Revista de Arte y Cultura #1

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Año I, Número I Noviembre de 2016 ISSN 2545-6601 Editoras/Compiladoras: Lucía Santos Lepera y Alejandra Wyngaard Proyecto de Investigación: “Gestión en red. Corredores artísticos culturales”. Cod. PIUNT 26C511 Editor responsable: Alejandra Wyngaard. Instituto de Arte y Comunicación de la F.A.U.N.T. Bolivar 700. San Miguel de Tucumán.


SUMARIO Introducción

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Facultad de Artes de la U.N.T. - Un recorrido por sus 30 años

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Entrevistas a Docentes de la F.A.U.N.T Albarracín, Claudia

20

Alcalde, Carlos

25

Badessi, Amy

30

Bazzano, Cristina

35

Baum, Susana

39

Beltrame, Carlota

43

Bustos Avellaneda, María Rosa

48

Caro, Damián

51

Cazzaniga, Beatriz

56

Chambeaud, Dedé

59

Cipulli, Dante

65

Cuenya, Imelda

68

De Angeli Griet, Lucía

73

Díaz, Damián

78

Duberti, Amalia

81

Figueroa, Marcos

86

García, Ana Claudia

94

Genisans, Myriam

100

Giménez, Rubén

105

Gómez Tolosa, Alejandro

110

Gómez, Mimo

119

González, Geli

126

González, Nilo

130

Gramajo, Elba

134

Guantay, Mané

139

Jiménez, Miguel

142


Joaquin, Eduardo

147

Juárez, Norma

153

Juárez, Rolo

159

Koch, Roberto

166

Lampasona, Enzo

171

Lazarte, Marcelo

175

Linares, Ezequiel

180

Lobo de la Vega, Luis

189

Martínez, Carlos

196

Mirabella, Rosalba

205

Molina, Pedro

211

Noble de Pelli, Nilda

216

Noriega, Adela

221

Prebish, Lilian

228

Radusky, Juana (Niní)

234

Riquelme, Elena

241

Risso Patrón, María de la Paz

244

Rodríguez, Guillermo

249

Rojas Paz, Lía

257

Romano, María Elena

265

Rosemberg, Lucrecia

270

Rossini, Marisa

277

Valdéz, Marta

282

Vallejo, Mónica

285

Van Gelderen, Raquel

294

Vera, Margarita

298

Villacorta, Ramón

304

Villafañe, Julio

309

Xamena, Carlos

313

Ylliam, Hugo

316



AGRADECIMIENTOS El presente trabajo fue posible gracias a la colaboración, en entrevistas personales, del personal docente, ex docente y no docente de la Facultad de Artes, del Archivo histórico de la UNT y del Museo de Bellas Artes Timoteo Navarro.

Arreyes, Sergio Badesi de Guraib, Ana Belén, Sara Lía Bonnard, Miguel Colombres, Verónica Esser, Alejandro Fernández, Marta Figueroa, Marcos Gómez, Rosa Joaquin, Eduardo Lampasona, Enzo Lettelier, Adriana Leiva, Fernando Roldán, Enrique Ruiz Corbalán de Baum, Susana Serafini, Beatriz Siviero, Fernando Sobral, Ricardo Soria, Walter Wyngaard, Ofelia



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INTRODUCCIÓN

En la carrera de Artes Plásticas de la Facultad de Artes de la UNT, la cátedra Historia General de la Cultura es una asignatura correspondiente al primer año. Este dato, que puede parecer trivial, resulta de suma importancia para comprender el complejo proceso de aprendizaje que comienzan a transitar nuestros estudiantes. Desde una perspectiva general, los ingresantes que llegan a esta Alta Casa de Estudios lo hacen con una idea difusa acerca de los aspectos que constituyen y dan densidad a una carrera universitaria. Sus ansias de dibujar, pintar o esculpir son, muchas veces, la razón de su elección académica y en tal sentido, muchos de nuestros estudiantes poseen una visión que privilegia la dimensión práctica de la disciplina. No obstante, esta praxis va acompañada de una gran cantidad de asignaturas cuyos contenidos buscan abordar los aspectos teóricos de las artes plásticas. Este conocimiento teórico, en muchas ocasiones, resulta abrumador y en consecuencia, las quejas y los cuestionamientos hacen su aparición. Es por ello que nuestra tarea no sólo se limita

a impartir conocimientos y acompañarlos en su formación, sino además en motivarlos en su adquisición y en delinear los contornos de una formación artística que busca potenciar al artista y a la vez dotarlo de una mirada crítica y aguda sobre el arte, pero también sobre la sociedad como productora y consumidora de bienes culturales. De este modo, nuestro objetivo central es lograr en ellos una real y acabada comprensión acerca de la importancia de estos saberes para su formación universitaria y profesional. Los inconvenientes que registran nuestros estudiantes para conjugar la Techné y la Episteme, revela las dificultades que poseemos los docentes para articular de manera más acabada las materias teóricas con la práctica cotidiana del taller. Así, en un primer intento de establecer un fluido acercamiento, desde la cátedra se pensó en la realización de entrevistas a los docentes de taller, para que ellos con su ejemplo y su dedicación al arte les pudieran transmitir sus vivencias, su pasado como estudiantes, su concepción del arte y en definitiva, dar a conocer los aspectos más importantes de la vida de un profesional en este ámbito. Con este objetivo estimulamos y orientamos a los alumnos en sus primeros pasos en investigación. 1


INTRODUCCIÓN

Se los introdujo en las técnicas de entrevista y ayudamos a los chicos en la elaboración de cuestionarios semi–estructurados y en la presentación de trabajos escritos. Elegimos esta modalidad porque así se dejaba abierta la posibilidad a los docentes para que se explayaran en los temas de su interés. Tratamos que pudieran establecer un diálogo franco, profundo y cercano. La experiencia resultó muy enriquecedora tanto para la cátedra como para las distintas camadas que colaboraron en este trabajo. En general volvieron satisfechos y en algunos casos complacidos con el trabajo realizado. Poco a poco se fue forjando un importante registro, casi un pequeño diccionario, sobre la memoria de nuestra Facultad. Así, las docentes de la cátedra volvimos nuestra mirada hacia el pasado y tratamos de realizar una aproximación a la historia de la Facultad. La idea que nos movió fue la de dejar un testimonio que contribuya en la construcción de nuestro pasado, especialmente sobre el Departamento de Artes Plásticas en estos treinta primeros años. Lo que hoy se presenta en esta publicaión es producto de aproximadamente 20 años de trabajo (1995/2015). Muchos de los entrevistados ya no nos acompañan, pero con esta presentación se puede realizar un recorte histórico temporal de lo que fue y es nuestro Departamento de Plástica a través de algunos de sus principales actores: los docentes de taller. Realizamos una selección de las entrevistas, trabajos de edición y en algunos casos se unie2

ron varias que se hicieron a un mismo docente. Se incorporaron fotografías personales y fotos de obra de los artistas docentes. Las palabras de los plásticos nos presentaron un universo variado y rico sobre sus diferentes concepciones de su quehacer, sus modos de enseñanza. Pero también sobre sus historias vividas en la institución; sus temores, angustias y miedos en la dictadura, el regreso democrático sus vidas actualmente en la Facultad. Algunos profesores hicieron mayor hincapié en la producción plástica, otros en la docencia. Se dio la posibilidad de participación a todos los docentes de taller tanto del Departamento de Tucumán como del Departamento de Artes Plásticas de Aguilares (DAPA). Si hubiera algunas omisiones vaya nuestras disculpas. Es nuestro deber darles nuestro agradecimiento a todos los docentes que gentilmente dispusieron de su tiempo ayudando a los alumnos en la realización de sus trabajos. También al Instituto de Arte y Comunicación y en especial al profesor Eduardo Joaquín que colaboró en la producción de esta publicación.

ALEJANDRA WYNGAARD Profesora en Historia General de la Cultura Facultad de Artes de la UNT Julio, 2016. La Facultad de Artes de la Universidad


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y gobernada por civiles nombrados y elegidos específicamente desde el gobierno nacional. El triunfo de Raúl Alfonsín en 1983 generó gran optimismo en la sociedad argentina, difundiendo la confianza que con la instauración democrática sería posible solucionar los problemas más importantes del país. En esa convicción también se incluyeron, sin duda, los universitarios. Especialmente, para el Departamento de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), el ocaso de la dictadura signó el fin de una etapa aciaga, en la que había predominado la censura a la creatividad y la persecución a artistas, estudiantes y docentes, generando entre muchos de ellos su alejamiento de la casa de estudios y su exilio.

FACULTAD DE ARTES

de la Universidad Nacional de Tucumán:

UN RECORRIDO POR SUS TREINTA AÑOS

Diario La Gaceta

3 de Septiembre de 1985

La vuelta de la democracia significó la recuperación de los derechos políticos y las libertades civiles, con lo cual los diferentes movimientos culturales aparecieron a la luz pública. En el ámbito de la universidad fue motivo de celebración entre docentes y estudiantes; se dejaban atrás los años de represión y terror, en los que la alta casa de estudios había estado sometida al control de las Fuerzas Armadas

En la memoria de la comunidad académica, suele destacarse una anécdota que refleja el extremo al que había llegado la censura bajo la gestión de Manuela Mur11, interventora durante los años de plomo, y los visos grotescos que adquirió. Esta recuerda la prohibición del uso de modelos desnudos y la “vestimenta” de las esculturas que se encontraban expuestas en el predio (o su ocultamiento entre las plantas del patio).2 La dictadura había dejado como saldo un Departamento atemorizado y 1/ Manuela Mur fue profesora de Filosofía, egresada de la Universidad de Buenos Aires. Se jubiló como Directora de la Biblioteca San Martín en su provincia natal, Mendoza. Durante el rectorado del Dr. Carlos Cornejo fue contratada como Directora del Departamento de Artes de la UNT (noviembre de 1976 a marzo de 1982). 2/ En varias entrevistas a los plásticos de la Facultad se repite esta anécdota. Ver por ej. entrevista a Guillermo Rodríguez, Eduardo Joaquín, Ezequiel Linares.

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F.A.U.N.T. UN RECORRIDO POR SUS TREINTA AÑOS

disciplinado. Sus docentes se enclaustraron y recluyeron en sus cátedras. La actitud crítica socio-política-estética (tan propia del pensamiento universitario y específicamente del universo plástico), debió buscar caminos alternativos a través de la ironía y la parodia. La dictadura dejaría, de ese modo, un cúmulo de desafíos que las gestiones subsiguientes debieron afrontar. De la mano de la apertura democrática en el escenario político, se inició un proceso de normalización institucional en las universidades entre 1983 y 1986. Con ese fin, el Poder Ejecutivo Nacional designó nuevas autoridades en todas las unidades académicas. En la UNT, esta tarea fue llevada a cabo por el rector Prof. Luis Salinas quien, tras unos meses, fue reemplazado por el Ing. Eugenio Flavio Virla. En ese contexto, asumió como Director del Departamento de Artes Carlos María Navarro, un Licenciado en Artes, de poco más de cuarenta años, que si bien no tenía una trayectoria previa en el ámbito académico, integraba desde sus épocas de estudiante el círculo de la plástica tucumana. Carlos había tenido una pequeña librería junto a Sara Radusky y Maurice Jegger, donde se reunía parte de la intelectualidad local y del mundo del arte. Su figura reunió el cariño y la amistad de distintos sectores y generaciones. Ezequiel Linares, ya reincorporado al Departamento de Artes tras los años de su exilio, rechazó el ofrecimiento del rector Virla para ser Director y propuso en su lugar a Carlos Navarro, con quien lo unía una larga amistad, al considerarlo con mayores aptitudes de gestión 4

Carlos María Navarro (1939-1990)

para el cargo. De ese modo, Navarro se convirtió en el encargado de dirigir el Departamento en una etapa de importantes transformaciones institucionales. En poco tiempo, el Departamento de Artes se convirtió en Escuela Superior3 para transformarse, finalmente, en Facultad en 19854. Se trataba de un 3/ Ver Res. 448/985 y su complementaria 519/85, las que indican la transformación del Departamento de Artes en Escuela Superior de Artes. 4 / El 12.6.85 el Consejo Superior Provisorio de la UNT solicita a la Na-


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cambio administrativo altamente beneficioso para la comunidad de Artes, ya que convertirse en Facultad implicaba no sólo una jerarquización burocrática y académica sino sobre todo, un avance en la autonomía y en la adquisición de poder para elegir autoridades. En palabras de Carlos Navarro, esa modificación permitiría “organizar las carreras y la enseñanza artística con un criterio más amplio” y “contar con un consejo directivo” donde estarían representados todos los estamentos”5. El proyecto había surgido originalmente bajo una propuesta del rectorado de Virla que, al igual que había ordenado la Facultad de Ciencias Exactas en su gestión anterior, buscó organizar en un espacio común a las artes, donde tuvieran cabida el cine y la fotografía. Por otro lado, en el marco del proyecto de llevar la universidad al interior de la provincia, esta unidad académica contó con una importante proyección al fundarse una sede del Departamento de Artes Plásticas en la ciudad de Aguilares (DAPA). El puntapié inicial que permitió el dictado en esa ciudad de los talleres de Grabado -a cargo de Pedro Molina-, de Escultura -Hipólito Zárate- y de Pintura -Nilo González-, fue la creación del “Instituto Universitario Multidisciplinario de Aguilares” (IUMA), a instancias de la Ley 23.239 impulsada por el entonces diputado nacional Jorge Chein. En realidad,

ción la creación de la Facultad de Artes (Res. 1178/985) y el 26.08.1985 el Ministerio de Educación y Justicia, por Res. 2150 resuelve la creación de la Facultad de Artes de la UNT. 5/ Entrevista en La Gaceta, 8.07.1985

un año antes de la llegada de la democracia se había fundado el Centro Universitario de Aguilares con el que se intentó llevar la carrera de Artes, en el que se desempeñaron Susana Ruiz Corvalán de Baum y Gustavo Arévalo como los primeros profesores designados por la universidad. Sin embargo, esto recién se concretaría en el marco del proceso de democratización, con la creación del IUMA y su primera directora Lucrecia Rosenberg de Moeremans. Se contó asimismo con el apoyo de la Municipalidad de esa ciudad que, a partir del convenio firmado con la UNT, costeó la movilidad docente, los viáticos y el alquiler del local para su funcionamiento. De a poco, se fueron sumando el dictado de las materias que completarían la currícula de la Licenciatura en Artes. Así los profesores de las materias teóricas de primer año fueron los que empezaron a viajar, entre los que cabe mencionar a Eduardo Rosenzvaig y Norma Alzogaray. Por su parte, la nueva Facultad de Artes conservó la estructura previa de la Escuela, dividida en cinco departamentos: Artes Plásticas; Teatro y Danza; Cine y Televisión; Música e Historia de las Artes. Con el correr de los años, estas disciplinas fueron transformándose y adquirieron distintos estatus (llegando algunas a convertirse en carreras universitarias de grado) al ritmo de la ampliación y diversificación de la oferta académica de la Facultad. En ese sentido, los primeros cambios se observaron en Danza y en Teatro. En el ciclo lectivo de 1988, comenzó a funcionar la carrera universitaria 5


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de Danza Contemporánea. Su creación fue resultado, en gran medida, del empeño que por décadas le asignó la bailarina Elba Castría. Ya en 1958, había comenzado las gestiones para conformar el Grupo Universitario de Danza Moderna, antecedente importante que incidiría finalmente en el proyecto que se retomó en los años ‘80 para la creación de la carrera6. Este grupo dependió en sus inicios del Departamento de Extensión Universitaria y del Departamento de Educación Física, para pasar a integrar el Departamento de Artes recién en 1966. Finalmente, la aprobación de la nueva carrera universitaria por resolución del Consejo Superior del 15 de diciembre de 1987 abrió camino para el estudio de una disciplina que se convertía en la “primera del país y de América Latina” en dictarse en el marco académico de una Facultad7.

deral. Ambos comenzaron a dar las primeras puntadas del bosquejo a discutir: se planteó una carrera corta de tres años de duración con una salida laboral como actor e instructor teatral. Su primera inscripción tuvo 98 alumnos que asistieron a clases que se dictaban en la Sociedad Sarmiento. Tras dos años, esta carrera se transformó en “Licenciatura en Teatro”, con títulos intermedios de “Intérprete Dramático” y “Profesor en juegos teatrales” y un módulo superior final de “Profesor de Teatro”8. Los planes de estudio de las carreras contempladas en la Escuela de Teatro fueron aprobados definitivamente en 1987 por el H. C. Superior y se nombró a Juan Tríbulo como primer director del Departamento de Teatro y profesor en Técnicas de Actuación. Entre los primeros profesores se destacaron Elba Estequín, Elba Castría y Alfredo Fénik.

Asimismo, la restitución de la actividad teatral en el ámbito universitario que trajo aparejado el ciclo de apertura democrática, generó un proceso de debate en torno a esta disciplina que derivaría en la creación de la Escuela de Teatro, en marzo de 1984. Este proyecto fue impulsado por Julio Ardiles Gray, periodista, escritor y crítico teatral radicado en Bs. As., por entonces asesor del rectorado. Ardiles Gray propuso a Juan Antonio Tríbulo, actor oriundo de Entre Ríos que vivía y trabajaba en la Capital Fe-

Por otro lado, la sustanciación de concursos también formó parte del conjunto de desafíos que debió enfrentar la gestión inicial de Navarro junto a la reincorporación de los profesores cesanteados durante la dictadura, entre ellos Imelda Cuenya, Enrique Guiot, Myriam “Tuki” Holgado y Lucrecia Rosenberg. Ezequiel Linares regresó en el nuevo contexto democrático, tras haberse exiliado a España. Durante esos años, los concursos representaron la instancia por excelencia para el acceso a cargos docentes. Con este motivo había una permanente visita de jurados de afuera que además

6/ Castría, Elba, “La danza en la Universidad Nacional de Tucumán”, en Actas del 1º Congreso de Historia dela UNT, Ed. Secretaría General UNT, Junio 2006, pp. 535-556. 7/ Res. 375/987. Citado en Castría, Elba, Op. Cit. pág. 542.

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8/ Tríbulo, Juan. “La UNT y el Teatro”. Actas del 1º Congreso de la UNT. Ed. Secretaría General UNT, 2006, pp. 275-284.


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Una vez finalizada esta etapa, la nueva Facultad estuvo en condiciones de llamar a elecciones entre sus estamentos docentes y estudiantiles.9 De ese modo, a mediados de 1987 se llevaron a cabo, no sin tensiones y resistencias, los comicios que elegirían autoridades para el período 1987-1991. De esas elecciones, surgió como decano Carlos Navarro, quien ya se desempeñaba como delegado interventor y se postuló como único candidato. El vice-decano, electo por el HCD fue Ezequiel Linares, que para ese entonces acumulaba un gran prestigio entre la comunidad artística. Sin embargo, estuvo sólo unos meses, y luego fue elegido Marcos Figueroa. En el marco de tales comicios ya se delinearon los grupos de docentes que competirían en los años siguientes al conformarse un grupo opositor a la gestión de Navarro liderado por las profesoras Celia Terán y Mirtha Chambeaud10. Navarro

Toma de la Facultad

dictaban pequeños cursos y conferencias. Esto supuso la puesta en marcha de toda una estructura administrativa que estaba en vías de conformación. Pero también implicó la apertura de nuevos espacios para reincorporar a antiguos docentes, tal como ocurrió con la creación del Taller “C”, a cargo de Myriam (Tuki) Holgado y Enrique Guiot. Este profesor aportó una nueva impronta académica a ese espacio, al introducir una instancia de investigación en arte, la cual abarcó indagaciones sobre el color, la luz, el vestuario y los modelos en una función más activa.

se convirtió de ese modo en el primer decano de la Facultad de Artes, acompañado por los docentes electos para conformar el primer consejo directivo de la unidad académica11. 9/ La Gaceta, 18.06.1987. El estamento estudiantil presentó dos listas: AIFA (Frente de Unidad) integrada por radicales, intransigentes, socialistas, peronistas e independientes, que se impuso con 282 votos sobre Lista de Delegados, con 211. Resultaron los primeros consejeros estudiantiles: Lilian Prebisch, Silvana Navas y Ana Claudia García, también presidenta del Centro de Estudiantes. 10/ Celia Terán era profesora Titular de Historia del Arte Americano y Argentino. Investigadora del CONICET y fue Directora de los Museos Provincial de Bellas Artes, Histórico Provincial y Casa Padilla y Secretaria de Cultura de la Provincia de Tucumán hacia los años ochenta. 11/ Este estuvo integrado por Ezequiel Linares y Marcos Figueroa (Titulares), Alfredo Fénik y Mirtha Chambeaud (Adjuntos y Asociados), Eduardo Joaquín y Norma Alzogaray (JTP), Lilian Prebisch, Silvina Navas y

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En suma, en su etapa inicial la Facultad debió atravesar los conflictos propios de la pos dictadura, entre los que la problemática de la reinserción de docentes que volvían después de experiencias traumáticas de exclusión de la vida académica y cívica, fue una de las más difíciles de sobrellevar. Tras sufrir el exilio obligado durante años, muchos docentes se encontraron con una universidad distinta y debieron afrontar, de forma abrupta y vertiginosa, las nuevas exigencias de la vida académica, lo cual supuso construir un currículum propio con antecedentes que los respaldaran en los concursos; situación que también vivieron los que se habían quedado. A las dificultades de esta etapa, se sumó la inesperada y violenta muerte del decano en 1990, la cual impactó profundamente entre toda la comunidad de la facultad. El final turbulento de la gestión de Navarro reavivó tensiones y enfrentamientos. En el marco de una comunidad sensibilizada y conmovida por su deceso, fue el arquitecto Marcos Figueroa quien asumió como decano interino para finalizar el mandato, organizar la transición y el llamado a elecciones. Los comicios de julio de 1991 consagraron a Celia Aziczon de Franco como decana, frente a la candidatura de Celia Terán. Tras una competencia electoral muy reñida, la designación de Celia de Franco estuvo cargada de tensiones a raíz de la impugnación que elevaron al Consejo Superior un grupo de consejeras lideradas por Terán y finalmente desesAna Claudia García (estudiantes) y Mª. Luisa Lazarte (egresados).

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Diario La Gaceta 6 de Julio de 1991

timada por ese órgano de gobierno. De ese modo, la nueva decana asumió sus funciones para regularizar la situación de la Facultad y dar continuidad a la gestión de su predecesor. En efecto, Celia de Franco se había desempeñado como secretaria académica bajo el decanato de Carlos Navarro, de


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modo tal que conocía las problemáticas académicas y administrativas. Se formó como profesora en filosofía. Inició su vida académica como docente en la cátedra de Metafísica junto a su maestra, la profesora María Eugenia Valentié, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. En el proceso militar fue cesanteada y recién con el advenimiento del tiempo democrático, tuvo la oportunidad de regresar a la alta casa de estudios y concursó en el Departamento de Artes en la cátedra de Introducción a la Filosofía. En una entrevista realizada por La Gaceta a fines de 1994, Celia de Franco remarcaba las prioridades de su gestión: “la constante preocupación de esta Facultad es optimizar y jerarquizar el aspecto académico, a pesar de las grandes dificultades económicas por las que atraviesa la UNT”. Tal como señalaba, durante su mandato se buscó imprimir a las disciplinas de la Facultad un perfil académico y profesionalizado, principalmente a partir del impulso a la investigación y a la formación de posgrado. En esa dirección, la creación de la Secretaría de Posgrado, la cual facilitó el dictado de cursos a cargo de profesores de distintos puntos del país y del extranjero, y la Maestría en Historia del Arte, impulsaron la formación de posgrado entre los docentes de la casa y jerarquizaron en gran medida los estudios teóricos en una institución donde prevalecía la práctica de taller y donde la formación disciplinar teórica ocupaba un discreto segundo lugar. Esto fue de la mano del fomento de la investigación a través

de la creación de distintos institutos12- que sirvieron de marco para que los docentes inscribieran sus proyectos y desarrollaran sus tareas de formación e investigación-, de la firma de convenios con universidades extranjeras y entidades públicas, y el desarrollo de una política de publicaciones, como por ejemplo los “Cuadernos de Artes” bajo la dirección de la Prof. Marta Medina de Santos y las revistas que compilaron las ponencias de las Jornadas de reflexión por el Arte, inauguradas en 1991. Asimismo, la compra de importante material bibliográfico contribuyó en esa dirección13. Se trataba de una nueva dinámica que la gestión buscó instaurar y que, poco a poco, los docentes debieron ir incorporando a sus tareas cotidianas. Junto a los avances referidos, también comenzaron a delinearse los principales problemas que atravesaron esta gestión y que se volverían una constante, hasta prevalecer en la actualidad. Por un lado, cabe mencionar las dificultades edilicias que acuciaron especialmente a la carrera de Teatro, Danza y la Escuela de Luthería. Esta última representaba una de las particularidades que destacaban a la unidad académica por conformar la única de su tipo en Sudamérica. La Facultad debió solicitar al rectorado la parte superior del Teatro Alberdi para 12/ Instituto de Investigación de: 1) Arte Americano y Regional, 2) Cultura Popular, 3) Investigaciones Estéticas. 13/Entrevista a Verónica Colombres, Directora de la Biblioteca (3.07.2016) La Directora recuerda que la época que más material bibliográfico se compró fueron en los decanatos de Celia de Franco. Sobre todo para las materias teóricas de la LAP y de Teatro.

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que funcionara la carrera de Danza Moderna, alquilar la sala Paul Groussac y acondicionarla para el uso de los docentes de teatro, quienes lograron adquirir un espacio propio donde se dictaron las artes escénicas y parte de las materias teóricas. Tal decisión fortaleció a los docentes y estudiantes de teatro como una comunidad artística-académica separada de las otras disciplinas, y contribuyó con el tiempo a que pudieran proyectar sus propias demandas frente a las autoridades. Mientras tanto ya se visibilizaba cada vez más la impronta de la carrera a través de los espectáculos que presentaban los alumnos y se gestaban numerosos grupos de teatro independiente. No obstante este avance, sumado a la adquisición de la primera parte del edificio nuevo, hacia fines de la década de 1990 los estudiantes continuaron denunciando la falta de espacios apropiados14. Por otro lado, el déficit de profesores titulares se convirtió asimismo en el problema principal de esta gestión y las subsiguientes ya que muchas cátedras estaban a cargo de profesores adjuntos. El problema, que persiste en la actualidad, estaba asociado a la falta de puntos docentes y al costo que los concursos de este tipo generaban a la unidad académica ya que se debía traer profesores de afuera. En definitiva, tales dificultades conformaban aristas de los problemas propios de una institución que había crecido exponencialmente desde fines de la

14/ “La falta de espacios es el drama en la Facultad de Artes”, La Gaceta, 28.05.1997.

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década del ’80, quintuplicando su población estudiantil, aumentando su planta docente y diversificando su oferta académica. Si hacia 1985, la flamante facultad contaba con apenas un poco más de 300 alumnos, a principios de los años ’90 esta había alcanzado a albergar unos 2300, repartidos en las ocho disciplinas que se dictaban15. En consecuencia, uno de los desafíos más importantes fue equilibrar la expansión constante con las nuevas exigencias de la vida académica. Dado el crecimiento vertiginoso de la institución y los problemas operativos y administrativos que esto ocasionó, en 1992 se llevó a cabo la Departamentalización de la Facultad. La creación de los Departamentos de Artes Plásticas, Teatro, Diseño de Interiores y Equipamiento, Danza Contemporánea y Sonoro visual, buscó descentralizar las decisiones administrativas relativas a cada carrera que antes sólo recaían en la secretaría académica y agilizar su funcionamiento. De ese modo, se estructuraron con un director, de cargo rentado, y un consejo asesor integrado por profesores, elegidos en votación por cada carrera. Los mismos manejaban los diferentes problemas académicos y administrativos ya sea edilicios, provisión y pedidos de material didáctico y bibliográfico, licencias, tomas de posesión, documentación de concursos y prórrogas, o bien

15/ Licenciatura en Artes Plásticas (especialidad en pintura, grabado y escultura), Teatro, Decoración de Interiores, Sonorización, Fotografía y Luthería. Ver Informe Final del Programa de Evaluación Institucional, UNT, 1996 e Informe Final del Programa de Evaluación Institucional, UNT, 1998.


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Marcos Figueroa asume como Decano en 1999

adscripciones docente/estudiantiles. Después de ser reelegida en 1994, Celia de Franco fue sucedida en el decanato por Marcos Figueroa, cuya candidatura representó la continuidad de las políticas principales de su gestión. En las elecciones llevadas a cabo en 1999 se auto proclamó la fórmula Marcos Figueroa – Lía Rojas Paz. Se trató de las primeras elecciones donde el cargo de vice-decano fue sometido a votación de la comunidad académica debido a que se había reformado el Estatuto Universitario en 1995, bajo el rectorado de César Catalán. De ese modo, el arquitecto Figue-

roa, ya a cargo del taller C, de Fundamentos Visuales y Arquitectura, fue acompañado por Lía Rojas Paz, una reconocida grabadora que había egresado de esa casa de estudios como Licenciada en Artes y se desempeñaba como docente titular del Taller de Grabado16. Con esta nueva gestión, por primera vez, dos docentes de taller llegaban a obtener los cargos electivos de decano y vice y de esta manera se reflejaba el peso de la LAP como la carrera con 16/ Lía Rojas Paz (1950-2006). Artista plástica y escritora. Fue profesora Titular del Taller de Grabado donde desarrolló los conceptos: “Arte correo” y “Libro de artista”. Fue secretaria académica de Celia de Franco y Directora del DAPA.

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mayor tradición y gran peso político. Dicha fórmula, que gobernó la facultad hasta 2006 -tras ejercer dos mandatos-, debió enfrentar, en primer lugar, los contratiempos políticos, económicos y sociales que arrastró la crisis del 2001 y que tuvieron efectos devastadores en el ámbito universitario. Tal como consigna el Informe de Gestión para el período 2002-2006, “la crisis presupuestaria debida a la depreciación del peso y el proceso inflacionario, agregado a la falta de incremento presupuestario […] produjeron imprevisibilidad, reducción en gastos e inversiones previstas y postergación de proyectos planificados”17. En efecto, a finales de ese período la Universidad llegó a declarar el estado de emergencia económica. Tal como informaba un diario nacional, el conflicto creciente dejó “sin rendir exámenes y sin iniciar el segundo cuatrimestre a muchos estudiantes”, “los reclamos universitarios por mayor presupuesto están excediendo el paro docente para involucrar a rectores y estudiantes”. Así, el rectorado de Mario Marigliano había anunciado que promovería juicio al Estado Nacional por falta de sostenimiento a las instituciones universitarias ya que “no sólo no se pueden pagar los sueldos sino tampoco los suministros de luz y gas”.18 No obstante las dificultades, la nueva gestión buscó abarcar distintos aspectos que fueron desde lo 17/ Memoria de Gestión del decanato Figueroa/Rojas Paz, pág. 2. 18/ La Nación, 20.08.2005

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Diario La Gaceta 28 de Mayo de 1997

académico (creación de comisiones curriculares, jerarquización de carreras, impulso al posgrado) al trabajo de extensión y a la modernización administrativa (informatización del departamento de alumnos). En el primer período, se reestructuró la oferta académica a través de la creación de la Licenciatura de Música (por completamiento curricular con la


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Escuela Superior de Música de la UNT), la jerarquización de Sonorización y Fotografía a partir de sus transformaciones en Tecnicaturas y el estudio de un proyecto para jerarquizar del mismo modo a Luthería y Encuadernación, que quedó sin concretar. Encuadernación fue una escuela creada en 1949, la cual desde 1973 pasó a depender -como curso técnico- del Departamento de Artes de la UNT. Desde entonces, los mismos se dictan en el espacio físico de la imprenta del rectorado. La Facultad ya contaba con cursos de técnicos en Sonorización y de Fotografía Artística y Técnica desde la época del Departamento de Artes. Sonorización se creó como curso en 1978, a instancias de Hugo Abraham Caram y funcionaba en la Escuela de Música de la UNT. Sin embargo, en 1989, al elevársela a un nivel académico superior, pasó a depender del Departamento de Artes y luego de la Facultad. Después de muchos proyectos curriculares, se adecuaron sus planes de estudio para convertirse en Tecnicatura en el año 2000/2003, junto a los cursos de Fotografía Artística y Técnica. Respecto a la carrera de Fotografía, esta nació como curso 1978, bajo los dictados de Rodolfo B. Alarcón, con el objetivo de cubrir la demanda artística y técnica en el medio. El primer director del Departamento Sonoro Visual fue el profesor Daniel Roldán. Ambas carreras tienen presentaciones de proyecto para su elevación a Licenciaturas en Fotografía y en Diseño de Sonido, aún en estudio en el Consejo Directivo de la Facultad desde 2015.

Asimismo, durante la gestión Figueroa-Rojas Paz se realizaron las Jornadas Taller de Autoevaluación en las que participó todo el personal docente de la casa (1996). Poco después, se creó una Comisión Curricular Central, a instancias de las políticas emanadas del rectorado. La tarea de las comisiones de cada carrera se desarrolló bajo el asesoramiento de las profesoras Lía Chambeaud, Stella Maris Garbarino y Marta Vistalli. En ese marco, la Comisión Curricular de la LAP, presidida por Eduardo Joaquín, trabajó asiduamente en un nuevo plan de estudios para esa carrera. En suma, tales iniciativas buscaron dar respuestas al diagnóstico crítico que había resultado del proceso de evaluación institucional externa e interna emprendido por la Universidad entre 2001-2004. Este proceso fue obturado por razones de orden político y, como veremos, recién será retomado por la gestión actual, la que finalmente concretaría la aprobación del nuevo plan, que ya fue aprobado por el Honorable Consejo Superior de la UNT. El final de esta gestión anunciaba una “vuelta de timón” frente a las elecciones programadas para 2006, en las que, por primera vez, triunfaría una fórmula surgida del grupo opositor. En efecto, Mirtha Chambeaud y Ricardo Sobral ganaron los comicios para ocupar los cargos de decano y vice. El recambio de autoridades se llevó a cabo en un clima de pesar a raíz del fallecimiento de Lía Rojas Paz, noticia que conmovió a la comunidad académica. Al asumir como decana, Mirtha Chambeaud tenía una larga trayectoria como docente. Egresada de la 13


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Licenciatura en Artes, se desempeñaba como profesora en el “Taller B” y en la asignatura “Composición”. Asimismo, había ejercido funciones públicas bajo el gobierno provincial de Fernando Riera, como Directora de Cultura (1983-1987). Finalmente, después de presentarse en sucesivas elecciones desde el año 1994, en los comicios de 2006 logro obtener los votos necesarios que la catapultaron como máxima autoridad de la unidad académica. Sin embargo, un año antes que finalizara su mandato, “Dedé” (tal como la conocían entre la comunidad académica) falleció tras padecer una grave enfermedad, debiendo ser reemplazada por su vice-decano. Al igual que sus predecesoras, esta gestión se vio atravesada por los problemas edilicios, la insuficiencia de cargos titulares y puntos docentes dado el crecimiento exponencial de las carreras, cuestiones que afloraban como una constante, una y otra vez sin encontrar soluciones satisfactorias. Tales problemas, de alguna manera, constituyeron una herencia para todas las gestiones, que debían hacer frente al desafío de encontrar una solución para aquello que parecía no tenerla. En esa dirección, el estado edilicio de la Facultad fue una de las preocupaciones centrales de este período. Ahora bien, si por un lado se concentraron esfuerzos en la continuación de las obras del nuevo edificio en construcción, por otro lado, este proceso de mejora de la infraestructura estuvo atravesado por conflictos y enfrentamientos entre las autoridades de la Facultad y del Rectorado. En tal sentido, en octubre de 14

2009, Ricardo Sobral -entonces a cargo del Decanato-, denuncio la “suspensión” sorpresiva de todas las obras que Construcciones Universitarias de la UNT venían llevando a cabo en el predio, proyectadas para dar respuestas a algunos de los problemas constantes referidos al espacio. Entre ellas, se contemplaba un área destinada a la Pinacoteca (para resguardar en un ambiente adecuado las obras de arte que conformaban el patrimonio pictórico de la Facultad), locales para la fotocopiadora, el centro de estudiantes y aulas para el traslado de la carrera de Luthería. Debido a todas estas carencias, muchas clases se debían dictar en el anexo de la calle Buenos Aires19. Sin embargo, el rectorado de Cerisola sólo alegó que no era una suspensión de obras sino de una mera postergación que, aun cuando ya se había “incorporado buena parte del nuevo edificio las obras siguen sin concluirse”. De ese modo, la proyectada ampliación de la Facultad recorrió un camino sinuoso, plagado de marchas y contramarchas, que recién se vería finalizada en gran parte en los primeros meses de gestión de la fórmula Pastor-Agüero, cuando se inauguró la última etapa del edificio nuevo. No obstante, las irregularidades continuaron y finalmente, ante los acuciantes problemas edilicios, se procedió a ocupar el edificio sin la obtención de la finalización de obra, ya que la empresa constructora -ante la falta de los pagos correspondientes- no concluyó, la parte de sanitarios y ascensores.

19/ Buenos Aires 768, donde antiguamente funcionaba la escuela de Bellas Artes “Atilio Terragni” de la UNT.


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La estructura político-administrativa de la Facultad fue creciendo y complejizándose al ritmo de la expansión de su población docente y estudiantil, teniendo cada vez más peso en número de alumnos Diseño de Interiores. Esta carrera había nacido en 1977 bajo el rectorado de Carlos R. Landa. El antecedente podemos rastrearlo en Decoración de Interiores, una carrera pre universitaria. A lo largo del período 1978/87 se transformó en carrera corta universitaria. Luego de varios estudios curriculares, en la que participó todo el personal docente de la misma, en 1999 el Ministerio de Educación, por Res. 2449/98, la avaló como carrera universitaria de grado de cuatro años, otorgándose el título de Diseñador de Interiores y equipamiento. Estuvo al frente del primer Departamento de Diseño la arquitecta Beatriz Serafini. En un contexto signado por la incorporación de nuevas carreras y, en consecuencia por el incremento de la oferta académica, se crearon tutorías docentes y estudiantiles como una estrategia para contrarrestar los problemas que generaba el crecimiento exponencial del número de estudiantes que año a año se inscribían en las distintas carreras, especialmente en la Licenciatura en Artes Plásticas (LAP), la más numerosa. Asimismo, se dictaron cursos de iniciación a los ingresantes, a cargo de docentes, no docentes y estudiantes avanzados con el objetivo que los nuevos alumnos tomaran contacto con la institución y la carrera de su elección. Se organizó definitivamente el programa de Formación de Re-

cursos Humanos tanto para el área docente como para el área estudiantil, que venía de alguna manera a reemplazar las antiguas “adscripciones”. En este período, la Facultad incorporó un área administrativa destinada a la “Articulación y Docencia”, cuyo objetivo fue generar y fortalecer la vinculación con el nivel de Educación Media y con el Nivel Superior no Universitario, especialmente en referencia a la oferta de postítulos. En lo que respecta a la oferta académica de la Facultad, la gestión liderada por Chambeaud buscó profundizar el camino iniciado en torno a su ampliación y jerarquización. De ese modo, se impulsó el estudio de distintos proyectos: transformación del curso de Luthería en Tecnicatura universitaria, creación de la carrera de Escenografía, de la Tecnicatura en Música Popular y la Tecnicatura en Diseño Gráfico y la reforma curricular del profesorado en Juegos Teatrales (para adaptarlo a las exigencias de la Nueva Ley de Educación y conseguir que alcance el Título de Grado Universitario).No obstante, estos esfuerzos quedaron solamente en proyectos, aunque constituyeron importantes antecedentes que serían retomados por gestiones posteriores. Ciertamente, fue con la gestión iniciada por Raquel Pastor en 2010 que se concretaría la creación de carreras y la renovación de planes de estudio. Pastor, profesora de francés, llegó al decanato tras triunfar en las elecciones de ese año junto a su compañera de fórmula, Silvia Agüero, licenciada en arte, bailarina y docente de la cátedra Historia del Arte. Ambas renovarían su gestión tras las re15


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ñidas elecciones sustanciadas en 2014, en las que se enfrentaron a la fórmula Guillermo Rodríguez y Alejandra Wyngaard. Durante este período se volvieron aún más visibles los problemas arrastrados de años precedentes, tales como la falta de cargos titulares y el déficit edilicio, alrededor de los cuales se profundizaron las demandas de la comunidad académica. Si bien estos aspectos no obtuvieron una solución satisfactoria, hubo otros en los que la nueva gestión se propuso avanzar. En palabras de la decana Raquel Pastor, el objetivo del primer período fue de “ordenamiento”, de “actualizar reglamentos” y de “reformas curriculares”.20 En efecto, en 2015 se aprobó en el Consejo Superior el nuevo plan de estudios de la carrera de Artes que pasó a denominarse “Licenciatura en Artes Visuales”, concretándose de ese modo el proyecto iniciado años anteriores con algunas modificaciones21. Asimismo, se aprobó la transformación de la tradicional carrera de Luthería en Licenciatura. Esta había sido fundada en 1949 como un anexo taller/escuela dedicado a reparar y preservar los instrumentos de la Orquesta de la UNT, recientemente inaugurada y dirigida por Carlos Cillario. Fue justamente este último quien llamó al Maestro Alfredo Del Lungo, un italiano encargado de fundar el Taller Escuela de Luthería, quien organizó los 20/ Entrevista a la decana Raquel Pastor realizada el 28.05.2016 21/ La Gaceta, 13.06.2015. Su aplicación estaba prevista para el inicio del ciclo lectivo 2016, sin embargo esto no fue cumplido. Se encuentra pendiente de aprobación por el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.

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cursos que comenzaron a dictarse en el entonces Departamento de Artes. En 2007 fue transformado en Departamento y finalmente, por res. 612/2013 el Consejo Directivo lo elevó a Licenciatura. Se trata de “la única carrera” de este tipo en la Argentina que depende de una Facultad, ya que todas las otras instituciones “son privadas o estatales no universitarias”22. En el marco del impulso de renovación de currículas y creación de nuevas carreras dado por esta gestión, quedan aún pendientes de aprobación las licenciaturas en Historia del Arte y en Danzas Clásicas y la conversión de la carrera de Técnico en Sonorización a “Licenciatura en Diseño de Sonido” como la de Diseño a “Diseño de Interiores”.23 En el área de posgrado, cabe mencionar la creación de la Maestría en Museología en 2012, cuya primera directora fue Cecilia Aguirre. De reciente apertura, la Maestría, que se realiza conjuntamente con la facultad de Ciencias Naturales, es el marco de formación de numerosos docentes y egresados. Como parte del proyecto de recuperación del patrimonio de la Facultad, se avanzó en la restauración de la pinacoteca, se restituyeron las obras prestadas (lo cual implicó en algunos casos un proceso legal prolongado) y se adquirieron piezas nuevas. Este fue el punto de partida que dio lugar a la organización de muestras y del préstamo del patrimonio para su exposición en museos locales y de otras provincias. 22/ La Gaceta, 24.09.2014 23/ La Gaceta, 24.09.2014


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Por último, cabe destacar la organización, desde el área de extensión, de los talleres “Arte para Todos” desarrollados los días sábados, espacio que llegó a reunir en 2014 unos 26 talleres vinculados a las distintas disciplinas de la unidad académica. Este breve recorrido da cuenta de la complejidad que reviste delinear la historia de una institución, sin embargo permite arrojar luz sobre algunos aspectos fundamentales de la vida de nuestra Facultad. En primer lugar debemos destacar el rol central del Departamento de Artes, no sólo como piedra basal de los cimientos de la Unidad Académica, sino también en el liderazgo político, teniendo en cuenta que la mayoría de los decanos/as procedía de las Artes Plásticas. No obstante, la proyección del Departamento excedió los claustros universitarios, al obtener un alcance más importante a nivel de la región, ya que su puesta en funcionamiento permitió la configuración de la Licenciatura en Artes Plásticas que le otorgó una impronta distintiva a la provincia, en tanto se convirtió, tempranamente, en un importante semillero de artistas visuales. A pesar de que transcurrieron casi cuarenta años desde la creación del Departamento de Artes hasta su conformación como Facultad, la Licenciatura en Artes Plásticas se fue consolidando como una carrera prestigiosa en el ámbito cultural tucumano. La presencia de “grandes maestros” como Luis Lobo de la Vega y Lino Enea Spilimbergo y más tarde Ezequiel Linares, contribuyeron de manera decisiva al arraigo que esta disciplina obtuvo en la provincia y en la región norte. Fue en esos años que

Tucumán se erigió como un polo cultural en el noroeste argentino, lo que ha quedado reflejado en el desarrollo artístico que alcanzó la provincia. Sin embargo, el crecimiento de la institución no sólo estuvo vinculado a la Licenciatura en Artes Plásticas, ya que la incorporación de nuevas carreras como Teatro, Luthería, Fotografía, Sonorización, Danza, por mencionar algunas, da cuenta de una mirada con mayor densidad sobre los alcances del arte y las modalidades que este asume. En tal sentido, los nuevos trayectos curriculares también pueden interpretarse como una manifestación de las redefiniciones que la noción de Arte ha ido sufriendo a lo largo de estos treinta años. Otro aspecto que debemos mencionar y destacar es que durante este recorrido la Facultad y sus docentes se incorporaron al sistema de CIUNT, en tanto la producción artística pasó a ser considerada y validada por los organismos nacionales de Ciencia y Técnica, a la vez que las carreras de posgrado aparecieron como un horizonte posible de especialización. En nuestra facultad podemos advertir, de manera clara y distinta, las tensiones existentes entre la Techné y la Episteme, y las dificultades para conjugar la producción científica con la realización artística. Sin embargo, la falta de puntos docentes ha deteriorado enormemente las estructuras de las cátedras. La carencia de profesores titulares y las dificultades para acceder a las dedicaciones exclusivas restan potencial académico a la institución, toda vez que la mayoría de los docentes solo asis17


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ten de manera parcial, lo que constituye un verdadero obstáculo para la consolidación disciplinar de las distintas carreras. La cuestión edilicia también aparece como un problema estructural que imprime grandes dosis de dificultad a la tarea docente. A pesar de ello se han logrado algunas mejoras que han permitido oxigenar nuestra labor. Sin embargo, la construcción de un edificio que atienda de manera integral las necesidades de las distintas carreras constituye una deuda pendiente. La variable política adquiere aquí centralidad, en tanto las relaciones de poder entre Facultad y Rectorado, y entre la Universidad y el Gobierno Nacional, en gran medida, marcaron y marcan el pulso de las obras y de las posibilidades de concreción de las mismas. A pesar de estas dificultades, debemos destacar que la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán continúa siendo una usina cultural. Los sinuosos caminos recorridos fueron modelando la institución. Los problemas heredados y los desafíos que se van presentando, nos obligan a mirar nuestra propia historia, para encarar proyectos colectivos de largo aliento que nos permitan potenciar las diferentes disciplinas, tanto en el campo de la producción artística como en el de la reflexión crítica sobre el arte y sus alcances. La historia de esta Facultad da cuenta de las batallas libradas, para defender el arte como espacio de realización personal pero también como un reducto de producción teórica, que permita pensar lo artístico desde una 18

clave social y política. Parafraseando a Enzo Traverso debemos concebir “El arte (en vez de la historia) como campo de batalla” en donde nos aprestamos a defender las disciplinas artísticas en toda su dimensión, lo que significa repensar nuestras prácticas docentes y obligarnos a realizarnos preguntas sin respuestas. Este breve recorrido, muestra las contradicciones y los acuerdos, pero sobre todo permite diseñar una agenda, que debe ser abordada por la comunidad de la Facultad de Artes, con el objetivo de fortalecer nuestra institución y dotarla de artistas que comprendan de manera cabal el rol de la formación universitaria y su aporte en la configuración de un campo cultural.

Lucía Santos lepera ALEJANDRA WYNGAARD


ENTREVISTAS A LOS DOCENTES DE LA FACULTAD DE ARTES DE LA U.N.T.

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ENTREVISTA A

CLAUDIA ALBARRACÍN

1961

Profesora Adjunta del Taller de Escultura III, IV y V de la Facultad de Artes de la UNT y Profesora de Metalistería en la Escuela de Bellas Artes de la UNT. Miembro del Instituto de Investigaciones sobre Cultura Popular y del Instituto de investigaciones en Arte y Comunicación. Docente e investigadora en el Programa de incentivos del CIUNT. Dictó el curso “El arte mural y su función social”. Participó en la ejecución del mural de la Escuela Alfonsina Storni, en el Monumento a San Juan de la Cruz, en Escobar, provincia de Buenos Aires. Asesora en monumentos a los alumnos del Taller en escuelas y centros vecinales de la provincia. Participó en Jornadas, Congresos y Encuentros de Escultura en diferentes partes del país y del extranjero. Participó como co-directora del proyecto de investigación “La escultura en Tucumán” que presentó una muestra homenaje al escultor tucumano Oscar Nóbile en el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo E. Navarro en mayo de 2014. 20


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¿Qué le hizo escoger arte como profesión? Yo comencé mis estudios en la Escuela de Bellas Artes, es decir hice toda la escuela media con orientación artística. Me recibí de maestra de plástica, pero mientras estudiaba no me daba cuenta que iba a ser docente de arte. Después como una continuación natural, me inscribí en esta facultad porque me daba cuenta que mi formación estaba incompleta, que necesitaba estudios superiores. En ese momento (1979) era Departamento de Artes, después se transformó en Facultad de Artes. Allí me di cuenta que me interesaba la docencia, aunque individualmente tengo mi producción artística (…) realmente lo que más me interesa es la docencia. Me gusta el trato con los estudiantes. Con respecto a mis inclinaciones artísticas he tenido apoyo familiar. Mis padres me dejaron estudiar lo que realmente me gustaba y siempre me brindaron apoyo (…) Porque es muy común que en las familias te inclinen hacia carreras tradicionales o a las carreras de la familia. En mi caso nunca hubo esa impronta; pertenezco a la clase media, mi padre era empleado y mi madre ama de casa (…) Supongo que tenían sus aspiraciones en cuanto a tener hijos profesionales, pero me permitieron hacer lo que más me gustaba, más allá de lo que sería el día de mañana. Ya que esta carrera es muy dura, desde el punto de vista económico, si no se trabaja en docencia es muy difícil subsistir de producción y venta de arte, y más aun de la escultura.

Su ingreso a la facultad fue en el año 1979, ¿Cómo fue ese período en la misma? Fueron años muy duros para la facultad, donde muchos docentes fueron tocados por las ideologías políticas. En un período estuvo de interventora en el Departamento de Artes la profesora Manuela Mur, una dibujante y profesora de letras, a quien la dictadura la colocó en este lugar, donde estableció un ciclo nefasto para el estudiantado observando prejuiciosa desde el decanato la actitud entre estudiantes de sexo opuestos, censurando esculturas desnudas, entre otras cosas. Esto generó en los jóvenes una necesidad de rebelarse, atravesar los límites. Se crearon grupos de jóvenes artistas como el “Grupo Norte” que hacían intervenciones con temática social como por ejemplo los murales que se encuentran actualmente en la facultad de Educación Física. Particularmente para el taller de escultura fue duro durante el gobierno militar de Bussi, quien se dirigió a este taller para la producción que necesitaba para el adoctrinamiento de los valores militares y lo relacionado a ello. Algunos docentes particularmente, participaron de la realización de esculturas ubicadas en la “Avenida de los Próceres” y de otros retratos, con la necesidad de simbolizar esto aunque sin responder a las características de los personajes, representándolos heroicos y apolíneos. Fueron trabajos pagados pero obligados y con una gran presión. Se realizaron también una serie de

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ENTREVISTA A CLAUDIA ALBARRACÍN

escudos de las provincias alrededor de la Casa Histórica… de lo que recuerdo: a los profesores desesperados por finalizar junto con los alumnos que los ayudaban, dado que el gobernador junto con todo su destacamento se hacían presentes en el taller para observar el proceso de las obras. El discurso generalizado de los estudiantes en sus obras estaba relacionado a esto. Acudían a la neofiguración con una necesidad de expresarse muy fuerte.

¿Siempre quiso especializarse en escultura? Sobre la especialidad nunca tuve dudas. Desde la primera vez que tuve la posibilidad de trabajar con volúmenes sabía que era claramente el camino a seguir. Hice las tres especialidades en el rotativo, me gustaron mucho las posibilidades del grabado, hice cerámica en la escuela (…) pero donde realmente me siento bien es con la escultura. Por mi temperamento, siento la necesidad del trabajo físico. No soy una persona pasiva que le gusta trabajar quieta. Necesito complicarme, me gusta jugar con el espacio, utilizar distintos materiales, me gustan las obras ubicadas en el espacio público por donde la gente recorre y comenta, interpreta a su manera, etc. Ese conjunto de cosas hicieron que me defina por la escultura, y no por otra cosa. Eso que hoy se ha desdibujado un poco en los límites, las fronteras, entre la pintura, la escultura y el grabado. Ahora se puede integrar todo pero básicamente me interesa

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el trabajo del volumen, del espacio, más allá del color.

¿Qué influencias recibió en su especialización? Bueno, directamente por supuesto, de los maestros que tuve en el Taller: Fernández Larrinaga, que venía con toda la escuela de la época de oro del Departamento. Además de la influencia de la figuración y la neofiguración de los momentos de mi formación en la facultad.

¿Tuvo problemas para adaptarse al ámbito de la docencia en sus comienzos? No, ningún problema. Es más creo que he podido ingresar a la docencia en el taller de escultura porque en esos momentos algunos profesores habían fallecido, otros se habían retirado (por jubilación). Pero desde mi época de estudiante, todos me impulsaron a que me presentara a ayudantías estudiantiles, que fue el paso inicial de mi carrera docente.

¿Participó en exposiciones, ganó algún concurso? De estudiante he participado en todas las exposiciones y salones que organizaba la facultad. Casi siempre recibí menciones y premios (como por ejemplo los Salones Spilimbergo o el Navarro). Después, ya egresada, también participé en algunos salones y obtuve algún tipo de menciones. En


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los últimos años, me gustó mucho incursionar en la participación de encuentros de escultura y muralismo regionales e internacionales, ya que esto me exigió abstraerme en un tiempo y destinarme solamente a eso.

¿Cómo es su vida como artista actualmente? Es difícil, se me hace muy difícil la producción personal por una cuestión de tiempo y energía. Tengo muchas horas como docente en la facultad y en la escuela secundaria nocturna, por lo tanto el tiempo que me queda es muy corto. La docencia me exige investigación, posgrados, extensión, que llevan mucho tiempo. Entonces voy produciendo piezas sueltas, además personalmente no me gusta trabajar en serie, versiones de una misma cosa. En un momento quizás me interesa investigar un material, después tallar la piedra, es lo que me surge en el momento según las necesidades que van apareciendo. De todos modos, creo que el título de escultor o artista uno se lo gana con muchísima trayectoria. A pesar de haber participado en muchísimos eventos artísticos me cuesta el título de artista, me acorta porque me parece: ¡Un título muy importante!

¿Posee una meta? No, si se refieren a que quisiera participar de tal o cual cosa para ganar reconocimiento, de exponer en determinado lugar para que determinado círcu-

lo me tenga en cuenta. No, eso es condicionar la producción y la acción de cada uno para insertarse en esos ambientes. Eso en realidad no me interesa. Yo creo que voy haciendo y me voy dejando llevar por mi producción. En mis participaciones siempre aclaro que “producción y participación” son cosas distintas. Cuando hablo de producción se trata de las esculturas que presento en algún salón o en alguna muestra. Cuando hablo de participación me refiero a los encuentros de arte. Por ejemplo, los encuentros de muralistas que a veces se realizan en distintas partes del país o en el extranjero. Allí las obras se hacen al aire libre, en el espacio público. Al realizar los trabajos no me planteo como metas que me digan escultora o artista. Participo con tranquilidad, placer, me entrego totalmente y cada vez trato de hacerlo lo mejor posible. De ahí a que me digan escultora o artista es algo circunstancial. Desconfío de los títulos y de quien te los da. No creo en los críticos. Ellos tienen sus grupos, a ellos les hacen publicidad, los valoran y los ponen en el mercado vendiéndolos como artistas fabulosos, como “arte contemporáneo”. Y a los que no están en ese grupo, en las tendencias o líneas que a ellos les interesa, no se los nombra o se los ignora. Como conclusión te puedo decir que no me interesan. Mucha gente como yo va haciendo su trabajo sin importarle el rótulo ni nada de eso (…) El tiempo lo dirá.

¿Cree que el artista nace o se puede convertir? 23


ENTREVISTA A CLAUDIA ALBARRACÍN

Creo realmente que se nace con un “don”. Si vos no tienes ese don y te llegan a considerar artista es porque encontraste alguna fórmula, pero eso no es lo importante. Ahora bien, todas las personas tienen su talento, sus condiciones, sus necesidades y algo que expresar; lo que hay que buscar es la mejor manera, el mejor camino para expresarlo. Si partes de la base que vas a trabajar para ser artista es porque conscientemente estás buscando una fórmula. Estás buscando el reconocimiento. Eso, para mí no vale. Lo que realmente importa es el trabajo con mucho esfuerzo, el trabajo serio y constante. Es allí donde aprendes el lenguaje, las técnicas que te van a facilitar el camino para expresar.

¿Qué mensaje les dejaría a los estudiantes? Les quiero decir que busquen, que no se acorten ni crean todo lo que los críticos dicen, que trabajen mucho, defiendan y sostengan sus proyectos

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Clemente, Jorge; Dorado, Julio; Magisterz, Ernesto; Biasuso, Alejandro; Correa, M. Elena; Martín, Gabriel; Medina, Gisela; Samir Nasif, Ayuza; Verón, Emiliano; Aguirre, Paula; Burgos, Paula; Rojo, Agustina; Sanguino, M. Belén. 24


ENTREVISTA A

CARLOS ALCALDE 1953

Licenciado en Artes plásticas, Especialidad Pintura. Profesor Adjunto del Taller II Rotativo de la LAP en la Facultad de Artes de la UNT. Desarrolla su producción en el campo de las Artes Plásticas donde integra campos disciplinares tanto de la pintura como de la escultura, integrando técnicas textiles y cerámicas. Desde 1980 expone en diversas muestras colectivas e individuales en distintos centros culturales y museos de la provincia, de la región y Buenos Aires. Entre las más importantes, cabe mencionar: Pinturas y Esculturas (Centro Cultural F.E. Virla, 1986), Sala VIP (Aeropuerto B. Matienzo, 1990), Pintura y Papel (Museo Provincial de Tucumán, Sala Spilimbergo, 2006). Miembro del Instituto de Investigación de Arte y Comunicación de la Facultad de Artes de la UNT.

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ENTREVISTA A CARLOS ALCALDE

¿Por qué eligió estudiar Artes Plásticas?

plantearse “qué es lo que hago, qué es lo que quiero hacer (…) algo que realmente me guste”.

Elegí esta carrera porque es para lo único que sirvo, o sea no me gustan otras cosas (…) por ejemplo no me interesan las matemáticas. Así comienzo mi carrera pero recién en tercer año me doy cuenta de lo importante que es el arte para mí, de cómo me puedo manejar en la vida, mi vida, y que elegir una carrera es sobre todo elegir una forma de vida. Ya que sabemos que no hay dinero de por medio y que tal vez la única posibilidad es la docencia. También se pueden hacer muchas cosas como artesanías, pero no sé si eso alcanza para vivir (…)

A comienzos y mediados de los ochenta no sabía si dedicarme por el volumen o por la pintura y de allí comienzo a mezclar volúmenes y pinturas y mantengo esa producción de pintura y escultura durante toda la década del ochenta. Las pinturas están con volumen y mezcladas con textil. Empiezo a romper tela y meter cosas ahí adentro. Las esculturas de la misma manera les pongo poliéster y tejidos adentro. La imagen y los colores son totalmente distintos.

Terminé de cursar en 1980, aunque concluí mi carrera al año siguiente porque ese último año tuve una ayudantía estudiantil. Después hay un tiempo de más o menos cuatro o cinco años donde comienzo a repetir los esquemas que me ha dado la facultad hasta que comienzo a reaccionar buscando mi propio estilo. He pasado por todas las colas de los maestros, o sea, influencia de Salas, de Linares, de Gatti (…) Necesitaba hacer algo que me guste a mí, y no al que estaba a la par. Es posible que ustedes tengan el mismo problema, o sea la crítica del docente, la mirada del docente, que es importante en un punto. Pero cuando se sale de la facultad ya no se tiene padres y se encuentran en la intimidad, en la soledad de su taller. Otra característica de esta carrera es que resulta muy solitaria, muy íntima, muy metida hacia dentro de uno mismo. Entonces, cuando uno no tiene esas influencias comienza a

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Posteriormente, me peleo de la pintura (…) y decido quedarme con la escultura, así que toda mi producción de principios de los noventa son esculturas y cerámicas. Después de una etapa de probar otros lenguajes para expresarme, como la escritura, vuelvo a la pintura. Todo lo otro es desechado y comienza una búsqueda con una pintura auto referencial. Cambié la paleta de los colores brillantes, paso a los tierras y me quedo con la paleta de los saturados. Los temas los trato desde otro punto de vista. No tengo bocetos, salvo los personajes (…) Mi pintura es un sentarme a escribir con la idea de decirme cosas a mí mismo, decirlo de la forma que quiero y sin miedo.

¿Alguna vez se puso a pensar por qué recién en tercer año se dijo: La pintura es lo mío?


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A mi generación le toca un momento en que el lenguaje visual no era tan fácil de abordar. Vos ahora tenés los videos clips, entonces sin saber estas aprendiendo lenguaje visual. Nosotros no teníamos eso, éramos bastante inocentones, no teníamos muchos elementos, estábamos más trabados, muy quedados en el Renacimiento y podíamos llegar hasta Van Gogh. Ustedes leen visualmente cosas que no saben que las están leyendo porque las aprendieron en la práctica, tal vez sentados frente a un televisor. Tienen gran cantidad de conceptos asimilados y no lo saben porque no los han conceptualizado; por ahí esto les va a costar más recién en 3º o 4º año. Es algo que surge de una forma más natural de lo que nos surgía a nosotros. Por eso les digo que yo, recién en tercero mi cabeza fue evolucionando diciendo lo que quería y lo que no quería. Por otro lado estaba Linares, la función de un maestro de taller es justamente ubicarte en el plano del arte y sacarte del plano de la pintura del hacer, ubicarte en el plano de la Filosofía del Arte. Eso es lo que te transmitía el maestro. Linares me mueve el piso y ahí descubro que es lo que quiero hacer: lograr meterme en el plano del ARTE, nunca me ha importado mucho que trascienda pero sí la exigencia de nunca quedarte con lo que es menor. Salas me ha enseñado algunas cosas. Lo tuve en 1º año, por ahí tenía problemas para transmitir, por ahí no decía nada (…) él no podía pararse y dar una clase. Tenía que agarrar una carbonilla o un pastel y te mostraba: esto se hace así. Mientras estaba manejando sus manos sí podía hablar todo lo que

sea, pero si no estaba dibujando no esbozaba ni tres oraciones juntas. Después de terminar primero o segundo año, decido quemar todos mis dibujos porque uno llega a tener tantos papeles que ya no puede más, además uno va creciendo y ve esos dibujitos tan pobres!!! (...) pero yo tenía separado tres o cuatro en los que había ojos y manos dibujados por Salas (correcciones de mis dibujos), es decir ¡Salas auténticos! Pero en una mudanza los perdí. Me dio una gran nostalgia.

¿Por qué esa elección de los colores en sus pinturas? Digamos que soy de la generación de los ’80, en esa época tengo 30 años, pero mi formación es de los ’70, de pleno proceso. En ésa época había sumas de determinada inconciencia porque no me daba cuenta de lo que pasaba, pero sí pasaban cosas bravas. Es decir, la facultad no era cualquier lugar, había muchos policías de civil. Mi mejor amigo desaparece, lo secuestran (…) entonces tuve mi primer ataque de pánico en la facultad. Otra vez entró un general y me dio otro. Yo nunca había estado enredado en ningún partido político, pero lo mismo me dio pánico. La pintura que se hacía entonces era sumamente reaccionaria, la pintura tenía que ser terrible y tenía que transmitir toda esa carga. Es lógico y coherente que la pintura transmita lo que se está viviendo, entonces yo sentía en los ochenta que me habían cargado una mochila con piedras, que ya era el momento de dejarla pero sin olvidarme de las cosas. Hablo no de olvido pero sí de po-

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ENTREVISTA A CARLOS ALCALDE

der vivir de otra manera. Soy docente en la facultad y veo como año a año las generaciones van cambiando. Veo cosas ahora que aparentemente son light pero no lo son y me gustan. Entonces me permiten dejar la mochila con piedras y cargar otra con telgopor. Es bueno transformar esa carga en colores, en la alegría de vivir, tratando de salir a través de la pintura y que la pintura me ayude a vivir, a hacerme cada día más pleno. Así a medida que va pasando el tiempo uno va entendiendo lo que ha pasado no sólo en los setenta, sino también en los ochenta y los noventa. Ahora puedo tomar distancia y ver ciertas cosas que antes no las veía. Siento que los 90 y el 2000 también son mi época, que no me puedo quedar atado a una época de oro. Los ’80 fueron brillantes porque había mucho dinero (...) Había grandes salones de plástica, era el tercer Salón más importante del país después de Buenos Aires y Rosario (…) pero también tiene toda esa parte negativa y ya no estoy dispuesto a seguir cargando. Hay que vivir el presente, hacer cosas concretas para lograr determinadas metas. Por suerte, soy medio gestáltico y me olvido con una facilidad asombrosa las cosas negras y pesadas, porque vivo el presente. Tengo una salud muy delicada por lo tanto trato de disfrutar el día a día lo mejor posible.

¿Quiénes lo influenciaron en su carrera? Cuando me pongo a pintar veo mucha pintura, por

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ejemplo sigo viendo a Alonso. Tanto he buscado adentro mío que disfruto al otro justamente como otro, como algo distinto, pero no lo siento como importante como para que interfiera en mis pinturas. Eso sí me sucedía cuando recién me recibí. Me influenciaban Gatti y Salas, y a lo mejor algunos brillitos de Linares. También por supuesto los grandes maestros como Goya, Velázquez (…) Siempre hay influencia porque uno no vive aislado, ve un montón de cosas que van quedando en el inconsciente pero no hay una influencia directa de fulano o mengano. Todo lo que pinto es lo que me gusta, porque siento la necesidad de pintar. Tomo un tema que me atrae lo desarrollo y lo pinto. Tengo una necesidad plástica, estética de hacer determinadas cosas, una necesidad de decir cosas en forma directa o indirecta, cosas que son sumamente íntimas, que están ocultas tras la ambigüedad de lo que puede ser una imagen.

¿En qué salones expuso sus obras? Llego a meterme en el sistema, voy a Buenos Aires, haciendo esta mezcla de pintura y volumen pero el traslado es muy caro. Entonces, de golpe comienzo a reaccionar contra el sistema, contra algunos salones. No me presento en determinados salones que están armados para determinadas líneas. Comienzo a evitar algunos y termino evitando todos. Ahora tengo una muestra que la quieren llevar a Bs. As., el sólo hecho de pensar en el embalaje y en todo el trajín que acarrea me da cansancio. Lo único que quiero es pintar.


¿Cómo es su experiencia docente en esta facultad? A mi me gusta la docencia pero digamos que no elegi la docencia como mi tarea principal, mi tarea principal ser productor o sea a mi me gusta producir, entrar en mi taller y pintar, pero de todas maneras me gusta la docenci y a este nivel mas todavia porque bueno uno tiene alumnos que estan interesados en aprender no es como en el secundario que uno puede tener dos o tres que están interesados y el resto no. La docencia me ayuda a crecer a no quedarme quieto sino ir buscando nuevas cosas, nuevas formas de expresión, acá no solo enseño sino que también sigo aprendiendo. También trabajo en una escuela y lo disfruto pero no es lo mismo que acé, lo disfruto de otra manera.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Cerviño, Paulina; Correa, Eugenia; Eliff, Laura; Ferreyra, Carla; Gruber, Trinidad; Mizrahi, Alejandra; Valdecantos, Juan Pablo y Zurita, Franco.

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ENTREVISTA A

ANA BADESSI

1943

Licenciada en Artes Plásticas, Especialidad Grabado. Profesora Titular del Taller de Grabado de la Facultad de Artes de la UNT. Fue discípula de Pompeyo Audivert. Participó en Salones provinciales, regionales y nacionales; en muestras colectivas e individuales, recibiendo importantes premios por su producción. Integró el Grupo de 4 grabadoras Tucumanas de intensa actividad durante los años 70/80 con la que fueron invitadas a participar en muestras en diferentes puntos del país y del exterior. Es co-fundadora del Instituto de Investigaciones Estéticas y del Instituto de Formación y Producción en Arte impreso. Participó y dirigió proyectos de investigación financiados por el CIUNT. Es co-autora de los Cuadernos de Arte “Aurelio Salas” y “Marta Forté” además de los CD “El Recorrido I” y “El recorrido II”.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Qué es para usted el Arte?

¿Dónde cursó su secundario?

¡Casi nada de pregunta para empezar! ¿Qué ha sido el arte para mí? Les puedo decir que es mi vida. Nací y me crié en una familia de artistas. Mis abuelos de ambos lados, tanto maternos como paternos eran músicos. Yo nunca concebí separaciones o divisiones en el terreno de las artes, por eso nunca entendí por qué la gente de plástica no concurre nunca a los conciertos. Ahora en la actualidad estos acercamientos ocurren con mayor frecuencia. Afirmo que todas las manifestaciones artísticas constituyen el arte. El Arte es la manera de expresarse que han tenido los pueblos desde la más remota antigüedad, desde la prehistoria. Para mí el Arte es “la más maravillosa de las formas de expresión del hombre”.

En la Escuela Normal y cuando finalicé ya sabía de la existencia del Departamento de Artes. Era una casa antigua que se encontraba en San Martín al 300, por cierto muy pintoresca. Antes el Departamento estuvo en el Teatro Belgrano que después demolieron e hicieron la Sala Orestes Caviglia y el Museo. Nuestra vida en el Departamento era totalmente distinta. Los talleres eran en habitaciones de una casa de familia. Recuerdo que estaban arriba y había que subir una escalerita de bohardilla. Era todo muy pintoresco. Por supuesto, que ahora no se podría pensar en un lugar así dada las dimensiones que tiene hoy la facultad (…) Lo que aún sigue vigente es el plan de estudios de entonces, del año 1962, que ya cumplió 40 años y que buscamos renovar.

¿Cómo inicia su recorrido? ¿Cuál es su punto de partida? Creo que el origen ya está en esa tradición familiar y las cualidades que ellos descubrieron en mí: “la nena dibuja bien”, “la nena le hacía los dibujos a los compañeros del secundario” (…) y bueno, a esa nena no le quedó otra cosa que estudiar arte. ¡Gracias a Dios! Hasta el día de hoy estoy fascinada con la carrera a la que aposté y realicé, como también con toda la actividad que inevitablemente la misma implica.

¿Cuál es esa actividad? Implica mucho compromiso (…) El compromiso social es muy importante porque el arte es un reflejo de su época.

¿Quiénes fueron los primeros profesores en su formación artística y los que más significaron en su carrera? Un pintor: Luis Lobo de la Vega, que estaba en primer año. La Prof. Myriam Holgado, en dibujo. Luego mi formación estuvo directamente a cargo del Maestro Pompeyo Audivert, que es quien me ayuda a decidirme por el grabado. Me gustaba mucho su manera, su modo de manejar el taller. De esa elección no me arrepentí nunca, que es lo importante. Por supuesto la facultad a la que yo ingreso es muy distinta a la de ahora, éramos 5 ó 6. Teníamos una relación muy estrecha con los profesores, íbamos 31


ENTREVISTA A ANA BADESSI

de picnic o nos llevaban a pintar a San Javier. Claro, éramos un grupo muy chico. Retomando la pregunta dentro de las materias teóricas estaba el Prof. Edmundo Concha que nos dictaba las historias del arte, aprendíamos muchísimo (…) Pero creo que las materias no tenían el nivel o la calidad que ustedes tienen ahora. Piensen que todo recién se estaba formando.

¿Pensó incursionar en otras especialidades? En realidad estaba indecisa entre escultura y grabado. La pintura… no me seducía el color, aunque ahora la situación es distinta porque el grabado hizo suyo el color. Pero en ese momento el grabado era en blanco y negro, por lo menos en Tucumán, con tinta negra, a lo sumo unos tonos sepia. Estaba entre escultura y grabado (…) pero me gusto más el taller de grabado.

¿Cómo fue su primera muestra? Mi primera muestra individual fue en lo que ahora es el Centro Cultural de la UNT. En ese local, había una sala chiquita y expuesta al público, pero no recuerdo nada particular ya que estábamos acostumbrados a ese ritmo. Para mí era una cosa más entre las que tenía que hacer en mi vida de estudiante (…) quizá la satisfacción de mostrar mi obra, la satisfacción que a la gente le guste (…) O sea gratificaciones y situaciones que te marcan.

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¿Qué es aquello del grabado en sí que la atrajo? En ese momento me atraía mucho el grabado artesanal, sin descuidar por supuesto la parte artística en la que el profesor era muy exigente, por eso mismo no nos dejaba hacer cualquier cosa. Digamos, no había alumnos de medio pelo en el taller de grabado. Éramos buenos o nos teníamos que ir. Es decir, estaba la creatividad pero también lo artesanal. El grabado fue cambiando muchísimo y yo misma fui evolucionando con él. Antes el grabado se caracterizaba por la multi-ejemplaridad. Hoy no es necesario, con una estampa, tal vez sin ninguna estampa… ¡A lo mejor exponer sólo la matriz grabada y ya está! ¡Tal vez se imprime o no se imprime! Se abrió así un abanico de posibilidades. Siempre estuvo latente la idea que el campo del grabado debía expandirse y lo hizo en forma, tal vez más que otras disciplinas. Se crearon nuevas tendencias, se abrieron muchas ramas (…) de pronto de este taller salen los alumnos haciendo intervenciones, perfomances, su trabajo final no es una exposición de grabado específicamente.

¿Qué entiende Usted por buen artista y cuáles serían sus atributos? Un buen artista es aquél que expresa lo que siente en su obra, que maneja bien la parte técnica porque de lo contrario se cae la obra. Ya que por más creativo que sea, por más talento que tenga para gestar la idea, la parte técnica es muy importante. ¡Se imaginan si una escultura se viene abajo! Por


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

lo menos se debe llamar a alguien para que te asesore en el aspecto técnico (…) y eso es muy común ahora, lo que por otra parte no está mal. O sea: lo principal es tener la idea de la creación, qué es lo que se quiere hacer, a dónde se quiere llegar. El pedir ayuda no es un delito, ni problema alguno, se puede solicitar ayuda en todas las cuestiones técnicas que haya que resolver, que hoy por hoy son muchas. Pero repito lo fundamental es que el artista tenga algo que decir, que lo sepa decir para que el otro lo vea. Hay algo que es fundamental, que antes no se la tenía en cuenta: es que una obra es compartida con el público. Yo trabajo porque me gusta, hago obra cuando tengo ganas de hacerla… pero mi obra no se completa hasta que alguien la mira y la recibe. Esta teoría no es nada nueva pero para nosotros, cuando la empezamos a estudiar sí lo era. No egresamos con la teoría de que el espectador es quien completa la obra. Ella nos dice que si no hay espectador que la contemple la obra se encuentra en un estado de incompletitud; si un cuadro queda en el estudio de un artista podrá ser una maravilla pero si no salió a la luz, si no se lo expuso a un público que lo confronte, esa obra no está terminada.

¿Cuál es el rol de un artista en los tiempos que corren? El rol de un artista es trabajar para una sociedad mejor, de la manera que sea. Creo que todos los que hacemos arte vamos y estamos trabajando para ello, aunque sea pequeño lo que podamos

hacer, porque sólo nosotros nos podemos expresar libremente. Yo no pasé ningún tipo de censura, gracias a Dios, durante los años que llevo aquí. Pero hubo gente que sí lo fue (…) pero pasará la persona que censuró tu obra y luego tu obra, si es buena, será retomada.

¿Cómo piensa Usted a los premios o menciones que se ponen en juego en los Salones? Empecé mandando obras a exposiciones y salones porque nuestro maestro nos hacía trabajar con ese fin. Si se ganaba el 1º Premio en La Peña El Cardón, teníamos que mandar al Salón Municipal, al Salón Provincial, al Salón Nacional (…) eran reglas no escritas, yo diría reglas morales. Creo que el Salón es necesario porque a muchos artistas allí se los conocen. Hice muchas muestras individuales pero no me considero una artista de primera línea, ya que hay otros mejores que yo. El competir no me interesa aunque sí presentarme en exposiciones individuales, porque es bueno saber lo que piensan los otros de tu obra. Los Salones son una necesidad pero no hay que llevarse de los resultados necesariamente. Haber ganado un Salón no significa siempre y en todos los casos ser el mejor. Ahora, si una persona viene ganando 10 ó 15 Salones a nivel nacional o internacional ya habrá que prestar más atención, eso también nos tiene que decir algo. Mi postura no es estar contra los Salones, al contrario me parece bien que haya y muchos, pero tampo-

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ENTREVISTA A ANA BADESSI

co pienso que el Salón “me va a determinar” quien es el mejor artista. Les aconsejo no dejarse llevar siempre por los resultados. Muchas veces ocurre que un trabajo enviado a un Salón no es aceptado y después la misma obra es admitida en otro Salón y hasta resulta premiada. Esto es normal, ocurre y con mucha frecuencia. No es para ofenderse ni enojarse con el jurado. En la vida pasan muchas cosas y no hay que desalentarse por ninguna de ellas. Uno debe trabajar para uno y para realizar una obra que alguien, no importa quién, jurado, público, vecino, la vea y se interese por ella. Por eso es importante resolverla lo mejor posible y estudiar mucha historia, morfología, estética.

¿Cómo llega a ser docente de esta facultad? En tercer año se llama a concurso y me presento a una ayudantía estudiantil. Así comenzó mi carrera docente, después fui jefe de trabajos prácticos. Luego viene el proceso militar y dejan cesante a mucha gente, se suspenden los concursos, pero no nos promocionan a nosotros, los que veníamos ascendiendo en la carrera docente, porque traen gente de afuera y nos dejan en el lugar que estábamos. Por suerte, después se nivelaron las cosas y volvieron los concursos.

¿Cómo vive la docencia? Para mí es un placer. Me fascina. La facultad es mi segundo hogar, o no sé si el primero, ocurre que por ahí estoy más aquí que en mi propia casa. 34

¿Qué cambios observó en la facultad? La facultad se está acercando, cosa que veo con mucho agrado, a un entrecruzamiento de disciplinas artísticas, que reúne a la gente de teatro con la de música y a estos con los artistas plásticos. Creo que esta convivencia de disciplinas enriquece la formación del estudiante de arte.

¿Qué piensa de la importancia que se le da al arte en Tucumán y el nivel de sus artistas? Creo que Tucumán es un muy buen centro de cultural, tenemos que estar contentos en Tucumán ya que artísticamente estamos a la vanguardia respecto del resto del país. Históricamente Tucumán ha sido y es un centro artístico de gran importancia. En lo que respecta a los jóvenes valores, para mí el máximo artista que hay en la provincia, el más importante es Roberto Koch. Pintor y grabador, profesor de segundo año. ¡Es uno de los artistas más premiados de la Argentina!

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Rodrigo Cabrera, Ariel Díaz y Maximiliano Moyano Ferreira.


ENTREVISTA A

SUSANA BAUM 1955

Licenciada en Artes, Especialidad Pintura y Grabado. Profesora Adjunta de Práctica de Taller III, IV y V Pintura en el Instituto de Artes Plásticas de Aguilares, Facultad de Artes, UNT. Directora del DAPA 2004/2009 desde donde organizó numerosos eventos plásticos junto a sus alumnos para la comunidad de esta ciudad. Participó como jurado en numerosos concursos. Directora del Centro Cultural Ricardo Rojas de la UNT desde 2011 a la fecha. Investigadora del CIUNT con un proyecto sobre Arte y Ecología con publicación de trabajos en revistas especializadas. Dictó numerosos cursos en “Red Federal de Formación docente” y de postítulos de la Facultad de Artes de la UNT. Expuso en muestras individuales y colectivas. Participó en Salones provinciales y municipales obteniendo importantes premios.

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ENTREVISTA A SUSANA BAUM

¿Tuvo alguna influencia para seguir esta carrera de artes plásticas? No, ninguna influencia. Toda mi vida supe lo que quería hacer, a lo que quería dedicarme. Lo que quería era pintar y dibujar. Ahora ya estudiando en la facultad tuve mucha influencia de Aurelio Salas. Me interesaba mucho la línea, el dibujo en sí, pero no sus temáticas.

¿Qué significa el arte para usted? Es un concepto muy amplio (…) Es una manera de manifestar lo que uno piensa, lo que quiere y siente más allá de las modas, de las influencias. Es una forma de expresión y una posibilidad de transmitir un mensaje. A través del arte uno puede valorar todo lo que el artista tiene adentro y que lo expresa en los distintos soportes: pintura, grabado, escultura (…)

¿Cómo era la facultad cuando usted estudiaba y cómo es la de ahora? Era una época hermosa. El Departamento de Artes era pequeño, casi una familia. Todos nos conocíamos y la relación de los profesores con los alumnos era muy cercana, un trato personal… Recuerdo que los viernes era un clásico el ir a ver muestras que se hacían en la salita de la 25 de Mayo, donde actualmente es el Centro Cultural Virla. Fue un período de mucha efervescencia cultural. Se traían muchos artistas importantes, los grandes maestros a los que nos acercábamos a charlar, como por ejemplo Soldi. 36

Comencé la facultad en el ’73. Hasta tercer año todo andaba bien, pero de ahí en adelante todo se puso denso. Todo fue marcado con rojo por la época de la subversión. Teníamos compañeros que desaparecieron. Pasó lo mismo en Filosofía y Letras (…) Fue una época muy dura. Con respecto a los estudios, el plan de estudios era igual que ahora. Es decir uno se recibía con las mismas especialidades que hay actualmente en la facultad. La única diferencia estaría en que en los talleres había tres grupos que los hacían rotar por pintura, grabado y escultura. Pero no había talleres paralelos. Ahora bien, con respecto mi época de estudiante si hay muchos cambios. La facultad está más grande, hay más carreras, más alumnos. Cuando yo ingresé era Departamento de Artes. En el año ’85 se transformó en facultad y el primer decano fue el Lic. Carlos Navarro. Me enorgullece que se haya transformado en facultad. Eso muestra muchísimos avances. Por ejemplo, los profesores no eran investigadores, algunos no tenían títulos universitarios… Eran simplemente artistas. Ahora es una carrera que está mucho más jerarquizada. Los alumnos forman parte de proyectos de investigación. Hay becas para que los chicos se inicien en investigación… nosotros no teníamos nada de eso. Realmente de entonces a la actualidad hay un salto cualitativo enorme.


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Le gusta la docencia? Me encanta estar con los chicos y transmitirles, guiarlos y ayudarlos en su formación. Actualmente estoy como profesora en el Taller de pintura III, IV y V y además soy Directora del DAPA. Vivo de y para la docencia. Tengo reconocimientos y medallas por haber realizado tareas perfeccionando docentes en el interior de la provincia. Uno de los más importantes fue una medalla de oro que me dieron en Concepción porque reconocieron mi labor como docente del sur. En mi larga trayectoria de taller, en la cual llevo ya 30 años de docencia, siempre estoy tratando de inculcarles a mis alumnos la importancia espiritual del arte y que ellos mismos valoren su obra.

En su trayectoria como artista: ¿Participó en Salones? ¿Ganó algunos premios? Si tengo varios premios que recibí en el período ’73/’78. Recuerdo como grato e importante el 1º Premio de Dibujo del Salón Spilimbergo que lo gané siendo estudiante, cuando recién entraba a estudiar artes plásticas en Tucumán.

¿El arte en la sociedad, qué lugar ocupa? No, creo que en nuestra sociedad no se le da importancia al arte y los plásticos no tienen el lugar que se merecen. En otras partes del mundo está valorado de otra manera. El artista es un personaje

importante para la sociedad. Creo que el arte tiene que tener una reinserción en la sociedad, específicamente hablo del caso Aguilares. Hay que acompañar a la población para que aprenda a gozar y a valorar los trabajos que hacen sus propios artistas. El artista plástico no es valorado de ninguna manera. En general gente de mayor valor adquisitivo sólo compra una obra, cuando la compra para tenerla de adorno en el living de su casa, como un objeto decorativo, no valorando la producción plástica. Hay mucha gente de alto valor adquisitivo pero que sin embargo prefieren otras cosas decorativas.

¿Tiene proyectos para Aguilares? Tengo muchos proyectos. Por ejemplo quiero traer otras carreras, quiero que los alumnos del DAPA tengan las mismas posibilidades que los de la Facultad, puesto que debido a la distancia no tienen acceso a determinadas cosas, por ejemplo la Biblioteca. Desde que asumí en la gestión mi objetivo fue jerarquizar Aguilares. Otro proyecto que tengo es realizar el 1º Congreso Nacional de Arte y Educación. Tomar a la educación en los distintos niveles de enseñanza y a sus prácticas artísticas. Esto se va a realizar entre el 23 y el 26 de Octubre. Habrá exposiciones de alumnos, egresados y artistas. También habrá Arte por Correo. Ya nos mandaron obras de Francia, Chile, Uruguay y Paraguay. Además este evento fue declarado de interés universitario, municipal y provincial. Pongo mucho empeño en mejorar el aspecto edilicio para que los alumnos y los docentes trabajemos más cómodos. Nuestro obje-

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ENTREVISTA A SUSANA BAUM

tivo es hacer una sala de exposiciones y los entrepisos del instituto; completar el taller de grabado con un taller de xilografía. Además hemos programado un gabinete de computación para que a partir de eso traer la carrera de foto y diseño (…) como verás tengo muchos proyectos que queremos realizar con un grupo de profesores en Aguilares (…) veremos si podremos concretarlos.

¿Cómo es la remuneración de los artistas plásticos en nuestro medio? Es muy mala. Solamente unos cuantos privilegiados pueden vivir de la producción. La venta de producción plástica está en general restringida a paisajes o retratos… eso es lo que pide el mercado y si por ahí tu producción está encaminada a otros rumbos es muy difícil que uno se pueda mantener, ni siquiera subsistir.

¿Usted prefiere dedicarse a la docencia o al arte? Trato de llevar adelante las dos cosas, aunque la docencia me ocupa mucho tiempo. De todas maneras suelo pintar un rato todos los días porque si no me siento mal. Siempre estoy exponiendo (…) aunque no sea una artista que sobresalga. Quizás si me hubiera dedicado sólo al arte tendría muchas más muestras.

¿Cómo es el DAPA? ¿El nivel de enseñanza es el mismo?

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Son los mismos profesores que en la facultad. Se imparte la misma enseñanza. Lo que nosotros no tenemos son talleres paralelos. En las materias teóricas también son los mismos. Con la profesora Cristina Bazzano estamos trabajando en un libro sobre el Departamento de Artes de Aguilares. Ya les contaré más adelante.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Ana Luz Singh


ENTREVISTA A

CRISTINA BAZZANO 1950

Licenciada en Artes Plásticas, Especialidad Pintura. Fue Profesora Titular del Taller III, IV y V de Pintura del Departamento de Artes Plásticas de Aguilares, del cual fue además su directora. Luego se trasladó como Profesora Titular del Taller Rotativo de 2º Año Turno Vespertino y por extensión de 1º año de dibujo. Fue Profesora de Dibujo en el Taller Matutino de la Fac. de Artes de la UNT. Investigadora del CIUNT.

Realizó numerosas muestras individuales y colectivas. Participó en Salones provinciales, nacionales y municipales donde obtuvo importantes premios.

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ENTREVISTA A CRISTINA BAZZANO

¿Desde cuándo sintió inclinaciones por el arte?

se critica el clasicismo, el arte clásico siempre va a existir.

Comenzó a gustarme lo relacionado al arte a partir de los cuatro o cinco años. Desde niña siempre dibujaba, siempre con lápices y papeles. Tenía mucha audacia y un gran entusiasmo lo que llevó a mi madre buscar lugares relacionados con lo artístico y así me inscribió en la Escuela de Bellas Artes a los once años. Desde un principio me encantó. Recuerdo que tenía muy buenas notas, muy altas (…) y fui abanderada de la escuela. Realmente era muy feliz con lo que hacía. Como grupo de alumnos no éramos más de veinte y se comenzó a pensar en la necesidad de implementar el bachillerato ya que por ese entonces no existía. Así comenzó, creo que alrededor del ’62, y dio muy buenos frutos. Después seguí acá en el Departamento de Artes, como se llamaba porque habrá que esperar el retorno a la democracia para que se transformara en facultad.

¿Puede narrarnos algunas de las cosas que hizo a lo largo de su carrera?

¿Cuáles son los profesores que más recuerda? Entre los grandes maestros que tuve puedo mencionar a Aurelio Salas, Juan Bautista Gatti (que lo tuve en 4º y 5º año), Enrique Guiot, que era ayudante, Mecha Romero, Fernández… Ayudaron en mi formación y en mi definición como dibujante. Para mí es fundamental el tratamiento de la línea, de la mancha. El dibujo está volviendo a tener auge luego de haber sido rechazado. Mis imágenes son realistas principalmente. La formación que recibimos y que ustedes reciben es clásica, y aunque ahora 40

En la tarea docente, el profesor tiene sus metas. Muchos quieren llegar a ser jefe de cátedra, “deseo llegar porque el otro llegó, o porque creo que me corresponde”. Pero hay que respetar los pasos de un camino que no es fácil: los concursos, los años de experiencia en los distintos niveles para poder ser jefe de cátedra. Creo con humildad, que ahora que lo soy, es un lugar difícil, hay más responsabilidad. En quinto año rindo mi primer concurso estudiantil en Historia del Arte. Con eso comienza mi carrera docente. Más adelante gano otro concurso en Historia del Arte I y II. Pero además del aspecto teórico me interesa la producción. Elijo dibujo como forma de expresión plástica y entonces me dedico mucho a la práctica de taller. En el año ’72, ’73 se crea en el Departamento de Artes la carrera de decoración y en ese momento entro a trabajar en la Facultad como profesora contratada en “Historia del mueble”. Después me voy a vivir a Córdoba donde también trabajé un año en la escuela de arte como Jefe de Trabajos Prácticos. Allí me fue muy bien, hice muchas exposiciones vendí varias obras. Posteriormente me alejé de la escuela para dedicarme de lleno al dibujo. Luego viajo a Bolivia en donde logro


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

un gran crecimiento interior y que se manifestó en mi desarrollo artístico. Cuando volví me presenté en muchos concursos, gané varios pero sin descuidar la producción. En el año ’87 me presento y rindo 3 concursos: Historia del Arte I, Historia del Arte II en Aguilares y Taller de Dibujo para Escultura en la Facultad, en el matutino. Luego tomé el tiempo completo en Aguilares al frente del taller de pintura III, IV y V mientras seguía con mis clases teóricas. En el año ‘97 rindo como profesora asociada para el Taller I y II de dibujo y pintura en Aguilares y actualmente estoy como profesora Titular interina en la materia Composición, que es la última materia de la carrera, hasta que me salga el próximo concurso (…) Así es la vida del docente, siempre tenemos que estar rindiendo. En el 98 y 99 hice estudios en España de posgrado que no pude terminar por fallecimientos de mi padre, madre y hermano en el lapso de tres años, pero siempre digo que el posgrado me ayudó mucho a actualizarme, sobre la visión de la crítica, la figura del curador o comisario, todo lo que hoy sale a la luz: las grandes preguntas que surgieron antes y siguen hoy: quién es artista, quién sirve o no sirve, si es más importante el crítico o el artista. Se analiza el contexto artístico del momento en todo el mundo. También en la facultad he hecho investigación en diferentes programas financiados por el CIUNT.

¿Qué es para usted el arte? El arte es una virtualidad de la realidad. No es la obra sino el concepto. El arte no es nada si no hay una idea, un concepto. Está implícito en el hombre, es una manera de expresar ideas, sentimientos, pensamientos. En cuanto a la carrera en sí, es una carrera del espíritu y del alma y nuestra facultad es una esperanza especializada.

¿Considera más importante el esfuerzo o el talento para formarse? Está el don, y el alma. Al don lo podemos ver en una mancha de un alumno desde el principio, y hay otras personas que se van formando y luego sorprenden. Por eso pedimos los trabajos durante todo el proceso para ver el avance en la producción de cada alumno. Tiene que haber las dos cosas: El alma, la cabeza. El artista debe saber manejar las técnicas, probar los materiales pero también reflexionar. La observación y el análisis pueden ser duros, pero si no hay trabajo con el alma y el corazón (…)Sin eso no se puede.

¿Y los autodidactas? Ellos son más de adentro que de afuera, pero siempre van a talleres, siempre a la larga los apoya alguien (…) es indispensable. El tratamiento de lo plástico tiene que ver con todo el ordenamiento compositivo, y la factura es el tratamiento del material pero todo va unido a las tres cosas: mente, alma y cuerpo.

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ENTREVISTA A CRISTINA BAZZANO

¿Cuáles son sus artistas preferidos? A mí siempre me fascinó Bacon (…) y también Duchamp, el Dadaísmo. Era un arte muy provocativo que dio lugar a que surgieran otras tendencias, no estilos, hablamos de tendencias. Duchamp presenta una vez en una exposición un mingitorio, era la expresión del “rechazo” y gana el primer premio… Hay que conocer toda la época para entender el por qué. Y Bacon muestra al hombre torturado, ya más contemporáneo y actual. Hay que leer bastante para entender el contexto. Actualmente no estoy muy conectada con muchas obras pero admiro a artistas locales, a compañeros de la misma facultad como Marcos Figueroa, Guillermo Rodríguez, tanto en sus trabajos como en su trayectoria.

¿Considera que los artistas son competitivos? Hay mucho ego en el artista. Hay artistas más egoístas, otros menos. Hay algunos con un ego más acentuado que otros. Pero considero que eso es una necesidad para sentirse plenos con lo que hacen. Siempre debe existir la crítica, lo digo desde mi experiencia en las exposiciones. Una crítica sobre el esfuerzo puesto en la línea no es destructiva. Te puedes sentir frustrado en el momento, pero eso es bueno. Es necesario ese golpe, y luego meditarlo para alcanzar las metas. Eso sí, SIEMPRE hay que respetar al otro.

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Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Bree, Tomás; Giri, Cecilia; Grassi, Sergio; Jerez, Sofía; Gerónimo, Marta; Luna Hernández, Mª de Lourdes; Morales, Laura; Navarro, Jesica; Paez, Milagros


ENTREVISTA A

CARLOTA BELTRAME 1960

Egresada de la Facultad de Artes de la UNT. Doctora en Artes y Docente del Taller C. Organizó encuentros entre críticos, jóvenes artistas, galeristas y coleccionistas de arte. Obtuvo numerosas becas entre las que se destacan las otorgadas por: la Fundación Antorchas para trabajar en el Taller de Barracas, la DeutscherAkademischerAustausdients (D.A.D.A.) para realizar estudios de escultura en la StaatlicheKunstakademie Düsseldorf, HochschulefürbildenKünste, Alemania (1996/1997). Recibió la beca TRAMA de gestión cultural para artistas (2002). Condujo encuentros de análisis de obra en diferentes puntos del país y sus obras pueden observarse en museos y colecciones privadas.

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ENTREVISTA A CARLOTA BELTRAME

¿Cómo y cuándo se dio cuenta que quería estudiar artes? De toda la vida. Desde muy chica quería hacer arte y fui muy estimulada por mis padres. Siempre tuve facilidad para hacerlo porque hay algo que tener en cuenta que es muy propio de esta facultad y es que es una carrera cara y más del 50% de los estudiantes que ingresan, por lo menos a la licenciatura en artes -pero también por ejemplo teatro-son de clase media y media baja. Muchos de ellos son de familias que no apoyan que hagan arte porque la carrera no da opciones laborales de inmediato, entonces esos chicos tienen, además de una lucha económica, una lucha simbólica. Bueno nada de eso me ha pasado a mí, en ese sentido me siento absolutamente privilegiada. A mis padres les gustaba que yo estudiara artes, me compraban libros desde que yo fui muy chica. Así que fui muy afortunada por eso.

¿Cómo fue su formación en la Facultad de Artes? Mi formación en esta Facultad es muy limitada y pobre. Cuando me recibo lo hago como una alumna que dibujaba modelo vivo y era muy buena dibujante. Era una alumna exitosa en el taller y en las teóricas, he sido escolta y abanderada de la facultad. Y nada de eso me sirvió cuando me recibí. Para mí fue tremendo darme cuenta que estuve en una especie de burbuja y que ninguno de mis “éxitos” me servían. Esto me produjo una gran depresión, que le pasa a mucha gente (…) A los tres años de 44

recibida ingresé como docente cuando se empieza a consolidar un deseo de cambio en la facultad. Ingresé en el ’87. Se presentaba poca gente a los concursos. Yo rendí un cargo para profesor adjunto con 27 años. No tenía ningún competidor. Entré con Marcos Figueroa a quien conocía desde la adolescencia y sencillamente por esa coincidencia me interesaba trabajar con él.

¿Tuvo un modelo a seguir o algún artista que la incentivo a seguir con el Arte? Si tuve un modelo a seguir, una persona que decidí que iba a seguir, era Marcos Figueroa, con el cual trabajo hasta el día de hoy. Yo elegí trabajar con él, y en cierta forma él también eligió trabajar conmigo. Hicimos un grupo fantástico durante muchísimos años aprendiendo juntos. Si bien admiraba a Linares y a muchos otros profesores, me pareció que Marcos era el indicado, esas cosas no se pueden explicar. La verdad que no me arrepiento para nada.

¿Cuál es la fuente de la que se nutrían? Tucumán tiene una historia de la que ya está saliendo. A mi juicio, hay 3 momentos importantes: a) Viene Spilimbergo y forma su equipo con gente de primer nivel, pero debo decirlo, era de primer nivel pero muy conservador. Su pintura no es la pintura de un revolucionario, es la de un gran pintor y un gran dibujante pero no produjo rupturas como


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Berni. Eso marcó una tendencia tradicionalista en la facultad, donde el dibujo era el punto de apoyo más importante. b) Después vino Ezequiel Linares. Generó una movida muy grande y supo mirar a Tucumán. Pudo reflejar a la provincia en sus pinturas mucho más fielmente que muchos otros tucumanos. Me parece que mientras aquí había una fuerte tradición paisajista, él le da fuerza a lo social pero desde un punto de vista muy subjetivo. Pero viene la dictadura y Ezequiel se va a España (…) muchos profesores se tienen que ir, entonces se crea en Tucumán la imagen del fantasma desaparecido, no del desaparecido político sino el de la nostalgia. Cuando él regresa ya no era lo mismo, vuelve mayor y se produce un gran manierismo de “hacer lo mismo que hacía Ezequiel”. Fue un líder muy valioso en donde muchos de sus alumnos fueron exitosos en otros lugares, pero eso se acabó y a Tucumán le costó mucho entenderlo. c) El Taller C. Este taller no da vueltas alrededor de un maestro sino que lo hace alrededor de una concepción de cátedra. Todo lo que hicimos fue muy ingenuamente. Coincidió con becas y viajes que se nos dieron. En una época toda la cátedra tenía becas de Antorchas, empezando por Marcos Figueroa y terminando por el auxiliar estudiantil. Eso significó muchas cosas y también salir de Tucumán. En ese mismo estado de ingenuidad trajimos a Guillermo Kuitca y a Juan Acha y nos dimos cuenta que no podíamos contenerlos porque no estábamos a la altura de ellos. Aunque sospechábamos que tenía-

mos que estar ahí, que teníamos que romper con esa nostalgia del pasado (…) Y crecimos. Después surgieron muchas posibilidades de viajes y contactos, pero el más importante fue Antorchas. Tiene un patrimonio importante, un perfil de vanguardia que estimula lo emergente. Tuve la suerte de recibir una beca muy importante y trabajé en Buenos Aires durante dos años con Pablo Suárez, Testa, Grippo, Kuitca (…) Conocí a todos los que eran de mi edad: Nicolás Costantino, Claudia Fontes, Marcelo Pombo. Todo eso me abrió mucho la cabeza.

¿Qué trabajo hacía? Hacía escultura en cuero de vaca, las llamaba menhires (…) pero sólo era mi punto de partida. Aprendí muchas cosas de Pablo Suárez. Me decía “No tienes que imprimir una voluntad a tu trabajo tan fuerte que lo presiones a decir y no le permitas decir lo que él quiere decir, y no le permitas al espectador leer lo que él quiere leer”. Por eso aprendí a no torcer la voluntad ni del objeto ni del espectador. Pablo fue mi profesor y lo digo con orgullo. Después gané una beca a Alemania y también expuse allí. Entonces ya estaba más tranquila porque tenía la convicción que el arte argentino era importante.

En su carrera, ¿Cuál fue su mayor obstáculo? Mi mayor obstáculo fue mi mala formación. La formación que yo tuve era totalmente provinciana y totalmente conservadora, desprovista de información actualizada, imagínense en la época de la dic45


ENTREVISTA A CARLOTA BELTRAME

tadura teníamos una directora que era una mujer religiosa, interventora de la dictadura, prima de militar. Esta mujer prohibió que los modelos posaran desnudos, de ahí los modelos nunca más volvieron a posar completamente desnudos. A las esculturas de desnudos las escondió entre las plantas y uno las encontraba si investigaba un poco, aparte también promovió la persecución de jóvenes, practicaba la censura completamente, a eso le sumamos que no existía internet. Cuando me gane becas me preguntaba a mí misma como hice para ganarlas. Cuando viví en Bs. As. tuve compañeros que hoy son muy conocidos, eran fantásticos, todos bilingües, con una información más actualizada que la mía y me di cuenta de cuan vulnerable era yo. Y mis obstáculos fueron esos: no saber inglés, que yo hoy lo estudio para poder hablarlo fluidamente, y no tener información actualizada, ser una “pavota”. Yo no quiero que algún alumno mío se sienta como yo me he sentido, por eso trato de darles información actualizada, que estén al tanto de lo que se está discutiendo en el arte actualmente. Hicimos miles de intentos con Marcos, no se imaginan las locuras que nos imaginábamos, pero de una cosa si estoy convencida y por eso siempre recuerdo una frase de Juan Acha: “Nadie tiene la culpa de no ser creativo, sí de no haberlo intentado”. Creo que cada alumno tiene el derecho a ser creativo y a decir lo que tiene adentro, su verdad. La idea es que cada uno construya su camino con nuestra ayuda, pero es un camino personal, no es el mismo camino para todos. Aquí cada uno hace cosas muy 46

distintas, me alegra mucho la sensación que deben tener cuando pasan tres años de mirar para atrás y decir: esto es lo mío, no lo tomé prestado de nadie, esto es lo que yo busqué padeciendo, sufriendo. Yo, aquí estoy. Me parece que una persona que sale en esas condiciones tiene más armas de las que yo tuve cuando me recibí, porque tiene una pequeña producción por detrás, puede seguir investigando (…) no como yo que cuando me recibí no sabía de dónde agarrarme.

¿Qué es lo que la inspira? Primero definamos inspiración para que no creamos que es algo que te manda alguien. La inspiración es como un sentimiento que esta antes de la deducción, nosotros normalmente pensamos deduciendo inconscientemente. Actuamos de la misma manera que un detective, deduciendo. El conocimiento intuitivo es un conocimiento apriorístico a toda deducción, es una sospecha que te aparece sin haber tenido previamente un proceso deductivo de datos. El artista que de repente se siente inspirado es porque esta todo el tiempo pensando en algo que tiene que ver con eso, porque a vos te interesa el arte, vivís mirando libros, conversas de arte con el otro, todo va por el mismo lugar. Eso me pasa a mí, mis procesos son más bien lentos. Se dice que hay dos tipos de artistas de procesos creativos: uno que le dicen CAJA NEGRA y es el que produce mucho sin saber muy bien a donde va, pero de la cantidad de cosas que hace después mira y selecciona. Y el otro proceso creativo se llama CAJA BLANCA, es el que piensa mucho y cuando ya sabe que quiere hacer,


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como lo hará, de donde sacara lo que necesita, va y lo hace. De este tipo soy yo. Soy una persona que está mucho tiempo pensando y después hago una pieza, entonces al año yo hago como mucho 3 piezas. A veces las piezas se componen por muchas piecitas pequeñas y a veces una si es muy grande o muy costosa.

¿Cómo se puede convencer a la gente que no estudia Arte que Arte no es sólo pintar flores o paisajes? Hay una cosa muy clara que dice Humberto Eco: El arte es una cosa muy compleja, tanto como la filosofía. La gente no lo cree, pero es así. El arte no es para personas perezosas. El paisaje, las florcitas y el desnudo que no suelen ser arte, son para mentes perezosas. El arte le pide al espectador que tenga armas para penetrar, para entender. Si no lo puede entender molesta, porque la gente confunde habilidad con lo estético. No se trata de dibujar bien un desnudo sino de tener una buena idea, una idea conmovedora, una pequeña verdad que te modifique, el arte te pide que se sepa cosas, el arte es complejo. Por ejemplo nos enamoramos de un Van Gogh. Pintaba paisajes, pero en esos paisajes hay algo de lo que Eco no dice: uno se da cuenta de su situación dramática, como usaba la pincelada o ciertos signos que pone en sus obras. Cuando él pinta sus girasoles secos, no todos pueden entender que en vez de ser un canto a la vida, es todo lo contrario. Entonces se necesitan armas para entenderlo. Si una obra nos muestra todo resuelto, hay

menos trabajo para el espectador. Por lo tanto está todo bien. Hay otros pensadores que dicen que el arte es antidemocrático porque le pide un esfuerzo al espectador y tiene que estar preparado para ese esfuerzo, entonces el arte discrimina y deja fuera un montón de gente. Es triste pero es así.

Para finalizar, ¿Tiene algún consejo para los estudiantes de la carrera? Un consejo que ustedes tienen que tener en cuenta es seriamente estudiar inglés, porque hay muchas becas que se desaprovechan porque el inglés es importante. Otro idioma que deberían saber, teniendo en cuenta la oferta de becas, es el portugués, que es un idioma muy parecido al nuestro. A ustedes les toca ver el arte del tiempo que a ustedes les demanda, por eso hay que estar atentos a lo que pasa en este tiempo, y hay que tomárselo enserio, ustedes vienen acá para construir un futuro, para construir lo que ustedes quieren ser de aquí a diez años, no dejen que el tiempo se les pase, no hay que desviarse, si ustedes no se preparan para ser investigadores o para becas les será difícil.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Elsa Humarán, Cecilia Paolini, Romina Zelarayán Alejandra Barrionuevo, Ana Belén Frías Vega, Marisa Goyechea y Melany Pessoa.

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ENTREVISTA A

MARÍA ROSA BUSTOS AVELLANEDA

1944

Licenciada en Artes, Especialidad Pintura. Fue Profesora de Dibujo en el Taller Turno Vespertino de la Facultad de Artes y en la actualidad también colabora en el taller de la mañana. Miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas en donde realizó investigaciones sobre emergentes artísticos. Participó en muestras individuales y colectivas.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

La profesora comienza ella sola presentándose: Mi nombre es María Rosa Bustos Avellaneda. Desde muy pequeña, ya en la Escuela Rivadavia, mi profesora de dibujo era Mecha Romero y ella me alentaba a que fuera a la Escuela de Bellas Artes, pero mis padres decidieron otra cosa así que cuando terminé el secundario decidí entrar al Departamento de Artes. Nuestros docentes eran todos artistas de renombre. En 1º año comenzamos a pintar con Lobo de la Vega, en 2º estaba Timoteo Navarro y Pompeyo Audivert en grabado. Pero los talleres de escultura estaban separados de nosotros (que cursábamos en la calle San Martín 219). Ellos estaban en la 9 de Julio. ¡Fue una época muy hermosa! Si no me equivoco, en 1965 los estudiantes tomaron este edificio porque se quería unificar todos los talleres de pintura, grabado y escultura. Durante algunas noches nos quedamos en el edificio. Ante esta presión, el entonces Director del Departamento de Artes, Luis Terán, hizo las gestiones pertinentes y consiguió este edificio, que era antiguamente un convento de las Hermanas Adoratrices. La universidad lo compró y desde entonces estamos acá.

¿Cuántos años tenía usted en esos momentos? Éramos adolescentes. Por cuestiones personales tuve que suspender mis estudios cuando me faltaba muy poco. Luego me casé, formé una familia y me fui a vivir a otra provincia, a Salta, donde no

había universidad. Cuando volví a radicarme en Tucumán retomé la carrera y me recibí. La verdad es que mi vida personal ha tenido muchos cambios, pero siempre tuve una constante: el arte. Recuerdo: ¡La alegría de venir a pintar!! Me encanta pintar, ahí estaba en mi salsa. En 1º año con la experimentación del color y el dibujo con una metodología (…) se aprende mucho. Ustedes ven como han comenzado y como han evolucionado. Si bien en nuestra actividad mucho tiene que ver la práctica, hay conocimientos que son indispensables como la teoría del color para poder manejarlo y expresar lo que uno desea. Personalmente cuando trabajo necesito aislarme, estar sola, que no opinen a mitad de camino porque me molesta. Después si, todo lo que quiera.

¿Participa en muestras, exposiciones? Expuse sobre todo en Tucumán, tanto en la capital como en el interior. He participado en muchas exposiciones colectivas (…) incluso hicimos una muestra en Méjico donde pinté la Virgen de Guadalupe presentándola como estampa, en pequeño formato. Además en el Instituto de Investigaciones Estéticas cada uno trabaja en su quehacer, en mi caso en la pintura y todos los años hacemos presentaciones.

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ENTREVISTA A MARÍA ROSA BUSTOS AVELLANEDA

¿Su especialización es la pintura, no? Si, la pintura. Tengo una sensación especial cuando pinto. El color me produce algo que no puedo describir. Trabajo mucho con manchas pero siempre con un referente figurativo, puede ser un paisaje, aunque últimamente estoy en lo metafísico con inserción de la fotografía en la pintura. Pero no me ato a ninguna escuela ni tendencia, lo importante es seguir en lo que estoy. Ya me lo dijo hace muchos años Lobo de la Vega: “No importa si lo que haces es hermoso o no, la cuestión es que sigas en lo tuyo, no por lo de fulano o mengano…” Por suerte en nuestra profesión tenemos la libertad de hacer lo que queremos, es decir si se quiere se puede seguir un patrón, sino se lo puede desechar. Cuando pinto siento un impulso, que lo trato de dominar un poquito con la teoría. Porque se puede poner un color maravilloso y si al lado no se pone el color adecuado se pierde todo.

¿Le gusta enseñar? Me siento muy bien con los jóvenes, aprendo mucho de mis alumnos. Nosotros no damos sino que también recibimos. La docencia ayuda a vivir, uno nunca se siente vieja (…) porque es mucho lo que se recibe. Como consejo les recomiendo, a través de la experiencia, mucha disciplina. Hay que ponerse una meta y tratar de alcanzarla porque sino uno se dispersa. Piensen que el mundo del arte es muy competitivo. Es un camino difícil. Si como yo se deciden por la docencia, también es 50

difícil. Hay que estar constantemente actualizándose, haciendo cursos, investigando pero sin descuidar la obra.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Noelia Acevedo, Enriqueta Carmen Aguirre, Silvana Castillo, Blanca Nora Díaz, Dina Estigarribia, Juan Carlos Fernández, Elizabeth Luaces, Rosa Lorenzo y María Isabel Toscano.


ENTREVISTA A

DAMIÁN CARO 1979

Licenciado en Artes Plásticas, Especialidad Pintura. Jefe de Trabajos Prácticos e investigador en dicha facultad en la cátedra Historia de las Artes Plásticas II. Participó en numerosas muestras colectivas, en Salones provinciales y Regionales donde obtiene menciones y premios. Realizó muestras individuales entre las que se destacan: “Damian Caro. Pinturas”, en el Colegio de Graduados de Ciencias económicas de Tucumán y “Maniobras” en el Museo Provincial de Bellas Artes, ambas en 2014. Paralelamente, con una formación autodidacta desarrolla una actividad como dibujante de animaciones y desarrollador de video juegos. Se puede destacar su filme “Trapitos al sol”. Se desempeña como director de arte en Teatro Mágico, un estudio de animación digital.

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ENTREVISTA A DAMIÁN CARO

¿En qué escuela se formó? Después de terminar el secundario comencé la carrera de ingeniería en sistema y me cambie porque siempre he sido un dibujante, tenía una veta relacionada con el arte, eso quedó latente pero nunca lo había explotado desde el punto de vista profesional. Comencé la primera carrera porque me gustaba mucho trabajar con las computadoras y la programación, hasta ese momento creía que era “Mi Carrera”. Para ese entonces yo estaba trabajando en una agencia de diseño, hacía ilustración. Me contrataron porque vieron en mi gran potencial para el dibujo y la ilustración. Ahí me formaron en diseño gráfico y eso me dio un giro en la apreciación de mis posibilidades de trabajo desde el punto de vista del arte. Así vi que tenía una carrera con promesas y me dije “VAMOS A ESTUDIAR ARTE”. Hice la licenciatura en Artes Plásticas con especialidad en pintura.

¿Qué siente al pintar? ¡¿Qué siento al pintar?! Bueno estoy en un proceso de desarrollo de lo que sería trabajo como artista. Yo empecé a pintar hace poco en realidad, antes trabajaba mucho tiempo con otro tipo de cosas, que si bien están relacionadas a la ilustración y todo eso, nada tenían que ver con la pintura en sí. Pero en la etapa de taller mi acercamiento a la pintura te podría decir que era un tanto frio, porque pintaba pero con la necesidad primaria de representar como se ve, ahora en esta nueva etapa que empecé desde el año 2013 me vino un cambio muy importante, 52

para mí el pintar se vuelve casi una especie de obsesión, pero que se da por períodos, de repente por ejemplo surge algo que te está dando vueltas en la cabeza y no podes dejarlo ahí, tienes que sacarlo, tienes que exteriorizarlo. A mí me pasa que cuando yo empiezo a pintar no puedo parar, no me gusta hacer una obra en dos días, me sale en uno, en la medida de lo posible, es muy espontaneo, tiene que ser casi un trabajo “al toque” y eso creo que es una cuestión casi temperamental, que se contrapone por completo a lo que era mi forma de trabajo cuando yo estaba en el taller, me acuerdo que tenía unos trabajos con los que estaba semanas para hacer un cuadro. Para mis pinturas me inspiro en cosas cotidianas, me gusta encontrar elementos que me dicen algo y que en general lo encuentras en determinado momento. De repente hace que pongas interés en una cosa que hubiera pasado totalmente desapercibida tal vez para la mirada común, pero que encuentra una forma de, no diría de belleza pero si un punto de interés muy acentuado en determinada forma. Por o de los elementos de mi heladera, por decirte, por eso una de las muestras anteriores era de naturaleza muerta. Y aparecen las verduras, las frutas, es como que en medida que vas abriendo la puerta vas viendo el zapallo y de repente abriste en un momento en particular y ese zapallo tiene algo tiene algo distinto, y es como si esa forma, esa imagen fuera una imagen que me está diciendo, entonces lo que hago es trabajar a partir de esa


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

imagen. Hago una elaboración en la cual incorporo elementos de juego, por ejemplo los soldaditos que se combinan y generan una dialéctica entre ellos y el zapallo. Así se va disparando el mensaje en otros sentidos mucho más amplios… Ahora cuando no lo encuentro, ahí viene el problema, es como que tengo que esforzarme para tratar de ver algo, pero tal vez también es ese esfuerzo me significa que tenga periodos de arduo trabajo. En estos momentos estoy en un impasse que de repente no estoy encontrando nada que me llame, que me tire pero sigo pintando casi por ejercicio, porque el mismo ejercicio es el que te da nuevas aptitudes para abordar lo viejo, lo nuevas herramientas, nuevas formas de ver, entonces a veces “la inspiración” llega a partir de ese trabajo casi mecánico que repente se dispara algo

¿Qué otras expresiones artísticas tiene? Trabajo también mucho con el dibujo, ilustraciones, aunque por ahí algunos no consideran la ilustración como algo artístico, a mí me parece que sí. Hay ilustradores muy artísticos, todo tiene su arte, hago animaciones, también hice animaciones y cortos animados ahora me desempeño como desarrollador de videojuegos, yo soy el que se dedica al diseño del juego, todo lo que tiene que ver con el armado de la idea del juego, y considero eso también como una actividad artística en el sentido que comparte muchos aspectos en común con lo que sería el desarrollo de la pintura. Fíjate que acabo de

decir “desarrollo de la pintura” usando la palabra desarrollo que se usa para juegos, conceptos como la composición o tensiones, hasta las mismas emociones se involucran en el juego, para nosotros el formato es totalmente nuevo, uno está acostumbrado a un arte más estático. Vos fíjate que el tema de la instalación cuesta un poco interiorizarlo, en el sentido de lo que uno tiene tradicionalmente metido en la cabeza como arte. Pero para mí el juego es una forma de instalación y por lo tanto también es una forma de arte, una forma de composición de obras.

¿Qué obras suyas destacaría? Yo creo que la obra favorita mía hoy por hoy es el “Zapallo”, la última que se llama “La fosa” que estuvo en el salón de la Asociación Prensa de Tucumán. Es favorita por la cuestión casual de que es la última, es donde están los últimos descubrimientos que he ido haciendo, los últimos hallazgos. Para mí la obra es una especie de sumatoria, entonces hay cosas/elementos que has hecho en la primera y que vas a emplear seguramente en la segunda, o que por lo menos vas a poder elegir emplearlos o no en las obras sucesivas; en esta hay una serie de cosas que he podido lograr, que no las había logrado anteriormente. Por un lado, la obra de gran formato, una obra bastante monumental, es una obra que a nivel estético y a nivel de sentido me parece muy atractiva, y

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ENTREVISTA A DAMIÁN CARO

creo que marca el camino hacia el cual yo estoy llevando un poco mis pinturas. Si haces un recorrido por los trabajos que yo he empezado a hacer, mis trabajos comenzaron siendo más ilustrativos en el sentido de contar un poco más las formas, ser más preciso con los detalles y fue evolucionando a un estilo un poco más matérico y menos definido, lo que en realidad dinamiza la obra porque no te deja quieto el personaje o los elementos naturales que incorpore.

¿Qué experiencia tiene como artista? La verdad es que tengo muy poca, salvo mi muestra final del taller en 2007, tengo una experiencia que empieza casi en 2013, todo lo demás fueron muestras colectivas. A partir del 2012 empecé a querer trabajar un poco con la pintura, a volver a la pintura, pero digamos desde un punto de vista totalmente técnico y tradicional, a manejar la pintura en sí. Empecé a trabajar primero con paisajes, pero no me sentía a gusto con el paisaje ya que debía trabajarlo de fotos, y a mí no me gusta trabajar así, porque es como que te limita un poco. Luego seguí con naturalezas muertas, ya que se pueden disfrutar en vivo y en directo. En el 2013 tuve mi primera exposición, después muestras individuales que surgieron en el 2014.

¿Cree que Tucumán es un buen lugar para ser artista? Yo la verdad creo que sí, que no es el mejor, pero es un buen lugar porque la actividad artística se 54

está activando, hay nuevos espacios, en ese sentido me parece un buen lugar. No se compara con otras plazas mucho más importantes donde uno puede difundirse mejor, donde hay mayor cantidad de público, pero lo cierto es que no podría hablar con demasiada profundidad sobre eso porque desde el punto de vista de la vivencia yo recién estoy empezando.

¿Qué quiere comunicar con sus obras? No sé si hay una intención de mensaje en sí, no pinto porque quiera decir algo, yo pinto por una necesidad, cuando lo necesito pinto y cuando no, no; en realidad tiene que ver con una forma de acto catártico, en el cual la pintura me provee de una experiencia que casi te diría que me renueva cada vez que pinto, no es una cosa que se da en cualquier momento, hay momentos, hay etapas.

¿Con qué profesor estuvo en el taller B? Yo estuve con la profesora Dedé Chambeaud, pero en el taller no tuve tanta relación con ella ya que estaba enferma en ese entonces. Tuve la posibilidad de aprender mucho de Rubén Jiménez, de Emiliano Romano, compartir con algunos artistas emergentes como ser la profesora  Mané Guantay (…) Digamos que de alguna forma todo te va dejando un granito, pero lo más importante, creo que lo que un poco determina lo que es mi producción de ahora son Joaquín y Ríos.


¿Por qué decidió ser docente? No fue tanto como una “decisión”, yo no quería ser docente, no me interesaba, por eso no hice las materias pedagógicas. Apostaba más a los juegos y lo sigo haciendo, después a partir de las necesidades que surgieron, porque esta profesión no escomo ser abogado, no es que hay estudios de arte como hay estudios de abogados, ahí es donde tuve que empezar a buscar dentro del medio qué posibilidades había y surgió el concurso en Historia del Arte II, vi la posibilidad, me presente y gané. La verdad que tenía bastante miedo, era enfrentarse al público, yo soy tímido en ese sentido, es un enfrentamiento con el alumno, me decía – no sé si me animo- pero viendo tan pocas posibilidades laborales disponibles (…) Pero, ya una vez dentro de la facultad me empezó a gustar, empecé a ver otra posibilidad de arte no desde la producción sino desde la docencia. Me gustó mucho eso de tratar de dar lo mejor de uno para el alumno, ser lo más profesional posible. Si bien no tengo una formación pedagógica, hice algunas cosas relacionadas con la pedagogía que me ayudaron, siempre tratando de ser mejor.

Muchas gracias profesor

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Barroca, Cinthya; Carlorosi, Julieta; Roldan Francisci, Gisella y Sir Valdez, Gonzalo.

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ENTREVISTA A

BEATRIZ CAZZANIGA

1940

Licenciada en Artes Plásticas, Especialidad Escultura y Pintura. Profesora Titular del Taller de Escultura III, IV y V de la LAP. Fue directora del Instituto de Investigación de Historia del Arte Americano y Regional de la Facultad de Artes de la UNT, desde donde realizó trabajos de restauración de obras de importancia histórica y representó a la UNT en el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio Cultural con sede en Buenos Aires. Durante 1998-2000 dirigió y ejecutó proyectos de restauración y conservación de los monumentos escultóricos de Tucumán, entre los que se destaca el monumento al Dr. Juan Bautista Alberdi. También en Roma, Italia, realizó intervenciones de laboratorio en el Instituto Central de Restauración de Roma. Paralelamente realizó innumerables muestras individuales y colectivas en el país y en el extranjero, especialmente en Italia. Participó en numerosos salones obteniendo importantes premios, entre los que se destaca en 1º Premio XXVI Salón Tucumán, 1984. 56


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Por qué eligió el arte como carrera, como modo de vida? Yo entré por casualidad. Estaba estudiando para maestra en la Nacional y me gustaba dibujar, pero así, como hacen los chicos, nada más. Un día una señora muy amiga vio mis dibujos y me dijo por qué no iba a estudiar Bellas Artes. Fue así como me inscribí en la Tomás Cabrera de Salta a los quince años. Terminé como profesora provincial y después entré a la Facultad en Tucumán y me recibí acá. Siempre quise, además, estudiar arquitectura (…) será porque de alguna forma nosotros ocupamos el mismo espacio. Es decir, ambos ocupamos un espacio real: creamos estaciones reales, corporizamos el lugar (…) Después del lapso en que uno se recibe y tiene que empezar a armar su vida, uno tontea (…) no se quiere despegar de la universidad, porque los comienzos son difíciles siempre.

¿Cómo se planteo la salida laboral? Era otra época (…) ahora no hay nada positivo, en el sentido de encaminar tu vida hacia algo. Nosotros éramos mucho más románticos, había reuniones, uno divagaba, discutía constantemente sobre arte, estábamos fuera de la realidad. En cambio a ustedes les dieron un mazazo y les dijeron: “Esta es la realidad, están en el lado opuesto de nuestra época. Son una generación muy castigada, nosotros teníamos a Sartre, los Beatles con el “Déjalo ser”. Nos llevábamos el mundo por delante. Era también la época de los hippies (…) Aquí en la Facultad les van a dar muchos conocimientos pero aparte de

eso, cada uno tiene una forma de ver la vida. No todos interpretamos las cosas de la misma manera. Entonces depende de ustedes, de su mundo interior, de cómo lo han ido formando a través del tiempo, de su familia, de sus amistades y de toda la información que recibieron y como la fueron elaborando. Lo importante, creo yo, es que todo lo que hagan lo hagan por placer; porque sienten la necesidad de hacerlo. Siempre hay aspectos positivos y negativos. Es decir todo nos cuesta. Este es un trabajo laborioso: mental y físico pero, como hay una importante dosis de placer muchos creen que no hay esfuerzo.

¿Qué hace actualmente? En este momento estoy dedicada a lo que comúnmente se llama el “Arte social”, es decir un arte integrado con la sociedad. Un arte real, objetivo en tamaño y en aspecto.

¿Y ya tenía un estilo definido, una técnica? Creo que no se define un estilo sino un modo de trabajo. En la facultad tuve una especie de experimentación con materiales en el taller más una serie de información que con el correr del tiempo me fue aclarando el panorama. Con todo ese bagaje uno inicia una búsqueda en uno mismo (…) eso es lo que uno hace. En el fondo, el docente guía y da ciertos conocimientos básicos que luego le sirven a cada uno en su búsqueda personal. El contacto directo con artistas y con las obras es elemental para 57


ENTREVISTA A BEATRIZ CAZZANIGA

sacar las conclusiones propias. Ahora bien, el término “artista” me parece algo impuesto. Creo que es una profesión muy seria como cualquier otra y debe haber una fuerte vocación también como en cualquier otra.

¿Siempre quiso enseñar? El hacer obra y el enseñar son dos orientaciones que se van complementando. No puedo enseñar sino trabajo en mis obras. Se nota cuando estoy atosigada, haciendo otro tipo de tareas. Esta profesión no es un complemento de la vida sino una elección. Somos personas muy sensibles, muy particulares (…). Es un modo de vida. Lo bueno en este tipo de trabajo, más allá de los desgastes físicos y mentales es que se alcanza una paz interior que resulta gratificante. Lo que uno logra aquí no es el premio, sino el poder transmitir lo que sabe. Después, oír a los alumnos es escuchar también una serie de argumentos que uno ni siquiera imaginaba.

Nos dijo que está exponiendo en Italia. ¿Por qué todo va para allá? Las circunstancias de la vida. Creo que uno se tiene que dejar llevar (…) y deje llevar mi arte también. No se puede pronosticar nada. Se dieron las circunstancias y se dio la modalidad. Creo que fue una búsqueda muy interior mía, una búsqueda de identidad. Pareciera que a cierta edad uno necesita afianzarse y encontrar el equilibrio. En enero tengo una exposición allá (…) Sueño con ir, ver a todos 58

mis parientes. Pero además hay muchas más posibilidades de trabajo. Me interesa trabajar allá, formar parte de equipos e intercambiar con otras personas, asimilar cosas y luego devolverlas al medio. El arte nos permite tantas formas de pensar, hay tanto para decir (…) aunque uno de los problemas que se nos presenta es que hay tantas cosas que no nos permite sentarnos a reflexionar un poquito y pensar donde estamos parados, a que se deben nuestras actitudes. Además hay que tratar de poner corazas cuando algo te hiere y poder dejarlo al lado pensando siempre en cosas positivas. El arte tiene que ser placer, búsqueda, pretender ser buenos profesionales. El taller es un lugar sagrado.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Florencia García Otta, María Gabriela Ponce de León, Constanza Muñoz y Virginia D’ Iriart.


ENTREVISTA A

DEDÉ CHAMBEAUD 1942 - 2009

Licenciada en Artes Plásticas, Especialidad Pintura desde 1967. Profesora Asociada de Práctica de Taller B y de Composición de la Facultad de Artes de la UNT. Fue decana de la Facultad de Artes hasta su fallecimiento en 2009. Participó en numerosos salones de carácter provincial, regional y nacional así como en exposiciones colectivas. En 1971 integró como invitada el Grupo de Artistas Argentinos que representaron al país en la exposición del 1º Congreso de Arte Latinoamericano en Barcelona, España. Obtuvo numerosos premios y menciones a lo largo de su trayectoria.

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ENTREVISTA A DEDÉ CHAMBEAUD

La profesora Chambeaud se presenta a sí misma: Me llamo Mirtha Lía Chambeaud, pero soy más conocida como “Dedé”. Trabajo como docente en la Facultad de Artes en el Taller B y en la cátedra de Composición. Pertenezco a la generación del ‘70, donde aparecen artistas de todos los rubros: poetas, músicos, periodistas, plásticos (…) Formé parte de una movida muy importante que tenía como centro de reunión la confitería El Buen Gusto, que quedaba a metros, en diagonal, al Museo de Bellas Artes. Era un punto de encuentro donde se pensaba, se debatía, se escribía, se hacían bocetos, se gestaban proyectos que más tarde serían grandes obras. Muchos de los intelectuales de ese momento eran pensadores, gente muy politizada que no compartía las ideas de la dictadura. En general, las opiniones de esta generación eran adversas a los militares y con posiciones muy contestatarias. Así, en muchas de las obras plásticas de la época, aparece como una toma de conciencia, como una lucha por la libertad, como un fijar posiciones contra la dictadura. En el año 1992 nos reunimos un grupo de artistas plásticos y realizamos la exposición Generación 70 en el Museo de Bellas Artes. Pudimos reunir a los artistas y a sus obras, muchas de las cuales no estaban en la provincia. También expusimos obras de artistas que habían desaparecido. Dentro de nuestra generación tuvimos artistas desaparecidos como fue el caso de Efraín Villa y Tri60

nidad Iramain, como así también presos políticos y artistas perseguidos. Les rendimos homenaje a todos ellos. La problemática de la utopía aparece siempre en cada generación; es como si estuviéramos marcados por ella (…) Es lo que mueve a todo ser humano, porque es aquello que queremos como un ideal y queremos realizar. La diferencia es que nosotros queríamos realizarlo todo “ya”, queríamos verla en nuestra vida. Esa premura hizo que muchos dejaran los proyectos culturales y se volcaran a la acción política, lo que en numerosos casos los llevó a ser desaparecidos. Les rindo homenaje a mis amigos y compañeros, en mi caso a una íntima amiga con la que compartía el taller en esos años, desaparecida, Trini Iramain. Era una artista muy sensible (…) un día fue llevada por un grupo para policial y nunca más volvió. Dejó su familia, hijos, que hoy son jóvenes, que pertenecen a H.I.J.O.S., que siguen luchando por esos ideales. Como artista de esa generación te tengo que decir que yo también elaboré muchas obras que tiene que ver con lo político y las expuse. En muchos momentos, como creo a muchos de nosotros, he tenido miedo a exponer algo que en algún momento me llevara a una situación de conflicto, que no me permitiera seguir trabajando en lo que quería, pero me refiero a ese miedo y no el otro, porque estábamos, junto a otros plásticos preparados para muchas cosas.


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

Dentro de la generación había grabadores, escultores, ceramistas, dibujantes, pero en su mayoría eran pintores. Muchos de nosotros hemos seguido el camino de la docencia donde transferimos nuestras experiencias a los alumnos continuando así también nuestra tarea artística, que creo es, lo que haremos hasta el final de nuestros días. Muchas ideas inculcamos en nuestros alumnos como la de no apoyar gobiernos dictatoriales porque la libertad es algo muy preciado para el hombre y hay que defenderla a toda costa.

¿En aquellos años el gobierno presionaba de alguna forma a que los artistas “crearan” obras en apoyo? En principio no había posibilidad de exponer en salas oficiales cuando se trataba de artistas muy contestatarios o de obras que se consideraban “molestas”.

¿A qué se consideraban obras molestas? A una obra que podía decir algo que no era conveniente. La técnica era no otorgar las salas estatales a cualquiera sino que todo pasaba por una evaluación previa. Muchos de nosotros exponíamos en salas no oficiales, viajábamos a Buenos Aires por ejemplo y exponíamos en salas privadas o bien nos juntábamos con artistas de ahí y mandábamos al exterior, murales por ejemplo que tenían que ver con lo po-

lítico de la Argentina. Recuerdo que mandamos un mural a Barcelona, al Encuentro Latinoamericano de Artes y en esa obra, que era colectiva, decíamos muchas cosas de las que estábamos viviendo, es decir, planteamos un texto plástico para ser leído que tenía que ver con lo que vivíamos aquí. La obra fue expuesta dos días y al tercero el congreso fue cerrado, confiscadas las obras por Franco y nunca en la vida volvió. Afortunadamente yo había relevado la obra fotográficamente y sobre ella se hizo un artículo en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Facultad.

¿Cuál era la explicación que se les daba de por qué no podían exponer? ¿Había listas negras? Ninguna explicación. Las listas negras aparecen siempre en una dictadura y eso no tiene explicación tampoco. Es lo que siempre está en la sombra y eso es lo peor; debido a esas listas negras aparecen los desaparecidos como Efraim Villa y Trini Iramain. Ellos estaban muy involucrados con la acción misma, aparte ellos la conocían porque nosotros éramos una generación que caminaba por la calle y veíamos los autos de la policía haciendo allanamientos, sacando a alguien de la casa, etc. Teníamos que correr porque nos encontrábamos con una situación de conflicto. Siempre estaba presente el no saber si te podía tocar a vos mañana o pasado, porque a lo mejor tenías una obra que decía cosas no convenientes.

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ENTREVISTA A DEDÉ CHAMBEAUD

¿Cuál es la diferencia entre los artistas de aquella generación y los “nuevos” artistas? El artista tiene muchas cosas en común pero creo que hay algo que los diferencia: entre el artista de la generación del ‘70 y la de los ‘80 por ejemplo, lo distinto es la cuestión del compromiso. El artista de los ‘70 estaba comprometido con la acción, tanto que sabía que podía perder la vida. Algunos llegan a tomar las armas y dejar los pinceles. En cambio, en los ‘80 se trata de un artista que trabaja más individualmente. La acción la desarrolla sobre la acción misma, no sobre hechos políticos y plantea en su obra aspectos que tienen que ver con la vuelta a la democracia. Ahí no tiene que tomar las armas, tiene que sostener la democracia.

¿Existe un nuevo tipo de arte? ¿Cuál fue la influencia de aquella generación? El arte cada vez que es producido es nuevo, lleva consigo todo lo anterior, es la materialización del tiempo porque el artista sintetiza en una obra el pasado, el presente y sus ideales de futuro. Pero la diferencia está en que los jóvenes hablan más sobre sí mismos. Hay una corriente muy importante sobre la vida misma del artista que tiene que ver con hablar de su historia. Hay un concepto en el joven de hibridación que nosotros no manejábamos porque nos parecía que la hibridez era el sinónimo de la indefinición. En el joven la hibridez es el sinónimo de la nueva época, es mostrarla tal como es. 62

Para nosotros mezclar conceptos diferentes en una obra mostraba situaciones de hibridez que no nos dejaba conformes. Para el artista joven la hibridez es necesaria y la provocan porque además el sentido de la vida de ellos tiene que ver con la hibridación.

¿Qué hay que revalorar de los ‘70? El compromiso de los jóvenes, que los llevó hasta la muerte, la sinceridad con la que se presentaba, la valentía, los deseos de cambiar la historia, muy ceñida, de mucha opresión, la utopía y los principios éticos, que creo que esta generación los tenía muy fuertes.

¿Es muy distinta aquella cultura de la actual? Es diferente: en los modos de encarar una realidad que se vive diferente, que se siente y se visualiza distinta pero siempre, con una ambición necesaria de todo hombre, que es la libertad, porque si no tenemos eso no tenemos nada, pero hay que saber como sostenerla. Ese es el problema y sobre todo aquellos que vivieron esos momentos, que no fueron de libertad, tienen la obligación de contárselo a los jóvenes para que eso no ocurra más.

¿Se siente conforme con su aporte en ese momento? Yo creo que sí, y no sólo en ese momento. Con el correr de los años he volcado mis experiencias de lo que he vivido en mis jóvenes alumnos aportando


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

un granito de arena a la memoria de cada uno, sobre todo a la claridad conceptual de algunos jóvenes. Lógicamente, para ellos es una historia no vivida, pero si es la historia de sus padres, de sus tíos, de sus maestros, que no está tan lejos pero que la vivieron y la sufrieron para que podamos realmente decir “Nunca más”. Esa frase no hay que olvidarla.

¿La gente tiene memoria? No. Pero debería no ser así, uno debe intentar construir algo diferente de los errores y de los horrores que pasaron pero en muchos casos es difícil exigir memoria cuando muchas de las personas están tratando de sobrevivir. Entonces aparece la no memoria, y es esta no memoria fue la que nos llevó a que tengamos un gobernador represor. Tucumán vivió la no memoria aunque hubo un grupo de gente que si tenía memoria, eso es lo que hace que un pueblo sostenga sus ideales.

¿En su obra, qué cambió desde aquella época hasta ahora? Hay cosas que cambiaron y otras que tienen como un sello, por ejemplo, durante el gobierno de Bussi, hice grabados a los que denominé “Tucumán de aquí y de allá” y en ellos aparecen frases como “Andate Bussi; No te quiero Bussi”, que tienen mucho que ver con lo que pienso y he vivido alguna vez. Si bien mi obra tiene cambios, cada cosa que se hace tiene sus variantes (…) además no pienso igual que en los 70, aunque hay cosas que seguiré sosteniendo siempre.

¿Qué se necesita para ser artista? Hablo en general de artistas, de personas que han logrado un lugar en el mundo, en su sociedad y han producido algo importante para esta desde el arte. No me gusta hablar de categorías ni de niveles, yo creo que si un pintor, un grabador, un escultor, o alguien que hace perfomance o instalaciones, o quien busca otras facetas de producción, logra estar integrado con su sociedad y puede expresar su tiempo, vivirlo y que eso sea relevante para su sociedad, es un artista. El artista no tiene que ver con categorías que indiquen este es pintor y aquel no porque le falta curriculum, sino creo que es importante para el artista salir a la calle, integrarse a la sociedad. Mostrarse, mostrar, decir, dialogar con su sociedad a través de su obra y obtener una respuesta. En esa ida y vuelta es donde se va construyendo el artista. Si no hizo nada relevante no ocupará un lugar aunque tenga curriculum. Personalmente pienso, que si mi obra no está al servicio de eso, habré pasado por este mundo intentando hacer una obra sin obtener ninguna respuesta.

¿Cuál fue su huella en esta vida? Mi aporte fue desde tres lugares: la obra, que prácticamente es volcada a la sociedad misma; la docencia, que la practico con mucho amor hacia mis alumnos, todos los días me gusta decirles dos palabras aunque sea para que ellos piensen, para que les sirva y recapaciten que sobre la base de una palabra se puede pensar mucho, reflexionar y crear 63


ENTREVISTA A DEDÉ CHAMBEAUD

muchas cosas; el otro lugar es el familiar. Soy una persona como todas que, creo, cumplí una misión muy importante que es la de ser madre. Les he transmitido a mis hijos aquellas ideas de libertad que no las cambian por nada, y los valores éticos que fueron muy importantes para nuestra generación. En haber logrado esos valores en mis hijos, en poder hablarles a mis alumnos para que puedan reflexionar, creo que mi misión está cumplida, ya me siento feliz. A esta altura de mi vida estoy bastante conforme de lo que hice y de ser lo que soy. Eso es bueno decirlo, porque esos deseos de vivir, de hacer cosas, de estar conforme con lo que uno hace es lo que también uno les debe transmitir al joven; no una cuota de disconformismo, que a veces es necesaria, pero una cuota nada más.

¿Qué es lo que un artista no debe olvidarse? Que es un hombre como todos, porque cuando se olvida de eso se cree un Dios y no es nada.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Matías Abdala.

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ENTREVISTA A

DANTE CIPULLI 1923

Nació en Santa Fe. Inició su carrera artística bajo la dirección de Timoteo Navarro y Luis Lobo de la Vega. Se desempeñó como profesor en la Escuela Infantil de Artes Plásticas, en la Escuela de Bellas Artes y terminó su carrera docente como Profesor Adjunto del Taller A (actual Taller Linares) de la Facultad de Artes de la UNT. Fue miembro del Instituto de Investigaciones sobre Cultura Popular de la facultad. Realizó numerosas muestras colectivas e individuales, participó en numerosos salones y consiguió numerosas distinciones en reconocimiento de su labor, entre los que se pueden destacar: 1º Premio Salón Municipal de Tucumán “Lino E. Spilimbergo”, 1964. 1º Premio X Salón Nacional de Pintura de Tucumán, 1965.

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ENTREVISTA A DANTE CIPULLI

¿Profesor, dónde realizó sus estudios relacionados con la plástica y aproximadamente en que años? Empecé a estudiar a los 27 años. Al principio, sólo me munía de imágenes, después con Lobo de la Vega y más tarde en el Teatro Belgrano con Timoteo Navarro. Eso sería por los años 50. También hice estudios con Aurelio Salas y con Gatti en la Escuela de Bellas Artes. Mis estudios fueron muy irregulares, comencé en algo que se llamaba Actividades Libres en el Teatro Belgrano y después trabajé en la Escuela de Bellas Artes. A la vez hacía de alumno de los profesores que estaban ahí, porque yo estaba en formación (…) todavía estoy en formación, debemos estar siempre en formación. Pero esa gente me dio mucho, me ayudó mucho. También lo hizo el escultor Dato, con los pintores González del Real, Nieto Palacios (…) no eran clases formales, sino más bien nos juntábamos a tomar un café, un vino (…). Muchas veces nos reuníamos en el bar ABC. Así aprendí mucho, tenían conceptos medulosos que los transmitían generosamente. Ahora mismo me gusta cuando los profesores se sacan la investidura de profesores y se ponen a discutir sobre un problema artístico. También trabajé en el parque, en la Escuela Infantil de Artes Plásticas. Creo que ahora tiene otro nombre, algo como Expresión (…) También trabajé con Lobo de la Vega, estuve con Aparicio y otros. Ellos siempre se renovaban ¿No? Creo que toda esa gente me dejó algo (…)

¿Lo apoyaban en su casa, se siente un artista? Siempre tuve el apoyo de mi mujer. Inclusive alguna vez que yo no pude ella trajo mis cuadros para un Salón en una especie de sulky, al que en la jerga le llamaban degüello (…) Actué en muchos salones, inclusive en salones de todo el país, obtuve algunas críticas que hablaban bien de mí. Yo hice todo con mucha pasión, con mucho corazón, desde un simple barrilete hasta esto, de enseñar. Creo que cuando las cosas son demasiado controladas por la mente la expresión se minimiza, se achica. Cuando pinto me siento más cómodo haciendo (…) que en la docencia. Aunque estoy hace más de 40 años en la docencia. Lo de artista, tal vez en lo inmediato sí, no sé, es una cuestión que está por verse, por generaciones, no es algo inmediato. Si bien te dicen maestro, te respetan, pero la consagración como artista es algo mucho más profundo (…)

¿Quiénes fueron las personalidades más sobresalientes de esa época? Para mí se destacaron Lobo de la Vega, Timoteo Navarro, Juan Bautista Gatti, Nieto Palacios en pintura, Aurelio Salas en dibujo, Ramón Fernández y Dato en escultura. Ellos venían haciendo esencia de alguna forma (…) para el que quisiera escuchar.

¿Cuáles eran las tendencias artísticas por entonces? En general era la figuración (…) pero también se hacía abstracción y había pintores que hacían infor-

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

malismo, que vendría a ser expresión abstracta en la pintura. En cambio en la escultura sólo vi figuración, algunas cosas facetadas o geometrizadas tal vez, pero siempre sobre el realismo realista.

¿Tuvo mucha influencia en el medio el Instituto y el Departamento de Artes? Si, ambas instituciones tuvieron mucha incidencia en el medio. Por ejemplo en la Escuela de Bellas Artes tenía actividades libres de noche en las disciplinas de Escultura, Cerámica y Pintura, para gente que no podía estudiar la carrera por sus ocupaciones pero que amaba el arte. Por la mañana se egresaba como maestros especiales, es decir que había una salida laboral inmediata para incorporarse a la docencia primaria. Y el Instituto/Departamento fue un semillero de artistas.

tos Legname, allí en la calle Francia. Era un gran anfitrión, allí nos encontramos con mucha gente de afuera como Policastro, que venían a exponer, o por algún premio (…) era un lindo lugar de reunión. Iramain, el escultor, era muy buen contador de chistes (…) Pero además hablábamos siempre de arte.

Muchas gracias profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Leonor Aguirre, Graciela Alarcón, Sandra Moreno, Natalia Vicente, Sandra Moreno y Alina Ruth Jiménez.

Puedo decir que Tucumán es un buen receptor de las expresiones artísticas. Aquí se abrazan las expresiones plásticas con mucho cariño (…) aunque hay gente que no entiende mucho siempre las exposiciones están llenas de gente. Hay mucha sensibilidad en la gente común, nosotros vamos obligatoriamente por curiosidad, por compañerismo, pero la gente común tiene apetito de plástica.

¿Tiene recuerdos, anécdotas de esa época? Habría muchas cosas que contarte pero no puedo porque son muy coloradas (…) He asistido a muchos asados con amigos, sobre todo en la casa de San67


ENTREVISTA A

IMELDA CUENYA

1942

Licenciada en Artes Plásticas del Departamento de Artes de la UNT. Profesora Asociada de Taller de 1º Año (Turno Mañana) y miembro fundador del Instituto de Investigación en Cultura Popular y Directora del Departamento de Artes Plásticas de la Facultad. Investigadora Categorizada del CIUNT. Fue becada por el Instituto de Cultura Hispánica donde realizó estudios sobre restauración en arte. Participó de numerosos Salones provinciales, regionales y nacionales.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Por qué se decidió por esta profesión? Más que una decisión mía, en realidad, cumplí un sueño de mi padre. Cuando él estaba estudiando Farmacia, alguien vio sus dibujos y le aconsejó que se fuera al Departamento de Artes… cuando llegó a hablar con el Director, éste le aconsejó que no abandonara farmacia porque con arte se iba a morir de hambre. Y así fue (…) pero nunca se alejó del arte. Siempre estaba comprando libros, asistiendo a exposiciones, incluso llegó a ser presidente de la Peña El Cardón. Mi niñez siempre estuvo rodeada de artistas. Siempre llegaban a casa amigos de mi padre. Así conocí a Spilimbergo y a Lobo de la Vega. Muchas veces, en casa se guardaban los cuadros que se exponían en La Peña. Aunque tenía aptitudes jamás consideré que esa sería mi profesión (…) De chica me gustaba jugar con los lápices de colores, no existían las muñecas. Me encantaba juntar mi dinerito y con esas monedas iba a la librería a comprar lápices de colores. Nunca olvidaré el olor de la librería, el olor a papeles nuevos ¡Me encantaba dibujar, aunque sin ser una gran dibujante! Ya en la adolescencia la situación fue diferente porque mientras mis amigas salían yo me quedaba en mi cuarto dibujando. Tenía gran cantidad de dibujos, sobre todo cabezas. ¡Estaba obsesionada con las cabezas, ojos, narices! En mi secundario no tuve orientación plástica porque no existía la materia dibujo en sí misma (…) pero por esas cosas de la vida al finalizar me inscri-

bí en Psicología. Allí tuve un traspié que no pude superar: un profesor me hizo pasar al pizarrón y tuve un error de ortografía (…) fue tal mi vergüenza que dejé la facultad. En casa mis padres me comprendieron, me dieron un tiempo para que pensara en mi futuro (…) Comencé a trabajar como maestra mientras decidía lo que realmente quería y mirando las carreras que había en la universidad descubrí la Licenciatura en Artes Plásticas. Tuve que luchar contra mis propios prejuicios: Artes no era una carrera, que era un antro, que era una vida bohemia, etc. pero mis padres me apoyaron en la decisión y así en el ’63 me inscribí en el Departamento de Artes y sin ninguna dificultad terminé la carrera cinco años después.

¿Qué recuerdos tiene de su época de estudiante? Éramos muy pocos alumnos, todo funcionaba como una gran familia. Recuerdo que en 5º Año éramos 7 alumnos. Teníamos un Centro de Estudiantes en el que tuve una activa participación.

¿Usted viajó a Europa, lo hizo con una beca? En Agosto del ’67, a los dos días de recibirme mi padre me regaló un viaje a Europa para que conozca personalmente las obras que ya conocía a través de los libros. Con una amiga fuimos primero a Italia, recorrimos museos y como teníamos problemas con el idioma después de varios días de paseo nos trasladamos a España con la idea de poder 69


ENTREVISTA A IMELDA CUENYA

continuar con nuestros estudios. Obtuve una beca primero por seis meses, que se amplió después a un año con la que hice cursos en Madrid. Allí conocí al que sería mi marido, Gerardo Ramos Gucemas. Después de un año de noviazgo me casé y me fui a vivir a España.

¿Qué hizo en ese tiempo en España? Con Gerardo aprendí muchas cosas, fue mi maestro de cabecera, porque a pesar de tener la misma edad, él estaba muy bien formado. Pero les digo que ambos aprendimos mucho el uno del otro por las diferentes culturas de las que proveníamos. Allí realicé estudios de tres años sobre “Restauración en artes”. Luego decidimos embalar nuestros cuadros y venir “de visita” a la Argentina para que él conociera el país.

¿Desde entonces se quedaron en el país? A los pocos días de llegar ambos conseguimos trabajo. La Argentina ofrecía trabajo en ese entonces, a pesar de la Dictadura se respiraba mejor que en la España de Franco. Me presenté a un concurso en el Departamento de Artes y lo gané y Gerardo entró a trabajar como diseñador en el canal de Televisión que también era de la Universidad. Llegamos en el ’71 por un viaje turístico que se convirtió en estadía permanente. Comencé como Ayudante de 1º, luego Jefe de Trabajos Prácticos. Trabajé al lado de Aulario Salas durante 5 años, que era el profesor adjunto. 70

¿Qué pasó en el ’76, en la época del Proceso? ¿Cómo vivió esos años? Me despidieron junto a cinco compañeros. Recuerdo que recibí una carta que me rotulaba como mala persona y por lo tanto no podía pertenecer a la Universidad. Seguramente fue por la militancia de mi juventud o quizás porque nunca oculté mi postura política (…) entre los compañeros expulsados estábamos los profesores: Enrique Guiot, Pedro Molina, Myriam Holgado, Lucrecia Rosemberg y yo. Era un decreto que nos prohibía pisar cualquier dependencia universitaria. No teníamos derecho a nada. Contraté un abogado que me hacía los escritos y todas las notas que enviaba le eran respondidas: “No ha lugar” (…) Ni siquiera dejaban leer su petitorio. Fue una época muy dura no sólo en el aspecto económico sino en el sentirse excluida de la vida civil. ¡Éramos como personas indeseables! Vivíamos con mucho temor. A Gerardo le clausuraron una exposición (…) También dejó de trabajar en la televisión. Temíamos correr el riesgo de algunos conocidos que ya habían desaparecido. En esos años para no sentirme tan mal y para poder subsistir organicé un Taller de Arte en mi casa, fue el primer taller de arte privado que tuvo trascendencia. Allí aprendí nuevas cosas porque el enseñar también implica una evolución profesional. Gerardo se dedicó de lleno a la pintura entonces subsistimos gracias a mi taller y a su pintura.


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cuándo se reincorporó a la universidad? Con el regreso de la democracia se produce la reincorporación de los profesores “cesanteados” por el proceso. Vuelvo a mi cargo de Jefe de Trabajos Prácticos pero Aurelio Salas ya estaba jubilado. A los pocos años rindo como adjunta y me hago cargo del Taller de Dibujo.

¿Qué piensa de los estudiantes de la Facultad? Noto que la educación está decayendo vertiginosamente, la universidad se ha convertido en una guardería de adolescentes y que la misma se ha estirado hasta pasados los 25 años. Recuerdo que nosotros ingresábamos decididos a realizar un propósito. Ahora observo muchos chicos con mentalidad infantil, muy inmaduros. Se inscriben 100, 120 chicos pero a mitad de año quedan 70, 50. Creo que la falla está en que ingresan con los mismos objetivos que en el secundario. Su capacidad es muy buena pero son también muy ociosos (…) Sólo a medida que se les exige van madurando.

¿Qué opina de la producción artística de Tucumán? Creo que en Tucumán hay muchos talentos, gente que incluso se ha destacado en el plano nacional y en el internacional (…) pero creo que no se puede hablar de arte en sí sin remontarnos a 50 años atrás, donde ya hubo una decantación histórica. Hoy día hay gente que hace muy buenos traba-

jo pero ¿Será arte? ¿Será algo que nos represente en el futuro? ¿Será algo verdaderamente genuino? No me animaría a declararlos ya artistas porque el arte lo decanta el tiempo.

¿Se considera Usted una productora? Mi producción no la defino como arte sino como trabajo. No se olviden que yo opté por la docencia. Trabajo en la facultad y en mi taller particular. Sí, hago una pequeña producción, pero la realizo en forma secundaria aunque necesaria porque no se puede enseñar lo que no se sabe. Si bien nunca fue mi actividad principal también tengo exposiciones individuales, pero todo es hasta el año ’75. Recibí primeros y segundos premios en Salones, pero me retiré porque estoy convencida que docencia y creación no pueden ir juntas. La creación es una actitud solitaria, egoísta en el buen sentido, ya que el artista absorbe conocimientos, los acumula y los plasma en el lienzo, en la piedra, en el papel. En cambio el docente es todo lo contrario. Si absorbe algo debe procesarlo y transmitirlo inmediatamente al alumno. En todo momento la actitud del docente es muy generosa. A veces sucede que el alumno plantea cosas que a lo mejor uno desconoce y debe resolverlo en el instante para satisfacer la inquietud del estudiante (…)

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ENTREVISTA A IMELDA CUENYA

Además de ociosos… ¿Cómo ve a los estudiantes? Veo a esta generación con optimismo porque creo que para hacer cambios hay que tocar fondo y nuestro país ya lo ha tocado (…) Esta generación debe buscar el cambio. No es muy alentador lo que les voy a decir pero debemos tomar conciencia que nos estamos hundiendo, pero no hay que bajar los brazos ni dejar de tener esperanzas que la situación cambie para mejor. Yo pongo todo mi esfuerzo en mis clases, en las que vuelco mis conocimientos y mi amor por el arte.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Eliana Corbalán y Marcela Chumacero

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ENTREVISTA A

LUCÍA DE ANGELI GRIET 1947

Licenciada y Profesora en Artes Plásticas. Estudió junto a discípulos de los maestros tucumanos. Realizó estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Nación “Ernesto de la Cárcova.” Profesora Adjunta del Departamento de Artes Plásticas de Aguilares, perteneciente a la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán desde hace veinticinco años. Actualmente en las Cátedras de Práctica de Taller I y II. Participa activamente en Jornadas y Congresos provinciales, naciones e internacionales. Investigadora CIUNT categoría 3 y participa del Proyecto de investigación “Patrimonio de Tucumán” Dicta cursos de Paisaje a través de Extensión Cultural a la comunidad en la Facultad de Artes en plazas y parques de nuestra provincia. Realizó numerosas muestras en la ciudad y en el interior de la provincia.

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ENTREVISTA A LUCÍA DE ANGELI GRIET

¿Cómo comenzó su actividad artística? Comencé estudiando en la Facultad la Licenciatura en Artes Plásticas, y a la vez iba a talleres de cerámica y esas cosas, pero después al final apuré la licenciatura. Cuando me recibí tenía ganas de seguir estudiando. Como mi papá se había educado en Europa me dijo que sería bueno que buscara una beca, el que ellos me apoyaran fue gratificante. En esa época estaba Eugenio Flavio Virla como rector. Cuando le presenté mis inquietudes, porque yo quería especializarme en morfología porque no teníamos buenos profesores, él y otros docentes me apoyaron. Entonces me conseguí una adscripción en Universidad de La Plata, que duró tres años. Allí hacía las observaciones en la cátedra Visión I, II y III. Luego trabajé en escuelas primarias, secundarias, también daba cursos a maestras en Tafí del Valle. Después, de nuevo en Buenos Aires, rendí en la Escuela De la Cárcova, una gran aventura en mi vida porque tenía que ir a la dársena sur de noche… Preparé el examen, (no me acuerdo si eso equivaldría a un post-doctorado en la actualidad). Al ver que en La Plata los contenidos eran muy avanzados y modernos decidí volver adonde me querían, mi objetivo era estar dónde habían estado los maestros argentinos. Yo quería dibujar, en la escuela tenían calcos de artistas y nos hacían dibujarlos, ¡vos no sabés lo que era dibujar el calco de la virgen de La Piedad, el lápiz iba sólo! ¡Ahí, las siestas volaban!.

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En Buenos Aires también enseñé en secundarias artísticas donde habían estudiado todos los pintores argentinos.

¿Considera que hay gente que es talentosa y que a pesar de ser humilde hace sacrificios y esfuerzos movilizados por su vocación? Yo te puedo decir que la vocación es como el ángel de la guarda. Me acuerdo que me iba a hacer un taller de dibujo en la Pueyrredón y hacía un frío por la Avenida Callao y sin embargo yo iba y venía por ahí de noche…y sin embargo todo eso lo viví como una fuerza especial. Eso es lo mejor que puede pasar, pero ahí está la otra parte: Hay mucha gente que es soberbia… pero bueno, si vos sabés reconocer tu vocación, al llegar a eso tu ángel de la guarda te cuida toda la vida. Yo hice muchísimas cosas por ganas de hacer. Durante tres años estuve entre La Plata y Buenos Aires, pero venía a Tucumán cada dos meses porque tenía a mis padres a mi cargo y lo resolvía de esa manera, íbamos a Tafí del Valle con mi familia. Por eso mi obra tiene muchas imágenes que puedo describir después.

¿De dónde surge su serie “Las navidades”? Nosotras desde chicas llevábamos arbolitos a Tafí y los plantábamos, después jugábamos a recorrer los árboles para ver arriba de cuál había una estrella (risas) y así elegirlo para que sea nuestro árbol de navidad. Esa cosa aniñada uno, en nuestra


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

profesión, debe protegerla, ahí está el propósito, en esa magia, por eso hay que cuidarla y mantenerla. Las navidades, la Navidad Azul, es la primera de la serie.

¿En qué año? En el 98. Esa tiene muchísimas imágenes. Yo me sorprendí porque todo el tiempo me salían ángeles, entonces me puse a investigar, a leer los evangelios, porque yo tengo una formación religiosa, soy católica. Tengo una Navidad Roja con otras tiene características, pero también es linda. Hice una Navidad Verde, esa tiene que ver con las reminiscencias familiares, yo tengo un apellido muy antiguo De Angeli, un apellido que tiene que ver con el arte bizantino. Bueno la verdad es medio así, salió esto y ahí es que empiezo a investigar mi familia. En fin, tengo la azul, la roja y la verde, y ahora estoy trabajando en una Amarilla, porque yo mancho la noche de navidad, me avivé (entre risas) porque eso aprendí en La Cárcova.

¿La mancha la hacía con la pintura? La mancha emocional no es la mancha por manchar sino que tiene una carga emocional que tenés que conseguirla pero no se hace solamente en pintura. En La Cárcova, en escultura, enseñaban a manchar con barbotina. Se ponía un panel y se empezaba a salpicar sobre eso barro blanco y ahí se obtenía el resultado. Ahí hice un taller de mural también y ahí nos enseñaban a hacer eso para lograr los resultados. Nosotros sacábamos en panes y ahí tenías tu obra que es como manchas, la man-

cha impulsa. Yo soy bastante ordenada para enseñar dibujo a mis alumnos y vos no sabés los garabatos de lindos que tienen.

¿Todo lo que Ud. hace le gusta o apasiona? Hay cosas que a mí no me gustan pero alguien las tiene que hacer y cuando las hago al final si me gustan. El arte es así uno no puede elegir a veces. Por ejemplo el grafiti, me gusta verlo pero yo no lo haría, igual para cada cosa hay alguien hecho para producirla. La vivencia es el tema.

¿Cómo continuaron sus vivencias? A mí me gustaba la movida de La Plata pero me parecía medio árido.

¿Un poco frio? Si, frio. ¿Y qué hizo Lucía? Lucía se fue. En ese momento mi papá se enferma, así que tengo que venir y acomodarme en Tucumán. Aquí me decían que no trajera muchas cosas porque a veces tantos contenidos impiden entrar en un nivel con la gente. Empecé a rendir concursos, hacer postgrados y a escribir. Escribí sobre la Navidad Azul también.

¿Cuál fue su camino en la docencia en Tucumán? Yo me inicio en la docencia secundaria en Santa María porque mis padres iban mucho a Tafí, al úl-

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ENTREVISTA A LUCÍA DE ANGELI GRIET

timo terminé aquí a pocas cuadras, enseñé en la escuela Normal y en el Liceo de Señoritas., Tuve muchos pases, estuve aquí y allá, sigo en Aguilares…pero sigue siendo lejos… el asunto es que allí estamos. También hago investigación, soy categoría 3 del CIUNT.

¿Cuál es el objetivo del proyecto? Varios, entre otros la visita al Museo Timoteo Navarro. Ahí realizamos registro de la obra. Debo analizar la obra de Tuca Aybar y a María Eugenia Aybar, lo que es una gran responsabilidad. Tengo entre mis preocupaciones el poder encontrar cómo se maneja el significado de la obra… Eso me interesa porque también es un tema de obra, inicié un doctorado en Córdoba. Me encantó lo de Córdoba aparte que con mi máquina de fotos he sacado cuanta cosa he encontrado porque es una ciudad distinta para nosotros. Cada vez que iba me recorría a pie museos, la ciudad universitaria… y bueno, la gente es distinta a nosotros. Estas visitas me sirvieron porque he comprobado que los tucumanos también generamos nuestras cosas. Ellos quieren personas trabajadoras, ordenadas y que cumplen, así que yo les vengo al pelo (risas)… me acuerdo que éramos un montón. Comenzamos los cursos con el tema de la escritura para un posgrado. Me enganché porque estaba haciendo algo que me venía bien, además podía seguir pintando. Silvia Agüero me hizo una linda presentación, ella pone una frase muy linda “celebro la muestra de 76

Lucia y felicito al Centro Cultural Ricardo Rojas por dar inicio al Julio Cultural de Aguilares con tan distinguida artista”… el asunto es que siempre hay algo para hacer.

¿Usted siempre pintó? Me gustan las técnicas tradicionales, el óleo, el acrílico pero las necesidades del acrílico de tiempo de secado y eso las empleo en tarjetas y cosas más rápidas. La propuesta del óleo, que han sacado colores nuevos; también me agrada mucho la acuarela, como algo natural. Y bueno todos esperan que haga una muestra de acuarelas porque siguen con la idea de que hay pocos acuarelistas pero ya no hay pocos, ahora hay un montón… sin embargo sigo prefiriendo el óleo.

¿Nunca probó con la escultura o el grabado? ¡Si! Yo tenía diez en la escultura, diez en el grabado, pero yo no me conformó… la pintura es muy amplia, además se la puede hacer en cualquier ámbito, en un reducido espacio también. Me gusta la xilografía, la litografía, me gusta mucho el trabajo en tinta.

¿Siempre elige por el lado del color? Me gusta la posibilidad de la mancha, de la mancha estructurada. Lo que a mí me llama la atención es la posibilidad del ser humano de poder volcar emocionalmente algo y que ya esté resuelto, esa unión que hay con cosas que uno ni se imagina. No


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

hace falta hacer tanto, hay que hacerlo bien. Me acuerdo cuando yo estudiaba cerámica, mi profesora tenía un instrumento de odontólogo que ella le había encontrado la posibilidad de aplanarla para que le sirva de instrumento y no había forma de presentarle otra esteca. Es así, la parte teórica también se reduce a eso.

Para terminar, ¿alguna reflexión sobre el devenir de su labor artística? Mirá, si yo tuviera que dejar la docencia seguiría con lo mío tranquilamente porque es una cosa que me ha abierto un camino…, pero no es una situación del momento. Y bueno, ahí estamos. Lo mío es arte figurativo pero por ejemplo allá en Córdoba había muchos alumnos de varios países, había un artista que hacía esculturas móviles y que ganaba bien con eso, pero mi profesor nos dijo que el arte figurativo viene bien con lo teórico, o sea que el arte figurativo nunca está de más porque te sirve para los razonamientos que necesites. Bueno, a mí me gusta mucho lo que hago, arte figurativo.

Muchas gracias profesora

ENTREVISTA REALIZADA POR:

María Fernanda Carrascoza

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ENTREVISTA A

DAMIÁN DÍAZ

1984

Inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la UNT. Se recibió como licenciado en Artes Plásticas dela Facultad de Artes de la UNT (2009), Especialidad Grabado. Profesor Auxiliar en Taller I Turno Matutino. Efectuó cursos de perfeccionamiento y numerosas clínicas de arte en la provincia, en la región y Buenos Aires. Realizó exposiciones individuales entre las que se pueden mencionar: “Viaje” (Fundación Osde 2014) y “Fierros Fighters” 2009. Participó en numerosas exposiciones colectivas en la provincia y en el NOA y obtuvo importantes premios en salones de pintura, grabado y artes visuales.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cómo fue su formación? Inicié mis estudios en la Escuela de Bellas Artes y luego continué aquí, en la facultad. Además hice algunos cursos y clínicas de arte en Salta, en La Rioja, donde también estoy trabajando, y en Buenos Aires. Mis primeros profesores fueron Imelda Cuenya y Marcelo Lazarte. El que hiciera mis primeros pasos en la Escuela me facilitó bastante, ya que allí se da una formación fundamentalmente artística.

¿Por qué eligió estudiar artes plásticas? Me gustó dibujar desde siempre. Cuando era chico prefería quedarme en casa mirando dibujos animados y dibujando en vez de hacer deportes. Siempre estoy dibujando: cuando estoy triste, aburrido, de buen humor, estudiando o dando clases. Es algo inherente a mí, lo hago de manera cotidiana. Además en la escuela de Bellas Artes siempre nos daban un gran impulso para que participemos en concursos de la misma escuela o mostremos nuestras obras en otras instituciones. Después ya en la facultad siempre participé en Salones y Exposiciones.

el grabado. De vez en cuando hago algo de animación, de escultura, pero no me cierro en una técnica específica, por ejemplo ahora estoy pintando bastante. Muchas de mis pinturas han participado en concursos, animés, ya sea provinciales, regionales o nacionales. Siempre estoy en movimiento.

Sobre sus obras: ¿Cuáles considera más logradas? Hay varias que me gustan, pero creo que a nivel “desafío público” podría nombrar dos pinturas que realicé el año pasado y el ante año para el Salón Regional de Santiago del Estero, en las que recibí un 2º Premio y un 1º premio al mejor artista menor de 35 años. Eran básicamente pinturas que toman como punto de partida la vida cotidiana: gente durmiendo en una terminal. Me impactaron esas imágenes. Las esperas, los colectivos, gente viajando sentada o parada (…) No se olviden que ese lugar de tránsito lo visito todas las semanas cuando viajo a dar clases.

¿Hace mucho que trabaja como docente?

¿Dedica parte de su vida a ser artista?

La verdad es que tuve suerte, porque a los dos meses de recibirme conseguí trabajo en un colegio secundario. Recuerdo que me costó bastante porque yo seguía con la cabeza de alumno y pasar al rol docente, aprender las herramientas metodológicas y didácticas fue duro.

Sí. Además de mi labor docente dedico parte del día a la producción plástica. Me gusta el arte impreso,

¿Tiene proyectos a futuro? 79


ENTREVISTA A DAMIÁN DÍAZ

En realidad intento no proyectar demasiado lejos. Siempre me planteo metas cercanas. Por ejemplo: cuando estaba estudiando, el horizonte era recibirme. Luego formarme como docente y dejar tiempo para la producción y así poder presentarme en los diferentes certámenes. Hoy en día, gracias a Dios he ganado algunos premios, lo que me dio dinero y reconocimiento a nivel regional. El dinero lo invertí en construir mi taller, mi propio espacio, que lo voy reformando y ampliando de a poco. Quiero seguir perfeccionándome como docente, que realmente me gusta mucho pero sin dejar de lado la producción. No podría vivir sin hacer arte. Por último estoy pensando en dar clases particulares en mi taller, es decir trabajar con gente que le interese lo mismo que a mí.

Muchas gracias profesor

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Alderete Luciana; Barraza, Mayra; Figueroa, Karen; Piran, Pirani y Rodriguez, Noemi.

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ENTREVISTA A

AMALIA DUBERTI 1938

Nació en Tucumán. Egresó del Departamento de Artes de la UNT en especialidad pintura. Fue alumna de Lobo de la Vega, Luis Lusnich y Ezequiel Linares. Desde 1965 se incorporó al plantel docente del entonces Departamento de Artes. Fue Profesora Asociada en el Taller Rotativo del turno Vespertino y Secretaria Académica de la Facultad. Participó en numerosas muestras colectivas e individuales e integró jurados en nuestra provincia y en el NOA. Expositora en el Salón Joan Miró, en Barcelona, España. Fue miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas de la facultad en donde participó en varios proyectos de investigación y realizó numerosas publicaciones.

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ENTREVISTA A AMALIA DUBERTI

¿Cómo fueron sus comienzos en las artes plásticas? Ustedes piensan que las carreras se eligen por vocación, pero en mi época no era tan así. Había que elegir acorde a lo que los padres dejaban. Mi padre era un contador frustrado por lo que deseaba que alguno de sus hijos lo fuera, entonces me orientó hacia la escuela de Comercio primero y después a la facultad de Ciencias Económicas. Sin embargo, desde la primaria yo tenía inclinación hacia el arte. Las maestras percibían que había en mí una inclinación muy fuerte hacia el dibujo que no se podía desaprovechar, que debía estudiar plástica, etc. Pero me inscribí en Ciencias Económicas. Recuerdo que en las horas de matemáticas, de trigonometría yo me apartaba y dibujaba. Al año siguiente me inscribí secretamente en la Licenciatura en Artes Plásticas, sólo podía hacer taller por la mañana ya que a la tarde seguía con mis estudios de ciencias económicas. Estaban entonces el profesor De la Fuente en dibujo, excelente, que traía una línea muy marcada por Spilimbergo. Continué así, con las dos carreras, sin cursar las teóricas, hasta que en tercer año luego de una baja nota en análisis matemáticos decidí enfrentar a mi padre (…) Te imaginas, casi se infarta y me dice que debía trabajar para costearme la carrera, razón por la cual empecé a tener alumnos

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particulares en casa además de tejer y hacer repostería (…) Desde entonces me dedico completamente a la plástica. En esa época había una fuerte lucha ideológica en el movimiento estudiantil: estaban los humanistas y los reformistas. Mi padre era radical de Yrigoyen (…) Me simpatizaba la gente que estaba en el Centro de Estudiantes que eran reformistas pero no participé en la vida política por falta de tiempo ya que debía trabajar en casa.

¿Cómo era su vida en el Departamento de Artes? En esa época la carrera se desarrollaba en el turno matutino, con extensión a las primeras horas de la tarde para las materias teóricas. Por la tarde había actividad totalmente vocacional, es decir gente que asistía a trabajar en las diferentes disciplinas solamente por placer. Entre los maestros que recuerdo están Timoteo Navarro y Lobo de la Vega. Teníamos clases en el antiguo Teatro Belgrano y en los palcos, cada alumno tenía su pequeño taller. El ambiente era extraordinario. Nos conocíamos todos. Fue una época tal vez con un clima más bohemio, había mucho diálogo con los compañeros como Eugenia Juárez, Carlos Costilla, con los profesores como Hugo de la Fuente, a quienes todos rodeábamos por el placer de escucharlo en los momentos de descanso. Es decir, había mucha apertura y comunicación entre maestros y profesores (…)

¿Y la vida cotidiana en el Tucumán de


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

entonces? Por esa época se reabrió el Museo de Bellas Artes que estaba en la casa de Nicolás Avellaneda y se realizaban muchas exposiciones. También estaba la Peña El Cardón que daba muchísimo impulso a las actividades plásticas. Por las noches nos reuníamos en “Los Dos Gordos”, frente a la plaza Independencia, a donde también asistían muchos escritores. Siempre surgía el diálogo entre los plásticos y los poetas (…) También estaba el Teatro y el Ballet Estable que realizaban importantes puestas, más tarde Elba Castría creó el cuerpo de Danza Moderna de la Universidad.

¿Y su formación como artista? En 1968 formé mi familia por lo tanto me retiré un poco del ambiente plástico/bohemio. Vinieron los hijos y había que trabajar duro para hacerse de un techo. En esa época tomé todas las horas que pude en la docencia. Mientras tanto no dejé mi formación (…) En la docencia he puesto lo mejor de mí, trabajé arduo en mi obra para poder transmitir a mis alumnos, porque si no se puede realizar algo no se puede enseñar, o sea si no se tiene trabajo de taller no se puede transmitir nada. En esa época tenía mis pinturas en la cocina y entre niños, pañales y comida, tenía el caballete, y entre las tareas domésticas, pintaba y dibujaba. No me catalogo como artista pero sí como docente, ya que es algo que me ha apasionado en la vida. La tarea docente significa un estudio permanente porque

hay que estar constantemente retroalimentándose, nunca se pueden dejar los libros ni los pinceles. Si bien, siempre estuve en la facultad en 1º y 2º año, he tratado de darles a los alumnos las propuestas actuales, el pop, el expresionismo etc.

¿Cómo se desarrolló su vida como docente? Ingresé como docente mediante concurso de antecedentes, oposición e impugnación (porque ya en esa época había impugnaciones) en 1965 como Jefe de Trabajos Prácticos, habiéndome recibido dos años antes. Creo que fue una de las clases de concurso más interesantes que di, siempre la reviso, por supuesto en esa época hablábamos del Renacimiento, de la diferencia entre lo lineal y lo pictórico, se veía la problemática del espacio según Pierre Francastel. Son autores que probablemente ustedes ya no los vean. Con ese autor yo trabajé en una actitud comparativa sobre Boticelli, sobre Rembrandt, etc., siempre en lo referente a lo lineal y lo pictórico. De allí ascendí a adjunta y asociada de taller rotativo vespertino. Después vino la pérdida de la democracia, el golpe de 1976. Fue un período bastante difícil porque el Departamento fue catalogado como un lugar de personas revoltosas. Siempre estuve protegiendo a mis alumnos y me he jugado absolutamente por ellos. Incluso a algunos que los tenían marcados. Para entonces el profesor Linares viajó a España porque no compartía el pensamiento de esa época

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ENTREVISTA A AMALIA DUBERTI

y me hice cargo del taller. Entonces tenía contacto con mis alumnos de 2º y los de 3º,4º,5º. A los que también protegí porque los más grandes no aceptaban las directivas de los militares. Fue una época muy difícil para todos, pero logré permanecer.

¿Qué nos puede decir de su obra? Ya les dije que durante mucho tiempo trabajé en pintura y en dibujo. Expuse en el Salón Joan Miró. Envié mi obra a Barcelona, en esa época era bastante fácil mandar por correo. Se mostró en una muestra itinerante por toda Europa, pero después en la época de los militares la cuestión se complicó por lo que no puede enviar toda una muestra que había preparado para Italia. Ya en la democracia, más cerca de los 90 comencé a investigar un poco sobre grabado. Grabé sobre piedra. Hice dibujo pictórico con resultados que me dejaron muy satisfecha. El dibujo es la base de todo hacer plástico, sobre un buen diseño se puede hacer entonces todas las variables que se desea (…)

¿Cómo era la actividad cultural en esa época? En los 60 la vida de los plásticos se desarrollaba en torno a la Casa de Avellaneda, (Museo de Bellas Artes) y en la Peña El Cardón. Desde los 70 en adelante hubo un incremento cultural desde el punto de vista oficial pero no sólo en la plástica sino también en teatro, danza, música etc. Se creó el Centro Cultural Virla donde antes había una pe84

queña salita de exposiciones, se habilitó el Salón de la Dirección de Turismo y el Hotel Metropol (…) había muchísimas muestras individuales, creo que fue una de las pocas de mayor productividad. Luego del golpe del 76 comenzó la época dura pero, a pesar de las limitaciones, no decayó la actividad cultural. En los 80 el Museo se trasladó a su sede actual. En la facultad, surgieron todos los cursos experimentales, realizando trabajos multidisciplinarios. Se comenzó a trabajar con el cuerpo, con otros elementos, es decir con los objetos, lo que desconcertó al público que venía acostumbrado a propuestas tradicionales. Vinieron a Tucumán y a la facultad varios críticos, estudiosos de arte entre los que destaco al Dr. Kevin Power y se empezó a estudiar sobre la posmodernidad, sus características, específicamente dentro de las artes visuales, su ruptura con todos los códigos preestablecidos. Todas esas nuevas ideas nos ayudaron a preguntarnos sobre esta nueva concepción del arte. Sobre el arte conceptual. Llegamos así al arte actual donde conviven todas las orientaciones.

¿Qué consejo le daría a sus alumnos? Yo cuando recibo a los chicos los felicito porque si están en esta Facultad es porque realmente tienen vocación pero les recalco que la tarea ya sea producción plástica, producción teórica o docencia deben hacerlo con seriedad. Afrontar un papel en blanco o un pedazo de chapadur sin grabar es todo un desafío, un gran esfuerzo hasta que van saliendo las formas que a uno le interesan, los colores,


etc. pero una vez realizado produce una enorme satisfacción. Si bien son libres para tomar el camino que deseen, pero lo que elijan lo deben hacer bien, entendiendo lo que se hace y que cada uno sepa defender su propuesta. Arte no es cualquier cosa, es cosa seria.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

María José Décima y Cinthia Mamondes.

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ENTREVISTA A

MARCOS FIGUEROA

1953

Arquitecto egresado de la Facultad de Arquitectura de la UNT y artista plástico. Desde 1986 a la actualidad es Profesor Asociado del Taller C, ámbito en el que coordinó los proyectos locales propuestos en Trama, Programa Internacional de Confrontación y Cooperación entre artistas, y realizó Clínicas para artistas jóvenes del NOA, auspiciadas por la Fundación Antorchas. Como miembro del “Grupo Norte” (1980-1982) realizó ambientaciones en museos y galerías de Buenos Aires, Córdoba y Tucumán. Luego fundó el “Grupo Surco”(1987-1990) con el que concretó intervenciones en los Valles Calchaquíes y San Miguel de Tucumán. En 1993 fundó “El Taller”, espacio alternativo destinado a la producción, investigación y difusión del arte contemporáneo de la región. En 1994 la Fundación Antorchas le otorgó un subsidio a la creación artística. Como miembro del grupo “Tenor Grasso” (1996). Participó en espectáculos performáticos en los que el diseño de indumentaria constituía el soporte del discurso plástico. Fue Vicedecano (1990-92) y Decano (1999-2002 y 2002-2006) de la Facultad de Artes de la UNT. 86


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Qué influencia tuvo su familia en relación a las artes plásticas? Los Iramain eran tíos segundos por parte de mi papá. Esa familia tenía varios artistas: Juan Carlos, el escultor, Demetrio, el pintor. Ellos iban habitualmente a mi casa y mis padres me prometieron que iban a hablar con alguno de ellos porque yo tenía interés por la pintura. Mis viejos veían mi inclinación desde chiquito. Antes de ir al colegio ya dibujaba, armaba mis propios juegos creativos, por lo que pensaban en mandarme a estudiar con ellos. Bueno, no lo hicieron. Los Iramain eran mayores y no se dedicaban a la docencia. Eran artistas, eran bohemios, eran mayores. Personas de 70 años ¿Qué es lo que podrían hacer con una criatura de 5 años? Pienso que hubiera sido nefasto. De todos modos, eso estaba como referencia familiar. Después, en la escuela, era el chico que dibujaba en pizarrón para los días patrios, las maestras me pedían carátulas de San Martin y de la Bandera entre otras cosas. Recuerdo que después, a los 11 años, pinte mi primer óleo sobre lienzo, que era una copia de una imagen de San Francisco, de Murillo, el cual conservo. Lo pinté solo, sin saber cómo se hacía, inventando cosas, viendo. Fue un desastre.

¿Por qué estudió arquitectura y no arte? Fue en cierto modo un mandato familiar. Yo siempre quise estudiar arte pero la familia decía que no, ya que no había garantía laboral. Como yo era varón pesaba una concepción machista que hace que

uno deba sostener un hogar, por lo que me dijeron que me convenía arquitectura. Como era un joven dócil estudié arquitectura, carrera que me gustó mucho. Pero mientras tanto yo seguí con la pintura y no paré en ningún momento de producir. No me arrepiento de esos estudios porque la arquitectura me dio un conocimiento sobre los procesos creativos que hubiese sido imposible tenerlos haciendo arte. Eso resulto en beneficio porque me permitió que, siendo docente de la facultad, me apartara con libertad de los métodos académicos que eran dominantes en la institución, y empecé a plantear la docencia desde otro lado. Luego eso que conocería como el proyecto pedagógico del Taller C.

¿A qué edad comenzó a dedicarse plenamente al arte? En realidad, yo ya era artista antes de elegir la facultad de arquitectura. A los 17 o 18 años empecé a participar en salones y me seleccionaron en algunas oportunidades. Era amigote de los estudiantes del Departamento de Artes. Miraba de lejos…me parecía un lugar muy hermoso, tenía muchas ganas de entrar. Pero vivía la vida del Departamento desde la vereda, desde los salones. En esos tiempos, en una comida después de un premio que nos dieron en Salta discutimos la posibilidad de conformar un grupo de trabajo…la necesidad de trabajar el arte desde otro lugar, de abrir los límites del lienzo y ocuparnos del espacio real. Estas discusiones empezaron a superponerse tanto que generó un movimiento importante, que luego deriva en el Grupo

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ENTREVISTA A MARCOS FIGUEROA

Norte en 1980. Tal vez el hecho de haber participado en ese grupo, donde todos los demás eran licenciados o estaban a punto de serlo, fue una bisagra en mi camino. Porque después tuve una suerte de definición profesional por la carrera. Después seguí con mi carrera de artista, etapa más conocida de premios y exposiciones, de participación en grupos.

Participó en muchos grupos que marcaron el movimiento artístico en Tucumán. ¿Qué nos podría expresar sobre esas experiencias? Fueron experiencias maravillosas para mí y cada una me dio cosas distintas. En el Grupo Norte éramos ocho artistas jóvenes (Ricardo Abella, Sergio Tomatis, Alicia Peralta, Vicky Muro, Tito Quiroga, Kelly Romero, Eduardo Joaquín y yo), de los cuales siete eran estudiantes de la facultad y se sentían discípulos de Ezequiel Linares. Expusimos muchas veces en Buenos Aires, participamos en salones, Córdoba, Rosario. Fue un grupo que adhería, en ese momento, a los realismos críticos. Todos teníamos un avance fundamental en la pintura expresionista, en la neo figuración, un movimiento muy importante de fines de los ‘70 y principios de los ‘80. El grupo lanzó un día, a principio del año 1980, una primera ambientación llamada “Registros”, en el Timoteo Navarro, la cual es identificada por los historiadores como una especie de transición entre la modernidad y el arte contemporáneo de Tucumán. Esta experiencia ocupó todo el espacio. Trabajamos las paredes, los pisos, los techos, la música,

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el espacio laberíntico, objetos, diapositivas. Era un macro evento que la provincia nunca había visto. El espectador entraba a ese espacio laberíntico, lo recorría y tenía distintas sensaciones. Muy abrumadoras por cierto, porque todas estaban referidas al momento histórico del proceso. Fue una exposición que estuvo a punto de censurarse. El grupo tuvo después idas y vueltas, desgranamiento de miembros. A veces invitábamos a otros artistas a sumarse. Estuvo 2 o 3 años hasta que se terminó disolviendo porque algunos de los miembros habían ganado alguna beca a Suiza y otros se fueron a Italia. La experiencia terminó agotándose más o menos en 1982-1983. El Grupo Surco, en cambio, se desarrolló entre 1987 y 1992. Pertenece a otro periodo histórico. Estábamos en la democracia, en una Facultad de Artes incipiente donde yo transitaba mis primeros años de docencia. El grupo se inició con una anécdota muy pintoresca. En 1986 pasaba cerca de la tierra el cometa Halley. Yo quise verlo y me fui en Semana Santa al Mollar con un equipo de lentes y una cámara fotográfica especial. Acampé en el Mollar y logré verlo, experiencia que me dieron ganas de testimoniar en el paisaje. Por eso tallé 3 círculos de 30 cm en las piedras al pie del Ñuñorco, una de las montañas de la zona. Esa experiencia me gustó mucho y se lo conté a mis alumnos, que se mostraron muy interesados y me invitaron a repetirla con ellos. Me encantó la propuesta y desde septiembre nos empezamos a organizar para armar la primera campaña al Mollar. Éramos 20 a 30 personas entre


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

docentes y alumnos y nos fuimos a hacer una experiencia de una semana en el Mollar. Montamos una pequeña empresa con gestiones de ómnibus, carpas, hasta se incluyeron baños con duchas para poder higienizarnos. Todo era muy artesanal, hecho por nosotros mismos, incluso los baños. Montamos una ingeniería en medio del monte para poder trabajar y el resultado fue un paisaje de 40 m. por 120 m. con tallas sobre piedras que podría enmarcarse dentro del Land-Art o arte térreo. Esa experiencia en el paisaje derivó en el Grupo Surco, cuyo propósito era constituirse como una primera experiencia cooperativa de producción artística en la que investigamos materiales, tecnologías alternativas, espacios diferentes, etc. También investigamos cómo resolver un tema angustiante como el problema económico en la producción artística. Inventamos un circuito de charlas, presentaciones en las que traíamos gente importante de Buenos Aires. Hicimos participaciones callejeras y acciones en la ciudad mientras continuamos con las campañas en el paisaje. Viajamos a Rosario, a Buenos Aires, participamos en diferentes eventos. El grupo funcionó hasta que vino la inflación, que arrastró los pocos ahorros que teníamos, y terminó disolviéndose en el año 1992. Con él se fue el sueño de tener un espacio y un taller propios. Quedó únicamente la experiencia, que fue innovadora, muy rica e interesante. El tercer Grupo, Tenor Grasso forma parte de un periodo muy distinto. Un grupo de alumnos, artistas jóvenes, armaron un primer desfile de diseño de

indumentaria al que no me sumé. Era una propuesta muy dislocada, una suerte de vale todo que sumaba diseño de indumentaria, acciones, body art, etc., que se completaba con un evento de dos horas y media de duración que transcurrían al borde de todo. Al borde, incluso, de las artes visuales en términos tradicionales, porque se atravesaban discursos que venían de la música, del comic, del teatro, del diseño. Así nació la primera experiencia de Tenor Grasso, en la casa en los altos de “La Zona”, un espacio alternativo ubicado en un primer piso de calle Laprida. El primer evento fue tan exitoso que hubo que repetirlo varias veces porque la sala estaba colmada de gente. Cada vez que “Tenor Grasso” hacía una presentación era una fiesta donde concurrían jóvenes de todas partes. Yo me sumé, junto a otra gente, en la segunda experiencia. Se armaron varias presentaciones en 2 o 3 años. Personalmente, el que más me gustó fue el último, en el año 1999, que se llamó “Tenor Grasso cambia la historia de la coloración” y se realizó en la Facultad de artes. Tiempo después terminé siendo Decano de la facultad y me aparté definitivamente de ese proyecto. De todos modos, el resto de los miembros del proyecto sentían que la experiencia estaba agotada.

¿Cuáles son los temas que prefiere, en general, para su obra? ¿Qué tipos de materiales prioriza? No hay un tema fijo. Transitan el tema de la identidad, del contexto cultural político, otras veces el 89


ENTREVISTA A MARCOS FIGUEROA

tema es autorreferencial. En cuanto a los materiales varían: uso todo lo que venga bien de acuerdo al discurso del momento. Nunca he dejado de pintar. A veces he postergado la pintura, pero nunca la abandoné. Realicé fotografías, hice objetos, perfomance, trabajé en los paisajes, en la ciudad y la calle. No me privé de experimentar ninguno de los lenguajes. Mis horarios de producción generalmente son por la noche entre las 23 y 2 de la mañana, cuando mis hijos duermen. Es un momento muy particular, generalmente estoy solo con mis cosas: mis escritos, mis pinturas, mis producciones. Son momentos muy especiales. Es lo único que considero totalmente mío.

Como fundador del Taller C, ¿Qué lo llevo a crearlo y que lo diferencia de los otros talleres? Yo no creé el Taller C sino la facultad en 1985, al poco tiempo de constituirse como tal. Era un momento en que retornaron del exilio docentes de izquierda que habían sido expulsados de la universidad tales como Myriam Holgado y Enrique Guiot. Retornaron a la Facultad de Artes y como no sentían en el taller de Ezequiel Linares, que era el taller de mayor tradición, las autoridades sintieron oportuno crear tres talleres paralelos: el taller Linares (Taller A), taller de la profesora Dedé Chambeaud (Taller B) y el Taller C de Myriam Holgado y Enrique Guiot. Estos dos profesores, por un motivo u otro, tuvieron que alejarse de la cátedra. La historia es larga, como para escribir un libro (…) en conclusión,

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al conocer esta situación los alumnos me invitaron, en acuerdo con los profesores salientes, para que yo me hiciera cargo del taller. Se llamó a concurso interino, lo gané, y así entré al taller como profesor adjunto. Al poco tiempo concursé el asociado y terminé haciéndome cargo. Armé luego una cátedra donde sumé a Carlota Beltrame y Geli González. Desde un principio nuestra ocupación fue una reflexión acerca de cómo enseñar arte en la academia. Enseñar arte es tal vez una de las cosas más complejas que hay. Y lo hace más complejo el grado de institucionalidad del campo universitario, una cosa de solemnidad, que lo hace más difícil. A esto se suma el amplio espectro de perfiles que presentan los alumnos, lo cual es un gran desafío para nosotros, que debemos actualizarnos y buscar en los alumnos el desarrollo de sus potenciales creativos, tema que desde un principio consideramos que era una gran falta en la facultad. Empezamos hace alrededor de 25 años buscando un método propio que sea superador de los tradicionales. Tuvimos la posibilidad de viajar por el mundo, de ver como se enseñaba arte en otros lados. Leímos mucho sobre pedagogía y nuestra propia práctica profesional también colaboró. Escuchamos mucho a los alumnos para conocer cuáles eran sus necesidades. Ellos tuvieron la posibilidad de plantearnos siempre nuevos desafíos que nosotros estuvimos muy atentos a resolver, a generar los espacios para que esto pudiera suceder. El plan resultó siendo un modelo pedagógico distinto y presentó singularidades llamativas con el resto de los modos de ense-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

ñar en el país. Se puede tomar del grupo Taller C en Facebook, copiar los textos que hablan sobre esto. Básicamente trabajamos para que, al egresar, el alumno esté en las mejores condiciones posibles para enfrentar el trabajo en la calle. No solamente como productores, sino sobre otras especialidades, como la curaduría, la gestión, el montaje, la crítica, la teoría del arte, la investigación. Nosotros formamos de acuerdo al perfil de cada alumno. Los tres años cursando en el taller nos da un amplio margen como para conocerlos y ayudarlos a que encuentren su rumbo. El otro eje muy importante es la creatividad, el punto de apoyo y columna vertebral de cualquier práctica artística. Si no hay creatividad no hay Arte. Nosotros creemos que es muy importante. El tercer eje es la problemática contemporánea, diseñar, producir de acá al futuro, donde el pasado es muy importante, pero entendiendo el pasado como esa gran posibilidad de ser resignificado, reservorio histórico importante, que por suerte Tucumán tiene una tradición muy interesante, lo que de alguna manera nos da el sustento de lo que estamos haciendo. Un pasado no para detenerse, sino para ver al futuro. Por último, el cuarto eje es el contexto. Nosotros creemos que en nuestra producción tiene que estar atenta a esto que sucede en la escena hoy, ahora, acá. El rol del artista en esta tierra es diferente al de otras ciudades, con las cosas un poco más,

unas poco menos resuelto. Nosotros pensamos en la producción en forma sistémica, esto significa, un artista en un contexto e inserto en un sistema que es propio del área, y ese sistema tiene particularidades; hay que conocerlas para saber cómo incidir en ella. Si no conocemos como son esas particularidades en nuestra escena, no podemos accionar. Estaremos, en todo caso, dependiendo de las circunstancias, sin posibilidades de transformar. Creo que lo que tiene que hacer un joven productor es tener esa posibilidad de transformar el medio. Pensemos que en el arte son muy importantes los criterios, los valores que se manejan, es un campo donde todo es muy relativo, no hay una última palabra, todo depende de lo que se está buscando. A mi modo de entender, no es que una escultura que está hecha en material permanente y caro es valiosa y la que está hecha en papel no, sino que son dos conceptos distintos. Lo importante, y aquí vamos un poco al arte conceptual, es que en última instancia, la obra no vale por su material sino por el valor que implica. Hay obras que están realizadas en materiales totalmente despreciables como arena, agua, residuos, materiales de putrefacción (…) o como la Perfomance, que es una acción que transcurre en tiempo presente y luego desaparece ¡Lo que queda desde el mármol hasta la acción es una Idea! Los criterios de arte, en buena hora que crezcan y que cambien; eso está bien porque se estará creciendo. En la Facultad nadie les va a imponer nada. Son ustedes los que deciden y eso es lo importante. Yo era virtuoso para las formas, las 91


ENTREVISTA A MARCOS FIGUEROA

proporciones, era hiperrealista. Todas mis pinturas y esculturas tenían los máximos detalles (…) y después comencé a ver y me di cuenta que existía un mundo muy amplio al cual yo, al no haber estudiado en la Facultad de Artes, estaba lejano a toda esa información. Nosotros, en el Taller C, finalmente entendemos la docencia como un proceso de empoderamiento, entendemos que el alumno debe desarrollar no solamente su creatividad, sino todo su potencial de trabajo, investigación, pensamiento crítico en pos de cambio, de incidir en el medio. Si los universitarios no incidimos en el medio para mejorarlo, no tiene sentido estudiar en la universidad.

¿Tiene conexiones con artistas del exterior o de otras partes del país? ¡Si, si! Considero que es fundamental. Hay artistas que actúan más bien herméticos, otros que no, cada uno tiene su perfil. Pienso que el tucumano, por las amplias distancias con los centros de producción, al estar aislado nos da como resultado una fórmula medio complicada (…) Los artistas tucumanos debemos afirmar las distancias y cuanto más comunicados con el exterior podamos estar, más saludable será. Si a eso le sumamos la cierta estabilidad económica en ciertos márgenes sociales, que nos permitan viajar un poquito, tener permanencia en las bienales y acontecimientos mundiales de arte, convenios con las universidades, todo eso genera un caldo interesante de posibilidades, una serie de cosas que ayudan a la producción artística (…) creo 92

que Tucumán está viviendo un momento interesantísimo.

¿Qué lo llevo a ser decano? Para mí fue un gran desafío. Era la gran posibilidad de generar cosas. De hecho, pude conectar la facultad con algunos países, con algunas universidades extranjeras, yo sigo conectado a esas universidades. Esas universidades siguen aportando datos al Taller C, carreras de postgrado. En mi gestión se crearon carreras nuevas. Se pudo ampliar parte de la facultad en su momento. Y lo hice pensando en que podía colaborar, además de la construcción del Taller C, en generar una facultad como yo me la imaginaba.

¿Qué reflexión nos puede dar con respecto al futuro de esta facultad tan joven, dentro de 10 o 20 años? Eso es difícil, porque no poseo una bola mágica para adivinar el futuro. Pero si podríamos hacer un ejercicio de prospección. No es adivinar el futuro, sino ver que probabilidades tienen algunos índices, algunos elementos de crecer en su desarrollo. Voy a hablar más de la universidad que de la facultad. Yo creo que está impregnada de lo peor de la política nacional, no estoy hablando de los últimos 5 o 10 años, estoy hablando de los 90 para acá, creo que los modos de hacer política, el clientelismo, el facilismo, se filtró en la universidad fatalmente y es muy difícil erradicar. Cuando se habla de elecciones, hay muchos sectores que piensan como ganarlas para hacer buenos negocios, como ubicar


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

familiares. Eso creo que le han hecho y le hacen mal a la universidad. Creo que una facultad y una universidad que no estimule los concursos, transparentes, objetivos, debilita la calidad académica. Si no hay concurso, no hay calidad académica. Ustedes vean el grado, la cantidad de designaciones directas que hubieron estas últimas gestiones y van a ver que son proporcionales a la caída de calidad académica. En este marco de situación, yo creo que es muy importante el rol de los estudiantes. Si hay algo que puede generar un cambio profundo en la facultad, en la universidad, me parece que está en esa energía renovadora que yo siempre la ubico del lado del estudiantado. Son los estudiantes con estos aires jóvenes y renovadores, los únicos que pueden generar cambios. Así como los procesos revolucionarios, los procesos progresistas siempre han estados motorizados por la juventud, desde la toma de la Bastilla hasta acá, siempre fueron los jóvenes. La reforma del ‘18 en la universidad, nuestros próceres en su momento, cuando se han producidos los cambios eran jóvenes. Dice alguien por ahí: “son los jóvenes los que hacen los incendios”. Los cambios tienen que ser de paradigma y este modelo de hacer educación en el que estamos no tiene mucho futuro; apoyo cualquier cambio que venga de los estudiantes.

¿Cómo ve actualmente a Tucumán, no sólo en pintura sino en todas las expresiones artísticas?

comienzos Tucumán tuvo buenos artistas. Nuestra provincia estuvo bien considerada en todo el país, creo que ustedes están en la Facultad más importante del país, aun con todos los problemas que tiene, hay un buen nivel. Tucumán siempre presenta problemas paradójicos: una provincia con tantos problemas económicos y al mismo tiempo con tanto desarrollo cultural... Generalmente los desarrollos culturales vienen acompañados con procesos prósperos en lo económico o por cambios radicales en la cultura, en la historia política. Nada de esto sucede en Tucumán, y sin embargo tenemos movimientos importantes. Las razones pueden ser múltiples, en gran medida se debe a sus relaciones con la región que ha sido siempre la capital del NOA, la Universidad, los maestros que han contribuido mucho. Y también la ausencia de recursos, de medios, de espacios, que ha provocado que los tucumanos traten de revertir, de hacer, construir, armar, inventar, producir, salir.

Muchas gracias profesor

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Colosi, Rossana; Morillo, Alcira; Nallim, Adriana; Córdoba, Marcos David; Fernández, José Pablo y Zelarayán, Claudio Marcelo

Creo que Tucumán tiene que hacer un salto muy importante. Hay mucho material, muy rico. Desde sus 93


ENTREVISTA A

ANA CLAUDIA GARCÍA

1959

Licenciada en Artes plásticas, Especialidad Escultura. Magíster en Historia del Arte (especialidad Arte y Nuevas Tecnologías). Fue Profesora a cargo del Taller Vertical de Escultura del DAPA – FAUNT. Actualmente es Profesora Adjunta del Taller Rotativo de 2º Año (Turno Vespertino) y Profesora Titular de la cátedra Historia del Arte en la Escuela Universitaria de Cine, Video y Televisión de la UNT. Miembro activo del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Facultad de Artes. Ha obtenido premios, becas y subsidios para el desarrollo del trabajo artístico y de investigación en relación al videoarte. Desde 1983 participa en muestras individuales y colectivas de Escultura, Video y Videoinstalaciones de carácter nacional e internacional. Ha publicado desde 1994 artículos sobre videoarte y arte contemporáneo en revistas especializadas nacionales e internacionales. Recibió un premio del Museo de Arte Moderno de Bs. As (2004). Trabajó con colectivos de artistas alemanes, rusos, franceses y de toda Argentina en el trabajo “Ex Argentina” (expuesto en Alemania y en el Palais de Bs. As.) 94


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Qué la motivo a escoger la carrera? Yo comencé en los años ’80, primero empecé otra carrera (bioquímica) porque soy egresada de la escuela Sarmiento de la UNT, con orientación científica. Después hice un año y medio de escultura en la Escuela de Bellas Artes a la noche y ahí finalmente me decidí por ingresar a la facultad, ya casada con hijos, trabajando, con todo.

¿Quiénes fueron sus maestros? En la época en la que yo estudie estaba como jefe de cátedra el maestro Fernández Larrañaga, pero para mí un maestro existe cuando hay un discípulo. Yo a Fernández Larrinaga lo reconozco como un maestro, pero no siento ser discípula de un maestro, otra profesora que tuve fue Ricci Castañeda. No se la nombra como maestra pero ha tenido una gran influencia en la facultad, conmigo básicamente porque fue quien me oriento hacia la investigación.

¿En ese transcurso qué obstáculos se le presentaron como artista/profesor? Creo que un título de licenciado en artes no es título en artista. Uno puede hacer una carrera, obtener un título y trabajar en el deseo de ser artista, o puede tener la expectativa. Entonces creo que son dos, en mi caso yo soy licenciada (mi especialidad es escultura) y mi carrera artística, si se le puede llamar “carrera artística” no está enfocada a la escultura en sí, lo que defino como mi obra es el video arte,

la primera clase de video arte y video instalación en Tucumán.

¿Podría compartir con nosotros un resumen de su trayectoria artística? La trayectoria de obra es corta, más o menos dura desde principio de los 90’ hasta el 2003 (unos diez años). La motivación sobre todo vino a partir de un subsidio de la fundación Antorcha en el año 1993, que era el segundo llamado que hacia fundación Antorcha para los artistas que estaban trabajando, experimentando e innovando con el video. En esa selección yo participo, soy la única mujer de todos los artistas que hay en el país y además soy la única que plantea el proyecto de video instalación. Generalmente el video en esa época está muy vinculado a lo que era experimentación en el cine de celuloide, te estoy hablando de los ‘90 cuando el video era analógico y trabajaba con VHS. Entonces, la materialidad del video es muy distinta a la materialidad de la escultura, imagen-video es una imagen que difiere no en grados de imágenes, no es mejor ni peor que el cine en grado, sino difiere en naturaleza, la imagen-video es de naturaleza electrónica. Es como trabajar con una materia impalpable sobre un registro, la cinta magnética que es opaca y distinta al celuloide. Cuando uno hace cine o foto está viendo el negativo. Una vez que haces el revelado vos puedes hacer el trabajo: ver con que imágenes cuentas para pasar a post-producción, hacer el montaje y demás, todo lo que viene vinculado. Entonces este es un campo sin demasiada incursión en Tucumán al que me dediqué durante más o me95


ENTREVISTA A ANA CLAUDIA GARCÍA

nos diez u once años. Trabajé en el campo desde el punto de vista teórico y del punto de vista práctico.

¿Cómo es la producción del video arte? ¿A través de qué medios? El video arte es un género bisagra dentro del campo de las artes visuales. Bisagra, como la de la puerta o de la ventana. O sea, que vincula algo que en el campo de las artes visuales está poco investigado: La imagen en movimiento. Pintura, escultura, grabado y dibujo tienen la categoría de imágenes fijas, de las cuales dibujo y pintura son imágenes quirográficas, hechas con las manos. El grabado es con mediación técnica, a través de la prensa. Uno cataloga la producción de imágenes a través de un género. Los géneros son clases, tipos que nos permiten diferenciar una cosa con la otra. El video arte es una rama del arte que surge en los años ’70. Tiene una historia reciente, pero dentro del arte está poco estudiado, poco validado y se vincula con la escultura en relación con la instalación. Porque la instalación es un campo, o una región de las artes del espacio. Artes del tiempo son por ejemplo la música y el cine, del espacio la escultura y la arquitectura.

¿Hizo muchas exposiciones? ¿Tiene premios? Si, en Tucumán hice varios video - instalaciones. Tengo un primer premio del Museo de arte moderno de Buenos Aires, en video, en el año 2004. Por ejemplo el video “Mi adorable mariposa (el aleteo)”. 96

Para ello tuve subsidios y becas de la Fundación Antorchas. Luego trabajé en un proyecto internacional de arte y política con artistas de Alemania: Andreas Siekmann y Alice Creuscher. El proyecto de Alemania se llama “Ex Argentina”. Abarca todos los años ’70. Es un colectivo de artistas: hay alemanes, austríacos, rusos, españoles (…) Ellos me encargaron un trabajo de investigación sobre Tucumán en los años ’60. Actualicé datos políticos y económicos de esos años y los vinculé con la crisis del 2001. Ese trabajo de investigación está publicado en el catálogo.

¿Cómo era el arte en la época de la dictadura? En esa época iba al secundario, iba a una escuela universitaria en la que había militantes políticos, hubo desaparecidos. Varias chicas estaban comprometidas con los Montoneros. Siempre hubo actividad política en la escuela. En relación al arte, la dictadura significó un quiebre con relación a la cultura e general. La represión también se hizo sentir. Hubo un retroceso cultural. Se cerraron muchos espacios, dejaron de circular cierto tipo de bibliografía. En los ’60, ‘70 había un impulso editorial muy importante, a la Argentina llegaban muchos libros de Francia con relación a la semiótica, por ejemplo. En la dictadura esos tipos de libros, Ronald Barthes y otros, dejaron de publicar las traducciones. Pertenecemos a una generación que tuvimos que quemar libros y en esta facultad se prohibía leer libros de artistas o teóricos de filiación socialista como lo


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era Arnold Hauser. Estaba prohibido, no se podía consultar. Ahora ustedes pueden consultar y leer a este autor y toda la bibliografía que quieran, pero cuando yo cursaba eso no era posible.

mica, ni mejor ni peor, otra, distinta. Como docente, el esfuerzo que hago ojala tenga frutos y espero acompañar a los alumnos en el deseo de atravesar esta carrera.

¿Recuerda alguna experiencia que marcó su vida durante su carrera?

Un docente tiene que enseñar a pensar, el arte no es pura emocionalidad. El docente tiene que enseñar a diferenciar una ocurrencia de una idea, de modo contrario el alumno se frustra cuando un proyecto no concluye como él quiere ya sea tanto como para rendir un parcial, como el hacer una pintura, un grabado, cuando una idea se manifiesta esculpiendo, pintando, grabando. Y algo muy importante es no vaciar de sustancias cierto contenido, por ejemplo, a un alumno se le exige ser creativo, pero no se le enseña que es la creatividad. A mí lo que me interesa es una didáctica práctica, acompañando en el deseo y dando esas herramientas conceptuales, sociológicas, instrumentales, técnicas, para que el alumno pueda llevar adelante algo que es muy importante.

En la facultad me marcó mucho la vida política, yo he sido una de las fundadoras, con otro grupo de personas, de los que ustedes ahora conocen como “Centro de Estudiantes”. A la salida de la dictadura se armaron de nuevo los centros de estudiantes. Con un grupo de compañeros, que ahora son muchos de ellos docentes, como Carlota Beltrame, Jorge Figueroa, Marta Ponce, formamos lo que hoy sigue llamándose la LD (Listas de Delegados) aunque no era en ese momento con las mismas características que tiene ahora. Yo he sido dos veces presidenta de centro, la primera presidenta mujer en Tucumán, he sido consejera por los estudiantes. Esa vida política, ese debate sobre la participación política en los ámbitos universitarios me ha marcado la vida en la universidad.

¿Cómo es su vida actualmente como profesora y como “artista”? Soy apasionada en la docencia, podríamos decir que soy muy visceral por un lado y por otro lado soy eminentemente pragmática y teórica ¿no? Así, por ejemplo, yo reniego mucho con estos conceptos como maestro…, me parece una ideología del Renacimiento. El arte contemporáneo tiene otra diná-

¿Cree usted que las personas deben tener “cualidades” como para ser artistas? Yo creo que para un artista y el marco de una enseñanza académica como es la Facultad de Artes hay dos cosas que yo tengo en cuenta: una son las aptitudes, que es tal vez a lo que ustedes llaman “cualidades”, aptitudes manuales. Generalmente en esta facultad se trabaja con lo que se llama “quirografía”, obras hechas con la mano, la pintura,

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ENTREVISTA A ANA CLAUDIA GARCÍA

la escultura, el grabado. Pero aparte de esas “cualidades” o aptitudes hay que tener actitud frente al arte, una cosa es enrolarte bajo la égida del arte clásico, y cuando digo arte clásico me refiero al alto renacimiento. Otra es enrolarte en la modernidad y dentro de la modernidad las vanguardias históricas, me refiero a las de principios de 1900 y otra cosa es investigar el arte contemporáneo, que es el arte surgido a partir de los años ’60. Yo creo que un artista es la mezcla de esas dos cosas, de aptitudes manuales, intelectuales y el buen uso de las herramientas, la tecnología pero también poder pensar el arte contemporáneo, el que se produce en el momento en el que vos estas transitando una carrera de arte, por ejemplo.

La relación que tuvo usted con sus profesores, ¿es similar a la que tiene ahora con sus alumnos? Son épocas muy distintas, ni mejor ni peor, solo distintas (…) yo he cursado en el taller de escultura a la tarde, donde el jefe de taller era el maestro Fernández Larrinaga y como profesora joven, digamos, estaba Beatriz Cazzaniga, son dos modos de enfrentar la docencia y el trabajo de taller, muy distintos. Por ejemplo la profesora Cazzaniga a mí me ha conducido al campo de la investigación, para ella lo más importante en un artista es poder pensarse en su contemporaneidad y conocer el mundo del arte vinculado a un tipo de producción que es la escultórica. Entonces para ella era importante investigar lo que había producido en la escultura

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moderna. En cambio para el maestro Larrinaga era más importante el quehacer artístico, en el sentido de un buen desarrollo técnico, quiero decir que ambos me complementaron en su enseñanza porque vos puedes ser un especialista en técnica, pero no poder reencarnar en esa materia una idea. La experiencia técnica es entrenamiento (…) Yo soy profesora de segundo año en Taller Rotativo de la tarde, los alumnos la toman como la obra, sin embargo es un ejercicio y en el primer ejercicio muchas veces resulta que no hay una coordinación entre lo que uno desea hacer en cuanto a imagen y a técnica y lo que uno puede hacer. Para no defraudar al alumno mi idea es acompañarlo en esa experiencia. Producir algo para que salga de tu provincia o fuera del país a veces no es posible, pero siempre tiene que estar ese deseo del estudiante, por eso yo digo que vos puedes ser abanderado de la Facultad de Arte pero podes no ser artista. Lo importante para ustedes como alumnos es investigar sobre que opciones académicas tienen, que nivel académico tiene la universidad pública y gratuita. Pero también creo que como estudiante también cabe siempre tener una mirada crítica. La mirada crítica permite superarse, en cambio la mirada complaciente permite emparejar, mirar para abajo.

¿Qué es el arte para usted? ¿Qué pienso del arte? ¿Del arte en general? ¿Del arte de Tucumán? Me parece que el arte es un


tema, un sujeto, un tópico muy amplio. No creo que pueda abarcar el arte con una definición diciendo es tal o cual cosa. Lo que les podría decir es que los criterios con respecto al arte cambian con las épocas. Entonces mal podría dar una definición de qué es el arte. Les puedo decir lo que entiendo por un artista: para mí es alguien que imprime una diferencia en un continnuum. Alguien que se puede diferenciar. Picasso imprime una diferencia, Da Vinci imprime una diferencia. Es decir, no concibo a un artista como un repetidor de formas. En la actualidad, que es una época de mucha circulación de imágenes, producir duplos de lo real sin ningún significado, sin ningún sentido, sin ninguna proyección (…) me parece que habla muy mal del rol del artista en la sociedad.

Muchas gracias profesora

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Cristian Germán Albornoz, Ana Flores, Mauro Gatti José Sánchez, Mariano Lobo, Braian Lanfranco, Cesar Villacorta, Ulises Fuentes, David Avellaneda, Gerez María Inés, Lozano Camila María, Ruiz Marcelo Esteban y Di Clemente Cinthia Cristina

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ENTREVISTA A

MYRIAM GENISANS

1961

Nació en Tafí Viejo. Licenciada en Artes Plásticas (UNT), Especialidad Pintura. Diplomada en Historia del Arte en el Programa de Doctorado “El Medio Ambiente Natural y Humano en las Ciencias Sociales”, Universidad de Salamanca, España. Profesora Adjunta de la Licenciatura en Artes Plásticas, Especialidad Escultura. Investigadora en el Instituto de Investigaciones y Producción “Arte y Comunicación”. Participa permanentemente en muestras individuales y colectivas, así como también integra salones nacionales y provinciales de artes plásticas e internacionales de Arte Correo.

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¿Por qué decidió estudiar arte? Tengo memoria que desde muy pequeña estuve atareada con dibujar y pintar. Mi primera acuarela fue a los cinco o cuatro años de edad y esa práctica artística viene envuelta con mi infancia. Me resultaba absolutamente familiar porque ya en la escuela, desde el jardín de infantes ya sentía esa comodidad en el mundo de la plástica. Decido asumir estudios de grado universitario (en relación al arte) en la secundaria. Yo no venía predestinada para ser artista, sino para ser médico, ya que mi entorno familiar tenía una cierta expectativa en cada uno de sus niños, y mis parientes ya notaban un perfil de médicos en algunos, ingenieros en otros, y estaba ese típico pre formateo que nos hacen en las familias.

estaba prohibido. Todas las actividades relacionadas con lo comunitario como trabajar con asociaciones o grupos para hacer arte, folklore, literatura, campamentos en el cerro fueron cortadas. Todo eso en cuanto a lo civil, que lo ha padecido mucha gente también.

A la edad de 15 o 16 años me enteré que existía la carrera de artes plásticas. La facultad se configuró como mi casa, mi segunda casa, y en ocasiones también como la primera. No me arrepentí nunca de la decisión. He tenido crisis que tuvieron que ver con el direccionamiento de las técnicas y de las poéticas, de la posición ideológica, pero eso es una historia posterior.

Influyó tanto que opté por Arte. El arte era una rendija por la que podía seguir creciendo en la creatividad. Me gustaba la filosofía, la antropología, la psicología, todas estas asignaturas que fueron mutiladas. Vengo de un hogar donde la cultura está conectada con la realidad laboral. Provengo de una clase media agraria pobre por mi madre, que sin ser minifundistas arrendaban el campo. Desde muy chica estuve impregnada de los problemas de la venta del maíz, del zapallo, de la crítica de mi abuelo a la implantación de maquinarias, etc.; por mi padrastro: obrero de ferrocarriles. Desde muy chica me interesaron las conversaciones de los adultos. A los 13 años ya iba a las reuniones del partido comunista porque mi padrastro era militante. Entonces escuchaba los discursos mientras jugaba y me apenó cuando mataron a Allende en Chile (…). Es lo que se hablaba en casa.

¿Cómo vivió la Dictadura? ¿La tocó de cerca?

¿Cómo impactó la Dictadura en el ambiente artístico?

Me llegó muy de cerca. Primero sufrí el toque de queda. Salir de noche era peligroso pero también de día. No me interesaba tanto moverme de noche en Tafí Viejo como sí ir al cerro durante el día, lo que

Acá lo que viene es un gran atraso. Queda todo muy estancado, especialmente porque en el primer mundo comienza a dispararse la tecnología, los nuevos lenguajes y las teorías. Nosotros empe-

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ENTREVISTA A MYRIAN GENISANS

zamos recién en los ’90 a leer un material creado en los ’60,’70 y ’80. ¡Recién! (…) Vamos siempre en un vagón muy atrás. Esa es una de las formas concretas del atraso.

¿Cuál fue su momento más importante como artista? Digamos que no les puedo poner un solo momento, para mí son un grupo de momentos de cristalización. Todavía no termine mi recorrido como artista, pero si tengo muchos momentos. Siendo estudiante, reconozco que no venía con un gran talento. Yo no soy de esta capital sino de una ciudad periférica con mucha tradición en arte pero el centro te posibilita más experiencia. Por esa razón, me encontré con que había estudiantes que ya eran artistas, que en paralelo a la formación de la licenciatura producían obras personales y concursaban en salones. Yo no tenía ese perfil. Mis trabajos tienen la impronta de ejercicios de taller, ahí descubro que me gustaba ser artista, es decir, producir algo que después vaya a concursar o a exponerse y ver un retorno de algún público potencia. En quinto año tuve la mirada de un profesor artista que se llamaba de Bairos Moura, entre otros, a partir de la cual incursioné caminos nuevos. Cuando egresé decidí hacer prácticas que aquí no había hecho. Empecé a dedicarme al pequeño formato y al dibujo a lápiz, y empiezo a explorar un repertorio de formas que puedan llegar a expresar mis preocupaciones de la relación del arte de los temas que no-

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sotros teníamos como costumbre (que era la figura humana de taller descontextualizada). Y así es que empiezo a hacer una serie de composiciones figurativas pero haciendo un contraste entre formas vivas, modelos con naturaleza viva, recipientes con agua y artefactos de autos que provenían de nuestra cultura. Al ser ya ecologista, el objetivo era tratar de buscar una imagen personal que dé cuenta de mi preocupación, ese fue mi perfil de inicio. En los noventas me dedico, con otros compañeros, a fundar el Instituto de Cultura Popular de esta facultad.

¿Por qué eligió ser ecologista y de qué se trata? Bien eso tiene que ver con la formación política que traigo desde mi familia, en el contexto de los años ‘70 y ‘80. En ese entorno mi formación política es desde muy pequeña. Me interesaba entender el origen de la pobreza, entender la diferencia social (…) en mi casa es donde yo aprendí la igualdad de género, el rechazo a la xenofobia. Esa vocación política apartidaria que tengo necesitaba encontrar una raíz, y es en la facultad de arte donde la descubro de forma silenciosa (…) recuerdo una práctica de segundo año en la que nos hacen ir a buscar imágenes en la biblioteca y encontré una sesión de la revista UNESCO de los años ‘60 o ‘50 en la que descubrí el mundo de la problemática ambiental que generaba el capitalismo a nivel mundial. Ahí decido que me iba a formar como ecologista.


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¿Qué actividades realiza en investigación? En el Instituto de Cultura Popular se comenzó a trabajar en una enciclopedia: La Cepa. Yo colaboré en la parte de imágenes sobre todo porque no estaba formada para escribir. Allí empiezo con material de imágenes y las tapas. En investigación lo que hice es profundizar lo que se había disparado con mi revisión de la historia del arte, de unas horas que tuve en la escuela. Esto influye en mi obra, en las técnicas, en la búsqueda de lo artesanal, de los pueblos originarios y sus sistemas constructivos. Después de mi intento de taller con Susana Bolatti, trabajo sola pero no aislada. Tengo mis redes de comunicación y hacemos movidas artístico-culturales como el caso del “Barro Calchaquí”, el trabajo para Chile, la “Casa Naranja” (…) No tengo un taller lucrativo de mi producción, pero estoy conectada con la gente.

¿Tiene esperanzas en generaciones futuras con respecto al arte? El arte más allá de esperanza, es una realidad antropológica y nosotros podemos encuadrarlo como una práctica artística vocacional o también instruirnos como consumidores de arte. No hay manera de escaparnos del arte, así como no hay manera de escaparse de la ciencia, de la necesidad de lo religioso, espiritual, de la política, entonces no tengo esperanza o desesperanza ahora.

¿Con respecto a su arte? ¿Con respecto a mi arte? ¿Ustedes dicen en relación a lo que yo he creado, como mi obra personal? No es algo que me haya preocupado, lo que yo produzco es algo que se hace. En la cultura está como naturalizado. Sí, he creado y de hecho estoy en algún catálogo que te coloca en la historia del arte, pero mi preocupación no ha sido empezar una nueva línea y que se continúe hasta la eternidad, no soy vanguardista, no tengo la cultura de la vanguardia. Posiblemente si tengo la cultura de la revolución y desde una concepción anarquista, eso hace que no tenga preocupación por lo que puede ser la gente en sí en el futuro porque están en lo suyo, están en su redondez. No hay manera de que me aflija eso, por lo menos en esta especie de producto que generé; en realidad lo que yo generé es algo que hice, no siguiendo un maestro o una maestra, sino sumergiéndome en la cultura. Y es allí donde fui encontrando muchos arraigos para gestar y parir mi trabajo y son esos mismos arraigos los van encontrando otros y otros, que están haciendo pero con producciones en apariencia distintas. Quizás me preocupan más otras cuestiones por encima de la reproducción de un producto.

¿Qué cuestiones? Me interesa más que evolucione la democracia positivamente, que nosotros podamos ir haciendo ensayos para lograr mejores niveles culturales y en eso también reviso la producción artística y la mía está muy supeditada a esta preocupación. Es decir, 103


ENTREVISTA A MYRIAN GENISANS

las imágenes, las técnicas, los materiales tienen que ver con esa preocupación de fondo. Pero yo me cuestiono: ¿Estos procedimientos que a mí me agradan pueden hartar y aburrir a otros? ¿Quién dice que a otra persona le van a gustar? Es desde la cultura donde yo encuentro un arraigo y dentro de la cultura en el paisaje, en la naturaleza, pero no me interesa tanto la tradición de la perspectiva del espacio común de la figuración explícita y tampoco llego a la abstracción esteticista, igual, “hago mil y cientos de trampas”, en cuestiones de la técnica y de los materiales.

¿Su obra actual tiene algún tópico o temática definida? Sí, tiene muchos pliegues. Mi obra actual no es una obra de etapa inicial o cerrada, deriva de una investigación y mi formación en este campo (investigación) es donde efectivamente comprobé que el arte no es ciencia, pero que hay muchos procedimientos nuestros que tienen que asumir rigores científicos para anhelar alguna certidumbre. En este momento estoy en una línea de producción y de investigación de mi obra. Dentro de la producción mantengo lo que se ha ido llamando “estilgrafía” y en la de investigación estoy trabajando el espacio, el volumen y dando a conocer producciones que generalmente quedan en espacios íntimos; experiencias de taller o de rincones donde no tienen publicación. Ahora empecé a publicar de nuevo algunas cosas que no son del campo de la pintura, mi personali104

dad está atravesada por un deseo muy denso, multidireccional, entonces no puedo conformarme con solamente pintar, sólo intervenir el espacio y hay momentos en los que tengo que escribir (…) Pensar demanda un tiempo que cuando el artista está bien direccionado, eso no le resta tiempo, eso lo puede dejar a un costado y tiene más producción y puede cumplir con los salones, con las clínicas, con las ferias, yo con eso no puedo cumplir, muy pocas veces llego a tener una obra que cumpla con los requisitos de un concurso, muy pocas veces llego a tener la producción de datos, la fotografía como la piden en una convocatoria para tal fin, imposible que pueda cumplir con eso.

Muchas gracias Profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Viviana Mabel Díaz, Yanina Chiumiento, Florencia Ruiz, Estela Rivero, Rosa Gallardo, María Luisa Mansilla, Paula Cortes, Nora Elizabet Aráoz, Sheila Bamba, Melina Aldana Silva, Ayelen Rodriguez y Natalia Valla.


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ENTREVISTA A

RUBEN GIMÉNEZ 1959

Profesor Adjunto en las cátedras de “Práctica de Taller III,IV y V-Pintura” y “Arquitectura”, en la misma Facultad de Artes de la UNT. Es miembro del Instituto Arte & Comunicación Investigación y Producción. Facultad de Artes. Entre sus exposiciones y premios se pueden mencionar: Premio Acqui. XII Biennale Internazionale per L’Incisione. Patrocinio Rotary Internacional. AcquiTerme. Italia. 2015. Convocatoria internacional Minipintura 2015 organizado por Proyectarte Asociación Civil. 2015. Muestra “Por la memoria de los desaparecidos”. Organizado por la Fundación “María de los Ángeles”. Tucumán. 2015. Triennale Mate FormyGrafiki. MiejskaGaleriaSztuki. Poland. Lodz.2014. XIV Salón Anual Nacional de Dibujo y Grabado de Entre Ríos. Museo Artemio Alisio. 2013.9ª Salón de Arte Contemporáneo. Museo Universidad Nacional de Tucumán. 2012. The 44thYokusuka Peace Exhibition Art. Yokusaka Art Gallery, Yokusaka. Japón. 2011. Se destacan los siguientes premios: Iº Primer Salón Nac. “Palestina Libre”. Embajada del Estado de Palestina. Bs. As. 2016. Mención de honor en el Salón Carlos Hermosilla. Valparaíso. Chile. 2013. Segundo Premio Universo Borges. Tandil. Bs. As. 2013 105


ENTREVISTA A RUBEN GIMÉNEZ

¿En qué momento nació su interés por las Artes Plásticas?

¿En la facultad es el único lugar donde trabaja?

En realidad yo vengo de una experiencia muy distinta. Vengo de las ciencias duras, soy ingeniero civil. Mientras estudiaba esa carrera, en algún momento aparece esta suerte de salida, casi te diría como recreativa (…). De ese modo, ingresé a la Facultad de Artes. Paso de enamorarme de la ingeniería, de estar metido con todo ese mundo, a enamorarme del arte; tomé lo del arte como un cable a tierra, de tanta idea abstracta… Lo tomé como un ejercicio de distracción. Algo más tranquilo, más amable y progresivamente me fui comprometiendo. Se produjo una suerte de inversión, lo que había sido un elemento tan amable, empezó a ser una pasión. Ahí es donde desarrollé también la pasión por la docencia en arte; aunque también la tenía en ingeniería, ¿no?

Eventualmente hago trabajos de ingeniería civil, aunque la mayor parte del tiempo estoy dedicado al tema de la docencia en la Facultad de Artes. Mi dedicación es full time, que equivale a 40 horas a la semana de trabajo; lo que me deja a veces poco tiempo para realizar otras actividades. Pero cuando existe la posibilidad de realizar esas otras actividades, siempre aparece la necesidad de seguir estudiando en los ratos libres, o sea que no tengo tiempo en dedicarme a la otra profesión.

¿Por qué se decidió por una carrera artística? Bueno eso tiene que ver con lo que te decía recién, porque siempre uno tiene ganas, la intención de expresar algo. La posibilidad de expresión creo que está siempre; ahora cuales son los mecanismos que a uno lo llevan a definir o a decidir esta expresión por el lado de las artes plásticas, te diría que hay muchos móviles; no te podría decir que sea por algo particular. Tiene que ver con situaciones de expresión en un sentido muy amplio, pero que se van fortaleciendo, se van transformando, uno va cambiando la manera en la mirada… 106

¿Cuándo terminó el secundario, se le ocurrió alguna vez ser profesor? Ser profesor de la Facultad de Artes no. Lo mío venía de una formación muy particular. Egreso del Instituto Técnico, es decir tengo una formación eminentemente técnica, donde existía casi como única posibilidad de estudio: ingeniería o arquitectura. Tuve la fortuna de ser de una promoción, y es un recuerdo grato para mí, donde muchos teníamos inclinaciones de otro tipo. Por ejemplo fui compañero de Lucho Hoyos, a quien le encantaba la música y hoy es un músico; otro compartía la necesidad de hacer teatro independiente. Es decir, teníamos otras inquietudes y a veces participábamos de posibilidades más creativas.

¿Qué es lo que más le gustó del arte? ¿Lo que más le llamó la atención?


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Una de las cosas que más me gustaron son las relaciones inter-personales. Siento que se respira otro espacio de comunicación. Aquí es distinto a otro espacio institucional. En lo que hace al arte en particular me llamó la atención lo que hace a la producción y al ejercicio del estudio de un interrogante siempre presente (…) Esta cosa abierta del arte, de lo que nunca puede ser un elemento cerrado, concluyente. Yo vengo de un área donde 2 + 2 es = 4. A cada problema hay una solución. En cambio en el arte, ya sea en las prácticas o en sus aspectos teóricos es que al problema lo hace uno, uno lo genera, lo problematiza y trata de resolverlo. Este lugar abierto, nunca concluido, es lo que a mí me llama siempre la atención y lo hace poderosamente atractivo. Vamos a escuchar todas las ponencias sobre arte y siempre hay tela para cortar. Siempre habrá discusión. Será un elemento de balance para generar otras cosas y nuevas actividades para otras nuevas ponencias sobre lo que es el arte.

¿Cuál es el artista que más le gusta? Hay muchos artistas que me gustan. De hecho, artistas de distintos períodos históricos. Uno siempre aparece como admirando relaciones compositivas, situaciones técnicas... podemos enumerar a muchos. Me parece que aunque uno tenga una suerte de predilección por uno u otro siempre cada artista tiene mucho para decir. No me gustan a veces estos artistas que pueden tener un aspecto “marquetinero”, que más tienen que ver con un costado publicitario y no con contenido de las obras.

¿Pintar le insume mucho tiempo? Creo que siempre existe una relación que tiene que ver con lo que es propiamente el trabajo, que ya les dije insume mucho tiempo. A veces, una obra demanda mucha labor, mucho cuidado, mucho trabajo con el color (…) Puedo decir, término medio que puedo hacer dos trabajos por mes. Es lo menos que uno pretende a nivel de disciplina y hay que administrar los tiempos que a uno le quedan en función de las pasiones que tiene. Es un constante hacer, me refiero a crear una idea, una imagen de lo que es la pintura para uno. No es solamente el ejercicio del hacer. Tiene que ver también con el ejercicio del ver, del estar informado, del estudiar mucho. Todo eso hace a la consideración de las propuestas sobre la pintura que tiene cada uno. Pero en el hecho real, en el lugar donde uno está frente a un tablero, a un caballete, a un bastidor o lo que fuera, con intenciones de generar un producto, una producción (…) no sé si se puede considerar un promedio general.

A criterio de usted ¿Cuál es su mejor trabajo? Todos son buenos. ¿Por qué digo esto? No es por soberbia, sino contrariamente desde la mayor humildad, cada uno tiene algo especial, donde uno pone mucha vida. Desde ese lugar considero que uno tiene que tener primero mucho respeto por el trabajo y con la obra en sí, porque hay mucha historia puesta en cada trabajo.

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ENTREVISTA A RUBEN GIMÉNEZ

¿A qué edad hizo su primera obra, cuando se dijo: la vendo, me gusta? Uno muchas veces pinta pero no le gusta y a lo largo de la facultad, por lo menos a mi criterio y hasta que llegué a tercer año, a las primeras obras no las tomo como sagradas. Está bien, creo que en el primer año uno tiene que desarrollar ciertas aptitudes, en segundo se hace un pasaje por las diferentes disciplinas. Ya en tercero uno comienza a partir de la elección, a descubrir que el trabajo puede ser a partir de la intención que uno le ponga. De los trabajos anteriores, quisiera ánimos para merecerlos y por supuesto que es necesario pasarlos ya que siempre tienen que ver más con el adiestramiento y no tanto con una puesta de cuestiones que son más interiores. Recuerdo que para nosotros, la movida como estudiantes estaba en el Spilimbergo. Ese lugar era todo un revuelo para nosotros. Era un clima donde nos poníamos a trabajar en comunión, en grupos, lo que lo hacía algo especial. Allí descubrimos la importancia de ese espacio como estudiantes. Respondiendo a su pregunta, creo que tal vez es en tercer año donde uno empieza a tener esa consideración con su trabajo. Es decir, a ponerle intenciones, un interés.

Muchas veces uno habla de motivación o inspiración. ¿Qué lo lleva a usted a pintar? ¿Qué es lo que lo mueve? 108

Creo que siempre aparece esta necesidad. Hay un dicho que dice: “Cuando aquello que empieza como un hábito, se termina transformando en una necesidad”. Es decir, aquello que comienza como un lugar de un ejercicio, donde uno se instala y lo hace todos los días, se va transformando en un hábito y más tarde, cuando uno no lo hace, lo extraña. Es una necesidad de expresar cosas. Es como en cualquier terreno creativo (…) Pensemos en alguien dedicado a la literatura, al teatro etc. ¿Cuál es la motivación? Siempre hay necesidad de expresar. Las distintas disciplinas son las que van marcando un discurso propio. Uno tiene necesidad de decir cosas y a partir de la singularidad de cada uno de nosotros, uno sabe qué puede decir, desde su determinada manera lo que pasa, lo que ve, lo que siente… Creo que todos tenemos la necesidad de hacerlo. Ahora bien, quien elige este camino, a veces puede ser un lugar abiertamente peligroso. Lo pongo en esos términos y no en los que pueden ser la cuota de éxito que también resulta sospechosa, sino en la necesidad de un discurso, de la intención de decir algo. Digo de la más modesta de las situaciones, pero también muy singular. En los últimos años, me dedico a ampliar posibilidades expresivas que provienen del mundo del grabado. Esta necesidad nace de la permanente reflexión de la producción, la que entiendo como el resultado de operaciones tanto intelectuales como técnicas. Dentro de éstas últimas -y al margen de las clasificaciones disciplinarias-, la libertad experi-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

mental del grabado es lo que me permitió poner en relación otros recursos para incorporar  como nuevos puntos de partida y no sólo los que derivan o provienen exclusivamente de “lo pictórico”.

¿Qué pintores fueron los que tuvieron más influencia en Usted? La verdad es que hay una enorme cantidad de artistas que hacen diferentes cosas, no solamente en términos de lo que es la pintura. En un momento dado en la facultad aparecen figuras grandes como Ezequiel Linares, pero en el tiempo van apareciendo enorme cantidad de impulsos y de recursos, amigos que están produciendo y que uno también mira y que también son docentes de acá, como Eduardo Joaquín, Roberto Koch, muchísimos…

¿Qué piensa del arte de Tucumán, cómo lo ve? Siempre creí que hubo buenos artistas en Tucumán. Hay una tradición en el dibujo, en la pintura. Tucumán es, de hecho, un polo desde lo institucional y desde la producción. Será el segundo, tercer lugar del país, donde hay muchas situaciones que van dando lugar a producciones, son un camino que quiere dar una mirada a este lugar. Siempre existen políticas que privilegian a unas u otras maneras de hacer o de decir. A veces esto puede ser favorable para algunos o terrible para otros, pero mientras exista esa necesidad o esa intención de democratizar el arte, me parece que todas las expresiones comienzan a cobrar sentido. Desde ese

lugar, tengo una visión, una mirada muy optimista de lo que es el arte en Tucumán.

¿Un consejo para los estudiantes? Esta es una carrera eminentemente vocacional y desde el punto de vista económico una de las menos redituables. Siempre insisto en una cosa: en la necesidad de aprovechar los espacios, de la mejor manera y en el buen sentido de la palabra. Esto lo digo en referencia a muchos de nosotros que no teníamos estos espacios y que generarlos costaba mucho, mucho más que ahora. Hoy ustedes tienen la posibilidad de la producción desde la práctica. ¡Deben animarse a mostrar!, muchas veces tienen la posibilidad, tienen el lugar y les da vergüenza. Deben vencer esos miedos y exponer, buscar los espacios y si no los hay generarlos. No se olviden que una pata es el trabajo duro y constante pero otra pata es el mostrar el trabajo. Se debe hacer un hábito, una necesidad y no se debe decaer a pesar de la adversidad. (...) Creo que el arte en ese punto es también una actitud. Ahora bien, no hay una relación directa entre una urgencia de mostrar, mostrar y mostrar. Hay que mostrar para decir algo.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Guevara, Carlos; Rodríguez, Andrea; Álvarez, María Emilse; Mora Ordóñez, M. Florencia; Ochoa, Camila; Delgado, Paola; Pereyra Gabriela, Gómez, Florencia; Juárez, Carlos; Medina Florencia y Moya Pa 109


ENTREVISTA A

ALEJANDRO GÓMEZ TOLOSA

1966

Nació en Tucumán en 1966. Licenciado en Artes Plásticas en la Facultad de Artes de la UNT. Magister en Nuevas Tecnologías de la Información y la comunicación, UNED (Madrid). Beca de perfeccionamiento en grabado en Academié Royale des Beaux-Arts de Bruselas (1993-95). Realizó un postgrado en imagen digital en la Universidad de Barcelona (1999) y un postítulo en Artes Visuales en la UNAP, Chile (2008-2009). Posee además Becas subsidios a la creación artística de la Fundación Antorchas, del Fondo Nacional de las Artes y de la Fundación Telefónica. Es Docente del Taller Grabado III, IV y V de la Facultad de Artes de la UNT e Investigador del CIUNT. Ha expuesto en numerosos Salones provinciales, regionales, nacionales e internacionales y ha obtenido importantes premios en Arte Digital.

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¿Cómo fue su infancia y cómo se acercó al arte? Nací en San Miguel de Tucumán aunque pasé parte de mi infancia en el sur, en Concepción. Allí hice la escuela primaria y parte del secundario. Eso tuvo una cierta relación con lo que pasó después. De chico tenía la pulsión por el dibujo. Como todo chico que lo primero que hace es tomar un lápiz y un papel y dibujar. Cuando tenía sólo 5 años me gustaba dibujar en los papeles de envoltura: antes se envolvía la mercadería cuando te la vendían en el almacén, entonces quedaban unos papeles muy grandes y ahí dibujaba, me gustaba mucho lo que era la figura humana, la anatomía. Recuerdo haber visto unos fascículos de historia que compraba mi mamá que estaba ilustrado con fotos de cuadros “realistas”, cuadros de la época de Jack Louis David y toda esa gente que conformaba el realismo francés. Me quedaba horas mirando los cuadros, pensando

¿Cómo se podía hacer eso? El problema empieza después, yo vivía en el sur y quería estudiar arte en la escuela de Bellas Artes pero no podía venir todos los días a Tucumán. Entonces terminé haciendo el secundario en una escuela técnica. Entré en 1979, pleno proceso militar, y conocí otro tipo de dibujo: el dibujo técnico, que va a influenciar mucho mi trabajo después. Era la manera en que seguía dibujando al no poder estudiar arte, además de hacer algo típico del secundario como las “caricaturas del curso”, de los profesores,

de los compañeros, el que se mete en problemas por eso. En esa etapa, por una cuestión política nos tuvimos que ir de Concepción y terminamos en la Capital. A mi padre lo trasladaron, nos vinimos y terminé mi secundario en una escuela técnica. Inmediatamente entré a la Facultad de Artes (1985). ¡No sin la oposición de mi familia por supuesto! Necesitaba algo que avale mi decisión, entonces tomé cursos de Orientación Vocacional en la Facultad de Filosofía y Letras pero como no me decían que carrera debía seguir, me preocupó mucho ya que no me solucionaba nada. La psicóloga me dijo: “Vos bien sabes lo que querés”. Entonces dije: “Arte”. A todo esto, mi viejo pensaba que iba a seguir Arquitectura. Un día les digo, llévame para que me inscriba en la facultad, toma el auto y me deja en la Quinta Agronómica, donde funciona arquitectura. Me bajo, tomo el ómnibus 18 y me inscribo en la Facultad de Artes. Cuando llego a casa, les digo que me inscribí en arte. No se podían convencer. Solían mandar parientes para que me hablaran pero mi decisión era indeclinable. Tomé la Facultad como una obligación, ya que me había costado llegar. Así que traté de hacer todo lo mejor posible. Este tiempo coincidió con “la primavera alfonsinista”, volvimos a la democracia, asumió Alfonsín y todo parecía que iba para mejor, que íbamos a ser una potencia. Se respiraba aire, volvían todos los artistas que habían estado en el exilio. Volvía Linares. Todo era ebullición. Todo el mundo quería hacer cosas. En esa época, con la carrera de Teatro que ya estaba en la facultad, había mucha interacción 111


ENTREVISTA A ALEJANDRO GÓMEZ TOLOSA

entre la gente de teatro y la de plástica. Trabajábamos muchísimo. De alguna manera, también fuimos bastante suicidas. Por ejemplo, estando en primer año mandábamos a los salones más importantes de Tucumán y así nos rechazaban. Uno de los principales salones de esa época era “El Salón municipal”, que ya no se hace. Supongamos: me presentaba yo pero también Aurelio Salas, Gatti y el turco Dumit, y la gente decía, viendo los catálogos, ¿Cómo pueden ser tan caraduras? Pero bueno, éramos muy jóvenes y también nos influía la situación de la época. Incluso la facultad era diferente, era más verde, medio hippie, era la vuelta a la democracia.

¿Cuándo fue su primera muestra? Mi primera muestra individual fue cuando estaba en tercer año. Fue una muestra de pintura. En ese momento decir que los estudiantes iban a hacer una muestra era medio sacrílego. Ahora hay otro andamiaje, otra estructura que contiene y eso lo pueden hacer ustedes sin problemas. Solíamos hacer encuentros murales, muchas cosas que después se empiezan a apagar un poco, a decaer. Esto duró desde la segunda mitad de los ‘80 hasta principio de los ’90. Me recibí en la especialización de pintura en el ’92. En esa época el rectorado daba becas de formación y perfeccionamiento que consistían en una cantidad de dinero y uno elegía al maestro con el que iba a estudiar. Yo quería la beca pero para irme

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al exterior ya que tenía un amigo que estaba estudiando en Bruselas, Bélgica, en la Academia de Bellas Artes y me contaba del gran nivel que había en grabado. Como yo también estaba incursionando en el grabado, este amigo me consiguió la invitación para hacer una muestra y tomar cursos allá. Hice los trámites y gané la beca y así terminé en Bruselas. Allí empecé a trabajar en grabado en metal: agua tinta, agua fuerte, etc. En Tucumán se trabajaba más con madera, en xilografía.

¿Cuánto tiempo estuvo estudiando en Bruselas? ¿Qué influencias tuvo en este período? Estuve dos años en Bruselas. Allí formé parte de un grupo de arte contemporáneo llamado “Pucará”. Hacíamos nuestras muestras en galerías, centros culturales, etc. También teníamos contactos y expusimos en España, Austria, Holanda y Francia. Terminé haciendo 17 muestras en esos dos años. Fueron años de muchísima producción. En esa época mi influencia más fuerte fue la “Neo figuración” de los ’60 con Maccio, Luis Felipe Noé. Pero mi generación tuvo además otra influencia más novedosa: el comic, el cine de animación. Veíamos The Wall de Pink Floyd, leíamos revistas como Fierro. La historieta era también una cosa muy fuerte, que tenía mucho que ver con la estética de nuestro trabajo a la hora de transformarlo en obra plástica.


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En el ’91 conocí a un fotógrafo norteamericano: John Peters Wilkins, que trabajaba reduciendo obra barroca en fotografía. Este tipo me marcó mucho y ahí me dije: ¡Eso es lo que quiero hacer, pero trasladado a las técnicas que estaba aprendiendo en Europa! Ahí es donde descubro la transferencia: poder transferir una fotografía a la matriz del grabado. Eso es lo que define mi trabajo actual: el “digital”, el arte digital. Cuando volví en el ’95 me ofrecieron trabajar en la Facultad pero necesitaban pasar tres años para poder ser profesor. En ese momento no manejaba la tecnología digital. Estuve sin trabajo esos años por lo que debí buscar algo para hacer. Lo encontré en las computadoras, que estaban en un boom porque se abarataron los costos y uno podía acceder a ellas. Trabajé en el diseño gráfico, lo cual sigo haciendo, y esta cuestión digital fue tomando preponderancia en mi obra, se fue afianzando hasta que en el ’99, trabajando ya en la facultad, gané una beca de producción para hacer trabajo multimedia de “Antorchas”. En realidad fue un trabajo enfocado hacia el video. Luego tomé un curso en Barcelona en donde logré unir el grabado con lo digital. Hasta ese momento sabía que había una relación pero no cuál era. En España pude ver cómo trabajaban y me di cuenta que eso era lo mío. El arte digital tiene una concepción distinta, en el sentido en que no se trabaja directamente, como artesano, sobre el material, sobre la plancha, sino con una herramienta de por medio, que es la com-

putadora. Pero ojo, no es lo mismo que el Diseño Gráfico. Se puede utilizar algo en Arte Digital para acompañar un diseño gráfico.

¿Cómo logró incorporar esas nuevas técnicas a la facultad? Cuando volví a Tucumán tuve una entrevista con el decano y le planteé como se estaba trabajando en España: con las computadoras en los talleres de grabado y pintura, y si era posible implementarlo. Pasó un tiempo y junto a Lía Rojas Paz, profesora titular del taller de grabado, conseguimos abrir un pequeño espacio al que muy grandilocuentemente llamamos “Gabinete de edición digital”. Así empecé a trabajar con los alumnos de grabado en lo que es la edición digital de la imagen, que en el año 2000 no se hacía en Tucumán. Por supuesto que como toda cosa nueva fue bastante cuesta arriba: no había máquinas, tampoco gabinete de trabajo. Recuerdo que trajimos un artista digital y debimos ir al gabinete de la facultad de Ciencias Exactas. También en España vi otras posibilidades de algo que no conocía: “la multimedia digital”, el trabajo con videos, de texto, animación, todo en un mismo soporte (CD). Era algo totalmente nuevo para mí, lo he incorporado y lo sigo haciendo.

¿Qué experiencia importante recuerda de su enseñanza de esas técnicas? En el 2005 me contrataron de la Universidad Católica del Perú para dar un curso sobre grabado y 113


ENTREVISTA A ALEJANDRO GÓMEZ TOLOSA

tecnología digital, que en Lima tampoco conocían. Allí tenía un curso que incluía gente de otras disciplinas tan desanimadas como la filosofía. Tenía un alumno que venía de la filosofía pero que era muy cercano a los plásticos. Hizo todo el curso y un día me dijo: “Mira… yo creía que al no tener habilidad manual nunca iba a poder hacer arte, pero ahora veo que con la tecnología digital salto este impedimento y puedo mostrar toda mi creatividad desde las máquinas”. Eso me pareció una revelación, esto puede ayudar a la gente que no tiene habilidad manual, a que no sea una condición absoluta. Pero cuidado, chicos. Muchos confunden habilidad con creatividad y no tiene nada que ver. Si las dos se presentan juntas que sean bienvenidas, pero muchas veces no es así y esta herramienta es como una prótesis.

¿Qué es el arte para usted? Creo que ese concepto está mutando y ha ido mutando desde las primeras concepciones que uno tiene. ¿Qué es el arte? Todas esas cosas. De lo estético, de lo bello, llegamos a un punto en el que el arte tiene diferentes connotaciones y diferentes estilos. Lo que para una época no pudo ser considerado arte, hoy puede serlo. Básicamente los autores dicen que algo, un objeto, es una obra de arte cuando está legitimada por un lugar y por una institución que incluso puede ser una persona. Por ejemplo, la figura del curador. Yo puedo decir que esto es arte pero es mi opinión. Ahora, si hay una legitimación dada por la crítica, por el mercado, por un ámbito,

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ayuda a definirlo desde lo teórico. Para mí el arte sirve para conectarse, desde la necesidad de comunicar algo. Es decir, por un lado hay una necesidad de expresar y por el otro está el mensaje. Si ese mensaje se lo transmite de una manera artística, si logra emocionar de alguna manera, entonces está legitimado porque eso que estás viendo es una obra de arte. El hecho artístico se produce con la conexión entre mi forma de decir las cosas, que es la plástica en mi caso, y el observador que se mete dentro de mi trabajo.

¿Cómo ve el arte en Tucumán? Creo que Tucumán tiene una idiosincrasia bastante particular que lo diferencia de otras provincias y lo emparenta demasiado con los grandes centros de producción. Tucumán tiene problemas para formar grupos. Me ha tocado estar con distintos artistas de otros lugares, sobre todo de Rosario. Allí los colectivos de trabajo es algo tan común que si no estás en alguno sos “un raro”. Todos se unen a trabajar. Aquí pertenecí a tres grupos y nunca pudimos llegar a juntarnos para exponer, menos un proyecto en común… y en eso tiene que ver la idiosincrasia de Tucumán con el ego que supera la necesidad de conjunto. Tenemos el ejemplo del combativo “Grupo Norte”, de comienzos de los ’80, un grupo que trabajó la cuestión social y hoy, más allá que se separaron hace muchos años, no unen los mismos intereses a sus ex integrantes. Entonces Tucumán es como una isla donde los productores están todos diseminados, todos atomizados y en general cada


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uno trabaja individualmente con su propio proyecto…no hay proyectos en común. Eso refleja también la política cultural que tenemos. Tucumán no tiene política cultural, cosa que no ocurre en otras provincias. Para qué hablar de la época nefasta 1995/99 con Bussi de gobernador: cerró el Museo Provincial Timoteo Navarro, dejando que se cayera. Justamente no hubo unión entre los plásticos para hacerle un boicot. Al final se terminó siendo cómplice que el museo estuviera cerrado durante cinco años. Eso nos dice mucho sobre la política cultural, más bien una política de destrucción cultural. Con este nuevo gobierno la cosa no es mucho mejor. Se reactivó el Museo pero la política cultural brilla por su ausencia: no existe. No se apoya a los creadores en absoluto. Pese a todo Tucumán es uno de los centros más importantes de la Argentina en producción artística. Me pregunto qué pasaría si tuviéramos un poquito más de apoyo, porque con nada se hacen muchas cosas.

¿Y el arte a nivel nacional? Tiene que ver con muchas cosas, creo que el primero de los problemas es el mercado. Creo que hay un arte de los “exitosos”, que son cada vez más jóvenes los más premiados. ¡Ojo!. Estoy a favor de todos los recambios que se produzcan en el campo artístico, pero también hay cosas muy infladas desde el marketing, sobre todo en el arte contemporáneo argentino. Hay que tener mucho cuidado porque no

todo lo que brilla es oro, no todo lo multi premiado o que figura en los libros es precisamente expresión genuina de arte argentino. De todas maneras, tenemos la posibilidad de expresarnos. Por ejemplo: sea cual fuere el resultado final de presentar en un salón y de las tendencias que ese salón tenga, uno puede mandar su obra, y ese salón sirve de vidriera para mostrar lo que se está produciendo. Es bueno encontrarse con un artista que me diga “he visto un trabajo tuyo en un salón” y así dos artistas nos podemos conectar a través de ese ámbito.

Con respecto a su producción actual: ¿Qué influencias tienen sus obras? Hoy por hoy es fundamental la fotografía. Mi obra parte y se desarrolla dentro del ámbito de la fotografía. Pero no como un hecho en sí mismo, sino de lo que yo puedo hacer con la fotografía desde el punto de vista de la edición. No tengo problemas en contratar un fotógrafo para que haga la fotografía que voy a utilizar después. Pienso que el cine, la música y la fotografía influencian mucho más en mi trabajo que lo que me puede influenciar la plástica en sí. Voy a las muestras de plástica porque me interesa ver lo que se está haciendo pero no siento la influencia de ninguna obra en mi trabajo. Me interesan ciertos estetas del video clip, y nombro al video clip porque me parece el formato justo para lo que yo necesito: un corto, comprimido y con toda una carga “de decir”, de poder decir en tres minutos todo lo que hay que decir. Todo ese ahogo de fuerza y energía en un solo lugar me parece que es

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el formato que me encantaría manejar. Estoy realizando una investigación sobre eso, sobre el video clip, creo que esa es influencia más puntual hoy por hoy. También son importantes las lecturas de texto, pero sobre todo lo que tenga que ver con el cine, la música y la fotografía.

¿Cuál fue su muestra más relevante hasta ahora? Hay muchos tipos de relevancia que se pueden apreciar. Hubo un momento en que lo relevante era la técnica. En otro momento era el mensaje que yo podía ofrecer. Sí puedo afirmar que me sentí mucho más lleno interna o anímicamente con algunas muestras. Una que se llamó “Contranatura”, que reunía trabajos realizados en el período Barroco pero llevados, a través de las tecnologías, a la actualidad. También en una que trabajé con naturaleza muerta, en el año 2008-2009, y una muestra que hice en el 2014 sobre las arquitecturas en Tucumán, vistas a través de un software especializado que me permite tomar panorámicas de los distintos edificios con una visión diferente.

¿Su obra tiene una tendencia o una carga social? Creo que eso está presente desde que empecé a trabajar. Desde los comienzos hay una cierta crítica social, justamente porque vengo de una época bastante jodida como el proceso donde, por ejemplo, en mi secundaria no conocí lo que era un centro de estudiantes. Recuerdo a los militares que estaban 116

en todo, metiéndose en todo, incluso como cambiar el curso de la enseñanza en un colegio donde nadie podía decir nada. Desde esa época pensaba que había que decirlo de alguna manera. No soy poeta, no soy músico, aunque me encantaría. Entonces mi arma es lo visual. Digo las cosas a través de mis obras y eso se va a seguir repitiendo. Mi mejor amigo, con el que tengo mayor simpatía para trabajar, con quien fuimos compañeros en la facultad es Rolando Medina. Él es hijo de desaparecidos. Esto de alguna manera me pone en un compromiso moral donde lo debo acompañar. Hago denuncia sobre la injusticia, sobre la mala información que se quiere dar al pueblo, etc. Visto desde ese punto de vista mi obra tiene un fuerte compromiso social.

¿Cómo se autodefine? No me gusta hablar de mí como “artista”. Más bien prefiero definirme como “productor artístico”: de un objeto, de un elemento, de lo que fuere y que alguien después dirá que es artístico o no. Trato de ser aquel clavo que clava, aquella duda que inquieta y aquel que, de alguna manera, se transforma en un catalizador de lo que quizás mucha gente quisiera decir y no puede. Desde ese punto de vista no me puedo definir como artista porque creo que es simplemente una circunstancia. Yo tengo necesidad de decir, necesidad de mostrar y lo hago a través de lo que mejor se hacer, que es el arte visual. Trato que esa cosa de ególatra de artista y demás no me devore. Es algo difícil, porque a uno le gusta estar bajo las luces, pero trato que ese no sea mi


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objetivo. Mi meta es la de incomodar en algún aspecto, de generar en la gente algo, que no pase y diga: “¡Qué bonito!”, sino que cuando mire mi obra se pregunte por cosas nuevas, se pregunte acerca de lo que está viendo y se responda, sobre todo, lo que le estoy planteando. Esto tiene que ver con la estética de mi trabajo. Trabajo mucho con documentales, ya sean videos o fotografías. Me gusta subvertir la fotografía. Normalmente, cuando uno piensa en la fotografía piensa en algo que es real, que es verdad lo que dice la fotografía. Lo que le quiero demostrar a la gente es que todo es manipulable, incluso un documento. Mis últimos trabajos están relacionados con una época muy fuerte en la Argentina, que me apasiona porque ahí están relacionadas todas nuestras contradicciones, que es el peronismo del ’45. ¿Puede haber un tipo como Perón, que es un militar, que va por las masas obreras y que a la vez negocia con los nazis y manda a su mujer como negociadora principal? Esto es increíble, como también es increíble que un partido tenga un ala derecha y un ala izquierda, que se pelean entre ellos a muerte. Eso es fantástico.

¿Cómo sería el taller ideal si tuviéramos un presupuesto suficiente? El Taller ideal sería multidisciplinario, poder trabajar con la disciplina que uno quiera. No encasillarnos en talleres de pintura, grabado…nosotros seguimos

teniendo esta forma de organización que viene desde los años ’40, cuando nace el Departamento de Artes. Pero a esta altura del 2000 ya no podemos seguir con esto, porque hay gente que está al borde de las cosas, que no hace ni lo uno ni lo otro, que está en el medio. Entonces es difícil que una persona se encuentre en el taller. Lo ideal para mí sería eso, que uno pueda encontrar un taller intermedio, con arte digital, pintura, grabado…un taller multidisciplinario, tal vez alguien que necesite expresarse con el cuerpo. Un taller donde pueda tener todos los medios a mi alcance, el día que necesite alimentarme con una película, que haya un televisor y una video. Algo también no tan exagerado, mínimo y no andar turnándonos como ahora. Todo el equipo tecnológico necesario para que uno pueda tomar de varios lugares lo que le sirva para la obra. Porque la obra de cada uno no se hace de un solo fragmento, es una concatenación de hechos que suceden alrededor y que se funden en una sola cosa final, no sólo de hechos plásticos sino de toda índole. Ese sería mi taller ideal y donde enseñaría muy a gusto.

¿Le interesa la docencia? ¿Cómo es la relación con los alumnos? La docencia me parece fundamental, uno debe ir transmitiendo sus experiencias. Uno siempre va buscando cosas, vuelve una y otra vez sobre las mismas cosas. Cuando alguien ya las ha pasado te puede señalar un camino por donde seguir, una alternativa. También es importante que se sume gen-

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ENTREVISTA A ALEJANDRO GÓMEZ TOLOSA

te nueva, que siempre aporta nuevas ideas, entonces lo que uno hace también está relacionado con lo que uno aprende de los alumnos. Mi relación con los alumnos es muy buena, me gusta enseñar lo que sé y ayudarlos, guiarlos. Siempre les digo que hay que aprender el oficio y eso es, como en todas las cosas, muchas horas de dedicación y esfuerzo.

¿Qué les podría decir a estudiantes de la carrera? Decirles, por ejemplo, que hay que hacer oídos sordos a quienes dicen que nos vamos a morir de hambre, que no vamos a poder hacer nada con esto. Lo que genera el arte no se le puede explicar a otro. Una persona que no está haciendo arte no entendería que cuando uno trabaja siente algo adentro y eso va creciendo con los años. Vamos trabajando, dibujando, pintando, fotografiando lo que sea y cuando podemos exponerlo viene una persona y dice “esto me produce tu trabajo, me ha hecho pensar en otras cosas, me ha hecho pensar en la vida de otra manera”. Y eso es muy importante, eso es lo que uno debe tener en su cabeza cuando va a hacer arte. Nunca uno se va a hacer rico con esto, son contados con los dedos de las manos, y por otras circunstancias, los que se puedan hacerse ricos. Pero el arte sí puede enriquecernos de otra manera a nosotros, de una manera espiritual. Mi consejo es no frustrarse, no parar, si uno tiene una idea llevarla hasta el final, si uno quiere ser bueno en dibujo practicar, practicar, trabajar, si uno quiere ser bueno en la fotografía hacer lo mismo, en la pintura…

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no dejarse convencer por esa gente que no comprende lo que nosotros sentimos.

Muchas gracias profesor

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Noelia Vanesa Argañaraz, Juan Ramón Arroyo, Néstor Gabriel Morales, Acosta Iris Constanza, Carrizo Paula Cristina, Feijóo Constanza María, Lautaro Quiroga, Clemencia Santillán, Lucas Gallardo, Matias Cejas Medina, Amado Sofía, Díaz Ruth, Sánchez Verónica, Sosa Julieta, Velázquez Daniela y Vidal Layla


ENTREVISTA A

MIMO GÓMEZ 1942

Licenciada y Pofesora en Artes Plásticas de la UNT. Desarrolló su actividad docente en el área taller en 1973, cuando inicia su carrera docente como auxiliar docente estudiantil, finaliza la misma como Profesora Adjunta del Taller de Dibujo (Vespertino) hasta su jubilación en 2007. Creadora de la experiencia plástica “El color del sonido”. Fue invitada a dar cursos en diferentes provincias del país, en el IUNA, en universidades de México y Brasil sobre esta temática. Con la misma experiencia colorística diseña vestuarios y escenografías para óperas montadas en la provincia. Investigadora del CIUNT, dirigió proyectos de investigación sobre “Emergentes artísticos de Tucumán”. Fue miembro fundador y co-directora del Instituto de Investigaciones Estéticas. Expone su obra plástica desde 1973 en numerosas muestras individuales y colectivas. Su imaginario místico, con figuras de ángeles tiene en el montaje y el color connotaciones latinoamericanas. Su ciclo pictórico culmina con una retrospectiva en 2012.

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ENTREVISTA A MIMO GÓMEZ

¿Qué nos puede contar de su infancia, de su vida? Dibujo y estudio música desde que tengo 4 años. Fui muy incentivada por mi padre en el aspecto fantasioso, lo imaginativo de los niños. Esto se dio por la vía del relato, me leía “Las 1000 y una noches” (…) entonces yo dibujaba alfombras mágicas, palmeras, toda una realidad ajena a mi. Por otro lado, él que era un artista hacía fotografía y cine, también me motivaba con éstas disciplinas. A los 11 años tenía en la mano una cámara de 16 mm. Recuerdo que me llevaba al parque y me enseñaba a hacer tomas: primer plano, paneo, los problemas de la luz, su incidencia en las formas, en la composición en general. Después también tuve contacto directo con la Profesora Mecha Romero, que era una gran dibujante. Iba los domingos a la Escuela del Parque donde me enseñaban a pintar y dibujar. Entonces, tuve mi primera caja de óleos, mis telas, mis pinceles desde muy temprana edad. Ya en el secundario me dediqué a estudiar canto, dejé un poco de lado la plástica. Estudiaba en la Asociación de Arte Lírico de Tucumán. Cuando finalicé mis estudios ingresé en abogacía. Allí sentía un desasosiego, me daba cuenta que esa no era mi carrera para nada. Mientras yo quería ingresar a la Escuela de Música de la UNT, hacer la Licenciatura en música, pero no me permitieron porque debía haber iniciado la carrera desde niña.

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Mientras estaba en abogacía no me quedaba prácticamente tiempo para hacer ninguna cosa artística. No me sentía bien y dejé la carrera. Me fui por un tiempo a Buenos Aires. Allí estudié montaje cinematográfico. Trabajé con Jorge Prelorán algún tiempo (…) Después quería hacer iluminación, que era pintar con luces (eso hacía mi padre en sus películas) y no encontré alguien que me guiara bien. Volví, me reinscribí en la Facultad de Derecho pero a los dos días saqué mis papeles y los pasé al entonces Departamento de Artes, en el ’70 me vine a estudiar acá. Me recibí a los cinco años. Tendría 26, 27 años, no me acuerdo en realidad, pero en el momento que ingresé me di cuenta que esto era lo mío. Empezamos primer año divididos. Había primer año de pintura y dibujo, otro de grabado y otro de escultura.

Entonces, ¿era diferente a nuestra carrera? Sí, pero después hacíamos un segundo en el que pasábamos dos meses por cada una de las especialidades, para elegir la que quisiéramos especializarnos definitivamente. Hice 3º, 4º y 5º año de pintura con el maestro Linares. Tuve los mejores maestros, así que no me puedo quejar. En el único momento que estuve un poco desorientada fue en 2º año, porque no era lo que yo esperaba, había muchos paros, lo que produjo una desarticulación entre los profesores. No me acuerdo qué pasaba.

¿Eran tiempos de la represión?


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No, corría el año ’71, pero todavía no había una situación extraña, tanto en la política general como en la universidad. Entonces ese 2º año, lo aprobé, pero no lo aproveché en cuanto al taller. Con respecto a las materias teóricas siempre me han interesado mucho porque son básicamente la formación de un artista y ésta tiene que ser sólida. Considero fundamental la formación teórica, fundamentalmente la filosófica. En el ’73 ingresé a la docencia como auxiliar estudiantil y me recibí en el ’75 e inmediatamente entré a trabajar en la LAP como Jefe de Trabajos Prácticos. Cuando me recibí obtuve el premio “Joven destacado”, además fui medalla de oro de la universidad. Entonces, fue una cuestión honorífica, el rector había solicitado que yo ingrese a la docencia. Luego pasé a profesora adjunta y ya con la vuelta a la democracia vinieron los concursos. Mientras tanto me desempeñaba en el Taller de pintura de la mañana, (había otro a la tarde). En ese entonces me dedico a la investigación del color, trabajo el color en la práctica de la pintura. Hasta el día de hoy es la parte de investigación que más me interesa…

¿Cómo vivió su carrera universitaria? Para mí fue maravillosa, realmente los años de estudiante han sido una cosa inolvidable. Era otro el sistema, otro el clima, éramos pocos alumnos… podíamos permanecer más tiempo en la facultad. Teníamos mucha libertad en el sentido programático, eso venía de las primeras épocas del Instituto

Superior de Arte cuando estaba Spilimbergo. Él, en realidad quiso crear talleres nada más, pero después cuando se estructura como carrera universitaria tenía que tener además de los talleres una apoyatura teórica, que es muy importante porque enriquecen la imagen.

¿Participó en muchas exposiciones? Si, muchas. La primera vez que expuse sentí una emoción muy grande… estaba en 3º año, en el taller Linares. Teníamos mucha libertad para trabajar. Debíamos buscar la técnica que nos viniera bien. Trabajábamos con telas de grandes dimensiones, de 2 m. por 1.80. Como a mi me gusta mucho la música yo empiezo a trabajar cuestiones de imágenes musicales… Se me ocurre hacerle un homenaje al Gato Barbieri, el saxofonista. Visualizo una forma de representación que me valió muchos elogios porque no podían entender como una alumna de 3º año pinte eso, de esa manera. Mi planteo era muy sintético, muy elemental, captaba lo elemental de la luz, de los brillos del saxo y lo elemental de la imagen sobre un fondo rojo. Solamente iluminaba partes del rostro, con luces de colores propias de los lugares de espectáculos musicales… con rosados, azules y dorados. Ese cuadro impresionó a mucha gente que había venido a organizar un Homenaje al 25º Aniversario del Instituto. Allí eligen una obra mía para ponerla adelante, en la exposición y luego me la pidieron para exponerla en Buenos Aires. Creo que entre exposiciones individuales y colectivas hice más de 60. Fueron en Tucumán, en el in-

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ENTREVISTA A MIMO GÓMEZ

terior de la provincia, en diferentes provincias del país y en Buenos Aires.

¿Qué temática trabaja? Mi temática es el Antiguo y Nuevo Testamento. Es interpretación de las escrituras pero de una manera plástica, no como una representación fiel a la palabra sino con elementos que algunas veces no tienen que ver con la temática. Por ejemplo siempre introduzco ángeles en mis composiciones, con una tendencia americanista muy marcada. Mis ángeles nunca son hermosos como los del Renacimiento, son morenos, de grandes ojos negros, más bien achaparrados y retacones, o sea del tipo del noroeste argentino.

¿Por qué ha elegido dibujarlos así, qué técnicas utiliza? Porque soy americanista, entonces interpreto con las raíces de la raza, la figuración de los ángeles. Trabajo mucho con esa iconografía. Todos llevan ponchos salteños (negro y rojo), en caso contrario llevan elementos de los diseños precolombinos en la vestimenta. La técnica de trabajo es una técnica de adición de elementos. Generalmente lo hago sobre una estructura de tela, manejándola primero como a un cuero…, no la tenso directamente en el marco. La pongo en la pared, pero previamente la trabajo con cola hasta dejarla como un cuero. Acto seguido dibujo a la manera que hacían los murales en 122

el Renacimiento, o sea copio mi propio dibujo con carbón, después pongo la tela sobre el dibujo en carbón para diseñar el vestido. Trabajo el vestido fuera de la superficie de la tela. Si es un poncho que está volando sale así. También lo trabajo con cola. Recordemos la técnica del fresco. Se calcaba el dibujo del cartón sobre la pared y se ponía en un muro. ¿No? Se colocaba ese diseño de papel todo perforado y con una muñeca de trapo con negro de humo se presionaba, después se retiraba el papel y este dejaba una huella del dibujo. O sea que era un calcarse el propio trabajo. Bueno, lo que yo hago es: Trabajo la tela con el carbón bien marcado, después pongo otra tela encima y también se marca, luego doy vuelta la tela sobre el revés. Luego coso y armo la ropa, la corto y la pego y armo el movimiento de la ropa con cola sobre mi propio dibujo. Cuando todo esto está listo recién empiezo a pintar. Empleo mucho dorado y la posición de la figura es siempre levitante, siempre flotan. Me gustan las telas de grandes dimensiones, la más chica que tengo es de 60 x 80 cm. Después todo eso se monta la tela sobre papel y sobre otra tela tipo matelassé, de manera que quede como un tapiz. Así se evita la humedad de la pared.

¿Qué lugar tiene en su vida el arte? Te diría que he sacrificado mi vida por el arte, en el sentido de no haber formado hogar, familia etc. Sin embargo mi sueño no ha sido nunca ser una


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gran artista sino una buena docente. El arte es muy importante para mí pero primero está la docencia, me gusta el contacto con los chicos, el transmitirles mis conocimientos, las técnicas y ayudarlos en su formación como seres humanos.

¿Cómo se definiría como artista? Soy barroca, me interesa mucho el tratamiento de la superficie. Por ejemplo las telas, las joyas… todo lo que pongo en mi obra es de mucho detalle, mucho trabajo de detalle. Son pocas figuras, pero siempre recargadas de detalles. Bueno así es mi vida, barroca por lo tanto mi obra no puede ser de otra manera. Y el barroco es eso, es un crecer, un increscendo continuo, un proceso espiralado, un estar siempre buscando. Todo me interesa: la pintura, la música, la buena literatura…

¿Se siente realizada? Si. La temática que tomo no es traída de los pelos, forma parte de mi vida. Soy una persona de una profunda creencia, de una gran fe. Todo eso se me ha dado porque mi lectura primordial es la Biblia. Trato de conocer a fondo el Antiguo y el Nuevo Testamento y por eso es mi pintura. También estoy leyendo la obra de San Juan de la Cruz, que es muy densa, una filosofía muy profunda (…) pero doy tiempo para leer. Lo que si realmente me da pena es tener postergada mi veta escritora. Tengo una novela escrita, una novela corta y muchos cuentos. Escribo un realismo fantástico, bastante americano. Me gusta escribir (…) me gusta

estudiar los mitos regionales y casi todos mis cuentos tienen que ver con el mito. Esa es otra fuente de alimentación que tuve a través de mi abuela con las creencias del Duende, El Familiar. Se imaginan, con mi abuela y mi padre he tenido un gran desarrollo de mi imaginación, realidades ajenas que al fin me fueron beneficiosas. La novelita que tengo se llama “La isla de los Ángeles”. Es ficción, sucede a la vez en diferentes tiempos, en el siglo XVI, y en el XX. En lugares distintos, en Sevilla y en Tucumán. Tiene que ver con el peronismo de la década del ’40 y con todo lo místico, con los ángeles, con la Iglesia de San Francisco y un caso de re-encarnación (aunque yo no creo en la re encarnación).

Es muy importante la figura de su padre, ¿No? Si. Era fotógrafo y laboratorista del Fondo Nacional de las Artes. El Fondo le mandaba los negativos por correo, para que él haga el laboratorio acá. Tiene hechos muchos cortometrajes y fue iluminador de la única película largometraje que se hizo en Tucumán. Se llamó “Mansedumbre” y se hizo en el año ’51. También hizo cine y mucha fotografía. Fue fundador del Instituto Cinefotográfico y del directo de Canal 10.

¿Por qué no se siente artista? Me siento más docente, aunque ambos términos no son excluyentes porque en la vida de un docente siempre tiene que estar el artista, sino no puede enseñar lo que no hace… ¿Entienden? 123


ENTREVISTA A MIMO GÓMEZ

¿Qué es un artista para Usted? El artista tiene una actitud de entrega total en la realización de la obra. Es decir, una persona con condiciones artísticas que hace de eso su objetivo principal en la vida. El arte no puede nacer si uno no tiene las herramientas. Por eso es necesario que ustedes estudien, que practiquen… No quiero decir que un autodidacta no pueda ser un artista, pero eso ya no es un artista, es un gran talento, es un genio. El arte ya nace con eso, todos los que están acá de una manera un otra han nacido con una condición especial, con el lenguaje especial para poder expresar la belleza de la forma. Pero no todos tienen la suerte de tener una orientación académica. Ustedes acá van organizando sus disciplinas de trabajo.

¿Cómo trabaja en su taller? Tengo algunas prácticas orientales que ejecuto casi siempre, en cuanto a crearme un clima: olores, sonidos… Es decir preparo mi ambiente de trabajo, tiene que ser especial. También me preparo mentalmente, me relajo y me conecto de algún modo con lo creativo. Yo nunca sé en que va a terminar mi trabajo, tengo un proyecto, tengo una idea, una imagen en la cabeza entonces comienza mi preparación. Me paro frente al tablero y hago ejercicios de respiración para relajarme. Eso es muy importante porque el artista funciona con el lóbulo derecho del 124

cerebro y la frecuencia cerebral no es la del estado conciente. El arte no se resuelve de manera conciente. Todo lo que ha sido el proceso del modernismo, que ha trabajado fundamentalmente con la razón, es un período que a mi no me interesa porque yo creo que lo artístico reside más en la intuición que en la razón. Puedo tener en mi cabeza planteada la iconografía, la composición, la resolución de todo lo que voy a hacer y sin embargo, cuando pinto como estoy en ese nivel, a lo mejor sale otra cosa diferente (…) Confío en mi inconciente, es más talentoso. Es muy importante el nivel alfa.

¿Cree en la parapsicología? Es una ciencia. Si en una época algunos artistas usaban la LSD y otras drogas para producir, otros el alcohol, les digo que es más fácil y mucho menos riesgoso adoptar un estado mental determinado. ¿Qué es lo que están haciendo? Están bajando a un nivel de infra conciencia. Si se aprende a respirar y relajarse no hace falta droga ni alcohol.

¿Tiene angustia en su relación con el arte? No, para mí es como un bálsamo. Creo que todos los que tenemos la posibilidad de expresarnos en alguna expresión artística, la música…, somos seres privilegiados. Porque no todo el mundo tiene esa posibilidad, de poder poner fuera lo que tiene en el interior, para que otro lo disfrute. Creo que cuando uno hace arte está transmitiendo


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amor, energía. Podrá no gustar a todos, podrá no ser catalogado dentro del “arte” pero siempre será catalogado como algo para los demás, para el goce de los demás. Esa es mi intención artística y por eso no me produce angustia.

¿Hay algún estilo que le hubiera gustado resolver y no ha podido? Una vez hice una pintura sobre un “pas de deux” de ballet. Fue tan pésimo, pero tan pésimo que mi maestro Linares me dijo: “Ahí hay un tema que no has resuelto”. Me faltaban muchos elementos técnicos para resolverlo, pero hasta el día de hoy nunca más lo he planteado porque sé que es un tema que me excede, es un tema que no soy capaz de captar. Por supuesto que Degas trabajó todo el ballet y las bailarinas con una maestría espectacular, creo que después de él nadie lo ha trabajado de esa manera…. Recuerdo que tuve ese cuadro muchísimo tiempo en el taller, lo di vuelta, lo puse cara a la pared como testigo de que eso no lo pude hacer. Es la única vez que quedé con un trabajo inconcluso. Soy muy exigente conmigo misma en la pintura. Me interesa mucho el color. He dado muchos cursos sobre Color en la práctica de la pintura tanto en el país como en el extranjero. Soy muy exigente con el dibujo, con el color, con el tratamiento de la pintura. Siempre mis pinturas están rematadas con puntilla de algodón, lo que le da un carecer regional, muy local. A la puntilla le pongo cola y queda muy dura como si fuera un marco y después la doro… quedan como pinturas antiguas, virreinales…

Hay que tener una intimidad especial con la temática que uno aborda. Si no se está convencida no sale nada bien. Por ejemplo: no hago paisajes… yo admiro la naturaleza, su grandiosidad pero soy incapaz de capturarla en la tela. Me resulta grato mirar el cielo, el verde, mucho más que algo mundano pero repito, soy incapaz de capturar toda esa armonía, esa grandiosidad, no la puedo poner en 50, 60 cm. Me excede esa magnificencia y para hacerlo mal, no lo hago.

¿Conoció pintores importantes? Si, conocí muchos. También en el exterior, en Italia. Estuve en su taller. Acá en Tucumán admiro muchísimo a Víctor Quiroga, me interesa su temática y su forma de expresarla desde que era alumno de la facultad. También Pablo Soria… Hay muchos chicos que han egresado de la facultad que tienen nivel internacional, muy superior al de Buenos Aires… entonces me digo para qué mirar afuera si tenemos gente tan importante y con tanto talento acá.

Muchas gracias, profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Mariana Burgos, Roger Castillo, Natalia Cechin, María Raquel Mendez, Elsa Montenegro y Claudia Ponce.

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ENTREVISTA A

GELI GONZÁLEZ

1966

Licenciada en Artes. Es actualmente Jefe de Trabajos Prácticos del Taller C, en la Facultad de Artes desde 1996. Participó como artista visual en exposiciones individuales y colectivas en el Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay, Colombia, España y Estados Unidos. Becaria de CIUNT (iniciación y perfeccionamiento 1993/99) y participa en proyectos de investigación del CIUNT. Fue seleccionada para participar en el Taller: “Producción artística y contextos de creación” (TRAMATucumán, 2002) y para “Entrecampos regional” Tucumán, (2008). Beca para proyectos Grupales (Fondo Nacional de las Artes) junto a Viva Laura Pérez y Flavia Romano (Tucumán,2010) Invitada de Honor, Bienal Internacional SIART, La Paz, Bolivia (2011) Invitada al Festival internacional del Arte, Agua y Resonancias en Manizales, Colombia (2015). Integró jurado de selección del Premio arteBa- Petrobras, 2005. Estuvo vinculada a los colectivos Tenor Grasso, El Ingenio, Viva Laura Pérez y La Baulera. 126


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¿Cómo se decidió a seguir la carrera de Artes plásticas? Inicié mis estudios en la Escuela de Bellas Artes. Desde la primaria tenía una inclinación para el dibujo. Recuerdo a una profesora que me identificaba mucho. Pero mi madre quería que haga danzas, aunque no hubo onda (…) También hice coro pero en un determinado momento el director me exigía profesionalismo, como ya estaba estudiando en la Facultad, entonces opté por la plástica.

¿Cuáles fueron sus primeras experiencias? Mis primeras experiencias expresivas fueron en la primaria, recuerdo hacer un mural con otros compañeros (…) Después mi primer contacto con el arte, ya en un modo más profesional, es cuando me recibo, en mi primera exposición individual. Entonces yo pintaba (…) Después una colega que fue muy importante en mi formación me abrió el campo a otros lenguajes. Con ella hicimos un proyecto muy ambicioso en el subsuelo del Centro Cultural, en la sala semi - circular. Nos llevó mucho tiempo y fue bueno, eso lo recuerdo como una de las cosas que me marcó profesionalmente.

¿Qué le gustaba más: pintura, escultura o grabado? ¿Se identifica con algún estilo? De los lenguajes tradicionales, académicos, el que más me interesa es la pintura. Pero la pintura no

es lo que me satisface completamente. Ideológicamente estoy comprometida con las prácticas del arte contemporáneo. No como un lenguaje específico sino la convivencia entre varios. Ya no hay como en otras épocas una división tan marcada, esto es pintura o grabado, etc. Los bordes, como ustedes mismos habrán podido ver, si conocen algo de arte contemporáneo, son difusos y mi práctica profesional actual está ahí, en una zona difusa. Estoy trabajando más dentro del dibujo y la acción. Prefiero no hablar de estilo porque eso corresponde a otro momento del arte. En las prácticas del arte contemporáneo no se habla de estilo. Uno está comprometido en la concepción de entender a la plástica como un laboratorio de investigación, por lo cual uno circula por distintos lenguajes. Eso da como resultado una suerte de eclecticismo, una mezcla de estilos.

¿Cuándo ingresó a la facultad? ¿Cómo se sintió aquí? Ingresé a la facultad en 1983 y me recibí en el 87. Los que veníamos de la Escuela de Bellas Artes entrábamos directamente a segundo año de la Facultad por lo tanto no hice la experiencia de primero. Con respecto al entorno universitario no me sentí ni mejor ni peor que en otros lugares, pero había un aire nuevo ya que se reiniciaba la democracia. En cuarto año tuve una crisis y repetí el año porque no estaba conforme con mis resultados. Ya estábamos en la especialidad, había elegido el Taller C. Teníamos de vuelta a los profesores que les habían

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ENTREVISTA A GELI GONZÁLEZ

aplicado la ley de prescindibilidad en el proceso, que habían estado afuera y vinieron con muchas cosas nuevas, muchos cambios y nosotros nos tuvimos que adaptar. Fue un golpe duro (…) Luego me recibí e inicié mi carrera docente. De alumna ya había sido ayudante estudiantil. Hice una adscripción, me presenté a los concursos y gané, se anuló y recién después de tres años accedí al cargo de Jefe de Trabajos Prácticos que tengo en la actualidad. Ya estoy hace 20 años en la docencia. Trabajo en dos niveles: secundario y universitario. Mi fuerte es la docencia universitaria. Siento mucho el caudal, el intercambio con los alumnos, la retroalimentación, las nuevas propuestas de los chicos. Realmente siento placer con la práctica que se realiza en el Taller C.

¿Cambió algo la facultad desde entonces? En el aspecto estructural no mucho, pero digamos que se ha ido ganando terreno en el área que más me gusta: las prácticas contemporáneas. Todo fue de a poco. El Taller C, donde trabajo abrió posibilidades a otras ramas como también a otras áreas. Por ejemplo desde lo estético vinieron nuevos docentes con ideas renovadas, lo que nos aportó muchísimo, y los docentes de la cátedra estamos obligados a actualizarnos permanentemente.

¿A qué se dedica el Taller C? En el Taller todos los integrantes coinciden en plantear a sus alumnos prácticas que se inserten en la 128

contemporaneidad, que tengan relación y vinculación con lo que sucede en nuestro lugar y en el mundo. Entonces priorizamos trabajos dentro de esas prácticas, dentro de los lenguajes contemporáneos que son todos, los tradicionales y las mezclas. Todo surge después de la famosa pieza “Fuente”, realizada a comienzos del siglo XX. Es un mingitorio. Allí se realiza una operación que pone a todo lo que se consideraba arte hasta ese momento patas para arriba. Genera además una serie de planteos filosóficos de todo orden. A partir de esa acción, ese objeto ya no es sólo un objeto sino que además lo descontextualiza y lo pone en un museo. Todo lo que viene después tiene una vinculación con este “objeto”. Las diferentes concepciones comienzan a entrar en ebullición desde los años 50/60. Aparecen movimientos que tienen que ver con el cuerpo, con el conceptualismo, un toque de lingüística (…) Es muy complejo de explicar. Este Taller apunta a la inserción de la producción de ese futuro egresado en su medio, en consonancia con la realidad local y mundial. Allí se hace de todo: videos, instalaciones, acciones o perfomance, pintura, objetos. También tuvimos alumnos que sin estar en el taller de escultura manejan el espacio como un espacio flexible, como si fuera un laboratorio de producción, donde el eje no está en cómo lo hago (en la manualidad en sí) sino en qué es lo que hago, qué estoy diciendo, la idea de quien traduce (…) lo otro está subsumido a la idea.


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Respecto a su producción ¿pertenece a algún grupo de artistas o prefiere trabajar individualmente? Estoy produciendo individualmente, forme parte de diferentes grupos, primero de investigación, luego de artistas. Fui parte de Ingenio (año 2000 aproximadamente), he trabajado de invitada en otro grupo haciendo acciones en general que es La Baulera, y luego he trabajado con un colectivo llamado Viva Laura Pérez, al que nos sumamos dos artistas, trabajo que fue derivando con el tiempo en proyectos artísticos (que implicaban gestión artística) (…) Si bien no tengo un grupo con el que yo produzco, siempre que se dio la oportunidad de articular alguna tarea con un grupo trate de aprovecharla.

¿Cuál es la obra que más la satisfizo, que más quiere? Tengo un especial amor con una acción que se llamó “Derrame”. La hice en la calle, en base a un proyecto que fue seleccionado y lo desarrollé en el Taller. Demuestra la acción del espacio público. Allí se muestran las ideas que el artista expresa. En este caso el estatuto de la imagen trabajado en la limitación entre lo que se ve y lo que no se ve, los dibujos borrados, los trabajos del agua (…) Es un autorretrato de la realidad. También hay otros trabajos que me gustan mucho y otros con los que estoy enojada (risas…).

dubitativo? Yo sé por qué puede surgir la duda: porque la inserción laboral es flaca, no hay un medio cultural que esté a la altura de la cantidad de artistas y productores culturales. La realidad es muy dura, las políticas culturales organizadas desde el estado no tienen capacidad de incluir a muchos artistas. Eso puede ser desalentador pero creo que cuando hay un deseo muy fuerte, cuando hay una vocación clara, esto ayuda a sobreponerse a todas las situaciones dificultosas. Mi consejo sería: ante el titubeo, la duda, revisar el deseo. Si puedo comprobar que mi deseo es muy fuerte, se debe creer en él y responder a eso con sinceridad y honestidad.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Anahí Armando, Facundo Cañazares, Gabriela Coronel, Luis O. Galarza, Felisa Mónica Jiménez Walter Isa, Dalila Alejandra Cabrera, Ana Yudith Sosa, y Florencia Agostina Vega.

¿Qué consejo le daría a un alumno que recién está comenzando o se siente 129


ENTREVISTA A

HÉCTOR NILO GONZÁLEZ

1939

Nació en Concepción en 1939. De formación autodidacta. Expuso en Tucumán y en galerías de Buenos Aires, en otras ciudades del país y en el extranjero desde 1969. Participó en numerosas muestras individuales y colectivas y obtuvo importantes premios. Junto con la creación del Departamento de Artes Plásticas de Aguilares, dependiente de la Facultad de Artes de la UNT, hizo su incursión en la docencia y luego en Concepción, su ciudad natal, organizó un taller para niños y adultos.

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¿Cómo fueron sus comienzos? Desde chico dibujaba, ese era mi fuerte. Una amiga y vecina me regaló pinturas y pinceles (…) esos fueron mis primeros contactos con la plástica. Lo demás fue estudiar y cultivarme por mi cuenta. Comencé la facultad de arquitectura pero rápidamente me di cuenta que el dibujo era lo mío, además tuve que abandonar la facultad por problemas económicos. Siempre me interesó el humanismo, el tema del ser humano y el mundo de hoy (…). Entonces, después de muchas vueltas, comencé primero con figuras humanas que estaban en actitudes desesperadas. Pero un buen día me dije: estas figuras tienen esta actitud acá, yo tengo que hacer que el espectador sienta que todos estamos así. No debo brindar nada digerido sino que debo crear el ambiente, el clima. Así comencé haciendo pequeños bocetos, enunciando la idea y luego pasé a plantearme los problemas técnicos. Siempre he trabajado con óleo (…)

¿Con respecto a su temática, cree que se divide en períodos? Se divide, pero no a causa de la temática porque siempre fue la misma. La que cambió fue la imagen. Desde hace tiempo elegí esta imagen con la cual me permito decir que siempre existe un muro delante nuestro, que nos limita y no nos permite ver y que ha su vez cada ladrillo es una actitud nuestra cotidiana. Estos ladrillos se van uniendo entre ellos hasta crear esos grandes muros insalvables. Los

seres humanos se sienten así frustrados por tener un muro mental que no les permite ver más allá. Desde el punto de vista técnico en todo este trabajo se esconde un gran estudio de la perspectiva y el claro oscuro. Con este estilo fui creando mi identidad. En los comienzos hacía figuras de acero, que tenían que ver con la época que se vivía: estaba denunciando la industrialización, estructuras que no sirven para nada humanísticamente. Fui evolucionando con la luz y la sombra y cuando me di cuenta, los volúmenes me permitían pasar a un terreno bastante religioso (…) entonces hice que apareciera la cruz, porque es un símbolo de Dios en cualquier parte del mundo, cualquiera sea su idioma o religión. Cuando me di cuenta, estaba completamente inmerso en esto (…) Luego de algunas exposiciones en Tucumán, apareció alguien de Buenos Aires y me hizo exponer allá. Gané un segundo premio a nivel nacional y tenía 28 años más o menos. ¡Fue increíble! Al poco tiempo quedé viudo y la pintura fue mi refugio. Pinté mucho, no se pintar con el pincel sino con el alma. Me contacté con Nacho Saldívar, a quien recuerdo con mucho cariño y mandé muchas de mis obras a su galería.

¿Cómo comenzó a trabajar en Aguilares? Un buen día me hablaron y comencé a trabajar allí. Rendí los concursos correspondientes, gané y es-

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ENTREVISTA A HÉCTOR NILO GONZÁLEZ

tuve a cargo de varias cátedras (…) hasta llegué a ser director de la institución. Pero todo ello me cansó mucho, era demasiado trabajo. Aunque debo aclarar que me encantó enseñar, sabía guiar a los alumnos. Los recuerdo con mucho cariño. Tenía a mi cargo los talleres más la cátedra de Fundamentos Visuales y mira como terminé: en silla de ruedas. Es dramático, por eso la bauticé: mi súper sport. ¿Qué ser humano va a tener ilusión de andar en silla de ruedas? (Se ríe). Dentro de todo lo tomo con humor pero quiero volver a pintar. Hago rehabilitación, aunque es mucho sacrificio (…) Pero no aflojo. Con mi profesor salgo a caminar, nos sentamos en un bar a tomar café, charlar (…)

¿Cómo fue su obra en la época del proceso? ¿Se sintió censurado? Fue la época que pinté los perfiles de acero, las estructuras formadas con que nos organizamos y nos movemos pero que no sirven para nada y que son inhumanas. No me sentí censurado, pero un día tuve miedo porque había un señor que llegaba a casa todos los días en un auto que no valía nada. Venía a visitarnos, tomaba café, veía mis pinturas, hablaba del color (…) Después me enteré que el tipo era de la SIDE y entonces me preocupé (…) aunque nunca me interesó la política ni participé en ningún movimiento.

¿Cómo lo trató la crítica? ¿Piensa que tiene menos posibilidades de crecer un artista del interior que un porteño? 132

La crítica me trató demasiado bien. En mi profesión cultivé muchas amistades, aunque es difícil mantenerlas a la distancia. Conocí a muchos artistas de Buenos Aires. Con respecto a tu segunda pregunta creo que depende de la persona. Esto es un mensaje interior, un mensaje del alma, de cada persona (…) una vez que le encuentras la vuelta, es lógico que puedes andar bien. Pero hay desventaja de estar lejos de los centros artísticos más importantes por la promoción, los materiales, aunque salvadas estas cuestiones no hay diferencia. Yo prefiero el interior por su tranquilidad. Además nací en Concepción y me gusta, la gente me hace sentir bien, me siento querido (…) aunque ellos no sepan de arte me quieren y me respetan. Eso tiene mucho valor.

¿Qué me puede decir de su esposa y la pintura? Su muerte se reflejó en mi pintura. Ese cuadro se llama “Géminis” y lo pinté inspirado en ella, se llama así porque Susy era de ese signo. Mis hijos me apoyaron mucho en esos momentos ya que la quería terriblemente.

¿Vendió mucho en su vida? Más de 100 obras. En una visita del Papa Juan Pablo a la Argentina por el conflicto del sur, le regalé un cuadro pero nunca pensé que lo tuvieran en el Museo del Vaticano (…) No lo podía creer, fue una sensación emocionante y a la vez sentí un julepe!!!


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¿Tiene momentos especiales del día para pintar? No, cualquier momento sirve mientras esté tranquilo. Por ahí estaba en la cama, no podía dormir y me levantaba a pintar. En la época de las exposiciones me pasaba toda la noche pintando. A medida que fui avanzando en el estudio de mi obra, aprendí a manejar el tratamiento del color, así como del tamaño. Los colores de mi pintura son los primarios básicamente, aunque no pueden ser muy coloridos ya que está íntimamente ligado a los temas que evoco. Al igual que el tamaño, denotan una coherencia con el contenido. Todo fue una cuestión de estudio (…) y bueno acá estoy.

¿Cuál es el mayor privilegio que le dio la pintura? Ser reconocido como pintor, ser valorado como tal, saber que lo que uno hace tiene valor. Por ejemplo, a fines del año pasado, el municipio de Concepción me hizo un homenaje al cumplirse el centenario de su fundación. Fue un acto muy emocionante que me llenó de gratitud. Nacho Saldívar no pudo venir pero me hizo llegar sus saludos.

afecta.

¿Tuvo algún maestro? No, aprendí solo. A través de libros, mirando exposiciones, leyendo. Con Ezequiel Linares nos conocíamos un poco, hemos participado en eventos de la universidad como miembros de jurados pero no en eventos sociales que vayan más allá de un café porque siempre fui medio retraído. Siempre tuve una vida muy chata, muy de pensar para adentro. Me gustan los atardeceres, caminar cuando llueve (…) por ahí surgía algún boceto. No me gusta ningún artista en especial, me gustan todos porque cada movimiento dentro del arte te aporta algo, te ayuda a avanzar. Todos te nutren.

¿Qué consejo les daría a los jóvenes? Al principio todo es estudio, perseverancia y mucha voluntad. Luego, una vez que todos los conceptos y herramientas fueron incorporados y asimilados (…) después de haber llevado a cabo ese proceso interior, entonces recién el mensaje que la mente le dé a la mano será natural y personal.

Muchas gracias profesor.

¿Cataloga su arte dentro de algún movimiento? Para mí eso es lo mismo, son rótulos, nombres. Lo que para mi vale es lo que el ser humano siente por el arte. Tal vez lo podría llamar arte reflexivo, ya que mis cuadros hacen reflexionar (…) eso que por ahí dice que soy un barroco contemporáneo no me

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Alicia Beatriz Casillo

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ENTREVISTA A

ELBA GRAMAJO

1974

Licenciada y profesora en Artes Plásticas, Especialidad Escultura, egresada de la Facultad de Artes de la UNT. Jefe de Trabajos Prácticos en la Cátedra Práctica de Taller III, IV y V Escultura, Turno Vespertino. Realiza estudios de posgrado en Maestría en Museología, organizada por la Facultad de Artes y la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo, UNT. Becaria por el CIUNT/SCAIT para la realización de la tesis de Maestría en Museología (Octubre 2015). Investigadora Integrante del Proyecto presentado para los subsidios PIUNT 2013. Tema: “La escultura en Tucumán y su inserción en las escenas artísticas locales. Estudio, divulgación, revalorización y rescate del patrimonio escultórico”. Directora: Lic. Lilian Prebisch, Co-directora: Lic. Claudia Albarracin. Marzo 2014 – Marzo 2016. Desde el 2011 ha realizado exposiciones colectivas en la provincia.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cómo fue el transcurso y experiencia de su carrera? Comencé la facultad por influencias de mi profesora de matemáticas con muchas expectativas…, siempre me interesó las artes. Cuándo tuve la experiencia en el taller de escultura del segundo año se me abrió un mundo: trabajar con volumen, tocar los materiales, modelar con arcilla…, todo eso me pareció fascinante y a partir de ese momento sabía que tenía que hacer escultura. Mi maestra fue Beatriz Cazzaniga, fue una excelente profesora, que me dejó muchas experiencia, no sólo como alumna, además me hizo participar en sus proyectos de investigación: de restauración y conservación de las artes. Limpiábamos para la conservativa la estatua de La Libertad de Lola Mora y en el camino a Tafí del Valle, El monumento al Indio, de Enrique Prat Gay. Al finalizar la carrera, realicé los estudios del profesorado en Artes Plásticas en la Facultad de Filosofía y Letra. Luego trabajé en varias escuelas y desde el 2012 gané por concurso y estoy en el taller de escultura, junto a los alumnos y la profesora adjunta. Me considero que estoy en proceso de formación, es decir en los primeros escalones como docente y como productora plástica.

Durante todo ese paso para ser profesional, ¿conoció algún profesional o una entidad famosa, algún colega del mundo artista?

Si he tenido la suerte de estar en talleres de escultores, muchos conocidos a nivel mundial, escultores como Nora Correas, como Graciela Sacco que es una artista visual rosarina, con Pájaro Gómez de Mendoza… que me ayudaron en la formación. Desde el taller todos los años, organizamos viajes y proyectos con los alumnos. Por ejemplo el año pasado fuimos a Buenos Aires: visitamos museos, exposiciones, visitas a talleres de escultores. Entonces esa experiencia de ir al taller del artista, ver sus obras y escuchar al propio artista cómo es su proceso de creación, su responsabilidad frente a la obra… es una experiencia y muy significativa tanto para los alumnos como para mí.

¿Qué escultores la influenciaron? Muchos. Por ejemplo Nora Correas, una artista de Buenos Aires, el año pasado tuve la suerte de estar en su taller; Graciela Sacco, una rosarina, que es una artista visual, no es escultora, pero me interesa como trabaja la imagen, el mensaje que da en sus obras y todo los elementos que utiliza para montar una exposición, sus instalaciones…; sobre todo me parece fascinante como ocupa el espacio, cómo presenta las imágenes. Entre los extranjeros puedo mencionar al mejicano Javier Marín que trabaja en esculturas públicas de gran tamaño; Juan Muñoz es otro escultor español, que trabaja con la figura humana. Yo trabajo en madera, los tallos. En mi construcción reconozco una profunda influencia de Nora

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ENTREVISTA A ELBA GRAMAJO

Correas, sobre todo de sus primeras obras.

su producción.

¿Cómo es su vida de artista escultora?

¿Cómo caracteriza su proceso creativo?

Mi vida como escultora… como artista, soy un conjunto de cosas: escultora, docente de la facultad, artista, ama de casa…En estos momentos siento que estoy en medio de dos actividades muy fuertes: la producción en el taller y la docencia pero además el estar en la facultad significa hacer cursos teóricos, presentar ponencias en jornadas y congresos. Estoy en un proceso de formación tanto teórica como práctica, en una búsqueda permanente de nuevos conocimientos.

El proceso creativo tiene que ver con la parte conceptual y con la parte técnica de la obra. Su lado conceptual es lo más difícil. En el taller nosotros incentivamos a los alumnos para que logren su propia imagen ya que “copiar una cosa es facilísimo”. Con esa imagen se debe querer dar un discurso. Eso es lo más difícil. Entonces el proceso creativo parte de ese concepto, del sentido/significado. Sobre esa idea se va a desarrollar la obra. Por ejemplo: El año pasado hice una instalación de 28 muñequitos en madera y cuando me surgió la idea era una sola…a medida que se va madurando surgieron los demás. En la escultura el volumen es real, entonces si esto va a ser una instalación pienso que el espectador debe circular entre mis muñequitos…

¿Qué piensa usted sobre la idea que a los artistas les es muy difícil conseguir trabajo? Muchos compañeros que ingresan se encuentran con la severidad de los padres: “esa carrera no tiene salida laboral” Creo que a todos nos pasa un poco esto, pero al poco tiempo de estar en la facultad uno aprende que el trabajo del artista, o de creador de obras es algo muy serio, un proceso de búsqueda constante. Pero respondiendo a tu pregunta si, es un campo muy difícil desde el punto de vista laboral. Muchos optan por la docencia a medio tiempo, como es mi caso la facultad, como una ayuda para poder dedicarse a la producción. Son muy pocos los artistas plásticos en Tucumán que viven exclusivamente de 136

¿Su obra deja algún mensaje específico? Mis obras son, como en todo artista, parte de lo autorreferencial. Trabajo mucho con imágenes de vida, de vestidos, por ahí le pongo palabras… unas frases talladas a la madera. Si bien son obras que están hechas en distintos momentos, entre 2011 y 2014, tienen una relación, no solo en lo material, no solo de lo formal, sino también tiene que ver con el concepto, que en mi caso tiene que ver con la feminidad, la cuestión de la edad, la fertilidad. Es el concepto interno sin embargo en mis obras no hay


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

mujeres embarazadas…

¿Cuál sería su fuente de inspiración? Yo misma, mi historia, mi vida. Me inspiro en mí, por eso digo que es autorreferencial. Es mi historia, mi vida lo que vuelco en la obra. Si a mis obras las pongo en una sala, por supuesto puede tener millones de interpretaciones, porque quizás vos vas a interpretar una cosa, él otra y una mujer otra. Todo está muy relacionado con el famoso dicho que la belleza de un hombre está en el ojo de quien lo mira.

¿Está de acuerdo con esa frase? Creo que lo bello es como muy subjetivo; no me interesa que mis obras sean bellas… me interesa que despierten interés, que alguien se acerque y me diga “es buena tu obra”. Acepto la crítica pero no creo que eso pueda modificar mi obra porque perdería mi proceso creativo; si considero que la obra está terminada y definida no la modificaría.

¿Siempre han sido obras duras que no cambian mucho con el tiempo? ¿No utiliza materiales blandos? También he trabajado con telas, con fotografías, con una tela como un hilo que se llama totora. Pero en realidad me he definido por la madera, es más, al taller lo tengo preparado para trabajar con madera y tengo las herramientas para madera. Me parece que es el material más noble en cuanto a textura, a olor, a color.

¿En qué lugares expuso y eso cómo la influenció? Como docente expuse en el Centro Cultural Virla, en el Museo de la Universidad y en el Timoteo Navarro. Pero desde que era alumna hacía exposiciones en la plaza Independencia, en la Casa de la Cultura…Al comienzo no me gustaba mostrar/exponer lo que hacía, es más me costaba mucho. Pero con el tiempo he ido superando eso y ahora me gusta exponer mis trabajos. Aún nunca hice una exposición individual, siempre participé de muestras colectivas. Pero el día de la inauguración de la muestra, que es cuando mayor cantidad de público asiste, me agrada escuchar lo que comentan de mis obras, lo que opinan, y las críticas. Por suerte no he recibido críticas desfavorables. Los comentarios me han influenciado positivamente porque de no animarme a exponer a hoy que siento la necesidad de exhibir mi nueva producción.

De sus obras ¿Cuál es la que más le gusta? La ultima que hice, se llama “En esos días”. Son 28 muñequitas de madera articuladas, que se mueven. Han formado parte de una instalación. Se llama “28 días” porque son los 28 días de ciclo menstrual, cada muñequita está en una posición distinta, porque al ser articuladas unas tienden a tener la cabeza para atrás, otros tienen el cuerpito al costado, la otra tiene un brazo hacia arriba y el otro para abajo, entonces ese movimiento desde esa articulación significa que la mujer todos los 137


ENTREVISTA A ELBA GRAMAJO

días está en una situación de humor distinto; y en la mujer muchas veces ese ciclo de 28 días se repite y se repite. Lo que se refleja en la desarticulación, en el desequilibrio de cada una. Además cada muñequita está atravesada por un elemento rojo que tiene que ver con la cuestión de sangre, de pasión, de amor.

¿Y dónde la podemos ver? Ahora en mi casa, en una caja ja, ja. La expuse el año pasado en el MUNT, en el museo de la universidad.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Díaz, Karina Belén; Heredia, Daniela del Milagro; Morales, Luis Rodolfo; Terroni, Leandro Javier y Uncos, Miguel Maximiliano .

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ENTREVISTA A

MANÉ GUANTAY 1961

Licenciada en Artes Plásticas de la Facultad de Artes de la UNT (Especialidad Pintura). En su carrera se formó con el maestro Ezequiel Linares. Se desempeña como Docente del Taller B de esa Facultad. Es investigadora categorizada de la Secretaría de Ciencia, Arte e innovación Tecnológica de la UNT. Expone desde 1996 en muestras individuales y colectivas del país y en el exterior. Participó en numerosos Salones Nacionales, Regionales y Provinciales donde obtuvo importantes premios entre los que se destacan: 1º Premio VII Salón Julio Cultural UNT, 1º Premio Adquisición Pintura Salón Lola Mora, Río Gallegos, Santa Cruz. 2º Premio Salón Nacional de Pintura “2000 Facetas de la mujer” 2000, Tucumán. Fue seleccionada para representar a la Provincia de Tucumán en el Premio Banco de la Nación Argentina, 2006. Sus obras pertenecen a instituciones tales como la Fundación Salta, Casa de Salta en CABA, Banco Macro, Sec. de Cultura de Catamarca, Asociación Colibrí, Fundación Avon. Asimismo, forman parte de colecciones privadas en Salta, Tucumán, Catamarca, Buenos Aires, España y Estados Unidos. 139


ENTREVISTA A MANÉ GUANTAY

¿Cómo eligió la carrera de artes? Mi formación comienza desde un nivel informal. Entre los 5 y los 10 años participo en talleres libres con docentes de plástica en la ciudad de Salta. De allí paso al taller de la profesora Dora Parra hasta los 13 años, que es cuando ingreso a la escuela de Bellas Artes de Salta. En 1988 me recibo de Maestra Nacional de Dibujo. Allí tuve varios docentes, entre los que debo mencionar a Roberto Jiménez, mi profesor en el último año, formado en Tucumán. Allí me surgen las dudas lógicas de 5º año, sobre qué seguir estudiando (…) Este profesor nos hablaba de Tucumán, de la facultad, de lo que había aprendido aquí, y eso me generó muchas ganas de venir a esta provincia. Vine con un grupo de 4 amigas, de las cuales sólo yo seguí. Una volvió al poco tiempo y las otras no terminaron la carrera. Mi elección fue natural ya que desde chica estaba imbuida en el mundo de la plástica.

¿Qué es el arte para usted? Para mí es una forma de vida, no conozco otra. El arte es un aspecto de la vida que nos diferencia de los animales porque nosotros creamos, no con una finalidad utilitaria, sino como una necesidad de expresión, de manifestarnos fundamentalmente para nosotros mismos, para crear un mundo.

¿Qué significa ser artista? Es un compromiso con la forma de vida que uno elige. Esa coherencia implica que uno decide vivir del arte. Lamentablemente hay muchos artistas 140

que no pueden vivir de lo que hacen, deben hacer otras cosas (…) pero yo tengo la suerte de vivir de la docencia en arte y de mi producción. Creo que no toda la gente puede hacerlo. Ser artista es ser coherente con lo que se ha elegido, jugarse en las buenas y en las malas. Muchas veces hay otras necesidades que uno debe de dejar lado, pero uno debe seguir peleando y seguir así hasta que uno muera. Ser artista no es ser exitoso o serlo cuando uno está pintando solamente, sé es artista en todo momento, es cumplir con el camino elegido.

¿Por qué eligió la docencia? Nunca quise ser docente, no fue mi objetivo al estudiar (…) creí que nunca lo iba a llevar a la práctica. Si alguna vez pensé en la docencia fue a través de un pequeño taller. Nunca en una institución. Pero comencé por una necesidad de involucrarme, había comenzado con algunos posgrados después de recibirme. Tenía que trabajar y me surgió una propuesta en una Escuela de Bellas Artes en Catamarca. Acepté por una necesidad de trabajo. Pero después, ya con la tarea entre las manos, tuve ganas de especializarme, de perfeccionarme. Y más tarde ya quería entrar a la facultad pero a realizar actividades de taller. Nunca que interesaron las materias teóricas sino todo lo que se refiere al taller, que es mi campo. Me presenté a un concurso y gané. Así, sin querer, empecé con la docencia. No me arrepiento porque es una de las experiencias más gratas que tengo. Implica mucho crecimien-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

to en todos los aspectos, incluso en mi producción. Los alumnos, el taller en sí, han enriquecido mucho mi producción. Cuando comencé a enseñar me planteé cómo hacerlo y me remití a mis maestros. Por ejemplo, Ezequiel Linares, que tenía una forma bastante particular de enseñar, no era el docente típico. Enseñaba a través de sus charlas. Tuve la suerte que me invite a su casa y se charlaba no de pintura específicamente, sino eran charlas de actualidad, de gente amiga, de experiencias de vida (…) Así aprendí a pintar hablando de tango, de actualidad etc. No hago lo mismo, pero me llevó a tener una visión de la docencia, a tener una visión más cercana al alumno, no estar en un pedestal sino charlar con los chicos.

¿Qué metodología de enseñanza utiliza? Nosotros trabajamos en equipo. Nos distribuimos en distintos grupos de alumnos. Generalmente me ha tocado grupos de 3º, 4º y 5º, pero con los que más cómoda me he sentido es con los 5º año. Allí los alumnos tienen más claro lo que quieren ser y si quieren vivir del arte. Allí se enseña a nivel de transferencia, de charlas (…) Me siento más cómoda que enseñando los primeros pasos de cómo pintar. Me gusta cuando el alumno ya está listo para salir de la facultad. No le aporto conocimientos técnicos, que se pueden leer en los libros, sino en cuanto a mi experiencia. En la facultad siempre te dicen que el título no es de artista sino de licenciado en arte. Te da la posi-

bilidad que seas docente e investigador. Es decir, hay varias líneas de trabajo y no necesariamente la producción. Siempre les insisto en que cuando salgan de la facultad sigan pintando. Muchas veces se da el caso que egresan, se van y no vuelven a tocar un pincel. Por eso enfatizo en la cuestión de la producción, en que deben armarse una carrera. Les enseño lo que nadie les enseña: cómo prepararse para salir de la facultad, cómo pueden armar su futuro en la producción. Me parece muy importante transmitir eso porque uno tuvo que aprender a los ponchazos.

¿Qué artistas influenciaron en su carrera? Ezequiel Linares, Marcelo Lazarte (mi pareja). Él tuvo una influencia no en mi época de estudiante sino después. También la escultora Norma Correa. Muchas ideas me surgieron de obras de esta escultora (…) En el ámbito local de Blanca Machuca y de una catamarqueña amiga, Celina Galera. Mucha gente me ha ido aportando cosas, algunos desde la imagen, otros desde su forma de vida y otros desde la propia obra (…)

Muchas gracias profesora

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Romina Alejandra Fernández del Carril

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ENTREVISTA A

MIGUEL JIMÉNEZ Nació en Santiago del Estero donde estudió en la Academia de Bellas Artes del Norte “Juan Yapary” para luego completar sus estudios en la Facultad de Artes de la UNT, especialidad escultura. En el taller de escultura fue técnico y luego Profesor en el DAPA. Colaboró activamente en las Jornadas de Reflexión sobre el Arte que organizaba el Instituto de Investigaciones Estéticas entre 1991/97. También ejerció la docencia en la Escuela Gobernador Miguel Critto. Participó en numerosos concursos y exposiciones en la provincia y en la región en forma individual y colectiva.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cómo fueron sus inicios en las artes plásticas? Desde muy niño me gustaba trabajar con las manos; así agarraba cualquier cosa y dibujaba. Mi familia siempre me alentaba. No tuve impedimento alguno. Desde muy chico trabajé en una carpintería, allá en Santiago del Estero. Allí, recibían a muchachos como aprendices, y se les pagaba su correspondiente sueldo. Como era tan joven, tuve que hacer trámites en el ministerio de trabajo y conseguir la autorización para poder trabajar, mientras hacía la escuela en horarios nocturnos. Desde entonces siempre dibujaba en todo momento libre, es decir que tenía bien marcada la vocación por el arte. Por un compañero me enteré que en Santiago se había inaugurado una Escuela de Bellas Artes, en la década del 60. Allí comencé a estudiar, y recuerdo que tuve grandes maestros…me alentaron en todo el proceso de aprendizaje y terminé con medalla de oro, en esa época realizaban un concurso de dibujo. También iban profesores del Departamento de Arte de Tucumán. Se exponían sus obras, hasta que un profesor, el pintor Santiago Gramajo, dijo: “Che, aquí le damos mucha oportunidad a los tucumanos, por qué no abrimos una posibilidad para los demás. Ya tenemos dos camadas que han egresado, que se especialicen en una materia, en alguna especialidad”. Hacen un pequeño concurso interno con la gente egresada, y me dieron una oportunidad, porque ya tenía una trayectoria con premios

que habían calificado como “Artistas nobles”. En fin, participaba en salones, y eso me benefició, pero por pocos meses. Más tarde vine a Tucumán. En esa época se encontraba Lucrecia Rosenberg en el Taller de Escultura. Yo la había conocido porque fue a Santiago a dar una charla sobre la pintura impresionista… Era el mes de Mayo, recuerdo, estaba Ricardo Somaini de Director del Departamento de Artes. Me hicieron una prueba y gané una beca, era muy poquito en dinero pero me ofrecieron residencia. Al poco tiempo… ¡la beca se transformó en un cargo! Como tenía conocimientos de carpintería, aunque no era carpintero, pero tenía cierta práctica, me inicié allí en el ‘67. Al poco tiempo pasé al Taller de Escultura, donde estaba como Jefe Fernández Larrinaga. Allí comencé mis primeros pasos en escultura, me gustaba mucho… al año siguiente hice el rotativo en pintura… Como verás iba al revés de la carrera tradicional. Vivía aquí, en una piecita, en el Departamento. Así, a veces, me amanecía trabajando en el taller. Me gustaba mucho soldar, mucho toda la parte de metalistería…

¿Cómo fueron sus estudios? Como me dedicaba mucho a la escultura, en esa época, descuidé bastante la parte teórica. Pero entonces se podía rendir las teóricas en cualquier momento. No había tantos reglamentos… siempre le puse más empeño al taller, “a la vida del taller”. Como yo egresé de la Escuela de Bellas Artes como

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ENTREVISTA A MIGUEL JIMÉNEZ

Maestro de Plástica a nivel nacional, tenía el consuelo de decir: “Tengo un título”, pero de todas maneras me esforcé y rendí libres muchas teóricas hasta que logré terminar la carrera. En el ’76, con el golpe militar me trasladaron al Instituto Técnico, porque yo realmente había tenido actuación gremial, era un delegado, humildemente dicho. Fui con temor a presentarme a las autoridades y les pregunté si ese traslado era un premio o un castigo y me respondieron: “No, lo conocemos por su trayectoria artística, y para nosotros es un orgullo tener a una persona como usted”, me elogiaron. Allí también me dieron vivienda. Seguí trabajando, modelando, soldando, fundiendo. Como a un compañero lo trasladaron a la Quinta Agronómica, y quedó vacante un puesto en la parte de carpintería, solicité tomar ese puesto. Allí colaboraba en la fundición, soldaba, hacía herrería….Fue un refuerzo grande, hasta que vino el gobierno de Alfonsín, donde pude volver a la facultad. Me reintegraron al Taller de Escultura, para entonces ya me había casado. Desgraciadamente a los tres meses quedé viudo. Después me volví a casar, vendí mi casita que tenía en Villa Mariano Moreno y me trasladé cerca de la Quinta Agronómica; ahí vivo actualmente con mi señora, tengo dos hijas, ya son profesionales. Un año después, a un grupo de compañeros se le ocurrió filmar una película aquí entre nosotros. Me pidieron que hiciera los sonidos, los hice con algunos metales, y se grabó. Se compaginó los sonidos en la película, y de ahí quedó… No recuerdo el 144

nombre de la película. Poco tiempo después, una representante de Norteamérica dio una charla de arte moderno, que era auspiciada por Jockey Club. Le mostramos la película y quedó encantada. Así empecé a investigar los sonidos. Mis últimas obras representan los sonidos de las esculturas. Hice varias presentaciones: en Termas de Río Hondo, en el encuentro de escultores en Salta, en Jujuy, luego dos o tres veces en Famaillá,…y éste año vamos a ver si hacemos alguna exposición.

¿Qué opina del arte actual? «El arte es arte». El arte no pierde vigencia. El arte perdura, no tiene caducidad. Imagínate, las obras de grandes artistas perduran por su esencia, por su dedicación. Mientras el ser humano viva, habrá tecnología, ciencia y arte. El ser humano siempre va a necesitar tener un lápiz y un papel, un cincel, una gubia, un pincel y pintura, para hacer, crear. El arte es la expresión del alma, del espíritu. No importa la época en la que se viva. ¿Por qué voy a cambiar mi esencia? El arte es así, “no envejece”.

¿Qué me puede decir de su producción? En mi producción tomé temas variados, mundiales y regionales, de mi Santiago: Las arañas, los insectos, la langosta, el mamboretá, el alacrán, todo esto lo trabajé en metal; pero también los sonidos, el mundo abstracto, símbolos en ensambles de chapa, de hierro…, allí uno descubre movimientos, sonidos, y voy tratando de interpretar el silencio del


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monte, los coyuyos, el tuntún de los pájaros, como dicen: “El alma del quebracho”. Es decir, lo telúrico puede provenir de un mundo abstracto porque tomo una maraña del bosque, y al no estar definida, le voy dando cierto movimiento. Esto trato de que impacte en el espectador… para que llegue a captar mi mensaje. Cuando yo hacía una exposición o hacía una retrospectiva siempre arrancaba de lo figurativo a lo abstracto. Así a través de hierros ensamblados trato de producir “Los árboles del mañana”, porque el hombre va destruyendo la naturaleza. Una de las últimas exposiciones la hice en el Virla. Realicé una escultura de Homenaje de los Cien Años de la Universidad. Se trata de letras ensambladas y cada una simboliza el nombre de cada facultad, con un número oculto: “13”, en el medio, que simboliza a las trece facultades, y arriba una chapa que dice: “100 años de la UNT”. Realicé un proyecto del Bicentenario en chapa, lo tengo ahí en casa. También hice trabajos por encargo para Catamarca, un trabajo de Güemes para la escuela, que fue una donación. En Santiago también hice un trabajo para la biblioteca “Francisco de Aguirre”, en Termas hay obras mías, incluso un coleccionista de Francia me compró una pieza para su colección, también de Cuba cuando vino un Doctor; le interesó una obra y la compró…en fin siempre estoy haciendo obra….

¿Siente la presencia de algunos maestros… tuvo influencias en su producción? Los maestros nos respetaban mucho, trataban de

no meterse demasiado en las obras de los estudiantes. Te decían: “Deje ahí nomás, no toque. Ahí está la expresión, ahí deja una estela de la expresión”. Esos popes, estimulaban. “Esa cosa”, como decía el profesor Linares al mirar a sus alumnos: “No toque, déjelo así como está. Tiene la expresión”. Eso influía en la producción de todos nosotros…Yo trataba de no caer en eso de copiar a los maestros, al contrario, quería dejar mi impronta. No por eso la técnica que ellos enseñaban, cómo sostener el martillo, cómo te vas a parar, los detalles y las claves, pero ya quedaba en uno tomarlos y seguirlos.

¿Qué me puede narrar del Taller de Escultura? El Taller de Escultura era una familia. Cuando exponíamos, nos ponían el colectivo de la universidad e íbamos todos, y no solo del taller, sino que también venían los compañeros de pintura y grabado. Claro, siempre nos cruzábamos de un taller a otro, había una relación más humana, estábamos más en contacto. Uno enfermaba, todos iban a preguntar… Después estuve en Aguilares como profesor y en la escuela de provincia como docente de plástica. Ya me jubilé pero siempre vengo, siempre estoy en contacto, no me retiro, porque yo viví aquí, esta facultad, este mundo es parte de mí. Como tampoco dejo de trabajar la escultura, siempre estoy haciendo, creando.

¿Qué está haciendo actualmente? Trabajo humildemente porque he tenido dos grandes maestros que no han sido egoístas para ense145


ENTREVISTA A MIGUEL JIMÉNEZ

ñar, y eso sigue en cadena porque yo no guardo secretos, al contrario, estimulo, y actualmente dicto el curso de metalistería aquí en la Facultad de Artes los días sábados. Viene gente de todo nivel, de diferentes edades. Como te digo, trabajo mucho en metal, pero no dejo de modelar, cuando necesito hacer un cemento directo, lo hago. Todas las técnicas de escultura que poseo es gracias al gran maestro que he tenido. Usé las piedras también con el profesor Fernández. Yo hacía y hago todo con amor, con cariño, en fin, eso me inculcaron los grandes maestros. Vivo muy agradecido con esta institución. La gente pasa pero queda la institución, las enseñanzas. Trato siempre de no ser egoísta, saludar, por ahí te contestan o no, bien, uno cumple con uno mismo. Todas las vivencias en esta casa fueron enseñanzas para mí. Tomé mi paso por el Departamento de Artes como una lección de vida.

Muchas gracias profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Kugel, Desirée

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ENTREVISTA A

EDUARDO JOAQUÍN 1955

Nace en Bahía Blanca en 1955. Reside en Tucumán desde 1966. Es egresado de la Facultad de Artes de la UNT, actualmente se desempeña como Docente del Taller “Ezequiel Linares” (Pintura, V) y participa en proyectos de investigación de la Secretaría de Ciencia, Arte e Innovación Tecnológica de la UNT. Es Director del Instituto de Arte y comunicación de la Facultad de Artes y fue Director del Departamento de Artes Plásticas en varias oportunidades. Fue Consejero Directivo de la Facultad de Artes e integrante de la “Asamblea Universitaria de la U.N.T.” (1987/1988 y 1992/1994). Miembro fundador del Grupo Norte y 1º Premio XXX Salón del Tucumán (1991). Realizó numerosas exposiciones colectivas e individuales a nivel provincial, nacional e internacional. En el año 1992, recibió una Beca de la Universidad Nacional de Tucumán para realizar intercambio con Universidades Europeas y exposiciones de sus Obras en Alemania, Francia y España. Recibió distinciones en Salones Nacionales, Provinciales y Municipales, su obra forma parte de colecciones públicas y privadas en Argentina y Europa. 147


ENTREVISTA A EDUARDO JOAQUÍN

¿Cómo son sus comienzos, su relación con el arte?

bamos artes y que militábamos políticamente, es decir éramos “objetivos de la dictadura”.

En mi niñez empieza mi carrera. Mi padre era fotógrafo y ya cultivaba esta “cuestión de la mirada”. Entonces desde muy niño salía con él, en los campos de Bahía Blanca, a sacar fotos .Eso me dio una experiencia muy importante: “aprendí a mirar”. Cuando estaba en el secundario no tenía dudas como otros chicos de lo que iba a estudiar, nunca tuve dudas. De hecho cuando nos mudamos a Tucumán, a mis 11 años, lo único que me preocupaba era si había facultad de artes o no.

¿A quiénes reconoce en los inicios de su formación?

Entré a la facultad, hice mi carrera en los años más difíciles durante la dictadura. Por eso muchas de mis obras están ligadas a este tema. Justamente porque fui militante político desde mi adolescencia (…) Milité en el peronismo en el secundario. Es así que entré a la universidad en plena efervescencia de la militancia, en 1975. Fue un año muy complejo desde el punto de vista político, pero que para mí transcurrió con grandes maestros tales como Aurelio Salas (lo destaco porque va a ser una persona muy importante en mi vida y en mi obra). Fue uno de los maestros que sin haber sido directamente mi profesor fue “maestro”. Lo conocí en realidad, fuera de la facultad, a través de mi padre. En el segundo año de la carrera fue el golpe militar de 1976, con la dictadura cívico militar e inclusive antes, empezaron a desaparecer amigos nuestros (…) Eso fue muy fuerte para nosotros que estudiá-

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Aurelio Salas. De él aprendí las diferentes técnicas, más que nada por el verlo trabajar (...) Aurelio no era de hablar. Tenía una buena relación con él, salíamos juntos, digamos que era su amigo joven. Y después tuve una gran relación con Linares, aunque sólo estuvo como profesor mío en tercer año, porque en cuarto se fue del país (…) o sea que mis compañeros y yo terminamos formándonos con el recuerdo. Por supuesto que la facultad también nos dio el soporte técnico y en lo que hace a nuestras prácticas, las hicimos en los talleres (…) Pero las influencias claras son de Salas y de Linares (…) es decir, una especie de formación mixta, institucional por un lado y con horas “extras” con artistas de fuste de esos años por el otro.

¿Su obra parte de la inspiración, de un proceso creativo o es estudiada, premeditada? Yo tengo formación psicoanalítica, he estudiado psicoanálisis, estudié a Freud y a Lacan durante muchos años, entonces mis obras necesariamente tienen que ver con el inconsciente, hay mucho de lo inconsciente que uno no sabe que es (…) En realidad  lo que yo hago es un texto en forma de dibujo, yo digo cosas. Ustedes habrán visto mi obra, tiene que ver con una mirada sobre la humanidad, sobre


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

el ser humano, sobre la condición humana, sobre la miseria humana y también sobre un contexto social. Qué pasa con las relaciones, qué pasa con el amor, qué pasa con el sexo, qué pasa con la política, qué pasa con la vida. Eso tiene mucho que ver con algo que uno no sabe, no es un proceso matemáticamente racional, hay una serie de cuestiones que no sé, ni me importa saberlas, o sea, si yo me sorprendo de mi propia obra mejor, si hay algo que me parece maravilloso del arte es que te puedas sorprender con vos mismo, con lo que vos haces, ahí está el ejercicio de la libertad, precisamente donde vos no sabes bien que estás haciendo. En realidad yo no creo en la inspiración,  no creo que uno se inspire o que las musas pasaron y uno se quedó inspirado, entonces trabaja más o menos; lo que sí creo es que hay mucho de trabajo, hay mucho del ejercicio cotidiano del trabajo, de laburar en eso que si uno se sienta a esperar que pasen las musas podes no trabajar nunca, de cualquier manera yo no soy demasiado metódico. Trabajo cuando tengo ganas, si no tengo ganas me cuesta mucho trabajar, a veces triunfa mi voluntad por sobre mi vagancia y trabajo, y a veces trabajo porque hay algo que me lleva a trabajar pero no quiere decir que siempre sea de la misma forma. La última muestra que hice, en noviembre del año pasado, que fue una muestra enorme con ciento y pico de obras en el museo Timoteo Navarro, fue producto de tres años de trabajo. Estuve tres años trabajando concentrado porque se dieron una serie de condiciones en donde yo pude trabajar todos los días,

metido en mi taller.

¿Cómo empezó el Grupo Norte? Con un grupo de amigos viajábamos a Buenos Aires con nuestras carpetas a realizar bocetos de obras en los museos y galerías (...) Con los compañeros de entonces conformamos un grupo que se llamó “Grupo Norte”. Lo integrábamos: Sergio Tomatis, Virginia Muro, Alicia Peralta, Aída Romero, Víctor Quiroga, Ricardo Abella, Marcos Figueroa y yo. Todos, a excepción de Marcos, compartíamos el taller A en el Departamento de Artes (hoy Taller Linares), éramos discípulos de Linares. Buscábamos junto a Ezequiel una experiencia creadora, un proceso de crecimiento (…) todos compartíamos la misma identidad, la historia sobre lo que queríamos narrar en la obra. Contarla era lo que nos unía a pesar de los distintos lenguajes plásticos de cada uno. Hicimos una instalación que se llamó “Registros” (por la reunión de datos registrados). Por ese entonces, en Tucumán no existía la instalación, la perfomance (...) Era una obra de dimensiones gigantescas, llamó mucho la atención. La idea consistía en un mural en el que la gente pudiera entrar en él. Casi todos los sobrevivientes de esa época dolorosa sintieron que la realidad cotidiana y de gran opresión los envolvía. Estaban presentes los miedos, el dolor, las creencias místicas, la violencia (…) Entonces vos entrabas en la muestra y te sacudía sin dar tregua (…) al terminar de recorrerla habías vivido una especie de catarsis.

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ENTREVISTA A EDUARDO JOAQUÍN

¿Cómo se realizó el proyecto? El proyecto fue realizado en el Museo de Bellas Artes. Se contó con seis meses para montarla. Se pasó del plano a la incorporación de volúmenes a través de las esculturas que se adosaban al plano, también se adherían bultos que llegaban casi hasta el techo. Para poder “hablar con libertad” de la realidad. Entonces, cada uno tomó una parte de la ciudad. Mi tema era el Mercado del Norte, de Abasto, el mercado de la vida (…) ese era el concepto. Sergio Tomatis: la Peatonal; Aída Romero: los Colectivos; Alicia Peralta: La Difunta Correa; Ricardo Abella: El Chanco; Tito Quiroga: El Familiar; Marcos Figueroa: Un bar. Esto dio como resultado un espacio multifacético que nos permitió lograr los objetivos propuestos. Por lo tanto puedo afirmar que esta experiencia del Grupo Norte, sin proponérselo, fue una radiografía de la realidad tucumana de los ’70. Luego vino “Datos”, en 1981 (Córdoba). Esta época marca la transición en mi obra: Con Registros surge el color con técnicas mixtas, óleos aguados (para lograr la transparencia en el dibujo), lápices de colores, tinta china (siempre negra). Luego me cansé del blanco y negro y desde entonces comienzo con tintas y lápices de colores. Nunca dejé de trabajar con lápiz. Toda mi obra es a lápiz. Estoy mucho tiempo con un trabajo.

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¿Cómo se insertó como productor artístico y como docente en la Facultad? Bueno como productor es complicada la inserción. Lo que pasa es que trabajo desde el ’75 ininterrumpidamente: todos los años he hecho una exposición, he estado produciendo y me he ido haciendo de un nombre. Hay mucha gente que me conoce y por ahí compra mi obra o se interesa por lo que estoy haciendo. No estoy interesado en el mercado sino más bien en una cuestión cultural. Esto es imposible separar de mi rol docente, o sea, no se puede enseñar algo que no se sabe. Mal se puede enseñar a dibujar si no se sabe dibujar y aquí viene la otra cara de la misma moneda: mi práctica docente está acá, circunscripta al área del taller y al área de la relación que tengo con mis alumnos y te puedo decir que esto es algo fundamental para mi vida. No puedo separar con mucha claridad hasta donde soy un docente de taller y hasta donde soy un artista plástico porque hay un punto en el que todo se junta. Ser docente es fundamental para mi actividad creativa, me estimula, me hace sentir útil, me siento como parte de esa transferencia (…) ¡Disfruto muchísimo el formar gente! Además disfruto tratando de explicarles que es lo que hago con mi obra. Creo que eso es lo más importante: lograr que el alumno entienda mi proceso y lo pueda hacer propio (me refiero al proceso no al resultado). Es como una cosa simbiótica, es decir soy ese paquete “plástico-docente” o “docente-plástico”.


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

Creo además, que un artista plástico tiene siempre un perfil docente por el sólo hecho de mostrar la obra y ponerla a consideración del público. Creo que ahí también hay una parte de enseñanza: uno está mostrando y enseñando eso, nada más que su obra. En lo que respecta a mi ingreso a la facultad como docente, fue absolutamente circunstancial. Yo entre a la facultad, gracias a Ezequiel Linares que me enseñó a enseñar, en realidad aprendí a enseñar con él, la mejor pedagogía es la que se aprende  con un artista que habla de su propia obra, hay ahí un acto pedagógico. Por otro lado, Carlos Navarro, el primer director en la democracia del Departamento de Artes y primer decano de la Facultad de Arte, gran amigo mío y compañero de estudios, fue quien de alguna manera conformó un grupo de artistas que luego entramos a la facultad como docentes. El armó un grupo de docentes democráticos dentro de la facultad y ahí comenzó mi carrera docente, yo no tenía planeado ser un profesor, lo único que sabía era que iba a dibujar y muy probablemente me iba a dedicar a algo, no sé bien qué, pero siempre iba a dibujar.

¿Qué nos puede decir de la figura del “maestro”? Digamos que hay una evolución de lo que era la figura del maestro y del discípulo a lo que es ahora la figura del profesor y el alumno. Son dos cosas distintas. El maestro era alguien que enseñaba

una forma de vida, no te enseñaba una práctica. Ésta era una consecuencia de ese estilo de vida. El maestro tiene que ver con algo más paternal y existe en el discípulo una admiración por su obra, por su vida. Yo no aprendí a pintar con Linares, que era mi maestro, sino que aprendí a pensar. ¡Sobre todo eso! Una ética (…) Me parece que la figura que yo y mi generación tuvo de “maestro” ha desaparecido. El arte contemporáneo tiene una cosa con la tradición, en donde aparece el tema de la ruptura, de la fragmentación, la reconstrucción (…) que también tiene que ver con la muerte del maestro. Creo que hay una especie de parricidio, con la insistencia de “matar al maestro”, que es casi lo mismo que “matar al padre”. Es como que la figura se traslada a otro lado, pero no quiere decir que desaparezca. Si creo que hay una imagen distinta. Quizás la operación de sujetos “puestos a saber” sea la misma pero van cambiando las maneras, las formas (…)

¿Qué es para usted la universidad y en particular la Facultad de Artes? La universidad en el orden del conocimiento mundial es la cúspide de la trasmisión y la generación del mismo, porque las universidades tienen tres funciones básicas: la de investigar, enseñar y la de extensión. Y habría una cuarta, la de creación de recursos humanos. Siendo las dos primeras las más importantes, estando el conocimiento de punta, es fundamental el desarrollo del conocimiento en una sociedad ya que justamente a través de sus universidades se puede hacer una lectura de los pueblos.

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ENTREVISTA A EDUARDO JOAQUÍN

La universidad es un nivelador social, otorga un status igual a todo el mundo. ¡Ojo! La universidad democrática, que sea pública, gratuita, estatal, de ingreso irrestricto y laica, es una universidad que les otorga libertad a los pueblos. La Facultad de Artes, nuestra querida y amada pero también odiada facultad de artes, es parte de la universidad y tiene una parte de todo esto que dije. Por otro lado, tiene una enorme tradición de conocimientos y de grandes artistas, de grandes personalidades que han pasado por la universidad dejando huella. Esta huella está en la universidad, está en ustedes los alumnos pero también está en ustedes aprovecharlo y tomar de eso lo mejor para sí. A veces no es tan fácil porque sufre procesos de cambio y transformaciones de políticas, de gente que piensa distinto. La Universidad de Tucumán está en un gran proceso de cambio, con buenos docentes pero está en el estamento estudiantil ver donde está lo mejor, donde pueden absorber lo que les conviene.

¿Qué diferencias hay entre el Departamento de Artes cuando usted estudiaba y los tiempos actuales? El contexto histórico es fundamental. La época en la que yo estudié era la época en que desaparecía gente, asesinaban a personas. Nosotros teníamos una postura radical frente a la cultura, la sociedad, la política (…) Arrastrábamos esa cosa casi setentista, aunque éramos más chicos. Creo que el con152

texto histórico, político, social era distinto. Nosotros funcionábamos de otra manera. Queríamos decir lo que sentíamos pero a la vez ¡tratar de que no nos maten! Era todo muy distinto, la libertad que existe hoy no la teníamos, entonces había que buscar la manera (…) Todo eso afecta tu producción, tu ideología, tu lenguaje, lo que ibas a decir y cómo lo ibas a decir. Todo era distinto, ni mejor ni peor, distinto.

Muchas gracias profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

María Elena Ferro, Francisco Lobo, Paola Abello, Rosa Avila, Yanina Paz, Guadalupe Herrera, Claudia Aguilera, Claudia Fernández, Ana Maylén Brandán, Cinthia Nadir Ruiz, Abigail Lizondo, Leticia Silva, Paola Silva y Gabriela Roldán.


ENTREVISTA A

NORMA JUÁREZ 1968

Licenciada y Profesora en Artes Plásticas de la Facultad de Artes de la UNT (Especialidad Pintura y Grabado). Es Profesora Adjunta de la Cátedra “Práctica de Taller de Grabado III, IV y V” de la Facultad de Artes y profesora en la Escuela de Bellas Artes. Es corresponsal para el Ámbito Provincial de “Arte al día internacional” -periódico especializado – (Buenos Aires). Se especializó en Arte Contemporáneo en Contemporánea 2 CEDEC, Buenos Aires. Actualmente es doctoranda de la carrera Doctorado en Humanidades de la Facultad de Filosofía y Letras de la U.N.T. Miembro integrante del Proyecto de investigación “Trabajos de memoria y marcas territoriales. El terrorismo de estado en la provincia de Tucumán (1974-1983)” entre 2005 y 2008 (SCAIT-UNT). Obtuvo importantes premios. Se destacan: 3º Premio Internacional de Artes Plásticas: Grabado “Valentín Ruiz Aznar” (Granada, España); 1º Premio Grabado: XIX Salón Nacional Ward de dibujo y grabado, Buenos Aires; Premio “Juan B. Dell Acqua” a la mejor xilografía XXXI Salón Nacional de Grabado y Dibujo, Buenos Aires, entre otros. 153


ENTREVISTA A NORMA JUÁREZ

¿Cómo eligió estudiar artes plásticas? En mi niñez, sólo estuve relacionada con el arte a través de la enseñanza de plástica que se da en la escuela primaria, donde la hora de dibujo era un recreo. Como vivía al frente del parque 9 de Julio, mis padres me mandaban a la escuelita de arte que funcionaba en el parque, en la Casa de la Cultura de la Municipalidad. Eso me marcó profundamente porque teníamos una diversidad y una variedad de materiales enorme. Ahí conocí por primera vez la plasticola de color, con unos verdes, unas transparencias (…) me fascinaba. Así siempre estuve en contacto con la naturaleza. Más allá de estas aventuras, mi familia, mis papás tienen la educación básica. Al momento de elegir formación superior no sabía que existía la Facultad de Artes. Hice un bachillerato con orientación pedagógica en un colegio común. En quinto año conversábamos sobre el futuro. Todos querían ser médicos, abogados y yo me decía: ¿Qué hago? Nunca me llevé ninguna materia a rendir, pero ninguna materia me gustaba demasiado salvo geografía, la parte de cartografía. Me enteré que en el Centro Cultural Virla daban un curso de orientación vocacional. Allí en ningún momento me dijeron usted puede estudiar esto o aquello. Sino que a través de distintas actividades nos íbamos dando cuenta cuál era el área que más nos interesaba. Ese día digo: me interesa el dibujo. Llego a casa y digo lo que me interesaba estudiar. Tengo la suerte que mi

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padre no es prejuicioso (…) creo que todos los padres quieren para sus hijos una carrera convencional, algo que le genere una estabilidad económica. Pero, como les dijo a todos mis hermanos: “Usted quiere ser basurero, sea basurero pero sea el mejor”. Qué quiere decir eso, que cuando yo elijo tengo que hacerlo con responsabilidad. Saberme con un derecho a elegir pero que debo asumir mis obligaciones. Tengo que estudiar, seguir un ritmo, aprobar materias (…) No sabía dónde quedaba la Facultad. Me enteré por la guía de teléfonos. Fui y me inscribí. Cuando entré a primer año me dije: “Este es mi mundo”. No salí nunca más. Cada día era una novedad y era el disfrutar de lo que hacía, aprendía, conocía. Todos los días era un aporte para mi construcción.

¿Por qué escogió la carrera? ¿Por qué la escogí?, porque creo que es un sistema que nos permite, digamos, llevar a cabo las expresiones en un lenguaje que no es el “característico” o el “típico” o el más utilizado. El más utilizado es el verbo, la palabra -tanto oral como escrito-, y creo que en esta época, en especial la posmodernidad, está plagada de información de decir; entonces por ello opté “por decir” a través de la imagen. De todas maneras, lo que me interesa dentro del campo del arte es la utilización de ésta; en especial su historia.


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¿Y cuál sería su especialidad? Yo hice dos especialidades: La especialidad en pintura y la especialidad en grabado, pero me casé con el grabado; o sea, es la especialidad a la cual más me dedico, de todas maneras hoy por hoy tienen que tener en cuenta que frente, digamos, a la versatilidad de información en medios, herramientas de materiales, el productor en su taller no es “ortodoxo” y no se queda encajado en su disciplina. En general, hace cruce dentro del campo de las artes, en otros campos como: tecnológicos, las nuevas tecnologías que están muchísimo en moda, el campo del medio ambiente, la ecología (…) hay una variedad de cosas.

¿Cuál fue su experiencia artística? Yo egresé hace bastantes años. Además de hacer la docencia continué con producción de taller. En general, mi producción en este medio no tiene visibilidad por una decisión propia. Este medio, a pesar que soy directora actual de la carrera, “adolece”, ¿sí?; o sea, que le falta el desarrollo, tanto de lo que sería consumo (el mercado del arte), o sino como también los teóricos que pueden avalar, sustentar y fortalecer la producción artística. En general, nuestra provincia adolece de críticos del arte. El crítico del arte es una pieza importante porque articula el campo específico del arte: el mundo del productor, y la gente que está interesada en el mundo artístico (...) digamos que es el puente con el público en general. Sí lo encontramos en los me-

dios masivos de comunicación, como por ejemplo en los diarios. En ellos encontramos gacetillas ampliadas que no son críticas, y en eso, como les digo, sustenta, avala y fortalece la producción del artista a punto tal que pueda crear o provocar el paso siguiente que sería la relación con el mercado del arte. Prácticamente acá no hay coleccionistas que compren y vendan (...) Hay algunas galerías que funcionan. Sé que muchas funcionan a pulmón por los mismos egresados pero hace falta un circuito económico. Pero volviendo a la pregunta que ustedes me hacen, mi producción artística generalmente ya desde mis inicios ha tenido una vertiente más internacional y desde 2009 yo asisto dos veces al año a Canadá. El primer viaje es justamente por una selección que me hace un centro cultural específico de grabado, yo acepto y me postulo, seleccionan y me contratan para llevar a cabo una exposición y dar dos conferencias. Allá nada se hace gratuitamente. Uno recibe un cachet por exponer sus obras y bueno, a partir de ahí empecé a articular. Allá funciona en las zonas de habla francesa en la ciudad de Montreal un atelier específico del papel Japanese (papel japonés), ellos son unos exquisitos en el soporte; en cómo preparar la pulpa, cómo preparar el soporte para que haya una buena adherencia de las tintas, que no son las que utilizamos acá sino que son específicas. Digamos que se trabaja con otra calidad de materiales y de obra, por supuesto. Entonces, a partir de ahí es que voy y vengo. Ahí también conocí a gente de México que se había interesado en una técnica que yo comencé a 155


ENTREVISTA A NORMA JUÁREZ

desarrollar en el año 2011, que es litografía sobre poliéster, no sobre la piedra, y ellos me invitaron a dar un curso en el museo universitario Lun Chopo que depende de la universidad autónoma de México. Hice dos actividades ya en Egipto, así es que bueno, la producción artística mía básicamente, la visibilidad está en circuitos fuera del ámbito provincial y nacional.

sofía y Letras e hice las pedagógicas, ¿sí? Y luego fui a Buenos Aires a hacer un perfeccionamiento en Historia del Arte contemporáneo. Uno de mis trabajos tiene que ver con eso: enseñar Historia del Arte Contemporáneo en la escuela de Bellas Artes de la UNT. Retorné y cuando vino la oportunidad de rendir un concurso acá me postulé y lo gané, y a partir de ahí enseño en esta institución.

¿Y sobre su participación en exposiciones?

¿Encuentra usted en el arte algo recíproco o aislado?

Te puedo decir que participé en el periodo como alumna y luego, cuando uno egresa, comencé con la participación en los salones. Tuve las retribuciones, premios, distinciones, selecciones también, pero lo que trato ahora es de ser más estratégica. Tengo en cuenta cuáles son los ofrecimientos y participo e invierto para el envío de mi obra solamente en los circuitos donde me interesa.

El arte es la producción de un sujeto. El sujeto creador, es aquel que tiene que producir variables en lo ya instaurado. Para mí el arte es algo que fluctúa, que se construye permanentemente donde uno va construyendo las directivas. Si uno ve las imágenes como del ‘94 al ‘99 se producen variables, del ‘90 al ‘2000 otras, en el 2006 otras. Así podemos vincular la relación de construcción recíproca entre el sujeto y el contexto, como el contexto me va alimentando, me va condicionando en mi crecimiento y como yo lo voy devolviendo al medio.

¿Qué hizo después de terminar su carrera (graduarse/recibirse)? Lo que hice antes de terminar mi carrera fue estudiar las pedagógicas porque yo comencé mientras hacía la especialidad grabado (…)Luego hice la adscripción en el nivel de tercero del taller de grabado y fui alumna de una docente que me enseñó muchísimo, Matilde (Tuca) Aybar. Ella nos decía que la docencia tiene sus virtudes y sus ventajas, pero yo pensé que para llevar a cabo la docencia de modo más comprometido y más consciente hay que prepararse, entonces fui a la facultad de Filo-

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¿Lo recíproco es la idea, o sea usted va dando, pero también le va dando cosas para seguir? ¿Por ahí en un estado más pausado se puede ir descubriendo más variables? El arte convencional, también es un arte creativo. Lo que sucede es que no produce variables en las técnicas, en los materiales, en las herramientas, en el modo de presentación de la obra. Pero si produ-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

ce una movida dentro de la concepción de la imagen, en cuanto al modo de combinar los colores, en cuanto al modo de aplicar la materia.

¿Dentro del ámbito ese se produce una innovación? Si se produce innovación. Lo que sucede es que podríamos hablar de innovaciones más contundentes en la producción. Se podría hablar de dos paradigmas: el convencional, al cual recién hice referencias y el no convencional. El arte se re escribe permanentemente. López Anaya dice “La obra ya no es el resultado de un trabajo realizado, según normas y técnicas reconocidas, se inicia de esta manera el nuevo paradigma, la continua y nunca acabada re definición del arte”. O sea que con cada nueva propuesta alternativa, el arte se vuelve a redefinir.

¿Eso sería más en el arte no convencional? Cuando se habla de nuevo paradigma ya se habla del arte no convencional, se habla de las instalaciones, de lo performático, de los videos, del cruce de las disciplinas, de la hibridez del campo (…)

¿Algo que nunca se termina de formar? Claro, nunca se termina de definir. Cada propuesta, cada artista, aporta algo nuevo y redefine estas nuevas concepciones que todavía no están totalmente instauradas, por eso nosotros no podemos hablar que esto responde a una técnica determi-

nada, que debe tener un montaje determinado (…) Eso se puede hacer con una escultura tipo, con una pintura tipo, con un grabado o dibujo tipo (…)

¿Considera estar constantemente ligada a la experiencia artística o es algo más aislado? Este tipo de producciones, cuando uno la hace a conciencia, uno está todo el día vinculado a la experiencia artística. Todos los días, semanas, meses, años. Es una forma de vida que uno elige. Entonces de pronto soy docente de taller, docente de teoría, voy al Virla, intento hacer un comentario crítico de lo que veo. Realizo mi obra y hay denominadores comunes con todos los trabajos que hago. También cuando realizo otras actividades fuera del ámbito del arte también las vinculo permanentemente (…) Es como que invade todos los planos del sujeto hombre… Es como que la obra está todo el tiempo en uno.

¿La obra sería como una prueba del proceso que ha ido generando? Depende de tus procesos. Uno tiene una experiencia donde aúna. Yo ahora tengo la experiencia con ustedes y pienso en mis alumnos de la escuela (…) estamos comenzando con el arte conceptual. Pienso en la curiosidad, la curiosidad por hacer una invención…Entonces no dejo de vincular, la inquietud de ellos, de segundo año con la falta de conocimiento de ustedes en relación a las nuevas producciones. Digamos entonces, que las experiencias son suma157


ENTREVISTA A NORMA JUÁREZ

torias, luego lo que uno hace es volcar, a través de la materia, una idea. Estas ideas, son el producto de todo un proceso, de experiencias afectivas, intelectuales, que uno vuelca a modo de conclusión, pero de una conclusión a corto plazo. Lo que quiero decir es que uno baja la persiana y comienza otro proceso… uno inicia un nuevo día, un nuevo diálogo con otros sujetos pero va vinculando… yo recién los conozco a ustedes, estoy charlando con ustedes y los estoy vinculando con los alumnos de la escuela.

Muchas gracias profesora

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Luis Abrach, Luciano Mónaco, Iamit Sircovici, Guadalupe López, Eliana Luna y Sofía Medina Dip.

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ENTREVISTA A

ROLO JUÁREZ 1971

Licenciado en Artes Plásticas, Especialidad Grabado y Pintura. Docente del Taller de 2º Año Turno Vespertino. Participó en numerosas muestras colectivas e individuales. Se destacan: 1º Premio de Grabado y Arte Digital Impreso del XIV Salón Multidisciplinario Carlos M. Navarro (2007); 2º Premio adquisición del V Salón de Arte de la UNT (2008). 1º Premio Salón Arte Joven (2010). Muestra individual “Los hombres de mi vida” Centro Cultural Virla (2007) Fue partícipe de clínicas en intervenciones, acciones y perfomances. Entre ellas se destacan: “Huellas acción dos, Perfomance Colectiva” (spacio Sitio Tucumán, 2009) y “Perfomeando un sueño”. Festival de perfomance. Espacio La Punta (atm, Tucumán, 2007). Participó en “Kermes del Artes” intervención artística con artistas visuales del medio y de otras provincias. Fue integrante de los grupos “Tenor Grasso”, “Flora y Fauna”, “El ingenio”. Formó parte del staff del Centro de Arte Contemporáneo “La Baulera” y del grupo “atm” (Arte, Tecnología y Medios). 159


ENTREVISTA A ROLO JUÁREZ

¿Me podría contar como fueron sus primeros pasos en el arte? De chico me mandaban a los talleres de veranos para que estudie, dibuje, pinte (…) Todos los veranos yo esperaba ansioso las vacaciones para ir a esos talleres. Después cuando fui un poco más grande, pero estando todavía en el secundario, a fines de los ´80, conocí un grupo de artistas de la Facultad de Artes, entre ellos estaba Daniel Rivadeo quien me convocó para una performance que estaba por realizar en el espacio “El galpón”, en el Pasaje Padilla. Fui y eso me permitió relacionarme con el ambiente artístico y cultural de la provincia. Me gustaba la forma de ser de estos chicos, sentía que eran mucho más libres de pensamiento que otras personas. Cuando me fui a inscribir, investigué sobre las materias, las áreas de influencia del título que otorgaban y me pareció mucho más interesante aún. Me decidí por las artes plásticas porque me sentía muy cómodo en ese ámbito. Yo he tenido una infancia un poco complicada porque bueno como todos creo, me imagino que a ustedes le pasa en la casa: mis padres no aprobaban que estudiara arte. Mi papá quería que hiciera ciencias económicas. Como él no estaba de acuerdo con mi decisión entonces decidió no ayudarme económicamente. Yo tuve que rebuscármelas para solventar la carrera (…) Me sentaba en la biblioteca, hacía los apuntes, con el dinero que conseguía compraba papeles, carbonilla. Eso fue hasta que en tercer año, gracias

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a que me sacaba buenas notas bueno allí empezó a aflojar un poco y al final se dio por vencido. Pero no me resultó fácil.

De sus años de estudiante, ¿qué recuerdos de profesores, de compañeros, de situaciones en la facultad tiene? Ingresé a la licenciatura en el año 1990. Como en todo ámbito académico recuerdos profesores exigentes y otros no tanto pero sin embargo todos eran profundos en sus pensamientos. Cada uno desde mi punto de vista tenía una forma muy particular de encarar la enseñanza y el arte, lo cual era muy importante para nosotros. En 2º año coincidimos con Rodolfo Bulacio en el Taller y en algunas teóricas, entablamos amistad y desde entonces comenzamos a trabajar juntos. Hacíamos performances y eventos artísticos permanentemente. Nos divertía producir arte y nos parecía una parte esencial de nuestras vidas. Hasta el día de hoy pienso así. En ese mismo año hicimos unas esculturas a escala humana y cuando volvimos al año siguiente las encontramos en las más diversas poses dispersas por el patio, la galería y los talleres, entonces decidimos hacer una performance con las mismas agrupándolas en el patio, donde después de una especie de ritual simbólico les prendimos fuego. También recuerdo el nacimiento de “Tenor Grasso” en el ´95, creado por Rodo como un espacio para producción de performance relacionado con


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el diseño y el mundo del espectáculo. Nos invitó a participar a un amplio grupo de por aquel entonces alumnos, profesores y artistas o diseñadores del medio, entre ellos Marcos Figueroa, Carlota Beltrame, Pamela Málaga, Kum Ortega, Jorge Lobato Coronel, etc. También viene a mi mente lo que era el bar de la facultad, la bohemia que se respiraba, tenía murales y el maestro Linares siempre rodeado de alumnos en su mesa. Ya en 3º cursé Pintura y Grabado, pero se hizo pesado, en un momento no me daban los tiempos. Entonces terminé grabado y luego con pintura en el Taller “C”.

Una de las cosas que más recuerda la gente son sus experiencias de gestión organizando los viajes a las bienales de San Pablo. ¿Recuerda alguna anécdota? ¿Considera que estos viajes son necesarios? Bueno anécdotas hay muchas (…) uno está desesperado porque no logra juntar la gente pero siempre se llena el colectivo a último momento. Es un viaje muy enriquecedor en lo artístico y en lo humano, ya que te permite conocerte con tus compañeros y amigos de una manera distinta, más relajados, imagínate que el viaje dura un día y medio casi dos. ¡Una locura! Después de eso todo es espectacular. Es llegar a otro mundo donde todo es enorme. El espacio de la bienal es gigante, la universidad lo mismo y poder

ver obras originales de Picasso, Van Gogh, Tamayo, Warhol, Basquiat, Goya, Klee, Mondrian, etc., además están los argentinos que nos representan o las instalaciones más alternativas de los jóvenes con quienes uno se siente más identificado. Toso eso tiene un valor incalculable.

¿Cuáles fueron o son sus representantes en el arte? Los referentes son muchos, pueden ser nacionales, pueden ser internacionales, pueden ser provinciales también, hay artistas excelentes aquí en la Argentina y en Tucumán y varios han sido mis profesores como Marcos Figueroa, Carlota Beltrame, Ana Claudia García y mi profesora de grabado que era la Tuca Aybar. También me interesan los clásicos, pero fundamentalmente la vanguardia: Dalí, Miró (…) el surrealismo me gusta mucho y me inspira. Como ven, tengo muchos referentes tanto en la provincia como en el país o en el mundo de la plástica. Mi obra no se parece a la de ellos, pero los considero como referentes importantes, podría además mencionar: Ezequiel Linares, Jorge Gumier Maier, Marcelo Pombo, Pablo Siquier, René Magritte, Miró, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Rirkrit Tiravanija, Jeff Koons y sigue la lista.

¿Qué rescata de su etapa como grabador? Fue una etapa muy productiva. Fui alumno de Tuka Aybar, una profesora maravillosa y muy personal que me estimuló siempre a producir y nos decía “si

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ENTREVISTA A ROLO JUÁREZ

es necesario no se compren zapatos, pero manden al salón”. Y fue así como pude ganar varios premios en esta especialidad no solo en la provincia sino a nivel nacional también. Como técnica rescato el taco perdido, que lo impuso Roberto Koch en Tucumán y nosotros lo explotamos de muchas maneras, pero como disciplina investigué en otro tipos de técnicas alternativas de estampado, lo que hoy veo reflejado en mis trabajos de arte digital y eso me permite seguir relacionado al arte del papel impreso.

¿Qué experiencias le aportó el Taller “C”? Cuando me recibí en la especialidad grabado, decidí continuar estudiando y los hice en el Taller “C” de pintura, dirigido por Marcos Figueroa, con quien ya había trabajado en “Tenor Grasso”. Allí fui compañero de Pablo Guiot, Ricardo Fatalini, Mariana Ferrari, Cecilia Camuña y después compartimos taller con Sandro Pereira, Pablo Córdoba, Andrea Elías. En esta etapa comencé a pintar e investigar con otros materiales y soportes, como distintos tipos de pinturas, telas o materiales extra pictóricos. Trabajé en una serie donde pintaba nubes que luego derivaron en una serie de pinturas con huecos, donde creaba espacios infinitos y de los cuales surgieron los meteoritos, aunque esto último sucedió una vez que egresé del Taller.

¿Cómo es su experiencia docente? Cuando me recibí también tuve la suerte de entrar a 162

trabajar en una escuela, y cuatro o cinco años después logré entrar en la facultad. Por supuesto que es distinta la vivencia como estudiante y ahora como docente pero también algo lindo e interesante. Se arman otro tipo de relaciones, de compañerismo. Conocés diferentes criterios, distintas metodología y sobre todo las heterogéneas miradas y posturas sobre el arte. Algunos compañeros se inclinan hacia un arte más nuevo, más contemporáneo otros hacia uno más establecido, más tradicional. Esas distintas miradas pueden generar algunas diferencias pero también enriquecen mucho. En la facultad comencé realizando adscripciones estudiantiles, luego realicé varios pasos antes de poder ingresar como docente, hice una formación de recursos humanos en la cátedra Composición junto a la profesora Dedé Chambeaud, fui Consejero Egresado del Consejo Directivo, rendí varios concursos en distintas cátedras pero sobre todo en el área taller, hasta que finalmente ingresé al Taller II Vespertino que había cursado hacía ya 13 años. Comencé a trabajar con Niní Radusky y Amalia Duberti de Puentes que también habían sido mis docentes y ahora eran mis colegas, fue muy linda la experiencia y ellas me hicieron sentir muy cómodo en su cátedra. Hoy sigo en el taller y lo comparto con Ana Claudia García y Norma Juárez. El aspecto positivo de la docencia universitaria está en que los alumnos que aquí estudian lo hacen porque les interesa, no están obligados, entonces tiene una predisposición especial, son más receptivos


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

que en otros niveles de la educación y uno puede hablar con más libertad no sólo de temas de arte sino de la vida en general.

¿Qué cambios considera necesarios hoy en la Facultad de Artes? Comenzaría pintándola, que parezca una verdadera facultad de artes, con muchos murales, mucho color, que sea un lugar placentero para vivir las horas que uno está dentro de la misma. En el plano académico, creo que la facultad debería ser un poco mas incluyente que excluyente, no podemos aplicar recetas pedagógicas o didácticas que funcionan en otras facultades puesto que nuestra formación es eminentemente visual o bien teórica – visual, conteniendo a los egresados, formando a sus profesores, generando extensión a la comunidad. También creo que se debería fortalecer el vínculo docente – alumno y las relaciones inter cátedras, quizás los distintos departamentos deberían trabajar en experiencias integradoras, que haya una mayor integración entre todos los alumnos que componen la facultad de artes, ya sean de teatro, plástica, danza, sonorización, música o diseño. También creo que es necesario construir una red virtual que una nuestra facultad de Tucumán con otras universidades del país y el mundo.

¿Cómo surgió el grupo “Flora y Fauna”? Con Rodo veníamos trabajando desde 2° año, y un

día fuimos a ver la película de “Los Locos Adams”, donde aparecían unas siamesas que se llamaban así y nosotros nos identificamos, ya que todo el día andábamos juntos por todos lados. El que se identificaba con el lado más salvaje era Rodo por lo tanto era Fauna, a mi me interesaba el otro aspecto, lo vegetal.

¿Y el grupo “El ingenio”? ¿Qué intereses tenían? Bueno esto es ya en el 2000, por iniciativa de Sandro Pereira que ofreció su casa para capitalizar las experiencias de todos los que habíamos participado en las distintas clínicas de arte. Así comenzamos a reunirnos los sábados, invitábamos a otros artistas para hacer clínica de obra y comenzamos a sistematizarlas. Después nos propusimos dar difusión al arte local en otros medios nacionales. Aprovechábamos siempre que si alguno viajaba se debía llevar una carpeta con obras de los artistas que formaban el grupo. Hicimos algunas obras colectivas, entre las cuales, la que mas éxito tuvo fue “El Maletín”. Lo pudimos vender en la “Casa de Las Américas” en España. Por “El ingenio” pasaron Gely González, Raquel Zeballo, Luis Carrizo, Natalia Lipovetszky, Flavia Romano, Pablo Córdoba, Ana Lía Canal Feijoó, Ana Gutiérrez y los hermanos Guiot.

¿En su experiencia plástica qué le aportaron las clínicas como la de Antorchas o alguna otra que recuerde? 163


ENTREVISTA A ROLO JUÁREZ

Por suerte las clínicas llegaron justo a tiempo en mi vida, ya que estaba atravesando una crisis: me había recibido, falleció mi amigo Rodo, no encontraba un rumbo a mi producción y como un último intento me inscribí en clínicas de la Fundación en el año ´98. Allí fui seleccionado junto a otros 11 artistas del NOA. Fue como enfrentar mi producción a una mirada externa, ya que los profesores Jorge Gumier Maier y Claudia Fontes venían de Bs. As. Ellos me estimularon a buscar los principales nudos de mi producción y como desenvolverlos, también a ver los aciertos y como potenciarlos, a realizar experiencias de curaduría entre nosotros (…) Recuerdo que fue la primera vez que tuvimos esta oportunidad. Después vinieron otras clínicas pero ya en Buenos Aires junto a Pablo Siquier y Diana Aisenberg. Compartí esta experiencia con artistas de allá. Fue realmente, muy enriquecedor este contacto. En general los tucumanos tendemos a subestimarnos frente a la producción porteña, sin embargo esto me permitió darme cuenta que nuestra producción tiene el mismo nivel y nos enfrentamos, a veces, a los mismos problemas que ellos. Entre las últimas experiencias en clínicas que participé, fue con los Profesores Julio Pastor Mellado, Ticio Escobar y Patricia Hakim. Fue una experiencia a nivel nacional donde primero problematizábamos la obra a nivel local y luego en un segundo encuentro, que se hizo en Rosario lo hicimos a nivel nacional. Todo esto, mas la mirada de estos curadores de experiencia internacional, me permitió enrique164

cer aún más mi discurso plástico.

¿Qué entiende por arte? Es una pregunta muy amplia, para mi el arte es una forma de ver la vida y representarla de algún modo, por diferentes canales, ya sea con pintura, fotografía, grabado, escultura, objeto, dibujo, instalación, performance... Es una forma de aportar signos, combinaciones de colores, elementos para crear un nuevo lenguaje, transmitiendo un concepto, una sensación, una idea. Es una forma de maravillarnos ante el mundo o denunciar lo que nos parece injusto. Todo esto es el arte y quizás otras acepciones que se me escapan en este momento.

¿En qué tipo de lugares o ambiente prefiere o suele exponer sus obras? Yo con ese tema ese no tengo problemas. Pero es verdad, hay gente que me pregunta cómo puedo exponer en tal o cual lugar. Tengo muchos amigos que tienen pequeñas galerías o espacios alternativos… tal vez les diría como fuera del ambiente, pero expongo encantado sin ningún problemas, incluso expuse en plazas. Por supuesto que como artista también me gusta el museo no tengo ningún problema y por supuesto si es el museo mejor. Lo que les quiero decir es que no tengo prejuicios dónde exponer mi obra.


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¿Cómo es el recibimiento que tiene la gente con cada una de sus obras? ¿Y su opinión lo influye? Por suerte muy bien, la verdad que hasta mi a veces que me sorprende porque ya como alumno había gente que me buscaba para comprar mis trabajos. Me llamaba un poco la atención porque bueno, yo digo qué le ven, que les guste y que encima la quieran comprar, me dejaba un poco alelado. Ya como profesional he seguido con la misma suerte. Además he ganado un par de becas con las que me perfeccioné y algunos premios.

estoy cómodo con lo que estoy produciendo y como les dije al comienzo siento que me voy perfeccionando y por el momento no siento la necesidad de cambiar sólo porque la gente me lo diga.

Muchas gracias, profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Bauzá, Marcos; Aguirre, Claudia; Cia Luján, Lucila; Daiana, Micaela; Gonzalez, Jaqueline; Luna, Bruno y Roldán, Alejandra

Les diría que tal vez puede haber algo, porque la verdad es que uno vive en una nube. Creo que siempre hay que escuchar a la gente. Por ejemplo ahora estoy con una serie de rostros recortados (…) que hace 10 años los vengo trabajando. Hay algunos que me dicen: ¡Ya aburrís con lo mismo de siempre! Pero les explico que para mí no es lo mismo. Son obras de formato parecido, donde se puede observar un avance, dentro de las series, porque cada obra va saliendo mejor, más perfecta. Siento que las pinturas son cada vez mejor realizadas, las fotos cada vez más elaboradas (…) Creo que el público puede estar aburrido, porque les parece que ven lo mismo, pero si se hace un análisis se puede ver la evolución del productor. Mucha gente, amigos míos y yo mismo formamos parte de la época de Madonna, donde la reivindicación de lo que se hace es esperar algo nuevo. Para mí en este caso de los rostros, es mantener una línea. En estos momentos

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ENTREVISTA A

ROBERTO KOCH

1963

Nace en Buenos Aires en 1963. Desde 1982 reside en Tucumán. Licenciado en Artes Plásticas (Pintura y Grabado). Es Profesor Adjunto en la Cátedra “Práctica Taller II”, de la Facultad de Artes de la U.N.T. Se desempeñó como Secretario de Extensión de la misma Casa de Altos Estudios. Realizó 23 muestras individuales en galerías y museos del país y del extranjero. Participó en aproximadamente 400 Exposiciones y Salones nacionales e internacionales, obteniendo más de 90 Premios. Se destacan: 1º Premio Pintura. Salón Nacional de Tucumán.1º Premio. Grabado. Salón Nacional de Entre Ríos, 2006, entre los más recientes. Entre los internacionales: 1º Premio Bienal Internacional de la Estampa Contemporánea de Trois –Rivières, Québec, Canadá, 2003 y Mención de Honor. Grabado. 11º Bienal de Grabado y Dibujo. Taiwan, China. Fue becario del Fondo Nacional de las Artes en 1989, 1998 y 2005, y becario de Fundación Antorchas en 1996 donde realizó diferentes perfeccionamientos de su especialidad.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cuándo y cómo surgió su vocación por las artes plásticas y qué recuerdos tiene de ello? Tal vez, como muchos, surgió en mi niñez, a mis seis años. En esa época obviamente no existía internet y eran pocos los TV a color, por lo tanto nos distraíamos con otros elementos y también curiosamente leíamos o mirábamos más libros. Mi madre me regalaba los clásicos lápices de colores y crayones. Me recuerdo muy pequeño, tirado en la alfombra frente al hogar con leños ardiendo en una casa en Colonia Hinojo. Ahí pasaba horas mirando y practicando lectura con la Enciclopedia “Lo sé todo” y con un libro enorme y hermosamente ilustrado, “Las mil y una noches”. Luego, inspirado, copiaba todo lo que veía. También recuerdo un viaje de familia, en casa rodante, sentado en las rodillas de mamá dibujando el perfil de papá mientras manejaba (…) en tanto mis hermanos molestaban en el asiento de atrás. En cada parada hacía un pequeño dibujo de lo que veía (como fotos con una cámara mágica). Pasaron los años y jamás supe de todos esos dibujos en papel, tal vez se habrían roto o tirado, no sé (…) hasta que a mis 34 años, el año que falleció mi padre, acomodando una vieja biblioteca, ya en Tucumán, con los libros que traje de la casa paterna y otras cosas, encontré una cajita donde descubrí que estaban prolijamente guardados cada uno de esos dibujitos. Había un cartel que decía “Dibujos de Dany”, que mi viejo había guardado. ¡Fue muy emocionante!

También recuerdo que a los 6 ó 7 años me llevaban a un atelier de pintura en Olavarría y que participé en una exposición. Mi cuadro representaba un señor muy gordo en traje azul (fue sin querer mi primera exposición). Me gustó verlo colgado, pero al mismo tiempo tomé de manera natural el hecho que se exponga. Ya en el secundario, la profesora de plástica me aconsejaba que siguiera la carrera de Artes. En esos tiempos iba a un instituto privado, Alexander Von Humbolt, bastante cheto y ni siquiera sospechaba que existía una carrera en Artes. Allí se salía para las facultades tradicionales, es decir abogacía, medicina o ingeniería (…) todo lo demás no existía. Corría el año 1980, vivíamos en Necochea y obviamente me anoté en Ingeniería Química, en Mar del Plata. El ingreso fue muy estricto, pero no me costó aprobarlo. Allí duré un año, al final ya aburrido sólo cursaba dibujo técnico. No me sentía cómodo en ese mundo tan desmesuradamente racional, porque si bien siempre me gustó el racionalismo también ondeaba en el terreno de lo humanístico. Me costó decirle a mi viejo que no quería ir más. Él me aconsejó que lo pensara, mientras tanto me anoté como alumno libre en la Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova” en Mar del Plata, al tiempo que seguía con ingeniería. Por el pícaro consejo de mi hermano, le propuse a mi viejo que “me iba a anotar en la Escuela de la Policía Federal y luego con el sueldo me costearía algún estudio de artes plásticas” (…) Nunca me olvidaré la cara 167


ENTREVISTA A ROBERTO KOCH

del viejo, una mezcla de sorpresa, risa y sabiduría. Lo último que deseaba era tener un hijo “cana”. Me contestó solamente “serás lo que debas ser…” Luego me dio permiso para que me fuera unos meses, junto a un amigo a recorrer parte del país como mochilero y que a mi regreso decidiera. Cuando volví me propuso que, con motivo de su intención de venir a trabajar a Tucumán (su provincia natal), visitara la Facultad de Artes de la UNT. Él ya se había informado del prestigio de la misma. No lo pensé dos veces y en un caluroso febrero tucumano, me encontré realizando el curso de ingreso. Recuerdo el tedio de cambiar el mar, las playas por este agobiante suelo de provincia… pero valió la pena. Al cursar el 1º año de la Licenciatura sentí una felicidad nunca antes experimentada y recordé “serás lo que debas ser…”

¿Cómo es trabajar como docente en esta facultad y al mismo tiempo desempeñarse como artista? Para mí es una necesidad el hecho de trabajar con alumnos y a medida que pasa el tiempo lo disfruto más. Tener la posibilidad de dialogar con gente que le interesa el proceso de pensar, de aprender un oficio y conocer las herramientas básicas para llevar esa idea a buen puerto. También tuve el gusto de aprender de mis colegas y eventuales compañeros docentes. Paralelamente seguí produciendo en distintas áreas de las Artes Plásticas. Eso también es una necesidad, eso me permite estar al frente de un alumno y entender el proceso creativo, la incer168

tidumbre necesaria que ello conlleva (…) es una de las tantas formas de identificarme con él.

¿A quiénes considera como sus maestros y qué influencia tuvieron? Hay una frase que dice más o menos así: “El docente explica la lección, pero el maestro enseña, enseña lo que él es y enseña lo que él hace”. Con ello me trae a la memoria al Maestro Linares, los mediodías y las rondas de alumnos escuchando sus anécdotas, sus frases, sus pensamientos (…) eran clases magistrales. Un Aurelio Salas, en la Peña El Cardón, con algunos vinos de más o de menos, sus manos gesticulantes y sus trazos de futuros dibujos en el aire bohemio. Un Norberto Onofrio, año 1989, beca del Fondo Nacional de las Artes, fue mi maestro, mi segundo viejo y amigo. Me enseñó no sólo un oficio sino entre otras cosas a “defender mi libertad de elección en todas las áreas de la vida”, “a no laburar por la fama sino por la gloria”. Fue un luchador por los derechos humanos, un “rebelde sin causa” y un artista que conservó siempre la juventud creativa que más de un joven hoy en día carece. Por último, alguien que supo aconsejarme y regalarme su amistad fue el maestro Carlos Alonso.

¿Cómo es en general su proceso creativo y a qué técnicas recurre? Me manejo con materiales simples y tradicionales, como una gubia o bisturí, el pincel, la pintura y el lienzo. En el proceso creativo parto de una idea pri-


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migenia, pero dejo un buen margen a la improvisación, lo lúdico, que me permita modificar la forma pero no el contenido. Por meses, a veces elaboro una idea: Escribo frases sueltas, leo del tema, dibujo en pequeñas libretas, permanezco permeable a la realidad circundante que me aporta elementos nuevos, consciente o inconscientemente. Por ejemplo hace años, en una serie de obras tituladas “De cerca”, coinciden con el tristemente célebre “corralito argentino”. Como una constante en mi obra, es la memoria (…) Algunas veces es autorreferencial, personal, otras colectiva, demandante y activa. En la serie de “Dunas”, mezcla de infancia y presente, las casitas (hogar, escuela) que aparecen y desaparecen en la arena, son como los recuerdos. También la historia argentina está presente, algunas veces de forma contundente otras más alejada (…) Además, me atrae jugar con el título de las obras en latín, darle solemnidad a las mismas y al mismo tiempo dar un dejo de ironía, una dualidad. Revertir las frases para ayudar o despistar al espectador (…) Después de todo uno comparte una idea, el que cierra el círculo es el otro y yo ya no me hago cargo de ello.

Profesionalmente, ¿Usted también pinta? Conservo esa tradición de una mezcla de técnicas (…) Hago dibujo, hago grabado, hago pintura (…) cuando tengo necesidad abordo una gráfica objetualista, es decir un objeto gráfico, o un libro de ar-

tista. No voy con las modas, quiero ser yo dentro de estas corrientes eclécticas y trato de conservar diferentes técnicas por las que me expreso. Mi preocupación es plantear un lenguaje actual que me represente en el espíritu de mi tiempo. Uso eventualmente material tradicional o nuevo, no me interesa pecar de innovador a través de los materiales sino de ser seductor conmigo mismo, que mi lenguaje sea contemporáneo y represente mi tiempo. Si necesito, uso la computadora o el pincel, depende del momento; es decir las técnicas están subordinadas a mi idea, lo que me sirva para mi propuesta. Generalmente en la temática hay algo de auto referencial, desde mi propia persona. Pueden ser temas ya tratados por artistas de los años ′20 ó ′30 (…) No se pueden inventar temas nuevos pero sí hablar de lo mismo con una visión de tu tiempo.

¿Qué tipo de pintura le gusta hacer? Creo que se tiene que pintar cuando hay un motivo para hacerlo. No creo que el artista “debe” estar produciendo constantemente. Hay momentos en que se suspende la producción para pensar, de esa manera yo evito caer en la repetición y aburrirme de lo que estoy haciendo. Porque pintar por pintar es hablar por hablar. Un denominador común de lo que hago tiene que ver con nuestra realidad, es la crítica social, desde un punto de vista existencial. No me interesa el discurso “light”, las cosas efímeras, ni un discurso feminista porque no lo soy (…) Me considero un obrero que vive en Tucumán, entonces esas vivencias hacen que aborde determi-

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ENTREVISTA A ROBERTO KOCH

nadas temáticas que me preocupan. Voy buscando seducción de los elementos plásticos pero sobre todo una seducción para mí. Hay una frase que dice: “Para lograr que un arte convenza tiene que surgir de una convicción personal”. Puede ocurrir que un trabajo tenga premios pero si a uno no lo convence no sirve (…) se estaría trabajando para el bronce, para los demás y el arte es mucho más que eso. Tal vez soy un poco egoísta, en mi taller quiero trabajar para mí, compartir con la gente pero desde mí para el otro. No me interesa pintar para vender, pintar por encargo, si me interesa vender para compartir. He participado en muchos concursos y lo que he ganado en algunos premios me ayudó para vivir, para realizar las muestras individuales (…) la situación económica es difícil en el mundo del arte y los premios ayudan. Siempre aconsejo a los chicos que se inician que nunca pinten para un concurso, que traten de mandar en lo posible lo que tengan. Si trabajan para un concurso que lo hagan con mucho tiempo de anticipación, para tratar de colgar lo que ellos quieran, que nunca se fijen cual es la onda del salón. Si la obra es aceptada, bien, si no es aceptada, mandarla a otro lugar, y si es premiada en buena hora, pero que nunca se crean los mejores porque en otro salón esa obra pudo no haber tenido premio. Uno no es por los premios, estos son un accidente, son elementos que les pueden servir (…) pero uno trabaja por amor al arte por sobre todas las cosas.

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De los ′60, ′70, ′80… ¿Ha cambiado mucho el tema de la pintura? Creo que entre los ′60 y los ′80 ha cambiado mucho el tema de las ideologías, muchas cayeron, se cayeron muros (…) han caído muchas modas, dentro de esas modas también cambian las formas de parecer del arte. Lo que nunca cambia son los valores. El arte no es divisible, no va separado de la humanidad. El arte está hecho por el hombre, entonces cambia y se adapta a las épocas y las refleja. Un pintor de los ′50 tiene una iconografía temática totalmente distinta a uno de los ′90. No sería lógico encontrarlos a ustedes con problemáticas de los años ‘30. Pueden pintar con la técnica de esos pintores pero sus preocupaciones no van a ser las mismas porque tienen otras vivencias.

Muchas gracias profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Leonor Aguirre, Noelia Monzón, Celeste Saavedra Natalia Vicente, Marcela Díaz, Luciana Sofía, Revuelta García, Ailén Nahir Vallejo Daniela Fernanda Amad, Federico Emmanuel Díaz, Florencia Belén, Rodrigo González y Araceli Mendoza.


ENTREVISTA A

ENZO LAMPASONA 1953

Actualmente es Jefe de Trabajos Prácticos del Taller de Dibujo y Pintura turno noche. en la escuela Atilio Terragni en Jefe de Trabajos Prácticos: en el Taller de Pintura III, IV y V en el Departamento de Artes Plásticas de Aguilares y colabora con el taller de 1º año (Dibujo) de la Facultad de Artes. Es miembro del Instituto de Artes, Producción e Investigación de la Facultad de Artes de la UNT. Participa activamente en muestras colectivas e individuales, tanto de pintura como fotografía. Ha participado en salones nacionales, provinciales y regionales donde obtiene importantes premios entre los que pueden mencionarse: 1º Premio Fotografía “II Concurso Rumbo al centenario” UNT (2011), 2º Premio Salón Nacional San Lorenzo, Santa Fe (1995) y Mención de Honor XIII Salón del poema Ilustrado (1988). Realiza numerosas muestras individuales y colectivas en diferentes salas del medio, en la Argentina y en el extranjero.

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ENTREVISTA A enzo lampasona

¿Por qué estudió arte? La verdad que por placer, me gusta mucho. Me encontraba entre los estudios de física y el arte. Comencé a estudiar ambas carreras (…) en esos tiempos se tomaba mucho la facultad, había una fuerte actividad política estudiantil. Terminé quedando en el departamento de artes porque era donde que se trabajaba más, se estudiaba más y se tomaba menos, por una serie de cuestiones históricas.

¿Cuál fue su formación? Mi formación fue en el antiguo Departamento de Artes: Me formé con Aurelio Salas, Juan B. Gatti, con el mismo Ezequiel Linares. Seguí pintura. Estando Ezequiel eso era indiscutible. Era un tipo de contar anécdotas, de contar formas de vidas, era una cosa muy linda. Cuando dejé la facultad conocí a otros plásticos, por ejemplo, gracias al propio Aurelio me hice amigo de Gerardo Ramos Gucemas, conocí a Lobito (Lobo de la Vega) que ya se había jubilado del Departamento. Gracias a esas amistades tuve un amplio espectro de formación.

¿Qué gobierno estaba cuando cursaba en el Departamento? Comencé con el gobierno democrático del tercer peronismo. Luego vino el golpe militar del ’76 y durante un tiempo nos borró a todos. En ese momento mi esposa era una de las primeras presidentas del centro de estudiantes, que en esos momentos lo manejaba el P.R.T. Recuerdo que vino el entonces 172

director Rafael Torino y nos dijo: “Bórrense porque ganó la mano dura y me están pidiendo informes”. Entonces con Keli nos borramos un tiempo, pero yo más bien como un esposo consorte, porque no es que yo estuve en la militancia. Los que vinieron con la dictadura eran unos asesinos (…) no hay otra palabra para definirlos.

¿Cuál fue su primera exposición? No, en los comienzos hicimos exposiciones colectivas. No recuerdo pero con los compañeros, empezamos a formarnos y a exponer. Fueron muchas las exposiciones colectivas. Siempre me atrajo la línea figurativa, la influencia de Ezequiel era muy fuerte. Tenía ciertas discusiones con él, también me gustaba un poco lo del gallego Gucemas, entonces intentaba hacer una mezcla entre los dos. Esas no eran obras especiales la verdad, con el paso del tiempo fui cambiando, buscando cosas nuevas, formas nuevas de expresarme. No tengo una obra más importante que la otra, siempre la que estoy produciendo, es decir, la última es la que ocupa mi tiempo y mi cabeza, en cuanto la termino deja de ser importante.

¿Cómo reacciona la gente con sus obras? Depende de los períodos. Hay obras ante las que reaccionan mal; algunas veces he tenido cartas en los diarios diciendo cosas horribles, que esto, que aquello, que pornográficas, de todo, y hay otras veces que reaccionan muy bien, depende del período


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y del ojo que la mire.

¿Sus obras se relacionan con su vida? Si, digamos de una u otra forma (…) ya sea tratando de ironizar o reírme, cuando uno trata, siempre se relaciona con la obra. Digamos la vida y la obra están un poco ligadas en ese aspecto.

¿Expuso fuera de la provincia o del país? Fuera de la provincia y del país sí, lo último en la Biblioteca de Alejandría, Egipto, Tokio, no recuerdo el nombre de la ciudad, de ahí a Bs. As., Tucumán, Rosario, o sea siempre estamos exponiendo, el año pasado diez exposiciones internacionales aproximadamente, te mentiría si te diera un número exacto.

¿Obtuvo algún premio? Unos veinte, en Santa Fe, menos en Tucumán, pero de ahí Santa Fe, Salta, Córdoba, Buenos Aires. Ah, sí tengo dos premios en Tucumán de fotografía (…) sería malo no recordar mis dos primeros premios en Tucumán.

¿También hace fotografía? Si, si hago foto, hago técnicas viejas de fotografía, son técnicas de 1870, foto a color, foto blanco y negro. No son técnicas nuevas, no me gustan. Si trato de hacer algo distinto porque no me gusta usar la cámara digital, llevarla a una casa de co-

mercio para hacerle una copia. Eso no me parece fotografía, me parece todo un programa digital que no lo hice yo y que no tengo una participación, por más que lo sepa manejar muy bien al programa. No es lo mío ya sea Photoshop, Corel o cualquiera de esos programas. Es decir, una cámara digital con un programa digital ya sea de las mejores marcas tampoco es lo mío, porque yo no lo hice. Además el revelado lo hace otra persona. Eso me parece un chiste. Es algo que puede hacer todo el mundo, entonces sólo me queda el poner el punto de vista, es decir lo saqué de aquí o de allá, eso ya es una tontera ni siquiera es un concepto.

¿Estudió fotografía en la Facultad de Artes? Sí. En estos momentos me estoy por recibir porque quería terminar esa carrera. Ya me quedan las materias técnicas, publicidad, fotografía a color, que son en realidad materias más simples.

¿En qué artista se inspiró? ¿En qué obra se inspiró para crear algunas de sus obras en su vida? En todos, si tengo que decirlo amo a los artistas locales desde Ezequiel, Aurelio Salas, Gatti mismo, Timoteo Navarro, en realidad son grandes maestros aunque no tengan esa trayectoria que han tenido o tienen otros artistas del extranjero, pero cuando uno pone una obra a la par de otra y empieza a comparar te das cuenta que tenemos grandes maestros. 173


ENTREVISTA A enzo lampasona

¿Qué significa en su vida el arte?

afuera, pero en realidad es todo.

Es una forma de vivir, no hay justamente un por qué. Todo lo que uno piensa, lo hace en función de mostrar, de comunicarse, de dialogar. Nosotros no usamos palabras pero nuestra producción plástica es una forma de llegar a otras personas también. Si yo hiciera las cosas para mí ni las mostraría, ya de por si soy bastante retraído, en esto de las entrevistas, de salir en los diarios e ir a la televisión. En general no me gusta. Por ejemplo a Buenos Aires debo haber ido 4 o 5 veces, en cambio mis obras viajaron diez veces más que yo.

¿Qué le dio y que le quito la facultad?

¿Qué espera usted del arte y que quiere transmitir con sus obras? No, del arte no espero, la verdad en general no espero nada: ni transmitir ni recibir con mi obra, porque por un lado para mí es, lo que acabo de decir: es como dialogo donde en vez de usar palabras uso imágenes. Trato de llegar a los sentidos, de transmitir lo que siento yo, lo más que puedo, y recibir de los demás lo más que puedo, porque no es en sí especifico. Es decir siento, no siento, pienso, no pienso, porque no todo se dice con palabras y no todo se dice con imágenes.

¿Qué significa la Facultad para usted? Todo. La facultad es amistad, es relaciones, peleas, amores, de todo. Me case con una compañera, me he peleado con las compañeras, así que yo puedo decir que la mitad de mi vida está dentro de la Facultad y la otra mitad esta con gente de la Facultad, 174

Me dió, no me quitó nada, en general no me quitónada, no te voy a decir que han sido fáciles muchas cosas, pero nada de la vida es así como salir y tenerlo todo realizado así, pero de quitarme no, más bien me ha dado cosas, todo lo que tengo en este momento, hasta este despelote, esto se lo debo a la Facultad.

Muchas gracias profesor

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Correa, Luciana María Celeste


ENTREVISTA A

marcelo LAZARTE 1959

Nace en Tucumán en 1959. Licenciado en Artes Plásticas, Especialidad Pintura. Profesor Adjunto del Taller “Ezequiel Linares” de la Facultad de Artes de la UNT. Investigador del CIUNT. Miembro del Instituto de Investigación y Producción sobre Arte y Comunicación de la misma facultad. En 1996 obtiene becas de perfeccionamiento de la UNT y de la Fundación Antorchas. Es pintor y dibujante y desde 1992 participa en salones y concursos provinciales, regionales, nacionales e internacionales. Sus obras (pinturas y dibujos) forman parte de colecciones oficiales y privadas de distintas ciudades de la Argentina y del exterior. Obtuvo cuarenta premios provinciales, regionales, nacionales e internacionales. Realizó muestras individuales y colectivas en distintas regiones del país. Participa activamente en ferias de arte como Arte Ba y Expo Trastienda y en numerosas galerías porteñas.

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ENTREVISTA A MARCELO LAZARTE

¿Cómo se inició en esta carrera? ¿Cómo y cuándo supo que le gustaba el arte? Me inicié como un autodidacta. Desde chico hacía cosas pero no con una vocación firme sino para mí mismo, como divertimento. Dibujé mucho desde los 18 a los 25 años. Siempre hice dibujo en la escuela secundaria. Dibujaba, dibujaba (…) Desde entonces tenía una idea, pero no una clara vocación por arte. Digo esto porque realmente la gente duda, sobre todo los varones; en el caso de la mujer hay una tendencia a que está socialmente bien visto estudiar arte. El hombre no, el hombre tiene que ser médico, abogado, hay como un rechazo social hasta de la familia, aunque no fue mi caso. Ingresé a la Facultad de Bioquímica y llegué hasta 4º año. Simultáneamente trabajaba pero nunca dejaba de dibujar, sobre todo ilustraciones e historietas (…) Era como un período de inquietud sin ningún tipo de referencia profesional. Nunca fui a un taller. Sólo miraba lo que se hacía en Tucumán, a artistas importantes, de Linares, Salas, Gucemas (…) En bioquímica llegué a cuarto año. Allí me decidí ingresar a la facultad de arte en 1988. Mientras tanto seguí trabajando durante dos años Tuve la suerte de encontrar a un grupo de gente con mucha energía, con mucha fuerza. Todos eran estudiantes mucho menores que yo pero había como una confluencia de deseos y vocaciones. Estos compañeros se están destacando en Chile, Buenos Aires y también en Francia. 176

Como les decía mientras trabajaba, hacía el taller y estudiaba cuando podía. Rendí varias materias libres y concluí la carrera casi en el tiempo previsto. Ya conectado con mis compañeros, con la gente de arte descubrí que tenía una vocación verdadera. La tomé muy en serio de entrada, y comencé a producir, a exponer en salones, tuve distinciones, premios (…) Fui alumno de la profesora Imelda Cuenya, en primer año, ya en segundo me cambio al taller de la tarde. No hice el Taller Linares por cuestiones de trabajo, entonces cursé con la profesora Dedé Chambeaud (…) pero ya tenía una imagen, una idea de lo que quería hacer, entonces me dieron mucha libertad.

Después que egresó de la facultad ¿Cómo fue su camino como artista? Cuando egresé de aquí me fui a trabajar a Catamarca, de docente a una escuela del interior, fronteriza con Córdoba por cinco años. Fue muy sacrificado pero una valiosa experiencia. Prácticamente me desconecté del ambiente pero seguía pintando mucho. Luego concursé en la facultad como jefe de trabajos prácticos en el taller de primer año y más tarde gané un concurso en este taller, el Linares donde estoy desde aproximadamente 1998. Desde ’93,’94 comencé a sacar mi obra fuera de Tucumán: a Salones Nacionales, Provinciales. Tuve la suerte de ganar premios y de poder entrar en esos circuitos importantes nacionales. También los considero internacionales porque la pintura de uno


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es vista por gente que maneja obras en Europa y en Estados Unidos (fundamentalmente Miami). Es como que uno entra en un circuito donde te ven los críticos y pintores de otras regiones del país que entienden el lenguaje que usas para expresarte. Cuando salgo de la facultad mi pintura cambió mucho porque pierdo referencia… Todo mi grupo de compañeros eran figurativos, la figura humana estaba muy presente en nuestros trabajos. Hicimos instalaciones un par de veces… Nos movíamos en grupo, era muy interesante porque exponíamos desde nuestras individualidades agrupadas. Como grupo hicimos dos o tres presentaciones en la plaza frente a la facultad con metales y materiales de desecho. Allí estaban Camilo Ambrosio, German Caporale, entre otros. Éramos mucha gente que nos movíamos en grupo sin perder nuestra individualidad… y de ahí me salí un poco del camino y comencé a exponer en Buenos Aires, en Chile, entonces mi lenguaje cambió. La referencia del tratamiento de la imagen, la totalidad… siempre busco un nexo entre esos años de figuración y ahora. Para mí el cambio fue importante porque abandono lo regional, lo folklórico y salgo hacia lo universal. De allí saco la idea de las visiones aéreas. Siempre trabaje en dibujo y pintura, hice otras experiencias con objetos, instalaciones, pero lo mío es la pintura y el dibujo.

¿Dentro de la pintura, que estilo tiene? Soy un pintor figurativo. En las diferentes etapas de la vida, trabajando siempre en series de cuadros, he abordado diferentes temáticas: la condición humana, ideas ecológicas, obras planimétricas (nada que ver con lo volumétrico) y desde hace un tiempo vengo trabajando sobre el mundo urbano, sus objetos y como la condición humana ingresa a ese mundo. Me llaman la atención cosas que veo en la calle como contenedores, casas, cilindros. Uso mucho esa constante transformación más mi imaginación de lo que creo que es el mundo. He madurado en todo sentido, tanto en lo personal como en lo profesional. Como artista he superado cuestiones técnicas y ahora soy más selectivo. Creo que tengo una visión incompleta del arte, de ahí la satisfacción y el deseo de seguir en esa búsqueda interminable… siempre hay algo por descubrir, siempre se busca el mejorar, acercarse a la perfección…el alcanzar algo que no se puede asir.

¿Cuáles fueron sus principales influencias y cuáles son los pintores que más le agradan? Mis principales referentes fueron Aurelio Salas, Carlos Alonso, Juan Bautista Gatti, en la época de mi formación eran artistas de mucho peso. En cuanto a mis preferencias están: Gerardo Ramos Gucemas, Ernesto Dumit, Ezequiel Linares y Tito Quiroga.

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ENTREVISTA A MARCELO LAZARTE

¿Considera que hizo bien en cambiar su carrera de bioquímico por el arte? Tenía muchas “contras” en mi elección, sobre todo desde el punto de vista económico… pero me jugué y me salió bien. Ahora me dedico a lo que me gusta, estoy en mi tema: la pintura. La docencia también es algo primordial, porque me gusta transmitir lo mucho o poco que sé de este oficio y además vivo de ella. Eventualmente vendo en galerías en Buenos Aires o en Tucumán, pero esos son ingresos extras.

¿Alguna anécdota de su vida de estudiante? Me presenté con un grupo de amigos en un concurso de Murales en Aguilares. Trabajamos muchísimo, tardamos tres días en concluirlo, pusimos todo nuestro esfuerzo y energía en la obra. Realmente quedó hermoso. Pero, ¡Oh sorpresa! Cuando volvimos a fotografiar el trabajo, para tener registros, nos dimos con que estaba ¡Todo tapado con una campaña política!

¿Qué destaca de la universidad y de nuestra facultad? En la Facultad hay becas, lo que a uno le da la posibilidad de hacer un post grado y especializarse… pero en general al estudiante se le enseña poco. Hay mucha libertad y todo el aprendizaje esta basado en prueba y error. Creo que los estudiantes necesitan más del docente. Se debe seguirlo en su proceso creativo, capacitarlo, guiarlo…ya que cuan178

do uno sale de la facultad no se sabe que camino seguir. Creo que es una falla a nivel institucional. A un alumno que le interese la pintura le digo que pinte mucho, que tenga una buena cantidad de obras…. Que, a partir de 4º año comience a buscar críticas, galerías para exponer y difundir su arte, conseguir subsidios… Es decir, tomar el oficio seriamente. Recuerdo mi primera exposición, surgió después de una serie de trabajos que no me satisfacían. La realicé con un pintor amigo y en ese primer contacto con el público me fue muy bien.

¿Qué es lo que más le gusta de ser docente y qué espera de sus alumnos? Bueno, lo más interesante es la interacción, es el estar con gente que está en el mundo del arte, de la creatividad, que están próximo a uno. Ayudarlos y guiarlos en sus búsquedas vocacionales, sus pasiones, sus producciones y estimularlos en su imaginación. El enseñar es dar lo poco que sabemos pero también es aprender. Eso es muy importante y estimulante para mí es la razón por la que estoy acá. Espero siempre el mayor compromiso de parte de ellos con lo que han elegido. Obviamente en un grupo hay, diferentes niveles de destrezas, de habilidades, de imaginación, de creatividad. Trato de trabajar, de apoyar a los que les cuesta más expresar, resolver las estructuras; los contengo con cosas más puntuales. Los que tienen facilidades los


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dejo más libres, sólo los acompaño. Pero ambos grupos son muy interesantes; de todos se aprende mucho. Cuando veo que un alumno, después de un proceso, avanza por si solo me produce una gran satisfacción. Muchas veces me sorprendo…, pasa un tiempo y veo a los chicos que están tan comprometidos, que me alegra que estén haciendo lo que en realidad les gusta.

¿Qué opina del arte en Tucumán? Pienso que nuestra provincia cuenta con muy buenos exponentes, es fuerte plásticamente hablando… pero en los últimos años se está imponiendo la negación del pasado, se niega a los pintores de otros tiempos. Esto me parece una postura errónea. Ahora hay toda una corriente “light” del todo vale. He visto muchas instalaciones en Buenos Aires, alguna acá… no sé, lo mío es la pintura. No estoy muy convencido de eso.

de la gente… pero a veces se forman grupos y pueden llegar a ser bastante discriminadores, favorecen sólo a un sector de artistas y eso no debería pasar. Cuando trabajan sectariamente se producen injusticias. Algunos no son ni se esfuerzan por ser objetivos, sino que apuntan a una tendencia específica: me gusta esto sí, esto no. Creo que deben dar cabida a todos los artistas. Ellos son los que generalmente deciden quiénes entran o no a un salón nacional, quién expone y quién no. Algunos pintores pintan sólo para los críticos… entonces se pierden porque están pintando no para ellos sino para satisfacer a otro.

Muchas gracias profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Sin embargo, a pesar de contar con un grupo de plásticos importantes, creo que en general no hay una preocupación desde el Estado por difundir el arte de Tucumán. No hay estímulos. Uno después de mucho pedir consigue una sala, pero debe colgar la muestra, hacer la promoción, buscar el contacto con los medios… ¡Uno pierde mucho tiempo y esfuerzo en mover la propia obra!...

Acosta, Marcela; Canseco, Walter; Carabajal, Vanesa; Carrasco, Yesica; Frontini, Lucía; Lai, Carolina; Mendoza, Lía Leonor; Serrizuela, Carolina y Viscido, Cecilia

¿Qué labor deberían cumplir los críticos de arte? La labor de ellos debería ser beneficiaria, para que la lectura de la obra llegue al común denominador 179


ENTREVISTA A

EZEQUIEL LINARES

1927 - 2001

Nació en Buenos Aires en 1927. Realizó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova bajo la dirección de Adolfo Deferrari. Entre 1957/61 integró el Grupo del Sur. Participó de la III Bienal de San Pablo. Obtuvo el 1º Premio en el Salón de Arte Moderno del Museo Nacional de Bellas Artes y es becado a Europa por el Fondo Nacional de Bellas Artes. En 1962 se radicó en Tucumán haciéndose cargo de la Jefatura de la Sección Pintura del Departamento de Artes de la UNT. Entre otros premios merecen mencionarse: 1966: 1º Premio LV Salón Nacional de Artes Plásticas; 1970: Gran Premio en el LXII Salón Nacional de Artes Plásticas de Buenos Aires; 1979: Gran Premio de Honor en el Salón Nacional de Rosario. La UNT le otorgó un año sabático y se instaló en París en 1971. Durante los años oscuros de la dictadura se radicó en Madrid y en 1982 recibe una invitación especial para participar en la Bienal de Venecia. Con la vuelta a la democracia retomó su cátedra en la UNT. Hasta su muerte en Abril del 2001 su labor como Docente del Taller A fue casi tan importante como su obra. Su método pedagógico partía de dialogar sobre la realidad circundante, llevando a sus alumnos hacia la búsqueda de sus propios intereses sin dejar de lado la contemplación melancólica. 180


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

Aún cuando esta entrevista no la realizaron los alumnos sino la docente, ya que Ezequiel en sus últimos años no aceptaba este tipo de trabajos, me pareció muy enriquecedora incorporarla en esta publicación. Ezequiel, es recordado por sus discípulos y amigos de diferentes generaciones con gran afecto. Fue amigo de mi familia y lo conocí desde muy chica. Me reencuentro ya como profesora y he podido gozar de su cálida amistad, de sus enriquecedoras charlas en el bar de la facultad. Siempre comentando una novela, una película, hablando de Goya y Picasso… Si tuviera que definirlo de alguna manera diría que se destacaba, además de su obra plástica, por la ausencia del mal en sus pensamientos…

Maestro, quisiera que me cuentes tu experiencia durante el proceso militar en la Facultad y luego en España. Tengo entendido que formaste parte del grupo que debió dejar el entonces Departamento de Artes. Después del golpe, en el Departamento estaba como director Torino, viene la Sra. Manuela Mur, creo que era la tía de no sé cual ministro de acá. La nombran y esta mujer hizo que el ambiente se tornara cada vez más irrespirable. Comenzaron a controlar mis clases, me iban a escuchar qué de-

cía y qué no decía y la señora iba rejuntando todos los datos posibles sobre mi persona. Tenía 3 ó 4 artículos que había hecho sobre la dirigencia en el arte y esta señora los había recopilado a todos. Después decide prohibir los modelos desnudos a lo que me oponía, exigir horarios estrictos típicos del régimen… La cosa era cada vez más insostenible. Comencé a andar mal de salud, no podía sentarme en un café… Me acuerdo que una vez estábamos con Sara Radusky en La Cosechera y nos pusieron una ametralladora. Ella que es tan irónica les dijo: “Señor, por favor, porque no me corre esto, me molesta el frío”. Fue un momento embromado. Nos pedían los documentos todo el tiempo. A algunos compañeros no los volvimos a ver, otros aparecieron por suerte… En la puerta de La Cosechera estaban los canas con ametralladoras, vestidos con capas negras y daban vuelta permanentemente… Cada cuatro cuadras había milicos. A mis hijos los pararon 2 ó 3 veces en la Avenida Mate de Luna y los asustaron mucho. Ellos eran muy chicos en esos momentos, tendrían 13, 14 años…

¿Decides entonces dejar la facultad? Si. Me encierro en casa. Vienen acá, me amenazan de tal manera… Vino el subjefe de policía. Primero llegaron otros que decían que venían a hacer un censo, que eran de Córdoba… eran todas mentiras. A los pocos días cae este subjefe, me decía que mi casa era muy linda, que me la podían volar, 181


ENTREVISTA A ezequiel linares

que estaba en peligro la vida de mis hijos y se van. Con Yolanda quedamos muy mal. Decido que nos tenemos que ir. Hablo con un amigo, que ni siquiera comparte mi forma de pensar, mis inclinaciones políticas, (no lo nombro para no comprometerlo), nos aloja en su casa. Nos llevó a vivir a toda la familia durante más de un mes hasta que nos dieron los pasaportes. Así, medio escondidos salimos a Buenos Aires y de allí a España. Nos vamos directamente a Barcelona y allí me encuentro con un montón de tucumanos, por ejemplo Chimirri… que todavía sigue allí. Dirige la revista “Interviú”, acá dirigía la “Aconquija”. Me acuerdo lo complicado que fue sacar la obra… Dejé mi casa alquilada a Pepe Ávila, quien nunca me pagó ni hizo los arreglos que prometió en el contrato… Por supuesto como yo no sirvo para hacer líos eso quedó en el olvido. Lo más complicado fue sacar la obra. Tuve que pagar coimas para que salieran los rollos sin que se los abriera… ¡Me llevé cerca de 200 obras! Llegamos a Barcelona y allí me ofrecen una casa…. Barcelona es lindísima y yo hice mal en no quedarme. Hubiera disfrutado una barbaridad, pero no, me quería ir a Madrid.

¿Por qué? No sé… porque Madrid era la capital… pero en realidad estaba primando en Arte. Muchos de los que habían partido al exilio se habían radicado en pue182

blitos cercanos a Madrid. Por ejemplo los Roca en el Escorial, pintores cordobeses, el tucumano Colombres (excelente pintor que murió el año pasado), Alonso de Mendoza, Canevaro de Entre Ríos. También estaba Vallejo… Vallejo el cineasta. Con él el primer día que llegamos nos enojamos. Tuvimos una tremenda discusión por Perón… También estaban otros amigos como Mónica Soria, Boñi Ortiz, el Carlos Navarro. Me acuerdo que me contó que nuestra querida Manuela Mur antes de salir de Tucumán le recomendó: “Cuidado con encontrarse con el subversivo de Linares”… en fin.

Te vas a Madrid porque creías que tu pintura podía entrar mejor… En cierta manera tuve razón. Madrid a mí no me gustaba mucho pero pude tener una forma de vida que otros no. Yo tendría que haber ido a trabajar en cualquier cosa… había que vivir. Pero por suerte pude vivir como vivo acá, de la enseñanza, de mi pintura.

¿Te logras insertar en la universidad? Noooo !!!, en la universidad no, eso es imposible. Te lo digo así. Soy un sudaca, un sudamericano y un sudaca es siempre mal visto, es despectivo. Saqué mi documento español porque mi padre y mi madre eran españoles… me lo dieron pero el documento dice nacido en Buenos Aires. Eso era suficiente. No me iban a dar trabajo… sino les daban a los propios españoles. Todavía no había ganado el PSOE, recién se estaba armando la cosa.


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

Mi hijo Joaquín y yo votamos por el PSOE. A partir de ahí el clima cambió. Era muy bueno. Me hice amigo de muchos periodistas de “El País” y así me enteré de muchas cosas. Tuve la suerte que en el departamento de arriba de donde vivíamos, había tres chicas andaluzas que estudiaban en la escuela de arte más importante de Madrid (no me acuerdo el nombre). Cuando vieron mis pinturas me preguntaron si no les daría clase. Así empecé con 3 ó 4 alumnas que luego se hicieron 20. Les cobraba poco. Un profesor latinoamericano no es bien visto allá. Pero me aseguraba el alquiler y la comida. Después me di cuenta que los españoles no sabían nada de pintura, de su propia pintura. Claro, todos los años de dictadura de Franco hicieron estragos. Se les había borrado todo un espectro. Muchos de sus propios pintores estaban en Francia o en Italia… Se había silenciado totalmente a sus propios pintores. De Picasso ni se hablaba. Me acuerdo de un amigo, Moreno Galván, que era uno de los críticos más importantes de España, que ¡por dar una conferencia sobre Picasso estuvo preso un año! Así cuando comencé con mis alumnos me di cuenta que no tenían real conciencia de su plástica… Después de la muerte de Franco por suerte vino el destape y fue bárbaro.

Me acuerdo que te encontré muy bien cuando te visité en los ochenta, cuando con la plata dulce de Martínez de Hoz viajamos todos los docentes… Si había conseguido un piso estupendo con 11 habitaciones, con balcones a la calle, a una cuadra de Plaza Mayor… Eso me lo pagaban mis alumnos… vivía de la pintura, cosa extraña para un latinoamericano.

Recuerdo que recorrías muchas galerías… Si, fui un poco. Después hago una exposición y pinto “El Jardín de la República”, lo hice allá y lo doné al Museo de Nicaragua. Por eso tengo una carta del Director de Cultura de Nicaragua. Era Cardenal, Ernesto Cardenal. En esa muestra aparece un argentino, también exiliado desde hacía mucho tiempo: Guillermo Olla Porto. Era un coleccionista frustrado, porque nunca tuvo mucho dinero… tenía algunas obras que había cambiado, que se yo. Pero tenía una posición buena por su mujer, que era ginecóloga, hacía partos sin dolor que por entonces en España no se conocían… Entonces me ofreció: “Mirá vamos a hacer algo juntos. Voy a tomar fotografías de todos tus cuadros. Yo tengo amigos profesionales: médicos, abogados, etc. Por cada 3 dibujos que te venda me das uno a mi”. Cerramos el trato. Me parecía fantástico. Fijamos un precio no muy alto y más o menos me vendía un dibujo por mes, a veces dos o tres. Cuando me vendía un cuadro cobraba 183


ENTREVISTA A ezequiel linares

un dibujo. Entonces con los alumnos pagaba el piso y con las ventas comíamos con mi familia. También viajé mucho, aunque siempre invitado. Con Carlos Navarro nos fuimos a Italia, Francia y Holanda. Allí nos encontramos con otro tucumano: el Gordo Di Lullo que estaba en Rótterdam. Todo lo hicimos en un auto que Carlitos compró… ¡una maravilla porque no sólo que nos llevaba a todos lados sino que transportaba los cuadros!

¿Logras hacer amigos españoles? Muy pocos. Digamos que conocidos españoles. Amigos sólo podría nombrar a mis alumnos. Eran de todos los sitios de España: vascos, gallegos, andaluces… Uno me ayudó a hacer una exposición en Galicia donde vendí 9 cuadros, que me pagaron en mensualidades. Todo esto era muy lindo pero no podía volver, no podía tener una cátedra a pesar que reconozco que pude vivir de mi profesión. Pero una cosa es poder vivir de ella y otra es no saber si el mes que viene vas a poder tener dinero o no. Y llegó un momento en que no pude…claro, venían las vacaciones, los alumnos se van… uno vive con la soga al cuello y realmente me sentí exiliado. Hice dos series. “El exilio dorado” y “El exilio de Gardel”. La serie mayor era la primera, cuando los argentinos se iban a París, a vivir la vida de Paris… era gente de dinero, de fama o que vivía de la profesión como yo, como Artola. Por eso pinté retratos de Ar184

tola. Él muere en Paris en un exilio voluntario… forma una orquesta con sus hermanos y les va bien… Mira como coincido, siempre he sido premonitorio en lo que pinto. Pinté “Los Generales”, hice una exposición enorme que se llamaba “La larga noche de los generales”, donde estaba el Señor Presidente, los tipos, el fusilamiento… Años después me echaron por todo eso. Entonces quemé todo lo que tenía escrito, libros, cartas… prendí fuego en el asador y quemamos todo. Ahora me arrepiento. Fue nefasto. Ese recuerdo es nefasto… pero por suerte soy de olvidar muy rápido, lo que es bueno y también malo. Mira la coincidencia después se hace la película “El exilio de Gardel”, mucho después que yo pintara la serie. La película fue muy criticada porque Gardel no era un exiliado político. Aunque es un filme fantástico. Significa el tango que llevamos adentro todos los argentinos. Soy porteño… pero hace 36 años que vivo en Tucumán. La mitad de mi vida he vivido acá. He descubierto que era un lugar perfecto para vivir. Aquí descubro esa América profunda, tan desconocida. Es decir soy un enamorado de la naturaleza tucumana, de sus colores…. Sin embargo, en Madrid me afloraron los sentimientos tangueros. La película muestra el problema de la nostalgia, los hijos… yo tuve ese problema con los chicos. No coincidían los grados… Eran más grandes que los demás chicos. Los programas no eran iguales… y eso que no tenían problemas con la lengua. Pero extrañaban


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los amigos, la familia… Después se adaptaron. Tanto que cuando volvimos ellos se quedaron viviendo tres años en Madrid. Recuerdo que cuando emigramos de Tucumán, en realidad yo quería irme a Paris. Pero pensando en la familia, en las costumbres, en la lengua, me decidí por España. Tal vez hubiera sido mejor Paris porque tenía muchos amigos allá. Ya había estado viviendo dos años…tenía dos galerías que me vendían cosa que no en España. En Madrid recién conseguí galerías cuando me venía. Cuando Alfonsín subió dije: ¡Chau España! Basta. Se acabó y me llevé todos los cuadros. Por esa época tenía relación con un centro alemán estupendo. Un alemán dirigía una fundación. Había estado preso en los campos de concentración en Chile. Era antropólogo y lo metieron preso por sus ideas de izquierda. Luego el gobierno chileno lo libera y se dedica a recorrer Latinoamérica. Vuelve a Europa y en España se dedica a ver pintores latinoamericanos. Tenía un “entende” con las dos galerías más importantes de Madrid. Viene a ver mis cosas. Me acerca a esas galerías y una de las secretarias me dijo: “Muy buena su pintura, lástima que sea tan argentina… Acá la pintura argentina no corre mucho”… y era verdad. Alonso tampoco tuvo gran aceptación en España, pero sí en Italia…

Tu pintura era muy argentina y por lo tanto muy difícil de comercializar…

gentino. Mi pintura no puede ser española. Pero para el alemán mi pintura era estupenda, me quería llevar a Berlín. Me auspicia una muestra en Berlín y otra en Madrid. Pero expongo por argentino. No te olvides, que este hombre sólo se dedicaba a los latinoamericanos…

¿Y te va bien? Sí, pero sólo tengo la idea de volver a la Argentina. Había vuelto la democracia y tengo ganas de estar en mi país. Se hicieron las exposiciones, los catálogos…todo pero yo retiro la obra. La podía dejar pero ¿Cuándo me iba a juntar nuevamente? Entonces pinté la serie “El exilio de Gardel”. Mirá vos, cuando estaba en París en los ’70, me fui un año becado con Yolanda y soñaba con Tucumán. Pinté “El jardín de la república”… Empecé a pintar todas las cosas amables de Tucumán… Pero también había estado en los ’60 con otra beca y siempre pintando Tucumán. Pensar que he estado en ciudades bellas como Venecia, Roma, París… y sin embargo soy un enamorado de Tucumán. Mi mujer, Yolanda, no podía comprender… Cuando estábamos en España añoraba Buenos Aires. Todos los pintores que estábamos allí cantábamos tango. Alonso, que es mendocino, Chimirri que es cordobés, Canevaro que es entrerriano… Todos habían vivido en Buenos Aires. A todos nos unía la añoranza de la calle Corrientes, los cafés. ¡Pensar que cuando llegué me enfermé y no la pude ver. Pasé directo a Tucumán. ¡Apenas, la puntita del obelisco desde el avión!

Era difícil de comercializar porque yo soy muy ar185


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Eso es en el ’84 cuando te reincorporas a la Facultad. Sí, ahí me reincorporo. Me llama Salinas, que era el rector interventor en ese momento, para ofrecerme no el decanato porque todavía éramos Departamento, sino la dirección y le dije: “Mire, llámeme dentro de unos días porque no le puedo contestar ahora”. En realidad, nunca me sentí director de nada. Entonces me habla Julio Ardiles Gray para insistirme que debía asumir la dirección del Departamento. Luego de hablar con Yolanda, convenimos en que debía aceptar. Cuando me enfrento a Salinas, me sale lo que en realidad yo sentía: “No quiero ser director, sólo quiero ser reincorporado a mi cátedra”. En ese lugar, como directora asume Tuki Holgado, que también llegaba de Méjico. Ella está más o menos un año, no aguanta y se va a Buenos Aires, creo que de allí vuelve a Méjico… no sé bien… Luego de Salinas viene el rectorado de Virla. También me ofrece la dirección, a lo que también me niego pero lo recomiendo a Carlos Navarro. Le digo que es alguien que se ha recibido en la facultad, que además es contador y que es un hombre que sabe dirigir las relaciones públicas, ¡un tipo estupendo! Me contesta que no lo conoce, entonces le digo que lo entreviste y si le parece que lo nombre Director. Como bien sabes, me hizo caso. Carlos tenía la virtud de unir odios y amores de los distintos grupos del Departamento… ¡No es fácil manejar una facultad de artistas!...

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Así vuelves a tu cátedra… Me interesa que puntualices: a) ¿Qué es lo que te reconocen desde el punto de vista económico por los años de exilio? b) ¿Cómo fue tu reinserción en la cátedra? Me reconocieron solamente la antigüedad, nada más. No me dieron dinero. Hablé con abogados que estaban asesorando a otros compañeros y me dijeron que no hiciera juicio porque iba a perder. Por ejemplo, Tuki lo hizo y perdió. Pero algunos tuvieron más suerte, o más relaciones y por ahí me entero que ganaron el juicio como es el caso de Boyce Díaz Ulloque. Claro que a él lo habían echado, cosa que a mí no. En mi caso fue una persecución y tortura psicológica… no me dejaban pintar en paz. A mí sólo me reconocieron la antigüedad para que el sueldo sea un poco mejor. Pero no me gusta pensar en eso. No quiero llenarme de rabia, de odio. Como dice García Lorca: “Que la sangre no se te ponga negra”… En cuanto a mi reinserción resultó “extraña”. Por un lado estaba la alegría de volver a Tucumán después de 5 años donde todo se ha idealizado. Por otro me encuentro con un alumnado, con jóvenes que tenían una especie de venda en los ojos. No recordaban nada, no sabían nada…. Aun hoy no leen ni ven nada de nada… Este alumnado además está plásticamente maduro, que ha evolucionado solo. Lo mismo me había pasado en Madrid con mis alumnos. Aquí solamente habían quedado como


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nexo 2 ó 3 grupos que giraban alrededor de Eduardo Joaquín, de Quiroga, otros con Sergio Tomatis, Bernardo Kehoe, Daniela Jozami… En fin, hicieron de nexo entre lo que pasó y lo que podía pasar. Conformaron una especie de vanguardia que se rehizo del otro lado del exilio, es decir que se rehizo desde el olvido… Ya no se hablaba de política a pesar que Franja Morada estaba tomando cartas en el asunto por un lado y los grupos peronistas por otro, pero era otra cosa. No había la euforia de los años ’72, ’73… Sin embargo, me encuentro con esta especie de transvanguardia y un alumnado plásticamente evolucionado.

Después vinieron los concursos… Si, de la lucha contestataria a los papelitos, al currículum… viene la “Era Concurso”. A mi me tomaron concurso aunque el Consejo Superior se oponía. Carlos Navarro estaba fascinado porque era un reconocimiento de toda la universidad a mi trabajo… Incluso me dejaron en libertad de hacer lo que quisiera. Inmediatamente le digo a Carlos: “Mirá, voy a rendir. No quiero que digan que tuve miedo”. Te confieso que tuve miedo, creo que como todo el mundo… pero rendí y entonces reingresé convalidando mi cargo. Esa fue otra de las grandes diferencias con el pasado, porque cuando vine a Tucumán por primera vez en el ’62 lo hice como profesor contratado. Eso fue en la época que también Virla era rector. Estaba como Director del Departamento Raúl Dorronsoro, que era profesor de filosofía y letras. Recuerdo

que tuve un grupo de alumnos entre los que estaba Inés Saderman, Michi Aparicio, Enrique Guiot, Nacho Molina…Ellos me vienen a visitar a Buenos Aires para invitarme a trabajar en Tucumán. Me habían conocido en la bienal de San Pablo y les había resultado interesante mi propuesta. No te digo fascinante pero sí interesante. Así viajo a Tucumán, me entrevisto con Virla y luego de charlar un rato me dice: ¿Cuánto querría ganar?.... Mirá vos, qué época… Le dije que me esperara 2 ó 3 días para responder. Visito a Audivert, al Negro Juárez, que eran los jefes de escultura y grabado y les pregunto cuánto ganaban… y lo que me dijeron: ¡No lo podía creer! ¡Realmente eran sueldos fabulosos! Ahora que lo pienso era tan rica la Universidad por aquellos años que se podía dar el lujo de contratar a los profesores que necesitara…¡Era otro país!... Me encuentro con Virla unos días después y pido un poco menos que estos compañeros porque yo no tenía antecedentes, ni antigüedad docente. Era muy joven: tenía 35 años. Me contrata como Profesor Titular y Jefe de la Sección Pintura. Entonces me dije: ¿Qué hago ahora? Era muy bravo el asunto. Primero me encuentro que en el Taller estaban nada menos que ¡¡¡Lobo de la Vega, Timoteo Navarro, Alberto Gallieti, que iban a ser profesores a mi cargo!!! Además iba a ser un profesor universitario. Algo que nunca había soñado. Recuerdo que el que más me apoyó fue Audivert. Fue el que verdaderamente me recomendó, tanto que yo no tenía ni currículo pero él si lo tenía… Porque él guardaba todo lo que se publicaba de todos los artistas. Era realmente un viejo divino. Después nos peleamos a 187


ENTREVISTA A ezequiel linares

muerte porque con él no podías sino vivir enojado. Cuando vuelvo en el ’84 me encuentro con un taller desarmado. Antes había tenido en el taller a los profesores de la academia como Aurelio Salas, Lobito, Timoteo Navarro…Éste había muerto, los otros se habían jubilado. ¡Tenía que rearmar el taller! Llamo a los profesores de la Escuela de Bellas Artes y me encuentro con la renuncia de Cipulli. A él no lo conocía personalmente pero había visto su obra en diferentes casas de coleccionistas de acá. Era un pintor que me interesaba. Recuerdo que le digo a Tuki Holgado: “Guardá la renuncia de Cipulli en un cajón y llamalo que venga a hablar conmigo”. No podía dejar que Cipulli renuncie. Nos encontramos y le digo: “Si Usted se siente cómodo conmigo, seguimos trabajando juntos. Sino, su renuncia que está ahora guardada en un cajón, se la acepto”. Él ya estaba jubilado de la provincia. Enseñó muchos años en la Escuelita del Parque. Fue profesor de dos de mis hijos, de Laila e Ismael. Ellos siempre se acuerdan de Cipulli. Es un tipo estupendo, realmente excepcional. Bueno, yo tenía esa idea transmitida de mis hijos… Él acepta quedarse conmigo y con el tiempo me doy cuenta que no sólo es un gran profesor sino también una gran persona. Desde entonces todos los años tengo la tarea de contratarlo. Todos los años tengo el mismo problema, tengo que luchar con el Consejo de la Facultad. Ahora me han embromado porque llaman a concurso su cátedra y él no se puede presentar porque tiene más de setenta y pico de años… es mayor que yo. Pero tiene unas ganas de comunicarse con los jóvenes bárbaras…es un tipo sabio en pintura. 188

Después que se incorpora Cipulli al Taller, ¿quiénes entran? Por esa época entra también Raquel Van Gelderen, que estaba en otro grupo y se sentía muy mal. Y hacia el ’87 Eduardo Joaquín gana un concurso de adjunto. Así logro rearmar nuevamente el taller. Eduardo me parecía un nexo muy importante con la juventud por su misma juventud. Había integrado el Grupo Norte, había hecho cosas muy importantes con Sergio Tomatis… Así logro armonizar, vivir en paz, lo que realmente para mí es muy importante. Vivimos tranquilos. Ellos están bárbaros y yo también. Estamos haciendo una estupenda labor de formación. Nuestros egresados están sacando importantes premios en el país y en el extranjero. Basta con nombrar a Ricardo Abella que está en Suiza, a Mario Díaz Suárez que está en Alemania…que se yo…

Una última pregunta: me dijiste que volviste por la democracia sin dejar contactos con galerías de España… ¿Tampoco insististe durante estos años? No, no me interesa para nada.

Muchas gracias Ezequiel.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Alejandra Wyngaard


ENTREVISTA A

luis LOBO DE LA VEGA 1909 - 2004

Pintor autodidacta que hizo del paisaje tucumano su vida. Fue Profesor de la Escuela de Bellas Artes y del Departamento de Artes de la UNT. En 1995 la UNT le concedió el Doctorado Honoris Causa por su valiosa obra. Expuso en el país y en el extranjero. Su obra está repartida en los museos del país, en galerías privadas y en el extranjero.

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ENTREVISTA A luis lobo de la vega

¿Quisiéramos que nos cuente cómo empezó a relacionarse con las Artes Plásticas? Teníamos una casa en Trancas, con una galería muy grande y desde chico me pasaba las tardes enteras pintando… todo el día pintando. No me gustaba estudiar. Estuve en la escuela de los curas y repetí varias veces los grados. Repetí 4 veces el sexto. De allí pasé al Sagrado Corazón y los curas también me aplazaban… mis padres me llevaron al Técnico y tampoco… Lo único que me gustaba era el dibujo, no me gustaba estudiar… En resumen no pasé de 1º año, si no hubiera sido por la pintura habría sido un pinche por ahí… ¡Vaya uno a saber!... Sarita: Particularmente no le ha costado llegar, es decir, dentro de lo que era la vida cultural en Tucumán. En esa época era bastante respetado…Y siempre sacaba premios en los Salones…Sacaba un 1º Premio Salón Nacional cada 4 ó 5 años… L. de la Vega: Había un grupo de pintores muy importantes: Nieto Palacios, Timoteo Navarro, González del Real, Nemirovsky, ¡Gran maestro!... Todos eran profesores en la Escuela. También estaban los escultores Julio Oliva, Prat Gay, que después fueron becados a Europa por muchos años.

¿Alguno de ellos fue profesor suyo? No, porque yo soy autodidacta. Me he formado con el grupo de amigos. ¿Gorda, cuando me empecé a juntar con esa gente? Sarita: En el servicio militar que hiciste a los 18, no 190

a los 20. L. de la Vega: Allí estaban Nieto Palacio, González del Real, los Iramain (Demetrio y Juan Carlos), Datito (Ángel Dato) que era alumno de los Iramain… me parece que Santos Legname se agrega después. Nosotros nos reuníamos en los cafés. Casualmente, existía una bohemia en aquel entonces. Nos reuníamos a tomar unos vinitos y a hablar de pintura. Y hablando de pintura ya nos hacíamos amigos de los poetas, de los músicos… y el grupo se agrandaba. Nos quedábamos hasta las 4 ó 5 de la mañana hablando de arte. El café era cerca de la plaza Yrigoyen, pero antes nos juntábamos al lado del Cine Esmeralda, en la calle Muñecas entre Córdoba y Mendoza: Café Esmeralda. Era un bolichito, donde el dueño del café también muy joven, nos dio una piecita detrás del café y ahí tomábamos vinitos, cerveza, ¡qué se yo!... Era un lindo grupo de artistas. Estaban los poetas: el Negro Agüero, Díaz… Después festejábamos los premios. Me acuerdo que una vez yo saqué el 1º, Nieto el 2º y Silvio Giménez, gran dibujante, el 4º y estuvimos hasta la madrugada. Silvio hizo mucho dibujo. Trabajó muchísimo en el Museo Arqueológico…

¿Tiene alguna anécdota especial de esa época? Tengo muchas; pero voy a contarte de un gran amigo mío: Miguel Ángel Ruiz, el Negro Ruiz, que era peluquero y después entró a Tribunales. Ese


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Negro, que era mayor que yo, me acompañaba a pintar. Íbamos por los arrabales, las afueras y en los pueblitos como Alderete o en Villa 9 de Julio yo me ponía a pintar y los changos me querían robar las pinturas, tocar la paleta, jorobar. ¡La verdad es que molestaban esos changos! Entonces el Negro se sentaba atrás mío y los sacaba picando con una varilla porque no me dejaban trabajar. Después me casé y la Gorda me empezó a acompañar.

¿Había otros grupos entre los plásticos de la época? Había dos sociedades: una era de “Artistas Plásticos”. Formaba el grupo Nieto Palacios, González del Real, Marcos Navarro, después se agregó Timoteo Navarro y por el otro lado estaban los Iramain, que eran los cabecillas de “Los Independientes”. Cada grupo tenía sus seguidores. Los primeros se reunían en “La Peña”, que funcionaba donde después nació La Peña El Cardón, en el subsuelo del Jockey Club, en el sótano. El presidente era Luis Gianneo, músico. Después desapareció. En ese sótano saqué un premio estímulo, en el año 1933, mientras que Nieto y González del Real sacaron los primeros premios.

¿Cuándo empezó a pintar? Empecé a pintar a los 18 años, pero ya dibujaba desde chico. Me acuerdo que en el colegio era uno de los mejores. ¡Tenía mucha mano para el dibujo! Por ahí me hacían hacer caballos los changos, cuando iba a 3º ó 4º grado y me daban 10 centa-

vos… lo que me servía para venirme en colectivo. En 1933 me dieron ese premio estímulo y después una beca a Buenos Aires para que estudie pintura. El partido Radical me dio la beca, junto a varios del grupo de amigos que éramos 8 ó 10. Estuve entre 1936/37 y practicaba en la Sociedad de Artistas Plásticos de Buenos Aires, que quedaba cerca de Avda. de Mayo. De esa época también tengo una anécdota: Yo paraba en la casa de un tío político mío, Germán García Hamilton y tenía varios primos. Yo, como siempre andaba cortao de plata. Entonces uno de mis primos que trabajaba en Tribunales, el Pololo, me dice “Che Gato, le vamos a hacer una comida al jefe, por qué no te venís, vos que tenés mano, hacés unas caricaturas y te hacés unos pesos… Compro una carpeta y un lápiz bueno y parto con el otro primo al restaurante. ¡Era un lugar muy grande y se me hizo un vacío en la cabeza! Me recibe el Pololo, al que no reconocía y logré balbucear que me ofrecía para hacerle una caricatura. Me senté y dibujé pero no me salió el Pololo sino Yrigoyen… ¡Nada que ver! Él saca un peso, me da y después pasa el dibujo por toda la mesa. Nadie me pedía otra caricatura. Claro sino se parecía en nada. ¡Hice el papelón del siglo! Hice el peor negocio de mi vida porque gasté más en cartulina…, pero la verdad es que no sé vender. Más que vender tiraba mis trabajos, fui el colmo de chanchero… ¡Pensar que en casa lo dibujaba de memoria y me salía perfecto el Pololo!

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ENTREVISTA A luis lobo de la vega

¿Su inclinación a la pintura es desde pequeño? Desde chico, cuando iba al Sagrado Corazón, me la pasaba haciendo caricaturas de los curas…no estudiaba nunca. Pero algo de ese arte viene de familia. En casa de mis padres, en Trancas, había un diario que pasaba de mano en mano, mi hermana escribía poemas o cuentos, yo hacía ilustraciones, dibujos. Dibujaba porque eso me gustaba. Andaba también mucho a caballo. Me gusta el campo, el pasto, la soledad, tirarme bajo un árbol…y me pasaba la vida soñando porque siempre he sido muy romántico. Mi padre tenía una estancia con mis tíos. De allí me viene los olores de las vacas, del queso, de los perros…todo eso me llevó a pintar. Además todos éramos chiflaos porque mi padre es tío de mi madre: Ella es De La Vega Lobo y el tata Lobo López. Dicen que todos los que se casan entre familia son medio locos, o tontos…Así que ustedes me tiene que colocar en la rama que estoy.

los tenía que atender. Sarita: Yo conozco solamente la personalidad de mi marido. No la de otros artistas. Les digo que es una lucha tremenda con el motivo, con la forma, con lo que está haciendo. Se queja, habla, va viene, busca, encuentra, que se yo… Vive totalmente la obra, por esa razón no pinta más de dos horas porque termina agotado…No es un artista frío que piensa y analiza y que puede estar 10 hs con el cuadro. Él es fuego del momento en que está trabajando y después se corta….Hay momentos en que no sabe cómo ha armado un color y después se enoja cuando no le sale el mismo. L. de la Vega: La composición para mí es fundamental, todo tiene que salir al pelo, es la que da equilibrio al cuadro. Yo veo muchos cuadros con lindo colorido, bien manchados, bien hechos pero les falta algo y es la composición. Para mí todo es cuestión de la composición, con los mismos colores pero componiendo…

Cuando estuve becado en Buenos Aires. Me acordaba tanto de Trancas, de mis caballos, del campo…

¿Fue Usted profesor del entonces Departamento de Artes?

¿Qué siente Usted cuando dibuja, pinta?

Si hija, entré en la época de Spilimbergo porque querían que haya un tucumano… Eso fue en 1948 cuando era Instituto Superior. En esa época también estaban Nieto Palacios, Timoteo Navarro… Ese año se hizo el Salón de la Provincia y saqué el 1º Premio. Los jurados eran Spilimbergo, Rebuffo y Onetto. Por ese premio “Los Arboles” me nombran instructor en el Instituto al año siguiente. Tuve problemas porque yo no era peronista, nunca lo fui, mi

Me olvido de todo. Me pongo a dibujar y empiezo a penetrar, estoy metido ahí dentro…en la obra. Yo estoy en contra de los que copian, sacar de una revista no es lo mismo que pintar al natural. Porque es uno el que capta…La Gorda me acompaña siempre, salvo cuando los chicos eran muy chiquitos que 192


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

tío Gerardo García Hamilton tuvo que hacer diligencias porque el cargo era político… Sarita: Por ahí de 1946 me puse de novia con Luis. Era una chiquilina que sabía nada de la vida y menos de arte. Siempre me traía poesías, novelas, revistas de arte “Cabalgata” que leíamos juntos. Un día me dice “Mirá te voy a mostrar a un artista argentino muy importante que vive en Buenos Aires….Era Lino Spilimbergo. Vimos todas sus reproducciones, leímos sus artículos y años después llega como jefe de la Sección Pintura del Instituto. Cuando Luis entró a trabajar a los 2 ó 3 meses ya quería renunciar porque no lo aguantaba más. Spilimbergo era una persona muy temperamental, muy recto y de pocas palabras. L. de la Vega: No lo aguantaba. Estaba un día con Pantoja, el jujeño, en la Plaza Independencia y le digo que iba a renunciar, porque me fatigaba enormemente (en ese momento ganaba mucho dinero, ganaba bien). Pantoja me dice no, ¡No podés hacer eso!...y al final él tenía razón porque después Spilimbergo fue como un padre para mí. Después lo empecé a comprender, fui íntimo amigo y nos quisimos mucho. Cuando se fue me dejó una carta de pocas líneas que dice: “Tucumán era: Los azahares de la Plaza Independencia, la Señorita Esther (que es la que le da pensión cuando llega a Tucumán y lo atiende como a un padre) y Lobo de la Vega”. Incluso me quiso llevar a Buenos Aires porque no quería que me quedara en Tucumán… Una anécdota divertida con el maestro es que veníamos de farra una noche en mi motoneta, había-

mos tomado algunos vinos y entre Mate de Luna y 24 de Septiembre pasamos un vado….como a las 3 cuadras me doy cuenta que había perdido al maestro…Había quedado tirado en medio de la calle con la botella de vino en la mano… ¡Qué cosa! La verdad es que entré con el pie derecho en Buenos Aires, la 1º exposición que hice fue en la Sociedad Hebraica Argentina. Tuve buena crítica y vendí un montón de cuadros, cuando acá no vendía ni uno. Era una locura. Me gasté todo porque tomaba buenos vinos, iba de visitas y llevaba bombones, masitas, aunque me decían que debía volver con plata a Tucumán, pero eso nunca me importó… ¿Cómo querés que tenga plata? Todo muy lindo pero no me pensaba quedar, me preguntaba: ¿Qué voy a hacer en esta ciudad que no es la mía? Yo quiero mi paisaje, mi Trancas…

¿Trabajó también en la Escuelita del Parque Avellaneda? Un día viene González del Real trayendo una revista sobre una escuela de arte infantil en Méjico; se nos prendió la lamparita y fundamos con amigos la 1º Escuela Infantil de Artes Plásticas al Aire Libre. Fue en la intendencia de González Muñoz, creo que por 1938/39. Pedíamos dinero a los profesores de la Universidad, con lo que comprábamos el material, nosotros trabajábamos gratis y así los chicos no tenían ningún gasto. Me acuerdo que entre los alumnos estaba David Lagmánovich y la Mercedes Sosa. Después la escuela cerró porque se reabrió la pileta. Algunos años más tarde, creo que vino una 193


ENTREVISTA A luis lobo de la vega

intervención a Tucumán, se reabrió en el Parque 9 de Julio, en la Casa de la Cultura. Me encantaba trabajar ahí… Los chiquitos de 5 años te hacen cada dibujo!, tienen una sensibilidad para los colores… Siempre protesto porque le pusieron el nombre de “El Loco Torres”, el Dr. Antonio Torres, que hizo mucho por la cultura de Tucumán pero no por las Artes Plásticas. Se debió llamar González del Real que es el que verdaderamente la creó. Él fue un luchador que siempre defendió y apoyó a los pintores…

¿Tiene algún lugar exclusivo donde pintar? Ahora pinto mucho Trancas y Yerba Buena, que la quiero mucho. Antes, cuando era joven tomaba diferentes zonas, por ejemplo: Villa Luján, el Manantial, la Banda del Río Salí, San Pedro de Colalao… Con Santos Legname me fui a Salta, con Timoteo Navarro a Catamarca… siempre buscando el paisaje.

¿Hizo retratos alguna vez? No, retratos no. Figuras hice muchas. Trabajé mucho el desnudo pero después me dediqué al paisaje que es mi pasión. Hacía dibujos en lápiz o carbonilla. También le hice un retrato a la Sarita que siempre estaba muy seria... (Se ríe)

¿Pasa muchas horas pintando, pierde la noción del tiempo? Sarita: Siempre ha sido muy organizado. Se levanta, desayuna y va al taller y vuelve a almorzar. 194

Cuando era más joven, tenía alumnos por la mañana y salía a pintar al aire libre desde las 16/17 hs hasta las 19.30. Muchas veces se iba a Horco Molle. Tiene un taller desde hace unos 20 años. Ahora trabaja un poco afuera, mancha y termina en el taller, por los problemas de la edad. Antes hacía los cuadros siempre al aire libre… Siempre que está pintando un cuadro lo pone frente a su cama, entonces lee un rato y después pasa mucho tiempo mirándolo para proseguir al día siguiente. Como verán su forma de trabajo ha sido siempre muy organizada. Les podría decir que no ha sido un pintor temperamental sino una persona tranquila y muy responsable con su trabajo. Siempre deja que se opine sobre sus cuadros, a veces escucha si le conviene. Los hijos, siempre conversaron con el padre sobre cada cuadro…

¿Trabaja con música? No, porque la mayoría de las veces lo hacía en el paisaje. Me gusta la música clásica, el folklore, pero no cuando trabajo…no la retengo porque no tengo oído. Me gusta más que la Gorda me lea poesías…

¿Le gusta el arte que se hace actualmente? Bueno, antes no había tantos plásticos como ahora… ¡Ah! Pero antes para poder exponer era toda una responsabilidad. Ahora los chicos de 2º año ya hacen una exposición. Van muy a las apuradas, como si la vida se les terminara ya. Yo hice mi primera exposición a los 31 años… Yo he tenido alum-


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nos que hace rato que han pasado a la Facultad de Artes y les falta mucho… Porque se necesita tiempo para aprender… Creo que hace falta más dibujo. Antes se copiaba, se quería hacer una fotografía de lo natural. Nosotros, ya no, queremos desdibujar, pero para eso hay que aprender a dibujar. Me parece que les hace falta enseñanza de dibujo. Hay muchas cosas que no las manejan por falta de conocimiento y de práctica. Porque si se sabe dibujar, se puede dibujar un paisaje o una figura humana… Uno da lo que tiene adentro, sino todo es superficial. No se puede hacer nada sin talento, sin perseverancia, sin paciencia… Yo he tenido muchas alumnas que no dan pie con bola, chicas recibidas de la Facultad…que han venido a darse el gusto de estudiar paisaje con Lobo de la Vega, pero no entendían nada… Creo que la Facultad debería dar una clase especial de Dibujo. Yo les digo: “Yo no enseño nada, simplemente los sigo a ustedes y les voy abriendo camino para que vayan más rápido”. Pero no porque seas una gran artista vas a ser un gran profesor. Spilimbergo, por ejemplo, no quería que lo sigan. El no enseñaba para él, sino que daba todas las formas para que cada uno siga la que siente. Entonces si uno tiraba para un lado él te seguía. No quería copistas sino obras propias de cada alumno. También lo hace así Ezequiel Linares.

¿Cuántas obras cree Usted que ha hecho en su vida?

La verdad es que no tengo noción. Nunca las he contado ni llevado registro. Sarita: Desde que yo le manejo la obra tengo registrada más de 400. Lo anterior, yo era muy joven y dedicada a los niños, no sé qué tanta habrá hecho y que tanta habrá regalado, porque vender, no vendía nada. Calculo que deben ser más o menos entre 600 ó 700. Yo manejo la pintura de Luis desde hace 25 años.

Para concluir esta riquísima experiencia:

¿un artista nace o se hace?

Se puede pintar muy lindo y no tener nada adentro… no se tiene que dar. Así hay un montón de pintura o escultura que no se le puede reprochar nada. No se puede decir que está mal, porque está bien dibujado, bien pintado….pero no te dice nada. Le falta el mensaje… Pero también se puede ver algunas obras que tienen fallas técnicas pero que hay talento… Yo creo que un artista nace y se va puliendo en el camino…

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Alicia Morello, Claudia A. Nallim, Rossana Colosi y Silvina M. Prette

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ENTREVISTA A

CARLOS MARTÍNEZ

1959

Nace en Tucumán en 1959, estudia desde los 14 años artes plásticas, obtiene un título de Técnico en Dibujo Publicitario (1976). Estudia y egresa de la Facultad de Artes de la UNT en 1993 como Lic. en Artes Plásticas en la Especialidad Dibujo-Pintura. A partir de ese mismo año expone individualmente pinturas y dibujos, en 1994 exhibe colectivamente con artistas de Tucumán en diferentes provincias de argentina como Jujuy, Salta, Córdoba y Buenos Aires con más de 19 exposiciones colectivas. Trabaja como técnico realizador de escenografías en los teatros oficiales y particulares de Tucumán desde 1983, también diseña ambientaciones escenográficas en puestas del teatro independiente de 1986 hasta el día de la fecha. Es docente de Educación Plástica y Cultura Contemporánea y Estética en colegios secundarios de la capital. Desde 2008 es profesor regular, Jefe de Trabajos Prácticos en la Cátedra Composición del 5º año de la L.A.P. en la FAUNT.

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¿Cómo fueron sus primeros pasos en el mundo artístico? Si bien recuerdo, mucho antes de una academia formal, en la prehistoria de mi vida, los primeros dibujos y pinturas fueron en jardín y la primaria. Desde los 4 y 6 años con una buena educación pública, (en los sesenta) empecé a garabatear, dibujar y pintar naturalmente, incluso modelé arcilla. Hago mención porqué gracias a ello me marcaron para un futuro en el mundo del arte. Fui muy estimulado por mi madre y familiares, quienes incluso pagaron estudios con varios profesores de plástica durante mi infancia. Recién a los 13 años, ya en Bs. As. empecé a utilizar oleos y técnicas de pintura, fue del 73 al 76 donde tengo los recuerdos más claros. Trabajábamos pintando todas las tardes de miércoles y sábados con un grupo de adultos en un taller municipal, en Campana, (provincia de Bs.As.).Yo junto con dos chicas éramos los más jóvenes del taller. No era muy académico…, daban pocas explicaciones técnicas pero mucha, mucha libertad, recuerdo que al principio en el taller hacía, junto a la mayoría naturalezas muertas, y se incentivaba la expresividad. En general había mucha naturaleza muerta, pero dejaban hacer algo más personal al que quisiera; tengo grabado en mi memoria, tardes de mis trabajos donde me esforzaba mucho con la precisión del dibujo, el realismo y lograba, según yo muy buenos resultados… pero venia el maestro…y me remarcaba la línea con un pincel, a veces con un pin-

cel fino y otras con uno grueso siempre en negro. Un horror, esa manera de enseñar no me gustaba, pero lo soportaba estoicamente en silencio. Pero en referencia al mundo artístico profesional, eso es recién a partir de 1983 en los últimos años de la licenciatura, donde comenzó mi experiencia y aprendizaje con la pintura y escultura escenográfica, trabajo que alterné, a partir de 1991 con la pintura de caballete, exponiendo individual y colectivamente.

¿Cómo fue su experiencia como alumno en la Facultad de artes? Yo entre fascinado a este mundo de la “academia universitaria”, ¡Imagínense recién salía del servicio militar obligatorio! En esa época era el Departamento de Artes de la UNT, (año 1979) nosotros como alumnos éramos unos románticos totales, inquietos, curiosos, como debe ser todo alumno, leíamos mucho y si aparecía un libro importante, se transformaba en oro en polvo, lo pasábamos de mano en mano si no teníamos para la fotocopia. Políticamente eran tiempos de plomo, sentíamos miedo, mucha paranoia, la presencia del poder era muy fuerte. Igual la pasábamos muy bien, íbamos a todas las exposiciones, recitales, diferentes fiestas, sólo alcohol y sexo con tu pareja del momento, bueno por lo menos yo…, siempre hay uno más canchero y atorrante en un grupo. Con poca plata nos dábamos mañas con los bares y brindis con los amigos o algún artista bohemio, y nos quedábamos toda la noche andando, hasta las 2 ó 5 de

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ENTREVISTA A carlos martínez

la mañana por la ciudad, sin que te pase nada. Incluso una vez después de una exposición, salimos de joda con Enrique Guiot (era un profesor del Departamento, que estaba cesanteado de la UNT en ese momento). Recuerdo que me dormí en un umbral de barrio sur hasta el amanecer y no me pasó nada. Ja, Ja…¡Qué irresponsables éramos! Ahora te roban hasta los zapatos! Estaba penada la actividad política, pero no si uno tomaba de más. A pesar del gobierno militar, (no podíamos decir dictadura en esos años) empezaron a circular a partir del ‘81 en la Facultad de Filosofía, clandestinamente folletos y diarios de izquierda, y yo empecé a traerlos a artes con un terror total. ¡Qué terror y a la vez qué fascinación! Nos parecía tan lejana una revolución. Inclusive la democracia la calculábamos para fines de los 80 o 90. No existían los centros de estudiantes y estaban prohibidas actividades políticas. En el ‘81 detuvieron a un grupo de estudiantes de artes por una volanteada clandestina del PTS, si mal no recuerdo, fue en el baño del Dpto. de Artes. Por suerte los registraron en la Federal, no los torturaron, pero si les hicieron un interrogatorio interminable, salieron a la semana. Eran chicos y chicas que no eran guerrilleros ni nada que remotamente se le parezca…pero si hubiera sido en el ’76 o ‘77 los hubieran detenido “sin registrar sus nombres” muchísimo tiempo y con posibilidades trágicas de transformarse en desaparecidos. A pesar que yo tenía contacto con la UJSPO sólo llegué a repartir un par de libros de Marx y unas cuantas prensas obreras. El peronismo y el ra-

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dicalismo a partir de Malvinas se atrevieron a publicar sus prensas o volantes. Recuerdo que éramos bastantes cuestionadores del poder político-militar, también de las instituciones, la forma de enseñar, de los docentes, de la censura a libros y a “la información”, y por supuesto a todos los que estaban en el gobierno. Igual criticábamos, pero todo en secreto ya que sabíamos que era peligroso, igual yo corrí un riesgo inconsciente.

¿Aparte de la actividad política como alumno de Artes, ocupó algún cargo en el Centro de estudiantes? Si un poco de todo, yo en septiembre del 82 antes de la primavera, recuerdo el día, estaba muy fresco pero con sol, en una “reunión secreta” en el parque 9 de Julio entré temerariamente a militar al PO (se llamaba Política Obrera antes de la democracia), UJS- Unión de Juventudes Socialista, era la juventud del PO. En abril de 1983 formamos una comisión Pro-centro estudiantes de artes, en esos tiempos los audaces éramos 3 ó 4, después 6 ó 7: todos compañeros y compañeras, y no más. Ya a finales del ‘83 con los milicos en retroceso recién podíamos reunir una docena de compañeros. En una asamblea más numerosa de artes se elige los cargos de un primitivo Centro de Estudiantes, uno era Rodolfo Abella. Marta Bertrand, Ana Claudia García, no recuerdo los otros compañeros… a mí me eligen como Delegado representante en la FUT (Federación universitaria de Tucumán), mandato por un año. Me acuerdo las discusiones apasiona-


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das con los otros representantes en el Rectorado, no en las oficinas sino en aulas de medicina, eran la mayoría radicales, del humanismo, del partido intransigente, en menor número los trostkos y los peronistas. Seguimos con “la apertura democrática” hasta 1984. Luego nos disolvimos para que se forme un verdadero Centro de Estudiantes. Al dejar los estudios me parecía mal formar parte de un centro estudiantil, incluso entro en conflicto con “el partido”, un conflicto interno, ya que no es fácil ser de un partido Marxista-Leninista-Trotskista, en esos tiempos era con un compromiso total: mucha militancia y conducta partidaria, cursos, volanteadas, ir a todas las manifestaciones! Por la ideología discutís y peleas con la mayoría de las personas, incluso me comí un par de piñas. Aparte se me hizo difícil con el trabajo y los horarios. En general visto con el paso del tiempo esa generación, “mi generación de artes”, creo que teníamos una mística especial, ya que el que no militaba, se formaba artística e intelectualmente, o se destacaban en algo… de ese grupo salieron Ricardo Heredia, Ricardo Palacios, Nicolás Leiva, Miryam Genisans, Ana C. García, Rodolfo Abella, Carlota Beltrame, Jorge Figueroa y me estoy olvidando de muchos otros seguro.

¿Cuándo empezó a formarse como artista plástico? Bueno, una cosa es pintar, dibujar o hacer un objeto…y otra ser un artista plástico y más todavía hacer una verdadera obra de arte! Pero tomando a los

estudios de artes académicos como una verdadera formación (y personalmente creo que es así), yo comencé mis estudios universitarios en 1979 con la carrera de licenciatura en artes plásticas, hasta 1983, que abandono la carrera para recién volver a reingresar en 1993. Fue una estupidez de mi parte abandonar en ese momento, ya que era muy obsesivo y con demasiada autocritica en detrimento de mi obra y de mi propia persona. Dejé incluso de mandar a salones y exponer. Una estupidez total visto con el filtro del tiempo. Los alumnos de arte y los recién egresados deben participar en cuanto salón o competencia que aparezca. La auto marginación es una postura que no recomiendo a nadie, menos a los jóvenes productores de obra que necesitan foguearse y formarse en el mundo del arte, con toda competencia artística, salones, clínicas o seminarios, y sobre todo no dejar de ir a las exposiciones grandes y chicas.

¿Qué hizo durante el  tiempo que dejó la facultad? Coincide cuando empecé a trabajar en los talleres del teatro San Martin en julio del ‘83, en agosto abandoné el taller y las materias teóricas que me faltaban de la facultad…(Seguía siendo Departamento de Artes), me enamoré completamente del trabajo de hacer escenografías y creo que me volví experto en eso, o sea aprendía resolver, lo que sería las artes plásticas en un escenario; pintura, escultura y la ornamentación escenográfica. Esta disciplina me absorbió por completo durante 10 años.

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ENTREVISTA A carlos martínez

Realicé escenografías creadas por maestros, tanto en teatros oficiales y particulares, incluso en el ámbito particular del teatro independiente. Luego empecé a diseñar y crear varias ambientaciones, escenografías y utilería; para actores de la talla de Larry Janson, Gloria Berbuc, Rolo Andrada y los directores Víctor H. Cortes, el mismo Rolo Andrada, Julio Ardiles Gray y Pablo Parolo. La tarea de realizar escenografías es un trabajo apasionante, pero no muy reconocido.

¿Cómo fue que tomó la decisión de retomar sus estudios?  Yo sentía una presión interna y externa de que me debía algo a mí mismo… También sentía un poco de vergüenza, tan solo faltándome tres materias, (Psicología, Historia del Arte americano y Taller de V) que las hice lentamente en dos años. Me reinscribí en el Taller A, por la mañana, donde aproveché al maestro Linares y me volví a encontrar con la pintura. Terminando mis estudios con el conocimiento y aporte de los maestros Linares, Cipulli y Joaquín. También continué formándome con la amistad e intercambio teórico y práctico de artistas de mi edad, tanto mayores como menores que yo, de aquí en Tucumán.

¿Durante el cursado de sus estudios, tuvo algún referente? Como dije soy una persona que escucha a todo el mundo, incluso a los artistas más jóvenes, pienso 200

y maduro lo que me dicen. Me acuerdo el oír los diferentes consejos de varios profesores del antiguo Departamento de Artes, como por ejemplo del maestro Dante Cipulli, de una profesora de Historia del Arte I Nora Tost. Y al final de mis estudios podríamos decir que el maestro Linares (como le decíamos), fue un referente cultural-artístico muy importante para todos y también para mí, en el final de la carrera, también tengo que hablar de otros referentes técnicos en los profesores Dante Cipulli y Eduardo Joaquín, que además admiraba sus obras. Son excelentes plásticos. Aunque estoy siendo injusto con otros docentes que estoy olvidando…también me gustaba mucho el dibujo de Aurelio Salas, la técnica y la textura de los oleos de Gerardo Ramos Gucemas (español radicado en nuestro medio) y a otro pintor tucumano: Ernesto “turco” Dumit. Fue un consejero y amigo en las noches tucumanas, supe escuchar sus historias y recomendaciones artísticas. Uno accede a la información de muchas maneras.

¿Hubo algún artista cuyas obras le sirvieran de inspiración o referente? Si claro, cuando comencé a estudiar estaba fanatizado con Salvador Dalí, sobre todo por su mundo onírico, su erotismo surrealista con una técnica preciosista, casi renacentista. De aquí en Tucumán envidiaba la pintura virtuosa del “gallego” Ramos Gucemas, como “los sabios” dibujos de Aurelio Salas, fuertes y expresivos. Pero Salvador Dalí era mi preferido, eso me duró como tres o cuatro años. Mien-


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tras tanto hacía y aprendía como un buen alumno las indicaciones tradicionales de la academia, luego incluí mi admiración a Max Ernst con su excelente obra, mucho más surrealista e interesante que la de Dalí…Esas influencias maduraron, salieron más tarde en un periodo del ‘91 hasta el ‘98 en donde mis cuadros estaban basados en imágenes surreales que nunca llegaban una figuración concreta, logrando un surrealismo biomórfico, con variadas formas biológicas, semi humanas, entre lo erótico y lo irreal. Después de un viaje a Nueva York y París en el ‘98 y quedé impactado con ese mundo del arte, tanto en la impresionante cantidad de producción como en calidad… ver fascinado en directo las obras del mismo Dalí, Ernst, Jackson Pollock, Jasper Johns y Andy Warhol entre otros tantos artistas modernos. En el Louvre entre muchas obras de arte, cuando vi en directo la serie “Los nenúfares” de Claude Monet, me produjo un impacto emocional y artístico impresionante, una obra única e importante, en sus últimos trabajos trasciende al impresionismo, creo que a Monet como moderno no se lo valora en su real medida, salvo el cubismo y surrealismo ahí ya está toda la pintura por venir del siglo XX.

¿Perteneció a algún grupo de plásticos? Si, y se dio de la mejor manera, el “GrupoGric” (Grupo de Integración Cultural) un colectivo de pintores y dibujantes de Tucumán bajo el liderazgo de Silvia

Porta, la más talentosa del grupo, en mi opinión claro, con otros artistas del medio como Roberto Alonso, Luis Vivas, Gerardo Rodríguez, Adela Noriega, Estela C. Quiroga entre otros. No nos unía los estilos, cada uno hacia su tema e imagen en absoluta libertad, más que nada nos proponíamos mostrar y difundir nuestra producción, y nació como protesta contra el desmantelamiento de los ferrocarriles (Tafí Viejo) por Menen en el ‘94. Incluso expusimos en Quilmes, Bs. As. Luego en 1996 con la salida de algún miembro y la incorporación de otros pasamos a ser el grupo “Tuku-humanos”, donde expusimos colectivamente en diferentes provincias del país. Tengo hermosos recuerdos de esa época, exponiendo y viajando por el país. Los costos se reducen, siempre es mejor y más fácil moverse en grupo que solo, los colectivos de artistas es una experiencia que recomiendo a los jóvenes y mayores.

¿Tuvo la oportunidad de exponer su trabajo de forma pública? Sí, tengo cinco exposiciones individuales, la última fue en el año 2001, y seguí pintando hasta el 2005. Recuerdo mi primera exposición individual en el ‘93 donde fue muy emotiva, traté de mostrar cosas diferentes que había descubierto en ese momento, fueron más de catorce pinturas, siempre trabajé al óleo. También tengo otras 17 muestras en forma grupal, expuse hasta el 2005, si mal no recuerdo son diecisiete con artistas tucumanos que éramos un grupo de pintores con obras muy variadas. Expusimos como dije en diferentes provincias como

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ENTREVISTA A carlos martínez

Salta, Jujuy, Córdoba, Bs. As. y por supuesto en Tucumán muchas veces. La exposición colectiva es mucho más amable que la individual, en la muestra individual uno se muestra más vulnerable.

¿Cuál fue su producción de obra plástica, sus técnicas, sus conceptos? Bueno como dije mis primeros trabajos como profesional, siempre en pintura al óleo y algunos dibujos en tinta, técnica que tendría que volver algún día, estaban influenciados por un surrealismo erótico, de más juego con las formas, el volumen y lo inverosímil, con un discurso cerrado, denso. La pintura es mi lenguaje preferido, y la técnica donde mayormente me siento cómodo es en el óleo sobre tela. Aunque conceptualmente tuve un cambio de mi imagen, de un discurso denso con las figuras biomórficas, las abandoné luego de mi viaje a Nueva York y Europa. Recuerdo haber quedado en shock con los nuevos lenguajes: (instalaciones, tecnologías u objetos) que no sabía calificar en ese momento, pero me llamaron mucho la atención como los objetos esculturas de Claus Odellberg y las obras conceptuales de Joseph Beuys, “artista de idea” que más admiro y respeto del arte contemporáneo. Sensibilizado por tanta obra nueva para mí, dejé de pintar al óleo exactamente unos 9 meses, volviendo con una pintura más fresca, plástica, casi planimétrica, con una imagen decorativa y más amable al espectador. Fue de 1999 al 2001donde inicié una serie de las flores, donde obtuve unos cuadros bien

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logrados (Fotos). En el 2002 al 2004 me fui hacia la abstracción y la planimetría, con una mezcla de guiños plásticos al espectador.

¿Actualmente se encuentra produciendo alguna obra? Hace unos once años que no produzco pintura de caballete, ya sea por cuestiones de trabajo o personales. Lo que si sigo haciendo es pintando escenografías, tanto diseños de otros como mías, pero eso es otra disciplina de las artes plásticas. Otra disciplina que pertenece a la docencia; la Investigación me está afectando mi tiempo desde hace 3 años, justamente vengo haciendo una investigación sobre “La Escenografía en los años 60 y 70 en Tucumán”. Escribir es una tarea compleja para mí, pero creo lograr resultados interesantes. No estoy produciendo ahora pintura, pero quiero contarles mi nuevo fetiche artístico; desde hace unos años me encanta desde lo conceptual a lo plástico “el gran Gerhard Richter”, pintor alemán, dueño de una técnica exquisita, es realista, expresionista y abstracto a la vez, un creador genial, impresionante su obra. Trabaja con diferentes técnicas y recursos, a veces una especie de borrado, haciendo alusión a la fotografía, la historia alemana y su propia vida. Fue el creador del realismo capitalista. En los ‘60, cuestiona a la burguesía y la sociedad germana, en la abstracción. Es tanto lírico como matérico, con pinturas medianas y otras de gran tamaño donde plantea un dialogo de preguntas al espectador y a las artes


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

visuales. Está traspasado por el arte conceptual, ya que fue colega contemporáneo de Polke y de Beuys (Dusseldorf, Alemania). Si no lo conocen, por favor ya busquen en internet, no se van a arrepentir, sobre todo al que le gusta la pintura.

¿Nombró mucho su trabajo en el teatro, como maneja Ud. sus inclinaciones personales, en relación de las artes plásticas y el trabajo escenográfico? Hay que aclarar que tengo dos disciplinas dentro de mí, de lo que es el mundo del arte, una es la pintura de caballete, el otro lado es la escenografía. Esta última está más inserta en el mundo del teatro que tiene sus propios códigos y sistemas.

¿Y qué es la escenografía? Es una disciplina compleja, un arte inter disciplinario en un espacio específico, ya que tiene dibujo porque hay diseño, tiene pintura aplicada es decir, que signifique y se parezca a algo! Existe en un espacio tridimensional; tiene arquitectura y ornamentación escenográfica y a veces según el guión escultura, más la luz teatral (luminotecnia) y otros elementos como la utilería y el vestuario que todos se relacionan entre sí. Y encima sobre todas las cosas tiene que “ser funcional”; servir al desplazamiento de actores, ayudar al texto teatral y entretener en su justa medida! Por todo eso es tan exigente y compleja. La escenografía se podría definir entre tantas versiones como: “Un conjunto de signos en un es-

cenario” o “una visión plástica de una mentira, un pacto entre la escena y el espectador”.  La escenografía tiene 2000 años de historia junto a la comedia y la tragedia, es parte de la estética y poética de una puesta en escena! En la modernidad la escenografía se desarrolló incorporando “todas las vanguardias de los siglos XIX y XX”, sigue evolucionando ahora, y lo seguirá haciendo en el futuro mientras exista el teatro.

¿Qué conocimientos se necesita para ser un escenógrafo? Buena pregunta, lo primordial es tener una idea clara en la cabeza, saber que quiere el autor del texto y que propone el director, y conocer el escenario de teatro donde será la obra, claro que ayuda mucho una formación plástica, manejar habilidades manuales o por lo menos saber en qué consisten para poder dar las indicaciones. Puede ser que la persona que está proponiendo la idea escenográfica de una puesta, no sepa dibujar, ni pintar, ni ornamentar (he trabajado con directores así) pero “si tienen clara la idea estética”. La Idea escenográfica se la realiza através de otras personas, operarios artísticos-técnicos contratados trabajando para que plasmen su idea. No sé si lo dije antes, pero es un gran trabajo en equipo. Tuve el gusto de trabajar para excelentes escenógrafos como Bordolonni, Maza y Feijoo del teatro Colón. Y de Tucumán con Guido Torres, Alberto Lombana, Ricardo Salím y Juan Carlos Malcún. Es importante aclarar que siempre uno aprende cosas nuevas con cada escenógrafo. 203


ENTREVISTA A carlos martínez

¿Hace cuanto se encuentra trabajando como docente en la facultad de arte? Soy docente en esta facultad desde el año 2009, me encuentro enseñando composición de 5º de la LAP, como JTP, actualmente ayudante de la profesora Dra. Carlota Beltrame. También trabajo como extensión docente en el D.A.P.A (Departamento de Artes Plásticas de Aguilares), ahí estoy supervisado por la Prof. Susana Baum al frente de las clases. En la cátedra composición damos teoría del arte y herramientas que ayuden a comprender las problemáticas del arte moderno y contemporáneo, junto a conceptos y elementos que ayuden a la investigación. La docencia es una cosa seria, una profesión muy importante, hay que estar capacitado, atento y seguir aprendiendo todos los días.

¿Además de ser profesor en esta facultad se encuentra trabajando en otros establecimientos? Si, también soy profesor en el Colegio Suizo doy clases de Culturas  Contemporáneas y Estética en el 6ºaño del secundario, en lo ‘80 enseñé en el Colegio LeónXIII Educación Plástica en la primaria, una experiencia hermosa y muy exigente, y hasta el 2010 dicté clases de pintura a particulares.

¿Qué opina sobre la facultad y su forma de dictar las carreras? Si bien no toda academia es perfecta, yo en lo personal soy un defensor de la Facultad de Artes, porque da técnicas, metodologías de percepción que 204

no es poca cosa, y por supuesto el que tiene habilidad para escribir puede dedicarse a la investigación, cada vez hay más institutos de investigación que es algo que estaba muy atrasado en nuestra facultad. Si he observado, que la disciplina de Taller ha ido decayendo a través de los años, una especie de relajamiento. Recomiendo a los alumnos ser más rigurosos con el trabajo de Taller, no importa la disciplina que elija, sea pintura, grabado o escultura, taller A, B, o C, el día a día, mes tras mes será un avance y un logro personal fundamental para su obra actual y futura. Pero relacionado con la escenografía opino humildemente, como una ciudad provincia y que tiene mucho teatro… Resulta extraño que en esta Facultad no haya una “carrera de escenografía”, aunque sea, una tecnicatura corta. Es cierto que otorgar un título de escenógrafo en un medio donde hay pocas ofertas es difícil, (ya que 3 ó 4 escenógrafos reconocidos en Tucumán quitan/manejan todo el trabajo bien pagado), dejando libre el trabajo independiente con menos recursos; pero desde mi punto de vista igual tendría que estar como posibilidad, ya sea un curso técnico corto o quizás una especialización rápida de posgrado.

Muchas gracias Profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Flores, Zoe; Geromini, Sofía; Jerez, Daniel; Hrabric, Yamila y Tello Damaris


ENTREVISTA A

rosalba MIRABELLA 1975

Licenciada en Artes Plásticas de la Facultad de Artes de la UNT. Especialidad grabado y pintura. Accedió por concurso como Auxiliar Graduada en la cátedra de Fundamentos Visuales en la misma facultad. Realizó numerosas muestras individuales y colectivas en Tucumán, Buenos Aires y otras provincias del país entre las que se destacan: a) Individuales: “Final de fiesta” en Galería Braga Menéndez Arte Contemporáneo, B.A, 2012. “Paraíso” en “Espacio Tucumán”, B.A. 2012; b) Colectivas: “Colecciones de Arte de la Universidad Nacional de Tucumán”, Museo de Bellas Artes de Salta, 2016. “Interfaces. Una antología posible” curada por Florencia Battiti, Fernando Farina, en C.C. Kirchner, B.A., 2015. “Circuito creadoras de cultura” curada por Lucía Seijo, intervenciones urbanas, B.A., 2013. “Un crimen tiene varias historias/A crime has many stories” (acción colectiva) comisionada por Fundación Haudenschild Garage, Spare Parts. MALBA, Museo de la Cárcova, Editorial Eloísa Cartonera, y otros, B.A.2008. “Padiglione Italia nel Mondo: Istituti italiani di Cultura. Biennale 2011”, Museo Caraffa, Córdoba, 2011. “Espacio La punta Arte Contemporáneo” arteBA edición 21, 2012. “Mercado de arte”, idea y gestión de Evi Tártari y Agostina Bevacqua, en Mercado del Norte, Tuc., 2012. “Ahora es cuándo” curada por Mariano Luna y Moira Aguirrezábal, en Fondo Nacional de las Artes, B.A., 2011 – 2012, entre otras sus últimas exposiciones. 205


ENTREVISTA A ROSALBA MIRABELLA

¿Podría contarnos sobre la historia de su niñez en resumidas palabras; nacimiento, lugar? Nací en San Miguel de Tucumán en 1975. Tengo dos hermanas, yo soy la del medio. Mi mamá es maestra, mi papá contador, hoy jubilados los dos. Tuve una niñez relativamente tranquila, hasta los cuatro años viví en un barrio y después nos mudamos a un departamento en el centro. Mis padres trabajaban mucho, pero creo que fueron bastante dedicados a nosotras, en la medida en que pudieron. No conocían mucho de artes plásticas en particular, pero nos incentivaron mucho a leer, y a que cada una desarrolle los intereses que tenía, como música, danza, idiomas. Las tres fuimos a la escuela Sarmiento de la UNT.

¿Cómo fue su primer encuentro con el arte? Es como que el arte ha sido algo que me acompaña desde siempre, al menos así lo siento. Yo era “la que dibujaba” en la casa. Desde chica me pasaba lo que para mí eran horas dibujando. Copiaba las tareas que hacía mi hermana mayor en dibujo en la escuela, por ejemplo. También recuerdo que retrataba a mis dos hermanas, y que siempre estaba armando cosas con papeles, objetos de uso cotidiano y pinturas. Me interesó bastante un regalo de una tía para un cumpleaños, de 6 o 7 años, que era un libro sobre el pintor español Joan Miró, editado para niños. Tengo reminiscencias que me gustaba y no me gustaba su obra, pero lo leía una y otra 206

vez. Después en la secundaria siempre dibujé pero como afición personal, nunca fui a talleres privados hasta la ir a la Facultad de Artes. Mi encuentro con “el mundo del arte” fue ese momento. Como no me animaba del todo a inscribirme en Artes, porque venía de un bachillerato científico; tuve que dar bastantes vueltas pero una vez que entré me metí de lleno.

¿Desde qué momento decidió estudiar artes? Como conté más arriba, siempre me gustó el arte pero no se me ocurrió como una profesión hasta el momento en que me inscribí en la facultad. Al egresar de la secundaria me gustaba el inglés, la psicología, pero como me gustaba tanto lo visual me inscribí en arquitectura. Hice el curso de ingreso, un par de meses. Un día en un “arrojo” me bajé antes del ómnibus, volviendo de la facultad de arquitectura a mi casa, entré en la Facultad Artes, leí cuáles eran las materias de primer año y dije sin dudar “aquí me quedo”.

¿Cómo fue su vida universitaria? Mis años en la facultad los viví como muy intensos. Yo sentía que no sabía nada de todo este mundo de las muestras, de las técnicas y disciplinas, de la historia del arte, y quería aprender sin parar. Veía a los compañeros que venían de la Escuela de Bellas Artes, a los que la práctica de los talleres les parecía tan natural y anhelaba esa seguridad En primer y segundo año, además de las numerosas horas


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

de práctica de la semana, me inscribí en un taller privado para profundizar. Iba a todas las muestras, viajaba a todos los destinos que proponían el centro de estudiantes, como Buenos Aires o la Bienal de San Pablo, participaba de todos los salones que podía, me inscribía en cursos, jornadas y clínicas. Hice algunos años de intentos de investigación con las becas estudiantiles e iniciación del CIUNT. Apliqué a todas las becas que había disponibles como las del Fondo Nacional o Antorchas. A partir de tercer año empecé a trabajar además como docente en colegios privados, en el nivel primario y secundario. Anécdotas aparte, creo que en general, me costó desestructurarme un poco de mi forma de hacer y pensar muy racional (creo que es una marca mía hoy, que me costó bastante integrar), porque venía de una formación muy científica. En la facultad cursé la licenciatura en pintura, después hice grabado dos años, probé viajar un par de años, volví en 2004 y terminé Grabado también. Así como disfruté mucho todo este aprendizaje y experiencia fue un período como digo intenso, con varias crisis personales y altibajos de todo tipo. Por un lado, el impacto de un mundo nuevo para mí al principio. Más cerca del final de la carrera, la incertidumbre de cómo y en qué campos aplicar todos estos conocimientos como una práctica profesional en la que no había un ejercicio pre establecido sino múltiples posibilidades.

¿En qué se basa su obra?

Mi obra quizás se basa en la auto observación y la experimentación. Estoy continuamente reflexionando sobre lo que hago, en un intento de adquirir más consciencia de qué soy, de qué somos las personas. Con respecto a la experimentación me refiero a que no me exijo trabajar sobre algo en especial, sino que trabajo como en un diálogo entre lo que voy produciendo y “aparece”; y los sentidos que voy encontrando con la reflexión posterior sobre lo producido. A veces estudio aspectos teóricos, otras veces aspectos técnicos, y voy probando cómo sigue. Creo que mi obra fue algo dispersa y variada desde siempre, con respecto a las técnicas, la iconografía, los formatos, los temas, si se puede llamar así a algunos aspectos de las obras. Llegué a incursionar hasta en la producción de contenidos para televisión. Pero con el paso de los años fui despejando ciertos intereses principales que estuvieron desde el principio, algunos años se disolvieron, pero volvieron y se mantuvieron como hilos constantes.

¿De qué consta el proceso artístico como profesional? ¿Cuáles son sus máximos referentes? Mis obras consisten en fotografías y trabajos en papel. Me interesa reelaborar retratos preexistentes, y tomo como puntos de partida las fotos de los documentos de identidad, álbumes de fotos de familia, o retratos realizados por artistas del pasado. Para mi serie “Album”, construí maquetas recreando distintas escenas, a las que las fotografié con tomas directas. El cumpleaños de quince de mi ma-

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ENTREVISTA A ROSALBA MIRABELLA

dre, el casamiento de una tía en el campo, mi abuela en un pic nic, el viaje de egresado de mi padre. En estas escenas, la mayoría en blanco y negro, cada personaje y pequeño detalle fue reelaborado con cartón pintado y masilla, y luego fotografiado. Con respecto a la otra pregunta me interesa: de los 60, la pintura alemana y la italiana de los 80, la del alemán Richter. La fotografía de Joel-Peter Witkin, que cuando hacía grabado nos mostró Alejandro Gómez Tolosa. Eso me abrió a la fotografía de escenas construidas. De modo muy reciente estoy mirando bastante la obra de la artista estadounidense Ellen Gallagher, con quien descubrí puntos en común por temas y tipos de materiales que utiliza, sobre todo de sus obras más tempranas. Para la instalación de 30 piezas en papel llamada “Gobernadores”, compuse una nueva versión de la conocida serie de retratos en carbonilla del siglo XIX, de una artista de mi ciudad. Geometricé los rasgos de estos hombres, y los volví a representar. Después, repitiendo partes y combinándolas entre sí, agregué nuevos personajes inventados a la serie. Me gusta considerar los retratos como partes de conjuntos determinados, como cuando quise reunir los rostros de “todas las personas que conozco”, y pinté cientos de retratos en miniatura sobre papeles de muchos colores. O bien, tomar a personas retratadas en determinada época, por alguna artista en particular; o miembros de familias o comunidades específicas. 208

Por lo general, el procedimiento que utilizo es el generar dislocaciones de elementos visuales, como en las fotografías, con sus retratados transformados en muñecos de masilla; o los gobernadores del siglo XIX geometrizados y “aumentados”. El aspecto visual, los elementos formales, son muy importantes en mis obras. A veces me concentro en efectos de luz, como la casi oscuridad total, en las fotografías. O en el límite abstracto/figurativo, como planteaba en el montaje de una serie de pinturas en miniatura, de lejos la obra era una, abstracta y formada por cuadrados de colores; de cerca eran muchas partes, cada una encerrando un pequeñísimo retrato. Me interesa poner en cuestión la identidad como algo fijo, abrir la posibilidad a nuevas combinaciones, jugar a que el pasado no está cerrado y la historia se puede modificar. Y también, preguntarme qué somos las personas, a un nivel más profundo que los roles que establece la sociedad, en distintas épocas. Con respecto a los referentes, éste es un aspecto que me costó bastante asumir. Hasta hace muy pocos años, no quería aferrarme a ningún artista o grupo en particular, y menos a nivel local porque las influencias son muy fuertes para que uno se defina en ciertas líneas, pero yo traté de abrirme caminos, de evitar los cierres. No seguí tampoco a una línea de las artes visuales de ninguna época, tomaba algunos elementos de aquí y allá, reconocía otros, pero le huí bastante a los referentes fijos. Si estuve


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

muy marcada por mi época y por ciertas cuestiones, seguramente, pero al menos mi intención fue siempre mantenerme abierta y no tener prejuicios. Busqué las obras de artistas un poco afuera de las artes plásticas, por otro lado, como el director de cine Werner Herzog. Me interesó mucho la animación cuadro por cuadro del checo Jan Švankmajer. O me fui muy al pasado en otras oportunidades. En alguna época temprana si puedo decir me interesó la pintura pop estadounidense 90.

¿Existe la diferencia respecto al género en el arte? La verdad es que yo no sentí una diferencia por el hecho de ser mujer, en la práctica del arte, en todos los circuitos en que participé hasta ahora. Si reconozco aspectos femeninos específicos que aparecieron tanto en mi obra como en la de otras colegas. Y en la historia del arte por supuesto, en la que hay todo un desarrollo ligado a artistas que se centraron en lo femenino.

¿Cuál es su punto de vista en cuanto al apoyo lo que recibe una artista que representa al género femenino en nuestra provincia? Si la pregunta se refiere a apoyos estatales, éste es muy limitado para artistas de los dos géneros, y que yo sepa no hay “apoyos” específicos para artistas de género femenino en el ámbito local. Me refiero a becas de producción, a programas de formación, a recursos para salas de exhibición. Es-

toy hablando a nivel provincia. Igual, soy muy prudente a la hora de reclamar por apoyos de tipo estatal, creo que los artistas tenemos que movernos con la mayor independencia posible, mujeres y varones. Y el estado, quizás podría hacer esfuerzos honestos para crear las condiciones de vida favorables a todas las actividades y a nuestra práctica en particular. Con respecto a lo social, por supuesto, es de esperar que como sociedad se evolucione dejando atrás cuestiones arcaicas que perviven en ciertos estratos. Creo que, afortunadamente, el ámbito de las artes es de los más adelantados en este proceso, por eso nosotras/os desde adentro no vivimos discriminación de género, o es muy rara, al menos esa es mi percepción

¿Qué opina de la nueva generación de artistas? Lo que veo que están produciendo jóvenes de 20 y pico, 30 años, en los últimos años de la facultad y egresados con algunos años, cinco o hasta diez (por especificar mejor la franja a la que me refiero), es un panorama muy positivo. No sé qué pasará de ahora en más con las nuevas condiciones económicas y políticas. Pero mi sensación es que en cuanto a calidad y complejidad de las obras, en estos últimos años la producción de los artistas locales evolucionó, se equiparó completamente a la producción de artistas de otros centros como Buenos Aires. Pienso en la producción de Valentina Díaz, Valeria Maggi, Agustín González Goytía, en algu209


ENTREVISTA A ROSALBA MIRABELLA

nas mujeres jóvenes ligadas a la fotografía, a Lucía Gasconi, Gustavo Nieto y los artistas ligados a proyectos jóvenes pero ya afianzados como la galería Rusia o el espacio Cripta, o María Gallo y el Proyecto Micro Espora, sólo por citar algunos. Hay muchos artistas y espacios más que están desarrollándose que no llego a mencionar para no extenderme tanto. Me parece que hubo un movimiento en general de salir de la queja y tomar la iniciativa de generar espacios, gestionar las actividades en forma personal. Que los más jóvenes están muy informados, y trabajan a velocidad cada vez mayor, creo que se animan a más y eso está bueno. Me parece que el creciente intercambio entre artistas del país y con el extranjero, que vivimos nosotros en los 90 y principios de los 2000 se profundizó y extendió con las residencias para artistas y las becas de estudio. Y eso para Tucumán es muy importante.

¿Qué mensaje les daría a aquellos que quieran comenzar una vida entorno al arte desde el plano profesional? Yo les diría que ser artista en Tucumán requiere un esfuerzo y una constancia especial, pero que también tiene sus ventajas. Y, como en cualquier ámbito, se trata siempre de aprovechar lo positivo del medio y seguir adelante sin desanimarse. Y a nivel personal, ser artista es todo un desafío para mantener la confianza en uno mismo y en su propia visión. Diría que prueben, lean, generen inter210

cambios, conozcan ámbitos nuevos, experimenten, pero también confíen en sus posibilidades y no se apuren por llegar a “algo”. Y lo principal, no olvidarse nunca que todo es posible.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Velander, Nelson Juan Javier


ENTREVISTA A

PEDRO MOLINA 1934

Nació en La Rioja. Inició sus estudios en la Escuela Superior de Córdoba pero se graduó en el Departamento de Artes de la UNT: Fue alumno y ayudante de Pompeyo Audivert. Se perfeccionó en litografía y grabado en la Real Academia de San Fernando, Madrid. Expuso en España, Estados Unidos, Bolivia y en varias ciudades del país. Obtuvo importantes premios en dibujo y en grabado calcográfico. Realizó numerosas muestras individuales y colectivas. Fue Profesor del Taller de Grabado en el Departamento de Artes Plásticas de Aguilares.

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ENTREVISTA A pedro molina

¿Cuándo empezó su inclinación hacia la pintura? Toda la vida, por lo menos hace 60 años. Ahora tengo 65, a los 5 años dibujaba en el suelo, vivía en el campo, en un pueblito que se llama “Pincha”, ahí cerca de donde nació Menem que se llama Costa de Velazco. Así que toda mi vida he estado en esto.

¿Usted se considera prácticamente un autodidacta? Sí, pero también estudié… Tuve la suerte de conectarme con grandes pintores riojanos cuando era chico como Torres Agüero, Miguel Ávila… Después me fui a estudiar a Córdoba. Allí tomé clases con Fariña, con Juan Carlos Pinto (un gran dibujante), con el grabador Alberto Nicasio y más tarde vine a Tucumán, donde me recibí como Licenciado en Arte.

¿Qué tal la experiencia de exponer en las grandes ciudades del primer mundo? Es una experiencia interesante pero, para hacerse notar en cualquier ciudad o país, para mostrar lo que uno hace, hay que quedarse un tiempo largo, conectarse, porque nadie quiere invertir en un tipo que está de paso.

¿Qué anécdotas, lindas o tristes, le han quedado respecto de su arte?

Claro… después estuve un tiempo en Bolivia, en Méjico, en Colombia, siempre viviendo de la pintura y el grabado.

Hay muchísimas, porque uno, si bien uno vive de esto, también vive para el arte. ¿No?... Por ejemplo, durante la época de estudiante, la pasé negro en Córdoba pero era muy joven… después uno aprende a vivir, a defenderse, a hacer cualquier trabajo: de pintor de obras, de peón, a contar cuentos, a cantar…. Para poder sobrevivir. Por ejemplo, con un gran pintor, que ahora vive cerca de París, Pedro Portugal, formamos un teatro de títeres y anduvimos por las minas de Potosí, Oruro, por los ’70. Recorrimos muchos caminos de titiriteros, después dando clases… Así me nombraron profesor de Bellas Artes en Oruro, Bolivia. Justo en ese momento se produce una huelga de maestros. Fui a La Paz como representante de mis compañeros, pero en cuanto me sintieron hablar, me preguntaron si tenía permiso de trabajo. Por supuesto que les contesté que no, a lo que me respondieron que entonces estaba como turista y a las 24 horas me echaron… (risas).

También expuse en Francia y el año pasado en Nueva York.

También estuve viviendo un tiempo en Ibiza, en los

Fui alumno y ayudante de Pompeyo Audivert. Después me perfeccioné en litografía en Barcelona y en San Fernando de Madrid, donde trabajé con óleo… y me quedé un tiempo en España. Después volví a Tucumán y aquí trabajé casi 8 años hasta que vino Bussi y nos corrió a todos…

¿La época de Bussi?

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

años ’60, que era el centro hippie de todo el mundo. Allí hice muchos murales… pero me tuve que ir ante los celos de la mujer que tenía. Después de muchos años volví a España y expuse en el pabellón argentino, en la ciudad universitaria… Ahora con Tito Quiroga tenemos proyectado irnos a París… Si, hay que moverse mientras aguanten las vituallas.

¿Cómo vive un artista en París? Por supuesto hay que tener condiciones pero hay que tener persistencia. El que triunfa en París, a veces no es el mejor, sino el que más persiste. Recuerdo que una vez estaba caminando por los alrededores, vi gente durmiendo bajo un puente y entre ellos un pintor japonés, como si fuera un linyera… De allí algunos de ellos triunfan pero muchos se quedan en el camino.

¿Qué significado tiene pintar para usted? ¿Es una descarga, es un complemento, es una necesidad? No, esto surge como si fuera la respiración de uno, a lo mejor inspiración… Tengo antecedentes artistas y músicos en mi familia, pero debo decir que me crié en un medio campesino. Mi padre era comerciante y en casa nunca se habló de cultura… Hay mucha gente que pinta por hobby, por entretenimiento pero no es mi caso… Claro, aquí en nuestro país, cuando los pintores queremos llevar nuestra obra afuera lo debemos hacer de contrabando. Uno lo quiere hacer en forma le-

gal pero hay que sacar fotocopias, pagar impuestos muy caros, cosa que es imposible para nosotros. ¡Uno quiere vender algo en el extranjero para poder sobrevivir! Les cuento una anécdota del Michi Aparicio, un jujeño muy amigo, con el que estudié en Tucumán. Él viaja mucho al exterior. Una vez lo agarra la aduana en el aeropuerto y él les dice que no es artista plástico, que pintaba por prescripción médica porque estaba medio loco, si fuera una obra de arte se la vendería…. Y así lo dejaron pasar. Lo que les quiero decir, es que los artistas tenemos muy poca protección en este país… Es muy dura la vida de un artista que decide vivir solamente de su producción. Uno debe hacer la producción, su propia gestión, su propia fama… que se yo y rebuscársela como se puede.

¿Qué es lo que más le gusta pintar: acuarelas, pluma, óleo? No, el grabado es mi oficio. Hace poco estuve exponiendo mis grabados en Jujuy. Pero ahora grabo menos, porque el grabado se vende poco y a bajo precio, más aquí en el país, que creen que el grabado es una estafa porque está hecho sobre papel… entonces el cliente prefiere el paisaje o lo que fuere pero óleo, con mucha materia sino cree que lo están estafando. El grabado medio, está desacreditado acá, porque en la Argentina, en vez de seguir adelante, vamos para atrás, en lo que respecta a cultura. Por eso la migración que hay en música, plástica… Estos últimos años estuvieron marcados 213


ENTREVISTA A pedro molina

por la filosofía consumista. Es el triunfo del capitalismo, lo material sobre lo espiritual… espero que esto cambie algún día. Así es la cosa…

¿En otras partes del mundo es diferente? No, no. La globalización es el triunfo del capitalismo. Antes se mantenía un equilibrio, cuando estaba el estado comunista, pero como eso ya ha desaparecido, o porque eran falsos comunistas o porque eran dictaduras…y bueno, triunfó el capitalismo y nos está haciendo marchar al paso de ellos. Porque como dijo Perón hace muchos años: “Estados Unidos en el siglo XX nos encontrará encadenados, encadenados, encadenados más que nunca a Estados Unidos”. Hasta el momento, todos hemos quedado bajo la égida del capitalismo…. Miren Rusia, copada por las mafias…

¿Y las culturas andinas? En las culturas andinas, las que corresponden al Tahuantinsuyo, existía una forma de organización socialista y siguen manteniendo ahora una forma primitiva. Pero, en general, todo el campesinado del mundo, por lo menos lo que yo conozco, pese a que el folklore lo pinta como lo mejor, en general es gente muy reaccionaria. Lo he visto en Francia y en Italia, en América Latina: porque están muy dominados por la religión, por las costumbres, porque son ajenos al cambio. Ejemplo claro de esto es la denuncia que hicieron los propios campesinos del Che en Bolivia. Además hay muchas sociedades 214

como la nuestra, como la tucumana por ejemplo, que son inmaduras. Son como si fuéramos bebés… ¡Necesitamos de un padre!… Y por eso adoramos a los militares, por eso ganó Bussi aquí… No es que sea catastrófico, sino que es una cuestión psicológica, miedo al cambio.

Volviendo a la plástica, ¿Siente que el grabado es lo suyo? Bueno si, en el grabado me expreso mejor. Para ser un buen grabador hay que “Ser”. Claro, porque se practica mucho el dibujo. Últimamente se ha desprestigiado también al dibujo. El dibujo es una actitud mental y analítica del mundo. La línea en sí, en la realidad, no existe, es una ampliación mental. En la Argentina hay buenos pintores, pero el 80 % no sabe dibujar. Es mucho más fácil ponerse a pintar que ponerse a dibujar… y más cuando uno entra en la no figuración.

¿Qué es lo que expresa en la mayoría de sus trabajos?, ¿Cuál es la musa?, ¿Cuáles son sus mitos? Lo que yo hago, es un expresionismo, así que se sobrevalora más lo que yo digo que la parte estética. Desde chico, comencé a pintar con temas, pero desde los ‘50 en adelante vino la época de la no figuración; mucha gente me aconsejaba: “No, cómo te vas a meter con literatura en lo que hacés”. Era ya la influencia extranjerizante: el arte por el arte mismo. Pero yo pienso que si uno tiene sensibilidad, habilidad, porque es un favorecido por la na-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

turaleza, entonces creo que se tiene la obligación, el deber de expresar cosas interesantes. No vamos a cambiar el mundo con la pintura, ni con el dibujo pero siempre damos testimonios. Somos testimonios de nuestro tiempo, de nuestra cultura. Por ejemplo, toda esta muestra, aquí en el C.C. Rougés, está basada en los mitos andinos, en los seres protectores, por ejemplo en “La Pachamama”, “El coquena” etc. Hay otras escenas costumbristas, como el rito del día de los muertos de la Quebrada de Humahuaca, el carnaval de La Rioja, pero mezclados con reminiscencias también de ciertos mitos griegos, mitos mediterráneos que han venido con los colonizadores por supuesto. Yo me baso más que nada en ciertos recuerdos de las pinturas andinas, del gran imperio que fue el Incanato. Pero bueno, no trato de hacer un retrato folklórico, ni de hacer resurgir el pasado. El pasado está pasado, muerto, pero sí se trata de tener una identidad. Porque todas las fuerzas extrañas tratan de que no tengamos identidad, para que nos puedan gobernar…

Bueno, todo eso lo mantiene joven porque toda su creatividad no descansa… Claro. Cada uno va aislando cosas, descubriendo o revalorizando cosas que quizás estaban escondidas…, así en esta muestra surgieron el Familiar, la Mulánima, el Tío, la Muerte del Che, el Familiar, el Miedo, el Tigre, el Chancho del Monte… Ahora todos los temas no son textuales, sino que tomo la imagen, la metáfora y me dejo guiar. No trato de demostrar nada, ni de hacer antropología. Lo único

que quiero hacer es una cosa linda, que me guste…

¿Usted está satisfecho con lo que ha logrado con su arte? No, no. Sigo en la búsqueda, porque el que está satisfecho se queda. Y aquí es una cuestión más de transpiración que de inspiración. Yo les aconsejo a los alumnos, a la gente joven, que creen que la inspiración viene sola. No, hay que levantarse todos los días a las 8 de la mañana y trabajar y estudiar. Ya lo dijo Rodin: “El 90 % es transpiración y el 10 % es inspiración”. Es un asunto de asociación, de búsqueda, porque si uno no trabaja, nos quedamos en las cosas académicas…. ¡¡¡Y no es así!!!

¿Qué le gustaría que quedara en el recuerdo, los grabados? No, porque ya están en los museos. Me interesaría más que la obra, la influencia que uno deja. Por ejemplo en Jujuy, hace un par de años me dieron una distinción por haber difundido la cultura jujeña, en Salta figuro en un libro sobre Historia del Arte, en La Rioja me dieron la “Famatina de plata”, porque he contribuido al desarrollo cultural… Es decir, que a veces uno deja algo que es intangible, más allá de la obra misma.

Muchas gracias profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Ana Buffo y Patricia Robles 215


ENTREVISTA A

NILDA NOBLE DE PELLI

1926 - 2006

Licenciada en Artes Plásticas, Especialidad Grabado. Desarrolló sus actividades como Profesora en el Taller Rotativo, Turno Mañana. Participó en numerosas muestras colectivas e individuales, como así también en numerosos Salones. Formó parte del grupo “Cuatro grabadoras tucumanas” junto Ana Matilde Aybar, Ana Badessi, Elda Sarmiento. Fue miembro del Instituto de Investigaciones sobre Cultura Popular de la facultad.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cuándo comenzaron sus estudios de Artes Plásticas? Primero estudié Educación Física, y trabajé algunos años en ello. Después de casada, con mis tres hijos pequeños sentí la necesidad de buscar algo distinto. Era una búsqueda espantosa. Comencé entonces a estudiar Artes. Me inscribí en el Departamento y me sentí muy bien en este ámbito. Éramos muy poquitas…Any Badessi era mi compañera, pero yo les llevaba mucho más de 10 años a ella y a todas las otras chicas. Temprano me incliné por el grabado porque mi maestro fue Pompeyo Audivert. ¡Era un tipo soberbio, era un genio! Realmente era un maestro porque estaba todo el día con las alumnas en el taller enseñándonos los secretos del grabado. Solíamos hacer viajes a distintos lugares: Catamarca, La Rioja, Tilcara e íbamos haciendo grabaditos. ¡Me enamoré de la carrera! Me parecía fantástico todo esto porque siempre he sido muy libre. Tengo un marido y unos hijos que me han dejado vivir en libertad. Cuando empecé a estudiar ellos eran chiquitos… El maestro Audivert nos incentivaba a que nos presentáramos a los concursos y eso he transmitido a mis alumnos. A todos les digo que se presenten en los Salones, Concursos etc.

¿Siempre hizo grabado, qué técnicas usaba? Antes hacía xilografía. Hace muchos años vino un profesor yanqui que me enseñó técnicas nuevas,

más libres. Hace poco vino otro profesor a la facultad que dictó cursos sobre otras técnicas... ¡Fabulosos! Todo lo que Audivert nos podía reprimir con las técnicas, este hombre nos dio una inmensa libertad con lo que me sentí más cómoda aun.

¿Cuándo comenzó a exponer? Mis primeras exposiciones fueron entre 1969, 1970. Eran colectivas. Hice muchas, no me acuerdo, serían 10 ó 15. Allí saqué algunos premios, pero no iba a los salones. Bueno, yo egresé y tuve un shock importante. Había una enorme diferencia entre trabajar con mi maestro Audivert y trabajar sola. Uno tiene un peso en la espalda grande, porque la responsabilidad era mía y de nadie más. No consulté a nadie. Me fui a trabajar en casa…tenía las libretas del almacén llena de bocetos.

¿Cómo es su proceso creativo? Las ideas vienen solas. Por ejemplo iba al médico, al odontólogo, veía una revista, algo que me llamaba la atención y cortaba un pedacito…. Yo no tenía una idea fija en la mente, sino que eran varias. De pronto esas ideas se conectaban e iba componiendo el dibujo con el lápiz, con collage a tinta, con pinturas, con pintura… Siempre he sido muy colorista. Siempre he hecho bocetos, los he hecho sin pensar que había una figura en el fondo, sino solamente en que la composición sea equilibrada. La composición sí debe estar en la cabeza. Después de varios bocetos, si siento que está equilibrado ya me pongo a trabajar…. 217


ENTREVISTA A NILDA NOBLE DE PELLI

Tengo una tendencia neofigurativa, es decir no a la figuración perfecta… Soy muy sensible a la línea. Me gustan las cosas bien definidas. Todos mis trabajos son de tamaño intermedio, ni monumentales, ni chiquitos. Tal vez sea un poco decorativa en algunos cuadros; el sentido de las líneas, de las formas y eso le da una dinámica especial a la obra en sí. Cosas sencillas, alegres y con mucho color. Para mí, mis primeros grabados son los mejores, después uno va cambiando… Según mi marido para mal. Estos primeros trabajos eran muy pesados porque había que cortar maderitas, ir yapando los pedacitos…. Era un trabajo loco hacer eso. Con esas técnicas tengo un grabado en el living de mi casa. Creo que nunca volveré a hacer algo así…Pero eran otros tiempos. Uno se sacaba el alma, las uñas. Era joven… Uno tiene la ilusión de llegar a ser Jefe de Taller… Ahora no, ahora se hace la plancha perdida y en un momento se pueden sacar 100 copias. De todas maneras en el taller comenzamos con mono copias, después dibujo litográfico, planchas de metal y los radiogramas y llegamos a la plancha perdida a fines del año lectivo. Pero en el rotativo se ve apenas lo elemental, como para que tengan una idea y después elijan la especialidad que más les guste. Siempre trabajo en serie. Cuando era chica, más o menos a los 10 años vestía a mis muñecas. Les hacía la ropa pero siempre con telas de distintos colo218

res…fíjate ya había una tendencia. En la actualidad mis dibujos son siempre de muñecas de trapo. De distintos colores, distintas formas, lo que vos quieras, pero siempre está presente el color. En algunos casos he utilizado los colores puros: el rojo y el amarillo, espantosamente puros pero los sabía utilizar muy bien porque, como te digo, soy una colorista de primer agua. La textura la he manifestado siempre con el color. Por ejemplo un azul oscuro lo logras a medida que se juntan las líneas, el amarillo o el blanco cuando hay menos trama… En el grabado se debe manejar muy bien la textura para lograr los colores deseados.

¿Cómo fueron sus comienzos como docente? Comencé en la escuela de Agricultura como docente de plástica de 1º a 3º año. Enseñaba dibujo técnico. Tengo recuerdos muy gratos de esa época, tenía libertad de hacer los programas, el cuerpo docente y el director eran muy buenos. Allí estuve más de 30 años… Después ingresé como auxiliar, jefe de trabajos prácticos, en el Taller de grabado. La jefa del taller era Ana Matilde Aybar (Tuca). Desde la democracia, aunque no lo creas, fue la peor época de mi vida. No trabajaba cómodamente porque había rendido 3 veces un concurso y los había aprobado, pero había gente que no me quería…Cosas que pasan, la competencia, que se yo. Fue la peor época de mi vida. Entonces pude pasar al rotativo, en 1986. El


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

jefe era Enrique Guiot. Era un tipo difícil, no era muy fácil trabajar con él, pero era muy inteligente y sabía muchísimo. Era un buen profesor. Con el tiempo nos acostumbramos el uno con el otro y trabajamos en cordialidad. Por ese entonces entraron Carlos Alcalde, como JTP de pintura y Guillermo Rodríguez en escultura. Desde que murió Enrique estoy al frente del taller, hace más o menos cuatro años. Pensar que quería llegar a esto, a ser Jefa de un Taller y ahora que lo soy, estoy corriendo de un lado para otro. Hay que asistir a reuniones, exposiciones, estoy investigando, en el equipo de Eduardo Rosenzvaig y con su JTP, la Pacha Wyngaard, que me ayudan mucho. Estamos analizando “los juegos”, como jugaban los chicos hace mucho, de mi infancia, también trabajamos para el Diccionario del Azúcar... No se tiene tiempo para nada… Antes yo trabajaba en mi obra en casa por la noche, pero ahora no puedo, son los años. Me levanto a las seis de la mañana, desde entonces no paro. Llegan las 10 de la noche y estoy muerta. El clima del taller es muy cordial. Tengo por norma regalar algún grabado a mis alumnos. Todos tienen una obra mía, siempre les regalo. Mira a los chicos les sacas cualquier cosa menos ¡un cuadrito del profesor! Quiero mucho a mis alumnos, la docencia es algo que te atrapa, uno les da todo lo que uno puede dar, pero ellos se deben liberar y buscar su propio camino. Como soy una gran defensora de la libertad ayudo a que sus alas crezcan pronto.

Entre mis discípulos te puedo mencionar a Pamela Málaga, Sonia Ale, que vive en Alemania, Roberto Koch,…qué sé yo, son muchos. Lo importante es tener un profesor que te incentive, como Audivert con nosotras, tener fuerza de voluntad, tener confianza en la obra y trabajar mucho. He tratado de transmitir eso a mis alumnos por eso siempre los he mandado a los salones…

Cuénteme un poco sobre sus muestras. Después de las muestras colectivas con mis compañeras comencé a largarme sola. Vendía bastante bien. Facturaba por un cuadrito como 100 dólares. Muchos arquitectos me compraban para regalos de casamiento. Me acuerdo que tenía muchos pedidos y trabajaba de noche, en la cama. Allí estaba con mis tintas de colores… y mi marido al lado. Me quedaba hasta las 3 de la mañana dibujando y a 6 ya estaba levantada. Después tuve encargos para el Sanatorio MATSA, que se robaron todo… más tarde mi hijo hizo una Galería en casa. Era una locura, la casa con todos los cuadros desparramados…. También me presenté en Salones y obtuve algunos premios. Comencé en Santiago del Estero en 1969, después en La Rioja, Tucumán, por supuesto. En Buenos Aires saqué el 1º Premio en un Salón para artistas del interior. Gané $1500 y con eso me compré un departamento! Después, con Pedro Molina, mandamos a un Salón de la OEA. También a Chile, Italia (Roma), Israel, Polonia, Brasil (Río de Janeiro y San Pablo)…Mis obras pasearon por todas 219


ENTREVISTA A NILDA NOBLE DE PELLI

partes en los 70… También expuse muchas veces en Norte América. Allí tengo un hijo que trabaja con César Pelli (primo mío) y mis obras están en el Centro de Arquitectos donde él trabaja. Junto al grupo de “Cuatro Grabadoras” (Any Badessi, Tuca Aybar, Chicha Sarmiento y yo) expusimos en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires… Desde los 80, 82 he dejado de hacer muestras porque estoy enredada en el taller, la investigación…. que sé yo. En realidad me falta la noche, ya no puedo hacer grabado de noche. Fíjate hija, las cosas de la vida. Cuando podía trabajar de noche, no tenía prensa y sacaba todo con cuchara, ahora que la tengo, no la uso…

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Claudia Cepeda

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ENTREVISTA A

ADELA NORIEGA 1965

Nació en Monteros, Tucumán, en 1965. Licenciada en Artes Plásticas, Especialidad Pintura y Técnico Ceramista. Fue Docente 3º,4º y 5º año del Taller B, pintura y actualmente está a cargo de Historia del Arte II, Licenciatura en Artes Plásticas de la Facultad de Artes de la UNT. Es investigadora del CIUNT. Desde 1985 participa en muestras individuales y colectivas. Así como también en salones provinciales y nacionales. En 1993 expone en el Museo Timoteo Navarro, con la muestra “La conquista”. Como integrante del grupo de integración regional participa en muestras colectivas en las provincias, de Salta, Museo Hernández, en La Rioja, Museo Octavio de la Colina, en Buenos Aires, en Quilmes, Museo Roverano. Región NOA2005. Ha colaborado además en varias obras de teatro como asistente escenográfica y de maquillaje

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ENTREVISTA A ADELA NORIEGA

¿Cuándo surgió su inclinación por el arte y qué la llevó a estudiar esta carrera? El interés por el arte ya surge en mi infancia, siempre lo llevé conmigo. Cuando era niña me gustaba dibujar y colorear esos dibujos. Lo que ayudó a decidirme por esta carrera, fue una materia que tuve en el secundario que se llama “Historia del arte”, la cual curiosamente no era específica de la orientación que yo había elegido, la científica. Sin embargo, esa materia que sólo constaba de dos horas semanales me abrió un panorama distinto dentro del arte: el conocimiento de la historia del arte. Me parecía muy interesante poder conocer el arte desde la historia y no sólo desde la habilidad que yo tenía… La profesora ponía mucho esfuerzo en enseñar la historia de la plástica (ella era especialista en música no en artes plásticas)…me empecé a fascinar. Ella ponía mucho empeño ya que era difícil dar sus clases en un bachillerato físico químico…

¿Dónde hizo el secundario? Estudié en la Escuela Normal de Monteros. Tuve algunos profesores de plástica que viajaban desde la capital como Briones, quien al ver mi habilidad y mi gusto por la asignatura siempre me alentó a seguir adelante con la plástica, pero lo que me llevó a elegir esta carrera fue esa materia relacionada con la historia del arte. Al finalizar mis estudios secundarios ya estaba decidida a seguir acá, en la facultad. Fue una decisión 222

un poco extraña para la familia ya que no querían que tuviera otra profesión. No porque no sea rentable sino que la veían como una carrera sin muchas expectativas futuras. Pero a pesar de todo he tenido la suerte que mi ámbito familiar siempre respetó mis decisiones y mis elecciones… y eso me permite poder estar ahora acá con ustedes.

¿Cree que lo que pensó en aquel momento su familia, también lo piensa la sociedad en general? Si, tal vez al no conocerla, no se le da valor. Además socialmente no está muy fortalecida la disciplina, desde una estructura laboral. Todos los que estamos en la facultad lo hacemos por nuestra vocación, contrariamente no estaríamos acá. El aspecto vocacional es muy fuerte en esta carrera.

¿Cómo fue su experiencia mientras era estudiante? Ingresé en la facultad en el año ’83 y me recibí en el ’88. Fui alumna del Taller A, de Ezequiel Linares. Creo que fue un gran maestro, nos brindó su amor por esta profesión. Nos hacía sentir seguros, que uno no estaba equivocado con lo que había elegido. Nos hacía aflorar nuestra vocación; nos transmitía el deseo de ser pintor. Fue una experiencia muy rica, no sólo desde el aspecto de la pintura, sino también desde lo humano, lo cultural… Con él se podía charlar sobre diversos temas: música, danza, literatura… le gustaba mu-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

cho la literatura latinoamericana. Todo el tiempo nos mantenía nutridos de sus amplios conocimientos. Es decir, que no solamente sabía de pintura sino de todos los aspectos de la cultura. Todo lo relacionaba con la vida y el estudio del arte. Estudiar arte con él, no significaba estar apartados de la realidad, sino que al contrario, nos impulsó a reflexionar sobre el arte, donde estaba uno parado, desde donde producíamos… Creo que fue un gran maestro. Fue un referente muy importante en la facultad. Era lo máximo y todo el mundo quería trabajar con él. Cuando estuvo en el primer período también fue así. Aún hoy sigue presente. Él amaba su profesión y eso lo transmitía. Enseñaba a querer la profesión desde un aspecto global… Todo eso lo transformó en un “verdadero maestro”, que se reflejaba muy bien en el taller.

¿Y cómo fue vivir, después de una época “muy especial”, la vuelta a la democracia? Fue muy importante. Significó estudiar en un contexto totalmente diferente al período anterior. Uno estaba con muchas ganas de experimentar esa “libertad”. Creo que fue positivo porque nos llevaba a querer mostrar las cosas que producíamos, a tener nuevas experiencias… Y sobre todo más libertad en las manifestaciones artísticas. Tanto alumnos como profesores podíamos hablar de otra manera. Hubo un grupo de docentes que regresó con la democracia porque habían sido dejados cesantes

durante la dictadura: Imelda Cuenya, Enrique Guiot, Ezequiel Linares… También había docentes nuevos, que los recibían con mucha expectativa.

¿Por qué eligió la pintura para expresarse artísticamente? Cuando estaba en 3º año hacía pintura y escultura. En un momento determinado Beatriz Cazzaniga, que es una gran escultora, me dijo que tenía que optar. El tiempo no me alcanzaba. Hacía el Taller de pintura a la mañana, las teóricas a la siesta y el Taller de escultura por la tarde. La verdad es que era muy cansador… Entonces opté por seguir con la pintura aunque la escultura me gusta mucho, pero en ese momento, luego de charlar con ella, decidí hacia lo que me quería orientar: hacia la pintura. Sin embargo, creo que un artista es un todo y le gusta manifestarse de diferentes maneras… pero dentro de la estructura de la facultad uno tiene que optar por una orientación, lo cual no significa que no se tenga la necesidad de dibujar, hacer esculturas o grabar… la necesidad siempre está. Particularmente mi estilo es figurativo, según el estado de ánimo y hoy es acompañado por una concepción… voy agregando pequeñas cosas a cada obra…

Desde el punto de vista docente. ¿Cómo es trabajar en la facultad de artes? Enseño en la facultad desde hace 25 años. Cuando me recibí tuve la suerte de poder entrar. Primero 223


ENTREVISTA A ADELA NORIEGA

comencé a enseñar Historia del Arte I, donde trabajé con Norma Alzogaray hasta el ’93. Después estuve en Aguilares hasta el ’03 y luego en el Taller B, de Dedé Chambeaud. Actualmente estoy a cargo de Historia del Arte II. Cuando uno termina la carrera también tiene que pensar qué quiere ser y cómo va a ir manejando su profesión. A mí me gustó siempre la docencia. Siempre me destaqué en ese aspecto. Hice la carrera docente desde ayudante estudiantil, luego adscripción docente hasta que concursé y entré a trabajar en la facultad. En mi caso, no dejé de lado la pintura. Simplemente es otra elección y creo que también fui motivada un poco por Linares. Él era una persona muy cuidadosa y podía darse cuenta quienes podían ser sus ayudantes o ser adscriptos a la cátedra… nos orientaba para que luego sigamos en el camino de la docencia. Lo más lindo y reconfortante es poder enseñar, ayudar a los chicos a descubrir todo lo que es la pintura… hasta que encuentran un discurso que les sea propio. En el Taller B, el tránsito de 3º a 5º año lo planteamos como un proceso de transformación. Durante estos tres años uno va acompañando al alumno para que descubra un discurso suyo, desde lo técnico hasta lo conceptual. Creo que esto es lo más grato de enseñar arte, acompañar al alumno en ese trayecto de búsqueda. En la actualidad estoy en una materia teórica, Historia del Arte II. Cuando comencé a enseñar, tal 224

vez el campo cultural y artístico era más pequeño… ¿Qué quiero decir con eso? Uno pensaba nada más que la construcción artística era sólo una enseñanza práctica: la ejecución, el trabajo con el modelo, o en el caso de las historias sólo enseñar una historia muy lineal, en el marco de la cronología. Sin embargo, con el transcurso del tiempo la disciplina fue ampliando su campo; ampliando la manera de abordar el enfoque epistemológico. Ya no es el enfoque lineal sino que ha cambiado la construcción del saber artístico, lo que es positivo porque le permite ampliar el campo al estudiante. Hoy el estudiante no sólo tiene entre sus opciones el productor artístico, sino los diferentes roles que hay dentro del campo artístico: la investigación teórica en historia social del arte, en filosofía del arte, en estética, en museología. Es decir que el campo artístico en estos últimos años se ha nutrido enormemente.

¿Cómo fue su experiencia en esta facultad? Yo tengo una buena experiencia porque me gusta lo que hago; creo que he vivido el paso de lo que era el Departamento a la Facultad de Artes que es hoy. Fue muy importante todo el tránsito, la transformación que tuvimos nosotros dentro de la carrera, el cambio de metodología… El gran salto de la dictadura al proceso democrático. Por ejemplo, ingresé con cupo a la facultad: sólo podíamos ingresar ochenta personas a la facultad y ¡el inscripto


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

ochenta y uno se quedaba afuera, no podía cursar, estudiar!. En cambio hoy nuestro número de ingresantes está mucho más arriba de ese valor numérico, eso es muy positivo. Además, la cuestión de la libertad en los discursos, la cuestión edilicia, es decir los mayores espacios, el incremento de nuevas carreras, la interdisciplinaridad. Por supuesto que hay cosas que cambiar, creo yo que estamos con una currícula atrasada, necesitamos urgente un cambio curricular, un poco para poder darle a los alumnos esa apretura que yo refería recién sobre como el campo artístico ha ido transformando. Hoy hay gente que hace crítica de arte, gestión artística, productores de obras. Existen esos diferentes roles y me parece que los docentes debemos prepararlos para esos desafíos. No digo que no la tengan, la tienen, la tienen no en términos de especificad, sino colateralmente.

¿Cómo es su vida como artista? Bueno la vida como artista, si uno se piensa así en función al medio, creo que se consolida con el reconocimiento de los pares, de la comunidad. En mi caso, es difícil vivir como artista porque trabajo en la docencia en la facultad de artes y eso lleva mucho tiempo: preparar las clases teóricas o las clases prácticas…, entonces la parte artística la desempeño en el poco tiempo que me queda libre. Ahora se construye más que nada como un pensamiento, como una idea antes de pasar a la producción. Antes uno tenía que pintar, hacia veinte

pinturas, cuarenta dibujos…, hoy tal vez es otra manera de producir. También he cambiado mi forma de producir en relación a los formatos, estoy trabajando son formatos pequeños. Pero no tengo una gran producción de obra. Tal vez son, cuatro, cinco obras por años, que mando a una exposición o a un salón. Mi producción plástica y mi tarea docente voy tratando de consolidarlas en los tiempos que tengo…

¿Qué otra persona, además de Linares, tiene como referente? Muchos otros artistas. Cuando entré en la facultad en el ’83 no sólo estaba Linares sino que también había otros artistas, muchos no estaban en la facultad. Una descubría un mundo distinto en las obras de Gucemas, en las de Aurelio Salas, en Ernesto Dumit… Ellos eran los referentes que admiraba y valoraba… Eran como los maestros desde fuera de la facultad. Tuve oportunidad de charlar y mostrarle mis dibujos a Aurelio Salas. Él era muy reservado, muy trabajador… Me dijo que tenía que trabajar más. Siempre tenía presente que había que trabajar duro para ser un profesional del arte; no tanto desde el pensamiento sino de una manera casi académica: desde la producción.

Desde el punto de vista social: ¿Cree que el artista plástico tiene un lugar que merece, que le corresponde? 225


ENTREVISTA A ADELA NORIEGA

Creo que en Tucumán no tenemos el lugar que nos corresponde, por lo menos desde lo que yo viví, no sé antes. Cuando vine a estudiar a Tucumán así como estaban Linares, Guiot, Imelda Cuenya, plásticos de renombre… también encontraba gente que apoyaba a los plásticos. Gente como Abraham, que ya falleció, fue Director del Museo de Bellas Artes. Apoyaba mucho la cultura… también había lagunas familias que compraban obras de arte de estos jóvenes artistas.

¿Qué me puede decir del Grupo Norte? Al Grupo Norte no lo conocí, pero luego llegue a conocer a sus integrantes. Desde que Eduardo Joaquín entró al taller hasta que me encontré con Kelly Romero y trabajé con ella. Entonces me habló del Grupo Norte. Ellos también tenían los mismos referentes. Kelly admiraba la obra de Linares, que fue su maestro, como también al Gallego Gucemas. Ella me aportó mucho, igual que Enzo Lampasona. Me abrieron un campo dentro del arte, me enseñaron aspectos que desconocía: la importancia y lo significativo de ir a distintas muestras, conocer artistas, conocer gente nueva, otros colegas como Ricardo Abella, Tito Quiroga, a Medici (que es un artista que permanece oculto y que poca gente lo conoce, pero que es un gran pintor, con un estilo interesante)… Comencé a concurrir a las muestras con Kelly y Enzo. Fue una etapa donde acompañábamos a los artistas a las presentaciones, a los Salones. Allí viví 226

también otro aspecto del arte: el acompañar a los artistas en el movimiento cultural.

¿Se puede hablar entonces del arte como un largo camino por recorrer? Por supuesto. Es como que el arte da la posibilidad que uno nunca termina de aprender. Uno siempre está en constante búsqueda, conociendo estilos, descubriendo cosas nuevas… Además con Kelly aprendí a saber quien es este o aquel pintor, a conocer gente que venía de otras partes a exponer acá. Por ejemplo en el ’83 vino Alonso a exponer a Tucumán. Todas esas experiencias nos abrían un campo cultural muy amplio y artísticamente fundamental para alguien como yo que se estaba formando.

¿Qué es el arte para usted hoy? Creo que el arte es una expresión de una cultura y de los individuos que hace a la cultura, acompaña a la sociedad y la muestra. Como decía Picasso: “El arte es y el artista es su época, de su tiempo”. No existe una definición de arte, sino que su definición va acompañada de toda la estructura social, de una estructura coyuntural en el momento en que se da. Tampoco creo en que se pueden establecer parámetros académicos para decir lo qué es el arte. Además las fronteras de lo que antes académicamente se denominaba arte – artistas se ha ampliado, los lenguajes se han extendido…Hoy el arte tiene una gran amplitud, hay una diversidad de expresiones artísticas, todas valiosas, que pueden convivir de manera conjunta en el campo cultural.


Pero creo que antes de incursionar en esos campos uno debe haber tener una buena formación, una sólida estructura para incursionar sin problemas.

Tomando en cuenta sus palabras ¿Podría entonces darnos algún consejo para seguir en el camino del arte? El secreto es justamente seguir adelante, aprender a mirar (fundamental para las artes), aprender a usar la percepción que es otro factor importantísimo, no olvidarse de la destreza manual y trabajar mucho. Porque esta carrera tiene la sustentabilidad en el trabajo, en la producción. El alumno debe producir, si no se produce no se puede sostener… nadie puede sostener una profesión si no hay producción. La producción no se agota, en el sentido de que encontramos una formula y ya está, siempre tiene que estas presente la posibilidad de una búsqueda constante. Esa necesidad de producir, de buscar, de encontrar y volver a buscar… eso hace que uno se retroalimente constantemente con su trabajo.

Muchas gracias, profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Rafael Barrenechea, Fernanda Carrazcosa, David Medrano, M. Julia viera Vargas, Silvia Villalba, Facundo Alarcón, Iban Davis Colomo, Gonzalo Del Prado y Carlos RodrÍguez. 227


ENTREVISTA A

LILIAN

PREBISCH

1964

Licenciada y Doctora en Artes Plásticas, Especialidad Escultura de la Facultad de Artes de la UNT. Es Docente del Taller Vespertino de Escultura de esa Facultad desde 1991 hasta la fecha. Desde 1999 participa en diversos Encuentros de Arte Público, Monumental y Muralismo a nivel nacional e internacional en muestras colectivas. Participó en numerosas muestras colectivas e individuales entre las que se destacan: Salón de artes Visuales “Carlos Navarro” Región NOA organizado por la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán. “Retrato de placeres, memorias y agonías” (Escultura), 2013. Muestra individual “El blanco no es un color”. Museo Timoteo Navarro Sala Spilimbergo, organizado por la Facultad de Artes de la UNT. Obra “El blanco no es un color”, 2015. Exposición individual “Relieves”. Centro Cultural “Eugenio Flavio Virla”, Julio 1992; Exposición en el Centro Cultural General San Martin de la Ciudad de Buenos Aires en Julio de 1997. Recibió premios: 1º  Premio Adquisición del Salón Municipal de ARTES Plásticas de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, año 1987. 2º premio en el Concurso de Murales para la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán, organizado conjuntamente por la Facultad de ARTES y la de Ciencias Económicas en Julio de 1988. 228


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cómo fueron sus comienzos, cómo decidió seguir esta carrera? ¿Cuáles fueron sus influencias… qué se decía en esa época? Siempre me interesé por la escultura. Ya en la Escuela Sarmiento, donde cursé mis estudios primarios y secundarios, hacía entre las materias extra programáticas, escultura. Recuerdo que eran los sábados a la mañana con el Profesor Fernández Larrinaga. Después ingresé a la Facultad en 1982. Seguí mis estudios con el mismo profesor. Desde primer año le pedí seguir en el taller. Entonces cursaba primer año general por la mañana y por la tarde venía unas horas a trabajar con él… ¡Entonces me atrapó, todo lo que sea volumen, lo que sea trabajar con las manos! Es decir que tuve cinco años de formación en escultura en vez de tres, que es lo que normalmente tienen los chicos. Una de las influencias más grandes que tuve fueron las de éste maestro Fernández Larrinaga, que es quien me acercó a la escultura, no en su aspecto formal pero sí en su esencia y Beatriz Cazzaniga, que ya fue mi profesora desde tercer a quinto año. Con el tiempo me despego de ellos y voy adquiriendo mi propia estilística…

¿Qué se decía de la carrera en aquella época? Era una época muy particular, recién comenzaba la democracia, con todas las ilusiones que eso significaba…Todo el proceso de democratización fue muy movido, muy lindo en cuanto a la actividad estu-

diantil. Fui consejera por un tiempo y no había una mala visión de la carrera…, todo lo contrario. Había una cosa que me decía: ¿Qué es lo que puedo hacer con esto que me gusta? Cuando yo entré, estudiar arte no estaba mal visto, pero si sabía que no había ningún tipo de perspectiva laboral. Aun ahora continúan esos problemas.

Termina el secundario y se inscribe en escultura. ¿Qué la llevó a eso? La curiosidad únicamente… No recuerdo que puede haberme definido hacia la escultura, salvo esa curiosidad. Bueno, después me enganché en lo que es el trabajo con arcilla. Lo que más me gustaba era modelar. Después ya en la carrera descubrí otras alternativas de la escultura: el trabajar con diferentes materiales, con otras técnicas…Trabajo con diferentes materiales: acrílico, yeso, cemento y cerámica en los pequeños formatos. He incursionado en la madera ensamblada, con ensamble de otros materiales como ser plásticos, metales etc.

¿Qué experiencias recuerda? En mi época de estudiante lo más importante era el Taller. Lo vivíamos muchísimo en el sentido de la permanencia no sólo cuando había entregas… Nos quedábamos desde la mañana a la tarde, las siestas (por ahí faltábamos a las teóricas) para seguir con la obra. Eran jornadas de trabajo muy prolongadas. Eran hermosas experiencias de trabajo y convivencia, siempre con un mate de por medio. En los momentos de descanso nos contábamos nuestras 229


ENTREVISTA A LILIAN PREBISCH

cosas… el Taller también significa amigos. Las amigas de entonces son mis amigas ahora… A muchas no las veo con frecuencia, cada uno está en lo suyo, pero seguimos manteniendo una relación muy fluida. Creo que eso es lo que más rescato de mi época de estudiante. Hoy añoro estar sólo para estudiar, para hacer escultura, sin preocupaciones domésticas, de trabajo etc. Hoy mi vivencia es otra, uno asume un montón de responsabilidades laborales, los hijos etc. y hay que buscar el tiempo para la escultura, para producir, pero bueno son las cuestiones del género. El hombre siempre está más liberado de esas ataduras…

¿De todas las obras cual fue la más significativa? ¿En qué consiste la esencia de su obra? Y… todas. Porque todas dependen del momento en que fueron hechas y a qué motivaciones respondían. Cada etapa digamos que he transitado o todas, en su momento han sido importantes para mí. Después, cuando uno termina de desarrollar una idea, una piensa y rebobina sobre el trabajo, es como que lo ves para atrás, y me digo: no podría haberlo hecho de otra forma. Tal vez, hay obras a las que uno quiere más que otras, pero cuando uno está trabajando, siempre esa me parece la más importante. Por eso les digo no les sabría decir cuál fue la más importante, no hay una más importante, hay varias…

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Mi última producción básicamente se trata de una cuestión de género porque a mí particularmente me moviliza. La problemática femenina que tiene sus raíces en algo autorreferencial, sintiéndome inmersa entre esas problemáticas y todo lo demás.

¿Tuvo oportunidad de hacer alguna exposición? Tengo hechas exposiciones individuales, no sé cuantas pero algunas… y muchísimas colectivas. El problema en la escultura es el tiempo de trabajo que es mayor que en la pintura. Para hacer una exposición individual hay que trabajar como mínimo dos años. Además el ambiente artístico en Tucumán es duro… más para la escultura donde no hay ventas. Es imposible pensar en vivir de la escultura. Las exposiciones son más que nada una satisfacción personal. Con la escultura todo es complicado desde la ejecución, el embalaje, el traslado… y lo que alguna vez puedes ganar con una venta no es lo que vale, ya que no significa el gasto del material, la energía humana... Si uno quiere mandar obra a un salón por ejemplo en Rosario, el transporte además es muy caro… muchas veces te pueden rechazar. Algunas veces me pasó esto por lo que no me convencen los salones. No estoy segura que sea el jurado el que te puede rechazar una obra. Por eso dejaron de interesarme. No así el planear una exposición individual, producir personalmente. También me interesa hacer arte público, todo lo que sea la incorporación de la escul-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

tura al espacio urbano. Pero allí también tenemos otro problema: toda la parte política, tratar con las municipalidades, las comunas…convencerlas de la propuesta etc. Es una tarea solitaria…. He tenido varios premios cuando era jovencita… Tuve un premio municipal, creo que era estudiante… Era muy entusiasta. Después me di cuenta como se manejaban las cosas y me retiré de ese circuito y preferí dedicarme a producir individualmente. Tengo en cambio, trabajos hechos, murales para casas particulares… no me puedo quejar. Pero al no participar en concursos ni salones ya no se tiene más premios.

¿Expuso fuera del país?

Una experiencia hermosa es un curso que di con una colega, Claudia Albarracín, un curso de esgrafiado. Es una técnica para relieves escultóricos que dimos en la Facultad de Filosofía y Letras para alumnos de artes, egresados de filosofía… para todo público. Los chicos trabajaron muy bien. Hicieron hermosos bocetos. Es una técnica en la que se trabaja con capas de colores y realmente resultaron muy buenos, se armaron lindos grupos de trabajo… Esas son satisfacciones personales que uno puede tener dentro de la docencia. El estar en el Taller es toda una experiencia.

¿Qué significa en su vida las artes y nuestra facultad?

¿Desde qué año ejerce la docencia?

El arte para mi es una forma de comunicar, de expresar, de mostrar sentimientos, de mostrar el ser de uno, de mostrar el ser colectivo, hay artistas que toman la palabra de la gente la expresan o la plasman en una obra de arte. El arte es eso: es creación, es compromiso político e ideológico. Todo eso está mezclado en el arte.

Estoy como docente desde los noventa como jefe de trabajos prácticos y después gané el concurso como adjunta. Pero he sido ayudante estudiantil en el rotativo de segundo año. Me gusta la docencia de taller, me gusta estar con los chicos y guiarlos en lo que puedo. Además me considero una privilegiada porque estoy trabajando en lo mío y como docente en el taller de escultura. Hay muchos licenciados que se reciben y deben trabajar en cualquier cosa menos en la especialidad.

La facultad para mí significa todo desde el punto de vista profesional, sin la Facultad de Artes no sería lo que soy, a la universidad le debo todo. Soy una eterna agradecida a la universidad porque es la que me ha dado la posibilidad de estudiar en forma gratuita, me ha dado la posibilidad de tener contacto con profesores que me han enseñado unos más otros menos pero siempre con los que yo me he conectado me han enseñado algo. Uno tiene que apren-

Participe en una bienal, en España, mandé un dibujo por correo. También participé en una bienal de arte en La Paz, Bolivia con un trabajo de arte callejero no de escultura, sino con esténcil.

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ENTREVISTA A LILIAN PREBISCH

der a sacar de los docentes todo, pero uno siempre agradecida con esta institución que la aprecio y la quiero por eso estoy acá. Yo vivo de la docencia de escultura. Para mi es súper importante, los momentos más felices que tengo en mi vida profesional es cuando estoy en mi taller y cuando estoy acá también en la facultad, porque me gusta enseñar. Mi única queja es que la docencia me insume mucho tiempo y me queda poco para producir; porque por otro lado, uno es mujer con familia, hijos, que además del afecto que uno recibe también hay muchas obligaciones.

¿Ha participado en alguna inauguración/restauración de algún patrimonio/monumento histórico? Si, cuando yo trabajaba con la profesora Beatriz Cazzaniga, trabajé en la restauración de la estatua de “La Libertad”, en el monumento y de “Alberdi” de Lola Mora. He tenido mi experiencia en la restauración, pero no es algo que a mí me guste y me ha servido para saber a qué no me voy a dedicar. El trabajo del restaurador es un trabajo muy lento muy de detalles con muchos cuidados. Se involucra mucha la química a mi todas esas cosas la he hecho, he aprendido mucho, pero a mí no es algo que me interese demasiado en estos momentos.

¿En qué consiste la esencia de su obra? 232

Mi última producción básicamente se trata de una cuestión de género porque a mi particularmente, me moviliza. La problemática femenina, que tiene sus raíces en algo autorreferencial, me siento representada, inmersa esa problemáticas y todo lo que representa.

¿Cuál es el proceso que la lleva a concebir una obra? Generalmente en el área de escultura los procesos son extendidos en el tiempo en comparación por ejemplo con pintura que el resultado es mucho son mucho más inmediato. En escultura tenemos que trabajar durante mucho tiempo, esto implica tener que estar permanentemente buscando la forma, los conceptos que se adecuen conjuntamente con esas formas. Se hace todo un proceso: el dibujo, maquetas en 3D y después uno decide el tamaño que va a tener la obra, el material etc.

¿Cómo define su estilo? No sé como lo definiría… tal vez como figurativo. En el fondo sigo siendo figurativa, trabajo mucho con la figura humana. En mis comienzos modelaba figuras, alteraba sus formas podríamos decir que tenía alguna influencia del expresionismo… Luego incursioné en materiales nuevos como los acrílicos, los plásticos porque me gustaba hacer figuras que desafiaran la ley de la gravedad…. Supongamos hacía una figura apoyada en una mano y todo el cuerpo suspendido en diagonal… si lo hacía en yeso se quebraba la mano porque no sostenía el peso,


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

pero con los plásticos no había problemas porque son resistentes… Ahora, la verdad, no sé cómo definirme porque trabajo mucho con la bidimensión incorporada a la escultura. A esa tridimensión que es la escultura, le estoy incorporando formas bidimenionales, por ejemplo chapas dibujadas, maderas. Hoy mi forma de representar es la bidimensión dentro de un volumen. En general les puede decir que hasta hace 10 años me interesaba mucho la figuración, con la que he trabajado mucho tiempo. De una u otra forma estaba presente la figuración y de un tiempo a esta parte, como les decía desde hace más o menos 10 años esa parte, me vuelco más a incorporar la parte de los objetos, la intervención, la reunificación de distintos objetos dentro de propuestas escultóricas. Estoy ahora en eso porque uno está en constante investigación: de materiales, de formas, de objetos.

¿Si tuviera que definir su temática, cómo lo haría? Trato de abarcar la temática social en general. Los testigos de la realidad social, por ejemplo un clérigo, un niño, un militar… los hombres que son testigos de la realidad social y la cuestión de género. Pero no tengo un panorama nacional porque mi trayectoria está en la provincia donde vivo.

Me parece que son un valor impresionante, tienen que seguir y dedicarse a la escultura. Muchos alumnos que se reciben de esta facultad se ven subsumidos por la docencia y no siguen trabajando en lo que es escultura. Lo que pasa es que la escultura necesita ciertos espacios de trabajo, con cierta maquinaria, una serie de instalaciones que muchas veces al salir del taller no la tienen, frustrándose la producción escultórica a partir de ahí. Me parece que los nuevos artistas tienen que hacerse de su espacio y seguir haciendo esculturas ya que no son muchos.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Anadío, Pablo Alejandro; Mamaní, Martha Liliana; Paz, Marcela María; Sabater, Raúl Oscar; Bazán, Andrea Isabel; Pacual, Verónica Ponce Zelaya, Mariza; Albarracín, Claudia Johana; Albarracín, María Emilse; Rojas Correa, Luciana María Celeste y Soria, Giselle.

¿Qué opina sobre las nuevas generaciones de artistas y escultores? 233


ENTREVISTA A

JUANA

RADUSKY

1939

Licenciada en artes plásticas, escultura. Fue Profesora del Taller de 2º Año, Turno Vespertino. Facultad de Artes de la UNT. Participó en numerosas muestras individuales y colectivas. En Salones nacionales e internacionales. Investigadora categorizada del CIUNT. Ha realizado publicaciones con fines docentes entre las que se destacan: “Recorrido por la 22 Bienal de artes 1994, San Pablo, Brasil” y “XXIV, Festival Internacional Cervantino de las Artes, Guanajuato, México”. Obtuvo becas de perfeccionamiento en el país y el extranjero, especialidad vidrio y fue Expositora en el programa de intercambio entre la UNT y la universidad de Estocolmo, Suecia. Realizó tareas de divulgación con muestras de “Imágenes en movimiento”, Centro Cultural Virla; “Nuevos americanos, recuerdos de Tucumán”, Los Ángeles, California, EEUU. Fue secretaria de Extensión y de Postgrado de la Facultad de Artes de la UNT. 234


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cómo se inclinó por las artes plásticas? ¿Cómo surgió su vocación artística? Desde muy niña. A los 12 años me inscribo en la Escuela de Bellas Artes. Me recibo de maestra y luego, paso al Departamento de Artes (aun no era Facultad).

¿Por qué se dedica a la escultura? Evidentemente todos tenemos una naturalidad… que se ve ya en la escuela. Allí había cerámica, metalistería, dibujo, pintura… Yo hacía las diferentes especialidades, pero se ve que al llegar a la arcilla, a la tridimensión me quedé como enganchada, de una manera distinta. Tanto que fui la única escultora de ese grupo. He tenido suerte de tener muy buenos maestros, muy buenos docentes. Creo que fue un privilegio no sólo mío, sino toda mi generación. He sido alumna de Ramón Fernández, de Oscar Nóbile, también un gran escultor tucumano. Siendo la única alumna fue un privilegio… un taller como el que yo recuerdo tan fantástico, porque en ese lugar Fernández tenía una manera de relacionarse con la gente muy, muy particular. Era un hombre culto, inquieto. Siempre estaba a la búsqueda de los temas y como ese lugar era distinto a los otros talleres donde había muchos alumnos… allí concurría gente como Aurelio Salas, como Gatti, Mecha Romero… Es decir, cantidad de gente que eran artistas jóvenes de esa época… en fin, y yo en el medio, fascinada, mirando

todos esos personajes que hablaban al lado mío de cosas… para mí era algo fantástico.

¿Qué es el arte para Usted? El arte es todo, ha sido mi vida y espero que lo sea hasta el último momento. Es decir, todo lo veo en esa función porque no es que me interese lo que yo hago, no, no… me interesa todo, todo lo que hacen los demás.

¿A qué escuela escultórica pertenece? Vengo de una generación que tenía otros criterios, otros conceptos. Creo que hemos sido la última generación que hablábamos de maestros, que teníamos ese respeto, esa consideración y esa admiración por la gente. Por decir Linares, toda la gente como Linares, gente que han pasado al lado de uno. También he estudiado escultura con Horacio Juárez, que era un revolucionario escultóricamente hablando. Un hombre de avanzada. Vino a Tucumán casualmente traído por Linares… Era su escultura de una gran sensibilidad en la parte exterior, de enorme textura, de formas rotas, quebradas. Es decir, algo que en Tucumán no se veía… todo era más estricto, más duro, más rígido. El concepto de escultura era que el escultor hace escultura, no hace pintura, la escultura no es color. En cambio él incorpora a la escultura un inmenso colorido, es decir mucho más multidisciplinario. Un tipo con criterio actual, un artista integral, capaz de 235


ENTREVISTA A JUANA RADUSKY

hacer todo y luego juntarlo. Ese viejo concepto de que uno es escultor y no podía pintar, un concepto decadente, casi medieval… era muy fuerte en Tucumán. Esto es irrisorio si uno va a la historia del arte, a la historia de la escultura… los etruscos pintaban, era todo color, los egipcios, los griegos, era todo color… porque nosotros vemos los mármoles blancos, pero todo era color, se perdió en el camino… Bueno, son criterios. Por suerte ahora hemos cambiado, es otra cosa.

¿Cómo nace la inspiración en Usted? Hace rato que dejé la escultura en afán de otras cosas. La escultura es un oficio duro, físicamente hablando es duro, hay que ponerle el cuerpo. Es decir, tener un cincel en la mano, tener arcilla, tener gubia… son técnicas, pero cada una desarrolladas en la escultura significan un gran esfuerzo físico. Una es un albañil de primera en afán de algo. Por eso creo que hay ese déficit de escultores. Lo veo en mi taller, cuando empiezan escultura la gente que está acostumbrada a un oficio más “light”, les cuesta porque duele el cuerpo, duelen las manos… sea una buena o mala. En cuanto a la inspiración yo no creo en eso. Me parece decadente la palabra, ya de por sí… No, no. El artista es un ser inteligente, por principio “inteligente”. Después por lógica, se ha dedicado al arte. Es un hombre sensible y si es sensible tiene el mundo para disfrutarlo, para expresarlo, para desarmarlo,

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para volverlo a armar y disponer de él. Es un hombre que tiene enormes ganas de decir cosas y tiene temperamento… Después hay que tener oficio, una cantidad de cosas, pero fundamentalmente inteligencia… No, no creo en esa cosa que baja la musa y que “hoy estoy inspirado”… Las grandes obras, esas que seguimos abriendo la boca con Miguel Ángel, son proyectos de días, meses, años de ponerle el lomo, las ganas y basado en algo que se dibujó, que se planeó, que se construyó, que se armó y que se generó, pero en base de inteligencia. En base de decir lo que voy a hacer, de tener el concepto, sobre toda la escultura. Creo en las motivaciones fundamentales del hombre, ahí está la problemática. Qué me motiva a mí… una tiene diferentes etapas en la misma tarea que va desarrollando, entonces a veces se inclina por cosas que tienen que ver más con el espíritu y otras con cosas que tienen que ver más con lo social. A veces son de carácter político, depende del contexto en que vive el artista. Uno no es separado de nada, es un rejunte de todo.

¿Usted tiene una idea antes de empezar a esculpir? A mí me da buen resultado. Siempre estimulo a la gente, haga lo que haga: escultura, pintura, fotografía… en fin, lo que quiera hacer pensar que es un problema ABC, no diría de temática, sino de serie, de serie de problemas, pensar alguna idea que se puede ir desarrollando… Y eso es muy bueno por-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

que puede irla llevando a hacer un amplio panorama de algo. Luego puede seleccionar y elegir. Creo que es muy bueno. Muchas veces uno tiene una idea que es una punta, no sabe como va a terminar… pero generado, da muy buenos resultados. No solamente en el hacer sino cuando uno lo muestra a la gente. En una exposición que uno hace muestra un conjunto que tiene solidez, que tiene una idea madre que la recorre. Un criterio conceptual, que abarca, que lo va a ir redondeando en toda la muestra. Inclusive hay una particularidad: uno ve una obra y sabe de quien es. Entonces de ahí uno puede ir desarrollando y con esas ideas uno puede ir evolucionando muy, muy bien.

El artista es por concepción egoísta y narcisista. ¿Usted cómo maneja eso? Creo que las dos palabras son muy fuertes, denotan casi una enfermedad. Puede que en algunos artistas están marcadas algunas de estas características. Es cierto que el artista es individualista porque su obra es así. Está re-concentrado cuando esta haciendo la obra, está fraguando, está inventando y está pensando…Está poniendo cosas muy importantes. Pero en el artista no puede ni debe haber egoísmo. En mi generación, que era la generación del ’60, generación de militares, temas políticos, desaparecidos, con conflictos demasiados “grosos”, que ustedes han tenido la suerte de no pasar. En general nos sentíamos bastante mal. Leíamos mucho a Sartre, que era el maestro de toda esa línea… “El

intelectual comprometido, el artista comprometido”. Estaba el compromiso de la pelea, de cambiar el mundo.

Políticamente era una época muy rígida. ¿Se notaba que en el arte había una necesidad de expresar lo que se vivía? Cuando el artista más oprimido se siente más golpeado, es ahí donde saca su verdadera personalidad, porque el artista es libertad.

A esta altura de su vida y con su trayectoria. ¿Cómo ve el arte actual? ¿Lo ve muy despojado, no comprometido? No. Lo veo problemático. Siempre lo he visto problemático. Nunca lo he visto alegremente feliz. Actualmente es interesantísimo. Vivimos en un mundo interesante. Así como todas las etapas han tenido lo suyo, en este momento de la globalización, en que todos conocemos no al vecino de al lado sino al de mucho más allá, de todo un horizonte posible e increíble… eso ha generado una enorme exigencia que el artista no puede dejar de lado. Al contrario, lo tiene que hacer suyo. No creo en la globalización como lo que genera mercado, comercio, precio, plata, plata… no creo en eso. Creo en la globalización como comunicación. Es decir, como todos esos valores trascendentales que debe tener el hecho de conocer la diversidad pero la particularidad de cada uno. 237


ENTREVISTA A JUANA RADUSKY

Todo eso influye en la sociedad. No hay sociedad fuera del arte. Considero al arte desde una antropología. Por ejemplo un núcleo de Aymara, en el medio de la montaña, viviendo en su propio mecanismo social, todo lo que ellos generan: su vida diaria, su ropa, todo lo que los rodea… todo eso es arte.

¿Cree usted que el arte se convierta en un objeto comercial, qué la calidad se subordine a la cantidad y que el genio se reduzca a la técnica? En todas las etapas de arte está el valor comercial, la toma y daca ha existido siempre. Los primitivos deben haber intercambiado un objeto mejor que otro, más vistoso, mejor realizado por algún interés. Si uno ve a Egipto, una sociedad tan rígida, se pregunta: ¿Quién tenía derecho al arte? Sólo los poderosos, y en realidad era el pueblo el que lo realizaba. Y sino, en la época de Miguel Ángel, Leonardo, que uno sigue admirando, se da cuenta cómo vivían, protegidos por los grandes señores de turno que los mantenían. Eran obligados por el Papa a hacer la Capilla Sixtina, su tumba etc. Es decir, el artista siempre ha vivido un poco de esta manera. En este momento creo que es el acabose, hay algunos que dicen que el mercado ha llegado para quedarse. Es decir que todo lo que es mercado es abrumador. Pero uno tiene que situarse en la realidad. El artista es un hombre con necesidades, con familia, tiene obligaciones y lo mejor ese producto que es su obra, así como le sirve emocionalmente, mentalmente e intelectualmente, también le debe 238

servir para vivir. Es muy difícil el tema.

¿Cree que un artista puede vivir del arte en la Argentina? ¿Y en Tucumán? Los hay, pero muy pocos como siempre, los privilegiados. No sólo hablo de los plásticos sino también de la gente de teatro, de cine. ¡Hay tantos que generan cosas pero no todos llegan a tener suerte!... Alguien exitoso en la Argentina es Guillermo Kuitca, es casi emblemático, ya que cuando tenía 20 años ya estaba en las bienales, ahora tiene 40 años y ya es un personaje nacional con una obra bien valuada. Tucumán siempre fue privilegiada, en las buenas y en las malas. Es inexplicable la agenda artística de Tucumán; cuando uno agarra el diario es impresionante: las bandas de rock, los chicos que cantan… uno puede recorrer todos los bares y encontrar espectáculos, unipersonales, teatro…Pero son muy pocos los que viven de su producción.

¿Cuál es la responsabilidad de un artista frente a la sociedad? Un artista es fundamentalmente un ser social, vive en una sociedad, pertenece a ella. Se acomoda o no a ella, pelea con ella pero con proyectos. Crea conjuntos, grupos… A lo mejor solo no puede hacer la tarea social pero si puede realizar tareas de plástica con los chicos de los barrios, con discapacitados o generar una movida con propósitos sociales… Yo anduve por todos lados. Trabajé en la cárcel, con


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chicos discapacitados, con locos… En mi época hacíamos toda esa tarea social. Me parece que ahora la gente joven no hace esas cosas. Ustedes quieren exponer, pero en el Centro Cultural, en el Navarro… Siempre me he preguntado que hace el centro de estudiantes: están en la pelea acá, dentro de la manzana, con ese propósito y nada más; no hacia la comunidad. Si todo lo que generamos queda entre nosotros se vuelve un círculo vicioso… Nosotros íbamos a la plaza y mostrábamos a la gente lo que hacíamos…

¿Cómo se dedica a la docencia? Es todo un tema, la docencia. He hecho una carrera muy larga, soy de una formación tradicional, de ir respetando los pasos… Como ya les dije, por suerte vengo de un magisterio. Cosa que en la facultad falta. Yo ya me estoy yendo prácticamente… pero a pesar de los años que una estuvo acá, se ha tratado de modificar la curricula pero no se concreta. Se debe preparar más a la gente y no con el concepto a lo mejor único, que la facultad forma artistas… que eso ha dado también a enormes equívocos. No hay ninguna institución que forme artistas. Los puede capacitar… pero artistas sólo el tiempo lo dirá. Creo que lo que se debía haber hecho desde un principio es formar docentes, con una base sólida, pedagógica, que puedan transmitir… y a lo mejor hubiese dado mejores resultados…, porque ahora, los que tienen el nivel de grado o un terciario tienen más puntaje para la docencia que nosotros, los li-

cenciados en arte. Tienen la base pedagógica, saben cómo acercarse al alumno, cómo implementar una rutina de trabajo, empezar desde la nada para terminar conformando un proyecto. La docencia es una tarea muy difícil porque creo que esto es algo absolutamente personalizado. En estos momentos tengo 30, 40 chicos, cada uno es una historia particular y a ese chico hay que sacarle partido… Por eso espero que las currículas cambien y que se genere digamos, ese espacio de profesor. Es una salida laboral, es decir, hay que implementar las materias pedagógicas que vendrían a redondear la tarea universitaria. En cuanto a mí labor en el Taller de segundo año recuerdo que el primero proyecto fue “Multidisciplinario”, que hicimos con los profesores: Amy Duberti, Marta Valdez, Carlos Caro y Néstor Díaz Suárez. Allí arrancamos con el sistema. Mi idea era implementar un proyecto multidisciplinario. Al año siguiente se llamó “Modelos para una imagen”, luego “Sujeto-Objeto”, “Objeto-Sujeto” y ahora “Objetos del mito”… Esto viene a consecuencia del éxito que produjo el primer proyecto multidisciplinario, fue un sistema que dio muy buen resultado. El alumno salió de la mecánica rutinaria de un proyecto común, de hacer un trabajo que no tenía coherencia ni ensamble… Empezaba y terminaba entonces nada más que con una idea escultórica. En cambio ahora se ensambla el dibujo, con la pintura, la escultura, con el espacio real y sobre todo además, a escalas reales. 239


ENTREVISTA A JUANA RADUSKY

Esta tarea se programa con todos los profesores. Se genera a base de un leiv motiv de lo plástico. La acción del sistema es la figura humana. A través de ella va girando. Comenzamos con el dibujo porque es lo básico, no dirigido a la escultura sino de tal manera que pueda servir para las otras especialidades que se van a desarrollar más tarde. Se ve lo básico de la escultura, el volumen… la escultura es algo mucho más amplio, más interdisciplinarios que han ido cambiando absolutamente de los conceptos tradicionales. Antes este taller se llamaba rotativo, tenía un sistema parecido pero no igual…Entonces implementaba muchas técnicas: modelado básico, en arcilla blanca, cemento etc. ahora estoy implantando sólo cerámica. Me parece óptima sobre todo por la mecánica del tiempo con el que nosotros trabajamos, que es muy corto y también con resinas poliéster. También he utilizado chapas, soldaduras, ensambles de madera, reciclajes, desechos… implemento casi todo tipo de materiales, multiplicidad de materiales. He hecho aportes no sólo conceptuales sino también técnicos a la cátedra…

¿Existe algún registro de todas estas experiencias? Si. Desde que comencé mi tarea docente, tengo registrado todo fotográficamente. El profesor Caro ha trabajado conmigo desde el inicio de la cátedra. Hacíamos registros en tamaño natural para darle la máxima realidad al registro, a veces nos salía 240

bien, a veces mal… La escultura no es fácil de registrar fotográficamente, muchas veces la importancia del bulto se diluía por falta de luz…entonces me di cuenta que me hacía falta algo más. De allí viene mi inquietud por el video, de registrar eso en video y hacer un seguimiento total, desde que se inicia la tarea hasta que se termina. Entonces me colaboró el profesor Díaz Suárez. Recuerdo que fue un gran esfuerzo el primer video. No es fácil tener un profesional que viene de afuera, al taller a registrar permanentemente, lo que uno hace cuatro horas diarias…Eso me llevó a tener mi propia cámara y a registrar personalmente lo realizado en el taller. Hice muchos cursos de video y ahora lo hago sola. Eso me ha servido maravillosamente, no sólo para la tarea docente sino también para la parte de investigación. Ahora hago video arte. Estoy investigando sobre las actividades “underground”, que están fuera de la facultad, de lo institucional: tareas performáticas, tareas de grupos de artistas, que son las que más me interesan. Esa tarea se ha ido transformando en algo muy provechoso. Registrar no sólo la tarea de uno sino también la de los otros hace a nuestra memoria cultural.

Muchas gracias, profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Stella Maris Carrizo, María de las Mercedes Díaz, Silvia Noraly Godoy, Alina Ruth Jiménez y María Verónica Ortiz


ENTREVISTA A

ELENA RIQUELME 1964

Licenciada en artes plásticas, Especialidad Pintura y Dibujo. Jefe de Trabajos Prácticos en Práctica de Taller I (Matutino) y Auxiliar Graduado en la misma cátedra en el Departamento de Artes Plásticas de Aguilares (DAPA). Desde 1992 a la fecha realizó varias exposiciones individuales y colectivas en la provincia, el NOA, Buenos Aires y en el extranjero: Italia y Bolivia. Obtuvo importantes premios entre los que se pueden mencionar 1º Premio VI Conferencia Regional de la Mujer del NOA (1994), 3º premio Salón Poema Ilustrado (2001), Premio, Diploma y Estatuilla Salón Arte Figurativo Massara del Vallo, Sicilia (2004) y 1º Premio Bienal de Egresados Facultad de Artes (2007). Autora de “Estructuras ósea-articular y muscular del cuerpo humano en movimiento” (2015). Texto destinado a estudiantes de artes y aficionados donde desarrolla la anatomía del tórax y los miembros superiores. Ejerce además la docencia en los niveles primario y secundario. 241


ENTREVISTA A ELENA RIQUELME

¿Por qué eligió el arte como vocación? Creo que el arte no se elige. El artista nace con una determinada sensibilidad… En mi caso, desde muy temprana edad siempre hubo una necesidad de expresar, a través del dibujo sentimientos y emociones, mi visión del ser humano, del mundo como un todo. Las experiencias de vida agudizaron aún más esa sensibilidad, que a veces es extrema.

¿Cómo es su proceso creativo? El proceso creativo se genera en mí a partir de los sentimientos, emociones, ideas, pensamientos, conocimientos referidos a la realidad presente o pasada de un contexto cercano o no, a mi realidad. Luego lo plasmo en una composición dibujística. Realizo un planteo estructural de la obra, en el que la figura humana es la dominante. Analizo la ubicación de las figuras en el espacio, sus proporciones, la orientación, el equilibrio. Reviso las formas entrantes y salientes óseas y musculares del cuerpo, la mirada que observan al espectador y el juego de miradas de los personajes entre sí. Según sea una pintura o un dibujo, la obra cobra vida a través del empleo del material elegido (óleo, acrílico, pastel al óleo, pasteles, tinta, lapicera) y de elección de la paleta de colores adecuada a su contenido. El proceso creativo concluye cuando la obra sugiere o expresa mi intencionalidad, es una sensación interior. Durante todo el proceso creativo se produ242

ce una continua rectificación de los escorzos de los personajes, su ubicación en el espacio, la relación de los colores…

¿Cómo fue el desarrollo de su proceso creativo a lo largo de la carrera? En mi obra artística el eje de la creación es la figura humana. A partir de ella el proceso creativo fue enriqueciéndose con todos los temas que tienen que ver con la realidad del ser humano: la religiosidad, lo social, la cultura, el medioambiente, el sentido de la humanidad… La figura humana con un fuerte trabajo de la estructura muscular y ósea caracterizó toda mi producción artística, desde mis inicios como estudiante hasta hoy. Paso sí por etapas, según la temática. En algún momento destaqué más la estructura ósea, en otros la estructura muscular. No llegue a una síntesis total de la figura humana, pero siempre hago un trabajo muy elaborado de las formas óseas y musculares. También lo creativo busca nuevas formas de expresión a través del empleo de diferentes materiales. El proceso de dibujo lo inicio con lapiceras negras, luego paso al pastel negro, al lápiz pastel negro, que comienzo a utilizar siendo estudiante en los últimos años. Hoy continúo con el pastel negro, porque es el que mejor se adecua a mi sensibilidad. Sin embargo la tinta, es igual que otros materiales que me permiten hacer dibujos detallados, muy


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elaboradas, al igual que el pastel, con un rico trabajo lineal. En el caso de la pintura, el proceso de creación lo inicio con el empleo del óleo, que es el material predominante en mis obras. La pintura dorada (sintética), acompañada de texturas que fueron, en una serie de obras en particular “Rostros del silencio I, II, III”- un muy buen vehículo de expresión. En las últimas obras comencé a utilizar acrílico, lápices de colores y temperas. La elección de la paleta de colores responde al proceso de creación. En las obras de pintura la paleta base abarca los colores fríos y cálidos, con más o menos empaste. Con un cromatismo más o menos acentuado, según sea acrílico, lápices de colores u oleo.

¿Cuáles son sus obras más representativas? “Entre el Nihilismo y la Fe” de la Serie: “Rostros del Silencio” y “La otra cara del milenio” de la serie “Desde mi humanidad”. El eje de mi producción artística es el ser humano, el hombre en sí y para sí, en su relación con la humanidad, la naturaleza y con el todo, con la universalidad de la que formamos partes. Mis obras son una reflexión sobre el ser humano planteando una visión del hombre y su tiempo, del hombre y sus conflictos que transgrede sus propios límites, que enfrenta, que sueña, que reclama, que cree, que espera. Son cuerpos en movimiento ya sea totales o parciales, a veces

agrupados de distintos tamaños, ojos de miradas profundas, rostros pensantes, manos que expresa, siempre con un detallado trabajo de las estructuras óseas, de lo articular y de lo muscular.

¿Cómo es la vida de un artista? ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas? Es una existencia marcada por una necesidad de expresión, de creación, de comunicación a través del dibujo, la pintura o cualquier disciplina artística. El artista puede crear libremente, continuamente, no está limitado por nada, trasciende su tiempo y a él mismo. Se busca continuamente así mismo, es un buceo interior permanente, pero en relación a los demás. No creo que haya desventajas en la vida de una artista, si se debe ser perseverante, disciplinado, debe creer en lo que hace porque todos los seres humanos tenemos obstáculos para alcanzar lo que queremos.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Abraham, Valeria Edit ; Bagur, Bianca; Medina, Fabiana Soledad; Mormina Yane, María Florencia y Urueña, Daniela del Valle

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ENTREVISTA A

MARÍA DE LA PAZ RISSO PATRÓN

1960

Licenciada en Artes Plásticas por la Facultad de Artes de la UNT (especialidad grabado). Profesora del Taller de Grabado de esa casa de estudios y de la Escuela de Bellas Artes. En 1994 obtiene una beca para formarse en España en conservación y pintura de caballete. Dirigió proyectos de investigación de la SCAIT de la UNT sobre restauración del patrimonio cultural de la provincia. Participó en numerosas muestras individuales y colectivas, como también en Salones municipales, provinciales y nacionales.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Qué la llevó a dedicarse al arte? Realicé mi secundario en la Escuela de Bellas Artes. Allí me recibo de maestra de dibujo y pintura. En el otro turno hice escultura. Soy técnica ceramista. Es decir que todo lo que pude hacer lo hice: dibujo animado, taller experimental de grabado (…) Luego entro a la facultad en la época de la dictadura (en 1979). Quería estudiar Historia del Arte en La Plata, pero ningún padre mandaba un hijo fuera de la provincia. Me veo frustrada en el área teórica, entonces me inscribo en la Facultad. Entro en 2º año porque la gente egresada de la escuela tiene exceptuado el 1º año. (La Escuela tiene 6 años). La carrera me resultó relativamente fácil porque tenemos muy buena base de la escuela. En el ’82 rindo mi primer concurso como ayudante estudiantil en grabado. En el ’85 el 2º concurso y ya en el ’86 lo hago recibida, como Jefe de Trabajos Prácticos. Mientras tanto, en el ínterin de mi carrera, me becan a España para hacer conservación y restauración de pintura de caballete. Cuando vuelvo, con otra profesora que también fue becada, comenzamos con el proyecto de investigación “restauración del patrimonio cultural de la provincia”. Ya en el ’98 lo presento como Proyecto CIUNT y voy en el 3º proyecto en ejecución. Siempre destinado a la conservación y restauración de la producción plástica de Tucumán. Más que a restaurar, nos dedicamos a hacer un relevamiento de obras que sólo se encuentran en catálogos o en alguna esquela de la biblioteca. Los artistas que trabajamos básica-

mente fueron Timoteo Navarro, Dante Cipulli, María Eugenia Aybar y Lobo de la Vega. La idea es tener acceso y mostrar todas sus producciones.

Usted nos dijo que a la producción no se ha dedicado mucho… Es verdad. Me gusta la parte de gestión. Organizar cosas. En el año ’90 entro como auxiliar en la Escuela de Bellas Artes y actualmente estoy a cargo del taller de grabado. Este taller lo abrí yo porque no existía (…) Me gusta la organización, la gestión educativa. Eventualmente si me invitan, expongo, pero yo me dedico más a la docencia y a la investigación, soy directora del proyecto de investigación, acreditada y categorizada en el CIUNT. En principio tomé el área de conservación y restauración, porque yo fui becada por la facultad para perfeccionarme en Madrid, después volví y me desempeñé como Directora de Proyectos, desde el año 1998 al 2014 en el proyecto de conservación y restauración del patrimonio artístico. En 2014 vuelvo acceder a un proyecto de investigación que está acreditado y financiado sobre el desarrollo del grabado No Tóxico, o sea que he cambiado la línea de investigación. Nos interesa investigar sobre los productos alternativos, siempre estoy viendo procesos nuevos (…) recientemente venimos de dar una conferencia en Córdoba, en una jornada gráfica contemporánea donde les ha llamado la atención no sólo como ela-

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ENTREVISTA A MARÍA DE LA PAZ RISSO PATRÓN

boran la imagen los alumnos de aquí y de la escuela de artes (porque fuimos en representación de los dos) sino la cantidad de procesos que se llevan a cabo acá. Allá todavía trabajan la xilografía en el metal, metal con ácido, serigrafía muy poco, todo lo que sea fotográfico, polímero, ófset desconocen (…) siempre el grabado estuvo asociado a la innovación tecnológica, por ejemplo ahora yo me tengo que ir al laboratorio a trabajar con planchas ófset, eso es lo que se utiliza para imprimir una revista, el grabador ahora lo utiliza para imprimir su obra, pero lo que pasa es que a nivel nacional todas esas cosas se pagan, toda esa capacitación se paga, yo siempre les digo a los chicos “aprovechen que lo que ustedes aprenden acá es una salida laboral para el alumno” (…)

¿Siempre le interesó la docencia? ¿Lo tuvo como meta? Sí. Me gusta mucho la parte de investigación, técnicas alternativas y buscar gente que pueda trabajar en ello. Porque no toda la gente sabe todo. Entonces en la Escuela, es un ámbito donde lo puedo manejar, donde puedo trabajar con gente que sepa su especificidad y que se la pueda brindar a los chicos.

¿Dónde comenzaron con el proyecto? Comenzamos acá, en la facultad, un grupo de gente. Pero como toda cosa que implica conservación y restauración de patrimonio, se necesita siempre un sponsor. Y cómo en la facultad eso no existe lo hacíamos todo a puro pulmón. Con el tiempo que 246

la gente contaba y con nuestros recursos. Básicamente tuvimos dos intervenciones en la pinacoteca de la Facultad de Artes, que fue rescatarla de dos inundaciones. Una fue una inundación por el piso y otra por los techos. Las obras se mojaron. Tuvimos que secarlas, retirar hongos. Esto se llama “medidas de limpieza y estabilidad de las obras”. En general en la pinacoteca de la facultad tenemos obras de papel. Para trabajar no tenemos los medios. Entonces hicimos lo rudimentario y siempre dijimos a las autoridades que el lugar donde está la pinacoteca no es el adecuado.

¿Cuál sería para usted el destino, el lugar de la pinacoteca? Tiene que ser una sala acondicionada, o por lo menos que no esté con frente sur ya que sabemos que en Tucumán llueve mucho, casi siempre de ese lado en verano. Los subsidios de investigación nos permitieron comprar materiales y con eso fuimos consiguiendo herramientas para medir temperatura ambiente, humedad relativa, incidencia de la luz, PH, etc. Son herramientas que utilizamos para ver en qué condiciones está almacenada la obra y que podemos hacer para mejorarlas. A la vez hicimos relevamiento: o sea, se hace un estudio fotográfico y técnico de cada obra, anverso y reverso. Se toman las medidas, vemos cual es el soporte y el soportado, si hay alteraciones en la obra, si se cayó el óleo, si se rajó la tela etc., y sugerimos las medidas de restau-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

ración. Aparte hacemos trabajos independientes. Restauramos el mural del Siambón, de la Iglesia de los Benedictinos. En el año ’80 hubo una filtración que corrió la capa pictórica del Cristo y vino un curita que estaba allí y lo pintó con esmalte sintético. Le hizo los pómulos rosados, la barba negra, cuando era rubia (…) Fue todo un trabajo conseguir las fotos de cómo era antes. Nos ayudó que al ser este mural medianamente actual tuvimos esa posibilidad. De ahí a subirse los siete metros y comenzar a raspar hasta conseguir la iconografía original. Lo tuvimos que volver a pintar con otro elemento que es soluble al agua para devolverle su iconografía original. También nos dedicamos a restaurar imaginería del siglo XVII y esporádicamente la obra de Timoteo Navarro. Esta última está en muy buenas condiciones, sólo que por los traslados a veces se despega el chapadur o se salta el óleo, entonces reintegramos el elemento faltante.

O sea, que ustedes toman una obra en mal estado y la restauran… No. Tomamos el conjunto para hacer el relevamiento. Dentro de ese relevamiento establecemos las medidas de conservación, como tienen que estar almacenadas. La obra de Timoteo Navarro se estaba echando a perder buena parte porque estaba en un lugar húmedo. Diseñamos, dentro del proyecto hay una arquitecta, como tienen que estar almacenadas. Diseñamos una serie de estanterías para que la obra esté ventilada y hoy por hoy está estabi-

lizada. Después, de ese grupo total de obras extrajimos las que les era necesaria una restauración.

¿Cuál es el destino de las obras? El relevamiento es en propiedad privada y en propiedad pública. Tenemos que hacer el estudio y búsqueda de donde está la obra. Todo lo que produjo un artista hasta que se murió. Se hace así todo el recorrido. No hacemos un estudio de la evolución de la obra. En realidad, está implícito dentro del relevamiento. Una se da cuenta, este grupo es de tal año, este grupo de tal otro. Incluso nos ayuda muchas veces a determinar la autoría porque muchos artistas no firman la obra (…) Entonces buscamos a ver si pertenece a un grupo determinado, al estilo de ejecución.

Según su experiencia, ¿En qué se basa el grabado? En la enseñanza tenemos dos áreas, la gráfica tradicional que es la que se enseñaba a trabajar con madera, piedras, como están trabajando ahí con metal, y ahora estamos con la gráfica contemporánea que es aquélla que desdibuja los límites de la gráfica tradicional: ¿Qué quiere decir eso? Ustedes obtenían una estampa hecha madera en papel pero ¿Por qué yo no puedo cambiar el papel por un plástico? ¿Por qué yo no puedo venir e intervenir cortándola?... Es decir, ya estamos hablando de la gráfica experimental. Como les conté, nos invitaron a Córdoba a una conferencia, a que hablemos sobre la gráfica experimental que es lo que nosotros 247


ENTREVISTA A MARÍA DE LA PAZ RISSO PATRÓN

estamos haciendo con los chicos. En eso que vos decís que es un collage pero es un collage de procedimientos, es decir, los límites de la gráfica se desdibujaron totalmente, te puedo decir que dentro del arte escultura y grabado son los que desdibujaron los limites, pintura sigue siendo pintura.

¿Qué nos puede decir a los estudiantes?

¿Un consejo para los estudiantes que no saben que taller seguir?

Muchas gracias profesora.

Ustedes tienen el año que viene un año rotativo, un año que va a ser intenso, porque tienen clases pautadas de dibujo, pintura, escultura, y grabado, en esa locura a lo mejor ustedes puedan llegar a una definición, pero es muy común acá en el taller de grabado que se haga la simbiosis de dos talleres: un taller que funciona a la tarde donde se enseña sobre discurso, la poética y acá en el taller de grabado se enseña “el hacer”. La mezcla de la mixtura de los dos es que vemos en la mayoría de los chicos que van a dos talleres (…) El grabado es un taller, dentro del taller está pautado durante 3 años que pasan una serie de procesos de aprendizaje técnicos, no como una receta sino como un medio para expresarse, ya cuando están en quinto año generalmente ahí ya trabajamos en una parte de la planificación que se llama proyecto gráfico, en donde todo lo que han visto lo tienen que poner en ese proyecto gráfico.

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Como consejo para ustedes les digo mucho empeño, mucha dedicación (…) el taller no se aprende teóricamente sino haciendo. Es una profesión a la que hay que dedicarle la vida (…)

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Andrés Alberto Miranda Bonomi, Carlos Lucio Mirande, Marcos Posleman, Rosario Cativa, Alexia Ferreira, Jessica Flores y Belén González.


ENTREVISTA A

GUILLERMO RODRÍGUEZ 1954

Profesor Asociado en el Taller Rotativo de II año (Matutino). Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en el ámbito nacional e internacional. Se destacan entre sus premios: 1º Salón Primavera El Cardón, 1976; 2º Premio Salón Sipilimbergo, 1976. Mención Honorífica Salón del NOA, Santiago del Estero, 1983. Premio especial XXXIII Salón Nacional de Tucumán, 1993. Premio Cámara de Diputados de Santa Fe, Museo Rosa Galisteo Rosario, Santa Fe, 2006, entre otros. Fue becado a estudiar en La Cárcova, Buenos Aires con Leo Vinci y en la Universidad Politécnica de Valencia. Trabajó con aborígenes en Perú y con artistas de NOA y de Latinoamérica. Participa en Ferias de artes tales como TIAF, 2000, Toronto Canadá; Art Miami, 2001-2005 y Arte América, Florida, 2005, ambas en EEUU; Arte Ba 2000-2008 entre las más recientes. Sus obras se encuentran en galerías y colecciones privadas de EEUU, Alemania, Italia, España y en los museos: de arte contemporáneo de Salta, Spilimbergo, Unquillo. Córdoba, Mola, Los Ángeles, EEUU entre otros.

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ENTREVISTA A GUILLERMO RODRÍGUEZ

¿Cuáles son sus recuerdos memorables de su infancia, aquellos que están siempre en su memoria? Mi infancia transcurrió en un mundo bastante familiar, con mis padres, mis hermanos… en el barrio. Creo que por ahí lo que a uno lo hace diferente es el haber vivido en un barrio, siempre es distinto a un departamento o a una gran ciudad. Desde siempre he tenido como una idea fija, porque manifesté mis ganas de hacer arte desde muy niño. Mi padre tenía una imprenta donde se manejaban muchas cuestiones de nivel gráfico, el diseño que él componía con tipografías… Además tenía una prima de mi madre que era Licenciada en Artes. Por ella me entero que existía una escuela de Bellas Artes y allí me fui a estudiar. Desde la primaria había descubierto que tenía algunas condiciones para el dibujo, entonces el profesor de plástica me daba clases extras, me sacaba a dibujar o me llevaba a un museo. Ya a los 11 años ingresé a la Escuela de Arte.

¿O sea que su familia lo apoyó? ¡Sí!, ¡Si, claro!, siempre mi familia me apoyó en que yo hiciera esto. Pero en el barrio no era tan fácil decir que uno se dedicaba a estudiar arte porque siempre se pensaba que no ibas a vivir de eso… La Escuela de Bellas Artes era en esos momentos muy buena, supongo que ahora también. Éramos pocos chicos, era una escuela muy chica. Tenía nivel 250

secundario y terciario… de allí sólo podías seguir en el Departamento de Artes. Después cambió porque cuando terminas puedes seguir cualquier carrera universitaria. Entonces nos agregaron materias. Era bastante, eran seis años mañana y tarde. Digamos que la mayor parte del tiempo la pasabas ahí. Nuestra adolescencia transcurrió en la escuela. Para esa época ya tenía un pequeño tallercito, que lo iba agrandando de a poco, comprando las cosas que necesitaba porque ya en ese entonces pensaba que iba a seguir con artes plásticas. Siempre me gusto pintar y dibujar, lo sigo haciendo, la mayoría de mis imágenes, mis trabajos, mis esculturas comienzan con un dibujo. Recuerdo lo importante que fue conocer a Ramón Fernández quien me invito a que participara de su taller de esculturas, cuando empezaba la universidad. Así comenzó a interesarme la gran diversidad de materiales con el cual podía trabajar. Conocí como se trabajaba con el volumen, vi cómo se moldeaban los distintos materiales y técnicas. Trabajé con madera, arcilla, poliéster, bronce, porcelana… distintos metales…, en fin, me di cuenta de que existía una infinidad de materiales más a mi disposición para utilizarlos. Ahí es donde empecé a tomarlo como tan enserio como un trabajo.

¿Cómo fue su paso por la universidad? Mi paso fue bastante fugaz, porque la hice en poco tiempo aunque creo haber vivido intensamente esa


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

juventud. Pero fue muy dura porque era la época del proceso militar. Recuerdo estaba en 2º año y estábamos entrando en la era del proceso militar. Todavía no era la época más dura, todavía uno se manejaban algunos códigos. Teníamos profesores muy polentas. Todavía estaban Myriam Holgado (Tuki), Pedro Molina, Ezequiel Linares… Mucha gente que se tuvo que ir, después con el regreso de la democracia en el ’83 algunos volvieron. Entonces se estaba formando como una “escuela tucumana de arte” liderada por Linares más todo un grupo de alumnos que se enrolaba detrás de una línea de trabajo, se estaba formando una corriente que se valoraba a nivel nacional y se la reconocía como Escuela de Tucumán… No crean que es fácil tener una identidad como la que se logró en ese momento…Había espacios, instituciones aun no relegadas. Después los militares coparon todos los ámbitos y eso tendió a desaparecer. Los que veníamos de la Escuela de Arte ingresábamos directamente a 2º año. Yo tenía muchas horas de taller, porque a la escuela iba no sólo mañana y tarde sino también a los cursos libres de la noche… Siempre trabajando en escultura, entonces tenía bastante práctica. Me acuerdo que se estaba rearmando el Centro de Estudiantes. Había ganado las elecciones Cámpora en el ‘73 y era una vuelta a la democracia. Yo había hecho un busto del “Che” muy grande que tenía 1.50 metro más o menos que lo pusimos en el Centro. Al año siguien-

te me tocó el servicio militar, entonces venía muy poco a la facultad, sólo cuando me daban permiso. En esos momentos estaba el “Operativo Independencia”. Vine al Departamento y los militares habían tirado mi escultura por la ventana. Después llegaron requerimientos por parte del gobierno de hacer más bustos. Había un señor, que en su atuendo tenía varias estrellitas, y me decía: “Usted Don Guillermo Rodríguez hace bustos, lo felicito. Usted ha sido designado para hacer el busto de Benjamín Matienzo”… Entonces tenía que hacer ese busto por obligación, porque el ejército lo ordenaba.

¿Eran muchos los que estudiaban en esa época? No. No éramos muchos, creo que en total no éramos más de 120 alumnos en el Departamento. Después con la dictadura aparecieron más alumnos porque se creó la carrera de Decoración de Interiores… Nosotros nos conocíamos todos. Si veías entrar a alguien que no conocías ya sabías que no era del Departamento… Ahora la mayor parte de la gente que entra a la Facultad no la conocemos. Todos nos conocíamos el nombre. Las aulas eran como talleres particulares, algunos alumnos tenían la llave y ellos abrían y cerraban las aulas. Se hizo un Taller que se llamaba “Taller Integral”, que funcionaba donde ahora es un aula de Diseño. Allí se enseñaba a 3º, 4º y 5º año. Más que compañeros éramos grandes amigos. 251


ENTREVISTA A GUILLERMO RODRÍGUEZ

Cuando uno ingresaba ya los más grandes nos integraban. Éramos como una familia, con mucho menos alumnos y también menos docentes. Después, durante el proceso tuvimos una directora que se llamaba Manuela Mur. Decidió que no le gustaba Linares y comenzó a perseguir a los que pintaban con los colores de Linares. Prohibió el uso de modelos desnudos. Las esculturas también debían ir vestidas… Nosotros por ahí jugábamos a que hacíamos las esculturas desnudas con corpiñitos y bombachitas de papel de diario que les pegábamos, claro, cosa de chicos, ¿No? La Escuela de Bellas Artes también cambió. Nosotros teníamos un director que se llamaba Julio Márquez, que era muy amigo de los alumnos. La escuela no tenía medidas disciplinarias, nunca había existido. Nadie se atrevía a hacer bromas pesadas, nunca se llegaba a la agresión. Ese director también se tuvo que ir y en su reemplazo entró un señor de apellido Ruiz Holgado, hermano de un pintor, creo que era maestro de obra y ¡estaba a cargo de la Escuela de Arte! Cuando me recibí en el Departamento entré a trabajar en la Escuela de Bellas Artes. Me presenté a un cargo de Auxiliar del Taller de Escultura (14 horas) y aquí, en la facultad, rendí un concurso y entré como Auxiliar de Dibujo en el Taller de 1º Año. Hice la carrera docente y ahora estoy como profesor asociado a cargo del Taller II de la mañana. Con el Director de la Escuela tuve algunas diferencias, no le gustaba mi forma de pensar, que usara barba 252

etc. Si bien nunca había hecho política partidaria, mi posición era fuerte. Mi lugar de lucha era la escultura. Un día me llamó y me informó que estaba fuera, que no lo dijera a nadie, que como él me apreciaba iba a decir que estaba de licencia… pero en realidad me estaba aplicando la ley de prescindiblilidad. Era una ley que se aplicaba por actividades subversivas. Yo le aclaré que no tenía nada que ocultar, que debía decirme si tenía algo contra mío, pero nunca lo hizo. Después gané una beca para estudiar en Buenos aires con Vinci y Distéfano, que eran dos puntales del arte. En ese tiempo yo hacía escultura neo figurativa medio europeizante. Cuando volví de Buenos Aires, hacia escultura americana pero no me convencía ninguna de las dos… me parecía que debía buscar un nexo entre ambas. Es decir asumir el mestizaje. ¿No? Asumir también es una cuestión de decidir por donde empiezo. Así comencé mi búsqueda sobre quienes habían hecho mestizaje en la escultura, aquí en el Noroeste. Sabemos que la cultura religiosa de tradición católica venía de España pero fue tomada por la gente de los valles y su forma de recrear ha generado una cultura mestiza. Así empecé una suerte de imaginería, haciendo estucos y pigmentos. Trabajo con las técnicas de la imaginería porque tallo una cabeza que irá dentro de una escultura, la abro por la mitad, la ahueco y le pongo los ojos por dentro.


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¿En qué se basa su técnica de esculpir? Al comienzo estudiaba con un maestro que era un gran modelador, entonces hice arcilla, cerámica, yeso y cemento. A medida que uno va madurando comienza a indagar nuevas técnicas, así trabajé con metales, plásticos, resinas, poliéster... Por fin llegué a la madera. Un día salió un concurso en Resistencia, Chaco, mandé mi trabajo y me lo aceptaron. Fui al concurso y me encontré con lo que les diría un gran taller de escultura en madera, porque la mayoría de los maestros trabajaban con este material. Allí aprendí a trabajar la madera como una masa, como tallarla, a hacer ensambles y bueno es lo que ahora estoy haciendo. No tenía referentes para mis propuestas, porque mis maestros en Tucumán eran muy tradicionales y no les gustaba que yo pintara mis esculturas. Mi idea de trabajo es desarrollar una imagen y a partir de ella trabajarla, mantenerla, hacerla crecer, tener un estilo propio, sus propios patrones. Me gusta volver hacia los orígenes de la escultura indígena, meso americana, a las figuras de culto. Trabajo mucho con la cultura popular, hago relevamientos referido a fiestas patronales, carnavales, también los mitos y leyendas que se crearon alrededor de los ingenios azucareros, imágenes de santos, también realicé esculturas de 5 metros en Córdoba para espacios públicos, uno de ellos se lla-

ma “Sembradora de estrellas”. Me gusta decorar, pintar, grabar mis esculturas… todo lo que sea a fin a embellecer la obra.

¿Usted planifica sus esculturas mediante dibujos, esquemas o se larga a trabajar sobre una idea s olamente? En general hay un plan previo, hago un dibujo y voy ajustando sobre lo que ya está. En esto no se puede borrar… pero a veces cuando encuentro un trozo de madera o de un cardo y es su forma la que me sugiere una imagen. No produzco grandes cantidades porque cada obra es de lenta ejecución, entonces hay tiempo para pensarla, dejarla, empezar otra y luego volver sobre la primera…

¿Cuándo vamos a ver sus esculturas?¿Qué piensa sobre el mercado del arte? Ya hace rato que no expongo en Tucumán…, no sé pero no se me ha dado. En los últimos años fue en Buenos Aires, Córdoba y otros lugares del país. En nuestra provincia la única forma de exposición es a nivel oficial, en salas oficiales o centros culturales porque hay pocas galerías, pocas salas de arte. Esto te lleva por un lado a la libertad total: uno hace una escultura, un cuadro y sabes que seguramente no lo vas a vender, puedes decir: vale $100 ó $500 ó $2000 y no lo vendes. ¿Por qué? Porque no hay una formación cultural, no hay una necesidad de la 253


ENTREVISTA A GUILLERMO RODRÍGUEZ

obra de arte. En una entrevista que le hicieron a Linares le preguntaron si se sentía ofendido cuando catalogaban a su obra como mercancía y respondió que no, porque entendía que una obra al entrar en una galería se convierte en un producto. ¡Claro!. Lo que pasa es que a veces se especula con eso de que si es mercancía o no. La cuestión del “Mercado de Arte” es una cosa que no es tan simple, es bastante complejo. Creo que todo el que vive de sus manos es digno y si uno hace un trabajo con seriedad, si se hace una producción (porque antes que artista se es productor de arte) uno genera un objeto que puede o no ser mercantilizado. Eso o depende de uno. Acha, que es un pensador mexicano habla de la producción, la distribución y el consumo para que se genere una obra de arte. Entonces aquí te das cuenta que casi no hay agentes de difusión. ¿Cómo puede ser que una ciudad como Tucumán no tenga muchos críticos de arte? Su deber, su misión es justamente formar al público. Resumiendo hay muchos productores, pocos promotores y la distribución es solamente oficial. Tampoco hay consumo porque no hay necesidad. La gran mayoría de la burguesía tucumana no va a comprar obra de arte, aunque debo decir que una pequeña minoría si lo hace. Yo nunca había creído en el mercado del arte, porque nunca lo había vivido hasta que viajé a España y me di con otra realidad. Vivía en una ciudad como Tucumán pero tenía 38 galerías de arte. Todo el que producía arte allí lo hacía con el sentido de llevarlo a una galería. Pero no lo interpreten como 254

una cuestión comercial, eso es otra cosa, porque es cuando una galería por ejemplo te pide miles de obras iguales. Si uno entra en eso está muerto al rato, porque entonces sí el mercado te come el cerebro. Eso no es lo mismo que generar un producto artístico, genuino, único, que uno tiene conciencia de su calidad y un gran respeto por la obra que está brindando a los demás… entonces sí, uno puede vender su obra tranquilo.

¿Usted hace esculturas especulando en lo que puede llegar más al consumo de la gente o sólo dice a mí me gusta esto y así lo hago? No, nunca especulé con las obras, lo que si hice es hacer obra más liviana, para que me cobren menos el transporte, (en eso si especulé). He hecho muchos trabajos por encargo para Iglesias, Hoteles… Hace algunos años un señor de Buenos Aires del Centro Cultural Recoleta tenía un proyecto que se llamaba ARTE DEL NOA. Le habían hablado de mi obra… yo estaba haciendo nuevas esculturas que variaban sobre las anteriores. Vino al taller y le mostré lo que tenía en imaginería y lo nuevo. Le agradó y mandé mis trabajos a la muestra en Buenos Aires, de 5 esculturas que llevé, vendí 3 a unos coleccionistas. Uno de ellos, era Presidente del Comité de Arte Ba quien me invitó a exponer allí. Busqué al Centro Cultural Rougés para que me apoyara y partimos a Arte Ba con Víctor Quiroga, Enrique Salvatierra y Manuela Rasguito. Esa fue la 1º vez que expuse en Arte Ba. Allí vendí una obra que me ayu-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

dó a salvar los gastos y conocí a muchas galerías. Ese mismo año me invitaron al Arte Córdoba, también una feria de galeristas. Allí me va un poco mejor y este año en Arte Ba vendí todas las obras que llevé. Pero no he sentido la tentación de decir: voy a producir más para vender más. Mis obras tienen todo el tiempo que necesitan, si es necesario todo el tiempo del mundo… puedo pasar una o dos semanas dedicado a hacer una mano, una carita… No me preocupa demasiado el dinero, que se yo… siempre he vivido con lo mínimo. No tengo aspiraciones de grandes cosas. Si he ido comprando y montando un taller, con el producto de mi trabajo… Pero si me hace sentir bien que mi obra tenga un valor en el mercado.

¿Entonces se puede vivir del arte? Al comienzo hice muchos trabajos por encargo al principio a las iglesias, imágenes de próceres, hasta que empecé a realizar mis propios trabajos de mi autoría en centros privados, espacios públicos alrededor de toda la Argentina, en general en el Norte Argentino. Por supuesto que se puede vivir del arte, pero uno debe estar convencido que lo que está produciendo es un buen trabajo y siempre habrá alguien que se puede interesar. También se da el caso que se puede producir una mercancía de algo que le interese a la gente de tu zona. Por ejemplo, en un tiempo hice una serie de trabajos que se llamaban “Conserva tu alma”. Tengo una casita en los valles, en San Carlos. Allí,

cuando entró la evangelización a los valles se pusieron unas cruces con un letrerito que decía: “Salva tu alma”. Mis trabajitos se llamaban: “Conserva tu alma” (Porque sino la podías salvar por lo menos consérvala). Mis trabajos eran hechos en latas de cerveza, de picadillo etc. Mis esculturas eran pequeños altarcitos que se podían comprar a $10. Les quiero decir que si el proyecto es la producción tipo artesanal, de consumo, no hay problemas y se puede vender bien, pero debe ser una decisión personal. Ahora claro, esos trabajitos no eran para casas muy “paquetas”, quedaban mejor en las casas de barrio, en las casitas prefabricadas.

¿Alguna experiencia o anécdota de esculturas o de donde haya trabajado? Estuve trabajando un tiempo en la selva, (Amazonia peruana) con una comunidad de aborígenes LOS SHIPIBOS-KONIBOS, daba clases y a su vez pude aprender de lo que ellos hacían. Me sentí muy atraído por su cultura, su forma de vivir. Saben utilizar todo lo que tienen a su alrededor y no desperdician nada. Conocen muy bien lo que es la medicina de las plantas me sorprendió como se curaban física y espiritualmente a través de estas plantas ancestrales. Ellos invocan al ESPÍRITU de la planta y no a la química de ella. Sus artesanías hechas de madera, instrumentos musicales, objetos de decoración, sus ofrendas para los distintos dioses. Tienen un gran respeto por las cosas que sueñan.

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ENTREVISTA A GUILLERMO RODRÍGUEZ

¿Cuál es su visión estética, qué considera que es arte y que no lo es? Muchas veces alrededor de una obra hay todo un aparato montado, toda una producción… por ahí son cosas ingeniosas que se confunde con el arte. Pero creo que el artista es un tipo que genera una obra durante toda su vida, no aquel que alguna vez ha hecho algo… Cuando uno ve una obra tiene que estar atento, tiene que tener la apertura para buscar lo que el productor quiere narrar. Es decir, por un lado hay que aprender ha hacer una buena lectura de la obra presentada, realizar un análisis. Puede que la obra te guste o no, esto no tiene nada que ver con su calidad. A todos nos pasa, hay expresiones que a mí no me gustan, no me emocionan, pero está bien hecho y tal no sea lo que yo esperaba pero es genial.

¿Podría decir que a los grandes escultores los tomó como referencia para producir su obra? Si, uno siempre va tomando referentes. En un tiempo fue Vinci, después Distéfano. Uno va aprendiendo diferentes cosas de cada uno. Mi primer maestro fue Ramón Fernández, que es quien me mostró que esto era muy duro pero que no lo debía abandonar. Doy gracia por haber tenido maestros, por ahí me encuentro con amigos que los siento huérfanos, que no han tenido maestros, como que les faltó algo en la vida… no es fácil tener un maestro, 256

porque nadie estudia para serlo, aparecen de vez en cuando y hay que saberlos ver y también saber ser discípulo… Cuando mi maestro me decía que debía comprender a la escultura como un sacrificio, yo le decía pero ¡Yo no quiero vivir atormentado!, entonces respondía no la leamos etimológicamente: es un “sagrado oficio”. Es decir es una filosofía de vida donde uno tiene que equilibrar: trabajo, familia etc. Yo he decidido vivir con lo mínimo, no me prendí con la sociedad de consumo, pero hay situaciones como tener hijos que te hacen replantear las cosas. Yo puedo ser marginal pero no puedo marginarlos a ellos, entonces tienes que equilibrar muchas cosas… En resumen y a pesar de las dificultades que se presentan en la vida cotidiana me quedo con la definición de mi maestro. Opté por vivir de este “sagrado oficio”.

Muchas gracias profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Cabrera, Viviana; Sotomayor, Verónica; Aguilar, Noelia; Lobo, Pablo; López Luciano; Rijan, Nicolás; Santillán, Franco; Abdala, Nahir; Arjona, Rodrigo Emmanuel; Benitez, César; Benitez, César; Borquez Marcos; Calapeña, Ayelen y González, Paulina.


ENTREVISTA A

LÍA ROJAS PAZ 1950 - 2006

Licenciada en Artes Plásticas con Especialidad Grabado. Cuentista y poeta, trabajó sus producciones plásticas y literarias enlazándolas en obras integradas. Titular del Taller III, IV y V de Grabado de la FAUNT. Fue, además, Secretaria Académica (1995/99) y Vice Decana (1999/2006). Miembro fundador del Instituto de Formación, Investigación y Producción de Arte Impreso (IFIPAI) de la FAUNT, del cual fue directora, y del grupo XILOSAURIUS de Tucumán. Realizó muestras individuales y colectivas a nivel regional, nacional e internacional. En el campo de las artes visuales tiene una vasta trayectoria como artista, docente, en gestión universitaria y organismos de cultura. Integró Comisiones Asesoras y Evaluadoras de grado y postgrado. Participó en Salones Provinciales, Regionales y Nacionales de Grabado. Dictó cursos, seminarios y conferencias sobre su especialidad, invitada por distintas instituciones educativas del NOA y Buenos Aires. Ilustró poemas y diferentes textos de la región. 257


ENTREVISTA A lía rojas paz

¿Por qué eligió Artes Plásticas y específicamente grabado? La verdad es que no tengo una respuesta, porque creo que las vocaciones se van dando en la vida de una persona, van apareciendo y en algunos casos son como destellos o revelaciones… En mi caso no fue así, porque yo tenía muchas inclinaciones por distintas producciones artísticas, por esa época no sabía qué era una producción artística. Lo que ocurría era por ejemplo que tenía un gran interés por la poesía, un marcado interés por la música y a pesar de ser de una estructura bastante gordita, siendo chica, bailaba mucho, me gustaba mucho la danza. Creo que todo eso fue marcando un rumbo que se concretó en el ritmo de la música, en el movimiento de la danza en el cuerpo, en la morfología y en todo ese mundo especial que da la poesía y la literatura. Leía bastante, mucho más de lo que leo ahora… Y se concretó, en lo que podría ser una conjugación de todas las vocaciones, dentro de la plástica. Eso fue muy natural. Salí de una secundaria que no tenía nada que ver con las artes en general, porque soy Perito Mercantil. Pero tal vez, esa ausencia justamente hizo que yo sintiera la necesidad de cubrir esos vacíos. Así me incorporé al Departamento de Artes, ahora Facultad que me cobija desde mis 18 años….ahora tengo 49. En la década del sesenta estaba haciendo el secundario, pero ya estaba al tanto de toda la problemática política porque era compañera de gente que pensaba… Estudiaba en un colegio parroquial

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de Yerba Buena, El Salvador. Era compañera de los hijos de Gatti, que fue maestro de la facultad, de José Vega, que era un joven de una mente prodigiosa, gran creador y le gustaba mucho la actividad política (era peronista). Formamos el Centro de Estudiantes. Después ingreso al Departamento de Artes, y me doy con un lugar exquisito. Ingreso en el ’69 y no me voy más. ¡Con todo este patio poblado de esculturas! Creo que hoy nadie pone una escultura en los pedestales éstos como una forma de… siempre pienso que estos pedestales fueron dejados sin esculturas en la época del Proceso Militar.

¿Cómo es su vida de estudiante en la facultad? ¿Qué pasó con el Proceso militar? Nosotros, formábamos una gran familia, éramos pocos alumnos, nos conocíamos todos. Hacíamos exposiciones sin ningún tipo de control hasta que llegó la Intervención al Departamento. Acá vino como interventora la señora Manuela Mur. En ese entonces yo todavía era estudiante. Hubo una lista de profesores y de alumnos que desaparecieron durante tres días. Felizmente pudimos rescatarlos porque nos movimos mucho buscándolos. Estaban en una comisaría y la orden era investigar sus antecedentes. La lista había sido confeccionada por esta señora. También hacía pasar al despacho del decanato todas las obras que se iban a exponer y las censuraba: no se podían exponer desnudos… Las que no estaban autorizadas, curiosamente no eran las que tenían mensajes fuertes. Era tan mí-


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nima la mente de esta mujer que miraba fundamentalmente los desnudos. Eso era suficiente para que se retirase de una exposición. ¡No sabía leer un poco más allá en absoluto! Su chatura hizo que nosotros dejáramos de dibujar con los modelos desnudos. ¡Les hizo poner ropa interior! Todas esas son huellas que van quedando, pero la más importante fue la de los amigos que un día no estuvieron más…

¿Ya escribía? Escribo no sé desde cuando…será desde los 15, 16 años. Entre amigos, jóvenes, entre 16 y 21 años, formamos un grupo literario: “Gente que escribe” (1969). Nos juntábamos a leer lo nuestro y las cosas de otros, también la novelística latinoamericana. Cada 15 o veinte días hacíamos recitales de poesía y los domingos por la tarde nos reuníamos a leernos y criticarnos. También nos contactábamos con grupos de otras provincias. Dentro de la década del ’70 asistimos a encuentros de poesía que se realizaron en Villa Dolores, Córdoba, en Rosario, Santa Fe, en Monteros, Tucumán… También nos reuníamos con los que estaban en el campo de la producción artística. Entonces desde muy jovencita tenía una actividad dentro de la cultura, estaba en los centros de estudiantes del secundario… El ingreso a la facultad me dio un marco académico y le puso rigor a mis estudios, porque todo era muy anárquico, muy espontáneo y muy rico a la vez y así pude conocer a muchos poetas. Así nos relacionamos con el Grupo Tahona, el Grupo Yunque. Podíamos traer a gente de afuera, de

Rosario. De hecho uno de los poetas Rogelio Ramos Signes viene de Rosario, traído por nosotros y se queda en Tucumán. También tenemos desaparecidos como Luis Carrizo y Eduardo Ramos, José Vega…Todos jóvenes poetas…

¿Qué pasaba con los libros? Otra cosa que me quedó muy clara fue el esconder los libros. Teníamos contacto con muchos grupos literarios y muchos artistas jóvenes. No había internet por lo tanto toda la correspondencia era por correo y llegaba a mi casa. Teníamos una biblioteca importante de autores de Tucumán y de otras provincias (más de 200 volúmenes y libros artesanales). Esa documentación era de gente que estaba militando en otras provincias, no con armas en la mano sino con poesías… Así nos enterábamos que fulano o sultano habían desaparecido… y nosotros teníamos su pila de libros y cartillas en casa y bueno,… había que esconderlos. Todo ese tema de tener que esconder los libros están reflejados en una obra que está ahí: es como una especie de ataúd. Ustedes la abren y están todos los libros que fueron guardados en el tronco de un eucaliptus en el fondo de mi casa. Junto a eso hay un cuento que relata como mi hermano y yo envolvíamos en papeles, en bolsas de plástico para que no se humedezcan y los metíamos adentro del tronco del árbol…Desde que mi hermano murió no he querido volver a abrir el tronco. Prefiero quedarme con la idea que a esos libros los he leído y han 259


ENTREVISTA A lía rojas paz

quedado en la memoria… además sería terrible verlos destruidos.

La inclinación por lo artístico está relacionada con lo sensible, ¿verdad? ¿Qué es lo que la sensibiliza? Me sensibilizan distintas cosas de acuerdo a la época. Creo que siendo una adolescente me sentía muy sensibilizada por el amor, por el enamoramiento. No tuve un novio, una parejita… entonces la ausencia de ese novio, que yo veía en mis otras amigas, me producía el dolor de la ausencia del amor adolescente.

¿Eso lo expresaba en las poesías? Claro, después una se va sensibilizando con distintas cosas. Creo que hay un camino desde el interior hacia fuera. Es un camino que tiene que ser recorrido. Primero una se sensibiliza con lo que le afecta directamente y después aprende a ver lo que le afecta al “otro”, a la sociedad y al mundo. Hoy por hoy, estoy muy impresionada por el manipuleo genético. Si bien no me afecta directamente a mí, no me hice ninguna inseminación artificial pero me afecta, me conmueve. Me hace pensar y reflexionar la injusticia social…También me interesa mucho el tema de la ecología, el cuidar nuestro espacio, las relaciones humanas…

Ahora Ud. está ocupando un cargo importante en la Facultad…pero ¿Cuál sería un ideal en la Facultad, con res260

pecto a la cultura, a la enseñanza? ¿Qué es lo que tendría que ser y qué es lo que le falta? Después de recorrer varias facultades del país y de otras partes de América y algunas de Europa, creo que nuestra facultad tiene que marcar las cosas que tiene más que la que les faltan. Nuestra Facultad tiene una historia que avala su excelencia, tiene un crecimiento permanente, tiene una libertad de trabajo y tiene un buen nivel… una cantidad de horas para talleres que no la tiene ninguna otra facultad. Nos falta lo que les falta a muchas facultades, si quieren del tercer mundo, por ejemplo tiene que trabajarse mucho con arte digital, que es lo que vamos a incorporar al taller de grabado, en breve. Creo que tenemos que mejorar las relaciones inter carreras, para lo cual ya estamos trabajando. Debemos formar recursos humanos… el proyecto de la facultad es largo y amplio…

¿Cuándo se decide a seguir grabado? Cuando hago el ingreso a la licenciatura, en primer año, tengo una profesora excelente, que entonces trabajaba acá: Tuki Holgado. Ella era muy amiga de Ana María Aybar, que era la Jefa del Taller de Grabado. Entré a la facultad admirando a estas dos mujeres. Tuki Holgado con su fuerte denuncia política y social en su obra y Ana María Aybar con un gran romanticismo en su obra. Cuando hago el taller rotativo me inclino directamente por el grabado. Llegó un punto en que la técnica por un lado, la posibilidad de la multi ejemplaridad, la posibilidad


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de la imagen presentada en distintos espacios por el otro… todo hizo que el grabado me convocara inmediatamente. Siempre que vuelvo a trabajar en plástica siempre elijo el grabado porque es tal la diversidad de posibilidades que tengo, que cuando me siento a trabajar me siento plena. El grabado ya está abarcando todas las posibilidades de expresión dentro de las artes visuales: tenemos la fotografía, la pintura, la posibilidad de hacer objetos… Entonces ya no estoy eligiendo una sección, una parte del arte, estoy eligiendo arte. Hay materiales en los que uno se puede expresar de manera fresca… a mí el grabado me da la sensación de frescura porque al momento de la impresión del grabado, uno nunca sabe a donde puede llegar… El azar está muy relacionado con el grabado y… lo que significa aprovechar ese azar: ¡Una mancha en una taza de té, en una hoja… de pronto aparece algo diferente!

¿Lo relaciona con lo que escribe? Totalmente. Lo relaciono no sólo con lo que escribo sino con lo que fotografío, con lo que recién estoy intentando hacer con la computadora, con las pátinas, con lo que sé de papeles etc.

Entonces, ¿son infinitas las posibilidades porque cada una termina donde nace la otra?… No, no, conviven, ni siquiera muere una y nace la otra. Todas conviven, se van complementando.

¿Los premios son un incentivo? Cuando me los han dado han sido un incentivo. Por lo general no me han rechazado obras en los Salones Nacionales. He colgado y he expuesto mis trabajos en ellos. A veces he recibido premios pero siempre pensé que no es el mejor modo de incentivar a un artista. Incentivar a un artista es hablar de una individualidad destacada. Creo que en una sociedad no se debe incentivar a uno porque creamos competencias negativas entre los participantes. Creo que se debe incentivar a una comunidad de productores artísticos, entonces más que premios debería haber incentivos de otro tipo, por ejemplo posibilidades que esos señores tengan como expresarse sin gastos en catálogos… no estoy muy a favor de los Salones Nacionales, no participo demasiado, casi les diría que he dejado de mandar obras…

¿Qué opina usted sobre cuáles son las características que definen una buena obra de arte? Es muy extraña la pregunta. Las características de una obra de arte en cualquier especialidad son similares. Una obra de arte no es una técnica, es una obra de arte. Si hablamos de técnicas eso es otra historia. Creo que un buen grabado, cuando es bueno, es una obra de arte. Entonces, ¿qué les puedo decir sobre las características de una obra de arte? Las mismas características que tiene que tener un dibujo, una escultura, una pintura…Se pueden mencionar palabras que tendrán su peso de acuerdo al

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ENTREVISTA A lía rojas paz

análisis histórico, por ejemplo podemos mencionar un cromatismo adecuado…pero ¿Cuál es? ¿Qué es lo adecuado en un cromatismo? No te puedo determinar. Podemos decir un buen manejo de la línea, que es uno de los elementos plásticos…pero determinar cuáles son los elementos necesarios como si fuera una receta, para que una obra de arte sea tal, me parece imposible de mi parte. No lo podría marcar.

¿Qué opinión tiene con respecto a la política gubernamental, específicamente en sus aspectos culturales? Si me estás hablando de política gubernamental a nivel provincia, como algo emanado de ella, no tengo opinión porque no existe. No hay apoyo en absoluto. Se podría hablar de una no política, de un no apoyo manifiesto para evitar que la gente de la cultura tenga cierta trascendencia. Se ha ignorado a la cultura en Tucumán, en estos últimos años del gobierno de Bussi, no existe. Y sin embargo, muy lejos de eliminar la cultura, para mí se ha producido un movimiento cultural en todas las artes. Un poco por reacción, lo que es históricamente reconocido, además un poco vender grande, digamos a otro nivel las producciones tanto de teatro, como cortometrajes, fotografías y artes plásticas. Lo que hicimos es no apoyar. Desde el momento en que Bussi asumió no pisé más el Museo Timoteo Navarro; no porque no considere que es un espacio

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mío, de ustedes y de todos los tucumanos. En general hubo un vacío de la gente de la cultura hacia lo que pudo haber intentado el gobierno… pero reafirmo no existió ninguna política cultural. La gente que ha tenido una orientación dictatorial le teme a la cultura, a la gente de la cultura, porque teme lo que nosotros decimos. Entonces para el gobierno, es más fácil hacer como que no existe y no dar ningún tipo de apoyo económico.

¿Cómo conjuga las dos expresiones artísticas, a cuál se dedica más, a la literatura o al grabado? ¿Cuál de las dos es más importante? Hay mucha gente que escribe, que tiene una producción literaria, que hace investigación y que hace algún tipo de producción artística visual. El caso típico son los cineastas que escriben sus guiones y después lo llevan al cine. En mi caso no puedo determinar qué está primero. Muchas veces ocurre que un poema da lugar a una imagen y a veces es a la inversa. La imagen me alimenta un poema. Esto me da la pauta que ambas se conjugan porque aparecen al mismo tiempo. Al mismo tiempo que dibujo, escribo… Las cosas están ahí. También hay temas que no salen en la poesía y salen en el dibujo… He ilustrado también muchos libros de poesías de amigos…Eso me ha incentivado a trabajar, pero no


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me ha pasado al revés. Por ejemplo el ver una obra que me ha producido mucho impacto, como la pintura de Goya, eso no me ha llevado a escribir. Sino por el contrario me ha quedado con la idea de mucho arte, de lo visual nada más.

¿Qué es lo que la inspira a escribir o hacer grabados? Les decía al comienzo del reportaje que depende del momento histórico que estoy viviendo, de las cuestiones personales y como ese elemento se proyecta a mi vida, a la sociedad. Los otros días leí a un poeta de Monteros que se llamaba Manuel Aldonate. Cuando él murió yo estaba viviendo en Aguilares. Cuando me entero de su muerte quiero partir hacia Monteros pero no puedo hacerlo porque las rutas estaban cortadas (problemas con el Ingenio Aguilares, con la zafra, la gente no cobraba etc.) De pronto me siento en una silla y me doy cuenta que Manuel Aldonate durante toda su vida le había cantado al mundo de la zafra: al obrero del surco, al ingenio, a la dulzura del azúcar, a las cañas y a toda la problemática social. Entonces le escribí un poema para Manuel relacionado a la protesta de ese momento en Aguilares. Entonces se relacionaron dos cosas: la muerte de un gran amigo, de un gran poeta y esta manifestación… Jamás me hubiera imaginado escribir una cosa así, pero las circunstancias me pusieron en ese momento y fue una necesidad…

¿Qué le aconsejaría a la gente que ingresa a estudiar arte?

Un profesor de acá (Noble) supo decirme que el arte es sudor, es difícil, es trabajo… Esta no es una carrera para deleitarse, es una carrera para hacer muchas cosas, para trabajar mucho y después deleitarse. Es un proceso que uno tiene donde ponemos tres elementos: el ser, el hacer por el otro y el tener. Si nosotros armonizamos y tenemos la posibilidad de ordenarlos, vamos a lograr ciertas cosas. Alguien tiene primero que ser, después hacer y por último tener. Pero si yo quiero primero hacer para después ser estoy equivocando mi recorrido. ¿Qué les quiero decir con esto? Yo debo tener un recorrido: Desde el momento en que he decidido ser una persona relacionada con el arte, ser una artista. Después tengo que trabajar mucho y por último así voy a tener la posibilidad de expresarme, de manifestarme a través del arte. Voy a tener la posibilidad de comunicarme a través del arte. Yo lo hice así, creo que instintivamente, no sabía que debía ser así porque en el trabajo de formación he encontrado mucho placer. Me he ido formando, exigiéndome y he tenido maestros muy exigentes conmigo y con toda mi generación. Tengo 49 años y desgraciadamente no hay casi poetas, plásticos porque muchos están desaparecidos, están muertos, han dejado de trabajar por temor… Todos los que tenemos esta edad, es una generación formada con mucha fuerza, en el sentido de la disciplina. Con esto que les digo: no estoy en condiciones de dar consejos, les puedo hacer una sugerencia, pero cada uno tiene que seguir su camino. Creo que el arte es trabajo real, profesional, que requiere mu263


ENTREVISTA A lía rojas paz

chas horas. Pero no se debe sentir como un peso o un yugo porque el trabajar en arte significa también placer, una lo disfruta. Si no hay ese goce una se debe dedicar a otra cosa…. Cada experiencia, cada descubrimiento debe ser un placer. Entonces, si sienten ese placer, no lo abandonen porque nos duela la espalda o porque tenemos sueño. Hay que seguir… El egoísmo en el arte no tiene sentido. No tiene sentido escribir sobre una hoja que ya había sido escrita por otro poeta, no tiene sentido dibujar lo que otro ya ha dibujado antes. Tiene sentido mirar para adentro de uno y ver que es lo que hay y que es lo que puedo expresar.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Alberto Nicolás Díaz, María Rosa Forales, Marcela del Rosario Najar e Isabel Roldán.

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ENTREVISTA A

maría elena ROMANO 1953

Licenciada en Artes Plásticas. Especialidad Pintura. Docente e Investigadora de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán. Profesora Asociada a cargo de la Cátedra Práctica de Taller III, IV y V. Pintura, Taller B de la Licenciatura en Artes Plásticas, con dedicación exclusiva. Ha realizado exposiciones individuales y participado en muestras colectivas desde 1977 a la actualidad tanto a nivel local como nacional. Fue coordinadora de la muestra colectiva “Arte sobre violencia” 2008; Directora de proyectos de intervención artística a nivel nacional: Proyecto Arte & Plato: 2006/2010 y de “Arte a cada paso”: 2009/2011, cuyas muestras finales fueron declaradas de interés cultural por el Ente Cultural de Tucumán. Participó en Proyectos Colectivos en Artes Visuales: “Producción en las Artes Visuales. Distribución e inserción cultural en el siglo XXI”: 2008/2010 y “Producción y Gestión Cultural”: 2011/2012.

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ENTREVISTA A MARÍA ELENA ROMANO

¿A qué edad nació su vocación o alguien influyó para que usted se inclinara al arte? En los últimos años del secundario tenía cierta disposición para el dibujo. Hice algunos collages para la asignatura Dibujo… y sentía gran placer al hacer este tipo de trabajo; una vez me presenté a un concurso en el Colegio y lo gané…pero al terminar el colegio no elegí Arte, tal vez por lo que me decían algunos amigos…. También me gustaba Historia, las materias humanísticas. Cuando ya estaba en 2º año de Historia, me inscribí en la Facultad, entonces Departamento de Artes. Eso fue en ‘72 y me recibí en el ’76 a los 24 años. Hice un tiempo las dos carreras pero después era imposible por la incompatibilidad de horarios en el cursado y la falta de tiempo para el estudio y el ejercicio plástico…. Eran tiempos conflictivos, la época de la dictadura… tenía que optar y lo hice por el arte. Pero volviendo a la pregunta, aunque desde los comienzos me gustaba ver obras de arte, nadie ha influido en mi decisión.

¿Por qué fueron años difíciles? Difícil en el sentido que se volvió en algunos casos como una especie de persecución para profesores e inclusive en algunos alumnos…, por ahí, uno no sabía si reírse…, Por ejemplo: había esculturas de desnudos, entonces la interventora, profesora Manuela Mur las puso bajo de las palmeras para que no se las vean… pero nosotros las mirábamos desde el taller. Yo estaba en el taller de Ezequiel Lina266

res que funcionaba a la mañana en el aula grande de adelante, el aula taller. Había compañeros señalados, algunos docentes se tuvieron que ir, fue una época muy difícil. Yo tenía 17 ó 18 años y tuve contacto con compañeros, gente que hoy está desaparecida, sobre todo de cuando cursaba Historia. Allí era el centro ideológico; las movilizaciones salían de Filosofía y Letras, pero también se juntaba la gente de derecho, de ciencias económicas, de todo… O sea yo he participado en esa época en manifestaciones en la calle, las sentadas en la calle. En El Departamento, también hubo gente que desapareció, pero en el momento cuando yo llegué ya las cosas estaban un poco más tranquilas, además éramos menos, éramos pocos y solo existía la Lic. en Artes Plásticas, una carrera. Fue la señora Manuela Mur la que se le ocurrió iniciar con unos cursos de decoración de interiores, de fotografía… no eran carreras como ahora.

¿Cuándo Usted era alumna qué se decía sobre la carrera y qué influencias tuvo el arte en su vida? No había buenos comentarios. El artista no tenía buena fama; sin embargo en mi casa no tuve problemas. Sé de gente que tenía dificultades con sus padres. Por suerte mis padres no pusieron objeciones, incluso cuando cambié de carrera… aparte les gustaba el arte. Éramos muy pocos alumnos, en el Departamento de Artes, como una gran familia, el clima de trabajo era distinto. Se trabajaba bastante. Aunque el grupo donde me encontraba era muy


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

bohemio… fueron muy lindos años. El arte me cambió la vida, sobre todo porque mantengo la mente mucho más abierta para poder crear… Creo que el arte tiene un gran poder liberador, uno puede expresarse y decir muchas cosas a través del arte.

¿Con qué docentes se formó aquí? Con Tuki Holgado en los primeros años que era muy buena profesora y luego con Linares, quien me dejó una importante influencia…

¿Tiene algunas anécdotas para contarnos? En mi época de estudiante, con Aníbal Fernández, otro artista, nos decidimos a hacer un homenaje a un director de cine italiano muy famoso y ya fallecido en esa época. Hicimos toda una representación, pintamos en el piso una especie de serigrafía… Era una imagen de Picasso y…de pronto entró Linares preguntando qué es lo que estaba pasando y le encantó, nos dijo que sus alumnos siempre lo sorprendían, le gustaba todo tipo de experiencia nueva… Luego, ya como docente de la facultad, realizamos una experiencia de confirmación de paisaje en San Pedro de Colalao que fue bastante interesante y enriquecedora para los chicos…

¿Cuándo comenzó a ejercer la docencia? Apenas me recibí. Terminé de cursar la carrera en el ’76 y en Febrero del ’77, a pedido del maestro Linares, cubrí una suplencia de una auxiliar que se

había ido de viaje. Estuve hasta Septiembre ’77. El maestro me pide que me quede a trabajar para el año siguiente pero decido que no, porque no era un cargo fijo. Sin embargo, al año siguiente me llaman nuevamente y me designan en un cargo fijo. (En ese momento no había concursos), y desde entonces, revalidando mis cargos por concurso, formo parte del equipo docente de la facultad.

¿Además de la docencia se dedica a la producción? ¿Cómo fueron sus comienzos como artista? Estando en el último año, siendo alumna del Taller A (hoy Linares), me presento en el Salón Spilimbergo y gano el primer premio de pintura. Eso fue un gran impulso. Al año siguiente hago mi primera exposición individual en la Secretaria de Turismo de la provincia. Actualmente me dedico también a la producción pero no presento en grandes salas, ya que realizo otras actividades que están relacionadas con la producción pero indirectamente y eso me resta tiempo. También me presenté en algunos Salones Nacionales… pero no a los internacionales. Pero es imposible enseñar en un taller sin producir, lo hago espaciadamente aunque no me defino como una artista que se dedica solamente a la producción ya que la docencia insume mucho tiempo y me interesa mucho la organización y participación de convocatorias que realizo a través de los proyectos de investigación; desde hace 5 años que estoy dirigiendo proyectos, y bueno ya hice dos convocatorias a nivel nacional y ahora la intención es una 267


ENTREVISTA A MARÍA ELENA ROMANO

convocatoria que arme una red por Latinoamérica. Es mucho trabajo pero, aunque me cansa, me agrada hacerlo.

¿Qué la llevo a interesarse por la investigación? Bueno… un poco el sistema universitario, si estás en una cátedra en la UNT debes además de enseñar, hacer investigación y extensión, tratando de conectar siempre lo que se investiga con la producción de la cátedra, de allí que en las convocatorias participan también los alumnos. Por ahí me invitan a una convocatoria de algo y trabajo para ella, por momento me agarra la locura y empiezo hacer una serie después digo no, ya me canse y quedo ahí y después vuelvo a empezar.

¿Tiene algún artista como referente importante para Ud. o para sus alumnos? En realidad en cuanto a mi producción… tuvo muchas variantes, pero obviamente siendo alumna, en un principio tenía influencia de Linares, creo que todos la teníamos. Ahora en estos momentos, la intención es darles la posibilidad a los alumnos de tomar contacto con las artes visuales en la actualidad. Es por eso que yo intervengo cosas, uno hoy no se puede estancar en una especialidad, ya sea pintura, grabado o escultura. En la actualidad se han borrado los límites entonces se abren nuevos horizontes: intervenir cajas, intervenir sillas, intervenir platos, intervenir zapatos…, que además son 268

las convocatorias que hicimos, es algo que me gusta mucho.

¿Cuáles fueron sus obstáculos como artista? Como te digo, yo no me considero una artista, es decir una productora que continuamente está mandando a salones y exponiendo en diferentes salas. La vida misma fue eligiendo mi camino en la docencia: fue Linares el que me eligió entre sus egresados para que entrara al Departamento, fue una cosa así como caído de arriba, y desde entonces quedé a medio camino entre la producción plástica y la docencia. Hoy te puedo afirmar que amo lo que hago. Estoy dirigiendo el taller ya desde hace unos años y he logrado mantener un equipo coherente porque me interesa el trabajo en equipo. Interactuamos los 3 profesores; Rubén Giménez, Mané Guantay y yo, de manera semejante, pareja. Pero en la vida universitaria obstáculos hay siempre. Por ejemplo, una vez nos querían sacar del taller donde estamos y nos querían mandar a otro lugar, es decir dejar nuestro espacio para que se transforme en un aula teórica y nosotros compartir con otros talleres. Conversé con mi equipo y nos pusimos firmes y nos dejaron, pero no es un capricho sino que tiene motivos importantes ya que la vida en el taller es una suerte de experiencia especial, los chicos dejan sus trabajos ahí, entonces no era posible un taller compartido.


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¿Qué opina sobre el funcionamiento universitario de nuestra Facultad? Creo que hubo grandes modificaciones positivas dentro de los talleres, dentro de las diferentes cátedras a pesar de que tenemos una estructura curricular vieja y que debe ser renovada, creo que el Consejo Directivo aprobó una reforma pero no la conozco. Se debe producir una modificación importante, un plan de estudios actualizado, ya que hubo una gran transformación en el mundo contemporáneo (innovaciones tecnológicas etc.) en estos cincuenta años… La facultad produjo muy buenos plásticos que se destacan a nivel nacional e internacional, pero creo que podríamos dar más con un plan de estudio que favorezca el área de la producción.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Aguirre, Mariana; Levano, Norma; Nieva, Teresita; Peiro, Florencia; Pascual, Miguel y Pujol, María de los Ángeles

¿Se siente valorizada como docente? Desde el punto de vista económico no, nuestros ingresos, el ingreso de los docentes en el país no están bien remunerados. Además en el caso concreto de la universidad uno debe repartirse entre la docencia en sí misma, la producción y la investigación. No hay estabilidad laboral ya que uno debe estar constantemente en concurso para mantener el cargo…. Pero desde el punto de vista afectivo, realmente es donde siento placer en ayudar aunque sea un poquito, en la formación de mis alumnos.

Muchas gracias profesora.

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ENTREVISTA A

LUCRECIA ROSEMBERG

1936 - 2012

Egresó como licenciada en Artes Plásticas del Departamento de Artes de la UNT, Especialidad Escultura en 1962. Fue Profesora Asociada del Taller de Escultura III, IV y V Turno Matutino. Dictó paralelamente Historia de las Artes Plásticas I en la Facultad y en la Escuela de Luthería. Fue directora del Departamento de Artes Plásticas de Aguilares y Directora de Posgrado de la FAUNT. Desde sus primeros años se presenta en salones municipales, provinciales y nacionales donde obtiene importantes premios. Su obra se encuentra en diferentes lugares públicos de la provincia, en el país y en el extranjero, donde se destacan especialmente: Estados Unidos, Cuba e Israel. También participó como jurado de diferentes salones y concursos. Fue investigadora del CIUNT y ha participado en varios proyectos de investigación. En los años de la dictadura militar abrió una importante galería de arte donde expuso obras de artistas del medio y del extranjero. 270


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¿Cómo fueron sus comienzos en el arte? Mi padre creía que yo, como salía con delantal, me iba a la facultad de medicina… pero dejé de estudiar porque me dolía mucho la cabeza… Los doctores me decían que tenía que hacer algo con las manos porque era medio hiperquinética, tal como sigo siendo ahora… Mi llegada al taller de escultura fue como alumna libre en el taller de José Alonso. Al tiempo él me dijo que me inscribiera porque tenía condiciones… me decía: “Podés hacer esto, si no te gusta medicina, vas a terminar la carrera pero vas a ser una frustrada”. Efectivamente le estoy muy agradecida. Tuve tres maestros: Lorenzo Domínguez, José Alonso y Horacio Juárez. Eran profesores contratados que venían de distintas provincias del país. Así empecé, pero en mi casa creían que yo seguía haciendo medicina, porque salía con el delantal… ¡pero el delantal era para escultura, no para medicina! Mi padre era lo que se llama “cointer”, (el que vendía cosas en la calle). Era librero y también vendía joyas… Sobre todo para la zona de Santa Ana, que en esa época era de esplendor. Allí vendía joyas, libros. Se iba en tren a las cinco de la mañana y volvía a las doce de la noche. Fue también un escritor importante, muy famoso y muy en vigencia porque es uno de los maestros del folklore del noroeste argentino. Escribió varios libros por ejemplo: “Palo y Chalchal”, “Saca el alma de la montaña”,

“El sapo en la medicina y el folklore”, “La serpiente en la medicina y el folklore” etc. A los veintiún años gana un premio en la Sociedad Sarmiento y así le publican su primer libro. Por fin en el ’98 le publico su último libro. Lo mató la revolución del cincuenta y cinco, a los cuarenta y nueve años. Creo que se llamaba la libertadora. No sé cómo se llamaba, aquí todos son libertadores… Quedó hemipléjico a los cuarenta y cinco años, quedando con su brazo y una pierna lisiada, tuvo rehabilitación pero ya pesaba 105 kilos… Bueno, con tanta mala suerte, o buena suerte, ¡no sé!, mi maestro Alonso insistía en que yo mandara al Salón Provincial de Tucumán. Allí obtuve mi primer premio en el año 1956. Mi padre en ese momento estaba en Villa Alberdi. Al otro día sale en La Gaceta una foto mía, al lado de mi escultura diciendo que ganaba el 2º premio (el primero fue declarado desierto)… ustedes se imaginan: ¡Yo no quería volver a mi casa!, ya que ellos creían que yo estudiaba medicina…, le tenía terror, porque yo tenía 17 años! Estaba avanzada en medicina y mi padre soñaba que su hija era muy inteligente, que a los 20 años iba a ser médico. He sido buena alumna, estudiosa en la universidad no así en el secundario… De las 10 materias que eran yo rendía 7, porque me eximía en tres: música, inglés y ejercicio físico..., ese era mi fuerte. Todas las demás las rendía, a veces raspando con 4 ó 5… no me interesaban. Es la etapa de mi vida que creo ha sido la más feliz. Iba al colegio que le decían la legión extranjera: El Instituto Privado Tucumán. Como era tan chi271


ENTREVISTA A LUCRECIA ROSEMBERG

quitita, tan flaquita que me escapaba por la reja. Me decían cubanito. Cuando el colegio jugaba me iba a la cancha de fútbol. Un día Julio Ardiles Gray le mandó una carta a mi padre diciendo que yo no iba a clases. Entonces me fue a buscar a la cancha y los compañeros gritaban: ¡Cubanito, cubanito, ahí viene tu papá!... Era terrible. O sea que de esa forma, por La Gaceta, se enteran en casa de mi vocación, sobre todo mi padre. Ya me esperaba cualquier cosa y sin embargo él me felicitó. Estaba muy orgulloso. Además el primer premio fue declarado desierto, entonces lo consideraba como si fuera un primero. Hice la carrera en cinco años con un promedio de 8,29. Lo cual significaba que había pasado de ser de lo último en la legión extranjera, pasé y tomé conciencia de que la universidad era para estudiar, pero también fui muy buena alumna en medicina.

¿Qué es lo que la lleva al arte, a crear? Creo que fue mucho el apoyo de los profesores, de mis maestros. Alonso era un instructivo, no tenía lenguaje plástico, pero me decía: “Mirá la llave de la cerradura”, “La panza es al revés”. Yo sabía mucho de músculos, porque la primera materia en medicina es anatomía, pero efectivamente si ustedes observan el ojo de la cerradura, es el vientre al revés. Después de dos años llegó un profesor muy exigente, que fue el profesor Horacio Juárez. Me sacó del taller, me echó, decía que yo no entendía nada porque él me hablaba de textura, estructura, volumen negativo, volumen positivo…Mientras Alonso 272

me decía. ¡Hacéle hueco, piba! Este me hablaba de volumen negativo y yo no sabía qué era. Cuando me decía textura no sabía que es la resultante de la superficie… Así que todo mi lenguaje plástico lo aprendí de Horacio Juárez, que además era un hombre sumamente culto. Trajo al taller a grandes personalidades a que nos dieran charlas como Martínez Estrada. En esa época todos hablaban de las maderas coloreadas de Libero Badii, cuando ya en Tucumán eso lo hacía mi maestro Juárez. Tenía como ayudante a quien luego llegó a ser jefe de taller: Fernández Larrinaga. A él le daba a que hiciera bocetos de 15 cm. y a nosotros, sus alumnos: nos hacía llegar a esculturas de dos metros. Era una persona muy especial, muy, muy riguroso pero muy buen maestro. Me echó del taller. Para ese entonces ya estaba casada. Recuerdo que llegué a mi casa llorando porque realmente yo amaba la escultura. Mi marido quería romperle el alma, pero no lo hizo… Mi maestro después se arrepintió, me llamó a casa al mediodía y me dijo que iba a tratar de sacar algo de mí. Fue así como seguí haciendo escultura y nunca más dejé porque ya llevo en esta profesión, si empiezo a contar desde el día que gano el premio en el ’56 hasta ahora serían más de 50 años de escultura en Tucumán.

¿Qué materiales utilizaba? Acá teníamos un profesor de chapa que es quien me enseñó a soldar, me enseñó a batir la chapa.


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En mi carrera utilicé todo tipo de materiales, excepto el mármol, pero lo que siempre me encantó fue modelar. Soy una gran modeladora. Al modelar uno aprende todas las técnicas, que es lo que les hago hacer a ustedes: yeso, cemento directo, piedra reconstruida y todas las mezclas habidas y por haber. Trabajé madera en el concurso latinoamericano que se realizó en el Chaco. No tenía idea de cómo manejar la motosierra. ¡Me caía con la motosierra andando! Pero, me ayudó muchísimo Panchito (Francisco) Fernández, profesor de la escuela de Bellas Artes. Me enseñó como cortar el tronco, cómo sacar el albur, que es la parte de la cáscara de la madera etc. Me enseñó toda la parte técnica, me presenté en el concurso y salí seleccionada… pero soy modeladora por excelencia… Tengo tres esculturas grandes pasadas al bronce. Una está en la Caja Popular de Ahorros, otra en la Dirección de Aeronáutica y la tercera en la escuela Belgrano. Esta la hice con un crédito que me otorgó el Fondo Nacional de las Artes. Después no pude fundir más por falta de recursos económicos. Mis padres habían sido pobres, muy pobres y no tenían para darme para estos gastos. En la época de estudiantes en el Departamento Artes, estalló la escultura. Nos compraban 50 bolsas de yeso, 50 de cemento, 50 de piedra y nosotros no teníamos gastos. Lo que nos permitía hacer cualquier tipo de escultura, de cualquier tamaño. A mi maestro Juárez le gustaban las esculturas monumentales. Estábamos en la vieja casona de 9 de

Julio al 600 donde cada alumno tenía llave y jamás se me perdió una herramienta, nada. No teníamos modelos desnudos así que entre los compañeros nos posábamos. Allí quizás haya nacido mi amor hacia una figura femenina, porque alguna vez tuvimos un modelo varón y no me gustó. No me gustó trabajar con hombres; con hombres con músculos muy fuertes, muy acentuados, no. Casi toda mi obra está dedicada a la mujer.

¿Cómo vivió la época del gobierno militar? Un día como tantos vine a dar clases al Departamento y me dijeron que no podía pasar, que tenía que pasar por secretaría, no me acuerdo cual… fue en el ‘76. Quedamos 5 profesores cesantes. Nos aplicaron la Ley 21.260, por la que entonces no podíamos pasar frente a las universidades, ni ir a las bibliotecas, ni tener cargos públicos porque éramos subversivos ideológicos. Entonces quedé cesante desde el ’76 hasta la vuelta a la democracia. Y bueno la pasamos muy mal. Me tuve que ir a los Estados Unidos porque no tenía trabajo acá. Nadie con los antecedentes de uno va a trabajar a una tienda pero yo tenía que dar de comer a mis dos hijos, a mi madre y a mi empleada. Lo primero que hice fue conseguirle un cargo en un sanatorio a mi empleada (que se jubiló con más dinero de lo que yo voy a tener cuando me jubile). Después a mi madre la mató un auto. Fue terrible. Sufrí, sufrí mucho la dictadura militar, persecuciones. No podía acercarme a la biblioteca de la facultad para leer un 273


ENTREVISTA A LUCRECIA ROSEMBERG

libro y no tenía para comprármelo. Ustedes se van a reír pero lo que yo le debo a Bussi es otro idioma: hablo, leo y escribo perfectamente el inglés. Viví un tiempo en Montana, USA. Estuve allí, alejada de mi madre y de mis hijos. Cuando volví puse una galería de arte en la 9 de julio. Me ayudaron mucho mis amigos, porque los artistas te dejan una obra y después en su taller venden otra más barata. No me fue bien, pero me ayudó a mantener mis hijos y mi casa. Hoy los dos son profesionales.

¿Cómo es su regreso a la universidad? La democracia vuelve en el ’83 y el Departamento de Artes funda una extensión de sus dependencias en Aguilares. Allí me nombraron directora del Instituto de Aguilares. Me instalé y viví allí un año. Cuando dije que iba a llevar modelos desnudos para hacer escultura me sacaron a escobazos. Me decían que si sabían que iban a tener modelos desnudos no hubieran creado el Instituto. Poco a poco fueron entendiendo y aprendiendo algo de arte. Pero desgraciadamente a medida que iba mejorando la mentalidad, ha desmejorado la atención desde la universidad. En esa época dependíamos del rectorado. Se había hecho un acuerdo con la municipalidad de Aguilares por el cual ellos daban el lugar físico y los pasajes y la UNT pagaba los profesores. Yo tuve un gran apoyo del intendente, nombré como secretario académico al profesor Pedro Molina y busqué a un gran escultor que se llamaba Carlos Zárate. Vivíamos los tres en el pueblo y abrimos dos turnos: mañana y tarde. Teníamos sueldos

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dignos con casa y comida. Recuerdo que también nos ponían un auto para que nos lleve y nos traiga porque la casa quedaba a dos kilómetros. Después nos quitaron el auto… todo se fue deteriorando. Teníamos que hacer dos kilómetros diarios de ida y vuelta… y siguió empeorando hasta que quedó lo que es hoy, desgraciadamente para los alumnos. Hubo un tiempo en que de los 120 alumnos que teníamos en el ’84 llegó a tener ’15. Más tarde llegaron Koch, Rodríguez y otros más. Nadie quiere ir a Aguilares porque son dos horas de ida y dos de vuelta. Muchos profesores iban por extensión de sus funciones en la facultad. O sea que pagaban nada. Ahora he vuelto pero como profesora asociada pero me agregan a mi cargo uno simple…Por lo menos me paga el taxi que debo tomar para llegar a la terminal. Pero una se termina cansando porque además muchas veces el viaje se complica por los cortes de ruta de los piqueteros, uno debe caminar en medio del frío, de la lluvia, del calor. ¿Y todo eso por $150 más en el sueldo? No, ahora voy a renunciar en forma indeclinable. Además creo que si se está formando gente en ese lugar no se debería llamar a concursos desde Tucumán sino desde La Cocha, Monteros…. Porque ¿para qué sacamos licenciados en arte si después no tienen la oportunidad de empezar como auxiliares de primera, como ayudantes estudiantiles? Roberto Koch quiso poner un poco de orden. De todas maneras este año hay una inscripción bastante importante de 41 alumnos.


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La universidad está totalmente politizada. Aunque soy master en Historia del arte desde el ’92, jamás me han invitado a dar una conferencia. He recorrido más de la mitad del mundo y jamás me han mandado como jurado a otra provincia… Lo único que han hecho es mandarme a Aguilares por $150, que los gasto en taxi y remedios. Pero ¡No se puede estar mandando a gente de mi edad por extensión, con cuarenta años de docencia! Pero bueno, como soy socialista y me dan pena esos chicos, voy. Pero también me reincorporé a mi cátedra y luego rendí mi concurso de profesora asociada del Taller de Escultura, turno mañana, que dicho sea de paso tiene muchos más alumnos que el taller del turno tarde. Yo tengo 52 alumnos y por la tarde sólo 14. La mejor suerte que tengo en esta facultad es el equipo de jefes de trabajos prácticos que tengo. Son realmente muy eficientes. Aquí no me valoran pero yo soy Ciudadana Ilustre de Israel, Puerto Rico y Estados Unidos porque he realizado esculturas para ellos. He expuesto en casi todo el mundo excepto en Australia. En Israel he hecho una escultura muy grande. Estuve en Cuba varias veces en Congresos de Arte. Ahora estoy haciendo trabajos para la municipalidad de La Banda. Ya he llevado el boceto que iría en tamaño natural en 15 metros. También soy master de la universidad de Denton, Dallas Estados Unidos…. Pero acá hay mucho acomodo… Hay mucha política. Los militantes tienen que hacer política en su lugar. Para eso están los comités, las

unidades básicas. La universidad no está para eso. La universidad es un lugar donde todos trabajamos para el bien y en pos de la universidad…. Ustedes son los alumnos, yo la profesora. Con más de cuarenta años acá. Si habré visto pasar decanos, directores interventores… Desde que se murió el profesor Ezequiel Linares, soy la profesora más vieja que ha quedado. Tengo 65 años de edad y más de cuarenta y pico que estoy acá más cinco estudiando, hace 50 años que estoy en la facultad. Miren si he visto pasar agua bajo el río… me acuerdo de los buenos tiempos de Ricardo Somaini, Raúl Dorronsoro, José María Brughera, entre otros… Ellos realmente levantaron la facultad.

¿Cómo vio la sociedad su obra, sus trabajos? Bien. Yo vendo bien. Vendo bien porque tengo una clientela que me sigue, que confía en mí, que cree en mí… que ha visto que no soy una chanta. Siempre trabajo sobre la figura humana, sobre la mujer. Soy una gran defensora de nuestros derechos. Mi obra ha sido expuesta en muestras individuales y colectivas, en Salones Nacionales e Internacionales. He ingresado en el arte argentino a través de la crítica especializada, cuando en 1967 Taberna Irigoyen me incluyó como “jóvenes escultores del interior en su libro” en su libro “La escultura argentina de este siglo”. Y también figuro en la “La nueva historia de la pintura y la escultura en la Argentina” que hizo Rómulo Brughetti en los ’90.

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ENTREVISTA A LUCRECIA ROSEMBERG

Gran parte de mi obra está realizada en series que van reflejando los distintos momentos de mi vida. Por ejemplo: “Hombre destruido” (chapa batida) es de la época en que muere Raúl, mi marido, en un accidente de tránsito. Después hay una serie de esculturas sobre la madre. Mi Lola también muere atropellada por un auto. Hay otra serie sobre mujeres embarazadas, me gusta mucho el tema de la maternidad… Hay una obra que se llama “Rosita la preñadita”, es una escultura en 2 m. en piedra que me hizo ganar un premio… Ahora estoy con las bailarinas cubanas… me encantan. También tengo obra monumental que está expuesta en distintas partes de la ciudad, la provincia, del país y en el exterior como ya les dije. En general esas esculturas son hechas por encargos del estado. También tengo algunas vendidas que están en algunos bancos, fundaciones en otras provincias. Mis herramientas son de Estados Unidos (un hijo mío vive allá y lo visito a menudo). Antes demoraba mucho con una obra, pero ahora, con herramientas de 30.000 revoluciones por minuto…. Fíjense que una escultura de 1.5 m. antes la pulía en dos meses con una piedrita. Ahora la puedo hacer en dos días. Desgraciadamente no puedo hacer obra con grandes dimensiones porque todo depende de la situación económica.

¿Qué consejo nos daría? Que hagan lo que su corazón les dice. Si realmente aman el arte sigan adelante, aunque deben saber que es una carrera muy sacrificada, que brinda 276

enormes placeres y satisfacciones en la realización de la obra, pero que es difícil sobrevivir con ella. Pero, ¿hay algo más hermoso que hacer lo que uno ama? Ahora, eso sí chicos, también mucho trabajo. Para manejar bien las técnicas y poder expresarse como uno desea, eso, sólo se consigue con mucho esfuerzo y dedicación. Hay que ser honestos y respetuosos con uno mismo y no ir tras las luces y el éxito fácil. Eso no es lo más importante… muchas veces ustedes se confunden, se marean…lo importante es la honestidad en el trabajo.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Martín Leguizamón y Hugo Mamaní


ENTREVISTA A

marISA ROSSINI 1972

Licenciada y Profesora de Artes Plásticas de la Facultad de Artes de la UNT. En 1993-95 estudia en la Academie Royale des Beaux Arts, Bruselas, Bélgica. Ese mismo año obtiene beca de perfeccionamiento en grabado litográfico del Frans Massereel Centrum de Kasterlai, Bélgica. Profesora del Taller de Grabado III, IV y V de la Facultad. Investigadora del CIUNT. Realizó un CDROM “El Recorrido”: trabajo interactivo sobre el Taller de grabado de la FAUNT. Ha dictado diversos cursos sobre grabado tradicional y alternativo en la provincia y en otras provincias del país. Además trabaja en diseño y asesoramiento gráfico de revistas, eventos culturales y escenografías. Ha realizado más de 60 exposiciones (individuales y colectivas) en la provincia, la región, Buenos Aires y en el extranjero (Francia, Inglaterra, Austria, Japón, Brasil etc.) Su obra ha sido aceptada en Salones Nacionales, provinciales y municipales donde ha recibido importantes premios. 277


ENTREVISTA A marisa rossini

¿En qué momento de su vida se dió cuenta que quería estudiar arte y dedicarse a eso? Desde chica realicé muchas actividades extra programáticas en talleres particulares, coros, danza, ajedrez, inclusive danzas árabes… Transité por muchos talleres y eso me dio la posibilidad de conocer distintas actividades. Uno de los últimos talleres que hice fue el de pintura cuando estaba en 3º ó 4º año del secundario. Eso hizo que me decidiera por estudiar arte. No fui a la escuela de Bellas Artes, pero en mi escuela, la Normal, ya hacía de gestora cultural. Organizaba, dentro de la comisión de cultura actividades tipo cine club. En esos momentos era bastante complicado ya que recién salíamos de la dictadura. La Escuela Normal ponía muchas trabas, pero a pesar de ellas, las alumnas generábamos muchas actividades culturales. Por esa época comencé a ir a un taller particular de Gigi y Tuca Aybar. Me di cuenta que eso me interesaba y luego ingresé a la facultad sin dudar en mi elección. Aquí fui alumna de la Profesora Tuca Aybar, que era la jefa del Taller de Grabado. Inicié mi carrera en los años ‘90, en la Facultad de Arte. En mis dos primeros años no tenía una idea clara de lo que se trataba el grabado pero el profesor Roberto Koch, quien en ese momento era auxiliar de primer año, me enseñó xilografía a color, lo que me despertó un interés especial por este taller. En tercer año me trasladé a la Academia Real 278

de Bellas Artes de Bruselas, Bélgica ya que era el lugar indicado para perfeccionarme en grabado. Estudié dos años en Bruselas y en paralelo a mis estudios realizaba exposiciones de mis trabajos. Cuando volví, terminé mis estudios y me recibí en esta facultad, que los complementé con las materias pedagógicas que se dictan en la Facultad de Filosofía y Letras. Además participaba cursos en la facultad. También viajé a Buenos Aires cuando se presentaba la gente del Instituto de Albuquerque, Nuevo México. Tuve mucha suerte, desde mis inicios, porque tuve la oportunidad de insertarme. Trabajaba con un grupo que se llamaba La Sagrada Familia. Hicimos una exposición en la bienal de arte alternativo en el ’92. ¡Todo a dos años de haber ingresado a la Facultad de Artes! Éramos un grupo de amigos con muchas ganas de hacer cosas, de producir. También participé en un grupo de investigaciones estéticas, no solo en la faz práctica sino también teórica. Fue bastante interesante, comprábamos libros, teniendo en cuenta que no estaba todavía el internet, muchas veces hacíamos las traducciones nosotros. Luego formábamos grupos de lectura/charlas/discusiones. También estuve viviendo un tiempo en el norte de Chile, donde trabajaba y estudiaba.

¿Algún viaje que haya marcado su carrera? Viajo mucho. Hice viajes a Europa pero es mucho… los viajes al mar me marcaron más. En el 94/95 me invitaron a una exposición en un


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museo en Bélgica, me trajo algo muy familiar, al punto de decir que me gustaría estar ahí cuando me jubile. El estar allí, trabajando en el museo, junto a mi familia, me marcó y ahora que estoy documentando mi colección clasificándola, me dieron ganas de abrir un espacio. Actualmente estoy estudiando maestría en museología. Me marcó también lo que es el graffiti, de las cinco esquinas de New York. Me fui a investigar el graffiti en Berlín, y al volver me dediqué a pintar; lo mío, no deja de ser pintura en caballete pero tiene influencia graffiti. ¡Me gusta el hecho de llevar fuera de una sala lo que debería estar adentro!

¿Alguna vez tuvo dudas sobre la carrera…no haber elegido bien? No, no… nunca. Creo que el que haya probado y dejado muchas cosas me han ayudado a decidir por lo que más me gustaba. Cuando entré en la Facultad estaba muy segura que quería estudiar arte.

¿El arte es una forma de vida o tan solo una carrera? Si uno no compromete su vida con el arte no va a llegar a ninguna parte. Esta profesión no es algo que tenga horarios ni que se pueda hacer de lunes a viernes. No es un trabajo de oficina donde dejas tu trabajo y lo sigues al día siguiente. Aquí se trata de procesos creativos… de mucho trabajo constante y sin horario. Estudiar arte no es una carrera cualquiera; muchas veces la gente no la llega a entender, porque a veces se produce con música,

con gente alrededor personas...Pero es tu trabajo. Aunque quizás no te cuesta porque estás haciendo lo que te gusta. Sin embargo no deja de ser trabajo. No se puede dejar de ir a exposiciones, ver lo que tus colegas producen, de participar en charlas…. Yo no solo hago grabado, sino pintura y tengo una agencia de revista visual, con un circuito bastante importante aunque es algo informal.

¿Se siente realizada como persona y como artista? Sí. Creo que tengo mucho reconocimiento en cuanto a mi obra. Incluso de mi generación somos dos o tres los que nos hemos mantenido en la producción… Por supuesto, una siempre quiere más. Nunca estoy conforme con la obra, creo que el día que esté conforme se habrá terminado mi carrera. Me siento bien conmigo misma porque he obrado como creía… creo que la insatisfacción nos viene cuando uno no obra para con uno mismo. Tengo un poco más de 40 años y ya me han llamado para el encuentro nacional de grabado, para que dicte cursos y me contrató la Universidad Católica del Perú. También tengo distinciones en los salones que me he presentado…He conseguido exponer en salas importantes y he participado representando a la provincia. No me puedo quejar. También he ido formando una pequeña colección de arte que en algún momento va a llegar a ser un museo de grabado. Creo que todos los días, a pesar de que algunas veces parezca vano, realizo cosas para llegar a donde me propuse. 279


ENTREVISTA A marisa rossini

¿Qué tipo de influencias artísticas cree que recibió? Cuando comencé en el taller particular sentí y viví las cosas que me acercaban a la pintura. Debo reconocer que mi familia me puso al alcance de la mano muchos libros de arte, música, cine. De mis vivencias, tengo influencia de mis vivencias, los trabajos que hago muchos son auto referenciales… un poco lo que yo he vivido. Hace un tiempo leí un libro de Jorge Figueroa sobre los artistas de los ’90, donde dice que uno es un poco saqueador. Uno tiene influencias de todos lados y de ninguna parte. Yo me siento identificada con eso. Nunca me he identificado con un maestro como punto referencial y he dicho ¡¡¡Oh Maestro!!! …. Nadie ha sido mi maestro. Después de un tiempo uno ve las cosas positivas, con la distancia, de la época en que cursaba en la facultad… siempre he tenido la inquietud de qué más puedo hacer, qué más puedo aprender. Cuando estaba en tercer año y viajé a Bélgica, donde estudié, al volver uno puede comparar y estimar por ejemplo la cantidad de horas de taller que hay en la facultad y eso hizo que la valorara mucho. Ella me dio la oportunidad de tantas horas de trabajo, de oficio…

¿Le parece que en la facultad hay competencia entre profesores y alumnos y entre ellos mismos? 280

Creo que como en todas las instituciones, por ahí la universidad no escapa a la esencia humana, hay competencias. Es algo complicado, como que es un todo que forma parte de la facultad. Creo que la superioridad debería hacer algo con respecto a eso de exaltar las individualidades… Es una facultad y todo debe ser igual para todos. Lo que no me gusta es la arbitrariedad. Creo que si entendiésemos que cada uno puede tener su espacio, y que no todos tienen que ser iguales, ya que sería muy aburrido (imaginen lo que sería el arte contemporáneo si todos pintáramos, grabáramos, esculpiéramos igual), entonces todo andaría mejor.

¿Le gusta enseñar? También en eso tengo mucha suerte porque le enseño a gente que le interesa, es algo muy específico. Comencé contratada por Cultura de la Nación haciendo asistencia técnica en lugares donde no se había desarrollado la técnica del grabado. Cuando vuelvo de Bélgica, no se usaba el transfer generalizado que hay ahora… Esa contratación me brinda la posibilidad de seguir viajando también. He aprendido esta profesión como una forma de vida. No es una carrera que llega el fin de semana y se baja la persiana, no es horario comercial sino que realmente hay un compromiso. Eso trato de transmitirle a los chicos: la idea del compromiso con el oficio, con el arte.

¿Qué cree que es lo mejor que sus alumnos aprendan?


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Creo que las técnicas no se pueden aprender solas. Soy una convencida que a dibujar, pintar, grabar se aprende. Alguien te tiene que enseñar. Han una formación técnica que se debe transmitir. Luego cada uno puede perfeccionarse. En cuanto a la imagen, si soy muy cuidadosa, porque creo que es algo muy personal. Uno puede guiar pero no intervenir en la obra del alumno. Es muy común en los talleres particulares que el profesor intervenga haciendo una línea o sugiriendo un color… el resultado es que todos los alumnos pintan como el maestro y se identifican con ese taller. Justamente yo no pretendo eso. La docencia en arte no es fácil, no hay una fórmula… te diría que es complicado y muy difícil. No se puede dar una regla, una sentencia porque le puedo arruinar la carrera a alguien. No se puede decir vos servís y vos no… Durante mucho tiempo me he considerado una aprendiza. Si bien dos o tres personas me han dado indicaciones técnicas, mi formación también se debe a conversaciones con otros artistas de Tucumán y de la Argentina como Felipe Noé, que es una persona muy generosa, o León Ferrari, que es un viejo divino, con una obra totalmente contemporánea… Eso es importante encontrarse con gente generosa, con buenas personas que se interesen por tu obra y te enseñen en su charla.

¿Actualmente está trabajando en alguna obra?

trabajé en un espacio llamado Micro Cosmos, me invitaron ya que solo van a haber 37 exposiciones, comenzando con la última exposición hasta la cero, por lo que yo elegí la 36. Cuando era chica quería ser astronauta, asique trabajé mucho con lo que sería la carrera armamentista y como sería que en los países dominantes tiene más poder, investigué sobre los astronautas, las pruebas de que habían llegado a la luna. Como los rusos aparentemente mandaron antes a expediciones que fracasaron, yo era una apasionada del espacio, por lo que una hija se llama Valentina por la primera astronauta. A raíz de mi investigación salió como producto un dibujo en 3D, no por lo sofisticado de una computadora sino por la simpleza de un dispositivo 3D que tenía, que era algo espacial, los dibujos eran 3D, pero el dibujo se lo veía con la simpleza de un dispositivo que eran los anteojos. No era cibernético ni computarizado era el blog donde yo dibujo. Era plantear en eso una experiencia.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Víctor Apud, Sonia Ferreira Centurión, Ludmila Ríos Guillén, Lía Bordo, Gonzalo Gibillisco, Agustina Neumann, Deborath Orellana, Enzo Suárez, Exequiel Ponce y Lina Ragonese

Acabo de terminar con una exposición, en la que 281


ENTREVISTA A

MARTA VALDÉZ

1931 - 2013

Licenciada en Artes Plásticas, Especialidad Pintura y grabado. Se desempeñó como Profesora del Taller de Grabado de esta facultad. Fue Directora del Departamento de Artes Plásticas de la misma Facultad. Participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas; en salones en el país y en el extranjero obteniendo importantes premios. Entre los que se merecen destacar: 1999 Premio Único Apartado Monocopia en el XXXV Salón Nacional de Grabado y Dibujo. 1990 – Primer Premio Salón Municipal de Artes Plásticas 1990, San Miguel de Tucumán. 1986 - Mención de Honor, XII Salón del Poema Ilustrado, Tucumán. 1982 – Primer Premio, Universidad Nacional de Tucumán. 1978 –Salones internacionales: Rumania, Italia, Japón, Inglaterra, España y Francia.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Profesora, cuando comienzan sus estudios de arte? Comencé a estudiar artes plásticas en el entonces Instituto Superior de Artes hacia 1955 y egreso cinco años después en la especialidad pintura. Algunos años después me inscribo en grabado y termino en 1980.

¿Quiénes fueron para Ud. las personalidades más sobresalientes en la plástica en aquellos años? Había grandes maestros, creo que mis años de estudiante fueron los mejores años del Instituto. Estaba Lajos Szaloy, un excelente profesor húngaro que dictaba dibujo; Alberto Balietti, Luis Lusnich, Timoteo Navarro, Lobo de la Vega en pintura; Pompeyo Audivert en grabado; Lorenzo Domínguez y su discípulo Fernández Larrinaga, Horacio Juárez, en escultura…. Ninguno de ellos vive. Las clases comenzaron en la calle San Martín, donde actualmente funciona la Dirección de Cultura. Ahí estaba el Teatro Belgrano, que después se demolió. Cuando dejó de funcionar como teatro se instaló el Instituto. Los camarines de los actores y los palcos eran talleres. Se trataba de pequeños talleres donde cada alumno tenía su lugar para pintar. En la parte de atrás había un taller de orfebrería artística y de metalistería donde enseñaban dos grandes: Juan Martín y Manolo García, que eran españoles. Creo que en el rectorado está un panel enorme hecho por ellos…

¿Cree Ud. que el Instituto, después Departamento de Artes, tuvo influencia en el medio? Creo que muchísima. Tuvo una producción de discípulos muy importantes. Entre esos estaba Aurelio Salas, Juan Bautista Gatti, Cipulli… los alumnos éramos muy pocos, calculo que 20 en cada especialidad pero donde menos alumnos había siempre fue en grabado, también había pocos en escultura, porque la gente se volcaba más a la pintura.

¿Cuáles eran las tendencias plásticas más comunes entre los estudiantes? La figuración. Siempre partíamos de la figura humana. Se trabajaba con modelos vivos. Pero eso no quiere decir que era una figuración estricta. Había propuestas personales muy distintas. Por ejemplo entre un Salas y un Gatti hay figuración pero son dos propuestas totalmente diferentes, muy personales. Había mucha libertad para expresarse…

¿Cuáles son los recuerdos del Departamento de entonces? ¡La Maravilla! Había paz. El hacer, el deseo de progresar, el compañerismo….Era muy distinto. Empezamos siendo una familia. Poco a poco fue creciendo y ahora como facultad hay una gran cantidad de alumnos, de profesores, donde ya es mucho más difícil el entendimiento. Yo he sido muy feliz en ese Instituto, en ese Departamento…. Por otra parte no había sistema de concursos sino que se contrataba a los grandes maestros que estaban a cargo de la 283


ENTREVISTA A marta valdéz

enseñanza. Pienso que el sistema de concursos es un elemento que separa a los profesores, establece una competencia que en esa época no había y la competencia termina separando. Recuerdo que nos trasladaron del Teatro Belgrano a la calle San Martín al 200, a una casa alquilada por la UNT, pero la sección escultura quedó funcionando en el Teatro San Martín, en la parte de atrás. Había un enorme galpón donde funcionaban los talleres. Se dictaban clases mañana y tarde…era muy lindo estar haciendo escultura gozando de la vista. El parque, el césped, todo el entorno…

¿Cómo es su vida en el taller? Todos los días estoy con los alumnos en el taller enseñando las técnicas, guiándolos, acompañándolos en su proceso creativo y tratando de transmitirles todo lo que me enseñaron los maestros de esta facultad.

Muchas gracias, profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Alina Ruth Jiménez

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ENTREVISTA A

mónica VALLEJO 1963

Licenciada  en Artes Plásticas, Especialidad Grabado. Especialista en Arte Contemporáneo. Profesora Adjunta en la Cátedra Práctica de Taller lll, lV y V del Taller de Grabado de la Facultad de Artes de la UNT. También se desempeña como Maestro Especial en el Taller de Arte Impreso de la Escuela de Bellas Artes Mº Atilio Terragni de la Universidad Nacional de Tucumán.   Miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas y el Instituto de Formación, Investigación y Producción en Arte Impreso de la Facultad de Artes. Investigadora de la SCAIT (UNT). Desde 1990 participa en calidad de invitada en numerosos Salones Internacionales, Nacionales y Regionales, así como también en exposiciones en distintos ámbitos. Colabora en diferentes publicaciones gráficas y digitales de la Argentina y de Sudamérica. Se dedica al intercambio de mensajes estéticos a través del Arte Correo, como participante y autora de numerosas convocatorias.

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ENTREVISTA A mónica vallejo

¿Desde cuándo siente la necesidad de expresarse a través de las artes? La verdad es que toda mi vida me gustó dibujar, pintar… Cuando era muy chica le pedí a mi mamá que me llevara a algún lugar donde pudieran enseñarme, pero bueno, vaya a saber porque ella no encontró o no averiguó donde mandarme para aprender. Recuerdo que cuando me fueron a poner la vacuna Sabin Oral, en el Hospital, había una sala llena de dibujos de niños, con muchos colores y quedé fascinada con los mismos. Le pregunté a una enfermera si allí enseñaban a hacer esos dibujos…, se rió y me dijo que eso lo hacían los chicos de la escuela de Arte. Así es como toda la vida he buscado que me puedan dar algún tipo de orientación dentro de las artes y sí, siempre he sentido la necesidad de expresarme y aprender. Por ejemplo, cuando había alguna extra programática en la escuela que tuviera que ver con el mundo del arte siempre estaba presente o cuando había algún concurso de dibujo participaba muy entusiasmada.

¿En su familia había algún artista? No, no había ningún artista, como “artista propiamente dicho”, pero a mi mamá le gustaba mucho pintar al óleo de jovencita y cuando yo era chica encontré algunos de estos trabajos que me parecían “maravillosos”. Eran paisajes al óleo. Tenía también una carpeta con recortes de revistas que luego reproducía en cartulinas o en telas. Las copiaba a la perfección… Esa carpeta era la única guía con la que contaba para aprender, porque además no 286

conocía a ningún artista: por otra parte mi madre trabajaba todo el día y creo que en ese momento, ella no sabía realmente que para mí era tan importante aprender.

Entonces… ¿Fue esa la razón por la que decidió estudiar la licenciatura en Artes Plásticas? Digamos que me quedó esa sensación de “frustración” ¿no?, de no haber podido de chica conseguir un maestro… Cuando fui a la escuela secundaria, en cuarto año, me enteré de la existencia de la carrera de Licenciatura en Artes Plásticas y en quinto nos hicieron orientación vocacional, pero no como ahora con todo un gabinete, sino la misma profesora de filosofía nos daba una guía y nos pedía que visitáramos tres facultades. Yo elegí Artes, Bioquímica (para acompañar a una amiga) y Ciencias Naturales (que también me atraía). Lo único que me acuerdo de esas visitas es del Taller de Grabado y de unas mono copias de la Mona Lisa que estaban colgadas en las paredes del aula.

¿Y por esa experiencia se especializó más tarde en Grabado? Supongo que a lo mejor fue por eso que me decidí por grabado (…) pero la verdad es que me costó decidirme, sobre todo después de haber terminado de cursar 2º año porque también me gustaba mucho la pintura. En resumen no me resultó fácil hacer la elección pero no me arrepiento para nada del camino que he tomado.


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¿Cómo fue su vida de estudiante? ¿Recuerda alguna anécdota? Anécdotas hay muchas, éramos muy poquitos…En 1º año si fuimos bastantes alumnos, claro que en esa época no ingresaban a la facultad tantos chicos como ahora. Realmente no podemos comparar, ahora en los dos primeros años son multitudes. Nosotros en 2º año ya éramos menos, porque ya se separaba el taller, se dividía la gente en 4 grupos, para ir rotando por las distintas especialidades. También hacía más fácil el cursado y nos permitía una relación estrecha con los docentes. Recuerdo que en 3º año éramos 3 alumnos en cada turno. Nos conocíamos todos y éramos muy amigos, muy compañeros y nadie era “dueño de lo ajeno”. Llevábamos la vida en común de cualquier estudiante… Generalmente nos quedábamos todo el día en la facultad, a veces algunos compañeros hasta dormían la siesta, se tiraba unos colchones en el taller de serigrafía, que estaba donde ahora son los baños. Por supuesto que también éramos de ir a bailes, exposiciones y de participar en todas las actividades que se desarrollaban en la facultad. ¡Fue muy linda mi vida de estudiante!

¿Qué artistas o profesores la inspiraban en su época de estudiante? Los profesores, más que sus obras, me inspiraban por sus anécdotas de vida. Por ejemplo, Tuca Aybar, quien fue mi maestra y a quién yo quería como si fuera mi madre, porque pasábamos mucho tiempo dentro de la facultad. En cuanto a los artistas plásticos fui cambiando en los gustos. Primero me gustó mucho Salvador Dalí y me pasaba horas en la biblioteca mirando sus obras, después pasó a gustarme Rómulo Macció. Creía que si miraba mucho a un artista iba a componer como él: entonces me llevaba el libro de Macció a mi casa para estudiarlo atentamente… Por supuesto que nunca compuse como él. Sin embargo considero que ver, analizar y estudiar en profundidad a un artista que uno admira, sí influye en la propia obra.

Y ahora… ¿Recurre a obras de otros artistas para inspirarse? ¡No! Ahora no, ya busco algo personal.

¿En cuánto tiempo hizo la carrera?

¿Qué es la creatividad? ¿Es sólo inspiración o también habilidad que puede desarrollarse?

En cinco años y medio. No me quería ir, no quería dejar de ser estudiante. En la penúltima materia que rendí, fue la entrega final del taller y me recibí con historia de la Cultura Americana y Argentina, la que entonces no era promocional. Era muy larga, por eso la dejé para el último.

Creo que la creatividad es el “reflejo de la personalidad” y que se requiere de cierto “entrenamiento” para desarrollarla. Por ejemplo, este “entrenamiento” del que les hablo, se los puede proporcionar la carrera, porque aquí se les enseñan a ver las obras de otros artistas, a estudiar, componer y observar 287


ENTREVISTA A mónica vallejo

cosas que quizás: ¡No las veían! Se los entrena para que puedan “percibir” cosas diferentes, que el común de la gente no puede ver. Y si bien todo eso no hace a la creatividad, si lo considero importante porque hace que uno se vaya nutriendo de cosas que después (cuando llega el momento de poner en juego la creatividad), uno puede sacar, tomar y transformar todos los conocimientos adquiridos para ponerlos en práctica a la hora de crear. También tiene que ver la personalidad, motivación e interés de cada individuo, sobre todo en esta época en que estamos viviendo del arte contemporáneo; en donde todo tiene que ver mucho “lo novedoso”, que pasa por ser lo más importante. Pérez Celis, reconocido plástico argentino, opina que “hoy en día, todo tiene que ser novedoso para ser bueno”.

¿Cree que en la facultad hace falta trabajar más sobre el tema del desarrollo de la creatividad? Creo que no, que depende de las habilidades y motivaciones que tenga cada estudiante. Lo veo en los alumnos que pasan por el Taller de Grabado (…) es como que algunos vienen ya siendo artistas y creo que en tercer año ya son “artistas creativos”. También se da el caso de alumnos que no podemos hacerlos salir de una cierta imagen estructurada, figurativa, muy narrativa, con figuras estereotipadas, muy cerradas, poco flexibles… Otros vienen con “la imagen de la modelo” y no se pueden desprender de la figura humana. Siempre tratamos que cam-

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bien, que se suelten y sean libres. En el Taller no obligamos a los alumnos a dibujar modelos o figuras humanas. A veces los alumnos llegan a hacer “clic” y salen con su obra maravillosa y creativa, pero a veces llegan a cuarto o quinto año y están todavía “estancados” y recién logran desprenderse de las ataduras para la entrega final… Casi siempre logramos que se liberen y muy rara vez se dio el caso de alumnos que se queden aferrados a estructuras poco flexibles y no hayan podido evolucionar positivamente.

¿Qué es el arte para Usted? ¿Qué es ser un artista? El arte es amor, es redescubrirnos como personas, como sociedad. Es la libertad y la capacidad que tenemos los seres humanos para representar lo íntimo de nosotros. Representación de lo infinito en lo finito. Y un artista es aquel que puede comprender y reinterpretar sus sentimientos e ideas, siendo capaz de plasmarlo y materializarlo en un papel, en una tela, en una chapa…

¿Cree que el arte es un lenguaje transmisor de una realidad social o es todo lo contrario? Cuando me preguntaron qué es un artista, les dije que era aquél que reflejaba también la realidad social.

Según su opinión personal. ¿Cualquiera que sepa dibujar y que


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

“maneje” algunos conocimientos y técnicas ya se lo podrían considerar como un artista? Hay algunos chicos que ya vienen siendo artistas y sin “manejar” conocimientos previos sobre dibujo, composición o lo que fuere. Son chicos “especiales” y que por ahí sólo están necesitando una guía de cómo seguir, de cómo “armar” lo que tienen en su cabeza para trasladarlo al papel. Generalmente llegan con una imagen propia y pueden hacer una serie de dibujos en los que están conectados entre sí, donde hay una unidad en su trabajo, que hace que uno vea y diga: ¡Este chico es un artista!

¿Cuál es su preferida dentro del grabado y por qué? Así como uno va pasando de numerosos artistas preferidos, también va pasando por la “experimentación” de muchas técnicas a lo largo de la vida. Cuando era estudiante me gustaba la litografía en piedra porque se podía lograr lo que se obtiene con el lápiz grafito y el metal. Después me gustó por un tiempo la serigrafía y ahora es como que volví a la litografía pero en chapa offset.

¿Podría decirnos en qué consiste dicha técnica? La litografía generalmente se trabaja únicamente en piedra. Pero ahora hemos encontrado la forma de trabajar con una chapa offset, que es una chapa fotosensible, sometida a una película gráfica y a la luz que hace que el diseño se transfiera a una

chapa fotosensible. Luego se la lava, se entinta y se imprime. Básicamente la técnica consiste en la repulsión del ácido y las grasas. Se trabaja con agua y tintas grasas, entonces se moja la piedra o la chapa y se va entintando e imprimiendo.

En sus trabajos de grabado, ¿Cuál es la temática que más le atrae? Hace mucho me atrajo y por ahí vuelvo, el tema de los animales. Siempre me gustó la temática de los animales. Cuando terminé mi carrera, mi entrega final fue sobre un libro que se llamaba “El juicio de los animales”, de Jorge Ledesma (discípulo de Sábato). En él cuenta cómo los animales le hacen un juicio, una dura crítica a los humanos a lo largo de la historia, desde Jesús, pasando por Sarmiento, Piazzola, Sábato etc. al terminar el libro uno termina diciendo: ¡No vuelvo a comer más un bife!¡Es impresionante ese libro! Y bueno tomé la temática, los conceptos y mensajes que me transmitió y me dejó el libro para elaborar un proyecto o una idea y poder hacer mi entrega final. Cada tanto retomo el tema de la explotación de los animales y sus derechos.

¿Qué es el Arte Correo? ¿En qué consisten las convocatorias que organizó? ¿Cuál es el fin de las mismas? El Arte Correo básicamente es el intercambio de mensajes. Una forma de comunicarse con otras personas interesadas en intercambiar “algo” estético 289


ENTREVISTA A mónica vallejo

y digo personas porque no necesariamente tienen que ser artistas ya que cualquiera puede participar. Una de las formas de participar es a través de convocatorias (llamados o invitaciones abiertas), otra es buscando en las páginas de internet las páginas de arte correo e incluirse en las cadenas, otra es por ejemplo: le doy una imagen a una persona que la recibe y la interviene, luego la manda a otra que la vuelve a intervenir y así, hasta que me la envían de vuelta y queda registrado con el nombre de todos los que aportan “algo” a esa imagen que envié. Generalmente en las convocatorias se propone un tema a partir del cual se va a trabajar, pero si entran a la página van a encontrar trabajos con temas libres. Hay cosas muy interesantes, proyectos que provienen desde Estambul, Paris, Barcelona, Buenos Aires etc.

¿Qué siente cada vez que se presenta a una muetra o salón? ¿Cree en la importancia de los mismos para formarse mejor como artista? ¿Por qué? Humm… Cuando uno es joven le interesa más participar, sobre todo en un lugar como la Facultad. Pero a medida que uno va “creciendo” con la obra, uno quiere participar en otros lugares, porque aquí, el mundo del arte en muy competitivo y cuando se va dando cuenta que te juzgan mucho pero sin fundamentos y a veces lo hacen para favorecer a otros… No hace mucho vino a dar un curso de Gestión Cultural el señor Justo Pastor Mellado (Crítico de arte 290

muy importante) y decía “que el artista pinta para el artista”, porque es el único público cooperante que tiene. Entonces yo digo: si aquí, hay tanta competencia… si los artistas se sacan los ojos por una convocatoria, por un salón, por lo que fuere… Bueno, los artistas serán el único público cooperante, pero destructivo, porque el clima de la competencia que se genera alrededor de estos concursos no es bueno. Creo que esa es una de las razones por las que muchos artistas deciden exponer y concursar en otros lugares como Buenos Aires o el extranjero. No me parece para nada enriquecedora, para la formación como artista la experiencia de competir desmedidamente. Hay muchos que se enferman por estas cuestiones. Lo que sí considero importante para los artistas es la constancia, el trabajo y el participar de exposiciones para mostrar su obra. En la actualidad muchos artistas se dedican a trabajar con la venta de sus obras; sin embargo esto conlleva a caer en las “leyes del mercado de oferta y demanda”, por lo que a veces los artistas tienden a hacer lo que vulgarmente se dice “más de lo mismo”, porque es lo que se vende.

¿Cómo influye la sociedad de consumo en el artista? No me parece mal vender y hacer más de lo mismo. Hay gustos para todo. Si creo que en Tucumán no hay mercado. Se pueden vender algunas obras, pero no se puede vivir de la venta de ellas. El que


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

vende tiene otra actividad… o es docente, comerciante o enseña en un taller privado. Y el que quiere vender, se ve obligado a exponer en Buenos Aires para tratar de conseguir que la galería te lleve tus obras al exterior. Tenemos también el caso de ex alumnos que se fueron a vivir a Estados Unidos y venden en las ciudades más grandes. En este momento yo tengo tres ex alumnos viviendo allí y les va muy bien.

¿Es muy difícil conseguir un galerista que se interese por el trabajo de uno? Todo depende de la persona; es decir, si uno es persistente, si se mueve y busca puede conseguir un galerista que se interese por la obra. Una forma es hacer un viaje a Buenos Aires con sus obras o confeccionar un catálogo y enviarlo por internet a las diferentes galerías y esperar a que te llamen. En este momento no es tan difícil porque las galerías están buscando nuevos talentos, gente joven.

Si deseamos comprar un grabado. ¿Qué tiene más valor, la chapa o la estampa? Siempre tiene más valor la estampa. En principio el grabado es múltiple ejemplar, por eso un grabo es más barato en relación a una pintura, aunque también puede haber grabados carísimos. Pero por lo general, el grabado es más económico porque tiene un tiraje de diez, veinte etc. Según el número que figura en la edición y de quién sea el grabador. Se pone por ejemplo 1/10, lo que quiere decir que

es la primera estampa de diez que se imprimieron en total. También el grabador, al principio realiza una prueba para ver cómo está la chapa, esto se llama “prueba de estado” y tiene más valor que un tiraje porque es la primera estampa. Otra prueba que se hace, es una experiencia personal que realiza el artista: esto se llama P. A. (Prueba de Artista) y tiene muchísimo más valor porque no está dentro del tiraje y es única. En cuanto a las chapas rara vez se las muestran en una exposición, salvo que se trate de algún artista importante como por ejemplo Berni y la sala pidió poder exhibirlas. Otros piden exhibir el tiraje y la “chapa clausurada”, que es cuando a la chapa se le realiza una incisión a todo lo largo en forma de “x”, lo que quiere decir que nadie más va a poder sacar estampas de ella. Y si se realiza una estampa de la chapa clausurada es la que menos valor va a tener de todas las otras estampas mencionadas.

Aparte de ser una artista, también se desempeña como docente en la Facultad de Artes… Soy profesora en el Taller de Grabado. Además me desempeño como profesora de Gestión Cultural y Marketing en la Escuela de Bellas Artes. No me fue difícil entrar a la Facultad porque gané un concurso relativamente al poco tiempo de recibirme. Lo difícil es permanecer como profesora porque después de determinado tiempo se vuelve a concursar… hay 291


ENTREVISTA A mónica vallejo

mucha competencia y es muy estresante.

¿Enseñó en otro lugar? ¿Qué nos puede contar de su experiencia con los niños provenientes de zonas marginales? Enseñé en una escuela primaria, en una zona marginal por más de 20 años. He trabajado con niños humildes y me ha gustado mucho la experiencia cuando era joven. Ahora me resultaría imposible, me siento vieja. Ese trabajo no sólo consiste en enseñarles plástica sino que también hay que estar atento a las necesidades del chico, si ha comido, sino se ha golpeado con otros chicos, sino está enfermo, sino ha tenido problemas en la casa, etc. Tratar con los padres, los cuales en la mayoría están sin trabajo o son alcohólicos… Esas cosas agotan. A los niños no les importa aprender y muchos sólo van a la escuela porque allí funciona el plan nutricional y se les da de comer.

¿Qué es lo que más le llama la atención del comportamiento, habilidades o actitudes que poseen sus alumnos? Y ¿qué diferencias encuentra entre los estudiantes de hoy y los de su época de universitaria? Lo que me sorprende del comportamiento de los chicos es que teniendo más tiempo no lo saben aprovechar. En cuanto a las diferencias, ahora tienen más oportunidades de viajar y llevar sus obras 292

a cualquier país, pueden comunicarse y conectarse por Internet y mostrar su trabajo y apreciar el de otros artistas. Nosotras, en cambio, sólo teníamos y podíamos ver lo que encontrábamos en las bibliotecas. No teníamos ni idea de lo que los alumnos de la Facultad de Artes de París o de Barcelona estaban haciendo.

¿Qué es lo que más o menos valora de sus estudiantes? Es muy difícil clasificar en arte, cuando un alumno viene a mostrarme toda su obra… siempre valoro el amor con el que realiza su trabajo, tengo en cuenta todo su proceso y el tiempo y dedicación que ha tenido con su obra. No valoro al que es “chanta”, al mentiroso que hace todo por “zafar”. Al que menos consideración le tengo es al alumno que no disfruta de lo que hace. Entre las cualidades que más me interesan es la constancia. Creo que eso es lo fundamental, lo que va a determinar si sigue con el arte o se dedica a otra cosa.

¿Cuál es su metodología de enseñanza? En este taller la enseñanza de cada profesor es personalizada. En mi caso, consiste en dar las consignas para los trabajos y el empleo de las diferentes herramientas y técnicas. Siempre hago un seguimiento individual del trabajo de cada alumno, porque todos tienen falencias o necesidades distintas. Por esa razón trabajo en forma separada con cada chico. Sin embargo, no hay una única metodología,


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

siempre depende del alumno o del grupo en sí. Hay veces que los grupos son muy parejos, donde todos tienen las mismas dificultades y otras que no, que cada uno presenta un problema especial. Cuando veo que un alumno está estancado, lo mando a la biblioteca a ver autores que tengan obras que se parezcan algo a lo que está queriendo hacer… y el ver y estudiar otras obras de diferentes artistas lo ayuda e inspira para realizar su trabajo. A otros los mando a la casa a que descansen y escuchen música, eso también los motiva…

recuperar esos contenidos que se están perdiendo (…).

Muchas gracias, profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Alderete, Ana Laura; Álvarez, Paola Edith: María Irene Villa, María Irene y Villa Lobos, Juan Pablo

¿Qué cosas propondría cambiar en la Facultad y sobre todo en la enseñanza de los alumnos? Hay una reforma curricular que está a medio aprobar donde se propone que sean dos años de rotativos en vez de uno, para que el estudiante pase más tiempo por las distintas especialidades, antes de decidir su propia especialidad. Además está el proyecto de incorporar nuevas tecnologías como la utilización de programas digitales de dibujo, programación y diseño.

A modo de conclusión: ¿Hacia dónde va y hacia dónde debería ir el arte? Creo que en este momento el arte va en busca de lo novedoso, de la perfección descuidando el contenido… Por preocuparse en la búsqueda de la perfección, se va perdiendo el mensaje que lleva dentro de la obra. Creo que el arte debería ir en busca de 293


ENTREVISTA A

RAQUEL

VAN GELDEREN

1943 - 2008

Se recibió de Licenciada en Artes Plásticas de la UNT en1973. Fue Profesora de Pintura del Taller A (Linares) y secretaria de posgrado de la Facultad de Artes. Obtuvo la beca Dr. Bernabé Bloj de la UNT con la que realizó estudios de perfeccionamiento en Lenguaje Visual en la Facultad de Artes de La Plata. Realizó sus investigaciones en el Instituto de Investigaciones estéticas de la misma facultad. Participó en numerosos salones nacionales, regionales y provinciales. Realizó numerosas exposiciones individuales y colectivas en Tucumán, en Buenos Aires y en provincias del interior.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cuándo descubrió su interés por el arte? Ya desde muy chica me gustaba dibujar y cuando alcancé la edad para ir a la universidad, me di cuenta que lo que más me gustaba en la vida era pintar. Fue así de simple. Me decidí a cursar esta carrera y mientras estudiaba descubrí que como salida laboral, la docencia y el arte iban de la mano. Entonces, ya siendo estudiante comencé mi carrera docente como ayudante estudiantil.

¿Qué es lo que intenta transmitir con el arte? Mi intención es transmitir algo a través de mis pinturas. Se relaciona siempre con el tiempo que me toca vivir. Por ejemplo: cuando recién me recibí hubo una gran conmoción social relacionada con el Cordobazo y el Tucumanazo. Los problemas sociales eran muy fuertes en la Argentina y los expresé como una necesidad de mostrar el clima de vida, a través de mis pinturas… A medida que pasaron los años uno va adquiriendo un enfoque diferente de las cosas. Sigo siendo impulsiva ya que es parte de mi forma de ser, pero en comparación con aquella época intento tomar una actitud más tranquila por las cosas. Aunque sigo interesada por aquellos temas que tienen que ver con lo social, con mi origen en el campo, con los recuerdos de mi niñez. Mis pinturas tienen mucho que ver con la gente del interior de Tucumán, también con las fiestas populares de

tinte religioso, con la Feria de Simoca, la Feria de Concepción, la de Monteros… En el campo se vive de una manera muy especial, nada que ver con las costumbres de la ciudad. Me interesaba el colorido de la gente de campo. Con el paso del tiempo tanto los mensajes artísticos como los temas han ido cambiando. Actualmente me interesa pintar la naturaleza.

¿Usted realiza pinturas abstractas o realistas? En mi etapa de estudio pintaba de un modo realista, cuando hacía 2º ó 3º año de la facultad… pero cuando me recibí empecé a incursionar en el impresionismo donde deformaba un tanto la figura u objeto. Ahora en mis pinturas sobre la naturaleza, oscilo dentro de algo figurativo sugestivo más que realista. El año que egreso, realizo una muestra de un museo de Córdoba, allí estaban con el expresionismo abstracto… Después, en los ‘70 junto a la agitación política, vuelvo a la figuración con temáticas que tenía que ver con ese clima y desde los ‘80 comienza a imponerse en mi, el tema de la naturaleza, del paisaje, como les decía estoy con la naturaleza.

¿Tuvo Usted el privilegio de conocer y trabajar con artistas destacados? Solamente los que han sido mis profesores en la Facultad. Todos han sido profesores muy activos. Por ejemplo Tuki Holgado, que era muy buena gra295


ENTREVISTA A RAQUEL VAN GELDEREN

badora, Enrique Guiot, Ezequiel Linares, que es el que tiene una situación más destacada en el plano nacional.

¿Qué lugar cree que le ha dado la gente al artista dentro de la sociedad? ¿Qué importancia le da usted a sus obras? ¿A qué público están dirigidas? Yo no me hago tantos planteos al momento de pintar ya que se sabe que es muy limitado el mercado del arte en Tucumán. No hay galerías en las que podamos vender las obras, ni estamos cerca del centro principal de venta que es Buenos Aires, ni de un público que entienda que comprar arte es una inversión. Entonces, hablando específicamente de la sociedad tucumana, creo que está todo por hacerse. Es un público muy relativo y minoritario el que va a las exposiciones. Creo que tiene que ver con la educación, con los programas de la escuela primaria y del secundario que no crean interés respecto de esto. De hecho, por ejemplo no hay artistas que tengan una pensión, una ayuda económica como en otras provincias, donde artistas de cierta trayectoria la reciben. Entonces, es una tarea bastante solitaria.

¿Usted considera que las posibilidades de ser reconocido fuera del país pueden ser mayores? Por supuesto. Creo que en Europa hace muchos años que un artista se puede mantener y vivir de lo 296

que gana con su obra, cosa que aquí nadie puede. A lo largo de nuestra historia sólo conozco a uno solo artista, muy interesante, Tito Quiroga, que vive de la pintura. Nosotros en general vivimos de la docencia.

¿Expuso sus pinturas en otros países? Si, he estado en otros países exponiendo y fueron experiencias interesantes aunque para ganar un espacio en lo que es el arte mundial hay que preservar nuestro arte argentino…. Las becas no son muchas, aunque la gente joven tiene más posibilidades que en mis tiempos. La tarea del arte en este país no es fácil.

¿Con respecto a sus obras, Usted está conforme al finalizarlas? Si, bastante conforme. Siempre me he sentido orgullosa cuando llegaba a una exposición al ver colgadas mis obras. Para una docente cuesta mucho encontrar tiempo para dedicarle a la obra…Uno tiene sus obligaciones familiares etc. También está la dificultad económica, por lo que uno debe trabajar y tampoco tiene todo el tiempo que quiere para pintar. Se debe hacer malabarismos para realizar una obra a lo largo de los años….

¿Se dedicó exclusivamente a la docencia o abrió su propio taller? Siempre he tenido mi taller para hacer mi obra. Tuve muy pocos alumnos particulares, será hace unos tres o cuatro años. Fue una linda experiencia


pero por problemas familiares no pude continuar. Además siempre estuve en la Facultad y he dedicado gran parte de mi vida a la docencia. Me gusta ver como chicos que los tuvimos en la facultad después son buenos pintores, con su lenguaje propio, se van abriendo camino en esta difícil y apasionante tarea.

Muchas gracias profesora.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Lorena Fabersini, Rita del Valle Graneros, María Inés Sosa, Josefina del Valle Salazar, Hilda Apaza, Ana Lía palomares, Mariana Farfán y Guadalupe Corrales.

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ENTREVISTA A

MARGARITA VERA

1958

Licenciada en artes plásticas, Especialidad Pintura. Docente de 4º Año del Taller “Ezequiel Linares” de la Facultad de Artes de la UNT. Investigadora del CIUNT, donde realiza registros permanentes sobre la producción local. Expuso en Tucumán y en otras provincias del país. Participó en Salones municipales, provinciales y nacionales obteniendo importantes premios.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cómo se decidió por esta carrera? Desde muy chica, en mis ratos libres me gustaba construir cosas, pintar… creo que había una vocación definida desde el vamos. Me acuerdo de cuarto grado cuando nos pedían las llamadas redacciones, hoy producciones, y ya decía cuando sea grande seré pintora. En mi familia no había gente dedicada a la plástica. Vengo de una familia donde no sobraba pero tampoco faltaba nada, donde el aspecto económico no era lo primero. Lo que importaba era la cultura, la educación. Mi padre tenía una cierta inclinación por el arte pero no lo pudo hacer y de alguna manera me apoyó; en mi casa había una biblioteca muy grande de arte y esos libros me nutrían. Admiraba muchísimo a grandes pintores… Por suerte tuve una contención familiar para realizar los estudios. Me inscribí sola en la Escuela de Bellas Artes cuando tenía 11 años. A pesar de ser muy chica ya mi decisión estaba tomada... Me gustaba muchísimo dibujar, pintar y todo lo que estuviera referido a la parte creativa, entonces la escuela era, la Escuela de de Bellas Artes. Terminé mi secundario en la Escuela y lo que sí me pedían era continúe mis estudios con carrera más tradicional. Hice una especie de convenio, entonces me dije voy a la Escuela de Bellas Artes, me doy el gusto 6 años de hacer lo que me gusta y después voy a hacer arquitectura… Esa era la idea. Tan es así que al recibirme me inscribí en arquitectura y

aquí. Iba allí y venía para aquí… Ellos no sabían que yo hacía eso…. Cuando se enteraron un poco se enojaron no por la carrera en sí, sino por lo que hacía: mentir. Bueno así terminé la licenciatura, especialidad pintura, después hice el profesorado en la Facultad de Filosofía y Letras y luego me dediqué totalmente a pintar. Me encerré a pintar hasta que una vez me invitan a hacer una muestra…recuerdo que era muy grande, que se hizo en el Centro Cultural de la Universidad.

¿Cómo fue su experiencia artística mientras cursaba la carrera? Fue bastante rica porque era una época muy especial (especial en el sentido de que todas las libertades estaban prohibidas, más que especial, terrible). Yo curse la licenciatura en la época de la dictadura militar y al ser periodos bastantes críticos en cuanto a lo que se refiere a libertad de expresión, el ingenio y la creatividad se agudizan para poder decir lo que no se podía decir, entonces fue muy rica la experiencia desde el punto de vista artístico, te las ingeniabas para a través de distintos elementos y figuras retoricas pudieras decir cosas que no podías.

¿Cómo es su trabajo como artista y cómo es su forma expresiva? El trabajo del artista no es sencillo ya que una obra de arte no surge espontáneamente. No creo directamente en la inspiración, creo en los proce-

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ENTREVISTA A MARGARITA VERA

sos creativos. Estos son formativos y constructivos desde el vamos…pero sí, tiene que haber una inclinación, una necesidad expresiva. Tiene que haber algo que a vos te lleve a crear o a sentir la necesidad de crear… Creo, también que es una necesidad de trascender. Por ahí dicen esa frase tan conocida que: “El arte es 80 % de transpiración y 20 % de inspiración”. Estoy convencida que se trata de procesos… uno va construyendo mediante procesos de estructuración en el cerebro que a uno le permite ser una persona creativa. Es muy importante el papel del discurso. El artista no debe aferrarse a un único soporte para desarrollar su mensaje. Debe crear caminos inéditos, diseñar los medios de transmisión que constituyen un material prácticamente insustituible del discurso a desarrollar. No importan demasiado los soportes, la técnica, lo importante es el discurso que se va a realizar. Lo importante es lo que uno quiere expresar. A mí personalmente me interesan los distintos soportes: desde la pintura hasta el video pasando por todo el resto como la escultura y el grabado. No es tan importante la técnica de un lenguaje determinado sino lo que se va a realizar con eso. Por eso soy reacia a encasillar mi obra en una determinada corriente artística. Yo pinto, produzco, hago video pero no la ubicaría en ningún lugar. El artista está en elaboración constante. Su característica es ser inconformista porque cada obra no le satisface su necesidad expresiva. Él es conciente de esta situación y es por ello que no cree en haber 300

llegado a realizar su mejor obra. A mí me gustan mucho mis trabajos, pero no creo en la obra única. La obra de arte es algo que se va construyendo, todo es un recorrido y tiene su tiempo. La obra de un pintor es la obra de toda su vida. El artista está en una situación de búsqueda... Está investigando constantemente distintos modos y medios para expresarse. Hay una actitud de demanda, de aprendizaje y cuando más cosas se aprenden uno se da cuenta de todo lo que aún le falta por aprender… No hace falta ir al extranjero para aprender algo nuevo. Yo me iría al extranjero para disfrutar pero las cosas uno las puede estar aprendiendo aquí, creo que hay una actitud de aprender todo el tiempo.

¿Realizó exhibiciones? De todas las exhibiciones que realicé recuerdo especialmente una porque en ella cambio mi concepción a cerca de los lugares donde exhibir y comienzo a interesarme por los receptores de la obra. Sobre todo por los receptores de escasos recursos, muchas veces olvidados pero que también tienen derecho a disfrutar del arte. Me impactó esa muestra, por la discusión que generó. Había concurrido una cantidad masiva de gente, gente de barrio. Se había venido generando una discusión terrible en la TV, en los diarios y vino gente que jamás había pisado una muestra. Vinieron a ver mi exposición como 400 personas y venían con pancartas… me emocionó un montón.


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Allí me di cuenta que eso de exponer en salas privadas, en salas de exposición es una cosa restrictiva y me abrió un interés especial por todo lo que sea arte público… a esa gente, el sólo hecho de cruzar un umbral para entrar a una sala de exposición para ver algo que no estaba hecho para ellos era un paso importante, un paso desacostumbrado…Por ahí uno puede tener la idea de decir que va a llevar a toda esa gente a ver una muestra en una sala, pero ellos saben que ese no es un lugar para ellos. Eso despertó en mí un interés particular sobre el arte público y discutir de otra manera la pintura. El arte es elitista, la pintura es una disciplina elitista… y bueno trato de difundir la obra de otra manera. El pueblo es el interés que yo tengo en mi obra.

¿Tiene algún estilo en particular para hacer pinturas? Yo creo que un artista va pasando por un camino bastante amplio en cuando a las formas, a las formas que va tomando la obra. Tiene que ver con la forma en la que el artista va creciendo, tiene ver con el contexto, tiene que ver con las obras que van realizando, tiene que ver con sus congéneres, con la gente de las mismas generaciones, tiene que ver con las problemáticas y las motivaciones del contexto. La obra no es una obra que solamente crece hacia adentro, ni es solamente autorreferencial. Mi obra tiene un contenido autorreferencial siempre y cuando vos la pongas en un contexto histórico y en una época determinada. Hay épocas muy fuertes que influencian la obra como fue la época de la dic-

tadura. Aquí había una necesidad de esconder el mensaje, pero decirlo. Otras obras están totalmente influenciadas por la búsqueda de todo lo que son las estéticas latinoamericanas, es mi obra pictórica que tiene un periodo más largo.

¿Qué nos puede decir sobre el artista y la docencia? Había jurado que no iba a ser docente. No quería porque me interesaba más la producción. Yo siempre rechacé la docencia, terminé la escuela de arte como maestra de artes plásticas y me había prometido nunca pisar una escuela. Después comencé a enseñar por otras razones: me quería independizar y el titulo de la escuela te servía para trabajar 3 hs al día. Empecé a trabajar a los 18 años, y seguía estudiando aquí en la facultad. Logré mi independencia económica, tenía un taller donde trabajaba, y pude hacer toda la licenciatura con el fruto de mi trabajo. De esta forma me liberaba de muchas presiones familiares en cuanto a la elección de carrera y todo lo demás. Pero en un momento determinado, unos chicos de la facultad me invitan a hablar sobre mi obra en un taller de la tarde, el taller C. Debía mostrar fotografías (que en ese momento eran diapositivas). Tenía pensado estar con los alumnos una hora, ese era el tiempo programado y cuando me di cuenta: ¡Habían pasado cuatro horas con un grupo grande de alumnos! En ese momento me di cuenta de que me interesaba mucho la docencia. De pronto sentí

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ENTREVISTA A MARGARITA VERA

que frente a un grupo interesado, yo podía volcar todo lo que había ido aprendiendo. Eso, me decide trabajar en la docencia. En ese momento se abren un par de concursos: uno en el taller donde yo me formé, con Ezequiel Linares y otro en el Taller C, con el Profesor Marcos Figueroa. Decido rendir acá, donde me había formado. Después de ciertas dificultades institucionales, gano el concurso y estoy trabajando desde entonces, desde el año 90 en la docencia. La función docente es muy difícil porque hay que educar la personalidad artística y por sobre todas las cosas la creatividad, por un lado están presentes las ideas y tendencias del docente que influyan sobre el artista en formación, pero también sin dejarlo librado al azar. Lo que trato es que cada uno siga su camino y busque la manera en que cada uno se encuentre a sí mismo en la pintura. Me parece terrible influenciar al alumno sobre la misma pintura, a pesar de que eso es casi imposible de evitar. Es decir, uno siempre tiene una forma y una tendencia dentro del arte y se lo transmite a los alumnos aunque trato de que no sea así… al menos trato.

¿Viajó al exterior en este tiempo? Tuve una beca a Italia en el año ’82, cuando se rompieron las relaciones entre las embajadas. En ese momento no tenía definida una imagen ni una postura respecto al arte. Me parecía muy importante como experiencia formativa más que nada. Pero no pude ir por la guerra de las Malvinas, porque 302

se rompieron las relaciones con Italia. En eso me doy cuenta que al no tener una postura tomada en cuanto al ser un artista o una productora de arte latinoamericana, pensé que lo que podía hacer era tomar una serie de parámetros que me darían desde Europa y me revelaba un poco con eso. En ese entonces comienzo a trabajar con lo que yo llamaba gran utopía del arte Latinoamericano. Entonces comencé a relacionarme con mucha gente de Latinoamérica por carta. Me di cuenta que mi interés es trabajar desde acá.

¿Qué opinión tiene sobre la relación artista-sociedad? A pesar que la mayoría sostiene que el papel del artista está como descuidado en la sociedad, creo que sí se les da un lugar especial. Por ejemplo cuando se les dice: “bueno el pintor es un artista… será de tal o cual manera pero es un artista”, se les está dando un lugar importante en la sociedad a pesar que pareciera lo contrario… pero hay que pelear por ese espacio. A lo mejor no lo buscan porque no reditúa mucho dinero pero el rol del artista en la sociedad si es importante para la mayoría de la gente de las distintas clases sociales, pero a la vez ese lugar es para pocos. En Tucumán tenemos dos tipos de consumidores: 1.- Si se trata de consumo en cuanto a venta de obras, no se compra mucho. Las obras que se venden son consideradas como ornamento para las personas que las compran. No existe la idea de inversión en la obra. Si así fuera se podría rescatar


a muchos artistas que están pintando y quisieran vivir de su obra. Es decir la obra como inversión, no como elemento decorativo para ponerlo en el living comedor solamente… y que la compran sólo personas que tienen cierto poder adquisitivo. 2.- El otro tipo de consumo es el visual. Lo que uno ve y le sirve para alimentarse espiritualmente. Ese consumo sí creo que existe. Ninguna disciplina está aislada de lo económico social y los artistas lo tienen asumido. Es muy difícil en Tucumán y en nuestro país que un pintor viva solamente de la venta de su obra. Tiene que transformar la obra en mercancía para poder vivir de eso…

¿Hay algún pintor que admire? Si, muchísimos por diferentes razones desde el punto de vista plástico. Uno de los que más admiro fue mi maestro en la docencia Ezequiel Linares, que murió hace unos años.

Muchas gracias profesora

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Guzmán, Paola Cecilia; Guzmán, María Cecilia; Madrid, María Fernanda; Moyano, Cinthia; Agüero, Juan Ignacio; Avellaneda, Nazarena; Delgado, Vanesa; Naranjo, Nicolár y Orieta, Florencia. 303


ENTREVISTA A

RAMÓN

VILLACORTA

1952

De origen catamarqueño, vino a estudiar a en 1974. Comenzó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes para luego continuar en el Departamento de Artes donde se recibió como licenciado, con especialidad en pintura. Se inició como maestro de plástica hasta su ingreso, por concurso en 1983, al Departamento de Artes donde se desempeña como Profesor de Morfología I y II en la LAP. Realizó numerosas exposiciones colectivas e individuales en la provincia, en Buenos Aires y en el NOA. Participó en numerosos certámenes y obtuvo importantes premios por ejemplo el Iº Premio Salón Splimbergo. Alguna de sus obras está en el Museo de Bellas Artes de Catamarca “Laureano Brizuela” y otra en colecciones privadas.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿A qué edad comenzó a sentir afección hacia el arte?

¿Con qué profesores se formó dentro de la facultad?

Por el arte, no sé si tenía conciencia de lo que era el arte, pero yo desde chiquito dibujaba en todas partes. En la Escuela de Bellas Artes gané varios premios, era el niño mimado en la escuela. Nos llevaban en viajes de estudio a Jujuy, Santiago, a diferentes lugares. De esa época tengo muy buenos recuerdos de profesores, de mis compañeros… hice buenos amigos ahí y con muchos de ellos continuamos hoy como colegas.

Con la profesora Dedé Chambeaud, Mimo Gómez y otros que estaban en el taller Ezequiel Linares. La profesora Aybar, que era de grabado, me quería llevar a esa especialidad, pero yo después elegí pintura. Entre mis referentes desde el punto de vista artístico les puedo mencionar a Aurelio Salas y a Linares.

¿En qué año inició la facultad, qué especialidad eligió y porqué decidió esa carrera? En la década del ‘80 comencé mi vida docente en la escuela primaria de la provincia porque nosotros salíamos con el título de docente “magisterio en artes plásticas. Simultáneamente con un grupo de compañeros nos inscribimos en el Departamento de Artes. Trabajaba a la mañana en la docencia y a la tarde cursaba las materias teóricas y talleres acá. Antes de concluir a la Escuela secundaria me gustaba el Departamento, venía a la biblioteca, frecuentaba y conocía a profesores. Con los compañeros era una costumbre asistir a las exposiciones, es decir estábamos en el ambiente. Los alumnos de la Escuela ingresábamos directamente a segundo año. Me decidí por el taller de pintura y dibujo, a eso me dediqué en el transcurso de los cuatro años que duró mi carrera. Me recibí en el ’83 y rendí un concurso para ayudante de 3º, 4º y 5º año.

¿En esa época qué línea de formación daban los docentes? Era más bien dentro de lo tradicional. Tal vez lo más nuevo era la neo figuración que era hasta donde se estudiaba y analizaba en historia del arte. Pero en general la formación era académica… teníamos mucha influencia de Linares pero nos daban ciertas libertades personales para inventar, crear el mundo propio. En esa época no eran muy importantes las materias teóricas, se le daba más importancia a los talleres.

En cuanto a sus obras. ¿Cuántas obras hizo a lo largo de su vida? Más de cincuenta obras. Me dediqué mucho tiempo al dibujo, al arte digital, hice cinco años de diseño gráfico, a la pintura…, aunque en pintura no me consideraba demasiado preparado o no sentía mucho al color…, en los inicios más utilizaba lo acromático. En dibujo, gane acá el primer premio en salón Spilimbergo. Cuando me recibí, hice una exposición en la Peña El Cardón. O sea que mi en305


ENTREVISTA A RAMÓN VILLACORTA

trega fue prácticamente en dibujo. Pero en la actualidad he vuelto a la pintura, he vuelto al color. Es decir, me muevo entre los pinceles, las espátulas, el lápiz y la goma.

En su producción, ¿qué técnicas utiliza usted? Utilizo diferentes técnicas: en dibujo lápiz sobre cartulina; es una técnica minuciosa que debe ser trabajada en determinados momentos…, en un comienzo eran imágenes representativas, realistas, pero luego las imágenes se volvieron muy fuertes, pues mi generación está marcada por la dictadura. Entonces… Yo tenía una imagen fuerte que marcaba el drama del hombre, por ejemplo y que tenía que ver con este tema de la dictadura, dibujaba seres humanos con huellas en la piel, con alambres de púas, cosas muy fuertes. Una temática comprometida con la realidad y como estudiante marcado por lo que se vivía acá, que era muy difícil por la represión y la censuras. Todo eso era representado a través del dibujo. Creo que era un sentimiento colectivo…, nos involucrábamos mucho, estábamos atentos a todo tipo de información.

¿En esa época era muy difícil ingresar a exposiciones? No, las entradas eran libres siempre. De hecho nosotros estábamos atentos a todas las exposiciones, tengo catálogos de esa época de varios artistas.

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Pero... ¿Había cosas que se prohibían?... Sí, eso sí, existía la censura, ciertas obras eran rechazadas, como es el caso de Ramos Gucemas, que tuvo problemas. La expresión era limitada, no había una libertad de expresión total, o se exponía en espacios no públicos. Fue una época difícil. Por suerte yo no tuve problemas a pesar de que mis dibujos eran bastante fuertes, además de que no era un militante.

Queremos que nos hable de dos obras suyas. Tengo una obra que está en el museo de Bellas Artes de Catamarca “Laureano Brizuela”, de pintura, casi mono cromática, ahí trabajé sobre los derechos humanos. Es una pintura bidimensional, donde se repiten pañuelitos blancos de las Madres de Plaza de Mayo. Son dos obras, una es un pedido, a través de una carta de la directora de ese museo de ahí, donde se me solicitaba una donación de la obra a lo cual accedí. Actualmente sigo trabajando aun en esa temática. Y la otra es está seleccionada en el salón de Arte Contemporáneo de la Universidad. Allí tomé como base una famosa fotografía mundial: un niño en posición fetal y lo repetí. Se llama “Que no mueran más niños en el mundo”. Trabajé con una bitonalidad, en la forma repetición del plano, con el fondo de color rojo, su tamaño es de 1,20 por 1,20. Son imágenes de soldaditos y alambres, imágenes


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

transparentes del niño que se repite infinitamente. Además les puedo mencionar otra obra con la que gané un premio acá, en dibujo. Esta tiene una estructura con fondos geométricos, donde se ve un ser humano en situación muy difícil, con huella, como amordazado, atado con alambres de púas, no sé si está vivo o muerto. Representa a ese momento histórico del que les hablaba y lo sentíamos mucho. Ahora estoy trabajando en otra obra que tiene que ver con la minería, con la explotación minera en Catamarca. Estoy trabajando con algunos elementos que tienen que ver con la maquinaria que explotan las montañas y que además contaminan. Estoy creando una especie de monstruos entre máquinas y seres humanos. Estoy en contra del capitalismo salvaje.

Sus obras son como muy críticas. Son críticas a la sociedad. Pero, me interesa ese mensaje crítico en tanto pensamiento crítico sobre la realidad, sobre el capitalismo fundamentalmente a través de valores plásticos: que agrade también pero a su vez deje un mensaje fuerte. No descuido la problemática práctica, morfológica.

¿Qué se siente ser artista? No sé si que se siente ser artista o no yo respeto mucho la palabra artista. Ustedes saben que para analizar la historia cultural es muy difícil decidir sobre qué es arte y que no, es una cuestión donde no hay límites claros…, Lo mismo pasa en decir quién

es un artista y quién no lo es. Yo respeto mucho estas palabras. Me siento más como productor en la problemática cultural, siempre estoy activo: participo en salones, hice varias exposiciones individuales…, Lo que siempre les aconsejo a mis alumnos es que se comprometan en hacer lo que sientan, que interpreten la realidad de manera crítica, a su modo, cada uno con la especialidad que le cuadre, ya grabando, pintando o dibujando o a través de instalaciones.

¿Qué siente usted cuando produce? Es un proceso…, los hay buenos y malos. Es una batalla plantear una obra, iniciarla…creo que cada artista realiza su propio camino. Hay momentos de arduo trabajo para lograr lo que se quiere. Pero siempre se pasa por etapas de incertidumbre, impaciencia y luego de mucha satisfacción al llegar al final. Por ahí una obra es punto de partida para el inicio de otro trabajo. En estos momentos me siento conforme con lo que estoy logrando, pero siempre pienso que estoy en condiciones de dar mucha más. Creo que no hay que quedarse ni retroceder. Lo importante es estar vivo como ser humano, es lo que interesa.

¿Profesor que se siente enseñar? Tengo la suerte de enseñar lo que me gusta y me da mucha satisfacción cuando los alumnos responden. Por suerte, a pesar que hay una masividad de alumnos, tengo muchos chicos que me responden 307


ENTREVISTA A RAMÓN VILLACORTA

y con ellos aprendo, porque a medida que uno enseña, va aprendiendo cosas… creo que comencé a pintar más a través de la enseñanza del color. Un docente que no diga que aprende de sus alumnos no es buen docente, es algo reciproco ya que a pesar que se pueda pensar que nosotros enseñamos y ustedes aprenden, no es todo así.

Muchas gracias profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Anchuri Vera, María Eva; Carrizo, Carolina; Díaz, Juan José y Murúa, Gabriel

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ENTREVISTA A

JULIO VILLAFAÑE 1970

Licenciado en Artes Plásticas. Actualmente se desempeña como Secretario de Gestión Académica y administrativa del Departamento de Artes Plásticas en la ciudad de Aguilares, que depende de la Facultad de Artes. Fue director del citado departamento y se desempeñó como director de Cultura de la municipalidad de Aguilares. Estudió con los profesores Pedro Molina y Carlos Hipólito Zarate. Ha realizado numerosas muestras colecticas e individuales y participó en numerosos salones. Entre los premios se destacan Iº Premio Salón Nacional Derechos Humanos. Tucumán. Argentina (2010), Iº Premio Salón de Pintura NOA Carlos Navarro (1992). Expuso en Tucumán, el NOA, Buenos Aires, La Plata en numerosas oportunidades. Sus obras se encuentran en las colecciones de los museos de Buenos Aires, Tucumán, Córdoba, Salta, España, Chile.

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ENTREVISTA A JULIO VILLAFAÑE

¿Cómo fueron los comienzos del Departamento de Artes de Aguilares? ¿Cómo es su formación? Mi formación comienza en el año 1983. Con el advenimiento de la democracia se abre en la ciudad de Aguilares un curso de artes y al año siguiente 1984 comienza la carrera de artes, es decir la licenciatura. La primera directora fue Lucrecia Rosenberg. Pero un año antes, hacia el final de la dictadura, en 1982 se abre un curso experimental de arte en Aguilares que lo gestiona el intendente municipal Teniente Coronel (RE) López Mujica. Este curso funcionaba en el ex correo. Eran profesores: Nilo González, Gustavo Arévalo y poco después entra Susana Baum. Ya con Lucrecia de Directora llegan Pedro Molina, Carlos Zárate, Mecha Romero, Enrique Guiot, Lía Rojas Paz, Guillermo Rodríguez, Eduardo Joaquín y por último Roberto Koch que hicieron su aporte al arte en Aguilares. Creo que fue la época de oro del Departamento de Aguilares. Se respiraba arte, se sentía lo que daban los maestros…luego cayó esa pasión, se fueron los maestros y vinieron otros que no estaban a su altura…El maestro Zárate era galardonado en salones nacionales de escultura y su alumnado también ganaba y sobresalía en los salones de estudiantes provinciales.

¿Cuáles fueron sus primeros pasos en el ambiente artístico? Cursé toda mi escuela secundaria siendo alumno 310

oyente de arte e hice todos los talleres. Más tarde me inscribí como alumno regular, así que la práctica de taller no me representaba ninguna dificultad. De a poco fui haciendo las materias teóricas. Recuerdo que empiezo como alumno oyente de artes ya que venía de ganar un premio de dibujo, del diario La Nación. Por eso me invitan a hacer arte y desde ahí no pare más .Como veras desde los 13 años que pinto, llevo toda una vida dedicada al arte. Tuve dos maestros muy grosos que fueron muy importantes para mí el escultor y dibujante Carlos Hipólito Zarate y el grabador Pedro Molina, con ellos expuse en varias oportunidades. También Enrique Guiot fue importante en mi formación, no tanto como artista sino en hablar de igual a igual. Con Enrique siempre hablábamos de arte, algo que está muy ausente. Se busca primero la fama y no se busca el verdadero arte. Recuerdo que cuando entre en la facultad de artes para cursar el primer año me encuentro con Enrique Guiot y me dice: “¿Vos que haces acá? Y me llevé directamente a pintar en 2 x 2. Paralelamente a la facultad tenía mi taller en donde trabajaba lo mío y lo de taller. Ya a los 19 años comencé a ganar premios y exponer en el museo. Recuerdo una muestra importante para artistas destacados que organizaba el diario La Gaceta en el Museo Timoteo Navarro. Los artistas que participamos eran Enrique Salvatierra, Marcos Figueroa, Ricardo Abella, Roberto Koch, Aníbal Fernández, Daniel Duchen, Eduardo Joaquín y yo.


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cómo percibe y cómo pone en práctica la política institucional? ¿Qué trabajo desempeña?

¿Podría hacer un análisis, una descripción de su obra? ¿Cómo es su construcción plástica?

Lo que persigo es que en el departamento se vuelva a hacer arte en serio, y sé que es todo un reto fomentar el verdadero arte. Se necesita el acompañamiento del docente. Esto no es fácil porque muchos no son artistas, son solamente docentes. En eso radica la gran diferencia… Si fueran profesores como lo fue Guiot o Koch estaríamos en un momento mejor, pero esta es la realidad con que nos encontramos, de allí partimos y hay que trabajar fuerte para ver como la modificamos.

Mi obra se empieza a conocer en Tucumán, porque hacia una obra diferente de lo que se hacía en la ciudad. Aquí se producía una obra que estaba muy influenciada por Linares, Gucemas, Salas. Yo hacía un informalismo muy social, por ejemplo la serie de “Los pizarrones”. Incluso hice una muestra de eso en el taller- espacio creado por Marcos Figueroa. En la muestra artistas destacados del museo presente pizarrones.

Soy el actual Secretario Académico y de Gestión del Dapa (Departamento de Artes Plásticas de Aguilares). Entre por llamado de la actual gestión de la Facultad: las Dras. Raquel Pastor de la Silva y Silvia Agüero. Con ellas se trabajó mucho en reparar y mejorar el aspecto edilicio pero falta la parte artística… Trato de fomentar todo lo que hace a la parte plástica: las muestra y el concurso “Pintando al sur” pero la falla está en los talleres. Es ahí donde falta nafta y mucha. Creo que el alumno que elige arte, es para ser un artista y tiene que tener en claro el riesgo que eso conlleva, y es allí donde se presenta el importante papel que debe brindar el docente-artista. Desearía para los alumnos la suerte que tuve yo con los maestros, me pasaron la posta y todo se lo debo a ellos porque en mi formación y en mi búsqueda personal ellos supieron guiarme… sobre todo Zárate, Molina y Guiot.

Comencé con una obra abstracta y después terminé haciendo los pizarrones. Sobre esa muestra recuerdo que Enrique Guiot, que venía de México con toda una movida del arte social e insistía que el pintor tiene que pintar el entorno, cuando va a esa muestra le parece muy importante y rescata eso: lo social y lo informalista de mi obra. Ya con anterioridad había producido una seria que se llamaba “Los candidatos” que era unas figuras de hombres pelados con bigotes y corbatas pero en ese momento todavía no conocía a Linares ni su obra. Mi obra es variada, pero toda tiene un hilo de seguimiento, un hilo conductor: Hay una primera etapa figurativa con serie “Los candidatos”, luego le sigue “Los pizarrones”, “Paredes políticas”, máscaras donde ya estoy en una etapa conceptual con la construcción de objetos. Así se puede analizar los distintos momentos de producción y sus bús-

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ENTREVISTA A JULIO VILLAFAÑE

quedas. Siempre creo que hay jugarse en lo que se hace…. Ser libre para hacer una arte coherente con lo que uno es, piensa y siente. Incluso dejé de pintar series, que me iba bien en la crítica y en la venta, para empezar en algo nuevo. Fue como un salto al vacío, pero eso es lo que yo siento y me mantiene vivo en la producción. Hay algo que no puede faltar en la construcción de una obra: es el impacto visual. Es decir, busco que cuando se mira un cuadro, éste te debe pegar una piña, te debe noquear sino no sirve de nada. Hay algo que no funciona. La imagen se debe atrapar para que el otro pueda bucear en eso.

Muchas Gracias profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Bernio, Maximiliano

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ENTREVISTA A

Carlos XAMENA 1977

Licenciado en artes plásticas, Especialidad Pintura y Especialidad Escultura. Entre los años 2000/ 2005 integra el colectivo artístico “Cien Ojos”, junto al cual lleva a cabo una producción artística basada en Intervenciones Urbanas en espacios públicos. Esta experiencia marcará su posterior producción escultórica y pictórica – muralística. A partir del año 2012, mediantes concurso regular, integra el equipo Docente de la Cátedra Practica de Taller Escultura TM. Se desempeña como Jefe de Trabajos Prácticos, y por extensión del mismo, en el Departamento de Artes Plásticas de Aguilares– DAPA - 2013. A partir de su labor docente, integra equipos de investigación en torno al patrimonio escultórico de nuestra provincia, y lleva adelante distintas actividades de cátedra relacionadas al arte público tales como coordinación y asistencia técnica de grupos en actividades de extensión al medio.

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ENTREVISTA A JULIO VILLAFAÑE

¿Cree usted que algo de su infancia lo llevo por el camino del arte?

¿Siempre que realiza una obra siente algo o solamente deja que algo fluya?

Sí, por supuesto, uno desde chico siente la inclinación hacia un tipo de disciplina. Nunca me atrajeron las matemáticas ni las ciencias… Siempre me incliné por el dibujo. Ya en la adolescencia me gustaba fabricar cosas: jugaba con los soldaditos y fabricaba fuertes con cajas o autitos. Siempre me atrajo el trabajo manual.

Todo el tiempo estamos sintiendo, es imposible no sentir. Hay dos formas de trabajar: una con mucho sentimiento, con una pulsión espontánea, otra con un análisis previo. En el caso de la escultura por ejemplo, tiene que haber un análisis previo porque hay cálculo de estructura. Debemos saber si una escultura que va a soporta el peso, qué hierro se va a utilizar etc. Ese es un proceso muy frio y previo a la realización de la obra. Pero en la idea, cuando uno hace un garabato en una hoja en ese momento hay mucho sentimiento. Después se pasa a una etapa de preparación y racionalización en la cual realiza los cálculos y finalmente en el modelado. Allí ya hay otro proceso de sensibilidad porque se trabaja con la materia. Para responder a tu pregunta en la realización de una obra hay un poco de ambos procesos.

El secundario lo hice en una escuela técnica y esto me llevó a la escultura. Aquí hay construcción, manipulación. Siempre dije que iba a estudiar arquitectura y a último momento pegué el volantazo y me dediqué al arte. Sin embargo uno mira hacia atrás y conecta los puntos porque todo te lleva a lo que uno es hoy y lo que vas a ser a futuro.

¿Cuándo realiza una obra la hace pensando en algo o en alguien? Generalmente lo hago pensando un poco en mí y también sobre todo como lo recibe la gente, no mostrar algo de mi sino de tratar de que la gente observe a esa obra y se sienta identificado y de alguna manera sienta que transmite algo de ellos mismos. No me interesa transmitir tanto mi visión subjetiva del mundo si no que el otro/los otros sientan que eso es algo que ellos también hubieran dicho o que les hubiera gustado transmitir. Pienso mucho en la gente y como lo va a recibir y a veces se da y a veces no.

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¿Qué ambientes prefiere para trabajar? Para mí hay dos: En el taller, trabajar con música, en un ambiente más íntimo y está el otro ambiente, en el espacio público, el estar en la calle con gente va pasando. Me gustan los dos.

¿Tuvo alguna creación grande que no podía parar de producir? Yo todo el día trabajo en mi obra. Todo comienza, como les contaba en garabatear una idea que puede aparecer en cualquier momento ya sea toman-


REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

do el colectivo, en el turno del médico, a veces me agarra insomnio y a las tres de la mañana comienzas a dibujar, a pensar, es un estar con el tema en la cabeza todo el tiempo. Luego viene todo el proceso de la construcción de la obra que es arduo y muchas veces lento…

¿Qué emoción lo lleva más lejos cuando crea? ¿Qué emoción???.... mm qué linda pregunta! Me has matado ¡ja ja! La emoción está en saber que estoy haciendo lo que me gusta, en la satisfacción en saber que estás trabajando e invirtiendo tiempo y esfuerzo en un trabajo que reditúa a uno mismo en lo emocional y afectivo. Tuve la experiencia de trabajar en una oficina y todo el tiempo me decía ¿Qué hago acá? No es mi lugar y tuve la oportunidad de estar aquí como docente y realmente me doy cuenta de la emoción, el gozo, el júbilo y el amor incluso por lo que hago, por lo que transmito a los estudiantes y a los demás artistas. “AMOR” tal vez esa es la emoción y el sentimiento.

¿El dinero, la economía influye en un artista? ¡Qué pregunta!… La verdad es que sí. Pero como siempre hay personas a las que le influye más y a otras menos. Necesariamente todos tenemos que ganar dinero. Pero hay un prejuicio social que sostiene que al artista se le da los materiales y se siente gozoso de poder realizar su arte, al que no es necesario pagarle. Es un mal concepto porque nosotros no comemos pintura ni arcilla necesitamos

vivir, comprar los materiales entonces se necesita el dinero. En la actualidad de gente que trabaja mucho por el dinero y su producción es un poco menos relevante. Pero está el otro campo de productores en el cual yo me incluyo que les importa más la producción. Actualmente estoy haciendo un mural que prácticamente no voy a ganar dinero pero le estoy metiendo todo el tiempo de trabajo y esfuerzo. Con mi grupo queremos que quede un trabajo profesional, interesante y atractivo. No hay demanda monetaria pero si está presente la búsqueda de la comunicación, de la producción. Se debe cobrar el trabajo, no solamente porque uno necesita para vivir sino porque no se debe regalar la producción. Ahora bien, tengo claro que dinero se puede conseguir de otra manera, trabajando en otra cosa. La producción plástica está para gozar, disfrutar y transmitir lo que uno le gusta. El dinero influye en personas que crean y piensen el arte como mercado. El sistema del mercado, con su juego de la oferta y la demanda exige mayor y muchas veces igual producción en el menor tiempo posible, lo que te lleva a menor calidad del producto. Entonces si a uno le interesa esa rama, debe jugar con esas reglas lo que es otra postura. En mi caso el dinero es el necesario para vivir y la compra de materiales.

Muchas gracias profesor

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Martínez, Nancy 315


ENTREVISTA A

HUGO YLIAM

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Licenciado en Artes Plásticas, Especialidad Pintura y Escultura. Se desempeñó como Docente del Taller de Escultura III, IV y V, Turno Vespertino en Facultad de Artes de la UNT y fue Jefe del Taller de Escultura en la Escuela de Bellas Artes entre 1979 y 1988. Realizó numerosos monumentos que están enclavados en distintos lugares de la provincia entre los que se destaca “Alejandro Heredia” en la Avda. de los Próceres, colaboró en “Monumento a la Zafra” en la Banda del Río Salí, realizó Escudos en la Casa Histórica, el Santuario de la Veneración en Famaillá y varios murales entre algunas de sus obras.

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REVISTA DE ARTE Y CULTURA #1 VOCES DE LOS PLÁSTICOS

¿Cómo fueron sus comienzos en el arte? Soy licenciado en Artes Plásticas, hice las especialidades de pintura y escultura. Ingresé en el ’63 después de haber estudiado 7 años en una academia particular porque simultáneamente estudiaba medicina, pero mi inquietud desde chico era el dibujo, Estudiando medicina conocí a una persona que iba a un taller particular del maestro Rodolfo Martín, que era escultor, ceramista y pintor. Con él estuve 5 años y es así como abandoné medicina. Allí conocí a una chica que me dijo: ¿Por qué no venís a la facultad? Entonces dije no…porque a mí me gusta hacer cosas con las manos, no estudiar más allá… Ella insistió y así ingresé en el ’63. Estuve estudiando pintura y escultura y en el ’76 me recibí. Estudié durante 13 años. No tenía ningún apuro en irme, pues cuando me hice amigo del maestro Fernández Larrinaga (que fue mi segundo papá), me brindó la posibilidad de trabajar en escultura. Él era el Jefe del Taller y siempre tenía cositas para hacer… Como era pichón todos los pesos que recibía me venían bien. Además tenía al papá, a la mamá, la casa, plata en el bolsillo y un vehículo… ¡Era un príncipe! No me faltaba nada.

¿Qué opinaron sus padres de su cambio de carrera? Me escapé porque mi papá me quería colgar del árbol del fondo… Le cayó muy mal porque mi familia, mis primos y tíos son todos profesionales: ingenie-

ros, médicos, abogados y bueno ellos me ayudaron mucho al principio para que yo no abandonara medicina, pero evidentemente no…yo había elegido por sugerencia del papá y de la mamá. No era lo que yo quería. En realidad, estuve tres años a las cansadas, estudiando de mala gana. Sin embargo acá, estudiaba, presentaba cosas nuevas… ¡¡He sido un gran aporte siendo ayudante estudiantil!! He sido muy comedido en aportar cosas al taller. Mi maestro me decía “No se reciba, Hugo”, porque yo tenía tres materias pendientes… “No se reciba, no las rinda, déjelas o deje una, quédese conmigo”… Siempre había trabajado, siempre con él y con otros profesores: que ya me encargaban un molde, una escultura, en fin, cosas para que yo sobreviva… Bueno llegó el momento en que tenía que rendir porque ya había pasado mucho tiempo adentro. Vino la suerte que se produce los movimientos del peronismo, de la vuelta de Perón, por el ’73, 74 y ’75, los problemas de la guerrilla, la revolución y después el golpe del ’76. Entonces, en el ’76, la autoridad universitaria comienza a pedir cosas, obras.

¿Por qué? Porque el gobierno de la provincia le exigía cosas a todo el mundo. A la universidad le exigía que a través de su Departamento de Artes haga los próceres que están en la Avenida Soldati, ahí en la orilla del parque. Son como 20 y todas las obras las hicimos acá. Fue una oportunidad hermosa para 317


ENTREVISTA A HUGO YLIAM

que yo aprendiera el oficio. Así llegó el momento en que me dijeron, venga para acá, usted tiene que hacer los monumentos. Y les respondo: ¡No! Yo no puedo porque soy ayudante, no tengo experiencia. No, responden, acá tenemos constancia de que usted tiene experiencia, puede hacerlo y, por favor a la Patria le pide que lo haga todo gratis. Tuve que aceptar obligado, e hice el trabajo obligado. También tuvo que trabajar el maestro. Pasó el tiempo y ese año, uno de los maestros de la Escuela de Bellas Artes, el maestro Nóbile, gran maestro…muy creativo, que me quería mucho me dice una mañana: me acabo de jubilar, queda el puesto libre ¿cómo no lo pides? Como era medio tímido le pido consejos a mi maestro, me presento en la dirección del Departamento y me presento. El director me responde: “Pero Hugo, Usted me ha hecho la Evita para el Rector Heredia”. (Dicho sea de paso nadie la quería hacer y la hice yo) y me dice: “¿En qué lo puedo ayudar?” Le informé sobre el cargo libre en la escuela. Inmediatamente tomó el teléfono y les dice que me mandaba a trabajar allí. En la Escuela me recibieron hermosamente. Todo eso era la bendición de Dios. Tuve que rendir las materias porque no me permitían ejercer la docencia sin las pedagógicas. Las rendí en dos meses y entré a trabajar. Mientras tanto la ayudantía de la facultad ya se había terminado pues ya no era alumno. Pasó un año más y de la dirección pidieron un enorme “Monumento a la Zafra”… (Está en La Banda 318

del Río Salí: Hay un zafrero que está agarrando a su esposa con cañas en la mano… creo que tiene un chiquito y una rueda de engranaje, como la de los ingenios). Entonces el maestro Panchito Fernández me dice: “Mire, estoy trabajando solo… ¿por qué no me ayuda? Así me llevaron a trabajar. Después me hicieron un contrato, de esos fieritos…Más tarde se hicieron 22 escudos para la casa histórica, murales para el casino de oficiales… barbaridad de trabajos. ¿Qué hay de bueno entre ese “sufrimiento” que me tocó a mí? Eso no ha sido un sufrimiento, ha sido una bendición para mí, porque he aprendido el oficio como si hubiera ido a Europa a hacer un curso acelerado… ¡En 4 ó 5 años he aprendido maravillas!

¿Cuál fue su mejor experiencia dentro de la facultad? Después de eso, una serie de actuaciones, así casuales… por ejemplo de una situación de apuro, no estaba mi maestro y yo las solucionaba… También hice copias para las escuelas de la universidad, bustos para las facultades de Terán, San Martín, Belgrano… así pasaron 4 años y como les digo yo era pichón, tenía un cargo a la tarde en la escuela, pero hacía todo lo que hay que hacer: barrer el piso, preparar la arcilla etc. Cuando el jefe se jubila en el ’79 se produce una aglomeración de candidatos para ser jefes. Entonces el Director dijo: No, acá el jefe va a ser Hugo. Después se trató en el consejo y puse mi ficha con todas mis actividades y mi obra a disposición de los consejeros…Así pasé a ser jefe de taller de la Escuela en el ’79 y estuve como jefe


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hasta el ’88. Hice vírgenes, bustos, en fin siempre trabajando en el oficio. Cuando en el ’88 se produce la jubilación de mi maestro querido, acá en la facultad, se presentaron varios concursantes pero yo no…Como soy un poco tímido, no me consideraba que podía ser capo. No me presenté a dos concursos y a los dos los declararon desiertos. Entonces el decano me llama por teléfono y me dice que era su salvación, que necesitaba que sea jefe…Así estuve desde el ’88 hasta el ’96… Pero era mucho papelerío. Andaba con papeles, con encargos, con reuniones hasta que llegó el momento que dije basta. Yo tengo además, mi actividad particular de escultor, de la que ya vamos a hablar. Entonces desde ahí, en el ’96 hasta la fecha tengo el cargo de profesor adjunto. Éste profesor tiene la característica de estar a la par del alumno, no tiene nada que ver con el programa, ni con el plan de trabajo… el adjunto es el que supervisa, dirige, conduce, protege y contiene al alumno. Ese oficio, que es el oficio que toda la vida he desempeñado, me gusta. Aun ahora, hasta la fecha tengo también un taller particular. En mi casa tengo el taller donde hacemos las cosas relativamente grandes.

¿Hace exposiciones? No. En mi taller particular hago trabajos por encargo. Por ejemplo ahora estoy haciendo los 12 apóstoles de 2,5 metros de hormigón. Ya hice 35 santos

para un templo religioso en Famaillá… Son esos santos que se ven desde la ruta. Se llama Galería de la Veneración. También he trabajado en hoteles de lujo, con 40 obras de decoración, fuentes luminosas… y sigo haciendo. Entonces cuando llegó el momento en que tenía que decidirme por mi carrera docente… Acá, con papeles y todo eso…renuncié y sigo trabajando hasta el año que viene si Dios quiere, pero soy profesor adjunto.

¿Cuál es su artista preferido? ¿Tuvo algún referente? Bueno yo de momento vivo de la escultura. Pero no de la escultura creativa mía, durante 25 años hice escultura creativa y todo lo que hice lo vendí. Vendí a razón de una escultura por año mientras que en este trabajo que estoy haciendo ahora es sobre todo bustos que la gente me encarga, en general sobre sus hijos pequeños. También he trabajado mucho para la Iglesia, tengo incluso un reconocimiento del Vaticano. Junto a mi esposa debemos tener como un centenar de trabajos para la Iglesia. Con respecto a los escultores he seguido con simpatía a Libero Badii, Ángel Albertazzi… son los que me han dado la imagen para realizar mi creatividad. Y por supuesto todo lo que pueda ser el arte figurativo desde Miguel Ángel hasta la fecha. La gente que trabaja en la figuración es genial y se sigue cultivando hasta hoy en día este tipo de trabajos.

¿Su esposa también es escultora? 319


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No ella es pintora de retratos de la Iglesia, de murales…todos renacentistas. La capacidad que uno tiene de hacer realismo, figuración, se la vuelca en ese quehacer que es la pintura religiosa. Lo otro creativo, lo sigo practicando a escala pequeña para no perder la idea… porque la idea te viene y uno debe dibujarlo, hacerlo en arcilla o yeso y se lo deja para terminarlo cuando se tiene tiempo… Por lo tanto no puedo decir que me dedico a mi actividad creativa, ya que tengo la docencia y mi taller particular de lo cual vivo.

¿Tiene alumnos preferidos, que haya formado con sus enseñanzas? Tengo uno que está en Brasil, otro en Europa, otro en San Telmo en un taller que hace esculturas para exportación y él es el encargado de las tallas de mármol. Eso es lo más delicado que se puede tener como cargo en los talleres grandes. Hay otro que están en Comodoro Rivadavia y en Buenos aires muchos. Siempre hay gente en mi taller. Normalmente son varones porque para desgracia de las chicas los trabajos grandes te rompen las manos. Siempre estoy invitando a mis alumnos a mi taller. Les hago una prueba y no sólo trabajan, aprenden sino también les pago. Por nobleza tengo que pagarle a ese joven que me está barriendo el taller, amasándome la arcilla… lo mismo que yo gané mis pesitos ellos también ganan. Ahora son cuatro los chicos que están trabajando y cuando hay mucho trabajo el número se duplica. 320

¿Solamente trabaja con escultura o también hace pintura? No. Con pintura he trabajado como 5 ó 6 años, pero más que nada se me ha ido el tiempo en la restauración de obras que me encargaban en esos años: ’69.’70.71… Para restaurar templos por ejemplo el Colegio Las Esclavas, estuve trabajando dos años. Lo dejamos nuevo, lo restauramos desde el techo hasta el piso. Desde la puerta hasta la sacristía. Después en El Salvador, en Lules, hice todas las restauraciones de obra, pero siempre alternando con la escultura. Había un tiempo en que mi esposa trabajaba subida en los andamios cuando le tocaban los techos. Ella no es tan vieja como yo y todavía pueden andar por los andamios.

¿Sus hijos siguieron con el arte? Si. Hay uno que es letrista, otro retratista, otro que es profesional: nutricionista, otro técnico en computadoras y la otra no necesita trabajar porque el esposo tiene dinero…

¿Tiene alguna anécdota que nos quiera contar? En una oportunidad tuve que inaugurar el monumento del V Centenario del descubrimiento de América, en la Avda. Belgrano al 4300, es una pieza que tiene 5 metros. Es un mapa de América con dos figuras: un Colón y un Indio que tienen 3,5 m. Me fui tempranito, tape las esculturas para que las autoridades las descubran. Lo hice con un ayudante… pero me quedé con un grupo de la escuela. Mien-


tras la decana me buscaba: ¿Dónde está Hugo? ¿Dónde está el profesor? Yo no quería figurar, estaba escondido, tenía una camisa mangas cortas, no tenía traje ni nada y no podía aparecer al lado de Palito Ortega, de los ministros… Saben que la profesora Celia Franco, no sé si ustedes la ubican, es una profesora de filosofía que ahora está enfermita. Me tiró de las orejas porque yo no quería figurar. Nunca quiero estar adelante, pero me sacaron la foto con Palito muy abrazados. Pero chicos recuerden, uno no es el importante, lo importante es siempre la obra. Lo que queda es la obra que uno hace. Les hice obras monumentales a los coreanos, allá en el Corte hay un monumento de 6 m. decorados con jarrones, budas, leones, flores de loto en granito blanco… es como una pirámide mezclada con un obelisco, terminada en flores de loto. También hice muchos trabajos para varias instituciones. Por ejemplo el cementerio San Agustín, al pie del cerro, hay una cascada y tiene dos figuras que largan el agua por los jarrones. Las cascadas vienen como agua iluminada en el cementerio. Otra cuestión graciosa es que los días sábados, los casamenteros de la zona de Yerba buena, van a sacarse fotos en esa cascada…

Muchas gracias, profesor.

ENTREVISTA REALIZADA POR:

Dina Estigarribia, Daniela González y Verónica Ruiz 321



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