70 AÑOS DE LA LIBERACIÓN DE AUSCHWITZ-BIRKENAU África Fuentes Garrido Máster en Criminalística UAB
70 AÑOS DE LA LIBERACIÓN DE AUSCHWITZ-BIRKENAU Uno de los períodos más oscuros de la historia de Alemania es el mundialmente conocido como Nazismo o período del terror del que existe una amplia documentación conservada en archivos que corrobora las atrocidades cometidas por el régimen tanto en su país como en los Estados ocupados y atestiguan las innumerables crueldades cometidas. La ideología del movimiento nacionalista alemán se basaba, entre otras particularidades, en la creación de un sistema de Estado autosuficiente donde el conjunto de la sociedad trabajara por el bien común y donde primara el ideario ario. En 1921, un austriaco afiliado del partido, Adolf Hitler se puso al frente, lo reorganizó y lideró llegando en 1923 a protagonizar el fracasado Putsch de Múnich, un conato de golpe de Estado iniciado en Múnich pero con intención de extenderse a Berlín. La tentativa no fue exitosa y Hitler fue detenido junto con otros colaboradores, procesado y condenado a cinco años que no llegó a cumplir ya que sólo estuvo alrededor de seis meses en prisión que aprovechó a escribir su libro “MEIN KAMPF” -“Mi lucha”- en el que expone la ideología del Nacionalismo y las bases del ideario ario. En un periodo de trece años hubo diecinueve gobiernos, una gran inestabilidad en Alemania que facilitó el ascenso al poder del partido dirigido por Hitler. Tras su llegada al poder se promulgaron una serie de Leyes que arrasaron los fundamentos del Estado de Derecho. El cénit del autoritarismo llegó a su máximo esplendor en agosto de 1934, con la muerte del Presidente Hindenburg y la asunción por parte de Hitler de todos los poderes del Estado dando origen al Tercer Reich. Se proclamó Führer (guía) y Canciller del Reich ostentando las funciones de Canciller y Presidente, lo que supuso la consolidación de un
régimen con ansias expansionistas ante la incuestionable oposición a las fronteras territoriales establecidas en el Tratado de Versalles. Tras el ascenso al poder de los nazis se pusieron en práctica las directrices de la doctrina nacionalsocialista, comenzando con la persecución y marginación de parte de la población alemana. El ascenso al poder del partido nazi supuso una reorganización del sistema policial, se aumentaron los efectivos y se crearon cuerpos paramilitares donde el uso de la violencia estaba a la orden del día, se les daba amplía libertad para arrestar de forma arbitraria sin necesidad de justificarse ante los tribunales. Hitler quiso garantizar la pureza racial y entre sus postulados estaba la preservación de la raza aria y la exclusión de los minusválidos, discapacitados físicos y mentales, de las minorías étnicas, los judíos, gitanos, eslavos, homosexuales y de todas las personas que se opusieran al régimen imperante o bien no cumplieran los preceptos del ideal ario. El Holocausto de los judíos se inició con la subida al poder de Hitler, si bien, durante la Segunda Guerra Mundial se puso en marcha una política de exterminio a la que denominaron “la Solución Final a la Cuestión Judía”: se les localizaba, registraba, marcaba, se les desposeía de sus propiedades para después concentrarlos en campos de concentración y asesinarlos. Sin embargo la persecución de los judíos se produjo paulatinamente, en un principio el objetivo de la política nazi no era el exterminio sino el asilamiento social, la desposesión de propiedades y la salida de Alemania, fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando se iniciaron las más brutales atrocidades contra los judíos. En 1933 comenzó un boicot económico contra los negocios judíos y persecución contra los empleados judíos. Hubo un antes y un después a la promulgación en 1935 de Las
Leyes de Nurember, en ellas se define el concepto de “raza”, se excluye a los judíos de la ciudadanía, degradándoles a ciudadanos de segunda clase, se prohibieron los matrimonios entre judíos y no judíos, se puso fin a su emancipación y en 1938 se les obligó a llevar un distintivo, la estrella de David, de color amarillo y dependiendo de la zona territorial llevaba
bordado en su interior la palabra Jude, la letra J, u otros términos que indicara que la persona que lo llevaba era judía.
Entre 1933 y 1939 miles de judíos emigraron de Alemania sobre todo a países Europeos y a Palestina aunque posteriormente tuvieron que emigrar a otros destinos como Estados Unidos o Latinoamérica entre otros. Otros muchos, los que no emigraron o bien los que residían en países ocupados por los nazis fueron arrestados y llevados a guetos donde controlaban y aislaban a la población judía, a campos de concentración y campos de trabajo donde se obligaba a los deportados a la realización de trabajos forzosos, se les torturaba y muchos fueron asesinados y por último a campos de exterminio en los que fueron asesinados millones de seres humanos, entre cuatro y seis millones de personas. Los diferentes grupos de excluidos por el régimen eran diferenciados en los campos de concentración, se les hacía poner en sus ropas distintivos de diferentes colores que indicaban si eran judíos (color amarillo), gitanos (color marrón o negro), testigos de Jehová (color violeta), homosexuales (color rosa), delincuentes (color verde), emigrantes (color azul), prisioneros políticos (color rojo), asociales (color negro).
Auschwitz-Birkenau Uno de los campos de concentración nazi más cruentos de los construidos fue el de Auschwitz-Birkenau, situado en la Polonia ocupada por Hitler, cuya fecha de apertura se remonta a mayo de 1940, y a donde llegan los primeros prisioneros en junio de ese año, que se ven obligados a construir el campo. Los primeros “inquilinos” en llegar fueron presos políticos, sacerdotes, profesores polacos a los que se les torturaba en la cámara de tortura.
Convertido en un amplio complejo al que llegaban no sólo judíos, sino también prisioneros de guerra y personas comprendidas dentro de los grupos excluidos por el régimen, a los que se les tatuaba un número en su brazo izquierdo. El campo fue aumentando hasta estar compuesto por tres campos principales, el segundo era Birkenau, y cuarenta y siete subcampos, donde existían edificios de dos plantas en los que hacinaban a los prisioneros, talleres y centros de producción, cámaras de gas y crematorios. En la entrada del campo de concentración y
de
aparecían
exterminio forjadas
en
hierro las letras “ARBEIT MACHT
FREI”
-“EL
TRABAJO LIBERA-”.
Estaba compuesto por diferentes campos de trabajo donde muchas personas eran eliminadas nada más llegar: ancianos, enfermos, niños, discapacitados, y todos aquellos que ya no podían continuar realizando los trabajos forzados, se estima que el número de muertos ascendió a más de un millón. Los políticos contrarios al régimen nazi como los comunistas y socialistas, fueron perseguidos y la propaganda nazi de la época justificaba la detención y asesinato de los opositores del nacionalsocialismo como una respuesta a los “ataques comunistas”; el clima de violencia y de inseguridad jurídica era imperante.
Documentación expuesta en la exposición “Topographie des Terrors, Gestapo, SS und Reichssicherheits-hauptamt” en Berlín.
Las personas con discapacidades físicas o psíquicas fueron incluidas dentro del “programa de eutanasia” o también denominado Aktion T4 fue ordenado por Hitler en un decreto de septiembre de 1939 y creado con la finalidad de eliminar a las personas consideradas como un lastre para la sociedad.
Documentación expuesta en la exposición “Topographie des Terrors, Gestapo, SS und Reichssicherheits-hauptamt” en Berlín.
Entre 1939 y 1941 se abrieron centros de eutanasia donde fueron asesinados miles de niños y adultos que padecían enfermedades incurables o algún tipo de discapacidad, finalizando oficialmente en agosto de 1941. Auschwitz a partir de marzo de 1943 con la llegada del médico JOSEF MENGELE (1911-1979), se convirtió aún en un lugar más siniestro y cruento donde Mengele experimentó atrozmente con las personas que se hallaban prisioneras para cometer las mayores atrocidades que pudieran pasarle por la mente a este psicópata.
Los rasgos
identificativos de su personalidad mediante un estudio científico de su grafismo fundamentado en el grafoanálisis han sido objeto de estudio de forma brillante por Francisco Viñals y Mariluz Puente en “VIÑALS, Francisco - PUENTE, Mariluz (2009): Grafología Criminal, Barcelona,
Editorial Herder, 525 pp. Prologado por el Ilmo. Sr. José Naval, Magistrado-Juez”, al cual me remito. Los alemanes considerados “asociales” entre los que se encontraban los homosexuales, marginados, delincuentes, o contrarios al régimen fueron encarcelados, tratados con crueldad e incluso asesinados; los gitanos eran considerados también como un problema social, por ello también fueron asesinados y llevados a campos de
concentración. No se nos puede olvidar también que los nazis consideraban a determinados pueblos de Europa sobre todo a los de habla eslava racialmente inferiores.
LAS DEPORTACIONES Aunque en 1933 se abrieron los primeros campos de concentración bajo la excusa de reeducar a los opositores al régimen, la Gestapo fue la principal responsable de la ejecución de las deportaciones. Siguiendo unas directrices precisas los agentes de la Gestapo registraban de forma detallada todo lo relacionado con las personas que conducían a los campos de concentración. A estas personas se les asignaba un número de identificación que se inscribía en una cartulina y posteriormente ésta se colocaba en la parte superior de su vestimenta, se les desposeía de todas sus pertenencias obligándoles a cederlas al Estado. En el extracto de la lista de personas deportadas, como en las cartas de identidad de los judíos se puede observar la adición de un segundo nombre al propio. Desde enero de mil novecientos treinta y nueve para facilitar la identificación de los judíos se obligaba que constase en sus documentos un segundo nombre que para las mujeres era el de Sara y para los hombres el de Israel.
Documentación expuesta en la exposición “Topographie des Terrors, Gestapo, SS und Reichssicherheits-hauptamt” en Berlín.
Los judíos antes de ser deportados tenían la obligación de declarar sus bienes y sus circunstancias financieras, se les privaba de todas sus propiedades. El documento que tenían que cumplimentar se denominaba “Declaración de bienes. Tenían que hacer constar entre
otros datos los referentes a las propiedades que tuvieran, su nombre y apellidos, profesión, si eran judíos, la última ocupación, en qué empresa, el sueldo y el cargo que habían ostentado. Describir la vivienda habitual, en cuanto a dependencias y ubicación, si vivían de forma legal o no, si en la casa vivían más personas y en caso de que fuera así los datos de estas personas, si eran arrendatarios tenían que informar a cerca del propietario y si éste pertenecía a la casta
judía. El maltrato físico y los episodios de brutalidad contra los seres humanos eran práctica habitual de las SA (Sección de Asalto) y de las SS (Grupo de Protección), a continuación se puede observar un fragmento de la agenda para el cirujano judío Dr Erich Simenauer detenido en la prisión de la SA en General-Pape-Straße, el uno de abril de 1933, en su reverso constan las palabras “nich mißhandeln” “NO MALTRATAR” escritas en señal de gratitud por un hombre de las SA que le reconoció como el doctor que le había operado con éxito.
Documentación expuesta en la exposición “Topographie des Terrors, Gestapo, SS und Reichssicherheits-hauptamt” en Berlín.
Después de la invasión alemana, en los países ocupados se impusieron medidas en contra de los judíos, se les obligó a inscribirse en un registro y si no lo hacían eran llevados a la cárcel. Con el asentamiento del nuevo régimen las prohibiciones fueron aumentando, se hicieron redadas de judíos y los arrestados eran deportados a campos de concentración. Durante todo este período la persecución de los judíos se hizo más extensiva y se pasó al genocidio de millones de judíos bajo la denominada “Solución Final” proclamada el 30 de julio de 1941 por Goebing y encargada en 1942 por Goering a las SS en Alemania y en los países ocupados.
No fue hasta 1942 cuando se produjeron las primeras victorias de los aliados. Los Ingleses y los estadounidenses continuaron avanzando hasta que en abril de 1945 se produjo la capitulación de la República Social Italiana o también República Social del Saló, creada por Mussolini quien fue fusilado mientras que se producía la ocupación progresiva de Alemania. El 30 de abril de 1945 Hitler se suicidó en el búnker de la Cancillería de Berlín y unos días más tarde el almirante von Friedeburg firmó la rendición incondicional ante el general estadounidense Eisenhower, el 8 de mayo de 1945 Alemania firmaba la segunda capitulación con el mariscal ruso Zukov. La liberación de Austwitz se produjo en 1945 por tropas soviéticas y hoy en día, en virtud de esta liberación se conmemora el Día Internacional en memoria de las vítimas del Holocausto según la resolución 60/7 de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Finalizada la guerra se celebró el proceso de Nuremberg entre el 20 de noviembre de 1945 y el 1 de octubre de 1946. Se constituyó un juicio a los crímenes del nazismo instaurando una jurisprudencia en el campo de los delitos contra la humanidad y los crímenes de guerra. Se aportaron multitud de pruebas y testimonios destacando los cinco millones de folios en documentos además de miles de fotografías y registros magnetofónicos. Las SS creadas en 1925 por Adolf Hitler fueron declaradas en los Juicios de Núremberg como “organización criminal” a la que se le acusó de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad, pues entre otras funciones se encargaban del mantenimiento y funcionamiento de los campos de concentración y fueron responsables del asesinato de millones de personas.
LA MINORÍA SILENCIOSA Hubo una minoría de personas que arriesgó su vida por salvar la de los demás como es el caso de Otto Weidt (1883-1947) dueño de un taller en Berlín de fabricación de pinceles, escobas y cepillos para limpiar las botas de los soldados. Muchos de sus empleados eran perseguidos por los nazis, por ser judíos, ciegos y sordos. Durante la guerra salvó a un gran
número de sus trabajadores, a algunos los escondió en unas habitaciones ocultas en el taller, llegó a falsificar documentación o escribir al campo de concentración de Auschwitz para liberar a una de sus empleadas aunque en el caso de otros de sus trabajadores sus esfuerzos fueron infructuosos ante la Gestapo. Entre sus trabajadores se encontraban la reportera y escritora Inge Deutschkron a quien dio una tarjeta de identidad en la fábrica bajo un nombre falso, que utilizó para sobrevivir a inspecciones in situ y a Alice Licht a quien ayudó a salir del campo de concentración de Auschwitz. Pero su labor humanitaria no acabó aquí, con el fin de la Segunda Guerra Mundial estableció un orfanato para huérfanos de campos de concentración siendo en 1971 a título póstumo reconocido por el Yad Vashem entre los “Justos entre las Naciones”, título más prestigioso concedido por el Estado de Israel a personas que no son judías.
Carta de
Otto Weidt a la
administración del campo de exterminio Birkenau
Documentación expuesta en el “Museum Blindenwerkstatt Otto Weidt” (Museo del taller de minusválidos de Otto Weidt). Berlín.
de
Auschwitz-