CONSIDERACIONES ACERCA DEL CONSTRUCTIVISMO. El Constructivismo es una corriente pedagógica que ve el aprendizaje como un proceso en el cual el estudiante construye activamente nuevas ideas o conceptos basados en conocimientos presentes y pasados. Explica el aprendizaje como un proceso que ocurre en diversas situaciones de la vida cotidiana y
como un
proceso dirigido y promovido en contextos educativos particulares. Concibe al alumno como responsable y constructor de su propio aprendizaje y al profesor como un coordinador, mediador o guía del aprendizaje del estudiante, considera que para que se origine un verdadero aprendizaje debe existir una relación estrecha entre los contenidos a abordar, el profesor y el alumno. En este sentido, los contenidos a trabajar no deben ser arbitrarios. El planteamiento curricular debe ser flexible y terminar con la implementación de una currícula cerrada y emanada del nivel central. En otras palabras, en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Importa todo y se debe tomar en cuenta tanto al docente, el alumno, el contenido y el ambiente. El docente es tan importante en este proceso como el alumno y eso lo establece al plantear como acción pedagógica para el profesor, un término asociado con el de construcción; el de andamiaje o ajuste de la ayuda pedagógica, el cual va modificándose a lo largo del proceso de aprendizaje en la actividad mental constructora del alumno, en la realización de los aprendizajes. Desde el punto de vista constructivista la función prioritaria de la educación es la de promover el desarrollo y el crecimiento personal de los alumnos que implica un proceso de construcción o reconstrucción. Siendo
el alumno
el
responsable último de su propio proceso de aprendizaje, es él quien construye el conocimiento y nadie puede substituirle en esta tarea. El papel del profesor es decisivo, ya no es el típico transmisor de conocimientos ahora su misión consiste en engarzar los procesos de construcción de los alumnos con los significados y conocimiento organizado.
Si partimos del hecho de que el aprendizaje es un proceso de construcción de significados y de atribución de sentidos cuya responsabilidad última corresponde al alumno, el verdadero autor del proceso de aprendizaje es el estudiante, es él quien va a construir los significados y la función del profesor es ayudarle en esa labor. No existe una mágica receta constructivista que señale las pautas de cómo trabajar bajo esta perspectiva, lo que si existen es la posibilidad de guiarnos por los trabajos de investigadores como Piaget,
Ausebel,
brunner, entre otros y
plantear estrategias didácticas de naturaleza constructivista.