EXP. 3455-D-2001 PROYECTO DE LEY Artículo 1°. A partir de aprobada la presente ley, rebájanse las dietas de los diputados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al monto del salario mensual de un trabajador docente del distrito, de doble jornada, con veinte años de antigüedad: $ 1.200 (un mil doscientos pesos). Artículo 2º. El ahorro producido por la antedicha rebaja será destinado exclusivamente al otorgamiento de subsidios para paliar la situación de los jefes y jefas de familia desocupados de la Ciudad. Artículo 3º. Se insta a la Cámara de Diputados de la Nación y a todas las legislaturas provinciales a rebajar las dietas de sus diputados adoptando un criterio equivalente. Artículo 4°. Comuníquese, etc.
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FUNDAMENTOS Sra. Presidenta: Los diputados de la Ciudad percibimos actualmente un haber mensual bruto de $ 6.446 (seis mil cuatrocientos cuarenta y seis pesos). Dicho monto equivale a más de 6 veces la canasta familiar básica ($ 1.030), más de 10 veces el salario promedio ($ 600), unas 43 veces el haber jubilatorio mínimo ($ 150) o más de 53 veces el mal llamado plan "Trabajar" ($ 120). Esta sola comparación evidencia que la dieta legislativa resulta hoy un privilegio intolerable, en un contexto de empobrecimiento y desigualdad social crecientes. Coherentes con esa definición, los legisladores de izquierda retenemos de dicho total sólo el equivalente a un salario, destinando el grueso a contribuir con los fondos de huelga y a la solidaridad efectiva con las diversas luchas y reclamos obreros y populares. Por otra parte, la semana pasada el gobierno nacional de la Alianza UCR-Frepaso y su ministro Domingo Cavallo, con el aval del PJ, han descargado un brutal ajustazo con un recorte del 13% de los salarios y jubilaciones. Su objetivo explícito es cumplir puntualmente con el pago de la deuda externa, como ordenan el FMI y los banqueros. Pero ante el fuerte y legítimo repudio popular, los diputados y senadores pretenden mostrar que acompañan ese "sacrificio" y por eso ahora hablan de reducirse las dietas… ¡un 10%! Ese "recorte" no es más que una nueva hipocresía para tratar de pasar el ajuste. Como venimos sosteniendo desde Izquierda Unida y otras fuerzas, es preciso rebajar sustancialmente las dietas, por ejemplo al nivel de un sueldo docente. Como ya se vio con la ley de reforma laboral, aprobada mediante coimas en el Senado y aún no anulada, es falso que las dietas altas aseguren que no haya corrupción. A la vez, en total oposición al criterio oficial, proponemos que lo ahorrado no se utilice para pagar la deuda externa sino cumplir con para la deuda interna, como parte de un fondo destinado a los jefes/as de familia desocupados. Desde ya, la reducción de dietas propuesta no intenta sustituir a un conjunto de medidas económicas de fondo, tanto en la Ciudad como a nivel nacional, imprescindibles para salir de la crisis: no pagar la deuda externa, reestatizar las empresas privatizadas, poner fuertes impuestos a los monopolios… Pero al menos servirá para que todos los diputados vivan en condiciones materiales similares a las del grueso de la población que pretenden representar. Y de ese modo, mes a mes, quizás puedan acercarse a una comprensión más directa y concreta de sus necesidades y urgencias.
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