El significado de la adolescencia. Los adolescentes experimentan una enorme transformación biológica y psicosocial en su transición de la niñez a la edad adulta. Padecen cambios en múltiples niveles: de identidad, en su imagen corporal, en su capacidad reproductiva, en su sexualidad, en sus necesidades emocionales, etc. El adolescente del siglo XXI está inmerso en una crisis de identidad consigo mismo y con el entorno. Por un lado, tiene problemas para encontrarse a sí mismo, demostrarse independiente y con un papel en la sociedad y, por otro, para explorar el mundo exterior y adoptar nuevas formas de pensar y de sentir. En nuestra cultura occidental el joven requiere grandes períodos de preparación hasta incorporarse al mundo laboral y se mantienen en un período de moratoria en el que no se es un niño pero tampoco se es un adulto y no encaja bien en ninguno de los dos mundo. Nuestros adolescentes viven en esta etapa de una forma indefinida, angustiados, intentando resolver multitud de problemas y buscando su lugar, es decir, buscando su identidad. Salir del nido, acabar los estudios, encontrar trabajo, independizarse,... dar los pasos que hacen que una persona traspase la línea entre juventud y madurez nunca ha sido fácil pero en estos momentos de crisis aún es más difícil porque también los jóvenes entre 18 y 30 años, la sufren. Nuestro jóvenes están en crisis y la adolescencia es ahora, tal y como afirma Castells (2009), "una edad dilatada e indefinida con una incorporación laboral, una escolarización y una especialización demasiado tardías". En la era de la globalización, "la etapa de adolescencia ha perdido su característica definitoria de transitoriedad y ha tomado el rumbo de una juventud social prolongada, postergándose su progreso hacia la condición de adulto" (Gidenns, 2000).
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Se encuentran inmersos en una sociedad abocada al consumismo, a la búsqueda del bienestar y a la evitación de lo incómodo dónde el acceso a la plena inserción laboral se ralentiza muchísimo, surgen nuevas ocupaciones del tiempo libre vinculadas a formas colectivas programadas de evasión y hay una inmersión en un mundo digitalizado dónde el adolescente fomenta la comunicación interpersonal a través de "cyberintermediarios", tecnificándose así sus vínculos relacionales. ● Los ritos de paso propios de la cultura juvenil, que marcan el tránsito a la vida adulta, han ido multiplicándose y disolviéndose, siendo cada vez más inespecíficos, siempre marcados por el grupo de iguales y de una profunda resistencia a la tradición. ● Proliferan los obstáculos u omisiones de las condiciones facilitadoras que podrían satisfacer las necesidades de emancipación social. Los jóvenes demandan una plena inserción a través del trabajo en un mundo en el que la inestabilidad y la movilidad laboral, el rediseño de los puestos de trabajo o la demanda de profesionales pueden conducir a una persistente sensación de incertidumbre psicosociológica. ● En estas circunstancias la adolescencia podría definirse como "un período de vitalidad, efervescencia, ilusión, tristeza y hasta desesperación donde la ropa que se lleva, las modas y los efímeros mitos cobran un valor inusitados" (Urra, 2002). El joven contemporáneo no emigra hacia la condición de adulto en el tiempo en que la naturaleza social parecía dictar como conveniente, sino que permanece en un tiempo de conflictos y en una tierra de nadie. O bien se angustia ante esta necesidad de ubicación que se va dilatando, o bien se adapta haciendo uso de mecanismos distractores, son dos ejemplos: ●
El mal del desánimo de Alícia: con esta etiqueta se podría designar a aquellos jóvenes que quieren madurar y que viven su tiempo de espera como púberes sociales. Se alude a la sensación de desesperanza ante uno mismo en un mundo cambiante, con reglas absurdas y rígidas, que mutan vertiginosamente (como en el País de las Maravillas). Se vive en perpetuo estado de adolescente del que al joven le interesa salir, aunque se pierde en un laberinto donde los caminos no parecen conducir a ninguna parte (como en el diálogo de Alicia y el Gato). Y por el acceso incompleto a posiciones sociales entre la madurez biológica y la social el post-adolescente se siente en un cuerpo social de púber mientras tiene un cuerpo físico de adulto.
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El mal de Peter Pan, esto es, el diagnóstico de jóvenes que no quieren madurar y vivir como adultos. Se les acusa de su propia situación de ambivalencia y se apela a su disposición acomodaticia. Los etiquetados así suelen (re)crean su mundo de ilusiones, como en el cuento, en el que la diversión y los destellos fulgurantes parecen no tener fin. Se inventan sus propias necesidades y se afanan en satisfacerlas para lo que cuentan con suficientes formas de distracción.No desean un regreso al futuro, sino que el tiempo parezca detenerse, de modo que se desea permanecer en un estado de eterna adolescencia (auto)impuesta.
BIOLOGÍA
PSICOLOGÍA
ÁMBITO SOCIAL
ADOLESCENCIA TEMPRANA 10 – 13 AÑOS ● Maduración puberal. ● Desarrollo de las características sexuales secundarias al final de este periodo. ● Pensamiento abstracto cognitivo desarrollado con una limitada capacidad de análisis. ● Omnipotencia e invulnerabilidad. Perspectivas de futuro limitadas. ● Rebelión contra los padres, principalmente por regaños y discusiones. ● Etapa para fantasear y soñar.
ADOLESCENCIA MEDIA 13 – 17 AÑOS ● ● ● ●
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Interés y experimentación con el propio cuerpo.
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SEXUALIDAD
Cambio continuo hacia un cuerpo de adulto. Cambios en la composición corporal y metabolismo. ¿Quién soy yo? Pico máximo del desarrollo de la identidad. Implicación romántica.
ADOLESCENCIA TARDÍA 17 – 23 AÑOS ● Imagen de cuerpo de adulto. ● Composición corporal adulta.
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La aceptación de sus compañeros es su principal preocupación. ¿Estoy bien? Juego de roles y fase de exploración para encajar. Citas y encuentros sexuales.
Implicación romántica. Coqueteo y juegos sexuales.
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Desarrollo cognitivo como los adultos El futuro se convierte en real. La planificación a largo plazo es posible. Son autocríticos. Las relaciones íntimas cobran importancia. La planificación vocacional se vuelve realista. Preocupación por los resultados a largo plazo de enfermedades crónicas. Desarrollo de relaciones amorosas estables.
Identidades en tiempos de globalización (características) Para García Canclini[1], más allá de la modalidad de incorporación a la globalización de cada Estado-Nación, este nuevo escenario, nos obliga a una revisión de la escena sociocultural que, entre otros, elementos incluye: i)La reelaboración de lo “propio”, “debido al predominio de los bienes y mensajes procedentes de una economía y una cultura globalizadas sobre los generados en la ciudad y la nación a las que se pertenece”; ii). La redefinición del sentido de pertenencia e identidad, “organizado cada vez menos por lealtades locales o nacionales y más por la participación en comunidades transnacionales o desterritorializadas de consumidores” (los jóvenes en torno del rock, la MTV, etc.). iii) . Los niños de entre siete y 12 años que viven en Buenos Aires pasan entre una y cuatro horas frente al televisor, según una encuesta realizada por el canal de cable infantil Nickelodeon en 1999.[1] En consecuencia, la cantidad de horas que niños y jóvenes dedican a ver televisión[2] y el carácter doméstico de esta actividad, nos acerca a la conceptualización de “parafamiliar mediático” que hiciera Eva Giberti[3]. Es decir, nos enfrentamos a un mundo en formato video que nos dota de afectos y conocimientos en sustitución del viejo mundo real en retirada.
iv). Emergen las dificultades de los docentes para concitar y retener la atención de los alumnos, que aparecen como desmotivados y desinteresados, derivando en fracasos y deserción. Pensamos que detrás, se hallan razones de formato, tanto como de contenido. Atravesados los alumnos por la cultura del zapping y el clip, por un mundo de imágenes y pantallas con su lenguaje icónico, por la lógica hipertextual en sustitución de la secuencial. v). Tradicional aparece la lógica de los hipertextos y las hipermedias, que trabajan en formas de redes. Al lenguaje del texto se lo enfrenta con el lenguaje de la imagen. La imagen y el hipertexto remiten a un nuevo canon. La imagen con su pregnancia e inmediatez, que dificulta la toma de distancia y el hipertexto que liquida el proceso secuencial serial por un protocolo de acceso en paralelo a múltiples opciones de registros. vi). Aparece la experiencia se sostiene en formato de clip, y entre videojuegos, el hipertexto, la hipermedia, la instantaneidad, y con ellas una nueva noción de tiempo y de espacio, hay que pensar en desarrollar nuevos procesos reflexivos porque asistimos a nueva forma de organizar y construir el mundo. vii). Ingresan a ella portando su propio saber, sus códigos y su cultura de la calle. Otra modalidad de cruce entre culturas juveniles y cultura escolar. viii). La robotización primero y la informatización después, modificaron radicalmente el campo del trabajo, la productividad, la gestión, exigiendo nuevos saberes de mayor calificación; achicaron el mundo a un espacio único y a la mano, con su diversidad de mensajes a nuestro alcance: culturas, modas, conflictos y posibilidades de ser, tan cercanos como una especie de patio virtual en nuestra propia casa. ix). La proporción de jóvenes y adolescentes creativos y creadores que diseñan y construyen herramientas informáticas interactivas es sorprendente, tanto como la explosión de páginas web (y soft) desarrolladas por adolescentes y preadolescentes. x).Para ellos, el ciberespacio es la nueva frontera que representa algo muy parecido a la libertad que imaginan en su cultura de la nocturnidad. xi). Otros aspectos de relevancia para la socialización de los navegantes es que la información se encuentra –y circula- libremente en internet, lo que incluye información relevante para el desarrollo de la ciudadanía juvenil, como ayudas de orientación vocacional y para la formación profesional, la protección frente a las relaciones sexuales, el aborto, etc., pero también, pornografía, drogas, métodos de infligir violencia, y tanto más.
[1] MARGULIS, Mario. 1994.
[1] "La Asociación para la Alfabetización Audiovisual (AML), con sede en Toronto señala que poco antes de terminar la educación secundaria un estudiante pasa unas 11.000 horas adentro de la educación formal, frente a unas 15.000 horas frente al televisor y otras 10.500 horas escuchando
música pop. Además de otras miles de horas dedicadas a otros medios de comunicación, como el cómic, los videojuegos, el cine y la internet". http://www.xtec.es/~jvilches/infoedu/ier18.htm; acceso: 10 de mayo de 2002. [2] Consumo televisivo: hábitos y valoraciones. SOUZA, María Dolores. http://www.sydneyforum.com/conf_papers/maria_dolores_souza_spanish.rtf. Acceso: 10 de mayo 2002 [3] Se trata del surgimiento de una nueva institución con "vivencia de familiaridad" y hasta de parentesco, originada por la sistematicidad y periodicidad de la presencia de ciertos personajes radiales y/o televisivos: locutores, animadores, periodistas. En: WAINERMAN, Catalina (comp.). 1994.
[1] GARCÍA CANCLINI, Néstor; 1995.
Realizado por: Profesores del Curso de Generación de Ambientes de Aprendizaje basado en las TIC Ecatepec de Morelos México Febrero 2015.