Antropologia Forense

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Máster en Criminalística Brenda Edit Morraja Morales

Actividad voluntaria fuera del aula: Antropología Forense

Panorámica de Llivia, fotografía de la autora.

Las vacaciones de Semana Santa en Llivia me han sido de gran utilidad, ya que he podido disfrutar de unos días en la Cerdaña degustando la gastronomía típica, relajándome en los baños termales y en su paisaje, visitando el museo de la farmacia Esteve (una de las más antiguas que se conservan en Europa), o haciendo excursiones por las montañas de los alrededores. Fue precisamente al inicio de una pequeña excursión para visitar las ruinas del castillo de Llivia, que por el camino de detrás de la iglesia gótica descubrí los restos de la estructura de una planta de lo que fue la única ciudad romana presente en el interior del Pirineo, la Iulia Lybica (Figuras 1 y 2).

Figura 2. Ruinas de la planta del edificio de la Iulia Lybica situado detrás de la iglesia. (Fotografía de la autora).

Figura 1. Detalles de las ruinas de la planta del edificio de la Iulia Lybica situado detrás de la iglesia. (Fotografía de la autora).

La Iulia Lybica fue una ciudad bastante rica y próspera industrialmente, ya que se han encontrado mármoles de alta calidad, vidrios y cerámicas, y restos de ostras, con lo que poniéndolo en el contexto de la época y lo que debía suponer transportar ostras vivas desde la costa hasta el interior del Pirineo, podemos hacernos una idea del estatus de la ciudad. Además, su prosperidad económica fue debida en gran parte a la explotación aurífera de la comarca. Los restos de la planta de un edificio de cuatro habitaciones de detrás de la iglesia escondían la inhumación de un Macaca sylvanus vestido de legionario y acompañado de algunos elementos merovingios metálicos en su atuendo (Figura 3)(1). El hallazgo se produjo en el año 2001 como consecuencia de la localización casual de un cráneo que inicialmente se pensó que era antropoide. En la intervención antropológica se observó |1


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que el macaco estaba depositado en una fosa de entierro construida especialmente para él y que se encontraba casi todo el esqueleto en buen estado de conservación, el cual era de 78 cm de largo, tenía el cráneo en posición lateral, las manos unidas por encima de la pelvis y las piernas flexionadas lateralmente. El estudio in situ y de los datos recogidos indica que el macaco fue el animal de compañía de un soldado romano de rango superior, por lo que su presencia parece indicar la existencia en ese momento de vínculos con el norte de África de tipo comercial o militar para la llegada de tropas.

Figura 3. Superior: Planta general (siglos VVI d.C). En la parte central derecha se observa la ubicación y situación de la tumba del macaco. Derecha: Situación en el yacimiento de los restos de la inhumación del macaco y de su esqueleto. (1)

En la clase de Antropología Forense y sobre todo en la práctica realizada en el IMLC, pudimos ver las diferencias y similitudes entre los huesos humanos y otros de diferentes especies animales, así como la ardua y compleja tarea cuando se dispone sólo de algunas partes de esqueleto o algunos restos óseos y han de clasificarse para su estudio por ser parte de un proceso judicial. Teniendo en cuenta lo aprendido, vamos a suponer que estamos disfrutando de un paseo por el pie de la montaña del castillo de Llivia y somos los primeros en encontrar los restos descritos del macaco. ¿Sabríamos decir a grandes rasgos y fijándonos en el esqueleto encontrado, si esos restos son humanos? Es decir, ¿qué nos indica el tamaño del esqueleto, la forma de los huesos de las extremidades y el cráneo? Habrá que tener en cuenta que en los cadáveres antiguos se plantea la problemática de que los datos que proporciona el examen son limitados, por lo que el procedimiento individualizador del sujeto encontrado se hace principalmente a través del estudio de la morfología, la métrica y la biología de las muestras encontradas. En cuanto a la investigación genérica de los restos óseos encontrados, esta permitirá determinar la antigüedad mediante criterios morfológicos, químicos, histológicos y el estudio de la fauna cadavérica; determinar la especie aplicando métodos de anatomía comparada en esqueletos completos, huesos y dientes, y métodos bioquímicos, histológicos y genéticos cuando se disponga de fragmentos o restos incompletos; y la talla, edad, sexo y grupo étnico de determinaran mediante métodos anatómicos, bioquímicos y genéticos. |2


Máster en Criminalística Brenda Edit Morraja Morales I.

Estudio de la especie, edad y sexo. (2)

El estudio de los restos óseos encontrados con el fin de determinar la especie a la que pertenecen se realiza mediante un estudio osteométrico y de dentometría aplicando anatomía comparada. A pesar de que tienen sus limitaciones, también pueden aplicarse métodos bioquímicos o inmunológicos para determinar proteínas humanas, y a través de los métodos histológicos se puede conocerse el índice medular (<50) y el diámetro, dirección y morfología de los conductos de Havers. La determinación de la edad del sujeto con un alto grado de seguridad requiere de la disposición de un elevado número de rasgos diagnósticos, ya que esta determinación se basa en el conjunto de indicadores y no solamente en un único detalle. Así, los mejores indicadores que podemos utilizar son el estudio del húmero y radio, la cabeza del fémur, la cresta ilíaca, la porción medial de la clavícula y la pelvis. Habrá que tener en cuenta que la edad que se determinará será la correspondiente al grado de desarrollo del individuo, que no tiene por qué corresponder con los años cumplidos por ese sujeto en el momento de perecer. El estudio del sexo del esqueleto se realizará en base al análisis de la pelvis y el cráneo (el estudio de estos dos nos permite determinar el sexo con un 90% de seguridad), el fémur y el esternón. II.

Estudio del cráneo. (2-4)

En el estudio del cráneo de los restos encontrados, se hará una primera valoración del neurocráneo desde la cara anterior y a su vez del hueso frontal. Se observa que la cresta lateral y la carilla temporal son bastante marcadas, así como los bordes de las órbitas y los arcos supraciliares, los cuales son bastante pronunciados y salientes. La bóveda del neurocráneo tiene una forma redondeada en su conjunto a partir de la eminencia frontal y es de tamaño pequeño (Figura 4). Durante muchos años se utilizó la obliteración de las suturas craneanas para determinar la edad del sujeto, ya que se pensaba que los huesos del cráneo se unían a una determinada edad. No obstante, a día de hoy se sabe que el cierre de las suturas es progresivo y que existe una gran variabilidad entre individuos. De esta manera, podremos hacer una primera aproximación fijándonos en los huesos supernumerarios suturales o wormianos. Es decir, la observación de la separación entre los huesos supernumerarios apuntará hacia un cráneo fetal, unos puntos de osificación de pequeño tamaño hacia un cráneo infantil y a medida que éstos desaparezcan se podrá hablar de un cráneo adulto. Observando la Figura 4 no es posible aventurarse a dicha aproximación, por lo que se realizará el estudio de la dentadura.

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Figura 4. Inhumación del macaco en la fosa. Se observa parte de los elementos metálicos merovingios que lo acompañaban, por ejemplo la placa metálica en el codo derecho. (1)

Las características observadas en la forma del cráneo encontrado parecen indicar que el esqueleto en cuestión no es humano. En la figura 5 se muestran cuatro cráneos de primates y pueden observarse las diferencias morfológicas presentes en ellos y en el cráneo estudiado en comparación con uno humano.

Figura 5. De izquierda a derecha cuatro cráneos de primates sin el hueso de la mandíbula y vistos desde su cara anteriorlateral derecha: macaco, orangután, gorila y humano.

III.

Estudio de la dentadura. (2-5)

El estudio de la dentadura es posible gracias a la resistencia que presentan los dientes a los agentes que pueden ocasionar la destrucción de las partes blandas y a la dureza del esmalte, el cual resiste a los fenómenos putrefactivos pero puede verse exfoliado a causa de ellos. La dentadura encontrada está formada por ocho piezas de cada lado (dos incisivos, un canino, dos premolares y tres molares). A diferencia de lo habitual (en aquella época |4


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o en el adiestramiento actual de primates se acostumbran a limar o mutilar los colmillos) la dentadura encontrada conserva ambos colmillos en buenas condiciones. No se aprecia casi desgaste en las piezas dentales, ni compresiones o caries. En la figura 6 se muestra un cráneo de Macaca sylvanus en su cara lateral izquierda (cráneo extraído de la bibliografía que no corresponde al macaco de estudio) para comparar con el cráneo humano de la figura 5: claramente pueden observarse las diferencias comentadas en cuanto a la forma, a los arcos supraciliares, la dentición y el tamaño.

Figura 6. Izquierda. Cráneo de Macaca sylvanus macho en su cara lateral izquierdo. Derecha. Cráneo de Macaca sylvanus hembra en su cara lateral izquierda. (3)

El estudio de las piezas dentales informará, a parte de la edad aproximada del sujeto, de los hábitos de higiene, posibles patologías padecidas en vida, desarrollo del sujeto y hábitos alimentarios. Fotografiar una determinada pieza y ampliarla en su máxima resolución permitirá además, como se muestra en la figura 7, conocer y determinar a partir de las micro estriaciones presentes, que el sujeto seguía una dieta alimentaria bastante abrasiva.

Figura 7. Fotografías en alta resolución y tratadas informáticamente. Izquierda. Molar superior izquierdo M1 donde se observan las estrías alimentarias. Derecha. Molar germinal superior derecho M3. (1)

IV.

Estudio de la escápula y de la pelvis. (2,6)

El estudio de la morfología de la escápula permitirá discernir claramente entre un sujeto de tipo primate cuadrúpedo y uno no cuadrúpedo, debido a la relación existente entre dicha morfología y la función que desempeña en la especie en cuestión. El reciente estudio de Martí et al. (2013) aborda la morfología comparada de diferentes |5


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primates, indicando que esta morfología escapular adoptará una determinada forma según cuál sea la locomoción y la actividad física del sujeto. Así, los primates cuadrúpedos tienen una escápula más ancha y baja, mientras los no cuadrúpedos tienen una escápula más estrecha y alta. Las medidas y el análisis de la escápula estudiada indican que se trata de un primate cuadrúpedo, y el estudio sugerido por Martí et al. (2013) de los puntos anatómicos permitirá clasificarla en una determinada especie. El estudio de los restos de la zona de la pelvis permite observar que se trata de un coxal más o menos alargado y estrecho, lo que lleva a pensar que se trataría de un individuo de sexo masculino.

Figura 8. Izquierda. Escápula derecha del macaco encontrado en la Iulia Lybica. Puede observarse también una placa rectangular metálica catalogada como elemento merovingio decorativo. Derecha. Coxal derecho del macaco encontrado. Puede observarse una placa metálica de forma triangular a la izquierda de la fotografía. (1)

V.

Conclusiones.

Se ha realizado un estudio que podría ubicarse dentro de la antropología física o biológica. El estudio de los restos hallados se ha podido determinar que se trata de un individuo que no pertenece a la especie humana. Se ha podido determinar también el sexo masculino y el análisis del estado de la dentadura podría indicar su edad aproximada. Los elementos metálicos junto con las vestiduras encontradas in situ han indicado el posible origen y función del macaco dentro del pequeño pero importante enclave romano situado en Llivia. Bibliografía: (1) Guàrdia J, Maragall M, Mercadal O, Olesti O, Galbany J, Nadal J. Enterrament d'època tardoromana d'un macaco amb "aixovar" al jaciment de les Colomines (Llívia, La Cerdanya). Empúries 2007;55:199227. (2) Campillo D, Subirà ME. Antropología física para arqueólogos. 1ª ed. Barcelona: Editorial Ariel; 2004. (3) Gervais MP. Les trois règnes de la nature. Règne animal. Histoire naturelle des Mammifères. Paris: Paris, L. Curmer; 1854-1855. (4) Goudsmit J, Brandon Jones D. Mummies of Olive Baboons and barbary Macaques in the baboon catacombs of the sacred animal necropolis at north Saqqara. The Journal of Egyptian Archaeology 1999;85:45-53. (5) Harvati K. Dental eruption sequence among Colobine primates. American Journal of Physical Anthropology 2000;112:69-85. (6) Martí C, Rissech C, Juan A, Turbón D. Morfología comparada de la escápula de primates humanos y no humanos mediante morfometría geométrica. Rev Esp Antrop Fís 2013;34:15-26.

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