“se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención”
PROPAGANDA EDITORIAL En su nueva novela, tratada con el talento que le caracteriza, el célebre novelista X, a quien debemos ya tantas obras maestras, se ha esmerado en presentar únicamente personajes muy matizados que se mueven en una atmósfera comprensible para todos, grandes y chicos. La intriga gira, pues, en
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
torno al encuentro en un autobús del héroe de esta historia con un personaje bastante enigmático que se pelea con el primero que llega. En el episodio final, se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención los consejos de un amigo, modelo de elegancia. El conjunto produce
una sensación encantadora que el novelista X ha cincelado con notable fortuna.
“se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención”
PROPAGANDA EDITORIAL En su nueva novela, tratada con el talento que le caracteriza, el célebre novelista X, a quien debemos ya tantas obras maestras, se ha esmerado en presentar únicamente personajes muy matizados que se mueven en una atmósfera comprensible para todos, grandes y chicos. La intriga gira, pues, en
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
torno al encuentro en un autobús del héroe de esta historia con un personaje bastante enigmático que se pelea con el primero que llega. En el episodio final, se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención los consejos de un amigo, modelo de elegancia. El conjunto produce
una sensación encantadora que el novelista X ha cincelado con notable fortuna.
“se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención”
PROPAGANDA EDITORIAL En su nueva novela, tratada con el talento que le caracteriza, el célebre novelista X, a quien debemos ya tantas obras maestras, se ha esmerado en presentar únicamente personajes muy matizados que se mueven en una atmósfera comprensible para todos, grandes y chicos. La intriga gira, pues, en
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
torno al encuentro en un autobús del héroe de esta historia con un personaje bastante enigmático que se pelea con el primero que llega. En el episodio final, se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención los consejos de un amigo, modelo de elegancia. El conjunto produce
una sensación encantadora que el novelista X ha cincelado con notable fortuna.
En su nueva novela, tratada con el talento que le caracteriza, el célebre novelista X, a quien debemos ya tantas obras maestras, se ha esmerado en presentar únicamente personajes muy matizados que se mueven en una atmósfera comprensible para todos, grandes y chicos. La intriga gira, pues, en
una sensación encantadora que el novelista X ha cincelado con notable fortuna.
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
torno al encuentro en un autobús del héroe de esta historia con un personaje bastante enigmático que se pelea con el primero que llega. En el episodio final, se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención los consejos de un amigo, modelo de elegancia. El conjunto produce
PROPAGANDA EDITORIAL
“se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención”
En u s el tal nueva nov e e n céleb to que le la, tratad a con re no carac veli mo ter s i s z t e a a y n , a torno ha es tantas o X, a quien el al en bú b m ment erado en ras maest debe- u s del héro cuentro e e ras, s n per n un e de p e que s personaje resentar que s sonaje ba esta histo auto- u ú em s mu stant ria co na se e pel y ma nicacoEn m su ueven e e l n p a t l a e no e i r ve z n g e la c a , nnuibev a o ta dons el no nsación e da . En n e p enigmáti co deel le pea unatra atm velist s ytaclentso ncan co l een rim a en qu ósf ra caract le pi cuenltro es tornoeal h ene a t s un r er t e n a o au o o X o d m d q t o un s o a u r . La bse s, iza, eelra célebriecono a que etolensaciónha c e ro dio fin c bús deisl thé g r i en e ve n de h ca i a f lis r o i nt o ta a n c a ad l ta , s hi r n e t n a st qu t o r s qu l ie iX, ee ador eorvia gaag na. encantadora indes o rs be- c un qu coon nosensación e con el Enossuyanueva novela, tratada con en dpe torno autouna velistauX m orcaoque ivid en un ira n de nalajencuentro ta ha cantado e nt que o ba n en ci , as l u nc n a ob an n ió el p o ad a ra te ac s s en m u ns m ig ae se e e es, st a bl át ayst ra scmuau ic unta s, se e qu doorco s dpe oesta too- no cononn el talento el bús del el novelista con ejose ha r a historia e fortuXnaha - con esmer que le caracteriza, ehéroe en un aneltaad le de a cinc ad t . cincelado l tro co e o e u ha en n en X el g cu n n pr pr ta en es im a lis c en al er ve ta o n i r qu rn no ó ún n enc celado c m to el c ic en ó i i g lle célebre X, un personaje bastante enigmático fortuna. n ga . Eolelc epaiso osecon notable m coa.iaEn ente penovelista stnorlia hi sartcun taoal atadadebersonaj a. cin ,atrquien lauy o, m vem orone dedioes fin noes senfo d , a hé se bl m l ev at ta e j ve de iza a nu u do X ha suyam bú n n s En u t a mos tantas maestras, que pelea con que essese ostel qu m el se e se mist eáticoo- no enloigd p eraj uevee ioeso an rprimero elista na. ote n obras bain enca di vid duo le unraacteriza, t u on at es u rs m c ós nto qu pe a l nov e un tu elmta e n qu ha esmerado en presentar llega. En se ve ando co uocu derabe- ch n fe prle coel ieúnicaen n episodio final, primner sib qu la el a n e table for m e n ay X, co or o ra ta a at to lis o le c en do r pe ci ón t gr se a e nolevepa an e i n s brpersonajes no cé ve mente muys,matizados aqu ese misterioso individuo ueio ns torlo de s, se co se ejos s ylech , escudeelaun icos. La in niscod eam igo, fin ico lep obras maestra taalhis m od á s En el . o de o e ga m lle n mos ya tantas triga gira, pues, -t e g r el i cu aeg que se mueven en una atmósfera chando con la mayor atención los es ic d an o n o ci t a. du e vi e El n in un ronj so te uc todipr en presentar ún ério nod hco qlouse e rode l te a eeses m ha esmeradopara deis n consejos comprensible todos, grande un amigo, ados basta modelo encieón ú b ajes muy matdiza co ve connalajemayor latprim a o e do t person an s a ch men trat des y te chicos. La intriga produce l elegancia. ósfeera al,elsoe de mnod mpues, la, gira, a con o, n per El conjunto ig a , e am u a l en veun un z e i de venno os p dio fi uuc escu tergr que se mue - ebe- consuej and e se ueva aracs, episo to prod id o e n los do c un l q v to nj i ra e pa d suennsi bl n ci.a.EnEleco ó quien aes se eleglan coEmnpr qeue l oso i or atenci lo de l ega ig,aagirae, spu tr s,, lento . LaisintatrX isteri y e l a m e m v a deesl ytachiceos a ma igo, mod e a ese bras r no r únic con l m o a duc d céleb a tantas o presenta tizados chan jos de un junto pro y a n n e do e s muy m ósfera mos cons cia. El co mera je m ha es sona an na at e per ven en u dos, gran s, eleg e ment o ue e mu ara t ra, p que s ensible p intriga gi r a comp chicos. L des y
“se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención”
PROPAGANDA EDITORIAL
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
ONOMATOPEYAS
En la plataforma, plas, plas, plas, de un autobus, tuf, tuf, tuf, de la línea S (en el silencio solo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba), ¡pii!, ¡pii!.. pintarrajeado de rojo, e eso del medio ding-dong-ding-dong día, gemía la gente apretujada, ¡aj!, ¡aj!, Y he aquí quiquiriquí que un gallito gilí, ¡tururú!, que, ¡puaf!, lleveba un sombrerucho, ¡fiu!, se volvió cabreado, brr, brr, contra su vecino y le dijo, hm hm: “Oiga, usted me está empujando adrede”. Casi se pegan, plaf, smasch, pero en seguida el pollo, pío, pío, se lanzó, ¡zas!, sobre un sitio libre sentándose en él, ploc. El mismo día, un poco más tarde, ding-dong-ding-dong, vuelvo a verlo, junto a la estación, ¡fss!, ¡fss!, ¡puu”, ¡puu!, charrando, bla, bla, bla, con otro efebo, ¡tururú!, sobre un botón del abrifo (trr, trr precisamente no hacía calor…) Y chim-pum
“Y chim-pum”
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
ONOMATOPEYAS
En la plataforma, plas, plas, plas, de un autobus, tuf, tuf, tuf, de la línea S (en el silencio solo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba), ¡pii!, ¡pii!.. pintarrajeado de rojo, e eso del medio ding-dong-ding-dong día, gemía la gente apretujada, ¡aj!, ¡aj!, Y he aquí quiquiriquí que un gallito gilí, ¡tururú!, que, ¡puaf!, lleveba un sombrerucho, ¡fiu!, se volvió cabreado, brr, brr, contra su vecino y le dijo, hm hm: “Oiga, usted me está empujando adrede”. Casi se pegan, plaf, smasch, pero en seguida el pollo, pío, pío, se lanzó, ¡zas!, sobre un sitio libre sentándose en él, ploc. El mismo día, un poco más tarde, ding-dong-ding-dong, vuelvo a verlo, junto a la estación, ¡fss!, ¡fss!, ¡puu”, ¡puu!, charrando, bla, bla, bla, con otro efebo, ¡tururú!, sobre un botón del abrifo (trr, trr precisamente no hacía calor…) Y chim-pum
“Y chim-pum”
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
ONOMATOPEYAS En la plataforma, plas, plas, plas, de un autobus, tuf, tuf, tuf, de la línea S (en el silencio solo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba), ¡pii!, ¡pii!.. pintarrajeado de rojo, e eso del medio ding-dong-ding-dong día, gemía la gente apretujada, ¡aj!, ¡aj!, Y he aquí quiquiriquí que un gallito gilí, ¡tururú!, que, ¡puaf!, lleveba un sombrerucho, ¡fiu!, se volvió cabreado, brr, brr, contra su vecino y le dijo, hm hm: “Oiga, usted me está empujando adrede”. Casi se pegan, plaf, smasch, pero en seguida el pollo, pío, pío, se lanzó, ¡zas!, sobre un sitio libre sentándose en él, ploc. El mismo día, un poco más tarde, ding-dong-ding-dong, vuelvo a verlo, junto a la estación, ¡fss!, ¡fss!, ¡puu”, ¡puu!, charrando, bla, bla, bla, con otro efebo, ¡tururú!, sobre un botón del abrifo (trr, trr precisamente no hacía calor…) Y chim-pum
“Y chim-pum”
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ONOMATOPEYAS
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En la plataforma, plas, plas, plas, de un autobus, tuf, tuf, tuf, de la línea S (en el silencio solo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba), ¡pii!, ¡pii!.. pintarrajeado de rojo, e eso del medio ding-dong-ding-dong día, gemía la gente apretujada, ¡aj!, ¡aj!, Y he aquí quiquiriquí que un gallito gilí, ¡tururú!, que, ¡puaf!, lleveba un sombrerucho, ¡fiu!, se volvió cabreado, brr, brr, contra su vecino y le dijo, hm hm: “Oiga, usted me está empujando adrede”. Casi se pegan, plaf, smasch, pero en seguida el pollo, pío, pío, se lanzó, ¡zas!, sobre un sitio libre sentándose en él, ploc. El mismo día, un poco más tarde, ding-dong-ding-dong, vuelvo a verlo, junto a la estación, ¡fss!, ¡fss!, ¡puu”, ¡puu!, charrando, bla, bla, bla, con otro efebo, ¡tururú!, sobre un botón del abrifo (trr, trr precisamente no hacía calor…) Y chim-pum
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um
En la plataforma, plas, plas, plas, de un autobus, tuf, tuf, tuf, de la línea S (en el silencio solo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba), ¡pii!, ¡pii!.. pintarrajeado de rojo, e eso del medio ding-dong-ding-dong día, gemía la gente apretujada, ¡aj!, ¡aj!, Y he aquí quiquiriquí que un gallito gilí, ¡tururú!, que, ¡puaf!, lleveba un sombrerucho, ¡fiu!, se volvió cabreado, brr, brr, contra su vecino y le dijo, hm hm: “Oiga, usted me está empujando adrede”. Casi se pegan, plaf, smasch, pero en seguida el pollo, pío, pío, se lanzó, ¡zas!, sobre un sitio libre sentándose en él, ploc. El mismo día, un poco más tarde, ding-dong-ding-dong, vuelvo a verlo, junto a la estación, ¡fss!, ¡fss!, ¡puu”, ¡puu!, charrando, bla, bla, bla, con otro efebo, ¡tururú!, sobre un botón del abrifo (trr, trr precisamente no hacía calor…) Y chim-pum
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ONOMATOPEYAS bla, bla, bla
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¡zas!pío, pío plaf ¡aj!, ¡aj!
ding-dong-ding-dong trr, trr tuf, tuf, tuf ¡puu!, ¡puu! plas, plas, plas hm hm chim-pum ¡tururú!¡pii!, ¡pii! ¡tururú!, smasch bla, bla, bla ding-dong-ding-dong pío, pío ¡aj!, ¡aj! ding-dong-ding-dong trr, trr tuf, tuf, tuf hm hm ¡puu!, ¡puu! plas, plas, plas chim-pum ¡tururú! ¡pii!, ¡pii! ¡tururú!, smasch ding-dong-ding-dong
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¡fss!, ¡fss! ¡zas! plaf ¡fss!, ¡fss!
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
ploc
AMPULOSO
A la hora en que comienzan a agrietarse los rosados dedos de la aurora, cabalgaba yo, cual veloz saeta, en un autobús, de imponente alzada y bovinos ojos, de la línea S de sinuoso periplo. Advertí, con la precisión y agudeza del indio presto al combate, la presencia de un joven cuyo cuello era más largo que el de la jirafa de pies ligeros, y cuyo sombrero de fieltro hendido estaba ornado con una trenza, cual héroe de un ejercicio de estilo. La funesta Discordia de senos de hollín vino con su boca hedionda por desdén del dentrífico; la Discordia, digo, vino a inocular su maléfico virus entre este joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, y un viajero de borroso y farináceo semblante. Aquél dirigióse a éste en los siguientes términos: “¡Oigame, malvado ser, diríase que usted me está pisoteando adrede!” Así exclamó el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero y fue, presto, a sentarse. Más tarde, en la plaza de Roma, de majestuosas proporciones,
reparé de nuevo en el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, acompañado de un camarada, árbitro de la elegancia, el cual profería esta crítica que me fue dado percibir con mi ágil oído, crítica dirigida a la indumentaria más externa del joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero: “Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”
“Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
AMPULOSO
A la hora en que comienzan a agrietarse los rosados dedos de la aurora, cabalgaba yo, cual veloz saeta, en un autobús, de imponente alzada y bovinos ojos, de la línea S de sinuoso periplo. Advertí, con la precisión y agudeza del indio presto al combate, la presencia de un joven cuyo cuello era más largo que el de la jirafa de pies ligeros, y cuyo sombrero de fieltro hendido estaba ornado con una trenza, cual héroe de un ejercicio de estilo. La funesta Discordia de senos de hollín vino con su boca hedionda por desdén del dentrífico; la Discordia, digo, vino a inocular su maléfico virus entre este joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, y un viajero de borroso y farináceo semblante. Aquél dirigióse a éste en los siguientes términos: “¡Oigame, malvado ser, diríase que usted me está pisoteando adrede!” Así exclamó el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero y fue, presto, a sentarse. Más tarde, en la plaza de Roma, de majestuosas proporciones,
reparé de nuevo en el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, acompañado de un camarada, árbitro de la elegancia, el cual profería esta crítica que me fue dado percibir con mi ágil oído, crítica dirigida a la indumentaria más externa del joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero: “Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”
“Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”
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AMPULOSO A la hora en que comienzan a agrietarse los rosados dedos de la aurora, cabalgaba yo, cual veloz saeta, en un autobús, de imponente alzada y bovinos ojos, de la línea S de sinuoso periplo. Advertí, con la precisión y agudeza del indio presto al combate, la presencia de un joven cuyo cuello era más largo que el de la jirafa de pies ligeros, y cuyo sombrero de fieltro hendido estaba ornado con una trenza, cual héroe de un ejercicio de estilo. La funesta Discordia de senos de hollín vino con su boca hedionda por desdén del dentrífico; la Discordia, digo, vino a inocular su maléfico virus entre este joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, y un viajero de borroso y farináceo semblante. Aquél dirigióse a éste en los siguientes términos: “¡Oigame, malvado ser, diríase que usted me está pisoteando adrede!” Así exclamó el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero y fue, presto, a sentarse. Más tarde, en la plaza de Roma, de majestuosas proporciones,
reparé de nuevo en el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, acompañado de un camarada, árbitro de la elegancia, el cual profería esta crítica que me fue dado percibir con mi ágil oído, crítica dirigida a la indumentaria más externa del joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero: “Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”
“Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”
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AMPULOSO
A la hora en que comienzan a agrietarse los rosados dedos de la aurora, cabalgaba yo, cual veloz saeta, en un autobús, de imponente alzada y bovinos ojos, de la línea S de sinuoso periplo. Advertí, con la precisión y agudeza del indio presto al combate, la presencia de un joven cuyo cuello era más largo que el de la jirafa de pies ligeros, y cuyo sombrero de fieltro hendido estaba ornado con una trenza, cual héroe de un ejercicio de estilo. La funesta Discordia de senos de hollín vino con su boca hedionda por desdén del dentrífico; la Discordia, digo, vino a inocular su maléfico virus entre este joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, y un viajero de borroso y farináceo semblante. Aquél dirigióse a éste en los siguientes términos: “¡Oigame, malvado ser, diríase que usted me está pisoteando adrede!” Así exclamó el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero y fue, presto, a sentarse. Más tarde, en la plaza de Roma, de majestuosas proporciones,
reparé de nuevo en el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, acompañado de un camarada, árbitro de la elegancia, el cual profería esta crítica que me fue dado percibir con mi ágil oído, crítica dirigida a la indumentaria más externa del joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero: “Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”
“Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”
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AMPULOSO
A la hora en que comienzan a agrietarse los rosados dedos de la aurora, cabalgaba yo, cual veloz saeta, en un autobús, de imponente alzada y bovinos ojos, de la línea S de sinuoso periplo. Advertí, con la precisión y agudeza del indio presto al combate, la presencia de un joven cuyo cuello era más largo que el de la jirafa de pies ligeros, y cuyo sombrero de fieltro hendido estaba ornado con una trenza, cual héroe de un ejercicio de estilo. La funesta Discordia de senos de hollín vino con su boca hedionda por desdén del dentrífico; la Discordia, digo, vino a inocular su maléfico virus entre este joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, y un viajero de borroso y farináceo semblante. Aquél dirigióse a éste en los siguientes términos: “¡Oigame, malvado ser, diríase que usted me está pisoteando adrede!” Así exclamó el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero y fue, presto, a sentarse. Más tarde, en la plaza de Roma, de majestuosas proporciones,
reparé de nuevo en el joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, acompañado de un camarada, árbitro de la elegancia, el cual profería esta crítica que me fue dado percibir con mi ágil oído, crítica dirigida a la indumentaria más externa del joven del cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero: “Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”
“Deberías disminuirle el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.” Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
MÉDICO
“con una curiosa elongación traqueal”
Tras una breve sesión de helioterapia, temiendo que me pusieran en cuarentena, subí por fin en una ambulancia llena de casos clínicos. Allí diagnostico un gastrálgico, afectado de gigantismo agudo, con una curiosa elongación traqueal y reumatismo deformante del cordón del sombrero. Este mongólico sufre de pronto una crisis histérica porque un cacoquímico le comprime su tilosis gonfótica; después, tras un cólico biliar, va a calmar sus convulsiones. Más tarde vuelvo a verlo junto al Lazareto, consultando a un charlatán sobre un forúnculo que deslucía sus pectorales.
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
MÉDICO
“con una curiosa elongación traqueal”
Tras una breve sesión de helioterapia, temiendo que me pusieran en cuarentena, subí por fin en una ambulancia llena de casos clínicos. Allí diagnostico un gastrálgico, afectado de gigantismo agudo, con una curiosa elongación traqueal y reumatismo deformante del cordón del sombrero. Este mongólico sufre de pronto una crisis histérica porque un cacoquímico le comprime su tilosis gonfótica; después, tras un cólico biliar, va a calmar sus convulsiones. Más tarde vuelvo a verlo junto al Lazareto, consultando a un charlatán sobre un forúnculo que deslucía sus pectorales.
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
MÉDICO Tras una breve sesión de helioterapia, temiendo que me pusieran en cuarentena, subí por fin en una ambulancia llena de casos clínicos. Allí diagnostico un gastrálgico, afectado de gigantismo agudo, con una curiosa elongación traqueal y reumatismo deformante del cordón del sombrero. Este mongólico sufre de pronto una crisis histérica porque un cacoquímico le comprime su tilosis gonfótica; después, tras un cólico biliar, va a calmar sus convulsiones. Más tarde vuelvo a verlo junto al Lazareto, consultando a un charlatán sobre un forúnculo que deslucía sus pectorales.
“con una curiosa elongación traqueal”
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
MÉDICO
“con una curiosa elongación traqueal”
Tr ra as en pia una un c , te br cl a ua mi ev trá ínic am rent end e se ag lgi os. bu en o q sió ue n ció ud co, Al lanc a, m n o, af lí d ia sub m de Es ant tra co ect iag lle í p e p hel un te e d que n u ado nos na or usi iote e co a c mo el al y na de tico de fin ran c q r c n go u is g o re u e u c bi nfó ími is h ólic rdó um rios giga n aso n c l g n s a i a nt a ne ar tic o ist o s d ti to s. , va a; d le éric suf el smo elo ism c n M o r a s e e o ch al á a o d ga s m p de arl La s ta cal pué pr orq de mb efo a i z m slu tá a rd s m u p re rcía n s reto e v ar s , tra e s e u ron ro. su ob , c uelv us s u u ti n ca to s re on o co n c los pe u su a ct n f lta ve nvu ólic is or or n rlo lsi o ale ún do j os. cu a unlo u Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. qu n e Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
MÉDICO Tras una breve sesión de helioterapia, temiendo que me pusieran en cuarentena, subí por fin en una ambulancia llena de casos clínicos. Allí diagnostico un gastrálgico, afectado de gigantismo agudo, con una curiosa elongación traqueal y reumatismo deformante del cordón del sombrero. Este mongólico sufre de pronto una crisis histérica porque un cacoquímico le comprime su tilosis gonfótica; después, tras un cólico biliar, va a calmar sus convulsiones. Más tarde vuelvo a verlo junto al Lazareto, consultando a un charlatán sobre un forúnculo que deslucía sus pectorales.
Tras una breve sesión de helioterapia, temiendo que me pusieran en cuarentena, subí por fin en una ambulancia llena de casos clínicos. Allí diagnostico un gastrálgico, afectado de gigantismo agudo, con una curiosa elongación traqueal y reumatismo deformante del cordón del sombrero. Este mongólico sufre de pronto una crisis histérica porque un cacoquímico le comprime su tilosis gonfótica; después, tras un cólico biliar, va a calmar sus convulsiones. Más tarde vuelvo a verlo junto al Lazareto, consultando a un charlatán sobre un forúnculo que deslucía sus pectorales.
“con una curiosa elongación traqueal” Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
PROBABILISTA
“Cosa curiosa, lo volví a ver dos horas más tarde mientras escuchaba los consejos de orden indumentario”
Los contactos entre habitantes de una gran ciudad son tan numerosos que no deberíamos extrañarnos si se producen algunas veces fricciones entre ellos, generalmente sin gravedad. He podido asistir recientemente a uno de estos encuentros desprovistos de amenidad que tienen lugar por lo general en los vehículos destinados al transporte colectivo de la región parisina, en la horas de tráfico. No hay nada sorprendente, por otra parte, en lo que he visto, teniendo en cuenta que suelo viajar así. Ese día, el incidente fue de poca monta, pero sobre todo lo que me llamó la atención fue la apariencia y el atuendo de uno de los protagonistas de este drama minúsculo. Era un hombre aún joven, pero con el cuello de una longitud probablemente superior a la media, y cuya cinta del sombrero había sido sustituida por un galón trenzado. Cosa curiosa, lo volví a ver dos horas más tarde mientras escuchaba los consejos de orden indumentario que le daba un compañero con el que se paseaba de arriba abajo, y, con negligencia, diría. Había en este asunto pocas posibilidades de que se produjese un tercer encuentro, y de hecho, desde aquel día, no he vuelto a ver al joven, de acuerdo con las leyes razonables de la verosimilitud.
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
PROBABILISTA
“Cosa curiosa, lo volví a ver dos horas más tarde mientras escuchaba los consejos de orden indumentario”
Los contactos entre habitantes de una gran ciudad son tan numerosos que no deberíamos extrañarnos si se producen algunas veces fricciones entre ellos, generalmente sin gravedad. He podido asistir recientemente a uno de estos encuentros desprovistos de amenidad que tienen lugar por lo general en los vehículos destinados al transporte colectivo de la región parisina, en la horas de tráfico. No hay nada sorprendente, por otra parte, en lo que he visto, teniendo en cuenta que suelo viajar así. Ese día, el incidente fue de poca monta, pero sobre todo lo que me llamó la atención fue la apariencia y el atuendo de uno de los protagonistas de este drama minúsculo. Era un hombre aún joven, pero con el cuello de una longitud probablemente superior a la media, y cuya cinta del sombrero había sido sustituida por un galón trenzado. Cosa curiosa, lo volví a ver dos horas más tarde mientras escuchaba los consejos de orden indumentario que le daba un compañero con el que se paseaba de arriba abajo, y, con negligencia, diría. Había en este asunto pocas posibilidades de que se produjese un tercer encuentro, y de hecho, desde aquel día, no he vuelto a ver al joven, de acuerdo con las leyes razonables de la verosimilitud.
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
PROBABILISTA
“Cosa curiosa, lo volví a ver dos horas más tarde mientras escuchaba los consejos de orden indumentario”
Los contactos entre habitantes de una gran ciudad son tan numerosos que no deberíamos extrañarnos si se producen algunas veces fricciones entre ellos, generalmente sin gravedad. He podido asistir recientemente a uno de estos encuentros desprovistos de amenidad que tienen lugar por lo general en los vehículos destinados al transporte colectivo de la región parisina, en la horas de tráfico. No hay nada sorprendente, por otra parte, en lo que he visto, teniendo en cuenta que suelo viajar así. Ese día, el incidente fue de poca monta, pero sobre todo lo que me llamó la atención fue la apariencia y el atuendo de uno de los protagonistas de este drama minúsculo. Era un hombre aún joven, pero con el cuello de una longitud probablemente superior a la media, y cuya cinta del sombrero había sido sustituida por un galón trenzado. Cosa curiosa, lo volví a ver dos horas más tarde mientras escuchaba los consejos de orden indumentario que le daba un compañero con el que se paseaba de arriba abajo, y, con negligencia, diría. Había en este asunto pocas posibilidades de que se produjese un tercer encuentro, y de hecho, desde aquel día, no he vuelto a ver al joven, de acuerdo con las leyes razonables de la verosimilitud.
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
“Cosa curiosa, lo volví a ver dos horas más tarde mientras escuchaba los consejos de orden indumentario” Los c o tan n ntactos e umer ntre h o prod ucen sos que n abitantes de un algun o deb ment as a e e a uno sin grave veces fr ríamos ex gran ciud i d a c t que t de estos ad. He po ciones en rañarnos d son encu s ienen t d i se r ido a e ello en nado l s al t ugar por tros desp sistir reci s, genera ransp lo ge entem rovis lla ho ne to or ra e parte s de tráfi te colecti ral en los s de ame nte co n v , v viajar en lo que . No hay o de la re ehículos d idad gión nada he vi así. E paris estisto, t sobre sorpr se dí in e a e n t , n i o e e d do lo ndo e l incid ente, a, en cia y q n p e u e n o c e dram l atuendo me llamó te fue de uenta qu r otra e p a min de un suelo l o a c ate am ú el cu ello d sculo. Er o de los p nción fue onta, pe a un ro e una rotag medi la ap ho on a, a lo por u y cuya c ngitud p mbre aún istas de rienro in e n j horas galón tre ta del som bableme oven, per ste n o n t m z orden ás tarde ado. Cos brero hab e superio con r a la ía sid a cur mien o i el qu indument t e se ario q ras escuc osa, lo vo sustituid pase lví a v a haba ue le diría. ab e d lo H se pr abía en e a de arrib aba un co s consej r dos os o a s mpañ aque dujese un te asunto abajo, y, ero c de l día, c on p t o e o n r cas cer ne n las le yes r o he vuel encuentr posibilid gligencia t , azon ables o a ver al o, y de he ades de q cho, ue joven de la de ,d veros imilitu e acuerd sde o con d.
PROBABILISTA
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
Queneau, Raymond. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra. ISBN 9788437606750
Los c o tan n ntactos e umer ntre h o prod ucen sos que n abitantes de un algun o deb ment as a e e a uno sin grave veces fr ríamos ex gran ciud i d ad so c t d rañar a cion d. H que t e estos encu e podido es entre e nos si se ienen entro llos, asist nado lugar ge sd ir s p la ho al transp or lo gen esprovist recientem neralorte c ras d e o ente r s a de l en e o parte , en l tráfico. N lectivo de los vehíc amenidad o que o hay ulos viajar la reg de n h a i sobre sí. Ese d e visto, te ada sorp ón parisin stir ía, el e a, en n t n i o e d d ndo en in cia yLos c o lo qu el atuontac e me cidente fu en cuen te, por ot ra ta dramtan nu endotos e llamó Los c e a o m o de unntre h la at de poca que suel a o e el cuprodmuinúsecru tan n ntactos e m s o b n o o nta ello dcen lo.sEqr ue nde loistapntes ción fue um nt Los c e una la ap , pero Los cprodu erosos q re hambeitdam ente e unaalgl unasa un ohodebe rotad g ontac i o a n c o o u s n g ngit vece mbreríamo nistasgran arient, tan n t tan nmennttaecteons aelguna e nopdoer bua uenysocdueyiu anc ravedaud pros fricc aún sjoextra de ecsiudad umer os entre n e u d n s ríg merosin g tre h vece one ven, ñ aa rad hab osos arn te son mlóonse tesationgsta prod n d. He pboableim q h a p a u r s o i a s u r b t e o r o a v uc qu dnutecseno de s queedad itantefarisccmioátiene erxetnrzaañeneccluisuodm tre epleroocsosni se adbrseordido ensteensu d n d n s . e s e a ment en algun e no d n n o a e H n n o meebnetque ti alugnuanstos e o deboerdpeonaddeousnetsarednelugar rn. oCsosstros dn habsistir periloors, ge as e reíasm enen agsravne ncue eríamdid trm aal gtrraan e elnlpotor lo iasceurieosproía sidroecien a la neralno d m a uno sin grave veceas u lugar ceiusdfarnetlroqsulae o siesntitranscpiieou gene sa, l visto sustteme ho s reaua axve frniconcaiddoinsogsare d t dasrda,csgsen x d r a d i d d a o l s de ituidante p c r t r e s r d s r ñ e a e o c s o eu .H enes tel tran d es a.rnHoesr lodgir ioopnnaessepproavsdaeñatrrániocie raclh qrnute que t oloesncc v a en -aalbean losvo e t peodtlaiedho r o s e o e í t e n l i a fi p t e s s p e m e s s a ienen tos encue equ n i t c . v t , o n i o r vehí íac vem r b e d e o l e o s H e a o o s e r t d r d ida a n r s i a n r t . s e s a n a n i e o e e d c s b t N d d de trá luloesn,t coslee dvoiaajslbeín e e c e l a e e ntnroasd Lpoasrtceansliusg nado o o e lugar o u a l l l u a a n l q e rriebnahi ay na n comregió sejooss does d lons evsouse, hgeeam irsa o, netnatcirar epcoifico. rgoesndeercaptirvooda s al t e t o d p i r s e o e t s d n a r s r n e a d e u h p í b p e a v Noahq sslp-orbode ra lo lae tvaina nl rto a jeslae. Ecsieent ícausluon e stila ho otoqsueernnlotegm ravnisstlpo eropacrisid auyenl a ruengitóedeíam, ensitsodrtaeopls-,otednaijeo, y,scoorpreanñd jau hno rveistto eennetre ras d nsporte c g n e m r t o s r r h o o a e d a e r e n d s s l t s í n r r d n a d h a e n o í e t e visa e p l eian l a, n dn trsá. Essoes qcaom od aqmcpearreislntinecid ic-as p do e neglei nte, a, en o parte yoeslsvaoerh pereleovnu , en l tráfico. N lepcatritveso,rooedbdnerueceteolo ueenmid incau,eenente f osibinli cuen gencp vceoh.ícdíau,eelenecont ivtldbaooais,tdadtlencn fi t o y e e n s i e s dee d h d a t n oq oh m l ind Nuoloh ln viajar olgloun totea,evaldlam ntro, yude de dadesta qu ia, r otra eralamrrdaeozuoenu eícnudlo eanyteloa q ciedbed r s e a u a a q d g s e n p e ó nrcaia e s y e u así. E ue he vis vaiayja e p e a r i d g e s d d b ó g e n o la a e su tíam ióinnúpculreeasnntdaceeusntio- r aoltrjo h oc tid aí. sEolsriantugeranhvne pvaiseritsvmeecellsansa a rad fuoesmd sobre se dí t seo nsm eextprsacau ontqau, e elo fr-ióecalcc cióencho,adm rilsoin. aeiqulu eprdeínaddeoddadoi,ntae,nem o adm adeavdesdrse loasvente urep a, el os,otbernediu ,n e t r d l e o i e l s e ñ o o l o e f t e d a , . n E , n u i e o a u o n o c n e e o H d d e per e a r p e s r u d i a e q i s e n n n n a núto cia y l c, ipdno noosnsnun loimilitrotag cuerdla ad eeunnte ep lo qu ccid iaeyneteuel ecutieeolneleonq do doieant,eyscnuceinó uelonti.cneE homb ud. onis o coparie o tnrefueal,lo dld em e oerno cuuseecsn e tai ,sp pm iedo o o e u l n o l t r s n e e f t m g a ne u t l o c r a d n n e o n t r p e a l r t i a dram l atuendo me lladm f n e a lqlaum add euugnaar e uer uderositsatgiur ytaa cqu las,agpteutrda p ro e aún s nedp raómm oisau,aed nshpd eaósturulo a p ood rlobab d nr gpaolc orneicsiteinnteasdu anre laem ooem joven de este loonrglio l s c r i t y p e e a a e a a r b n a t l c o u a e e o i el cu minúscu e unoedl ec la a m ó a r n n lem ho tera losom ,p p rn dep n óenvaiúsn td ne r o stedm t nm dtaet,ug e eeln lo el upohroura núcsaiceóunuloyfsua rorab tteoancd lp ste brero ente sup ero con laescbnilm oe . eEcorlian veeennnaz,tam,dp ásfuteoajso s rop oele phloaeosrlrltoeprdonestagud one. rC medi lo de una . 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Ceo toesado rde m des derid , y deia o b l s ables o a veor radlenori,anyzdodneatab i t r í d a a u v a o e d h c s i la e q co lecsh entrarqaulejo urios hech. ido su de la el qujoven umene lae s escvuecn, dea, lo voo, des stiutueid n veros e se p, de a tardoioe, d d l a h v diría. imilitu aseacuerdqusevdeleerosim e a í a c b o d ilit ba lo uerd a ve H d se pr abía e. n e a de acrroibn aba uund.co s conosecjonr dos os de oduje a aba ste a mpañ su se jo a e
PROBABILISTA “Cosa curiosa, lo volví a ver dos horas más tarde mientras escuchaba los consejos de orden indumentario”