OPINIÓN

Lecciones aprendidas para la salida de la sexta ola

Luis de Haro Director general de iSanidad

Aprender de la experiencia es una de las grandes virtudes de la sociedad, ser conscientes de las lecciones aprendidas nos hace más fuertes. Repetir errores es un problema que, en 2022 y con esta pandemia, no nos podemos permitir. Distintos expertos auguran una salida rápida de la sexta ola. Es el momento de no volver a cometer los errores de las otras olas porque es evidente que no hemos vencido al virus.

Las mascarillas, los aerosoles, los comités científicos, los protocolos, las cuarentenas, la distancia social… Son muchos los errores que hemos cometido y que nos sirven como lecciones aprendidas para la salida de la sexta ola. Quizá sea el momento ya de preparar un futuro distinto al de la situación preCovid.

Desde aquellos días en los que salíamos a aplaudir a los balcones a las 20h00 han pasado demasiadas cosas. Incluso se concedió el Premio Princesa de Asturias a los sanitarios en primera línea contra el Covid. Y ahora, ¿qué?, ¿hacemos algo para volver a la situación preCovid o mejoramos? Realmente se puede aprender de la experiencia y mejorar.

Las mascarillas, los aerosoles, los comités científicos, los protocolos, las cuarentenas, la distancia social… hay muchas lecciones aprendidas para salir del Covid

Si queremos salir más fuertes tendrán que venir otros porque los que están al frente no nos van a sacar de aquí

Sabemos que no se puede seguir parado, esperando a que el virus se vaya solo y todo vuelva a la “nueva normalidad”. El sistema está colapsado y la tensión crece. Hay muchos más pacientes de los que se pueden atender y no hay más recursos. Para futuras ocasiones, que llegarán, habrá que haber estudiado donde está el cuello de botella y darle soluciones. Las administraciones deben prepararse para las crisis con procesos lo suficientemente flexibles como para poder adaptarse a situaciones críticas. Hace falta una visión de futuro que ahora no existe.

Salir más fuertes de la pandemia: aprovechar las primeras lecciones aprendidas es una comunicación que preparó la Unión Europea en junio de 2021. De las propuestas del documento todavía no se conoce ni un paso, de hecho, no hay todavía ni una autoridad única ni en España. Hemos visto como la co-gobernanza ha sido una puerta abierta a la descoordinación. Si queremos salir más fuertes tendrán que venir otros porque los que están al frente no nos van a sacar de aquí.

La transmisión del conocimiento endodóntico: un reto constante

Dr. Leopoldo Forner Presidente de la Asociación Española de Endodoncia (AEDE)

No cabe duda de que los avances en odontología y, concretamente, en endodoncia, son notables y se dan a un ritmo cada vez más vertiginoso. Estamos en la transición hacia una terapéutica endodóntica de base más biológica, acompañada de nuevas posibilidades tecnológicas en el campo del diagnóstico por la imagen, tanto clínico (CBCT), como investigador, y en el de la terapéutica (instrumentación guiada, nuevos biomateriales, terapia fotodinámica, microcirugía, impresiones 3D, etc.). Nuestro tiempo de obsolescencia respecto al conocimiento en nuestro campo específico es cada vez menor, mientras que la necesidad de ponernos al día es cada vez mayor.

Y no nos podemos imaginar los cambios que se avecinan en nuestra profesión. Podría ser que el endodoncista del futuro, tras obtener una imagen radiológica del diente que va a tratar, con unas gafas de realidad aumentada y unos guantes hápticos enfundados, estudie su anatomía radicular y decida diseñar una lima personalizada para ese caso. Tras escoger la aleación que más se adapte a la situación, podría imprimir un juego de limas y colocarlas en un brazo robótico. Ya en la consulta, comenzaría a realizar un acceso cameral guiado con extraordinaria precisión mediante un software de sus gafas de realidad aumentada que, además, también sirven como microscopio. Y después de localizar los conductos, el brazo robótico programado empezaría a instrumentar uno de los conductos. Tras la instrumentación, nuestro endodoncista (¿del futuro?) podría ir ocupándose de irrigar, secar y obturar el conducto (seguramente con un material que también se ha individualizado según la biología del paciente, una vez que se le ha realizado un estudio genético), mientras el robot continúa con otro de los conductos.

Los estudios superiores no solo han de proporcionar competencias profesionales, sino la capacidad de autoaprendizaje, de resolver problemas y de tener un pensamiento crítico

¿Cómo aprendemos a adaptarnos a las novedades? La responsable primera debe ser la formación universitaria, pero desconocemos qué tipo de habilidades o conocimientos profesionales se necesitarán a lo largo de una trayectoria laboral. Los estudios superiores no solo han de proporcionar conocimientos, destrezas o actitudes, en definitiva, competencias profesionales, sino que deben proporcionar la capacidad de autoaprendizaje, de resolver problemas y de tener un pensamiento crítico.

Las nuevas tecnologías aplicadas a la docencia, como la realidad aumentada o la realidad virtual, son nuestras aliadas para lograr el desarrollo de dichas habilidades, además de ayudar a familiarizarse con el mundo digital que nos envuelve.

La formación básica recibida tiende a ser efímera, como hemos comentado, por lo tanto, la formación postgraduada a lo largo de toda la vida profesional es un hecho ineludible en el que universidades, sociedades científicas, colegios profesionales y empresas juegan un papel fundamental.

Obviamente, la transmisión del conocimiento que se va generando es un gran reto. Hace falta interés, ilusión y… recursos.

Sofía Folguera Profesora asociada de la Universitat de València