INTRODUCCIÓN A LA LITURGIA Dios, que "quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (1 Tim., 2,4), "habiendo hablado antiguamente en muchas ocasiones de diferentes maneras a nuestros padres por medio de los profetas" (Hb 1,1), cuando llegó la plenitud de los tiempos envió a su Hijo, el Verbo hecho carne, ungido por el Espíritu Santo, para evangelizar a los pobres y curar a los contritos de corazón, como "médico corporal y espiritual", mediador entre Dios y los hombres. En efecto, su humanidad, unida a la persona del Verbo, fue instrumento de nuestra salvación. Por esto en Cristo se realizó plenamente nuestra reconciliación y se nos dio la plenitud del culto divino. Esta obra de redención humana y de la perfecta glorificación de Dios, preparada por las maravillas que Dios obró en el pueblo de la Antigua Alianza, Cristo la realizó principalmente por el misterio pascual de su bienaventurada pasión. Resurrección de entre los muertos y gloriosa Ascensión. Por este misterio, "con su Muerte destruyó nuestra muerte y con su Resurrección restauró nuestra vida. Pues el costado de Cristo dormido en la cruz nació "el sacramento admirable de la Iglesia entera". 1 1.
LA LITURGIA
La palabra liturgia, en su origen (leitourgia) y en el uso de la cultura helénica, no era utilizada para designar necesariamente una acción cultual. Este término indicaba todas aquellas acciones que se realizaban a favor de la comunidad, es decir, una acción de una persona a favor de otra. Está compuesta por dos términos: laos, que significa pueblo, y ergo, que significa acción. Fue utilizado por la traducción de los setenta para designar el culto que realizaban los sacerdotes en el templo de Jerusalén. Se utiliza en el Antiguo Testamento para designar todas aquellas acciones externas que realizaban levitas y sacerdotes en el culto. En el Nuevo Testamento, va a ser utilizado en su sentido original, es decir una acción en favor de la comunidad y solamente una vez, para referirse al culto cristiano (cf. Hch 13,2). La palabra "Liturgia" en el Nuevo Testamento es empleada para designar no solamente la celebración del culto divino (cf Hch 13,2; Lc 1,23), sino también el anuncio del Evangelio (cf. Rm 15,16; Flp 2,14-17. 30) y la caridad en acto (cf Rm 15,27; 2 Co 9,12; Flp 2,25). En todas estas situaciones se trata del servicio de Dios y de los hombres. En la celebración litúrgica, la Iglesia es servidora, a imagen de su Señor, el único "Liturgo" (cf Hb 8,2 y 6), al participar del sacerdocio de Cristo (culto), de su condición profética (anuncio) y de su condición real (servicio de caridad).2 1 SC 5. 2 CEC 1070.
1 Material de apoyo para los alumnos del curso La Liturgia y la Eucaristía en la CFIVE.
Comienza a tomar carta de ciudadanía en la vida de la Iglesia cuando Clemente Romano lo utiliza para designar las acciones que realizaban en el culto cristiano los obispos y presbíteros. Por la fama de este obispo, el término comienza a extenderse rápidamente en vinculación a la celebración del culto cristiano. Los cristianos de las primeras comunidades designaban su culto con los siguientes términos: fracción del pan, oración, bendición, celebración de los misterios. 2.
LA LITURGIA EN LA ENSEÑANZA DE LA IGLESIA
Si buscamos una definición de liturgia tenemos que recurrir al Concilio Vaticano II y en forma específica a la constitución sobre la Sagrada Liturgia, que se llama Sacrosanctum Concilium. “En efecto, la liturgia por medio de la cual se ejerce la obra de nuestra redención”3. Se considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro. En consecuencia, toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdotes y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia. 4 A la luz de estos dos textos del Concilio podemos descubrir dos cosas evidentes. La primera, es que en cada acción litúrgica se nos comunica la salvación, porque ella es el ejercicio del sacerdocio de Cristo, que por su muerte y resurrección nos comunica la salvación y nos asocia a la vida divina. Por otra parte, en toda acción litúrgica cada uno de nosotros ejercita su sacerdocio. En este sentido, somos los miembros del cuerpo de Cristo, y con razón la Constitución afirma, en el número 10, que “es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde emana todas sus fuerzas”. Hoy Cristo está ante el Padre mostrándole sus llagas e intercediendo por la humanidad. Ésta es la verdadera liturgia: el Hijo que se ofrece al Padre. Sólo a través de esta ofrenda el hombre tiene acceso al Padre. No hay otro camino. La verdadera liturgia es la que Cristo ofrece desde la Cruz para siempre. Es la liturgia celeste, de la cual participamos nosotros en la tierra a través del ministerio de la Iglesia. El culto en espíritu y verdad es el culto de Cristo, quien es la Verdad. Su sacerdocio se ejerce, en la tierra, a través del ministerio eclesial. Por eso la Iglesia, en comunión, unida y santificada bajo la acción del Espíritu Santo, participa de la ofrenda de Cristo al Padre. Esto es la liturgia.
3 SC 2. 4 SC 7.
2 Material de apoyo para los alumnos del curso La Liturgia y la Eucaristía en la CFIVE.
3.
LA LITURGIA COMO FUENTE DE VIDA
La liturgia, obra de Cristo, es también una acción de su Iglesia. Realiza y manifiesta la Iglesia como signo visible de la comunión entre Dios y de los hombres por Cristo. Introduce a los fieles en la vida nueva de la comunidad. Implica una participación "consciente, activa y fructífera"5 de todos. "La sagrada liturgia no agota toda la acción de la Iglesia" 6: debe ser precedida por la evangelización, la fe y la conversión; sólo así puede dar sus frutos en la vida de los fieles: la Vida nueva según el Espíritu, el compromiso en la misión de la Iglesia y el servicio de su unidad. 4.
ORACIÓN Y LITURGIA
La liturgia es también participación en la oración de Cristo, dirigida al Padre en el Espíritu Santo. En ella toda oración cristiana encuentra su fuente y su término. Por la liturgia el hombre interior es enraizado y fundado (cf Ef 3,16-17) en "el gran amor con que el Padre nos amó" (Ef 2,4) en su Hijo Amado. Es la misma "maravilla de Dios" que es vivida e interiorizada por toda oración, "en todo tiempo, en el Espíritu" (Ef 6,18). 5.
CATEQUESIS Y LITURGIA
"La liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza" (SC 10). Por tanto, es el lugar privilegiado de la catequesis del Pueblo de Dios. "La catequesis está intrínsecamente unida a toda la acción litúrgica y sacramental, porque es en los sacramentos, y sobre todo en la Eucaristía, donde Jesucristo actúa en plenitud para la transformación de los hombres" (CT 23). La catequesis litúrgica pretende introducir en el Misterio de Cristo (es "mistagogia"), procediendo de lo visible a lo invisible, del signo a lo significado, de los "sacramentos" a los "misterios".
5 SC 11. 6 SC 9.
3 Material de apoyo para los alumnos del curso La Liturgia y la Eucaristía en la CFIVE.