dinero y crédito vía el control que ejerce sobre el sistema bancario y su propia política fiscal. Algunas de estas actividades estatales son necesarias para que un sistema de mercado florezca, otras son menos valiosas, y las hay que son un entero derroche. Hay algunas que no son otra cosa que rapiñas de los caudales públicos. Sea como sea la evaluación que se haga de ellas, son sin duda parte de la historia de cómo funciona un sistema de mercado. Si bien el debate acerca del sistema de mercado es interminable, vamos a establecer algunos hechos clave sobre él. Así, demostraremos que puede coordinar el comportamiento o las actividades humanas en unos ámbitos y con una precisión sin parangón en ningún otro sistema, institución o proceso social. Pero es asimismo un coordinador rudo y, a menudo, cruel. Es a la vez un aliado y un enemigo de la libertad personal; lo primero porque amplía el ámbito de elección de cada participante en él, y lo segundo, porque elimina algunas de las principales opciones por las que unos individuos libres podrían optar. Ha eliminado muchas y enormes desigualdades históricas pero luego ha introducido otras de su propia cosecha. Consigue unos niveles de eficiencia extraordinarios ya que permite a quienes en él participen hacer elecciones precisas y bien calculadas, pero es por otro lado notoriamente ineficiente a causa de las opciones que ha eliminado. Ha sostenido históricamente el sistema democrático, y así no hay estados democráticos que no sean sociedades de mercado, pero sin embargo ha saboteado un buen número de características ostensiblemente democráticas de esos mismos estados.


ESPECIALIZACIÓN E INTERCAMBIO El esencia, el problema de toda organización económica consiste en atenuar los costes de intercambio para hacer posible la especialización. La dificultad principal es cómo lograr, en un medio en el que la información está distribuida entre los individuos de forma desigual, que unos seres humanos potencialmente oportunistas o aprovechados se comprometan entre sí de forma que les sea posible intercambiarse bienes y servicios y, de ese modo, hacer posible la especialización de sus recursos, considerando además que esta especialización es la única vía disponible para aumentar la riqueza de todos ellos. El caso sobre “La crisis del jabón en la Unión Soviética” y diversos ejercicios de ese capítulo permiten comparar las propiedades que presentan las principales soluciones abstractas del problema, caracterizadas como “mercado” y “política”. Se examina también el papel que representan las organizaciones de ámbito más reducido, prestando atención preferente a las empresas, entendidas como meras formas complejas de contratar. Esencialmente, como nexos contractuales en los que confluyen múltiples propietarios y usuarios de recursos, todos los cuales participan de algún modo en la elaboración y adquisición de un determinado producto o servicio. Simplemente, la actividad de los agentes económicos genera empresas y otras organizaciones, y las dota de personalidad jurídica, cuando realizar intercambios mediante ellas les permite lograr costes menores de los que incurrirían al realizarlos a través de transacciones en el mercado, incluyendo, obviamente, los costes de intercambio que pueda generar la propia contratación organizativa. El hilo conductor del análisis es, pues, el considerar la “organización” de la actividad económica en el mercado y, en particular, las propias organizaciones empresariales como un medio para ajustar los intereses de los participantes en los intercambios económicos y hacer así posible su especialización productiva (Tabla 2.1). Tabla 2.1. Las dimensiones esenciales de las relaciones económicas: especialización, costes de intercambio y salvaguardia Algunos tipos genéricos de relaciones económicas

Comerciales

Bienes intermedios Bienes finales

Laborales

Ventajas de especialización Originadas en la transformación física de los recursos

Producción en Interacción en el equipo equipo Agencia y delegación

Especialización de principal y

Conflictos y costes Soluciones y de intercambio salvaguardias Integración vertical Expropiación de Contratos largo activos específicos plazo Cuasi-rentas Garantía de calidad Reputación Remuneración Gorroneo o residual de la tarea parasitismo de control Esfuerzo subóptimo, Remuneración búsqueda de rentas por rendimiento


Crédito Sociedad Financieras

Dirección

Cooperativa

agente Provisión de Insolvencia recursos de capital Asunción de Acción colectiva riesgos Tareas directivas Esfuerzo subóptimo Asunción de Diversificación riesgos Ausencia de especialización (los trabajadores han de ser capitalistas y ejercer el control)

Garantías reales Contratación relacional Mercado de control Paliativos opuestos a la forma cooperativa

EL SIGNIFICADO DE LOS PRECIOS EN EL MERCADO El precio es el valor en dinero en que se estima el costo de algo, sea un producto, bien o servicio. Como tal, proviene del latín pretĭum, que significa ‘precio’, ‘recompensa’. El precio suele medirse por unidades monetarias, a las cuales se les ha asignado un valor específico que varía de país a país, y que son empleadas para en la compra-venta de bienes y mercancías. En este sentido, el precio refleja la relación de intercambio entre los bienes y servicios accesibles en el mercado, y como tal está sujeto a las leyes de la oferta y la demanda y, en algunos casos, a su regulación por parte de organismos oficiales. Dependiendo de la demanda de un producto, el precio que se le ha asignado puede bajar o subir. Por ello, el precio viene a funcionar como un indicador económico referido a la producción y el consumo de un determinado bien, ayudando a asegurar, de este modo, el equilibrio entre la oferta y la demanda. Por otro lado, la palabra precio es también usual, en el lenguaje cotidiano, para referir la estimación o importancia que se le atribuye a alguien o algo. El precio de mercado es un concepto económico de gran aplicación tanto en aspectos teóricos de la disciplina como en su uso técnico y en la vida diaria. El


concepto es fácil de comprender, el precio de mercado es el precio al que un bien o servicio puede comprarse en un mercado concreto. Sin embargo, el concepto ha dado origen a discusiones tanto técnicas como teóricas en el desarrollo de las ciencias económicas. Esas discusiones van desde la definición de que es un mercado a que se entiende por precio, dificultades que adquieren un auge particular en la microeconomía, ámbito en el cual una de las funciones más importantes de un economista es la determinación de precios que maximicen la ganancia de una empresa. Sin embargo, la problemática también se extiende al ámbito macroeconómico, en el cual cálculos acerca de precios juegan un papel central en la determinación del hipotético equilibrio económico. Históricamente, la escuela clásica consideraba que existen dos “precios de mercado”:1 el que se debe a la competencia (o precio natural) y el que se genera sin competencia (o precio monopólico). En las palabras de Adam Smith: "El precio de un monopolio es en cada ocasión el más alto que se puede conseguir. El precio natural, o el precio de la libre competencia, por el contrario, es el más bajo que se puede tomar, no de hecho en cada ocasión pero sobre un tiempo considerable. El uno es en cada ocasión el más alto que se puede exprimir de los compradores, o el que, se supone, van a consentir dar: el otro es el más bajo que los vendedores generalmente pueden permitirse aceptar, y al mismo tiempo continuar sus negocios.". El "precio natural" depende directamente, en esta visión, del valor de un bien, y ese valor equivale a la "cantidad de trabajo" necesario para producir el bien en cuestión. Esto es conocido como la teoría del valor-trabajo. La asunción general es que, en un mercado libre y dado que hay competencia, los precios de mercado disminuyen al límite posible: el del coste de producción. Consecuentemente, desde este punto de vista, el precio de mercado de un bien o servicio depende de la producción u oferta (ver: Ley de Say). Si, por cualquier motivo ese coste de producción cambia, el precio de mercado cambiará. 3 Por ejemplo, cuando avances tecnológicos facilitan la producción, disminuyendo los costes, los precios de mercado disminuyen. Lo anterior implica que, asumiendo competencia, los productos son intercambiado por otros a una cierta "tasa de cambio" fija en el corto y/o mediano plazo,4 cualquiera sea la moneda que escojamos para expresar esa relación: la tasa está determinada por la "cantidad de trabajo" o valor de los bienes en cuestión. Eso es conocido como la neutralidad del dinero: variaciones en la cantidad del circulante sólo afectan precios nominales, sin que tengan ningún efecto sobre las variables reales (cantidad producida y consecuentemente demandada, etc.). Sin embargo esa concepción da origen a una variedad de problemas. Entre esas se encuentra el llamado problema de la transformación: básicamente, cuál sería el cálculo necesario para transformar esa "cantidad de trabajo" (como sea que sea medido) en precio de mercado. Ese problema permaneció irresuelto por mucho tiempo. 6 En la actualidad, y a pesar que el asunto permanece debatido 7 8 muchos consideran, a partir del


análisis de Piero Sraffa9 que la solución es simplemente que no hay tal transformación: el cálculo en términos de "valor" no es traducible a cálculos en dinero: el productor (o capitalista o empresario, etc) no se interesa en producir "valor extra" ni sabe como efectuar el cálculo en esos términos. Eso significa que gran parte del cálculo y análisis económico de los clásicos necesita, por lo menos, ser re-examinado. Aun con anterioridad al análisis de Sraffa la escuela marginalista había propuesto que los precios de mercado dependen principalmente de la demanda: cualquiera que sea el costo o esfuerzo de producir un bien, este solo podrá ser vendido al precio que el consumidor esté dispuesto a pagar. Y ese deseo a pagar depende de la percepción por los consumidores de la utilidad del producto. En este respecto la intención de los marginalistas era, en las palabras de Jevons: "liberarse de la “la teoría del “Fondo de salarios”, la doctrina del valor del costo de producción, la tasa natural de los salarios y otras doctrinas ricardianas erróneas o confusas”.10 Jevons -en acuerdo completo con Menger y otros agrega: "La repetida reflexión y la investigación me han llevado a la opinión, más bien novedosa, que el valor depende por completo de la utilidad." (op, cit). Eje horizontal: Cantidad de bienes.- Línea azul: Utilidad decreciente.- Línea roja: Utilidad total Para explicar las variaciones de precios, los marginalistas introdujeron el Principio de utilidad marginal decreciente (ver "Primera Ley de Gossen). En la visión de Ricardo, por ejemplo, se concibe que los diamantes tengan valor porque algunos trabajan para encontrarlos y transportarlo a grandes distancias. Y, como quiera que eso es no solo difícil y peligroso pero además requiere mucho esfuerzo en relación a los diamantes "producidos", estos cuestan mucho. En la visión marginalista, mineros buscan diamantes porque hay una demanda por ellos. Pero, en la medida que alguien los posee, disminuye lo que ese individuo está dispuesto a pagar por ellos, consecuentemente el "precio" del diamante no es fijo, depende de cuanto los desee un potencial comprador. De la misma manera, el primer vaso de agua para un sediento vale más que los sucesivos. Y por el mismo principio, los individuos estarían dispuestos a pagar más por una casa para vivir que una para vacaciones. (ver Paradoja del valor) En las palabras de Jevons: "El valor depende solamente del grado final de utilidad. ¿Cómo podemos variar este grado de utilidad? Teniendo una mayor o menor cantidad de la mercancía a consumir. ¿Y cómo tenemos una mayor o menor cantidad?" (Agregando trabajo). Lo que lo lleva a la conclusión que: Así, desde este punto de vista. El precio "estable" de mercado es el punto en el cual la utilidad marginal comienza a divergir de la "utilidad total". Ventas menores que eso dejan demanda insatisfecha e implican que la empresa no ha vendido tanto como podría. Ventas superiores a las determinadas por ese punto implican perdidas: ya sea no todo lo producido será vendido o se venderá a precios menores a los posibles. Marshall denomina precio natural de cualquier bien o servicio al que se encuentra en el punto en el cual las hojas de la tijera de la oferta y la demanda se cruzan. (ver op. cit).


Lo anterior implica que el "precio natural" es el "precio estable" de mercado pero transformado en precio de "mercado estable": aquel en el cual el mercado se vacía, es decir, en el cual todo lo producido se vende y no queda demanda insatisfecha. Esto lleva directamente a la concepción que, a ciertos precios, niveles de producción, etc, el mercado entrara en una situación de equilibrio económico, ya sea parcial (en el mercado de un bien determinado) o general (para todos los bienes). Esta concepción todavía tiene aceptación general — especialmente en cursos introductores a la disciplina — con autores posteriores generalmente introduciendo modificaciones o adecuaciones parciales más que de fondo. En efecto, generalmente se considera que el "problema principal" de la formalización de Marshall es que asume una condición de competencia perfecta. En otras palabras, que tanto la demanda como la oferta son independientes entre sí. A mayor redundancia: una situación en la cual ningún comprador ni ningún vendedor controlan, o tienen el poder para manipular, el mercado. Si ese no es el caso, no se puede decir que el precio determinado por el cruce de las líneas de la oferta y la demanda es el precio estable a largo plazo o "precio natural en un mercado libre." Por otra parte tampoco es el caso que se está una situación de control monopólico tal como el expuesto en el análisis de Jevons. La situación real es que se está en una condición de competencia imperfecta. Autores tales como Joan Robinson14 y otros introdujeron el análisis de determinación de precios de mercado en condiciones de oligopolio y oligopsonio, con teorías y modelos tales como la Teoría de la Competencia monopolística,15 la Competencia de Stackelberg y el Teorema de la telaraña, etc.

EL SISTEMA ECONÓMICO IMPERANTE EN EL MUNDO Y QUE INFLUYE EN NUESTRA ECONOMIA De acuerdo a la economía clásica, las personas aspiran a maximizar sus ganancias por motivos egoístas. El filósofo británico del siglo 17, Thomas Hobbes, lo expone de esta manera: “Se presume que, naturalmente, cada hombre busca lo que es bueno para sí mismo, y lo que es justo, sólo por la paz, y accidentalmente.”[1] Esa mirada, la cual todavía prevalece, afirma que el comportamiento social es meramente un resultado del interés, y que nuestros ancestros hicieron tratados sociales sólo por los beneficios a los que aspiraban, y no por haberse inclinado a acompañarse mutuamente. En la última década, ha emergido una nueva escuela, conocida como la “economía del comportamiento”. Esta nueva escuela se enfoca en el


comportamiento humano práctico, en lugar de mercados de fuerzas abstractos, y contempla al comportamiento como un medio para entender la manera en la que tomamos decisiones financieras. La economía del comportamiento describe la naturaleza y el poder de las relaciones humana, sus colaboraciones, y muestra la extensión de las tendencias y las percepciones fundamentales de la economía humana basada en valores de mutualidad. La crisis global actual y los intentos fallidos por resolverla podrían significar que la respuesta a los desafíos con los que la humanidad debe lidiar en la actualidad yace en esos nuevos canales de búsqueda. Por cierto, hasta ahora todos los intentos por resolver la crisis han fallado. Las reducciones de la tasa de interés, los rescates financieros, los programas de expansión, y el incremento del déficit gubernamental están basadas en la economía clásica. Este acercamiento se basa en una sumatoria de jugadas monetarias (reducciones en la tasa de interés primaria) y planes fiscales (la expansión del presupuesto gubernamental, bajas impositivas y así sucesivamente). La intervención de los gobiernos y los bancos centrales tenían como objetivo volver a equilibrar el mercado, y la imposibilidad de lograrlo sugiere que es tiempo de reemplazar el paradigma económico existente por completo. El nuevo paradigma debe elevarse un nivel y mostrar que el problema, y por lo tanto la solución también, están en el ámbito de las relaciones y conexiones humanas. La economía del comportamiento marca una nueva dirección, un nuevo tipo de solución para la crisis Si entendemos el impacto crítico que ejerce la naturaleza de las relaciones interpersonales sobre la economía, comprenderemos el tipo de sistema económico que debemos construir con el objeto de que desempeñe sus roles efectivamente, manteniendo la estabilidad. Cuando el sistema económico y financiero se adapte al mundo global-integral, donde la economía enlaza las fronteras y las empresas, donde las personas dependen las unas de las otras y se afectan entre sí, esto asegurará la estabilidad del sistema socioeconómico. Sólo en ese entonces el sistema evitará sacudones y crisis frecuentes que tomen una cuota pesada de nuestra parte. Las soluciones clásicas a la crisis son inadecuadas. Es por esto que a principios del 2012, el mundo enfrenta una severa crisis económica, la cual es en realidad una continuación de la crisis que comenzó el verano del 2007. Sin embargo, no sólo la economía debe cambiar. Debido a que los sistemas económicos y financieros son reflejos de las relaciones humanas, la comunidad internacional entera es llamada a proveer soluciones que reacomoden el sistema de relaciones humanas. Cuando nuestras relaciones comiencen a cambiar hacia la conexión, la unidad, la cohesión social, el cuidado de los otros, y la garantía mutua, sabremos cómo modificar acordemente el paradigma económico. LAS FUNCIONES DEL ESTADO Y LA ECONOMIA MIXTA La economía mixta se sitúa a medio camino entre los sistemas de economía de mercado y de planificación centralizada, tratando de aprovechar las ventajas de


ambos sistemas, aunque en la práctica ha sido inevitable heredar sus defectos. Este sistema entró en vigor después de la Gran Depresión, que fue provocada por las crisis a las que se exponía continuamente el sistema de economía de mercado. En la actualidad, las funciones fundamentales del Estado en un sistema de economía mixta superan las que tenía asignadas en el sistema de economía de mercado. Estas funciones son las siguientes: -Establecer el marco jurídico-institucional: Sin la existencia de unas reglas y normativas básicas no sería posible que las familias y las empresas pudieran desarrollar sus actividades sin que nadie se viera perjudicado. -Suministrar bienes públicos: La sociedad considera que bienes como la sanidad o la educación deberían estar al alcance de todos, por lo tanto son suministrados por el Estado, ya que la empresa privada no los podría suministrar o lo haría a precios demasiado altos. -Redistribuir la renta: ya que todas las personas no nacen con las mismas oportunidades o capacidades, el sector público trata de corregir las diferencias socioeconómicas para lograr un mínimo nivel de bienestar para todos. -Suavizar la inestabilidad cíclica: Sujeto a la iniciativa privada, el sistema de economía de mercado alterna fases de expansión y fases de recesión, por lo que es responsabilidad del Estado que las transiciones entre ambos tipos de ciclo sean lo más suave posible. Las sociedades de los países ricos, España entre ellos, impulsaron durante el siglo XX el denominado Estado del Bienestar, un caso particular de sistema de economía mixta caracterizado por un alto grado de intervención del Estado en la economía y un elevado gasto social. Esta expresión puede referirse al campo microeconómico —capitales públicos y privados que participan en el accionariado de una empresa—, en el que las decisiones administrativas, la provisión de recursos y el reparto de beneficios se efectúan proporcionalmente al capital aportado por el Estado y los particulares; o al campo macroeconómico, en que el Estado y los particulares comparten responsabilidades en las tareas del desarrollo de un país. El sistema de economía mixta, compatible con la democracia política, convierte al Estado en el representante de los intereses mayoritarios de la población y le encarga, como funciones primordiales en el ámbito de la economía política, planificar, gestionar algunas áreas de la economía a través de sus propias empresas (cuando la seguridad del Estado, la defensa de la economía popular o la limitación del poder económico de las personas particulares lo requiera), hacer inversión pública en los sectores claves de la economía, regular el proceso económico general, promover el desarrollo, dirigir la política monetaria y beneficiar a los sectores más pobres por medio de la distribución del ingreso, la seguridad social, la educación y los servicios públicos. No obstante eso, me declaro partidario de la economía mixta como sistema para afrontar la actual crisis económica mundial. Ni el “Estado megalómano” ni el “Estado desertor”: que el gobierno y las empresas privadas compartan responsabilidades en el desarrollo. Que se combine la planificación estatal con las libres decisiones de los productores particulares y que un dinámico sector


privado coordine sus acciones con un eficiente sector público, para que ambos compartan responsabilidades en las tareas del <desarrollo. Dentro de este esquema, el gobierno debe regular los principales precios de la economía, que no pueden quedar librados a las maquinaciones del mercado: el precio del trabajo que es el >salario, el precio del dinero que es el >interés, el precio de las <divisas que es el >tipo de cambio y los precios de los artículos de consumo masivo así como de aquellos en cuyo intercambio no esté asegurada la libre competencia. Por lo ocurrido en los últimos años de la experiencia latinoamericana —y aun mundial— he llegado a la conclusión de que el sistema de mercado tanto como el de estatificación de la economía ha demostrado ser ineficientes. El uno ha fallado por el flanco de la equidad social y el otro por el de la eficacia económica. Hay que buscar un nuevo camino para el desarrollo, combinando las cualidades de ambos sistemas, esto es, las virtudes del mercado y las de la planificación. De este modo pueden complementarse, en forma dinámica y creativa, los mecanismos estatales y los de la libre competencia para alcanzar las metas del progreso social.

EL SISTEMA IMPOSITIVO EN NUESTRO PAIS El sistema Tributario es el nombre aplicado al sistema impositivo o de recaudación de un país. Consiste en la fijación, cobro y administración de los impuestos y derechos internos y los derivados del comercio exterior que se recaudan en el país, además administra los servicios aduanales y de inspección fiscal. La tendencia universal es a que haya varios impuestos y no uno solo. Podemos resumir que un sistema es conjunto de impuestos que rigen en un país en un determinado momentos. Desde un punto de vista normativo (lo que debe ser), un sistema tributario cumple ciertos requisitos para ser una estructura tributaria idónea. Un sistema tributario debe estar diseñado para atender los siguientes objetivos:


Debe permitir alcanzar los objetivos de la política fiscal (máxima equidad posible, menor interferencia posible en la asignación de los recursos de la economía y promover la estabilidad y el crecimiento económico)

Minimizar los costos del sistema, ya sean los que incurre el contribuyente como los de la administración fiscal (la organización estatal dedicada a la percepción y el control impositivo)

Lograr un rendimiento fiscal adecuado, lo que implica alcanzar una recaudación en función de los objetivos propuestos, tanto desde el punto de vista del financiamiento del gasto público como de incidir en la economía. PRINCIPALES ELEMENTOS QUE INTEGRAN LOS IMPUESTOS. Sujeto activo: Es el estado en términos generales y por delegación a algunas entidades públicas menores como son las administraciones locales. Sujeto pasivo: Es la persona natural o jurídica que incurre en un hecho sujeto a gravamen. Puede ser el contribuyente que es la persona sobre la que se impone la carga tributaria o el responsable legal que es el que está obligado al cumplimiento material o formal de la obligación. Hecho imponible: Circunstancia cuya realización origina una obligación tributaria. Base imponible: Magnitud de dinero, producto o cualquier otro signo que cuantifique el hecho gravado. Métodos para determinar la base imponible. Estimación directa: Se apoya en tres elementos fundamentales: Declaración Jurada. Comprobaciones Sanciones. LOS INGRESOS PÚBLICOS SE CLASIFICAN EN: INGRESOS ORDINARIOS Y DERIVADOS: Son aquellos que tienen su origen en el propio patrimonio del Estado, como consecuencia de su explotación directa o indirecta. Los derivados son aquellos que el Estado recibe de los particulares, es decir que no provienen de su patrimonio. Por exclusión son ingresos derivados todos los que no tienen la categoría de ingresos originarios.


INGRESOS ORDINARIOS Y EXTRAORDINARIOS: Son ordinarios aquellos que se perciben regularmente, repitiéndose en cada ejercicio fiscal y en un presupuesto bien establecido debe cubrir enteramente los gastos ordinarios. Por otro lado los extraordinarios son aquellos que se perciben solo cuando circunstancias anormales colocan al estado frente a necesidades imprevistas que le obligan a erogaciones extraordinarias como sucede en casos de guerra, epidemia, catástrofe, déficit, etc. INGRESOS TRIBUTARIOS Y NO TRIBUTARIOS: Los tributarios son los que obtiene el estado a través de su poder de imperio que cuenta con la facultad de exigir determinados recursos al particular, es indispensable dejar asentado que toda imposición a los particulares podrá tener el carácter de exacción tributaria, ya que existe otros tipos ingresos que a pesar de ser impuestos por el poder soberano, no tiene estas características, caso particular lo constituyen las multas, que no obstante representar ingresos para el Estado su imposición tiene como antecedentes un hecho ilícito y su finalidad es, ante todo, ejemplificativa y aflictiva. Sobre los Ingresos no tributarios, por exclusión podemos decir que son el que el Estado no utiliza el Poder Tributario para poderlos obtener, así tenemos por ejemplo: Los ingresos Patrimoniales y a los ingresos Crediticios. Como ingresos Patrimoniales se tiene a los productos, a los aprovechamientos, incluidos también en esta clasificación, son los recursos obtenidos por Organismos Descentralizados y Empresas de Participación, al ser ingresos que son producto de la propia riqueza del Estado y que forman parte de su patrimonio.

Los ingresos Crediticios, son todos aquellos con el carácter de préstamos, los cuales el Estado obtiene a través de financiamientos tanto internos como externos o por la emisión de bonos de cualquier denominación, pero que siempre presentan las características que son reembolsables. TIPOS DE IMPUESTOS El sistema Tributario lo integran los siguientes impuestos. •

Impuesto a la ganancia o utilidades

Impuesto al valor agregado


Impuesto sobre ingresos personales

Impuesto sobre ventas.

CONCLUSIONES

Es muy importante conocer sobre el Sistema de Mercado ya que el sistema de mercado organiza y coordina las actividades humanas no a través de la planificación estatal sino mediante las interacciones mutuas de los compradores y vendedores. Conocer el significado de los precios en el mercado es de gran importancia porque así nadie podrá engañarnos sobre ello. Porque en mucha ocasiones por la falta de conocimientos sobre las cosas muchas personas tienden a engañarnos.


Las funciones del Estado y la economía mixta son temas de debemos conocer muy a fondo. El sistema de economía mixta, compatible con la democracia política, convierte al Estado en el representante de los intereses mayoritarios de la población y le encarga, como funciones primordiales en el ámbito de la economía.

BIBLIOGRAFIAS

http://www.esi2.us.es/~mbilbao/mercado.htm http://es.wikipedia.org/wiki/Precio_de_mercado http://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_de_mercado http://elrincondela-economia.webnode.es/cronologia/sistema-de-economia-mixta/



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