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pasó y su cumplimiento
bles diagnósticos de la enfermedad personalmente o en su en torno. Por desgracia, no existen datos que puedan compararse en términos de afectación, así que no es posible replicar estos análisis para adultos. En todo caso, la incidencia de la pande mia, si se suman todos los componentes, es baja.
En resumen, sobre la incidencia de la COVID-19 en jóvenes, un 36,8% ha tenido algún familiar o amigo diagnosticado y en tor no al 14% de ellos han perdido amigos o familiares por la pande mia. El 8% dice haber tenido síntomas, aunque apenas algo más del 1% han sido positivo confirmado. Finalmente, si se mira en conjunto la incidencia acumulada de la pandemia en el colecti vo joven, los datos apuntan a un impacto relativamente escaso en términos sanitarios.
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13.2. El confinamiento en la primera ola: Situación habitacional y su cumplimiento
El establecimiento de las restricciones a la movilidad supuso inmediatamente que la población joven, al igual que el resto, pasara a estar confinada en sus hogares. Sin embargo, hubo parte de la ciudadanía que, por estar sola, poder teletrabajar o bien directamente por no tener recursos, cambió el lugar en el que normalmente reside para pasar la clausura. Algunas de estas decisiones se tomaron con antelación a la propia decla ración del Estado de Alarma, pero en otros casos se hizo con posterioridad. Debe recordarse que, al fin y al cabo, muchos jó venes todavía están censados en el hogar de sus progenitores, así que dicha oportunidad estuvo sobre la mesa para bastantes de ellos. Del mismo modo, cuando se clausuraron los centros educativos, especialmente los universitarios, se produjo un re torno a los hogares de origen.
De acuerdo con los datos del Sondeo COVID-19 (INJUVE 2020), un 61,7% vivían con sus progenitores o quienes hacían sus ve ces, un 2,5% con pareja, un 8,4% solos, un 5,3% con amigos o compañeros de piso. Para aquellas personas que no residían en el hogar de sus progenitores, se ha preguntado donde pasaron el confinamiento5 . En todo caso, se ha indagado específicamen te por el periodo en el que no se permitía movilidad ni cambiar
5 Es decir, se ha asumido que los que viven con sus progenitores pasaron allí el confinamiento.
de provincia, para así excluir a aquellos que cambiaron de ubi cación antes del Estado de Alarma (y, por tanto, cumplieron las normas).
Según los datos disponibles, prácticamente un 88% de las perso nas jóvenes pasaron el confinamiento en el lugar habitual de resi dencia. Sin embargo, alrededor del 10% no lo hizo. En este último caso, o bien la persona se marchó a casa de sus familiares o pasó una parte en su residencia habitual y a mitad del confinamiento se desplazó. Sin embargo, este “no cumplimiento” es muy dife rente en función de dónde estuviera el o la joven radicado. En el GRÁFICO 13.4. se presenta la información correspondiente a dónde pasó cada joven el confinamiento (si no residía habitual mente en el hogar de sus progenitores) dividido en función de dónde residía cuando se decretó el Estado de Alarma:
GRÁFICO 13.4. Dónde se pasó el confinamiento según residencia habitual (porcentaje)
100,0 90,0 80,0 70,0 60,0 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0
Solo Pareja Piso compartido Residencia Casa otros
Otras Parte en residencia habitual, otra con familia Casa de padres o familiares En el domicilio que resido habitualmente
Fuente: Sondeo COVID-19 (INJUVE 2020)
Como se puede comprobar, el dibujo es matizado cuando se considera el contexto residencial del joven. De las personas que
vivían en pareja, el 95% pasó el confinamiento con ella y solo el 3,5% se fue a pasarlo con sus padres o quienes hacen sus veces. Sin embargo, de las personas que vivían solas, el 16% se fue a pasar el confinamiento a casa de sus progenitores, incrementán dose el porcentaje hasta el 23% para aquellos que vivían en un piso con compañeros. Por lo tanto, la vuelta al hogar de los pro genitores o de quienes hacían sus veces fue más habitual para escapar de escenarios de soledad, o bien de las ciudades, en tornos de estudio o lugares de trabajo habitual. El porcentaje más elevado de transgresión del confinamiento para regresar al hogar de los padres se dio entre los que vivían en residencias de estudiantes: solo uno de cada tres permaneció en estos estable cimientos. Se trata por tanto de un comportamiento atribuible, en buena medida, al paso al formato online de la actividad lecti va, o incluso al propio cierre de la residencia universitaria.
Por tanto, no es difícil concluir que el grado de cumplimiento del confinamiento entre las personas jóvenes fue notable. Su transgresión para cambiar de residencia puede vincularse, en la mayoría de los casos, a entornos estudiantiles o de soledad. De este modo se puede argumentar que cambiaron su ubicación para cumplir el confinamiento por una cuestión de compañía y/o por poder desarrollar sus tareas estudiantiles/de trabajo ahorrando recursos desde el hogar de sus progenitores.
Un segundo aspecto para abordar del confinamiento es el gra do de cumplimiento al margen del aspecto residencial. Los da tos disponibles de movilidad publicados por Google miden la “movilidad comunitaria” en función de las aplicaciones de geolocalización. Estas aplicaciones recogen información en des plazamientos a centros recreativos, supermercados, farmacias, parques, transporte público y centros de trabajo. Por tanto, son indicadores relativamente fiables de movilidad real, al margen de la información de encuesta. Los datos disponibles para el caso de España indicaron una reducción del 94% en la movili dad, algo comparable a los datos de Italia o Francia, pero lejos del Reino Unido o Alemania6. Por lo tanto, hay buenas razones para pensar que el cumplimiento del confinamiento en España fue, a grandes rasgos, muy generalizado.
Ahora bien, lo que se pretende analizar en el informe es el grado de cumplimiento reportado por parte de los y las jóvenes. Para
6 Véase los datos en: https://www.google.com/covid19/mobility/
tratar de capturar este hecho sin inducir a un comportamiento connotado en favor del cumplimiento (por su deseabilidad so cial) se han planteado dos alternativas para que se escoja: “He cumplido estrictamente las instrucciones de las autoridades, aunque a veces no estuviera de acuerdo con ellas o dudara de su efectividad” frente a “Prefería usar mi propio criterio, lo que podía suponer desviarme algo de las instrucciones de las au toridades”. En el GRÁFICO 13.5. se representan las respuestas escogidas, también separadas en función de género y la edad.
GRÁFICO 13.5. Porcentaje de cumplimiento del confinamiento
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Total Hombre Mujer 15-19 20-24 25-29
Cumpido estrictamente Seguido mi criterio NS/NC
Fuente: Sondeo COVID-19 (INJUVE 2020)
Como se ve, aunque la adhesión al cumplimiento ha sido siem pre alrededor del 90%, hay algunas variaciones. En concreto hay una diferencia entre género: las mujeres declaran haber sido 6 puntos más favorables en cumplir con las instrucciones de las autoridades que los hombres (diferencias estadística mente significativas). Del otro lado, los menores de 19 años son dos puntos más cumplidores que las otras edades, pero son diferencias menores entre los grupos etarios.
Por tanto, puede concluirse que la adhesión al confinamiento del colectivo joven ha sido muy importante y que los que cam biaron su lugar de residencia fueron especialmente aquellos que residían solos o en centros estudiantiles.