“PROGRAMA PARA LA PREVENCIÓN DE VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO EN ADOLESCEN TES”
PRESENTACIÓN
La violencia en las relaciones de noviazgo se define como todo ataque intencional de tipo sexual, físico o psíquico, de un miembro de la PAREJA contra el otro en una relación de noviazgo con el objeto de controlar o dominar a la persona. Una relación con estas características suele denominarse noviazgo violento. Esta temática se inscribe dentro de la violencia en las relaciones de PAREJA pero se limita típicamente a parejas no convivientes, sin hijos en común, no unidas por lazos económicos o institucionales, generalmente adolescentes o adultos jóvenes. En el caso de parejas heterosexuales, se inscribe dentro de la violencia de género y especialmente de violencia contra la mujer. El concepto se ha forjado como temática de estudio específica por ser un precursor de la violencia en el contexto de un matrimonio. Esto es, estudiando los orígenes de la violencia en PAREJAS casadas,
en general mucho más grave y evidente, se llega a la conclusión de que ésta proviene de una violencia más sutil e invisibilizada en la época de noviazgo. Los esfuerzos de los especialistas orientados hacia la prevención de la violencia doméstica se orientan, en parte, hacia la detección de las primeras señales de violencia que se manifiestan en esta primera época de vida de la pareja.
después se pasa a la física y luego a la sexual. Otra razón para darle importancia al tema es que es en la adolescencia cuando se aprenden las pautas de interacción que luego se extienden a la edad adulta.De aquí que si un adolescente solo vive relaciones violentas, las naturalizará y serán las únicas que tendrá en toda su vida.
Los estudios realizados indican: - La edad en que son más vulnerables a la violencia es en la adolescencia. - Es una situación que se mantiene en silencio porque la gran mayoría considera que son conductas normales, que no aumentarán y no se atreven a denunciar.
Según la Organización Mundial de
- Es más común que la ejerzan los hombres, sin embargo las mujeres también utilizan formas de control como la manipulación y el chantaje.
la SALUD , 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo. Por otro lado muchas de las mujeres que son maltratadas durante el
- Puede darse al poco tiempo de iniciar el noviazgo, después de algunos meses o años y seguramente continuará en caso de que lleguen a casarse. - Esta situación se da en todos los estratos sociales aunque es mayor en las áreas urbanas.
- Una pareja violenta es muy probable que tenga antecedentes de violencia en su familia y su conducta no cambiará espontáneamente. - Inicia con la violencia psicológica
matrimonio vivieron violencia en el noviazgo. En nuestro país el 76 por ciento de los mexicanos de entre 15 y 24 años con relaciones de PAREJA , han sufrido agresiones psicológicas, 15% han sido víctima de violencia física y 16 por ciento han vivido al menos una experiencia de ataque sexual.
relaciones de PAREJA 1.6 Clasificación de la violencia contra las mujeres en las relaciones de noviazgo 1.6.1. Control 1.6.2. Aislamiento 1.6.3. Celos 1.6.4. Acoso 1.6.5. Denigración 1.6.8. Indiferencia afectiva 1.6.9. Amenazas
1.6.10. Violencia sexual CONTENIDO TEMÁTICO CONTENIDO: UNIDAD I. Antecedentes de la violencia en el noviazgo 1.1-Qué es la violencia en el noviazgo 1.2 Tipos de violencia en el noviazgo
UNIDAD II. Clasificación de violencia en el noviazgo 2.1 ¿Qué tanta aceptación tiene la violencia en el noviazgo en la sociedad? 2.2 Como evitar la violencia en el noviazgo 2.3 Características observadas en los varones
1.3 Construcción social: “femenino/masculino”
2.4 Características en las mujeres
1.4 Ciclo de la violencia en el noviazgo
2.5 Como surge la violencia en el noviazgo
1.5 Dificultades de las jóvenes para percibir la violencia en sus
2.6 ¿Qué hacer si sufro violencia?
2.7 Teorías y modelos explicativos de la violencia en el noviazgo 2.7.1 Teoría del aprendizaje social 2.7.2 Teoría del apego 2.7.3 Teoría feminista 2.8 Programas preventivos en las relaciones de noviazgo 2.8.1 Programas de prevención 2.8.2 Programas prevención: agresión sexual
de
MODULO I Antecedentes de la violencia en el noviazgo Objetivo: * Concientizar y sensibilizar a los/las jóvenes y adolescentes acerca de los signos y conductas que diferencian a un noviazgo saludable, responsable y basado en la equidad, de un noviazgo con violencia, basado en el poder y control. * Brindar herramientas para el abordaje de la temática, a partir de una aproximación a la realidad de los y las adolescentes. Orientar a cerca de las redes de contención y abordaje de la problemática.
1.1-Qué es la violencia en el noviazgo La violencia se da en algunos noviazgos adolescentes; porque se hacen presentes las inseguridades y necesidades de aprobación, es común encontrar relaciones donde la mujer deposita su confianza a la PAREJA esperando recibir aprobación y compañía por parte de él. Cuando existe un interés y cariño sincero siempre se buscará el bien de la otra persona; el respeto es un valor que debe estar presente en distintos aspectos como lo son las ideas, la toma de decisiones, opiniones, gustos, hábitos costumbres, entre otras cosas.
La mayoría de los jóvenes sienten que sus PAREJAS no respetan sus hábitos ni costumbres, así como tampoco toman en cuenta sus opiniones; es decir, el respeto es un valor que no se encuentra del todo en los noviazgos adolescentes actuales. Es tan marcada la falta que hace el respeto en las relaciones, que la mayor parte de los adolescentes se ven influenciados por sus parejas al momento de tomar una decisión; lo que significa perder la individualidad, incluso la fidelidad hacia uno mismo. La violencia en el noviazgo es violencia de género. La violencia en el noviazgo se registra tanto entre adolescentes como entre jóvenes en edad universitaria, con una tendencia a incrementarse conforme el noviazgo se prolonga o se hace
entre los jóvenes es que carecen de mayor experiencia en relaciones de pareja. Los jóvenes se encuentran en una etapa de maduración hacia la plena adultez, lo cual explica que en ocasiones tenga dificultad para comunicarse, para identificar y formular sus sentimientos, manifestar cariño, manejar las disoluciones y enfrentar los problemas; lo cual recurren a mecanismos inadecuados para expresarse, tales como el abuso emocional o físico como medio rutinario para mantener relaciones y de sugerir intimidad. La violencia en el noviazgo enmarca un estilo caracterizado por mucha violencia superficial o aparente; Ello contribuye a una percepción de que las agresiones son simple juego y bromas.
más serio, o bien en la medida en que este se establece a mayores edades. Los patrones de violencia entre los jóvenes aparecen menos diferenciados por género, lo que sugiere que la conducta abusiva no ha adoptado todavía un patrón igual que los adultos; En esta etapa de la vida y en el marco de relación hay una ausencia de elementos que tradicionalmente otorgan mayor poder al hombre que a las mujeres, lo que facilitaría una relación más igualitaria. Los jóvenes varones tienden a percibir que tienen menos poder que sus parejas; Lo cual el intento expreso de controlar no es exclusivo ni predomina en la característica del varón. Un rasgo en la violencia
1.2 Tipos de violencia en el noviazgo La violencia en las relaciones de noviazgo, en la actualidad, es entendida como un fenómeno
conformado por múltiples elementos, por lo que, desde el ámbito de la prevención es un reto conseguir un modelo integrador de todos los factores que de una forma u otra pueden contribuir no sólo a su mantenimiento sino a su inicio.
homicidio. Este tipo de agresiones generalmente dejan marcas visibles en el cuerpo; sin embargo, pueden no dejar evidencias, y aun así se considera violencia física.
La revisión que se presenta a continuación se centra en todos aquellos factores que han sido recogidos más frecuentemente por la literatura y que hacen referencia a la conformación de la violencia en el noviazgo de manera exhaustiva y profunda. *Violencia psicológica: Se trata de cualquier acción, comportamiento u omisión intencionada que dañe la estabilidad psíquica y/o emocional de la persona la cual produce sufrimiento y pretende ser una medida de control. Amenaza la integridad o el desarrollo de la persona; puede ejercerse mediante insultos, infidelidad, tortura psicológica, silencio prolongados, humillaciones pública o privadas, chantaje, degradación, aislamiento de familiares o amigos, amenazas, falta de reconocimiento de cualidades personales, gritos, desprecios, castigos y amenazas de abandono, entre otras. *Violencia física: Es el uso de la fuerza para intimidar, controlar o forzar a la persona a hacer algo en contra de su voluntad y que atenta contra su integridad física. Puede incluir inmovilizaciones, empujones, jaloneos, nalgadas, cachetadas, pellizcos, rasguños, intentos de asfixia y ahorcamiento, golpes con la mano y con objetos diversos, patadas y quemaduras, heridas por arma de fuego o armas punzo cortantes; y en grado extremo el
*Violencia sexual: Es toda acción ejercida contra una persona que conlleva el uso de la fuerza; el chantaje, el soborno, la intimidación o la amenaza para realizar un acto sexual o acciones sexualizadas no deseadas. Las mujeres suelen no tomar en cuenta este tipo de violencia ya que piensan que es su obligación mantener relaciones sexuales con su pareja aunque no quieran, argumentando que la “supuesta naturaleza masculina” debe ser satisfecha sin que la mujer oponga resistencia. Con frecuencia consideran que los hombres tienen ciertas necesidades que las mujeres no tienen. Este tipo de abuso suele ir acompañado de violencia tanto física como emocional.
Se considera como tal, la discriminación o imposición vocacional, la regulación de la fecundidad o la inseminación artificial no consentidas, la prostitución forzada, la pornografía infantil, la trata de niñas y mujeres, la esclavitud sexual, el acceso carnal violento, las expresiones lascivas, el hostigamiento sexual, la violación, los tocamientos libidinosos sin consentimiento o la degradación de las mujeres en los medios de comunicación como objeto sexual. *Violencia de género: Toda agresión ejercida contra una mujer, esto significa que está directamente vinculada a la desigual, distribución del poder y a la dinámica en las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres en nuestra sociedad, que reproducen la desvalorización de lo femenino y la obediencia a lo masculino. La diferencia a este tipo de violencia y
otras formas de agresión y dominación es que el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el sólo hecho de ser mujer. 1.3 Construcción social: “femenino/masculino” La violencia tiene causas sociales y culturales, principalmente, la forma diferencial en que se educa a la mujer y al hombre, ya que a través del proceso de socialización se programa al hombre para ser rudo, fuerte, decidido, agresivo y manifestar coraje, mientras a la mujer se le enseña a ser sumisa y dependiente del hombre. Así, el
hecho de que los jóvenes hayan vivenciado este tipo de violencia en sus hogares puede tener como efectos: creer que la violencia es algo natural que tienen que llamarte la atención si te estas portando mal; en el caso de niñas y jóvenes, aprender que la victimización es inevitable y nadie puede ayudarles a resolver ese patrón; emplear la violencia como la técnica más efectiva para resolver problemas en la escuela, con los grupos de pares y con su familia. Debido a este tipo de crianza y aprendizaje, no es extraño en nuestra sociedad que un gran número de mujeres adolescentes o jóvenes sean golpeadas, amenazadas y humilladas por sus novios. Por su lado, una joven puede ceder a la presión del grupo e intentar cumplir con las prescripciones del rol de género femenino tradicional: creer que puede cambiar al hombre que ama, sentirse culpable por los
problemas y responsable del funcionamiento de la relación, pensar que jamás encontrará otro novio; todo ello la pondrá en riesgo de involucrarse en relaciones potencial o abiertamente violentas.
1.4 Ciclo de la violencia en el noviazgo Uno de los aspectos más importantes que debemos conocer es que la violencia desaparece y reaparece en diferentes momentos. Primero se “acumula mucho malestar” y se producen roces permanentes entre los miembros de la pareja; después ocurre el “acto más violento”, en el que explota todo ese malestar y se produce la mayor agresión, que puede ser física o verbal. Finalmente, se genera una situación llamada “luna de miel”, en la que el agresor se arrepiente, pide disculpas y le promete que nunca más volverá a violentarla. Pasado cierto tiempo, este ciclo vuelve a repetirse. 1. La acumulación del malestar también se llama “fase de acumulación de tensión”. Se caracteriza por su cronicidad y está dominada por lo que se conoce como “maltrato psicológico”. En esta forma de maltrato el hombre ridiculiza a la mujer, ignora su presencia, no presta atención a lo que ella dice, se ríe de sus opiniones, la corrige en público, la ofende criticándole el cuerpo, le pone sobrenombres , etc. Estas conductas producen un efecto en la víctima, provocando un progresivo debilitamiento de sus defensas psicológicas. De hecho, hay veces que no se llega a tener un episodio agudo de violencia pero se vive en un constante clima de maltrato.
2. La explosión del malestar origina el “episodio agudo de violencia”. Suele ser físico, pero también puede ser sólo verbal. El tipo de violencia física es muy variable y puede ir desde un pellizcó hasta el homicidio. Es común que en pleno episodio de violencia el hombre obligue a la mujer a mantener relaciones sexuales. Por lo general, antes de estos episodios el agresor aumenta la intensidad de la agresión, acusaciones, denigración, insultos y amenazas, y va creando un clima de miedo constante en la agresión, acusaciones, denigración, insultos y amenazas, y va creando un clima de miedo constante en la víctima. Los tiempos entre cada episodio agudo son variables e impredecibles. A veces los episodios de violencia física sobrevienen a diario, otras veces nunca llegan a la violencia física, incluso pueden pasar años entre un episodio de violencia física y otro. Lo importante es que si ha habido episodios de violencia física lo más probable es que vuelva a haberlos. Debemos tener en cuenta que el hecho de que los episodios agudos de violencia sean poco frecuentes no implica, necesariamente, que el grado de maltrato sea menor, ya que lo más probable es que exista mayor tiempo de acumulación de tensión en la que predomina el maltrato psicológico. 3.- El momento del arrepentimiento o “luna de miel” es clásico. El agresor pide perdón, se comporta
en forma cariñosa y hace todo lo posible para convencer a la víctima de que no volverá a tener este tipo de conductas. Entonces en este momento, la mujer recuerda los aspectos que la enamoran de él cuando no es violento, y se reconcilian. Luego, en un clima más amigable, puede incluso ocurrir que ambos encuentren excusas para justificar la violencia y que ella se culpe de haberle fallado.
1.5 Dificultades de las jóvenes para percibir la violencia en sus relaciones de pareja La adolescencia es un periodo en la vida de una persona lleno de cambios y nuevas experiencias. Frecuentemente las chicas tienen sus primeros acercamientos al sexo masculino, sus primeras relaciones, los primeros desengaños, las primeras reconciliaciones, la adolescencia es un momento de despertares y nuevas experiencias. Los sentimientos son extremos e
intensos, se quiere apasionadamente, se confía ilimitadamente en las buenas intenciones de los demás, siempre que los demás no sean sus padres y otros adultos, frente a los que se están afirmando.” Efectivamente, la adolescencia es un periodo de rebeldía y de afirmación frente al mundo de los adultos. También es un periodo donde el pensamiento abstracto y la capacidad de anticipar consecuencias apenas ha empezado a desplegarse, y los comportamientos impulsivos e inmaduros están muy presentes. Estas características han de ser tomadas en cuenta a la hora de entender la situación de las chicas en sus primeras relaciones de pareja. “la confianza en los demás, la necesidad de compañía y la búsqueda de la propia identidad, las primeras experiencias de amor y las primeras experiencias sexuales ligadas a los valores en los que creen, hacen que la violencia de género en la adolescencia tenga unas características tan especiales”. Por otra parte, se puede afirmar que la violencia es comúnmente un fenómeno asociado a la juventud. Así, las tasas de agresión más altas se dan en los individuos de edades comprendidas entre los 20 y los 24 años, empiezan a incrementarse a los trece años y tienen su cota máxima en los años que preceden y siguen a la edad de los 20 años. Sobre estos hechos, aunque puede
resultar tentador argumentar que los cambios hormonales que se producen en cada edad explican la violencia, los factores sociales son muy influyentes. Además de ello, se ha encontrado que la violencia en la adolescencia se ve facilitada por la impulsividad propia de este periodo evolutivo, así como por la existencia de determinadas creencias. Por ejemplo, se ha detectado la opinión, entre los varones, de que algunas chicas prefieren ser tratadas con dureza. Asimismo, se detectó que el consumo de pornografía contribuía a distorsionar los deseos femeninos, animando a los jóvenes a utilizar la violencia en sus relaciones sexuales. Por otro lado, los celos, que constituyen el motivo más frecuente de agresión entre las parejas jóvenes y otros comportamientos destinados a ejercer el control de las chicas, suelen ser considerados una muestra de amor. Estas creencias son ejemplo de cómo la violencia en estas edades adquiere unas características diferenciales. Por último, no está de más recordar, que las jóvenes, al igual que las mujeres de mayor edad, pueden tener dificultades para darse cuenta de la situación en la que están inmersas. La dependencia afectiva, la negación de la situación, la tendencia a auto inculparse de lo que ocurre en la pareja, la baja autoestima, o el aislamiento, también son factores que pueden estar presentes en las chicas jóvenes y que dificultan la detección de la violencia. Sin embargo, el
perfil diferencial estaría en que las mujeres jóvenes viven en una sociedad que se presupone más igualitaria, con más derechos y libertades, con menos limitaciones que la de sus madres y la de sus abuelas. Las chicas jóvenes viven en una sociedad que públicamente condena la violencia de género, violencia que ellas mismas condenan. Por ello, al descubrirse como protagonistas de una situación que siempre han rechazado sienten vergüenza y mucha confusión. Se afirman que existen ciertas características asociadas a la juventud de estas chicas que las coloca en una situación de riesgo de cara a percibir los primeros comportamientos abusivos en una relación de pareja. En ese sentido, el cambio de actitudes, valores y estereotipos durante esta etapa y especialmente durante las primeras relaciones de noviazgo puede repercutir durante las posteriores relaciones entre. En un sentido preventivo, el cambio de actitudes y valores en la adolescencia y en la juventud favorecería el establecimiento de relaciones afectivas sanas y evitaría el aumento o cronificación de conductas abusivas en una relación ya establecida.
sexualidad, economía, capacidad decisoria, etc.).
1.6 Clasificación de la violencia contra las mujeres en las relaciones de noviazgo 1.6.1 Control El control es una de las manifestaciones violentas más referidas hacia las chicas jóvenes. Principalmente se manifiesta en una vigilancia constante de todas las cosas que la chica hace. Las amistades con las que sale, sus horarios, su forma de vestir, su peinado o maquillaje, las actividades
que realiza, el dinero que tiene, los sitios dónde va o las personas con las que está en cada momento, deben ser explicados con todo detalle, el control puede ejercerse sobre cualquier aspecto de la autonomía de la persona a la que se busca subordinar (pensamiento,
Con los avances de las nuevas tecnologías, el control es más sencillo todavía. El teléfono móvil se ha convertido en la herramienta que más facilita el control por parte de los chicos de lo que hace su pareja. Una sencilla forma de tener localizada en el momento deseado a su novia, saber dónde está y qué está haciendo a través de una simple llamada o mensaje. Pero además de esta posibilidad de mantener localizada a la chica, la vigilancia de las llamadas que ellas realizan o reciben, de los mensajes o de su correo electrónico son hechos muy referidos actualmente. El control puede implicar que los chicos exijan explicaciones y pretendan conocer lo que ellas hacen en todo momento, o se manifiesta mediante prohibiciones directas o imposiciones, tales como elegir los estudios que debe realizar, los amigos que debe tener, prohibirle vestir de cierto modo o decidir las actividades que realizan juntos o las reglas de la relación. El objetivo de este comportamiento es vigilar lo que hace con la idea de dominarla y mandarla.
6.1.3 Celos
6.1.2 Aislamiento El objetivo del aislamiento es impedir que la chica tenga vida social, o que trabaje, y que, de este modo, sólo tenga relación con él. Para ello, el chico irá aislándola progresivamente de su familia, o de sus amigos y amigas, o suprimirá el teléfono móvil o el. Tratándose de chicas jóvenes y teniendo en cuenta la importancia que el grupo de iguales tiene para ellas, es probable que trate de aislarla más concretamente de sus amistades, impidiéndole que se relacione con ellas, o mediante críticas, insinuaciones o mentiras acerca de ellas y ellos, para que ella termine poniéndose en su contra.
La sospecha constante de las actuaciones de la novia, o las atribuciones de una intención sin fundamento se manifiestan en el comportamiento celoso. Hemos visto que en los estudios se muestra con frecuencia, que el comportamiento de celos es considerado una muestra de amor .Sin embargo, también es el motivo más frecuente de agresiones en parejas, y se considera el motivo más habitual de los homicidios. Así, el chico puede ponerse celoso cuando a ella le llaman por teléfono, puede mostrarse molesto porque considera que ella coquetea con otros, responsabilizarla por comportarse de forma provocativa, o incluso acusarla de salir o verse con otros chicos. Los celos suelen ser referidos como un factor de riesgo añadido a la violencia. Sin embargo, es posible conceptualizar a los celos como un comportamiento violento hacia la chica si tenemos en cuenta que este comportamiento parte de una desigualdad y desequilibrio de poder: la persona celosa, se siente poseedor absoluto y exclusivo del otro miembro de la pareja. Esta actitud no supone, por fuerza, reciprocidad; el celoso puede permitirse para sí libertades de las que no toleraría al otro la milésima parte. Así, los celos se definen como una reacción de malestar ante lo que se percibe como una
amenaza (sea o no real) para la relación de pareja, siendo uno de sus principales componentes el afán de posesión.
igualmente durante la relación, al igual que el control. |
Este argumento, junto con la abundante presencia del comportamiento celoso en las agresiones de parejas jóvenes nos motivaron a incluirlo como una categoría más de violencia.
6.1.5 Denigración 6.1.4 Acoso La principal estrategia de acoso consiste en vigilar a la chica, seguirla por la calle, acosarla por teléfono, esperarla a la salida del trabajo. El acoso se ha considerado frecuente cuando termina la relación y el chico intenta que vuelva siguiéndola a todas partes, insistiendo mediante demostraciones de amor o regalos, o llamándola continuamente. Sin embargo, no se trata de algo presente exclusivamente ante una ruptura, sino que este comportamiento, de forma sutil o soterrada puede manifestarse
En este caso se trata, ante todo, de atacar la autoestima de la persona, demostrarle que no vale nada mediante desvalorizaciones constantes, críticas, frases despectivas. Así, el chico puede decirle que lo hace todo mal, que es una torpe, criticar su forma de pensar, de comportarse o su aspecto, compararla con otras chicas, etc. Se trata de desacreditar lo que hace, lo que es, desprestigiar sus capacidades, criticarla. Además, puede manifestarse indirectamente mediante el ataque a su familia, sus amigos o sus valores. Una forma particular de denigración es burlarse
o hablar groseramente o en términos agraviantes sobre las mujeres en general, o, en otro sentido, atacar lo “femenino” de su compañera, su capacidad de ser una mujer atractiva.
frecuentemente se realiza en público, con el objetivo de que ella se sienta mal, o avergonzada.
6.1.7 Manipulación emocional 6.1.6 Humillaciones Las humillaciones o ridiculizaciones indican que no se respeta a una persona. El desprecio y la humillación se puede manifestar mediante burlas, reproches utilizando lo que conoce de la vida de su novia, revelando información que la desacredite, riéndose de ella delante de sus amigos o amigas, insultándola o haciendo escándalos por algo que ella dijo, o hizo. A menudo estas humillaciones poseen un contenido sexual, y se muestran relacionadas con defectos que la chica tiene, los cuales se exageran en tono de burla para hacerla sentir descalificada. Así como la denigración suele implicar un insulto privado, la humillación
La manipulación emocional, o también llamada, chantaje emocional es una forma de manipulación muy poderosa en la cual las personas cercanas y afectivas nos amenazan, directa o indirectamente, con castigarnos de alguna manera si no hacemos lo que ellos quieran. Por tanto, se trata de un acto de violencia psicológica que se puede manifestar de varias formas. Así, el chantaje se puede realizar de forma castigadora, utilizando la ira y la agresividad (ej: si no haces lo que quiero, te dejo), pero también al contrario, mostrando lo que a él le puede pasar si ella no hace lo que quiere (ej: si me dejas, me suicido). También puede tratarse de un
chantaje victimista induciendo sentimientos de lástima (ej: sufriré por tu culpa, te da igual lo que a mí me pase, siempre he tenido una vida infeliz) o incluso de forma seductora, realizando promesas de amor o dinero si la chica se comporta como él quiere. Otra forma de manipulación frecuente es el hecho de ponerle trampas para ver si ella le engaña, para averiguar si miente o si de verdad le quiere. En suma, se trata de provocar un sentimiento de culpa en ella, y de presionar y controlar sus conductas e intimidarla para que ella termine haciendo lo que él quiere.
se manifiesta en la negación de sus propios errores, la falta de disculpas ante los mismos, al no expresar ni hablar acerca de lo que piensa o siente, al no mostrar responsabilidad sobre la relación o sobre lo que les sucede o mediante la negación a discutir cuestiones que preocupan a la chica . Además de ello, una forma particular y muy frecuente de mostrar indiferencia es dejar de hablar o desaparecer durante varios días sin dar explicaciones como manera de demostrar un enfado, o estar “de morros” varios días sin explicar el motivo. También puede dejarla plantada ante una cita, sin explicar ni aclarar los motivos de su ausencia. Así, el silencio y la indiferencia son utilizados como armas y provocan tanto dolor como una agresión.
6.1.8 Indiferencia afectiva Una forma más sutil de violencia es mostrarse insensible y desatento ante la chica o mostrar rechazo o desprecio. La frialdad de trato, no prestarle atención, ignorar sus necesidades o sentimientos, o negar las demostraciones de afecto como los besos o abrazos son algunas manifestaciones de indiferencia. Por otro lado, también
6.1.9 Amenazas
La amenaza supone una violencia psicológica directa. Puede amenazarla con pegarla, con dejarla, con quitarle algo de su propiedad, con suicidarse o incluso mediante el uso de armas. Los motivos que se esgrimen para amenazar pueden ser variados. Así, puede amenazarla si ella le deja, no quiere mantener relaciones sexuales con él o no hace algo que él quiere. En todo caso, una amenaza siempre implica dar a entender con actos o con palabras que se le quiere hacer daño, se trata de un aviso, o un anuncio de lo que podría pasar si ella no se comporta de un modo determinado. Se trata de infundir miedo en ella.
6.1.10 Violencia sexual Por último, una manifestación de violencia que hemos querido incluir es la violencia sexual. La violencia sexual puede manifestarse físicamente mediante imposiciones de relaciones no deseadas, pero frecuentemente se utiliza el
chantaje, la manipulación o la coacción para conseguirlo, sin necesidad de utilizar la fuerza. En ese sentido, la violencia sexual y la psicológica se entremezclan. Este hecho, y la frecuente presencia de los conflictos relacionados con el sexo en las PAREJAS jóvenes nos motivaron a incluirla en nuestro estudio. Así, el chico puede obligarla a mantener relaciones sexuales que ella no desea, mediante enfados, reproches, amenazas de buscarse a otras chicas, o acusándola de anticuada. Pero también puede convencer a la chica de hacer algo que ella no quiere de forma más sutil, mediante insinuaciones, presiones, o poniendo en duda sus sentimientos o su AMOR por él. La violencia sexual también se refleja en el mantenimiento de relaciones sexuales de riesgo, puede despreocuparse por el método anticonceptivo utilizado, no responsabilizarse de controlar los embarazos o las enfermedades de transmisión sexual, o incluso negarse a utilizar algún método anticonceptivo en concreto (especialmente el preservativo) y obligarla o convencerla para que ella utilice otro. La imposición en el terreno sexual de la voluntad del chico, sin tener en cuenta las necesidades femeninas también supondría un abuso. Si además consideramos el hecho de que la mayoría de las jóvenes que denuncian malos tratos están embarazadas, y que la violencia
sexual es el origen de algunos de los grandes y difíciles problemas de SALUD de nuestro tiempo, como los embarazos no deseados, el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual y complicaciones en el embarazo, podemos darnos cuenta de la importancia que la sexualidad tiene en los comportamientos violentos en parejas jóvenes.
MODULO II Clasificación de la violencia en el noviazgo Objetivo: *Reconocer las causas que encaminan a que se produzca violencia en PAREJAS de adolescentes. * Promover una mirada crítica sobre la “masculinidad” y la “feminidad” y sus representaciones estereotipadas, desde la perspectiva de género. 2.1 ¿Qué tanta aceptación tiene la violencia en el noviazgo en la sociedad?
La violencia contra las mujeres se expresa en diversas formas y espacios de convivencia .Si bien se trata de un problema que afecta de manera individual a quienes la padecen, Debe entenderse como un
fenómeno estructural con repercusiones sociales múltiples. De aquí que la violencia de género posea Características particulares según el entorno social en que se manifieste. *Siempre que salgas con él lleva contigo una tarjeta telefónica – o si se puede un teléfono celular-, dinero e identificación oficia.De la violencia hacia ellos poco se explora, pero tienen su apartado en las encuestas nacionales sobre violencia en el noviazgo. Sus números, son sorprendentes: el 78% de los jóvenes que tienen entre 15 y 24 años y que están en una relación de noviazgo es violentado psicológicamente por su mujer. Lo dijeron en la ENCUESTA Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo en 2013. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) les preguntó por primera vez a los jóvenes mexicanos sobre sus relaciones amorosas. Los resultados arrojan violencia física, sexual, psicológica y también económica.Ellas los controlan. Revisan sus teléfonos celulares. Les prohíben amigas. Se encelan de las presentes. Les cuidan la mirada. Eso dicen las operadoras de la línea de ayuda que abrió el Gobierno Federal como respuesta a la violencia en los noviazgos mexicanos. Sólo llama uno por cada cuatro de ellas. Preguntan si el chantaje es violencia, sin que los obliguen a casarse es violencia, si ser el único que saca la cartera es violento. La Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo
reporta que este tipo de violencia psicológica es entendido como el abuso emocional, verbal, maltrato y menoscabo de la estima hacia una o varias personas.La guerra de los sexos, los resultados de la encuesta en este rubro indican que la mayor incidencia de violencia psicológica se presenta en áreas urbanas: 76.3%, a diferencia del área rural que es de 74.7%.La violencia física tiene su cifra: 46%; la sexual ni siquiera alcanzó porcentaje para incluir el dato en la encuesta. A ellos los cachetean, los pellizcan cuando miran de más por la calle, los arañan si no responden rápido, pero esa violencia física no es un problema nacional porque está lejana de la que sufren ellas, es incomparable. De cada 10 novias, a seis les pegan. Cuando lo hacen leve, las cachetean, las empujan, les jalan el CABELLO . Cuando la violencia es en grado mediano les dan puñetazos, las jalonean; cuando es grave las amenazan con una pistola.Aun así, las novias también tienen lo suyo. Tienen socialmente permitido demostrar sus sentimientos y son fácilmente perdonadas si salen de control cuando demuestran sus emociones. Pero ellos no corren con la misma suerte. Siguen siendo vistos como los fuertes. Los que no lloran. Más de la mitad de las mujeres piensa que los hombres tienen que ser los proveedores y fuertes de la relación. La violencia cubierta bajo el “amor” resulta casi invisible para el grueso
de la población que mantiene una relación sentimental. Los efectos y síntomas del maltrato durante el noviazgo son desconocidos para gran parte de las y los jóvenes mexicanos quienes ignoran que violencia no sólo son golpes. Se señala que los jóvenes que sufren de violencia dentro de sus relaciones amorosas tienen antecedentes de violencia en sus hogares desde la infancia y conservan estereotipos de género. Las mujeres y las niñas son víctimas de incontables actos de violencia en todo el mundo. En un gran número de casos, la violencia no es aleatoria: las mujeres y las niñas son las víctimas porque son del sexo femenino. La variedad de los actos de violencia de género es devastadora y va, casi literalmente, desde el útero hasta la tumba. Entre otros abusos, la violencia contra la mujer incluye la selección prenatal del sexo a favor del masculino, el infanticidio femenino, los abusos sexuales, la mutilación genital, el acoso sexual en el colegio y en el trabajo, el tráfico de mujeres, la prostitución forzosa, la violencia en relación con la dote, la violencia doméstica y las palizas y violaciones por parte del cónyuge. La violencia contra las mujeres y las niñas tiene lugar en todos los segmentos de la sociedad independientemente de la clase, etnia, cultura o país. En los últimos 20 años, la comprensión del problema de la violencia de género ha cambiado de forma radical. En la serie de conferencias sobre la mujer y otras conferencias de la ONU entre 1975 y 1995, la comunidad internacional se ha dado cuenta de la magnitud y
frecuencia de la violencia de género y ha redefinido las políticas internacionales en relación con estos actos de violencia. Las declaraciones más completas en el ámbito de la política internacional sobre la violencia de género han sido la Declaración contra la Violencia contra la Mujer aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993 y la Declaración y Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995. Ambos documentos definen la violencia de género como la violación de los derechos humanos de la mujer y como una forma de discriminación que impide que la mujer participe plenamente en la sociedad y realice su potencial como ser humano. El Fondo Fiduciario en apoyo de las medidas para eliminar la violencia contra la mujer, establecido en el UNIFEM, fue creado por la Asamblea General de la ONU como respuesta al urgente llamamiento a la acción en relación con los temas que surgieron en Beijing. El Fondo Fiduciario es una parte estratégica importante del trabajo que desarrolla el UNIFEM contra la violencia de género. El objetivo prioritario de este Fondo es identificar y apoyar aquellos programas innovadores dirigidos específicamente a prevenir y eliminar la violencia contra la mujer. Gracias al Fondo Fiduciario, el UNIFEM se está enterando de una serie de intervenciones y de proyectos efectivos destinados a luchar contra la violencia género y tiene planeado compartir toda esta información con todo el sistema de
las Naciones Unidas, con los gobiernos, y con las organizaciones que trabajan para la mujer y los derechos humanos. En reconocimiento del crítico papel de liderazgo del UNIFEM dentro de un esfuerzo mundial por eliminar la violencia contra la mujer y de su compromiso de ser una institución que genere conocimientos. La primera misión del Componente de Análisis fue realizar un análisis exhaustivo de las estrategias y de los resultados de los 67 proyectos financiados durante los dos primeros años de vida del Fondo Fiduciario. Al final, se seleccionaron siete casos de entre los estudiados para ilustrar las tres clases de estrategias que los proyectos del Fondo Fiduciario siguen con mayor asiduidad y las conclusiones más importantes obtenidas de ellas que más ampliamente se pueden aplicar. El UNIFEM se ha comprometido a que el Fondo Fiduciario se convierta en un centro mundial de aprendizaje que informe al resto del sistema de la ONU, a los gobiernos nacionales y a la sociedad civil acerca de las estrategias existentes para la eliminación de la violencia contra la mujer. Con el apoyo de la Fundación de las Naciones Unidas, se ha puesto en marcha una iniciativa destinada a construir la capacidad de los donatarios del Fondo Fiduciario y a que otros similares divulguen los casos que conozcan sobre violencia de género y documenten qué prácticas resultaron eficaces para luchar contra ella. La iniciativa tiene los objetivos de mostrar el trabajo de los donatarios del Fondo Fiduciario, de crear una base de información de fácil acceso sobre aquellas
estrategias para la eliminación de la violencia contra la mujer que se puedan copiar fácilmente y de desarrollar y difundir información innovadora y materiales para los medios de información. Esta estrategia incluye entre sus componentes la financiación directa de proyectos que lleven a cabo comunicaciones y utilicen los medios de información en su esfuerzo por eliminar la violencia contra la mujer. Si estas ante un caso de violencia en tu relación de PAREJA , debes saber que el problema es estrictamente de la persona violenta, tiene que ver con su historia y no con lo que hagas o dejes de hacer.En el noviazgo la violencia es muy sutil y va creciendo poco a poco con el tiempo, de hecho las personas sin darse cuenta y al vivir en un entorno violento, frecuentemente aprenden a relacionarse de esta manera. Siempre estas a tiempo, haz un alto y busca entender lo que está pasando, toma las decisiones necesarias como alejarte, pedir ayuda a un profesional especializado y denunciar. Que no se te olvide que las conductas que son violentas para nada enriquecen ni estimulan tu relación, al contrario la enferman. No es válido pensar "sólo estamos jugando", "me cela porque me quiere", "me dice cómo vestirme porque se preocupa por mí", "Me vigila todo el tiempo, porque no quiere que me pase nada" o "Me golpeó porque yo lo provoqué".
*Da pero también exige respeto.
*El noviazgo es para conocerse y disfrutarse no para temer, manipular ni lastimar. *Tú tienes el poder para decidir sobre tu felicidad, sobre a quién debes amar y sobre tu sexualidad, nadie debe obligarte ni someterte. *La violencia es una conducta aprendida, previa a la formación de pareja y no cambia espontáneamente por la voluntad o las personas. *Celar quiere decir "cuidar", no aprisionar a una persona. Los celos no son una demostración de AMOR , representan un abuso de poder. Posesividad, control, prohibiciones, amenazas, encubren una baja autoestima, inseguridad y desconfianza que tienen que ver con la historia del sujeto y no lo que haga o no haga su pareja. Por eso, aunque consiga dominarla o encerrarla no deja de manifestar sus celos, distorsionando situaciones o haciendo acusaciones desde su imaginación. *De todas las mujeres asesinadas por sus parejas, el 25% de ellas son novias (entre 14 y 25 años) que creyeron en el AMOR romántico en lugar de velar por sí mismas y su seguridad. *Si no puede dejar una pareja violenta, y está atrapada en el ciclo que alterna maltrato con arrepentimiento, miedo con lástima, etc. Pida ayuda a especialistas. La violencia de género se ha definido ampliamente, enfatizando los rasgos que colocan, mantienen y
perpetúan la subordinación femenina, tanto en el ámbito doméstico como en el social. En el fenómeno de la violencia de género prevalece el ejercicio del poder del hombre sobre la mujer, por medio de agresiones psicológicas, económicas, físicas o sexuales encontra de ella por el sólo hecho de ser mujer. Al interior de los hogares, esta violencia se asocia también con relaciones de poder que pueden ser a la vez causa y efecto Del acceso y uso desigual de los recursos del hogar entre sus integrantes, específicamente entre las PAREJAS . La violencia contra la mujer representa una de las formas más extremas de desigualdad de género y una de las principales barreras para su empoderamiento, el despliegue de sus capacidades y el ejercicio de sus derechos, además de constituir una clara violación a sus derechos humanos. Según informes de la Organización Panamericana de la SALUD (OPS), en América Latina y el Caribe una de cada tres mujeres, en algún momento de su vida, ha sido víctima de violencia sexual, física o psicológica, perpetrada por hombres.
2.2 Como evitar la violencia en el noviazgo *Buscar ayuda con personas profesionales especializadas en estos casos. *Contarle tu situación a una persona de tu confianza y que te pueda ayudar (amiga, prima, maestra, orientadora, doctora). *Si sales con él, decirle a alguien de tu confianza a dónde irán, qué harán y a qué hora estarás de regreso. *Cuando salgas con él hazle saber que, alguien te esperará y que sabe lo que harán.
2.3 Características observadas en los varones En la opinión de las y los jóvenes mexicanos, los roles femeninos y masculinos están estereotipados en situaciones tales como la agresividad, la infidelidad, cuidado del hogar, el rol con los hijos y la educación. El papel de los hombres como proveedores principales de la familia y los que encabezan la toma de decisiones, sigue siendo para las mujeres como una Ley, pues el 59% opinó que un buen hombre es el que provee económicamente a su familia.
2.5 Como surge la violencia en el noviazgo La formación y prevención de la violencia en el hogar está llevando a cabo una campaña educativa en los institutos que implica a los jóvenes y las jóvenes, a los educadores y a los padres para que afronten el problema de la violencia contra la mujer en las relaciones de noviazgo. 2.4 Características en las mujeres Estos conocimientos proporcionarán una nueva percepción de las estrategias más innovadoras y eficaces para acabar con la violencia contra la mujer, el Fondo Fiduciario ha destinado 4,3 millones de dólares de los fondos de los gobiernos y de donantes privados a apoyar proyectos de ONGs destinados a luchar contra la violencia de género. 2.6 ¿Qué hacer si sufro violencia? *Requiere un trabajo de cambio orientado por especialistas. *Celar quiere decir "cuidar", no aprisionar a una persona. Los celos no son una demostración de AMOR , representan un abuso de poder. Posesividad, control, prohibiciones, amenazas, encubren una baja autoestima, inseguridad y desconfianza que tienen que ver con la historia del sujeto y no lo que haga o no haga su pareja. Por eso, aunque consiga dominarla o encerrarla no deja de manifestar sus celos, distorsionando situaciones o
haciendo acusaciones desde su imaginación. *De todas las mujeres asesinadas por sus parejas, el 25% de ellas son novias (entre 14 y 25 años) que creyeron en el AMOR romántico en lugar de velar por sí mismas y su seguridad. *Si no puede dejar una PAREJA violenta, y está atrapada en el ciclo que alterna maltrato con arrepentimiento, miedo con lástima, etc. Pida ayuda a especialistas.
2.7 Teorías y modelos explicativos de la violencia en el noviazgo a. Teoría del aprendizaje social
La Teoría del aprendizaje social, presenta la violencia como una conducta funcional, intencional y socialmente basada en el condicionamiento clásico, el operante o el aprendizaje observacional. En esencia, esta
teoría defiende que, sin menospreciar a los factores biológicos, un individuo puede aprender a ser agresivo mediante la observación o imitación de un modelo agresivo al que admira, ya sea real o simbólico (ej., padres, amigos, medios de comunicación). Bandura insiste, por tanto, en el papel de la experiencia directa del aprendizaje observacional en la adquisición, instigación y mantenimiento de la conducta agresiva y de muchas otras formas de conducta social. Es a través de estas influencias cómo se produce la transmisión de la violencia marital, los niños aprenden comportamientos agresivos a través de la observación de modelos y experiencias concretas de reforzamiento. Además, se ha señalado que los niños que crecen en una familia violenta no aprenden las estrategias adecuadas para la resolución de los conflictos. Bandura determina tres influencias importantes de aprendizaje de la conducta agresiva: a) la influencia familiar, la principal fuente de aprendizaje de la, modelándola y reforzándola; b) las influencias subculturales, que son los determinantes provenientes del lugar donde reside una persona y, c) el modelado simbólico, que haría referencia al aprendizaje por observación de modelos reales y/o de imágenes, palabras y acciones agresivas a través de los medios de comunicación social.
La hipótesis de la transmisión intergeneracional de la violencia familiar fue propuesta en las primeras investigaciones en la década de los sesenta. Parte de que las manifestaciones de violencia (ej., maltrato infantil, violencia marital) influyen directamente en la siguiente generación, por lo tanto, un estilo interpersonal coercitivo y agresivo es guiado por las primeras experiencias de violencia en la familia de origen.
b. Teoría del apego Desde el campo de la psicología del desarrollo, los autores tratan de explicar y describir por qué los niños se convierten en personas emocionalmente apegadas a sus primeros cuidadores, así como los efectos emocionales que resultan de la separación. La propuesta por Bowlby, plantea que la conducta de apego se organiza utilizando sistemas de control propios del sistema nervioso central, al que se le atribuye la función de protección y supervivencia. Así pues, existe la tendencia a responder conductual y emocionalmente con el fin de
permanecer cerca de la persona que cuida y protege de toda clase de peligros. Por esto resulta importante la figura del primer cuidador, generalmente la madre, ya que el tipo de relación que se establece entre ésta y el niño será determinante en el estilo de apego que se desarrollará tempranamente y se mantendrá generalmente durante toda la vida. Permitiendo la formación de un modelo interno que integra, por un lado, las creencias acerca de sí mismo y de los demás y, por otro, una serie de juicios que influyen en la formación y el mantenimiento de las dinámicas relacionales durante toda la vida del individuo. En la violencia doméstica, se indican que el desarrollo de comportamientos violentos en las relaciones íntimas se relacionaría con los problemas tempranos del apego ansioso, de tal forma que ciertos hombres violentos desarrollarían un modelo interno que guiaría las creencias de abandono o rechazo en sus relaciones románticas. Estas amenazas, reales o irreales, desencadenarían sentimientos de terror, aflicción o rabia y para reducirlas recurrirían a medidas extremas tales como la agresión física, determinan las relaciones románticas como un proceso de apego, basado en la percepción de las figuras de apego y la persistencia de los modelos mentales del sí mismo y otros componentes específicos de personalidad. A lo largo del ciclo
vital, los individuos con un apego seguro describen sus experiencias relacionales como felices, amigables y verdaderas, tienden a ser más largas y más realistas. Mientras que las personas con un apego inseguro describen sus relaciones como celosas, preocupantes e inestables emocionalmente. Así, se ha detectado que los hombres con un estilo de apego inseguro que se caracterizan por un excesivo temor al abandono y dependencia emocional, suelen ser más propensos al uso de la violencia.
Atendiendo a la problemática de la población adolescente, se describe un apego inseguro en un grupo de adolescentes en riesgo tanto en la victimización como en la perpetración de la violencia, especialmente en adolescentes hombres con historias de maltratos en la infancia. También, en una muestra de 328 mujeres universitarias, encontraron que un patrón de agresiones bidireccionales estaba relacionado con un estilo de apego ansioso y evitativo. En consecuencia, formulan y evalúan un modelo basado en las ideas conceptuales de Dutton y Golant , para predecir la frecuencia y la severidad de las agresiones físicas en las tempranas experiencias de violencia en el noviazgo. Este modelo aglutina tres variables de personalidad: un estilo de apego ansioso, un temperamento colérico y los
intentos de control de la pareja. De forma que, un estilo de apego ansioso en ciertas situaciones (reales o irreales, de abandono o rechazo) desarrollaría un temperamento colérico, el cuál guiaría los intentos de control hacia la pareja y el posterior uso de la violencia. Asumiendo estos parámetros, los autores obtienen resultados satisfactorios, donde la variable control juega un papel fundamental como predictora de la frecuencia y severidad de la violencia en el noviazgo. En este punto es necesario aludir a una de las limitaciones, que afectan tanto a la teoría del aprendizaje social como a la teoría del apego y que consideran el proceso de transmisión como un proceso determinista y automático, donde el ser humano es pasivo y limitado a la hora de copiar las tácticas de resolución de conflictos de sus padres. En este sentido, estos autores recalcan la importancia de las creencias como punto de unión entre la exposición de la violencia marital y la transmisión de conductas violentas de generación en generación.
las desigualdades entre ambos sexos. Esta desigualdad es una característica de la organización social y cultural que llamamos patriarcado, convenciendo a hombres y mujeres de que esto es así, ha sido siempre así y seguirá inmutablemente en un FUTURO . Así pues, la práctica de socialización “tradicional” desencadena un rol de género rígido por lo que los hombres son educados para ser fuertes, autónomos y dominantes, más agresivos, competitivos y no comunicativos. Por el contrario, de las mujeres se espera que muestren comportamientos de cuidado, orientadas a las necesidades de los demás, pasividad, sumisión y comportamientos de complacencia. c. Teoría feminista Es aquélla que pone en peligro los derechos fundamentales, la libertad individual y la integridad físicas de las mujeres, además, en la Declaración se reconoce que “…la violencia contra la mujer constituye una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su contra por parte del hombre… y que es uno de los mecanismos fundamentales por lo que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto al hombre”. Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres se trasladan, como si fueran algo irreversibles, a
Desde esta perspectiva, se sugiere que la agresión está directamente relacionada con las normas culturales, en concreto, mientras que el rol del hombre incluye normas que aceptan la agresión, el rol tradicional de las mujeres dan lugar al mínimo énfasis en la agresividad. . De forma que la violencia que sufren las mujeres a manos de sus compañeros está relacionada con los estereotipos sexistas; que justifican la violencia como una parte inexorable del hombre asociada a atributos masculinos que forman su identidad. Así pues, estas creencias normativas guiarán a los adolescentes a construir el significado de las relaciones de noviazgo así como la violencia.
De forma genérica, el desarrollo de programas preventivos desde la teoría feminista se basarían en modificar las actitudes que aceptan la violencia como respuesta legítima, la adherencia a los roles tradicionales de género y los comportamientos que expresan poder y control en las relaciones íntimas. Desde esta reconoce que las la violencia en defensivas, sin
perspectiva, se mujeres utilizarían situaciones autocausar lesiones
severas a sus PAREJAS . Sin embargo, son varias las críticas al respecto. En primer lugar, la perspectiva feminista presentaría limitaciones a la hora de explicar la violencia en las relaciones de noviazgo, concretamente, las agresiones bidireccionales.
2.8 Programas preventivos en las relaciones de noviazgo Programas de prevención Toda acción preventiva debe fundarse en una perspectiva global y sistémica, es decir, que comience en la familia, continúe en los centros
docentes y esté apoyada por acciones de ámbito sociocomunitario. La influencia recíproca entre el individuo y la colectividad es evidente, lo que permite el abordaje de la violencia en varios ámbitos al mismo tiempo y en un mismo contexto. Los tres ámbitos de actuación más considerados son: a) el individual; b) el familiar y, c) el escolar. La investigación de este tipo de intervenciones aplica el conocimiento científico de las causas del inicio y su progresión en el diseño, desarrollo y actuaciones preventivas hacia los factores de riesgo (individuales, familiares y comunitarios) implicados en estos procesos en los distintos grupos poblacionales. De modo que, el conjunto de estas aproximaciones preventivas se asientan sobre la base de una completa comprensión de los distintos factores de riesgo/protección detectados y suponen la implantación de programas generales que integran intervenciones coordinadas entre las escuelas, las familias, los agentes sociales y sanitarios y las políticas gubernamentales. De este modo, en el diseño de las intervenciones preventivas, no parece suficiente dedicarse exclusivamente a las categorías de factores de riesgo individuales cuando existe una gran probabilidad de que éstos interactúen dentro de esas mismas categorías, o entre otras de un contexto cambiante, o varíen su propio efecto en función
del ciclo vital del desarrollo. Además, la literatura científica en este ámbito demuestra que la exposición a un mayor número de factores de riesgo en el curso del desarrollo puede incrementar la probabilidad de la violencia de forma exponencial, lo que subraya la necesidad de incluir dentro de los programas de las intervenciones preventivas a aquellos jóvenes que están expuestos a la acción conjunta de estos factores. Este programa dirige sus esfuerzos a identificar las causas de la violencia como son el racismo, el sexismo o la lucha de poder, etc., así esta propuesta se asienta en un formato genérico de trabajo que indican los elementos esenciales para construir un programa de prevención: (a) identificar las relaciones de violencia como una forma de violencia social; (b) el contexto en el que se entiende la violencia doméstica como una forma de poder y control en la sociedad y, (c) el aprendizaje de habilidades de seguridad, habilidades de resolución de conflictos y respuestas alternativas a la violencia.
Programas de Agresión sexual
prevención:
De la misma forma que ocurre con los estudios de los programas de prevención en general, los resultados de aquéllos dirigidos al análisis de la efectividad de la agresión sexual focalizan sus esfuerzos en cambiar las actitudes acerca de las agresiones, los mitos que aceptan las violaciones y los estereotipos sexuales. Fundamentalmente, proponen la proyección de videos descriptivos que permiten entender y comprender la naturaleza, el alcance y repercusión de las agresiones sexuales. Y el trabajo en equipo, la negociación, la capacidad de pensamiento crítico y de expresar y defender puntos de vista distintos como fuente de enriquecimiento personal y grupal y el diálogo como herramienta esencial en cualquier contexto y situación. Los programas para la prevención de la agresión sexual y proponen una serie de problemas que podrían explicar las limitaciones de este tipo de programas a la hora de conseguir cambios duraderos en las relaciones de los adolescentes. Estas conclusiones hacen referencia a: 1) las limitaciones que tienen que ver con el foco de interés al que se dirigen estos programas; 2) los problemas metodológicos y conceptuales en las investigaciones revisadas y, 3) las dificultades pragmáticas en la implantación y evaluación para su posterior
mantenimiento y generalización de los efectos del programa.
En cualquier caso, las estrategias preventivas no solamente deben dirigirse a la población adolescente general susceptible de estar en riesgo de implicarse en conductas agresivas sino también a aquella población que ya se encuentra en una situación de mayor riesgo debido a la exposición de múltiples factores.