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JUDITH RUÍZ

ué rara tu voz allá a lo lejos te sol de las tres ruedas en espirales lagartija frenética ríe en despoblado me duelo. valle solo las ramas de los pinos lastimados las piedras blanquísimas de cal el olor dulzón de los cocos todo forma cristales que se pegan en mis ojos

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Trenzo y destrenzo mi cabello que viaja hasta la nube dormitando cuántas cosas extrañamente olvidadas aparecen

Es la fragilidad la que desarma el camino que andamos lo que escribimos y se ha vuelto nada.

Ivonne

Él es el nombre que la tristeza ha tomado, una aventura desafortunada dentro de un cuerpo que a sus ojos (esos que tiemblan frente al espejo) ignoran (empeñan el alma en ello) su propio valor y la capacidad que tiene de amar, reír, llorar y ser amado. Es un caos ambulante tan cargado de la desproporción de su propio mundo lejos de una verdad que satisfaga a quienes ama y lo aman

Mi locura de alas sin cielo sopla males en besos, aterriza pecados en mis sábanas.

Amante, promiscuo, insaciable o.

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