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Hospital Regional “Adolfo López Mateos

Hospital Regional “Adolfo López Mateos”: Medio siglo de velar por la salud de la población

Pandemia Covid-19 el reto más grande de su historia. Se cuenta con profesionales de muy alto perfil: Valentín Herrera Alarcón E

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l 17 de noviembre de 2020, el Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” cumplió medio siglo de velar por la salud de la población derechohabiente del ISSSTE, esta vez afrontando el reto más grande de su historia: contribuir a la atención de la pandemia Covid-19 integrado a 113 unidades hospitalarias del Instituto y, con sus puertas abiertas a toda la población.

Y es que a decir de su Director, Valentín Herrera Alarcón, esta emergencia sanitaria de alcance global no admite tregua. Lo estamos viviendo en el segundo repunte de casos que ha llevado a la Ciudad de México

y al Estado de México al semáforo rojo y ha puesto a prueba la capacidad de reacción para reorganizar y adaptar los recursos disponibles, con el fin de atender y contener la enfermedad por el virus SARS CoV-2, declaró.

La pandemia ha implicado grandes retos, no sólo físicos o de infraestructura, sino personales y humanos.

Convertir, reconvertir y desreconvertir una unidad hospitalaria de tercer nivel, dijo, ha requerido un gran esfuerzo, todo un protocolo de diseño multidisciplinario en el que el trabajo en equipo y la coordinación intrainstitucional e interinstitucional han sido fundamentales.

Sostuvo que los retos humanos han sido los más grandes, porque el personal de primera línea en la atención al paciente, ha estado incondicionalmente al frente del manejo médico integral para aminorar los riesgos y salvar vidas, incluso exponiendo su integridad física y emocional.

Claro ejemplo de ello, agregó, es el personal que ha perdido la batalla de la vida ante esta situación, "a quienes hemos expresado nuestro más amplio respeto y reconocimiento a su memoria". ”También exaltamos la valiosa colaboración del equipo de salud que va por 11 meses de trabajo ininterrumpido y entra al 2021 sobreponiéndose al cansancio mental y físico, pues en apoyo al personal con factores de riesgo contra el Covid-19, han asumido mayores cargas de trabajo

Dr. Valentín Herrera Alarcón

con una clara responsabilidad profesional, ética y humanitaria”, enfatizó el Director Herrera Alarcón.

Buscamos siempre, puntualizó, tomar las mejores decisiones con los recursos y la infraestructura disponibles al momento, para aminorar los costos humanos en la salud pública, tanto los relacionados al Covid-19 como el resto de problemas de salud de la población derechohabiente, cuya atención se ha visto limitada o postergada.

Sin embargo, explicó, hemos priorizado y mantenido la atención de las urgencias médicas y gineco-obstétricas e incrementado la atención de urgencias quirúrgicas. La cirugía oncológica y las quimioterapias no han parado; los servicios de hemodiálisis se reequiparon con 13 nuevas máquinas y sillones terapéuticos y se ha proporcionado el tratamiento a los pacientes de manera ininterrumpida.

Pionero de la seguridad social en México, el Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” ha evolucionado en su historia para responder a los retos demográficos y epidemiológicos de las diferentes épocas, al incorporar los avances tecnológicos diagnósticos y terapéuticos para ponerlos al servicio de las familias derechohabientes y, en el caso de emergencias nacionales como los terremotos del 19 de septiembre de 1985 y de 2017 y ahora la pandemia por el Covid-19, ha puesto sus recursos al servicio del pueblo.

En 1970 inició sus actividades como Hospital General con 41 especialidades y daba servicio a una población de 93 mil derechohabientes.

Hoy arriba al 2021 convertido en Hospital Regional de alta especialidad con 68 especialidades y subespecialidades, 252 camas censables, ocho quirófanos, una plantilla de 2030 recursos humanos, de los cuales 456 son médicos y 801 de enfermería, quienes brindan cobertura a un millón 288 mil 222 afiliados.

Entre los principales equipos con los que cuenta figuran dos tomógrafos multicortes (uno de ellos de 64 cortes), tres mastógrafos digitales, sala de hemodinamia, arco en C para intervenciones, 10 ultrasonidos, 63 ventiladores, dos sistemas de archivo y comunicación de imágenes y una terminal de Telemedicina.

Sus fortalezas: código mama, hemodinamia, cirugía plástica reconstructiva, trasplantes de córnea y puntero en investigación científica

En 2019 su productividad anual fue de: 219 mil 282 consultas otorgadas, 11 mil 779 cirugías, 92 mil 207 atenciones de urgencias, 15 mil 353 egresos hospitalarios, cinco mil 990 quimioterapias y 14 mil 400 terapias de hemodiálisis.

Entre sus grandes fortalezas están el contar con un centro referencia nacional de patología de mama, ser el hospital del ISSSTE con mayor experiencia en trasplantes de córnea; contar con destacados servicios de cardiología, hemodinamia y cirugía pediátrica, ser puntero en investigación científica traslacional y especialmente contar con un equipo de especialistas médicos de muy alto perfil profesional.

El Director del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” enfatizó que dirigir este nosocomio en sus cincuenta años de servicio en medio de la pandemia por el coronavirus, es una experiencia fuerte que nos reta en circunstancias difíciles a sacar lo mejor de nosotros.

Jonas Salk, el médico que venció a la poliomielitis

E

l presidente de Estados Unidos, Franklin Delano

Roosevelt, sobreviviente de polio, dedicó especial atención a las investigaciones contra esta temible enfermedad. En los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, la causa se hizo más urgente ya que la epidemia empeoró y, en 1952, alcanzó su máximo punto en Norteamérica, año en que se registraron unos 58 mil casos.

Al cabo de un tiempo, se verificó que el grupo tratado con la vacuna Salk había desarrollado una mayor defensa ante el ataque de la poliomielitis, pues se presentaban en él menos casos de dicha enfermedad que en el grupo testigo tomado como término de comparación.

Apoyado por la organización March of Dimes, el doctor Jonas Salk avanzó en su búsqueda de una vacuna elaborada con virus muertos y, en el verano de 1954, ya pudo llevar a cabo una prueba en todo el país, con una versión experimental de la vacuna, el mayor ensayo jamás realizado. Sus sujetos de ensayo fueron alrededor de dos millones de niños, entre ellos los tres hijos de Salk, a quienes sus padres propusieron como voluntarios para participar en la prueba.

Ante tales resultados, el servicio de salud de Estados Unidos autorizó la fabricación y uso de esta vacuna, pronto difundida por todo el mundo.

Posteriormente han sido descubiertos otros procedimientos, algunos de ellos aplicados por vía oral con mucho éxito, como en 1960 Albert Sabin, que en su vacuna utilizó formas debilitadas del virus para implantar una infección inofensiva en los pacientes y de esta manera crearle inmunidad.

En 1957, primer año en que se aplicó la vacuna ampliamente, el número de casos de polio disminuyó a cinco mil. En 1960 hubo apenas tres mil. El último caso de polio virus salvaje en Estados Unidos se registró en 1979 y, en América Latina, en 1991. En 1994, después de una generación de vacunaciones contra la polio, toda la región de las Américas fue declarada libre de polio.

El eminente epidemiólogo Thomas Francis, de la Universidad de Michigan, supervisó la vacunación masiva y el 12 de abril de 1955 anunció: “La vacuna funciona. Es inocua, eficaz y potente”. A partir de ese histórico día, la vacuna Salk se convirtió en parte del arsenal de los pediatras para luchar contra la poliomielitis. Se administraron más de 450 millones de dosis en los primeros cuatro años de la vacuna.

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