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Ana Rosa Abraham: Una Mujer con Alma Curandera
Por: Sara Michan y Frida Anzarut
La profesora Ana Rosa Abraham es experta en psicopatología y diagnóstico, maestra universitaria y psicoterapeuta individual y de pareja, pero de igual forma es sanadora, guía de círculos de mujeres y asesora de metafísica, tarotista y curandera. Nacida en Buenos Aires, llegó a México a los tres años, tras huir junto con sus padres de la situación inestable política y económica de Argentina. Para sus padres la salida del país fue muy difícil, por lo que creció con una sensación de nostalgia que no sabía manejar como niña y adolescente. A los catorce años pidió a sus padres acudir a terapia para poder trabajar en su doble identidad, y al recibir todos sus beneficios decidió que ella quería ayudar a la gente de igual manera. No pudo tener hijos, lo que la llevó a una búsqueda espiritual y a tratar de entender cuál era su misión en la vida. Finalmente la vida la encaminó a ayudar a las personas a través de la psicoterapia, talleres, pláticas y curandería.
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Estudió la licenciatura en psicología en la Universidad Anáhuac Norte , donde después ejerció como docente por veintisiete años. Tiempo después empezó a dar clases en el Instituto Mexicano de la Pareja, en el que lleva catorce años enseñando. Además de dedicarse a la docencia, se ha dedicado a dar terapia y en su momento creó su propia clínica de psicoterapia la cual tuvo por doce años. La vida también la llevó a trabajar en una clínica con mujeres con síndrome post aborto voluntario y en el DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias), lo que fue muy importante para su formación y desarrollo, tanto académico como personal; “ Lo que descubrí a nivel personal fue que tengo una empatía muy grande porque muchas psicólogas no querían trabajar con estas mamás [maltratadoras], es muy difícil sentarte a trabajar con una mamá que acaba de moler a palos a su hijo y me di cuenta de que tenía la capacidad de no juzgarlas, de entender su dolor y su infancia, de abrazarlas, apoyarlas y entenderlas”. Esto le dejó una gran enseñanza: detrás de una madre maltratadora hay una niña maltratada, al ver a esa niña con amor, esa madre se transforma
Nos platica también acerca del acercamiento que ha tenido hacia un enfoque más transpersonal de su crecimiento y desarrollo. En el 2008 entró en una crisis de vida y decidió irse a vivir tres meses con la comunidad Huichola en San Luis Potosí. Ahí trabajó profundamente con las energías y sintió que tuvo un renacimiento donde maduró psicológica y espiritualmente. Entonces, sin dejar a un lado la psicología clínica clásica se dedicó a tocar, a la vez, temas transpersonales y de manejo de energía y metafísica. Se entrenó y se graduó en tradiciones celtas, bautizada con el sobrenombre “Alma Curandera”.
Su sed de aprendizaje no tiene límites, en la pandemia estudió sobre almas gemelas y llamas gemelas . Por otro lado, tiene una gran habilidad para el Tarot, cuenta con una colección de ochenta tarots diferentes que usa de acuerdo a la personalidad de quien la busca. Actualmente, está escribiendo su primer libro, “La Consciencia del Ser”, basado en la psicología clásica, el estudio de lo transpersonal y el uso de la metafísica para mejorar la vida.
Al preguntarle sobre algún paciente que le haya dejado una huella, se le llenan los ojos de orgullo recordando a su tercer paciente como terapeuta. Era una mujer muy humilde que vivía en El Rosario, donde todas las mujeres sabían que nacían para casarse, ser maltratadas y/o engañadas por ellos. Ella no estaba dispuesta a vivir así, y entonces, como producto de su trabajo en terapia se divorció, se salió de su trabajo y empezó a vender pasteles de casa en casa para mantener a sus hijos. Actualmente, esa mujer tiene una de las empresas más importantes en la Ciudad de México de mesas de dulces y pasteles, se volvió a casar y se hizo muy exitosa en todos los sentidos.
Lo que más le gusta de la psicología, es que les da a las personas las herramientas adecuadas para ser la mejor versión de ellos mismos, les permite recordarse a ellos mismos que son seres humanos dignos, que merecen vivir en bienestar y ser felices, porque a veces la vida y las circunstancias hacen que nos olvidemos de que tenemos esa capacidad. “Me da mucha satisfacción ver a los que han sido mis pacientes llegar a donde ellos han querido y a ser felices … verlos cumplir sus sueños, realizarse en todos los sentidos, verlos recordarse que tenían esa fuerza.”
Concluye platicándonos que le hizo una gran diferencia estudiar la maestría en el instituto ya que considera que, “existen muchos lugares para estudiar una maestría en terapia de pareja, pero todos son con enfoques más clásicos en donde la espiritualidad no es importante. Estamos en un cambio de consciencia fundamental desde el 2017 y creo que es muy importante que sepamos que mucho de lo que hace que una pareja mejore en su vida es el tema psico-espiritual. Así que, estoy muy contenta de pertenecer a este enfoque y a esta escuela transpersonal”. Su trayectoria en el mundo de la psicología se ha basado en poder integrar sus dos mundos: el de la psicología transpersonal y crecimiento espiritual y el de la psicología clásica, “el desafío ha sido grande, pero creo en mi camino y busco seguir a mi corazón siempre”.
Ana Rosa Abraham (Alma Curandera)