Marco teológico: La experiencia de Cristo
Marco teológico: La experiencia de Cristo Como se vio, el Reino es el concepto teológico fundamental del itinerario de iniciación a la vida cristiana de adultos, expresa la nueva forma de vida que el catecúmeno está llamado a asumir. En ese sentido es necesario al desarrollar este apartado volvernos al núcleo desde el cual la realidad y el contenido del Reino encuentran sentido y se desarrolla, y como se dijo, este núcleo es Jesucristo. El Señor Resucitado, es el Reino en sí mismo, porque en Él se realizan de modo absoluto las promesas que Dios había hecho a Israel, y por sus palabras y obras realiza la obra de Dios en favor de su pueblo. Es la tal la centralidad de Cristo en el concepto del Reino, que para participar del mismo Reino es necesaria la adhesión por la fe a Jesucristo. Así puede que los hombres de buena voluntad vivan parte de los valores del Reino, y en este sentido construyen la civilización del amor, pero este esfuerzo nunca será pleno y totalmente fructífero si ellos no se adhieren personalmente a Jesucristo. De ahí la identidad absoluta entre Cristo y Reino, junto a la especial relación que tiene la Iglesia con el mismo Reino. Esta relación se funda en la realidad mística de la Iglesia, ya que si ella se define como el cuerpo de Cristo, es entonces expresión y presencia del reino en medio del mundo. Pero su ser manifestación del Reino no agota la presencia del Reino, que no está limitada por la dimensión institucional de la Iglesia, sino que, la Iglesia se esfuerza por ser en medio de los hombres, germen y semilla del Reino. Uno de los objetivos centrales del itinerario de iniciación cristiana de adultos es justamente animar a los catecúmenos a fundamentar su vida en Cristo, el centro y sentido absoluto de la fe que se les anuncia. De ahí que el principal esfuerzo realizado por el itinerario consistirá en conducir a los catecúmenos a los lugares de encuentro con Cristo, la oración, la comunidad, el servicio y en modo particular la Palabra, que se entrega en el anunció, la catequesis y las celebraciones litúrgicas. Es por lo anterior que el Itinerario de formación, en el desarrollo de cinco de sus seis etapas, desarrolla la catequesis está centrada y conducida por la persona de Cristo. Esto se ejemplifica desde los mismos encabezados de las etapas: Jesús camina con nosotros, Jesús nos revela el Reino de Dios, Jesús nos invita vivir su Misterio Pascual, Jesús nos envía en misión. A su vez la metodología propia de los encuentros, en las cinco etapas mencionadas, se divide en tres secciones llamadas: Jesús nos acoge, Jesús camina con nosotros, Jesús nos acompaña en la vida. Así desde la forma misma el itinerario busca poner a la persona frente a Jesús. Entonces la persona de Jesús se convierte en el camino y el horizonte de todo el proceso de formación, por eso este itinerario es propiamente cristológico. Material elaborado para el curso de Introducción a la Catequesis de Iniciación Cristiana de adultos online.