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Toda la aventura de tu vida, va a resultar en historias
Una entrevista con Jesús López Reyes Por: Said Sigüenza
National Geographic es una de las revistas más reconocidas a nivel mundial. Sus fotografías y artículos nos han llevado por una travesía alrededor del mundo desde su primera edición en 1888. PYSCHE tuvo la oportunidad de conversar con el fotógrafo mexicano, Jesús López Reyes, quién ha colaborado con la reconocida revista desde 1988 desarrollando su actividad en el campo de la fotografía arqueológica y la investigación antropológica y de vida silvestre, con diferentes proyectos en México, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, Australia y Papúa Nueva Guinea.
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En 1988, tuvo la oportunidad de viajar a Washington, donde comenzó ayudando en un proyecto que el fotógrafo David Alan Harvey realizaría en toda el área maya en México. “En el momento en el que llegué a National Geographic no fue porque fuera fotógrafo sino porque por lo menos me daba a entender en inglés y era muy bueno para las relaciones públicas”, comenta. Desde entonces y hasta la fecha, en grande o pequeño, continúa haciendo trabajos para National Geographic al igual que otras publicaciones y mostrando su trabajo alrededor del mundo, contento y privilegiado.
Jesús López Reyes fue haciéndose de un criterio propio de la vida después de quedar huérfano a muy temprana edad con el deceso de su madre y tener que irse a vivir con su abuela en una familia numerosa. Su carrera inició por azares del destino cuando trabajaba para el Gobierno del Estado de Tamaulipas y contrataron a Guillermo Aldana, fotógrafo de National Geographic, para un trabajo de turismo. Jesús fue designado para acompañarlo por su conocimiento del estado. Durante ese viaje Aldana y él se hicieron buenos amigos y fue en ese peculiar momento donde inició su acercamiento con el lente. Reconoce que su vida ha sido enriquecida gracias a su inquietud de querer ser algo diferente, y la visión que tiene es que todas sus vivencias son como una escalera de cosas que se fueron dando para conformar su vida. Sin embargo, remarca: “Mi carrera no empieza en el momento que empecé a tomar fotos, sino desde que empecé a ver el mundo con mi propia perspectiva. Nunca olvidar tus raíces, de dónde vienes.”
“ N U N C A P I E R D A N L A C A P A C I D A D D E A S O M B R A R S E ; T O D O S L O S D Í A S P U E D E N T E N E R A L G O Q U E C U A N D O S E V A Y A N A D O R M I R L O S H A G A S E N T I R Q U E E S E D Í A Y A V A L I Ó L A P E N A . ”
J E S Ú S E D U A R D O L Ó P E Z
Cuando le preguntamos cuáles habían sido los proyectos en los que más le había gustado trabajar, él nos respondió: “Los dos proyectos más grandes que he hecho son el de las excavaciones dentro de la pirámide de la Luna en en cual trabajé durante 4 años y el de Egipto, donde fui a trabajar en la tumba de una reina que se llamó Nefertari, el tesoro pictórico más bien conservado de todo Egipto.” Su perspectiva actual del mundo se ha nutrido a lo largo de sus viajes y contacto con otras culturas del mundo, pero en esencia sigue siendo la misma. La moraleja de un programa que marcó su infancia se ha convertido en la premisa de su vida: “hay siempre que saber esperar lo inesperado.”
Para finalizar nuestro encuentro, López Reyes nos compartió un preámbulo de la colaboración especial que tendrá con el Instituto Mexicano de la Pareja: “Mi proyecto de vida se llama 'Ventanas de Asombro', decidí nombrarlo así porque me di cuenta que por andar en la cotidianeidad, por andar en tu vida diaria, de repente se nos olvida que hay cosas que pueden asombrarte todos los días.” Nos hace una invitación para mantenernos en el momento y poner atención a la vida que emiten los latidos de nuestro corazón porque, “el futuro es algo que está ahí listo para descubrirse, el pasado ya se fue, entonces lo más importante es nuestro presente, y que nuestro presente nos brinde una forma de asombro”, expresa. Concluye compartiendo el siguiente mensaje para nuestros lectores: “Nunca pierdan la capacidad de asombrarse; todos los días pueden tener algo que cuando se vayan a dormir los haga sentir que ese día ya valió la pena.”