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Además
from INTEGRACIÓN 58
Año 12 / Marzo 2021
Edición 058
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Concurso Arte Tradicional Descubrimos nuevos talentos Gonzalo Macalopú Chiu Hace historia en historieta Antigüedad es Clase Los Cam y el chifa España Tecnología El futuro sobre ruedas de JJ Foc Colores y Matices José Huerto Wong
Geraldine Li con bovina escultura de Marcelo Wong.
2021 Año del Buey de Metal
Contenido 03/2021
Pág. 12 Los ganadores
Concurso Arte Tradicional en tiempos de virtualidad
6-10 Perfiles
Eduardo Tang, Marco Loo y Eduardo Chen
22
Gastronomía
El sabor del chifa España de Huacho
18
Año Nuevo Chino
Expectativas de los nacidos Buey
26 Tecnología El futuro vehicular visto por Juan José Foc
32
Bicentenario
Gonzalo Macalopú, el mito hecho historia ilustrada 38 Culturales
El arte de enseñar del maestro José Huerto Wong 43 Poesía
Álex Chang, el primer poeta autista del Perú
48 Ciencia
Las matemáticas de Javier Barreda Joo y Luteach
52 Cine
Al rescate de la obra de Antonio Wong Rengifo 56 Zoom
Bodas, aniversario, nuevas publicaciones y más
Revista de la ASOCIACIÓN PERUANO CHINA aPCH Jr. M. Utrillo 261 Dpto. 101 Urb. Ampliación San Borja. Teléfono: 6954638 e-mail: prensa.integracion@apch.com.pe /apch.pe @apchpe Edición anterior 057
Anaís Phang y Luca Pellegrino, entre cuentos, dan paso al I Concurso de Relatos Cortos de APCH.
Directorio
Director Erasmo Wong Lu
Subdirectora Patricia Von León
Editora General Ruth Lozada Dejo
Colaboradores María Elena Cornejo, Mariella Checa, Giuliana Lévano, Sergio Carrasco
Diseño y diagramación Luis Cabellos Gárate
Fotografía Juanjo Calvo, José Vilca, Alberto Távara, Agencia Reuters
Corrección María Jiménez Rivas
Gerente General Olinda Chang Telf.: 2021152 email: ochang@apch.com.pe
Gerente de Publicidad Juanita Núñez Telf.: 5781513 email: publicidad.integracion@apch.com.pe
Asesora Comercial Rosario Zuloaga Cuadros
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2012-12340 Razón Social: Asociación Peruano China Avenida Siete 229, Urb. Rinconada Baja, La Molina
Impresor: Amauta Impresiones Comerciales S.A.C.
Distribución Gratuita
Arte paraCelebrar
Presentamos a los ganadores del concurso ‘Arte tradicional en tiempos de virtualidad’ organizado por APCH.
Este 2021 la pandemia nos dejó sin la tradicional fiesta en el local de APCH. Para compensar, un concurso virtual de artes tradicionales chinas nos puso en contacto con nuestras raíces y descubrió nuevos talentos.
Había que ponerle creatividad a la llegada del Año Nuevo lunar, esta vez en cuarentena. El concurso
“Arte tradicional en tiempos de virtualidad” convocó a todos los que admiran el arte y la cultura china a participar en disciplinas como papel recortado Jian Zhi, faroles chinos, talento musical (canto y baile), nudo chino y teatro de sombras Píyǐngxì.
Los organizadores, APCH y la embajada de la República Popular China, programaron con tal fin seminarios virtuales de arte que duraron un mes, a fin de que los interesados conozcan la práctica de cada categoría.
Cinco personas formaron parte del jurado: la maestra Lydia Hung, directora ejecutiva del Patronato Peruano de la Música; Álvaro Chang-Say, diseñador industrial de la Pontificia Universidad Católica; Álvaro Macalopú, ganador del concurso de escultura “Dos culturas, una visión”, organizado por APCH en el 2019; Úrsula Lu, directora de actividades sociales de APCH, y Erasmo Wong, presidente de la Asociación Peruano China.
A principio de febrero se proclamó a los ganadores en una ceremonia virtual en la que cada miembro del jurado resumió las cualidades de los trabajos que ocuparon el primer lugar. Se declaró desiertas las categorías Nudo chino y Teatro de sombras.
Corte y confección
El arte del papel recortado Jian Zhi está inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El papel se puede recortar o grabar con un buril. En su ejecución los artistas plasman sus pro-
El grupo de baile ganador lo integran siete personas, pero solo cinco pudieron participar en el video. Todos son bailarines de escuela que practican el estilo urbano.
En la ceremonia virtual de premiación, los miembros del jurado explicaron las destrezas con las que se calificó cada categoría. "Un viaje de 171 años", trabajo ganador en la categoría Papel recortado. Clara Chuy aprendió esta exigente disciplina hace quince años.
pios diseños, que se asocian generalmente a su región de origen.
Se necesita una destreza especial para hacer los cortes, sea con tijera o cutter, y el resultado debe ser limpio, preciso y homogéneo. Para ejecutarlo se requiere una concentración y dedicación especiales.
La ganadora, Clara Chuy, tiene experiencia en esta técnica. Su trabajo se llamó “Un viaje de 171 años” y en él representó las semejanzas entre Perú y China antes de la inmigración: la dedicación, el trabajo en equipo y la perseverancia, que han quedado plasmados en su legado arquitectónico. Los integró en un círculo para representar la unión entre ambos países.
“Me tomó catorce horas lograrlo. Hace mucho que no trabajaba en papel recortado. Cuando vi la convocatoria de APCH me emocioné. Ahí nomás empecé a buscar las imágenes que podía utilizar”, dice esta administradora de empresas tusán.
Claudia Chiu es una diseñadora gráfica con gran habilidad para las artes manuales. Este es el primer farol que elaboró y con él ganó el concurso.
Hágase la luz
Hace aproximadamente 1,800 años, durante la dinastía Han, nacieron los faroles chinos y desde entonces se convirtieron en un símbolo popular de China, en especial durante las celebraciones de año nuevo. Cada año se realiza un Festival de los Faroles en el decimoquinto día del primer mes lunar. Simbolizan el reencuentro.
El jurado evaluó la limpieza y pulcritud del trabajo y la complejidad y simetría en el armado de la lámpara que, además, debía iluminar de forma eficiente.
El caso del primer lugar, que obtuvo Claudia Chiu, es interesante. Ella siempre tuvo interés por desarrollar una de estas manualidades relativas al año nuevo chino y al Festival de la Luna, así que apenas vio que APCH abrió un taller para hacer faroles chinos, se apuntó. Cuando se enteró que esto era para un concurso, se inscribió y ganó.
Sheilla Tang es abogada pero tiene ya una trayectoria como cantante de música criolla. Para ella fue un gran reto cantar en chino mandarín.
FOTOS: ALBERTO TÁVARA
Ella es diseñadora, y eso ayudó en la creación de su bonito farol de papel con el símbolo del Buey, que además es su signo. “Me tomó dos días hacer la estructura y el calado en papel”, cuenta. Sin duda, este es su año.
Talento musical
Este era el momento para quienes gustan del canto y el baile. El género a interpretar en ambos casos era libre.
Sheilla Tang fue la ganadora del concurso de canto con el tema Hua Xin (Corazón pintado), interpretado en mandarín, un logro doble porque ella no habla esa lengua. “Pedí ayuda a familiares para que me graben la pronunciación correcta palabra por palabra”, dice. Tuvo solo dos semanas para prepararse, aprender la melodía y la letra y grabar el video.
El jurado destacó la interpretación (gestualidad y movimiento corporal), afinación y entonación, así como la dicción.
En la categoría Baile, un grupo de cinco chicos fue el ganador. Ellos son María Eugenia Chávez, Jennifer Chiclayo, María Pía Gavilano, Ismael Aguilar y Luis Guillermo Salazar, quienes interpretaron un remix de temas interpretados con instrumentos tradicionales chinos.
Todos ellos han estudiado en escuelas de baile. “Quisimos darle un toque urbano a nuestra propuesta, inspirada en los guerreros de terracota de Xi’an”, comenta María Eugenia Chávez. El grupo tiene cuatro meses juntos y ya cuenta con varios videos que se difunden por internet.
Los ganadores recibirán un diploma al Mérito, una escultura donada por la Embajada de la República Popular China, un vale para un banquete para cinco personas en el chifa Fu Jou y una beca para participar de un taller en el Centro de la Amistad Peruano China. (Giuliana Lévano)
Tenaz como todo Buey, Teddy Loo Kung se dedica a cultivar bonsáis y fabricar casitas de madera. “Ojalá este sea un buen año”, dice.
Tiempo de Labranza
En un año difícil, la determinación y fortaleza de los nacidos bajo el signo del Buey les asegura estabilidad y amplios territorios para pastar.
Pocos signos convocan tanto la imagen de la determinación como el Buey. Las palabras con las que se alude a quienes nacen bajo su reinado lo confirman: disciplina, trabajo duro, constancia, ahorro. Así, este año del Buey (o Búfalo), que se inició el 12 de febrero, trae consigo la decisión de reconstruir todo lo que se perdió tras el difícil año de la Rata, pero le añade el elemento Metal, por el cual prevalecen el espíritu, la lealtad y el respeto.
El principio Yin que caracteriza al Buey de Metal 2021 le otorga además los valores de la comprensión y la armonía familiar. Es un año de reconstrucción en más de un sentido.
Este año, el Buey les presta su racionalidad a los demás signos y los hace enfocarse en aquello para lo que son más hábiles. En el trabajo y los negocios, por ejemplo, su energía dificulta los emprendimientos nuevos y favorece la vuelta a lo conocido y lo segu-
ro. Su rectitud premia a quienes se comporten según las reglas o sean solidarios con los demás.
Puesto que el Buey es severo, su año suele traer prosperidad a quienes se ajusten a su disciplina. Las ganancias se robustecen, aunque no sin dificultades en el camino. Con su tendencia al autoritarismo, nos ordena dejar la fantasía para otro momento y concentrarnos en lograr nuestros objetivos.
En el amor, el buey demuestra su gran corazón favoreciendo a las parejas, en especial a aquellas que se encuentran distantes.
Marcados por el trabajo
Así grande como es, el Buey es un buen sujeto que se mantiene al margen de las astucias de otros de sus compañeros celestes. Una leyenda sostiene que cuando el Emperador de Jade organizó la famosa carrera que definiría a los animales del zodíaco, tanto la rata como el gato (que eran grandes amigos y compinches) decidieron montarse sobre la espalda de un buey para cruzar el río y así llegar a la meta.
El poderoso buey se adelantó a los demás animales, y entonces la rata, decidida a ganar, lanzó al gato al agua, razón por la cual este animal detesta el agua y a las ratas. La muy taimada se lanzó y ganó la carrera, seguida por el buey, que desde entonces ocupa la segunda posición en el zodíaco.
Esa buena disposición hacia los demás y hacia la vida en general la encontramos en Teddy Loo Kung Merzthal, un chiclayano nacido en 1949 bajo el signo del Buey de Tierra. Abuelo cariñoso de la pequeña Mariana, como esposo y padre es el ejemplo perfecto de su signo regente, con un gran sentido de responsabilidad hacia la familia.
“Me siento identificado con el Buey. Siempre he sido prudente a la hora de tomar decisiones y escucho los consejos de mi esposa, Juana. Ahora estoy jubilado, pero trabajé por muchos años en el colegio Juan XXIII, en el área de Comunicaciones” (algo también característico de su signo, la estabilidad laboral). “Yo soy muy tradicional en cuanto a los signos, algo que me viene de mi padre, que vino de Cantón en una época en la que llegaron muchos chinos al norte del Perú”. Susana Muñoz Li tiene un gusto especial por el trabajo en equipo, lo cual va muy bien con ella, una Buey de Agua
Susana Muñoz muestra un regalo especial que le trajeron de China: una artesanía de madera que representa al Buey. Con toritos de Pucará, la historiadora Carlota Casalino Sen le da un toque andino a su signo regente.
Antonio Rubén Wong vivió muchos años en el Barrio Chino y ha sido testigo de su desarrollo. Es arqueólogo y un vehemente Buey.
de 1973. “Soy muy responsable y tiendo a ser adicta al trabajo”, nos dice, aunque admite que su prioridad siempre han sido sus hijos. También ella prefiere un empleo estable. “Mis amigos me animan a emprender, pero me gusta pertenecer a un equipo y me pongo la camiseta”, añade. De profesión contadora, Susana es una buey por los cuatro costados.
“Desde niña me gustaba trabajar mucho y tomarme el tiempo para mis decisiones”, apunta la historiadora Carlota Casalino Sen, quien es Buey o Búfalo de Metal porque nació en 1961. “En la casa organizaba las tareas y el trabajo de todos, por eso mi familia me fastidiaba y me decía ‘búfala’”, recuerda riendo. “A mí me divertía porque siempre he sentido que eso es una fortaleza”, añade.
“Me gusta el trabajo en equipo y ejercer un liderazgo discreto, bien pensado, con mucha base. La clave es el trabajo y la disciplina”, reflexiona.
Su constancia y conocimiento la han llevado a asumir responsabilidades de alta dirección. Actualmente es vicedecana académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de San Martín de Porres y ha ocupado una gerencia en Reniec y una subgerencia en la ONPE. “Cuando veo que hay cosas por mejorar me involucro y termino liderando los procesos”, dice.
“Son 72 años bien vividos”, dice Antonio Rubén Wong, un auténtico Buey de Tierra. “Nosotros los Bueyes somos de carácter fuerte: a veces nos dejamos llevar por nuestro temperamento, pero, eso sí, somos cien por ciento leales, extremadamente apasionados y muy ingeniosos”, explica.
Wong, profesor en la Facultad de Arqueología de la Universidad de San Marcos, confiesa que otra característica que comparte con los de su signo es su amor por el arte. Esto es verdad. No en vano muchos artistas famosos son o fueron Bueyes: Dante Alighieri, Vincent Van Gogh, Charles Chaplin, Dustin Hoffman, Meryl Streep, Bruce Springsteen.
Que el Buey nos preste su fuerza en tiempos turbulentos y nos contagie su tenacidad a lo largo de estos doce meses. (Giuliana Lévano)
Por: Rubén Tang* 邓如朋 Un año nuevo chino diferente
Son conocidas las tradiciones que se practican durante el Festival de la Primavera o el Año Nuevo Lunar chino: decoración con inscripciones de buenos deseos, lámparas en las calles, edificios y casas con el color rojo como protagonista y relacionados con el buey, la buena fortuna, la felicidad y la salud; limpieza de las casas para deshacerse de la mala suerte; sobres rojos o hongbao con dinero especialmente para los niños; visita a familiares y amigos el primer día del año; fuegos artificiales, entre otras. Incluso, es de muy buen augurio que las parejas contraigan matrimonio días previos del año nuevo chino.
Esta celebración es fundamentalmente una fiesta de carácter familiar. Millones de personas recorren largas distancias para llegar a casa con sus seres queridos y celebrar juntos el festival de la nochevieja. Es la cena familiar más importante del año. El banquete incluye los platos que, según la tradición, traen suerte, como rollos de primavera, pescados, ravioles o empanadillas chinas, pasteles de arroz y fideos. Considerada la mayor migración humana del planeta, se movilizan por tren, avión, bus, auto, etc., para llegar a tiempo y porque, en muchos casos, es la única oportunidad del año que tienen para regresar al hogar desde sus alejados lugares de residencia o trabajo, en el extranjero o en otras provincias del país.
En este Año del Buey, la fiesta fue diferente porque el virus aún no ha sido controlado y la vacuna todavía está en periodo de distribución. Hubo mesura y sencillez. La población comprendió que muchas de las tradiciones tenían que ser suspendidas o reprogramadas para colaborar con las medidas contra la pandemia. Permanecieron en su lugar de residencia y desistieron de viajar especialmente a las ciudades con nuevos casos de infección. En otras zonas, según el nivel del riesgo de contagio, se mantuvieron o extremaron las medidas de control estricto o confinamiento. En paralelo, se organizaron espectáculos en línea relacionados a la festividad; y las compras, que usualmente se hacían de manera presencial, fueron remplazadas por transacciones por internet. El uso intensivo de este canal de comercialización significó una gran oportunidad de negocio para las empresas, que vieron aumentar sus ventas.
La población china fue consciente de que la Fiesta de la Primavera no podía celebrarse como en años anteriores pero no por eso dejó de ser especial. Es un pueblo que, entre sus valores, considera a la familia como un pilar fundamental para la existencia de los individuos y, por ende, para la construcción de la nación. Las familias forman la ‘Unidad bajo el Cielo’, esto es, el mundo. La familia y el país tienen la misma estructura e importancia, el nosotros tiene más importancia que el yo, lo que se traduce en responsabilidad con los demás, espíritu de colaboración y esfuerzo común. Por consiguiente, colaboraron y cumplieron con las medidas de control establecidas por las autoridades para prevenir y superar la crisis sanitaria, no sólo porque ya habían sido testigos de la gravedad de la situación, sino también porque consideraban que era bueno para la humanidad en general. A lo largo de su historia, China ha pasado por periodos de crisis y problemas pero, como dice el proverbio “风雨之后,即见彩虹” (Fēngyǔ zhīhòu, jí jiàn cǎihóng), cuya traducción es “Después del viento y la lluvia se verá el arcoíris”, el éxito llegará luego de superar las dificultades. Estoy seguro de que el orden, la disciplina, el esfuerzo, la tenacidad, el trabajo y los cambios sistemáticos, valores que representa el buey y que identifican también al pueblo chino como sociedad, coadyuvarán para salir adelante de esta crisis muy pronto. Tengo, además, la plena confianza de que China seguirá apoyando de forma solidaria en la recuperación de las demás naciones, especialmente por la importancia que tiene ahora en el contexto internacional.
* Asesor del Vicerrectorado de Investigación-Proyecto Relaciones PUCP-Asia. Ex director y fundador del Instituto Confucio de la Pontificia Universidad Católica del Perú.