La centralidad de la Palabra de Dios en la CFIVE Marcelo Alarcón
“Tu Palabra es lámpara para mis pasos”. Con estas palabras el Salmo 119,105, nos señala el sentido más hondo de la Palabra para la vida del creyente. Ella quiere ser luz para nuestros pasos, iluminando el camino de la vida. Por ello, la Catequesis quiere poner al alcance de las familias la Sagrada Escritura para que, a través de ella, Padres y niños se encuentren con el Señor y hallen en Él “El camino, la verdad y la vida”. Efectivamente, a través de la Palabra nos encontramos con Cristo que nos dice “Yo soy la Luz, el que anda en mí no tropieza” (Jn 8,12). En este sentido, la Palabra de Dios debe ser presentada a cada persona como una abertura a sus problemas, una contestación a sus preguntas, una ampliación de sus valores, al mismo tiempo que el lugar donde encuentran eco sus aspiraciones más profundas. ¡Esto hace que la Palabra de Dios sea viva! La meta es encontrar a Aquel de quien nos habla el texto, de modo que, a partir del encuentro con la Palabra del Señor, podamos llegar al encuentro con el Señor de la Palabra. Por eso la centralidad de la Palabra es prioridad para la Iglesia y elemento fundamental de la Catequesis. “La prioridad de la Iglesia hoy es ante todo nutrirse de la Palabra de Dios, para hacer eficaz el empeño de la nueva evangelización. Mucha gente está buscando, quizás sin darse cuenta, encontrarse con Cristo y con su Evangelio; muchos necesitan encontrar en Él el sentido de sus vidas. Dar testimonio claro y compartido de una vida según la Palabra de Dios, demostrada por Jesús, es por tanto criterio indispensable de verificación de la misión de la Iglesia”1. Por esto, la catequesis ofrece la palabra de Dios como mediación de encuentro con Cristo para que nuestra vida se transforme como fruto de esa amistad. “Precisamente porque en el centro de la Revelación está la Palabra divina transformada en rostro, el fin último del conocimiento de la Biblia no está «en una decisión ética o una gran idea, sino en el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva»”.2 1
Papa Benedicto XVI, Homilía de la Misa de clausura del Sínodo de la Palabra. 2008.
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Mensaje final del Sínodo de los Obispos “La Palabra de Dios en la vida y la misión de la Iglesia”. Vaticano, Octubre 5-26 de 2008, 6. Material de apoyo para la Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística. Disponible en www.inpas.cl
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En la Catequesis Familiar, la Palabra de Dios: • •
Ilumina todo el Acto Catequético. Es el elemento que da cohesión al proceso pedagógico.
La Catequesis, efectivamente lleva al encuentro con el texto: su historia, cultura, lenguaje, su mensaje original y luego hace resonar la Palabra en el corazón de las familias, animándolas a dejarse interpelar por ella y orientar la vida según sus enseñanzas. Es el encuentro con el sentido del texto para nuestra vida hoy. Por esta razón, junto con proponer la Palabra como mediación de encuentro con Cristo, la Catequesis nos ayuda a evitar algunos malos usos (o abusos) de la Palabra: • • • •
Fundamentalismo: Hacer una interpretación literal del texto, olvidando que el texto es el medio por cual se expresa un sentido más profundo. Racionalismo: Quedarse en la historia del texto, su lenguaje, su forma, sin preguntarse por su significado para la vida de hoy. Instrumentalización: “Utilizar” la Biblia para probar afirmaciones legales, morales, ideológicas. Individualismo: Quedarse sólo con lo que a uno le sugiere el texto, sin preguntarse antes ¿qué dice el texto?
La Palabra de Dios debe ser presentada a cada persona como una abertura a sus problemas, una contestación a sus preguntas, una ampliación de sus valores, al mismo tiempo que el lugar donde encuentran eco sus aspiraciones más profundas. ¡Esto hace que la Palabra de Dios sea viva!
Material de apoyo para la Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística. Disponible en www.inpas.cl
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