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Hepatitis, enfermedad común del hígado
Hepatitis,
enfermedad común del hígado
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us causas pueden ser infecciosas, como las hepatitis virales, o no infeccionas, que se dan por el consumo de bebidas alcohólicas, obesidad, S enfermedades autoinmunes, fármacos, reacciones alérgicas, entre otros.
Para diagnosticar la hepatitis, su médico le preguntará sobre su historia familiar y sus síntomas, le hará un examen físico y solicitará un análisis de sangre: Dr. Aczel Sánchez Cedillo, cirujano especializado del ISSSTE.
La hepatitis es una infección del hígado sumamente contagiosa causada por el virus de la hepatitis A. Es uno de varios tipos de virus de hepatitis que causa inflamación y afecta al funcionamiento del hígado.
Es probable contraer hepatitis por ingerir alimentos o agua contaminados, o por el contacto directo con personas u objetos infectados. Los casos leves de hepatitis no necesitan tratamiento. La mayoría de las personas infectadas se recuperan por completo sin daños permanentes en el hígado. Una de las mejores maneras de protegerse contra la hepatitis es practicar una buena higiene y lavarse las manos con frecuencia.
semanas. Sin embargo, no todas las personas con esta infección lo manifiestan. Los signos de hepatitis pueden comprender la fatiga, náuseas y vómitos repentinos, dolor o malestar abdominal, especialmente en la parte superior derecha debajo de las costillas inferiores (en la zona del hígado), evacuaciones intestinales de color arcilla, pérdida de apetito, poca fiebre, orina de color oscuro, dolor articular, color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia) y comezón intenso.
Las causas y propagación del virus de la hepatitis se da por comer alimentos manipulados por alguien con el virus que no se lavó bien las manos después de ir al baño, beber agua contaminada, comer mariscos crudos provenientes de aguas residuales contaminadas y estar en contacto cercano con una persona infectada, incluso si esa persona no manifiesta signos ni síntomas
En raras ocasiones, la hepatitis puede causar pérdida repentina de la función hepática, sobre todo, en adultos mayores o en personas con enfermedades hepáticas crónicas. La insuficiencia hepática aguda requiere hospitalización para su supervisión y tratamiento y hasta puede necesitar un trasplante de hígado.
Por lo anterior, de acuerdo con el Coordinador Nacional de Trasplantes de Órganos y Tejidos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Aczel Sánchez Cedillo, cirujano especializado “hasta el día de hoy se han realizado con éxito un total de 15 trasplantes hepáticos en la institución, de los cuales dos han sido por urgencia nacional”.
Por su parte, el Director General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Luis Antonio Ramírez Pineda, señaló que a partir de diversos tratamientos se ha logrado que más de 2 mil pacientes sometidos a trasplante de órganos o tejidos estén vivos y atendidos en los hospitales del organismo.
Asimismo, Ramírez Pineda, agradeció a las familias de los donantes su altruismo y generosidad. Reconoció la labor del personal de salud que participa en los comités de donación y trasplantes, quienes anteponen el bien superior de salvar vidas y están disponibles las 24 horas de los 365 días del año.
La hepatitis puede comenzar y mejorar rápidamente. También puede volverse una enfermedad prolongada. En algunos casos, puede llevar a daño hepático, insuficiencia hepática, cirrosis o incluso cáncer de hígado; para evitar lo anterior, el Instituto recomienda a sus derechohabientes acudir periódicamente con su médico familiar y seguir adecuadamente las indicaciones para prevenir cualquier síntoma del virus.